boletín del embajador - enero 2016

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www.fazenda.org.br Ilustração: Ana Paula de Oliveira Las experiencias son expresión del amor que podemos dar al prójimo Misericordia, camino de la Esperanza Edición 100. Enero 2016 Embajador de la Esperanza

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Las experiencias son expresión del amor que podemos dar al prójimo

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Page 1: Boletín del Embajador - Enero 2016

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Las experiencias son expresión del amor que podemos dar al prójimo

Misericordia, camino de la Esperanza

Edición 100. Enero 2016

Embajador de la Esperanza

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Este año estamos invitados a colocar en práctica las obras de misericordia, pues nos ayudan a estrechar los lazos con el prójimo buscando vivir el amor fraterno

2 - Boletín del Embajador- Edición 100 - Enero 2016

Este año estamos invitados a colocar en prácti-ca las obras de misericordia, pues nos ayudan a estrechar los lazos con el prójimo buscando vivir el amor fraterno

A finales del año pasado, el papa Francisco abrió el Año Santo de la Misericordia, para que nos unamos más al rostro de Cristo, expresión de la Misericordia del Padre. Este tiempo se encerrará con la Fiesta de Cris-to Rey el día 20 de noviembre de 2016. El papa abrió la Puerta Santa en la basílica de San Pedro, y todos los obispos del mundo repetirán el mismo gesto en sus res-pectivas catedrales.

Durante una catequesis sobre la Misericordia, el papa Francisco dijo que la Iglesia necesita de este momento extraordinario para reflejar y practicar la Misericordia. “Sí, queridos hermanos y hermanas, en este Año Santo se nos ofrece la oportunidad de experimentar en nues-tra vida el toque dulce y suave del perdón de Dios, su cercanía, sobre todo, en los momentos en que más lo necesitamos”.

¿Cuántos malentendidos nos ocurren – y nosotros también provocamos – diariamente? Pueden surgir en las grandes discusiones, o en las indiferencias; en las ac-ciones, chismes o juicios. Es en estas ocasiones cuando podemos expresar nuestra compasión y perdón para retomar las buenas relaciones con las personas que es-tán cerca de nosotros, en familia, trabajo, estudios...

El papa sugirió practicar las obras de misericordia corporales y espirituales, como por ejemplo, dar un buen consejo, perdonar, dar aliento, vestir al desnudo, dar de comer a quien tiene hambre, entre otras cosas.

La Familia de la Esperanza propuso a sus miembros vivir la propuesta del papa. El lema que nos motiva como Familia este año 2016 es “Misericordia, camino de la Esperanza”.

Echemos un vistazo a las sugerencias y procuremos practicarlas: dar de comer al hambriento, dar de beber

al sediento, vestir al desnudo, dar hospedaje al foras-tero, visitar al enfermo, visitar a los encarcelados, en-terrar a los muertos, enseñar al que no sabe, dar un buen consejo, corregir al que se equivoca, perdonar al que nos ofende, fortalecer al triste, sufrir con paciencia los defectos del prójimo, rezar por los vivos y difuntos.

Pero cuando el papa propuso estas actitudes, com-prendemos que los jóvenes buscan practicarlas en el día a día, en nuestras Fazendas, fruto de la convivencia diaria y de la propuesta de un nuevo estilo de vida pre-sentado por la comunidad. Veamos dos experiencias que ejemplifican estos pasos:

FORTALECER AL TRISTE

Amanda Buquine Mariano nació en Lins y está en su 11º mes de recuperación. En este momento ella es coordinadora de una de las casas en donde se recibe a las jóvenes que llegan a recupe-rarse y en donde están durante tres meses. Su experiencia nos habla del fortalecer a quien pasa por un momento de angustia:

“Siempre hay chicas que llegan muy débiles, después sienten las ganas de irse por cau-sa de la abstinencia. Uno debe tener toda la paciencia de sentarse, conversar, explicar y decir cuánto es impor-tante que ellas permanezcan aquí, que ellas son elegi-das por Dios para estar aquí.

Con varias chicas logré conversar e intentar hacer con que ellas no desistan de su caminata. Los frutos son que varias de ellas permanecieron firmes hasta hoy y están llegando al final de su recuperación. Pienso que pude ayudar de alguna forma”.

PERDONAR

Otro que nos comparte su experiencia es Adriano Mothé, de Río de Janeiro. Hace nueve meses que está en

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Sucedió conmigo

Con 18 años salí de la casa de mis padres buscando construir un camino nuevo. Viví en San Paulo con mis tíos, pero no era lo que tal

vez esperaba. Volví para Sergipe y fui a vivir en Aracajú/SE, en donde conseguí un trabajo en un

supermercado. Comencé los estudios para entrar en la uni-

versidad. Cuando parecía que todo estaba bien, comencé a preguntarle a Dios si la vida era esta; trabajar, enamorar y casarme y me parecía que

era muy poco. Después de un encuentro de un grupo de ora-

ción en la parroquia, en Aracajú, decidí buscar al padre Mario Sivieri (hoy obispo de Propriá/

SE) para decirle que quería ser sacerdote, sentía que Dios me llamaba. Él me escuchó, me dio un

libro y me dijo que volviera en 15 días.Volví con una motivación aún mayor. Padre Mario me dio otro libro, sobre la espiritualidad de la Unidad y esta vez volví más animado, después

de los 15 días, y le dije que había renunciado al trabajo. Después él me habló de la Fazenda de la Esperanza y me dijo que le gustaría que yo hiciera una experiencia, en Guaratinguetá /SP,

junto a otro joven, Anderson (quien también hoy es sacerdote), y que en ese tiempo se estaba pre-parando. El día 17 de enero de 1990 llegamos a la

Fazenda para vivir algo totalmente nuevo.En un primer momento, el miedo. Después del

recibimiento el miedo desapareció y poco a poco me fui involucrando en la vivencia de la Palabra. En cierta ocasión un joven abrió su corazón y me contó su historia de sufrimiento y pérdidas y al final, me vino un pensamiento: “si yo hubiese

pasado por esto sería peor que él”. Y di gracias a Dios por todo el amor que me había dado a

través de mi familia y de tantas personas, pude entender que fui muy amado y que ahora tenía

el deber de amar. Ayudé por un tiempo más en la unidad de la

Fazenda que se iniciaba en Lagarto/SE y des-pués de dos años regresé a Guaratinguetá para comenzar los estudios para ser sacerdote. Junto

con el padre Anderson y el padre César, fui ordenado y enviado a Garanhuns/PE. Cada lugar

tiene un desafío misionero, pero me dejé conducir por Dios que siem-pre tomó la iniciativa y me

sostuvo en todos los momen-tos de dolores y alegrías, todos los días me coloco a su disposición para ser un

“constructor” de esta obra.

recuperación y recuerda el mo-mento de perdón que vivió con su padre, antes de venir a la Fazenda, y los frutos que esto trajo:

“Durante los 26 años que usé drogas decepcioné a mis padres muchas veces y no nos dirigía-mos la palabra. Nos ofendimos

mucho, principalmente con las palabras y queda-mos sin hablarnos por varios años.

Después que me separé de mi mujer intenté deshacerme de todo, vender los muebles e ir para la calle. Fue en ese momento que mi padre vino en mi rescate y me extendió la mano. Me dijo: ‘¡Hijo, no hagas eso!’. Viajó cuatro horas en auto y cuando vio mi estado físico y emocional, y las maletas listas para salir, él me llevó a su casa y nuestra relación comenzó a cambiar.

Nos perdonamos y en los 25 días que permane-cí en su casa para realizar los exámenes médicos e ir para la fazenda experimenté momentos que no viví en mis 40 años. Pude reposar entre sus bra-zos, lo besé, y le dije que lo amaba y también me sentí amado, caminamos juntos varias veces…

Él tiene 70 años y vive a 9 horas de aquí. Pero a pesar de eso él vino para mi primera visita y tam-bién cuando completé los seis meses. Estas actitu-des de él son como si me dijera: ‘¡Hijo, yo te amo! Estoy contigo. Te quiero ayudar’”.

VIVA LA PROPUESTA

Tú también estás invitado a vivir con nosotros experiencias como la de Amanda y Adriano. Se puede entrar en nuestro site, www.fazenda.org.br, e interactuar mensualmente sobre las accio-nes que tú realizas.

Este año estamos invitados a colocar en práctica las obras de misericordia, pues nos ayudan a estrechar los lazos con el prójimo buscando vivir el amor fraterno

Padre Luiz MenezesLagarto/SE

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Fazenda de la Esperanza de Lagarto/SE: 25 años

Destacable

OBRA SOCIAL NOSSA SENHORA DA GLÓRIA - FAZENDA DA ESPERANÇADepartamento Retorno à Vida - Caixa Postal 529 - CEP 12511-970 Guaratinguetá-SP Tel.: (12) 3128 8900 E-mail: [email protected]

www.facebook.com/fazendadaesperanca

www.youtube.com/user/fazendaesperanca

twitter.com/retornoavida

La Fazenda de la Esperanza San Miguel, en Lagarto/SE, celebró sus 25 años, en noviembre pasado. Participaron de la fiesta jóvenes de toda la Región Nordeste II, com-puesta por las Fazendas de Lagarto y Gararu/SE, de Pozo de las trincheras y Marechal Deodoro/AL, y de Feira de Santana y Brejões/BA.

Durante una semana todos vivieron momentos de espiritualidad, trabajo, convivencia y de ocio. Varios voluntarios recordaron situaciones importantes vivi-das en la Fazenda durante estos 25 años.

Mons. Giovanni Crippa, obispo de Estancia, tam-bién participó de la fiesta y celebró una misa para los jóvenes en recuperación, ex recuperando y para quienes visitaban la Fazenda San Miguel. “Son 25 años de una semilla que comenzó pequeña y creció mucho. Para nuestra Diócesis, la Fazenda de la Es-peranza, significa la presencia de una Iglesia madre, acogedora – como nos pide el papa Francisco – que vive la misericordia y la capacidad de ir al encuentro de las personas”.

Orlando Silva forma parte del GEV (Grupo Esperan-za Viva) de Aracaju. Él se recuperó en la Fazenda de la-garto y volvió para par-ticipar de la fiesta con su familia. “Me recuerdo de mi periodo de recupera-ción. La convivencia fue el más grande desafío,

porque cada uno tiene una forma de pensar, pero aquí aprendí a respetar los límites del otro”.

La clausura de la fiesta también estuvo marcada por una misa presidida por Mons. Mário Rino Sivieri, obispo de Propriá, Sergipe, en el Santuario de Nues-tra Señora de la Piedad, en Lagarto. “Lo importante es que son 25 años que dieron frutos. Esta misa aquí en este Santuario de Nuestra Señora de la Piedad es un incentivo a mirar a aquellos que son vulnerables, que están postrados, necesitando ayuda”.

HISTORIA

En 1990, esta fue la cuarta comunidad abierta en Brasil, la segunda en la Región del Nordeste, como nos cuenta el fundador, Nelson Giovanelli Rosendo dos Santos. “Nosotros siempre veníamos a lagarto a visitar a los abuelos, ya que mi papá nació aquí. Ya existían las Fazendas de Guaratinguetá – mas-culina y femenina – y de Coroatá, en Maranhão. El Gobernador João Alves ya había donado la tierra y, en pocas horas Mons. Mario – en esa época todavía sacerdote – reunió a más de 100 personas en el sa-lón parroquial. Así fue como sentimos el apoyo de la

comunidad y comenzó la Fazenda de la Esperanza de Lagarto”.

Actualmente existen 113 Fazendas de la Esperanza – masculinas y feme-ninas – esparcidas por 17 países.