AÚN HAY ALGO QUE CONTARPor: Luz Ángela Gnecco, Eudosia León y Diana Valencia

Las generaciones anteriores se han llenado de saberes de manera empírica convirtiéndolos en seres integrales capaces de no desfallecer ante las inclemencias y cambios bruscos que generan las crisis de este mundo actual.

Personas que con su oralidad han transmitido sus conocimientos de generación en generación y que actualmente se ven afectados directamente ante la evolución tecnológica, temiendo que su ignorancia ante el manejo de las nuevas herramientas que nos brindan a diario, afecte su comunicar de saberes y que en algún momento pierdan la validez y el respeto que tuvieron durante muchos años.

Por esta razón las generaciones de ahora y del futuro deben aprovechar y apropiarse de este tipo de herramientas no solo para evidenciar sus conocimientos, sino para: 1) Rescatar la oralidad de generaciones pasadas. 2) Plasmarlas y publicarlas y así evitar que los temores de padres y abuelos se vuelvan una realidad y más bien sigan siendo parte de la vida misma conllevando a un intercambio de experiencias diarias y a una comprensión clara de sujetos y culturas.

Al poder intercambiar saberes tenemos la oportunidad de aprender sobre experiencias de otros y con el apoyo de las herramientas que nos brinda la tecnología podemos fácilmente llegar a la apropiación y transformación de la realidad no solo social sino individual para poder apostarle a un cambio en nuestro pensar y en nuestra sociedad que se ha vuelto individualista desaprovechando y olvidando la importancia del ser como pareja, compañero o consejero y llegar a establecer una comunicación entre culturas que rodean el mundo que nos llenaran de conocimientos para un bien común.