HISTORIA DE SINUHÉ

Apartado 1: es un cuento egipcio que data del reinado de Senusret, dinastía XII, durante el Reino Medio. Hay una copia completa que data del Reino Nuevo.

Apartado 2: Soporte, escritura y lengua: papiro, hierático, egipcio medio o clásico. Documentos análogos o parecidos: El Campesino Elocuente.

Apartado 3:

Distingue entre el “hijo del rey” y “otros hijos reales”, en el primer caso sería el sucesor, al que se refiere como “hijo mayor” y le califica de “el dios perfecto Senwsret” lo que nos permite saber que la biografía está escrita en su reinado.

Cuando indica “el halcón voló”, está haciendo referencia a que el hijo mayor parte a palacio sin informar al resto, la corte estaría en Egipto Medio en Itjtawy la ciudad fundada por Amenemhat I.

Sinuhe, asustado, empieza a correr, superando los Muros del Príncipe construidos por Amenemhet para contener a los asiáticos y no para hasta llegar a Palestina. ¿Qué delito ha cometido Sinuhé?: realmente ninguno pero se asusta por ser un servidor del harén real de donde ha salido el complot y no sabía nada, por lo que no le creerán sí le interrogan.

El texto de Sinuhe sirve para glorificar la humanidad de Senwrest, hay un momento en que le invita a volver a Egipto sin achacarle ninguna culpa. Con la dinastía XII estamos con una monarquía de nuevo cuño, más humana, con unos textos más amables y con una escultura que son verdaderos retratos, no es la escultura hierática del Reino Antiguo. Los textos son propaganda con directrices tanto para la clase dominante como la dominada y que reflejan una monarquía protectora de sus súbditos.

Apartado 4 y 5: Amenemhat I, el fundador de la nueva dinastía lo fue probablemente por elección del rey anterior debido a la falta de descendencia real o tal vez un golpe de Estado. En la “Profecía de Neferty”, Amenemhat se anuncia como un restaurador de la maat, lo que equivale a identificarse con el significado de la monarquía tradicional. No es de extrañar que trasladara la capital al norte, tal vez buscando las antiguas tradiciones.

Los nombres del monarca mantienen su vinculación con Tebas, por la inclusión de Amón como dios dinástico, indicando la voluntad de iniciar una nueva era. Lo viejo y lo nuevo se unen, pues, en el fundador de la DIN12. Esa nueva capital, fruto de la necesidad política y administrativa estaba situada en las cercanías de la actual El-Lisht, en cuya región se levantó la pirámide de Amenemhat I.

Existe cierta controversia sobre la organización de la administración en los comienzo de la dinastía. Amenemhat se basa de nuevo en la unidad nomarcal y al trasladar la residencia estaba reorganizando territorialmente el Valle del Nilo. El rey

ejerció su autoridad en beneficio de una estabilidad interna, probablemente mantuvo los privilegios a aquellos nomarcas que fueron fieles a su persona. No debe olvidase su ascendencia no real.

La existencia de enemigos en esta nueva dinastía lo demuestra la muerte de Amenemhat I, asesinado por su propia guardia personal, que se recoge en las “Enseñanzas de Amenemhat” y la “Historia de Sinuhé”.

La narración de Sinuhé demuestra que Senusret/Sesostris no vacila en marchar urgentemente a la corte sin divulgar la muerte del rey al resto de la expedición. Se trata de evitar el vacío de poder y asegurarse la sucesión. El supuesto delito de Sinuhé es de enterarse de la existencia del complot antes de la coronación de Sesostris, y teniendo en cuenta su situación de funcionario del harén, en donde precisamente se ha fraguado el complot, la huida está justificada. Sesostris era el heredero natural, pero no era del gusto de todos los poderes fácticos de la corte o de las élites de otras ciudades, posiblemente Tebas.

El reinado de Amenemhat no estuvo exento de dificultades, y algunas pudieron ser debidas al mero hecho de su ascendencia no real. Asesinado por la guardia de palacio dirigida, tal vez, a poner el trono a otro hijo del rey, o más probablemente a un miembro cualificado de las aristocracias tebanas. La rápida intervención de Sesostris impide el éxito de la conjura.

Sesostris I continúa la política expansionista y estabilizadora de su padre y durante 45 lleva a Egipto al apogeo de su gloria. Fue uno de los reyes más lavados por los propios egipcios y su leyenda se confunde con la de su descendiente Sesostris III.

Durante su reinado se escribió la “Historia de Sinuhé”, al igual que las “Enseñanzas de Amenemhat” para ensalzar, precisamente, la figura del hijo. La redacción de estas obras está íntimamente ligada al deseo de la legitimación dinástica, que parece ser una debilidad endémica tanto del padre como del hijo.

Hubo una intensificación del aparato burocrático, en paralelo con el enriquecimiento general y en consonancia con el desarrollo literario, aspectos obviamente unidos a la potenciación del oficio de escriba, ya preconizado por la “Sátira de los oficios”.

Los visires, responsables de la dirección de los trabajos reales fueron, sin duda, partícipes del florecimiento de la arquitectura y la escultura de la época. Cabe destacar la “Capilla Blanca de Karnak”, probablemente un templete erigido para celebrar la fiesta sed del rey en su jubileo del año 31 de reinado. Sesostris I fue un gran constructor y que pertenecen a su época parte de los elementos fundamentales de templos como los de Heliópolis, Akhmin y del mismo templo de Amón en Karnak.

Política exterior.- Aborda prontamente el afianzamiento de las fronteras y el control de los países limítrofes. Es una estela deja constancia del aniquilamiento de diversos grupos de beduinos que estaría entre el Delta y Gaza, tal vez buscando la

tranquilidad de la ruta al Sinaí y a la costa canaanita. Hubo relaciones pacíficas y frecuentes con las gentes de Asia. La presencia de múltiples objetos egipcios a lo largo de la costa canaanita, fundamentalmente al sur de la actual Siria ha sido considera por muchos autores como el resultado de una política de ofrendas o regalos. Un aspecto muy diferente lo ofrece la política militar contra la Nubia sudanesa. Aquí los intereses eran más directos y las razones posiblemente más poderosas: las minas de oro. Las expediciones fueron comandadas por el propio rey. El control de Nubia se había perdido desde finales de la DIN6 pero con Sesostris I el control fue total hasta la Segunda Catarata.