boceto n.º 551 (1947).boceto n.º 1.513 (1952). boceto n.º 1.302 (1951). boceto n.º 551 (1947)....

1
GIJÓN Martes, 15 de agosto de 2006 8 LA NUEVA ESPAÑA Boceto n.º 28 (1942). A la izquierda, boceto n.º 1.725 (1955). A la derecha, Aurelio en el domicilio madrileño de Rubio Camín (1959). Boceto n.º 118 (1946). Boceto n.º 319 (1947). Boceto n.º 326 (1948). Boceto n.º 327 (1947). Boceto n.º 328 (1947). Boceto n.º 427 (1947). Boceto n.º 1.619 (1954). Boceto n.º 550 (1947). Boceto n.º 2.472 (1964). Boceto n.º 1.858 (1957). Boceto n.º 2.505 (1965). Boceto n.º 1.513 (1952). Boceto n.º 1.302 (1951). Boceto n.º 551 (1947). J. C. GEA Aurelio Suárez a partir de cierto momento de su carrera escogió autoexiliarse de los circuitos con- vencionales del arte y fue también persona poco dada a figurar en actos sociales; de ahí que durante décadas su rostro no apareciese en ninguna publicación, y de ahí tam- bién la leyenda de hombre retirado que le acompañó hasta su muerte. Naturalmente, el pintor gijonés no se escondía –lo pueden atestiguar las personas que le trataban a diario en su ir y venir por la ciudad y los clientes a los que solía recibir en su domicilio–, pero el hecho es que, salvo por el documento aportado por la fotografía de Marcos León realizada a mediados de los años noventa y aparecida en LA NUEVA ESPAÑA, el pintor care- cía públicamente de rostro, incluso para sus propios paisanos, desde 1959, año en que aparecieron sus últimas fotos en prensa con motivo de una entrevista en el diario madrileño «El Alcázar». Esa espe- cie de anonimato se rompe ahora con motivo de la aparición del libro «Aureliografía», que aparecerá el próximo otoño editado por la Fun- dación Alvargonzález y recogerá los retratos y autorretratos del pin- tor cuyas muestras inéditas hoy da a conocer LA NUEVA ESPAÑA. Como otros aspectos de la vida de Aurelio Suárez, éste también comenzó a hacerse público des- pués de su fallecimiento, en abril de 2003. Y no sólo por la apari- ción de fotografías como las cita- das de 1959 con motivo de la exposición en Vértice de 2005, sino también por un material mucho más excepcional, debido a la propia mano del pintor. El primer asomo a los autorre- tratos aurelianos –que también enfocó en ocasiones como «auto- caricatura»– se pudo ver en la exposición «39 bocetos», organi- zada en 2005 por la sala Durero con patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA. Ahora esa visión propia se multiplica con alguna otra «autocaricatura» y con varios autorretratos, además de dibujos de las manos y los pies del artista en distintas actitudes –trabajando, sosteniendo una pipa– , y una serie de estupendas fotografías realiza- das por Joaquín Rubio Camín, de las que este diario ya había adelan- tado alguna muestra. Todo este material, más abun- dante documentación sobre el entorno vital, familiar, laboral e intelectual de Aurelio, formará parte de «Aureliografía», una aportación imprescindible para contextualizar la obra aureliana. Todos los rostros de Aurelio El libro «Aureliografía», de próxima aparición, reúne una colección inédita de retratos y autorretratos del pintor En la playa de San Lorenzo (1958). Con Camín en Valdediós (1990). Aurelio Suárez en Gijón (1951). ARCHIVO Y DOCUMENTACIÓN: G. J. SUÁREZ / FOTOGRAFÍAS: J. R.CAMÍN

Upload: others

Post on 27-Jan-2021

7 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • GIJÓN Martes, 15 de agosto de 20068 LA NUEVA ESPAÑA

    Boceto n.º 28 (1942).

    A la izquierda, boceto n.º 1.725 (1955). A la derecha, Aurelio en el domicilio madrileño de Rubio Camín (1959).

    Boceto n.º 118 (1946).

    Boceto n.º 319 (1947).

    Boceto n.º 326 (1948).

    Boceto n.º 327 (1947). Boceto n.º 328 (1947). Boceto n.º 427 (1947). Boceto n.º 1.619 (1954).Boceto n.º 550 (1947).

    Boceto n.º 2.472 (1964).

    Boceto n.º 1.858 (1957).

    Boceto n.º 2.505 (1965).

    Boceto n.º 1.513 (1952).

    Boceto n.º 1.302 (1951).

    Boceto n.º 551 (1947).

    J. C. GEAAurelio Suárez a partir de cierto

    momento de su carrera escogióautoexiliarse de los circuitos con-vencionales del arte y fue tambiénpersona poco dada a figurar enactos sociales; de ahí que durantedécadas su rostro no apareciese enninguna publicación, y de ahí tam-bién la leyenda de hombre retiradoque le acompañó hasta su muerte.Naturalmente, el pintor gijonés nose escondía –lo pueden atestiguarlas personas que le trataban a diarioen su ir y venir por la ciudad y losclientes a los que solía recibir en sudomicilio–, pero el hecho es que,salvo por el documento aportadopor la fotografía de Marcos Leónrealizada a mediados de los añosnoventa y aparecida en LANUEVA ESPAÑA, el pintor care-cía públicamente de rostro, inclusopara sus propios paisanos, desde1959, año en que aparecieron susúltimas fotos en prensa con motivode una entrevista en el diariomadrileño «El Alcázar». Esa espe-cie de anonimato se rompe ahoracon motivo de la aparición del libro«Aureliografía», que aparecerá elpróximo otoño editado por la Fun-dación Alvargonzález y recogerálos retratos y autorretratos del pin-tor cuyas muestras inéditas hoy daa conocer LA NUEVA ESPAÑA.

    Como otros aspectos de la vidade Aurelio Suárez, éste tambiéncomenzó a hacerse público des-pués de su fallecimiento, en abrilde 2003. Y no sólo por la apari-ción de fotografías como las cita-das de 1959 con motivo de laexposición en Vértice de 2005,sino también por un materialmucho más excepcional, debido ala propia mano del pintor.

    El primer asomo a los autorre-tratos aurelianos –que tambiénenfocó en ocasiones como «auto-caricatura»– se pudo ver en laexposición «39 bocetos», organi-zada en 2005 por la sala Durerocon patrocinio de LA NUEVAESPAÑA. Ahora esa visión propiase multiplica con alguna otra«autocaricatura» y con variosautorretratos, además de dibujosde las manos y los pies del artistaen distintas actitudes –trabajando,sosteniendo una pipa– , y una seriede estupendas fotografías realiza-das por Joaquín Rubio Camín, delas que este diario ya había adelan-tado alguna muestra.

    Todo este material, más abun-dante documentación sobre elentorno vital, familiar, laboral eintelectual de Aurelio, formaráparte de «Aureliografía», unaaportación imprescindible paracontextualizar la obra aureliana.

    Todos los rostros de AurelioEl libro «Aureliografía», de próxima aparición, reúne unacolección inédita de retratos y autorretratos del pintor

    En la playa de San Lorenzo (1958).

    Con Camín en Valdediós (1990).

    Aurelio Suárez en Gijón (1951).

    ARCHIVO Y DOCUMENTACIÓN: G. J. SUÁREZ / FOTOGRAFÍAS: J. R.CAMÍN