boletín agepcc | enero 2016

enero 2016

ASOCIACIÓN DE GRADUADOSESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

Asociación de Graduados | Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación

EDITORIAL

Ha pasado un año más lleno de satisfacciones producto del esfuerzo, trabajo

y dedicación que la Junta Directiva de la AGEPCC ha logrado gracias a la

colaboración de todos ustedes. En el 2015 cumplimos una meta ambiciosa, la

de promover imponentes conferencias de alto nivel.

Queremos agradecer el apoyo incondicional de nuestro Decano, el doctor Johan

Leuridan Huys, quien siempre nos hace sentir que nuestra universidad es para

toda la vida. Tuvimos el honor de tenerlo como ponente en dos conferencias,

en la primera nos aclaró el panorama sobre “La ética y los comunicadores” y

la segunda conferencia se tituló “Respuestas a la Modernidad”, en la que nos

dio pautas para lograr nuestros objetivos.

Apostamos por lo nuestro y tuvimos excelentes resultados, la gran mayoría de

los conferencistas del 2015 fueron egresados de la USMP, quienes demostraron

su alto nivel académico, personal y profesional. Nos sentimos orgullosos de

cada uno de ellos y de ustedes, porque en estas ponencias pudimos ver la

capacidad de entrega que caracteriza a nuestros egresados y graduados.

Sigamos en este camino haciendo brillar a nuestra alma mater, como

profesionales líderes y seres humanos de calidad en nuestra sociedad. Por

último, les reiteramos que la AGEPCC los espera con las puertas abiertas para

todas sus iniciativas.

Feliz 2016.

Decano de la FCCTP:

Dr. Johan Leuridan Huys

Junta Directiva de la AGEPCC:

Presidenta: Zoila Marlubeth Guzmán Hurtado

Vicepresidenta: Mary Lourdes Zubillaga Lara

Secretario: Jorge Luís Martín Garay Baldeón

Tesorera: Harumi Miyashiro Goyzueta

Vocal: Rosario Rodríguez Galindo

Asesor:

Dr. Alan Patroni Marinovich


LA CULTURA DE LA VULGARIDAD Y LAÉTICA DE LA VIRTUD

El humanismo del deber

Kant (1724-1804) va a construir su ética sobre la nueva concepción moderna

del hombre que elaboró J. J. Rousseau (1712-1778). Se trata de tres conceptos

claves: la libertad, la virtud como intención desinteresada y la universalidad.

Son palabras claves que definen la moralidad como deber porque nos obliga

a luchar contra el egoísmo natural o animal en nosotros. (Luc Ferry, Kant, une

Lecture des trois «Critiques», Ed. Bernard Grasset, 2006, p.102).

a. La libertad

Según Kant, a partir de Platón se entendía la virtud en consonancia con

la naturaleza. Para los modernos, al contrario, la libertad es una lucha

contra la naturaleza porque ella es realidad ciega, sin rumbo, llena de

violencia y egoísmo. Para Kant la ética no se encuentra en el orden de

la naturaleza o en la voluntad de Dios sino dentro de la persona. La paz,

Dr. Johan Leuridan HuysDecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación,

Turismo y Psicología

VI PARTELa segunda pregunta es: ¿Cómo debo vivir? No se trata tanto de actos sino de

la vida en su conjunto, no tanto de reglas sino de una postura frente a la vida.

(Aristóteles).

Las corrientes del pensamiento ético actual, en la línea de los dos genios de

la filosofía, Kant y Aristóteles, desarrollan una ética tradicional de fines que

constituye la vertiente axiológica de la antropología, la filosofía del hombre.

La indicación en el telos (la finalidad, el ideal, los valores) permite entender

las normas como un puente entre lo que el hombre es y lo que debe ser.


la solidaridad, la república no son dones naturales sino conquistas que

exigen un gran esfuerzo de los hombres. Para Kant el hombre es un ser

libre sin depender de ningún concepto o creador previo.

La definición del hombre se fundamenta en la diferencia entre el animal

y el hombre. El animal no se distingue por una falta de sensibilidad y

comunicación. La diferencia está en la libertad, es decir, en la capacidad

de perfeccionarse durante toda su vida mientras que el animal está

hecho por la naturaleza desde el primer momento de su existencia.

El programa natural no les deja espacio para escaparse. El instinto los

guía mientras que El hombre transforma a sí mismo. El hombre tiene

también una naturaleza biológica pero puede crear una cultura que

hasta se opone a la naturaleza. El individuo cambia por la educación

y la sociedad cambia por la cultura y la política. El animal no conoce

ninguna de ellas. El hombre se transforma a sí mismo desde un niño

totalmente necesitado hasta alcanzar el desarrollo de su vida por su

propio esfuerzo y tiene una historia. El animal no tiene historia.

En el hombre no existe una naturaleza humana. En diferencia con el

animal el hombre no conoce un determinismo. La libertad no tiene

definición. Por la capacidad de oposición a la naturaleza, el hombre

puede criticar e inventar ideales y por lo tanto distinguir entre el bien y

el mal. El hombre puede reconocer el derecho del otro. No es el caso del

animal donde no existe reciprocidad. Es una diferencia ética y cultural

(Luc Ferry, Kant, une lecture des trois «critiques», Ed. Bernard Grasset,

2006, p.107).

La libertad es la posibilidad de la voluntad de definir a sí mismo. Ley

moral y libertad se implican mutuamente.

b. La buena voluntad

Kant considera que lo único bueno en el hombre es la buena voluntad.

«No hay posible en el mundo, ni fuera de él, que pueda ser tenido

como bueno sin limitación, a no ser una buena voluntad». Solo se

puede alcanzar el bien por la voluntad pero como buena voluntad. Se

puede usar los talentos o poderes para el bien o el mal. Sólo la buena

voluntad puede dirigirlos hacia los fines. Solo la buena voluntad puede

ser criterio de la ética porque la virtud depende del uso que se hace de

las cosas. Se puede usar los talentos para el bien o para el mal. Sólo la

buena voluntad puede dirigirlos hacia los fines. Sólo la buena voluntad


puede ser considerada como norma de bondad. La moral o lo buen

está en la intención de la voluntad. Lo ético viene del sujeto. No existe

ningún objeto que es bueno en sí o que sea capaz de promover lo ético.

Necesitamos la libertad que tiene la capacidad de elegir en contra de

los egoísmos con una voluntad desinteresada. Sólo la buena voluntad

puede ser considerada como norma de la bondad. La ética es la libertad

como buena voluntad desinteresada que dirige el hombre al bien

común. Sin esta idea la moral del hombre no sería nada más que una

descripción de las costumbres de los animales en el zoológico.

c. El deber y la universalidad de los conceptos

Cada ser racional tiene una conciencia del deber y la voluntad da acceso

a esta consciencia del deber. Es una experiencia en nosotros del hecho

que la conciencia da órdenes categóricos con un carácter universal. El

poder práctico de la razón ejerce el poder de orden sobre el hombre.

Es una obligación cumplir con la norma que dicta la conciencia. La

consciencia del bien o de las normas éticas se manifiesta o se impone

a nosotros con un carácter obligatorio. Es un hecho. Es un punto de

partida. «La ley moral determina inmediatamente la voluntad... Pues

como una ley por sí e inmediatamente pueda ser fundamento de

determinación de la voluntad (lo cual es esencial de toda moralidad),

eso es un problema insoluble para la razón humana y es idéntico con

esto otro: cómo una voluntad libre sea posible. Así, pues, tendríamos

que señalar a priori no el fundamento por el cual la ley moral en sí

proporciona un motor, sino qué es lo que ella, siendo motor, efectúa

en el espíritu o mejor dicho, debe efectuar» (Kant, Crítica de la Razón

práctica, Ediciones Sígueme, 2002, Salamanca, p.96). En la primera

página del mismo libro escribe Kant: «El concepto de libertad, en

cuanto su realidad queda demostrado por medio de una ley de la razón

práctica, constituye la piedra angular de todo el edificio de un sistema

de la razón pura, incluso la especulativa, y todos los demás conceptos...».

Kant aceptó una metafísica del conocimiento práctico pero no la aceptó

para el conocimiento teórico sin mayores explicaciones.

Para Kant la idea del deber es la idea central de la moralidad. La buena

voluntad orienta al bien pero existe en cumplir con el deber. Siempre

existió la noción del deber pero Kant la da un sentido nuevo. El deber

no es condicional sino categórico. No es la sociedad u autoridades, ni

el miedo al castigo ni el reconocimiento que lo imponen. Su validez no


depende de circunstancias en mí o fuera de mí. Esta experiencia del

deber no viene por el deseo o el interés o por una experiencia social,

psicológica o religiosa. La decisión del deber no puede venir por las

costumbres ni por los deseos porque le toca sólo al deber indicar lo que

debo hacer. El deber nos ordena no seguir al deseo natural. El se impone

por nuestra libertad, nuestra autonomía racional, nuestra capacidad de

romper con las determinaciones de nuestros deseos particulares. Que

la moralidad no corresponde a estos deseos, es una condición necesaria

de su existencia porque en este caso estaría demás. Se siente más la

obligación cuando se presenta la resistencia de los deseos naturales

contra la razón. La virtud para es para Kant la oposición a la naturaleza.

La condición para poder señalar el valor de la persona se constituye

entonces por el cumplimiento de la ley aunque incluye la anulación de

nuestros sentimientos. Un hombre preocupado por la dignidad de su

vida sólo vive por el deber, no encuentra en la vida el menor gusto.

El deber no lleva a una acción útil o deseable. No lleva a la felicidad.

No tengo el poder sobre la felicidad. La felicidad depende de la suerte.

Para Aristóteles la virtud es el camino para realizarse de una manera

excelente, y de esta manera conseguir la felicidad. Para Kant, al

contrario, en la ética no se trata de la felicidad. Porque si tratara de

la felicidad, las normas morales no tendrán vigencia para las personas

que no creen en la felicidad. Para él cumplir con las normas tiene más

mérito cuando se hace en contra de los deseos.

Podemos concluir que la voluntad no se determina por los objetos sino

por la ley de la razón. El bien y el mal son modos de operar en la

voluntad. No se refieren objetos que podrían ser nombrados bien o

mal porque en este caso estaríamos haciendo referencia a nuestros

sentimientos de dolor o placer y el bien o el mal dependerían de

nuestros gustos. La ley práctica no es una norma sino un supremo

principio de la libertad, la buena voluntad.

Solo la razón puede determinar. Mi elección debe ser racional. Las

diferencias entre las personas brotan de sus naturalezas. Cada uno

quiere algo diferente. Sólo la racionalidad es a todos común. En

diferencia con el particularismo de nuestros sentimientos, inclinaciones

y preferencias la razón es la exigencia de universalidad. El deber es una

norma racional y universal que encontramos en nuestra conciencia. Si

todos deciden de acuerdo a la razón, los actos nunca podrán contradecir

los intereses de otro ser racional. La norma moral necesita, por lo tanto,


la forma de una ley universal. La norma transciende lo particular y da

obligatoriedad.

La respuesta a la pregunta ¿Qué debo hacer? es, respetar la racionalidad

en todas las personas. El respeto por la ley moral implica el respeto

por la persona de la ley moral. La ley moral, la forma de nuestra

libertad, fundamenta racionalmente el sentimiento del respeto, el único

sentimiento no empírico sino conocido a priori, según Kant. La ley

moral tiene un influjo sobre la sensibilidad produciendo el respeto que

a su vez fomenta el influjo de la ley sobre la voluntad. (Kant, o.c., p.99,

100,112).

La Postmodernidad ha perdido el respeto por la ley y por lo tanto por la

persona. Susan Neiman sostiene que estamos en un mundo sin ética por

la negación del imperativo categórico hasta en las cosas más pequeñas.

Según ella la desconstrucción de la responsabilidad es un peor pecado

que la soberbia. Ella da como ejemplo la persona que de paso roba una

fruta en una tienda y piensa qué importa esta pequeñez. El problema

es que todos piensan igual. Según Susan Neiman los postmodernistas

tienen mucho en común con los fundamentalistas. La Postmodernidad

ha renunciado a buscar el deber y por lo tanto es conservadora (Susan

Neiman, Moral Clarity, A Guide for Grown¬Up Idealists, Ed. Harcourt,

2008, p.205). Mantener los ideales es más difícil que abandonarlos.

Kant entendía muy bien el abismo entre las cosas tal como son y cómo

deben ser.

El respeto por la ley moral implica el respeto por la persona de la ley

moral. La persona es un fin en sí mismo porque es el sujeto de la buena

voluntad. Lo ético viene del sujeto. Nosotros somos por naturaleza

egoístas y necesitamos ir en contra para poder vivir pacíficamente

con los demás. El nuevo orden está, por lo tanto, constituido sobre el

hombre. Kant llama a este nuevo orden el «reino de los fines» porque

cada persona humana es un fin, todos tienen la misma dignidad. No se

puede usar a nadie como un instrumento. Este nuevo orden es un ideal.

Falta construirlo. Esta realidad depende de nuestra buena voluntad.

El deber moral se expresa en las diferentes formulaciones de su

conocido imperativo categórico, conocido como el Príncipe de la razón

práctica o la ley moral: «Obra siempre de tal manera que la máxima

de tu voluntad pueda valer como principio de legislación universal».

También puede formularse de la siguiente manera: «Obra de tal modo

que trates siempre a la humanidad en ti y en los otros, como un fin y


nunca como un medio». En tercer lugar, «Obra como si por medio de tus

máximas fueras siempre un miembro legislador en un reino universal

de los fines».

En este tema de la universalidad de los conceptos encontramos una

reacción de Kant contra el filósofo inglés Hume. Este último consideraba

que el único conocimiento es el sensitivo. Para probarlo planteaba unas

preguntas engañosas como ¿cómo sabe Ud. que el sol saldrá mañana?.

Según él nosotros vivimos exclusivamente en base de las costumbres

y la tradición que transmiten las experiencias sensitivas anteriores. La

razón no aporta nada. Causas no se observan en la naturaleza, tampoco

principios éticos. Kant le contestó que los grandes principios de la vida

son cosas que no encontramos en el mundo sino son cosas que nosotros

mismos producimos. Los principios no se fundamentan en costumbres

y tradiciones sino en la razón y en las ideas. La razón descubre las

causas y plantea los ideales para cambiar a la sociedad. La experiencia

sensitiva no puede plantear una pregunta por el «porqué» de las cosas.

Esta pregunta sólo es posible a partir de una capacidad que transciende

la experiencia. Es el inicio de partida de todo conocimiento. La

experiencia solamente puede apoyar la investigación pero no explicar

(Kant, Crítica de la Razón Práctica, Ediciones Sígueme, 2002, Salamanca,

p. 71-78).

Monique Canto-Sperber opina que Kant sigue siendo una referencia

para muchos filósofos actuales porque es el filósofo que ha dado la

interpretación más profunda en la Modernidad sobre los fines humanos

orientados hacia la moralidad (La Philosophie Morale, p. 62, Ed. Presses

Universitaires de France, 2004, París).

Continuará…


El 2015 tuvimos la gran oportunidad de tener como ponente a nuestro Decano,

el doctor Johan Leuridan, en la segunda Conferencia Magistral “Respuestas a

la Modernidad”, pues en la primera nos explicó y diagnosticó el por qué esta

época se caracteriza por la deshumanización, el vacío y la falta de valores: “En

la conferencia anterior señalamos la gran crisis de valores que se viene dando

desde hace unos 20 – 30 años a nivel mundial. No es difícil comprobarlo porque

lo vienen viendo en la vida diaria, de las cosas más pequeñas a las cosas más

graves y cada vez peor, el fenómeno de los sicarios, la corrupción de siempre

a muy alto nivel, los asaltos diarios en Lima, las estadísticas dicen que el 80 %

de los limeños han sido asaltados en la calle, entonces no hay duda de que hay

una crisis”.

RESPUESTAS A LA MODERNIDAD

En esta conferencia se nos dio el camino de cómo recuperar el sentido de la

existencia del ser humano y de nuestra convivencia social al recordarnos lo

siguiente: “El primero que plantea la pregunta por la ética es Aristóteles, él hace

la pregunta ¿Cómo uno puede volverse virtuoso? La gran diferencia con Platón

y Sócrates es que no se hace ninguna pregunta respecto de la ética a pesar de

que también señalaban la existencia de las virtudes.


Aristóteles dice que el hombre busca su felicidad, que es hacer el bien y ¿qué es

el bien?, es desarrollarse, lograr realizarse y el hombre está totalmente orientado

a ese bien, a su realización y también a la de la sociedad, Con Aristóteles hay

una relación de la política y el individuo, no puede haber una buena sociedad si

no hay un buen individuo y no puede haber un buen individuo sin una buena

sociedad.

Hay una relación entre el individuo, la familia y los líderes de la sociedad, esas

son las condiciones que intervienen en la diferenciación en el desarrollo de la

ética y Aristóteles menciona ya las grandes virtudes que tradicionalmente van

a ser muchas, pero hay cuatro grandes: la prudencia, la justicia, la fortaleza y

la templanza”.

Los presentes no solamente se deleitaron con el desarrollo de esta nutrida

conferencia donde pudimos identificar la importancia de la ética, de los

valores y las virtudes en el individuo, en la familia y en la sociedad; también

tomaron un gran reto que nos puso el doctor Johan Leuridan para que,

como profesionales de la comunicación, seamos capaces de transformar esta

sociedad sin sentido, relativista y nihilista en una sociedad más humana,

fraterna y solidaria.


¿Cómo descubriste tu vocación por las Relaciones Públicas?

En los inicios de la década del 80 durante el segundo gobierno de Belaúnde,

cuando estudiaba en los primeros ciclos yo era reportero practicante de una

radio de Lima en el Congreso de la República y coordinaba con el personal de

prensa del Poder Legislativo la difusión de sus notas. La función de ese

personal de prensa era de Relaciones Públicas y yo no lo sabía, lo comprobé

más adelante en mi tarea docente. Esa función de relación con los medios,

forma parte de la historia del ejercicio inicial de las Relaciones Públicas. En

la misma década del 80 pasé a las filas del Congreso como profesional de

prensa y en ese proceso descubro mi vocación de relacionista público.

conociÉndonos

Entrevista al Dr. Miguel ValdézDecano del Colegio de Relacionistas Públicos

¿Consideras que en el Perú valoramos el trabajo de los Relacionistas Públicos?

En la actualidad en el país ya se está valorando la labor de las Relaciones

Públicas. El Perú es el centro de las Relaciones Públicas en el mundo,

recordemos que una peruana, la doctora Amybel Sánchez, Directora


del Instituto de Investigación de la Escuela Profesional de Ciencias de la

Comunicación, es la actual Presidenta de la IPRA, máxima asociación mundial

de Relaciones Públicas. Antiguamente no se valoraba a la disciplina porque

la responsabilidad de las organizaciones, sobre todo de las empresas, era

netamente económica. Hoy la empresa es consciente que su responsabilidad

económica debe ser la base para otras responsabilidades como la social

y ambiental. Esto obliga a las empresas a desarrollar estrategias de

relacionamiento y es ahí donde recurren al relacionista público.

¿Cómo te ha servido la formación que recibiste en la Facultad de Ciencias de

la Comunicación de la USMP para tu desempeño profesional?

La formación que me dio la Facultad fue vital. En mi época la formación que

recibí tenía incidencia en Relaciones Públicas a través de sólo cuatro cursos y

en el conocimiento teórico y práctico del periodismo inculcándonos -como

inculcamos hoy a los alumnos- el conocimiento del contexto político, social,

económico y cultural de coyuntura. Eso nos daba una visión más holística de

las cosas.

Recuerdas algunas anécdotas o anécdota como estudiante. Cuéntanos.

Más que anécdotas quisiera poner en conocimiento a las nuevas generaciones

de nuestra escuela profesional la forma cómo nuestro Decano, el doctor Johan

Leuridan Huys, hizo crecer a las Relaciones Públicas en el Perú y en la región

desde las aulas de esta Escuela a través de una sólida estructura curricular

contribuyendo en gran medida al status profesional que hoy tiene la disciplina

y que es admirada en el país, en Latinoamérica, en Europa y en los Estados

Unidos de Norteamérica.

En tu actividad como relacionista público ¿qué es lo que más recuerdas o lo

que mayor satisfacción te dio?

La interacción que he tenido con una serie de públicos de las organizaciones

en las que he laborado. En el caso del Congreso de la República, el vínculo con

legisladores de enorme talla intelectual de los 80’ y con representantes de

los diversos medios de comunicación (diarios, radios, televisión, revistas,

etc.), en Essalud el vínculo con pacientes a los cuales había que

persuadir con una serie de dispositivos de información para el tratamiento

de sus enfermedades, en el Poder Judicial de la Sierra Central del Perú cuando

tuve contacto con nuestra amplia diversidad cultural al identificar y conocer

a distintas e históricas comunidades campesinas (como la de los Chopkjas


del caso Huayanay) y saber cómo administraban sus controversias desde sus

tradiciones y costumbres; y hoy la satisfacción que tengo de intercambiar

conocimientos de Relaciones Públicas con mis alumnos de la USMP.

Sabemos que lograste obtener el grado de Doctor en nuestra Alma Mater.

Como organizaste tu tiempo para poder desempeñarte como padre y como

profesional.

La obtención de un grado académico implica la toma de decisión para lograrlo

en coordinación con la familia (esposa e hijos). Luego viene la planificación

para la forma en que se va a desarrollar el estudio. Es inevitable robarle algunas

horas al tiempo que le dedicamos a la familia, pero luego la satisfacción

espiritual es enorme e indescriptible. El secreto está en dedicarse diariamente

a la investigación (dos o tres horas como mínimo) para no perder la secuencia y

la articulación del conocimiento que vamos acopiando paulatinamente. Es una

labor de hormiga, pequeña pero cotidiana para ir diseñando la investigación

en cuanto al marco teórico y metodológico.

¿Cuáles son los desafíos que enfrentas como Decano del Colegio de

Relacionistas Públicos?

Una de las principales tareas a las que estamos abocados es contribuir al

conocimiento de la teoría y práctica de las Relaciones Públicas por parte

de los miembros de la Orden del Colegio Profesional de Relacionistas

Públicos del Perú, tarea que fuera iniciada desde el 2005 por su primer

Decano Nacional y fundador, Dr. Emilio Solórzano Hernández. Creo que

estamos posicionando al Colegio como el escenario ideal del debate de la

problemática de las relaciones y las comunicaciones de las organizaciones, a

través de conferencias magistrales a cargo de especialistas en la materia

que están en el campo laboral de la profesión y que son parte de nuestra

institución.

¿Cuál es el problema más grave que atraviesa las RR.PP. en la actualidad y

cuál sería la solución?

El problema principal que afrontan las Relaciones Públicas hoy es el

desconocimiento que tienen las organizaciones de lo valiosa que es la

disciplina para contribuir a los objetivos económicos, competitivos y

sociales de las empresas, instituciones estatales y asociaciones en general. El

conocimiento progresivo de la teoría y práctica de las Relaciones Públicas es

la mejor receta para contribuir a la consolidación de la disciplina con nombre

propio en nuestro país.


Según tu percepción ¿cuál debe ser el perfil de un Relacionista Público del

siglo XXI?

El perfil del relacionista público del siglo XXI es que sea un profesional con

capacidades y habilidades para la investigación de públicos, el análisis y el

diagnóstico de la problemática relacional y comunicacional. Además, deberá

tener la capacidad de planificar, implementar y medir las diversas tácticas

puestas a disposición de su organización o de sus clientes a tono con el

contexto político, social, cultural y tecnológico en el que vivimos. Toda esta

labor deberá hacerla en el marco de un comportamiento ético que alcance

el justo equilibrio entre el interés particular de la organización y el interés

general de sus públicos y de la comunidad que la rodea.

Un mensaje para nuestros egresados que ejercen las Relaciones Públicas.

Que ejerzan las Relaciones Públicas con vocación, pasión, de manera

desinteresada, al servicio de los legítimos intereses de su organización y al

de los públicos a los cuales se debe.


Cada vez es más frecuente escuchar sobre del cambio climático y muchas

veces no le damos la debida importancia. Pero una pregunta siempre quedaba

en el aire ¿cuál es nuestro rol en este grave problema socio ambiental?

La noche del 30 de setiembre, Leopoldo Macera se ganó al público asistente

y nos dio una respuesta clara y precisa. Es egresado nuestro y hace camino al

andar, pues abre nuevos nichos de mercado para los comunicadores.

Contundentemente, Leopoldo Macera al auditorio dijo: “Los comunicadores

tenemos uno de los roles más importantes es uno de los roles más críticos…

Los comunicadores sociales somos programadores sociales, todo lo que la

gente ama, desea, odia es lo que les trabajamos”.

Teniendo en cuenta que la lucha contra el cambio climático tiene en promedio

unos 20 años de manera formal, Macera también afirmó que para los

comunicadores hay un nuevo espacio, se abren puertas que antes estaban

vetadas.

ACTIVIDADES ACADÉMICAS I

El cambio climático y los comunicadores

Conferencia:


En esta conferencia, que se

llevó a cabo en octubre, se

habló de que vivimos en un

mundo competitivo, donde los

comunicadores desempeñamos

un papel importante en el

desarrollo de la sociedad. Los

comunicadores somos quienes

debemos mejorar interiormente

para poder desarrollar nuestro

entorno.

Luis Flores Montes, egresado de la USMP, cautivó al auditorio en su ponencia:

“Coaching para comunicadores” y dio consejos muy interesantes para lograr

la calidad y la excelencia. Los asociados que asistieron se llevaron los 10

mejores consejos para lograr ser comunicadores integrales y poder superar

las adversidades.

El ponente dejo claro que es importante recordar que “nuestro peor problema

de comunicación es que no escuchamos para entender, sino escuchamos para

contestar”.

Todos debemos trazarnos metas, establecer nuestros objetivos y lograr las

estrategias para ejecutar día a día el camino al desarrollo personal de forma

ética. Primero es el desarrollo personal sin ningún tipo de egoísmo.

Por lo tanto, para los comunicadores de la USMP no existen los problemas,

solamente existe la oportunidad de seguir mejorando, para desarrollar

nuestras habilidades y destrezas.

ACTIVIDADES ACADÉMICAS II

Coaching para comunicadoresConferencia:


El último evento académico del 2015 fue la conferencia de neuromarketing,

gracias a nuestra egresada Norka Segura, quién afirmó que se miente mucho

en el focus group, por ello se han diseñado nuevas formas de obtener

información sobre el consumidor.

El neuromarketing es un estudio especializado para conocer de manera certera

lo que desea el consumidor, lo más importante es que es una herramienta

científica y esta cualidad disminuye los errores.

También hay que reconocer que es un estudio interdisciplinario, donde la

intervención de un neurólogo es necesaria, pues se utilizan equipos biomédicos

para obtener esa información.

El día de hoy no basta comprender al consumidor desde el ángulo antropológico

y sociológico, sino también reconocer el aspecto biológico.

Tenemos entonces un nuevo campo de trabajo para hacer nuestras

investigaciones de mercado de manera certera. Los comunicadores ahora no

solamente somos los interlocutores, hemos entendido que nuestro rol nos

exige ser estrategas en la sociedad y estaremos a la altura de esas exigencias.

ACTIVIDADES ACADÉMICAS III

El neuromarketing y sus alcances en la investigación publicitaria

Conferencia:

INFORMES E INSCRIPCIONESAv. Tomás Marsano 242, Surquillo, Lima - PerúTelf: (51-1) 513 6300Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación: anexo 2038Escuela Profesional de Turismo y Hotelería: anexos 2086, 2011Escuela Profesional de Psicología: anexos 2125, 2012

DOCTORADOEN PERIODISMO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN, TURISMO Y PSICOLOGÍA

INSCRIPCIONES | ADMISIÓN 2016Escuela Profesional de Ciencias de la ComunicaciónSección PostgradoAv. Tomás Marsano 242, 3er piso, Surquillo.Teléfono: 513 6300, anexo: [email protected]

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Miércoles de 5:30 p.m a 7:00 p.m.

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