Miguel Hidalgo en el Estado de México

Después de iniciada la Guerra de Independencia en Dolores, Guanajuato (16 de septiembre de 1810), el ejército insurgente pasó por San Miguel El Grande (hoy de Allende), Celaya, Salamanca, lrapuato, Guanajuato y Valladolid (hoy Morelia); posteriormente, se encaminaron hacia la capital del virreinato.

Procedentes de Maravatío, Miguel Hidalgo y su gente entraron al territorio del actual Estado de México por San Felipe del Obraje (hoy del Progreso) y el27 de octubre llegaron a lxtlahuaca. Ante esto, el virrey Francisco Javier Venegas ordenó el desplazamiento del realista Torcuato Trujillo hacia Toluca con unos 2 mil hombres de infantería, artillería y dragones para detener el avance insurgente. Con ese propósi­to. Trujillo preparó refuerzos en las haciendas cercanas al Valle de Toluca.

La tarde del 28 de octubre, los insurgentes pernoctaron en Toluca, mientras que Trujillo fortificaba sus posiciones en Lerma.

Antigua casa donde se hospedó Miguel Hidalgo y Costilla, actualmente Museo José Maria Ve/asco, en Toluca.

Batalla del Monte de las Cruces

El 29 de octubre, Trujillo reforzo el puente de Ateneo para impedir el paso de los insurgen­tes. A pesar de eso, los realistas fueron embes­tidos y se vieron obligados a retroceder hasta el Monte de las Cruces, desde donde el realista preparó la defensa de la Ciudad de México.

Las fuerzas de los realistas se componían de 2 mil infantes, 400 efectivos de caballería y 2 piezas de artillería, incluidos 380 soldados de refuerzo; por su parte. los insurgentes eran más de 80 mil, de los cuales sólo unos 2 mil eran soldados con regular preparación y armamento.

La mañana del 30 de octubre de 1810 inició el enfrentamiento. Al principio, los insurgentes fueron blanco fácil de los tiradores realistas, que estaban mejor ubicados; no obstante, los inde­pendentistas acometieron con gran valor contra la artillería enemiga para apoderarse de ella.

Sangrienta batalla en los bosques del Monte de las Cruces.

Victoria insurgente

Al percatarse de los estragos que estaban sufriendo sus filas, el mando insurgente determinó flanquear a los realistas hasta quedar encima de ellos; cuando lo consi­guieron, las fuerzas de Trujillo comenzaron a desfallecer hasta que se vieron obligados a tocar retirada.

Caída la tarde, la vict oria insurgente se había consumado. En la noche, los so ldados de Hidalgo sepultaron los cadáveres rega­dos en el campo de batalla y procedieron a festejar y a participar en una misa por la victoria obtenida.

Hidalgo hace un recuento de los daños entre su tropa después del largo combate.

Hidalgo retorna al Bajío

Con la Ciudad de México a su alcance, Hidalgo decidió regresar al Bajío y continuar propagando la rebelión en otras provincias para evitar un derramamiento de sangre inne­cesario. De Cuajimalpa se dirigió a Querétaro, pasando por Temoaya, Jiquipilco y Nixiní; sin embargo, el 7 de noviembre, en Aculco, sus fuerzas se encontraron con las del realista Félix María Calleja. En esa escaramuza los insurgentes perdieron muchos hombres y pertrechos, aunque Hidalgo logró marchar a Valladolid con una parte de sus tropas, mien­tras que Allende se dirigió a Guanajuato.

Félix Mana Caffe¡a

También en octubre

Día 30. Nacimiento de Francisco l. Madero, 1873.

Apóstol de la Revolución Mexicana. Nació en la hacienda del Rosario, Parras de la Fuente. Coahuila. Estudió en Estados Unidos y en Francia. En 1908 publicó el libro La Sucesión Presidencial, donde combatía la reelección. Formuló el Plan de San Luis en franca oposición al Presidente Porfirio Díaz e inició la revolución el 20 de noviembre de 1910. Tomó posesión de la Presidencia en febrero de 1911. Murió asesinado junto con el vicepresidente José María Pino Suárez, el 22 de febrero de 1913, a raíz del Golpe de Estado realizado por Victoriano Huerta.

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