boron. sobre mercados y utopías
TRANSCRIPT
-
8/17/2019 Boron. Sobre Mercados y Utopías
1/10
SOBRE MERCADOS
Y UTOPÍAS: LA
VI TORI
IDEOLÓGICO CULTUR AL DEL NEOLIBERALISMO
Atilio A. Borón
Para nad ie es un misterio que esta época tan especial, en Ia
coa] ei capitalismo ha exp erimentado u na restructuración regresiva
a escala pianetaria , se encuen tra dom inada por un a ideoiogía: e i
neol iberal ismo. É ste se ha convertido en ei sentido comú n de nuestro
t iempo , si bien es cierto que su pen etración e imp ortancia práctica
se distribuyen de m ner sum mente desigu l según p íses y
regiones. Así com o
eu
ei pasado aú n los l íderes m ás despóticos y
autoritarios no dejaban de exh altar ei valor de Ia dem ocracia y de
asegurar que los regímene s que presidían eran auténticas expresiones
dela misma, en nue st ro t iem po los gobernantes parecen co m pet ir
en un concurso para ver quién declara con m ás ahirico su ad hesión
a los principios dei l ibre mercado. Tanto antes com o ahora esas
expresiones tienen poco que ver con ia reandad y en ei caso
particular de ios mercados competitivos ia retórica dei
neoiiberalismo exced e con creces ia malídad objetiva de los mism os.
Hay m ucho m enos m ercado de io que se dice, tal vez por aquello
que oportunamente recordara John W iHiamson en un afamadopaper
ai decir que W ashington no siem pre practica loque predica , y a
lo cuai podríamo s agregar que no sólo Washington sino que tampo co
Secretario Ejecutivo dei Consejo Latinoam ericano de Ciencias Sociales CLAC SO.
CadEst.Soc.Rec fe v.17 n2 p.179188 fui/dez.. 2001
-
8/17/2019 Boron. Sobre Mercados y Utopías
2/10
Sobie nle eru/as
utopias: la vir/mia ideológiro culiural dcl neo liberalismo
Bonn , Paris, Londres y Tokio parecen demasiado preocupados
por ei ilamativo contraste entre Ia hueca retórica neoliberai utilizada
en sus exh ortaciones a terceros países -j,pagando un
hp servi e ai
Banco M undial, ai EM I y ala Casa Bianca?- y ei curso concreto de
sus políticas económicas. Pese a sus reclamos en favor de Ia
propuesta neoh beral, los capitalismos desarroliados continúan
teniendo estados grandes y ricos; muchísimas regulaciones que
organizan el funcionamiento de los mercados: recaudando muchos
impuestos; promoviendo formas encubiertas y sutiies de
proteccionismo y subsidios y conviviendo con déficit fisc les
sumamente elevados.
Si se observa ia experiencia de ios países reformados
según ios preceptos dei Consenso de W ashington — A mérica Latiria,
Europa O riental y Rusia-se advierte que ei triunfodei rieoliberalismo
ha sido más ideológico y cultural que económico. Esta v ictoria se
asienta sobre una derrota epocal de ias fuerzas pop ulares y Ias
tendencias má s profundas d e ia restructuración capitalista, y se
manifiesta alo largo de cuatro dimensiones:
(a)
ia av asa] ladora tendencia ala mercantiiización de derech os y
prerrogativas conquistados por Ias clases populares alo larg o
de má s de un sigio de lucha, convertidos ahora en bienes o
servicios adquiribies en ei mercado. La saiud, Ia educación y
Ia seguridad social, por ejemplo, dejaron de ser com ponentes
inalienabies de los derechos ciudadanos y se convirtieron en
simples mercancías intercambiadas entre proveedores y
compradores ai margen de toda estipuiación política. Y . algo de
particular interés para much os de nosotros, ei medio ambiente
también ha sufrido um acelerado y gravísimo proceso de
mercantiiizac ión que no sólo pene en cuestión Ia injusticia e
inequidad de un orden económ ico como eI capitalista sino que
deteriora radicalmente Ia sustentabilidad misma de ia v ida en ei
planeta.
(b )
ei despiazam iento dei equilib rio entre mercados y estado, un
fenóm eno objetivo que f ue reforzado por una impresionante
ofensiva en eI terreno ideológico que satanizó ai estado
8
ad.Est.S oc.Recife ;U7 n.2 p.179-188. fui/der. 2001
-
8/17/2019 Boron. Sobre Mercados y Utopías
3/10
A/filo A
Borón
m ientras se exhaitaban Ias virtudes de los m ercados. Cua lquier
tentativa de reve rtir esta situación no sólo debe rá enfrentara
los factores estructurales s ino q ue, a i m ismo t iem po, tendrá
que vérselas con potentes d efiniciones cuiturales sóiidam ente
arraigadas cr i pobiación qu e asocian lo es tatal con lo m aio e
ineficiente ylos m ercados con lo bueno y ef iciente;
(c)
Ia c reac ión de un sen t ido com ún neo l ibera i , de una nueva
sens ib i iidad y de um a nueva m enta lidad que han pene t rado
m uy profundam ente en e i sue lo de las c reencias populares .
Co m o sabem os, esto no h a sido obra dei azar sino ei resul tado
de um proyecto tendiente a m anufacturar un consenso , para
uti lizaria fel iz expresión de N oam Ch om sky, y para lo cual se
han dest inado recursos m uit im illonar ios y toda ia tecno logía
m ass-med iática de nuestro t iem po aios efectos de producir un
duradero lavado de cerebro que permita ia apiicación acei tada
de Ias políticas promovidas por los capitalistas. Este
conform ism o también se expresa
ri
terreno m ás e laborado
de ias teorías económicas y sociales por aqueiio que cri
se denom ina e i pensamien to ún ico . Bas ta com proba r ia
ausencia de todo debate econ ómico s ignificativo cr i
Lat ina para a qui la ta r los pernic iosos a lcanc es de aqué i en
nuestra región.
(d )
finalmente, el neoliberahsmo cosechó una importantísima victoria
en el terreno de Ia cultura y ia ideologia ai convencer a
am plísimo s sectores delas socieda des capita l is tas y a la casi
totalidad de sus élites políticas— de que no existe otra alternativa.
Su êxi to en este terreno h a s ido rotundo : no sólo impu so su
program a sino que, inclusive, cam bió a su prove cho ei sentido
de ias paiabras. El voc ablo reform a , por ejem plo, que antes
dela era n eoliberal tenía una conno tación positiva y progresista
-
y
que fiel a una concepción iiuminista remitía a
t ransform aciones socia les y econ óm icas or ientadas hacia una
sociedad más igualitaria, democrática y hum ana— fue apropiado
y reconver t ido por los ideólogos dei neoi iberalismo en un
significante qu e alude a procesos y transformaciones so ciales
Cad.E si.Soc.Recife v.17. n.2 p.179-188 jul./dez.. 2001
-
8/17/2019 Boron. Sobre Mercados y Utopías
4/10
Sobre mercados y utopias: Ia viciaria idealógk.o caltural dcl neoliberalismo
de claro signo involutivo y antidem ocrático. Las "reformas
económicas puestas
cri
ri
uios recientes en
América Latina son, ricontra-reformas" orientadas
a aum entaria desigualdad económ ica y social y a vaciar de
todo contenido Ias instituciones democráticas.
M ercados o nac iones
A hora bien: Ia soberanía popular que se expresa cri
régimen democrático debe necesariamente encarnarse en un estado
nacional. Es posible que en ei futuro ésto no sea así y que el sistema
interestatai ceda su lugar a una nueva configuración política
internacional. Pero, mientras tanto, Ia sede de Ia democracia
continuará siendo ei estado-nación. Ahora bien:
tcuál
es e drama
de nuestra época? Que ]os estados, especialmente en Ia periferia
capitalista, han sido concientemente debilitados, cuando no
salvajemente desangrados, porlas políticas neoliberales a los efectos
de favorecer ei predominio siri e los intereses de Ias
grandes em presas. A resultas de lo anterior, aquélios se convirtieron
cri tigres de papel incapaces de disciplinar a los grandes
actores económicos y, mucho m enos, de velar poria provisión de
tos bienes públicos que constituyen ei núcleo de una concepción de
Ia ciudadanía adecuada a Ias exigencias de fim de siglo.
Una som era indicación de los alcances de este fenómeno
se toma evidente a partir de una sencilia operación. Si comparam os
Ias cifras de ventas de aigunas de Ias grandes empresas
transnacionales con Ias correspondientes ai producto bruto de los
países lati noamericanos
ri
aíio 1992 y com pilam os una lista
unificada de estados y empresas hailaríamos a a cabeza de a
misma ai Brasil, con un producto bruto de trescientos sesenta mil
miliones de dólares. Luego vendría México, con trescientos
veintinueve mil miliones, y a continuación Ia Argentina, con
doscientos veintiocho m il millones. Luego comienza a aparecer una
serie de "países" muy extrafios: General M otors, con ciento tremia
y dos mil miHones; Exxon, con ciento quince mil millones; Ford, con
cien mil millones; Shell, con noventa y seis mil millones; Toyota,
M M , y después aparece V enezuela, con sesenta y un mil miliones,
y aI final Bolivia, con apenas cinco mil trescientos millones dedólares
de producto bruto.
8
adEsiSocRecife v 17 n.2 p1 79188. fui/dez.. 2001
-
8/17/2019 Boron. Sobre Mercados y Utopías
5/10
tílio
A Barón
tQué lecciones se desprend en de un listado tan heterogéne o
como es te? Q ue Ia capac idad de n egoc iac ión de nu es t ros pa íses
con estos gigantes dela economía mundial se ha vis to meno scabada
alo largo de las úl timas décad as. Mientras los estados dela p eriferia
se achicaban y debilitaban ai ritmo impuesto por los ajustes
neoliberales de los ochentas y los noven tas, el rango y ei volumen
de operaciones de Ias megacorporaciones se acrecentaron
extraordinariamente. Como b ien lo recue rda el ci tado informe dei
TJNRISD, entre 1980 1992 Ias ventas de las megacorporac iones
crec ieron a m ás dei dob le , mientras que los es tados sufr ieron ias
sangrias ocasionadas por 1a ortodoxia neoliberai auspiciada por esas
mismas emp resas. El movimiento de t i jeras hizo que los primeros
quedasen en una po sición cada vez m ás desventajosa en relación a
Ias segundas. A quelios estados tienen escasas p osibilidades de lidiar
con estos nuevos Leviatanes dela economía mundial. No se
encu entran totalmente inermes, pero Ias probabil idades de ejercer
un co ntroi efect ivo sobre Ias grande s empresas son m uy l imitadas.
Esto es part icularmente cierto en ei caso de pa íses con ec onom ías
pequeflas:
tCuáles son los instrumentos con que cu enta un go biemo
democrático de Bolivia para n egociar con un a corporación como ia
(3M , cuya cifra de ven tas anuales es veintiséis veces su periora Ia
de su prod ucto bruto? 1Cómo p odrían hacer io Ia to ta i idad d e los
países dei África Subsahariana, cuyo producto bruto co mbinado e s
levemen te superior a Ias ventas anu ales dela General Mo tors y Ia
Exxon?
La rea i idad es que nues t ros es tados son hoy m ucho m ás
dependientes que antes, agobiados como están por una deuda
externa que no cesa de c recer y por una "comu nidad f inanciera
internacional" que en ia práctica ios despoja de su soberania ai dictar
Ias políticas económicas dóciimente implementadas p or los g obiemos
dela región. La graved ad de este proce so de creciente subordinación
de los es tado s de ia pe r i fer ia a los o l igop ol ios que controlan los
mercados mu ndia les es de ta l magnitud que inc luso un personaje
tan poco prope nso a expresar ideas de avanzada , como ei Presidente
Fernand o dela Rúa , recon oció durante ei fes tejo por ei Día dela
Indepe nden eia argen tina, e 9 de Jul io de 2001, jque e i país era
más dependiente que antes Pero, por una de esas paradojas de Ia
historia, Ias teorizaciones sobre Ia depend encia o e imperial ismo
Ca d.Est.Sac.R ecife, v17, n2. / .179-188, fui ide:., 2001
8
-
8/17/2019 Boron. Sobre Mercados y Utopías
6/10
Sobre ,,,ercatiõs y utopíüs: Ia victoria ideológico-cuilural lei neoliberalismo
son desestimadas por ]os elencos gobernantes y los intelectuales
orgân icos ei capital como m eros anacronismos, precisamente cuando
adquieren una vigencia mayor aún de Ia que terlían cri década de
ios sesentas. N uestros países son hoy m uchísimo má s dependientes
de loque lo eran ri
iios sesentas. A ésto h ay qu e afladir que
Ias perspectivas dela autodeterminación nacional -un corolario
necesario de Ia soberanía pop ular- se cierran aún m ás bajo ia égida
dei neoliberalismo al prevalecer un a ideología auto- incriminatoria
que, so pretexto dela "reforma del estado", lo conduce a su radical
debilitamiento y su casi com pleta destrucción. En co nsecuencia, Ia
fenomenal desproporción entre estados y megacorporaciones
constituye una am enaza form idable al futuro de Ia dem ocracia en
nuestros países. Para en frentaria es preciso, (a) construir nuev as
ahanzas sociales qu e perm itan una drástica reorientación delas
políticas gube rnam entales y, por otro lado, (b) disefiar y pone r en
marcha esquemas de cooperación e integración supranacional que
hagan posible contraponer una renovada fortaleza de los espacios
públicos democrátícamente constituídos ai poderío gigantesco de
Ias em presas transnacionales.
Un vicio imperdonable de m uchos econom istas, producto
dela crisis teórica y Ia asombrosa estrechez de miras que carac teriza
a Ia d isciplina ei estos dias, ha sido el de co nsiderar a los países y
a los estados simplemente como mercados. Siri pese ai
economicismo dominante, nuestros países son antes que nada
naciones y, lan sólo luego, sedes de m ercados. En los aíios del auge
petrolero mexicano C arlos Fuentes escribió un mem orable artículo
cri New York Tim es con ei siguiente título: " Mé xico no es un
pozo de petróleo " La ideologia dominante no por casualidad
resignifica a los países conv irtiéndo los ei grises mercados, todos
uniformizados por la dinámica incesante dela oferta y Ia demanda.
Es que el debilitamiento de los estados nacionales, facilitado, por
un lado por ia extinción práctica de ta idea de nación -
supuestam ente subsum ida bajo Ia corriente "civilizatoria" dela
global ización — y. porei otiu, poreI imperio de Ias políticas "orientadas
hacia ei mercado" culmina en Ia degradación de Ia nación ai rango
de un mercado. A demá s, lo anterior significa aceptar - tal como lo
hace eI discurso dominante dela economia que los hombres y Ias
mujeres de la demo cracia son despojados de su dignidad ciudadana
y se co nvierten
cri
ri
edios, ai servicio de
8
ocLEsi.Soc.Reeife.
17.
ri.2. p. 179-188. JaiMe:.. 2001
-
8/17/2019 Boron. Sobre Mercados y Utopías
7/10
Afli jo A. Borón
los negocios de Ias em presas. Redu cir los significados, ei destino y
ei propósito por ei cual vivimos en una sociedad aia m era obtención
de un a tasa de g ananc ia nos parece , a la luz dela é tica y Ia teoria
polít ica, de una sordidez incalificable, aparte de ser una operación
que selia ominosamente ei destino de Ias democracias tan
laboriosam ente conquistadas
cri
atina.
a necesaria reivindicación de a utopía
Es preciso recordar y ev itar ser abrum ados poria ideologia
dom inante . Sum ergidos bajo su inf luencia , e impres ionados por ia
súbi ta conv ers ión de num erosos intelectuales - o t rora cr í ticos
vehemen tes de i capita li sm o - a su c redo, grandes segm entos de
nuestras sociedades parecen resignados a pensar que ei mundo será,
de aq ui en m ás , neol ibera l has ta e i fin de los t iem pos . Aunque
tardíam ente, los m ercados se habrían cobrado su revancha por
tantas década s de desprec io u hosti lidad a m ano s de social istas y
popu l is tas de todos los cob res .
Siri los tiempos dei neoliberalismo serán mucho
m ás cor tos de lo que se supone . Su gran prom esa ha quedado
penosam ente desvir tuada por los hechos: tanto en los capitalismo s
desarrollados c om o e n Ia periferia, Ia restructuración neoliberal se
hizo a expensas de los pobres y de Ias clases expiotadas. La
propiedad de los m edios de producción no se dem ocrat izó, Ias
desigualdades económicas y sociales no se atenuaron y Ia
prosperidad no alcanzó a derramarse hacia abajo, com o aseguraba
reconfortantem ente Ia teoria dei derram e .
Las sociedade s que ei neoliberalism o construyó a lo largo
de estos aflos son peores que Ias que les precedieron: m ás divididas
y m ás in jus tas , y ]os hom bres y m ujeres v iven ba jo renov adas
am enazas econó m icas , laborales , sociales y ecológicas . El grave
problema que caracteriza a nuestra época es que mientras ei
neoliberalismo exhibe evidentes síntom as de agotamiento, ei mod elo
de reem plazo todavia no aparece en ei horizonte de Ias sociedades
contem poráneas . j
Por cuánto t iempo hab rá de proiongarse es ta
agonia? N o sabemos. Lo que
si
sabem os, y nos revitaliza en n uestras
luchas, es que históricam ente, ei m om ento de viraje de una ola es
una sorpresa , y que eI neoiiberalismo puede sucum bir mucho antes
de lo esperado.
Cod.Es .Soc.Reeife v.17
n.2
p.179-188 fui/dez..
2001
8
-
8/17/2019 Boron. Sobre Mercados y Utopías
8/10
Sobre m ercados v utopias: Ia victoria ideo/óg ico-culiura / de? oeo/ihera/ismo
H aciendo gala de su talento de historiador, Pen y An derson
planteó que las fuerzas progre sistas de bían extraer tres lecciones
delas vicisitudes históricas dei neo ibera ism o. La primera acon sejaba
no tener ningún tem or a es tar absolutame nte a contracon-iente dei
consen so polít ico de nu estra época. Haye k y sus cofrades tuvieron
el m ér ito de m antener sus creencias cuando ei saber convenciona
os t ra taba com o excéntr icos o locos, y no se ar redraron ante Ia
"im popu ar idad" de sus posturas . Debem os hacer lo mism o, pero
evi tando un pe igro que m uchas expres iones de la izquierda no
supieron sortear: ei autoenc austram iento sectario, que im pide ai
discurso crítico trascen der os ímites dela capi ia y salir a disputar
Ia hegem onfa burguesaen Ia sociedad civi . La m ás radical oposición
ai neoliberalism o será inoperante si no se revisan antiguas y m uy
arraigadas conce pciones de Ia izquierda en m ater ia de engua je,
estrategia com unicacional, inserción en as lucha s sociales y en ei
debate ideológico-político dom inante, actualización de os proyecto s
políticos y formas organizacionales, etc. En síntesis: estar a
contracon -iente no necesariam ente significa "dar e a espalda" ala
sociedad o aislarse de e lia.
Segundo: ei neolibera ismo fue ideoiógicamente
intransigente, y no aceptó ningun a dilución de sus principios. Fueron
su "dureza" y su radicalidad lasque hicieron posible su sobreviven cia
en un clim a ideológico-polít ico sum am ente hosti l a sus propuestas.
El compromiso y Ia moderación sólo hubieran servido para
desd ibujar por com pleto ios perf i les dis t int ivos de su proyec to,
condenándo o a a inoperancia . L a izquierda debe tom ar no ta de
esta lección, siendo conciente de que Ia reafirma ción de los principios
social istas nono s exim e de a obl igación de elaborar una agen da
con creta y rea l is ta de polí t icas e iniciat ivas susceptibles de ser
asum idas por gobiem os posneo iberales. Hayek ylos suyos tuvieron
estas recetas disponibl es cuando ei keynesianism o daba m uestras
de agotamiento. Nosotros todavía no a tenemos, pero nada autoriza
apensar que los obstáculos que existen son insuperables . En los
titintas fueron m ucho s los que dijeron que Ia burguesía había hallado
en John M . Keynes "ei Marx burguês". Parafraseand o esos dichos,
podría decirse que Ias fuerzas populares y todo ei arco social
cond enad o por los experim entos neoiibera es están a a espera de
a aparición dei "Key nes m arxista", capa z de sintetizar a crítica ai
capi ta l ism o de K ar M arx con un program a concreto de polí tica
8
ad.Esr.So c.Recife, /7, r:.2. p. 179-188. ju//de:.. 2001
-
8/17/2019 Boron. Sobre Mercados y Utopías
9/10
A/fio A. Borón
económ ica capaz de sacar a nuestras sociedades dei marasmo e n
que se encu entran. La sóla exposición delas lacras y Ia miseria
producidas porei capitalismo no bastará para hallar una salida por
izquierda ala crisis actual.
Tercera iección: no aceptar ninguna institución estabiecida
com o inmutab ie. Laprác tica histórica dem ostró que loque parecía
una locura en los aflos cincuenta -crear 40 miliones de
desocup ados en Ia OECD, reconcentrar ingreso s, desm antelar
prog ram as sociales, privatizar ei acero y ei petróleo, ei agu a y Ia
eiectricidad, Ias escuelas, los hospitales y hasta Ias cárceles - pudo
ser posible y a un bajísimo costo político para ]os gob iemos que se
empeflaron en dicha empresa. La locura de pretender acabar con
ei desem pleo, redistribuir ing resos, recuperar ei con trol social de
los principales procesos productivos, profundizar ia democracia y
afianzar la justicia social no es más irreal y utópica que Ia que, en
su mo m ento, encarnó la propue sta neoliberal de von .Hayek y
Friedman. Su triunfo dem uestra Ia insoportable levedad de Ias
instituciones aparentemente más consolidadas y delas correlaciones
de fuerza supuestamente más estables y arraigadas.
O
es que
habrem os de creer que, con ei triunfo de Ia democracia liberal y ei
capitalismo de libre mercado, Ia historia ha efec tivamente ]legado a
sufin?
Deb em os, en consecu encia, ser concientes de que un
proyecto socialista, pensado de cara ai siglo XX I, también es posibie
y que no es m ás utópico que ei que proh ijaron los neoliberales en
los aflos de Ia posg uerra. Eilos perseveraro n y triunfaron. Si Ia
izquierda persevera y tiene Ia audacia de som eter a revisión sus
prem isas y sus teorías, su agenda y su proye cto político - tal cuai lo
hicieran Marx y Eng eis desde 1845 en adelante— , tam bién elia
podrá sab orear ias mieies dei triunfo, y ei má s noble suefio de ia
hum anidad podrá com enzar a cump iirse antes de lo sospechado.
U na curiosa coincidencia nos permite rematar este argumento acerca
dei realism o de Ias utopías. Curiosa, porque se produce entre
dos inteiectuaies que difíciimente podrían estar más enfrentados entre
sí: Max W eber y Rosa Luxemburgo. Recordem os que ei primero,
con su habitual mezc la de desprecio e irritación por los socialistas,
llegó ai extremo de afirmar, según lo atestigua uno de sus má s
importantes estudiosos, que Liebknecth debía estar en un
manicomio y Rosa Luxemb urgo en un zoológico. En 1919, y en
Cac/.EsrSoc.Recife.
17.n 2 .179-188. jul.Idez. 2
8
-
8/17/2019 Boron. Sobre Mercados y Utopías
10/10
Sobre mercados v utopias Ia vicio, ia idcoló ira-cultural dcl eo iheiolis no
d u r a l u c h a c o n t ra e I p e s im is m o y I a d e s i i u s i ó n q u e c u n d í a n e n u n a
A le m a n i a d e r r o t a d a y d e s m o r a li z a d a , M a x W e b e r t u v o o c a s ió n d e
r e f l e x i o n a r , p r o b a b le m e n t e s í n a d v e r t i r io , s o b r e e i p a p e l d e I a s
u t o p í a s . C o m o s a b e m o s , s i h a b í a u n t e m a m u y a j e n o a s u s p r e m is a s
e p i s t e m o l ó g i c a s - f u n d a d a s s o b r e u n a r íg i d a s e p a r a c i ó n e n t r e e i
u n iv e r s o d e i s e r y e i d e ] o s v a lo r e s — , e r a p r e c i s a m e n t e I a c u e s t ió n
d e I a s u t o p í a s . S in e m b a r g o , e n L a P o l í t i c a c o m o V o c a c i ó n e s c r ib i ó
u n a s l í n e a s n o t a b l e s e n d o n d e r e c o n o c í a q u e e n e s t e m u n d o n o s e
c o n s i g u e n u n c a l o p o s i b le s i n o s e i n t e n t a lo i m p o s i b l e u n a y o t r a
v e z , y e x h o r ta b a a i m is m o t ie m p o a s o p o r ta r c o n a u d a c i a y l u c i d e z
I a d e s t r u c c i ó n d e t o d a s I a s e s p e r a n z a s - y , d i r ía m o s n o s o t r o s , d e
t o d a s I a s u t o p i a s - p o r q u e , d e l o c o n t r a r io , s e r e m o s i n c a p a c e s d e
r e a l i z a r in c l u s o a q u e l l o q u e h o y e s p o s i b l e . U n a r e f le x i ó n n o m e n o s
a g u d a h a b í a f o r m u l a d o - p o c o s m e s e s a n t e s , y e n e i m is m o p a í s -
R o s a L u x e m b u r g o . E n v í s p e r a s d e s u d e t e n c ió n y p o s t e r io r a s e s i n a t o ,
y a v i z o r a n d o c o n s u p e n e t r a n t e m i r a d a e i o m i n o s o f u t u r o q u e s e
cernía sobre Alem ania y ia jove n Rep úbl ica Soviét ica Ia
r e v o l u c i o n a r i a p o l a c a d e c í a q u e c u a n t o m á s n e g r a e s ta n o c h e ,
m á s b r i l i a n I a s e s t r e l la s . L e j o s d e e x t in g u i r s e , I a n e c e s id a d d e i
s o c i a l i s m o s e a c e n t ú a a n t e I a d e n s a o s c u r id a d q u e e i p r e d o m i n i o
d e i c a p i t a l i s m o s a l v a je a r r o j a s o b r e n u e s t r a s s o c i e d a d e s . P a l a b r a s
h e r m a n a d a s a q u é l la s , d e d o s b r i l l a n t í s i m o s i n t e le c t u a l e s q u e e n
g r a d o s d i v e r s o s c o in c i d ie r o n , s in e m b a r g o , e n n o r e n u n c i a r a s u s
e s p e r a n z a s y e n n e g a r s e a c a p i t u l a r - W e b e r a n t e t a j a u l a d e
h i e r r o d e l a r a c io n a l i d a d f o r m a l d e l m u n d o m o d e r n o . R o s a a n t e e i
c a p i t a l i s m o y t o d a s s u s s e c u e l a s . S u s p a la b r a s s u g i e r e n u n a a c t i t u d
f u n d a m e n t a l q u e n o d e b e r ía n a b a n d o n a r q u ie n e s n o s e r e s ig n a n a n t e
un orden social intrínseca e insanab iemen te injusto como e i
c a p i t a l i s m o y q u e , p e s e a t o d o , s i g u e n c r e y e n d o q u e t o d a v ia e s
p o s ib l e c o n s t r u ir u n a s o c i e d a d m e j o r .
1 8 8
ad.Esi.SocReczfe, t 17. n2, p.179-188, fui/dez., 2001