blanco y negro-26.02.1972-pagina 047

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I3ci6n, que Nostradamus ad- miniitra paternalmente, a vccea con cierta solemnidad, otras con sonriente malklaH y en cualquier caso, aconse- jando fl iodos la lectura de su *Excellenr et t r e s u i i 1 opusculfin ¿ ioo% necessaire, de plusieures receplesa^ en el que ha reunida !• mejor de 5U5 experiencias en cues- tlón de mermeladas y cosmé- ticos. Pero cuando llega la no- che, el hombre que Sube des- pacio fa escalera de caracol que conduce al segundo piso es diferente y difidl de re- conocer. Ahora entrará en «I Tn» menso estudio, donde ha reunido los papiros y perga- minos de los antiguos sabios; las esiatuas de droses desco- nocidos; ios talismanes y es- carabajos sagrados; los as- irolabros y los espejos de la magia. Ahora podrá íenrarse en una banqueta de cobre, delante de un gran barreño, donde \s luz de una vela ape- nas oscilo reflejándose en el agua. Poco a peco, siguiendo un proceso de concentración muy sernejanie al de los yo- Qfs y médiums, el profeta reduce su contacto con la realidad a aquel único pun- to luminoso- Todo el resto calla, oculto en la oscuridad, cada veí más lejano: el sub- consciente está libre y des- pierto; comienza su viaje se- creto más allá del espacio y de1 tiempo. N ADÍE ha sabido ja- más cuándo, por primera vei descubrió Noslradamus su vocación de profeta. Quizá cuando era aún niño y escu- chaba lai enieñan^a^ da £UG dos bisabuelos astrólogos, O quizá más tarde, después de la desgracia de Agen, duran- te aquellos doce años de in- quieto peregrinar. En todo caso, es cierto que Nostrada- mus inicia la publicación de pronósiícos y almanaques al- rededor de 1550, Son fldicioneü populares, bastante comunes en este lAS MUJERES lE PIDEN EL SECREn DE lA DELIEZA El estudio y ranotirnifriíü th- hirrln^'^ y minerales ¡¡nmitr a .•Vn.sírflrfflniíj» otrft producción, tamhihi imprevisible en. un mago: l*f de los cosmtHit:o3. Por entonces, la mufrres tenían la anilticióii df muer mía piel miiv blanca y jS'osíradanius ¡as satisface, proporcionándoles viólenlas solttctonejí de ifuhlimado. También produce crpmns nuírfíivjw. íínína y denírifieos. tiempo y en e&te tipo de cul- ture rural, donde las previ- siones meieorol6gicas, aun siendo apronimadas, tienen un evidente valor práctico, puchos hombres cultos in- cluso literatos como Rabe- lais, se dedican a este tipo de publicaciones. Pero en los almanaques de Noslradamus hay siempre algo más. Son imágenes fulgurantes que abren circuitos imprevisibles en el fondo del alma; son palabras de otro lenguaje, oscuro para lodos y, sin em- bargo, quizá oído con ante- rioridad y, de algún modo, recordado por el subcons- ci^nre. Los almanaques que Nostradamus publica todos los años obtienen un gran éííito. Pero el astrólogo de Salón tiene otras cosas muy distintas que contar. En el espejo de agua, donde ape- nas se mueve fa luz hipnoti- zante de fa vela, él no sólo ve el suceder&e del sol y la lluvia, de la carestra y la abundancia: ve el destino de los hombres^ lee su historia, como en un libro *ya> es- crito, éníes de fos siglos. El mismo, eco de voces dema- siado fejanaSr quizá no pue- de comprender Codo lo que ve; puede únicamenie Tratar de traducirlo en palabras necesariamiínte ocultas en el hermetismo ^ y en la pru- dencia— de la alegoría. N ACE asi. en 1555, la primera de las «Ceniuries», a la que ¿eguirán las demás, hasta ISóó. Pasarán cuatro arios antes de que la prime- ra de IB& profecías, la que se refiere a la muerie de En- rique II de Francia durante un corneo, sea puntual y trá- gicamtjnit confirmada por los hechos. Pero el miserio- so instinto del pueblo ha re- conocido ya a Nostradamus como profeta, y no son so- lamente los pobres, incultos, eternamente sometidos al miedo V prontos a la espe- ranza, son tembián los hom- brei de cultura, los sabios, los poderosos. Un día es la Turba fiambrienta de campe- Blanco y Negro (Madrid) - 26/02/1972, Página 47 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

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  • I3c i6n, que Nostradamus ad-m i n i i t r a paternalmente, a vccea con cierta solemnidad, otras con sonriente malklaH y en cualquier caso, aconse-jando fl iodos la lectura de su *Excellenr et t r e s u i i 1 opusculfin ioo% necessaire, de plusieures receplesa^ en el que ha reun ida ! m e j o r de 5U5 experiencias en cues-tln de mermeladas y cosm-ticos.

    Pero cuando llega la no-che, el hombre que Sube des-pacio fa escalera de caracol que conduce al segundo piso es diferente y d i f i d l de re-conocer.

    Ahora entrar en I Tn menso estudio, donde ha reunido los papiros y perga-minos de los antiguos sabios; las esiatuas de droses desco-nocidos; ios talismanes y es-carabajos sagrados; los as-irolabros y los espejos de la magia. Ahora podr enrarse en una banqueta de cobre, delante de un gran barreo, donde \s luz de una vela ape-nas oscilo reflejndose en el agua.

    Poco a peco, siguiendo un proceso de concentracin muy sernejanie al de los yo-Qfs y mdiums, el profeta reduce su contacto con la realidad a aquel nico pun-to luminoso- Todo el resto calla, ocul to en la oscuridad, cada ve ms lejano: el sub-consciente est l ibre y des-p ier to ; comienza su viaje se-creto ms all del espacio y de1 t iempo.

    N ADE ha sabido ja-ms cundo, por pr imera ve i descubri Noslradamus su vocacin de profeta. Quiz cuando era an nio y escu-chaba la i eniean^a^ da UG dos bisabuelos astrlogos, O quiz ms tarde, despus de la desgracia de Agen, duran-te aquellos doce aos de in-qu ie to peregrinar. En todo caso, es c ier to que Nostrada-mus inicia la publ icacin de pronsicos y almanaques al-rededor de 1550,

    Son fldicione populares, bastante comunes en este

    lAS MUJERES lE PIDEN EL SECREn DE lA DELIEZA El estudio y ranotirnifri th- hirrln^'^ y minerales nmitr a .Vn.srflrfflnij otrft produccin, tamhihi imprevisible en. un mago: l*f de los cosmtHit:o3. Por entonces, la mufrres tenan la anilticiii df muer ma piel miiv blanca y jS'osradanius as satisface, proporcionndoles vilenlas solttctonej de ifuhlimado. Tambin produce crpmns nurfivjw. nna y denrifieos.

    t iempo y en e&te t ipo de cul-ture rura l , donde las previ-siones meieorol6gicas, a u n siendo apronimadas, tienen un evidente valor prctico, puchos hombres cultos in-cluso l i teratos como Rabe-lais, se dedican a este tipo de publicaciones. Pero en los almanaques de Noslradamus hay siempre algo ms. Son imgenes fulgurantes q u e abren circui tos imprevisibles en el fondo del alma; son palabras de o t r o lenguaje, oscuro para lodos y, sin em-bargo, quiz odo con ante-r ior idad y, de algn modo, recordado por el subcons-ci^nre. Los almanaques que Nostradamus publica todos los aos obtienen un gran i to. Pero el astrlogo de Saln tiene otras cosas muy dist intas que contar. En el espejo de agua, donde ape-nas se mueve fa luz h ipnot i -zante de fa vela, l no slo ve el suceder&e del sol y la l luvia, de la carestra y la abundancia: ve el destino de los hombres^ lee su histor ia, como en un l ibro *ya> es-cr i to , nes de fos siglos. El mismo, eco de voces dema-siado fejanaSr quiz no pue-de comprender Codo lo que ve; puede nicamenie Tratar de t raducir lo en palabras necesariaminte ocultas en el hermetismo ^ y en la pru-dencia de la alegora.

    N ACE asi. en 1555, la pr imera de las Ceniur ies, a la que eguirn las dems, hasta IS. Pasarn cuatro arios antes de que la prime-ra de IB& profecas, la que se refiere a la muerie de En-rique II de Francia durante un corneo, sea puntual y tr-gicamtjni t conf irmada p o r los hechos. Pero el m i se r i o -so inst into del pueblo ha re-conocido ya a Nostradamus como profeta, y no son so-lamente los pobres, incul tos, eternamente sometidos al miedo V prontos a la espe-ranza, son tembin los hom-bre i de cul tura, los sabios, los poderosos. Un da es la Turba fiambrienta de campe-

    Blanco y Negro (Madrid) - 26/02/1972, Pgina 47Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproduccin, distribucin, puesta a disposicin, comunicacin pblica y utilizacin, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorizacin, incluyendo, en particular, su mera reproduccin y/o puesta a disposicincomo resmenes, reseas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposicin expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.