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PLAZA DE ESPAÑA Y AYUNTAMIENTO Teresa Álvarez Carro Marta Quirós Martínez

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Ayuntamiento y plaza de España de Avilés

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PLAZA DE ESPAÑA Y

AYUNTAMIENTO

Teresa Álvarez Carro Marta Quirós Martínez

El Conjunto Histórico Artístico de Avilés da fe de la situación privilegiada vivida por la Villa a lo largo de la Historia. El puerto de Avilés fue, desde siempre, el eje de su actividad. La importancia del comercio de sal motivó que en 1118 la Corona de Alfonso IX instalará en Avilés el alfolí más importante de Asturias. Si bien, cualquiera de los diferentes momentos históricos es relevante para construir el Avilés que es hoy, sin duda, es digno de mencionar la importancia que, la concesión de El Fuero en el siglo XI, por Alfonso VI, supuso para nuestra Villa, aportando valiosos beneficios sociales y económicos.

En esta época y con la intención de salvaguardar la riqueza marítima y comercial que derrochaba nuestra villa, se construyó una muralla defensiva que rodeaba Avilés. Dicha muralla fue derribada, en parte, en el s. XIX. Avilés, población de marineros y mercaderes que, por privilegio, no pagaban portazgo ni impuesto alguno “desde la mar hasta León”, pasó por una época de esplendor social y económico que impulsó durante los próximos siglos la construcción de unos edificios y piezas arquitectónicas con identidad propia, muchas de las cuales permanecen hoy como signo de lo que nuestra villa fue en aquella época. El devenir comercial y marítimo tiene como consecuencia un alto crecimiento demográfico que requiere de la ampliación de la ciudad, para lo cual es necesario construir fuera de la ciudadela medieval.

PRIMERAS CONSTRUCCIONES EXTRAMUROS EL PALACIO MUNICIPAL

El palacio Municipal se construye entre 1670 y 1677. Es el primer edificio de lo que se denominaría el ensanche barroco. Se situó de espaldas a la muralla, separado de ella por una angosta callejuela, que fue absorbida en una ampliación posterior. A los lados estaban situadas dos puertas de entrada de la muralla, conjunto defensivo que lamentablemente fue derruido en el siglo XIX. Fue el segundo edificio noble levantado fuera de la ciudad amurallada, después del palacio del marquesado de Ferrera (1650), al sur de la misma y significó, desde el punto de vista urbanístico, el inicio de un gran avance para Avilés.

Ampliación que acaba con la callejuela que separa el ayuntamiento de la antigua muralla El edificio que alberga los consistoriales, está compuesto por dos plantas: La inferior, bajo soportales, se alquilaba para destinarlas a actividades comerciales con una estancia adicional superpuesta. El primer piso acogía, fundamentalmente, dos grandes salas de reunión y pequeños espacios donde se desarrollaba la actividad municipal.

Este modelo del Ayuntamiento es seguido por otras construcciones de la villa, impregnadas por la estructura de su fachada y, muy especialmente, por la disposición en soportal que, a partir de ahora, se transforma en el elemento más definitorio de la arquitectura de Avilés. El diseño del edificio, obra de Juan Estrada (ejecutado por el maestro avilesino Marcos Martínez) siguió el modelo del Ayuntamiento de Oviedo (1622), dejando claro que se trataba de una obra distinta a las tipologías anteriores. Hoy en día el palacio está dedicado íntegramente a labores de orden político administrativo. En su interior destacan la escalera central, dominada por una vistosa cristalera y el salón de recepciones.

Torre del reloj

En el s. XIX le regalan al ayuntamiento unas campanas, por lo que se añade, en la parte central de la cubierta, una torre para colocarlas. También un reloj, regalado por los señores de Macua, que sustituyó al que había desaparecido durante la tormenta que destruyó la primitiva torre del reloj.

En su fachada aparecen tres escudos. Dos iguales y uno central de mayor tamaño.

Escudo de Avilés

Unos años antes se construye el Palacio del Marqués de Ferrera y, treinta años después, la noble casa de García Pumarino o Palacio de Llano Ponte. EL PALACIO DE FERRERA (S. XVII)

Es de construcción muy sobria. Con un gran portalón que aún conserva el empedrado para que entrasen los carruajes. Destaca su torre en escuadra, una de las más originales de la a arquitectura civil asturiana.

EL PALACIO DE LLANO PONTE (S.XVIII) Elegante edificio del s. XVII, construido por los mismos arquitectos que hicieron el Ayuntamiento, Menéndez Camina, aunque su fachada (lo único que se conserva actualmente) es más ornamentada, sigue el esquema del ayuntamiento, que por entonces ya tenía treinta años y que en su

origen fue propiedad de García Pumarino, indiano que amasó una considerable fortuna en Perú. Hasta hace pocos años era un cine, con fisonomía de un pequeño teatro. Pero una reforma posterior para hacer más salas estropeó el precioso interior. Se llamaba cine “Marta y María”, como la novela del escritor Armando Palacio Valdés, que vivió en la casa de enfrente varios años. Estos tres edificios conforman un triángulo que haría nacer la Plaza de España.

LA PLAZA DE ESPAÑA Conocida popularmente como 'El Parche' se encuentra situada en el centro histórico de la villa, lugar donde se encuentran los edificios más destacados de la población y que ya hemos nombrado párrafos anteriores. El sobrenombre de “El Parche” viene del s. XIX. En esta época, el pleno municipal decide ampliar la zona pavimentada del frente del ayuntamiento, pero al pueblo, le

pareció exageradísimo por lo que acabaron viendo aquella ampliación como un “parche”. Actualmente puede verse que el enlosetado recupera la forma que tanto asombró.

En la confluencia de estos tres bellos palacios nos encontramos las dos primeras calles construidas fuera de las murallas: la Calle de Galiana, en el camino hacia Grao, y la Calle de Rivero, en el Camino Real hacia Oviedo. También

merece la pena señalar la Calle de La Ferrería como lazo hacia intramuros. Calle Rivero La calle Rivero es el primer arrabal que se construye en Avilés. Data del s. XIII y se abrió para acoger a las familias que llegaban a la Villa en busca de trabajo. Partía de la Plaza de Afuera de la Villa y discurría, paralela a la rivera de la ría, de ahí su nombre, hasta enlazar con el Camino Real que conducía a Oviedo. Era y es una de las más transitadas de Avilés. Calle Galiana

La Calle Galiana, construida en el siglo XVII, es una de las calles más populares y concurridas de la población. Es una calle peatonal llena de soportales, donde destacan las hermosas balconadas de los edificios que se

encuentran a lo largo de todo su recorrido. Se abrió para alojar a las familias campesinas que venían a trabajar a las huertas del Marqués, ya que la población avilesina se dedicaba, principalmente, a los oficios artesanales y el comercio. Calle de la Ferrería La Calle de la Ferrería, antiguamente conocida como Rúa Nueva, es considerada la más antigua de la población. Es la principal avenida que atraviesa la ciudadela medieval y se encuentra llena de soportales. Su nombre se debe, según D. Justo Ureña, Cronista Oficial de la Villa de Avilés, a que estaba ocupada principalmente por ferreros que tenían sus talleres en el bajo de sus viviendas.

BIBLIOGRAFÍA Juan Carlos De la Madrid: “AVILÉS. Una historia de mil años”, Azucel, Avilés, 1999. Venancio Ovies García: “Estampas avilesinas”. Los flecos de la memoria. Cofradía de “El Bollo”, Avilés. Miguel Solís Santos: “ La hestoria d´Avilés”. Azucel Imágenes: Marta y Tere. Algunas imágenes han sido capturadas de Internet.