barbagallo jose - ciudad y arquitectura

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  • Ciudad y Arquitectura apuntes para la cultura urbana y el quehacer disciplinario.

  • Ciudad y Arquitectura apuntes para la cultura urbana y el quehacer disciplinario.

    Arq. Jos Barbagallo

    a Alejandra

    nobuKo

  • Direccin editorial: Arq. Guillermo KliczkowskiDiseo de tapa: Jos BarbagalloHecho el depsito que marca la ley 11.723Impreso en Argentina / Printed in ArgentinaLa reproduccin total o parcial de este libro en versin electrnica, en cualquier forma que sea, idntica o modifi-cada, no autorizada por Libronauta Argentina SA, viola derechos reservados; cualquier utilizacin debe serpreviamente solicitada.ISBN (impreso) 987-9474-28-7

    Kliczkowski / nobuKoSeptiembre de 2003En Argentina, venta en:LIBRERIA TECNICA Florida 683 - Local 13 - C1005AAM Buenos Aires - ArgentinaTel: (54 11) 4314-6303 - Fax: 4314-7135E-mail: [email protected] - www.cp67.comFADU - Ciudad UniversitariaPabelln 3 - Planta Baja - C1428EHA Buenos Aires - ArgentinaTel: (54 11) 4786-7244La Librera del Museo (MNBA)Av. Del Libertador 1473 - C1425AAA Buenos Aires - ArgentinaTel: (54 11) 4807-4178UP Universidad de PalermoMario Bravo 1050 - C1175ABT Buenos Aires - ArgentinaTel: (54 11) 4964-3978En Mxico, venta en:LIBRERIAS JUAN OGORMANAv. Constituyentes 800 - Col. Lomas Altas, C.P. 11950 Mxico D.F. Tel: (52 55) 5259-9004 - T/F. 5259-9015E-mail: [email protected] - www.j-ogorman.comSucursales: Av. Veracruz 24 - Col. Condesa, C.P. 06400 Mxico D.F. Tel: (52 55) 5211-0699 Abasolo 907 Ote. - Barrio antiguo, C.P. 64000 Monterrey, N.L. Tel: (52 81) 8340-3095 Lerdo de Tejada 2076 - Col. Americana, C.P. 44160 Guadalajara, Jal. Tel: (52 33) 3616-4430

  • Indice - Presentacin por Arq. Juan Molina y Vedia

    1 - Arquitectura y Realidad

    1.1 - nuestra realidad.contexto1.2 - los modelos centrales1.3 - la crisis urbana.ms de lo mismo 1.4 - centro - periferia.una contradiccin dominante

    2 - Contenidos Sociales.ligados a la concepcin de la ciudad, el espacio pblico y la arquitectura.

    2.1 - sustancia y manifestaciones de las transformaciones en curso 2.2 - la masividad. la participacin.la identidad.la cotidianeidad.

    3 - Contenidos Espaciales. reflejos en lo urbano arquitectnico. 3.1 - la ciudad.el barrio.la arquitectura.introduccin. 3.2 - la ciudad.una nocin de centralidad. las actividades centrales o asociativas. 3.3 - la ciudad.una nocin de barrio. como unidad ambiental urbana 3.4 - la arquitectura.de una arquitectura objetual a una arquitectura relacional.

    4 - Qu interesa de la Arquitectura? 4.1 - tres nociones significativas.introduccin.4.2 - significado de lo cotidiano. 4.3 - nocin de "espacio vivdo ". 4.4 - lectura vulgar-comn-de la arquitectura.

    5 - Perduracin y Caducidad en Arquitectura.

    5.1 - la lucha entre lo viejo y lo nuevo 5.2 - la particularidad.entre lo universal y lo singular. 5.3 - lo tpico y el trmino medio.

    6 - Nuestras Particularidades en Arquitectura. aspectos configurantes.

  • Como leer los cuadernos.

    La presente obra est estructurada en seis cuadernos, o captulos,quetienen en general,con algunas excepciones,una estructura de tres columnas:enla primera,sobre las pginas izquierdas,podr seguirse con continuidad el textoprincipal.La segunda y tercera columnas van sobre las pginas derechas.Lasegunda se ha destinado a grficos,fotos o esquemas alusivos oejemplificatorios,complementarios del texto principal.

    La tercera funciona como comentarios al margen,y est basada encitas,textos breves,propios o ajenos,que ofician de marcadores o acentostemticos,buscando remarcar sintticamente los conceptos centrales que sevan sucediendo en el texto principal.

    Esta estructuracin permite,creo,una lectura flexible y dinmica.Al menos es este el recuerdo que tengo de El manual del Team 10,

    aquellos cuadernos que nos abrieron un mundo de ideas a la generacin quecursbamos la facultad de arquitectura, all por los aos '60,cuando la revolucinestaba a la vuelta de la esquina,y el ao 2.000 era la lejana referencia de unfuturo a construr.Ahora estamos en l ,y la revolucin todava por hacer,comodira Gelman,y el futuro todava por construr...y de nosotros depende que sigasiendo nuestro,como quera el Che.

    Vayan entonces,estos cuadernos, como un pequeo homenaje a aquellaspocas efervecentes.

    Aclaracin tal vez innecesaria.

    Estos cuadernos(su carcter de borrador,de cosa inacabada,provisoria,tentativa,ha sugerido con claridad este nombre)pertenecen,en parte,a un gnerohoy en desuso:El Panfleto.

    Este gnero presenta al menos un par de cualidades que lo hacenreivindicable.Su caracterstica de desplegar con sinttico desarrollo un amplioabanico temtico,genera casi obligadamente,en el lector inquieto,la necesidadde completar con su propio juicio,y con renovadas aproximaciones,la integralidadde las cuestiones planteadas y sus mutuas relaciones.

    A su vez este proceso genera nuevos interrogantes que deben serexplorados,ya sea para avalar o contradecir las hiptesis sustentadas.

    Al asumir la forma de cuestionamiento,explcita o implcita,deconcepciones que gozan todava de cierta vigencia,incentiva la bsquedareflexiva de los cmo y los por qu de cada aseveracin y empuja hacia latoma de posiciones(lo que importa no es slo el conocimiento,sino la posicinasumida frente al conocimiento).

  • Finalmente la estructuracin temtica,si bien avanza de lo general a loparticular,permite una lectura cuyo ordenamiento y jerarquas sean establecidaspor el lector,y es una invitacin a completar,modificar o ampliar los contenidosen funcin de los diversos intereses que puedan suscitar cada uno de losaspectos considerados,y,an,descubrir con mayor facilidad los aspectos quepuedan faltar,para poder,a su tiempo, pensar y actuar sobre ellos.

    "Sistema.poeta... Sistema. primero contars las piedras... despus contars las estrellas".

    de un poema de Len Felipe

  • con amenazas y promesas con veneno y ajenjolos albailes edificaron la casa del reyy despus no pudieron holgar porquevino la muerte a darles otro empleo

    los albailes le dijeron a la huesudano nos lleves hay que hacer todavahay que revocar a fino las paredes hay quelimpiar las manchas de cal los carpinteros

    tenan que mejorar el acabadode las puertas los marcos de las puertaslos pintores no haban terminado de pintarcmo nos vas a tomar ahora?le decan

    pero la muerte dijo quenecesitaba un palacio como aqul y msbello que aqul y quera que trabajaran para ella ylos empez a separar por oficio

    hasta que lleg a Hiranyaka el mejorde los albailes autor de paredes famosas y cuandolo iba a pasar al otro lado le preguntdnde est tu corazn?tiene que venir tambin tu coraznno lo tengo contest Hiranyakaha hecho su casa en una mujeroh muerte restos de mi corazn

    encontrars en cada casa de este reinoen cada pared que levant hay restos de mi coraznpero mi coraznha hecho su casa en una mujer

    Juan Gelman de:los poemas de John Wendell

  • 9 Desde sus tcnicos a sus poetas, desde sus habitantes a sus pintores, defensores o detractores,la ciudad aparece conformada ms de ideas que de piedra y hormign.

    Michel-Jean Bertrand

    - Presentacin

    Cuarenta aos reunidos en un encuentro alrededor delfuego de la arquitectura,que nos lleva desde los aos del Team 10 y elfin de los CIAM hasta la actualidad dramtica de la Argentina sufrientey devastada de hoy.

    Que el acento en la cuestin tica gua y alimenta toda la serie dereflexiones(y convocatorias a textos y hechos que la acompaan)es msque evidente. Gelman,Joyce,Proust,tambinLefevbre,Castells,concurren,tradospor Barbagallo,marcando las dimensiones que hacen de la vida cotidianael verdadero fin,alimento y fuego bello y exacto de la arquitectura.

    No hay verdadera arquitectura fuera de la vida comn,de la vidade todos,no de algunos elegidos providenciales e intocables medioscrticos de moda.

    Y llegan los albailes,los carpinteros,los pintores,los herreros,losyeseros...y la escena de la puesta en marcha de la arquitectura,hechatambin por todos,se completa con justicia y acierto...

    ...Hiranyaka,el de las famosas paredes,y su corazn clido dondetodo puede habitar.

    Creo que,felizmente,deslizndose de lo que declara en la pgina6,el panfleto se escapa y alcanza otras dimensiones verdaderamentemucho ms completas y ricas.

    Mucho de la situacin de los aos 60,aqu los golpes azules ycolorados con los tanques en las calles,y en Cuba el Ch y tantas cosas,marcan desde el inicio la trayectoria de J B en dos metas:el conocimiento,y el asumir una posicin frente al mismo,que alimentan el sentido ticode los cuadernos.

  • 10

    Neoliberalismo y olvido de las necesidades reales han agobiadoa gran parte de la arquitectura de las ltimas cuatro dcadas.Y a lasteoras y modas formales que vistieron ese abandono injusto y finalmentecriminal.

    Queda flotando el asunto de la relacin de los arquitectos con eldominio de la clase dirigente,que quizs vaya mucho ms all de laforma escueta y terminante en que lo plante Hannes Meyer y que citaBarbagallo.

    Puerto Madero,el Abasto,y tantos otros,muestran todos los rostrosde esas aventuras de nuestras clases dirigentes hoy en bancarrota.

    La Participacin es un tema al que la difcil tarea de las asambleasy movimientos sociales en curso muestran como fundamental en lacreacin colectiva de un conocimiento creado entre muchos,y creadopara perfeccionarse,no para cerrarse en dogmas y etiquetas,con suslderes fijos e inamovibles.

    La nuevaPolisse levantar con una nuevapoltica,no slo connuevos nombres.Otra manera de hacer las cosas.

    Libertad y organizacin sern los trminos de un desafo quehabr que armonizar sin que un trmino se devore al otro.

    J B recorre episodios de una larga serie de experiencias valiosasque deben recuperarse en cualquier nueva construccin,como la de lascooperativas de vivienda de Montevideo,y tantas otras,que sern capacesde ir delineando nuestraidentidad,que esidentidad en el cambiosincaer en vaguedades,como advierte J B,en guardia contra ciertos mitosmenesterosos que obstruyen el conocimiento de loargentino,usadocomo devastado argumento de xito econmico en el mundo de lasmercancas.

    El barrio como suceso a veces olvidado por las teoras y,msdolorosamente,por las obras promovidas por arquitecturas de xito enlos aos 60 y 70,es considerado por J B en sus tejidos mayores de lametrpolis y en los menores de los pequeos sucesos de la vidacotidiana.

    Hay que reconocer en Barbagallo una virtud compartida pormuchos arquitectos,an pertenecientes a muy diferentes posiciones,lade abrir la disciplina a otras miradas,la de estar permanentementeinterrogando a los lmites.

  • 11

    As es que nos aparece el impagable Leopoldo Marechal de AdnBuenosAyresy nos invita a caminar,a escuchar,a oler la ciudad.

    Y arquitectura y paredes se hacen de voces,de olores,de historias,devida.

    De las elementales tres dimensiones,alto,largo y ancho,o de lascuatro agregando el tiempo,llegamos a las infinitas dimensiones deespacios y lugares con las que podemos jugar hoy la inefable dicha dela arquitectura.

    Que deber ser para todos.Con justicia y diversidad.El lenguaje ser mltiple,puede leerse en la pgina 105.

    Igualdad,fraternidad,libertad,es hoy:diversidad,fraternidad,libertad.El dficil tema de la relacin entre los proyectistas diseadores y

    los diversos tipos de habitantes o usuarios queda indicado.El monumento a los desaparecidos en la Facultad de Arquitectura

    de La Plata,de los arquitectos Delpino,Garca y Sarav cierra,con unaobra nuestra,una exposicin clida de la aventura de la arquitecturaargentina de estos ltimos cuarenta aos.

    Juan Molina y VediaBuenos Airessetiembre de 2002

  • 12

    * 1- Arquitectura y realidad.

    El clima ideolgico-poltico e intelectual dominante en los aos noventaha estado signado por lo que podra caracterizarse como la ltimacontrarevolucin triunfante.

    En 1989 la cada del muro de Berln clausura de manera dramtica lo queel historiador Eric Hobsbawm ha denominado como:"el corto siglo XX"(al queda por iniciado tardamente en 1914,de manera an ms dramtica,con laprimera guerra mundial).

    Los 10 aos que nos traen hasta el 2.000,han exacerbado a ms no poder,en el plano ideolgico y en el plano concreto de lo econmico-social,lasconsecuencias del predominio alcanzado por el capitalismo a nivel mundialcon la cada de las esperanzas,generadas a partir de 1917,con el impulso de larevolucin de octubre,de encontrar un camino alternativo para la construccinsocial de un orden basado en la libre asociacin de grupos y personas detrs deintereses comunes democrticamente establecidos(ya en el plano disciplinar,lamovilizadora experiencia del Constructivismo, impregnada con los airesrevolucionarios de los primeros aos del socialismo, intentaba e "inventaba"una arquitectura nueva para los nuevos contenidos sociales entonces en auge).

    La hegemona del pensamiento,y sobre todo de la propaganda,neoliberalhan abierto una profunda brecha entre el poder constitudo y las necesidadesreales de la mayora de la poblacin(desde los sectores populares a las clasesmedias urbanas) que sufre las consecuencias del ajuste sobre el ajuste,en unaespiral de deterioro cuyo final no parece vislumbrarse.Las disciplinas delhbitat no son ajenas a esta crisis,y,al igual que el conjunto social,se debatenentre las urgencias laborales,los condicionamientos impuestos por laconcentracin de capitales y poderes decisorios y la dinmica especulativasobre el suelo urbano y territorial,dominadas por leyes de oferta dirigida(a unademanda solvente)que imponen las modalidades de consumo, de utilizacindel tiempo y del espacio(es decir del desarrollo de un tipo de hbitat a su imgeny semejanza)(shopings,barrios cerrados,Puerto Madero...)Al mismo tiempoque avanza la exclusin y la degradacin de la vida ciudadana y de sus mbitostradicionalmente ms democrticos e integradores (la calle,el espaciopblico...)an en las reas centrales.

  • 13

    Melnikov. Crculo Rusakov (club obrero). Mosc. 1928

    "...Sin duda alguna,la lucha de ideas,incluso en el campo dela arquitectura,se sostiene con armas bastante afiladas.Este factorobliga a los arquitectos a un continuo anlisis de las situacionessociales que encuentran su expresin en la arquitectura de nuestrotiempo.

    Cuanto ms claramente reconocemos los procesossociales,tanto ms obligados estamos a juzgar la forma de todas lasmanifestaciones en el campo arquitectnico,fundamentalmente a laluz de la accin recproca que se interpone entre la forma y sucontenido social.

    El arquitecto vende el producto de su propio trabajo intelectualy depende,por lo tanto,de su cliente,ms de lo que pueda dependerel carnicero de su clientela.En su calidad de trabajador intelectual,elarquitecto est sometido al dominio de la clase dirigente, mucho msde lo que puede estarlo un pen".

    Hannes Meyer. Director de la Bauhaus 1928

  • 14

    1.1 - nuestra realidad.contexto El conocimiento de la realidad - de nuestra propia realidad - implica

    el re-conocimiento de un determinado contexto y de determinadas condicionesque prevalecen en un momento histrico y signan de diversos modos loproducido por una comunidad,material y culturalmente.

    La produccin de arquitectura no es en modo alguno la excepcin a estaregla,sino que por el contrario,sus cualidades fsicas concretas la convierten enuna de sus expresiones ms acabadas (en tanto perceptible y vivenciablecotidianamente).Los hechos urbano-arquitectnicos son expresin concreta dela vida de una comunidad,de las relaciones que ligan a sus miembros y de losvalores (sociales, culturales y ambientales)predominantes en su materializacin.

    Contexto y condiciones son cambiantes,siempre en movimiento,peroeste movimiento nunca es anrquico ni del todo espontneo,sino que esimpulsado por la actividad humana, que desarrollndose permanentemente, vacreando las condiciones necesarias para que los cambios se sucedan,en unsentido o en otro,segn sea la correlacin de las fuerzas sociales que actan encada momento sobre el contexto y las condiciones preexistentes.

    En trminos generales puede afirmarse que, histricamente, existenfuerzas que orientan su accionar a la reproduccin y consolidacin del ordenpreexistente,y en lucha con otras fuerzas que intentan una reformulacin ytransformacin de dicho orden de cosas,buscando superar cualitativamente losmodelos de desarrollo vigentes hasta entonces,que se considere que se hanconvertido en un freno para el desenvolvimiento adecuado de nuevas alternativasque,a su vez,surjan como ms coherentes con el estado de desarrollo alcanzadoy con las necesidades a satisfacer,(necesidades,que por otra parte,son siemprecrecientes y ms complejas).

    En lo que hace a nuestra disciplina(y a todas las que intervienen en laorganizacin del espacio),y en tanto situados en un contexto(Latinoamrica) depases"en vas de desarrollo"(eufemismo utilizado por el poder para designarnuestra condicin de pases perifricos)1,surge a poco andar un cuadro desituacin caracterizado fundamentalmente por :

    1) los condicionamientos de la "cultura universal". 2) las malformaciones de un proceso de urbanizacin,dependiente de un desarrollo desigual y combinado (que genera al mismotiemposituaciones centrales,perifricas y marginales),que ha moldeado con su improntala ciudad,el barrio,la calle,la casa que habitamos.

    1-perifrico: dependiente de un centro.Se vern ms adelante las distintas escalas y connotacionesde las contradicciones entre el centro y la periferia.

  • 15

    "Conocerse a si mismosquiere decir ser lo que se es, quieredecir ser dueos de si mismos,distinguirse, salir fuera del caos,ser el elemento de orden, pero delorden propio, y de la propiadisciplina por un ideal. Y sto no sepuede obtener sino se conocetambien a los dems,su historia,lasucesin de los esfuerzos que hanrealizado para ser lo que son,paracrear la civilizacin que han creadoy que queremos reemplazar por lanuestra".

    Antonio Gramsci

    "Todo paisaje organizado porel hombre es el resultado de laestructura econmico-socialimperante".

    Hannes Meyer

    foto de : Architettura e territorio nell'Amrica Latina. Roberto Segre y Rafael Lopez Rangel

    ..."desde u$s 262.600"

    ... hasta ...

  • 16

    1.2 - Los modelos centrales La alta permeabilidad cultural caractersticade nuestro medio(sobre todo en muchos niveles intelectuales que adhieren, ansea de manera subyacente,a una supuesta universalidad absoluta de lacultura,cuyos centros de emanacin estn siempre distantes)lleva con relativafacilidad a caer en simplificaciones,muchas veces interesadas,que culminan enla importacin acrtica de modelos generados en los pases centrales.

    Modelos que son respuesta a las propias crisis y necesidades de mercadode aquellos pases que,en su dinmica de consumo,obligan a peridicos ciclosde renovacin del gusto - ciclos por lo dems cada vez ms breves - queincentivan el "consumo" de la arquitectura y del espacio urbano como si setratara de una mercanca ms.

    En este consumo indiscriminado lo que prevalece,como no poda ser deotra manera,es el consumo de las formas.

    Formas que cambian con las modas,se vuelven pasajeras,vanales,dan laimpresin de una constante evolucin y ocultan tras de s la inmovilidad,cuando no el vaco, de sus contenidos.

    Esta es la cultura del "orden establecido"(aquella donde slo cambia loque permite que todo siga igual)que en lo disciplinario da lugar a todo tipo dedeformaciones y mistificaciones(tecnologistas,formalistas,sociologistas)queoscilan siempre entre la utopa y la academia,constituyndose en la "anunciacin"de un futuro que nunca llega,o en las "nuevas" formas de lo viejo,reproduciendoen general un sistema de relaciones urbanas (y sociales)comprometidas con elmodo de desarrollo dominante:especulativo y segregacionista,no integrador,quees casi una definicin por s misma de los procesos de urbanizacin dependientecaractersticos de Amrica Latina :

    1- Ciudades de crecimiento macrocntrico con una extendida periferia

    2) urbanizacin no ligada a un consecuente proceso de industrializacin ni a un desarrollo tecnolgico

    que permitan garantizar fuentes genuinas de produccin y trabajo,asegurandoas un armnico desarrollo de los servicios y la accesibilidad a la vivienda y losbienes necesarios para toda la poblacin.

    3) crecimiento no planificado y fuera de control.

  • 17

    Catalinas norte(nuestra"pequea Manhattan")Una oportunidad perdida.Lo que pudo haber sido un mbito urbano fuertemente caracterizado por un intensonivel de peatonalidad (con usos y fruiciones acordes a su centralidad)deriv en un es-pacio monofuncional cuya pobreza como"espacio vivido"se manifiesta ms acentua-damente apenas se lo compara con la vereda opuesta:la magnfica"estructura ambiental"conformada por la Recova que recorre el bajo albergando una multiplicidad de usosy situaciones urbanas vivenciables por el peatn.

    Nueva York

    foto: Juan Hitters

  • 18

    A nivel ms general cabe mencionar,an sin pretensiones dedesarrollo,algunas causas estructurales que influyen y condicionan directamentela marcha de los acontecimientos que definen la realidad sobre la cualactuamos:

    1) sistemas de produccin rural irracionales para las necesidades de nuestro tiempo. Latifundios,explotaciones extensivas en vez de intensivas con ma- yor tecnificacin,predominio ganadero en vez de agrcola;minifun- dios que no permiten economas de escala ni desarrollo productivo. Causales todas de la agudizacin de la dicotoma entre el campo y la ciudad,expulsando hacia sta grandes contingentes de migrantes internos que,en busca de hipotticas mejores condiciones de vida irn a poblar las reas perifricas.2) una fuerte dependencia econmico-cultural hacia los centros de irra- diacin internacionales,manifestada entre otras cosas, en un crecien- te atraso cientfico-tecnolgico.3) el control de los recursos bsicos y de la capacidad de financiamiento en manos de empresas y organismos multinacionales controlados,a su vez,por los pases altamente desarrollados,a cuyos intereses res- ponden en ltima instancia.4) el papel de"socios menores"asumido por buena parte de las clases dirigentes nacionales.5) la paulatina pauperizacin del Estado,la resignacin de sus roles,la supeditacin de la poltica a la economa de mercado y a los dictados del capital financiero,la dilucin de sus capacidades decisorias y el abandono de cualquier intento de caminos alternativos.

  • 19

    Participacin en el PBI mundial

    20%ms rico

    60%nivel medio

    20%ms pobre

    86%

    13%

    1%

    fuente:ONU.informe sobredesarrollo humano.1999

    grupo % poblacin ingreso anual per cpita en u$s

    clase alta y 10% 28.151media alta

    clase media 10% 12.259media

    clase media 40% 6.357baja

    pobres 30% 2.900

    indigentes 10% 1.135

    Distribucin del ingreso enLa Argentina

    fuente: INDEC.Banco Mundial. Pgina 12.1999

  • 20

    1.3 - La crisis urbana.(ms de lo mismo)

    Los fenmenos globales someramente descriptos se particularizan en laciudad bajo la forma de una generalizada crisis urbana que a su vez semanifiesta en una cantidad de aspectos concurrentes:

    * crnico dficit de viviendas.* igualmente crnica escasez de recursos.

    * insuficiencia de equipamientos y servicios.* el avance del automvil sobre el peatn.

    * la persistente especulacin sobre el suelo urbano.* las pseudo-urbanizaciones en terrenos perifricos desprovistos de toda infraestructura.

    * la indiscriminada ocupacin de reas inundables.* la carencia de reservas de suelo urbano (para planes de vivienda,equipamientos sociales y espacios pblicos).

    * la incontrolada expansin urbana y la consiguiente disociacin de la ciudad en centro y periferia.* la segregacin de los habitantes de menores recursos y los grados de marginalidad alcanzados.

    * la alienacin-extraamiento-del habitante en la definicin de su propio territorio y de su modo de vida.

    El listado podra continuar y ramificarse en cada uno de los aspectosinherentes a la vida urbana,y an,desde una perspectiva simplista,aportarargumentos para sostener las regresivas teoras de que la ciudad misma- comoentidad de asociacin humana - es la responsable de esta crisis.

    Un anlisis ms profundo de la realidad,podra demostrar que loque est en curso no es la crisis de la ciudad en general,ni mucho menos la crisisdel modo de vida urbano (entendiendo como tal a la vida social desarrollada enun mbito integrador); sino que lo que est en curso es la profunda crisis de unmodo de produccin de lo urbano que en tanto se reproduce,re-produceconstantemente las mismas contradicciones y las mismas relaciones,cada vezen trminos ampliados.

  • 21

    "...En escena,el movimiento ciudadano, con un trasfondo decapitalismo en crisis y un perfil de ciudad ensombrecida A lolejos, como un eco,voces de un nuevo lenguaje.

    La crisis urbana que conocen por experiencia propialos vecinos de las grandes ciudades,proviene de la incapa-cidad creciente de la organizacin social capitalista paraasegurar la produccin,distribucin y gestin de los medios

    de consumo colectivo necesarios para la vida cotidiana;de la vi- vienda a las escuelas pasando por los transportes,la sanidad,

    los espacios verdes,etc. Los medios colectivos de con- sumo, elementos bsicos de la

    estructura urbana,son,cada vez ms,una exigencia imperiosa de la acumulacin del capital, del proceso de produccin,del

    proceso de consumo y de las rei- vindicaciones sociales,conforme se desarrolla el capitalismo mo- nopolista.Pero al mismo tiempo, lo que es requerido por el siste- ma en su conjunto,apenas puede

    ser satisfecho por ningn capital particular.

    Y sta es la contradiccin es- tructural que produce la crisis urbana:los servicios colectivos requeridos por la forma de vida suscitada por el desarrollo capi- talista no son suficientemente

    rentables para ser producidospor el capital con vistas a la ob-

    tencin de una ganancia. De ah nace la crisis urbana como crisis de servicios colectivos ne- cesarios a la vida en las ciudades.

    sigue...

    la generacin de fuertes contrastesurbanos(sociales y espaciales) esuna caracterstica tpica de lasciudades latino americanas,someti-das a un proceso de desarrollo(odesarrolladas bajo un modo deproduccin)que al reproducirse,re-produce permanentemente lascontradicciones que lleva implcitasen su seno.

    sobre la crisis urbana

  • 22

    Este modo de produccin,comprende por lo menos tres aspectossobresalientes,que en sus interrelaciones,definen el desarrollo de lo urbano :

    1) un modo de organizacin del espacio.2) un modo de construccin.3) un modo de gestin.

    1) modo de organizacin del espacio La organizacin del espacio urbano,ms all de regirse por una

    cantidad de normas y reglamentaciones y zonificaciones de uso,responde a unalgica,que es la lgica dominante en cada perodo histrico,de los poderesestablecidos y de los sistemas de organizacin social vigentes,dentro de loscuales existe una clara correspondencia entre el lugar que cada uno ocupa enla estructura productiva,y el lugar que ocupa en el espacio fsico concreto.Asel espacio de la ciudad se organiza al comps de una rgida estructura dejerarquas econmicas y sociales donde cada clase ocupa su espacio de acuerdoa su situacin en dicha estructura.La accesibilidad a los centros deequipamientos,las infraestructuras,los servicios privilegiados,definen lalocalizacin de reas residenciales de las clases acomodadas, mientras lossectores de menores recursos son impelidos hacia las zonas marginales.Lo queresulta en definitiva es un modo organizativo basado en la segregacin(fsicay social),en teoras economicistas y eficientistas,cuando no en la lisa y llanaespeculacin(inmobiliaria y fundiaria) y en la inprevisin o,peor an,en laprevisin ms irresponsable.(2)

    2) modo de construccin de la ciudad Correlato del anterior que va del despilfarro de recursos en obras

    suntuarias,concentradas en reas centrales,a la carencia ms absoluta para laimplementacin de programas que puedan resolver las demandas de un dficithabitacional siempre creciente.La lgica de la rentabilidad,en la medida quepredomina por encima de otras consideraciones,define la saturacin de lasreas centrales,llevando al lmite la capacidad de soporte de lasmismas,convirtiendo al suelo urbano,un bien de carcter colectivo y norenovable,en una mercanca de valor arbitrario.

    (2)- Por ejemplo,las previsiones del plan regulador de Caracas para el ao 2.000asignan con toda precisin las 6.000 hectreas de tierras sin urbanizar,donde vendrn a asentarse,en los prximos aos,2.000.000 de nuevos pobladores marginales.

  • 23

    Los equipamientos colecti-vos y el sistema urbano aparecen,portanto,marcados de forma decisiva porlas caractersticas del Estado.

    Pero la intervencin delEstado no es un supuesto mecanis-mo regulador neutro aplicado a unsistema en desequilibrio.Es el resul-tado de un proceso poltico,amplia-mente determinado por las luchas declase.Ahora bien,en la medida en quedichos servicios colectivos con-dicionan las prcticas sociales delconjunto de la poblacin, todos losgrupos sociales sufren profunda-mente las consecuencias de la inter-vencin del Estado en ese mbito.

    De hecho,la intervencin delEstado en lo urbano,en lugar desuperar la crisis de vivienda yequipamientos suscitada por lacontradiccin inherente a laurbanizacin capitalista,politiza yglobaliza los conflictos urbanos,alarticular directamente las condicio-nes materiales de organizacin de lavida cotidiana y el contenido de clasede las polticas del Estado".

    de:Ciudad,Democracia y Socialismo. de:Manuel Castells

    De la imposibilidad del sistema paraproducir aquellos servicios cuyanecesidad ha suscitado. A menos quese transforme la lgica de producciny gestin de dichos bienes colectivos,no utilizando como criterio laobtencin de una gananciaprivada.Tal es en efecto la experienciahistrica.

    Para intentar resolver lacontradiccin as planteada,seproduce una intervencin cada vezms acusada del Estado en el mbitode los servicios urbanos.

    El modo de produccin de lourbano es un aspecto particulardel modo de produccin generalde una sociedad,y est enconsecuencia regido por susmismas leyes y sujeto a sus mismascontradicciones.As,de la misma forma,y con lamisma lgica de los poderesconstitudos,se corresponden losespacios ocupados en la escalaeconmico-social con aquellosocupados efectivamente sobre elplano fsico de las localizacionesterritoriales.

    modo de gestin

    modo de produccin de lo urbano

    modo de organizacin

    modo de construccin

  • 24

    La propia continuidad histrico-cultural de la ciudad se ve afectada eneste proceso,al poner a edificios de valor histrico o contextual en situacin deobsolecencia prematura,objetos de demolicin que darn paso a la"modernizacin" en la medida en que sta acompae mejor a los negociosinmobiliarios.

    Paralelamente las reas depreciadas,habitadas por la poblacin de menoresrecursos,vive el proceso inverso de desinversin,que va marcando su lnguidodeterioro como marco de vida para sus habitantes.Sin analizar todava lassituaciones francamente perifricas,bastar mencionar aqu los barrios delcinturn costero del Riachue lo(La Boca,Barracas,Soldati,Pompeya)para obteneruna imgen del panorama esbozado,verificable en algunos de ellos a pocosminutos de la Plaza de Mayo o de la Avenida 9 de Julio.

    3) modo de gestin de la ciudad El poder de la administracin(an

    democrticamente"elegida")suele mantener al mrgen al ciudadano,de unaciudad ante la que se siente privado de influencia. La falta de accesibilidad a losorganismos centrales,la oscuridad caracterstica de los "consejosvecinales"(pobre expresin de descentralizacin,carente de contenidos y conun prcticamente nulo poder de decisin)y la ausencia de recursos de lasorganizaciones barriales,confluyen a generar un clima de desaliento acerca deun tema sensible para la mayora y apasionado para muchos,como es el devenirde la ciudad en la que se vive, de la que se forma parte y que nada sera sin sushabitantes.

    Por otra parte ,son las fuerzas del dinero,los poderes econmicos,losnicos que pareceran capaces de "colonizar"reas enteras de la ciudad a suimgen y semejanza (ayer Avda.Callao,Avda. Alvear...,hoy Puerto Madero?El Abasto?..).

    Se impone en definitiva un modo de gestin fortificado en elcentralismo,con fuertes connotaciones burocrticas,que es en su esencia noparticipativo,y cuyo modo de accionar oscila de los grandes planes, pocas vecesrealizados, a las respuestas meramente coyunturales,o las transformaciones defuerte contenido clasista.

    La concurrencia y permanencia de estos modos de implementacin en lofsico- social de lo que son,en ltima instancia,polticas urbanas (por accin uomisin) conforman el crtico panorama dentro del cual habrn de moverse losagentes involucrados en la definicin del hbitat en sus diferentes escalas,desdela implementacin y el diseo de programas edilicios singulares a la proyectaciny materializacin de conjuntos o reas urbanas de mayor envergadura.

  • 25

    Una experiencia de gestin colectiva y participativa del hbitat en la ciudad deBuenos Aires.Programa de Desarrollo local de San Telmo.Experiencia piloto:ManzanaIndependencia,Per,Chile y Bolvar.Regeneracin del Tejido Urbano con Propuestas de Rehabilitacin de edificios existentesy normativas para construcciones nuevas.Recuperacin de espacios abiertos al interiorde la manzana.Proceso de autogestin impulsado por Asociaciones Civiles (M.O.I.-Movimiento deOcupantes e Inquilinos-) y organizaciones cooperativas y barriales mediante acuerdoscon el Gobierno de la Ciudad.

  • 26

    "Nadie ignora que el Sur empieza del otro lado de Rivadavia. Dahlmann sola repetir que ello no es una convencin y que quien atraviesa esa calle entra en un mundo ms antiguo y ms firme".

    de:El Sur / Ficciones / Jorge L.Borges

    Av.L.N.Alem

    Av.9 de Julio

    Av.Independencia

    Av.Belgrano

    Plaza de Mayo

    Av.Madero

    Plaza Dorrego

    Per

    dique 3 dique 2

    Rivadavia

    Av.de Mayo

    * San Telmo.Programa de desarrollo local.Esquina de Independencia y Per.

    Osvaldo Bayer__"La de los squatters era un protesta positiva,queran ms habitacio-nes para la gente,tener un lugar donde vivir.Esas son las cosas que son un problema enciertos barrios europeos:las casas viejas se arreglan y los alquileres son muy caros"Nekro(Miss muerte)_" ac hay una gran movida de eso,pero de inmigrantes que notenan donde vivir. Yo viv as cuando vine de la provincia.Hay muchas casasdeshabitadas,y hay gente que necesita el espacio.Tener un techo es un derechohumano,y lo ms natural sera que esas casas se las den para vivir." de un dilogo de O.Bayer con el cantante de Fun People,reproducido enPgina 12 del 7/10/99

  • 27

    San Telmo. Programa de desarrollo local.Esquina de Independencia y Per. Aproximacin a un sistema integrado de relaciones espaciales.

    1-Casa Cooperativa Per.viviendas.(Reciclaje del edificio de Per 770)2-Jardn maternal(Reciclaje del edificio de la escuela)3-Parcela remanente Av.Independencia.viviendas con planta baja libre(Obra nueva)

    * Revalorizacin del rea barrial: Conformacin de una caracterizadaesquina urbana,con nuevas actividades y mbitos propiciatorios para la ampliacin de los usos y movimientos peatonales.

    * Rejerarquizacin del conjunto edilicio:La integracin,en una nueva unidad,de las parcelas involucradas, permite superar la situacin de medianera, asociar situaciones hoy inconexas y ganar el frente de ca- si 60 metros sobre la Avda.Indepencia,generando un z- calo urbano(a travs de la planta baja libre de doble altura) que absorve y potencia los nuevos usos y accesos.

    * Resignificacin de los contenidos socio-espaciales: Mediante la generacin de un ambiente urbano integrado,participativo y claramente identificable.

    Participantes del programa:Sec.de Promocin Social del Gob.de la Ciudad.-Sec.de Educacin del Gob.de laCiudad.-CMV(Comisin Municipal de la Vivienda) MOI(Movimiento de ocupantes e inquilinos /Coopera-tiva Per y Cooperativa Per e Independencia).

    viviendas existentes

    1- casa cooperativa Per (viviendas a reciclar)

    2- escuela (a reciclar)

    3- viviendas a construr

    viviendas existentes

  • 28

    Una experiencia de gestin colectiva y participativa del hbitat en la ciudad de Buenos Aires.

    Programa de Desarrollo local de San Telmo.

    El trabajo de las organizaciones sociales que luchan por el derecho a laciudad,con capacidad para construr organizacin y propuestas de hbitat yvivienda popular,toma"el techo"(la accesibilidad a la vivienda)como ejeorganizativo,y la dimensin local y barrial como contexto de pertenencia einvolucramiento inmediato.

    En los procesos de desarrollo se van integrando grupos de familias consituaciones habitacionales crticas(la necesidad) organizados en cooperativas,yprofesionales con una ptica de sensibilidad y compromiso,en una organizacintcnica interdisciplinaria.;conjuncin que da origen a propuestas concretas degestin y construccin.

    As,desde la necesidad del techo y las diversas situaciones de exclusin,seva construyendo organizacin social con fuerza propositiva,utilizando laautogestin como su principal herramienta.

    La construccin de alianzas sociales implica la articulacin entrediferentes sectores con necesidades insatisfechas en materia de hbitat (entreotras), reivindicando el espacio barrial como un mbito de desarrollo local,dentrodel cual el acceso a la vivienda es la puerta para la integracin plena a la tramasocial y espacial de la ciudad.

    Se tratara en definitiva,de construir,a nivel de los territorioslocales,experiencias de descentralizacin y de profundizacin democrtica atravs de la creacin de programas que involucran demandas de distintossectores con necesidades no resueltas.

    La generalizacin de este tipo de experiencias,requiere de organismosde desarrollo local conformados por las organizaciones sociales y los pertinentesmbitos de gobierno,con fondos especficos propios para ser afectados en cadaoperacin,con capacidad de identificar las demandas y transformarlas enprogramas y proyectos e impulsar su realizacin concreta en respuesta a lasdistintas necesidades planteadas.

    arq.Nstor Jeifetz de:documentos del M.O.I. (movimiento de ocupantes e inquilinos)

  • 29

    esquema existente esquema reciclaje

    San Telmo.Programa de desarrollo local1-Casa Cooperativa Per.viviendas.(Reciclaje del edificio de Per 770)MOI- Coop.Per -Sec.de Prom. Social - CMV

    La ciudad de Buenos Aires,cruzada por losprocesos de inmigracin interna y los pro-cesos inmobiliario-especulativos que afec-

    tan al suelo urbano,sumados a la falta depolticas especficas en materia de hbitaty vivienda para los sectores de escasos re-

    cursos;ha generado en el tiempo,un cuadroen el cual conviven situaciones crticas de

    carencia de vivienda con un importanteparque construdo,abandonado y en desu-

    so,que ha sido puesto en valor por el fen-meno de las ocupaciones urbanas.Los pro-

    cesos de renovacin urbana,cuando sonimpulsados por las fuerzas del mercado,ac- tan en los hechos como procesos de se-gregacin(expulsin de los sectores de me-nores recursos y"colonizacin"de la ciudad

    por las capas ms acomodadas).En cambio,cuando el impulso proviene de un consenso ms amplio,incluyente de las ne-

    cesidades de los grupos postergados,la re-novacin urbana se transforma en una poderosa herramienta de re-integracin so-

    cial y espacial.En una oportunidad de promover la construccin de una ciudadms democrtica y participativa,materializando sobre el plano fsico una visin

    contempornea de los derechos humanos referidos al hbitat: el derecho a la ciudad (la igualdad de oportunidades) (accesibilidad a la educacin,

    la salud,la recreacin...) (accesibilidad a las fuentes de trabajo)

    el derecho a una vivienda digna el derecho a una vida social integrada

  • 30

    1.4 - Centro y periferia.Una contradiccin dominante.

    Se sealaban en un punto anterior a las contradicciones entre el campoy la ciudad,como una de las causas estructurales que definen nuestra realidaden materia de hbitat,al establecer una cadena de hechos que se suceden:economas regionales en crisis,desocupacin rural,falta de oportunidadeslaborales estables,xodo hacia las ciudades (en La Argentina,pas mono ymacro cntrico,este xodo tiene por destino final casi exclusivo a la ciudad deBuenos Aires y el llamado conurbano) xodo acompaado por el proceso deurbanizacin antes descripto,que se demuestra incapaz de absorverorgnicamente a los nuevos contingentes al no poder proveer un escalnmnimo en materia de vivienda,trabajo y servicios adecuados; saturacin ydegradacin de las reas centrales y "desarrollo" de una periferia que seextiende incontroladamente;sin servicios ni infraestructuras adecuadas y dondeel paisaje predominante es la mezcla indiscriminada de usos,las carenciascotidianas y la esperanza que no llega.

    Es,as,en el plano de lo concreto,donde quedan explcitadas lascaractersticas espaciales y sociales de estos movimientos.

    De acuerdo a las tendencias imperantes,corroboradas por los hechos,yde no mediar cambios sustanciales que puedan modificarlas,hacia el ao 2.000un 60% de la poblacin de Latinoamrica vivir en reas urbanas.De estetotal,un 40% (es decir alrededor de 200 millones de habitantes) lo har en reasperifricas.La sla visualizacin de estos datos da una clara idea de la magnituddel fenmeno y permite pensar en sus consecuencias cualitativas negativaspara el deseable desarrollo integrado y armnico de nuestras ciudades.Severifica en los hechos la vigencia de una prctica urbanstica que acta porsegregacin,permitiendo hablar de un ciudad dual disociada y rota,aunque,comose ver,funcionales la una a la otra.

    Puede decirse que asistimos a un proceso dialctico,a lo largo del cualla ciudad monocntrica se vuelve policntrica,en la medida en que se vagenerando una red de centros (Barrio Norte,Belgrano,Flores,Caballito...)mso menos integrados o vinculados entre s.Pero a su vez vuelve a ser monocntricacon respecto a una periferia cada vez ms extendida y muchas veces ignorada.

    As,para las masas que viven apiadas a su alrededor,Buenos Aires nosera mucho ms que una metrpolis algo ms cercana que Ro de Janeiro oNueva York.

  • 31

    La periferia de las grandes ciudades: es sta la aportacin sustantiva de nuestra poca al desarrollo del hbitat urbano ?La pobre ciudad del siglo 20 ?

    Historia de dos ciudades ?

    Si la ciudad es "junto con ellenguaje,la mxima creacin delhombre"(al decir de Lewis Munford)no es menos cierto que en nuestrosdas y en nuestro medio, hay quepreguntarse rpidamente de quciudad se trata.Si de aquella cuyaimgen surge del uso y la percepcinde las reas centrales, tan equipadascomo servidas y ambientalmenteconformadas, o de aquella otraperifrica - cuando no marginal -sumergida en la alienacin de lapobreza,las carencias y las necesi-dades nunca satisfechas.

    Ambas,en su unidad funcio-nal,hacen nuestra ciudad actual contodas sus contradicciones a cuestas.Una ciudad rota,disociada,desinte-grada en centro y periferia.Un centrodificilmente accesible para las masasque se apian a su alrededor y unaperiferia donde - en ltima instancia -se pagan los costos de unaurbanizacin centralizante.

    En Buenos Aires se pone demanifiesto la dicotoma existente entrelas reas centrales de la ciudad y lasreas perifricas.

    sigue...

    poblacin de Amrica Latinahacia el ao 2.000

    poblacin total

    poblacin rural poblacin urbana

    total en reas urbanas

    40% 60%

    poblacin en reascon equipamientos

    poblacin enreas marginales

    Radiografa de los 19 partidosdel Gran Buenos Aires.1980

    70% de calles sin pavimento

    60% sin iluminacin

    75% sin agua corriente

    88% sin cloacas

    87% sin desagues pluviales

    70% de viviendas precarias

    40% 60%

  • 32

    Paulatinamente,el desarrollo de la estructura urbana,como entidad deintegracin y sostn de su poblacin,va degenerando en situaciones que llegana ser antagnicas,como producto de un desarrollo desigual y combinado,que,almismo tiempo que genera una fuerte concentracin en las reas centrales(concentracin de poblacin,de servicios y equipamientos,de actividades,deinversiones y capitales)alcanzando muchas veces niveles de saturacin (BarrioNorte?Belgrano C?) genera al mismo tiempo una gran dispersin hacia laperiferia,donde crece una situacin de "interfase urbano-rural" que anula en suscontradicciones no resueltas,los valores de ambos trminos.

    La falta de infraestructuras,la baja densidad,las carencias decomunicaciones y facilidades de transporte,ligadas a un proceso dedesinversin,confluyen en el deterioro del marco ambiental y del modo de vidade sus habi tantes.

    "La ciudad histrica no era slo expresin colectiva,era tambienpropiedad de sus habitantes.

    La presencia de clases sociales diversas,pero integradas en el tejidourbano,era testimonio del uso comn y compartido de la ciudad.

    El desarrollo del capitalismo,parcializando minuciosamente el suelourbano y mercantilizando en modo exasperado los lotes resultantes,determinapor primera vez,la efectiva privatizacin de un bien,la ciudad,hasta entoncespblico e indiviso.

    La ciudad(que deviene,en ese momento de acelerada expansin,encentro y periferia)es vendida a o por la especulacin inmobiliaria y fundiaria,ylos habitantes originarios,extraados (alejados)y sus actividades eliminadas.

    Por lo tanto se debe re-programar la reapropiacin colectiva de unbien que debe y no puede ser otra cosa que pblico.

    Reapropiarse de los espacios centrales que han sido sustrados a lacomunidad por el sistema capitalista,que los ha entregado a la propiedadprivada,resulta una operacin ideolgicamente revolucionaria".

    de:Giovanni Accame.Conoscenza e coscienza della citt. (acerca de la experiencia de renovacin urbana de

    Bologna.Italia).

  • 33

    Para quienes habitan las primeras,lamagra conciencia de las segundas vienedada,en general,por la caracterizacinde sus habitantes: de all proviene lamano de obra para la construccin,paralos servicios,para las tareas domsticas..."gente de trabajo"...Para quienes habitanesta periferia, la conciencia de las reascentrales pasa porque all estn lasoportunidades de trabajo; tambin stocaracteriza a sus moradores: la demandasolvente,los que pueden pagar.

    Queda as,de modo sencillo,explicitada por los hechos,la lgica delas localizaciones urbanas en la ciudadcapitalista.Sin embargo,hay alteraciones que lacuestionan con una lgica contra-puesta: si en las reas centrales estn lasoportunidades de trabajo, de educacinpara los hijos, de salud,de reduccin detiempos-costos de transporte...por quno intentar vivir en ellas?(si la "ciudad"no llega a los pobres,los pobres llegarna la ciudad).El resultado es verificable:villas miseria;casas ocupadas;inquili-natos y pensiones;falsos hoteles.No hace falta imaginarlo:una villa mise-

    ria en Retiro;San Telmo llenode hoteles truchos";las casasocupadas en la traza de la exautopista central lindando con...Belgrano R... o bien:la peri- feria est tambin en el centro, perturbacin evi- dente para la lgica del sistema.

    relacin entre salario mnimoy localizacin habitacionalen BRASILIA en 1980.

    10 salarios mnimos

    30 Km 6 salarios mnimos

    40 Km 4 salarios mnimos

    20 Km 8 salarios mnimos

    BRASILIA:plano piloto y ciudades satlites. (poblacin perifrica).

    TaguatingaGama

    Ncleo Bandeirante

    Sobradinho

    Planaltina

    Plano piloto

  • 34

    * 2 - Contenidos Sociales.(ligados a la concepcin de la ciudad, el espacio pblico y la arquitectura).

    El carcter masivo de las demandas en materia de hbitat impone lacomprensin de una serie de manifestaciones colaterales que,mediatizadas porel conocimiento disciplinario,tienen expresin concreta en las respuestasarquitectnicas.

    2.1 - Sustancia y manifestaciones de las transformaciones en curso.

    Toda obra humana,cualquiera que sea su ndole y carcter,tiene en suorigen una necesidad social.En un sentido amplio,esta necesidad puede no serestrictamente material,ya que toda sociedad,en la medida en que desarrolla suactividad transformadora,desarrolla tambin sus necesidades de afirmacincultural,que materializadas en obras concretas,empiezan a conformar supatrimonio artstico,intelectual y tambin arquitectnico-urbanstico con unvalor significante que trasciende su mera habitabilidad,en el caso,por ejemplo,dela arquitectura.

    Hasta nuestros das,ningn grupo social dominante ha representado anlos intereses ms amplios de todo el conjunto de la sociedad,aunque se actemuchas veces en su nombre,resultando que toda necesidad responde a interesesde grupos o sectores ms o menos amplios no siempre en correspondencia conlos poderes establecidos,aunque son las necesidades de estos ltimos las quenaturalmente ms se desarrollan.

    En toda poca histrica se manifiestan una serie de conflictos,decontradicciones de diferente rango,en dependencia del grado de cohesin yhomogeneidad alcanzados en el interior de una sociedad determinada y de susrelaciones con otras sociedades con diferentes niveles de desarrollo,condicionando una amplia gama de escalas de conflicto(de lo local a louniversal)imbrincados cada vez ms en una trama generalizada deinterdependencias e influencias mutuas y recprocas.Sin embargo lasdesigualdades crecientes entre los distintos niveles de desarrollo alcanzados,hacea una fuerte preminencia de las influencias en un sentido unidireccional,irradiadasdesde los centros de poder del mundo desarrollado hacia la periferia del sistemareproduciendo,en la escala ms global,planetaria,las relaciones entre centro yperiferia sealadas anteriormente para las escalas urbanas,as como el sistemade relaciones sociales que las determina.No es arbitrario decir que,porejemplo,buena parte de los suburbios industriales de los E.E.U.U. estn hoy enAsia,o que las reas agrcolas de Alemania estn en Espaa.

  • 35

    grficos de : Architettura e territorio nell'Amrica Latina. Roberto Segre y Rafael Lopez Rangel

    Evolucin del Area Metro-politana de Buenos Aires alo largo del siglo

    el crecimiento descontrolado de laregin metropolitana (a la luz del finde siglo) acarrea consigo la visindel auge y fracaso de las expectativasde cientos de miles de inmigrantesinternos y externos que buscaronconstrur un futuro mejor para smismos y para sus descendientes.Los sueos que inauguran el siglo enuna ciudad receptiva y llena de opor- tunidades,se ven trastocados,para los nietos de aquellos que llegaron en sucesivas oleadas,en unarealidad signada por la pobreza y lamarginacin.La ciudad se ha trans-formado de receptora en expulsora,

    y ya no puede garantizar para el conjunto ampliado de sus habitantes,la igual igualdad de

    derechos y oportunidades.

    En el plano de las localiza-ciones fsicas se manifiesta asimis-mo el pasaje de una situacin decierta movilidad a una de acentua-dos desequilibrios socio-econ-micos,que determinan a su vez laestratificacin espacial.El lugarocupado en la estructura espacial,ylos modos de ocuparla,son conse-cuente reflejo del lugar ocupado enla sociedad.

  • 36

    As coexisten en el mundo contemporneo,en permanentemovimiento,fuerzas que impulsan el desarrollo social tendientes a mejorar ysuperar las condiciones preexistentes,y fuerzas que actan en sentidocontrario,refractarias a los cambios,inhibidoras de dicho desarrollo.

    La dinmica social enfrenta con mayor o menor antagonismo,conmayor o menor virulencia,de acuerdo al nivel de consensos y acuerdosprevalecientes en su seno,a aquellas tendencias que se desarrollan y crecen conlas que caducan y mueren.

    Las viejas y nuevas ideas,viejos y nuevos ideales,viejas y nuevasutopas y sueos se entrecruzan en una lucha constante, en la que aquello quecrece,siendo al principio pequeo y dbil,se fortalece hasta adquirir (en unproceso ideal) la fuerza necesaria para reemplazar a aquello que est muriendo.

    Pero los procesos sociales no son ideales;no se desarrollan sincontradicciones,sufren avances y retrocesos,tienen perodos de auge y deestancamien to,y as se va signando cada poca,en relacin a la correlacin defuerzas alcanzada en cada momento,con un carcter predominante;evolutivo oinvolutivo,revolucionario o reaccionaro;y sedimentndo la estela de sus logrosy frustraciones en el devenir de las comunidades involucradas.

    En la dialctica de este proceso es que asumen protagonismo diversasmanifestaciones y reivindicaciones que van conformando el espectro decontenidos representativos de los grupos sociales en ascenso.

    Nuestra poca en particular est signada por fuertes desequilibriossocio-eco nmicos,que afectan y definen a su vez las posibilidades culturalesy de desarrollo integral de las clases no privilegiadas;siendo el lugar ocupadoen la estructura espacial,y la manera de ocuparlo,un reflejo ajustado de estasituacin.

    Estos desequilibrios son inherentes a un sistema de desarrolloque,acentuando el desfasaje entre el nivel alcanzado potencialmente por lacapacidad productiva (suficiente hoy para dar respuesta a las necesidades msacuciantes) y el sistema de relaciones sociales que la rige,que parece nodemostrarse capaz de generalizar sus logros al conjunto de lasociedad,constituyndose,en cambio,en un freno para su desenvolvimiento.

    Se ve as,en su real dimensin,un nivel de contrastes no compatible conlos ideales modernos de igualdad de oportunidades,desarrollo equilibrado eintegracin social.

  • 37

    Ro de la Plata

    Montevideo

    La Plata

    Evolucin del AreaMetropolitana de BuenosAires a lo largo del siglo

    En las reas perifricas,seponen de manifiesto descar-nadamente las contradiccio-nes que condicionan el de- sarrollo de los fenmenosurbanos en la ciudad capita-lista.Al no disfrutar plena-mente de los beneficios de laciudad ni de los mbitos rura- les,stas reas parece- ran conjugar los de- fectos de ambas. Sus habitantes pagan

    aqu los costos de un proceso de urbanizacin

    centralizante del quedifcilmente habrn deformar parte.

    El relativo desarrollo del fenmeno de los "countries" y "barrios

    cerrados",que apare- cen como "enclaves" dentro de la mancha

    suburbana no altera la esencia de esta carac- terizacin,ya que se inscribe en la misma lgica de los proce- sos de centralizacin

    y concentracin antesmencionados.

    grficos de :Architettura e territorio nell'Amrica Latina.Roberto Segre y Rafael Lopez Rangel

  • 38

    La ciudad y su arquitectura,inmersos en este proceso,del que son parteconcurrente,son acabada expresin de los intereses y nfasis dominantes quelas condicionan,as como condicionan las luchas de ideas en el campodisciplinario y su evolucin,tanto en lo que hace a su orientacin para satisfacerdeterminados tipos de demandas sociales como a la intencionalidad de sumanifestacin esttico-formal.

    De qu manera se traducen estas manifestaciones en la definicinde la ciudad,del espacio pblico y de la arquitectura?

    Hay en primer lugar cambios significativos en la consideracin delos temas y de los usuarios.

    La multiplicacin de los temas que hacen a los equipamientos socialescolectivos (referidos contextualmente a una idea de centralidad urbana queabordaremos ms adelante);la ampliacin del espacio pblico, su revalorizacinjunto con la revalorizacin de la peatonalidad,y la generacin de programaspara su apropiacin y uso (fundamentalmente en el nivel cero,nivel deapropiacin y uso peatonal por excelencia,son (ms all de polticas coyunturalesregresivas que tienden a la privatizacin del espacio de la ciudad y a privilegiaral automvil sobre el peatn) contenidos con valor propio, que crecen en lacultura urbana y de los cuales el conocimiento disciplinar no puede sustraersesin sustraer al mismo tiempo una parte esencial de sus propios contenidos.

    Por otra parte,surge la consideracin de un nuevo tipo de usuario,ya nosingular, no individual,sino representativo de grandes conjuntospoblacionales,un usuario masivo que constituye el mayor porcentaje de lademanda insatisfecha en nuestro medio,que se resiste a ser meramentecuantificado y requiere de la arquitectura respuestas alternativas.

    Cuatro fenmenos, significativos en nuestros das,conforman unaunidad a partir de la cual es posible redefinir o reenfocar nuestra proble-mtica urbano-arquitectnica, buscando acompaar los crecientes flujos dela demandas sociales insatisfechas :

    2.2 - * la masividad* la participacin* la identidad (su bsqueda)* la cotidianeidad (su revalorizacin)

  • 39

    Genricamente el nivel cero se ampla enfuncin de la densidad de uso y de la saturacin del"nivel vereda"y de la importancia asignada poruna determinada sociedad a los valoresparticipativos y comunitarios,que se desarrollanen su seno.

    Quin construylas siete puertas

    de Tebas?

    los libros estnllenoscon los nombresde los reyes.Fueron los reyes quieneslevantaronlos pesadosbloquesde piedra?

    Bertolt Brecht de:"Cmo un obrero lee la historia".

    La ponderacin del "nivel cero",la "Plantabaja"urbana y edilicia,nivel peatonal deapropiacin y uso pblico por excelencia, definelos avances sociales en la materializacin de unacultura urbano-ambiental.

  • 40

    * la masividadTal vez el fenmeno central, protagnico de

    nuestro tiempo, sealado por la irrupcin de las grandes masas popularesreclamando su papel en la definicin de la historia.

    Los movimientos masivos,a partir de la revolucin francesa primero,yya en nuestro siglo con la revolucin rusa de octubre de 1917, se transformanen el fenmeno ms caracterstico de nuestra poca,signando con sus luchastodos los campos de la actividad humana,en lo poltico,en lo social y en locultural.

    Desde los planes masivos de vivienda a los conciertos multitudinariosde Rock and Roll,de las grandes manifestaciones polticas a la multiplicidad deorganizaciones sociales de todo tipo que luchan por los derechos humanos,porla ecologa, por la casa,por las fuentes de trabajo,por el medio ambiente,por losderechos de las minoras;desde las clulas barriales a los movimientos urbanos.

    Todo est teido por la impronta de necesidades,viejas y nuevas,que lospoderes institucionales no parecen en capacidad de satisfacer,ni siquiera desincerar su impotencia frente al desborde y abrir el camino a los cambios yfomentar alternativas.

    * la participacin. El primer producto surgido del impacto de lamasividad es,seguramente, la ampliacin de las demandas a niveles nuncaantes conocidos; pero el rasgo caracterstico de esta demanda amplificada noes slo cuantitativo,ya que el crecimiento nmerico,al sobrepasar determinadoslmites, trae aparejados cambios cualitativos que modifican sustancialmente laraz de los problemas a ser considerados.

    No se tratara entonces simplemente de ofrecer "ms de lo mismo",amenos que se parta del supuesto simplificado de que la masificacin excluyela posibilidad de contemplar la diversificacin y la identificacin de distintassituaciones,diferentes contextos y variadas particularidades (deemplazamientos,de hbitos culturales,de estilos de convivencia,de recreacinde paisajes ambientales...).

    Esta suele ser la visin desde la cual el poder institucional define suspautas de actuacin:aislar la cuestin circunscribindola a su carcter msespecfico (es decir haciendo de la parte un todo, por ejemplo con el problemade la vivienda)cuantificarla y tentar de resolverla sobre s misma en funcin deun determinado y siempre insuficiente presupuesto.

  • 41

    Clases de usuarios y usuarios declase

    Cabe aqu sealar un temaque no puede ser soslayado,si biensu tratamiento en profundidad ex-cede el mrgen de estas considera-ciones,como es el carcter clasista que se manifiesta detrs de la ca-

    racterizacin del usuario a considerar. En el colmo de la abstrac- cin se nos presenta la fi- gura de unusuario ideal generalizado,cuyos rasgos caractersticos se conside-ran prcticamente universa-

    les (aquellos que definen unmodo de vida,una manera de

    apropiarse y de usar el espa- cio,ciertas pautas para cuan- tificarlo y ciertas pautas para cualificarlo y significarlo),

    sin embargo,en este extremo, los valores "proyectados"no son otros que los del pro-yectista, que se extienden alo sumo a su grupo social depertenencia,a sus modalida-des culturales y al sitio ocu-pado en la estructura socio-econmica. Dentro de esta estrechez slo puede crecer una vi- sin "a imgen y semejan- za", y en cuanto tal,defor- madora de otras necesi- dades siempre ajenas.

    (sigue...)

    Nuestro cliente.Un nuevo tipo de usuario masivo quese resiste a ser meramente cuantificadoy exige de la arquitectura respuestasalternativas

  • 42

    Simplificando un poco las cosas,la tarea proyectual que da reducida amodelar un espacio mnimo con recursos mnimos para contener una situacinde vida igualmente mnima.

    Retomando los hilos iniciales,tratando de caracterizar los rasgos mssignifica tivos de una demanda ampliada,ms all de lo meramente cuantitativo,laconsideracin de la diversidad de intereses y de expectativas que conlleva ensu seno cualquier expresin de carcter masivo, pasa a ocupar una instancia dereflexin, si lo que se pretende es promover la bsqueda de caminos y modosde accin y de proyectacin alternativos, que sean capaces de reflejar, en ltimainstancia en obras construdas, un nuevo cuadro de valoracin social y devalores proyectuales asimilados disciplinariamente.

    Si la masividad implica una demanda ampliada,y sta un cmulo denecesidades y expectativas de gran diversidad (contradictoria con la uniformidadque parece ra ser la regla de los conjuntos habitacionales populares, y an delos edificios de propiedad horizontal que el mercado ofrece a las clases mediasurbanas), dentro de la unidad general de los requerimientos bsicos por unhbitat ms pleno y una mejor calidad de vida, la estructuracin de formas departicipacin surge como uno de los mtodos esenciales para conciliar ycoordinar democrticamente esta nueva complejidad de los viejos temas aresolver , como instancia superadora de los anlisis en abstracto,ausentes de larealidad,que terminan invariablemente cosificando la vida de los otrosreduciendo a nmeros a las personas involucradas.

    Procesos de participacin pueden abrirse,en distintos grados,en distintasinstancias,a lo largo y ancho del proceso de generacin de los espaciosnecesarios para el desenvolvimiento de la vida en sociedad.

    Participacin en los procesos de organizacin,de construccin y degestin del espacio, global y particularmente considerado.

    En lo que hace a la organizacin espacial hay puentes de participacinque van desde la definicin de las necesidades, prioridades y asignacin de losrecursos disponibles hasta la manifestacin de pautas y modos de uso, y en laelaboracin de los programas particularizados.

    Las experiencias de las cooperativas de vivienda de Montevideoen el Uruguay,demuestran,por ejemplo, como los propios usuarios proponansacrificar metros cuadrados de sus unidades priorizando un mayor y mejordesarrollo de los equipamientos comunitarios.

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    afiche del Sinamos(sistema nacional deapoyo a la movilizacin social)Per.1973.de : Architettura e territorio nell'Amrica Latina. Roberto Segre y Rafael Lopez Rangel

    Al hablar de condi- cionamientos econmi- cos no se niega la de- terminancia en ltima instancia de estos facto- res en cuanto a lo que efectivamente es posible de ser realizado; pero la estructura econmica imperante conlleva una serie de deformaciones donde, los valores

    inmobiliarios,larentabilidad exacerbada y la falta de recursospblicos determinan la saturacin de los tejidosurbanos,la saturacin de los lotes construdos y larepeticin de estereotipos"habitables"(la"propiedad horizontal" en reas centrales paralas clases medias,los monobloques suburbanos"para las clases"trabajadoras"-verdaderos ghetoscontemporneos-,la autoconstruccin periferizadapara los sectores marginales...) que son asumidospor los futuros usuarios, de acuerdo a pautasmodelizadas,impuestas como parte de loscondicionamientos sociales y econmicosvigentes.

    Cuando esta visin seampla lo suficiente comopara ver la diversidad delespectro social y culturalde- mandante,aparecenrpidamente en primerplano los condiciona-mientos econmicos,detrs de los cuales quedarelegada la evaluacin denecesidades de toda otranaturaleza.

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    En lo que hace a la materializacin constructiva, sobre todo con lossectores de menores recursos,existe seguramente un campo muy vasto para elaprovechamiento de experiencias que,trascendiendo la autoconstruccinespontnea o asistida,pongan en tensin las distintas capacidades adquiridasgeneralizando logros de economa de recursos y/o de "protoindustrializacin"como la fabricacin de paneles o piezas parte.

    Al respecto pueden considerarse como ejemplos la radicacin de la villa7 en Mataderos,Capital Federal;la experiencia mexicana del arquitecto argentinoFermn Estrella,o los trabajos del CEVE (Centro Experimental de la ViviendaEconmica) en Crdoba.

    Los mecanismos de gestin descentralizada,el fortalecimiento de lospoderes locales,el control de los aspectos de uso,administracin y mantenimientoen manos de organizaciones de usuarios,completan finalmente un cuadro deposibles niveles de participacin de los propios interesados que pueda,en sudesarrollo,sustraerse en la mayor medida posible de los costos y la dinmicaburocrtica de los poderes centrales.

    Conceptualmente se est aqu, considerando ahora la insercin eneste esquema de la propia disciplina, generando"un ensanche de la nocinde proyecto que ira de la participacin en la definicin de las necesidadeshasta la verificacin en el uso de los espacios construdos" .

    En otro aspecto relacionado con la injerencia participativa y msespecfico del campo disciplinario,cabe aqu mencionar la necesidad dedesarrollar y profundizar mtodos de aproximacin a la realidad ms certerosque la mera intuicin o la mejor intencionada caracterizacin de un tipo deusuario desde un tablero de dibujo o desde la pantalla de una computadora.

    El estudio y valoracin de un espectro amplio de situaciones y relacionestpicas, de diversos modos de uso y apro piacin del espacio, hacia unaarquitectura de la particularidad, donde la nocin vlida de una tipologaposible sea la simbiosis de un modo de vivir ms un modo de construr;o launidad perceptible de espacios y comportamientos ; o la unidad ms general(correspondiente a una idea de ciudad) entre determinados mbitos fsicos,lasactividades en ellos desarrolladas y las gentes que las desarrollan.

    Y estamos ya hablando del tercero de nuestros temas:

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    Una experiencia de gestin colectiva y participativa del hbitat en laciudad de Buenos Aires.Programa de Desarrollo local de San Telmo.Experiencia piloto:Manzana Independencia,Per,Chile y Bolvar.Regeneracin del Tejido Urbano con Propuestas de Rehabilitacin de edificios existentesy normativas para construcciones nuevas.Recuperacin de espacios abiertos al interiorde la manzana.Proceso de autogestin impulsado por Asociaciones Civiles (M.O.I.-Movimiento deOcupantes e Inquilinos-) y organizaciones cooperativas y barriales mediante acuerdoscon el Gobierno de la Ciudad.

    Taller de participacin barrial y muestra de trabajos sobre la manzana realizados poralumnos de la facultad de arquitectura y por el equipo tcnico del M.O.I.Jornada organizada en el saln de la escuela H.Vieytes (cuyo reciclaje forma parte delprograma).La escuela,cerrada y abandonada desde hace ms de 15 aos,se abre por primera vez ala comunidad por el impulso de las organizaciones locales que,negando la negacin delabandono,reivindican su espacio de pertenencia.

  • 46

    * La identidad.

    Poder reflejar,a travs de formas construdas,la manera de vivir deuna comunidad. La nocin de arquitectura-ciudad,particularizacin hacia la que seencaminan estas consideraciones comienza a emerger aqu en uno de susaspectos esenciales. Identidad y cambio, o ms precisamente, identidad en elcambio,son trminos de una ecuacin dialctica que han de adquirir valorinstrumental cuando se aborden los problemas de la indeterminacin y latransformabilidad en los planteos arquitctonicos; y tambien,msinmediatamente,nos llevarn a los mbitos de la cotidianeidad como espaciode realizacin de una identidad posible para un modo de vida variado y diverso.

    El desarrollo independiente de una comunidad determinada,en unmomento determinado de su historia,va naturalmente sedimentando una seriede manifestaciones,en todos los campos de su quehacer,que van constituyendola base material y cultural de esa comunidad,ms o menos asimilable,en susrasgos ms generales,al resto de las sociedades con las que mantiene intercambiosactivos,pero a la vez particularizada, identificable, en una serie de expresionesque, dentro de su modo de organizacin social, definen sus caractersticasculturales y tambien sus valores urbanos,espaciales y ambientales.

    Los fenmenos de crecimiento,cuanti y cualitativos,generancontinuamente todo tipo de cambios en una dinmica irrefrenable,en la que lasidentidades se fortalecen y sobreviven en nuevas adaptaciones o caducan y sonreemplazadas por otras.

    De la misma manera en que una persona cambia a lo largo de suvida,siendo en cada etapa otra de la que fue y sin embargo la misma,reconocible en sus rasgos esenciales("genio y figura,hasta la sepultura").De lamisma manera en que una persona,imposibilitada de crecer y desarrollarseindependientemente, o siempre sujeta a condicionamientos ajenos,pierde suidentidad y es slo un plido reflejo de las influencias que han dominado suvida.No se trata aqu de saldar una polmica entre"LA IDENTIDAD"comovalor inmutable,en el sentido de la preservacin de aspectos considerados"tradicionales", ni mucho menos de entrar en el confuso y equvoco terreno dela idea de identidad referida a notables vaguedades como "el ser nacional" o"nuestro estilo de vida",por una parte,y la sublimacin de la nocinde"CAMBIO",asimilada a una igualmente oscura idea de"progreso"ode"modernidad"en su acepcin vulgar de mera incorporacinde"novedades"(casi invariablemente formales),por la otra.Los entrecomillados solamente subrayan la relatividad,cuando no la propia indefinicin de lostrminos utilizados.

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    Buenos Aires.Barrio Cafferata.alred.1920.los intentos oficiales todava planteaban la insercin de viviendas econmicas en eltejido de la ciudad.la sencilla alineacin de casas similares identificaban la sencillez de similares expectativasde vida para las clases populares en los comienzos del siglo,cuando la integracinpareca posible y las contradicciones no alcanzaban a ser antagnicas(la diversidadcontenida todava en los mrgenes de cierta unidad)(los ideales burgueses de un hbitatdigno-la casa con jardn-plasmaban un modelo que el progresismo de la poca entendageneralizable)El cuadro de entrada al nuevo siglo ha cambiado dramticamente aquella perspectiva,quevista desde nuestros das se percibe tan bien intencionada como ingenua.

    foto de : Architettura e territorio nell'Amrica Latina.Roberto Segre y Rafael Lopez Rangel

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    El privilegio de cualquiera de los dos factores,aislado unilateralmentedel otro,es decir no reconociendo entre ambos una unidad dialctica, yabsolutizando lo que es relativo(no siempre inocentemente), es lo nico queexplicara las reiteradas cadas hacia formas historicistas, o preservacionistasa ultranza, o "contextuales"en un sentido meramente formal y/o tipolgico,cadasapoyadas mu chas veces en mecnicas interpretaciones sociologistas,hacia unlado;o bien la deificacin pseudo vanguardista de los cambios que promueventodo tipo de "ismos" ,apoyados fundamentalmente en una peridica renovacindel gusto,y a veces en expresiones parcializadas de algunos cambios tecnolgicos.(funcionales ambos a una interesada dinmica de consumo - de formas,deespacios,de imgenes...-)

    Salir de esta vertiente de enfocar las cosas,desde nuestro punto de vistainconducente,exige un desplazamiento de los ejes de la cuestin,al menosdentro del campo de nuestros intereses disciplinarios, que podramos apriori,bosquejar de la siguiente manera:buscar la identidad(unidad)en loscriterios de valoracin del ambiente urbano ,aceptar,y an promover, lamayor diversidad en cuanto a sus modos y formas de materializacin yexpresin,y asumir su realizacin dentro de un proceso de cambioininterrumpido, que sera en definitiva (este proceso de cambio) el motornecesario para alcanzar esa identidad y redefinirla desprejuiciadamente encada instancia superadora.

    Algunos elementos nuevos obligan a extender esta aproximacin.Por un lado la aparicin de una cierta relacin entre los conceptos de

    identidad y cambio y los de unidad y diversidad,par este ltimo que serdesarrollado ms adelante.

    Por otro,al hablar de bsqueda de identidad en los criterios de valoracindel ambiente construdo(la ciudad?)se impone un principio de discriminacin,almenos transitorio,para no caer en generalizaciones que no se corresponden conla actual realidad.

    Pueden los criterios de valoracin referidos ser uniformes?es factible,den tro de la divisin de clases de nuestrassociedades,imaginar,proyectar,construir un ambiente consensuado portodos ?es factible dentro de la realidad centro-perifrica bocetadaanteriormente?parecera que la publicidad televisiva es lo nico capaz de lograr (?) (o

    de fingir) este milagro;

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    El molino ya no est... pero el viento,sopla todava.

    de:cartas a Theo de Vincent Van Gogh

    "Caminen descalzos a lo largo deuna playa,a travs de las olas quese deslizan ya sea hacia la tierra,ya sea hacia el ocano.Se sentirnreconciliados de un modoimposible de lograr por el dilogoforzado con uno slo de estosgrandes fenmenos,puesto queall,entre la tierra y el ocano,enese espacio intermedio,nos sucedealgo que es totalmente diferentede la nostalgia perpetua de losmarinos:no es nostalgia de latierra en el mar,ni nostalgia delmar en tierra firme.No es nostalgia de la otra alternativa,ni escapede lo uno hacia lo otro.

    La arquitectura debeextender esa estrecha frontera,darle dimensin de territorio:unintermediario articulado.Su tareaes suministrar ese territorio inter-medio a travs de la construccin,es decir,crear,desde la escala dela casa hasta la de la ciudad unpuado de lugares reales paragente y cosas reales.Lugares queacenten,en lugar de dilurla,laidentidad de sus significados es-pecficos". Aldo Van Eyck / Team 10

    Berisso.Prov.de Buenos Airesla impronta fabril de un incipiente proceso deindustrializacin,se sobreimprime a las casasde madera y chapa de los trabajadoressindicalizados.Una tecnologa apropiada,generadora de una imgen propia yoriginal,acorde con un momento determinadode un proceso de desarrollo.

    foto de : Architettura e territorio nell'Amrica Latina.Roberto Segre y Rafael Lopez Rangel

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    slo el modelo de vida publicitario llega a todos los hogares a travs dela pantalla.

    Pero llega slo hasta la pantalla.All,en una especie de realidad virtualse desarrolla la ficcin de que a todos nos identifican determinadosproductos,determinados lugares,ciertas pautas de comportamiento,ciertoambiente deseable...Un marciano recin aterrizado,puesto frente a la uniformidadde los mensajes emitidos por los medios,creera alcanzada la civilizacin de laabundancia y de la igualdad de oportunidades para acceder a ella;gracias a lapantalla todos viajan,viven en magnficos sitios,conducen hermosos automvilesy disfrutan de los mejores vinos.O sea:un largo camino a recorrer.

    Finalmente cabe preguntarse: identidad entre quienes? yresponderse que la identidad slo es posible entre iguales,entre seres socialmenteiguales.

    A este punto,despues de una exploracin de ver con los propiosojos,nuestro marciano habr ya alcanzado su desilusin.Y nosotros la sospechade que los criterios de valoracin,cualesquiera que ellos sean,sin haberlos andefinido,estarn fuertemente ligados a un usuario concreto a la bsqueda demejorar o superar su concreta situacin de vida;y la del ambiente en que ladesarrolla,con el cual desea identificarse y ser identificado,y no puramentecuantificado y masificado.

    De ah la sugestin de encontrar una identidad posible para un modode vida posible,representativo de sectores y grupos as como de sus luchas yde sus sueos.

    Se presenta aqu una definicin del concepto de modo de vida.Cerraremos ahora con un parrfo de la misma que puede introducirnos

    en el cuarto de nuestros temas..."En la esfera del modo de vida,el hombre asimila la masa fundamental

    de valores culturales caractersticos de la poca dada y al alcance de laspersonas de una capa social determinada"...

    El mbito,el espacio vital que se corresponde con la esfera del modo devida es el mbito de la cotidianeidad .

    * La cotidianeidad.

    El flur de la vida,lo repetitivo,lo de todos los das,lo irreductible,lo que es hoy y volver a ser maana...La experienciacomn,colectiva,del hombre en la ciudad,desarrollada sobre un mbito fsicoconcreto, como espacio de actuacin;espacio de reproduccin y representacinde la vida cotidiana.

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    Modo de Vida

    Esfera de la vida extraproductiva que se caracteriza por las condicionesmateriales,las relaciones entre los hombres y las formas de su actividad vital.

    En el modo de vida las relaciones sociales se forman en dependencia delas relaciones existentes en el modo de produccin,pero, incluso en los marcosde la sociedad en su conjunto,dispone al mismo tiempo de relativa independencia. El modo de vida juega importante papel en la formacin de la perso-nalidad.

    En la esfera del modo de vida,el hombre asimila la masa fundamentalde valores culturales caractersticos de la poca dada y al alcance de laspersonas de una capa social determinada.

    El desarrollo del modo de vida se halla condicionado tanto por el nivelde desarrollo de la produccin material cuanto por el sistema de relacionessociales existente.

    del: Diccionario de Filosofa de Blauberg.

    Pintura mural en terrenos de la traza de la ex autopista central AU3Imgenes de la vida cotidiana que se reconstruyen sobre sus propias huellas

    foto:J.Barbagallo

  • 52

    Escenario sobre el cual se dirimen las luchas por su propio mejora-miento,como parte integrante del mejoramiento de las condiciones de vidacotidiana de sus habitantes,pivotando sobre la unidad entre el quehacer de loshombres y los mbitos sobre los que este quehacer se manifiesta en formatangible.

    Emerge aqu una primer nocin de Barrio.Los mbitos barriales como espacios de reproduccin y representacin

    de la vida cotidiana,espacios intensamente vividos y como tales los msconocidos,apropiables y de gran identidad para sus residentes. El barrio como primer escaln de la conciencia socio-espacial urbana,unidad definible,y por lo tanto identificable y caracterizable, por encima de loindividual.

    Unidad sobre la que es posible actuar,dentro de ciertos lmites,invo-lucrando y consensuando los deseos y necesidades de sus habitantes y sincomprometer necesariamente la voluntad de toda la ciudad.

    Unidad socio-espacial dentro de la cual pueden verificarse una seriede situaciones y relaciones tpicas que pueden constituirse en parte de unsistema de referencia inmediato para la arquitectura, incluyente de valoreshistricos, sociales,psicolgicos,comportamentales (o de uso),espaciales ymorfolgicos,apreciados por los residentes,ampliables y,en ciertos aspectos,generalizables.

    Podra decirse que cada barrio contiene en si mismo parte de su des-tino,en general,como unidad de organizacin del espacio y la vida cotidiana enla ciudad; y en particular,cada uno de ellos,en cuanto a la definicin con-certada de su rol urbano para el conjunto de la ciudad.

    El barrio,tema particularizable,merecer una mayor aproximacin msadelante,a partir de la cual se abrirn a su vez caminos hacia otras precisionesacerca de las nociones de lo cotidiano y del espacio vivido,as como de la ideade centralidad urbana,sin la cual la cotidianeidad queda reducida a unaexpresin incompleta y empobrecida de la vida urbana,ya que el barrio semuestra claramente insuficiente para contener todos los aspectos que hacen ala misma,mientras que el CENTRO (o mejor las actividades asociativas que locaracterizan) parece mantener un alto grado de identificacin a escala de todala ciudad,y resumir,potencialmente,la idea de un ambiente consensuado capaztodava de reunir grupos y clases diversas.

    Aseveracin,sta ltima, que se ver convenientemente relativizada yconvertida en interrogante al plantearse los lmites de heterogeneidad(diversidad) a partir de los cuales se destruye la unidad y se vuelve al terrenode los antagonismos.

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    Pinturas murales en la ex AU3

    dos pequeas enseanzas Las imgenes que acompaan estas pginas(pinturas realizadas sobre restos de casas demoli-das en la traza de la ex autopista central-AU3-,en terrenos de la calle Holmberg) contienen algo de inquietante:justamente el haber sido realizadas

    sobre la traza de lo coti- diano(lo irreductible). La imgen de una co- cina sobre los restos de una cocina;los vecinos que"matean"en el pa- tio,all donde hubo un patio lleno de vida;la de alguien empeado en seguir subiendo una es- calera que ya no existe como un fantasma so- bre sus viejas huellas. Es como si algo traum- tico hubiera sucedido y despues de la destruc- cin operada,los viejos moradores hubieran sentido la necesidad de recuperar"in situ"su perdida cotidianeidad. Efectivamente algo gra- ve sucedi: la demoli- cin de cuadras enteras, centenares de casas,en nombre del progreso, para construr una au- topista que,afortunada- mente no se construy.

    Al cabo,lo nico que de- vuelve cierta tranquili- dad es la certeza de que patios y cocinas volve-

    rn a brotar otra vez...en otro tiempo y en otro lugar...y an,tal vez...en el mismo lugar...

    Cabe aqu extraer dos posibles enseanzas: La ciudad se reconstruye incesantemente sobre sus propias huellas...Y...stas no son otras que las huellas de lo cotidiano.

    fotos:J.Barbagallo

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    (ya que si bien "el centro"puede ser accesible ocasionalmente a "todos",no loes en relacin a lo cotidiano,por razones de distancia,disponibilidad detiempo,transportes disponibles, capacidad econmica,motivaciones socio-culturales,etc.)

    Cotidianeidad y centralidad constituyen posiblemente la ecuacinms significativa de la ciudad contempornea.

    Su presencia o ausencia relativas, su nivel de implementacin ydesarrollo,reflejado en el plano fsico en las relaciones entre la vivienda y losequipamientos sociales y los espacios productivos,en sus conexiones ysuperposiciones en sus distintas escalas,en su proximidad,en los modos de usoy apropiacin de las distintas reas de la ciudad,que estas relacionescondicionan,en la conformacin de un paisaje urbano de referencia;aspectostodos de esta unidad entre lo central (como asiento de los mximos niveles desocialidad)y lo barrial (como sostn de la organizacin del espacio para la vidacotidiana).

    En la materializacin de este sistema de relaciones puede leerse elnivel alcanzado por una comunidad determinada en cuanto a su culturaurbana y ambiental y en cuanto a los criterios de valoracin,espaciales ysociales,que prevalecen en su seno.

    La verificacin hecha anteriormente de las relaciones en trminos decentro y periferia,la presencia de zonas ms o menos exclusivas para deter-minados grupos sociales dentro de la ciudad,as como su segmentacin utili-taria en "reas funcionales", las barreras que dificultan los niveles de inte-gracin y accesibilidad,el deterioro del marco ambiental dentro y fuera de lasreas centrales,y una tendencia al abandono de los sectores marginaliza-dos,acompaada por la emigracin hacia zonas cada vez ms exclusivas de lossectores medios y altos,conforman el cuadro ms bien pobre de los "logros"alcanzados en nuestro medio a la actualidad.

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    en la ducha.de la serie : pequeos sucesos de la vida cotidianatintas sobre papel. 0.50x.0.50. J.Barbagallo

    pequeos sucesos de la vida cotidiana

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    * 3 - Contenidos Espaciales.Reflejos en lo urbano-arquitectnico.

    "El estudio de las relaciones entre los seres humanos y suslugares de residencia es uno de los fundamentos de las ciencias humanas.Laciudad no tiene realidad ni razn de ser en si misma;slo existe en la medida enque los hombres la invaden.La ciudad salida de la era industrial se nos presentacomo un puzzle que rene espacios cada vez menos polivalentes,que definenestrictamente los criterios de rentabilidad".

    ( Michel Jean Bertrand.La ciudad cotidiana).

    * 3.1 - La ciudad.El barrio.La arquitectura.

    La ciudad,como albergue de la actividad social delhombre,y en cuanto es en si misma un producto de esa actividad, no puede sinoreflejar,en su materializacin y estructuracin,las contradicciones imperantesen el seno del conjunto social de que se trate.En nuestros das,la ciudad,elhbitat urbano,la propia vida urbana,han alcanzado,en todos sus aspectos,unacomplejidad jams conocida anteriormente.

    Nuestras ciudades,si bien no registran los estallidos de una explosindemogrfica,han crecido revasando sus centros originales y dando lugar a todotipo de conformaciones perifricas que a su vez presionan sobre ellos;lasescalas de relacin han sido alteradas,y salvo para las clases acomodadas,losvalores de uso,de identificacin y apropiacin de la ciudad por parte de sushabitantes,se han vuelto confusos y poco aprehensibles.La arquitectura seuniformiza descontextualizada y especulativamente;el paisaje urbano seencuentra altamente polucionado.

    La misma continuidad espacio-cultural que permita la lectura histricade la ciudad se ve afectada y rota.

    Respecto de lo que aqu nos interesa,intentaremos reformular algunasclaves que ponen en relacin diversas es