bilbao en 3 días

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Cosas que ver en Bilbao

Museo Guggenheim Perro PuppyAlhndiga. Antiguo almacn de vino y hoy centro cultural y de ocioCatedral de SantiagoPlaza NuevaMuseo VascoCasco Viejo: Las 7 calles originales de Bilbao (Zazpi Kaleak)

Biblioteca municipal de Bidebarrieta.

Teatro Arriaga

El Ensanche y la Gran VaMuseo de Bellas Artesparque de Doa Casilda IurrizarMercado La Ribera (Edificio art-deco mercado municipal ms completo del mundo )

Iglesia y el Puente de San AntnMuseo de Bellas ArtesTeatro Campos Elseos (obra maestra del art nouveau)

El MetroPuente Zubizuri (Puente Calatrava, puente de las controvrsies, puente de los morrazos)Baslica de Begoa

Mirador de Artxanda (hay un funicular que lleva hacia all)

Palacio Euskalduna

Estacin de Tren de Abando,Ayuntamiento, Bilbao

Torres de IsozakiGetxo Pasear en barco por la ra

Portugalete puente colgante de bizkaia, patrimonio de la UNESCO Puente Transbordadortelesfrico o barquilla flotanteQu ver en Bilbao en 3 dasPrimer da

Por la maana: Atxanda, Campo Volantn, Paseo de Uribitarte y Guggenheim

Nos dirigimos a la Plaza del Funicular situada en el centro del castizo barrio de Castaos, justo detrs del Campo Volantn. Esta plaza recibe su nombre del Funicular de Artxanda que es ms que un medio de transporte, es parte del corazn de Bilbao y de sus gentes. Nos subimos a este funicular para llegar a las alturas y encontrarnos lejos y cerca de Bilbao. El mirador de Artxanda se asoma al botxo y desde aqu distinguimos lo nuevo y lo viejo; los montes que lo rodean y la Ra que lo surca. Bilbao a nuestros pies y Bizkaia en el horizonte. Una escultura nos habla de contiendas pasadas, y un entorno de parques y jardines invita a pasear y disfrutar. Restaurantes, txakolis y bares nos abren sus puertas para que hagamos un alto en el camino y nos imbuyamos, poco a poco, de la cultura gastronmica de estas tierras.Tras pasear y disfrutar de Artxanda tomamos de nuevo el funicular para atravesar el barrio de Castaos y encontrarnos con la Ra y el Zubi Zuri en el Campo Volantn. Cruzamos el puente y ascendemos bajo la mirada de las Torres de Isozaki (Isozaki Atea) para ver el Palacio de Ibaigane, ejemplo de la arquitectura residencial neovasca, donde se respira la historia y solera de Bilbao y el Athletic. Por la Alameda Mazarredo llegamos al Puente de la Salve donde nos recibe Puppy a las puertas del Guggenheim.

Arte fuera y arte dentro; arte en continente y contenido. En el exterior y en el interior de este museo, todo nos habla de la imaginacin y el buen hacer.

A medioda: Guggenheim

Tras visitar el Museo Guggenheim nos espera la cocina, otro arte con maysculas en esta tierra, entre los vascos. En los alrededores encontramos por doquier lugares donde sentarnos a una buena mesa y disfrutar con todos los sentidos.

Por la tarde: Paseo de Abandoibarra, Ribera de Botica Vieja, Ensanche y Azkuna Zentroa

El Paseo de Abandoibarra nos acompaa para hacer la sobremesa ms agradable: arte y Ra. La memoria siempre presente. Atravesamos el ltimo puente construido en Bilbao, Puente Pedro Arrupe, de madera y acero para llegar a la Universidad de Deusto: historia y sabidura hechas piedra en Bilbao para los vascos y para el mundo. Encontramos edificios de la universidad entre jardines, en el barrio de Deusto, antigua anteiglesia, que tambin da nombre al puente, Puente de Deusto que espera a los barcos para levantarse y dejarlos pasar. Ribera de Botica Vieja entre paseos y la Ra. Un tigre nos contempla desde las alturas y ya vemos el Puente Euskalduna y la gra, la "Carola".

Cruzamos el puente para acercarnos al Museo Martimo y a los diques donde reposan sus barcos. Recuerdos del antiguo Astillero Euskalduna, historia tangible de una ciudad que mira ms all de sus fronteras. Tras el puente, el Palacio Euskalduna, barco a medio terminar en los astilleros, cargado de msica y teatro; lugar de encuentro y comunicacin.

Cruzando la Plaza del Sagrado Corazn vemos los Jardines de la Misericordia; que hablan de otra poca y otra sociedad. Atravesamos Sabino Arana y en las calles Licenciado Poza, Rodrguez Arias o Alameda Urquijo disfrutamos del ambiente de una tarde en Bilbao. Los bares nos invitan a descansar y los negocios a entrar en ellos. Los grandes edificios del Ensanche nos acompaan recordndonos el lugar donde creci Bilbao.

Por la Alameda Urquijo nos acercamos a Azkuna Zentroa. Este emblemtico edificio renovado por Philippe Starck guarda un hall iluminado por un sol inmenso que nos invita a pasear entre columnas y a disfrutar de lo ms nuevo de Bilbao. Tiendas y restaurantes, bares y pubs. La eleccin de dnde disfrutar del tiempo no es fcil en el centro de la capital. Todos nos reciben con los brazos abiertos, la ciudad es joven.

Segundo da

Por la maana: Begoa, Ayuntamiento y Jardines del Arenal

Nuestro segundo da en la Villa de Don Diego Lpez de Haro comienza a la sombra de la Amatxu, de la Virgen de Begoa. Su templo se encuentra sobre Bilbao, en el barrio de Begoa. Una baslica tardogtica, uno de los referentes de Bilbao y de Bizkaia entera, centro de peregrinacin y devociones. Desde sus alturas parece proteger el Casco viejo y el Ensanche, lugares de nuestra visita. Delante de la baslica la calle que lleva el nombre de la Virgen nos conduce, suavemente, hacia los Campos de Mallona, antiguo cementerio de Bilbao y al Parque Etxebarria, con su chimenea de ladrillo monumental como recuerdo de lo que all estuvo: una de las grandes factoras de la ciudad, Echevarria. La siderurgia fue el motor y olvidarlo es olvidarnos un poco de nosotros mismos.

Por el Parque Etxebarria bajamos a la plaza Quintana para salir al Ayuntamiento. La Casa de la Villa mira a la Ra, mira al Ensanche desde la otra orilla; parece que quiere cruzar y no se decide. Heraldos y maceros son su squito, y en su frente, en sus ventanas superiores, se asoman ilustres bilbanos. La escultura Variante ovoide de la desocupacin de la esfera de Jorge Oteiza permite ver Bilbao a travs de ella: acero y vida. La calle Sendeja y el arenal sirven de antesala al Casco Viejo. Como dice la bilbainada: rboles del Arenal, unos altos y otros bajos... se asoman a la Ra.

Donde antes trabajaban los estibadores y sirgueras hoy se pasea, se disfruta de la ciudad y su Ra.

A medioda: Casco Viejo

Una iglesia, la de San Nicols, por la calle Fueros nos indica el camino hacia la Plaza Nueva, un lugar perfecto para tomar un tentempi: un txakoli y un pintxo. Espacio neoclsico donde se mezcla Bilbao. Salimos de esta plaza reposados y descansados para disfrutar del Casco Viejo, de las Siete Calles, entre bares y tiendas. Visitamos iglesias como los Santos Juanes, San Antn o la Catedral de Santiago; nos paramos en sus estrechas calles para sentir los siglos que nos preceden; buscamos donde comer entre la amplia oferta, amplia y tentadora; nos dejamos seducir por los escaparates que invitan a entrar en las tiendas. No podemos dejar de acercarnos al Mercado de la Ribera, repleto de puestos y productos frescos llegados de la tierra y del mar.

Por la tarde: Ensanche

Buscamos el Teatro Arriaga para despedimos del Casco Viejo. Su fachada nos acompaa mientras cruzamos el Puente del Arenal hacia la Estacin de Santander, La Concordia, y pasamos bajo la monumental fachada de la Sociedad Bilbana en la calle Navarra, camino de Don Diego Lpez de Haro, que nos espera en la Plaza Circular sobre su pedestal. Estamos en el Ensanche; donde Bilbao creci fuera de las estrecheces, fuera de las luces y sombras del Casco Viejo. La Gran Va lo atraviesa y por ella caminamos entre tiendas y bancos, entre gente. Un fosterito" (entrada del metro) parece llamarnos, nos indica el camino de un nuevo Bilbao, de un metro de luz. Por la calle Berstegui los Jardines de Albia, donde buscamos la iglesia de San Vicente, antigua parroquia de la Anteiglesia de Abando. La Alameda Mazarredo nos conduce a la Gran Va y a la Alameda Urquijo donde encontramos la Residencia de los Jesuitas, la iglesia del Sagrado Corazn, neogtica y neobizantina, templo levantado por la Compaa de Jess tras su retorno a Bilbao. Un poco ms adelante Correos, arquitectura fascista, ejemplo de una poca; tras este edificio, en la calle Bertendona, un teatro, el Campos Elseos, art noveau, coqueto y elegante, ms de otras latitudes que de Bilbao.

Volviendo por Bertendona hacia Gardoqui nos dirigimos hacia la calle Diputacin, donde encontramos buenos sitios para descansar. La trasera del Palacio Foral compite en espectacularidad con la moderna Biblioteca Foral. A su cobijo terrazas de bares que bien nos sirven para reposar y retomar fuerzas. El Palacio Foral mira a la Gran Va rodeado de lo ms granado de los negocios de Bilbao; pleno centro de comercio y de vida. Por la Gran Va llegamos a la Plaza Moyua. Parterres y fuente crean un remanso de tranquilidad entre los edificios que los rodean: Palacio Chavarri, Hotel Carlton, La Aurora, Hacienda Estatal o la Casa Montero; siendo un compendio de los estilos que hicieron del ensanche bilbano un ejemplo de arquitectura en aquel cambio del siglo XIX al siglo XX: eclecticismo francs o neoflamenco, modernismo, racionalismo o arquitectura fascista.

La calle Elcano hacia la Plaza Euskadi nos conduce a un Bilbao que se reinvent a s mismo. En ella nos espera el Museo de Bellas Artes, inmenso en sus fondos y exquisito en sus formas, donde es obligado perderse en sus salas. Y tras esta jornada no hay mejor colofn que descansar junto a un lago, en medio de un bosque, en el Parque de Doa Casilda Iturrizar.

Elegir un lugar para cenar en Bilbao no es fcil. La ciudad ofrece una amplia variedad de opciones y los visitantes se mezclan con los bilbanos en locales que nos hacen disfrutar de la buena cocina y el saber hacer. Una ciudad y una cultura que hace del comer un arte, tambin hace del buen beber un culto; buscamos uno de tantos bares en Bilbao para poder disfrutar de una copa o un caf acompaados de una buena conversacin, ya sea en el propio local o en alguna de las terrazas que se abren en sus calles.

Tercer da

Por la maana: Portugalete, Puente Colgante y Las Arenas

Esta maana nos dirigimos al mar. El cauce de la Ra nos conduce al Abra donde disfrutar de ambas mrgenes, de ambos mundos. El metro y sus bocas se han convertido en muy poco tiempo en un elemento de orgullo para Bilbao. El arquitecto que lo dise, Norman Foster, termin dando su nombre a estas entradas del suburbano, los fosteritos, y por una de ellas bajamos a las entraas de la ciudad. Este metro que es luz nos acerca en alguno de sus modernos trenes hasta Portugalete, localidad fundada por la Seora de Bizkaia, Doa Mara Daz de Haro la buena, la que ratific la fundacin de la Villa de Bilbao. Sus estrechas calles en cuesta, de Santa Mara, Vctor Chvarri y Coscojales nos conducen a travs de la Baslica de Santa Mara y la Torre de Salazar, testigos del transcurrir de la Ra, hasta la Plaza del Solar. Esta plaza que se mira en la Ra con su kiosco es coqueta y elegante. A ella se asoma la villa y el Ayuntamiento; un poco ms adelante la Antigua Estacin de Ferrocarril que comunicaba Bilbao y Portugalete, las minas de hierro y el puerto.

El Puente Bizkaia asombra desde su altura. Cuatro torres y una pasarela ancladas a tierra por grandes cables de acero. Ese sueo de Alberto Palacios se hizo hierro para comunicar dos mrgenes y dos mundos: la vieja villa, nacida para vigilar y comerciar en el Abra, y el nuevo y rutilante balneario que los Aguirre haban hecho construir en una inmensa playa, en las Arenas. Subimos a la pasarela y nos detenemos sobre la Ra; disfrutamos de unas vistas nicas desde este puente Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO que no descansa ningn da del ao, ni de noche ni de da. El transbordador contina su devenir bajo nuestros pies y los barcos pasan camino del Abra, del mar, o de Bilbao.

Las Arenas es la heredera de aquel balneario que incluso acogi a reyes; pero las obras de acondicionamiento del puerto hicieron desaparecer la playa y con ella los veraneantes. Paseando por los muelles a la orilla de la Ra nos acercamos al monumento a Evaristo Churruca, que como un faro vigila su obra, el puerto, y el mar. A su vera la pequea playa que qued cuando desaparecieron los grandes arenales de las Arenas, y a continuacin un muelle, un paseo: el de las Grandes Villas. Grandes mansiones que se asoman al mar, testimonio de una burguesa enriquecida. Los paneles explicativos nos acompaan todo el trayecto hasta la Casa de Nufragos de Arriluze, sobre el mar y de estilo neovasco, sirve de entrada al Puerto deportivo, desde mucho antes de que ste existiera. Los locales de restauracin miran a los barcos que se mecen o a los grandes cruceros que llegan desde otros mares para descargar sus pasajeros entre nosotros.

Por el medioda: Ereaga Y Puerto Viejo de Algorta

La Playa de Ereaga se abre al mar y en su centro se encuentra el hotel Igeretxe, antigua casa de baos, memoria de visitantes de otras latitudes que vinieron a disfrutar de nuestro mar o a sanar de alguna enfermedad en sus aguas. Al fondo, el Puerto Viejo de Algorta. Lo vemos en la distancia escondido de los vientos que lo maltratan, y cuando nos acercamos apreciamos como se recoge en si mismo. El puerto mantiene su espritu pescador y bohemio; las escaleras que nacen sobre los muelles nos llevan hasta Erriberamune y la Etxetxu para poder tener las mejores vistas del Abra, como tantos marinos que esperaban la llegada de los barcos desde esta atalaya.

Frente a nosotros Santurtzi, famosa por su cancin y la Villa de Portugalete que ya hemos dejado atrs. En el corazn del Puerto Viejo encontramos bares y restaurantes donde se nos muestra el fruto del trabajo de los pescadores de nuestros puertos y donde comer es disfrutar.

Por la tarde: Ibarrekolanda y Deusto

Dejamos atrs el Puerto Viejo para dirigirnos al centro del barrio de Algorta. Cualquier calle de las que ascienden nos lleva a la Plaza de San Nicols, donde est la iglesia neoclsica del mismo nombre. Continuamos por la avenida Algorta hasta la calle Telletxe para llegar a la boca del metro, all donde esta calle se transforma en plaza. Volvemos a Bilbao.

Salimos del suburbano en la Estacin de Sarriko y ascendemos bajo una bveda de cristal para salir frente al Conservatorio de Msica, otro magnfico ejemplo de arquitectura contempornea que podemos visitar en Bilbao. Al otro lado de la Avenida Lehendakari Agirre , se encuentra el Parque de Sarriko, jardines, hoy pblicos, de una magnfica villa en un promontorio sobre las huertas de la Ribera de Deusto y los muelles de Olabeaga. Caminamos entre sus rboles buscando pequeos tesoros en piedra de otra poca y otra manera de vivir. Por la Avenida Lehendakari Agirre nos dirigimos a Deusto para desviarnos hacia la Ra por la calle Sagrada Familia y encontrar la iglesia de San Felicsimo, con su moderna e inmensa bveda de can. Caminamos por la Avenida Madariaga hasta la calle Irua para ver sobre la Ra el Puente Euskalduna, y el palacio del mismo nombre.

Acercndonos a este puente veremos los Jardines de la Ribera de Botica Vieja que bullen de vida. Paseamos bordeando la Ra bajo la atenta mirada del Tigre, que parece esperar su momento para saltar a la otra orilla. Los grandes edificios de Abandoibarra se asoman como nosotros a esta Ra.

Seguimos bajo el Puente de Deusto para encontrar la Universidad de Deusto, y frente a ella la pasarela Pedro Arrupe nos invita a cruzar a la otra orilla para volver al centro de Bilbao. Abandoibarra nos acoge al atardecer despus de habernos acercado al mar y disfrutado de un pedazo de Bizkaia.