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BARCELONA MONUMENTAL – 34 CASA RAMÓN CASAS - CASAS-CARBÓ
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La Casa Ramón Casas, llamada también Casa Casas-Carbó, es un edificio Modernista con raíces medievalistas situado en el número 96 del Passeig de Gracia de Barcelona.
Antonio Rovira i Rabassa, arquitecto de la casa Ramón Casas, académico de la de Bellas Artes de Barcelona y catedrático de las asignaturas de sombras, perspectiva, gnomónica y estereotomía en la Escuela Superior de Arquitectura de la misma ciudad ( 1845 - 1919 ).
El pintor Ramón Casas, Autoretrato del 1908, perteneciente a la alta burguesía, encargó al arquitecto Antoni Rovira i Rabassa (1845-1919), la realización de este edificio donde se trasladó a vivir con su familia y instala su taller.
Pintura de Ramón Casas titulada: Ramón Casas y Pere Romeu en un tándem (1897) copia del cuadro en el local del Quatre Gats
El proyecto es del año 1898 y la fachada la ejecutó en piedra labrada magníficamente, es de admirar los adornos de los balcones, especialmente el corrido de la primera planta, así como el remate de la fachada con una misma decoración repetida sobre una hilera de pequeñas ventanas correspondientes a la última planta del edificio.
Se trata de un edificio entre medianeras, de planta baja y cuatro plantas piso con una fachada resuelta con un lenguaje medievalista. Comparte estas características y el tratamiento de los materiales con la casa vecina, realizada por el mismo arquitecto pocos años después. Es uno de los puntos de interés señalados en la Ruta del Modernismo y cabe resaltar de su fachada en piedra, las tribunas y los hermosos balcones.
Tiene fachada de piedra, con tribunas laterales en el primer piso y central al segundo, y balcones y ventanas balconeras con la fachada de piedra con escultura calada.
Las dimensiones de la fachada de este edificio permiten la composición según cinco ejes verticales que se reflejan en el número de aperturas de todas las plantas excepto la última, que se resuelve mediante múltiples balcones a modo de galería.
Vinçon La tienda de Barcelona, actualmente la marca goza de un reconocido prestigio internacional y que posiblemente sea consecuencia de su forma de pensar e intentar ofrecer artículos de alto valor y calidad
La puerta de dos hojas es de madera y forja de una gran elegancia con adornos de metalistería dorada muy sobresalientes.
Mezcla donde se juntan la verja de hierro forjado, cenefa y molduras de cerámica con formas exquisitas y techo estucado
La escalera que lleva al piso principal, así como algunos de los elementos del interior de éste, diseñados por el decorador José Pastor 1902
Escalera y artesonado en el primer piso.
El punto culminante de la vivienda es, sin ninguna duda, salón con chimenea, en la parte superior de la escalera que conduce al primer piso
Es posible ver, por ejemplo, la boca de un animal mítico, cuyos ojos están formados por dos enormes girasoles. Una verdadera invitación a la fantasía y al onirismo
Una extraordinaria chimenea el piso principal, obra de Josep Pascó i Mensa 1902. Absolutamente hermosa, llena de fantasía, que combina el trabajo de hierro forjado y piedra tallada, así como elementos vegetales y animales
Parte superior de la chimenea en los extremos unos animales que semejan animales míticos parecidos a gatos
El interior que es fascinante, interesante y poco común. Porque no es tan fácil que se puede entrar en los apartamentos de un edificio modernista. La combinación de elementos de diseño moderno de la casa y el interior Vinçon 1900 es a veces sorprendente, pero muy a menudo agradable.
El piso principal donde fue la vivienda del pintor, está ocupado por la empresa Vinçon, pero aún se puede ver parte de la decoración en cerámica y de la forja efectuada por Josep Orriols y los hermanos Flinch respectivamente.
El piso donde tuvieron su residencia Casas y el escritor Santiago Rusiñol, todavía se puede ver parte de la decoración con columnas doradas de estilo barroco
Pasillos del piso principal que se alternan con habitaciones donde la tienda utiliza para la venta de sus artículos
Para llegar, finalmente, en la terraza. Una verdadera sorpresa. Un remanso de tranquilidad en medio de otros edificios, con vistas a La Pedrera y balcones interiores.