Brasil: un gran mercado para equipos de biomasa

miércoles 27 de noviembre, 2013

De acuerdo con los datos actuales del Balance Energético Nacional (BEN, 2013), la biomasa representa alrededor del 27% de la oferta interna de energía primaria utilizada en Brasil; el etanol de caña de azúcar y el bagazo representan el 15.4% del total; la madera y sus derivados (carbón vegetal y licor negro) el 10,8%; y la biomasa restante, el 0,8%. Otros tipos de biomasa como residuos agrícolas y purines ya tienen una participación en la matriz energética de Brasil.

La caña de azúcar es el principal cultivo energético del país. La industria azucarera y del etanol y la relativamente reciente generación de bioelectricidad cuentan con numerosas empresas nacionales para proporcionar el conocimiento y maquinaria necesaria en cada etapa de los respectivos procesos. Este es un sector industrial perfectamente articulado con base y tecnología nacional que está en fase de expansión internacional gracias a su conocimiento único de la producción de energía a gran escala a partir de la caña de azúcar.

El mercado interno de montaje de proyectos industriales y fabricantes de equipos para el sector está dominado fundamentalmente por dos firmas, Dedini S/A Indústria de Base, cuyos equipamientos están en

el 80% plantas del país, y Sermatec Zanini®. Desde la crisis financiera de 2008, que prácticamente paralizó la construcción de nuevas fábricas en Brasil, estos dos gigantes brasileños pasaron a centrarse en la exportación de equipos a países con producción de caña de azúcar de Latino America y África, así como a participar en otros segmentos como el del papel y la celulosa.

Invertir en bioenergía en Brasil

Una posibilidad interesante para los industriales extranjeros que quieren invertir en el sector es la firma de acuerdos de cooperación como el rubricado en agosto de 2012 entre Dedini S/A y la empresa de ingeniería alemana Envirotherm GmbH para la fabricación de calderas de lecho fluidizado de alto rendimiento y presión. El aumento de la demanda de calderas más eficientes se debe al creciente interés en la venta de bioelectricidad a partir de la combustión del bagazo y la paja de la caña. En Brasil ya se producen calderas de lecho fluidizado de hasta 100 bares de presión.

Con este interés en transformar sus residuos en bioelectricidad, la industria del etanol está desarrollando el aprovechamiento de la vinaza, su principal subproducto, con fines energéticos a través de la biodigestión anaerobia o de su incineración. En Brasil ya existe una destilería, la São Martinho, en el Estado de São Paulo (SP), que fabrica biogás a partir de la vinaza con fines térmicos para secar levadura, que es comercializada como alimento animal. También existen proyectos piloto de generación de bioelectricidad a partir de biogás de vinaza, como el de la destilería Esther (SP), con tan solo 1 MW eléctrico instalado.

En cuanto a la incineración de la vinaza, existen en Brasil empresas (Dedini S/A y Citrotec®) que fabrican equipamientos para la concentración de la vinaza, paso necesario antes de su incineración, encontrándose esta tecnología en expansión actualmente, sin que existan aún en el mercado nacional quemadores para vinaza concentrada.

Otros tipos de biomasa, como el licor negro de la industria de pulpa y papel, residuos de madera, carbón vegetal o residuos de productos agrícolas y de pasto elefante ya tienen una participación en la matriz energética de Brasil.

Las oportunidades se concentran en principio en el aprovechamiento de los residuos de los sectores industriales del papel, el azúcar y la madera, que tienen el material en fábrica sin necesidad de transportarlo, haciendo más viable su uso.

Biocombustibles sólidos

La madera ocupa un importante papel estratégico para la producción de energía en el país, considerando que se generan aproximadamente 30 millones de toneladas de residuos madera anualmente. El aprovechamiento del potencial de los cultivos energéticos para impulsar el mercado de pellets y briquetas en Brasil merece especial atención, pues el país cuenta con 105 millones de hectáreas de áreas degradadas disponibles, que podrían utilizarse para el cultivo de plantaciones energéticas.

Actualmente las briquetas pueden encontrarse en todas las regiones de Brasil utilizadas en lugares que demandan calor, como hornos o calderas, pizzerías, pastelerías, hoteles, industrias lácteas e industria química. Sobre los pellets, en la actualidad existe poca información disponible y en general son pocas las empresas productoras, siendo estas de pequeña escala.No existen estadísticas oficiales sobre la producción y venta de briquetas y pellets, pero se estima que existan cerca de 80 empresas productoras de briquetas, que producen cerca de 960.000 toneladas por año, según la Empresa Brasilera de investigación Agropecuaria (EMBRAPA, 2012).

En el caso de los pellets existen 12 fábricas que en conjunto tienen una producción de 59.980 toneladas/año, aprovechando tan sólo el 25% de la capacidad total de fabricación instalada de 237.375 ton/año (Tabla 1), de acuerdo con la Asociación Brasileña de Industrias de Pellets (ABIPELL, 2013). Este hecho se debe a varios factores, tales como la descentralización de los residuos agrícolas, la falta de incentivos fiscales específicos para la producción de biomasa con fines energéticos, así como la falta de información sobre los usos potenciales de pellets como biomasa moderna.

Penetración del sector en Brasil

En Brasil la expansión del mercado de pellets y briquetas es muy reciente y las empresas son relativamente jóvenes, creadas aproximadamente a partir del año 2000. Se estima que en los últimos años la tasa de crecimiento de la producción en el sector ha sido en torno al 4% anual.

Además, las cuestiones tecnológicas como la baja eficiencia de los equipos utilizados y el alto costo de la producción todavía limita la popularidad de los pellets a nivel nacional y sobre todo para la exportación. Todas las plantas se encuentran en el sur y sureste, debido a la mayor disponibilidad de los residuos para el proceso de peletización.

Maquinaria nacional

Las máquinas utilizadas para proceso, como las briquetaderas de pistón mecánico e hidráulico, son en su mayoría de origen nacional de los fabricantes LIPPEL e CIA. Ltda. y BIOMAX Industria de Máquinas Ltda, localizados en los Estados del sur del país. En el caso de las peletizadoras, gran parte son de la empresa Chavantes Ltda (SP), y del fabricante austriaco Andritz GP.

Los quemadores de pellets (horizontal y/o vertical) son fabricados por unas pocas empresas nacionales ubicadas en la región sur y sureste del país, como Br biomasa; Ecoheater; Elbra; o Rohden, que ofrecen potencias desde 300 hasta 3000 kWtérmico.

Barreras y potencial de producción, uso y exportación

En Brasil se consumen más briquetas que pellets fundamentalmente porque las instalaciones industriales no fueron diseñadas para uso de pellets. Sumado a esto, la heterogeneidad en la especificación de los productos nacionales impide la adaptación a las normas europeas, que son muy restrictivas. La falta de laboratorios técnicos de briquetas y pellets en Brasil y falta de conocimiento técnico de las normas en el mercado externo son los obstáculos más importantes para la exportación de estos productos.

Brasil tiene un enorme potencial para el desarrollo del mercado de los pellets de madera, principalmente por la demanda térmica del sector comercial e industrial que, según las estimaciones de los autores, podría tener un mercado de hasta 21 millones de toneladas de briquetas y pellets por año.

Estudios realizados en el Centro Nacional de Referencia en Biomasa (CENBIO/USP) analizan el uso de pellets en varias industrias consumidoras de energía en Brasil en sustitución de combustibles fósiles y para satisfacer la demanda térmica del sector comercial e industrial. Los resultados preliminares indican que el uso de los pellets para vapor y calentamiento de agua en algunos casos llega a 35% de ahorro en comparación con el gas natural.

Con el aumento de los costos de combustibles es muy probable que en el corto plazo exista viabilidad comercial en la fabricación en grande escala de pellets de madera en Brasil. Por otra parte, no se puede descartar la opción de exportar a medio y largo plazo a los países desarrollados, especialmente a la UE. Este tema es objeto de los estudios en curso del CENBIO / USP.

Manuel MorenoJavier EscobarSuani CoelhoCENBIO/USPhttp://cenbio.iee.usp.br/

Publicado en Bioenergy International nº 21 · octubre 2013