boletín 7

7
nepal

Upload: jose-elisama

Post on 08-Mar-2016

214 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Desde los Himalaya!

TRANSCRIPT

Page 1: Boletín 7

nepal

Page 2: Boletín 7

Cambio de casa, cambio de país, cambio de lenguaje, cambio de ropa, cambio de estado (en facebook), intercambio de regalos… cambios, cambios cambios, la vida esta llena de ellos, es más, la vida es un constante cambio y este numero lo dedicaremos a ello, no solo porque los cambios han sido constantes

sino también relevantes y sabemos que hay muchos mas por venir.

Lo mejor de un cambio es cuando sabemos que es la respuesta de Dios ante una petición en la que podemos ver su intervención directa y nos muestra una vez mas su fidelidad, paciencia, sabiduría, amor y consejo al mismo tiempo que anhelamos lo que Él nos va a enseñar. Sea fácil o aparentemente difícil no hay nada que no se pueda disfrutar si es en Dios. Algunos de estos cambios y algunas de las circun-stancias pueden doler, complicarse o simplemente no las podenos comprender pero al vivir cada una de nuestras experiencias de vida en Jesucristo aprendemos que Él también transito por este camino, que conoce perfectamente de lo que estamos hablando y que nos dará el mejor consuelo y aliento que

podamos recibir ¡Hasta los momentos mas difíciles se vuelven íncreibles si estamos con Él!

La aceptación al cambio es una ceustión de actitud y maqdurez. También es una decision personal, es algo en lo que debemos trabajar, en lo que se debe meditar y, si es bueno, aceptar. Al final y tomando el

dialogo e la película El Rey León “Puedes huír de él o aprender, ¿Y qué es lo que vas a hacer?.”

Estas son algunas fotos del trabajo realizado en Katmandú. Este día trabajamos con niños de la calle, les proporcionámos alimentos y de entre mis compañeros solo yo acepte lavar sus pìes.

Cambios

AtteJose Elisama Rivera CoronadoMisionero de la ICIAR en Nepal

Page 3: Boletín 7

Después de caminar en plano llegamos al pie de la montaña en donde la verdadera prueba nos esperaba, un montón de es-calones dibujaban el camino que debía-mos de seguir. Mientras subíamos, peque-ñas casas esparcidas, muy separadas una de otra, con sembradíos personales y ani-males como cabras y búfalos aparecían plantados a mitad de camino, solo el soni-do del aire y el de los pájaros era lo que se podia escuchar.

Con una respiración agitada y después de muchas paradas llegamos a nuestra al-dea. ¡La vista era asombrosa! ¡Podíamos ver el lugar en el que nos habíamos aloja-do una noche anterior! Los campos de ar-roz parecían escalones para gigantes, las montañas se encontraban en todos lados, muy juntas unas de otras y podíamos ver como la nieve cubría las montañas más altas muy a pesar de que la temperatura superaba los 29 grados.

Las casitas al igual que los caminos están hechos de piedra sobre piedra, incluso los techos de las casas son de roca ¡como si hubiesen sido rebanados de una más grande! Al llegar a la casa de huéspedes nos dimos cuenta que las puertas son mas pequeñas de lo que para nosotros es nor-mal y que las ventanas no tienen cristales pues la temperatura en verano no baja como lo habíamos pensado. Al reconocer mi habitación uno de mis compañeros noto que en el cuarto contiguo unos monjes budistas estaban hospedados, inmediata-mente sentí de parte de Dios el hablar con ellos a cerca de nuestro trabajo allí así que me presente y les hable de nuestro viaje a Australia y del motivo de nuestra visita, de como Dios puso en nuestros corazones ir a Nepal para anunciar la reconciliación con Él en Cristo y los planes que Él tiene para esta nación.

De ida y de regreso...Después de nuestra visita a Chitwan nos trans-ladamos de Nuevo a la ciudad de Katmandú, en donde por una semana hicimos evangelis-mo en las calles y en los parques principales, trabajamos con niños de la calle, en hospitales, escuelas, centros comerciales y con dos Igle-sias ya establecidas. Al finalizar empacamos nuestras cosas para ir a predicar a una de las aldeas mas alejadas de Katmandú, Pókhara.

Un viaje de 5 horas en camioneta y 6 horas a pie en las montañas nos llevaron a una aldea fuera de lo común, ¡parecía sacada de un cuento!.

Pokhara

Page 4: Boletín 7

Me escucharon atentos y con mucho respeto, y a propósito de ello…

Experiencias misioneras.Al platicar uno de ellos se mostro un poco molesto con lo que escuchaba y aunque no dijo nada sus expresiones hablaban mas de lo que me hubiese gustado saber, tam-bién supe que era su último día en esta aldea y que al día siguiente partirían de regreso a Katmandú. Al amanecer y antes les pedí me dejaran orar por ellos y ¡me lo permiti-eron!, así que en ingles y en español pedí a Dios que abriera sus ojos y sus mentes y que les diera una revelación de lo que es la verdad. El monje que se había mostrado de mal humor me recibió con una sonrisa y me regalo una pulsera. Así siguieron su camino y nosotros continuamos nuestro trabajo en la aldea. Esa misma noche algo extraño ocurrió, el Señor “me despertó” a las 3 am y me hizo sentir que me volteara del otro lado de la cama, mi cabeza daba a la puer-ta y la puerta estaba abierta por el intenso calor, sin mucho que pensar lo hice. Mas tarde volví a despertar pero esta vez no fue Dios, sentí la presencia de alguien en la puerta que nos miraba fijamente, era muy oscuro para saber si era así o no, intente dormir de nuevo y las pesadillas y el ataque directo del enemigo no me lo permitieron.

Volví a despertar y al mirar, la silueta seguía allí – Es mi imaginación- me dije y volví a dormir; un mal sueño me despertó de nuevo, y la sombra seguía allí – OK, haré de cuenta que no hay nada ahí – pensé, así que me volví a acostar solo para sentir como alguien se recargaba y dibujaba unas lineas en el colchón de mi cama. Después de unos minutos y armándome de valor me levante para despertar a uno de mis compañeros -¡Alguien estuvo aquí esta noche!- le dije. Platicamos de lo sucedido, cerre la puerta y volvimos a dormir.

Al despertar y con ayuda de la luz del sol mis ojos buscaron señales de lo ocurrido la noche anterior y casí de inmediato pude ver un arete clavado en el lugar en el que había sentido presión. Lo mostré a mis amigos y después de charlar un poco me decidí a rayar sobre mi colchón con la punta del mismo solo para descubrir que unos centimetros arriba el colchón de esponja presentaba las mismas líneas, marcas que obviamente yo no había hecho. ¡Ahora si estoy seguro de que alguien estuvo aquí la noche anterior!- les dije y les mostré la prueba de ello.

Sea lo que sea y haya sido quien haya sido, estamos bien.

Dios esta con nosotros.

Esta

es u

na d

e la

s esc

enas

que

pod

íam

os v

er d

e ca

min

o a

la a

ldea

de

Pokh

ara,

a

falta

de

un b

uen

sum

inist

ro d

e ag

ua e

stas

fuen

tes p

ropo

rcio

nan

la n

eces

aria

a

la c

omun

idad

, así

la g

ente

vie

ne a

lava

r su

ropa

, rec

oger

agu

a pa

ra la

com

ida

o in

clus

o ha

sta

a ba

ñars

e en

ple

na v

ía p

úblic

a.

“Volví a despertar y al mirar, la silueta seguía allí”

Page 5: Boletín 7

Definitivamente no necesitamos más misioneros.

Un misionero es una especie de mezcla entre evangelista y pastor y es la persona que anuncia el evangelio de nación en nación, establece una célula o grupo de estudio bíblico con el potencial de convertirse en una iglesia (no importa que tan grande o pequeños sea todo grupo que busca de Dios es una iglesia) para después de un tiempo moverse a otro país y continuar con su labor.

Se que lo que estoy diciendo parece poner un riesgo el ministerio de muchos pero quiero to-marlo y poder dejarte muy en claro que no necesitamos más misioneros, los 100mil que hay en el mundo son suficientes, aunque si tienes el deseo de serlo tampoco te arrebataré los ánimos, ¡tu puedes ser misionero! Pero re-pito, no necesitamos uno mas.

Muchos de nosotros decimos que no tenemos el llamado para ser misioneros, es cierto. Otros decímos que no tenemos el don de evange-lismo o que no somo evangelistas y aunque también es verdad el Señor nos ordena a TODOS a anunciar su Palabra, y el que or-dena capacita para esta labor. Si esta es tu pocisión ¡No te preocupes! ¡No necesitamos más misioneros! Aun con los pocos que hay la Palabra de Dios sera anunciada a todo el mundo, de eso puedes estar seguro.

No necesitamos mas misioneros porque aunque no hay suficientes con los que están trabajan-do la ogran comisión puede cumplirse, pero si necesitamos de algo más, necesitamos de pas-tores y maestros, de instructores para niños, de directores de alabanza, de líderes de jóvenes, de maestros de párvulos, intermediosn y varones, necesitamos de gente que disponga su corazón a ejercer su ministerio en otro lugar fuera de sus países de origen. Espero quede en claro lo que intento decir.

No necesitamos mas misioneros pero defini-tivamente necesitamos de tu ministerio, de personas que hagan lo que saben hacer y para lo que fueron creadas en otro lugar al que también puedan llamar hogar. Cam-biemos de mente, el mundo necesita no solo conocer de Dios sino también apre-nder a vivir una vida en Él. ¿Quién ense-ñará a los adultos? ¿Quién pastoreará las igleias? ¿Quién motivará a los jóvenes? ¿Quién establecerá los fundamentos en la vida de un niño? Si no eres misionero ¡no te preocupes! ¡Tu ministerio es el siguiente paso a las naciones! Eres tu el único que puede desempeñarlo y el único con el llamado para hacerlo y la mejor noticia no tengas miedo, ¡no necesitas ser misionero!

Regresando al relato... En la aldea evangelizamos a muchos jóvenes después de un juego de volleyball. Oramos por la ciu-dad por el pequeño pueblo, especialmente para que Dios diera los recursos necesarios para construir un templo a los creyentes allí. Al despedirnos cerca de 10 personas mostraron interes en conocer mas de Jesucristo y 2 más lo aceptaron como su Sal-vador.

Algo impresionante de este lugar es que puedes ver muchas de las montañas mas altas en el mundo. Cuando ví esta imagen de madrugada no podia creer lo que mis ojos veían, verlas tan imponentes frente a mi me hicieron sentir el mas pequeño de todos los hombres y entonces pude comprender que nuestro Dios, el Creador de todo, es más grande y poderoso que cual-quier cosa, que nada puede igualarse a Él y que aun los picos mas altos son nada en su presencia. Comprendí también que no importa cuanto creamos saber acerca de Él no es suficiente pues jamás entenderemos su poderío en esta tierra. También pude entender cuan importante es la humildad en cuanto a con-ocimiento, que nadie tiene el panorama completo de lo que Él es y que por lo tanto debo aprender a responder en amor para con mis semejantes. ¡Y pensar que todo esto vino solo de ver las montañas!

Al final de nuestro viaje regresamos a Katmandú solo para tomar una ducha, empacar de Nuevo y enfrentar un cambio más, pre-pararnos para ir a Biarritz en Francia. Y aquí estoy, escribiendo este boletín desde el aeropuerto de Mumbai en India, felíz de mi tiempo en Nepal y del regalo que Dios me ha dado de anunciar su Palabra.

ICI

no necesitamos más misioneros

ICI

Page 6: Boletín 7

“Una vida misionera no puede ser la excepción, es por eso que es impor-tante para todo cristiano (no nos limitemos a solo misioneros) tener los ojos bien puestos en Dios y no apartarlos de Él.

Hace poco recordaba como el Señor suplió mi necesidad ecónomica al terminar de pagar este viaje mediante una donación anónima de al-guien en la base, y meditando en ello llegaba a la conclusion de que el Señor siempre nos da respuestas ante nuestras necesidades pues si no lo hiciera no sería un buen padre ya que un buen Padre todo lo provee y si nuestro Dios no nos provee de lo necesario, ¿cómo decir que es un buen Padre? ¡Pero lo es!, esta en su naturaleza. Nuestro Dios es un buen Padre, ¡el mejor de todos! El siempre nos da la mejor, aunque a veces tengamos que esperar un poco. Siempre nos tiene una promesa reservada pero también nos hace pasar por fuego pues esto cambiará nuestro caracter y nos hará crecer en paciencia ya que debemos recor-dar que somos dependientes de Él.

- Padre, no tengo dinero… Respuesta: Ahora no lo necesitas.Que hay de mis necesidades básicas?Respuesta: Yo te daré la respuesta.

- Padre, no tengo pasta dental…Respuesta: No la necesi-tas. ¿Recuerdas que leíste en un libro que puedes la-var tu boca con sal y agua caliente? Bueno, ¡Funciona! Cepilla tus dientes y has gargaras con sal y agua cali-ente.

- Padre, no tengo dinero…Respuesta: Creeme, ahora no lo necesitas.

- Padre, no tengo desodor-anteRespuesta: No lo necesi-tas. ¿Recuerdas que tu abuela te enseño a usar limón si no había desodor-ante? ¡Funciona! ¡Úsalo!

- Padre, no hay suficiente comida y me quede con hambre…Respuesta: Tu cuerpo re-cibió lo que necesitas. ¿Que te parece un ayuno de tres días para comprobar que la comida no controla ni tu relación conmigo, ni la de-pendencia a la comida, ni tu estado de ánimo? “Escrito está, no solo de pan vivirá el hombre…”

- Padre, necesito talco en mis pies, ¡la humedad los hace oler muy mal y es necesario quitarse los zapa-tos en cualquier casa, y en el templo! (¡un argumento muy convincente!)Respuesta: No, no lo necesitas. ¿Recuerdas que en la Biblia cada persona que llegaba de un viaje a una casa se lavaba los pies? Inténtalo. Lava tus pies an-tes al final de la jornada.

- Padre, no hay luz y si no hay luz, no hay internet y necesito comunicarme con mi familia, Iglesia y amigos.Respuesta: No, no la necesitas y vamos ¡todo el país esta sin luz! ¿De verdad crees que es tan necesaria?- Padre, perdí mis lentesRespuesta: Fue tu descui-do.- ¿Puedo comprar unos nuevos?Respuesta: Solo esta vez.

- Padre, no tengo zapatosRespuesta: Si tienes y dos pares. Uno de ellos está en buen estado. Alternalos día a día o acaba con unos primero.

- Padre, mis pantalones es-tán rotos.Respuesta: Cóselos.

- Padre, no tengo shampooRespuesta: No lo necesi-tas. ¿Recuerdas que supiste

que después de dos sema-nas de no lavarlo tu cabello produce aceite para si mis-mo? - ¡Si pero es desagradable!Respuesta: Si no te agrada cortalo y por cierto, ¿recuer-das que siempre dijiste que el jabón no era bueno para afeitar y necesitabas crema y un gel para después de rasurar? Tampoco lo necesi-tas. No necesitas rastrillo ni crema para afeitar, mucho menos el bálsamo regenera-dor … puedes dejar crecer tu barba.

Reduciendo las necesi-dades básicas a BÁSICAS.

vida misioneraTodo mundo tiene necesidades, un plato de comida, un nuevo celular, pagar la tenencia, encontrar una casa … no importa si para algunos es absurda o no, son nuestras necesidades y ¡bien que pueden quitarnos el sueño!

Es así que ante la falta de dinero y la presentación de nuevas necesidades personales me pude encontrar con la respuesta de Dios y aunque espero no tarde la otra respuesta, esta por lo mientras suple lo que necesito y ¡lo disfruto y aprendo en Él! He aquí nuestra

pequeña conversación.

¡A p

unto

de

acab

ar m

i nue

vo lo

ok!

Y s

ólo

pa

ra a

cla

rar,

¡n

o! ¡

no

m

e vo

lví

mon

je!

ICI

Page 7: Boletín 7

El texto que salvo la semana

Vivir por fe no es sencillo.

No quiero sonar religioso con respecto al tema y por ello voy a decir que esperar la respuesta de Dios ante asuntos económicos ¡muchas veces resulta desesperante! Se requiere de oración, fe, confianza, conocimiento de la Palabra de Dios (para recordar y tener siempre presente sus promesas) pero sobre todo se requiere de pa-ciencia, cosa que a muchos jóvenes nos hace falta.

La paciencia no es uno de nuestros fuertes, sobre todo cuando en nuestra cultura las cosas suceden de inmediato. Damos un clic y aparece lo que buscamos, si queremos comer nunca falta la comida rápida o instantánea, los cajeros nos evitan las filaas, y así muchos ejemplos más. La pacienciaa moldea nuestro caracter pero cuando no tenemos la suficiente para contiinuar siempre es bueno tener ayuda de alguien sabio y con más experiencia.

Mucha gente me escribe en el e-mail o vía face-book y doy gracias a Dios por ello, muchos de

esos mensajes llegan a ser más que palabras de aliento y vienen a marcar la pauta a seguir en momentos decisivos o importantes.

En uno de estos correos, uno de los más recientes, recibí el recordato-rio que hasta ahora me ha permitido mantenerme firme y “cuerdo” sin el suficiente dinero ante las necesidades más básicas y delante de una sociedad consumista:

“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy ense-ñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

- Filipenses 4.11-13

¡Gracias por seguir escribiendo!