bruno latour breve rese a aguilar

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Bruno Latour, Nunca hemos sido modernos: ensayo de antropología simétrica, Madrid, Debate, 1993 Ana E. Smith Aguilar. REPORTE BREVE SOBRE LAS IDEAS DE SIMETRÍA ENTRE NATURALEZA Y CULTURA La modernidad marca nuestro pensamiento y nuestra concepción de la realidad. Muchas de las premisas de la modernidad nosotros las damos por sentado a pesar de que es claro que no funcionan. Tal es el caso del concepto de naturaleza que tenemos, la vemos como algo opuesto a la cultura, separada del hombre, lo que debemos dominar y controlar para vivir mejor. Sin embargo el mismo hombre es el mayor ejemplo de que no se puede ser solo naturaleza ni solo cultura, se son las dos cosas combinadas simbióticamente y no se pueden separar. Una crítica a la modernidad como la que hace Latour debe analizar estos conceptos que los modernos se aferran en creer. A pesar del gran esfuerzo de los modernos por purificar la realidad creando límites bien definidos para la naturaleza y la cultura y tratar de justificar las mezclas entre ellas, la proliferación de híbridos es cada vez mayor, más evidente y más difícil de justificar. “mientras más prohibimos la proliferación de los híbridos más se posibilita su proliferación”. [1] Latour ha llamado híbridos a estos fenómenos que rompen con el esquema de los modernos. Son los objetos donde se unen y mezclan la naturaleza y la cultura, donde se hace evidente que la separación tajante que plantea la modernidad no es posible. Esto es lo que ha creado la crisis de la modernidad. “La proliferación de los híbridos ha saturado la estructura constitucional de los modernos” [2] Para Latour la relación entre naturaleza y cultura es esencial, pues en realidad son lo mismo y no existen separadas “No existen culturas -diferentes o universales-, como tampoco existe naturaleza. Solo existen las naturalezas-culturas y son las que ofrecen la única base de comparación posible.” [3] Solo entendiendo esta estrecha relación entre naturaleza y cultura que en realidad forman una unidad, se puede comprender la existencia de los híbridos que forman la realidad. La naturaleza no gira alrededor del sujeto. El sujeto no gira alrededor de la naturaleza; giran alrededor de la comunidad desde la cual se generan hombres y cosas, así naturaleza y cultura son el resultado final, no el punto de partida de las explicaciones que buscamos. Las mezclas de sociedad y naturaleza, los cuasi-objetos, se vuelven mediadores, “actores dotados de la capacidad de traducir lo que transportan, de redefinirlo, de redesplegarlo, de traicionarlo incluso. [4] La historia y demás ciencias “sociales”, así como las ciencias “naturales” se hace bajo esta concepción moderna de la naturaleza. Latour deja bien claro que ya no se puede seguir así pues no estas separadas. Hay que empezar a hacer historia con plena conciencia de los híbridos, dándoles la gran importancia que tienen si se busca realmente tratar de entender la realidad. La naturaleza no es como la plantea la modernidad. La separación con la cultura es solo como la concibe ésta. Es hora de aprender de otros grupos que no hacen esta diferenciación,

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Bruno Latour, Nunca hemos sido modernos: ensayo de antropología simétrica, Madrid, Debate, 1993

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Page 1: Bruno Latour Breve Rese a Aguilar

Bruno Latour, Nunca hemos sido modernos: ensayo de

antropología simétrica, Madrid, Debate, 1993

Ana E. Smith Aguilar.

REPORTE BREVE SOBRE LAS IDEAS DE SIMETRÍA ENTRE

NATURALEZA Y CULTURA

La modernidad marca nuestro pensamiento y nuestra concepción de la realidad. Muchas de

las premisas de la modernidad nosotros las damos por sentado a pesar de que es claro que

no funcionan. Tal es el caso del concepto de naturaleza que tenemos, la vemos como algo

opuesto a la cultura, separada del hombre, lo que debemos dominar y controlar para vivir

mejor. Sin embargo el mismo hombre es el mayor ejemplo de que no se puede ser solo

naturaleza ni solo cultura, se son las dos cosas combinadas simbióticamente y no se pueden

separar. Una crítica a la modernidad como la que hace Latour debe analizar estos conceptos

que los modernos se aferran en creer.

A pesar del gran esfuerzo de los modernos por purificar la realidad creando límites bien

definidos para la naturaleza y la cultura y tratar de justificar las mezclas entre ellas, la

proliferación de híbridos es cada vez mayor, más evidente y más difícil de justificar.

“mientras más prohibimos la proliferación de los híbridos más se posibilita su

proliferación”. [1]

Latour ha llamado híbridos a estos fenómenos que rompen con el esquema de los

modernos. Son los objetos donde se unen y mezclan la naturaleza y la cultura, donde se

hace evidente que la separación tajante que plantea la modernidad no es posible. Esto es lo

que ha creado la crisis de la modernidad. “La proliferación de los híbridos ha saturado la

estructura constitucional de los modernos” [2]

Para Latour la relación entre naturaleza y cultura es esencial, pues en realidad son lo mismo

y no existen separadas “No existen culturas -diferentes o universales-, como tampoco existe

naturaleza. Solo existen las naturalezas-culturas y son las que ofrecen la única base de

comparación posible.” [3]

Solo entendiendo esta estrecha relación entre naturaleza y cultura que en realidad forman

una unidad, se puede comprender la existencia de los híbridos que forman la realidad. La

naturaleza no gira alrededor del sujeto. El sujeto no gira alrededor de la naturaleza; giran

alrededor de la comunidad desde la cual se generan hombres y cosas, así naturaleza y

cultura son el resultado final, no el punto de partida de las explicaciones que buscamos. Las

mezclas de sociedad y naturaleza, los cuasi-objetos, se vuelven mediadores, “actores

dotados de la capacidad de traducir lo que transportan, de redefinirlo, de redesplegarlo, de

traicionarlo incluso. [4]

La historia y demás ciencias “sociales”, así como las ciencias “naturales” se hace bajo esta

concepción moderna de la naturaleza. Latour deja bien claro que ya no se puede seguir así

pues no estas separadas. Hay que empezar a hacer historia con plena conciencia de los

híbridos, dándoles la gran importancia que tienen si se busca realmente tratar de entender la

realidad.

La naturaleza no es como la plantea la modernidad. La separación con la cultura es solo

como la concibe ésta. Es hora de aprender de otros grupos que no hacen esta diferenciación,

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aquellas a las que llamamos salvajes por lo mismo son una clave para resolver esta crisis

por la que atraviesa la modernidad.

[1] Latour Bruno, Nunca hemos sido modernos: ensayo de antropología simétrica, Madrid,

Debate, 1993,, p. 27.

[2] Idem., p. 81

[3] Idem., p.154.

[4] Idem.,p. 124