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2018

BLOCKCHAINLa cuarta revolución industrial

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2BLOCKCHAIN. LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

EDITORIAL

Con motivo de la celebración el pasado 17 de

marzo de la I edición del “Computational Law

& Blockchain Festival”, evento copatrocinado

por Lefebvre-El Derecho y organizado por la

Comunidad de LegalHackers, decidimos elaborar

este ebook aprovechando la participación en las

mesas de debate de los principales expertos en

tecnología blockchain del panorama nacional.

Este patrocinio se corresponde con la visión 360º

sobre el impacto de esta tecnología en el sector

legal y la firme apuesta de la editorial por la inno-

vación, con la creación de contenidos de calidad

como el primer Memento Nuevas Tecnologías,

informando sobre los cambios que vive el sector

a través de nuestro programa sobre Conversa-

ciones en la Azotea, y estando presentes en foros

y jornadas que apuesten por este nuevo paradig-

ma.


https://youtu.be/hmXuc9uRxR0

https://youtu.be/hmXuc9uRxR0

https://www.efl.es/catalogo/mementos/memento-derecho-de-las-nuevas-tecnologias

http://www.lefebvreelderecho.com/conversaciones-en-la-azotea/

http://www.lefebvreelderecho.com/conversaciones-en-la-azotea/


CON LA COLABORACIÓN DE:

En este trabajo no sólo se

habla de blockchain, sino

también de smart contracts,

bitcoins, ICO’s...palabras hasta

hace poco desconocidas para

los abogados pero que poco

a poco han ido calando en

nuestro día a día debido a los

cambios que la tecnología

y la transformación digital

han traído a nuestra forma de

trabajar y de relacionarnos con

los demás.

Nunca antes las innovaciones

tecnológicas habían despertado

tanto la curiosidad de los

profesionales del derecho,

más amigos de las letras que

de las cifras. Sin embargo, los

expertos que han colaborado

en este ebook nos convencen

de que ambos mundos no sólo

pueden convivir en armonía, sino

que están, irremediablemente,

obligados a entenderse.

La tecnología llama a nuestra

puerta... dejémosla entrar y

conocer todas las ventajas que

puede aportar a nuestro negocio.


https://legalhackers.org/

https://legalhackers.org/clbfest2018-hack/

http://www.uspceu.com/

http://www.abogacia.es/

https://institutodeinnovacionlegal.com/

https://emprendelaw.com/

http://marketingnize.com/

https://www.sociallex.com/

BLOCKCHAIN. LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Cualquier tecnología suficientemente

avanzada es equivalente a la magia.

Sir Arthur C. Clarke.



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Casos de uso de

blockchain. María Jesús González-Espejo

Blockchain: mito o

realidad.

Jaime Rodríguez Ramos

Posibles usos de block-chain en los juzgados. Iago Otero

La disrupción monetaria de las criptomonedas. Ricardo Palomo

Gobernanza y regu-lación de blockchain. Andrea Ortega

Desde el bitcoin hasta los Altcoins + ICO’s.Antonio Muniesa

ICO’s y fiscalidad de las cripto-monedas. Jesús González

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La digitalización del sector financiero: TOKENS e ICO’s. Fernando Ramos

¿Regular blockchain? Manuel González-Meneses

Naturalizando tecno-

logías blockchain y smart contracts.

Guillermo Pérez Alonso

¿De qué hablamos

cuando hablamos de

criptomonedas?

Paloma Llaneza

Legal design thinking: el

eslabón necesario para

convertir los contratos

en “smarts.

Laura Fauqueur

Aspectos sociales del

blockchain.

Bárbara Román

ÍNDICE

ICO’s: ¿hace falta una regulación?Alejandro Gómez de la Cruz

Blockchain aplicado:

nuevos modelos de

negocio

Sara Molina



CASOS DE USO DEL BLOCKCHAIN

MARÍA JESÚS GONZÁLEZ-ESPEJO

Socia fundadora Instituto de Innovación Legal y socia directora de Emprendelaw

Si hay una tecnología que puede transfor-

mar nuestro Estado de Derecho tal y como lo

conocemos hoy, es en mi opinión el blockchain,

cuya infancia nos está tocando vivir. Dicen los

expertos que es la infancia la etapa clave de la

vida de las personas, de la misma forma creo

que, las decisiones que durante esta infancia

se adopten sobre las aplicaciones y marco le-

gal del blockchain, pueden también resultar

claves para el futuro de nuestro sistema legal

e incluso de la competitividad de nuestro país.

Esto último fundamentado en el hecho de que

alrededor de la tecnología blockchain puede

generarse una potente industria, que atraerán

aquellos países que sean capaces de crear un

caldo de cultivo adecuado para su desarrollo.

Estamos ante una tecnología que tiene el poder de transformar

alguna de las instituciones sobre las que se asienta nuestro sistema legal.



¿Por qué el blockchain interesa tanto como tecnología? La respuesta es sencilla, porque puede dar

respuesta a retos que necesitan solución y

porque como solución, parece que podría

aportar, unos valores que los juristas aprecia-

mos particularmente: certeza y seguridad ju-

rídica y lógica.

Veamos a continuación, algunos casos de uso

de particular interés para nosotros los juristas:



Es importante señalar, para quienes aún no han entrado

en contacto con el ecosistema blockchain, que se trata de

la misma tecnología que se utiliza para la generación de

las criptomonedas (como el bitcoin, ether o las casi 1600

que parece que ya están en circulación según la web coin-

marketcap), así como que también es la tecnología que se

está usando para levantar fondos para financiar proyec-

tos empresariales de generación de nuevas criptomone-

das o de servicios o productos, basados en blockchain, sin

necesidad de acudir a un banco. A este tipo de instrumen-

to de financiación se le ha bautizado como ICO, acrónimo

que significa Initial Coin Offering (en español, oferta inicial

de moneda).

Estos proyectos exigen el desarrollo de un software que

se pone a disposición de la comunidad con la finalidad

de que los mineros (que son quienes generan las cadenas

de bloques) hagan su trabajo en ella. Los desarrolladores

realizan un pre-minado a puerta cerrada y ofrecen la

nueva moneda virtual a cambio de otras monedas que ya

circulan, como bitcoin, y que además son intercambiables

por dinero real en circulación. En el caso de las ICO, se

ofrece a unos inversores iniciales token a cambio de dinero.

Las ICO gozan de bastante éxito. Son ya cientos los

proyectos financiados de esta forma y el total invertido

es muy relevante. Es decir, que parece que estamos ante

unas modalidades de financiación empresarial, basadas

en blockchain y que generan confianza en determinados

Financiación de proyectos empresariales

1.



2.

colectivos de inversores, aunque parece que no tanta al

Banco de España quien emitió en enero de este año un

comunicado en el que entre otras afirmaciones señala

que “….En su mayoría, las ICOs están asociadas a proyec-

tos empresariales en etapas muy tempranas de desarrollo,

sin que exista un modelo de negocio consolidado o con flu-

jos de caja inciertos. Estas iniciativas pueden tener una alta

probabilidad de fracaso”.

Por otra parte, en un sector donde la información y su se-

guridad es crítica, una tecnología como el blockchain, que

puede garantizar su integridad, parece muy interesante y

por eso hay varios proyectos enfocados a la generación

de herramientas que ofrecen servicios similares a Drop-

box, pero garantizando la seguridad e inmutabilidad de los

documentos archivados.

Gestión documental segura



Además, registrar y certificar son actividades clave en

muchos procesos jurídicos y el blockchain es también

la tecnología idónea para generar registros. De hecho,

cuando se mira a los casos de uso existentes, se encuentran

varios que permiten el registro de obras a sus autores para

obtener el reconocimiento público de sus derechos de

propiedad intelectual.

Si se compara el mecanismo que permite a un autor incluir en uno de estos

registros su obra, un simple click con el papeleo que aún exige el registro de

la propiedad intelectual actualmente, la conclusión es obvia: el blockchain

es una solución muy cómoda para cubrir esa necesidad, y por tanto, no

parece descabellado pensar en que en un futuro no muy lejano el registro

de la propiedad intelectual se articule sobre tecnología blockchain.

Otro caso de uso para el que me parece obvio que el uso del blockchain

triunfará y además, lo hará en breve plazo, es el de la generación de títulos

y certificados que acreditan la realización de estudios o la tenencia del

derecho a ejercer una profesión. No hace falta mencionar aquí hechos

que nos resultan tan cercanos y que han afectado a varias universidades

y personajes del entorno político, para darse cuenta de que algo falla en

el sistema de acreditación profesional y de realización de estudios. La

tecnología blockchain permite también la generación de certificados y la

consulta de su veracidad por cualquiera.

Registro, generación de evidencias y certifi cación 3.


Contacto

SOBRE MARÍA JESÚS

Es asesora desde hace más de una década a

empresas, con vocación internacional, en las

áreas del desarrollo de negocio, marketing y

comunicación. Ha trabajado como directora

en empresas como Isofoton y Pérez-Llorca y

durante cinco años ha sido responsable del

branding económico de la región de Madrid,

dirigido a la atracción de inversores extranjeros

y a la internacionalización de sus empresas y

profesionales.

www.institutodeinnovacionlegal.com

https://emprendelaw.com/



NATURALIZANDO TECNOLOGÍAS BLOCKCHAIN Y SMART CONTRACTS

GUILLERMO PÉREZ ALONSO

Fundador y CEO de Social Lex y Co-organizadodor de Madrid Legal Hackers.

La inminente llegada de tecnologías descentralizadoras

como blockchain o Smartcontracts abren enormes retos

que afectan a todo el planeta, y que, además, de basarse

en un sólido e impecable desarrollo tecnológico, necesitan

un nuevo marco jurídico y regulatorio para que garantice la

privacidad, la seguridad y los derechos de todas las personas

a nivel global, de acuerdo con un marco legislativo entre los

países que se adhieran a este tipos de plataformas. Hemos

de saber que ya vivimos en un mundo donde los mercados

y las necesidades de las sociedades y sus ciudadanos son

globales, mientras que los Estados y sus instituciones políticas

siguen en buena parte anclados en límites territoriales, y en

mi opinión, tecnologías descentralizadas como blockchain

son producto de la evolución natural de nuestras sociedades.

Los abogados deben aprovechar el calado

natural de la tecnología blockchain y salir a su

encuentro, porque formará parte del día a día de ciudadanos y clientes.



Al hablar en términos de descentralización, el

reto está en reflexionar sobre la organización

de un mundo en el que los ciudadanos llegan

a tener su propia identidad digital para

relacionarse con el resto del planeta, donde

deben ser los propietarios de su información,

y cómo esto crearía todo tipo de nuevos

modelos de negocio y de facilidades para el

ciudadano o usuario de todo tipo de servicios,

tanto en la esfera privada como pública.

Podremos valernos de ella para dotar de mayor

seguridad jurídica a los intereses mercantiles e

intercambios comerciales, así cómo gestionar

mejor las oportunidades en materia de empleo

o vivienda, luchar contra la exclusión social o

acercarnos a proyectos tan necesarios como

garantizar el mejor reparto del agua.

Y todo ello en un contexto donde los

Estados y su clase política se alejan de ser la

representación democrática del conjunto de

individuos que lo componen, para ser un actor

más en el escenario social global y digital, y en

sus dinámicas del mercado global.



Bajo la inquietud que genera este

nuevo escenario, el 17 de marzo

de 2018, el movimiento inter-

nacional Legal Hackers se or-

ganizó a nivel global entre más

de la mitad de los 80 países que

lo conforman, entre ellos, los

capítulos españoles de Barcelo-

na y Madrid, el primer Computa-

tional Law & Blockchain Festival

(#clbfest2018), un evento de tres

días que reunió a programadores,

codificadores, diseñadores, in-

vestigadores, estudiantes y como

no, abogados y juristas, con la fi-

nalidad de colaborar y reflexion-

ar en la definición del futuro del

derecho, en todos sus ámbitos,

y la práctica legal con estas tec-

nologías como protagonistas.

Durante el evento, tuve la

oportunidad de hablar con muchos

abogados y sentir su inquietud

ante un nuevo escenario en el

que existe un “elevado” contenido

de carácter técnico que les

creaba, cuanto menos, sensación

de incertidumbre y muchas dudas

en la forma de abordar asuntos,

ya reales, donde la presencia

de esta clase de tecnología

comienza a hacerse notar en la

documentación que reciben de

parte de sus clientes en asuntos

como compras de mercaderías,

servicios a través de monedas

criptográficas, asesoramiento

tributario y fiscalidad sobre

bitcoins, etc.

Entiendo perfectamente esas

sensaciones porque las comparto,

en el sentido que, atendiendo a las

explicaciones de los ingenieros

sobre minerías de datos, nodos,

libros contables descentralizados,

tokenización, cadenas de bloques

de información, ICOs, es inevitable

comenzar a sentir un efecto

apabullante en uno mismo, al ver

que ya los propios conceptos

semánticos son difíciles de

comprender, sin ni siquiera

entrar en la parte más técnica

de lenguajes y giros técnicos

que posiblemente no logremos

comprender ni conocer nunca.



Aunque efectivamente nos pueda invadir, cuanto

menos, una inquietante sensación de incertidumbre,

no se trata de que los abogados tengan que saber

escribir líneas de código ni interpretar la programación,

pero sí se requerirá esfuerzo por su parte para conocer

la génesis de estas tecnologías y por qué han llegado

a crearse, y para qué.

Para intentar explicarlo mejor, comparto lo que

comenté en mi intervención durante el Festival, y

es que, al igual que para comprender una ópera no

es necesario saber escribir música, lo importante es

acercarse a escuchar cómo “suena esta nueva música”

que resuena a través de tecnologías blockchain o



smartcontracts. Por tanto, no se trata de tener que saber

el lenguaje musical como de lenguajes de programación,

pero sí el familiarizarse con los elementos que se utilizan

en las partituras, acercarse a mapas conceptuales, como

si tokens, ICOs u oráculos, fueran las notas y las figuras

musicales.

Debemos tener en cuenta, inmersos en nuestra actividad

diaria, que no somos capaces de percibir cómo la

tecnología y sus formas acaban calando de forma natural

entre nosotros. Así, ya vemos cómo muchos de nuestros

abuelos y abuelas son capaces de manejar emoticonos o

gifs al comunicarse con nosotros o compartir toda clase de

información en grupos por whatsapp, porque sus nietos,

se lo han enseñado en pocos minutos a través de un

móvil que les hemos regalado los hijos. Y todo, de manera

natural.

Lo mismo debe ocurrir entre nosotros como profesionales,

siendo protagonistas directos de este ciclo de

reestructuración que estamos viviendo con esta clase de

tecnologías como blockchain o smartcontracts.

En mi opinión los abogados deben aprovechar el calado

natural de estas tecnologías en nuestras sociedades y

estar abiertos a salir a su encuentro en estos momentos en

lo que todavía están en una fase temprana de desarrollo

y adoptarlas de forma natural, porque formarán parte de

nuestro día a día, y el de nuestros conciudadanos y clientes.


Contacto

SOBRE GUILLERMO

Guillermo es Socio Director de Social Lex, agencia

estratégica de marketing y comunicación

para despachos de abogados e instituciones

jurídicas. Miembro co-fundador de la Asociación

Inkietos y co-organizador del capítulo de Madrid

del movimiento internacional de legatech Legal

Hackers.

[email protected]

650 623 902

www.sociallex.com

LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/gperezalonso/

Twitter: https://twitter.com/gperezalonso

Instagram: https://www.instagram.com/gperezalonso/



BLOCKCHAIN APLICADO: NUEVOS MODELOS DE NEGOCIO

SARA MOLINA

CEO Marketingnize

El blockchain supone un cambio de paradigma que ha

llevado incluso a los expertos a ver en esta tecnología

la cuarta revolución industrial. Su tecnología es muy

potente no sólo aplicada a las criptomonedas o los

smartcontracts sino también como una herramienta

para trabajar en nuevos modelos de negocio y nuevas

fórmulas en base la descentralización de la gestión

empresarial, del conocimiento y de las personas de

forma más colaborativa

El blockchain facilita también la toma de decisiones en base al uso

de la inteligencia colaborativa desde un enfoque redárquico.



Más allá de los bitcoins y de los smartcontracts

los usos a futuro de esta tecnología ofrecen

una perspectiva mucho más amplia a nivel

global, incluso siendo de gran utilidad para el

desarrollo de proyectos solidarios en base a

los conceptos de redarquía y colaboración.

Cabe destacar que esta tecnología supone una

revolución en cuanto a la gestión empresarial

gracias a la eliminación de los sesgos de

información y de los intermediarios, pudiendo

ser útil para funciones tan diversas como

el reparto justo de beneficios, la gestión de

cadena de suministros, contratación por medio

de smartcontracts o el pago en los términos

acordados en base a datos objetivos y nuevas

formas de liderazgo.

El blockchain tiene como pilares la transparencia,

la horizontalidad y el liderazgo distribuido.

Todo ello hace posible la descentralización

en la gestión empresarial respecto a la toma

de decisiones, la gestión del conocimiento y

de las personas aprovechando la inteligencia

colaborativa de sus nodos.



Esta tecnología no sólo está en

el futuro sino que hoy ya es una

realidad, un ejemplo de ello es la

start up Aragon, creada por dos

españoles de 20 y 21 años, que

a través de su software basado

en la tecnología blockchain,

dan la posibilidad de gestionar

empresas a escala global de

manera más eficiente, agilizando

y transformando procesos.

En palabras de Cuende, uno de

sus creadores, buscan “liberar

a los usuarios para que puedan

crear valor y organizarse de

forma completamente distri-

buida y autónoma. Es algo que

comenzamos a ver con la economía

colaborativa. Sin embargo, a

diferencia de plataformas del

tipo Uber o Airbnb, los usuarios

pueden organizarse sin necesidad

de que exista un intermediario

que regule sus transacciones”



Por otro lado, la tecnología de blockchain podría servir

para resolver los desafíos a los que se enfrentan

muchos gobiernos para mantener y proteger los datos

de registros públicos como certificados de nacimiento,

matrimonio, defunción, ejecutar “sentencias inteli-

gentes”... O con fines tan variados como realizar

votaciones seguras o recaudar impuestos. Acabando

así con el papeleo, las pérdidas de documentación, los

trámites burocráticos... y tendiendo a un real papel 0.



Los desarrollos con blockchain permiten la

“democratización” de esta tecnología ya que la revolución

puede empezar de abajo a arriba y no sólo depender

de grandes empresas. Adquiere por tanto así un papel

relevante las start ups como Aragon que además tienen

una mayor flexibilidad y capacidad de cambio.

Finalmente la autorregulación y la gobernanza de esta

tecnología se encuentran en pleno desarrollo.


Contacto

SOBRE SARA

Ha desarrollado su carrera tanto en el sector jurídico en el que se encuentra

volcada ahora, como en el de la comunicación o la consultoría estratégica. Así

mismo cuenta con experiencia en proyectos de organización de empresas en

sectores como en el sector energético, médico o la industria alimentaria.

Máster en Coaching, Inteligencia emocional y PNL por la Asociación Internacional

de Coaching y Psicología, Máster en Negocio y Derecho de las Telecomunicaciones,

especializada en Marketing On-line por la UNED y Ciclos formativos del IESE de

Marketing Digital.

Coordinadora y Autora del “Manual de Dirección, Gestión y Marketing jurídicos”

y de “El Abogado 3.0”. Ponente habitual en Congresos, Universidades y escuelas

de negocios. Cuenta con diversos artículos sobre Management, Marketing,

Tecnología e innovación en los despachos en distintos medios del sector jurídico

a nivel nacional e internacional.

www.marketingnize.com

@saramolinapt

@marketingnize

Consultora Estratégica y Coach

Executive en proyectos estratégicos

de Gestión del cambio en despachos.

Licenciada en Derecho especializada

en el área Digital. Además es Presidenta

de la Sección de Gestión de Despachos

e Innovación del Colegio de Abogados

de Madrid. Coorganizadora de Legal

Hackers Madrid y Colaboradora del

Observatorio Iberoamericano de

Protección de Datos.



ASPECTOS SOCIALES DE LA BLOCKCHAIN

BÁRBARA ROMÁN MÉNDEZ

CEO NoLegalTech. Consultora legal para empresas tecnológicas, hace experimentos en el lugar donde se encuentran el Derecho y la Tecnología.

La intención inicial de blockchain era

crear una economía sin intermediarios, a

través de una plataforma que generara

un espacio seguro de confianza

para los usuarios y que implicara a

la larga mejores servicios por menor

coste. La tecnología blockchain solo

es un instrumento, y aplicándola a

determinados sectores o servicios,

podemos eliminar lo que sobra para

quedarnos con lo esencial. Para mí,

la magia de blockchain es ponerse al

servicio de las personas. ¿Por qué no

usar esas cualidades para mejorar el

impacto de la tecnología en sus vidas?

La blockchain sólo es un instrumento al servicio de la sociedad y puede

ser tan buena o tan mala como nosotros

decidamos usarla.



Pongamos la transparencia que brinda esta

nueva tecnología al servicio de la sociedad,

por ejemplo, bonificando el uso de una

contabilidad distribuida en las empresas o en

la propia Administración. Mejoremos el sistema

de gobierno a través de la trazabilidad que

podrían tener los fondos que los ciudadanos

destinamos al sostenimiento del estado de

bienestar. Apoyemos la inclusión social de los

colectivos más desfavorecidos por medio de

aplicaciones efectivas que aporten soluciones

reales, escalables y sobre todo accesibles

a toda la sociedad. En un mundo donde se

intenta luchar contra las fake news y las

postverdades, ¿qué resulta más valioso que el

acceso garantizado a información veraz?

Parece que algo se mueve cuando la propia

Unión Europea plantea retos como el Horizon

Price, con una dotación para los premios de

cinco millones de euros, para potenciar los fines

sociales vinculados a proyectos desarrollados

con blockchain, premiando propuestas como

la trazabilidad en los procesos de producción

o la participación ciudadana en el sistema



político, o Consensys alienta iniciativas similares. No

caigamos en el tópico de identificar la blockchain con

la especulación financiera o la delincuencia, porque

detrás de esto hay toda una comunidad involucrada

en que de verdad las cosas funcionen, y funcionen

bien, poniendo en el centro a las personas a través de

sus nodos. “Blockchain for good”, que dirían algunos.

¿Es tan fácil liberar a los usuarios de la función de

los intermediarios de servicios? No, pero tampoco

podemos renunciar a la idea de una economía

colaborativa donde sean los miles de usuarios de la

red los que realmente tengan el control efectivo sobre

el sistema. ¿Es al final el exceso de regulación por parte

de los estados el problema? ¿Resulta más sencillo

configurar un sistema de voto electrónico eficaz

y seguro en Sierra Leona que en un país europeo?

¿Puede Suecia utilizar la tecnología blockchain para

crear un registro de la propiedad pero no España?


Contacto

SOBRE BÁRBARA

Es la autora intelectual de NoLegaltech,

cofounder y CEO. Básicamente, se dedica a

tomar decisiones y a hablar con gente. Después

de 10 años de ejercicio tradicional en despachos

internacionales, abre una nueva etapa de su

vida coorganizando el primer foro de blockchain

para abogados en España y el primer congreso

internacional Legaltech en Donosti. Experta en

derecho tecnológico, defensora del software

libre, conferenciante.

https://www.nolegaltech.com/es-ES

Twitter: @NoLegalTech

Blog: https://nolegaltech.com/es-ES/blog/p/1



LEGAL DESIGN THINKING: EL ESLABÓN NECESARIO PARA LA TRANSFORMACIÓN DE LOS CONTRATOS EN “SMARTS”

LAURA FAUQUEUR

Cofundadora del Instituto de Innovación Legal, Directora de Marketing en Adarve Abogados, Coorganizadora de Legal Hackers Madrid.

Aparte de los retos tecnológicos y puramente

jurídicos a superar para que aumente el uso de

los smart contracts, existe un problema de forma

que implica también mucho fondo: la comprensión

de los contratos, sean “tontos” o “inteligentes”. El

hecho de que el famoso “if / then” (si/entonces) de

la programación algorítmica deba cumplirse en un

contrato que se pueda hacer inteligente, es a la vez

un gran desafío y una maravillosa oportunidad para el

Derecho de trabajar en mejorar su comprensibilidad.

Un reto que actualmente frena la transformación de

más contratos tradicionales en smart contracts es la

comprensibilidad. El design thinking es la solución.



Si bien hemos visto como los casos de uso de

los smart contracts se iban multiplicando en

los pasados años/meses, siguen existiendo

numerosos impedimentos para una adopción

más generalizada de los mismos. Escuchamos

muchas voces afirmar tajantemente que

determinados tipos de contratos no pueden

transformarse en smart contracts, quienes esto

afirman, lo justifican en la materia/complejidad

del contrato. Sin embargo, nuestra visión es

que, en muchos casos, no es tanto cuestión

de fondo, como de forma. Me explico, nuestra

visión es que la imposibilidad de transformar

un contrato en Smart contract se debe en

numerosas ocasiones al hecho de que la

redacción de los contratos “tradicionales” es

diametralmente opuesta a la que requiere

un Smart contract y es que con demasiada

frecuencia, están llenos de conceptos jurídicos

indeterminados, ambigüedades, sospechas y

presunciones. Además, son innecesariamente

extensos, y redactados de una forma poco (o

nada) comprensible para el lego.



Por su parte, un Smart Contract

necesita, aparte de código,

transparencia, comprensibilidad

y colaboración entre las partes.

Parece pues obvio que la

conversión del primero en lo

segundo, requiere de un cambio

de forma de trabajar bastante

significativo.

Sabemos que los smart contracts

no son tal cosa, que no son

inteligentes sino todo lo contrario,

pues en la práctica no son más que

la automatización de contratos

ya pactados entre las partes.

Pero para poder ser ejecutados,

obligan a una ausencia completa

de ambigüedad. Por lo tanto, la

comprensibilidad es clave para

la conversión del contrato en

“Smart”.

Y para lograrlo, es necesario un

cambio radical de la visión que

se tiene sobre el papel del propio

contrato: dejar de verlo como

una puerta blindada acorazada

que protege a mi cliente en

caso necesario (para el jurista)

o un aburrido pero necesario

documento a guardar en una

carpeta (¿ya digital?) y rescatar

en caso de problema o conflicto

(para el cliente).

Al contrario, se trata de entender

un contrato como un instrumento

de comunicación entre las partes,

de fomento del intercambio entre

ellas; un documento de referencia,

un manual de instrucciones

para las relaciones de cualquier

tipo que se formalicen entre las

partes. Existe una disciplina que

es de vital ayuda para quienes

se proponen este cambio de

paradigma: el legal design, es

decir, la adaptación del design

thinking al entorno jurídico, y en

este caso contractual.

El design thinking se define como

una herramienta de resolución de

problemas centrada en las perso-

nas, y mediante el uso de la cre-

atividad; está basada en la for-

ma de trabajar los diseñadores,

y consiste en trabajar en varias

fases, realizando ejercicios prác-

ticos, hasta llegar a la creación de

la solución óptima, sea para un

producto, un servicio, o en nues-

tro caso, un mejor contrato.



¿Qué podemos hacer entonces para que los contratos sean desde su origen más fáciles de transformar en smart contracts? Nosotros creemos que la solución es sencilla, el

“contract by design”, es decir su redacción usando

la metodología del design thinking para que nazcan

siendo plenamente comprensibles, transparentes y

favorecedoras de la mejor relación posible entre las

partes.



En conclusión, la desambiguación de los contratos

es “conditio sine qua non” para lograr un mayor

uso de los smart contracts y es también una severa

necesidad para la sociedad en su conjunto. El legal

design thinking es la pieza que faltaba en el puzzle

y que puede ayudar a fomentar el desarrollo de los

smart contracts y de paso a mejorar la calidad de

los contratos y de las relaciones contractuales.


Contacto

SOBRE LAURA

Intérprete de juicios y conferencias convertida

hace más de una década al marketing jurídico.

Comprometida con el desarrollo y promoción

de la legaltech desde hace años.

https://institutodeinnovacionlegal.com/

LinkedIn: www.linkedin.com/in/laurafauq

Twitter: https://twitter.com/laurafauq?lang=es



¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE CRIPTOMONEDAS?

PALOMA LLANEZA GONZÁLEZ

Socia de Razona Legaltech. Abogado.

Bitcoin, la criptomoneda originaria, y la tecnología

criptográfica (la blockchain) subyacente están

sin duda de moda. Las ICO (Initial Coin Offering)

se han colado en nuestras conversaciones de

un año a esta parte. Cada vez más personas

hacen pruebas con sus wallets y apuestan a

varias criptomonedas para probar el sistema,

aprender o simplemente especular. De ser

una materia solo para iniciados, en un tiempo

sorprendentemente corto, su naturaleza legal

como moneda está en el centro del debate

mientras la amenaza de la regulación y del

control fiscal, que lleva planeando los últimos

años sobre este ecosistema, se hace cada vez

más presente.

Un token, representación electrónica de la unidad “monetaria”, es, en mi opinión, un derecho de crédito frente a la

comunidad que la genera, titulizable y negociable.



Parecería innecesario volver a

explicar las diferencias entre

bitcoin, blockchain y las demás

criptomonedas. A estas alturas

el lector ya habrá aprendido que

bitcoin es el resultado de un

paper de un desconocido Satoshi

Nakamoto que proponía una

moneda digital, emitida de manera

distribuida por la comunidad,

al margen del poder político,

y manteniendo el anonimato.

Cuando regreso al pensamiento

ciberpunk del Sr. Nakamoto me

pregunto qué pensará al ver

su creación convertida en un

elemento altamente especulativo

y volátil que cotiza en el mercado

de valores, y como se sentirá

al ver la criptografía como algo

apetecible para el mercado,

pues eso es en lo que se basa

la tecnología subyacente, la

blockchain.

El encadenado y hasheado

de operaciones o logs usando

criptografía en la que se basa

blockchain es una tecnología no

solo disponible sino en uso en

muchos sectores en los que el

mantenimiento de la integridad

de las operaciones es y ha

sido siempre esencial. Lo que

resulta novedoso es que se haya

aceptado el uso de crypto con

tanto entusiasmo, cuando es

una tecnología que siempre ha

dado pereza por su capacidad de

ralentizar los procesos. El elemento

de la distribución del libro de

operaciones y de la validación

por la comunidad, sin embargo,

sí que resulta novedoso y es, tal

vez, una de las grandes fortalezas

del sistema. La conectividad,

la rapidez de las operaciones

comparados con otros entornos

(como el de las transferencias

bancarias, sobre todo en países

con baja bancarización) y el

acceso por cualquiera ha hecho

despegar esta solución y generar

nuevos entornos como son los de

las criptomonedas alternativas,

públicas y privadas, y las ICO

como elemento de financiación

de proyectos.



Llegados a este punto diré que un token, que

es la representación electrónica de la unidad

“monetaria”, es, en mi opinión, un derecho

de crédito frente a la comunidad que la

genera (o la entidad que la emite), titulizable

y negociable. De ahí que el fenómeno de las

ICOs sea explicable, como mercado alternativo

de adquisición de tokens negociables en

mercados en los que se acepten como

Ethereum. Porque como sistema racional

de inversión en proyectos viables carece de

ninguna lógica. La media de las ICOs más

relevantes han conseguido financiaciones

muy por encima de los 100 millones de dólares

(algunas por encima de los 1000 millones)

con poco más que una idea, un whitepaper, y

unas cuantas presentaciones de power point.

Ninguna ha desarrollado lo que ha prometido

y resulta preocupante el lento ritmo que llevan

para la consecución de su objetivo, lo que le

aleja de otros sistemas de financiación muchos

más estrictos.

Es innegable el potencial de una tecnología

que permite emitir y gestionar identidades,

ejecutar contratos, o generar derechos de

crédito negociables. Sería una pena que un

uso extensivo y poco ético diera al traste con

esta potencialidad. El tiempo lo dirá.


Contacto

SOBRE PALOMA

Abogado, CYSA, experta en ciberseguridad.

Fundadora de la consultora Razona LegalTech.

www.razonalegaltech.com

Twitter: @palomallaneza



BLOCKCHAIN: MITO O REALIDAD

JAIME RODRIGUEZ-RAMOS

Autor “Beyond Digital”

El blockchain ha entrado con fuerza en la

conciencia colectiva durante 2017. Algunos

lo ven como la nueva tecnología que lo va a

cambiar todo, otros piensan que hay mucha

exageración en como se ve el fenómeno. Para

valorar el estado real hay que entrar a valorar lo

que está pasando en cada uno de los principales

usos del blockchain: criptomoneda, token o

tecnología para uso interno. El blockchain parece

una tecnología que aporta capacidades nuevas,

que pueden ser transformacionales. A la vez,

las aplicaciones prácticas desarrolladas hasta

el momento son muy escasas y de bajo valor, a

pesar de un nivel de inversión muy elevado.

Blockchain tiene el potencial de digitalizar la confianza, transformando

la sociedad y las empresas. A la vez su despliegue requerirá

tiempo para madurar.



Blockchain es una tecnología

que, tras varios años de estar

solo entre algunos iniciados,

entró fuertemente en la

conciencia colectiva durante

2017. El incremento de precio del

bitcoin y el interés de empresas

de varios sectores hizo que

adquiriera mucha notoriedad.

Ante este “boom” del blockchain

hay entusiastas y escépticos. En

este artículo exploraremos los

argumentos de cada uno según

el caso de uso.

La tecnología blockchain es una

nueva forma de almacenar datos

y realizar computaciones basada

en criptografía y tecnologías de

consenso “peer to peer”. Si bien

la base técnica es compleja, las

ventajas de esta tecnología son

claras. Permite construir un registro

de información descentralizado

que a la vez es resistente a

intentos de manipulación. Por lo

tanto, permite descentralizar la

confianza entre un conjunto de

desconocidos.

Esta capacidad de descentralizar

confianza se está usando funda-

mentalmente en tres ámbitos. En

primer lugar, las criptomonedas,

donde se usa el registro para

crear una moneda virtual. En

las criptomonedas, las más

conocidas son bitcoin, Ethereum,

Ripple y Litecoin. En segundo lugar,

los tokens permiten, más allá de

su valor de intercambio, acceder

a servicios específicos. Ethereum,

por ejemplo, permite acceder a

recursos de computación. Los

“tokens” se han usado para lanzar

“Initial Coin Offerings” (ICOs) que

han atraído miles de millones

de dólares. Finalmente, también

hay muchos casos de uso del

blockchain como tecnología

interna para una compañía o un

grupo cerrado de compañías.

Las criptomonedas, aunque

han sufrido una subida de

precio relevante, tienen algunas

propiedades atractivas como su

flexibilidad, facilidad de uso y

resistencia a la inflación. Por otro

lado, muchas de las monedas

están demostrando tener poco



valor más allá de la especulación lo que ha llevado

a una caída importante en 2018. Además, el uso

transaccional de las mismas es todavía muy limitado,

y algunas monedas parecen esquemas oportunistas

para capturar fondos. Por lo tanto, las criptomonedas

pueden ser una categoría de inversión interesante

pero de alto riesgo.

Los tokens abren nuevos modelos que no son factibles

desde esquemas tradicionales. Además, ha habido un

influjo muy importante de fondos (>3.000 millones de

dólares en 2017) con grandes inversores de prestigio

participando y algunas empresas con tracción como

Telegram participando. Sin embargo, las empresas

que han participado en ICOs no han mostrado todavía

ni casos prácticos ni resultados reales después

de muchos millones y muchos meses. Por lo tanto,

aunque el blockchain puede traer el siguiente Google

y Facebook, lo esperable es que la mayoría de las

ICOs fracasen como paso en el internet boom.

Finalmente, el uso interno del blockchain como

tecnología tendrá áreas de aplicación donde sea

necesario descentralizar la confianza, como el

comercio internacional. Por ahora no ha pasado

de la prueba de concepto y el uso corporativo de

la tecnología suele requerir años hasta que se

desarrolla el expertise. Por lo tanto, podemos esperar

un desarrollo lento pero seguro de la tecnología.


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SOBRE JAIME

Es el autor del libro “Beyond Digital”

y tiene una amplia experiencia en el

sector Tecnología con empresas como

McKinsey y Deloitte.

Twitter: @jaimerrf

Linkedin: linkedin.com/in/jaime-rodriguez-ramos-a01a12



POSIBLES USOS DE BLOCKCHAIN EN EL JUZGADO

IAGO OTERO MOREIRAS

Fundador de #Abogados_504

Cuando legalhacker Madrid me

propuso dar una charla sobre

“casos de uso de blockchain” tuvo

claro desde un principio, que no

quería hablar sobre las utilidades

más conocidas, como propiedad

intelectual, logística, o el sector

inmobiliario. Por eso, dado que

íbamos a dar una charla donde

gran parte del auditorio eran

juristas o futuros juristas, decidí

hablar sobre los posibles usos

que se le podría dar a blockchain

en el juzgado.

Son muchas aplicaciones que podría tener

blockchain en nuestros juzgados, las cuales

podrían conseguir tener una justicia más rápida,

eficaz y segura.



El primer uso que se me ocurre, y el más conocido,

es usar la cadena de bloques como registro, ya sea de

la propiedad -en este aspecto están trabajando países

como Suecia o Nicaragua-, o como registro civil (filiación,

matrimonio, defunción, - en este aspecto está trabajando

Estonia, por ejemplo. Siendo la principal ventaja de estos

registros, el hecho de que son accesibles desde cualquier

parte del mundo y que no pueden ser modificados, por

lo que podremos acreditar nuestro matrimonio o que

somos propietarios de un inmueble en cualquier parte del

mundo, sin tener que acudir al registro de nuestro país

para conseguir un certificado.

Registro

1.

2. Los abogados hemos oído hablar mucho del expediente

digital y de que éste debe implementarse lo antes posible

en nuestros juzgados. Sin embargo, aún no hay ningún

avance significativo. Lexnet no represente ningún avance

en este aspecto.

Una forma de implementar este expediente digital puede

ser a través de blockchain mediante el almacenamiento

en una nube descentralizada, como por ejemplo, hace

Storj, Sia o Maidsafe. Donde se almacenarían toda la

información de un expediente judicial, al que mediante un

sistema de permisos solo puedan acceder las personas

autorizadas.

Expediente digital



La importancia de la «cadena de custodia» es evidente

al entroncarse directamente con el derecho a la prueba,

a un proceso con todas las garantías y a la presunción

de inocencia. Efectivamente, los derechos citados, que

constituyen el fundamento del proceso penal, se basan en

la existencia de una prueba válida que pueda ser objeto

de valoración y constituir, en su caso, prueba de cargo.

La importancia de esta cuestión no pasa desapercibida

para las partes acusadas en el proceso penal que suelen

hacer uso de la alegación de infracción de la «cadena

de custodia» y no les falta razón a los impugnantes para

denunciar infracciones en esta materia, puesto que el

tratamiento de las evidencias en el proceso penal es en

muchas ocasiones inadecuado y deficiente.

Para solventar este problema, podríamos utilizar blockchain

como sistema para garantizar el procedimiento de

recogida, traslado y custodia de las evidencias, el

cual debe garantizar la autenticidad, inalterabilidad e

indemnidad de la prueba pericial que se realice sobre las

muestras e indicios obtenidos. Provenace.org, SkuChain

o Everledger, están utilizando blockchain para trazar y

garantizar la procedencia de productos alimentarios,

diamantes u obras de arte. ¿Entonces por qué no utilizar

blockchain para garantizar la cadena de custodia?

Cadena de custodia

3.



Por último, el caso más evidente que se me ocurre, es

aplicar la tecnología blockchain y de los SmartContracts

para realizar “fallos inteligentes” que se auto-ejecuten,

evitando así largos y tediosos procedimientos de ejecución.

El caso donde este uso podría ser más útil sería en las

pensiones de alimentos. En la mayoría de los casos, nos

encontramos que el obligado debe abonar una cantidad

todos los meses durante varios años, pues si la sentencia

que fija esa cuantía tuviera un “fallo inteligente”, este

comprobaría de manera autómata y automática que

dicha obligación se cumple todos los meses, además de

mantener un registro de todos los pagos realizados.

Incluso podríamos ir más allá e indicar a ese fallo inteligente

que en caso de incumplimiento realice alguna acción, ya

sea iniciar automáticamente el proceso de ejecución, o

si se diese los requisitos legales, iniciar el procedimiento

penal por impago de pensiones.

Se podría utilizar en mucho más casos, obviamente en

cualquier sentencia que condene al pago de una cantidad

de forma periódica. Pero también podría garantizar el

cumplimiento de las obligaciones de hacer validando

esta acción mediante un oráculo que indique si la parte

obligada realizó la obligación o la incumplió en el

Del contrato inteligente a la sentencia inteligente 4.



Como veis, estas son algunas de las

muchas aplicaciones que podría tener

blockchain en nuestros juzgados, las

cuales podrían conseguir tener una

justicia más rápida, eficaz y segura.

¿Veremos algún día alguna de estas (o

similares) aplicaciones en los juzgados?

Yo tengo mis dudas el mundo jurídico no

se ha caracterizado por su innovación

y adopción de nuevas tecnologías y

mucho menos los juzgados. ¿Vosotros

que opináis?


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SOBRE IAGO

Abogado especializado en blockchain y nuevas

tecnologías. Auditor legal de software. I+D Legal.

https://www.linkedin.com/in/iagootero/



LA DISRUPCIÓN MONETARIA DE LAS CRIPTOMONEDAS

RICARDO J. PALOMO-ZURDO

Catedrático de Finanzas de Universidad CEU San Pablo, Vicepresidente de Fundación para la Innovación Financiera y la Economía Digital (FIFED) y Director del Blockchain & DLT Lab CEU.

La política monetaria puede ser considerada como una

de las “armas” principales del arsenal disponible para la

gestión de la economía de los países en tiempos de paz.

La capacidad de los Estados para encauzar la economía

mediante políticas monetarias y fiscales, así como el

reconocimiento de la moneda de curso legal como

medio de pago y depósito de valor han procurado a los

Estados una suerte de control de los instrumentos de

control socio-económicos durante una era industrial que

ahora llega a su ocaso con el advenimiento de la nueva

era digital.

La disrupción cripto-monetaria se puede intentar frenar, no

eliminar, aunque sí se puede encauzar si las

autoridades actúan inteligentemente.



La existencia de un millar y

medio de criptomonedas y las

estimaciones sobre los 5 millones

de usuarios en todo el planeta

han conducido a una considerable

popularidad de algo controvertido

y con diferentes acepciones,

admitido en algunos países como

medio de pago; considerado un

activo no financiero en otros;

o tratado como materia prima.

bitcoin Ether, Ripple, LiteCoin,

Dash,…, son las más conocidas.

Las criptomonedas están configu-

rando un panorama disruptivo

e innovador, para muchos fasci-

nante, pero también controverti-

do e inquietante, dado que, en su

planteamiento más trascendente,

puede percibirse como el albor

de un sistema monetario alterna-

tivo al tradicional; aunque su vol-

umen sea aún ínfimo en términos

relativos globales.

Que una moneda no sea emitida

por un Estado soberano, que no

tenga una autoridad monetaria a

modo de banco central y que su

volumen en circulación no pueda

ser controlado; resulta clara-

mente un desafío al orden mon-

etario establecido. Cabe record-

ar que la peseta nació en 1868 y

el Banco de San Carlos (precursor

del Banco de España) en 1782; y

que no fue hasta después de la

Revolución Francesa, coinciden-

te con el inicio de la era industrial,

cuando los países comenzaron a

contar con monedas nacionales,

circulando hasta entonces diver-

sidad de monedas dentro de un

mismo país.

Actualmente se puede dar por

cerrada la era industrial con el

advenimiento de la nueva era

digital; y, de nuevo, parece que

esta transición coincide el tímido

nacimiento de este fenómeno

monetario. La tecnología que ha

obrado el cambio es blockchain,

y se ha gestado durante la mayor

crisis financiera internacional

conocida, utilizando Internet

como medio propagador de este

“alzamiento criptomonetario”.



Se trata de monedas virtuales con fuerte volatilidad, con incertidumbres

sobre su convertibilidad y su regulación, basadas en la encriptación electrónica

de “cadenas de bloques” (blockchain) y operadas sobre una red P2P (Peer to

Peer). Muy arriesgadas y nada aconsejables como medio de inversión, pero,

probablemente, llamadas a forzar la cripto-conversión de las divisas tradicionales.

Su creciente notoriedad desconcierta a los reguladores financieros, algunos

de los cuales han optado por restringirla, o por prohibir operaciones financieras

fundamentadas en las monedas virtuales, como es el caso de las denominadas

ICOs (Initial Coin Offering), una nueva modalidad de financiación empresarial

mediante emisiones de criptomonedas y tokens asociadas a ellas. Este

fenómeno, el de la tokenización, que permitirá globalizar el trueque digital y

movilizar cualquier tipo de activo como medio de pago o de transferencia de

valor o propiedad, ha llegado a acuñar el concepto de tokenomics, economía

tokenizada o tokeneconomía.

Sin duda alguna, las criptomonedas introducen novedades en la teoría del dinero,

al tiempo que se erigen como símbolo del empoderamiento financiero para la

parte más romántica e idealista de sus usuarios, un símbolo de democratización

financiera frente a las devaluaciones unilaterales o al cerco a su movilidad (el

“corralito”). Otros, menos sensibles al llamado criptoanarquismo, simplemente

aprovechan su existencia con ánimo especulativo.

Es lógico que las autoridades monetarias miren con recelo la entrada en

escena de nuevas monedas que arañen el “oligopolio” monetario y que además

se puedan utilizar en la economía sumergida por razón de su anonimidad;

aunque procede no olvidar que hasta ahora la abultada economía sumergida y

la economía delictiva han funcionado en todo el mundo con moneda de curso

legal, preferentemente las más fuertes y reputadas: el Dólar y el Euro.


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SOBRE RICARDO

Catedrático de Finanzas de Universidad

CEU San Pablo. Vicepresidente de Fun-

dación para la Innovación Financiera y la

Economía Digital (FIFED) y Director del

blockchain & amp; DLT Lab CEU.

[email protected]

Linkedin: https://www.linkedin.com/in/ricardo-palomo/

Twitter: @RicardoJPalomo



BLOCKCHAIN: UN NUEVO PARADIGMA

ANDREA ORTEGA VILLALOBOS

Abogada del área de Propiedad Intelectual y Nuevas Tecnologías y Jefe de Proyectos de Innovación de Cuatrecasas.

Blockchain es una tecnología transformadora que

está permitiendo el desarrollo de un nuevo modelo

económico que se conoce como criptoeconomía

o tokenomics. Ello puede transformar en gran

medida muchas de las estructuras económicas

y sociales actuales. En este sentido, considero

que los profesionales del Derecho debemos

colaborar y participar en la definición del futuro

de nuestra profesión y del modelo económico y

social. Asimismo, creo firmemente que la fórmula

fundamental para avanzar en la innovación es el

trabajo en equipos multidisciplinares y, por ello,

considero que eventos como el Computational

Law & Blockchain Festival organizado por Legal

Hackers a nivel mundial ejercen una gran labor.

Blockchain plantea un modelo innovador de gobernanza y puede transformar en gran

medida muchas de las estructuras económicas y

sociales actuales



Desde el punto de vista jurídico,

la tecnología blockchain facilita,

entre otras cosas, la certificación

de contenidos de manera que

permanezcan inmutables. Es

decir, si tenemos una identidad

digital bien construida, acreditar

que un consentimiento a un

documento ha sido prestado

válidamente por esa identidad y

conservar a que has consentido,

cuando y cuál es el contenido

completo del documento de

forma que se garantice su

integridad, nos encontramos ante

una herramienta especialmente

potente para un jurista. Si a ello

le añadimos la posibilidad que

brindan los smart contracts en

la autocustodia de activos y

en la autoejecución, de forma

autónoma, de las condiciones

acordadas por las partes, se

convierte en un auténtico cambio

de paradigma.

Con la desintermediación que

permite esta tecnología, vamos a

poder programar activos digitales,

también conocidos como tokens

–representaciones abstractas de

valor–, que se autocustodien y

se liberen cuando las partes lo

hayan acordado. Es lo que se

conoce como smart contractss. En

efecto, se trata de herramientas

que permiten ejecutar de forma

automática e independiente

aquellos términos de un contrato

que son objetivables con lógica

matemática.

Asimismo, es especialmente

interesante las posibilidades que

brindan los llamados oráculos

–fuentes de información externas

que pueden ser centralizados o

descentralizados y que pueden

informar sobre el cumplimiento

de las condiciones acordadas–

y, en particular, los mecanismos

de arbitraje descentralizado, que



ante conflictos entre las partes permiten la

adopción de decisiones y su autoejecución,

así como las posibilidades que brindará

con el tiempo la convergencia tecnológica

con otras tecnologías, como el internet de

las cosas o la inteligencia artificial.

En definitiva, blockchain plantea un

modelo innovador de gobernanza. A este

respecto, y por su importancia como

piedra angular sobre la que construir el

resto de aplicaciones, esta tecnología nos

va a permitir evolucionar hacia un sistema

de identidad digital soberana, es decir,

cada interesado va a poder controlar

sus atributos de identidad sin depender

de una organización o proveedor de

identidad y va a poder relacionarse y

confiar criptográficamente. Además, ello

nos permitirá no solo probar o acreditar

nuestra identidad, también intercambiar

credenciales con terceros de forma

segura.



En este sentido, y a colación de la entrada en vigor del

nuevo Reglamento General de Protección de Datos

(RGPD) el próximo 25 de mayo, este nuevo sistema de

identidad soberana, que supone un control por parte de

los usuarios de sus atributos, podría ir en línea con los

nuevos requisitos que el mismo establece, al permitir

al usuario el control de sus datos. En efecto, bajo este

nuevo sistema, cada interesado es el responsable

de gestionar y controlar su propia identidad y la

tecnología permite compartir tus atributos, como por

ejemplo acreditar tu mayoría de edad, a través de

protocolos de conocimiento cero. De esta forma, un

tercero podrá simplemente verificar que tú tienes un

determinado atributo, por ejemplo que eres mayor de

edad, sin conocer en particular tu edad y lo verificará

en cuestión de segundos en la cadena de bloques.

Previamente, ese atributo habrá podido ser obtenido a

través del escaneo de tu DNI o también, en otros casos,

por terceros que pueden acreditar tus atributos, como

la Universidad o una entidad financiera.



Asimismo, es un sistema que garantiza la privacidad

de los datos porque se generan direcciones, la llave

pública y privada, para cada conexión o interacción

con cada interesado. Es decir, no tendremos una única

dirección, tendremos tantas como interacciones.

Cada una será tu canal privado y permanente con otra

persona, organización o cosa.

Sin embargo, como contrapunto, la nueva normativa

parece ser incompatible con las blockchains públicas.

En particular, es dudosa la situación de las entidades

que operan como nodos ya que no tienen control

de los datos de la cadena de bloques. En definitiva,

existen varios tipos de blockchains y de supuestos y

habrá que analizar cada caso y valorar el impacto de

esta nueva normativa, entre otras, en el desarrollo de

la tecnología.


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SOBRE ANDREA

Es abogada y jefe de proyectos de innovación en Cuatrecasas, uma

firma de abogados líder en el mercado ibérico. Como abogada formo

parte del Programa Pro Abogacía Internacional (PPAI) y participa en el

grupo transversal especializado en nuevas tecnologías de la firma.

Como jefe de proyectos de innovación ha liderado iniciativas de

innovación abierta como el primer programa de aceleración de startups

impulsado por una firma de abogados europea (Cuatrecasas Acelera),

o la participación de Cuatrecasas en Alastria Blockchain Ecosystem.

[email protected]

619 36 84 28

Cuatrecasas: www.cuatrecasas.com

Cuatrecasas acelera: https://cuatrecasas.openfuture.org/

www.globallegalchallenges.com

LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/andreaortegavillalobos

Twitter: https://twitter.com/AndreaOrtega_V



DESDE EL BITCOIN A LOS ALTCOINS + ICOS

ANTONIO MUNIESA MARTÍNEZ

Business Development Manager en Indra

Desde la concepción del bitcoin en 2009, su código ha

sido utilizado como base y referencia de muchos otros

proyectos que han dado lugar a la aparición de las más de

1500 monedas alternativas descentralizadas que utilizan

blockchain como plataforma, y que se denominan altcoins

“Alternative Coins”. Bitcoin se sitúa como referente y

espina dorsal del resto, donde su futuro se encuentra a

expensas de una regulación, que las pueden favorecer

o bien dar más de un quebradero de cabeza. No hay que

perder de vista “la moda” de las ICOs (Initial Coin Offering),

que pueden presentar desde oportunidades interesantes,

proyectos irrealizables o simplemente nada rentables.

Esta diversificación en más de 1.500 altcoins y 2.500 ICOs no beneficia a la adopción del uso común de

criptomonedas, pero permite abrir un mercado rico en posibilidades, siendo

cauteloso y aplicando el sentido común a la hora de invertir.



El bitcoin, se presenta con venta-

ja respecto al resto de altcoins

puesto que fue la primera cripto-

moneda en aparecer y ser utiliza-

da. El esquema en el que se basa,

apoyado en descentralización, se-

guridad, robustez (9 años de fun-

cionamiento sin fallos), y rentabi-

lidad lo han hecho muy atractivo.

Tampoco hay que olvidar que el

esfuerzo necesario que requiere

la generación de nuevos bitcoins

es lo que le confiere su valor bajo

un esquema deflacionista.

Todas estas ventajas se están

viendo afectadas negativamente

debido sobre todo al gran

incremento en el número de

transacciones, lo que ha impactado

en los tiempos de confirmación de

las operaciones y en el aumento

de sus costes, favoreciendo

otras criptomonedas más “ágiles”

como bitcoin cash o LiteCoin

u otras basadas en esquemas

diferentes como Ethereum, hasta

la adopción de soluciones como

Lighting (que abre canales de

pago entre usuarios fuera de

la cadena recurriendo a smart

contracts) y que puede ser una

solución al problema. Si todo

sigue de esta forma, el uso de

bitcoin podría quedar relegado

a fondo de inversión y/o medio

para la realización de grandes

transacciones, aunque eso sí,

sin dejar de ser la espina dorsal

del resto de criptomonedas,

afectando su fluctuación, cuando

se produce, al resto.



El futuro de los valores de tanto

del bitcoin como de las altcoins

dependerá en gran medida de la

regulación de gobiernos y orga-

nismos supranacionales, la apuesta

de instituciones, así como de las

aplicaciones y usos que se le den.

Estos últimos son cada vez más

maduros y como consecuencia

llevaría a la consolidación y

aceptación de las criptodivisas.

Por el contrario, remarcar la

preocupación de la comunidad

inversora por la supuesta uti-

lización de criptomonedas para

el blanqueo de capitales, evasión

de impuestos y posible apoyo al

terrorismo, además de por la gran

volatilidad del mercado y el temor

a una posible burbuja.



Las últimas noticias han puesto de relevancia la

preocupación internacional sobre la creación de un

posible marco regulatorio frente a dejar a una propia

autorregulación. El Parlamente Europeo abrió la puerta

a la regulación, y países como Australia, Suiza, Corea

del Sur, China o Rusia ya han dado los primeros pasos,

con posiciones muy diferentes, desde las muy abiertas

hasta las más restrictivas.



Para finalizar, no podemos dejar de lado las

ICOs (Initial Coin Offering). Mecanismo a través

del cual permite dar a conocer interesantes

proyectos con el objetivo de captar financiación

ofreciendo acciones (tokens) a los inversores

a cambio de dinero. Siendo así, las ICOs

representan una importante oportunidad de

inversión. No obstante, la cautela, el estudio

del proyecto y el conocimiento sobre sus

promotores son puntos a tener en cuenta a

la hora de llevar a cabo una inversión. En la

actualidad han aparecido más de 2.500 ICOs

(ICOBench, ICO List,…) y su ecosistema se está

desarrollando rápidamente, dando lugar a su

vez a otra sería de negocios adyacentes que

tampoco pasan desapercibidos.


Contacto

SOBRE ANTONIO

Actualmente es responsable de Desarrollo de Negocio para Europa

en Indra. Su carrera profesional está vinculada a los sectores de

Consultoría y Tecnología y cuenta con más de 10 años de experiencia,

principalmente enfocado al Desarrollo de Negocio Internacional. Gran

entusiasta de los temas de transformación digital y ciberseguridad.

Colabora en la evolución y adopción de nuevas tecnologías dando

lugar a soluciones más eficientes, más seguras y maduras en un

mercado cada vez más competitivo.

[email protected]

61 98 26 668

www.muniesa.eu

LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/asmuniesa/

Twitter: https://twitter.com/asmuniesa

Instagram: https://www.instagram.com/amuniesa/



ICOS Y FISCALIDAD DE LAS CRIPTOMONEDAS

JESÚS MARÍA GONZÁLEZ LASHERAS

Asesor fi scal independiente.

La disruptiva tecnología blockchain ha abierto un

nuevo paradigma en el mundo económico. La ir-

rupción del internet del valor proporciona nuevas

fuentes de financiación que resultan ser tan dis-

ruptivas como lo fue el correo electrónico al inicio

del internet de la información con el correo postal.

Estas nuevas fórmulas de inversión suponen un

reto tanto para las estructuras políticas organizadas

como para los propios participantes. De la misma

forma, la aparición de las ICO (Initial Coin Offering)

como herramienta de financiación de proyectos a

semejanza de la tradicional OPV (Oferta Pública de

Venta) implica abrir la puerta a un nuevo universo

económico: la tokenización.

Las ICO. Herramienta paradigma de inversión

en el mundo económico; pero “nunca inviertas en negocios que no puedas

entender” (Warren Buffet).



La fórmula más habitual para el usuario particular es

adquirir las criptomonedas a través de plataformas de

intercambio como Coinbase, Kraken o Binance (las más

habituales y conocidas). De esta forma el inversor invierte

en criptomonedas como cuando invierte en acciones,

divisas o materias primas.

En este caso, el resultado de ganancias o pérdidas

deberá incorporarse a nuestro IRPF y pagar impuestos o

compensar las pérdidas dependiendo del caso.

Desde el año 2015, el Tribunal de Justicia de la Unión

Europea considera las criptomonedas, como el bitcoin, un

medio de pago. De igual forma lo recoge la legislación

española que desde el mismo año 2015 la considera

medio de pago legal aplicándose el IVA en la adquisición

de bienes o servicios, pero no aplicándose el IVA en la

transmisión de la misma (sujeta pero exenta).

El beneficio o pérdida obtenido en operaciones de compra

venta de criptomonedas se considera ganancia o pérdida

patrimonial (la ganancia o pérdida se calcula restando el

valor de compra al valor de venta) en la declaración de

renta. Esto implica que se sumará al resto de ganancias y

pérdidas patrimoniales del ejercicio (como las derivadas

de operar en bolsa o ventas de bienes inmuebles o fondos

de inversión) y podrá ser compensada con pérdidas o

ganancias de los cuatro años anteriores o posteriores al

ejercicio actual. En este aspecto, la fiscalidad es la misma

que las acciones.



Desde un punto de vista fiscal, el hecho imponible no

se produce hasta convertir la criptomoneda en divisa

nacional (fíat), es decir, mientras las mantengamos

en nuestra cartera no se pagarán impuestos inde-

pendientemente de su fluctuación de valor. Una de las

operativas más habituales es el convertir los bitcoins en

otras criptomonedas, o tokens, especialmente en los

casos de acudir a las Initial Coin Offering, o ICOs.

En términos generales y atendiendo a su uso mayoritario

actual, las ICO son un nuevo modelo de financiación de

proyectos que se apoya en la tecnología blockchain para

captar fondos a cambio de tokens relacionados con el

proyecto. Estos tokens operarían dentro del ecosistema

del proyecto para materializar el intercambio de bienes

o servicios del mismo. Estos token, dependiendo de

sus características y su demanda, tienen un valor en

el mercado y sus poseedores pueden canjearlos por

criptomonedas habituales como bitcoin y ether y de ahí

a divisas tradicionales, fíat, como euros.



Una empresa anuncia un nuevo proyecto publicando en

su web y Redes Sociales lo que se denomina White Paper,

donde refleja la naturaleza del mismo, necesidades y obje-

tivos de financiación, cronología de desarrollo, etc.

Se crea un token de uso del proyecto que es el que

canalizará la actividad desarrollada en el mismo y para su

adquisición por parte de los inversores o interesados.

La empresa realiza una venta anticipada de los token

emitidos, a un precio mucho más económico del que

puede alcanzar en un futuro, y los interesados pueden

adquirirlos cambiando sus divisas nacionales por bitcoins

o ether y con estos adquirir los token emitidos en la ICO.

El usuario que compra la moneda digital puede usarla en

el sistema o intentar venderla a un precio superior al que

lo compró. Su valor final dependerá del éxito o el fracaso

de la empresa en conseguir su objetivo

1.

2.

3.

4.

La cronología de una ICO sería la siguiente:



Debemos, por lo tanto, considerar las ICO como una

herramienta disruptiva en inversión y financiación

de proyectos que nos proporciona el uso de la

tecnología blockchain. No debemos tomarlo como la

adquisición de lotería.


Contacto

SOBRE JESÚS MARÍA

Economista y Asesor fiscal independiente.

Compagina su trabajo en su propio despacho

con la mentorización y colaboración en startups.

[email protected]



ICO’S: ¿HACE FALTA UNA REGULACIÓN?

ALEJANDRO GÓMEZ DE LA CRUZ

CEO de Icofunding & Coin Governance System (CGS). Abogado especializado en blockchain.

5.8 mil millones. Esa es la cifra levantada por Las Initial Coin Offering

(ICO) en el año 2017. Desde luego, esta metodología ha demostrado

su potencial a la hora de democratizar la participación en startups.

Sin embargo, esta metodología se encuentra en una etapa muy

temprana de madurez, cosa que sumada al “hype” que ha recibido en

los últimos meses ha propiciado una larga serie de malas prácticas

que son necesarias de abordar si queremos hacer de las ICOs una

metodología sostenible, y no sólo desde un punto de vista regulatorio,

sino también de autorregulación y gobernanza.

Una regulación restrictiva de las ICO’s en una fase tan temprana no conseguirá nada más que alejar a

aquellos proyectos que deseen realizar sus ICOs a otras jurisdicciones. Sin

embargo, no abordar este tema, propiciará una inseguridad jurídica que

causará el mismo efecto.



En los últimos meses hemos visto

casos en los que empresas de todo

el mundo han levantado millones

utilizando ICOs como medio de

financiación, empresas que por

dolo o mala fe han terminado

liquidando sus proyectos. Algunos

han huido sin dejar rastro con sus

millones, otros, por negligencia a

la hora de desarrollar sus smart

contracts, han dejado el dinero

bloqueado de forma irreversible,

y otros, por falta de experiencia,

han dilapidado todos los fondos

recaudados en unos pocos meses

sin llegar a desarrollar producto

alguno.

No obstante, esto no debe

hacernos pensar que por ello

las ICOs han fracasado como

metodología de financiación de

proyectos, pues otros tantos han

tenido un gran éxito gracias a

ellas, como es el caso de la propia

red de Ethereum.

Cómo ha de abordarse este

problema es un tema de vital

importancia. Hay quienes

opinan que es necesario que

se comience a preparar una

regulación para abordar las ICOs

de forma inminente, y hay quien

opina que es necesario dejar

que el mercado se desarrolle y

autorregule en cierta medida.

En mi opinión, una regulación

restrictiva en una fase tan

temprana no conseguirá nada

más que alejar a aquellos

proyectos que deseen realizar

sus ICOs a otras jurisdicciones.

Sin embargo, no abordar este

tema, propiciará una inseguridad

jurídica que causará el mismo

efecto.

Creo que antes de regular las

ICOs, es preciso aclarar cómo

les aplica la regulación actual,

más desde un punto de vista de

supervisión que de regulación,

siendo a la par necesario dejar

que el mercado continúe desar-

rollándose.



Por otra parte, la propia tecnología

blockchain permite desarrollar

herramientas para autorregular su

funcionamiento y alinear los intereses de

todos los participantes de una ICO. Por

ejemplo, mi equipo y yo hemos estado

desarrollando el Coin Governance System,

un sistema que permite albergar en

escrow los fondos levantados por las ICOs

de forma que el capital se vaya liberando

en favor del proyecto periódicamente.

Por otra parte, el sistema permite a los

inversores abrir una disputa que en caso

de llegar a buen puerto, les permitirá

devolver sus tokens o stake en el proyecto

a cambio del capital remanente en escrow.

En definitiva, es necesario regular con

prudencia, supervisar con audacia y dejar

que el mercado separe el trigo de la paja

sacando a la luz cuáles son las buenas

prácticas que las ICOs han de seguir.


Contacto

SOBRE ALEJANDRO

Es CEO y fundador de Icofunding y de Coin

Governance System (CGS). Es abogado es-

pecializado en blockchain y previamente a

fundado el departamento de Blockchain de

Grant Thornton u Octopocket. Además ha

trabajado como Abogado en Allen &

Overy y KPMG.

Es abogado por la Universidad Pontificia

Comillas y Máster (LLM) por el Instituto de

Empresa.

https://cgs.vote

https://icofunding.com

Twitter & Linkedin: @agomezdelacruz



LA DIGITALIZACIÓN DEL SECTOR FINANCIERO

FERNANDO RAMOS

Socio Fundador en DPO & itlaw, S.L

La digitalización del sector financiero y

por tanto su evolución tecnológica, se

está produciendo poco a poco, a través de

las Monedas Virtuales y de la tecnología

blockchain. Es decir, se está produciendo

la desmaterialización, democratización

y desmonetización del sector financiero.

Efectivamente, la moneda virtual “bitcoin”

creada en el año 2008, supone el inicio

de la digitalización del mundo financiero,

ya que los servicios financieros podrán

desmaterializarse, democratizarse, y

desmonetizarse o tender a una reducción

considerable de sus costes.

El camino hacia la digitalización del mundo financiero ya ha

comenzado, y las ICOs son sin duda un elemento fundamental para alcanzar dicho objetivo.



El bitcoin puede ser definido como

“un bien mueble privado digital,

escaso, irrepetible, transportable

y divisible, creado por un sistema

informático que funciona como

unidad de cuenta y depósito de

valor, y que es utilizado por los

usuarios del sistema como medio

de cambio para la transmisión de

valor”.

La creación del bitcoin supone

por tanto un gran paso hacia la

digitalización financiera, ya que

supone la existencia de un medio

de cambio descentralizado que

no necesita del respaldo de

un Gobierno o Banco Central,

utilizando sistema de prueba

de trabajo para impedir el doble

gasto, y alcanzar así el consenso

entre todos los nodos que

integran la red, lo que permite el

intercambio digital sin la existencia

de intermediarios.

Además del bitcoin, desde el año

2008 se han sumado distintas

Monedas Virtuales, que poco

a poco han ido adquiriendo

su protagonismo en distin-

tos sectores, aportando otras

características diferentes del

bitcoin como por ejemplo, Litecoin,

Dash, Ripple, Monero, Zcash etc.

(ver www.coinmarketcap.com se-

cción Coins).

La creación de las Monedas

Virtuales como representaciones

digitales de valor que sirven

como medio de intercambio

digital entre usuarios, suponen

poco a poco la digitalización de

los servicios financieros.

Igualmente, y con la aparición

de las ICOs, se empiezan a crear

modelos de negocio sustentados

por el capital doméstico, que bus-

can replicar el servicio financiero

y por tanto la democratización del

crédito a través del “crowdlend-

ing” o prestamos colaborativos.



En la actualidad existen proyectos o start-ups, que si bien

se encuentran actualmente en un estado embrionario, su

objetivo final es la concesión de préstamos descentralizados

al particular a través de la emisión de dichos tokens.

Estos proyectos, algunos todavía en fase de ICO o pre ICO,

introducen en el sector financiero la democratización del

préstamo, permitiendo al particular o usuario del sistema

conceder créditos o préstamos a terceros, a través de la

emisión de Tokens o Monedas Virtuales, los cuales pueden

circular en redes descentralizadas utilizando técnicas de la

economía colaborativa, sin la necesidad de la existencia de

una tercera parte de confianza depositaria de los créditos.

Estas plataformas están utilizando contratos inteligentes

los cuales son introducidos en la cadena de bloques, y

posibilitan la concesión de préstamos con garantías simi-

lares al sistema financiero actual, a través de técnicas rep-

utacionales para la concesión y cumplimiento de las obli-

gaciones, así como la constitución de fondos de garantía

que cubran los riesgos que pueden producir los impagos.

Estos ejemplos

son:

Rippio (ripiocredit.network)

ETHlend (ethlend.io)

Ethic Hub(ethichub.com Equipo Español y Mejicano)



Asimismo, también nos encontramos con otros proyectos orientados a

la digitalización del sector financiero,

Estos ejemplos

son:

“Hive”(bit2me.com) de la Empresa española Bit2me denominado

“HIVE”, el cual fue galardonado con el Primer puesto en el

Fintech Américas 2015, por la creación de una red “peer

to peer” mundial a través del dispositivo móvil, capaz

de depositar productos financieros como las remesas,

prestamos, inversiones, retirada de efectivo entre

paticulares etc,... Todo ello evidentemente con el respaldo

de la tecnología blockchain y el uso de Criptomonedas.

“Tikebit” (tikebit.com): ofrece la posibilidad de obtener crip-

tomonedas en la tiendadela esquina sin necesidad de

disponer de tarjetas de crédito o cuentas bancarias,

permite el acceso al servicio a cualquier ciudadano sin

necesidad de cuentas bancarias.

“Maker” (makerdao.com): Propone la creación una nueva crip-

tomoneda llamada Dai que está respaldada por garantías

colaterales y que permita estabilizar el precio frente a las

principales monedas del mundo.

“Octopoket” Agente de cambio de compra y venta de monedas

virtuales a través de la red Social Telegram.



Si a la democratización del crédito

sumamos la democratización del

Venture Capital a través de las ICOs,

podemos comprobar que el camino

hacia la digitalización del mundo

financiero, ya ha comenzado, y las

ICOs son sin duda un elemento

fundamental para alcanzar dicho

objetivo, ya que por primera vez

en la historia de la economía, el

Venture Capital o la financiación de

proyectos tecnológicos no necesita

de la participación de grandes fondos

de Capital Riesgo o de Entidades

financieras, puesto que los mismos

pueden financiarse por los propios

particulares o usuarios domésticos,

quienes a su vez se configuran como

los principales clientes del servicio.


Contacto

SOBRE FERNANDO

Socio Director DPO&ITlaw

Asesoramiento en Derecho Digital,

Privacidad, Compliance (PBC/

FT AML/KYC), Responsabilidad

Penal Corporativa, Consultoría

IT Negocio On-line (Protocolo,

bitcoin, BYOD, FirmaElectrónica,

IoT, Cloud Computing).

www.dpoitlaw.com



¿REGULARBLOCKCHAIN?

MANUEL GONZÁLEZ-MENESES

Notario de Madrid

En primer lugar, no puedo dejar de señalar la paradoja que

supone la pretensión de someter a regulación algo que en

realidad ha nacido con el propósito de hacer inútiles las

regulaciones. Según los ideólogos y promotores iniciales

de blockchain, la tecnología habría alcanzado un grado

tal de desarrollo que por sí misma tendría la capacidad de

sustituir a las tradicionales herramientas jurídicas de las

que nos hemos valido durante siglos para hacer viables

las relaciones sociales y económicas entre los seres

humanos, e incluso la capacidad de privar de sentido y

utilidad a las propias organizaciones estatales.

Blockchain es un registro que está diseñado para sobrevivir

y funcionar perfectamente con independencia de lo que haga cualquiera de los nodos

individuales.



En relación con el propósito de regular blockchain, pensemos,

por ejemplo, en los nodos o mineros. Ellos son la clave del sistema:

sin nodos no hay blockchain, ni bitcoins, ni tokens de ningún tipo.

Pues bien, se nos puede ocurrir que habría que regular el papel

de los nodos en las blockchains públicas o no permisionadas,

precisamente porque éstas son las que parecen más peligrosas.

¿Y a qué se asemeja más un nodo de blockchain? Pues a una entidad encargada de la llevanza de un registro

de valores representados mediante anotaciones en cuenta.

En ambos casos, se trata de activos que no tienen más

representación o consistencia material que la puramente

digital: sólo son información registrada en una base de datos.

Si desaparece la base de datos, desaparecen los valores; y si

el encargado del registro es infiel o negligente, puede causar

un grave perjuicio a los titulares de los valores. Por eso, estas

entidades están sometidas a un régimen legal muy riguroso

por parte de la normativa reguladora de nuestro mercado de

valores, con fundamento en el artículo 8 LMV (autorización

administrativa, registro en la CNMV, responsabilidad por

inexactitudes o retrasos en la llevanza del registro de

anotaciones).



¿Tiene esto algún sentido? Pues no. El riguroso régimen al que somete la ley a las

entidades encargadas de la llevanza de los registros de valores

representados mediante anotaciones en cuenta se justifica, en

último término, porque un determinado valor solo se registra

en un único registro que está a cargo de una única entidad.

Por tanto, esta entidad es la única encargada y por tanto

responsable de la conservación y actualización de la base de

datos relativa a un determinado valor.

Sometamos entonces a un regimen similar a nuestros nodos de

blockchain, y así blockchain será mucho más seguro. Exijamos

a los mineros la obtención de una licencia, previa acreditación

de su pericia tecnológica –que son lo suficientemente techies-

y la homologación de sus equipos –que están a la última en

tarjetas gráficas-, que se den de alta en un censo o registro

administrativo, que contraten un seguro de responsabilidad

civil…



Sin embargo, por definición, la característica

fundamental de una blockchain pública es que

se trata de un registro que llevan a la vez muchos

sujetos privados, de manera que la actuación de

cada uno de ellos, individualmente considerado

es completamente irrelevante. Por eso, la

condición de nodo de una blockchain pública se

rige por un principio de libre entrada y salida. Si

quiero, hago de nodo, y cuando quiera dejo de

actuar como nodo. Puedo borrar el disco duro

de mi equipo y a nadie le importa. Si es así, es

absurdo imponer a los nodos unos requisitos o

unas obligaciones que son propias de un sujeto

que es el único encargado de la llevanza de un

determinado registro. Y es que blockchain es

un registro que está diseñado para sobrevivir y

funcionar perfectamente con independencia de

lo que haga cualquiera de los nodos individuales.

El esquema de Nakamoto está basado

técnicamente en la criptografía matemática, pero

también en la teoría de juegos y en el cálculo

de probabilidades. De forma explícita nos decía

en su paper del año 2008 que el sistema está

diseñado de tal manera que a los nodos les

resulta más rentable comportarse honestamente

que hacer trampas, aparte de que esto segundo

técnicamente es muy complicado.



Por supuesto que, en un plano

técnico, es concebible una

maniobra de manipulación del

registro mediante la generación

maliciosa de un fork o bifurcación

de la cadena, para dejar fuera

del registro una determinada

transacción y así poder volver a

disponer de los mismos activos

a favor de otra persona o de uno

mismo. Pero si la red de nodos tiene

la suficiente envergadura, que un

solo nodo o varios compinchados

consigan cerrar varios bloques

seguidos superando con éxito

la correspondiente prueba de

trabajo es algo que exige tal

acumulación de potencia de

computación que realmente

no compensa el rendimiento

económico que se puede llegar a

obtener con esta maniobra, aparte

de que –como apuntó también

Nakamoto- el fraude cometido,

para compensar el esfuerzo, habría

de ser de tal envergadura que

destruiría totalmente la confianza

en el sistema y devaluaría

inmediatamente la fortuna en

criptomoneda conseguida.

De manera que el sistema se

protege solo. Su diseño es tal

que sólo tiene sentido económico

comportarse de forma honesta, sin

necesidad de ningún aditamento

jurídico o regulatorio de apoyo.

Lo único que el sistema espera

de los nodos es que persigan

con entusiasmo y egoísmo

extremo su interés individual,

que traten de maximizar su

beneficio, validando el mayor

número posible de transacciones

y procesando lo más rápido

posible los nuevos bloques. Y de

esta búsqueda egoísta del interés

lucrativo individual resultará de

forma automática el correcto

funcionamiento del registro.

Por tanto, antes de acometer

una regulación llena de buenas

intenciones es imprescindible

conocer la exacta naturaleza

y funcionamiento de aquello

cuya regulación nos estamos

planteando, en especial, cuando

se trata de algo tan novedoso

como blockchain, que no se

parece a nada que habíamos

conocido hasta ahora.


SOBRE MANUEL

Notario de Madrid desde el año 2000. Es preparador de

opositores a notarías, profesor de máster en el Centro

de Estudios Garrigues e imparte una asignatura sobre

argumentación jurídica en el grado de derecho en

CUNEF.

Sobre derecho y nuevas tecnologías tiene publicados

trabajos como: “La firma electrónica como instrumento

de imputación jurídica. Una reflexión de derecho

civil sobre la contratación electrónica”, en Nuevas

perspectivas del derecho contractual, Esteve Bosch

Capdevilla (dir), Editorial Bosch, 2012; “La función notarial

en el medio electrónico”, conferencia pronunciada el

27 de octubre de 2011 en la Academia Matritense del

Notariado (publicada en los A.A.M.N. Tomo LII, 2012); y

es autor del libro “Entender blockchain. Una introducción

a la tecnología de registro distribuido”, publicado por

Aranzadi en el año 2017



http://www.lefebvreelderecho.com/

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