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BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA
FACULTAD DE ECONOMÍA CENTRO DE ESTUDIOS DEL DESARROLLO
ECONÓMICO Y SOCIAL
MAESTRÍA EN DESARROLLO ECONÓMICO Y COOPERACIÓN
INTERNACIONAL
ORIGEN, CONSTITUCIÓN Y PROTAGONISMO DE LOS ACTORES SOCIALES EN LA CONSTRUCCIÓN DE ALTERNATIVAS DE DESARROLLO LOCAL: EL CASO DE LA ORGANIZACIÓN RESPONSABLE DEL
CENTRO ECOTURISTICO ACOCOMOCA A.C. Y TETELA HACIA EL FUTURO A.C.
T E S I S
QUE PARA LA OBTENCIÓN DEL GRADO DE
MAESTRO EN DESARROLLO ECONÓMICO
Y COOPERACIÓN INTERNACIONAL
P R E S E N T A
LIC. HEDYLBERTO CASTRO CUAMATZIN
COMITÉ TUTORIAL
DR. GERMÁN SÁNCHEZ DAZA DRA. MARÍA EUGENIA MARTÍNEZ DE ITA
DR. DESIDERIO ORTEGÓN QUINTAL
PUEBLA, PUE. DICIEMBRE 2012
INDICE
Pág
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………….........1
CAPÍTULO 1. CONCEPTUALIZACIÓN Y ORIENTACIONES TEÓRICAS
SOBRE EL DESARROLLO: DE LOS MODELOS ESTRUCTURALES AL
POSTDESARROLLO
1.1. El nacimiento del concepto de subdesarrollo (la era del desarrollo). ……….4
1.2. Los modelos estructurales del desarrollo. ……………………………………...8
1.2.1. La teoría de la modernización. ……………………………………………..........9
1.2.2. Las teorías latinoamericanas del desarrollo. ………………………………….12
1.3. Los modelos de desarrollo endógeno. Los recursos locales como facilitadores
del proceso de desarrollo. ……………………………………….............................18
1.3.1. La emergencia del postdesarrollo. ………………………………………….......24
1.3.2. El desarrollo propuesto desde los actores. ……………………………….…….27
CAPÍTULO 2. ACTORES SOCIALES: CONCEPTO Y FACTORES DE
CONSTRUCCIÓN.
2.1. ¿Qué es un actor social?.............................................................................................31
2.2. Factores que permiten la construcción de actores sociales y que determinan la
acción social de los actores individuales: La concertación social, a identidad
territorial y la cultura. …………………………………………………………………39
2.3. Los Actores Sociales en el Desarrollo Local. ………………………………….....44
CAPÍTULO 3. LOS ACTORES SOCIALES EN LA CONSTRUCCIÓN DE
MODELOS DE DESARROLLO LOCAL EN EL MUNICIPIO DE TETELA
DE OCAMPO, DOS ESCENARIOS DE MANIFESTACIÓN: EL CASO DE
LA ASOCIACIÓN RESPONSABLE DEL CENTRO ECOTURÍSTICO
ACOCOMOCA A.C. Y TETELA HACIA EL FUTURO A.C.
3.1. Presentación de la Metodología Utilizada para el trabajo de Investigación de
Campo (Válido para Ambos Casos). ………………………………………………….50
3.2. Descripción técnica del Municipio de Tetela de Ocampo: El desarrollo en Tetela
de Ocampo. …………………………………………….…………………….................51
3.3. El caso de la Asociación Responsable del Centro Ecoturístico Acocomoca A.C.
de Carreragco Tetela de Ocampo. …………………………………………………….58
3.4. El caso de Tetela Hacia el Futuro A.C. …………………………………………..70
CAPITULO 4. CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES FINALES. ……….....90
ANEXOS………………………………………………………………….………..……97
BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………….116
DEDICATORIA
A mis padres Domingo y Rosita por haberme apoyado de manera absoluta en todo
momento y por el amor que siempre me han mostrado sin condiciones, nunca lo
hubiera logrado sin ustedes: ¡Muchísimas Gracias, Los Amo!
A mi hermano Hedwin que tuvo a bien ser compañero de muchos desvelos y ser
partícipe con sus opiniones del trabajo que ahora presento. Además de ser el
consejero en muchos momentos difíciles: ¡Gracias Brother!
A mis abuelitos Andrés y Mariana que en múltiples ocasiones han sabido darme
palabras de sabiduría cuando me he encontrado en situaciones adversas: ¡Abuelitos,
no sé qué haría sin ustedes!
A todos mis tíos, primos y todo familiar que valoraron el esfuerzo que realicé
durante mi estancia en el posgrado y que participaron directa o indirectamente en la
elaboración de esta tesis: ¡Un fuerte abrazo!
A mi Director de Tesis el Dr. Germán Sánchez Daza que supo a bien conducirme
por el camino correcto y que siempre estuvo al pendiente y dispuesto a solucionar
mis dudas y errores con respecto a la elaboración de esta tesis. A mis asesores la
Dra. María Eugenia Martínez de Ita y el Dr. Desiderio Ortegón Quintal por su apoyo
y motivación que contribuyó en gran medida a la conclusión de este trabajo.
A las organizaciones de Acocomoca A.C. y Tetela Hacia el Futuro A.C. que me
brindaron su tiempo, amistad y paciencia con respecto al trabajo de campo que
realice en cada uno de sus espacios de actividad: ¡Fueron en gran medida el pilar
para la conclusión de esta tesis!
Al pueblo de Tetela de Ocampo y a toda su gente que tanto amo, a mis amigos,
conocidos y a todas aquellas personas que me aprecian y quieren esto no hubiera
sido posible sin el respaldo de todos.
Hedylberto Castro Cuamatzin
1
INTRODUCCIÓN
Hasta finales de la década de los 80´s los estudios sobre el desarrollo sostenían que
“el camino más indicado para arribar a condiciones de desarrollo favorables, era la
industrialización de la economía, lo que daría lugar a la modernización de la
sociedad” (Rofman, 2003:1). Para que este tipo de políticas tuvieran éxito se
requería una participación importante por parte del Estado, quién se encargaría de
delinear las estrategias idóneas de intervención en los territorios.
Las políticas generadas bajo esta óptica recalan en programas y estrategias de
intervención sectorizadas y aplicadas de forma unánime; el Estado esparce los
planes y programas sin atender las especificidades de cada territorio provocando
más que resultados positivos grandes desequilibrios regionales que a lo largo de los
últimos años han caracterizado al desarrollo en los países subdesarrollados incluidos
los de América Latina. Como respuesta a la ineficacia de los modelos estructurales,
las últimas décadas han visto salir a la luz propuesta alternativas de desarrollo que
en mayor medida “proporcionan recuentos detallados de respuestas diferenciales a
las condiciones estructurales y que exploran las estrategias de sustento y las
disposiciones culturales de los actores sociales involucrados” (Long, 2007:43).
Este enfoque afirma que los procesos de desarrollo tienen lugar en territorios
concretos; espacios donde se manifiestan relaciones de producción y estructura
económica particulares y donde además convergen individuos, instituciones, historia
y cultura propias del territorio. El territorio comprende un complejo espectro de
relaciones e interacciones entre múltiples grupos y colectividades con intereses
contrapuestos y antagónicos. La sociedad se concibe en términos de Bourdieu como
un sistema de diferencias entre campos (grupos sociales) con reglas particulares,
pero que en situaciones contingentes son susceptibles de articularse en función de
proyectos que supongan un beneficio colectivo. Este enfoque pone fin al centralismo
y a la orientación economicista del desarrollo para orientarse al territorio y a las
2
interacciones que se dan entre los distintos tipos de actores que confluyen dentro del
mismo.
Esta perspectiva coloca al actor como efigie y arquitecto del desarrollo, pero ¿qué es
y cuando un individuo se convierte en actor?, y ¿qué factores le permiten convertirse
en actor social?, que es el término con que se ha conceptualizado a aquellos agentes
sociales capaces de influir en su entramado económico y social. Es precisamente el
tema de los actores sociales, su papel e influencia en los procesos de desarrollo local
y en la generación de alternativas al mismo la discusión que da cuerpo al presente
trabajo. Para ello se revisarán dos casos ubicados en el municipio de Tetela de
Ocampo en la zona norte del Estado de Puebla que servirán como objeto de estudio
y que ayudarán a responder las incógnitas planteadas al inicio de la investigación.
El trabajo está dividido en cuatro capítulos. El primero tiene como intención
presentar un contexto general acerca de la historia de los estudios del desarrollo,
desde su nacimiento a partir de la Segunda Guerra Mundial y que supuso teorías,
modelos y perspectivas formuladas desde el seno del poder económico mundial
basadas en un fuerte componente económico en sus formulaciones, hasta llegar a la
parte crítica de los estudios del desarrollo y que supuso la aparición de teorías y
perspectivas con orientaciones que integraban al análisis los componentes territorial,
social y cultural como factores elementales en la consolidación de los procesos de
desarrollo y que resaltan de manera sustancial el papel de los actores sociales en la
consolidación de los mismos. El segundo apartado se propone conocer el concepto
de actor social, los factores que contribuyen a su consolidación, y de acuerdo a la
teoría, su importancia en los procesos de desarrollo local. En el tercer capítulo se
describirán en primera instancia los estudios de caso representados por la
Asociación Responsable del Centro Ecoturístico Acocomoca A.C. y la organización
Tetela Hacia el Futuro A.C. ubicados en el municipio de Tetela de Ocampo, Puebla.
El conocimiento de ambos escenarios nos permitirá conocer el nivel de
consolidación de actores sociales en cada uno de ellos, los factores que
3
contribuyeron o no a la formación de los mismos, las razones que permitieron u
obstaculizaron su consolidación y su nivel de influencia en el desarrollo local. Este
ejercicio tiene como objetivo confrontar teoría y realidad y determinar si los
procesos reales se ajustan a las determinaciones que al respecto ha formulado la
teoría. Por último en el capítulo cuarto se presentan conclusiones y reflexiones
finales.
4
CAPÍTULO 1. CONCEPTUALIZACIÓN Y ORIENTACIONES TEÓRICAS
SOBRE EL DESARROLLO: DE LOS MODELOS ESTRUCTURALES AL
POSTDESARROLLO
1.1. El nacimiento del concepto de subdesarrollo (la era del desarrollo).
Una vez concluida la Segunda Guerra Mundial en abril de 1945, Europa sufrió una
transformación geográfica y política sin precedentes. Ciudades devastadas, millones
de personas asesinadas en tiroteos, bombardeos y genocidios masivos (según las
cifras oficiales de la época el número de muertes ascendió a un total de 50 millones),
cesiones coloniales por parte de los países vencidos ante comisiones internacionales,
países que recobraron su autonomía y una Alemania que tuvo que dividir su
territorio en cuatro zonas de ocupación que estarían bajo la regencia de Estados
Unidos, Inglaterra, Francia y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
En contraste con la Europa sumida en un cuadro económico en ruinas, el periodo de
posguerra vio emerger a dos superpotencias que monopolizaron el poder económico
y político en la zona, fue así como surgió un conflicto ideológico entre el
denominado bloque capitalista con gran influencia en la Europa Occidental
encabezado por Estados Unidos y su contraparte comunista encabezado por la URSS
y que sentó su feudo en los países de Europa del Este.
Estados Unidos necesitaba legitimar su nueva condición y posición en el mundo y
para ello en el año de 1947 puso en marcha el Plan Marshall. Esta iniciativa tenía
como propósito principal establecer las estrategias y mecanismos para la
reconstrucción económica de Europa mediante un fondo de asistencia económica
que ascendía a los 17 millones de dólares los cuales serían distribuidos como
donativos (en un 80%) y préstamos (en un 20%). Para la consecución de los
objetivos del Plan Marshall, Estados Unidos “consideró necesario” – impuso - que
los países beneficiarios estableciesen la política de libre mercado o laisser faire
5
consistente en la no intervención del Estado en la economía, delegando su
funcionamiento a las fuerzas de oferta y demanda. Esta condicionante no fue una
estrategia lanzada premeditadamente, “a finales de la Segunda Guerra Mundial
Estados Unidos era una maquina productiva, formidable e incesante sin precedentes
en la historia” (Esteva, 1996:1), por ello era urgente “proporcionar salida al
gigantesco potencial de producción necesitada de reconversión al final del conflicto”
(Rist, 2002:84), lo que les permitió establecer el dominio comercial sobre las
economías en reconstrucción.
La era del desarrollo -como a muchos autores les gusta adjetivar a esta suceso
histórico- se inauguró oficialmente en el año de 1949 el día en que tomó posesión
de la Presidencia de los Estados Unidos Harry S. Truman, teniendo como marco el
evento del Discurso sobre el Estado de la Unión. En el punto IV de dicho manifiesto
de los Public Papers of the Presidents (1949) citado por Rist (2002:85) el presidente
Truman “hizo un llamado internacional para establecer un programa de transferencia
de conocimientos científicos y productivos hacia las “regiones insuficientemente
desarrollas para su mejoramiento y crecimiento económico, ya que según el
mandatario, la condición marginal de estos países era un peligro para el bienestar y
prosperidad de países desarrollados y subdesarrollados”.
No fue la primera vez que se utilizaban adjetivos para referirse y resaltar las
diferencias económicas entre países. Carlos Marx en sus estudios sobre la sociedad,
la economía y la política ya establecía que las condiciones de no desarrollo de
algunos países son producto de los escenarios desfavorables bajo las cuales son
obligados a participar del escenario económico mundial; Lenin en 1897escribió
sobre Desarrollo del Capitalismo en Rusia; Schumpeter y su Teoría del Desarrollo
Económico concluida en 1911 atribuía el crecimiento económico a los procesos de
innovación (técnica y financiera), desarrollo de tecnología y aspectos socioculturales
del entorno; Wilfred Benson (miembro del Secretariado de la Oficina Internacional
del Trabajo) quien al escribir las bases económicas de la paz en 1942 hizo referencia
6
a las áreas subdesarrolladas; en 1944 el economista austriaco Paul Rosestein-Rodan
pionero en los estudios sobre el crecimiento económico también habló de las áreas
económicamente atrasadas; al mismo tiempo Arthur Lewis también escribía acerca
de las causantes de la brecha entre naciones ricas y pobres.
No obstante, en los labios de Truman la palabra subdesarrollo adquirió otro tipo de
connotación. A partir de su discurso más de media mitad de la población del planeta
“se convirtió en el espejo invertido de la realidad de otros: un espejo que los
desprecia y los envía al final de la cola, un espejo que reduce la definición de su
identidad, la de una mayoría heterogénea y diversa comparada a los términos de una
minoría pequeña y homogeneizante” (Esteva, 2002:21). Se convirtió en un discurso
dirigido a legitimar los procesos históricos de la modernidad y el capitalismo, a
establecer un escenario bipolar donde se hacía una clara distinción entre los
poderosos y el grupo condenado a la subordinación, discriminación y subyugación.
Se hizo alrededor del discurso del desarrollo un mito que oculta su lado oscuro,
aquel que convirtió la participación social en un instrumento servil para los objetivos
de dominio de Estados Unidos.
A partir de entonces Estados Unidos se nombró asimismo el paladín de la justicia
mundial y el único con la capacidad para contrarrestar los problemas económicos,
sociales, culturales y políticos de los países subdesarrollados. Para ello se creó un
aparato institucional encargado de esparcir y vigilar la asimilación de las políticas
elegidas para la operación “cruzada por el desarrollo”, entre ellos el Banco Mundial
(BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), etc. La agenda a seguir era la adopción de políticas eminentemente
economicistas, de acuerdo con Estados Unidos, la única vía para la mejora de la
calidad de vida era mediante el crecimiento económico (aumento del PNB) a través
del impulso de la actividad industrial. Se olvidó por completo el sentido social y su
“capacidad de organización como elemento sustancial para la consecución de los
objetivos del desarrollo. La solución que se propone es auténticamente hegemónica
7
porque se presenta no solo como la mejor, sino incluso como la única posible” (Rist,
2002: 91).
Fue así como el mito del desarrollo sugiere la idea de un estado inacabado, falto de
perfección, de la posibilidad de tránsito a un estado superior, pero la falta de talento
de los países para escapar por sí solos a esta condición hace necesaria la
intervención de agentes externos. De acuerdo con Arturo Escobar fueron dos los
mecanismos que permitieron la instauración del desarrollo como poder colonizador:
1. La profesionalización de los problemas del desarrollo: lo cual ha incluido
el conocimiento de estudios especializados así como diferentes campos de
análisis para cada uno de los problemas del subdesarrollo.
2. La Institucionalización del desarrollo: el entramado institucional
encargado de pregonar el discurso a favor de la hegemonía estadounidense,
integrado por los organismos internacionales ya mencionados en líneas
anteriores – BM, FMI, ONU, OCDE, etc., además de sucursales disfrazadas
de Agencias Nacionales de Desarrollo y ONG´s que se multiplicaron y
esparcieron por Latinoamérica, Asia y África.
Fue a partir de estos acontecimientos que comenzaron a surgir las primeras
aproximaciones conceptuales, instrumentos de medición y modelos de análisis
acerca de los factores condicionantes del desarrollo; dando lugar a múltiples
interpretaciones, algunas convergentes otras no, pero que construyeron un escenario
multicolor de elementos teóricos que dieron lugar a un debate amplio que se ha
prolongado hasta la actualidad.
A lo largo de los últimos cincuenta años, según Arturo Escobar, la conceptualización
del desarrollo en las ciencias sociales desde el punto de vista latinoamericano ha
visto tres momentos correspondientes:
1. La Teoría de la Modernización (50´s – 60´s).
2. Teoría de la Dependencia (60s – 70´s).
8
3. Críticas al desarrollo como discurso cultural, conocido por algunos autores
como postdesarrollo, corriente en la que se insertan los estudios centrados en
los recursos locales.
1.2 Los modelos estructurales del desarrollo.
Con el fin de institucionalizar y generalizar el modelo de desarrollo propuesto por
Estados Unidos, la literatura de la posguerra se centró en construir una perspectiva
que sostenía que la industrialización de la economía daría lugar a la modernización
de la sociedad. La combinación que abría la caja fuerte del desarrollo - entendido
como crecimiento económico -, debería incluir la intervención del capital privado y
los medios empresariales, la aplicación de los más novedosos conocimientos
científicos y tecnológicos a favor del incremento del Producto Nacional Bruto y del
ingreso per cápita, metas que se reforzarían teórica y científicamente con los
denominados modelos estructurales del desarrollo. Todas las orientaciones surgidas
en esta época subestimaban las consecuencias sociales de las decisiones que se
tomaron en los altos niveles, la obsesión por el crecimiento hizo olvidar las
condiciones sociales existentes en los países subdesarrollados, la preocupación
acerca de la pobreza generalizada se esfumó y adoptó la condición de explotación y
violación por parte del sistema capitalista.
Este tipo de modelos utilizan como base de su argumento agregados, estructuras y
tendencias de gran escala que explican de manera global el funcionamiento de la
economía y la sociedad. “Estas teorías encuadran su análisis en conceptos
provenientes de la teoría de la modernización, o adoptan una perspectiva estructural
o institucional basada en alguna variedad de análisis político económico” (Long,
2007: 35). Hasta los años 70´s y 80´s las teorías estructuralistas dominaron la escena
de los estudios del desarrollo, fue la Teoría de la Modernización la que consolidó el
discurso dominante en los escenarios institucionales y públicos en todo el mundo.
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En suma, las teorías del desarrollo resultantes de la reorganización del mundo
capitalista después de la Segunda Guerra Mundial, tuvieron como objetivo justificar
y posibilitar el dominio de Estados Unidos sobre los países del denominado Tercer
Mundo. Como formulaciones teóricas implicaron la creación y utilización de nuevos
conceptos y adjetivos que explicasen la realidad social; términos como dependencia,
colonialismo, en vías de desarrollo, desarrollo desigual, etc.; desfilaban entre las
bocas de los círculos académicos de la época, convirtiéndose en las municiones que
avasallaron la realidad social de los pobladores de la Europa en reconstrucción, de
América Latina, África y Asia.
A continuación describiré la historia y los elementos más importantes del
surgimiento de la teoría ya citada, revisando los antecedentes y aportaciones que le
permitieron a su autor consolidar este manifiesto que durante mucho tiempo se
convirtió en la Biblia del desarrollo, de la manifestación excelsa y gloriosa de su
victoria y del comienzo de lo que en el medio se conoce como la Economía del
Desarrollo.
1.2.1 La teoría de la modernización.
La Teoría de la Modernización representó la necesidad de los teóricos de formular
un proceso que pudiese aplicarse de manera universal y que al mismo tiempo
explicase los elementos que facilitaran la evolución económica y social de cualquier
nación. El paradigma de la modernización, representó el primer esfuerzo analítico
por comprender la naturaleza singular de la dinámica económica de los países
subdesarrollados, identificar las causas de lo que consideraba su rezago y establecer
las causas necesarias para superarlo. Este paradigma sostenía su argumento teórico
en la existencia de un modelo singular de la sociedad.
La modernización, concibe el desarrollo como un estadio dicotómico de
condiciones. Por un lado establece la existencia de una sociedad tradicional que se
10
caracteriza por mantener un equilibrio social a partir de relaciones interpersonales
basadas en afectos y relaciones de amistad. La mayoría de la población se concentra
en las zonas rurales, la actividad económica principal es la agricultura y la estructura
social está caracterizada por un alto nivel de gradación y polarización. Este tipo de
condiciones se manifestaban como amenazas potenciales para la estabilidad
económica y social de países desarrollados y subdesarrollados.
En el otro hemisferio se encuentra la sociedad moderna, que a diferencia de la
sociedad tradicional mantiene una dinámica social basada en relaciones
impersonales, la dinámica productiva está orientada a la actividad industrial
apoyada en un fuerte aparato tecnológico – científico que refuerza una serie de
procesos acumulativos entre los que destacan: la formación de capital y la
movilización de recursos, el fortalecimiento de las capacidades o fuerzas
productivas, incremento en la productividad del factor trabajo, la concentración de la
población en espacios urbanos, etc.
Esta posición ideológica trató de resaltar el contraste entre lo viejo y lo nuevo, entre
sociedades segmentarias versus sociedades complejas (Durkheim), regímenes
aristocráticos versus regímenes democráticos (Tocqueville), comunidad versus
sociedad (Tonéis), occidente versus oriente (Weber). “La teoría de la modernización
sostiene que el desarrollo es un proceso sistemático, evolutivo, progresivo,
transformador, homogeneizador y de americanización inminente” (Vargas, 2007: 1).
En esta perspectiva, el desarrollo es característico de toda sociedad moderna y la
modernidad es un estadio que se alcanza tarde o temprano a través de una profunda
transformación de la estructura social y para ello se requiere una fuerte intervención
del Estado quién es el encargado de facilitar el proceso de reconversión. Este
proceso es activado y mantenido mediante la paulatina y creciente inserción en los
mercados de mercancías, lo que produce un cambio de orientación productiva hacia
la fabricación de bines y servicios para el consumo de la población, esto viene a
11
generar grandes cantidades de beneficios que según los defensores de esta teoría
serán repartidos de manera igualitaria entre la población.
Para los impulsores de este modelo, “la evolución histórica de una sociedad
tradicional hacia una moderna, puede ser impulsada de modo deliberado, aceptaron
que el proceso de desarrollo puede verse acelerado por la acción humana. Se
estudiaba el desarrollo económico desde una perspectiva evolucionista y el
subdesarrollo como una fase previa en la evolución de las naciones” (Ramírez
Cendrero, 2008: 37). De esta manera el desarrollo es asociado con un proceso de
modernización y la modernización producto de una fuerte actividad industrial. El
concepto de desarrollo por lógica es concebido y equiparado con el crecimiento
económico, un mayor crecimiento económico sugiere un mayor grado de desarrollo.
La apuesta era tal como lo expresa Otto Hirschman (1964), citado por Ramírez
Cendrero (2008:39), “optar por un crecimiento generado a partir del dinamismo de
unos sectores determinados que tuvieran la capacidad de impulsar el crecimiento de
otros sectores; por ello la mirada de los defensores de la modernización apuntaba a
la industrialización como la estrategia de desarrollo natural”. Es así como aplicando
esta receta zarparán en la nave del olvido y para no volver la desigualdad, la pobreza
y la marginación.
Walt. W. Rostow, historiador económico norteamericano, se encargó de sistematizar
estas ideas y estableció que toda sociedad tradicional realiza una travesía por cinco
etapas antes de arribar al puerto de la modernidad:
1. Sociedad tradicional.
2. Sociedad previa al despegue.
3. Sociedad en despegue.
4. Madurez de la Sociedad.
Rostow interpreta el subdesarrollo como la existencia de niveles históricos por los
que necesariamente tienen que atravesar todos los países en el mundo. Define el
12
proceso de desarrollo como un simple proceso natural -como la evolución biológica
a través del cual los organismos logran realizar su potencialidad genética- y de la
aplicación de políticas que propician el crecimiento de los niveles de ahorro,
inversión, producto per cápita, etc. “Desde este punto de vista el desarrollo industrial
era la actividad que tenía el potencial de generar eslabonamientos con otros sectores,
impulsar ganancias generales de productividad o acelerar el progreso tecnológico
(Ramírez Cendrero, 2008: 40)”.Todo ello sin tener que cambiar las relaciones de
explotación, subordinación y dependencia al que se someterían los países durante la
intervención “científica y técnica” de los Estados Unidos.
Como podemos observar, estas orientaciones fueron utilizadas como parte de una
estrategia encaminada a establecer el dominio del capitalismo a nivel mundial; la
cortina de humo estampada con figuras de asistencia, ayuda y solidaridad hacia los
países del Tercer Mundo, escondía la intención maquiavélica de una misión sigilosa
de Estados Unidos por hacerse del control económico, político, cultural y social de
todo el mundo occidental.
La modernidad se ha definido como lo contrario de la construcción cultural e
identitaria de los pueblos, ha traído consigo la antitradición, la disolución de los
saberes y prácticas locales
1.2.2 Las teorías latinoamericanas del desarrollo.
En América Latina después de la Segunda Guerra Mundial se experimentó - aunque
de manera incipiente- la aparición de algunas corrientes teóricas que intentaban
explicar los aspectos generales del desarrollo así como del subdesarrollo y sus
causas.
El pensamiento latinoamericano estuvo representado por un grupo de científicos
sociales que en su mayoría formaban parte de la Comisión Económica para América
Latina y entre los cuales destacaban, José Medina Echavarría, Enzo Faletto,
13
Fernando Cardoso, Celso Furtado, Adolfo Gutiérrez, Florestán Fernández, Oswaldo
Sunkel, Aníbal Pinto, entre otros.
El problema del subdesarrollo en América Latina era explicado mediante el modelo
de centro – periferia. Este modelo establece que la economía se compone de un
centro (países desarrollados) y las periferias (países subdesarrollados), ambos polos
presentan estructuras económicas desiguales.
Dentro de esta perspectiva, la desigualdad entre ambos polos se debe a que en el
centro las actividades económicas son más o menos homogéneas, lo que produce
una articulación productiva mayor; la utilización y aprovechamiento del progreso
técnico es más intensa lo que conduce a que se tenga una productividad del trabajo
elevada y por consiguiente los niveles de ingreso de la población son mayores en el
centro que en las periferias. Debido a este tipo de condiciones dispares de la
periferia, la CEPAL afirma que el subdesarrollo es producto de lo que Raúl Prebisch
denominó “insuficiencia dinámica del sistema económico”. Estas deficiencias eran
atribuidas a cuestiones tales como:
Escasa absorción productiva de la fuerza de trabajo: debido al aumento
descontrolado de la población, los mercados de trabajo son incapaces de
absorber la sobreoferta de fuerza de trabajo, lo que ocasiona un fenómeno de
desempleo generalizado.
Escasa o nula formación de capital: genera niveles bajos de productividad,
escasa capacidad de absorción de fuerza de trabajo y por consecuencia una
masa de beneficios extremadamente escasa.
Estas deficiencias económicas son reforzadas por una serie de elementos sociales
que desnudan la incapacidad y condición arcaica de las periferias en todos los
ámbitos de su vida. Existe en ellas una distribución del ingreso increíblemente
desigual (los beneficios son absorbidos por una pequeña parte de la población,
mientras que el resto vive en las peores condiciones), cuentan con un aparato
14
institucional débil, ineficiente y subordinado a las presiones de los agentes
económicos y políticos extranjeros –principalmente Estados Unidos-, lo que los
limita a tomar decisiones en beneficio propio, restándoles poder de autonomía y
credibilidad. Esta condición de subordinación económica consecuentemente limita a
los agentes económicos locales a ser objetos de apoyo por parte del Estado que
prioriza y consiente las actividades del capital extranjero como primera opción. Esto
ha sucedido, viene sucediendo y sucederá a través de los años, el dominio del capital
boquea las posibilidades de desarrollo de los actores locales, la entrada en función
del modelo de liberalismo económico abrió las puertas de par en par al conquistador
extranjero que en complicidad de los gobiernos locales, se han encargado de saquear
y explotar los recursos locales, de desahuciar el mercado interno que no puede
competir con los grandes capitales foráneos.
Volviendo al análisis que nos concierne, las causas económicas y sociales antes
mencionadas provocan que las periferias tengan grandes desventajas en los
mercados internacionales. Al ser predominantemente países productores y
exportadores de alimentos y materias primas, y al situarse en un contexto de
evolución del comercio que se reorientaba a la producción de manufacturas, la
demanda de los productos básicos se devaluaba cada vez más. El mercado interno
precario de las periferias incapaz de absorber el excedente de la fuerza de trabajo
sobrante de las actividades primarias y producir diversificación productiva, no podía
ni boxear a la sombra con las economías centrales quienes presentan una actividad
productiva totalmente diversificada –además de la actividad industrial emergen las
actividades terciarias o de servicios-, y que contaban con la más alta innovación
científica y técnica que les permitía aumentar la productividad, reducir costos y
multiplicar beneficios. Estos términos se han venido reproduciendo con una agudeza
sin precedentes con el paso de las décadas, la producción de tecnología y nuevos
conocimientos son privilegio de los países de primer mundo, mientras que el tercer
mundo tiene que conformarse con la importación de tecnologías desactualizadas que
15
no permiten reducir la brecha productiva entre ambos polos. México es un claro
ejemplo de la desventaja comercial en los mercados internacionales. Siendo un país
históricamente productor de maíz, hoy en día se tiene que importar alrededor de la
tercera parte de la producción nacional (alrededor de 9.8 millones de toneladas) y
según datos publicados por el diario La Jornada el 24 de abril del presente año,
ocupamos oficialmente el primer lugar en importación de maíz en el mundo. La
entrada del modelo neoliberal en México a principios de los 90´s y la firma del
Tratado de Libre Comercio puso en jaque mate al campo mexicano que ha quedado
desterrado en el olvido. La competencia es injusta y desleal manifiesta Elena
Álvarez investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM);
ya que alrededor del 75.2% del campesinado del país vive en extrema pobreza,
cuentan con pequeñas parcelas que como máximo alcanzan las cinco hectáreas, su
esquema productivo es tradicional y precario y el sistema de apoyos para este sector
es cada vez más reducido; mientras que Estados Unidos ha apoyado de manera
sustancial la producción agrícola intensiva, dotando de créditos y maquinaria de alta
tecnología a los grandes productores, lo que permite producir más a menores costos.
México ha creído que es más beneficioso comprar maíz barato y de dudosa calidad
que fortalecer el aparato productivo nacional, subordinando la agricultura mexicana
a los intereses de la agricultura estadounidense. Un ejemplo contemporáneo donde
se confabulan los elementos señalados por los economistas latinoamericanos como
causas del subdesarrollo: la diferencia de la estructura productiva de las periferias en
contraste con la modernización productiva del centro, la productividad eficiente y
dinámica en el centro versus la estructura obsoleta y caduca de los satélites y la
debilidad institucional de las periferias que subordinan intereses propios en pro de
intereses de los comandantes de la economía mundial; situación que se manifiesta en
los escenarios de intercambio comercial.
En este contexto, la propuesta que la CEPAL expone como alternativa para
abandonar esta situación marginal fue la llamada estrategia por sustitución de
16
importaciones, de la cual se esperaba tuviese la capacidad de conducir a los países a
un desarrollo basado en el crecimiento con modernización, cuyo camino seria la
industrialización. Bajo estas premisas se construye el argumento central de la
llamada Teoría de la Dependencia, el cual establece que “el subdesarrollo es
producto del funcionamiento del sistema económico capitalista a escala mundial”
(Ramírez Cendrero, 2008: 50).
Esta idea se refuerza con la propuesta de Paul Baran que propuso la idea de que
“ningún país periférico puede, en el marco de la economía mundial capitalista,
romper la dependencia que le impide desarrollarse de modo similar a los países
industrializados” (Ramírez Cendrero, 200: 51). En esta perspectiva se destacan los
factores externos como elementos sustanciales de influencia y determinación de las
condiciones de desarrollo en los países periféricos y que provocan el estado de
dependencia hacia los países del centro; la teoría entiende a la dependencia como un
estadio de explotación interna y determinación externa, donde el crecimiento de una
economía dependiente se encuentra a expensas de la situación y fluctuación de una
economía superior o dominante quién tiene la capacidad de crecer por sí sola. Como
podernos darnos cuenta, las teorías interpretativas de los teóricos latinoamericanos
también estuvieron permeadas por las ideas de los centros hegemónicos del
capitalismo central.
Las propuestas que emergieron a partir de estos análisis que se reducían a la
implementación de un modelo sustitutivo de importación y un supuesto impulso a la
industrialización no tuvieron los resultados esperados, muy por el contrario en los
países donde se llevaron a la práctica fracasaron debido a que muchos de estos
países no presentaban las condiciones y fortalezas para llevar a cabo una
transformación de este tipo. La mayoría presentaban estructuras económicas,
sociales y políticas débiles, las ventajas en ese sentido no eran prometedoras, pero
las soluciones nunca consideraron comenzar por cimentar las condiciones internas
de los países, de prepararlos para que en el futuro fuesen ellos mismos quien
17
encabezasen la travesía hacia un mundo de autodeterminación y autosuficiencia. Por
otro lado el determinismo económico de estas nociones –siguiendo la misma
tendencia que el paradigma de la modernización- olvida por completo el sentido
social, cultural y humano que también sufría las consecuencias de las decisiones
que se tomaban en las altas esferas del poder. “Ambos modelos ven al desarrollo
como emanación de los centros de poder mediante la intervención de fuerzas
estatales e internacionales” (Long, 2007:38).
De ahí que los críticos de las teorías modernistas sugirieran la necesidad de
desprenderse del sistema capitalista como eje de la economía mundial, en términos
de Samir Amín (1931) citado por Ramírez Cendrero (2008:51), “era urgente lograr
una desconexión de la economía mundial como alternativa para la periferia para
lograr un desarrollo popular, nacional y autocentrado”. Es en este momento cuando
se comienza a pensar en la parte no económica como elemento sustancial para la
evolución de las sociedades; la realidad social - cultural y el conocimiento local son
propuestos como factores de los que no se puede prescindir a la hora de emitir
conceptualizaciones, identificaciones y juicios acerca de la problemática de
desarrollo del llamado Tercer Mundo. Asimismo se propone que la elaboración de
estrategias y alternativas de solución a las contingencias económicas y sociales
deben incluir un fuerte aporte del conocimiento de los actores locales –algo que para
las teorías modernizadoras era prácticamente un sacrilegio- ,ya que es precisamente
la población quien sufre con las decisiones que se toman desde el centro del poder.
Lo que se sugiere es que el desarrollo - tal y como fue concebido en el discurso de
Truman - se abandone por completo como principio rector y organizador de la vida
social, que el discurso modernizador no puede ser aplicado de manera tácita en todas
las regiones del mundo subdesarrollado, cada cual tiene sus características y
particularidades propias y un plan universal tal como fue concebida la cruzada
estadounidense en contra del subdesarrollo ha contribuido a agraviar los problemas
de las áreas en cuestión más que permitir la solución de los mismos.
18
Es así como surgen oficialmente los estudios alternativos de desarrollo,
denominados modelos de desarrollo endógeno o de desarrollo local.
1.3 Los modelos de desarrollo endógeno. Los recursos locales como facilitadores del
proceso de desarrollo.
Ante la falta de equidad en los resultados de las teorías y modelos de desarrollo que
dominaron la escena mundial desde finales de los años cuarenta y que provocaron y
acentuaron los problemas de desigualdad, pobreza y marginación en los países y
regiones subdesarrolladas -aunque hay que decir que como instrumentos de apoyo a
la implantación del imaginario de la modernidad como manifestación del desarrollo
fueron sumamente efectivos -, a principios de la década de los ochenta comenzó a
surgir una propuesta de desarrollo alternativa que vendría a rescatar aquella parte
que había quedado olvidada por las teorías de corte estructural. Esta nueva postura
reconoce la importancia de los procesos endógenos económicos y sociales que se
manifiestan en el territorio, es decir, el desarrollo bajo esta visión adquiere y resucita
su naturaleza territorial. En esta perspectiva se considera que el desarrollo es un
proceso de cambio que tienen lugar en un espacio donde se conjugan relaciones de
producción y estructura económica, una trama socio institucional y una historia y
cultura propias. En palabras de Vazquez Barquero – uno de los grandes
representantes de este movimiento teórico – “el desarrollo endógeno se muestra
como una interpretación que analiza una realidad compleja, como es el desarrollo de
países, regiones y ciudades; se trata de una aproximación territorial al desarrollo que
hace referencia a los procesos de crecimiento y acumulación de una localidad o
territorio, considerando a las iniciativas de desarrollo local como una respuesta de
los actores públicos y privados a los problemas y desafíos que plantea la integración
de mercados en la actualidad (Vázquez Barquero, 2007:184).
El desarrollo endógeno integró elementos que buscaban superar la simplicidad
economicista que hasta ese momento habían caracterizado a los estudios del
19
desarrollo. De acuerdo con Vázquez Barquero el desarrollo endógeno tiene sus
orígenes en las teorías del crecimiento endógeno de Paul Romer y Robert Lucas,
quienes atribuyen al capital humano un papel fundamental en el aumento de la
productividad y del crecimiento económico. De esta manera el conocimiento se
incorporó como un factor adicional a los ya identificados por la teoría económica
tradicional como elementos imprescindibles para el desarrollo económico. Por
primera vez aparece un factor inherente y propio del ser humano, una capacidad que
puede ser potencializada y la cual puede conducir inexorablemente a fortalecer la
capacidad creativa de los actores locales, condición que para los promotores del
desarrollo endógeno es fundamental para que un país o territorio se desarrolle. Pero
ya profundizaremos en ello con más calma en párrafos posteriores.
Una segunda línea de investigación que influenció la aparición del concepto de
desarrollo endógeno fue aquella que centró sus esfuerzos en conocer y analizar los
factores de desarrollo de las localidades y territorios del sur de Italia. Giacomo
Becattini uno de los representantes icónicos de este movimiento teórico, identificó
que el éxito de la región sur de Italia - que históricamente contaba con un rezago
socioeconómico considerable en relación con las regiones exitosas del norte – se
debía un cambio profundo en la forma de organización productiva que condujo a “la
subdivisión progresiva, cuidada y autosostenida de ciertos procesos productivos, lo
que se conoce como flexibilización productiva” (Becattini ,2004:26). Pero lo que
Becattini resalta como determinante es la formación de nexos y relaciones de
cooperación entre las empresas locales basadas en elementos de solidaridad,
confianza y tolerancia. Estos elementos contribuyen a la formación de prácticas
sociales que permiten la fusión de la parte productiva y la vida cotidiana local que
para Becattini es el vehículo natural para el aumento de la productividad y el
desarrollo de las regiones. En esta propuesta nuevamente se reconoce el valor del
componente social como fuente de recursos para el proceso de desarrollo, elemento
que se convertirá en la columna vertebral de los estudios del desarrollo endógeno.
20
Además de las dos perspectivas identificadas por Vazquez – Barquero como las
influencias teóricas del movimiento endogenista, me parece que los estudios del
sociólogo estadounidense Robert Putnam acerca de los elementos que permiten el
buen desempeño de los regímenes democráticos, incluyen elementos que son
señalados en la agenda de condiciones para el desarrollo en la propuesta del
desarrollo endógeno. De la misma manera que Becattini, Putnam concentró su
atención en explicar los motivos de la brecha de desigualdad existente entre el norte
y el sur del territorio italiano. Para Putnam uno de los factores que consolidaron el
desarrollo de las regiones norteñas fue la vieja tradición de asociación y
colaboración comunitaria que caracterizan a la zona norte de Italia y que pecaba de
ausencia en la zona sur. El sociólogo señala que “la presencia de una comunidad
cívica – un estadio donde los intereses individuales se subordinan a los intereses
colectivos – permite el desarrollo económico más armonioso y rápido” (Ríos
Cázares y Ríos Figueroa, 1999:517). El capital social como se ha llamado al
fenómeno que considera a las relaciones sociales como activos económicos,
considera que el individuo no toma decisiones únicamente en función de objetivos
económicos, sino también lo hace con respecto a objetivos de tipo social; facilita la
articulación de actores mediante elementos de confianza y reciprocidad permitiendo
la construcción de respuestas unánimes y consensuadas para la satisfacción de
necesidades y aspiraciones colectivas.
En suma, estas tres propuestas aportaron elementos para la consolidación del nuevo
paradigma teórico que se caracterizó por vertebrar su discurso teórico en función de
los siguientes ejes: el territorio, la identidad local y las iniciativas de desarrollo
propuestas por los actores locales. El carácter social del desarrollo nace bajo el seno
de esta perspectiva.
El desarrollo endógeno tal como lo hemos explicado si bien hace alusión a
cuestiones sociales y de aprovechamiento de recursos, se centra un poco más en la
capacidad empresarial local y no local de influir en el desarrollo del territorio,
21
aunque para el propósito de esta investigación decidí retomar algunos de estos
aspectos. Enseguida también considero preciso retomar la noción crítica del
desarrollo local la cual si contiene como argumento central la parte territorial y
social del desarrollo; entiende al desarrollo como un proceso integral donde
intervienen además de factores económicos y sociales elementos humanos y
culturales.
La noción de territorio en esta posición adquiere un significado vivo en los estudios
del desarrollo, ya que hace referencia al lugar donde pasan las cosas, donde se capta
lo real de manera directa, donde está lo concreto-real; esta posición se reveló ante
los estudios tradicionales que consideraban al territorio un estado abstracto, inmóvil
y plano que no tenía ninguna influencia ni establecía condiciones que pudiesen
tomarse a consideración para la elaboración de políticas, planes y proyectos para el
desarrollo, una realidad que era susceptible de simulación y por ello de evasión de
su condición verdadera. Tal como lo establece Coraggio, “el territorio apela a la
complejidad y riqueza de lo real, que sería empobrecida por una teoría que además
llevaría a intervenciones mal orientadas o por lo menos no más eficaces que las que
induce el conocimiento práctico” (Coraggio, n.d.: 1).
Este argumento concuerda con lo establecido por Vázquez Barquero al considerar al
desarrollo endógeno como una interpretación que analiza una realidad compleja, por
lo que necesariamente ha de incluir diferentes visiones del desarrollo. Aquí ya no es
suficiente la versión económica del desarrollo, la visión territorial establece que los
procesos de crecimiento y acumulación de capital tienen lugar en un espacio o
territorio que está provista además de estos procesos, de un entramado cultural,
social e institucional que le son propios; por ello de acuerdo como lo establece
Vazquez Barquero , “las iniciativas de desarrollo de las comunidades locales se
entienden como las respuestas de los actores públicos y privados a los problemas y
desafíos que plantea la integración económica en la actualidad y por lo tanto, figuran
entre las nuevas políticas de desarrollo” (Vázquez Barquero, n.d:1).
22
El factor que potencia el desarrollo de los territorios se localiza en las capacidades
locales manifestadas en los saberes y prácticas tradicionales de los actores, aquí el
factor humano del desarrollo emerge como protagonista del proceso de desarrollo, la
fortaleza comunitaria se fundamenta en la construcción de un entramado social que
permite la consolidación de cultura e identidad característicos de cada territorio. La
comunidad local se constituye por grupos sociales con características, necesidades e
intereses diversos, la clave está en amalgamar dichas divergencias a favor de
permitir la integración de los intereses territoriales a favor de procesos de desarrollo
y cambio estructural que reporten beneficios para todos.
En este planteo son los actores locales – públicos o privados – los agentes que son
capaces de generar programas y proyectos que pueden significar un cambio
profundo en los niveles y formas de vida del territorio, de redinamizar una estructura
productiva que permita la creación de ciclos virtuosos de desenvolvimiento en los
diferentes sectores de la actividad económica. La estafeta del desarrollo está bajo
custodia del trabajo y esfuerzo de las comunidades locales, de su capacidad de
consenso y articulación de esfuerzos y necesidades y del nivel de concertación social
de los diferentes grupos para el logro de emprendimientos que se orienten a la
consecución del bienestar social.
La teoría del desarrollo endógeno recoge dos elementos que permiten la
consolidación de los procesos de desarrollo mediante la construcción de instancias
de asociación: la identidad territorial y la cultura. La cultura determina el éxito o
fracaso de los emprendimientos con objetivos de desarrollo que se lleven a cabo en
el territorio, tal como lo establece Kenneth Arrow al afirmar que la cultura se vale de
mecanismos como la confianza, la tolerancia, el espíritu de trabajo, etc., para
garantizar el crecimiento económico y el bienestar social.
La cultura aporta una serie de significados simbólicos que orientan y caracterizan la
conducta de los habitantes de un territorio; asimismo sienta las bases para la
23
formación de la identidad territorial que de acuerdo con Carlos Amtmann es el
núcleo de toda cultura. La identidad permite el nacimiento del sentido de
pertenencia hacia un territorio que se manifiesta en el reconocimiento hacia los
demás como semejantes, como grupo que comparte problemas, ideales, aspiraciones
y necesidades. De acuerdo con Amtmann, la identidad territorial implica un
“compromiso afectivo con el pasado, presente y futuro de los procesos económicos-
sociales y culturales que acaecen en una localidad o región. Este compromiso vital
es una fuerza social para asumir el proyecto de desarrollo compartido por los
actores” (Amtmann, 1997: 9).
La cultura y la identidad implican formas particulares que los habitantes de un
territorio manifiestan para facilitar el proceso de desarrollo, las cuales tienen que ver
con la utilización de destrezas y capacidades propias de la población. El desarrollo
de las capacidades humanas y el ejercicio de la libertad para realizar las tareas y
emprendimientos que la población desee y sea capaz de realizar es el medio que
Amartya Sen defendió como principio posibilitador del desarrollo; en palabras del
mismo Sen (2001), citado por Vázquez Barquero (n.d:5), “el desarrollo económico
se consigue mediante la utilización de las capacidades que las personas han
desarrollado gracias a los recursos materiales y humano, y a la cultura que posee el
territorio”. Bajo esta perspectiva el desarrollo depende de la capacidad de la
población de poder ejercer el principio de libertad en la elección de las capacidades
que pueden potenciar de mejor manera el nivel de vida social y económica del
territorio.
En suma, es en base al concepto de desarrollo endógeno y su cuerpo teórico donde
surge la importancia del actor local como ente transformador de la realidad
económica, política y social de su entorno. En esta versión de los estudios del
desarrollo el hombre es gestor y beneficiario de las estrategias puestas en marcha
para mejorar su calidad de vida, las cuales son producto de mecanismos generados
por el sentido de pertenencia a un territorio y de su capacidad de articulación y
24
negociación en la búsqueda de objetivos comunes. Este enfoque pone fin al
centralismo y a la orientación economicista del desarrollo para orientarse al
territorio y a las interacciones que se dan entre los distintos tipos de actores que
confluyen dentro del mismo. Como lo establece Adriana Rofman “son los actores
locales los protagonistas del proceso de desarrollo, ya que la interacción y la
construcción de instancias de asociación llevarán a valorizar las potencialidades de
todos los sectores” (Rofman, 2003: 3).
1.3.1. La emergencia del postdesarrollo.
El movimiento del postdesarrollo como concepto y práctica social nació a principios
de la década de los noventa en el seno del denominado movimiento
postestructuralista, quién según Arturo Escobar volcó sus esfuerzos no a preparar un
nuevo paradigma del desarrollo sino a emitir elementos de crítica a todos aquellos
modelos emergidos del periodo de posguerra que tatuaron el estigma del
subdesarrollo en los continentes asiático, africano y latinoamericano
respectivamente; es un escenario que revela el cansancio con las teorías
convencionales sobre el desarrollo.
La idea del postdesarrollo paradójicamente significa abandonar la idea del desarrollo
como eje rector y vertebrador de la vida económica, política y social de los
territorios, algo como lo que se está proponiendo hoy en día como deconstrucción
del desarrollo, que sugiere optar por un sentido de autonomía económica, social y
cultural que vaya en contra de los postulados de los modelos desarrollistas clásicos
(emanados desde los centros de poder encabezado por Estados Unidos), los cuales
han contribuido a proliferar los desequilibrios que ya de por si eran graves en el
Tercer Mundo.
Siguiendo y retomando el sentido humano que rescató el paradigma del desarrollo
endógeno, el postdesarrollo sugiere de acuerdo con Arturo Escobar, “la necesidad de
depender menos de los conocimientos expertos y más de los intentos de la gente
25
común de construir mundos más humanos, así como cultural y ecológicamente
sostenible” (Escobar, 2005:20); asimismo otros teóricos apegados a las ideas
postdesarrollistas como Gilbert Rist, Gustavo Esteva, entre otros; resaltan la
importancia de los movimientos sociales como elementos clave para la formación de
nuevos órdenes económicos y sociales. En los dos estudios de caso que se proponen
al final de este trabajo, tanto en la experiencia de la Asociación Civil de la
comunidad de Carreragco como la Organización de Tetela Hacia el Futuro se
manifiesta la importancia de la organización social como catalizador de nuevas
formas de desarrollo, ambos en escenarios de lucha distintos, pero con objetivos
encaminados a la salvaguarda de el bienestar colectivo, de respeto hacia el territorio,
sus recursos y saberes; de la búsqueda de un desarrollo emanado desde el territorio y
para el beneficio del territorio. Esta nueva forma de interpretar el desarrollo es
producto de un fenómeno de articulación social que surge del sentido de pertenencia
e identificación con el territorio lo que permite a los integrantes de un conglomerado
local deshacerse de orientaciones individuales, tal como lo plantea el paradigma del
desarrollo endógeno, pero que agrega otras interpretaciones que caracterizan el
discurso teórico de este movimiento. Arturo Escobar reconoce que las referencias
más relevantes que aporta el postdesarrollo residen en que promueve y permite la
creación de discursos que van en contracorriente con el argumento clásico del
desarrollo emanado del periodo de posguerra; tal como lo afirma Gustavo Esteva en
su texto “La crisis como esperanza” de donde rescato la siguiente cita y que
redondea el comentario de Escobar: “los marginados descubrieron que, a final de
cuentas, el ‘desarrollo’ sólo significaba aceptar una definición universal de la buena
vida que, además de inviable, carecía por completo de sentido. Y descubrieron,
además, que era enteramente factible llevar a la práctica sus propias definiciones del
buen vivir –aunque hacerlo implicaba intensificar la resistencia ante desarrollistas
públicos y privados, debilitados por las crisis pero no eliminados, y luchar a
contrapelo de los vientos dominantes” (Esteva, 2009:46).
26
Eduardo Gudynas también hace su aportación al tema del postdesarrollo asociándolo
con las ideas del “Buen Vivir” – las cuales también buscan cuestionar las ideas y
prácticas del desarrollo tradicional – y lo identifica “no como un conjunto de
desarrollo alternativos, sino que una exploración de alternativas a la idea misma del
desarrollo, sus expresiones en la gestión y política, su institucionalidad y sus
discursos de legitimación. “El Buen Vivir recupera la idea de una buena vida, del
bienestar en un sentido más amplio, trascendiendo las limitaciones del consumo
material, y recuperando los aspectos afectivos y espirituales” (Gudynas y Acosta,
2011:79). Este par de afirmaciones fundamentan la orientación que ha tomado el
desarrollo a favor del protagonismo de los recursos del territorio y de los actores
locales como gestores de procesos alternativos de desarrollo. No se trata de afirmar
que todos los emprendimientos con fines de desarrollo fueron operaciones fallidas,
pero existen muchísimos casos en que las intervenciones realizadas desde las esferas
académicas y gubernamentales – base en la que se fundamenta el discurso y práctica
oficial del desarrollo – han entregado resultados más negativos que positivos,
causando y reafirmando las problemáticas económicas y sociales en los territorios –
en términos de pobreza, inequidad social, desigualdad económica, etc. -; por lo que
el postdesarrollo establece que “las mejores formar de revertir este diagnóstico es
enfocarse en las adaptaciones, subversiones y resistencias que localmente la gente
efectúa en relación con las intervenciones del desarrollo y destacar las estrategias
alternas producidas por movimientos sociales al encontrarse con proyectos de
desarrollo” (Escobar, 2005:20).
Por ello me resultó relevante rescatar esta posición alternativa de desarrollo, ya que
los estudios de caso que se expondrán en capítulos posteriores se apegan y se
desenvuelven bajo estas premisas. Ambos sugieren la búsqueda de alternativas
basadas en la construcción de ideas por parte de los actores locales y se edifican
sobre bases culturales, autónomas, sostenibles y de contra – imposición contra el
colonialismo desarrollista dominante.
27
La revalorización territorial y humana del desarrollo y su apuesta por el
conocimiento local se materializa desde la emergencia de la teoría endogenista de
carácter más sistemática hasta la propuesta postdesarrollista más propositiva y
crítica ante las desavenencias ocasionadas por el fenómeno del desarrollo. Hoy en
día otras esferas del conocimiento se han volcado a conocer el papel del actor local y
los grupos locales en su labor de concretar alternativas de desarrollo, tal es el caso
de la antropología social y la propuesta centrada en el actor del reconocido
antropólogo social Norman Long, la cual nos servirá para redondear y enfatizar el
valor que adquiere esta figura en las propuestas y movimientos a favor del
desarrollo.
1.3.2. El desarrollo propuesto desde los actores.
La sociología del desarrollo centrada en el actor que propone Norman Long para
entender los procesos de desarrollo que ocurren en los territorios inauguran un
nuevo estilo de abordar este fenómeno. Un enfoque que sienta sus bases en el
supuesto de que “se debe entender el fenómeno en términos de las acciones de sus
participantes y no a partir de discursos oficiales o definiciones normativas” (Long,
2007:11). De la misma forma que la Teoría del Desarrollo Endógeno y movimiento
postestructuralista, Long considera inexcluible el entorno sociocultural como
componente esencial en la definición de situaciones, es decir, como argamasa de
configuración de intereses colectivos con base en la identidad territorial, tal como lo
expresaba la teoría endogenista.
También aporta un concepto que intenta cambiar la perspectiva de intervención
territorial que tradicionalmente se veía como el aporte profesional de agentes
externos para resolver problemas en los territorios. Long propone el nombre de
interfaz para expresar que cualquier idea, propuesta o estrategia con fines de influir
sobre el desarrollo siempre debe atender una bifurcación de percepciones y
28
posibilidades; por una parte de aquellos que pretenden actuar sobre el territorio y
también de quienes serán los beneficiarios de dicha intervención, en este caso los
actores locales. La nueva faceta del interventor del desarrollo ya no se limita a
enseñar sino también a escuchar y aprender del entorno local; es cierto que el
gobierno, las instituciones y los nuevos agentes del desarrollo como las
organizaciones de la sociedad civil (ONG´S) son los órganos que tradicionalmente
se han encargado de decidir los medios y fines de la estrategia de desarrollo, pero
para lograr la mayor eficacia de sus acciones y emprendimientos - en concordancia
con lo que establecen las teorías que hemos revisado – creo fundamental que haya
encuentros de diálogo entre las dos partes para que se pueda tener las mayores
probabilidades de éxito en las acciones y emprendimientos que se establezcan. En
capítulos posteriores veremos cómo ha influido de manera distinta el papel del
gobierno local en el acompañamiento de las tareas llevadas a cabo por las dos
organizaciones y como a partir del nivel de involucramiento y el diálogo mantenido
con cada una de ellas, el logro de los objetivos propuestos los ha llevado por
caminos distintos. Los resultados que se develarán más adelante fortalecen la tesis
que establece necesario el conocimiento de las problemáticas locales por parte de los
interventores del desarrollo de la voz de sus propios actores, ya que ellos arrojarán
necesidades y soluciones que serán depuradas por el conocimiento “experto” a favor
de cubrir de mejor manera la carencia local. En este nivel la injerencia del actor
local en las decisiones que tiene que ver con el desarrollo de su territorio adquiere
una significancia que nunca se habrían imaginado las explicaciones estructuralistas,
los estudios que se enfocan al actor y su papel en el desarrollo según el propio
Norman Long, “han desafiado las ortodoxias existentes en la investigación y
prácticas del desarrollo, descubren la importancia central de los métodos
etnográficos y una valoración crítica de los procesos participativos, ligado al
reconocimiento importante del papel que desempeñan las poblaciones locales en los
procesos de cambio” (Long, 2007:22-23).
29
Siguiendo esta perspectiva, Long |establece que la lógica del reconocimiento hacia
los actores como artífices del desarrollo nos permite entender como actores y grupos
de ellos entremezclan cosmovisiones distintivas de su campo social – hablando en
términos de Pierre Bourdieu- para co – producir mundos interpersonales y
colectivos, siendo capaces de transformarlos en función del requerimiento social. En
este sentido Normal Long reconoce que “los actores tienen la capacidad de
improvisar y experimentar con viejos y nu7evos elementos y experiencias y
reaccionan según la situación con la imaginación, con conocimiento de ello o sin él,
a las circunstancias que se encuentran” (Long, 2007:26).
Para terminar este capítulo podemos decir que el reconocimiento de los recursos
locales y la capacidad de su población para ejercer acciones para el progreso fue un
punto de inflexión importante en los estudios del desarrollo; cabe puntualizar que
este tipo de percepciones nacieron en el seno de teorías de orientación económica
como la teoría del desarrollo endógeno y del crecimiento endógeno pero que
reconocieron importante integrar una nueva gama de factores y variables que hasta
ese momento habían sido dejadas en el cajón y que intervenían directamente en el
desenvolvimiento positivo de los espacios territoriales.
Emerge la figura del actor local y el interés por conocer su influencia como gestor y
facilitador de estos procesos, ya no solo por el área económica, sino por un grupo de
disciplinas tales como la sociología y la antropología e incluso la psicología – que ya
están más que presentes y con aportaciones por demás interesantes en los estudios
del desarrollo – o fusión de ellas - tal muestra es que retomamos al antropólogo
social Norman Long su propuesta de intervención del desarrollo centrado en el actor
– que tratan de explicar este concepto así como los factores que permiten
evolucionar a la categoría de actor social que es la figura con la que este tipo de
orientaciones identifica a los sujetos que tienen un nivel de concertación y
articulación que les permiten generar proyectos y prácticas que pueden conducir al
tan ansiado desarrollo. Son precisamente estas interrogantes las que serán objeto de
30
análisis en el siguiente apartado, dedicado exclusivamente a deshebrar todos los
misterios teóricos y prácticos de los actores sociales y su nivel de influencia en el
desarrollo local.
31
CAPÍTULO 2. ACTORES SOCIALES: CONCEPTO Y FACTORES DE
CONSTRUCCIÓN.
2.1. ¿Qué es un actor social?
Como identificamos en el capítulo anterior, hoy en día los estudios del desarrollo
basados en la perspectiva del actor establecen que cuando los individuos de un
determinado territorio identifican en sus semejantes intereses y características
particulares y cooperan entre sí en la construcción de alternativas sociales, éstos se
pueden permitir construir alternativas que resulten benéficas para el desarrollo del
territorio. Estas representaciones colocan al actor social como efigie y arquitecto del
desarrollo, pero ¿qué es un actor y cuando un individuo se convierte en actor social?
Para poder averiguarlo tenemos que tomar como referencia a la teoría sociológica,
quién desde su nacimiento buscó reflexionar sobre la orientación del cambio social
tomando en cuenta las acciones de los hombres sobre el destino colectivo y las
acciones de la sociedad sobre los individuos. Por ello antes de centrarnos en el
estudio del actor su concepto y estructura, vamos a conocer un poco como fue
gestándose el interés de la sociología por el estudio del actor social, ya que como lo
veremos a continuación la sociología desarrolló en principio si bien una teoría
centrada en la acción social de los individuos, consideraba más importante la
estructura social que regulaba a la acción. Bajo estos principios se concebía que la
acción de los individuos no debería poner en tela de juicio el desenvolvimiento de la
sociedad, argumento por el cual podemos inferir que la acción social se limitaba
según los primeros sociólogos a limitar su acción a los fundamentos sociales
establecidos, a entender la acción social en los principios de la estructura social,
siendo la estructura social más importante que la propia acción del individuo;
enseguida veremos cómo a partir de estas posturas fue como posteriormente se dio
un giro al análisis sociológico tradicional enfocado en el estudio de la estructura al
32
estudio del sujeto por parte del sociólogo Alain Touraine y algunos otros
académicos de otros espacios del conocimiento.
Fue el intelectual francés Augusto Comte, fundador del positivismo y considerado el
“padre de la sociología moderna”, comenzó a sentar las bases que adjudican a los
sujetos a lo que él llama agentes cierto poder de influir en las situaciones que afectan
a su entorno social. Al respecto Comte establece lo siguiente: “el pueblo está
naturalmente dispuesto a desear que la vana y tempestuosa discusión de los derechos
se encuentre por fin reemplazada por una fecunda y saludable apreciación de los
diversos deberes esenciales, ya sean generales o especiales”(Comte, 1852:114). Sin
embargo el sociólogo afirma que la acción social en estos términos puede ser
sumamente peligrosa porque la considera un acto de inconsciencia, en palabras del
propio Comte el acto social “es un proceso subversivo y peligroso que cuestionaba
indebidamente los principios de diferenciación social, económica y de estatus,
cuando era conducida por consideraciones irracionales” (Comte, 1852:114). La
visión comtiana trata de encapsular la acción social como elemento que puede
trasgredir el orden social, pero al mismo tiempo considera positivo su
desenvolvimiento siempre y cuando mantenga inalterados los fundamentos sociales
considerados legítimos, por lo que la libertad de acción de los actores o agentes
queda limitado a lo dictado por el orden social establecido el cual es representado
por las instituciones oficiales. Una doble moral con respecto al papel de los actores
como “agentes de cambio social
Otros sociólogos como el británico Hebert Spencer difería de Comte y asegurada
que el individuo en su intención de modificar el orden establecido mediante la
acción social requería de un fuerte grado de confianza en los resultados que se
esperaban de dicha intervención. En sus propias palabras Hebert Spencer (1873:36),
citado por Lutz (2010:203), “argumentaba que lo que llamamos el Espíritu jamás
origina un resultado paradójico, más particularmente en esas masas que producen la
acción social […] los efectos reales son siempre los que parecían tener que ser”, a lo
33
que Spencer se refería con este enunciado es que las manifestaciones sociales
inducidas por la fe y la voluntad de los actores por promover un cambio en la
estructura social solo es posible si se mantiene un sentido positivo en cuanto a los
resultados y transformaciones esperadas, a tener un horizonte y un propósito
concreto que respalde la acción social. Estas aseveraciones revalorizan el sentido
protagónico del actor – respaldado en su anhelo por generar cambios significativos
en su entorno social -, a diferencia de Comte que le asignaba un papel casi perverso
si no se adscribía a las reglas dictadas por el Estado, muy por el contrario y en
oposición al sociólogo francés, Spencer consideraba que era necesario la abolición
de las leyes y normas establecidas considerando que la remoción de las leyes
“renovaría la posición de los individuos entre sí mediante la configuración de una
nueva jerarquía de clasificaciones” (Lutz, 2010:203).
Como apreciamos la posición de Spencer se solidarizaba completamente con el
componente micro de la sociedad considerándolo capaz de remover la situación
social existente por otra que se ajustara a sus necesidades, pero creo que el hecho de
que pugnara por la disolución total de las normas de convivencia social podría
convertir a la acción social en un forajido desordenado, caótico y sin rumbo fijo.
Rescato el valor que Spencer da al emprendurismo y esperanza de vientos de cambio
que mueve al actor a buscar mejores condiciones, porque relata con precisión que
ante ciertas situaciones los actores no se quedan de brazos cruzados y optan por
mejorar sus condiciones y lo hacen con la esperanza viva de que así sucederá, esto
puede llegar a convertirse en un factor positivo que incline la balanza hacia un nivel
de éxito importante de la acción social. Como podremos ver en el capítulo posterior,
una de las velas que ayudaron a zarpar a las dos organizaciones – objeto de mi
estudio de caso-, fue precisamente la motivación de querer cambiar o enfrentar sus
situaciones particulares, aunque claro que hay otros factores que en el escenario
pueden influir el rumbo de la acción social como el caso del Estado – posición en la
cual difiero con Spencer – siempre fortalece el convencimiento social de que su
34
acción puede conducir a mejores situaciones. Aunque hay elementos a rescatar,
ambas posiciones circunscriben sus bases conceptuales en situar la acción de los
actores en una cerca de relaciones sociales que limitan su acción a lo legalmente
establecido y sabemos que muchas veces lo legalmente establecido no es del todo a
favorable a los actores, situación que los orilla a llevar un rol de obediencia ciega a
las normas y a la búsqueda de un túnel de escape de este campo de concentración.
Años más tarde Max Weber siguiendo la línea trazada por Comte y Spencer,
establece según la interpretación de Bruno Lutz (2010:206) citando a Weber
(1922:5) – descubre que “la acción social es una acción en donde el sentido mentado
por su sujeto o sujetos está referido a la conducta de otros, orientándose por ésta en
su desarrollo”. De acuerdo con esta posición Weber entiende a la acción social como
el medio más eficaz que le permite a los individuos convivir en sociedad, pero el
vivir en sociedad implica que la acción individual se ajuste a la conducta de los
demás, es decir, “el marco de referencia implícito compartido por los miembros de
un grupo o sociedad es dotado de un poder estructurante cuando es capaz de
condicionar la acción de propios y ajenos. No hay una acción social posible libre de
condicionamientos” (Lutz, 2010:206). En este sentido el análisis de Weber también
ubica la acción social bajo las normas de un determinado grupo o grupos que van a
poner en evaluación la conducta de los emprendimientos sociales de acuerdo a la
proximidad que estos tengan con los valores sociales establecidos; aunque de su
proposición rescato que concibe a una acción como acción social cuando esta se
oriente de forma significativa respecto a la acción de los demás. Una acción es
considerada significativa cuando ejerce una influencia socialmente marcada, es decir
cuando tenga un impacto considerable en el entorno social donde fue llevada a cabo.
En este sentido podríamos decir que las acciones llevadas a cabo por los actores y
que inciden de manera positiva en el desarrollo económico, social, cultural, etc., de
un territorio son consideradas como socialmente significativas si conducen a una
transformación total o parcial del entramado social; ya veremos si los dos casos que
35
se plantean en el capítulo posterior han tenido influencia significativa sobre el
territorio, o se han situado en lo que Weber categoriza como circunstancia límite;
donde la acción social no tiene la fuerza suficiente para lograr un impacto
significativo sobre su entorno. Weber afirma que la acción social tiene un sentido
estrictamente racional, que se orienta en función de dos categorías: – que creo que
explican los estudios de caso posteriores – en primera, la acción se determina por el
uso de las expectativas como los medios significativos para el logro de los objetivos
propios de la acción social y en seguida reconoce que los valores de tipo ético,
estético, religioso, cultural, etc., también son elementos que inciden de manera
directa en la consolidación, conducta y orientación de la acción social. Ambas
categorías son determinantes para que la acción social se consolide y tenga efecto
sobre un entorno, claro que hay obstáculos y factores que actúan como rompeolas,
pero creo que en la práctica este tipo de premisas pueden resultar benéficas para
obtener resultados significativos para el logro de los objetivos de la acción social.
El preámbulo de la corriente sociológica orientado al sujeto – actor fue la propuesta
del sociólogo Talcott Parsons, en esta perspectiva Slutz (2010:210) cita a Parsons
(1984: 794-796) quien establece que “la acción social no puede darse fuera de una
matriz general de la orientación de las acciones, que es un sistema”. El modelo
parsoniano como lo podemos percibir establece que una sociedad se encuentra
dentro de un sistema rígido en normas y condiciones las cuales no se pueden alterar
por medio de la acción social. Carlos Amtmann describe perfectamente lo anterior
en el siguiente enunciado al considerar a la sociedad en Parsons como “una entidad
organizada alrededor de un conjunto de valores especificados en normas sociales y
encarnados en organizaciones, estatus y roles” (Amtmann, 1997:7).
Como pudimos ver en este recorrido teórico la acción de los individuos, sujetos,
actores o agentes; se apega como lo estableció Parsons a un sistema organizado
jerárquicamente al que se considera inmutable, que no puede ser cuestionado por los
sujetos, los cuales deben de aceptar su posición como elementos pasivos sin
36
oportunidad de manifestar posibilidades de cambio que vayan en contra del orden
establecido, aunque este atente en contra incluso de su bienestar. Es el sociólogo
francés Alain Touraine quien rompió la tradición de la sociología clásica al
reconocer la importancia del individuo dentro del análisis sociológico, manifestando
que la acción social adquiere sentido en el seno de los propios actores, criticando su
asimilación dentro de las estructuras del sistema social. Como lo establece Daniel
Gutiérrez en su texto Figuras del Sujeto, “Touraine ha sentado las bases de la
construcción del sujeto en la sociología, cuya particularidad es la de ser un sujeto
nacido del conflicto, por lo cual la sociedad se produce a sí misma, es decir un sujeto
producto del movimiento social” (Gutiérrez, n.d.:33).
El principio que propone Touraine para conceptualizar al actor, es comenzar por
definir que es un individuo y como se constituye en sujeto. En su obra Crítica de la
Modernidad, Touraine reprocha los principios que tratan de someter la conducta
humana al “mundo de la integración social”, por ello hay que contrarrestar las
condiciones que puedan reprimir la construcción del sujeto individual. Al respecto
Touraine dice, “solo hay producción del sujeto en la medida en que la vida resida en
el individuo; el sujeto significa el control ejercido sobre la vivencia para que haya un
sentido personal, para que el individuo se transforme en actor que se inserta en las
relaciones sociales a las que transforma” (Touraine, 1994:207-208). Este enunciado
revela el valor que le otorga Touraine al individuo que ya define como actor cuando
se reconoce a sí mismo con la posibilidad de poder influir en el sistema donde se
desenvuelve, importante aportación teórica que puede explicar que los sujetos de
determinado territorio, hablando en términos de desarrollo, se conciben como
actores cuando son capaces de influir significativamente – hablando en términos de
Weber - sobre los diferentes aspectos que afectan su vida personal; ya sean
económicos, sociales, culturales, políticos, etc.
Para complementar su conceptualización acerca de que es un actor, Touraine
establece, “el actor no es aquel que obra con arreglo al lugar que ocupa en la
37
organización social, sino aquel que modifica el ambiente material y sobre todo
social en el cual está colocado al transformar la división del trabajo, los criterios de
decisión, las relaciones de dominación o las orientaciones culturales” (Touraine,
1994:208).
En estos términos Touraine introduce un elemento que me parece fundamental y que
respalda la posición activa del sujeto en su intento por transformar la realidad, su
condición de libertad. Lo que se promovió desde las esferas políticas y académicas
que hemos revisado tanto en la teoría del desarrollo como en el análisis sociológico
fue un ejercicio de “despersonalización” de los sujetos, de reducirlos como dice
Touraine a la racionalización de la modernidad, de esa modernidad atroz e
incoherente muchas veces con las necesidades y demandas sociales. Al respecto
Touraine considera que “lo que permite al sujeto convertirse en actor social es la
condición de su libertad. Un principio que concede al sujeto el control sobre sus
actos, permitiéndole concebir y sentir su conducta como componente de su historia
personal de vida, lo que le permite ser reconocido como actor” (Touraine,
1994:207).
Algo que es importante recalcar y que se rescata en el análisis de los estudios de
caso, es que Touraine asegura que los sujetos y grupos de convierten en actores
sociales en el conflicto por el control de las orientaciones normativas de la vida
social, la organización social con el fin de influir sobre una realidad es el medio por
el cual los sujetos se consolidan como actores sociales, tal como lo ejemplifican
aunque en situaciones distintas los estudios de caso que se comentaran
posteriormente. Al respecto Touraine recalca que la acción de los actores es
determinada por valores de tipo cultural - tal como lo expresaba Weber –
manteniendo un comportamiento que va en contra de las jerarquías sociales, pero
aclara que los actores no llevan sus prácticas fuera de la estructura social, sino ve en
la estructura como el espacio de acción de los actores individuales y colectivos no
como un entramado social de restricción para la acción de los sujetos. Para finalizar,
38
este enfoque manifiesta la importancia del actor social y sus movimientos porque
“reivindica el derecho a la creatividad, la realización del proyecto personal y
colectivo; expresa que los movimientos llevados a cabo por los actores sociales
afirman la resistencia cultural, política y esfuerzo por desembarazarse de la tradición
comunitaria y demás determinaciones que podrían restringir su libertad de acción y
decisión” (Gutiérrez, n.d.:42).
Básicamente la conceptualización realizada por Touraine acerca del actor social y
todos los elementos que lo envuelven y determinan su acción se trasladan a las
arenas del estudio del desarrollo y del desarrollo local en específico, ya que los
nuevos paradigmas y modelos que se están divulgando en los espacios de discusión
y debate hablan precisamente de actores sociales; y siguiendo el análisis sociológico
del sabio francés, la orientación que tienen los actores sociales en los escenarios del
desarrollo de los territorios es justamente decidir su propio recorrido histórico, así
como los medios y fines para solucionar sus problemáticas económicas, sociales,
culturales, políticas, etc., que es justamente de lo que planteó Touraine y que ahora
retoman las teorías endogenistas y postdesarrollistas al referirse a los sujetos o
individuos de un territorio.
Existen por tanto dos posturas sociológicas importantes acerca del sujeto como tema
de reflexión; “una que capta al sujeto de manera intuitiva y desde el sentido común,
no construido teóricamente, convirtiendo al sujeto en un pseudo actor,
sociológicamente indeterminado, porque su acción no se inscribe en las relaciones
sociales sino en sus intereses y expectativas, relaciones de dominación, etc”.
(Gutiérrez, n.d.:33), me refiero a la teoría clásica de la sociología de la acción
representada además de Parsons por Comte, Spencer, Weber, entre otros y la visión
representada por Touraine quien no ve al actor como mero agente de los campos de
fuerza sociales y estructuras económicas sino como una entidad que adquiere su
relevancia en las relaciones con otros actores; o como lo concibe el antropólogo
social Norman Long quien establece que “los actores sociales no deben figurar como
39
simples categorías incorpóreas, o destinatarios pasivos, sino como participantes
activos que reciben e interpretan su información y diseñan estrategias en sus
relaciones con los diversos actores locales” (Long, 2007).
2.2. Factores que permiten la construcción de actores sociales y que determinan la
acción social de los actores individuales: La concertación social, La identidad
territorial y la cultura.
Ya determinamos a partir de la teoría del sujeto de Touraine que es un actor social,
pero ahora lo que nos ocupará a través de este apartado es conocer los factores y
determinantes que intervienen en la formación y consolidación de los sujetos como
actores sociales. Volviendo a la teoría del sujeto, Touraine asegura que los sujetos se
consolidan en actores cuando se oponen al determinismo de los roles sociales que
son un constructo de lo que los centros de poder planean para la vida personal y
social de los territorios. El factor de represión y atentado contra la vida del sujeto es
el elemento que despierta su sentido de defensa en contra de lo que le pertenece, lo
que lo representa y lo que le depara, por ello la acción social manifiesta como la
unión de descontento unido o generalizado de los habitantes de un espacio local.
En esta línea, un sujeto se convierte en actor social cuando se convierte en
transformador de la vida social y sus cambios. El espacio de consolidación de los
actores son los movimientos sociales, y tal como lo expresa Touraine el actor puede
a través de este medio recuperar los valores, la orientación y sentido de su cultura y
los elementos distintivos de su recorrido histórico.
Touraine destaca dos elementos que son necesarios para la formación de los actores
sociales, la cultura y la identidad o subjetivación, los cuales han sido desarrollados
por algunos otros autores que se han interesado por conocer el entorno que favorece
la formación de este estadio del sujeto local.
La cultura es un elemento que se expresa territorialmente en instituciones,
tradiciones, valores y cosmogonías particulares. A través de la historia de la
40
sociedad, la cultura se ha convertido en un mecanismo de organización de la vida
social, puesto que matiza los modelos de comportamiento de los habitantes de un
espacio territorial.
Hoy esta concepción ha evolucionado a lo que los expertos sobre el tema han
definido como pautas de significados, en esta perspectiva la cultura es definida de
acuerdo con Clifford Geertz citado por Gilberto Giménez como “la organización
social de significados, interiorizados de modo relativamente estable por los sujetos
en forma de esquemas o representaciones compartidas, y objetivados en formas
simbólicas, todo ello en contextos históricamente específicos y socialmente
estructurados” (Giménez, 2008:8). Este concepto hace referencia a dos tipos de
manifestación cultural, la objetiva y la simbólica; la forma objetiva se refiere a
situaciones observables y concretas, lo que se ha llamado en el medio como formas
culturales y que se aprecian en danzas, ritos, artesanías, etc., y el simbolismo
cultural que se refiere a experiencias comunes y compartidas que los actores sociales
interiorizan otorgándole sentido a su vida individual y colectiva. En esta perspectiva
solo se le puede llamar significados culturales a todas aquellas formas de expresión
que son “ampliamente compartidas” por los actores, aquellos que reflejan su pasado
y que definen su percepción del futuro, aquellos que con capaces de producir en los
actores sentidos de motivación y movilización. Giménez culmina esta parte con una
cita que me parece muy adecuada para describir la simbiosis entre el simbolismo
cultural y la vida social, “no existe cultura sin sujeto ni sujeto sin cultura (Giménez,
2008:9).
Trasladándonos al espacio del desarrollo que es el que nos interesa, la cultura es un
elemento que puede permitir la articulación de actores sociales y su capacidad para
incidir en el desarrollo territorial tal como Melania Portilla lo reconoce al afirmar
que “los referentes y prácticas culturales compartidos por los distintos grupos y
actores sociales de un territorio, así como las necesidades sentidas permiten la
construcción de proyectos comunes que pueden reforzar patrones más sostenibles de
41
interacción con los recursos” (Portilla, 2003:3). Ambos autores reconocen que la
movilización de los actores sociales esta fomentada por la identidad cultural que
disuelve las diferencias existentes entre los individuos y que refuerza su sentido de
aspiración colectiva.
Es precisamente la identidad cultural es para algunos autores la instancia que
revaloriza el sentido de pertenencia a una comunidad, porque cabe precisar que
cultura e identidad no son sinónimos; líneas anteriores hablábamos de la
interiorización de la cultura por parte de los actores, es precisamente este fenómeno
al que se como conoce como identidad; en esta perspectiva se reconoce a la
identidad como corazón de la cultura, como el elemento que permite a los actores
sociales identificarse emocionalmente con su localidad o región lo que facilita el
compromiso colectivo ante contingencias económicas y sociales permitiendo la
elaboración de estrategias de desarrollo regional. Es por ello que autores como
Giménez consideren que la teoría de la identidad se asiente necesariamente dentro
de una teoría de actores sociales - tal como lo identificamos en Weber cuando
reconoce que los elementos de tipo cultural son fundamentales en la orientación y
sentido de la acción social -, como lo expresa en lo siguiente, “no pueden existir
acciones con sentido sin actores, y la identidad constituye precisamente uno de los
parámetros que definen a estos últimos” (Giménez, n.d:7).
Otro elemento además de la cultura y la identidad que permite la articulación y
consolidación de los actores sociales es el denominado proceso de concertación
social.
El tejido social de cualquier espacio territorial se encuentra formado por una
diversidad de actores con intereses, aspiraciones y funciones diversas; podemos
encontrar actores con función pública y privada que ocupan un escalafón social
considerado como relevante, como la clase empresarial y política; así como el sector
civil que conforma la base de la sociedad y que históricamente tienen menos peso
42
específico en las decisiones que se toman a nivel institucional, como las
asociaciones barriales de vecinos, el sector obrero, el sector académico, etc. Por ello
al tratarse de una sociedad evidentemente heterogénea adquiere relevancia para la
función de los actores sociales y para los proyectos de desarrollo que puedan
emprenderse en beneficio de la comunidad el proceso de trabajo conjunto entre los
diversos grupos y clases de actores, Amtmann se adscribe a este conjunto de ideas al
afirmar que “el éxito de iniciativas regionales dependerá, entre otros factores, de la
posibilidad de que los diversos actores protagonicen conjuntamente las acciones a
favor del desarrollo”(Amtmann, 1997:7).
Es cierto que existe dificultad para amalgamar intereses diversos, pero en un espacio
compartido tiene que haber entre esta diversidad de actores y grupos, intereses y
necesidades compartidas, problemáticas que pueden afectar el modo de vida de la
sociedad en su conjunto; el actor social para poder dar solución a cualquier tipo de
inconveniencia territorial requiere articularse, y esta articulación de acuerdo con
Boisier requiere que los actores expresen su voluntad e intención para poder
concertarse. La concertación o el acto de concertarse se refiere a “la capacidad de
organización de la sociedad en torno a ciertos objetivos, muchas veces una demanda
puntual, como un reajuste salarial, el cambio de una ley laboral o un programa de
capacitación, pero que cumplan el propósito fundamental de mantener instancias de
información, comunicación y creación de confianzas, entre actores que se necesitan
recíprocamente” (Cortázar, 2001:9). La concertación social se facilita cuando existe
o se manifiesta un conflicto exterior que amenaza la estabilidad local, lo que Carlos
Amtmann define como común denominador de concertación de actores dentro de
un espacio regional; el mismo autor reconoce que se necesita que los actores
renuncian en mayor o menor medida a los intereses individuales en función del
beneficio común o colectivo, esta posición ha sido sumamente criticada por algunos
autores como el economista y sociólogo estadounidense Mancur Olson quien puso el
tela de juicio el proceso de concertación social argumentando que solo se puede
43
manifestar en movimientos pequeños, ya que en acciones que involucran grupos
grandes se manifiesta un fenómeno como lo que se conoce en teoría de juegos como
el dilema del gorrón; según este modelo el individuo no puede establecer relaciones
con la totalidad del grupo, y es fácil que este “gorrón” no se predisponga a participar
de la misma manera que otros miembros del colectivo y se convierta en una especie
de fantasma social perjudicando las aspiraciones y objetivos del grupo. Mientras que
con grupos pequeños el fenómeno ocurre a la inversa, tal como lo interpreta Juan
Antonio Noguera cuando reconoce que “la predisposición a la acción aumentará en
grupos reducidos (donde la participación individual puede de hecho decantar el
resultado) y en contextos en los que uno sólo se beneficiará en la medida en que
participe” (Noguera, 2007).
En este sentido se reconoce que lograr la concertación social no es una tarea para
nada fácil, hay que lidiar factores como el que citaba Olson y que describimos en el
párrafo anterior, ya que se juega con un espectro de personalidades, intereses y
disposiciones distintas que no garantizan para nada la continuidad del proceso de
articulación, como Amtmann recalca al respecto, “el consenso no es la unanimidad;
es frágil, se construye y se reconstruye, reposa sobre relaciones de negociación
permanentes” (Amtmann, 1997:8). Podemos concluir que el proceso de concertación
social debe tener una retroalimentación constante, dialogo continuo que pueda
mediar las diferencias que aparezcan y que sobre todo garantice el éxito de la
formación de actores sociales que puedan manifestar y hacer valer sus opciones de
cambio y desarrollo sobre el territorio. Termino con esta cita que me parece
adecuada para cerrar este apartado y que alude a la importancia de la concertación
social en la formación de actores sociales y su valor determinante como facilitadores
del proceso de desarrollo, Cortázar (2001:10) cita a Fukuyama (1955) quien recalca
que “si bien la multidimensionalidad y diversidad creciente de la diferenciación
social hace difícil la integración, la concertación es indispensable para que la
realidad social se transforme en un proyecto unitario. Para que la concertación se
44
pueda dar debe construirse una cierta visión compartida de los problemas y sus
posibles soluciones. Es, por lo tanto, común que se induzcan procesos de
concertación con el propósito, normalmente tácito, de acercar las distintas visiones y
posiciones que existen en un momento determinado; construir confianzas, como un
modo de permitir la cooperación indispensable para el desarrollo productivo y la paz
social”
2.3. Los Actores Sociales en el Desarrollo Local.
Ahora lo que se pretende abordar en este apartado es conocer de qué manera
influyen los actores sociales en el desarrollo local. Ya habíamos comentado
anteriormente que bajo los estudios endogenistas el desarrollo era considerado un
fenómeno de carácter territorial que involucraba directamente a los recursos
existentes en él. De acuerdo con Sergio Boisier “el desarrollo es un proceso
históricamente evolutivo, que se inicia siempre en un lugar y siempre como un
proceso esencialmente endógeno” (Boisier, 2005:51), un proceso que contra la
tradición nace desde el sujeto y se eleva hasta determinar la vida social y productiva
de un territorio.
El mismo Boisier en su trabajo ¿Hay un espacio para el desarrollo en la
globalización?, cita un documento que fue emitido por el PNUD en el 2002, donde
se destaca la importancia del desarrollo desde un enfoque local y que al respecto
dice lo siguiente, que el desarrollo de un territorio está fuertemente condicionado
por la voluntad y capacidad de los actores locales, gira en torno a la valorización de
las potencialidades locales y depende de la capacidad de integrar las iniciativas
empresariales del territorio.
El enfoque del desarrollo local delega una gran responsabilidad a los actores locales
como abanderados del progreso económico y social de su territorio, ya que este tipo
de práctica de acuerdo con Buarque (1999) citado por Boisier (2005:52), “el
desarrollo es una resultante directa de la capacidad de los actores y la sociedad local
45
para estructurarse y movilizarse en cuanto a sus potencialidades y en su matriz
cultural”. En la cita anterior podemos distinguir algunos de los elementos que ya
habíamos destacado en el apartado anterior acerca de lo que puede lograr la acción
social impulsada por los factores culturales, de identificación territorial y de
movilización social, amparada en la capacidad de los actores sociales por generar
alternativas que puedan influir positivamente en su nivel de vida.
Los actores sociales en el desarrollo local de acuerdo con la perspectiva de Vázquez
Barquero son capaces de organizarse en torno a los recursos disponibles,
transformando y produciendo bienes, servicios y comunicaciones necesarios para el
desenvolvimiento de la vida local, además de que los actores en su voluntad de
resolver problemáticas que les afectan colectivamente tienen la capacidad de
cooperar y poner a disposición de los otros sus recursos para lograr los objetivos
propuestos.
El desarrollo local es concebido como un proceso de carácter endógeno que puede
revitalizar y conducir al mejoramiento o cambio de la estructura social y económica,
pero al mismo tiempo es inevitable que estos procesos no sean sujetos a condiciones
externas en un contexto en el que la globalización económica se ha encargado de
establecer los patrones de conducta económica a nivel mundial.
Es precisamente en esta situación cuando adquiere importancia el rol del actor
social, ya que son los únicos agentes capaces de hacer frente a condiciones no
favorables que afectan directamente su nivel de vida, y los que pueden tomar las
decisiones más convenientes para ese propósito, como lo refiere Boisier el desarrollo
local tiene un fuerte componente político de manifestación y reconoce su “capacidad
local para tomar decisiones relevantes frente a las diferentes opciones de desarrollo,
a diferentes estilos de desarrollo y al uso de los instrumentos correspondientes, o
sea, la capacidad de diseñar y ejecutar políticas de desarrollo” (Boisier, 2005:54).
Las sociedades en este caso avanzan hacia un nivel que les permite convertirse en
46
comunidad, es decir, aquellas que son capaces de concertar y articularse en función
de intereses que los afectan directamente, la sociedad se convierte en un órgano con
poder e influencia política, es como lo que argumenta Coraggio en su trabajo
Territorio y economías alternativas, “lo que nos parece más adecuado para
caracterizar lo posible en este período de transiciones, es ver a las sociedades y las
comunidades como formas no excluyentes, que para lograr la reproducción de la
vida deben articularse armoniosamente y se necesitan mutuamente, debiendo
descartarse las pretensiones de eliminación de una u otra” (Coraggio, n.d:4).
El desarrollo en esta perspectiva se convierte en la resultante de la acción del
espectro de grupos y actores sociales con los que cuenta un territorio, y el actor
social se convierte en el agente encargado de realizar la gestión para encaminar y
consolidar procesos de interés colectivo, el sentido político del que habla Boisier. El
desarrollo local adquiere sentido en la acción de los actores sociales y la capacidad -
de la que tanto hemos hablado a lo largo de este trabajo – de cumplir con funciones
de formulación y planificación de políticas de desarrollo, la capacidad de
empoderarse de estos procesos como lo conceptualiza Boisier, que se refiere al
hecho de el desarrollo compete únicamente a la sociedad del territorio. El desarrollo
local implica, por tanto, que los diferentes actores de la vida local adquieren un
mayor compromiso en la construcción de una sociedad democrática y equitativa.
En suma, el desarrollo local descubre las entrañas del quehacer de la sociedad en su
necesidad por transformar su entorno social y económico, para ello tendrán que
hacer uso de su capacidad de articulación y concertación que les permitirá
considerar los argumentos reales y potenciales que los actores sociales pueden poner
a disposición del territorio para construir modelos sostenibles de desarrollo.
La puesta en la mira en los procesos de desarrollo y emprendimiento local ha sido
efecto de la crisis de los llamados modelos estructurales o estadocéntricos, que
47
asimilaban al desarrollo como un proceso que debía ser gestionado y promovido por
y desde el Estado.
El éxito de los modelos europeos de desarrollo local inspirados en la experiencia de
las regiones del sur de Italia ha motivado a una gran parte de los países
latinoamericanos a orientar el desarrollo hacia procesos territoriales que involucren
de manera directa a la población y recursos locales. El desarrollo local se entiende
como un proceso donde intervienen los distintos actores y grupos de actores que
convergen en un territorio, que un no estando exentos de oposición y conflicto,
tienen la capacidad de concertar diferencias a favor de una visión de futuro
compartida. Esta visión recalca la importancia de lo social y lo político como
elementos interventores de los procesos de concertación y convergencia de los
actores locales; el elemento cultural amalgama y construye identidades territoriales,
características distintivas de la sociedad local que en algún momento puede
convertirse en factor decisivo en la construcción de proyectos de interés colectivo.
Como lo establece Esperanza González y Flavio Velázquez, “un territorio con
determinados límites se convierte en sociedad local cuando es portador de una
identidad colectiva expresada en valores y normas interiorizados por sus miembros y
cuando conforma un sistema de relaciones de poder constituido en torno a procesos
locales de generación de riqueza” (González y Vázquez, n.d.:3).
Es así como el desarrollo local está asociado al grado de intervención de los actores
locales y su capacidad para construir visiones y estrategias de relevancia para el
territorio, como se expreso anteriormente, la construcción de estas visiones
compartidas depende de la capacidad de negociación entre los diversos actores en
función de asegurar un mayor nivel de bienestar para la población. El proceso de
negociación va a tener siempre dificultades, porque se trata de generar consensos a
partir de necesidades, intereses y cosmovisiones heterogéneas que caracterizan a
toda sociedad local. Pero a la larga lista de actores que conforman a la sociedad, son
los actores sociales, aquellos que se desenvuelven en la esfera de lo cotidiano, gente
48
común que afrenta y resienten las problemáticas económicas y sociales, quienes
optan por una lógica de bienestar antes que una lógica política o de mercado y por lo
tanto tienen la capacidad de cooperar y construir visiones compartidas a partir de
lógicas totalmente distintas. El desarrollo local se trata bajo esta visión de crear
participación colectiva, de involucrar a la sociedad en la solución de sus problemas,
de hacer valer la voz de aquellos sectores de la sociedad que quizá han sido
olvidados durante décadas y que hoy se les abren las puertas para poder aportar
elementos que son valiosos para el objetivo de crear un desarrollo incluyente y
benéfico para el territorio.
La democracia participativa, que es como le han llamado los expertos a este tipo de
procesos que incentivan la participación social en los asuntos públicos, es
precisamente la que se intenta promover como pilar del desarrollo local ya que es la
contracorriente que defiende el interés colectivo frente a decisiones tomadas desde
el centro que quizá no representen solución a las demandas sociales, al respecto
González y Velázquez enfatizan, “la democracia participativa intenta romper ese
monopolio de las decisiones políticas y quebrar la apatía de los ciudadanos a través
de la inserción de estos últimos en los asuntos públicos, de la presión para que sean
escuchadas sus demandas y de la flexibilización de las instituciones de
representación para que establezcan un diálogo más frecuente y abierto con la
ciudadanía” (González y Vázquez, n.d.:7).
Este recorrido resume como se construyen y consolidan los actores sociales, dentro
de elementos de identidad, concertación y cooperación, y que fundamentan el nuevo
esquema de desarrollo, un desarrollo incluyente que incorpore la participación de los
beneficiarios del desarrollo, que no sean elementos deshumanizados sin voz ni voto;
son los actores sociales quienes desmalezan los obstáculos que interfieren en la
búsqueda del bienestar social y quienes tiene derecho de elegir cuál es la mejor vía
para alcanzar los objetivos sociales de desarrollo.
49
Todos los elementos teóricos descritos desde el inicio del trabajo hasta este
momento servirán como referentes para explicar dos casos que desde espacios de
manifestación diferentes han buscado promover el desarrollo de su territorio y que
tienen en común que han sido ejemplo de la cooperación entre actores locales en
búsqueda de opciones y estrategias de desarrollo y de defensa del territorio ante el
monopolio del poder. Lo que se pretender conocer con su análisis es en qué medida
se ha logrado la formación de actores sociales en el territorio y cuál es el su grado de
influencia en la construcción de estrategias de desarrollo local en un caso y de
definición de los caminos idóneos para este propósito ante una situación de despojo
y manoseo del territorio por parte de la élite del poder; al mismo tiempo mostrar que
existen escenarios de manifestación de los actores sociales en el espacio local y que
ambas situaciones presentan sus propias particularidades donde los actores actúan de
manera peculiar ante las contingencias en las cuales desempeñan su labor. Ambos
casos tiene como escenario en municipio de Tetela de Ocampo, ubicado en la zona
norte del Estado de Puebla.
50
CAPÍTULO 3. LOS ACTORES SOCIALES EN LA CONSTRUCCIÓN DE
MODELOS DE DESARROLLO LOCAL EN EL MUNICIPIO DE TETELA
DE OCAMPO, DOS ESCENARIOS DE MANIFESTACIÓN: EL CASO DE
LA ASOCIACIÓN RESPONSABLE DEL CENTRO ECOTURÍSTICO
ACOCOMOCA A.C. Y TETELA HACIA EL FUTURO A.C.
3.1. Presentación de la Metodología Utilizada para el trabajo de Investigación
de Campo (Válido para Ambos Casos).
La descripción y análisis de los estudios de caso en cuestión, fue realizada de
acuerdo al trabajo de campo que diseñé y que tuvo lugar en un par de estancias en el
Centro Ecoturístico Acocomoca sede de la Asociación Civil Carreragco, así como en
visitas, entrevistas y asistencia a foros en Tetela Hacia el Futuro A.C. Dicho trabajo
de campo fue dividido en 4 etapas:
1. Etapa Exploratoria.
2. Etapa Indagatoria.
3. Etapa de Análisis y Procesamiento de la Información.
4. Formulación de Conclusiones y Recomendaciones
Con la Etapa Exploratoria se buscó tener un contacto global y abordaje preliminar
del objeto de estudio. Conocer el contexto geográfico, económico, político y social
en la que se desenvuelve la Asociación Responsable del Centro Ecoturístico
Acocomoca y Tetela Hacia el Futuro A.C. Para ello se recurrió a fuentes de
información secundaria básicamente del Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social (CONEVAL), el Consejo nacional de Población (CONAPO) y la Comisión
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), además de observación
51
directa y pláticas con actores relevantes en ambos casos. La Etapa Indagatoria
consistió en obtener y recolectar datos e información relevantes y puntuales con
informantes clave acerca de la etapa de formación de las asociaciones, el nivel de
concertación social que se logró para poder consolidar o no la formación de actores
sociales, cuáles fueron las problemáticas presentes en dicho proceso y conocer la
relevancia de los estudios de caso como espacio de consolidación de actores sociales
así como el nivel de impacto en el desarrollo en la comunidad. La Etapa de Análisis
y Procesamiento de la Información, consistió en organizar y dar sentido a toda la
información obtenido conforme a los objetivos de la investigación. Finalmente la
Formulación de Conclusiones y Recomendaciones tuvo por objetivo emitir juicios
de valor propios acerca de los casos estudiados y elementos constructivos que a mi
parecer pueden ayudar a consolidar aún más ambos semilleros de actores sociales.
3.2. Descripción técnica del Municipio de Tetela de Ocampo: El desarrollo en
Tetela de Ocampo.
Tetela de Ocampo, cuyo significado proviene del náhuatl Tetelli que significa
“montículo o adoratorio de piedra” y a, contracción de Tla que significa
abundancia, siendo el significado completo “lugar donde abundan los montículos
o adoratorios de piedra”, utilizados como centros ceremoniales o tumbas
mortuorias de personajes importantes; se fundó hacia el año 1219, cuando tribus de
origen Chichimeca encabezados por cuatro capitanes distinguidos que originalmente
habían sido contratados por las tribus Colhuas para capturar el territorio de Cholula
fundaron una ciudad a la que decidieron llamar Tetela. Este relato está plasmado en
la Relación Geográfica del municipio que data del año 1581 y que actualmente se
encuentra en el Archivo General de Indias en Sevilla, España y que textualmente
dice:
“Y venidos que fueron los cuatro conquistadores que conquistaron y poblaron a
Tetela, su cabecera...
52
TOCHITZINTECUHTLI
IXTLICUZAUHTECUTLI
TECUHTLILPOCTON
TEZOQUITL
“...halló en él poblados mucha cantidad de gente, que hoy en día les llaman y
nombran totonaques, que dicen que vinieron estos totonacas de la parte donde sale el
sol.
...en la cual conquista, se ausentaron todos los más que había poblados y se fueron a
pueblos extraños. Y los que se quedaron, que fueron pocos, con algunas mujeres, se
sujetaron y dieron a los dichos cuatro conquistadores de la dicha cabecera.
(Inspección Estatal Escolar, 1950).
Desde antes de la llegada de los españoles al territorio de lo que hoy es México,
Tetela ya se distinguía en el territorio por su riqueza en oro. Es en el barrio de la
Cañada donde durante la época colonial se extrajeron grandes cantidades del
preciado material lo que valió a Tetela para ser conocida entre los habitantes de la
región como Tetela del Oro. Para el año de 1560 “Tetela del Oro” ya era
considerada uno los corregimientos administrativos más importantes de la región.
No fue sino hasta el año de 1861 que Tetela dejó su mote de “del Oro” para
convertirse en decreto oficial en Villa de Tetela de Ocampo en honor al político
liberal Melchor Ocampo, siendo en ese momento Miguel Cástulo Alatriste
Gobernador Constitucional del Estado de Puebla. Actualmente el municipio ostenta
el título de Heroica Ciudad de Tetela de Ocampo otorgado en el año de 2001, siendo
Gobernador del Estado el Lic. Melquiades Morales Flores y el ahora finado Profr.
Raúl Barrientos Huerta Presidente Municipal en turno.
Tetela de Ocampo se encuentra ubicado en la zona norte del estado de Puebla,
dentro de la Región I o Huauchinango – de acuerdo a la regionalización oficial del
53
Estado de Puebla - en el interior de la Sierra Madre Oriental. Tetela de Ocampo
cuenta con una superficie de 304.89 kilómetros cuadrados de los cuales su gran
mayoría está constituido por sierras o conjuntos montañosos, altiplanicies, valles y
pequeñas mesetas, ya que se encuentra ubicado dentro del complejo orográfico de la
Sierra Norte Poblana (Véase Anexo 1). Para darnos una idea, de acuerdo con datos
del Instituto Nacional de Estadística y Geografía del año 2005, el 43.8% del total de
la superficie municipal corresponde justamente a territorio boscoso, lo que explica
precisamente la descripción topográfica del municipio hecha líneas arriba; el resto
de la superficie la componen en su mayoría áreas destinadas para la explotación
agrícola con un 39.1% del total del territorio.
Conocido como la entrada a la Sierra debido a su ecosistema boscoso, Tetela cuenta
con un clima templado – húmedo con diferentes variaciones en los diferentes
cuadrantes del territorio. En la zona centro predomina un clima templado – húmedo
con lluvias en verano, mientras que en el extremo noreste del municipio las lluvias
se precipitan en la mayor parte del año. En el territorio que corresponde la zona
noroeste el clima es un poco más caluroso y se torna en un semicálido subhúmedo.
Las características naturales del municipio justifican su orientación a actividades del
sector primario principalmente, aunque en los últimos años la emergencia de otro
tipo de actividades ha contribuido a diversificar un poco la dinámica económica
municipal.
En lo que respecta a la condición de actividad económica de Tetela de Ocampo,
datos del Censo de Población y Vivienda de 2010 revelan que en el municipio
habitan un total de 25793 individuos, de los cuales el 75.4% corresponden a
individuos mayores a los 12 años; un estrato de la población que ya cuenta con las
condiciones para involucrarse en un puesto de trabajo. De este subtotal de población,
el 47.2% incumbe a la Población Económicamente Activa (PEA), con un total de
9178 habitantes. Tetela presenta un alto porcentaje de ocupación ya que el 96.8% de
54
la PEA se encuentran formalmente laborando en un puesto de trabajo, el resto del
porcentaje corresponde a población desocupada o sin un empleo formal.
Ya que conocimos los niveles de ocupación laboral, ahora lo interesante sería saber
en qué sectores de la actividad económica se está desempeñando la Población
Económicamente Activa Ocupada. Nuevamente recurriendo a los datos del Censo de
Población y Vivienda del 2010 pude averiguar que el 52.2% de la población
ocupada se desempeña en las actividades que corresponden al Sector Primario; estos
resultados se veían venir cuando develamos que una gran parte del territorio
tetelense es dedicado o apto para la actividad agrícola y ganadera, aunque esta
última en mucho menor medida. Una actividad que viene repuntando y que se refleja
en las estadísticas del personal ocupado es el denominado Sector Terciario o mejor
conocido como el sector servicios, quién ocupa un 30.3% de la PEA.
Como sabemos el campo mexicano es una actividad que ha quedado olvidada en la
agenda de prioridades del gobierno desde la firma del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), donde básicamente se puso bajo la guillotina a miles
de productores mexicanos que no pueden siquiera imaginar competir con los
grandes productores del vecino país. Las consecuencias de esta firma se han
reflejado en las ganancias del productor mexicano que cada vez son más precarias,
los salarios en el sector que son mínimos y más en un municipio de corte rural como
Tetela de Ocampo donde la actividad agrícola es la actividad principal, el sector
servicios que ocupa el segundo lugar en ocupación laboral también no presenta
grandes diferencias en cuanto al nivel de remuneración al sector.
En Tetela de Ocampo según datos sobre la remuneración al trabajo de 2010, el 44%
de la población ocupada percibe como máximo hasta un salario mínimo, el 31.4% de
1 hasta dos salarios mínimos y el porcentaje restante de dos salarios mínimos en
adelante. Los datos son por demás reveladores, provocándonos imaginar las
condiciones con las que día a día tienen que sobrevivir las familias del municipio,
55
familias que se ubican en su mayoría en territorios rurales, muchas veces carentes de
los servicios más esenciales. Según el INEGI el 83% de la población en Tetela de
Ocampo vive en localidades con hasta 2500 habitantes, condición que el Instituto ha
catalogado como población rural; el porcentaje restante se ubica en la cabecera
municipal que es la única localidad que cuenta con una población superior a los
2500 habitantes, para ser exactos con 4383 habitantes según datos de la Comisión
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). Datos de la misma
comisión señalan a Tetela como uno de los municipios que cuentan con un mayor
número de localidades con un total de 85, la mayoría con un alto componente de
población indígena. Según la CDI en 32 localidades un alto porcentaje de la
población aún habla la lengua natural, el náhuatl; el rango de la población que
presenta esta característica oscila desde el 40% hasta localidades en que el 100% de
la población lo utiliza como instrumento regular de comunicación (Véase Anexo).
Muchas de estas localidades se encuentran a kilómetros del municipio, ubicadas en
cerros y cañadas, una cuarta parte de la población del municipio habita en ellas y
evidentemente aquí es donde se localiza la mayor parte de la población que se
dedica principalmente a las actividades primarias y que sobrevive con un máximo de
dos salarios mínimos.
La pobreza es un problema que afecta a una gran mayoría de la población tetelense.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social (CONEVAL) y los resultados de la Medición Municipal de Pobreza de 2010,
en Tetela de Ocampo el 78.2% de la población se encuentra en situación de
pobreza1, de este porcentaje el 51.2% se considera en condición de pobreza
moderada2 y el 27% sufre pobreza extrema
3, aproximadamente 18787 personas son
1 De acuerdo con el CONEVAL una persona se encuentra en situación de Pobreza cuando tiene al menos una carencia social (en los seis indicadores de rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios
básicos en la vivienda y acceso a la alimentación) y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para
satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias. 2 De acuerdo con el CONEVAL una persona de en encuentra en situación de Pobreza Moderada siendo pobre, no es pobre extrema. La
incidencia de pobreza moderada se obtiene al calcular la diferencia entre la incidencia de la población en pobreza menos la de la
población en pobreza extrema. 3 De acuerdo con el CONEVAL una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando tiene tres o más carencias, de seis
posibles, dentro del Índice de Privación Social y que, además, se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo. Las personas en
56
consideradas pobres en el municipio. El 96% de la población sufre de al menos de
una carencia social y más del 50% de la misma carece de al menos tres, datos por
demás alarmantes y que dejan entrever en qué condiciones viven los habitantes de
Tetela. El Índice de Rezago Social es un indicador que construye el CONEVAL para
conocer las carencias sociales de la población en un territorio determinado. De
acuerdo con el mismo, el municipio de Tetela de Ocampo presentó en los últimos
tres cálculos que corresponden a los años 2000, 2005 y 2010 un Alto Grado de
Rezago Social y lamentablemente escaló posiciones en el escenario nacional en este
rubro, ya que en el 2000 ocupó el lugar número 625 y para el 2010 ocupó el lugar
número 590, la situación se torna preocupante porque este escenario se manifiesta en
un contexto de grave de inequidad y desigualdad económica y social.
La pobreza es condición de la mala asignación y distribución de recursos, fenómeno
que ocurre en los distintos niveles de gobierno en el país, siendo el municipal un
claro ejemplo de ello. La medida estadística que nos ayuda a calcular la desigualdad
en la distribución del ingreso de un territorio o región es el coeficiente de Gini4. Los
indicadores de desigualdad realizados por el CONEVAL para el año 2005 nos
muestran que el coeficiente de Gini para el municipio de Tetela de Ocampo en el
año en cuestión es de 0.4493, que indica la existencia de un nivel medio de
desigualdad en la distribución de los ingresos, confirmando los datos anteriores
referentes al ingreso percibido por los trabajadores que en su mayoría son menores a
dos salarios mínimos que obtiene la gran mayoría de la población que los coloca en
una posición marginal.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), la marginación es un
fenómeno estructural que se origina en el modelo de desarrollo y se manifiesta tanto
en la dificultad para propagar el avance técnico en el conjunto de la estructura
productiva y en las regiones del país. La marginación constituye una precaria
esta situación disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los
nutrientes necesarios para tener una vida sana. 4 El coeficiente de Gini es un número entre 0 y 1, en donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos)
y donde el valor 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y los demás ninguno).
57
estructura de oportunidades sociales para ciudadanos, sus familias y sus
comunidades. En este sentido el CONAPO estableció una medida que resume y que
permite identificar las diferencias entre las localidades censales del de acuerdo con
el impacto de privaciones que padece la población en la falta de acceso a la
educación, la residencia de las familias “inadecuadas” y la carencia de bienes, el
Índice de Marginación5(CONAPO: 2005). Aspectos que obedecen a la falta de
ingresos de las familias y a la incapacidad de los gobiernos de promover políticas de
atención adecuadas a los problemas específicos de las comunidades. En los
resultados del Índice de Marginación por Entidad y Municipio de 2010, Tetela de
Ocampo obtuvo un índice de marginación de 0.61419, que corresponde según la
ponderación del índice a un Grado de Marginación Alto, ocupando un preocupante
lugar 68 en el contexto estatal y en el lugar 664 a nivel nacional; considerando que
tan solo en el estado de Puebla hay un total de 217 municipios. El índice de
marginación tiene un sesgo eminentemente hacia lo urbano, puesto que dentro de él
se incluye la cobertura de servicios de vivienda tales como: el disponer de un piso de
tierra, contar con energía eléctrica, disponibilidad de agua potable y drenaje; que una
gran mayoría de la población rural no dispone. Este índice no deja de ser
controvertido ya que sus componentes reflejan una estructura de factores urbanos,
pero como medida de aproximación para conocer la condición de vida de las
familias de Tetela de Ocampo resulta útil y demasiado revelador.
Toda la problemática municipal que acabamos de conocer de pobreza, desigualdad y
marginación, son resultado de profundos desequilibrios ocasionados por los modelos
actuales de desarrollo, anomalías no de coyuntura, sino de estructura que pueden ver
solución en modificar la forma en que tradicionalmente se orientan las políticas y
estrategias gubernamentales de asignación de recursos, en una dirección que
5 El índice se divide en 5 intervalos clasificados de la siguiente manera: Muy Bajo: -1.52944 -1.15143
Bajo: -1.15143 -0.39539
Medio: -0.39539 -0.01738 Alto: -0.01738 0.73866
Muy Alto: 0.73866 2.2507
58
pretenda beneficios equitativos para la sociedad; es cierto que suena utópico este
tipo de escenario, pero es en esta utopía donde entran en escena los actores locales,
quienes en su necesidad de mejorar sus condiciones de vida, son capaces de
formular estrategias desde el seno del territorio que contribuyan a proporcionar
nuevas oportunidades de mejora para estos conflictos.
Tal es el caso de la Comunidad de Carreragco perteneciente a la Junta Auxiliar de
Ometépetl de Tetela de Ocampo, que vio en los recursos naturales del territorio una
oportunidad de mejorar sus condiciones a través de la gestión de un proyecto que
involucro a los distintos actores de la localidad. A continuación describiré el caso de
la Asociación responsable del Centro Ecoturístico Acocomoca A.C., organización
que quizá de manera involuntaria busco consolidarse como actor social colectivo, en
su afán de buscar un desarrollo incluyente, participativo y con oportunidades para
todos y todas.
3.3. El caso de la Asociación Responsable del Centro Ecoturístico Acocomoca
A.C. de Carreragco Tetela de Ocampo.
Carreragco es una localidad que pertenece a la Junta Auxiliar de Ometépetl,
municipio de Tetela de Ocampo. Se localiza en el tramo carretero que comunica a
Tetela de Ocampo con el municipio de Zacapoaxtla, a una distancia aproximada de
29 kilómetros de la cabecera municipal. De acuerdo con datos de la CDI, en el año
2010 Carreragco presentó una población de 227 habitantes; 107 hombres y 120
mujeres. Carreragco es una de las 32 localidades mencionadas líneas arriba donde la
mayor parte de su población es de origen indígena, para ser precisos, el 78% de su
población habla el náhuatl utilizándolo de manera regular como medio de
comunicación; algo que vi y comprobé en el trabajo de campo realizado con
miembros de la comunidad. Carreragco como en la mayoría de comunidades en
Tetela se puede observar a simple vista la precariedad, la humildad y la dificultad
59
con que la gente sobrevive día con día. La mayor parte de la población se dedica a la
agricultura, principalmente al cultivo de maíz y frijol; aunque varias personas no
precisamente en tierras propias; como don Aurelio Salinas, un anciano de 81 años,
quién a pesar de su avanzada edad aún labora de 7 de la mañana a 6 de la tarde como
jornalero en sembradíos de maíz propiedad de un habitante de Ometépetl. Según su
relato percibe por día 70 pesos por una jornada, trabajando seis veces al día, don
Aurelio gana 420 pesos semanales, imposible mantener a una familia de 5 elementos
como la suya. Historias como esta se puede uno encontrar a lo largo y ancho de la
comunidad y corroborar lo cruel de los datos que describimos anteriormente.
Carreragco se encuentra ubicada en una zona con ambiente boscoso donde abundan
las especies de pino y encino principalmente, algunas con una altura superior a los
1800 msnm (metros sobre el nivel del mar); además de otras muchas especies ya
propias del ambiente semi - tropical. Tiene un clima templado húmedo con lluvias
en verano, resultado de su privilegiada posición geográfica frente a la llanura costera
del Golfo de México. Es atravesado por el río Zitalcuautla que en temporadas de
lluvia su cauce suele crecer en gran medida y el cual es alimentado desde afluentes
que descienden desde la montaña; como podremos imaginar el lugar a pesar de su
condición de rezago económico y social tiene una enorme riqueza natural la cual fue
aprovechada por los habitantes del lugar como objeto de un proyecto comunitario
que buscaba justamente ayudar a promover el desarrollo económico y social de
Carreragco, el Centro Ecoturístico Carreragco.
Para ello tuve la oportunidad de platicar ampliamente con el Sr. José Perfecto
Posadas, máximo responsable y cabeza del Proyecto Ecoturístico Carreragco de la
Asociación Responsable del Centro Ecoturístico Carreragco A.C.
En la palabras de don Perfecto, el proyecto tuvo sus orígenes en el año de 1998
cuando ingenieros de la Comisión Federal de Electricidad que trabajaban en la
colocación de postes de luz para la localidad, descubrieron lo que podría ser la
60
entrada a una cueva. Inmediatamente el trabajador dio aviso a las autoridades de
Carreragco quienes se aventuraron a averiguar lo que albergaba aquella misteriosa
entrada. Fue precisamente don Perfecto Posadas el primer habitante que tuvo el
valor de adentrarse en la cueva donde el descubrimiento fue sorprendente, un
complejo de grutas con formaciones de estalactitas y estalagmitas; después de varias
incursiones se lograron recorrer y conocer un total de cuatro cámaras, según el relato
de don Perfecto aún existen cámaras por explorar pero no se ha hecho por falta de
tiempo.
Ante la grave situación económica que afecta a las familias de Carreragco, un grupo
de habitantes del lugar vieron en las grutas la oportunidad de generar un proyecto
comunitario en un sector que hoy en día está teniendo mucho éxito en zonas con
vasta riqueza natural, el llamado “Ecoturismo, Turismo Ecológico o Turismo
Alternativo”.
Fue en el año 2006 cuando se convocó a una reunión de vecinos con el fin de hallar
los mecanismos más viables y eficaces para explotar económicamente la oferta
natural de Carreragco. Después de un par de reuniones en donde participaron una
gran mayoría de miembros de la comunidad, y entre un proceso de “concertación”
que no fue nada sencillo según comenta don Perfecto, ya que el hecho de que las
familias compartan una situación de pobreza y marginación no precisamente las
conduce a pensar que puede haber opciones que les puedan ayudar a permear su
situación, es complicado entender como muchas gente cree que es pobre por derecho
divino que así nació y que así morirá, además de que mucha gente argumentó no
tener el tiempo necesario para involucrarse en un proyecto que no les garantizaba
alguna seguridad económica que valiera tal sacrificio.
Ante lo difícil que fue el proceso de consenso y organización, fueron alrededor de
40 personas entre hombres y mujeres quienes lograron comprometerse y convertirse
en estrategas y gestores de un proyecto de desarrollo que comenzó su vida formal en
61
el año 2006. Tal como lo afirma la teoría consultada, el desarrollo local depende de
que los actores respondan con iniciativas propias ante las contingencias propias de la
realidad económica actual y que respondan a través del aprovechamiento colectivo
de los recursos y del fomento a la construcción de capacidades locales, la voluntad
de los actores por participar en los procesos de desarrollo y entender los mismos
como espacios de participación ciudadana local en el sentido de decidir cómo
quieren que se conduzcan las políticas de bienestar social; recordemos que la
construcción de actores sociales comienza por voluntades y reconocimiento
colectivo por revertir situaciones que afectan la vida en sociedad.
Ya teniendo un frente más o menos organizado, se buscó el apoyo de la Comisión
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), quién había establecido
precisamente en el año de 2006 el Programa de Turismo Alternativo en Zonas
Indígenas (PTAZI), el cual según la institución: busca generar ingresos económicos
que incidan positivamente en el nivel de bienestar de la población, promover la
organización comunitaria, fortalecer el vínculo de las colectividades indígenas con
sus territorios, y propiciar la revaloración, la conservación y el aprovechamiento
sustentable de los recursos y atractivos naturales, así como del patrimonio cultural
de los pueblos y comunidades indígenas (CDI, 2006). El macroobjetivo lo entiendo
como contribuir al desarrollo local mediante la construcción de procesos
autogestivos a partir del fortalecimiento de las capacidades de los actores para
conducir un proyecto de esta naturaleza; el desarrollo en este sentido no solo
competería a los actores presentes en el territorio, sino a otros actores que no se
pueden excluir y que influyen de manera directa en su búsqueda; tal es el caso de los
actores públicos que pueden fortalecer, redondear y concretar lo realizado por los
actores locales, es decir, contribuir a la formación de actores sociales.
El grupo fue constituido formalmente en una Asociación Civil que lleva por nombre
Asociación Responsable del Centro Ecoturístico Acocomoca A.C., la cual con
respecto a los acuerdos tomados en asamblea comunitaria estaría formada por dos
62
“subgrupos” con tareas y responsabilidades distintas, uno de hombres y un segundo
constituido solo por mujeres.
La Asociación fue beneficiada - según el relato de don Perfecto y corroborado en la
Evaluación del PTAZI realizada por la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) - con un monto de $550,000 pesos, utilizados para el acondicionamiento
del área externa del Centro Ecoturístico, así como la construcción de hotel,
restaurante, palapas, recepción y estacionamiento.
Como lo mencioné, la Asociación se conformó con dos sub – grupos con tareas
específicas; el grupo de hombres que se encargaría de la vigilancia y mantenimiento
del complejo que se haría a través de un rol de guardias de dos días semanales por
socio dividido entre mañana y tarde. Sus actividades serían la guía del turismo hacia
las grutas descubiertas en 1998 así como al mirador natural ubicado en la parte
superior de la cueva, ríos y senderos de la comunidad. Las ganancias obtenidas de
estas actividades se repartirían en partes iguales entre los socios, mientras que las
obtenidas por concepto de hospedaje se destinarían para el mantenimiento del lugar.
Las mujeres por su parte dedicarían sus actividades al cuidado del comedor del
hotel, así como de la preparación de alimentos del mismo. De la misma manera que
los hombres cumplirían con un rol de atención de dos días por semana. Las
ganancias del trabajo ejercido por las mujeres de la misma manera que el de la
actividades masculina se dividiría 50% entre los socios y 50% para el
mantenimiento del lugar.
Platicando con uno de los vocales de la asociación de nombre Refugio Posadas, en
su inicio el proyecto involucró a 34 socios, 18 hombres y 16 mujeres; había gran
entusiasmo y participación con respecto al proyecto que albergaba grandes
esperanzas como factor de impulso al bienestar social y económico de la comunidad;
consideraban a la CDI un aliado de peso en la búsqueda de estos objetivos, ya que
de acuerdo al PTAZI la institución serviría a la comunidad de acompañante,
63
conductor y observador del proceso de consolidación del proyecto para su posterior
autogestión por parte de los actores locales. No sucedió de esta manera, solo en los
primeros meses de funcionamiento formal del proyecto, la CDI proporcionó al grupo
una serie de talleres de inducción al mundo del llamado “Turismo Alternativo” y
algunas capacitaciones sobre la manera de operar y administrar el complejo; cabe
mencionar que algunos de estos talleres – según relato de Don Refugio – se tomaron
fuera de la comunidad y los gastos de traslado financiados por los mismos socios.
A partir de este momento la sociedad comenzó a nadar contracorriente, ellos mismos
se hicieron cargo de algunos apoyos que tendría que haber cumplido la CDI según
su cobertura con el proyecto, como aspectos de promoción y difusión del lugar,
construcción y señalamiento de rutas, etc. Cabe mencionar que en ruta que conduce
a la entrada de grutas no está acondicionada ni señalada, aspectos que ofrecen al
turista un mayor tipo de seguridad, aunque la orientación del mismo según palabras
de los socios sea un recorrido más natural.
Más a la deriva que con un camino claro, la organización y el proyecto fueron
quedándose sin argumentos para consolidar los objetivos propuestos, las visitas aún
hoy en día son bastante esporádicas, muchos de los socios que iniciaron esta
aventura la fueron abandonando ya que no costeaba la inversión del tiempo con las
ganancias obtenidas por el proyecto, por lo que prefirieron seguir dedicando todo su
tiempo a sus actividades principales como la agricultura. Lo mismo ocurrió con las
socias encargadas de la tienda y el restaurante; la Sra. Hermelinda Sánchez miembro
fundador del grupo de mujeres, me comentó que hoy en día solo sobreviven tres de
las dieciséis socias fundadoras de la organización, las razones de su deserción, las
mismas que orillaron los hombres a abandonar el proyecto, la falta de afluencia de
turistas, según su relato, había días enteros en que no se recibía visitante alguno, ya
no se diga para hospedarse en el hotel sino para siquiera hacer el recorrido dentro de
las grutas. Muchas mujeres preparaban comida y antojitos que no se consumían, se
invertía sin ganar. Caminando por el centro de la comunidad buscando donde comer,
64
porque hay que decir que en el Centro Ecoturístico no había nadie quien preparara,
una señora que vivía en el centro del pueblo y que respondía al nombre de Angelina
Marcos se ofreció a compartir un poco del alimento que tenía en casa, una casa
humilde de apenas un par de cuartos dominaban la escena, entablando plática y
tratando de obtener información acerca de si había sido parte o no del proyecto, me
confirmó todo lo relatado por los señores Posadas, incluso ella mismo formó parte
del grupo de mujeres, pero como la mayoría de los socios y socias que optaron por
salir, me dijo que no le convertía invertir tiempo en algo que no le podría ayudar a
obtener un extra que ayudara al día a día familiar, “dos de mis hijas están
estudiando, no podía seguir asistiendo a las guardias ya que descuidaba quehacer y
tiempo para ellas, además no sacaba uno ni un solo quinto”. Asimismo se refería a la
gente de la asociación como si fuesen personas ajenas o una especie de grupo lejano
a la comunidad, cosa que me pareció demasiado extraña, digo a no ser que su
relación con ellos no haya terminado de la mejor manera.
Nuevamente platicando con don Refugio, las acciones de estos socios les trajo
sanciones irreversibles, todos fueron expulsados de la organización, condenándolos
a no ser partícipes de ningún beneficio que emanara del proyecto. Para no variar han
surgido otro tipo de incidentes, en temporadas con afluencia turística importante
para la zona como semana santa o el receso veraniego, algunos de los socios se
acercaban al centro para “ver en que podían ayudar”, situación que comenta Don
Refugio ha molestado a los socios que a pesar de todas las circunstancias han
seguido al pie del cañón con el proyecto. La confrontación no ha llegado a
situaciones extremas, pero de alguna manera ha llegado a fragmentar el aprecio y la
amistad que en un principio existía entre los socios activos y aquellos oportunistas
que solo se prestan a colaborar cuando ven la ocasión de obtener algún beneficio. De
alguna manera toda esta problemática ha llegado a permear y debilitar el capital
social y la voluntad colectiva de actuar de manera conjunta para buscar opciones de
desarrollo.
65
No toda esta situación ha sido culpa de los miembros de la organización, he
comprobado que en realidad había voluntades concertadas por conducirse y
convertirse en actores sociales, aunque a veces la inexperiencia y la falta de
conducción adecuada puede acabar hasta con las comunidades más dispuestas a
cambiar un poco de su realidad. La CDI quién se suponía iba a ser el acompañante,
agente conductor y detonador de auto procesos locales desapareció casi
inmediatamente de que se echó a andar el proyecto; no hubo más capacitaciones,
apoyos, etc., evidentemente este “abandono” cobró sus consecuencias al nublar las
opciones de la comunidad, quienes muchas veces no puede ser tan autosuficientes
para llevar a cabo procesos y proyectos de/ al desarrollo. La capacidad local muchas
veces necesita de un verdadero fortalecimiento, no es caso de todos los ejemplos y
experiencias que se dan en los territorios, algunos de ellos exitosos y emanados sin
asesoría alguna, pero este no es el caso de Carreragco. Don Refugio ya entrada la
noche me comentaba que el mismo municipio se ha negado a apoyar algunas
solicitudes de la organización, en palabras de Don Refugio: “Hemos pedido muchos
apoyos, desde alimento para las truchas - el centro también cuenta con un criadero
de trucha arcoiris, proyecto también gestionado por la CDI – hasta una simple reja
que da paso del vestíbulo hacia el área de habitaciones la cual hasta el momento no
se nos ha proporcionado. Y prosigue con lo siguiente: “Me imagino que será porque
nosotros no los apoyamos cuando estaban en campaña, sin en cambio al proyecto de
las cascadas (en Xaltatempa) les dan todo lo que piden, incluso nos han llegado
rumores de que los visitantes que llegan a Tetela y que preguntan por Carreragco los
desvían hacia Xaltatempa”. Hoy día el proyecto se ve desolado y carente de rumbo,
con lo observado pareciera que solo esperan a que el tiempo cierre este ciclo que se
vislumbra más como un sufrimiento que un emprendimiento que nació con la
esperanza de incidir en el desarrollo colectivo (Véase Anexo 2).
Con lo expuesto hasta este momento resultado de la plática profunda con los actores
y de la observación directa de la experiencia, podemos responder algunas de las
66
preguntas que nos planteamos al principio de la investigación: ¿existen las
condiciones básicas para la formación de actores sociales, ¿se consolidó la
formación de los mismos?, ¿sí o no?, ¿qué factores intervinieron para la
consolidación de este proceso?, si no se consolidó, ¿Cuáles fueron los elementos que
lo obstaculizaron? Y la más importante de las incógnitas ¿Qué efecto tuvo sobre el
desarrollo económico y social de Carreragco?
Lo que puedo concluir en el caso de la Asociación Civil Responsable del Centro
Ecoturístico Acocomoca A.C., haciendo un recorrido desde la teoría hasta el caso
práctico es lo siguiente:
Creo que el proceso de organización comunitaria no se dio de manera tan
voluntaria, sino de manera fortuita y circunstancial, producto del
descubrimiento natural de las grutas de Carreragco. Antes de ello no había
antecedentes de algún proyecto o iniciativa colectiva a favor del desarrollo y
bienestar económico y social. En el proceso si bien se presenta una iniciativa
de desarrollo como respuesta local a los problemas y desafíos de las
condiciones económicas de la actualidad como lo planeta Vázquez Barquero,
no se suscitó en plena conciencia ni de manera generalizada, incluso mucha
gente aún es inconsciente a la posibilidad de revertir su situación de pobreza
y marginación. No hubo compromiso social ni afectivo que se convirtiera en
fuerza social para conducir un proyecto de desarrollo que podía beneficiar a
todos y todas, en sí me parece que a pesar de ser una comunidad pequeña, no
hay identidad, cohesión y sentido de cooperación. Contrariando un poco las
palabras de Amtmann en el caso de Carreragco; el proyecto Centro
Ecoturístico Acocomoca” “no” fue asumido como un proyecto de desarrollo
compartido por los actores.
67
De acuerdo con el paradigma del desarrollo local, el desarrollo económico y
social de un territorio depende en gran medida de la capacidad de los actores
- recursos locales, y de la amalgama que supone la cultura como elemento
mediador del proceso de articulación de actores; en este caso el escenario no
resultó tan utópico. Se hizo evidente la falta de capacidad de los actores
locales para asumir y conducir los procesos de desarrollo; pero hay que decir
que no fue su culpa; la CDI quién se suponía fungía como agente impulsor
del desarrollo, quién serviría como rampa de despegue para la generación de
autogestión, abandonó la comunidad; muchas veces no son suficiente un par
de talleres y cursos para generar conocimientos en materia de proyectos de
generación de cambio. No todo es la voluntad de las comunidades de
emprender proyectos de bienestar social, hay casos de éxito donde se puede
estar de acuerdo con los elementos expuestos por el Postdesarrollo que
afirman que es cada vez más necesario depender menos del conocimiento
experto en la materia y dejarlo todo en manos de la gente; no siempre es así y
aquí está un caso para ejemplificar que es importante el papel del profesional
del desarrollo como proveedor de elementos y herramientas continuos que
permitan a los actores locales en cierto momento valerse por sí solos. Hay
que revalorar en este sentido nuestro papel como agentes del desarrollo y
actores significativos en la consolidación de procesos de desarrollo local en
contextos donde no se han tenido antecedentes de gestión local para
promoverlos. Por lo que no todo fue culpa de los actores locales.
Respondiendo a la pregunta si se consolidó la formación de actores sociales,
yo creo que no sucedió así. La intención la había al menos por un pequeño
grupo de la comunidad, pero como lo estableció Hebert Spencer el espíritu
jamás origina un resultado paradójico; debe de haber articulación y trabajo
conjunto entre todos los actores que influyen en un territorio y ello no
incumbe solamente a los locales; en este sentido daremos la razón a Webber
en que el sentido de la acción social está subordinada a la conducta de otros
68
actores. En este caso, la CDI y el gobierno municipal deben fungir como un
aliado en la consolidación de los actores sociales y no como un obstáculo el
desarrollo y construcción de los mismos en la comunidad de Carreragco. Los
actores de Carreragco fueron incapaces de modificar el ambiente económico
y social, incapaces de ejercer aquel principio de libertad del que habla
Touraine y que parece no figurar en el diccionario de los habitantes, quienes
se ven como prisioneros vitalicios de la condición de pobreza. El principio de
sentirse libres de conducir su vida y saber que hay soluciones a los problemas
de la vida social, expande los espacios de acción y manifestación del actor
social.
No existió un proceso de concertación al 100%, los medianamente
convencidos accedieron no pensando en el beneficio colectivo, ya no
pensemos siquiera en el beneficio que podría traer un proyecto de este tipo a
toda la comunidad; sino mas bien en las ganancias que podría contraer
participar en ello y así solucionar contingencias individuales, y no los
condeno porque la gente que vive en este tipo de condiciones necesita
solucionar sus problemas día con día, no puede esperar a que se consolide un
proyecto que puede tardar a concretarse en un mediano o largo plazo. Pero
aún así este tipo de situaciones dificulta la formación de actores sociales.
Otro de los factores que identificamos teóricamente y que permiten la
consolidación de actores sociales es el tema de la cultura y la identidad
territorial. Creo que no la hay o al menos no se percibe, ni fue un elemento
que amalgamara situaciones y voluntades colectivas en la auto identificación
de problemáticas y soluciones locales. Al contrario creo que hay una
fragmentación evidente a partir de la formación y deserción de algunos
socios. Al platicar con la ex – socia se refería a los miembros actuales como
“aquellos”, lo que evidencia el resultado negativo de la relación colectiva que
resulto del proyecto. Aunque antes de ello tampoco había tradición de
69
integración e identidad cultural por el territorio que resultara significativa. La
resultante es una sociedad cuasi fragmentada.
Lo que obstaculizó la formación de actores sociales me queda claro fue la
inoperancia de los actores públicos: instituciones encargadas de impulsar el
desarrollo (CDI), como el gobierno mismo no consideran prioritario – o eso
pareciera ser en este caso – el fomento en la construcción de procesos de
desarrollo local; porque es evidente que los actores locales en Carreragco
carecían de capacidad de movilización y articulación en función del mismo;
la tarea de este tipo de instancias es contribuir no solo económicamente a la
formación de proyectos, sino a concretar una alianza sólida con la sociedad
local y un trabajo continuo que puedan llevar a buen puerto las estrategias
llevadas a cabo en los territorios con fines de desarrollo.
La cosmovisión local de la precariedad como elemento congénito de su
historia de vida, limita su capacidad de participación, asociación y
concertación en los asuntos que tienen que ver con la vida pública del
territorio. Como lo comprobamos en las entrevistas de profundidad, la falta
de compromiso, tiempo para dedicar a la conducción del proyecto,
cocimiento técnico, carencia de información acerca de las posibilidades de
desarrollo que se pueden aprovechar desde los espacios locales; dificultan
aún más la construcción de cultura, identidad y escenarios de manifestación
de los actores sociales. La falta de proporción de herramientas por parte de la
CDI y de la autoridad municipal con el proyecto en Carreragco los dejó a la
deriva, si alguna vez actuaban con buena intención pero viviendo en la
conjetura, hoy me atrevo a decir que los socios que aún están al frente del
proyecto lo hacen más de manera nostálgica, ya sin la intención de generar
nuevas estrategias que puedan revertir la situación. Estas son las dificultades
más sobresalientes que identifiqué como factores que no propiciaron la
formación de actores sociales en la comunidad de Carreragco.
70
Finalmente la incidencia en el desarrollo local ha sido precaria por no decir
nula. El desarrollo local aparece cuando las capacidades locales se potencían;
las capacidades locales en Carreragco son muy limitadas lo que contrae más
debilidades que fortalezas a la hora de tratar de llevar a cabo prácticas y
decisiones colectivas. Como lo expusimos líneas arriba la falta de tradición
organizativa y participativa de la comunidad en los asuntos públicos limita la
creación de escenarios de manifestación de actores sociales y su capacidad de
contribuir a la creación de una agenda de desarrollo local. Todas las carencias
descritas en estas consideraciones finales con respecto al estudio de caso de la
Asociación Civil Responsable del Centro Ecoturístico Acocomoca A.C.,
dificultaron la creación de actores sociales y de procesos de desarrollo local
en el territorio.
3.4. El caso de Tetela Hacia el Futuro A.C.
Existen distintos escenarios de manifestación de los actores sociales, el caso
expuesto con anterioridad mostró la intención de consolidación involuntaria de
actores sociales a través de un proyecto que intentó influir en el desarrollo local de
la comunidad de Carreragco; el cual fracasó. Lo que voy a exponer a continuación
es el caso de la Asociación Tetela Hacia el Futuro A.C., organización civil tetelense
que defiende su territorio de la intervención voraz del gran capital encabezado por la
Minera Frisco, propiedad del magnate y hombre más rico del mundo en la actualidad
Carlos Slim. Minera Frisco tiene la firme intención de explotar un poco más de 10
mil 663 hectáreas concesionadas por 50 años a partir del 2003 por el entonces
Gobernador del Estado Mario Marín Torres; situación que pondría en riesgo la
riqueza natural, social, cultural y de salud de los habitantes del municipio de Tetela
de Ocampo.
71
La descripción del caso fue hecha a partir de información periodística y documental,
observación directa, así como una entrevista de profundidad hecha a actores de la
asociación Tetela Hacia el Futuro, así como a gente de la comunidad.
Como lo describimos en la ficha técnica del municipio a principios de este capítulo,
Tetela de Ocampo cuenta con una enorme riqueza natural y mineral; en tiempos
prehispánicos y de Colonia Española en Tetela se extraían grandes cantidades de oro
y plata, esta actividad se intensificó en el siglo XVIII por lo cual el municipio se
reconocía en los alrededores como Tetela del Oro. El Barrio de la Cañada fue el
principal exponente de esta actividad; aún en estos tiempos todavía hay vestigios de
las viejas minas y rumores de que en la zona es extremadamente rica en el metal
áureo y plata principalmente.
Este tipo de rumores no escapan a los oídos de los propietarios del gran capital en su
afán de expansión y reproducción y menos del hombre más rico del mundo Carlos
Slim Helú, propietario de la Minera Frisco S. A. B. DE C. V., que a partir del año
2003 recibió el beneficio y privilegio de explotar durante 50 años la zona conocida
como “Las Espejeras” en el Barrio de la Cañada. Según una noticia publicada en el
Diario Milenio el día 18 de Junio de 2012, fechas en que se comenzó a destapar
públicamente el problema que hasta hoy sufre Tetela de Ocampo; el conflicto
minero tiene sus antecedentes en el año de 1992 cuando el entonces Presidente de
México Carlos Salinas de Gortari expide la Ley de Minas donde se concede a
diversas empresas mineras – muchas de ellas extranjeras – alrededor del 30% del
territorio nacional para su explotación. Consultando la Ley Minera en documento
oficial de la Cámara de Diputados que se publicó el 26 de junio de 1992 con
reformas en el año de 2006, en su artículo sexto se establece: “la exploración,
explotación y beneficio de los minerales o sustancias a que se refiere esta Ley son de
utilidad pública, serán preferentes sobre cualquier otro uso o aprovechamiento del
terreno, con sujeción a las condiciones que establece la misma, y únicamente por ley
de carácter federal podrán establecerse contribuciones que graven estas actividades”.
72
Esta ley prácticamente pone entre la espada y la pared a toda aquella persona que
viva o posea propiedades en espacios con presencia de metales y minerales sujetos
de explotación bajo esta ley; hay formas legales para amedrentar y justificar la
cesión de terrenos; Tetela cuenta con yacimientos no explorados que abarcan unos
2.5 km aproximadamente, que es el predio conocido como el Cerro de las Espejeras.
En entrevista personal realizada con el Sr. Germán Romero presidente de Tetela
Hacia el Futuro A.C.; este último nos relata la forma en que Minera Frisco comenzó
las labores de llegada, compra y exploración de terrenos en el Barrio de la Cañada:
“Desde noviembre pasado (2011) nosotros empezamos a ver la amenaza de esta
empresa que de por sí ya estaba instalada ahí debido a que compró la concesión de
la Mina Espejeras. De repente se iban y volvían desde hace 20 años o 22 años, yo
incluso llegue a conocer a varios ingenieros de ahí, nos llevábamos bien, pero a
finales del año pasado recibí una propuesta de compra de un rancho que no es mío,
Cuando nosotros recibimos esa propuesta de compra del predio, nos empezó a
llamar la atención la actitud de estas personas de la minera, se les dijo que no y
volvieron al ataque, eso nos llamó mucho la atención y empezamos a
preocuparnos”. Ante la incertidumbre y preocupación por las visitas cada vez más
frecuentes de gente de la minera, un grupo de personas encabezadas por “Don
Germán”, decidieron informarse acerca de los problemas que traería a la comunidad
un proyecto de explotación minera a cielo abierto; los efectos son diversos y en
distintos ámbitos: en primera la riqueza natural y que ha sido distintivo del
municipio y de la vida se vería muy seriamente afectada; una explotación de este
tipo supone la devastación de grandes cantidades de árboles y material del suelo y
subsuelo lo que acabaría con la flora y fauna local; contaminación de agua
superficial y friática, debemos decir que los mantos de agua que se encuentran en la
zona a explotar alimentan del vital líquido no solo al Barrio de la Cañada sino a
otros barrios circundantes a la cabecera municipal. Generalmente las mineras de este
tipo se ubican en lugares que les pueden proporcionar grandes cantidades de agua,
73
ya que es necesaria para lavar el material procesado, ésta en combinación con el
cianuro - que es una sustancia realmente tóxica – se encargan de separar el oro del
material extraído; imaginemos lo peligroso que sería para los habitantes de Tetela
ponerse en contacto con agua contaminada con un químico como el cianuro, graves
problemas de salud y muerte. En la plática con Don Germán nos comentaba que
según información que él tenía, el 50% de los problemas de cáncer en el país eran
ocasionados en su mayoría por actividades mineras.
Podemos enumerar un sinfín de problemas colaterales aparte del problema
ambiental; problemas sociales, Don Germán hacía alusión a cuestiones como
alcoholismo, prostitución, etc., y puedo decir que no está muy alejado de la realidad,
al llegar un grupo grande de trabajadores a laborar en un municipio tranquilo y libre
hasta cierto grado de estos problemas sociales, necesitan de este tipo de distractores;
recuerdo la novela de Mario Vargas Llosa “Pantaleón y las Visitadoras” donde la
milicia peruana que se encontraba destacada a lo largo de la amazonia era cubierta
de sus necesidades sexuales por un grupo de prostitutas a las que se les llamaba
visitadoras; algo similar pudiera suceder y perturbar la vida tranquila que hasta
ahora lleva la sociedad tetelense.
Aunado a todas los problemas expuestos anteriormente, por supuesto las actividades
económicas tradicionales del municipio y que son base y sustento de un sinnúmero
de familias locales como la agricultura se verían gravemente amenazadas, al
respecto Don Germán argumenta: “Por un lado el gobierno tiene programas de
lucha contra el cáncer, programas de reforestación, programas que recomiendan la
conservación y el cuidado del medio ambiente, de no contaminar el agua, de no sé
que tanto y qué sucede, por otro lado, el mismo Secretario de Economía hace veinte
o treinta días declara al territorio nacional apto para la mega minería en un 70%.
La zona agrícola de Tetela se verá sumamente afectada por el cambio de clima,
porque si devasta el grupo “Cáncer” – así llama irónicamente Don Germán al
grupo CARSO -, si devasta una montaña esto nos cambia el clima, se volvería un
74
cañón de aire que se llevaría la humedad que caracteriza a esta zona. Todos los
desechos altamente contaminados tarde o temprano se los lleva el agua y el aire río
abajo, acabarían con la agricultura de Tetela, la fruticultura, los proyectos de
hidroponía que han levantado la economía del municipio”.
Es evidente que hay una gran contradicción por parte del gobierno y que identifica
muy acertadamente Don Germán; hoy día se habla de sustentabilidad y cuidado del
medio ambiente, de promover un desarrollo que vaya en armonía con los recursos
naturales, sociales, culturales de los espacios locales y por otro lado se decretan y
apoyan oficialmente megaproyectos mal llamados de desarrollo que atentan contra
los aspectos fundamentales de la vida social, es lo que yo llamaría el falso discurso
del desarrollo y que discutiré más adelante.
Volviendo al tema de la formación del grupo social que levanta su voz de
descontento ante una amenaza de este tipo, en abril el año en curso nace Tetela
Hacia el Futuro A.C.; en su principio formado por un grupo pequeño de activistas
locales encabezados por don Germán que funge como Presidente y Don Felipe
Narváez como Secretario y a quien se unieron algunos jóvenes preocupados por la
situación de amenaza a su municipio. Ante el conocimiento de la situación de
peligro que sucede en Tetela algunos universitarios provenientes de la ciudad de
Puebla han visitado el lugar expresando al líder de la organización su apoyo
incondicional; con esto se fue logrando tener un grupo mucho más orientado con
respecto a las distintas problemáticas que pudiera ocasionar la instalación de la mina
a cielo abierto en el municipio. A diferencia del caso de Acocomoca que se formó de
forma fortuita y en principio y al final no fue de interés común; Tetela Hacia el
Futuro nace como un órgano de defensa social del territorio ante una amenaza que
justamente puede y afectará en el caso de su aprobación a la sociedad en general.
Ante tal situación los actores y la sociedad están respondiendo de manera distinta a
lo ocurrido en Carreragco, que si bien es un espacio de manifestación distinto, no
logró consolidarse. El proceso de concertación social y de manifestación de los
75
valores de identidad territorial se exterioriza exponencialmente, ya que es un
problema de interés colectivo que atenta contra el terruño, la historia, el presente,
pasado, futuro y legado para las generaciones venideras de la sociedad tetelense.
Estas características provocan la manifestación, cooperación y participación
voluntaria y activa de los actores locales en los asuntos de interés público; a pesar de
que no haya habido antecedentes en el municipio de acción participativa. Al
respecto don Germán asintió: “Tetela de Ocampo siempre desde que yo tengo
memoria ha sido un pueblo desarticulado, desorganizado y en muchas formas eso le
conviene a otras personas, tener a los pueblos hundidos, marginados,
desorganizados y por primera vez este problema nos ha unido olvidándonos de
pertenecer a cualquier partido político. Este problema nos une igual sin ver de qué
religión somos, que posición social, simplemente nos une un problema que es
mucho muy grave porque es la amenaza más grande que ha sufrido este municipio.
Esta grave amenaza que significa para Tetela la destrucción total de nuestro pueblo
no lo podemos dejarlo pasar por alto, surgen muchas preguntas, muchas de ellas se
quedan en el aire no son contestadas, pero la valentía de esta gente que por años ha
estado tranquila, dormida, porque Tetela de Ocampo es un pueblo que no conoce la
violencia. A pesar de que somos un pueblo tranquilo que no exige a ningún
gobierno, medianamente se atreve a pedir algo, esto sí es sumamente grave y
estamos dispuestos a protestar como lo estamos haciendo a continuar a no bajar la
guardia. No estamos dispuestos a perder el derecho a la vida, el derecho al agua, al
derecho a seguir viviendo de esta manera”.
En este caso podemos atrevernos a decir que se trata de un embrión de actores
sociales, existen todos los elementos necesarios además de que se une el tema de la
información. Tetela ahora es una comunidad informada acerca de los contras que
contraería la instalación de modelos de desarrollo basados en megaproyectos de
minería, y justamente esa fue de las primeras tareas que se llevaron a cabo por parte
de la organización. Según nos comenta Don Germán, el grupo original se rodeó de
76
un grupo técnico formado principalmente por jóvenes quienes se encargaron de
reunir toda la información necesaria acerca de los proyectos mineros a cielo abierto
y sus consecuencias, con el propósito de difundirlo a la comunidad mediante
volantaje y difusión electrónica. Se hizo trabajo voluntario de pinta de paredes
manifestando el rechazo municipal hacia el proyecto minero, etc; todo ello atrajo la
atención de grupos ajenos a la comunidad que manifestaron abiertamente su apoyo
moral, científico, técnico y de logística para reforzar la lucha municipal en contra de
la minera. El trabajo de Tetela Hacia el Futuro ha recogido sus frutos, hoy la lucha
activa y de defensa del territorio de este grupo ha logrado que se cuente con el apoyo
de asociaciones como UNITONA (Unidad Nacional Indígena Totonaca Nahua),
UNITIERRA (Universidad de la Tierra), IMDEC (Instituto Mexicano para el
Desarrollo Comunitario), Puebla Verde A.C., IMDEC (Instituto Mexicano para el
Desarrollo Comunitario) y diversos comités en pro del agua de algunas comunidades
del municipio.
Tetela Hacia el Futuro se ha instalado en foros estatales de divulgación del problema
que afrenta. El día 19 de junio se participó en el Foro Cielo Abierto: Cerro Muerto,
evento que reunió a diversas organizaciones, académicos y ciudadanos de Tetela de
Ocampo con el fin de dar a conocer el grave problema que ocasionaría la instalación
del proyecto minero en la zona. Durante su participación en el foro, Don Germán
invitó públicamente al Gobernador del Estado a frenar las intenciones de Minera
Frisco de explotar la zona; al mismo tiempo le manifestó el deseo de elaborar un
plan de desarrollo que no atente contra la sustentabilidad natural del territorio y que
al mismo tiempo promueva y no atente las actividades económicas propias de la
región.
El día 15 de julio del año en curso Tetela Hacia el Futuro llevó a cabo el primer foro
abierto informativo en la cabecera municipal; la intención informar a la sociedad en
general acerca de todos los problemas que contraería el proyecto minero.
Concientizar y llamar a la unión del municipio de Tetela en contra de los llamados
77
proyectos de muerte fue otra de las intenciones del evento; para ser el primer foro se
contó con una asistencia y participación considerada de los habitantes quienes al
final se manifestaron con un rotundo “no a la mima”. Se contó con la participación
del Presidente Municipal quién expresó su oposición al proyecto de Carlos Slim,
argumentó que llevaría el caso hasta sus últimas consecuencias e informó de los
avances de las denuncias que se habían interpuesto ante PROFEPA Y SEMARNAT
para el rechazo del proyecto. Al mismo tiempo reconoció el trabajo realizado por los
miembros de Tetela Hacia el Futuro, admitiendo incluso que rebasó a su
administración en la tarea de dimensionar e informar a la sociedad tetelense y de la
región la catástrofe natural, económica, social y cultural que traería la minería a
cielo abierto.
Terminó diciendo, “si viéramos que vamos a ser rebasados, no como Presidente
Municipal, sino como tetelense daremos la batalla y no vamos a permitir que grupos
poderosos quieran dañar a nuestro pueblo”.
Como percibimos en la revisión teórica, uno de los elementos fundamentales que
permiten la participación activa de la comunidad local en los asuntos del desarrollo
y la formación de actores sociales es el tema de la información. El trabajo de Tetela
Hacia el Futuro ha permitido que la sociedad en Tetela hoy día conozca muy bien
los contras de las actividades de este tipo, lo que provoca su mayor involucramiento
en labores de concientizar a familiares, vecinos o conocidos respecto al tema.
Aunque gran parte de la sociedad no se involucre directamente con las actividades
de la organización, ya un gran número de esta realiza el denominado “trabajo
hormiga”, trasladando información a aquellas personas que se desinteresan del tema.
Para ello algunas personas realizan reuniones familiares donde se proyectan algunos
videos de la problemática natural y de salud que trae consigo la minería a cielo
abierto, etc. La gente en común tiene la preocupación hacia su familia y sus hijos
fundamentalmente y del futuro que les podrían heredar si no se unen a la lucha
activa en rechazo contra la mina; hoy en día más y más gentes se manifiestan
78
abiertamente haciendo del problema un tema de interés general, de exclusión de
intereses particulares en pro del beneficio de la comunidad. Hay un fuerte
componente identitario y de sentido de pertenencia al municipio; si bien como lo
comenta Don Germán Tetela había sido un pueblo desarticulado, hoy se muestra
como un frente social cada vez más fuerte en cuanto a elegir y decidir qué es lo
mejor para su municipio y dispuesto a defenderlo hasta las últimas consecuencias.
Aunque la lucha es difícil la voz del pueblo de Tetela está haciendo eco no solo a
nivel nacional sino también en el internacional. El trabajo de Tetela Hacia el Futuro
ha provocado que diversos medios hayan destapado la noticia y le estén dando el
seguimiento que merece atrayendo más y más el apoyo de diversos actores. La
presión ejercida por el municipio dio un paso hacia adelante cuando el día 17 de
agosto se dio a conocer la llegada del oficio de resolución por parte de la
SEMARNAT la cual determinó que los trabajos de exploración llevados a cabo por
la Minera Frisco en el Cerro Espejeras violan las normas ambientales vigentes, por
lo que queda revocado el permiso para continuar con sus trabajos. El resolutivo no
incluye ninguna sanción para la empresa ni clausura para el proyecto por lo que Don
Germán admite que se trata de una resolución ambigua y que no propone algo
definitivo y contundente. Pero bueno, creo personalmente que hacer que
dependencias de gobierno cedan de alguna manera a la presión de los habitantes de
un municipio es un gran paso, sabemos que posiblemente solo sea una cortina de
humo para calmar los ánimos de una sociedad que se está mostrando fuerte y
descontenta, pero es preferible que se alce la voz y que los actores locales funjan
como actores sociales a dejarnos invadir por la voracidad del gran capital que en lo
más mínimo interesa el desarrollo económico, social, natural y cultural de Tetela de
Ocampo.
La resolución de SEMARNAT se dio en vísperas del segundo foro informativo
convocado por Tetela Hacia el Futuro al que se le denominó “SIERRA UNIDA, NO
A LA MINA, SÍ A LA VIDA”, que reunió a un poco más de 700 asistentes del
79
municipio entre mujeres, ancianos, niños, líderes de asociaciones comunales y de
vecinos, activistas y asociaciones de apoyo de Tetela Hacia el Futuro y un emisario
del Presidente Municipal, manifestándose nuevamente con un rotundo “no a la
mina, sí a la vida”. Además de informar sobre los efectos nocivos de la minería, el
foro tuvo la intención de hacer un pacto social y de cooperación entre los actores
involucrados, interesados y afectados por el problema: sociedad en general,
miembros de organizaciones y sociedades civiles regionales y estatales. Se contó
con la presencia de los municipios de Ahuacatlán, Huauchinango, Necaxa,
Cuetzálan, Zapotitlán, Ayotoxco, Huitzilan y Zacapoaxtla y que actualmente están
en la mira de empresas mineras; en total se contó con la participación de las
siguientes organizaciones: osepan Titataniske, NakúSkgoy, Imdec, Unitierra,
Unitona, Puebla Verde, MIOCUP, Causa Indígena, Casa de la Mujer Indígena de
Ixtepec, UGOCM, Huitzilcóatl, A.C. Vida Sana, A.C. Amigos de la Tierra, A.C.,
Fass, Utopía Verde, Fundación Gregorio, MNPA.MN Morelos, Dearplaneta, A.C.,
Yo soy 132 Huauchinango. Se hizo un llamado a la construcción de planes de
desarrollo que atiendan realmente a las necesidades de la población en los territorios
y que impulsen las actividades propias en cada uno de ellos, no que vengan a
destruirlos. Al final Tetela Hacia el Futuro lanzó la siguiente convocatoria: “A
pensar bien la Sierra. Con su historia, tradiciones, recursos y potencialidades.
Conservando nuestra identidad local y organizándonos colectivamente.
Construyamos un futuro común, en base a la sustentabilidad social, económica y
ecológica Identificándonos en torno a la tierra y a sus habitantes. Detectando
problemas y unificando acciones, encontraremos soluciones comunes. Queremos
Desarrollo Sustentable Integral a través de un PROGRAMA DE DESARROLLO
REGIONAL”.
La organización ya no se mueve solamente como un muro de descontento, ya se está
hablando de modelos de desarrollo distintos, de oposición a los modelos de
desarrollo promovidos desde las élites de poder y que llegan a instalarse escudando
80
sus intenciones voraces de explotación económica con la falsa promesa del
desarrollo económico y social para el territorio. Realmente se va a promover el
desarrollo con este tipo de prácticas, la respuesta es no. La promesa del empleo
siempre va como foco de atracción y engaño, pero actividades de este tipo requieren
de maquinaria especializada y por consiguiente de personal especializado en su
manejo, cuanta gente de Tetela de Ocampo pudiera beneficiarse del proyecto, la
respuesta es nadie. Don Germán al respecto asiente: “Que ofrece la minera, 650
empleos, pero lo dicen de una manera generalizada, una empresa de esta magnitud
trae mega maquinaria que aquí nadie sabe manejar, entonces todos esos empleos son
de la gente que ya tienen contratada, beneficios para esta comunidad no habrá”.
Miembros de la organización sostuvieron una reunión con el Secretario de
Economía del Estado Pablo Rodríguez Regordosa y gente de Minera Frisco con el
fin de dar a conocer las intenciones y características del trabajo de extracción que
pretenden a cabo llevar en la zona. Es evidente o al menos eso percibo que la
reunión tuvo el motivo de ejercer presión, amedrentar e intentar hacer bajar los
brazos a los conductores de la oposición social de Tetela de Ocampo. El capital
siempre se confabula con el Estado, no hemos de sorprendernos si ya existen
preacuerdos entre miembros del poder ejecutivo estatal y directivos de Minera
Frisco para llevar a cabo el proyecto. Esto lo manifiesto en función de la visita que
realizó Regordosa el día 28 de septiembre a Tetela de Ocampo. El funcionario
realizó una visita al Barrio de la Cañada, posteriormente al Cerro Espejeras en
compañía del edil del municipio, sostuvo reuniones con directivos de los centros
educativos del municipio que desde el principio le reiteraron el deseo de no
instalación de la empresa minera propiedad de Carlos Slim, ya que temen por los
efectos nocivos en salud que pudiera ocasionar a sus alumnos y familiares. Se
sostuvo una reunión privada con Tetela Hacia el Futuro y posteriormente una
reunión abierta con aproximadamente 2000 habitantes reunidos en el auditorio
municipal donde desde un principio con mantas, carteles y vitoreos se lanzaban
81
consignas de rechazo en contra de Minera Frisco. Regordosa hizo caso omiso por
varios instantes a la manifestación y argumentó que la visita que realizaba era con la
intención de conocer las necesidades y peticiones de la población, ante la consigna
generalizada de ¡no a la mina!, corrigió y se dispuso a escuchar a algunos
voluntarios de la audiencia que se atrevieron a emitir su opinión y preocupación
acerca del proceso, miembros de la organización Tetela Hacia el Futuro y por último
el Presidente Municipal tomaron la palabra refrendando la posición popular. Sin
decir más acerca de la réplica hecha por el foro el funcionario abandonó el lugar sin
tener contrarréplica y respuesta para los inconformes.
Por esta razón reitero mi tesis de que al gobierno le interesa más que apoyar la voz
de la sociedad rechazando supuestos modelos de desarrollo, apoyar a los grandes
consorcios que confabulan con los líderes políticos las formas en que quieren y
llevan a cabo programas con este supuesto fin. El despertar de la sociedad en cuanto
al problema del desarrollo y a identificar que este tipo de programas representan
todo lo contrario es un estadio que ni siquiera imaginábamos años atrás; el poner en
tela de juicio las acciones gubernamentales y privadas aún con todo el ejército de
amedrentación y falacia que traen consigo es un triunfo que no hubiera sido posible
sin el trabajo de Tetela Hacia el Futuro. Ya no se piensa solo en el trabajo de
contención y negativa sino que ya se prevé realizar un trabajo conjunto con el fin de
formular un programa integral de desarrollo para Tetela. Todo esto quedó impreso
en un comunicado que dio a conocer Tetela Hacia el futuro después de la visita del
Secretario de Economía y que me resulta muy interesante porque ya se destapa el
tema de las formas y maneras en que la sociedad quiere que se lleven a cabo estos
procesos: “El Ciudadano Secretario de Economía debe valorar que la presencia de la
mina va a destruir el patrimonio económico, social, familiar y ecológico de los
ciudadanos de Tetela. Hablan de desarrollo económico pero el desarrollo agrícola
logrado hasta hoy se verá destruido por la contaminación de la tierra y el agua;
hablan de pago de impuestos cuando las mineras pagan impuestos menores a los
82
que paga el resto de las empresas establecidas; hablan de nuevas fuentes de trabajo
cuando los trabajadores agrícolas perderán el suyo; hablan de progreso cuando la
ciudadanía perderá salud y calidad de vida”.
El Secretario debe saber que otras instancias de gobierno federal, estatal y municipal
como SEMARNAT, SSAOT y Ayuntamiento de Tetela tienen muy claro la
inviabilidad del proyecto continuando él, con una actitud promotora para la
instalación de la empresa minera, sin valorar las consecuencias destructivas para
Tetela y la Sierra Norte del Estado de Puebla.
Sin lugar a dudas se ha manifestado un cambio, puedo atreverme a decir que Tetela
Hacia el Futuro se ha consolidado como un actor social importante y que al mismo
tiempo ha permitido que a futuro se pueda dar una consolidación más amplia de
ellos, hoy jóvenes y gente de todas las edades se han unido públicamente a la
defensa del territorio. Cada vez se suma más gente, hay más simpatizantes del
movimiento, Tetela Hacia el Futuro según palabras de Don Germán, “jamás se había
unido al movimiento tanta gente, nunca había estado tan unido el pueblo como
ahora, aquí llega aquel que se convence por sí mismo de lo que es un proyecto de
muerte, es bienvenido y se nos ha unido mucha gente”.
La consolidación del trabajo de traslado de información, concertación, construcción
de identidad territorial se vio reflejado en el evento que se llevo a cabo el día 20 de
octubre y que llevó el nombre de Sierra Viva Fest donde se convocó a una marcha
que partiría del centro del municipio al Barrio de la Cañada, escenario del conflicto
minero. Cerca de dos mil personas entre hombres mujeres y niños marcharon al grito
de ¡Tetela no se vende, Tetela se defiende!, nunca se imagino tal nivel de
participación y manifestación; el amor al terruño, valorar la riqueza natural, social
de Tetela, la construcción de una simbiosis sociedad – territorio que es requerida
para la formación de actores sociales, del principio de libertad de elección de la
historia de vida del que habla Touraine, todo ello contribuye a la consolidación de
83
actores sociales. La lucha sigue y no cede terreno pero para efectos de mi trabajo de
tesina terminaré aquí con la descripción del caso antes de pasar al análisis de las
interrogantes que nos planteamos en un principio acerca de la consolidación de
actores sociales. Culmino con un fragmento de la plática que tuve con Don Germán
Romero con la que finalicé mi entrevista y que recoge el sentimiento e intención de
seguir manifestando su derecho a vivir y determinar las formas en que se lleven a
cabo los procesos de desarrollo a convocar a la unión social del municipio en contra
de la voracidad del capital y a hacer ver a esta élite poderosa que hay una sociedad
más informada dispuesta a no dejarse intervenir por proyectos que pongan en peligro
el patrimonio presente y futuro de los habitantes de Tetela de Ocampo: “Si las
autoridades del estado y federales permiten esto, entonces yo me pregunto ¿en
manos de quién estamos?, la lucha en defensa de nuestra propia vida va a continuar,
la lucha no es otra cosa más que la defensa por nuestra propia vida, el derecho al
agua, el futuro de los jóvenes, de nuestros hijos, el futuro de estas generaciones está
amenazada por una sola empresa. Esta empresa se va más millonaria más fuerte
llevándose el oro, la riqueza de esta zona, de estas montañas y a estas comunidades
solo les dejan vicios, desolación, destrucción, contaminación, enfermedades y
muerte. El costo será altísimo, lo que se llevan no compensa en nada el daño que
originen porque ningún dinero, ni aunque nos dejaran todo el oro, jamás alcanzaría
ninguna cantidad para restablecerle a Tetela el daño que le causen. Tetela hacia el
Futuro, la organización que represento no es una organización de choque, hemos
hecho nuestros eventos sin agredir a nadie, solo estamos defendiéndonos de una
empresa que representa la muerte de Tetela, ¿a dónde nos vamos a ir 40000
habitantes?, es más digno morirse luchando que morirse envenenado por una
empresa de este tipo” (Véase Anexo 3).
Con los elementos recabados en el trabajo de campo realizado en el municipio de
Tetela de Ocampo y atendiendo a las interrogantes, creo que estoy en la capacidad
de concluir en qué medida Tetela Hacia el Futuro ¿permitió las condiciones básicas
84
para la formación de actores sociales, ¿se consolidó la formación de los mismos?,
¿sí o no?, ¿qué factores intervinieron para la consolidación de este proceso?, si no se
consolidó, ¿Cuáles fueron los elementos que lo obstaculizaron? Y la más importante
de las incógnitas ¿Qué efecto tuvo sobre el desarrollo económico y social de
Carreragco?
La formación de Tetela Hacia el Futuro a diferencia del caso de Carreragco
tuvo lugar en una situación de interés colectivo. Si bien en un principio el
grueso de la población no lo identificaba de esta manera, el trabajo de la
organización fue informarse acerca de los beneficios y consecuencias que
traería un proyecto de minería a cielo abierto. De esta manera, Tetela Hacia el
Futuro fungió en un primer estadio como proveedor de información para la
comunidad; recordemos que uno de los factores que permiten la acción
colectiva a favor de objetivos comunes es precisamente el nivel de
conocimiento del que disponga la comunidad para poder decidir e intervenir
en los asuntos que los afectan. Este fue un factor que obstaculizó el éxito del
proyecto de Carreragco la falta de información y conocimientos técnicos
acerca del manejo del mismo; en este caso lo que ha permitido el triunfo en
cuanto al desapruebo y la movilización social en contra de la mina es
justamente que se tiene una sociedad más informada y con más argumentos
que respaldan su oposición. Es increíble como la sociedad tetelense conoce si
no de manera perfecta a grandes rasgos que es la minería a cielo abierto, las
consecuencias naturales, de salud, sociales y culturales que provoca, etc.
Considero que Tetela Hacia el Futuro y sus miembros sí han logrado
consolidarse como un actor social importante para la comunidad. En primera
porque el espacio de consolidación que ha tenido la organización ha sido el
escenario del movimiento social, un extracto de la sociedad que nació en el
conflicto, en el desafío de defender su territorio en contra de procesos que
85
van en contra de la historia y tradición de su territorio tal como lo dijo
Touraine. Hoy en día Tetela de Ocampo es una sociedad que está
emergiendo, reinventándose, evolucionando, convirtiéndose en lo que los
teóricos del capital social llaman comunidad cívica produciéndose a sí misma
en palabras de Touraine. No quiero decir que sea un proceso totalmente
consolidado, pero estoy seguro que va en una dirección correcta.
Un segundo motivo es que han hecho suyo el derecho de elección de su
historia de vida. El movimiento de Tetela Hacia el Futuro está logrando
romper las cadenas que permiten la construcción de sujetos y actores,
oponiendo una resistencia pacífica y válida a lo que Touraine llama “el
mundo de la integración social” que se encuentra manejada, estructurada y
determinada por las élites del poder económico y político. El trabajo de la
organización ha logrado que la sociedad en Tetela ahora se reconozca como
agente capaz y con derecho de influir en el sistema económico y social que
lo determina, se está logrando que haya un sentido personal y social en las
formas en que éstos perciben el presente y futuro de su entorno y ahora en la
orientación y sentido en que los procesos de desarrollo deban orientarse. En
términos de Touraine nuevamente me inclino por afirmar que Tetela Hacia el
Futuro, y no solo los miembros de la organización sino la sociedad que ha
logrado cambiar su mentalidad, ha despertado, ha pasado de ser un pueblo
desunido como caracterizó lo Don Germán a ser un pueblo que está tratando
de modificar el ambiente materia y social en el que se inserta, tratando de
intervenir activamente en los criterios de decisión económica, social y
cultural de su territorio. Estas características son justamente las que
identifican a los actores sociales, aquellos que controlan la orientación de la
acción social permitiéndoles aportar significativamente a la construcción de
la historia de vida de su territorio y creo fervientemente que en Tetela de
Ocampo ya está sucediendo.
86
La llegada del proyecto minero a Tetela ha provocado que la defensa del
territorio se haya convertido en el espacio de manifestación de los actores
sociales en el municipio. La defensa de los recursos naturales, el agua, la
salud presenta y futura de los habitantes y la vida en general ha sido el punto
de inflexión para que el municipio exteriorice su resistencia cultural y política
ante las imposiciones y caprichos del gran capital; de hacer ver que la
búsqueda de beneficios económicos a costa del bienestar de un municipio
entero nunca se va a poner en la mesa de apuestas. La formación y
consolidación de actores sociales les permite buscar los medios necesarios
para desembarazarse de aquellas determinaciones que podrían restringir su
derecho a la vida
Los factores que a mi parecer consolidaron la creación de actores sociales en
el territorio representados por Tetela Hacia el Futuro y aquellos que están en
formación, fueron los elementos inmateriales representados por la cultura y
por sobre todo por el renacimiento y expresión manifiesta de un sentido
identitario con el territorio que en verdad se sobrevaloró. A partir de la
realización del primer foro informativo que se llevo a cabo en el municipio y
bajo el discurso que se manejó por la organización de: “luchar por nuestros
recursos, nuestra agua, nuestra vida, nuestros hijos, por nuestro Tetela de la
amenaza de muerte de la mina”, obviamente despierta el sentimiento de
pertenencia al territorio y de revalorar todo aquello que se encuentra a su
alrededor y que es día con día el escenario donde se desenvuelve la vida de
familiares, amigos, conocidos, etc. Hoy se escuchan discursos como “soy de
Tetela y defenderé lo mío”, situación que no era común antes de que se
desatara el conflicto. Hoy Tetela está unida en torno a lo que significa para
ellos el lugar de residencia, lo que los teóricos llaman identidad territorial se
ha magnificado y ha permitido que se consolide el proceso de
convencimiento y concertación social en búsqueda de beneficios colectivos.
La simbiosis sociedad – territorio, las necesidades sentidas y compartidas de
87
las que habla Melania Portilla y que bajo su perspectiva permiten la
construcción de proyectos comunes que refuerzan patrones sostenibles con la
interacción de los recursos es justamente el proceso que ahora se encuentra
edificando Tetela Hacia el Futuro junto con la sociedad civil. Una sociedad
que poco a poco comienza a realizar labor social, a informarse por sí misma y
ser transmisora de conocimiento, que suma más y más elementos al
movimiento organizado representado por Tetela Hacia el Futuro es el claro
ejemplo de disolución de diferencias y construcción de congruencias
reforzando el sentido de aspiración colectiva del municipio. Podemos
entonces estar de acuerda con lo expuesto por Gilberto Giménez quien afirma
que no hay acción con sentido sin actores, y la identidad es el parámetro que
los definen.
Fue fácil concertar puesto que se trata de un proyecto que afectará
socialmente, la cesión del interés individual al interés colectivo es un proceso
que está en camino de consolidarse en Tetela, ello está permitiendo la
construcción de proyectos unitarios como los llama Fukuyama y lo que está
ocurriendo en Tetela y que ya describí es precisamente el proceso que
identifica este autor al decir que la concertación trata de construir confianzas,
confianzas que permiten la cooperación para el funcionamiento de procesos
de desarrollo económico y social. En suma, la construcción de actores
sociales ya sucedió en el caso de Tetela Hacia el Futuro, hay actores en
proceso de consolidación y existen objetivos comunes y compartidos por
todos ellos; y en cuanto al desarrollo se vislumbra la intención de proyectar
modelos congruentes con la historia económica, social y cultural del
territorio.
Respondiendo al último cuestionamiento, que efectos ha tenido sobre el
desarrollo local de Tetela de Ocampo; en primer lugar está de manifiesto que
la sociedad ya no está de acuerdo con la imposición de programas y
proyectos de supuesto interés y beneficio para el municipio, han logrado
88
desenmascarar al enemigo supremo que representa el gran capital de Carlos
Slim y su Minera Frisco y han dejado entrever que necesitan un Programa de
Desarrollo que suponga no la destrucción del entramado natural, económico y
social, sino que impulse las actividades que son base y sustento por décadas
de la población en el lugar. La instalación de Minera Frisco supone
contaminación total de los manantiales que abastecen a la cabecera municipal
y las comunidades circunvecinas lo que supondría la destrucción de la
agricultura, actividad a la que se dedica la mayor parte de los habitantes de la
zona. El conocimiento e información que ya posee la población hace que se
eleve el nivel de prácticas participativas en el municipio en cuanto al
conflicto que vive, en cada uno de los foros de manifestación en contra del
megaproyecto minero se ve cada vez más y más gente sumada a la defensa
del territorio; si bien en el caso de Carreragco el fracaso de un proyecto de
actores en el desarrollo fue la falta de información como obstáculo de su
consolidación, en el caso de la Tetela Hacia el Futuro es todo lo contrario, el
movimiento opera con información fidedigna que le permite comprender lo
que ocurre en su territorio y por ende emitir juicios de valor más acertados. El
impacto y éxito de la acción de los actores sociales se eleva cuando éstos
poseen aptitudes técnicas y políticas, en Tetela Hacia el Futuro si bien, los
conductores del movimiento no eran al principio muy dotados en estos
sentidos hoy se han convertido en expertos en el tema de minería a cielo
abierto, en cuestiones de organización y logística de eventos, de ejercer un
poder de convocatoria que ha tenido tanto éxito, de realizar movilizaciones
masivas, de ejercer opiniones, de articular diferencias y de definir retos. Este
último punto es el que todavía me parece se encuentra en construcción;
porque Tetela Hacia el Futuro se opone a un modelo de desarrollo, lo que
quiere decir que necesariamente tiene en mente otra forma de conducir este
proceso; el primer paso es identificar que se requiere un Plan de Desarrollo
Integral y Sustentable para la zona, aunque todavía no se han definido las
89
estrategias, creo que una vez finalizado el conflicto y si éste toma el rumbo
que todos deseamos y anhelamos, se dará paso al proceso de sentarse y en
conjunto con todos los actores involucrados en el periodo de defensa del
territorio construir un paradigma de desarrollo para Tetela, se tiene pensado
eso, sí; lo tiene preparado Tetela Hacia el Futuro en este momento, no.
Finalmente puedo decir que el impacto al desarrollo local mediante la acción
social de actores sociales será positivo porque la organización social, la
formación de actores sociales, crear y consolidar los espacios de acción y
manifestación, la construcción de una comunidad cívica basada en relaciones
confianza y cooperación proveerá a Tetela de Ocampo de los medios y
conocimientos para poder incidir de manera significativa en el diseño de
políticas públicas para el beneficio de todos y todas.
90
CAPITULO 4. CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES FINALES.
La invención del término desarrollo supuso un punto de inflexión en la forma en que
se abordaba el tema del atraso económico de algunas regiones y países. Esta
situación sirvió de excusa para que aquellas naciones que disputaban el poder
económico mundial aterrizaran en dichas regiones y países con la promesa de
“ayudar” y ser partícipes de su salida del atraso y subdesarrollo. Los resultados de
este tipo de intervenciones fueron devastadores; saqueo de recursos, imposiciones
políticas subordinadas al poder hegemónico y un bienestar social que no recibió los
beneficios de la supuesta ayuda, es más la sociedad civil hasta nuestro días sigue
sufriendo los efectos de políticas, programas y proyectos emitidos desde el piso más
alto del poder a quien no le interesa si éstos resuelven o no las problemáticas
particulares y diarias de la población.
Pareciese que las formulaciones hechas con motivos de incidir el desarrollo
particular de los territorios estuviesen destinados tan solo a aprovechar los
beneficios económicos que estos puedan proporcionar sin que necesariamente los
actores locales sean participes de la repartición de los mismos. Por ello una nueva
ola de teóricos preocupados por la inoperancia de los modelos de desarrollo desde
arriba han propuesto que el éxito del desarrollo depende en gran medida de la
participación de la ciudadanía en la gestión y construcción de nuevos modelos y
paradigmas, los llamados modelos de desarrollo endógeno o desarrollo local.
Estoy de acuerdo en que los actores locales sean partícipes, ordenadores y
encargados de tomar las decisiones más importantes con respecto a las formas en
que se decide su presente y futuro, pero como comprobamos en los estudios de caso,
no hay que dejar todo en mano de los actores. En ese aspecto no concuerdo con lo
propuesto por el paradigma del postdesarrollo en cuanto a que hay que depender
menos de los “expertos del desarrollo” para poder crear modelos autogestivos que se
ajusten a las necesidades sociales.
91
Creo que el desarrollo local depende del nivel de comunión entre actores públicos,
privados, los nueves agentes del desarrollo como son las organizaciones civiles que
confluyen en un territorio, cada uno aportando conocimientos que puedan recalar en
alternativas integrales y con grandes probabilidades de éxito.
Justamente es lo que paso en la Comunidad de Carreragco, se dejó en manos de los
actores locales una responsabilidad para la cual no estaban preparados y capacitados,
el proyecto rebasó sus capacidades; la CDI como organismo promotor del desarrollo
para los pueblos indígenas debió realizar un acompañamiento desde el arranque del
proyecto hasta su consolidación; creo que para ello es necesario un serio programa
de información y capacitación continua para los actores involucrados en el proyecto;
tarea nada fácil pero de la cual tiene que ser partícipe no solo la CDI sino el
gobierno municipal ya que es una zona que no sólo puede ser provechosa para la
gente del lugar, sino del municipio mismo.
El municipio es vasto en su riqueza natural y visual, es una oportunidad de
desarrollo que no puede desatenderse, justamente de ello trata el desarrollo local, de
aprovechar el potencial de recursos materiales e inmateriales de los territorios e
involucrar y adiestrar a los actores locales en el manejo de los mismos para que en el
futuro puedan ser los conductores y tomar las decisiones más apropiadas en cuando
a sus alternativas de desarrollo.
Considero necesario trabajar también en la cuestión idiosincrática de la población, sé
que es muy difícil cambiar cosmovisiones, pero si queremos que el desarrollo desde
los actores tenga éxito, es deber de otros actores como los profesionales del
desarrollo tratar de concientizar a la población de que por muy difícil que sea su
situación hay maneras de atenuarla y ayudar a que su posición y nivel de vida pueda
cambiar.
Es por falta de información y educación que la población se muestra renuente; ya
que considera inútil ser partícipe de los proyectos de desarrollo argumentando
92
pérdida de tiempo, inoperatividad, etc. Pero todo ello forma parte de un problema
mucho más grande y que tiene que ver justamente con la política pública quién no
considera las prácticas locales como prioritarias en su agenda de desarrollo. Aquella
que tradicionalmente no apoya estrategias que no se formulen en el espacio público
y que limitan y subordinan los verdaderos intereses de los territorios a lo que se cree
desde arriba que es prioritario y que muchas veces no lo es. Justamente es lo que se
ha denunciado desde el espacio académico crítico en relación a los modelos
estructurales que nacieron con la intención de ayudar a los países y regiones
subdesarrolladas a emerger de esa situación, que por el contrario han acentuado los
problemas de pobreza, desigualdad y marginación y que hasta en la actualidad
prevalecen. El caso de Carreragco es ejemplo justamente de la inoperancia de estos
modelos de acuerdo con el objetivo para el que fueron creados y que envuelven la
situación de subordinación y apatía de infinidad de territorios en el país.
Todo ha fracasado, la formación de actores sociales solo se quedó en un intento
superfluo, la falta de éxito del mismo provocó la salida de muchas gente que lo
considera hasta hoy una pérdida de tiempo; lo que había surgido como un proyecto
de alternativa de desarrollo hoy se ha convertido en un ejemplo concreto de que la
formación de actores sociales no solo compete a la sociedad local. Sin la formación
de actores sociales es muy difícil que los efectos sobre el desarrollo tengan
resultados positivos.
En suma se ha mostrado que el desarrollo local solo se encuentra en las agendas de
las instituciones públicas como obligación y no como compromiso real, la
participación de la autoridad municipal es nula por lo que puedo atreverme a decir
que la autoridad carece de talento para formular y apoyar proyectos de desarrollo
local, también a condicionar los apoyos en función del apoyo político que se haya
prestado en tiempos electorales, es difícil asumirlo pero así sucede.
93
Podemos decir que a Tetela de Ocampo le falta un trecho importante que recorrer en
lo que a la promoción del desarrollo local se refiere, la formación de actores sociales
se entorpece por toda la serie de condiciones inoperantes que existen y que no se han
solucionado. Se debe trabajar en un pacto social que involucre al espectro de actores
que desenvuelven funciones en el territorio, no se puede contribuir a que la sociedad
pueda ejercer el control de su historia de vida si no se le involucra con la experiencia
y conocimiento de todo el reparto municipal.
Por otro lado Tetela Hacia el Futuro ha sido un ejemplo virtuoso de la capacidad de
los actores locales y su consolidación como actores sociales en el ejercicio de su
derecho de participación en los asuntos de la vida pública municipal. Lo considero
de vital relevancia porque se trata de confrontar a modelos socioeconómicos
impuestos y poderosos encabezados por el gran capital, aquellos que buscan someter
las voluntades económicas y sociales de los territorios a sus voluntades de
generación de beneficios. Y en este sentido el valor de la sociedad tetelense de salir
del estado de confort y luchar en contra del hombre más rico del mundo y reconocer
que el modelo de desarrollo desde arriba no es más que una contradicción si se trata
de destruir la riqueza natural, la actividad económica principal y la cultura municipal
provoca que puedan surgir nuevas alternativas y proyectos al respecto. Este
reconocimiento permite dar un paso adelante para comenzar a librar las ataduras del
constructo económico y social dominante y llevar a cabo modelos incluyentes y
favorables para las características de cada territorio.
El surgimiento de la resistencia en este sentido asume un gran valor ya que
concesión para el proyecto minero se ha realizado sin la consulta pública y casi por
debajo del agua. Los denominados procesos de acumulación por desposesión se ven
reflejados en como de manera arbitraria los emisarios de Minera Frisco, han
amedrentado y en muchos casos logrado la compra de terrenos en la zona. La
situación se complica cuando la las leyes desde mi punto de vista son serviles a los
94
intereses capitalistas al declarar la actividad minera como actividad de utilidad
pública.
A Tetela este proyecto no le dejará ninguna utilidad y beneficio, las ganancias
obtenidas de la extracción se las llevará la empresa, mientras que el tejido
económico y social del municipio quedará totalmente devastado. Seamos realistas al
afirma que el desarrollo económico y social será nulo, la actividad agrícola que es el
sustento de muchas familias en la zona está en serio peligro; el supuesto beneficio
del empleo también es una falsa promesa que muchas ocasiones produce
conformidad y asentimiento, pero nadie en Tetela está capacitado para llevar a cabo
las tareas que requiere un proceso de extracción minera; el falso discurso del
desarrollo en su máxima expresión. La lucha no es solo con los intereses de una
empresa privada, sino con el gobierno mismo quien autorizó la concesión de la zona
para su explotación, este gobierno que en este caso ha tratado de legitimar un
modelo de desarrollo basado en intereses particulares a partir de la implantación de
programas y proyectos que subordinan los intereses de todo un municipio al
beneficio de una sola empresa.
Si bien la forma en que surgió la movilización social fue mediante un asunto de
interés público, como lo es la implantación de un proyecto mega minero que podría
afectar la vida económica, social, cultural y de salud de la población; no fue para
nada una tarea sencilla hacer un llamado público a la movilización en contra de un
falso proyecto de desarrollo. Lo que obstaculizó la formación de actores sociales en
el caso de Carreragco potencializa la consolidación de los mismos en el caso del
conflicto minero. Cuando se comprobó la llegada oficial de la Minera Frisco, los
hasta ese momento actores potenciales, comenzaron a informarse, documentarse y
relacionarse con gente especialista en el tema; una sociedad informada acerca de las
problemáticas territoriales es una sociedad que tiene muchas posibilidades de ser
participe importante en la formulación de proyectos y programas de interés
colectivo.
95
En Tetela al hacerse de dominio público los pormenores de los procesos destructivos
del trabajo de extracción a cielo abierto, la adhesión directa o indirecta al
movimiento de rechazo en contra de los denominados proyectos de muerte fue
mucho más fácil, el proceso de concertación social fue cediendo poco a poco.
Aunque aún hay mucho trabajo por realizar, el levantamiento de un pueblo en
defensa de su territorio es un evento suigeneris para la región. Siendo
tradicionalmente un municipio con poca unidad social la unidad y participación, la
búsqueda de proyectos que construyan no que destruyan se debe en gran medida al
trabajo arduo y manifiesto de Tetela Hacia el Futuro en busca de proyectos
colectivos; tal vez en este momento el escenario solo sea la movilización social en el
rechazo de modelos de desarrollo que nada tienen de desarrollo y que traerán
consecuencias irreversibles pero ya se está pensando en la construcción de
alternativas al mismo.
La oposición hacia estos modelos sugiere la construcción de nuevos paradigmas de
desarrollo para el municipio y la región; ello se encuentra en la agenda de Tetela
Hacia el Futuro, si bien aún no se plasma de manera formal en un plan, la idea de la
asociación es hacer un llamado a todos los actores y expertos para que contribuyan a
su realización siempre y cuando no atente contra la sustentabilidad y sostenibilidad
ambiental, económica, social y cultural del municipio.
Hablando con Don Germán Romero y haciendo énfasis en la riqueza natural del
municipio que como lo sabemos es vasta, la propuesta de desarrollo va encaminado
a la generación de proyectos donde se aprovechen de la manera más adecuada; el
habla de proyectos de ecoturismo que hoy en día han tenido resultados exitosos para
localidades en diversas partes del mundo, pueden ser de otro tipo siempre y cuando
se realicen con la planeación, seguimiento y evaluación adecuada; por otro lado me
parece perfecto que ya se estén buscando opciones.
96
La creación de actores sociales y de efectos positivos sobre el desarrollo local en el
escenario y conflicto que encabeza Tetela Hacia el Futuro tiene, valga la
redundancia, un futuro prometedor. La creación de identidades en beneficio de
proyectos comunes es uno de los primeros pasos para la creación de actores sociales,
la concertación social refuerza el sentido de identidad, el conocimiento fomenta la
acción participativa de la población en los asuntos públicos y todo ello tendrá
impactos positivos para el desarrollo local. La mina no será la opción de desarrollo
para el municipio, es deber de la sociedad manifestar las formas adecuadas y
congruentes de acuerdo a su territorio de llevarlas a cabo, Tetela lo está haciendo y
Tetela está dando un primer gran paso en la formación de actores y en la
consolidación de modelos de desarrollo gestados desde su seno.
97
ANEXO 1
Localización geográfica del municipio de Tetela de Ocampo.
98
ANEXO 2
Material ilustrativo del trabajo de campo en la Asociación Responsable del Centro
Ecoturístico Acocomoca A.C. de la Comunidad de Carreragco, Tetela de Ocampo.
99
100
101
102
ANEXO 3
Material ilustrativo del trabajo de campo en la organización de Tetela Hacia el Futuro
A.C.
103
Descubrimiento de los trabajos de extracción de Minera Frisco
104
Formación de Tetela Hacia el Futuro, inicio del trabajo de divulgación y
concientización. Abril de 2012.
105
106
Foro Informativo “Cielo abierto, Cerro muerto”, con la participación de Tetela
Hacia el Futuro. 19 de Junio de 2012
107
108
Primer Foro Informativo “La mina en Tetela”, convocado por Tetela Hacia el
Futuro. 15 de Julio de 2012
109
110
Segundo Foro Informativo “Sí a la vida, no a la mina: Sierra Unida”, convocada por
Tetela Hacia el Futuro. 26 de agosto de 2012
111
112
Marcha “No a la Mina, Sí a la Vida”, en el preámbulo del Tetela Sierra Viva Fest
convocado por Tetela Hacia el Futuro. 20 de Octubre de 2012.
113
114
115
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