bucay, jorge el camino de la felicidad

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EL CAMINO DE LA FELICIDAD A los que amo y me aman sin dependencia. A los que no temen que los caminos nos separen porque saben de los rencuentros. A los que quieren ser felices... a pesar de todo.

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  • 1. EL CAMINO DE LA FELICIDADA los que amo y me aman sin dependencia. A los que no temen que los caminos nos separenporque saben de los rencuentros.A los que quieren ser felices... a pesar de todo.

2. LA ALEGORA DEL CARRUAJEAdelante el sendero se abre en abanico.Por lo menos cinco rumbos diferentes se me ofrecen.Ninguno pretende ser el elegido, slo estn all.Un anciano est sentado sobre una piedra, en la encrucijada.Me animo a preguntar:-En qu direccin, anciano?-Depende de lo que busques me contesta sin moverse.-Quiero ser feliz le digo.-Cualquiera de estos caminos te puede llevar en esa direccin.Me sorprendo:-Entonces... da lo mismo?-No.-T dijiste...-No. Yo no dije que cualquiera te llevara; dije que cualquiera puede ser el que te lleve.-No entiendo.-Te llevar el que elijas, si eliges correctamente.-Y cul es el camino correcto?El anciano se queda en silencio.Comprendo que no hay respuesta a mi pregunta.Decido cambiarla por otras:-Cmo podr elegir con sabidura? Qu debo hacer para no equivocarme?Esta vez el anciano contesta:-No preguntes... No preguntes.All estn los caminos.S que es una decisin importante. No puedo equivocarme...El cochero me habla al odo, propone el sendero de la derecha.Los caballos parecen querer tomar el escarpado camino de la izquierda.El carruaje tiende a deslizarse en pendiente, recto, hacia el frente.Y yo, el pasajero, creo que sera mejor tomar el pequeo caminito elevado del costado.Todos somos uno y, sin embargo, estamos en problemas.Un instante despus veo cmo, muy despacio, por primera vez con tanta claridad, elcochero, el carruaje y los caballos se funden en m.Tambin el anciano deja de ser y se suma, se agregan los caminos recorridos hasta aquy cada una de las personas que conoc.No soy nada de eso, pero lo incluyo todo.Soy yo el que ahora, completo, debe decidir el camino.Me siento en el lugar que ocupaba el anciano y me tomo un tiempo, simplemente eltiempo que necesito para tomar esa decisin.Sin urgencias. No quiero adivinar, quiero elegir.Llueve.Me doy cuenta de que no me gusta cuando llueve.Tampoco me gustara que no lloviera nunca.Parece que quiero que llueva solamente cuando tengo ganas.Y, sin embargo, no estoy muy seguro de querer verdaderamente eso. 3. Creo que slo asisto a mi fastidio, como si no fuera mo, como si yo no tuviera nada quever.De hecho no tengo nada que ver con la lluvia.Pero es mo el fastidio, es ma la no aceptacin, soy yo el que est molesto.Es por mojarme?No.Estoy molesto porque me molesta la lluvia.Llueve...Debera apurarme?No,Ms adelante tambin llueve.Qu importa si las gotas me mojan un poco, importa el camino.No importa llegar, importa el camino.En realidad nada importa, slo el camino.Una tarde, hace muchsimo tiempo,Dios convoc a una reunin.Estaba invitado un ejemplar de cada especie.Una vez reunidos, y despus deescuchar muchas quejas, Dios solt una sencilla pregunta: "Entonces, qu te gustara ser? a la que cada uno respondi sin tapujos y a corazn abierto: La jirafa dijo que le gustara ser un oso panda.El elefante pidi ser mosquito.El guila, serpiente.La liebre quiso ser tortuga, y la tortuga, golondrina. El len rog ser gato. La nutria, carpincho El caballo, orqudea.Y la ballena solicit permiso para ser zorzal... Le lleg el turno al hombre, quien casualmente vena de recorrer el camino dela verdad, hizo una pausa, y esclarecido exclam:"Seor, yo quisiera ser... feliz."Viv Garca, Me gustara serNunca pens que escribira un libro con este ttulo.De hecho, me parece imposible que t mismo lo ests leyendo. "El camino de lafelicidad" suena tan cursi... parece sugerir que yo creo que hay un camino hacia lafelicidad.Tengo muchas disculpas que esgrimir, pero la principal es que en la serie Hojas deruta, cada uno de los libros anteriores fue definido, desde el ttulo, con el nombre deuno de los caminos a recorrer: el de la auto-dependencia, el del encuentro, el de laslgrimas... Cul podra haber sido el nombre de este camino final sino el de laautorrealizacin, el de la felicidad? Sin embargo, quiero decirte desde el primer prrafoque de ninguna manera pienso que haya un nico camino hacia la felicidad. 4. Y si lo hubiera, yo no lo conozco.Y si lo conociera, no creo que pudiera describirse en un libro.Me pas la mayor parte del ltimo decenio dictando conferencias sobre salud ypsicologa de la vida cotidiana; pero nunca not, hasta el ltimo ao, lo poco que habahablado sobre el ser feliz. No haba escrito nada sobre el tema. Al igual que muchaspersonas, haba dedicado bastante tiempo a reflexionar acerca de la felicidad y, sinembargo, en mis conferencias, escritos y programas de televisin me ocupaba de otrosasuntos que seguramente consideraba en ese momento ms serios y que parecan porello merecer ms atencin de mi parte.Por qu descuid la felicidad? Posiblemente lo consider un tema ligero, ms propiode las revistas "livianas" que lo enmarcan con fotos de gente linda posando entrepaisajes soados. Claro que en lo personal siempre quise ser feliz, pero recuerdohaberme reprochado un artculo en el cual admita este deseo. Para m, como paracasi todo el mundo, sostener "quiero ser feliz" era sinnimo de solicitar la patente debobo, hueco o pobre de espritu. Desde mi formacin cientfica y moral, hablar de felicidad supona forzosamente grandilocuentes frases obvias, excesivamente romnticas y llenas de lugares comunes.Seguramente por todo eso el tema me pareci durante aos un asunto del que debanocuparse los separadores de libros, no los terapeutas de profesin y menos losescritores, ni siquiera los aficionados, como yo.Sin embargo, la felicidad es un tema tan profundo y tan necesitado de estudio comolo son la dificultad de comunicacin, la postura frente al amor o la muerte y laidentidad religiosa (en efecto, temticas para nada divorciadas del objeto de esta serieHojas de ruta).El comienzoEn su libro El hombre en busca del sentido, el doctor Viktor Frankl quien sobrevivia los campos de concentracin nazis nos dice que si bien sus captores controlabantodos los aspectos de la vida de los reclusos, incluyendo si habran de vivir, morir deinanicin, ser torturados o enviados a los hornos crematorios, haba algo que los nazisno podan controlar: cmo reaccionaba el recluso a todo esto. Frankl dice que de estareaccin dependa en gran medida la misma supervivencia.Las personas son idnticamente diferentes; es decir, todas tienen dificultades yfacilidades, pero la correspondencia es dispar: lo que para algunos es sencillsimo paraotros es sumamente difcil y viceversa. Habr quienes toquen el piano mejor yaprendan ms rpido y otros que lo hagan peor aun que yo, pero todos seguramente,con algunas instrucciones y disciplina, podemos llegar a tocar el piano mejor de lo quelo hacemos ahora. Exactamente lo mismo sucede en el caso de la felicidad:Todos, seguramente, podemos entrenarnos para ser ms felices.No encuentro una relacin forzosa entre las circunstancias de la vida de la gente y sunivel de felicidad. Si las circunstancias externas determinaran per-se la felicidad, setratara de un tema sencillo y no de un tema complejo; es decir, bastara conocer lascircunstancias externas de una persona para saber si es feliz.Podramos jugar a predecir la felicidad de acuerdo con dos sencillas evaluaciones:Si a la persona le pasan cosas buenas >- Es Feliz.Si a la persona le pasan cosas malas>- Es Infeliz.De donde se podra llegar a la conclusin de que ser feliz es un tema de distribucinazarosa. Una deduccin falsa e infantil o, peor todava, diseada para esquivarresponsabilidades.La bsqueda de la felicidad no slo es un objetivo exclusivamente humano, sino queadems es uno de nuestros rasgos distintivos. 5. Todos los hombres y mujeres del planeta deseamos ser felices, trabajamos para ello ytenemos derecho a conseguirlo.Quiz ms an, estamos obligados a ir en pos de esa bsqueda.El factor FUn sacerdote deca siempre a sus feligreses que ser desdichado es ms fcil, mucho msfcil que ser feliz."Cuando me siento desdichado aclaraba me digo que estoy tomando la salida mssencilla, que estoy dejando que algunos hechos me alejen de Dios."La felicidad explicaba es algo por lo que debemos trabajar y no un merosentimiento resultado de que nos ocurra algo bueno."No puedo opinar sobre su planteamiento teologal, pero coincido en su propuesta de queser o no felices parece depender mucho ms de nosotros mismos que de los hechosexternos.Intentar mostrar que cada uno es portador del principal aunque no nicodeterminante de su nivel de felicidad. Un factor variable de individuo en individuo, ycambiante en diferentes etapas de una misma persona, al que voy a llamar,caprichosamente, "factor F".Aun a riesgo de simplificarlo demasiado, lo defino bsicamente como la suma de treselementos principales:a) Cierto grado de control y conciencia del intercambio entre nosotros y el entorno.No puedo ser feliz si no me doy por enterado de mi activa participacin en todo lo queme pasa.b) El desarrollo de una actitud mental que nos permita evitar el desaliento.No puedo ser feliz si siempre renuncio al camino ante la primera dificultad.c) El trabajo para alcanzar sabidura.No puedo ser feliz si me refugio en la ignorancia de los que ni siquiera quieren saberque no saben.Es obvio, pues, que este libro se centra ms en la idea de la felicidad como actitud vitalque en el anlisis de la emocin subyacente.Y me parece importante aclarar esto de entrada, cuando escucho que la mayora de laspersonas hablan de la felicidad como si fuera un sinnimo de estar alegre, y yo estoyseguro de que no es as.Esta ltima Hoja de ruta tiene como nica motivacin revisar juntos la numerosacombinacin de aspectos que configuran los tres elementos de nuestro "factor F" yaprender qu podemos hacer para desarrollarlo. Los tres caminos previos: auto dependencia, amor y dueloEl arte de morir bien y el arte del bien vivir son unoEpicuroEl budismo explica el Dalai Lama presta mucha atencin a las actitudes queadoptamos ante nuestros enemigos porque el odio puede ser el mayor obstculo para eldesarrollo de la felicidad.Ciertamente, para alguien que practica la espiritualidad, los enemigos juegan un papelcrucial en su postura de vida. 6. Si seguimos esta lnea de pensamiento, resulta evidente que para alcanzar una prcticacabal de amor y aceptacin es indispensable el desarrollo de la paciencia y la tolerancia.Si todos furamos capaces de aprender a ser pacientes y tolerantes con nuestrosenemigos, el resto de las cosas resultara mucho ms fcil y tanto la compasin como elamor fluiran a partir de all con toda naturalidad.No hay fortaleza mayor que la paciencia.No hay peor afliccin que el odio.Haba una vez un discpulo de un filsofo griego al que su maestro le orden quedurante tres aos entregara dinero a todo aquel que le insultara, una tarea relacionadacon su actitud peleonera y prepotente.Una vez superado ese periodo y cumplida la prueba, el maestro le dijo:-Ahora puedes ir a Atenas y aprender sabidura.-Al llegar all, el discpulo vio a un sabio sentado a las puertas de la ciudad que sededicaba a insultar a todo el que entraba o sala.Tambin insult al discpulo...ste se ech a rer, mientras agradeca bajando la cabeza ante cada improperio.-Por que te res cuando te insulto? le pregunt el sabio. -Porque durante tres aos heestado pagando por esto mismo que ahora t me ofreces gratuitamente contest eldiscpulo. -Entra en la ciudad dijo el sabio, es toda tuya...Ms que el valor del sufrimiento y la resistencia, lo que permiti al discpulo afrontar deun modo tan efectivo una situacin difcil fue su capacidad para cambiar el punto devista.La capacidad para cambiarla perspectiva es, sin duda, una de las herramientas msefectivas a nuestra disposicin.Los caminos recorridos antes sirven justamente, y quiz nicamente, para podercambiar la perspectiva que nuestra educacin puede haber distorsionado. Habertransitado estos caminos nos ha enseado, de una vez y para siempre...que dependemos en exclusividad de nosotros mismos,que necesitamos de los dems pero de ningn otro especfico para seguir el camino,que podemos soportar y superar el dolor de la prdida y el abandono,en resumen:que nuestra vida es nuestra excluyente responsabilidad.Por ejemplo, cuando me doy cuenta del placer del encuentro, aprendo tambin que elestado de enamoramiento pasional pasa y que el tiempo forzosamente modifica larealidad y quienes somos frente a ella.Desmond Morris, en su libro El contrato animal, describe los cambios normales que seproducen en la necesidad de intimidad del ser humano. Sugiere que pasamoscclicamente por cuatro fases:Fase I: Acrcate un poco ms. Fase II: Abrzame fuerte, te lo Ruego. Fase III: Afloja un poco, por favor. Fase IV: Djame solo de una vez!Y ms all del humor del planteamiento, en trminos de mi propia posicin respecto delamor, me gusta pensar que los afectos carcelarios no son buenos amores. Pero eso slo 7. se aprende despus de encontrarse sin depender y admitiendo la posibilidad de laslgrimas.Cuando consider todo esto por primera vez, me pareci encontrar algo peor aun que elodio al que se refera el Dalai Lama: el apego a ciertas estructuras, la rigidez deconceptos y la intolerancia con los otros.Despus de leer ms, me di cuenta de que toda mi lista no era otra cosa que unaenumeracin de maneras de disfrazar el odio.Sabiendo por mi profesin que el amor y el odio no necesariamente se excluyen, sinoque conviven muchas veces en vnculos ambivalentes, trabajo como terapeuta y docentedefendiendo valor del encuentro, del compromiso y del desapego, considerndolos trespilares de nuestra salud mental.Por eso, a veces digo que el gran desafo de ser persona es aprender dos cosas: aprendera entrar y aprender a salir. ENTRARencuentro y compromiso SALIRcompromiso y desapegoUn tema interesanteLa muerte es el nico fenmeno que no ha sido corrompido por lasociedad. El hombre lo ha contaminado todo y slo la muertepermanece an virgen, sin corromper, sin ser tocada por las manosde la gente. El hombre no puede poseerla ni comprenderla, nopuede hacer una ciencia de ella; se encuentra tan perdido, que nosabe qu hacer con la muerte. Es por eso que la muerte es lanica cosa esencialmente pura que queda ahora en el mundo. Osho La muerte, al igual que el amor, representa para todos un tema sin dudainteresante. Digo inters en su sentido primigenio y olvidado: cuando la palabranombra aquello que multiplica, aumenta, produce, es decir, aquello que es creador(an decimos que el dinero genera inters).No es que la muerte simplemente nos importe, sino que nos interesa en tanto se nosrevela como productora, creadora y amplificadora de la vida.La muerte nos coloca en un estado interesante de cara a la vida. Y desde all laresignifica, la recrea.Al experimentar una prdida, nuestra vida se potencia, se vuelve ms intensa.Las prdidas y el amor, en tanto interesantes, marcan profundamente nuestra vida ynos sitan frente al otro.Tanto el amor en cuanto vida como la prdida en cuanto muerte,necesitan uno del otro para poder ser. 8. Cuando abandonamos la dependencia, cuando nos rodea el amor o nos enfrentamos ala idea de la muerte, hay una transformacin, una inmensa mutacin, un nuevonacimiento, el parto de un nuevo ser. No se es nunca el mismo otra vez-, la concienciade la auto dependencia, la idea de la finitud de las cosas y la inmensidad del amor nosponen en situaciones lmite, ya que son experiencias extremas en las que solemosdarnos cuenta de la ausencia total de control externo e interno. Pero tendemos a depender en vez de amar. Y al no amar, no podemos experimentar el dolor de la muerte en forma genuina; slo lamentamos la indefensin de la ausencia.Dice Gurdjieff:Para vivir verdaderamente es necesario renacer. Para renacer es imprescindible morir.Y para morir es imprescindible despertar.Alcanzar la vida plena es la sucesin de varios despertares a los que se llega por va delo que hemos llamado, en esta serie, "caminos". Individuo Despertar a uno mismo (camino de la auto dependencia) Despertara otro (camino del encuentro) Despertar del duelo (camino de las lgrimas)VIDA PLENA gran despertar (camino de la felicidad)Es necesaria la libertad de la auto dependencia para experimentar el amor.Es necesario el amor para experimentar el duelo de una prdida.Es necesario el dolor de la muerte para superarla.Es necesario haber pasado por muchas muertes antes de encontrar el camino de lafelicidad.Este esquema busca revelar, una vez ms, el poder con que acta el duelo sobre nuestrasvidas.Respecto del desarrollo cognitivo del individuo, la muerte tiene ms trascendencia queel amor; es decir, la muerte aporta ms que el amor al conocimiento de la vida. Y si bienes cierto que las prdidas no necesitan ser deseadas, no es menos cierto que ellas estarnen nuestra ruta.Pero no parece sensato desear la muerte para adquirir dicho conocimiento, es suficientecon despertar.Cito pues, completando a Gurdjieff, a un periodista estadounidense llamado AmbroseBierce:Si quieres que tus sueos se vuelvan realidad, es necesario despertar.Para Hegel, toda la historia de la humanidad tiene una dinmica dialctica. La realidades esencialmente contradictoria y la conciencia humana slo puede captarla por partes yen fases sucesivas -despertares, dira yo-. La realidad no existe toda a un tiempo ni esconocida por entero en un solo momento, sino que va siendo a lo largo del tiempo.Fundamentalmente, el conocimiento y la realidad son una misma cosa, un movimientohacia un punto final, el absoluto, que no es meramente el trmino, sino "el todo", el serque se completa -mediante su evolucin.El movimiento dialctico es descrito por Hegel como un proceso de fases omomentos de la dialctica que han recibido corrientemente los nombres de tesis,anttesis y sntesis. La tesis es la afirmacin de algo; la negacin o anttesis supone un 9. contraste a la vez que un conflicto. El empuje dialctico lleva a una visin de conjunto,a un tercer momento de mediacin o intento de solucin de la contradiccin. Todoacaba en una nueva posicin, que asume y, a la vez, supera el punto de partida inicial,con lo que de nuevo puede iniciarse el proceso dialctico.El proceso ha de acabar en la comprensin total de la realidad y del s mismo como unsaber completo, absoluto, sin conflicto. En el punto culminante, de sntesis (felicidad?)las contradicciones se han superado y los momentos que nos han permitido llegar hastaesta nueva instancia se nos revelan desde ahora como necesarios.Miramos hacia atrs y nos damos cuenta de que los momentos que hubiramos deseadoque nunca sucedieran nos han hecho llegar hasta la satisfaccin absoluta en que nosencontramos. Tesis: encuentro con uno y con otros. Amor. Anttesis-, muerte, separacin, prdida. Sntesis: felicidad, etapa absoluta, completud del individuo.Las dificultades se nos revelan, pues, como etapas positivas de la vida, ya que son ellas las que nos permiten llegar a la felicidad.A menudo creernos que el conflicto y la frustracin significan la prdida de la felicidad.Pero esto slo es cierto si se identifica la felicidad con la postura infantil de la vidamanejada por el deseo de satisfaccin infinita del principio del placer.Las prdidas traen siempre aparejada una crisis en el individuo, pero nonecesariamente una prdida de la felicidad.La palabra crisis siempre lo digo es un trmino asociado injustamente con lanegatividad. Tal vez esto se deba a que crisis significa bsicamente cambio, y nuestrasociedad teme al cambio, prefiere mantenerse en el confort de la estabilidad.Lo diferente es temido y rechazado.Sin embargo, avanzar es siempre dejar atrs lo que ya no es y enfrentarse con otra cosa.El nico temor que me gustara que sintieras frente aun cambio es el de ser incapaz de cambiar con l; creerteatado a lo muerto, seguir con lo anterior, permanecer igual.Occidente cree que la vida es corta. Se dice que desde el nacimiento a cada momentonos acercamos un poco ms a la muerte y esto crea tensin, angustia, ansiedad.Todas las comodidades, todos los lujos, todas las riquezas pierden el sentido, porque nopodemos llevarlas al ms all junto con nosotros. En Occidente se va solo hacia lamuerte.Oriente, en cambio, est ms relajado. Primero, porque no le da tamaa importancia a lamuerte; es solamente un cambio de forma. Segundo, porque al no haber final (sinocambio) puede estar distendido y consciente de sus riquezas interiores que se irn conuno adonde vaya, incluso ms all de la vida. La muerte no puede llevrselas.Dice un proverbio suf:Lo nico que de verdad tienes es aquello que no podras perder en un naufragio. 10. Mors ianua vitaeEsta frase latina la muerte es la puerta de la vida merece una reflexin.En la antigedad, nacimiento y muerte se fundan en el concepto de iniciacin, unencuentro importantsimo, un momento crucial, de cara a lo social.El nacimiento y la muerte no eran trminos separados y se resignificaban el uno en elotro para hacer del iniciado un verdadero ser socialmente aceptable.El no iniciado haba nacido slo biolgicamente, tena nicamente un padre y unamadre fsicos. Para convertirse en un ser vivo para la sociedad deba pasar por elacontecimiento simblico de la muerte inicitica y el re-nacimiento a su nueva vida.Yo mismo hago una aclaracin similar cuando separo los conceptos individuo ypersona.En Oriente, la muerte no significaba el final sino tan slo la culminacin de una vida,un clmax: el ser no se acaba, es transportado a otro cuerpo, a otra vida, a su nuevolugar.En la tradicin budista e hind, esta nocin ocupa un lugar fundamental. El trminosamsra, que significa "dar vueltas", representa la trasmigracin de las almas en el senodel ciclo infinito de encarnaciones sucesivas. Segn esta creencia, todos los seres vivosrenacen continuamente cambiando su destino y sus diversas formas de existencia enfuncin de los actos de las vidas anteriores. Tal concepcin es utilizada por la mayorade las creencias de Oriente para sostener la idea de la liberacin del alma mediante estacadena de reencarnaciones y alcanzar as la salvacin.Dichas culturas tienen una disposicin a resolver el problema del dolor de sus miembrospor medio de rituales y ceremonias, a travs de espacios para elaborar la prdida y lafrustracin con un gran soporte social, pero nunca escapando del sufrir como si fueraalgo nefasto.Platn, que tambin de alguna manera sostena esta creencia, deca que la muerte debaentenderse como la liberacin del alma de la crcel corporal: las sucesivasreencarnaciones permiten la purificacin de las almas antes de poder reintegrarseplenamente al mundo de las ideas, lugar donde se da finalmente la posesin de lasabidura.Estas ideas, como es lgico que suceda, aparecen solidariamente ligadas a unaconcepcin cclica del tiempo, en la cual no se propone definicin de principio ni de fin.En la Edad Media, la teologa se impuso a la filosofa; la nueva funcin de sta quedtransitoriamente relegada a explicar desde la razn a la primera. La lectura einterpretacin de la Biblia jugaron un papel fundamental en este periodo marcando unanica concepcin del tiempo. No haba ciclos sino linealidad.Los msticos medievales hablaban mucho de muerte, es verdad, pero lo hacan mientraspensaban en la vida eterna. Estos hombres buscaban la unin con Dios, la cual suponaun morir para vivir eternamente en lo buscado. Se persegua la eternidad por amor,suponiendo que lo amado slo sera alcanzado despus de la muerte.El punto mximo del amor era coincidente con la muerte.El cuerpo del mstico mora y su alma pasaba a la inmortalidad formando parte de Dios.Las doctrinas dualistas y religiosas, ms que asumir la muerte como negacin de lavida, lo que hicieron fue menospreciar esta ltima convirtindola en meramentecorporal y declarndola slo un "trnsito" hacia otra forma de vida. Es decir, en lugar depensar la muerte trataron de teorizar la resurreccin. Resurreccin que mucho despus, 11. en la modernidad, se vera afectada por el surgimiento y la hegemona de las disciplinascientficas.La psicologa nos ha explicado que el nacimiento, en cuanto suceso individualirreversible y traumtico, se parece bastante a la muerte. Analizado desde este ngulo,se puede comprender que el cristianismo y muchas religiones hayan intentado desde suorigen circunscribir de alguna minera ese suceso mortal que es el nacimiento, medianteun sacramento inicitico colectivo: el bautismo.Para los dioses, la muerte no es ms que un prejuicio. Nietzscheltimamente se han producido hechos contradictorios alrededor del tema de la muerte.Por el lado del negocio, todo parece florecer: se ha multiplicado la cantidad develatorios, de servicios y de cementerios que compiten entre s por los espacios depublicidad. Por el lado social, el dilogo sobre el morir prcticamente se ha suprimido.Lo malo es que todo esto implica un gran error, porque as como en la vida encontrarnosel significado de la existencia, en la muerte podemos y debemos encontrar unsignificado adicional a la vida.Si el amor nos ayuda a discriminar el odio, la muerte nos muestra el valor de la vida.Sin conciencia de nuestra finitud, postergaramos todo para otro momento.El convencimiento de nuestra muerte nos impulsa a trabajar, a hacer, a producir, sinposponer intilmente nuestro destino.Y no slo hay una muerte individual; superada la fiebre darwiniana empezamos aaceptar ahora que tambin mueren las especies, las razas o los pueblos. Y debemosadmitir con valor que la muerte de una especie no proviene slo de una exclusinexterior consecuencia de un cambio en las condiciones de vida, sino tambin de unagotamiento interior de los agentes vitales que dirigen la especie.La presencia de la muerte nos pone frente a nuestra responsabilidad, que es la de hacerde la vida el sentido mismo de la existencia.La vida cobra sentido en cuanto se revela como un trnsito, y ese trnsito en lo humanoes un camino necesariamente amoroso. El amor marca al individuo, aunque la muerteparece hacerlo an ms, dado que se puede vivir sin amar pero no sin muerte.Si se sacara de la vida el placer, se podra aunque no fuera ms que sobrevivir. Encambio, si se pretendiera esquivar todo dolor, toda muerte, en ese escape evitaramostambin la vida.El amor y el duelo me ponen frente a lo ms propio de m: la capacidad de aprendizaje.Amor y dolor son en s mismos la ms acabadaexpresin de la educacin que ofrece el vivir,son la accin y el efecto, la motivacin y el resultadodel desarrollo del individuo.Estamos hechos para buscar la felicidadEs evidente que los sentimientos de amor, afecto, intimidad y solidaridad coexisten casisiempre con mayores niveles de felicidad. No slo poseemos el potencial necesario paraamar, sino que, como dije en El camino del encuentro la naturaleza bsica ofundamental de los seres humanos es el amor mismo. 12. La ira, la agresividad y la violencia pueden surgir, pero se producen cuando nosoportamos ser frustrados en nuestro intento de conseguir ser amados, apreciados,reconocidos o valorados. Aquellas emociones no son, pues, parte de nuestra naturalezasaludable, sino ms bien subproductos txicos de la degradacin de la tendenciaamorosa innata. La humanidad tardar mucho o poco tiempo en saberlo, pero tarde o temprano comprender que as como el hombreaprende a renunciar a ciertos alimentos que lo daan, debe tambin aprender a renunciar a ciertas emociones que lo perjudican.Revisar nuestros presupuestos sobre la naturaleza fundamental de los seres humanos,pasando de lo competitivo a lo cooperativo, abre nuevas posibilidades para todos.El nio recin nacido sirve como ejemplo perfecto y prueba de esta teora. En elmomento de nacer supone la psicologa clsica tiene una sola cosa en su mente: lasatisfaccin de sus propias necesidades y su bienestar individual.Sin embargo, s dejamos de lado este supuesto y nos dedicamos a observar a un niorecin nacido y a los que lo rodean, en los primeros momentos veremos que el beb estaportando, por lo menos, tanto placer como el que recibe.Muchos bilogos vienen sosteniendo que los cachorros de todas las especies estnbiolgicamente programados para reconocer y responder siguiendo una pauta biolgicaprofundamente enraizada que provoca comportamientos bondadosos, tiernos y atentosen el cuidador, comportamientos que a su vez tambin son instintivos. Son muy pocaslas personas que no experimentan un verdadero placer cuando un beb las mira y lessonre. Bien podra sostenerse que ste es un recurso de la naturaleza para que aumentela oportunidad de un recin nacido de ser cuidado y atendido tanto como necesita parasu supervivencia.Este ser que muchas veces solemos describir como un tirano egosta y exigente, msbien parece una criatura dotada de un mecanismo diseado para seducir y complacer alos dems.Por supuesto que en este camino vamos abandonando la nocin hegeliana del amo y elesclavo para concluir que la humanidad est diseada desde el amor y no desde laagresin. Parece fcil desde aqu demostrar la naturaleza bondadosa y generosa de losseres humanos con el sencillo argumento de que el nio nace ya con una capacidadinnata para aportar placer a otro, a la persona que lo cuida.Si pudiramos centrarnos en este anlisis de los hechos, nuestra relacin con el mundoque nos rodea cambiara inmediatamente.Ver a los dems con ternura nos permite relajarnos, confiar,sentirnos a gusto y ser ms felices.Me pregunto entonces: cmo no sentir ternura si, aunque sea por un instante, consigoimaginarme al beb que cada uno de mis ms detestados adversarios fue en algnmomento?Todos somos semejantesSiempre he credo que todos somos iguales, seres humanos en proceso de volvernospersonas, al decir de Cari Rogers. Pero es cierto que cuando ponemos el acento en 13. nuestras diferencias, aparecen algunos obstculos y la comunicacin corre riesgo determinar en desencuentros.Claro que hay grandes diferencias entre nosotros: el bagaje cultural, el estilo de vida, lasdiscrepancias en nuestra fe y hasta el color de nuestra piel.Y sin embargo... tenemos bsicamente la misma estructura fsica, la misma naturalezaemocional y, en gran medida si despreciamos algunos matices, ms o menos lamisma historia biogrfica.En suma, nos pasan, nos han pasado y nos seguirn pasando a todos las mismas cosas,que por otra parte sostengo- son las mismas que les han pasado a nuestros abuelosy a los abuelos de nuestros abuelos por los tiempos de los tiempos.Posiblemente por eso, cada vez que conozco a alguien tengo la sensacin de que meencuentro con alguien como yo, y este pensamiento ha operado como un gran asistenteen mi profesin, porque siempre es ms fcil empezar a comunicarse cuando el otro esun semejante.Por supuesto, repito, somos diferentes, pero estas diferencias NO nos separan.Y no slo no lo hacen, sino que validan el sentido del encuentro y alientan nuestrocrecimiento por va del aprendizaje, dado que slo se aprende de lo diferente.Con alguien que slo sepa lo que yo s y con quien acuerde en cada detalle, podrcomunicarme fcilmente, compartir ideas y experiencias, pero poco y nada podraprender en esa relacin.Felicidad y raznEs innegable que las personas deben usar su mente si desean ser felices; pero el hechode que el pensamiento y la inteligencia sean esenciales para comprender la felicidad noimplica, de ninguna manera, que gozar de la capacidad intelectual de los genios ofrezcamejores posibilidades de ser feliz.No obstante, necesitamos la conciencia ce que vivir plenamente exige un grado mnimode reflexin, la disciplina para superar nuestra natural inclinacin a la urgenciahedonista y la sabidura de interrogarnos y responder, sinceramente, a la pregunta:Soy feliz haciendo esto que hago?Obviamente, esta interrogante conlleva la necesidad de una definicin previa:Existe la felicidad?Es una realidad o una ficcin?Es un mito, como dijo alguna vez la gran Tita Merello?Es sentir amor, como cantaba Palito Ortega?Una vez escuch a un cnico (en el sentido filosfico) sostener que la felicidad era unapalabra inventada por algunos poetas para que rime con amistad y eternidad.La cita, ms all del contenido, plantea una propuesta bastante complicada, significativay no poco trascendente. Porque sobre el significado de la felicidad al igual que sobrealgunos otros conceptos es necesario tener una posicin tomada.No creo que haga falta tener una definicin clara sobre todas las cosas, pero hay por lomenos cinco cosas sobre las cuales un individuo en proceso de crecimiento deberadefinir su posicin; una postura mnima de resolucin, un enfoque claro, una decisintomada; no importa si es sta, aqulla, la de enfrente o la otra, importa que sea la propia,la conozca y la defienda coherentemente en sus acciones.Cuando estoy en una charla con colegas, siempre digo que un buen terapeuta no esalguien que deba tener todo resuelto, pero s es alguien que debera haber resuelto esas 14. cuatro o cinco cosas importantes, aqullas en las que seguramente sus pacientes o susconsultantes van a tener problemas, muchas veces serios.En cuanto al resto de las cosas, quiz su postura no sea fundamental. Pero para trabajaren salud mental, repito, estas pocas cosas puntuales deben estar resueltas o, por lomenos, claramente acomodadas.Djame desarrollar la idea tomando una de ellas como ejemplo: la relacin con lospadres.S cualquier persona no tiene resuelto este tema, est en problemas; pero si pretendededicarse a ser terapeuta, su problema garantiza una complicacin para alguien ms,Qu quiere decir tenerlo resuelto? En este caso quiere decir "fuera del punto deconflicto".La resolucin -que puede ser tan detestable como: "no los quiero ver nunca ms"no me parece trascendental, pero debe estar tomada sincera y comprometidamente.Para graficar lo contrario (no tener resuelta la relacin con los padres) incluira lossiguientes planteamientos: los mato o los salvo? Los voy a ver o no los veo nuncams? Los quiero o los odio? Las dos cosas o ninguna?Y esto es lo que no sirve.Es en este sentido que vale la pena preguntarse:Qu significa para m la felicidad?Fjate que lo importante no es definir la felicidad de todos, ni qu debe significar paralos dems. Lo importante, lo imprescindible me siento tentado de decir lo urgente,es decidir qu significa la felicidad para cada uno.En este libro no intento describir LA posicin que hay que tener, sino UNA posicin,que incidental mente es la ma.En especial, porque sobre el significado de la felicidad no se puede legislar. Cuando unointenta llegar a algn lugar, transitar un espacio, muchas veces se ocupa de buscar laspropias maneras. En mi caso, cuando advert que no poda definirme respecto de lafelicidad, empec a ocuparme del asunto con ms inquietud, y dediqu ms tiempo apensar este punto hasta encontrar, por fin, una posicin que fuera coherente y armnicacon el resto de mis ideas.T tendrs que buscar la propia, seguramente. Y es casi predecible que no coincidamos.De todos modos, compartir las reflexiones de mi itinerario tal vez pueda servir paraaclarar puntos oscuros en las rutas que te hayas trazado (mi necesidad de ser til seconforma con algn punto de contacto).No es otra la idea que motiva este libro.Porque lo que importa es ir en pos de una respuesta.Y no sera mejor esperar que la vida me la acerque?Lo que importa a la hora de encontrar respuestas es me parece a m relacionarsecon la duda en lugar de intentar escapar de ella; ir hacia el conflicto; buscar una salidaaun sabiendo que sta ser la puerta de entrada a nuevas dudas, y as hasta el infinito."Ir hacia" nos lleva, como definicin, a una palabra que tiene cientos de significadossiniestros y uno solo amoroso y generador. Me refiero al concepto de agresividad.Agresivo etimolgicamente quiere decir "lanzarse hacia algo" y es lo contrario deregresivo (de retroceder, de ir para atrs; en trminos "ps", escapar haca el pasado).No hay ninguna felicidad, y de eso estoy seguro, que se pueda obtener del escapar, ymucho menos de huir hacia el pasado. 15. Agresivo, tal como yo lo entiendo, no quiere decir "que es hostil", quiere decir queenfrenta las cosas, que no huye, que no mira para otro lado, que no delega laresponsabilidad, que se compromete.El primer paso del desarrollo de nuestro "factor F" es la necesidad de definir nuestraposicin acerca del significado de la felicidad, relacionndonos agresivamente connuestras dudas, con nuestros condicionamientos y con nuestras contradicciones;comprometindonos en esta bsqueda hasta el final, es decir, para siempre. La felicidad, cualquiera sea nuestra definicin, tiene que ver con una postura de compromiso incondicional con la propia vida.Un compromiso con la bsqueda nica, personal e intransferible del propio camino. Tanpersonal y tan intransferible como la felicidad misma.Puedo compartir lo que tengo...Puedo contarte lo que siento...Puedo dedicarte lo que hago...Puedo elegirte y estar contigo en mis momentos ms felices.Pero no puedo compartir mi felicidad.Qu es la felicidad?Empezar a buscar la felicidadEn cada encuentro de lo que llamo "docencia teraputica" charlas participativascentradas en el cambio, y especialmente cuando voy a hablar de temas acerca de loscuales todo es opinable, lo primero que pido es que los presentes se animen a dar suopinin, a decir lo que realmente piensan.Si estuvieras aqu sentado entre otros yo te estara preguntando: "Existe la felicidad?Y si existe, qu es?".Y probablemente contestaras algunas de las cosas que otros contestaron: Para m, la felicidad es una palabra que integra un montn de conceptos,sensaciones, sentimientos... es parte de la vida, momentos que se van dando a lo largode la vida... La felicidad como estado no existe, a lo sumo existen momentos felices. Yo meacuerdo cuando naci mi hijo; en ese momento era absolutamente feliz, pero despus,cuando me presentaron la cuenta de dos das de sanatorio, la felicidad desapareci. La felicidad es algo que en un momento nos hace sentir plenos; quiz seanmomentos efmeros, quiz pocos en la vida, pero bien vale la pena vivir para disfrutarde cada uno de esos momentos a medida que se van presentando. La felicidad pasa por disfrutar los momentos buenos y tomar los momentosdolorosos con estoicismo. 16. En cada momento de la vida, uno tiene diferentes metas y a medida que vamosllegando a esas metas, llegamos a la felicidad. Por ejemplo, a m en este momento megustara conseguir algo y para m eso sera la felicidad. La felicidad es un invento de los polticos y los psiclogos pero en realidad noexiste, es una zanahoria para que sigamos empujando.La felicidad es recorrer el camino que conduce a algo que uno cree que es lafelicidad. La felicidad es la tranquilidad interior. Y cmo se consigue? Con muchotrabajo personal. Para ser feliz se necesita mucha terapia, porque sin las cosas claras no se puedeser feliz. Felicidad es sentir la alegra de vivir. Ser feliz es haber hallado a Dios en cada cosa.Estar bien, estar contento y tener cerca a los que uno ms quiere, sobre todo ala familia. Ser feliz es que no te falte nada... No tener problemas. Para m la felicidad es netamente una sensacin. Tener un hijo es algoconcreto y tomar decisiones, hacerte cargo, puede no ser tan concreto, pero te hace feliz. En el mundo de hoy ser feliz es tener un milln de dlares, un milln de horaspara gastarlos y un milln de amigos con quienes compartirlo.Cabe preguntarse entonces...Se corresponde la felicidad con alguna de las definiciones y no con las dems?Ser la suma de todas las posturas enunciadas?Estar la verdadera definicin desparramada en fragmentos de cada una de lasposiciones?Responder a estas preguntas ser nuestro segundo paso, porque antes deberamosintentar una mnima coincidencia sobre lo que es importante y lo que no lo es.El primer paso no es encontrar la propia definicin de felicidad sino darse cuenta, comoya dije, de la importancia que tiene buscar esa definicin. Que cada uno de nosotrosacepte que tiene por delante este desafo, porque sin esta coincidencia primaria,desconfo de que valga la pena que sigas adelante con este libro.Despus de valorar la necesidad de encontrar tal definicin, y despus de saber de quhablamos, podremos encarar este recorrido que considero el ms importante ytrascendente de la vida: el camino de la felicidad.Con el mnimo acuerdo que justifique la necesidad de las definiciones, me animo aagrupar las opiniones mencionadas al comienzo del captulo en tres posturas base.a) La felicidad no existe o no es posible-: de los ESCPTICOSIRREDUCTIBLES.b) Existe pero son solamente momentos felices: de los POSITIVOS CONLIMITACIONES.c) Existe y se puede conquistar en forma definitiva-: de los OPTIMISTASINCURABLES.Y una posicin ms (que no voy a incluir en la lista), la de los SOFISTICADOSDILETANTES INSOPORTABLES que dicen cosas ms o menos as:"De algn modo,esta clase de cuestionamientos que evocan el concepto y la idea de felicidad est ligadaa un trascender del self voluntario o accidental haca puntos tangibles o intangibles, enespacios que el ego conquista en determinado momento, consciente o 17. inconscientemente, y que en modo permanente o transitorio devienen en untrastrocamiento de la esencia en ms".No voy a ocuparme de los primeros porque de todas maneras no van a estar leyendo estelibro y, en todo caso, aunque lo estuvieran leyendo no estaran dispuestos a revisar suposicin por lo que yo opine.Con los ltimos tampoco quiero extenderme demasiado por dos razones. La primera,porque reconozco que alguna vez camin por esa vereda y todava tengo las suelas demis zapatos apestando a mierda. La segunda razn la resumir plagiando la frase con laque Giovanni Papini hace referencia a su segunda esposa: "No hablar de ella porqueuna palabra no alcanzara y dos sera dedicarle demasiado tiempo".Este descarte autoritario no es tan grave como parece, dado que la posicin restanterepresenta por lo menos noventa por ciento de las creencias de la gente comn acerca dela felicidad.Sin embargo, hay entre ambas una gran diferencia si uno se anima a pensarlas enprofundidad, empezando por el punto de vista meramente semntico: NO es lo mismo SER feliz que ESTAR felizLa idea de estar feliz, relacionada con la suma de momentos de plenitud, implica unconcepto de lucha: tratar de estar alegre cada vez ms tiempo, conseguir cada da msbuenos momentos, trabajar para buscar ese estado de goce, intentar estar contento conms y ms frecuencia. En definitiva, saberse feliz sin perder de vista que solamente sonmomentos, que no se trata de serio sino de estarlo: estar feliz. Si se consigue encadenarestos momentos, sostienen algunos, se podra hasta tener la "falsa idea" de que se ESfeliz, por lo menos hasta que un duro revs nos despierte a la realidad.La idea de la felicidad como la capacidad de soportar estoicamente los momentosdolorosos, si no se puede evitarlos, pertenece tambin a este grupo, sosteniendo unestar feliz vinculado a momentos gloriosos y plenos que uno intentara prolongar nopermitiendo que nada los interrumpa o, en un sentido ms amplio, decidiendo quedichos momentos de dolor son el precio a pagar para acceder a los otros, los momentosfelices.Aceptar que existe el concepto de ser felz tiene punto de partida en una posicinabsolutamente distinta. La felicidad se constituye aqu en un estado ms o menospermanente y ms o menos divorciado de los avatares del "mundo tctico", aunque noest bien definido por dnde y con qu se accede a ese estado.Realmente, la generalidad de las personas parece acordar ms con el primer conceptoque con el segundo, al que se suele calificar de ingenuo, cuando no de malintencionadoo engaador.La mayora de la gente que admite cierto grado de felicidad en su vida dice que no seES feliz, sino que, cuando mucho, se puede ESTAR feliz algunas veces o por pocas.Con gran esfuerzo conseguiremos que acepten, en todo caso, que existen los "muyafortunados", es decir, los que ESTN felices ms tiempo.Tal concepto reafirma el testimonio de todos aquellos que han tenido y siguen teniendomuchos momentos de alegra y satisfaccin y muy pocos de lacerante angustia, y sedeclaran felices justificndolo en una especie de "promedio emocional".En lo personal, no creo que la felicidad crezca en los momentos de esplendor ni quenecesariamente deba derrumbarse en los episodios dolorosos.En mi opinin, quienes creen que la felicidad consiste en instantes no han podidoincorporar todava el concepto de que incluso los malos momentos forman parte de un 18. fenmeno ms general, el cual podra configurar un contexto donde sea posible serfeliz.Encontrar lo bueno dentro de lo malo, por ejemplo, te permitira casi con seguridadsentirte ms feliz incluso en momentos difciles.Tampoco parece muy til esperar la felicidad como un momento de compensacin a unprecio pagado en sufrimiento. Sera mejor construir una realidad que permita sentirla sinque dependa del alivio de los malos momentos previos (recuerda el sndrome del zapatodos nmeros ms chico que cont en Recuentos para Demin):La verdad es que la bsqueda de la felicidad es inherente a nosotros, lo sepamos o no ysea cual fuere la forma en que la denominamos. Llammosla el deseo de pasarla bien, elcamino del xito o la necesidad de autorrealizacin, esta bsqueda forma parteirrenunciable de nuestra vida.Y con la idea que cada uno tenga respecto de ella, iniciar este camino cuando lo deseeo cuando llegue a l, o cuando no le quede ms remedio.Jams rendirse Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueosprometieron a sus ansias... Tango "Uno", de Mores y DiscpoloDe esto se trata, en gran medida, el "ser o no ser" felices. Se trata de qu hicimos connuestros sueos. Porque sueos tenemos todos:sueos propios y sueos prestadossueos humildes y sueos de grandezasueos impuestos y sueos olvidadossueos horribles y sueos encantadoresNuestra vida est llena de sueos. Pero soar es una cosa y ver qu hacemos connuestros sueos es otra.Por eso, la pregunta inicial es, siguiendo al tango, qu hicimos, qu hacemos y quharemos con esa bsqueda llena de esperanzas que los sueos, ellos, prometieron parabien y para mal a nuestras ansias. El sueo del que hablamos no es una gran cosa en smismo: una imagen de algo que parece atractivo, deseable o por lo menos cargado decierta energa propia o ajena, que se nos presenta en el mundo del imaginario.Nada ms y nada menos.Pero si permito que el sueo me fascine, si empiezo a pensar "qu lindo sera", esesueo puede transformarse en una fantasa. Ya no es el sueo que sueo mientrasduermo. La fantasa es el sueo que sueo despierto; el sueo del que soy consciente, elque puedo evocar, pensar y hasta compartir. "Qu lindo sera" es el smbolo de que elsueo se ha transformado.Ahora bien, si me permito probarme esa fantasa, si me la pongo como si fuera un sacoy veo qu tal me queda, si me miro en el espejo interno para ver cmo me sienta y 19. dems... entonces la fantasa se vuelve una ilusin. Y una ilusin es bastante ms queuna fantasa, porque ya no la pienso en trminos de que sera lindo, sino de "cmo megustara". Porque ahora es ma.Ilusionarse es aduearse de una fantasa.Ilusionarse es hacer propia la imagen soada.La ilusin es como una semilla: si la riego, si la cuido, si la hago crecer, quiz setransforme en deseo. Y eso es mucho ms que una ilusin, porque el "qu lindo sera" seha vuelto un "yo quiero". Y cuando llego ah, son otras las cosas que me pasan. Me doycuenta de que aquello que "yo quiero" forma parte de lo que soy.En suma, el sueo ha evolucionado desde aquel momento de inconsciencia inicial, hastala instancia en que claramente se transform en deseo sin perder el contenido con elcual naci.Sin embargo, la historia de los sueos no termina aqu; muy por el contrario, esprecisamente ac, cuando percibo el deseo, donde todo empieza.Es verdad que estamos llenos de deseos; pero stos, por s mismos, no conducen msque a acumular una cantidad de energa necesaria para empezar el proceso queconduzca a la accin. Porque... qu pasara con los deseos si nunca llegaran atransformarse en una accin? Simplemente acumularamos ms y ms de esa energainterna que sin va de salida terminara tarde o temprano explotando en algn accionarsustitutivo (una accin que en mi experiencia profesional y personal no suele ser paranada deseable).En Cartas para Claudia relate en detalle la experiencia Zeigernik. El experimentadorexplicaba, a principios de siglo XX, que cada intencin se encuentra cargada de unadeterminada cantidad de energa motivacional, la cual slo se agota cuando la tarea quela origin ha sido terminada.Este fenmeno por s solo podra explicarnos por qu si un sueo permanece escondidoy reprimido puede terminar en un deseo que enferma, volvindose sntoma; y aun si consuerte no llegara a somatizarse, el deseo sin accin es capaz de interrumpir todaconexin pertinente con nuestra realidad de aqu y ahora (una interrupcin conocida enpsicologa conductual como "efecto Zeigernik").El deseo es nada ms (y nada menos) que la batera, el nutrimento, el combustible decada una de mis actitudes. El deseo adquiere sentido cuando soy capaz de transformarlo en una accin.Cuentan que tres astronautas, un alemn, un japons y un argentino, fueron convocadospara una prolongada misin espacial: estaran durante tres aos en una nave, orbitandoun lejano planeta y aislados de todo contacto con la Tierra. A cada uno se le permitillevar consigo lo que quisiera siempre y cuando no excediera el lmite de peso marcadopara el despegue: 40 kilos por astronauta.El alemn dijo que siempre haba querido aprender ingls pero que nunca haba tenidotiempo ni oportunidad de estudiarlo, as que sta sera una gran ocasin. El da de lapartida apareci con dos enormes bales que reunan exactamente 40 kilos de libros,videos y material de audio para el curso.El japons dijo que su nica motivacin en la vida era el amor por su novia, as que elda de la partida apareci con una japonesita que, enfundada en su traje espacial, pesabaexactamente 40 kilos. 20. El argentino dijo que lo que ms le gustaba en la vida era fumar habanos de buenacalidad, as que el da de la partida lleg con un recipiente lleno de cajas de puros de LaHabana que pesaba exactamente 40 kilos.Los tres astronautas subieron a la nave y fueron lanzados exitosamente a su misin.Tres aos despus, la nave es devuelta a la Tierra. Miles de personas acuden a ver salirde la cabina a los hroes del momento.Se abre la escotilla:-Hello... hello dice el alemn sonriendo, how are you my friends saluda enperfecto ingls.Minutos despus sale el japons con una esplndida sonrisa en los labios. Detrs, sumujer con un beb en brazos y tomada de su mano una hermosa nia de ojos rasgados...Pasan dos minutos y aparece el argentino, sale casi corriendo desesperado con doscigarros en cada mano y tres en la boca:-Un cerillo, por favor, quin me da un cerillo... fuego por favor... fuego...El deseo me sirve nicamente en la medida en la que se encamine hacia la accin que losatisfaga.Nuestra mente trabaja en forma constante para transformar cada deseo en alguna accin.Para ser ms contundente: Cada cosa que yo hago y cada cosa que decido dejar de hacer est motivada por un deseo, pueda yo identificarlo o no.Ser ms conscientes de este proceso es uno de los objetivos de toda psicoterapia.Construir acciones coherentes con estos sueos convertidos en deseos es otro.Elegir entre dos acciones posibles, producto de dos deseos contradictorios es el ltimoy muchas veces el ms difcil.sta es la razn y el motivo de la psicologa de todas las escuelas y de todos losterapeutas del mundo.ste es el sentido de mi tarea y el tema de aquello a lo que dedico mi vida.Por supuesto que no voy a hablar aqu de cmo se hace para transformar los deseos enacciones "efectivas". Primero porque hay miles de libros de verdadera autoayuda,algunos buenos y otros no tanto, que hablan exclusivamente de eso; y segundo porque lafelicidad que pienso no necesariamente se relaciona con la efectividad de las acciones,sino con lo que el tango sugiere: encontrar el camino que los sueos prometieron,..Condicionamientos reacondicionadosTodos hemos crecido alimentados por una determinada cultura, que si bien no esincuestionable ni lapidaria, funciona como un inevitable condicionante de cmoactuamos, sentimos y pensamos. Es decir, nosotros somos tambin el resultado de unaformacin que nos dio la cultura en la que nos movimos.Si una parte importante de esta formacin personal estuvo dada por la escuela, lospadres, los amigos, etctera, otra parte vino enganchada a las cosas que lemos sin quenadie nos pidiera que leyramos. 21. En este sentido, los de mi generacin (los que tenemos ms de treinta) leamoshistorietas, que en aquel entonces en Buenos Aires se llamaban "revistas mexicanas" yque hoy llamaramos "comics de superhroes".Nuestros hroes eran Superman, Batman, el Llanero Solitario, el Zorro y otrosheroicsimos justicieros enmascarados. Les cuento esto porque algunos no tan jvenespueden creer que los superamigos de entonces son los mismos que aparecen en la tele,pero no, en los dibujitos de hoy aqullos apenas si son viejos hroes remozados.Cules sern los hroes equivalentes que actualmente monopolizan la atencin de losjvenes? Quiz sean los mutantes X-Men o los Power Rangers, los Pokmon, losDigimon y no s cuntos ms... (mi sobrino de cuatro aos se acuerda de los nombres detodos, me cuenta de sus dueos, habilidades, evoluciones y no s cuntas cosas ms... yyo escucho sin entender de qu me habla).Aquella cultura de los superhroes alimentaba en nuestra fantasa un mundo ficticio queera expresin de nuestro tiempo, pero tambin, lgicamente, condicionaba nuestramanera de pensar. Por eso, hablar de los superhroes que tenamos sirve para saberquines ramos y para averiguar qu hemos ganado y perdido para llegar a ser quienessomos.Ms all de las caractersticas que los diferenciaban unos venan de otro planeta, otrostenan superpoderes, etctera salvo alguna excepcin, todos los superhroescompartan una cualidad especial: usaban mscara. La mscara que serva para ocultarsu doble personalidad.De todos ellos, a m el que ms me impact siempre fue Batman. Posiblemente porquel no tena superpoderes; Batman era un tipo normal. Su verdadera identidad era BrunoDaz, ese ricachn, cobarde y refinado; especie de tarado, pattico, muy relacionado conla alta sociedad de Ciudad Gtica.En la mayora de los superhroes, la caracterstica principal de su personalidadconocida y abierta era cierto grado de estupidez. A veces tambin la comicidad, elmiedo o la inseguridad (pensemos en Diego de la Vega el timorato que esconda lapersonalidad secreta del Zorro). Es decir, siempre se trata de rasgos opuestos alherosmo, la valenta, el honor.Pero cul es la verdadera personalidad?, la tarada o la heroica?La heroica, por supuesto.Ahora, yo me pregunto: si los superhroes actuaban su personalidad falsa, cotidiana eintranscendente, por qu era la verdadera personalidad la que apareca enmascarada?Qu habr pasado con nosotros que hemos crecido pensando que la personalidad quedebe mantenerse en secreto, oculta y escondida es la del hroe? Cul es mensaje? Cul el resultado? Hay que esconder al hroe?! ste ha sido un gran error.Nos hemos engaado y hemos engaado a los que nos siguen, hacindoles creer que lapersonalidad secreta es el superhroe, cuando en realidad no es as.Nosotros hemos fabricado esta cultura, escondiendo en nosotros los mejores "nosotros".Hemos vivido y vivimos dejando a la vista de todos a los "otros":a los pusilnimesa los temerososa los asustadizos 22. a los rarosa los que no pueden participara los que no pueden hacera los que no pueden cambiara los que coinciden con el sistemaa los que se someten a las reglasa los que aceptan las cosas sin querer cambiarlas...Por que esconder al superhroe?Por qu esconder al que de verdad puede hacer las cosas? Porque aqullos, los de la lista, son los aceptados!Bruno Daz, Diego de la Vega y Clark Kent... no tienen problemas al salir afuera!Nadie se mete con ellos; de hecho su juego consiste en pasar inadvertidos.Y la mejor manera de pasar inadvertido, hemos aprendido de nuestros dolos, es...pasar por tontos!As armamos muchos nuestra identidad: actuando como tarados y escondiendo a lossuperhroes que somos.Escondemos nuestra verdadera potencialidad.Escondemos todo aquello de lo cual somos capaces.Y vivimos mostrando nuestra personalidad devaluada... aquella socialmente aceptada...aquella que nos ensearon a desarrollar... aquella que aprendimos para no tenerproblemas...Slo por la influencia de las historietas?No. Tambin nos acordamos de una parte del mensaje que nos daban nuestros padres:"No te metas en los...".O peor todava: "S sigues as, no te va a querer nadie".Qu es seguir as?Seguir as, obviamente, es ser uno.Y entonces? Cmo voy a hacer para ser otro?La respuesta es previsible; dejando salir al hroe.Yo no digo que haya que ser un superhroe en el sentido de ser espectacular ymaravilloso, escalar edificios saltar azoteas o volar por el aire.No.No hace falta.Hablo de la nica heroicidad que defiendo: el valor de ser quien uno es.La heroicidad de no fabricarse una personalidad secreta de pusilnime si uno no lo es.No vivir como un tonto, si uno no lo es.Si uno no es demasiado rpido, est muy bien. Entonces hay que llevar la lentitud conorgullo. Hay que decir: "yo soy un poco lento, y qu?". Eso est increble.No hay nada de malo en ser un poco tonto.Pero si uno no lo es... no est bien hacerse el tonto!Si yo soy un poco tonto... si no soy demasiado inteligente... si puedo descubrir en m lasotras virtudes que no son la inteligencia... bueno! Por qu gastar energa en ocultarlo?Por qu no animarme a decir quin soy con mis virtudes. Aunque stas no sean lassocialmente mejor recibidas y ms celebradas, aunque no sean las ms "aplaudidas".Y mucho menos hace falta que la virtud sea una manera de ser ms.No destacarse tambin puede ser una virtud. 23. La mayor virtud de un hroe es la que le permite enfrentar las cosas sin tener que hacerel esfuerzo de parecerse a lo que los dems dicen que se debe ser.Cuentan que una vez...Sing, el carpintero, se diriga con su aprendiz hacia el reino de Ch a hacerse cargo deun trabajo cuando, al pasar por la ciudad de Chuan, descubri un roble que serva delugar de reunin a la poblacin. El rbol se ergua sobre un montculo y sus ramas msbajas eran tan grandes que se hubiera podido construir con ellas varias embarcaciones;tena unos veinte metros de altura y ms de veinte metros de dimetro; su copa era tangrande como para dar sombra a un centenar de animales.La muchedumbre se congregaba alrededor del rbol como lo hace en la plaza delmercado. Sin embargo, nuestro carpintero ni siquiera lo mir cuando pas a su lado.Su aprendiz, que no cesaba de mirarlo, se dirigi a Sing dicindole:-Maestro, desde que soy tu alumno jams haba visto un rbol tan hermoso como ste.Pero t has pasado a su lado sin echarle un vistazo.-Ese rbol es intil replic Sing. Si hiciera una barca se hundira; si construyeraatades se pudriran; si lo aprovechara para hacer herramientas se romperan deinmediato; si hiciera una puerta rezumara resina; si hiciera vigas las termitas acabaranpronto con ellas. Es una madera intil que no sirve para nada. Por eso ha vivido tanto.Cuando el carpintero Sing retorn a su casa, el roble sagrado se le apareci en sueos yle dijo: "Con qu me comparas? Me comparas acaso con los rboles tiles como loscerezos, los perales, los naranjos, los limoneros, los toronjos y los dems rbolesfrutales? A ellos se les maltrata cuando la fruta est madura, se les quiebran las ramasgrandes y las pequeas quedan maltrechas. Su misma utilidad es la que les amarga lavida. Por eso llaman la atencin de la gente vulgar y son talados antes de llegar a lavejez. As sucede con todo. Hace mucho tiempo que intento ser intil y, aun as, enocasiones casi han conseguido destruirme. Al final, sin embargo, he llegado a sercompletamente intil, lo cual me resulta muy provechoso. Crees que si hubiera servidopara algo me habran permitido llegar hasta aqu? Adems, tanto t como yo somoscosas y... cmo puede una cosa juzgar a otra? Qu puede saber una cosa mortal comot sobre un rbol intil como yo?".Sing, el carpintero, despert y trat de comprender su sueo.Entonces su aprendiz le pregunt:-Si quiere ser intil, por qu sirve de santuario a la poblacin?Yo quisiera poder contestarle al aprendiz: el rbol intil era una personalidad oculta delrbol sagrado,El hroe de cada uno de nosotros contiene a la persona que cada uno es y que estorgullosa, de ser as.Que conoce lo que puede. Y que tambin conoce sobre todo conoce, digo yo lo queno puede.Ser un superhroe es no avergonzarnos nunca de no saber, de no poder o de no querer. El desafo no es ser otro. El desafo es ser uno mismo.Por supuesto que las madres, aunque no leyeran las historietas, ayudabansubliminalmente a configurar nuestra estructura "adaptada".Mi mam, como la mayora de las madres, tena un gran bagaje de mensajes muycontradictorios para colaborar en ese sentido; contradicciones que por otra parteterminaban salvndonos de la tentacin de querer obedecerlas. 24. Siempre me encant esto de las madres (y los padres) que por un lado te dicen que eresmaravilloso y por el otro te cuentan que hacen todo lo que hacen porque quieren queseas alguien.En algn momento, recordando esa frase, le pregunt a mi mam: "Qu pas? No eraya alguien? Antes de que t te ocuparas yo no era?".Mi mam me explic y entonces yo, que parece que era un poco "falto deentendederas", comprend.Lo que ella quera decirme con que yo fuera alguien era que fuera alguien que sedestaque.Y en esta frase hay que entender la sutileza: el alguien no es importante; lo importantees el que se destaque.Entre quines? Entre los dems, claro.Ahhh... Para ser alguien hay que destacarse entre los dems."Obvio", dira mi sobrino.Mo fue el trabajo de descubrir con el tiempo que para eso la nica forma era competir.Ser alguien era destacarse.Y destacarse significaba competir.Y competir con quin?Con todo el mundo.Menos con mi hermano, claro; porque ella se conformaba con que los dos nosdestacramos por igual de entre todos los dems hijos de todas sus amigas, primas,vecinas y desconocidas.Competir y ganar... para ser alguien en la vida.Y esto no lo haca mi madre porque fuera mala, egosta o celosa, porque la verdad esque mi mam es la persona ms amorosa, solidaria y protectora que yo conozco.Cuando yo iba a la primaria, mi mam sala al balcn de mi casa de Floresta la luchaprevia haba sido conseguir permiso para caminar solo hasta la escuela, que quedaba acuatro cuadras. Yo sala caminando hacia Gaona y mi mam se quedaba mirndomedesde el balcn hasta que yo la saludaba y doblaba la esquina...Yo, que me avergonzaba un poco de tanto control, le deca:--Pero mam, para qu sales al balcn? No me voy a perder!-No deca ella, salgo porque... al mirarte te cuido... Los ojos de una madreprotegen...Un da, en plena rebelda preadolescente, saliendo para la escuela le dije:-Sabes, mam... a la vuelta, donde ya no me ves, tambin hay autos!Y qu me contest mi mam?Los ojos de tu madre te siguen donde vas...Si mi mam cobrara derechos de autor por las frases que nos repeta... todas las madresestaran en deuda con ella.Y, sin embargo, hay algo contradictorio en este recuerdo: si de alguien hered o aprendmi deseo de ayudar a otros es justamente de ella.Por qu haca entonces estas cosas?De dnde descolgaba este empujn hacia la guerra competitiva contra el mundo?T ya sabes la respuesta: eso era lo que ella haba aprendido.Lo haca porque repeta la contradictoria idea anidada en nuestra educacinjudeocristiana de hijos y nietos de inmigrantes: destacarse sin confrontar, compitiendo ysuperando pero sin llamar la atencin.Compito sin que te enteres para superarte sin que lo sepas (deca mi mam... que para ser contradictoria era la ms contradictoria). 25. Desde el punto de vista del aprendizaje, es fcil comprender esta tendencia a compararlo propio con lo ajeno. Pero otros que no son hijos de mi madre se han dedicado arastrear genticamente este rasgo encontrando ciertas inclinaciones biolgicas queparecen independizarlo de los estigmas educativos. Se le considera, de hecho, uno de losorgenes neurobiolgicos de nuestros padecimientos.En una sociedad de consumo donde el xito es competitivo, nuestro nivel desatisfaccin termina definindose por la comparacin entre lo propio y lo de otros, msan si nos aceptamos portadores de una tendencia innata a esa comparacin.Sin pensarlo en cada situacin, miramos a nuestro alrededor y nos comparamos con losdems.Por mucho que tengamos, no es la cantidad absoluta lo que nos har felices, porqueparece que siempre tendemos a sentirnos insatisfechos si el vecino tiene un poco ms.En su tratado sobre el bienestar humano contemporneo, H. L- Mencken define alhombre verdaderamente satisfecho de su sueldo de la siguiente manera: "alguien quegana 100 dlares ms que el marido de su cuada".Vivir de verdad es ser el que verdaderamente soy. Ms all y ms ac de quin seas t yde lo que esperes de m.Tu presencia me actualiza y me confirma, pero no me define.Vivir "de verdad" significa, precisamente, dejar atrs todos los personajes que hecreado para otros.Abandonar el papel que dise para inscribirme en una sociedad determinada.Dejar salir lo que llamo "el yo verdadero", sinnimo de "el hroe escondido".Pero... cmo se hace para saber si estoy siendo el que soy o estoy actuando lo que medijeron que sea?En primer lugar, asumiendo seriamente la tercera de mis tres verdades ("siempre sepuede decir que no") y tornando la decisin, sin duda heroica, de no dejarme forzarjams a ser lo que no soy. Bastara con esto. No hace falta mucho ms.Dicho de otra manera:Es esto que hago lo que quiero hacer o estoy tratando de complacer a alguien?Lo mejor de m, aunque a ustedes no les guste, es lo que soy.Lo mejor de cada uno de ustedes, aunque a nadie le simpatice, es lo que cada uno deustedes es.Y puede ser que seamos muchos aquellos a los que no nos guste.Y a pesar de todo... valdr la pena.Digo siempre, bastante en broma y muy poco en serio:Cuando uno finge, cuando uno representa un personaje, cosecha un montn derelaciones hipcritas, diplomticas, de poco valor y de poca trascendencia. En cambio,cuando uno es quien es... no hay quien lo detenga!Y es una broma.Pero aun cuando en algunos momentos pareciera cierto... no es dramtico...Si puedo confiar en que ms adelante, a la vuelta de la esquina, aparecer el que mepueda aceptar, amar y desear tal como soy, nada es dramtico.Hace treinta aos que trabajo en salud mental, y durante todo este tiempo he descubiertomuchas cosas increbles. Pero la ms increble de todas es que hay gente para todo.Hay gente a la que le gustan las personas con dinero, sin dinero, tarada, alcohlica, losque hablan tonteras, los que no hablan, los graciosos, los sobrios, los charlatanes, losinstruidos, los cultos, los brutos... Hay mujeres a las que les gustan los gordos, losflacos, los feos, los altos, los chaparros... Hay hombres para las gorditas, para lasausteras, para las enrgicas, para las bobas, para las gastadoras, para las ahorradoras,para las sensuales, y con un poco de suerte, hasta para las inteligentes. 26. Hay para todo!As que lo nico que hay que tener es... paciencia para buscar!Y si de esos que busco, los que me aceptan as, no encuentro uno ni una en toda laciudad... habr que empezar a viajar!En algn lugar est (ella o l) alguien a quien le encanta que yo sea como soy.Sabiendo que hay alguien en el mundo a quien le encanto as, por qu voy aconformarme con otro (otra) que me dice en qu tengo que cambiar.Por qu avalar esa estpida inclinacin que todos tenemos, de casarnos con alguienpensando: "Ahora es as, pero cuando est conmigo va a cambiar...".Creo que no hay mujer que no se case con esa fantasa (y pido disculpas si estoygeneralizando injustamente).Y lo peor de todo es que ellas no se equivocan... los hombres siempre cambiamos.Nos volvemos peores!Porque, con el paso del tiempo, uno siempre se vuelve peor.Las virtudes van amainando o no, pero los defectos florecen y se agrandan...Y si eras increblemente sociable, despus te vuelves un charlatn. Y si eras muygracioso, te vuelves un payaso insoportable.Y si eras un tipo seductor, te vuelves un viejo verde que persigue a las enfermeras en elsanatorio.Los rasgos se van exagerando, se acentan cada vez ms. Porque uno se va rigidizandocon el paso del tiempo no en todo, lamentablemente- y se vuelve casi siempre unacaricatura de s mismo.As que pensar el otro va a cambiar, en verdad, no funciona.Entonces sera mejor, desde el principio, pensar en estar al lado de otro que me gustatal como es.Puedo entender que el otro mejore, seguramente. Pero no por m! No para gustarme am!Si el otro no me gusta como es ahora, entonces simplemente no me gusta.No puede ser que lo que ms me guste sea "lo que yo potencialmente veo en l".Imaginen s mi esposa Perla hace treinta aos se hubiera enamorado del flaco quepotencialmente vea en m...Pobre, nunca en su vida habra llegado a estar con el hombre de quien se enamor! No nos enamoramos del potencial del otro, sino de lo que el otro verdaderamente es. Y mientras estemos juntos,alentmoslo para que lo deje salir cada vez ms.Apostar al potencial muchas veces es confiar en el futuro y muchas otras es abrir lapuerta a la insatisfaccin.El Dalai Lama pregunta: Cmo alcanzar la satisfaccin interior?Un mtodo, el ms difundido, consiste en tratar de obtener todo aquello que deseamos yqueremos: el dinero, la casa, los coches, la pareja y el cuerpo perfectos.Cuenta una vieja historia que haba en Nueva York un joven judo ortodoxo, de treinta ycinco aos y buena posicin econmica, cuya soltera intrigaba a toda la comunidad.Entre las personas religiosas es usual casarse tempranamente para asegurar la formacinde una familia numerosa y sana. Todos los das, en la sinagoga, el hombre se quejabaamargamente de la soledad que senta y le contaba a quien se le acercaba cuntoanhelaba casarse. 27. -Si deseas tanto hacer una familia, por qu no te has casado todava? le pregunt unda un viejo Rebc que estaba de visita en la ciudad.-Porque nunca he conocido a la mujer de mis sueos replic el joven.-Puedes describirme cmo sera esa mujer? pregunt el Rebe. Yo le pedir a Diosque te cruces con ella.-Seguro que puedo respondi el joven soltero.Busc entre los bolsillos de su largo sobretodo negro hasta que encontr una fotografabastante provocativa de Pamela Anderson en un escueto bikini, se la acerc al rabino yle dijo: -Quiero una como sta, que sea juda y que estudie el Talmud.La desventaja evidente del enfoque es que tarde o temprano nos encontramos con algodeseado pero que no podemos obtener y el bienestar desaparece. De hecho, aun siendoconscientes de que la motivacin fundamental es la bsqueda de la satisfaccin, muchasveces sta no aparece ni siquiera despus de conseguir plenamente el objeto de nuestrodeseo.El mtodo que el Dalai recomienda es mucho ms fiable. Consiste en aprender a querery apreciar lo que ya tenemos.El verdadero antdoto del anhelo es la aceptacin y no la posesin.En el budismo se acepta el principio de causalidad como una ley natural. As, porejemplo, en el campo de las experiencias cotidianas, si se producen ciertosacontecimientos indeseables, stos sern indudablemente el resultado de la situacinanterior que naturalmente no poda desembocar en otra cosa que no fuera la acontecida.Por lo tanto, si queremos tener una experiencia determinada, lo ms lgico es buscar yacumular aquellas causas y condiciones que favorezcan su acontecer.Si uno es amable, algo se abre automticamente en nosotros: la conciencia de pares, eldarnos cuenta una vez ms de lo que deca William Schultz, que todos somos uno. Yesta apertura produce siempre una respuesta equivalente en los otros.La competencia, el odio, los celos, son estados destructivos de nuestro bienestar, ycuando aparecen todo termina parecindonos sospechoso o amenazante. Laconsecuencia natural es ms inseguridad, mayor desconfianza, una tendencia a aislarnosen la soledad y el resentimiento para defendernos de un mundo que consideramos hostil.Estos sentimientos que devienen txicos empiezan en el rechazo hacia el prjimo yterminan en provocar la actitud en espejo de los dems.De modo similar, el mejor mtodo para asegurarse de que algo no vuelva a ocurrir esprocurar que no se repitan las condiciones que lo produjeron.El Dalai Lama no clasifica estados mentales, emociones o deseos con arreglo a juiciosmorales externos, como pecado o malignidad, sino simplemente sobre la base de siconducen o no a la felicidad personal ltima. Los considera tiles o intiles para eldesarrollo de lo mejor de las personas y para el descubrimiento de sus potencialidades,entre las cuales est, por supuesto, la de ser felices.Desde este punto de vista, con el cual coincido como terapeuta, la salud mental siempreimplica una actitud emptica, clida y generosa, un sentimiento amoroso, una posturacordial y un accionar solidario.Los vnculos sanos establecidos entre personas sanas indefectiblemente ayudan arecorrer el camino de la felicidad.Surge naturalmente la pregunta: 28. Si la felicidad depende simplemente del cultivo de estados mentales "positivos", comoel amor, la, solidaridad y la compasin, por qu hay tanta gente desdichada?Escuchemos la respuesta en sus propias palabras;Alcanzar la verdadera felicidad exige producir una transformacin en las perspectivas,en la forma de pensar, y eso no es tan sencillo. Para ello es preciso aplicar muchosfactores diferentes desde distintas direcciones. No se debera tener, por ejemplo, la ideade que slo existe una clave, un secreto que, si se llega a develar, har que todo marchebien. Es como cuidar adecuadamente del propio cuerpo; se necesitan diversas vitaminasy nutrimentos, no slo uno o dos. Del mismo modo, para alcanzar la felicidad hay queutilizar una variedad de enfoques y mtodos, superar los variados y complejos estadosnegativos. Podemos cambiar y transformarnos pero slo a travs del entrenamiento. Enla prctica budista existen varios mtodos para mantener una mente serena cuandosucede algo perturbador. La prctica repetida de ellos nos permite llegar a un punto enel que los efectos negativos de una perturbacin no pasen ms all del nivel superficialde nuestra mente, como las olas que agitan la superficie del ocano pero que no tienengran efecto en sus profundidades.La regla del oso idiotaEs evidente que las expectativas complican nuestra oportunidad de ser felices, tantocuando se realizan como cuando no lo hacen. Si se cumplen, nos condenan aabandonarlas y crear nuevas y ms grandes expectativas hasta toparnos con las que nose cumplan. Si desde el principio no se cumplen, sufrimos el dolor de la desilusin.Confundimos sueos con expectativas sin darnos cuenta de que mientras aquellos nosabren el mundo, stas nos encierran en la espera pasiva de lo deseado. Y, sin embargo,nos aferramos sorprendentemente a ellas, por qu? Debe ser porque nos hanacompaado demasiado tiempo...Si vives satisfecho, tener ms pierde importancia.Esto es vlido tanto para los bienes materiales como para el sexo, la belleza, el prestigioo cualquier otra clase de posesin.La bsqueda de la serenidad de la mente, ms que un eficiente desarrollo de estrategiaspara el xito, supone un elevado nivel de sensibilidad y cierta conquista de desapego.Pero cuidado: paz interior no significa permanecer distante, desinteresado o vaco.De ninguna manera significa negar que debemos satisfacer muchas de nuestras mnimasnecesidades bsicas (alimentacin, vestido, cobijo, seguridad personal).Ms bien es darse cuenta de que no necesitamos forzosamente acumular ms dinero,ms xito ni ms fama para ser felices; que podemos serlo sin tener un cuerpo perfecto,sin el mejor tapado de piel, sin el alimento exquisito preparado por el mejor chef y aunaceptando que no tenemos una pareja perfecta. Eso suena fcil... pero qu pasa si no puedo aceptar tener que renunciar a lo que tanto deseo, si siento que no puedo armar mi prospecto de vida?Habr que pensar en aplicar alguna de las reglas bsicas que ensea la experiencia devida, mucho ms all del conocimiento de los libros, mucho ms all de la iluminacinde los msticos.Usted tiene un deseo determinado.Usted quiere algo.Lo quiere con toda el alma, con todo su ser.Suea de da y de noche con tenerlo.Bien!Es hora de aplicar la regla del oso idiota. 29. Por dnde se empieza?En primer lugar, la o del oso seala:Usted quiere algo?OBTNGALOObtenga lo que usted quiere.Vaya por eso! Qu es lo que busca?El amor de esa mujer esta casa... ese trabajo..."Vaya y obtngalo!Haga todo lo que pueda para obtenerlo!Juguese la vida, corra un riesgo, compromtase con su deseoMuy bien...Pero uno puede darse cuenta de que es imposible obtenerlo que quiere. Y esto es muy cierto.Qu dice la regla en segundo lugar?No puede obtener lo que quiere?SUSTITYALOLa regla del oso dice: No lo puede Obtener?Sustityalo!Sustityalo por otra cosa!"Esta mujer no me quiere..."Que lo quiera otra mujer!"Esta otra tampoco me quiere..."Busque un marinero! Cmprese un perro!"Ah... no! Imposible sustituirlo! Porque como esta mujer no hayQu nos dice la regla en tercera instancia?OLVDELONo puede Obtener lo que quiere?Muy bien.No lo puede Sustituir?Muy bien:Olvdelo!"Ah no... Imposible..."Cmo "Imposible"? Obtener no... Sustituir no...Olvdelo!"No, doctor, imposible olvidarlo!"Ahhh... Si no lo puede Obtener, no consigue Sustituirlo y no quiere Olvidarlo...La regla dice que usted... es un idiota!Alguien podra decir:"Bueno, yo no puedo decidir qu puedo olvidar."Quiz NO.Pero con toda seguridad lo que puede es decidir NO olvidar y quedarse pegado a lo quecree imposible. Y eso es lo idiota de nuestra neurosis.Por supuesto que puedo renunciar a casi cualquier deseo (y no estoy hablando de lossueos heroicos que pertenecen a otro captulo, como ya veremos). 30. No es razonable que viva sufriendo por no poder, por ejemplo, salir volando por laventana.Eso es neurtico, es ridculo, es idiota.Cuando se me ocurren estas cosas como "la regla del oso idiota" entiendo por qualgunos colegas me menosprecian.Es verdad que, cambiando un poco las palabras, el sentido comn puede informarnosque lo dicho es absolutamente cierto... aunque quiz, como dicen algunos colegas, estsimplificando demasiado.Muchas veces me acusan de simplificar... y creo que tienen razn!Lo hago con la conciencia de estar renunciando a cierta precisin, creyendo que es unbuen sacrificio. Porque en la medida en que haya alguien que simplifique, cada quienpodr complicar la idea tanto como quiera para adaptarla mejor a sus creencias. Yporque sospecho que si todos complicamos demasiado las cosas, tal vez algunos noestn en condiciones de simplificarlas bastante.Siempre me jacto diciendo que escribo como para que pueda entenderlo yo.Algunos desvosDesdicha y expectativasHaba una vez un prncipe que viva en un palacio y posea todo lo que deseara tener,como corresponde a todo prncipe de cuento. En la maana de esta historia, ve pasar aun mendigo pidiendo limosna con un platillo. El prncipe lo manda llamar e intenta tiraralgunas monedas en su extraa escudilla amarillenta. Pero el mendigo lo detiene y ledice:-Perdona, seor, t eres el hombre ms rico del mundo; si de verdad quieres darme unalimosna, y te confieso que no ests obligado, dame suficiente para llenar mi plato. Nome des dinero si no quieres, dame comida o basura, pero dame tanto como para colmarmi escudilla. Si no quieres o no puedes hacerlo, preferira que aguardes al prximomendigo para complacer tu caridad de esta maana.El prncipe se sorprende, est tentado de echarlo a patadas, pero piensa que quiz elpordiosero tenga algo de razn. Si un prncipe no puede dejar satisfecho a un mendigo,quin lo hara.El poderoso palmea las manos y aparecen dos sirvientes con una bandeja repleta debolsitas de cuero llenas de monedas. Sin decir una palabra, el prncipe comienza a echarlas monedas en el platillo y ve con sorpresa cmo desaparecen inmediatamente en elfondo del recipiente. No puede creer lo que sucede, pero unos segundos despus dehaber echado las ltimas monedas, el platillo est tan vaco como cuando el mendigolleg.El soberano llama a su consejero y al poco rato es trado un arcn lleno de valiosasjoyas de todas partes del mundo.Al principio de a puados, y luego con la ayuda de los sirvientes, todos echan alhajas enla escudilla para conseguir llenarla aunque sea por un instante... pero no hay caso, elfondo amarillento parece tragarse instantneamente todo lo que cae. Fastidiado, elprncipe manda a traer fuentes llenas de comida y lo mismo vuelve a suceder, el platopermanece tan vaco como siempre. 31. Derrotado el soberano, detiene a los diez sirvientes que ahora a un tiempo siguenechando infructuosamente panes y frutas en la escudilla.-Me has vencido dice el prncipe. Yo, el ms poderoso de los hombres, no puedollenar el plato de un mendigo. Aprender esta leccin de humildad... Por favor, qudatea comer conmigo y cuntame de dnde sacaste esta escudilla mgica que nunca se llena.-Meses atrs responde el mendigo mi viejo plato de madera se rompi. Buscandoun tronco cado para tallar una nueva escudilla, me cruc una noche con un cadvertirado al costado del camino. Los animales haban devorado la carne del pobredesgraciado y slo quedaba el esqueleto pelado. Seguro de que no daaba a nadie,consegu prestada una sierra de unos granjeros y cort la parte superior de su crneo. Lalav y, desde entonces, la uso como plato. Lo que has visto, prncipe, no es magia, loque sucede es que este crneo conserva todava algunas de las propiedades que tenacuando era parte de la cabeza del hombre; y la cabeza, majestad, siempre es insaciable.Segn los estudiosos de la conducta infantil, las primeras palabras que aprendemos denio son poco ms o menos las mismas:* primero solemos decir mam;* en segundo lugar generalmente pronunciamos pap;* y la tercera palabra es casi siempre ms.En estas primeras palabras se representan nuestros ms profundos deseos: primeroamor, despus seguridad, y luego: ms de todo.Cuando se busca el significado de la palabra felz en el diccionario de la Real AcademiaEspaola, la primera definicin dice: "Que se complace con la posesin de un bien".Esta relacin irremediable de la felicidad con la complacencia del tener nos conecta conuna situacin de difcil salida: si, como el cuento lo sugiere, la naturaleza humana esinsaciable, se puede deducir que el mayor obstculo para la felicidad est ligado anuestra propia naturaleza.Dado que nunca es posible satisfacer todos nuestros deseos, sean de amor, sexo, dinero,atencin, seguridad, placer o alimento, podemos decir que la felicidad, aquello queintentamos definir, es un imposible por su misma definicin.El resto de las definiciones del adjetivo feliz no ayuda mucho ms: Caracterizado por la buena suerte; afortunado. Persona que disfruta, muestra o est marcada por el placer o la alegra. Alguien que se adapta con facilidad a las circunstancias, Alegre. Contento.Hemos ledo en el captulo anterior la palabra del Dalai Lama cuando nos sealaba conclaridad que las posesiones no pueden determinar nuestra felicidad porque son, pordefinicin, insuficientes, imposibles de satisfacer; y dado que no somos monjestibetanos seguramente necesitemos encontrar algn parmetro ms occidental que nospermita evaluar, medir, pesar nuestra felicidad.Si tratramos de ser fieles a la forma en que vivimos, deberamos buscar nuestradimensin de los factores que condicionan nuestro sentirnos felices por el anlisis de lanegativa: "La felicidad est determinada por la ausencia de situaciones desdichadas".Matemticamente hablando:F = 1/DDonde F es la felicidad y D es la desdicha.Cuanto menor sea la desdicha, mayor ser la felicidad.Ahora el problema se traslada a cmo se mide la desdicha. La sociedad que supimosconcebir parece creer firmemente que la desdicha se puede calcular, y propone 32. subliminalmente medir nuestra infelicidad por la diferencia que existe entre laspoderosas imgenes ideales producto de nuestro deseo y la percepcin de la realidadcon la que nos encontramos.Con base, entonces, en la irnica frmula de la desdicha de Dennis Pragger podramoscalcular la infelicidad de muchas personas con la siguiente ecuacin:D=E-RLa cantidad de desdicha es igual a las expectativas menos la realidad.De este modo, en la medida que lo percibido en la realidad sea mayor, menor o igualque las expectativas, cambia el nivel de la desdicha.Es decir, cuanto mayor sea la expectativa, y menos parecida sea a la realidad, mayorser la desdicha.As planteado, todo esto no es ms que una estupidez.Y, sin embargo, estas estupideces determinan nuestras conductas.Desde la frmula parece obvio y comprensible que frente a cualquier registro deinfelicidad nos ocupemos urgentemente de tratar de cambiar la realidad. Es una idearazonable, eficaz, fantstica, que induce a la accin. Pero tiene un inconveniente: nosiempre puedo conseguir que la realidad se parezca a lo que espero de ella.Y es un gran inconveniente, porque no slo no siempre voy a conseguirlo, sino quecasi nunca es posible totalmente.Esto es: casi nunca la realidad guarda armona con las expectativas, salvo que tengaexpectativas ancladas exclusivamente en estrategias futuras posibles de realizar, en cuyocaso yo ni siquiera las llamara expectativas, preferira denominadas "proyectos",La expectativa tiene que ver con el resultado, no con el camino.El proyecto tiene que ver con el camino, no con el resultado.La nica manera de resolver esa ecuacin para que no siga arrojando un resultado de desdicha es trabajar tambin sobre la expectativa y no slo sobre la realidad.Porque si yo mejoro la realidad, pero con ella subo proporcionalmente mis expectativas,la desdicha se mantendr presente.Imaginemos que estoy esperando un ascenso a jefe de sector. Me siento desdichadocada fin de mes cuando en mi encuentro con el directorio no llega la deseadapromocin. Mi frmula de desdicha se compone as:Realidad (simple empleado) valor 3Expectativa de ascenso valor 8Desdicha.valor 5Pero supongamos que un da, despus de mucho deseado y de haber trabajadoduramente, el gerente me cita a su despacho y me da la buena noticia: el ascenso se hahecho realidad. Salgo de la oficina, me subo a mi auto y en el primer semforocompongo mi nueva ecuacin:Realidad (jefe de sector)valor 8Expectativa de ascenso a gerente valor 13Desdicha valor 5Cada vez que nos sentimos desdichados luchamos, muchas veces insensata ycaprichosamente, para cambiar la realidad, para hacer que se asemeje ms a lo que 33. esperbamos de ella, para forzar los hechos en una determinada direccin... sin pensarque si lo que queremos verdaderamente es ser felices, el trabajo podra ser ms internoque externo, ms sobre las expectativas que sobre la realidad, ms sobre lo pretendidoque sobre lo encontrado.Si yo bajo mis expectativas, aunque no mejore demasiado la realidad, la desdicha va adesaparecer.Realidad (jefe de sector) valor 8Expectativa de ascensovalor ODesdicha -8Las expectativas son, por ejemplo, la fuente principal de crisis para la edad madura enlos hombres. Cuando pasan de cierta edad, muchos seores se dan cuenta de que suslogros personales o profesionales no se corresponden con la imagen que se habanformado de lo que deban haber realizado para entonces. La desdicha que sienten frentea esa diferencia entre la expectativa y la realidad es el desencadenante fundamental deuna turbulencia que los libros suelen llamar la "crisis de los cincuenta".Occidente parece sostener a ultranza la idea de que ser feliz es no sufrir. Al desarrollarla capacidad para limitar el sufrimiento, fue perdiendo concomitantemente la habilidadpara afrontarlo.En el extremo opuesto del mundo, las personas educadas en las culturas orientales, encambio, parecen tener una mayor capacidad para aceptar el dolor y el sufrimiento; y aunadmitiendo que ambos son fenmenos humanos universales, nos sorprende la toleranciaque los pases ms pobres de Asia tienen para con ellos. Costumbre? Resignacin?Puede ser, aunque quiz se deba, tambin, a que al ser mucho ms duras las condicionesde vida, el sufrimiento se ha vuelto ms visible en las naciones pobres: el hambre, lapobreza, la enfermedad y la muerte pertenecen indiscutiblemente a la comunidad y noson negadas ni marginadas, sino aceptadas y atendidas por todos.Cuentan que...En tiempos de Buda, muri el nico hijo de una mujer llamada Kisagotami.Incapaz de soportar siquiera la idea de no volver a verlo, la mujer dej el cadver de suhijo en su cama y durante muchos das llor y llor implorando a los dioses que lepermitieran morir a su vez.Como no encontraba consuelo, empez a correr de una persona a otra en busca de unamedicina que la ayudara a seguir viviendo sin su hijo o, de lo contrario, a morir comol.Le dijeron que Buda la tena.Kisagotami fue a ver a Buda, le rindi homenaje y pregunt:-Puedes preparar una medicina que me sane este dolor o me mate para no sentirlo?-Conozco esa medicina contest Buda, pero para prepararla necesito ciertosingredientes.-Qu ingredientes? pregunt la mujer.-El ms importante es un vaso de vino casero dijo Buda.-Ahora mismo lo traigo dijo Kisagotami.Pero antes de que se marchase, Buda aadi;-Necesito que el vino provenga de un hogar donde no haya muerto ningn nio,cnyuge, padre o sirviente-.La mujer asinti y, sin perder tiempo, recorri el pueblo, casa por casa, pidiendo el vino.Sin embargo, en cada una de las casas que visit sucedi lo mismo. Todos estaban 34. dispuestos a regalarle el vino, pero al preguntar si haba muerto alguien, ella encontrque todos los hogares haban sido visitados por la muerte. En una vivienda haba muertouna hija, en otra un sirviente, en otras el marido o uno de los padres,Kisagotami no pudo hallar un hogar donde no se hubiera experimentado el sufrimientode la muerte.Al darse cuenta de que no estaba sola en su dolor, la madre se desprendi del cuerpo sinvida de su hijo y fue a ver a Buda. Se arrodill frente a l y le dijo:-Gracias... Comprend.De la confusin al conformismoLos estudios de los socilogos ponen de manifiesto que los habitantes de los pases msdesarrollados tienden a construir un modelo de vida que les permita confirmar en loshechos que el mundo es bsicamente un lugar agradable, donde impera la justicia,donde todas las personas son buenas y generosas en un entorno filosfico en el que cadauno merece tener lo que desea por solo desearlo. Es decir, una prolongacin de lo quelos padres de nuestra cultura le hemos hecho creer a nuestros hijos.Dentro de este contexto educativo "sobreprotector y mentiroso", un trauma