bse primeros automoviles uruguay

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128 Los primeros automóviles en Montevideo Por Alvaro Casal Desde que Kar! Benz ideó el primer mo- delo práctico en Alemania, el automóvil tardó aproximadamente quince años en llegar al Uruguay. En efecto, hasta el mo- mento no se registran testimonios de avistaciones anteriores a 1900. Parecería que en dicho año. súbitamente, varios montevideanos decidieron importar la no- vedad europea. Sin embargo, resulta evidente que en aquellos tiempos no se apreció debida- mente la proyección que en décadas si- guientes tendrían los vehículos a motor. Es por ello que no quedó marcado como un acontecimiento memorable, el primer arribo de un auto. Es más, existe cierta confusión respecto a quién y cuándo pu-; do haber sido el primer automovilista 0' importador e inclusive se han barajado fechas diversas de llegada para el auto marca "Delin" que trajo don Alejo Rossell y Rius. Esta confusión inicial es comprensiüj 8 si se enfoca aquella época en su correcta perspectiva. En el novecientos, era » lógico andar a caballo que en f llamado automóvil y resulta razón que a éste se le considerara algo asi c °" mo un "juguete" para adultos ricos- rW que recordar que el automóvil era costo"

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Primeros automóviles que llegaron al Uruguay. Análisis publicado en los Almanaques del BSE

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  • 128

    Los primerosautomviles

    en Montevideo

    Por Alvaro Casal

    Desde que Kar! Benz ide el primer mo-delo prctico en Alemania, el automviltard aproximadamente quince aos enllegar al Uruguay. En efecto, hasta el mo-mento no se registran testimonios deavistaciones anteriores a 1900. Pareceraque en dicho ao. sbitamente, variosmontevideanos decidieron importar la no-vedad europea.

    Sin embargo, resulta evidente que enaquellos tiempos no se apreci debida-mente la proyeccin que en dcadas si-guientes tendran los vehculos a motor.Es por ello que no qued marcado comoun acontecimiento memorable, el primer

    arribo de un auto. Es ms, existe ciertaconfusin respecto a quin y cundo pu-;do haber sido el primer automovilista 0'importador e inclusive se han barajadofechas diversas de llegada para el automarca "Delin" que trajo don Alejo Rosselly Rius.

    Esta confusin inicial es comprensij8si se enfoca aquella poca en su correctaperspectiva. En el novecientos, era lgico andar a caballo que en fllamado automvil y resulta raznque a ste se le considerara algo asi c"mo un "juguete" para adultos ricos- rWque recordar que el automvil era costo"

  • FORDT

    HAYNES

  • Carrera Monte video-Mi as-Montevideo (1915).

    Taxis en la Plaza Independencia (1914).

    -l

  • LOS PRIMEROS AUTOMVILES &J MONTEVIDEO 129

    existan talleres, las complejidadess ' n

    mecanismo estaban ms all de lademDrensin habitual, su combustible no

    comprad e n s u r t i d o r e s s i n 0 e n l a t a ss e

    h a Q a que llevar a domicil o y el mane-f e r a complicado, al punto de que re-i la

    t a atencin casi obligatoria de un"chauffeur".

    El primero o uno de los primeros autosu e fueron trados en barco a Montevideo,

    se conserva actualmente en el Museo Fer-nando Garca ubicado en el Camino Ca-rrasco. Es el ya citado "Delin", fabricadoen Blgica y trado por Alejo Rossell yRius luego de un viaje por Europa. Elproblema para declararlo formalmente elprimer auto, es que se han mencionadodiferentes fechas para su llegada. Hastahay quienes dicen que sta puede ubicar-se en noviembre de 1905, pero para eseentonces es sabido que existan muchosotros coches en Montevideo. Lo que harapresumir razonablemente que Rossell yRius trajo su auto por 1900, es que la fbri-ca "Delin" funcion solamente entre 1899y 1901.

    Claro que hay otros precursores conarribo registrado en forma ms concreta.El ejemplar de octubre de 1900 de la revis-ta montevideana "Rojo y blanco", publica-ba la fotografa de lo que describa como"cuadriciclo a petrleo" y que decia que agran velocidad recorra todo Montevideomanejado por los seores Moreau y La-bat. Y habra otros vehculos similares poresa poca pues algunos cronistas men-cionan la existencia de ms de uno.

    El caso es que el invento gan adeptos^ pocos aos. En 1905 haba registrados autos y en 1906 la cifra llegaba a 109.y^10 de los ms famosos autos de enton-

    s es el que perteneca al Dr. Enrique

    ouey y q u e n o y c o n s e r v a e f s e o r Rober

    ' Lamas. Se trata de un De Dion-Bouton^fabricacin francesa, que protagonizgunas "hazaas" registradas en la pren-

    viar .e !e mP ! o- a comienzos de 1906voi a p i r ' P o l is en seis horas y para ir y

    lver consumi 36 litros de "bencina".Don Andrs Razzetti, que era el chofer

    e i doctor Pouey, recordaba aos des-

    Sr. Roberto Lamas al volante de un"De Dion Boulon" que perteneci aDon Enrique Pouey.pues que para los viajes de larga distanciahaba que prever el itinerario a fin de ase-gurarse el suministro de nafta. La primeravez que fueron en auto a la estancia delDr. Pouey, en Vichadero, fue en 1916 yRazzetti evocaba al respecto: "fuimos porla cuchilla San Gabriel por temor a lasinundaciones y la nafta nos la mandabanpor ferrocarril a fas estaciones que queda-ban en el camino. Llegamos hasta ZanjaHonda..." Otras vicisitudes de los auto-movilistas quedan evidenciadas por estaotra frase del seor Razzetti: "Para ir acargar una batera habla que ral HospitalMaciel, que era el nico sitio donde sepoda hacer eso."

    Y a pesar de todas aquellas dificulta-des, ya en 1905 se inaugur en Montevi-deo un servicio de taxmetros. El martes17 de octubre a las 21 horas, salieron a lacalle, iluminndose el camino con sus fa-ros de carburo, los coches de la empresade Montaner y Moratorio. El garage esta-ba ubicado en la avenida 18 de Julio 1181entre Rio Negro y Daymn (hoy Julio

  • 130 ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEt ESTADO

    COMPRE UN FORDY AHORRE LA DIFERENCIA

    Saln del automvil 1923 (Stand de la FORD).Herrera y Obes), o sea donde actualmenteest la plaza de "El entrevero". Tambin el"Estado haba adquirido varios automvi-les, siendo en N 25 correspondiente a laJefatura de Polica.

    Pasado el medioda del 15 de febrero de1906, se produjo el primer accidente fatal.Corra por la avenida 18 de Julio el cochematrcula 54. propiedad privada del enton-ces Ministro de Relaciones Exteriores, Dr.Romeu, quien vena de conversar con elPresidente de la Repblica, y al llegar a lacalie Yaro (actual Tristn Narvaja) elvehculo arroll a Jos Puga Rodrguez.En el mismo auto la vctima fue llevadahasta el Hospital de Candad, donde muriun da despus.

    El creciente nmero de automviles encirculacin por la capital, determin quela Junta Econmico-Administrativa seabocara a redactar un reglamento sobretrnsito. El 30 de agosto de 1905 quedaprobado, con disposiciones que de-mostraban la an vigente supremaca delos cuadrpedos sobre los cuadriciclos.As, por ejemplo, el articulo 8o deca: "Elfuncionamiento de los aparatos no podr

    dar lugar a que se asusten los animales,por los escapes de vapores, gases o dehumo, por ruidos extraordinarios, o porotras causas."

    Entre los 31 artculos del reglamento,se destacan algunos. El 28 deca: "Esprohibida la marcha atrs, salvo casos denecesidad.!l Acaso alguien andara enmarcha atrs si no era por necesidad? Ye!uso de la bocina era estimulado ms bienque desaconsejado, como se hace ho/tLa misma deba hacerse sonar en cada es-quina. Adems, de noche los autos tenanque estar equipados con luces que, en?esa poca, seran a base de carburo O1querosn. Curiosamente, en la parte de-lantera podan lucir tanto dos como unasoa luz blanca (al centro).

    Segn el mismo reglamento, aparente-mente se consideraba centro de la ciudadsolamente el rea de la actual CiudadVieja, hasta la calle Ciudadela, donde losautomviles deban limitar su velocidadamenos de 12 kilmetros por hora. La velo-cidad permitida era de 15 kilmetros po!hora "...de Ciudadela al Este, as comowpasar por los pueblos y villas del depaft*.*

  • LOS PRIMEROS AUTOMVILES EN MONTEVIDEO 131

    Amonio Snchez con su "Vermorei" ganador el 7 de febrero de 1915 en Playa Carrasco.

    ment, y en los caminos y a proximidadde los edificios, debiendo disminuirse lavelocidad al pasar las bocacalles." Claroque resultan bastante extraos estos limi-tes tan precisos en cuanto a velocidades,pues la mayora de los automviles deesos tiempos carecan de velocmetro...

    Predominaban, en aquella primeradcada del presente siglo, los automvi-les de origen europeo. La tendencia irla avariar recin despus de 1910, especial-mente al llegar los primeros Ford modelo"T" con radiador de bronce, que eran im-portados por la Casa Shaw. Don JuanShaw organiz una gira por el interior delPas a fin de demostrar las virtudes delmodelo que no demor en imponerse porsu bajo precio y robustez. El modelo "lan-uaulette" costaba 1,500 pesos.

    Las calles montevideanas eran ado-quinadas y aquellas que tenan adoquines"^s parejos, como Larraaga. eran llama-bas "trotaderas". Los automovilistas rara

    e z se aventuraban fuera de los limites de

    * ciudad y de estos pavimentos. No sola-n t e los neumticos eran frgiles sino

    ^u 6 toda clase de inconvenientes los ace-daban, no siendo el menor el asombro des animales que an no se hablan acos-

    tumbrado al aspecto de los vehculos y asu ruido. Mientras que los caballos solanespantarse, los perros tendan a atacar, alpunto que el doctor Pouey se haca acom-paar por una mucama equipada con unltigo destinado a ahuyentar a los masti-nes ms feroces.

    Siendo asi el panorama que enfrenta-ban los choferes de esos tiempos, quie-nes deban lidiar asimismo con las pecu-liaridades del manejo (que inclua poneren marcha un motor sin arranque elctri-co), sorprendi grandemente a comienzosde 1911. que una mujer se presentara antea Municipalidad pidiendo autorizacinpara manejar. Era la seora Mara AmeliaBehrens.

    Su caso fue largamente debatido. Fi-nalmente, el 20 de abril de 1911, se resol-vi que la seorita tuviera los mismos de-rechos que los caballeros en cuanto a au-tomviles se refera. Y. asi, se supone quela primera uruguaya conductora sali acircular entre los " oh!" y los "ah!" delos transentes. Evidentemente estaballegando a su tin el primer capitulo de lahistoria del automovilismo en el Uruguay.Un capitulo que bien podra titularse"Aos de asombro."