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  • Voces Recobradas2

    AUTORIDADES

    Jefe de GobiernoDr. Fernando de la Rúa

    Vice Jefe de GobiernoDr. Enrique Olivera

    Secretario de CulturaSr. Darío Lopérfido

    Subsecretaria de Acción CulturalLic. Liliana Barela

    Subsecretaria de Desarrollo CulturalSra. Teresa de Anchorena

    Directora del Instituto Históricode la Ciudad de Buenos Aires

    Lic. Liliana Barela

    Jefa Departamento InvestigaciónInstituto Histórico de la Ciudad de

    Buenos AiresProf. Lidia González

    GOBIERNO DE LA CIUDADDE BUENOS AIRES

  • Voces Recobradas 3

    VVVVVOCES RECOBRADOCES RECOBRADOCES RECOBRADOCES RECOBRADOCES RECOBRADASASASASASRevista de Historia Oral

    Diciembre 1999 - año 3 - nº 6Es una publicación

    del Instituto Históricode la Ciudad

    de Buenos AiresAvda. Córdoba 1556, 1er. piso

    C.P. 1055 - Capital FederalTel: 54-11-4813-9370

    Telefax: 54-11-4813-5822E-mail:

    [email protected]

    DirDirDirDirDirecciónecciónecciónecciónecciónLiliana Barela

    SecrSecrSecrSecrSecretaretaretaretaretariosiosiosiosiosde Redacciónde Redacciónde Redacciónde Redacciónde Redacción

    Mercedes MiguezDaniel Paredes

    RedactorRedactorRedactorRedactorRedactorasasasasasLucía Inés Dorin

    DiseñoDiseñoDiseñoDiseñoDiseñoy Comunicación y Comunicación y Comunicación y Comunicación y Comunicación VisualVisualVisualVisualVisual

    Jorge MalloFabio Ares

    ColumnistaColumnistaColumnistaColumnistaColumnistaHebe Clementi

    ColaborColaborColaborColaborColaborarararararon en este númeron en este númeron en este númeron en este númeron en este númeroooooDora Bordegaray

    Carlos FerreraLaura MartinoJosé SánchezSusana Vega

    Marcela Vilela

    SuperSuperSuperSuperSupervisiónvisiónvisiónvisiónvisiónde Ediciónde Ediciónde Ediciónde Ediciónde Edición

    Lidia GonzálezRosa De Luca

    ColaborColaborColaborColaborColaboración especialación especialación especialación especialación especialMargarita Roncarolo

    AsistenteAsistenteAsistenteAsistenteAsistenteCecilia Bellizzi

    TrTrTrTrTraduccionesaduccionesaduccionesaduccionesaduccionesAdolfo Balbi (Inglés y Francés)

    Elsa Scalco (Portugués)

    AdministrAdministrAdministrAdministrAdministraciónaciónaciónaciónaciónGraciela KesslerRoxana Madrid

    Luis Kirzman

    El contenidode los artículos firmados

    es responsabilidadexclusiva de los autores.

    Editorial por Liliana Barela .......................................................................................

    Notas sobre la Asociación Mexicana de Historia Oral .........................................

    Primera Intendencia Comunista en América Latina ............................................

    Historias de vida en la cárcel de Ezeiza .................................................................

    Ecos de los setenta “Luces y sombras del Chocón”.............................................

    Apuntes teóricos .......................................................................................................

    Noticias sobre publicaciones ..................................................................................

    Correo de Opinión ....................................................................................................

    Agenda del Instituto .................................................................................................

    347

    163237464950

    Sumario

    EDITORIAL

    Este es un número especial de la revista. Las secciones habituales de-jaron su espacio para presentar el resultado del proyecto "El siglo de lagente. Sus 'voces recobradas'" .

    En realidad, es el primer resultado de un trabajo que tenemos previstoconcluir y publicar a mediados del 2000. No obstante, y según lo anuncia-mos en el número anterior, creímos interesante cerrar el año, cerrar el si-glo, dándoles a conocer este análisis inicial de una investigación llevada acabo con la misma metodología con la que iniciamos nuestro camino den-tro del campo de la historia oral en 1985, es decir con Talleres de HistoriaOral Barriales.

    Desde entonces mucho fue lo que progresamos tanto teórica como prác-ticamente.

    Entre abril y octubre de este año pusimos en funcionamiento talleresen 11 barrios de Buenos Aires, participaron más de 100 personas y se rea-lizaron aproximadamente 250 reuniones. Se culminó la etapa de creaciónde fuentes, se desgrabaron parcialmente los encuentros y el equipo de in-vestigadores se reunió periódicamente a fin de ir catalogando y analizan-do lo producido.

    Tanto el trabajo que aquí presentamos como el N°11 de nuestro perió-dico Cronista Mayor de Buenos Aires, fueron elaborados a partir de lostestimonios recogidos y serán presentados en la muestra "El siglo que su-pimos conseguir", que realizaremos del 1° al 12 de diciembre, donde losmismos ocuparán un lugar privilegiado.

    Necesito hacer llegar mi agradecimiento a todas aquellas personas quecon su memoria y sus ganas hicieron posible la concreción de este proyec-to. Sin ellos no podríamos seguir avanzando en este camino que nos he-mos trazado.

    En mi nombre, como en el de todos los que de alguna u otra manerahacemos Voces Recobradas, quiero desearles todo lo mejor tanto en lo par-ticular como en lo profesional y para que este saludo sea más personal eíntimo nos damos a conocer de la mejor manera que encontramos, mos-trándoles en la portada nuestra propia historia y futuro: nuestros abuelos,nuestros padres y nuestros hijos.

    ¡¡¡FELIZ 2000!!!

    LILIANA BARELA

  • Voces Recobradas4

    a apertura del En-cuentro estuvo a cargo dela subsecretaria de AcciónCultural, Liliana Barela, dela vicedecana de la Facul-tad de Filosofía y Letras,Marta Souto de Asch y dela directora del Programade Historia Oral, DoraSchwarzstein.

    El día de la aperturafuncionaron las siguientescomisiones: "Mujeres",

    IV ENCUENTRO NACIONAL DE HISTORIA ORAL

    "Conflictos y experiencias del siglo XX" fue el temaconvocante del IV ° Encuentro Nacional de Historia Oral,que tuvo lugar en las instalaciones del Cultural San Mar-tín los días 25, 26 y 27 de agosto. Como en los años ante-riores, los organizadores fueron el Instituto Histórico de laCiudad de Buenos Aires y el Programa de Historia Oraldel "Instituto E. Ravignani" (FFyL-UBA).

    "Historia Regional", "Mi-gración e identidad" y"Tecnología, arte y socie-dad". También tuvo lugarel simposio "Memoria,historia y formación deidentidades" que organizóy coordinó Mirta ZaidaLobato. Aquí se señaló lanecesidad de distinguirentre la memoria indivi-dual y colectiva de la histo-ria, así como incorporar

    estos problemas en el exa-men de la formación deidentidades. Se plantearonlos vínculos entre memo-ria, historia e identidadesnacionales, de clase, degénero o políticas.

    El cierre de la jornadafue responsabilidad dePhilippe Joutard quienbrindó la conferencia:"¿Tendremos la valentía deser historiadores y nomemorialistas?". Joutardmarcó la confusión exis-tente entre memoria e his-toria y señaló la necesidadde no ser simplementememorialistas y asumir laaustera función del histo-riador. "Tenemos que tenerel coraje de ser historiado-res, es decir, de tomar dis-tancia, de cruzar los testi-monios, de confrontar loescrito con lo oral, de haceraparecer las divergencias,los olvidos, antes de some-ter el testimonio oral almétodo de la crítica histó-rica clásica, que ha sido

    creada justamente paraponer en discusión la tra-dición oral", afirmó el his-toriador francés.

    El IV° Encuentro sirviócomo marco para la pre-sentación del libro en ver-sión castellana Esas vocesque nos vienen del pasado,del doctor Joutard. Loscomentarios y el análisisdel texto en cuestión estu-vieron a cargo de HebeClementi.

    Las comisiones quetrabajaron el 26 de agostofueron "Educación", "Me-todología", "Política y vio-lencia" e "Historias regio-nales". Durante la jornadapresentaron trabajos convideos, actividad que coor-dinó Liliana Barela, loscuales fueron preparadospor el Instituto Histórico yforman parte del ciclo Tes-timonios, a cargo de HebeClementi.

    "La historia oral en laescuela: reflexiones desdeel aula" fue el simposioque organizó y coordinóDora Schwarzstein y quecomentaron BeatrizAisenberg (Secretaría deEducación) y FernandoDevoto (UBA). El eje deesta presentación fue laproyección del video "Lahistoria oral en la escuela: unaexperiencia innovadora en elaula", proyectoimplementado por el Pro-grama de Historia Oral enocho escuelas dependien-

    L

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    tes del Gobierno de la Ciu-dad.

    La jornada se cerró conla conferencia de ElizabethJelín (CONICET), "Lasluchas por la memoria:lugares y fechas en la dic-tadura y en la transición".

    En el último día delEncuentro y con la convo-catoria "Estado actual de lahistoria oral en la Argenti-na: desafíos metodológicosy éticos, debates y perspec-tivas", tuvo lugar un im-portante intercambio entrelos asistentes, panelistas yorganizadores. No sólo selogró arribar a conclusio-nes sobre el funcionamien-to y el contenido del En-cuentro sino también sedescribió el estado de de-sarrollo, las problemáticasy los proyectos de la histo-ria oral en distintas regio-nes del país. Así represen-tantes de Mendoza, Cór-doba, San Juan, Misiones,provincia de Buenos Aires,ciudad de Buenos Aires,Tucumán, Comahue, Saltay La Plata, entre otros,explicaron el grado deevolución de la práctica deesta metodología y desdequé espacios institucio-nales se alienta su desarro-llo.

    "A través de la historiaoral, que nos ofrece unaalternativa nueva, preten-demos rescatar y haceruna revisión de alguna

    sidad Nacional deComahue señaló comoalgo muy importante parala región el poder haberorganizado el II CongresoPatagónico de HistoriaOral, donde se presentaronmás de cuarenta trabajos.Como contrapartida indi-caron que ninguno de losexpositores principalespertenecía a la región loque, de acuerdo a su pare-cer, marca una falta deespecialistas locales quesean referentes "importan-tes".

    Dora Schwarzstein, porel Programa de HistoriaOral de la UBA, marcócomo un hito importanteque desde la Dirección deHistoria de la Facultad deFilosofía y Letras se le soli-citara la implementaciónde un curso de grado sobreel uso de las fuentes oralesen la reconstrucción histó-rica, el que se pondría enmarcha a partir del próxi-mo año. Sería la primeravez que la historia oralforma parte de un curso degrado.

    Por su parte, LilianaBarela realizó una síntesisde la tarea que en estecampo viene desarrollandoel Instituto Histórico yenfatizó la importancia desostener un ritmo de traba-jo para lo que resulta im-prescindible una fuente definanciamiento regular.

    parte de la historiografíamendocina que muestracostados débiles por lafalta de documentación o,en muchos casos, por sudependencia de la historianacional", afirmó AdolfoCueto (Mendoza).

    Marta Barbieri de laUniversidad Nacional deTucumán señaló la proble-mática para abordar temá-ticas históricas desde lahistoria oral ya que no eraéste el camino aceptado enel marco de esa casa deestudios. También afirmóque buscaban formarsedesde una perspectivateórica ya que temían caeren una trivialización de losprocesos que analizaban.

    Los representantes deSan Juan describieroncomo un trabajo difícil elque están desarrollando enesa provincia, "porque setrata de recuperar no lamemoria de un individuoo de un grupo familiar,sino que se trata de recu-perar la memoria colectivade una provincia". Losterremotos de 1944 y 1977produjeron importantespérdidas de material docu-mental, situación quenuestros colegas preten-den revertir con la genera-ción de nuevos archivosobtenidos a través de lastécnicas de la historia oral.

    Por la UniversidadNacional de Misiones ha-bló Yolanda Urquiza quiense quejó por la inexistenciaen la región de referentesque trabajen con fuentesorales. Comentó que reciénen 1994 se comenzó a tra-bajar sistemáticamente conesta metodología y queexiste un gran déficit en laconfección de archivosorales (en realidad, aclaróque en Misiones no hay unarchivo histórico).

    La gente de la Univer-

    La licenciada Barelaseñaló que el principalobjetivo de la revista VocesRecobradas es que se trans-forme en una red de con-tacto entre quienes traba-jan y sobre qué trabajanquienes practican historiaoral.

    Otras necesidades,deseos y falencias quecitaron los concurrentesfueron las siguientes: faltade financiamiento, necesi-dad de construir una aso-ciación, acceso a otrosarchivos (intercambio deinformación), carencia debibliotecas especializadas,continuidad de los encuen-tros (foro de debate indis-pensable), la construcciónde una agenda con lasprioridades de la historiaoral, rescate de la confor-mación de nuevas entida-des regionales y el diseñode acercamiento de disci-plinas diferentes pero con-currentes. También seacordó la necesidad detrabajar para encontrar unárea en común para terri-torios diferentes, de articu-lar proyectos particularesque no pertenezcan a uni-versidades o entes guber-namentales y la de con-formar un listado con lasdirecciones electrónicasde los asistentes paramejorar el flujo informa-tivo.�

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    n la conferencia, Philippe Joutard nos ofrece una se-rie de reflexiones sobre la investigación oral.

    El investigador oral, en primer lugar, se maravillafrente a los testimonios que recoge. Este maravillarse pue-de tentarlo a detenerse allí, a reducir su trabajo al testi-monio y a una breve explicación... Es por eso que el in-vestigador debe tener el coraje de no ser sólo un memo-rialista y asumir completamente la austeridad de la fun-ción de historiador -austeridad que se hace evidente fren-te a la abundancia de la memoria-.

    Hay que tener, por lo tanto, el coraje de poder tomardistancia, cruzar los testimonios, confrontar lo escrito ylo oral, hacer aparecer las divergencias y los olvidos frentea los testimonios, especialmente si éstos son relatados porlas víctimas de los traumatismos que sufrió nuestro sigloXX. Porque si hay un dominio en el que la historia oral serevela irremplazable e indispensable es ése. Esta nociónde que sólo el testigo puede traducir se ve claramente enla película SHOA. Los documentos escritos no revelan eldolor ni el sufrimiento ni la perversidad del sistema sinembargo, son muy importantes para confrontarlos conlos documentos orales.

    Frente a esos testimonios traumáticos, ¿la mirada crí-tica no es una pretensión insoportable e insultante? Y sinembargo, hay que hacerlo. La historia oral no es simple-mente un método histórico novedoso, sino otra historia,una historia alternativa, que devuelve la palabra a losque jamás la han tenido. Entonces, no hay elección: de-

    COMENTCOMENTCOMENTCOMENTCOMENTARIO SOBREARIO SOBREARIO SOBREARIO SOBREARIO SOBRELA CONFERENCIA DE PHILIPPE JOUTLA CONFERENCIA DE PHILIPPE JOUTLA CONFERENCIA DE PHILIPPE JOUTLA CONFERENCIA DE PHILIPPE JOUTLA CONFERENCIA DE PHILIPPE JOUTARDARDARDARDARD

    "¿TENDREMOS"¿TENDREMOS"¿TENDREMOS"¿TENDREMOS"¿TENDREMOSLA LA LA LA LA VVVVVALENTÍA DE SERALENTÍA DE SERALENTÍA DE SERALENTÍA DE SERALENTÍA DE SER

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    IV ENCUENTRO NACIONAL DE HISTORIA ORAL

  • Voces Recobradas 7

    bemos ser historiadores/as y no simplemente, memorialistas.¿Por qué? Aunque la primera razón pueda parecer para-dójica, para respetar el verdadero objeto de nuestro tra-bajo, la memoria, para ser verdaderos memorialistas, hayque adoptar un modo histórico.

    El verdadero fundamento de la memoria no es el re-cuerdo sino el olvido. La memoria se constituye prime-ro por lo que rechaza, sea porque lo encuentra insigni-ficante, o demasiado significante. Tiene también una ca-pacidad extraordinaria, como lugar en donde compartenel recuerdo y el olvido, lugar de la mitificación, de lo sim-bólico. La contrapartida de un análisis crítico y de noquedarse con una explicación superficial, chata ydesvalorizante de este trabajo sobre la memoria. Es de-cir, no hay que considerar esos "olvidos", esas deforma-ciones del relato como fallas que hay que rechazar. Esto esconsiderado a menudo, y en especial para el historiador aca-démico, como la debilidad del testimonio oral pero, por elcontrario, es su fuerza.

    Dice Joutard claramente: "Si no están convencidos de quela memoria es primero el olvido, la deformación y al final loshechos verdaderos, pero además que este olvido, estas defor-maciones tienen una significación, yo creo que no están he-chos para hacer historia oral."

    Hay que desconfiar mucho ya que una memoria sin sufrirla crítica histórica es siempre susceptible de ser relativizada. Yque en consecuencia desde este punto de vista, la historia coneste carácter de rigor y de austeridad está aquí como una espe-cie de pretil. Con la condición de respetar dos exigencias: pri-mero, no quedarse con una visión extrema de la verdad histó-rica, sin caer tampoco en el relativismo. Hay una segunda con-dición tan importante como la primera. Es la modestia del his-toriador, y es la segunda forma, última forma del coraje que serequiere... tener el coraje de reconocer que el historiador noagota jamás la realidad. La visión de cada uno de nosotrosqueda parcial. Debemos tener el coraje de decir que la pers-pectiva de la historia tiene todo su valor pero es sólo unaaproximación de la realidad.

    Más tarde, en la presentación de la reedición de su li-bro, Joutard señaló la importancia del desarrollo tecnológi-co, sobre todo el paso de la grabación magnetofónica a lagrabación de video. En los próximos años habrá que re-flexionar sobre el problema de la imagen en relación al so-nido. Y después, a nivel tecnológico, poco a poco se van a irdesarrollando formas de historia oral escritas como porejemplo los foros de Internet.

    Luego nos llamó la atención sobre el problema instala-do por la identidad en nuestras sociedades. Es verdad queya no se puede negar la mundialización, pero los mun-dialistas son naïfs al ver este fenómeno como algo única-mente positivo. En cambio mucha gente piensa que el úni-co medio de resistir a la mundialización es el crecimientoidentitario.

    A partir de allí el problema es saber qué tipo de identi-

    ComentarComentarComentarComentarComentario sobrio sobrio sobrio sobrio sobre la confe la confe la confe la confe la conferererererencia de Philippe Jencia de Philippe Jencia de Philippe Jencia de Philippe Jencia de Philippe Joutaroutaroutaroutaroutarddddd

    Traducción Lucía Dorin

    dades van a ser construidas. Si es que la identidad serámortífera o abierta. Los historiadores europeos están en unaencrucijada de caminos, ya que más que ningún otro pue-de jugar en un sentido o en el otro. Pueden jugar un rolen un sentido completamente negativo, por el mejormotivo del mundo reforzando la identidad cerrada. Yhay cierta instrumentación de la historia oral que estáen marcha, muy inquietante. Es por eso que el modo delhistoriador riguroso y científico está justamente en con-tra incluso de esta historia identitaria. Es decir, reconoceesta identidad, la respeta pero busca abrirla.

    Parece algo bastante difícil, todos tendremos quetrabajar con la noción de identidades abiertas. Y unacierta manera de hacer lo oral puede ayudar a la aper-tura de estas identidades, dando la palabra a las cul-turas que están hasta ahora en muchos casos domina-das y oprimidas.

    Allí es donde la historia oral es un proyecto pro-fundamente político, en el sentido amplio del térmi-no, sabiendo que buscará estar siempre del lado de laapertura, y de cierto lado no conformistas que es aquélque pone el acento en el peligro. Hoy el más concretoes el peligro contra todas las formas de poder.

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    IV ENCUENTRO NACIONAL DE HISTORIA ORAL

    COMENTCOMENTCOMENTCOMENTCOMENTARIO SOBREARIO SOBREARIO SOBREARIO SOBREARIO SOBRELA CONFERENCIA DE ELIZABETH JELÍNLA CONFERENCIA DE ELIZABETH JELÍNLA CONFERENCIA DE ELIZABETH JELÍNLA CONFERENCIA DE ELIZABETH JELÍNLA CONFERENCIA DE ELIZABETH JELÍN

    a socióloga Elizabeth Jelín ofreció un conferenciaen el IV Encuentro Nacional de Historia Oral sobre "Lasluchas por las memorias: lugares y fechas en las dicta-duras y la transición". Consideró como premisa básicaque la construcción de la memoria se refiere a la pro-ducción de objetos y símbolos culturalmente significati-vos. Este es un proceso siempre conflictivo ya que inter-vienen distintos actores sociales y políticos para los cua-les el contenido de lo que van a "proponer" siempre pue-de ser diferente y va a enfrentarse con los contenidos deotros; especialmente cuando el pasado es abierta y pú-

    "LAS LUCHAS"LAS LUCHAS"LAS LUCHAS"LAS LUCHAS"LAS LUCHASPOR LAS MEMORIAS:POR LAS MEMORIAS:POR LAS MEMORIAS:POR LAS MEMORIAS:POR LAS MEMORIAS:

    LUGARES LUGARES LUGARES LUGARES LUGARES Y FECHAS EN LASY FECHAS EN LASY FECHAS EN LASY FECHAS EN LASY FECHAS EN LASDICTDICTDICTDICTDICTADURAS ADURAS ADURAS ADURAS ADURAS Y LA Y LA Y LA Y LA Y LA TRANSICIÓN"TRANSICIÓN"TRANSICIÓN"TRANSICIÓN"TRANSICIÓN"L blicamente conflictivo. Entonces estamos hablando de

    un proceso de construcción de memoria y de un proce-so de luchas por el sentido de la memoria.

    Estos procesos se dan en un marco de otra cons-trucción general que es la producción social del tiempo.La memoria y el olvido, el presente y el futuro actúan yse ordenan en concepciones específicas de la temporali-dad. En nuestro caso, somos parte de una concepciónde temporalidad "moderna" en la que diferenciamospasado, presente y futuro, donde el presente siempreestá en tensión entre el pasado y el futuro. La memoria,entonces, es una manera de distinguir y de vincular elpasado con el presente y el futuro. No se refiere tanto auna cronología de los hechos fijos del pasado sino a susignificación para el presente, a su relato narrativo ya su interpretación presente, ligada a una visión defuturo.

    Para poder estudiar los procesos de construcción oproducción de memorias hay que tomar como objeto deestudio las luchas por la memoria. Si se toma en particu-lar las dictaduras y las transiciones del Conosur, habríaque rescatar algunas observaciones:

    1) El enfoque es de carácter comparativo y al mis-mo tiempo, una perspectiva relacional, no son compa-raciones entre unidades autónomas aisladas sino quehubo, y hay, relaciones entre los procesos, tanto de lasdictaduras de estos países como después.

    2) Lo que se observa en los intentos de destrucciónes que no es posible destruir lo que la gente intenta re-cordar o perpetuar ¿no tendrá el efecto paradójico demultiplicar las memorias, de actualizar las preguntas yel debate de lo vivido en el pasado reciente?

    3) Punto de la propiedad o la apropiación de la

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    memoria. Tanto en las conmemoraciones como en el es-tablecimiento de los lugares de la memoria hay una lu-cha política cuyos adversarios principales son las fuer-zas sociales que demandan memoria y los que pidenolvido. Se manifiestan las confrontaciones acerca de lasformas y medios apropiados de rememorar así como larememoración de qué actores tienen legitimidad paradecidir cuál deberá ser el contenido de la memoria.

    Aquí entra un tema bastante serio en este momentopara todos nuestros países. ¿Es condición necesaria ha-ber sido víctima directa de la represión para tener másautoridad y más legitimidad para hablar? ¿Pueden quie-nes no vivieron la represión, participar en el proceso his-tórico de construcción de una memoria colectiva? Unahipótesis preliminar relaciona los escenarios de la luchapor la memoria con la acción estatal. En la medida enque no se desarrollen canales institucionalizados oficia-les que reconozcan abiertamente la experiencia recientede violencia y represión, la lucha sobre la verdad y so-bre las memorias apropiadas se desarrolla en la arenasocietal. En este escenario hay voces cuya legitimidades pocas veces cuestionada: el discurso de las víctimasdirectas y sus parientes más cercanos. Lo que pasa esque en ausencia de parámetros más cercanos de legiti-mación estatal sociopolítica basados en criterios éticosgenerales, como la legitimidad del estado de derecho,hay disputas permanentes acerca de quién puede recla-mar qué, acerca de quién puede hablar y en nombre dequién. Paradójicamente si la legitimidad social para ex-presar la memoria colectiva es socialmente asignada aaquellos que tuvieron una experiencia personal, estaautoridad simbólica puede fácilmente deslizarse cons-cientemente o inconscientemente a un reclamomonopólico de que ésa es la verdad por el sentido y elcontenido de la memoria.

    4) La memoria es siempre una relaciónintersubjetiva basada en un acto de transmitir y dereinterpretar. Es el soporte grupal lo que da coherenciay estructura a la memoria. Ésta va a ser la narración deesas memorias individuales que esperan la oportunidadde poder ser expresadas en palabras. Las memorias pú-blicas y las luchas acerca de las memorias expresan yrefuerzan este carácter societal de la memoria.

    ¿Qué es olvidar y recordar? Ambas son experien-cias intersubjetivas. Rememorar implica que previamen-te hubo un proceso de grabar algo en la memoria. Elolvido implica en general una ruptura entre la memoriaindividual y las prácticas públicas y colectivas. Una lí-nea de quiebre en el proceso de transmisión. Aquí sevuelve importante esta diferencia entre la memoria y elolvido personal. Las interpretaciones y explicaciones delpasado como manifestaciones de posturas y luchas po-líticas por la memoria no pueden ser transmitidasautomáticamente de una generación a otra, de un perío-do a otro. Yerushalmi señalaba que para transmitir unatradición se necesitan buenos transmisores pero también

    receptores dispuestos a incorporar lo recibido, dándolesentido en función de su propia reflexión y de su propiaidentidad. Para hacerlo hay por lo menos dos requisi-tos: a) crear las bases para un proceso de identificación,para una ampliación intergeneracional del nosotros querecuerda; b) dejar abierta la posibilidad de que quienesreciben le van a dar su propio sentido (en cuanto se in-corpora el nivel de la subjetividad, no hay manera deobturar reinterpretaciones y resignificaciones).

    Pero además todo esto debe ser dicho en plural. Sonmúltiples intersubjetividades, múltiples transmisores yreceptores de recuerdos parciales, múltiples sentidosambiguos en puja. Se trata de un fenómeno por natura-leza fragmentado y contradictorio. Cuando se planteade manera colectiva como memoria histórica o como tra-dición, como proceso de conformación de la cultura yde búsqueda de las raíces de la identidad, el espacio delas memorias se convierte en un espacio de luchas polí-ticas. Alude a la capacidad de preservar el pasado, peroesa capacidad necesariamente implica participar en lalucha por dar sentido a lo que está ocurriendo ahora y alproyecto futuro que tengamos. Las rememoraciones co-lectivas cobran importancia política como instrumentospara legitimar discursos, como herramientas para esta-blecer comunidades de pertenencia a identidades colec-tivas y como justificación para el accionar de movimien-tos sociales que promueven y empujan una democrati-zación cada vez más profunda.

    Es notorio que a 20 años de cualquier fenómenohistórico, de una catástrofe social o de una situación queha creado muchas situaciones traumáticas, recién enton-ces pueda ser incorporado. Es un tiempo todavía perso-nal de gente que lo vivió, a la cual le lleva tiempo asimi-larlo y reflexionar sobre ello.

    La autoridad legítima en nuestra modalidad de or-ganización política y social está en manos del Estado.Pero de un Estado que pueda no estar apropiado poruna de las fuerzas. Y ahí está nuestro déficit democráti-co. Éste es un debate sobre la práctica democrática muyextendido en el mundo y es el de "el huevo y la gallina",sin salida: ¿Qué se hace con los no democráticos? O sea,si la democracia es la posibilidad de encontrar manerasde incluir en el debate a quienes están opuestos a estasideas, qué se hace con aquéllos que sí están opuestos aestas ideas pero que su oposición está basada en no com-partir la idea de darle lugar a la oposición. ¿Cuáles sonlos límites del espacio democrático?

    Jelín insiste en historizar la memoria pública, cómose fue dando y dónde estuvieron los silencios, cómo fuetransformándose la memoria en los distintos momentoso en las distintas épocas, a lo largo del tiempo, remar-cando la temporalidad del proceso de historización.Aquí el papel legitimador del Estado se vuelve fun-damental porque puede abrir espacios de debatepara que la sociedad discuta los temas vinculadosa la memoria.

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    n este artículo de la revista quisimos reflejarel trabajo que realizamos en los diferentes barriosde la ciudad, revisando el siglo XX con la gente.

    Este trabajo comenzó a diseñarse en 1998,cuando convocamos a un grupo de historiadorescon los que el equipo del Instituto Histórico tra-bajó el siglo XX y consensuó sus hechos signifi-cativos y su cronología. Fue así que el siglo XXcomenzó para nosotros en 1880, cuando el paísnecesitó gente para consolidar su Estado y crearuna Nación.

    La década de 1990, se caracteriza por la au-sencia de la pasión y debate de ideas. Aturdidapor el espejismo de la estabilidad económica, lasociedad asistió en silencio al desmoronamientode sus prácticas políticas, de las que sólo hanperdurado su envolturas.

    Y otra vez, en este fin de siglo asistimos auna nueva inmigración, que si bien, viene empu-jada buscando lo que no tiene en su Nación deorigen, no sueña con "hacer la América", sóloquiere sobrevivir. Este país hoy le ofrece eso,

    EL SIGLO DE LA GENTEVOCES

    E

    RECOBRADASSUS

    INTRODUCCIÓNsobrevivir, y no le exige que renuncie a su iden-tidad, porque aún cuando todavía nadie lo digacon todas las letras la Nación no existe. Existensí, las pequeñas identidades locales. Las fronte-ras se borran, los mercados son comunes y lasmonedas también. Y aprendimos a convivir y apensar que es posible en este contexto un futurocon más dignidad.

    Los testimonios que nutren los trabajos, po-nen el acento en lo cotidiano aunque podamospercibir en algunos momentos una fuerte impreg-nación política de los acontecimientos diarios.

    Aún cuando el siglo XXI no comienza en el2000, lo elegimos así para marcar un hecho sig-nificativo y una vocación de cambio "moral" quereflejó la sociedad argentina en las últimas elec-ciones. Es el fin de la frivolidad y aquí pusimosnosotros el punto. Porque como dice Fontana: "elpasado explica el presente pero no lo legitima".

    Lic. Liliana Barela

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  • Voces Recobradas 11

    El Siglo de la Gente. Sus Voces Recobradas

    Autores Dora Bordegaray, Carlos Ferrera,Laura Martino, José Sánchez,

    Susana Vega, Marcela Vilela.

    EMPIEZA EL SIGLOY SE VIENE EL CRACK(1880-1930)

    Para contarlo elegimos testimonios que ilustrandistintos aspectos de la vida del siglo a través de losrecuerdos propios o conocidos.

    El siglo XX nace como un siglo de búsqueda. Esabúsqueda intencional dará como consecuencia distin-tas soluciones. Nuevas fuentes de energía, distintosmodelos políticos, la investigación aplicada a la tec-nología, el progreso de la ciencia, la creciente partici-pación popular en los procesos políticos, nuevas for-mas y medios de expresión artística, la lucha de lamujer por la igualdad, nuevos espacios donde vivir yla adaptación consecuente.

    En algunos casos las referencias de los participan-tes aluden directamente a la vida política, institucionalo económica del país. En estos casos tratamos de esta-blecer como eje la presencia o ausencia del rol del Es-tado. En otros la memoria se remite a la vida privaday cotidiana. Estos recuerdos en algunas oportunida-des se encuentran entrelazados y en otros más dife-renciados. Este primer período tiene algunas particu-laridades: los recuerdos de protagonistas sobre finesdel siglo pasado son escasos, casi todos se refieren ahistorias escuchadas, y generalmente son los más vie-jos, los que pueden contarnos cosas de principios de

    Coordinadores de Talleres:Dora Bordegaray (Floresta: Club Ima Sumac, Flores:

    Centro Cultural Roberto Arlt, Villa Lugano: Centros

    Culturales Barrio Copello y Juan Carlos Castagnino);

    Carlos Ferrera (San Telmo: C. C. Fortunato Lacámera);

    Luis García Conde (Saavedra: C. C. Lino Spilimbergo);

    Francis La Greca (Floresta: C. C. B. F. Moreno);

    Laura Martino (Barracas: C. C. La Usina);

    José Sánchez (Villa Soldati: C. C. Antonio Talerica);

    Susana Vega (Caballito: C. C. Sebastián Piana);

    Viviana Véntola (La Paternal: C. C. La Paternal)

    Marcela Vilela (Villa Crespo: C. C. Villa Crespo).

  • Voces Recobradas12

    siglo. Es un viaje guiado y fundamentado por los rela-tos de los participantes en los talleres.

    El proyecto de 1880 sienta las bases de una Ar-gentina nueva. Roca es la encarnación de ese modelode Nación orientada claramente hacia un progreso cre-ciente e infinito en lo material e ideológico, basado enlas premisas positivistas y evolucionistas. Ahora bienese proyecto por sus propios principios filosóficos esoptimista pero a la vez es excluyente. El papel rectordel proceso que llevaría al progreso es protagonizadopor un grupo encarnado en la clase dirigente. Sueñauna Nación pero, ¿para cuántos?, ¿para quiénes?, ¿aqué costo?

    El proyecto se muestra claramente exitoso en loeconómico: logra la inserción de la Argentina entre losprincipales países exportadores de alimentos y mate-rias primas. Pero al mismo tiempo genera y amplíagrandes contradicciones. Un claro ejemplo de éstas serála actitud ambivalente hacia los inmigrantes, invita-dos a través del Preámbulo o la Ley de Inmigración, ydeportados a través de la Ley de Residencia. La repre-sión aparece como el modo de superar las contradic-ciones. A partir de 1880 la ciudad de Buenos Aires cam-bia, encubre sus resabios de colonia española, parapretender ser una ciudad más europea. El Estado quebusca obsesivamente ser moderno se ve reflejado enuna veloz urbanización. El proyecto del 80 muestrassolidez a través de majestuosas obras públicas pensa-das para cubrir las necesidades de una ciudad que cre-ce, pero que a la vez son símbolos externos del poderque detenta.

    Uno de los símbolos de ese cambio urbanístico esla demolición de la Recova. Se termina con un clarorecuerdo de la condición de ciudad colonial. Paralela-mente, se construyen edificios públicos y mansionesque en poco tiempo hacen de Buenos Aires una ciu-dad cosmopolita.

    Ese Estado ejerce su poder sobre una sociedad quecambia y que crece.

    La sociedad de nuestro país a principios de siglose ve profunda y estructuralmente conmovida por lainmigración. El aporte no sólo demográfico marca deuna manera definitiva la vida cotidiana de nuestro país.

    La vida privada se modifica. Mucha gente, mi-llones de personas llegan, muchos idiomas, muchascostumbres diferentes dan como resultado un mosai-co abigarrado de diversidades culturales. Ese mo-saico define al país en ese momento, por sí mismo.Si se fundieron en un crisol de razas, o se yuxtapusie-ron como identidades será tema de debate académicoposterior.

    Esas gentes, los que estaban y los que vinierondibujaron un perfil cultural dinámico. Buscamos en lamemoria de los participantes de nuestros talleres tes-timonios que nos permitan conocer e incorporar imá-genes de ese pasado.

    La realidad de principios de siglo da la sensaciónde una Buenos Aires - Torre de Babel, que crece cons-tantemente.

    Los Inmigr Los Inmigr Los Inmigr Los Inmigr Los Inmigrantesantesantesantesantes

    "Me da la impresión que nuestros antepasados,nuestros abuelos, tenían alguna expectativa de cam-bio y cosas que nosotros no tenemos. Tenían una ex-pectativa de cambio porque tenían una serie de posi-bilidades... ejemplo, el hecho de cambiar la jornadalaboral, de poder conseguir toda una serie de cambiossociales... inclusive más, me da la impresión de que anti-guamente frente a ciertos cambios había líderes que podíanllegar a dirigir esos cambios, en cambio ahora no."

    Los testimonios recogidos desde el hoy están carga-dos de nostalgia, pero no sólo por el afecto hacia los antepa-sados, sino también por un mundo de progreso que pare-cía posible y hoy parece perdido. Aquellos abuelos son vis-tos como héroes de esa época legendaria de principios desiglo.

    "Mis bisabuelos vinieron a la Argentina en1896. Se embarcaron en el puerto de La Coruña. Eranmis dos bisabuelos y a sus hijos no los recuerdobien, recuerdo a Jesús, Ovidio, Juan, mi abuelo, Ali-cia, doña Arabia. La otra hija quedó en España, eramonja, se llamaba Alianza.

    Llegaron a Buenos Aires y según lo que mi abue-la decía empezaron a trabajar en una curtiembre.Me olvidaba que se vinieron porque los varones te-nían que hacer el servicio militar en África. Mi bis-abuelo era doctor, pero no pudo ejercer en Argentina.

  • Voces Recobradas 13

    Como no les gustó Buenos Aires se fueron aCasilda (Santa Fe) y después, algunos a Córdoba yotro a Chilecito (La Rioja).

    Por parte de mi madre no conocí a mi abuelo, perotambién llegaron de España, eran descendientes devascos y a mi abuela la conocí pues falleció en 1959 alos ochenta años, era muy hermosa.

    Tuvieron varios hijos e hijas, 4 mujeres y 3 varo-nes. Siempre trabajaron en el campo, sólo mi tíoGerónimo estudió y era profesor en las escuelas. To-davía vive mi tía Blanca, tiene más de noventa años."

    "... mis padres, inmigrantes, vinieron a este paíspara estar mejor y con mucho esfuerzo y trabajo lolograron; mi papá adoraba este país. Él vino deMersin, Turquía, en el año 1927, para no hacer elservicio militar en la frontera, que duraba 4 o 5 años,y a veces no se volvía. Era como escaparse, y lo hizocon los documentos de un hermano que era menor.Vino a vivir a Barracas y empezó a trabajar comovendedor ambulante o marchante. Vendía ropa casapor casa en la zona de Piñeiro, Avellaneda, cruzan-do el puente Bosch.

    Llevaba mucha mercadería envuelta en una telay formaba un gran paquete que se cargaba sobre elhombro. Vendía a crédito, a pagar por mes y basta-ba solamente con la palabra del que compraba. Yopienso que aprendió solo a leer y a escribir."

    Hay muchos testimonios que nos hablan de las razo-nes de la inmigración. En general, venían huyendo de gue-rras, se enviaban a los varones en edad de ser reclutadospara participar en conflictos de los que no se sabía si iban aregresar. La sensación es que había que irse, "como esca-parse" de aquel lugar donde habían nacido. Con documen-tos prestados o de polizontes, de cualquier modo.

    La tierra de promisión alimenta grandes expectativas,que se potencian con la necesidad de huir, de encontrar unsitio en paz, sin guerras y con rápidas posibilidades de tra-bajo. En los testimonios no aparece la posibilidad de des-

    ocupación. Se podían emplear de manera estable otemporaria, en el campo o en la ciudad en obras públicas.En el caso del inmigrante llegado de 1927 de Turquía nopodemos evaluar las posibilidades de emplearse durantela década del 30 porque optó por la venta ambulante, quecomo era tradicional entre los turcos, pudo estar facilitadapor "paisanos".

    En los relatos de inmigrantes que recogimos no apare-cen menciones al Estado argentino. Sí aparecen con respec-to al país expulsor en la figura del reclutamiento.

    La sensación que dejan traslucir los testimonios es lallegada a un país en donde las posibilidades de asentamientoy trabajo son de búsqueda individual o facilitadas por lassociedades de socorros mutuos de las colectividades.

    "Mis abuelos eran colonos traídos por la JewishColonization del Baron Hirsh que venían con sustierras y no sé si hasta tenían la casa hecha. Te-nían un fondo comunal y estaba organizado en for-ma comunal. Mis abuelos fueron a San Gregorio...Mi familia llegó a la Argentina alrededor de 1904.No encontré los pasaportes sólo las libretas de ca-samiento de mis abuelos. Cuando llegaron misabuelos, algunos venían casados con seis hijos, al-gunos de ellos casados vinieron con nietos. Mi abue-la tenía seis años y alcanzó a ir a la escuela acá.Mis abuelos enseguida casados se vinieron a la ciu-dad, en el campo sólo quedaron los abuelos y susotros hijos."

    La función del Estado que es reconocida es la posibili-dad de educación popular facilitada por la Ley 1420, san-cionada durante el gobierno de Roca.

    Hay un testimonio que refleja una realidad de la épo-ca, la posibilidad de estudiar una carrera para un hijo solo.Los demás, a trabajar, incluso aquél que tenía un título demédico en su país se resignaba a no poder ejercerlo. La con-signa parecía ser sobrevivir.

    Aunque hubo otras realidades.

  • Voces Recobradas14

    "Mi abuelo era el clásico inmigrante italiano, que vino,se puso un negocio y mandó a todos sus hijos a la secunda-ria y algunos pudieron ir a la Universidad... Mi tía mayorera del 95. Mis abuelos deben de haber venido por el milocho sesenta..."

    Cuando se invocan razones personales también que-da la impresión de que venir a América era una alternativaviable para superar conflictos familiares, también para bus-car un destino propio.

    Notamos que al tratar el tema de los antepasados ha-bía alguien que no participaba, al invitarlo a contar su histo-ria nos contestó:

    "No, lo que pasa es que mis papás eran criollos, todoscriollos, de acá... entonces... yo no tengo historia..."

    A este testimonio se fueron sumando otras voces quese daban cuenta de que habían ignorado a sus parientesnativos, en muchos casos cónyuges de los inmigrantes. Sereforzaba así la idea del "territorio vacío", de la llegada a undesierto, la de un país en donde la población no parecíaexistir y lo más curioso es que hoy parece no merecer serrecordada.

    Los que tenían parientes criollos tenían memoria dehaber hablado con ellos de cómo era la ciudad cuando eranjóvenes y nadie sabía qué pensaban esos criollos de los re-cién llegados.

    "Tengo tres abuelos italianos y una india. Pascuala yFelipe vinieron hacia 1895..."

    Y el relato continúa sin nada que comentar de la abue-la india.

    No pretendemos sacar una conclusión general. Qui-zás los participantes del taller interpretaron que el tema erala inmigración, pero igual resulta llamativo que las histo-rias de criollos no aparezcan al hablar de antepasados.

    El primer destino, para algunos y sólo por una sema-na era el hotel de inmigrantes.

    A partir de ese momento había que buscar un lugardonde vivir.

    El espacio cotidiano:El espacio cotidiano:El espacio cotidiano:El espacio cotidiano:El espacio cotidiano:

    La viLa viLa viLa viLa vivienda,vienda,vienda,vienda,vienda, del con del con del con del con del convvvvventilloentilloentilloentilloentillo

    a la casa chora la casa chora la casa chora la casa chora la casa chorizizizizizooooo

    A fines de siglo en Buenos Aires ya había muchosinquilinatos o conventillos donde vivían más de cincuentamil inquilinos. Con la llegada de los inmigrantes esta cifraaumentó.

    Algunos se originaron a partir de mansiones abando-nadas convertidas en casas con cuartos de alquiler, y lasconstruidas ex profeso con una mínima inversión. Fueronadoptados como solución al problema de la falta de vivien-da por los inmigrantes recién llegados. En algunos casos el"conventillo" era el lugar físico desde donde funcionabanredes solidarias entre paisanos.

    Noviazgo y pedido de mano

    "Nosotros tuvimos una bisabuela llamadaMariquita que cuando nació, su padre tenía 32años. Este señor tenía a su vez un amigo solterode su misma edad que era muy rico que al nacerMariquita la levantó en brazos y dijo: 'con estaniña me voy a casar'. Esto fue aceptado por elpadre de la criatura sellando sus manos. Hastalos 12 años la bisabuela estuvo pupila en un ins-tituto para 'guardarla' y educarla para ser unabuena 'ama de casa'. Y a los trece años se casócon el bisabuelo que tenía 45 años pero para esaépoca era un viejo.

    Sí, mamá siempre nos contaba que su abue-la Mariquita decía que ella había entrado al cole-gio con ropa de nena: la pollerita cortona con elcalzón asomando debajo y cuando salió ya teníala ropa de señorita preparada para casarse.

    Pero gracias a Dios se quedó viuda muypronto. Así que cuando nació su hija, es decirnuestra abuela materna Mariquita, era una nenaque había quedado viuda y rica con muchas es-tancias. Mientras ella jugaba a las cartas y per-día mucho dinero, su hija mucho más reposadacuidaba de su madre, cumplía este rol, era comosi se hubiesen invertido los papeles. Hasta quesu madre se casó de nuevo, tuvo otros hijos, sen-tó cabeza."

    "... Mi abuela contaba siempre la misma his-toria...

    Mis abuelos se estaban por casar, tanto quemi abuela ya tenía el traje de novia, colgado deuna percha. Según sus propias palabras: -le ha-bía dado la viarazza, y parece que le insinuó queya que se estaban por casar ella bien le podía dar'la prueba de amor'. Entonces mi abuela se ofen-dió de tal manera que se sacó el anillo y se lo tiróa la cara.

    Mi abuela dice que mi abuelo se agachó parabuscar el anillo, le pidió perdón llorando y le dijoque se olvidara de lo que había dicho. Ella le res-pondió. Esta anécdota me la contaba por lo me-nos una vez por semana. Era en Mendoza, miabuela era de 1909 y se casó a los 18 años."

  • Voces Recobradas 15

    "Mi abuela era del sur de Italia y era considerada al-guien muy importante en su colectividad. Le tenían tantaconfianza que era "el banco" de los paisanos. Ellos la visi-taban en el conventillo, le dejaban la plata cuando se vol-vían a embarcar, y como mi abuela no sabía ni leer ni escri-bir, ataba cada paquetito de plata con un hilo de distintocolor y lo guardaba. Cuando el paisano volvía, después demeses o años tal vez, sabía que doña Lucía tenía su plataguardada. Nunca tuvo ningún problema y la gente sabíaque ni siquiera tenía que contar la plata."

    Hubo inquilinatos famosos: La Paloma, Las CatorceProvincias, El Testún (cabezón en genovés), El Universo.

    La procedencia de los inquilinos fue variada, extranje-ros de todas las nacionalidades y provincianos. Al avanzarel tiempo, algunas familias inmigrantes accedieron a la pro-piedad del inquilinato y éste se transformó en una viviendafamiliar. Al casarse los hijos fueron ocupando habitacionesy creciendo las familias. Hubo, en particular en La Boca,inquilinatos donde convivían varias generaciones.

    "Yo nací en un inquilinato que todavía existe, en lacalle Brandsen y Ministro Brin, en La Boca. Era de mi bis-abuelo. Él lo había comprado a medias con su consuegro,era marino, había viajado por todo el mundo y se quedó enla Argentina. Fueron viniendo su mujer y sus hijos. Mi abue-la vino de chica pero nunca aprendió a hablar castellano,en cambio mis tíos abuelos que nacieron acá eran bien por-teños. Cuando mi mamá, que era la hija mayor, se casó ledieron una habitación grande que daba al frente. En esahabitación nací yo, en 1923. Y cuando nació mi hermanotaparon mi cunita con una sábana y mi mamá en esa mis-ma habitación dio a luz a mi hermano. Cuando me despertéme mostraron a mi hermanito. Yo creo que ni sabía que mimamá estaba embarazada...

    Las cosas que yo he escuchado y leído de losconventillos no se vivían en mi casa, éramos todos parien-tes. Yo nací ahí, fui el primer hijo de mis padres, el primernieto de mis abuelos, el primer bisnieto de mis bisabuelos yel primer sobrino de un montón de tíos y todos vivíamos enla misma casa.

    Mi familia era de Trani, cerca de Bari, en el sur de Ita-lia, pero salvo mis bisabuelos que hablaban en dialectotranés, todos hablábamos en genovés que era la lengua deLa Boca cuando yo era chico. En el colegio estaba prohibi-do hablar en genovés, teníamos que hablar en castellano,pero las maestras entre ellas hablaban en genovés. Hastalos yugoslavos y austríacos, que había muchos en La Boca,sabían hablar en genovés."

    Para ser considerado un conventillo debían vivir másde 5 familias o personas independientes, incluido el encar-gado, cuya unidad de locación sea una pieza y que tienenen común el servicio de baños, lavatorios, letrinas y lavade-ros.

    El testimonio nos habla de un conventillo familiar de

    La Boca. Una especie de ghetto italiano, con dialecto propio:el genovés. La lengua indica ciertas particularidades: la abue-la que hablaba tranés (dialecto del sur de Italia) nunca apren-dió el castellano. Pero parecía no necesitarlo, al vivir en unacasa con algunos de sus hermanos que no sólo hablaban elidioma sino que eran "bien porteños".

    El conventillo era un mundo familiar donde convivíanvarias generaciones, en familia se hablaba en tranés, entrevecinos en genovés y con los demás en castellano.

    El entrevistado se encarga de aclarar que "las cosas"que se dicen del conventillo, no son ciertas para él. Creemosque se refiere a comentarios sobre pautas morales en elconventillo, sobre cierta promiscuidad, situaciones menosfrecuentes en inquilinatos familiares.

    Se dice que la casa chorizo surgió de la división simé-trica en dos de la antigua casa colonial. Este modelo de vi-vienda urbana fue muy difundido no sólo en Buenos Airessino también en las ciudades de provincia. Era un tipo devivienda que se podía modificar de acuerdo a distintas si-tuaciones económicas o de comodidad.

    "Mi papá se levantaba y lo primero que hacía eraabrir la puerta de calle. Quedaba la cancel cerrada. Y yocuando veía una casa con la puerta cerrada decía" - Ay,¿qué pasará? O ¡qué modernos que son!"

    A la mañana la puerta se abría y venía el zaguán, des-pués venía un vestíbulo, la cancel (mi casa era tan vieja quetenía la cancel de hierro), después venía una habitación cru-zada al patio y atrás las habitaciones que daban al aljibe,los baños. Era del mil ocho sesenta... Y no sabés lo que eranlas rejas. Había sido una comisaría, tenía palenque, todo.En la calle San Antonio.

    El planchado

    Se usaba la plancha de carbón. Una planchamuy pesada de hierro adentro de la cual se me-tían brasas. Había dos marcas conocidas "Vol-cán" y "Perpetua".

    En algunos casos el planchado era parte deuna serie de ceremonias domésticas.

  • Voces Recobradas16

    Mi papá la compró... vivían mis abuelos maternos (queeran españoles) y mi papá se la compró a mis tíos, porqueéramos un familión, éramos siete, entonces necesitábamosuna casa grande. Teníamos gallinero, como todo el mundo.

    Yo me acuerdo que para ensalzar todas las casas demi cuadra, todo el mundo abría la puerta, entonces la casaque quedaba con la puerta cerrada, yo decía ¿quién viviráahí?"

    Este testimonio nos habla de una casa chorizounifamiliar, para una familia numerosa, muy antigua, peroel recuerdo que reaparece varias veces en el relato no hablasólo de la casa chorizo arquitectónicamente sino, de cómola casa se abría no sólo literalmente sino también simbólica-mente a la calle. El abrir la puerta a la mañana parecía en-trañar un código barrial.

    En otros casos, la misma estructura edilicia parece nohaber sido llamada casa chorizo.

    "Bueno, donde yo vivía cuando era chiquita, había unapuerta de entrada con zaguán, después un comedor que so-bresalía con una doble puerta. Después venía otra habita-ción y una cocina grande, gigantesca.

    -¿Era una casa chorizo?-No, no. No se llamaba chorizo en aquella época; era

    con dos patios, en el primero estaban las plantas y en elsegundo estaba el baño y el servicio y había una escalerahacia arriba donde se lavaba y colgaba la ropa en la soga."

    Algunas memorAlgunas memorAlgunas memorAlgunas memorAlgunas memoriasiasiasiasias

    de la vida políticade la vida políticade la vida políticade la vida políticade la vida política

    "Los partidos de aquella época eran los conser-vadores y los radicales, que eran la mayoría. Y tam-bién había anarquistas, socialistas, muchos, sobretodo en los barrios de trabajadores. Y aparte habíaotros partidos más chicos, por ejemplo el de Lisandrode la Torre, el Demócrata Progresista."

    La rLa rLa rLa rLa reeeeevvvvvolución del 90olución del 90olución del 90olución del 90olución del 90

    "Nuestro abuelo materno, Juan Sequeira, cuyosantepasados son criollos desde la época colonial, tenía cam-pos en Santa Fe (no muy grandes) y vivía en San Lorenzo.Resulta que este abuelo era una especie de caudillo radicalseguidor de Alem. El 26 de julio, día de la revolución estabaen el comité, y al salir de allí un opositor a la 'causa' le pegóun tiro. Y como él tenía la mano puesta así (hace el ade-mán) agarrando el poncho, la bala no entra en el cuerpopero le atraviesa la mano, por eso le tienen que cortar dosdedos. Y ese mismo día su mujer tuvo una hija."

    El testimonio nos habla de la revolución también vivi-da en el interior y que generó represión sobre los radicales.En el caso particular de esta descripción el caudillo pertene-cía a los grupos medios rurales.

    El relato suena como una alegoría sobre el radicalismonaciente hacia 1890.

    Desde la revolución del 90 el radicalismo luchó porla sanción de la Ley electoral.

    YrYrYrYrYrigigigigigoooooyyyyyenenenenen

    Ante la pregunta de cómo vivió ese abuelo el triunforadical de 1916, responde:

    "Bueno, por lo que nos contaban, con mucha ilusión yentusiasmo. Mi mamá era muy politiquera... había hereda-do la fuerza y las ideas de su padre, ella era una herederadirecta de este abuelo seguidor de Alem. Tal es así que cuandoya tenía 4 o 5 años me había hecho un vestidito rojo y unaboina blanca para llevarme a las manifestaciones y con-centraciones radicales."

    "Nosotros jugábamos en la calle Piedras entre Garayy Cochabamba hasta que venía el presidente. Cuando pa-saba el presidente había que dejar todo... era el doctorHipólito Yrigoyen. Vivía en Brasil, le pegaba por Piedras yse iba para el centro, y cuando pasaba siempre saludaba atodos los chicos."

  • Voces Recobradas 17

    "Y después me acuerdo que al poco tiempo murióYrigoyen, entonces la gente salió a la calle enloquecida yllevaban el cajón en los hombros. El mismo pueblo que loescupió cuando el golpe. Por eso, no es que la gente, que lamayoría tenga la razón, sino que va para donde la llevan,es voluble ésa es la verdad."

    AlvAlvAlvAlvAlvearearearearear

    Finalizado el primer gobierno de Hipólito Yrigoyen alno haber posibilidad de reelección lo sucede Marcelo T. deAlvear.

    "De Alvear no se hablaba mucho. Él era un cajetilla,se hablaba porque la mujer era cantante de ópera... italia-na. Era la parte más conservadora del radicalismo, les de-cían antipersonalistas, los de Yrigoyen, los del peludo, erangente más de abajo. El otro era el 'pelado'."

    AnarAnarAnarAnarAnarquistas y Socialistasquistas y Socialistasquistas y Socialistasquistas y Socialistasquistas y Socialistas

    "Los anarquistas tenían un local en la calle Necochea,y mi papá no nos dejaba pasar, porque decía que eran'tirabombas' así les decían 'tirabombas'. A mí me parecíanmisteriosos, que siempre debían llevar una bomba escondi-da. Menos dejaban pasar a las mujeres, pero a ellos no lesdebían interesar las mujeres, ellos luchaban contra los go-biernos. Mi papá nos contaba que habían matado a dosanarquistas: Sacco y Vanzetti, que eran sus mártires,que habían sido inocentes. Él los respetaba. Pero igualles teníamos miedo y por las dudas no pasábamos porNecochea."

    "Yo tenía un tío que era socialista. No dejó que alos hijos les pusieran nombres del Santoral, por eso sellamaron Ideal y Porvenir. Cuando mi tía poníaestampitas de santos él les pintaba bigotes,anteojitos... pobre y ella lloraba."

    La rLa rLa rLa rLa reeeeevvvvvolución del 30olución del 30olución del 30olución del 30olución del 30

    Tras la sucesión de tres gobiernos radicales: Yrigoyen,Alvear y nuevamente Yrigoyen, la revolución de 1930 quie-bra el orden democrático. La década del 30 se caracterizapor una profunda depresión económica a nivel mundial,producto del crack de 1929.

    "Sí, la revolución del 30 yo la recuerdo. Tenía 4 años yvivíamos en Rosario. Mi abuelo y todos estaban muy afli-gidos. Sí, realmente estaban muy mal porque fue una cosaespantosa lo que le hicieron a Yrigoyen. Un insulto no sólopara los radicales sino para toda la República porque fuela primera revolución militar. Lo poquito que tenía Yrigoyen,porque sólo tenía una cama y una pelela debajo, se lo tira-ron por la ventana. Porque él vivía en una piecita, ni vivíaen una casa. Ése era el presidente de los argentinos en aque-lla época, no como el de ahora."

    Este relato corresponde a la hija de la ferviente radical.Al preguntársele sobre la actitud visible de la madre ante elgolpe responde:

    Semana Trágica

    "Mi papá era jovencito, en el 19, cuando laSemana Trágica él era de 1897. Contaba que fueterrible. Que todo empezó en los Talleres Vasena.Él iba por Pinzón y ahí estaba la comisaría, y ti-raban para todos lados, con un ruido terrible. Élquiso escapar, y se fue por Gaboto, y de una casaespiaban lo que pasaba. Le abrieron un poquitola puerta de calle y se metió. Esta familia lo dejóescaparse por las azoteas. Entre esa gente estabami mamá, así, disimuladamente se miraron, segustaron y después se casaron. Así que, si nofuera por la Semana Trágica, yo no estaría aquí.Mi papá decía que la culpa de la matanza fue dela policía y de Ramón Falcón, el que tiene la esta-tua en José María Moreno. Pero que la responsa-bilidad, al final, era de Yrigoyen, porque él era elpresidente."

  • Voces Recobradas18

    "Sacando la época que éramos más chicos e íba-mos a las manifestaciones, después se aquietó. Además, apapá no le gustaba la política.

    ... Mamá era fuerte y clara, era la heredera directa delabuelo y además era muy unida a su padre. Él murió en losbrazos de mamá. Así que posiblemente, mientras vivió elabuelo, mamá militaba más porque eran muy unidos."

    Cuando se le pregunta la fecha de muerte de su abue-lo, dice:

    "Y, como en el año 31".

    La entrevistada no parece unir el abandono de lamilitancia de su madre con la proscripción y represión ejer-cida sobre los radicales. Atribuye lo que llama "aquietamien-to" a cuestiones personales: el padre apolítico, el abuelo fa-llecido. Pero cuando se le pregunta si durante su infanciarecuerda enfrentamientos con los conservadores, dice:

    "Sí... en el colegio... nos dábamos unas tortas bárba-ras".

    La crLa crLa crLa crLa crisis del 30isis del 30isis del 30isis del 30isis del 30

    "Había una desocupación muy grande, mipapá era carpintero, estuvo seis meses sin tra-bajar nada... trabajaba en una fábrica de mue-bles muy finos... Mamá cosía guardapolvos parachicos... Yo tenía 12 años y mi hermana 16. Mamáhacía la ropa y nosotros cosíamos los botones ylas llevábamos de vuelta al negocio."

    "... volviendo a la crisis del 30. En el caso de mitío, que yo contaba la vez pasada, había ido a la Uni-versidad y su mujer... Ellos ya llegaron muy mal aeste país; mi tío se puso a trabajar en un frigorífico ymi tía de costurera, aunque nunca había agarrado unaaguja. O sea que tuvieron que trabajar de cualquiercosa. Entonces ellos estaban muy mal desde el vamos,por lo que mi tía contaba, la crisis a ellos no los gol-peó tanto porque ya estaban mal, a lo sumo habránestado peor, pero ni es que tuvieron en la RepúblicaArgentina un momento de florecimiento. Ya vinieronmal, y a pesar de todo, en esa casa se cantaba y a loschicos los disfrazaban para divertirse."

    Notamos que la depresión económica de ladécada del 30 tuvo impacto sobre la gente, sobretodo, en cuanto a la desocupación. Las formas desuperar la crisis eran individuales, se buscabanformas de trabajo domiciliario para subsistir.Pero, a pesar de la crisis, se sobrevivía de la ma-nera más alegre posible.

    Cocción y calefacción

    "Antes de nacer mis viejos tenían sólo una ha-bitación con una mesita precaria y arriba un ca-lentador ‘Primus’ a querosén, que servía para ca-lentar y cocinar, pero ya tenían un brasero. Cuan-do nací yo ya teníamos una pieza y una cocina...

    El ambiente se calentaba de dos maneras, unamientras se estaba cocinando, que se cocinaba concocina económica a leña (un fogón de ladrillosmampostería, una especie de cuadrado abiertodonde se encendía el fuego y se apoyaban las ollas,al tiempo le agregamos una plancha de hierro fun-dido arriba, ahí se hacían los bifes, se hacía todo) ylos ambientes eran más reducidos, una habitación,una cocinita y pará de contar. El que tenía cocina,el que no, tenía todo en la misma pieza (empezabaasí la gente) o también se ponía en la habitaciónun braserito, un pequeño brasero de tres patas dehierro fundido..."

    "... Se procura que el chico reciba el menor dolorposible. Pero en todas las épocas ha pasado eso... Uncompañero mío me contaba que cuando era chico, supadre se había accidentado y estaba internado, y en-tonces su madre tuvo que salir a trabajar y que lahermanita, aún más chica, nunca se enteró de esta si-tuación, de que ella era la única que comía la únicacena que había en la casa; lo hizo después, de grande.Es decir, a la chiquita, le daban de comer y la acosta-ban a dormir. Y después, él y su madre tomaban uncafé o un mate con un pedazo de pan."

    "Mi tía me decía que como yo era muy inquieta,me disfrazaba, me ponían frutas como si fueran tetasy me ponían arriba de la mesa para que yo saltara,bailara o hiciese cualquier cosa que daba lugar paraque ellos se sintiesen un poco mejor, es decir, busca-ban tener algún tipo de alegría. Y bueno, de esa formatranscurrían sus días, porque, bueno, no van a estartodo el día comentando sobre la mala situación so-bre la que están pasando, y que lo único que tienenpara comer es un plato de sopa."

    Notamos que la presencia de la crisis es un re-cuerdo doloroso, que afectó la vida privada de la gen-te. Hubo chicos que tuvieron que trabajar o disimularla situación de miseria en que se vivía, pero a pesarde esto, se rescata la posibilidad de haber tenido unainfancia con juegos y diversiones. En estos recuerdoslas dos situaciones aparecen jerarquizadas de la mis-ma manera.

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    DE GOLPE A GOLPE(1930-1943)

    Los libros de Historia cuentan que en la décadadel 30 la crisis de posguerra y el crack económico de1929 llevaron a una depresión que obligó a la mayoríaa bajar su calidad de vida.

    En Argentina esa situación se agravó por la faltade participación popular en la actividad política. Estaausencia del pueblo había sido generada por el golpedel general Uriburu el 6 de setiembre de 1930 y cons-tantemente alimentada por la práctica del fraude elec-toral llamado patriótico por los grupos más privile-giados de la sociedad.

    Luis: "Yo nací en el 19. Tendría 10 años y vi porprimera vez la efervescencia política. Por la calle Co-rrientes, oradores encima de las mesitas que los barestenían en las veredas. Eran esas mesitas de mármolcon aro y patas de hierro forjado. Protestaban contrael gobierno de Yrigoyen. Los medios, igual que ahora,crearon un clima contra el gobierno... Después vino elgolpe y lo sacaron a Yrigoyen. El pueblo no tenía de-fensas, se estableció el estado de sitio y no me acuerdobien en qué momento hubo ley marcial."

    "En abril del 31 Uriburu había convocado a elec-ciones en la Provincia de Buenos Aires, creyendo queiba a ganar pero ganaron los radicales de punta a pun-ta. ¡Lo dejaron loco! De ahí les pusieron rabanitos alos radicales: son rojos por fuera, como el color de losconservadores, pero blancos por dentro!"

    Los sectores populares soportaron su suerte comopudieron, llevando al extremo las costumbres que ha-bían aprendido de sus progenitores, tales como cui-dar lo poco que tenían, no gastar ni un centavo más delo estrictamente necesario, ahorrar todo lo que se pu-diera.

    Alicia: "Mi hermano consiguió un trabajo comoempleado de oficina. ¡Era una maravilla! Mamá lohacía cambiar de ropa en cuanto llegaba a la noche; lelavaba la camisa y la ponía a secar arriba de la coci-na económica. Tenía una sola camisa de vestir y ésaera la que se ponía día tras día."

    Luis: "El tranvía obrero duró muchísimos años,debe haber sido como hasta el 45. Se pagaban 10 cen-tavos ida y vuelta. Lo tomabas a la mañana y podíasvolver a la tarde cuando en viaje común salía 10 cen-tavos. Hasta las 7 de la mañana se tomaba para elcentro y después se volvía, creo, alrededor de las 5 de

    la tarde. No podías tomarlo a la tarde sólo y pagar 5centavos."

    Olivero: "Nosotros terminamos la escuela de no-che porque trabajábamos para ayudar en casa. Yo fuicomo dependiente a un almacén. Todo lo que ganába-mos lo poníamos en una lata que tenía mi mamá. Losfines de semana si queríamos salir le pedíamos a ellay de esa lata ella sacaba y nos daba algún dinero."

    Muchas de esas familias vivían en los barrios for-mados en décadas anteriores a medida que la pobla-ción crecía y las líneas férreas o de tranvías facilitabanel acceso al centro. Sin embargo quedaban grandes va-cíos, espacios sin ocupar. Por tal razón muchas zonas,especialmente del sur de la capital, se lotearon en estadécada. La población llegaba del interior del país bus-cando conseguir trabajo o asegurarse los servicios quesólo la organización urbana podía brindar. Algunoseran descendientes de argentinos nativos y otros eran

    El luto

    "Cuando cumplí 15 años, estábamos en Mardel Plata y hacía un año que había muerto miabuelo. Y no me iban a festejar el cumpleañosporque todavía estábamos de luto. Pero mi tía ledijo a mi mamá que era una lástima, que cum-plía quince años una sola vez. Entonces mi mamáme hizo en la máquina, en el día, un vestido blan-co, pero todo ribeteado con una cintita de tercio-pelo negro, por el luto. Encargaron un serviciode lunch, no bailamos ni hubo música, pero yoestaba contenta porque por lo menos lo festeja-mos."

  • Voces Recobradas20

    inmigrantes o hijos de inmigrantes europeos que sehabían afincado en el campo pampeano y ahora de-bían abandonar las tareas agropecuarias buscandootros horizontes.

    Argimiro: "Vinimos... a trabajar a Pehuajó, en1928. Al año de estar allí mamá se enfermó y el viejose la trajo al Hospital Alvear donde se curó."

    Lidia: "Recién casados mi mamá y mi papá se fue-ron a vivir a Tapiales sin agua, sin luz. ¡Fue terrible!Parque Patricios -de donde era mamá-, no sería muy

    lindo, pero era un barrio cómodo. Mamá en Tapialessufría mucho y como dos tías mías vivían en Luganole empezaron a dar plata para que edificasen una pie-za acá."

    Florencia: "...mis abuelos paternos que vivían enel campo, eran humildes. Trabajaban la huerta cerca deBahía Blanca, se lavaban con jabón blanco en la mismabañera que sus hermanos. Mi abuela mal no vivía...pero... yo no podría. ¡Yo sin luz eléctrica no podría vi-vir! ¡A la noche quiero leer, escuchar música y mi abue-la leía con una vela!"

    No todos vivieron el proceso de manera similar.Unos mantuvieron su status económico o lo mejorarony otros perdieron sus trabajos y se abandonaron a susuerte.

    Olivero: "Cuando iba para el almacén, a la maña-na, me entretenía despertando a los crotos que dormíana los costados de las vías. ¡Cosa de chico!"

    Dora: "Muchos hombres habían abandonado suscasas y vivían todos juntos en el Puerto Nuevo..."

    Luis: "Estaban hechos los diques y todavía no ha-bía galpones ni nada; era todo de tierra. En ese lugar quedespués ocuparon los galpones se ponían..."

    Dora: "Se hacían sus ranchitos con lona, chapas,cartones, lo que fuera... Ahora las villas son un lujo allado de aquello. Los domingos, era un paseo de la genteque tenía coche ir a ver ese espectáculo. Después de añoscomprendí lo que era esa miseria. -¡Mira dónde coci-nan!- decía mi tía porque cocinaban en las latas de con-serva o de aceite. Les tiraban 5 o 10 centavos al costado.Ellos no pedían..."

    El proceso de industrialización por sustitución deimportaciones que tímidamente había comenzado du-rante la presidencia de Yrigoyen, adquiría rasgos mássólidos. Al calor de la crisis todos los países habían to-mado medidas proteccionistas de su comercio exteriory de regulación estatal de la actividad económica. No-sotros no fuimos la excepción y así poco a poco fueronapareciendo nuevos puestos de trabajo. Las mujeresaportaron su grano de arena a la economía familiar yaunque siempre lo habían hecho, en esta década salie-ron masivamente de sus casas para convertirse en asa-lariadas.

    Olga: "Las mujeres de mi familia que vinie-ron desde España, tuvieron acá un rol distinto alque tenían en sus países; tuvieron que acoplarsea la fuerza de trabajo. En sus pueblos de origeneran mujeres dedicadas a las cosas de su casa o

    Los pantalones largos

    Este ritual significaba el pasaje masculino dela niñez a la vida adulta. Había ciertos cánones,en general regidos por la escolaridad.

    "Yo iba a una escuela en La Boca, en la calleBenito Pérez Galdós, y en primero superior te-nía compañeros que tenían bigotes, que repetíany repetían. Y las madres los hacían ir con panta-lones cortos, claro, si iban a la primaria. Debajode los pantalones se llevaban medias largas ne-gras, éstos, que eran chicos bravos, jugaban a lapelota y se hacían cada papa en la media, y se lesveían los pelos de las piernas, entonces se pinta-ban la pierna con tinta, para disimular."

  • Voces Recobradas 21

    a la huerta familiar, y en la Argentina accedie-ron al mercado de trabajo. Un mercado restrin-gido pero igual tuvieron que hacerlo. Fueron ser-vicio doméstico, costureras, telefonistas, enfer-meras..."

    Alicia: "Mi mamá en España vivía en el cam-po. Era la mayor de un montón de hermanos alos que cuidaba. Cuando llegó acá trabajó en ca-sas de familia y después entró en un hospital atrabajar como mucama; siguió de enfermera ycomo enfermera se jubiló."

    JJJJJuegueguegueguegos de la infos de la infos de la infos de la infos de la infanciaanciaanciaanciaancia

    El entretenimiento de los más chicos se ubicabaen los patios de las casas, en la calle, en los baldíos.Las chicas jugaban a la ronda, a saltar con la soga y aotros juegos.

    Alicia: "Jugábamos al aro. Era un aro de mimbrecon dos varillas de mimbre que se cruzaba dentro delaro. Con una se lo sostenía y con la otra se tiraba confuerza de modo que el aro salía volando y la que estabaenfrentada tenía que ensartarlo con sus varillas y vol-ver a tirar."

    En la calle se jugaba a la mancha, al patroncito de lavereda, a la billarda y por supuesto al fútbol. Aunquequizás el rango y mida fuera el juego más jugado.

    Luis: "-Se agachaba uno, el otro viene lo salta apo-yándose con sus manos en la espalda del que está aga-chado y abriendo las piernas. Una vez que saltó se que-da donde cae. La fila así se va alargando. El último tie-ne que ir saltando a todos pero entre medio de uno yotros no puede correr o caminar, desde donde cae tieneque hacer el salto siguiente."

    Bernardino: "-También se jugaba a llevar el aro. Sehacía con un aro ancho, chato de hierro y con un alam-

    bre que en la punta tenía un gancho se lo empujaba. Sesubía y bajaba las veredas cambiando rápidamente elgancho de lugar y dándole un golpe."

    Alfredo: "-... la billarda que se hacía con dos made-ras. Una de extremos afilados a la que se golpeaba conotra madera de unos 40 cm. Cuando salía disparada, elotro jugador tenía que barajarla en el aire."

    Luis: "-En el año 30 nosotros nos mudamos a Lanúsy ahí las calles estaban asfaltadas. Tenían hormigónarmado y las juntas de alquitrán; lo que se llamabamacadam. Y ahí se jugaba al fútbol perfectamente bien.Se organizaban los equipos con nombre y todo."

    Dora: "-Acá en Flores, la primera calle asífue Aranguren, que se llamaba San Eduardo, en-tre Fray Cayetano y Artigas. Las otras estabanadoquinadas. Venían de todos lados del barrio apatinar con los patines de 4 rueditas. Uno de ellosera mi hermano Arturo que era el as del patín."

    Todos los juegos eran posibles en una ciudaddonde el tránsito sólo pasaba por las avenidas opor alguna que otra calle empedrada. La felici-dad de los chicos se interrumpía solamente conel paso de algún carro repartiendo mercadería ocon la perrera.

    Dora: "El enemigo número uno de todos loschicos del barrio. Cuando era carro se oía de le-jos por el ruido de los caballos y de los alam-bres de las jaulas que llevaba atrás. Los chicossalían adelante corriendo para que los perros seescaparan. Cuando pasaban delante les gritabande todo. Una de las que gritaba era yo: ¡Andá atrabajar, atorrante! ¡Trabajá de hombre y no deperrero!"

    La vida socialLa vida socialLa vida socialLa vida socialLa vida social

    En 1931 el fútbol se profesionalizó y en todobarrio porteño surgieron nuevos clubes socialesy deportivos que formalizaron juegos y diversio-nes de chicos. Muchos de ellos permanecen al díade hoy. En sus salones o en los lugares de prácti-ca deportiva, los bailes, especialmente los de car-naval, eran el punto de reunión y socialización.

    Alberto: "-Nosotros nos conocimos en un bai-le. Tenemos 50 años de casados y 60 años de ClubIndependiente.

    Y los bailes eran matiné: se iba a las 6 o 7 dela tarde."

    Elena: "-Terminaban a las 11 de la noche."María del Pilar: "-Y las madres venían a bus-

    carnos."Elena: "-Venían a traernos."

    El cine

    "Claro, porque hoy por ejemplo miércoles,daban un capítulo, mañana otro y el viernes elúltimo capítulo. Enfrente de casa, en la calle Ga-vilán y Gaona, había un cine que nosotros lo lla-mábamos el ‘Chinche Hall’ porque era la mugrecaminando y daban algunas películas de miste-rio, esas de E. Allan Poe o la momia. Las dabanpor capítulo también, y recuerdo que eran loslunes, miércoles y viernes."

  • Voces Recobradas22

    Alberto: "-Venían 5 o 6 chicas con una mamá.Entonces la mamá se ponía allá en el palco y sebailaba en la cancha de básquet, en la terraza,en todos lados..."

    María del Pilar: "-Mi mamá llevaba a mi her-manito más chico cuando meacompañaba a bailar porque,¿dónde lo iba a dejar? En reali-dad acompañaba a la mamá deotra chica porque yo tendría 12años, era muy chica pero me gus-taba bailar. Entonces, ¿se acuer-dan que hacían un intervalo paracomer los sandwiches? Mi herma-no siempre se dormía pero cuan-do llegaba el intervalo se desper-taba para comer."

    Otra forma de entretenimien-to era la radio. En la década del20 habían comenzado las transmisiones pero re-cién en la década del 30 la posibilidad de elegirentre un espectro más amplio de programas sehizo cierta.

    Isabel: "En la década del 30 había varias es-taciones. Belgrano era una; en 1934 se creó ElMundo, en 1937 Radio del Estado y en 1941 co-menzó a transmitir Radio Splendid."

    La familia se sentaba alrededor del gran apa-rato de la radio a galena para el cual se mandabahacer un mueble especial y buscaban la onda tra-tando de hacer coincidir la piedrita. Luego fuereemplazada por la radio de válvulas que tam-bién ocupaba mucho lugar.

    Alberto: "Había que agarrar el piquito ese auna piedrita y ponerse a ... ¡¡¡Silencio!!! ¡Dejameun cachito a mí!

    En mi casa había una y tenía un cajoncito,la piedrita y una antena arriba del techo."

    Este imán que era la radio igualaba a todoslos miembros de la familia sin importar la edad.Se escuchaban noticias, música y radioteatros. Enesos años el programa de mayor éxito se llamóChispazos de Tradición creado por Juan Andrés

    González Pulido.

    Alfredo: "Mi suegro era elTropero Roncatti que participa-ba de esos programas. Haceaños ya, mi hija tenía 8 meses yahora tiene 36 años, le hicieronun homenaje en el programa detelevisión Volver a vivir. Esta-ba Blackie, Carlos D' Agos-tino..."

    El teatro y el cine concentra-ban a grupos de familias de si-tuación un poco más acomoda-

    da. Se inauguraron el Ópera, el Gran Rex, en elCentro. En Flores ya existía el Fénix y se inaugu-ró el Pueyrredón.

    Dora: "En el Fénix vi Virgencita de maderacon los Hermanos Ratti, Ya tiene comisario elpueblo con Paquito Bustos y la de Sandrini ElDiablo andaba en los choclos, todas obras deteatro. Algunas de ellas después se hicieron pe-lículas. Me parece que en Flores se estrenó almismo tiempo que en el Centro una película quefue un éxito, Sombrero de copa, con Fred Astairey Ginger Rogers."

    Quienes tenían automóvil, los fines de sema-na paseaban por la Costanera Sur en donde tam-bién podían practicar deportes. Tal es el caso deun grupo de mujeres, que separándose de la Aso-ciación Cristiana Femenina había fundado el clubIma Sumac en la década anterior. Con el objetivode contar con un predio propio como lugar deesparcimiento y para practicar deportes como eltenis, el básquet y el vóley compraron unos lotesen Floresta frente al Barrio Saturnino Segurolade casas baratas.

    Laura: "El Club era dueño de todos los terre-nos desde mitad de cuadra hasta la esquina in-clusive, pero debieron venderlos con las sucesi-vas crisis económicas a partir del Rodrigazo.Tenía las canchas y una edificación que abajoservía como casa de los caseros y arriba eranlos vestuarios. Había baño y un tanque al quehabía que encenderle fuego para calentar el aguaporque cuando las señoritas terminaban de ju-gar querían bañarse."

    El hielero

    "Una cosa extraordinaria de aquella épocaque siempre me llamó la atención aunque no enese momento, sino después. Venía el sodero, le-chero, hielero y se les dejaba las monedas en elumbral con las botellas o sifones y nadie robabanada. Y en el caso del hielero si uno no estaba enla casa, las barras se empezaban a derretir. Traíauna barra grande con un gancho y la serruchabasegún cada pedido."

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  • Voces Recobradas 23

    La perLa perLa perLa perLa percepcióncepcióncepcióncepcióncepción

    del papel del Estadodel papel del Estadodel papel del Estadodel papel del Estadodel papel del Estado

    La aparición de un Estado regulador fue siendopercibida por la gente como una obligación de los fun-cionarios hacia una gama muy amplia de actividades.Cuando la ayuda estatal no llegaba o se retardaba, arre-ciaban las críticas con la idea de un deber moral incum-plido. Así por ejemplo, lo decía en un discurso la Presi-denta de la Comisión Directiva del Club Ima Sumac, alcomprobar que los subsidios pedidos no serían otorga-dos: "No queremos ni pensar que no se nos ha tenido encuenta por descuido, o por ignorar la importancia denuestra obra."

    La radio

    La primera transmisión, la de Los locos de laazotea había llevado por el éter los acordes de laópera Parsifal de Wagner. Quizás por esa impron-ta primera, es que muchos cantantes líricos parti-ciparon de programas radiales en los años 30 o susvoces eran captadas directamente desde el esce-nario teatral.

    "Yo me acuerdo de la radio 'Galena'. Mi her-mano la había comprado y con mi sobrina quetenía seis años y yo escuchábamos juntas, al mis-mo tiempo, con una especie de auriculares. Te-nía una piedrita que era la púa que había queembocar justito para escuchar pero por ahí se nosiba el sonido."

  • Voces Recobradas24

    DEL PERONISMOAL GOLPE(1943-1955)

    La sociedad argentina fue transformada du-rante el peronismo. Hay un antes y un despuésde Perón en la política argentina y en la memo-ria colectiva. La vida cotidiana no quedó fuerade este hecho. Repensar la época peronista en lostalleres de historia oral todavía implica hablarde amores y odios. Los recuerdos se mezclan conlos fuertes cambios y problemáticas que desde elEstado se planteaba. En los t iempos delperonismo, la memoria de los acontecimientos dela vida privada une y refleja hechos políticos ypúblicos. Era común brindar por "El General" enuna mesa famil iar , como enfrentarse entreperonistas y antiperonistas en un mismo hogar oen un mismo barrio, a pesar de tener "ciertos cui-dados" al hablar por la posible presencia de unperonista delator.

    La figura carismática tanto de Perón como deEva, atrapó el accionar de la clase obrera argen-

    tina, no sólo desde su labor de participación po-lítica en sindicatos, gremios, unidades básicas,delaciones, manifestaciones en la Plaza, sufragio,sino que también alcanzó o llegó a reflejarse en"lo emocional" del pueblo trabajador. El senti-miento de amor hacia Evita, "la abanderada delos humildes" se manifestó en su velatorio comoen el culto que se hizo a su persona y a la dePerón.

    Si nos remontamos a los or ígenes delperonismo debemos referirnos al golpe militarque toma el poder en 1943, de la mano del Gru-po de Oficiales Unidos (G.O.U), el que derrocaal gobierno "constitucional" de Castillo. Se cerra-ba una etapa de fraude, corrupción y falta de le-gitimidad de los sectores populares. Paralela-mente en el plano internacional se desarrollabala Segunda Guerra Mundial, a la cual todavíaArgentina no se había sumado a ningún bando;estas tensiones se manifestaban dentro del ejér-cito. El gobierno militar tenía que tomar una de-cisión. Muchos europeos e hijos de inmigrantesque participan en nuestros talleres recuerdan conhorror la época de la guerra. Son recuerdos depersecuciones, de hambre, de muerte, de desapa-r ic ión de famil ias enteras , de migracionescompulsivas, de campos de concentración y ex-terminio, de refugiados, de soledad y desasosie-go. La figura de Perón comienza a ser controver-tida: están quienes recuerdan los cajones de laFundación Eva Perón que llegaban con trigo yropa a una Italia destruida y pobre; están quie-nes veían en Perón similitudes con el fascismoitaliano y el nazismo alemán, dudando si aquí noiban a sufrir las mismas persecuciones a las quehabían sido sometidos en Europa.

    Hay algunas fechas claves en los recuerdoscolectivos: el 17 de octubre de 1945; la muerte deEva Perón (26 de julio de 1952); los bombardeosa la Plaza de Mayo (junio de 1955); la caída dePerón (16 de septiembre de 1955) aunque estosdos últimos están muy unidos y a veces apare-cen confusos.

    El 17 de octubre de 1945 fue vivido como unafiesta y era el anticipo del triunfo de Perón enlas elecciones de 1946, era el símbolo del naci-miento de un nuevo partido político. Muchos re-

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    cuerdan la alegría y las ganas de ver al líder enlibertad y la necesidad de trasladarse a la Plazade Mayo de cualquier manera: en camiones lle-nos de gente amontonada, en los techos de lostranvías. Otros sectores más acomodados veíanazorados y sorprendidos a esas"masas sudorosas que pasabanen camiones jaula".

    La memoria colectiva de lossectores populares argentinosvincula a Perón con las reformaslaborales, el aguinaldo, la jubila-ción, las licencias por enferme-dad, las vacaciones pagas, la po-sibilidad de acceder a objetos,vivienda, mejores condiciones devida, educación, derechos quehasta entonces eran desconoci-dos para un amplio sector de lasociedad. Estas reformas comien-zan a aplicarse desde 1943, cuan-do Perón se desempeñó como Director de la Se-cretaría de Trabajo y Previsión, cargo al que lue-go sumó el Ministerio de Guerra y la vicepresi-dencia de la Nación.

    Las reformas en la legislación laboral, apli-cadas entre 1943 y 1945, fueron acompañadas porun nuevo reordenamiento político, social y eco-nómico que tenía al Estado en un rol activo ycomo protagonistas de la transformación que seestaba implementando en la Argentina. Este Es-tado benefactor implementó un sistema orienta-do a redistribuir la riqueza para consolidar elnuevo orden social, mediante el desarrollo de laindustria nacional (metalurgia liviana-metal-mecánica), expansión del consumo interno, au-mento de salarios y del nivel de empleo, controlde precios en artículos de primera necesidad yen alquileres y arrendamientos, acceso a crédi-tos para crear industrias. Sumado a este plan,conocido como Quinquenal, el Estado participóen el desarrollo económico a través de la inver-sión de capitales en empresas que fueron nacio-nalizadas, como los ferrocarriles, teléfonos, gas,aviones, etc. El movimiento de migraciones in-ternas desde las provincias hacia las ciudadesimportantes, donde ya había comenzado el pro-ceso de industrialización en la década anterior,se incrementa durante el gobierno peronista. Es-tos recuerdos se ven mezclados con los sentimien-tos que la llegada masiva de obreros del interiorprovocaba en los habitantes de la ciudad de Bue-nos Aires. La visión de los críticos del peronismoes muy dura y asocian este movimiento de po-blación con las regalías y concesiones que habíahecho Perón a los obreros: "se vino todo el inte-

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  • Voces Recobradas26

    rior para acá porque acá estaban las fábricas, yhasta se podía tener dos trabajos"; "cuando em-pezó a venir la gente del interior, trabajaban dosdías y como les alcanzaba, después faltaban";"con el congelamiento de alquileres, nadie paga-ba, lo que se rompía no se arreglaba, era gentedel interior que estaba acostumbrada a vivir peorque acá".

    Otro elemento fundamental para analizar laépoca peronista desde la memoria colectiva es elmodo en que repercute la política social queacompañó a las reformas económicas y que teníacomo objetivo mejorar las condiciones de vida dela clase trabajadora. Esta política de acción so-cial fue liderada por Evita, a tra-vés de la Fundación Eva Perón.Aquí, nuevamente los recuerdosse contraponen con la figura y lalabor de Eva. Muchos creen quela política era demagógica, queel acceso a la educación o a la vi-vienda sólo buscaba captar votosque le permitieran a Perón man-tenerse en el poder, al igual quela reforma electoral del voto fe-menino; mientras otros agrade-cen y bendicen a Perón y Eva por