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OCÉANO PACÍFICO BAJA CALIFORNIA GOLFO DE CALIFORNIA CIUDAD CONSTITUCIÓN La Paz Cabo San Lucas Todos Santos Comondú Loreto Mulegé Hermosillo Huatabampo Empalme CIUDAD CONSTITUCIÓN Ciudad Constitución CRONISTA: José Soto Molina Baja California Sur

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Page 1: Baja California Surde Salvador Abascal Infante no previó la aridez del terreno, el entorno de la Segunda Guerra Mundial y el incumplimiento de apoyo por parte del gobierno federal

OCÉANOPACÍFICO

BAJACALIFORNIA

GOLFO DECALIFORNIA

CIUDADCONSTITUCIÓN

La Paz

Cabo San Lucas

Todos Santos

Comondú

Loreto

Mulegé

Hermosillo

Huatabampo

EmpalmeCIUDAD

CONSTITUCIÓN

CiudadConstituciónCRONISTA:José Soto Molina

Baja California Sur

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58 | Fundación de Ciudades en México

Su historia, de apenas 64 años, no explica el largo proceso de mexicani-zación y colonización de la tierra, las limitaciones presupuestales del anti-guo gobierno del Territorio Federal, la escasez de población y las dificultades que enfrentaron las primeras colonias agrícolas de Santo Domingo, San Juan de Matancitas, Álvaro Obregón (1933-38) y María Auxiliadora (1942).

La mexicanización de los llanos de MagdalenaEl plan de colonización fue la res-puesta patriótica del gobierno mexicano a muchas décadas de fi-libusterismo, ofertas de compra de la Baja California, concesiones de tierras a compañías deslindadoras que no cumplieron la condición de poblar el viejo territorio sur y a la amenaza imperial que buscó, por di-versos medios diplomáticos, estable-cer una base naval permanente en la isla Margarita durante el régimen de Porfirio Díaz, como escala en la ruta San Francisco-Panamá, o para asegurar el control naval del Pacífico desde las vísperas y durante la Pri-mera Guerra Mundial.

El paisaje típicamente nortea-mericano de la bahía y llanos de

Magdalena, con sus cazadores de ba-llenas, de nutria y de lobos marinos, las barracas orchilleras y sus colonos ecuatorianos, el eco de quince mil ma-rines y el estruendo de los cañones y torpederos que ocuparon la base naval de isla Margarita, fue recobrando su antiguo silencio. Así desapareció la ru-ta comercial de exportación e impor-tación que articuló a bahía Magdalena con los capitalistas de San Francisco y San Diego, California, abierta por la compañía Cobos & Monroy, de Guaya-quil, Ecuador, en sociedad con J. P. Ha-le, desde 1872 que se abrió el puerto de altura en Magdalena.1

La ciudad de Cortés, trazada por el ingeniero Barón Philippe de Rouge-mont en los llanos de Magdalena, nun-ca logró erigir las colonias extranjeras anunciadas por la publicidad de tierra gratis de la compañía Flores & Hale.2 El deslinde de tierras, iniciado desde 1883, pronto fue cubierto por las finas arenas de la costa, y en los largos y sinuosos esteros de la gran bahía (lon-ge island) se retiraron los pescadores furtivos y los cazaballenas conforme los gobiernos de México iniciaban la construcción de un nuevo proyecto para la Baja California en las primeras décadas del siglo XX.3

C iudad Constitución es una ciudad mexicana, en el estado de Baja California Sur, fundada en un extenso semi-desierto que por mucho tiempo se resistió a la conquista de los misioneros jesuitas del siglo XVIII, que buscaban un sitio de abrigo para la nao de Manila en bahía Magdalena o para establecer un proyecto de misión en honor a la Santísima Trinidad. Igual fracaso colonizador resultó la

concesión de grandes extensiones de tierras a compañías deslindadoras norteamericanas des-de 1864 hasta el 11 de mayo de 1933, año en que el gobierno federal expropia un millón 247 mil hectáreas y las dispone a la colonización agrícola con campesinos mexicanos.

Ciudad ConstituCión / Baja California Sur

Campamento de la compañía TyCSA, a cargo de la construcción de la carretera transpeninsular.

1 Dení Trejo Barajas, La economía regional, en Historia General de Baja California Sur, Plaza y Valdés, 2002.2 Fernando Jordán, El otro México, Biografía de la Baja California, UABC, 1977.3 José Soto Molina, En los ojos del Imperio. Bahía Magdalena en la escena internacional, inédito.

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4 Informe sobre el Distrito Norte de la Baja California, Modesto C. Rolland, 1993, SEP-UABC5 Informe Presidencial del Gral. Abelardo L. Rodríguez, Cámara de Diputados, 1933.6 Informe de gobierno, Gral. Juan Domínguez Cota, BCS, 1933. FALTA NOTA 7

Del tiempo de las grandes conce-siones a compañías extranjeras sobre-vivió la Concesión Haff. El abogado estadounidense Delbert H. Haff había adquirido la propiedad de Flores & Hale, traspasada a la Chartered Com-pany de Lower California y a la Ame-rican Trust Company, en 4 millones de pesos en sentencia de remate por el juez de 1ª Instancia de Ensenada, Baja California, que sumado a otras propiedades del gobierno federal y 44 fracciones, le dieron el usufructo sobre 1 millón 958 mil 752 hectáreas. La operación, recomendada por el Banco Occidental de Mazatlán, Sina-loa, por conducto de Rocherll, Ruffo y Company, extendió el latifundio Haff hasta el año de 1933.4

En la década de los treintas del si-glo XX los principales problemas del desarrollo regional se relacionaban con la soberanía, las comunicaciones y la falta de población. El goberna-dor Juan Domínguez Cota encargó a un despacho de abogados el estudio

jurídico de la concesión otorgada al senador Delbert J. Haff, con el fin de promover la colonización agrícola de los llanos de Magdalena. En res-puesta a esa petición, el presidente Abelardo L. Rodríguez procedió a la expropiación de un millón 247 mil 460 hectáreas que se destinaron a la colonización.5

En una superficie de 400 hectá-reas, localizadas en una zona de la Purísima, el gobierno del territorio impulsó la colonización del valle de Santo Domingo. Durante su período se fundaron las colonias de Matan-citas, Santo Domingo, Poza Grande y Gral. Juan Domínguez Cota, se construyeron canales de irrigación

y se apoyó a los colonos nativos con aperos, animales, semillas y vivien-da.6 Con el apoyo del ejército se atendieron los caminos de la Zona Norte y la reparación del camino La Paz-Magdalena.

El 28 de septiembre de 1936 el presidente Lázaro Cárdenas anun-ció en cadena nacional su Plan de Recuperación de los Territorios de Baja California y Quintana Roo con el fin de impulsar su poblamiento y fomento económico. Ese mismo año se creó la Comisión Intersecretarial y se plantearon diversos acuerdos sobre agricultura, comunicaciones, comercio, industria y crédito, entre otros puntos.7

Flota Blanca, 1908. Base naval de Puerto Cortés.

En la década de los treintas del siglo XX los principales problemas del

desarrollo regional se relacionaban con la soberanía, las comunicaciones y la falta de población.

Cronista: José Soto Molina

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No obstante que la Brigada Pro-Te-rritorios encomió la gestión del gober-nador al establecer colonias agrícolas, en realidad la colonización del valle de Santo Domingo, impulsada bajo el sis-tema de norias, entró poco tiempo des-pués en un desplome de las actividades agrícolas para dedicarse los colonos a la pesca y ganadería menor. La primera etapa de la colonización se vio afectada por la escasez general de refacciones y maquinaria que produjo la Segunda Guerra Mundial y por la escasa expe-riencia agrícola de los colonos.8

En 1941 la Unión Nacional Sinar-quista y su dirigente Salvador Abascal Infante propusieron un plan de cola-boración al presidente Manuel Ávila Camacho. El 11 de enero de 1942 un grupo de colonos de El Bajío, de abier-to radicalismo religioso y antagonis-mo a los gobiernos de la Revolución, fundó la colonia María Auxiliadora en el lugar conocido como Plan de Caballos.9 El plan de Abascal no previó la aridez del terreno, el entorno de la Segunda Guerra Mundial y el incum-plimiento de apoyo por parte del go-bierno federal. El principal problema que enfrentaron los sinarquistas fue la falta de agua. El dinero que recibió de los jefes secretos de UNS fue insu-ficiente para cubrir las necesidades sociales y productivas de la colonia.10

La jefatura de Abascal en la colonia de María Auxiliadora duró únicamen-te dos años y su salida, forzada por mediación de la Iglesia, que lo obligó a firmar un juramento de silencio, provocó el abandono de la mayoría de los colonos. El conflicto de Abascal con la dirigencia de la UNS se recrudeció desde 1943 y dividió a los colonos.11

En 1944 salió Salvador Abascal, su esposa y su pequeño hijo Juan Bosco. Para el mes de julio quedan en María Auxiliadora ocho de las 247 personas colonizadoras. La UNS no interrumpió su contacto con la colonia y realizó di-versos intentos para repoblar y conciliar las divisiones sin ningún éxito, acordán-dose repartir los bienes de la colonia en grupos de trabajo: “San Isidro”, “San Fé-lix”, “Vasco de Quiroga” y “Santa Cruz”. Las inundaciones de 1949 afectaron

cultivos, maquinaria, ganado y equipos de bombeo. Las familias restantes se adhirieron a los beneficios del Decreto de Colonización de 1949.12

El Kilómetro 211El primer trazo de la brecha peninsular La Paz-Tijuana comprendió el período de 1921 a 1930 y comunicaba los ran-chos costeros de El Médano, El Conejo, La Vieja, El Refugio y Filos para llegar a bahía Magdalena. Pocas rancherías y

DelBert J. Haff. Gral. Juan Domínguez Cota.

El plan de Salvador Abascal Infante no previó la aridez del

terreno, el entorno de la Segunda Guerra Mundial y el incumplimiento de apoyo por parte del gobierno federal. El principal problema que enfrentaron los sinarquistas fue la falta de agua.

8 Edith González Cruz (coordinadora general), Historia General de Baja Califoria Sur, II Los procesos políticos, 2003, Ed. Plaza y Valdés, S. A. de C.V.9 José Soto Molina, La mexicanización del valle de Santo Domingo, periódico El Sudcaliforniano, 2003.10 Salvador Abascal, Mis recuerdos: Sinarquismo y colonia María Auxiliadora, 463-465. 11 Pablo Serrano Álvarez, El Sinarquismo por tierras del territorio de Baja California Sur: María Auxiliadora, colonización y simbolismo cristianos en épocas de modernidad, 1940-1944. En Memoria del Simposio de Historia y Antropología de Sonora (Hermosillo: Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad de Sonora, 1994).12 Jean Meyer, Sinarquismo, ¿Un fascismo mexicano? Ed. Joaquín Mortiz, México, 1979.

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Cronista: José Soto Molina

poblados existían en los llanos: Matan-citas y El Cervatillo, ranchos ganaderos propiedad de las compañías orchilleras; Buena Vista, como Casa del Viajero (1941); Palo Bola, como descanso de los rancheros que viajaban desde San Luis Gonzaga; y Santo Domingo viejo. Hacia 1948 el trazo de la carretera se dirigió al valle de Santo Domingo des-de El Salvador, cercano a Santa Rita. En el verano de 1951 se estableció un campamento en la subdelegación de Palo Bola y se contrató a gente de la zona para los trabajos de brecheo. Don Alejo Verdugo quedó a cargo del cam-pamento, conforme avanzaba el tramo carretero hacia el norte.

La Junta Federal de Caminos había considerado que cada cien kilómetros se estableciera un campamento, por lo que se ordenó la construcción de un campamento en el kilómetro 100 y otro en el kilómetro 200. El 211 se ubicaba en una zona conocida como “El Derramadero del Romerillal” o “La Cañada de los Romerillos”, debido a que en tiempos de lluvia queda-ba surcado por las avenidas de agua bronca. El velador del campamento de Palo Bola, don Alejo Verdugo, se trasladó del rancho Palo Bola, donde inició el campamento de la TyCSA, al nuevo campamento del kilómetro 211, donde construyó una casa con maderas de la región y un corral para su ganado; también perforó un pozo artesiano que abasteció de agua a los operarios de la TyCSA. Sobre el trayec-to carretero, a la altura del kilómetro 211, se estableció un campamento de la compañía Talleres y Construcciones, Sociedad Anónima, contratada por la JFC para construir la carretera trans-peninsular Benito Juárez.13

El poblado recibió dos denomina-ciones: uno, en el argot de los cami-neros de la TyCSA, como “Kilómetro

211”; el otro como “El Crucero”, en el habla de la población nativa, por el cruce de caminos que se produjo entre la vieja brecha de Palo Bola a El Refu-gio-Magdalena y el trazo carretero. La construcción del campamento, dise-ñado por el ingeniero Francisco López Sanabria, fue encargada al albañil Carlos Grijalva y, tras enfermar éste, el albañil de la TyCSA, don Luis Tapia Moreno, concluyó la obra proyecta-da. En 1954 concluyeron los trabajos de brecheo, a la altura del kilómetro 256, lo que derivó en la liquidación de los trabajadores de la TyCSA y sólo algunos permanecieron en el lugar

ante las expectativas que produjo la colonización.

El restaurante de “Los Abuelitos”, de Lorenza Moreno y Basilio Tapia, originarios de Cosalá, Sinaloa, se con-virtió en escala obligada en el trayec-to a La Paz que recorrían maestros, colonos, rancheros y todo aquel que viajaba por aquella brecha de caliche. En sociedad con Eliseo Santana, Los Abuelitos expendían combustible y refrescos helados, en un refrigerador de gasolina. Poco después, Santana Valdez adquirió el rancho La Pitayona, en sociedad con Víctor Palacios, y esta-bleció una gasolinera.14

Colonos de Matancitas.

Colonos sinarquistas.

13 Testimonio: Panel 2000, Raúl Real Zúñiga y Víctor Manuel Peralta Higuera. 14 Testimonio de Bernardo Tapia Picos, Leonor Tamayo y José Rubio Cosío.

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Ciudad ConstituCión / Baja California Sur

México conquista a MéxicoEl Gral. Agustín Olachea (1946-1956) dio un nuevo impulso a la coloniza-ción agrícola. Desde 1948 empren-dió una campaña masiva nacional impresa y radiofónica donde invitó a los inversionistas de “buena volun-tad” a colonizar el territorio de Baja California Sur. “El territorio sur de la Baja California los espera. Su espíritu progresista encontrará el campo más propicio. Sus inversiones tendrán aquí las más amplias garantías y un margen de utilidades casi fantástico”.15

En la declaratoria del 7 de diciembre

de 1949, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 24 del mismo mes y año, se declaró de utilidad pública la colonización de los terrenos nacio-nales del Valle de Santo Domingo, en una superficie aproximada de 400,000 hectáreas. En su segunda visita a la región, el presidente Alemán Valdés creó un fideicomiso por 6 millones 100 mil pesos para la formación de nuevas colonias agrícolas que hacia 1950 llegaban en forma abrumado-ra y planteaban nuevos retos hasta completar 64 colonias en el distrito de colonización.16

La colonia RevoluciónEl grupo de la colonia Revolución se formó desde 1950 en la ciudad de Mexicali con un promedio de 70 fami-lias radicadas en el ejido Janitzio y en las colonias Cuervos y Alemán. El 10 de mayo de 1953 llegó a El Crucero una avanzada de tres familias: César Mendoza Quintero, su esposa Guada-lupe Ramos Navarro y su hijo Crispín; Candelario Armenta, su esposa Sabina Alcántar y sus hijos Enrique y Salva-dor; Luis Guízar, su esposa Margarita Cardoza y sus hijos Teresa, Luis y An-tonio. Meses después arribaron Jesús Martínez y Cayetano Madrigal.

El camión Chevrolet 1951, enviado por el gobernador Agustín Olachea para apoyar su traslado, recorrió mil 365 kilómetros de terracería a través de diversos tramos pavimentados, de caliche y sin ningún mantenimiento hasta estacionarse en lo que sería su primera ubicación, a la sombra de un mezquite, a casi 100 metros del cam-pamento de la TyCSA.

César Mendoza, representante de la colonia, se entrevistó el 23 de mayo con el gobernador para iniciar las gestiones que requería el grupo como crédito, maquinaria y diez pozos profundos. Al mismo tiempo, iniciaron el desmonte de 100 hectáreas y en noviembre soli-citaron tubería, dos equipos de bombeo y crédito. En el oficio plantean que se reserven las tierras desmontadas y el aval del gobierno ante el Banco Agríco-la para adquirir un equipo de bombeo, un tractor equipado y un camión para el servicio de la colonia, señal de las dificultades que enfrentaban con el grupo de Mexicali desde que enviaron a Antonio Guzmán Curiel y José María Méndez como nuevos representantes del grupo de Mexicali.17

Campamento de la Tycsa, conocido como “La Casa Amarilla”.

El general Agustín Olachea (1946-1956) dio un

nuevo impulso a la colonización agrícola. Desde 1948 emprendió una campaña masiva nacional impresa y radiofónica donde invitó a los inversionistas de “buena voluntad” a colonizar el territorio de Baja California Sur.

15 Revista Mañana, 1951. Citado por Reyes Silva, Mis recuerdos del valle de Santo Domingo 1950-1956, Ed. Gob. del Estado de BCS, 2000.16 ACUERDO que declara de utilidad pública la colonización del predio Valle de Santo Domingo, en Territorio Sur de la Baja California / Cap. Enrique Aguilar Morales, correspondencia, mayo 1969.17 Documento inédito: Museo de Historia de la Colonización, Ciudad Constitución, BCS.

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Cronista: José Soto Molina

A principios de 1954 el goberna-dor del estado de Baja California, Braulio Maldonado Sández, concedió dos pases para el barco guardacosta Tarica, estacionado en el puerto de Ensenada, para el traslado del grupo de colonos Revolución, compuesto por 74 integrantes y sus familias. El comercio apoyó a los colonos con en-seres, alimentos y herramientas. Cua-tro días después, en el muelle de La Paz, el Gral. Agustín Olachea recibió el contingente y dispuso de un dompe para el traslado a Santo Domingo. En el grupo venían Miguel Zazueta, Per-fecto Medina, Sabás López y sus hijos Amalio, Jesús y Ramón; Luis y Tomás

Solorio; Lucio Ontiveros, Esteban Ga-ribay, Luis Naranjo, Remedios Cardo-za, Darío Hernández, Pablo y Benito Banda; Manuel González, Mercedes Patiño, Ruperto Camarillo, Guadalu-pe Cruz y otros que recorrieron, du-rante quince días, el difícil trayecto de la carretera, como el presidente de la colonia Manuel Lizárraga y su esposa, que alumbró en el trayecto,18 Pedro Ramírez, José, Juan y Antonio Razo, Alfredo Mendoza, Alfredo Arrollo, Ignacio Cruz y Miguel Flores.

La colonia Revolución se estable-ció en El Crucero, a la intemperie, en carpas de lona y ramas del monte, sin ningún trazo urbanístico y apenas un

pequeño conjunto de casas que ro-deaban el edificio de la Casa Amarilla, como se le dio en llamar al campa-mento de la TyCSA. Por acuerdo de la colonia, cada familia se asentó en lotes donde levantaron sus viviendas tipo choza, con palma, horcones de palo fierro, varas de cardón y pitahaya, sacas de raspa, manta o cartón negro.

El año de 1954 definió el surgi-miento del poblado tras la terminación de la obra carretera. Además, varias colonias agrícolas, que iniciaron labo-res desde 1950 y 1952, enfrentaron el problema de falta de agua y sus miem-bros emigraron a El Crucero. De esos colonos, predominantemente de los estados de Michoacán, Zacatecas, Si-naloa y Jalisco, surgieron carnicerías, panaderías, tortillerías, restaurantes y otros oficios que aseguraron el abasto de alimentos y agua a la población.

El gobierno territorial concedió a la colonia 400 hectáreas, divididas en cua-tro grupos de producción, y se perfora-ron tres de los siete pozos solicitados. Meses después el gobernador entregó, en una visita personal, un tractor equi-pado y semillas. Ese año fue designado el capitán Enrique Aguilar Morales como subdelegado de El Crucero, con lo que el nuevo poblado se independizó de la subdelegación de Palo Bola, a cargo de Telésforo Astorga. De igual manera, se estableció el 14 Batallón, enviado por la Tercera Zona Militar, al mando del teniente José Caballero Alemán, quien auxilió a la población en tanto el subdelegado se trasladaba de Santo Domingo a El Crucero.

En diciembre de 1954 arribó la Brigada de Colonización, proceden-te de Chihuahua, integrada por los ingenieros Octavio Clemente Pérez, Ramiro Rodarte y Luis Martínez Díaz, para continuar los trabajos del inge-niero Luis J. Gallo en la zona norte del valle. Establecidos en la Casa Amarilla,

Visita de Miguel Alemán al territorio. BarCo Tarica.

La colonia Revolución se estableció en El

Crucero, a la intemperie, en carpas de lona y ramas del monte, sin ningún trazo urbanístico y apenas un pequeño conjunto de casas.

18 Testimonio Elvira Lizárraga, hija del dirigente de la colonia.

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Ciudad ConstituCión / Baja California Sur

la brigada se hizo cargo de los planos de urbanización que envió la Comi-sión Nacional de Colonización para la formación de poblaciones en aquellos puntos donde existían condiciones para crear fundos legales.19

A partir de la Casa Amarilla inició el trazo del fundo legal en un terreno de 100 hectáreas designado por la colonia Revolución. Los ingenieros Clemente Pérez y Rodarte Rivas, apo-yados por el presidente de la colonia y el subdelegado, buscaron ordenar los asentamientos irregulares de los primeros residentes, lo que significó reacomodar las viviendas para liberar

el trazo de las calles y avenidas.20 En 1956, entregado el fundo legal,

la colonia trajo consigo una nueva fisonomía en el agreste paisaje del valle. Los poblados de El Crucero e Insurgentes se convirtieron en el eje demográfico de la región y un polo de inmigración para cientos de fami-lias que llegaban a la región en busca de oportunidades, estimándose casi dos mil habitantes de 1955 a 1960. El trazo urbanístico siguió el modelo centro-periferia, con calles amplias de 20 metros de ancho, avenidas de 60 metros de ancho y manzanas rec-tangulares de 70 x 140 metros. Con

el nuevo trazo urbano, El Crucero confirmaba las palabras de aliento del general Agustín Olachea al anunciar que en ese lugar crecería una ciudad importante con todos los servicios.

La falta de servicios básicos se re-solvió a través de los pozos de agua de la Casa Amarilla y de la subdelega-ción de Palo Bola, a 4 kilómetros del poblado. La comunidad acarreaba el agua en cubetas, con palanganas, en carretas cargadas con tibores, en ve-hículos particulares y hasta tractores. Posteriormente se abrió un pozo con pila propiedad de la colonia Revolu-ción, lo que mejoró el abastecimiento. El servicio de energía eléctrica inició con una planta de luz del doctor Adol-fo Cárdenas en una red de postes de mangle que se extendía hasta el Banco Agrícola, en el kilómetro 213 y en algunos establecimientos del centro.

El desarrollo del comercio y los ser-vicios se concentró sobre el tramo ca-rretero que dividía la población. Al transporte de la colonia se sumaron diversos transportes de carga utiliza-dos por el comercio para proveerse de mercancías en la capital del territorio. El Crucero se convirtió en el más impor-tante centro de abasto y servicios del valle, a donde acudían cientos de fa-milias colonizadoras a proveerse de ali-mentos, herramientas, ropa, muebles y servicios diversos, desde sitio de taxis hasta fumigaciones aéreas, transporte de pasaje, agencias de maquinaria agrí-cola, peluquerías, restaurantes, cuartos de renta, moteles, tortillerías, molino de harina y nixtamal, cine, billares, cantinas, centro de baile y vendedores ambulantes. También se estableció la INALAPA (Industrial Algodonera La Paz) en 1956 para apoyar la produc-ción y comercialización del algodón.21

La creación de instituciones de

El Crucero se convirtió en el más importante centro

de abasto y servicios del valle, a donde acudían cientos de familias colonizadoras a proveerse de alimentos, herramientas, ropa, muebles y servicios diversos.

19 Panel de Historia, 47º Aniversario de Ciudad Constitución, 2001 Cap. Enrique Aguilar Morales, correspondencia, mayo 1969.20 Testimonio: Panel 2000, Raúl Real Zúñiga y Víctor Manuel Peralta Higuera.21 Soto Molina, op. cit.

DesDe Mexicali al valle de Santo Domingo, 1953.

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Cronista: José Soto Molina

gobierno aceleró el crecimiento del poblado, que por esos años recibía indistintamente los nombres de El Ki-lómetro 211, El Crucero y colonia Re-volución. En ese breve lapso de 1953 a 1956 la subdelegación tenía la escuela primaria Revolución, a cargo del pro-fesor Víctor Manuel Peralta Osuna, un módulo periférico del IMSS, las ofici-nas de Recaudación de Rentas a cargo de Rubén García, un consultorio mé-dico a cargo del doctor Víctor Rojas, el Distrito de Riego N° 66 de la Secretaría de Recursos Hidráulicos y una sucursal del Banco Agrícola.

En 1957, con motivo de las fiestas del Centenario de la Constitución de 1857, el presidente del Club de Leones, Ing. Vinicio de la Llave, propuso que el poblado recibiera el nombre de Villa Constitución, con lo que se pretendía ordenar el servicio postal mexicano y honrar a la Carta Magna. La propuesta fue aprobada por el gobernador interi-no teniente coronel Lucino Rebolledo, a cargo tras el nombramiento del Gral. Agustín Olachea como Presidente del PRI en 1956, y se designó el edificio de la Casa Amarilla, ocupada por la subdelegación, como recinto de firmas para apoyar la denominación.22

En 1959 el subdelegado envió un informe al asesor técnico del territorio, Napoleón Cantú Serna, en el que des-cribió la situación del valle de Santo Domingo y los problemas derivados del nacimiento de los pueblos, en especial de Villa Constitución; también solicitó la elevación de categoría a delegación y en 1960 el capitán Enrique Aguilar Mo-rales fue ratificado como delegado, car-go en el que permaneció hasta 1965. En ese período se organizó la policía, se nombró juez de paz y se reubicaron las oficinas en el nuevo edificio delegacio-nal, donde además operó el servicio de Correos Mexicanos.23

La creación de la delegación repre-sentó un avance en el traslado de los poderes políticos y administrativos a una región explosiva, propiciada por el crecimiento demográfico acelerado que alcanzó de 1960-70 un 18.54 por ciento anual, sobre todo si se consi-dera que todos los años arribaban al valle agrícola un promedio de 12 a 14 mil piscadores de algodón, proce-dentes de Oaxaca, generándose una derrama económica que estimuló el comercio y los servicios.

ConclusiónLa fundación de Ciudad Constitución se forja de 1953 a 1954 en dos ver-tientes de familias no colonizadoras, integradas por operarios de la TyC-SA, trabajadores de Pemex, de fun-cionarios y técnicos, de profesores y médicos, y de familias colonizadoras representadas por la colonia Revo-lución, que suman 74 familias entre solteros y casados.

Se ha tomado la fecha de fundación el 10 de mayo de 1953, que es cuando

En 1957, con motivo de las fiestas del Centenario

de la Constitución de 1857, el presidente del Club de Leones, Ing. Vinicio de la Llave, propuso que el poblado recibiera el nombre de Villa Constitución, con lo que se pretendía ordenar el servicio postal mexicano y honrar a la Carta Magna.

el CruCero, 1958.

22 Panel de historia, Raúl Real Zúñiga, 2000.23 Cap. Enrique Aguilar Morales, correspondencia, mayo 1969.

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Ciudad ConstituCión / Baja California Sur

se establecen las tres familias pioneras de la colonia Revolución como núcleo que expresamente vino a colonizar el valle de Santo Domingo, en tanto que otros residentes trabajaban para una compañía constructora de manera temporal. El año de 1954 es parteaguas en la definición del nuevo poblado por la conclusión de los trabajos carreteros, por el arribo del grupo mayoritario de la colonia Revolución y por la creación

de la subdelegación de gobierno.Se estima que en 1953 había una

población representada por no más de 20 familias; en 1954 el número creció a poco más de 90 familias, con una inscripción escolar de 137 alumnos. Hacia 1955 fueron censadas 785 perso-nas que aumentó a 1926 en el año de 1960, sin contar la población flotante de jornaleros agrícolas ocupados en diver-sos ranchos del valle, de los jornaleros

migrantes que laboraban en temporadas de zafra y de las colonias vecinas.

En esa dinámica de crecimiento, sumado a la estructura de colonias agrícolas, se perfiló el desarrollo eco-nómico, urbano y social de lo que sería cabecera del municipio de Comondú en 1971 y principal centro comercial, industrial y de servicios de la zona cen-tro y norte del estado, un ejemplo de triunfo del hombre sobre el desierto. •

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