aulagnier. como una zona siniestrada

8/13/2019 Aulagnier. Como Una Zona Siniestrada

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Piera Aulagnier

Como una zona siniestrada

¿Qué características –propias del recorrido identificatorio- podrían explicar por qué

asistimos al pasaje de una potencialidad psicótica a su forma manifiesta, sobre todo al final de la

adolescencia?.

Podemos formular siempre que permanecamos en el re!istro de la neurosis que" el frente

de la escena psíquica # de la escena sintom$tica est$n ocupados por el conflicto que confronta ados #o.

%sta es la causa por la cual un neurótico puede formular, su conflicto, en términos que

&ablan de deseo de amor, de !oce, de pro&ibición, de castración. 'a repercusión de este conflictoen el re!istro de la identificación, también se encontrar$ en la neurosis ob(iamente. Pero en su

campo el conflicto identificatorio permitir$ que los dos componentes del #o preser(en su

indisociabilidad.

%n la psicosis suceden otras cosas. )quí la pro&ibición no recae sobre tal objeto, tal meta,tal pro#ecto particulares, sino sobre toda postura de deseante que no &a sido impuesta #le!itimiada arbitrariamente por el deseo, la decisión de una instancia exterior.

'a mira # frecuentemente la consecuencia que el identificante se daría poder serían

pro&ibir toda representación que el identificante se daría él mismo, en pos de una elección del cual

rein(indicaría la autonomía. *ólo ser$ aceptada por la mirada, el discurso # la in(estidura del otro,una posición de deseante o de identificante...%s por esta raón que en la psicosis el conflicto

identificatorio opone # des!arra los dos componentes del #o +el identificante # el identificado.

%sto explica la dimensión tr$!ica que pueden tomar los conflictos que se reacti(an frecuentementedespués de esta reor!aniación de las in(estiduras propias de la adolescencia.

%l se!undo punto al que me referiré trata sobre este trabajo de historización de su tiempopasado que realiza el yo.

%l #o es esta &istoria a tra(és de la cual se da # nos da una (ersión +su (ersión,

sustitu#éndose a un tiempo pasado # como tal definiti(amente perdido. %l &ec&o de que un

tiempo &ablado !arantice la memoria de un tiempo pasado es un presupuesto para la existenciade un yo que no podría ser si no estuviese, mínimamente reasegurado de que efectivamente

ha sido.

%sta construcción–&istoriación de lo (i(ido es una condición necesaria tanto de lainstalación de una in(estidura del tiempo futuro, como que el #o ten!a acceso a la temporalidad #

para que pueda tomar a su car!o e in(estir lo que definí con el tiempo proyecto identificatorio.

Pero para que este pro#ecto sea in(estido también &ace falta que el #o encuentre en símismo una potencialidad que puede esperar realiar en su de(enir futuro. *al(o en los casos en

que tratamos con delirios, el pro#ecto identificatorio no conlle(a a la muerte de un tiempo pasado

o presente, en pro(ec&o de sí mismo, del tiempo # del mundo" al contrario es justamente este tipo

de pro#ecto el que encontramos frecuentemente, o sino siempre, en el re!istro del delirio.%n relación a la temporalidad, &a# que a!re!ar que !racias a esta reconstrucción discursi(a,

!racias a esta autobio!rafía construida por el #o, este /ltimo puede transformar un tiempo físico en

un tiempo &umano, subjeti(o, que da sentido, que puede ser in(estido.

'o propio del sujeto &umano, de todo sujeto &umano +psicótico o neurótico es retrotraer a

un pasado m$s o menos cercano, la causa de lo que él es, de lo que (i(e, de lo que espera, cuandose trata de sus afectos, de su economía libidinal, de sus afectos.


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%l momento en que el sujeto entra en la adolescencia, el momento en que re&usa continuar

a considerarse como un ni0o, ser$ aquel en el cual (a a dar su forma estabiliada, aunque

modificable, al relato &istórico de su tiempo # a lo (i(ido en su infancia. %n este relato el sujeto&ar$ responsable a su pasado, de lo que es # de lo que tiene, de lo que nos es # de lo que no tiene.

Pasar$ lo mismo con el adulto.

1etomemos la función de esa imputación causal dada al tiempo pasado # el lu!ar

pri(ile!iado que ocupan en esta reconstrucción del pasado esas experiencias que marcaron el pasaje de una fase a la otra +pensemos por ejemplo en la experiencia del destete. %fecti(amente,

en esos momentos de transición entre una forma de relación # la que le si!ue, ser reformular$ demanera insistente la pre!unta o la re-apertura de una pre!unta, en relación a la posición

identificatorio del #o.

%sto me conduce al /ltimo punto que me !ustaría explicar la importancia que le adjudico alo que defino como fenómeno de telescopa!e o de develamiento.

2efino como develamiento o fenómeno de telescopage una situación, una experiencia,un acontecimiento que confronta, de manera imprevista, al yo con una autorepresentación

que se impone a !l, con todos los atributos de la certeza , cuando &asta ese momento se i!noraba

que &ubiese podido ocupar un tal lu!ar en sus propios escenarios.

2e repente, un suceso, la mirada de otro, in(estida de manera pri(ile!iada, de(uel(en al #o

una ima!en de él mismo que le de(ela el &orror de una ima!en i!norada por él.

*i &acemos coincidir !rosso modo la adolescencia con la fase puberal, nos encontramos, en

el re!istro del cuerpo # de los emblemas identificatorios, con la presencia +que puede ser positi(a o

desestructurante de una nue(a ima!en, marcada por los si!nos aparentes de la propia identidadsexual. 3al ima!en recusa esa indiferenciación relati(a en la cual, &asta ese momento, el ni0o

&abía podido rease!urarse.

%n el transcurso de la adolescencia el sujeto realiar$, a posteriori, lo pertinente a un

proceso de desidealización de los padres, comenado muc&o antes.

%xisten al!unos casos en los que el adolescente no puede autoriarse esa des-idealiación"lo cual lo obli!ar$ a excluir de su espacio de pensamiento una parte de las informaciones que la

realidad le en(ía. 4nformaciones para las cuales estaría perfectamente para decodificar # que sin

embar!o se lo pro&ibe. 'a consecuencia ser$ una automutilación de su propia acti(idad de

pensamiento.%ste peli!ro +e(itado en parte en la neurosis da cuenta, no obstante de la ur!encia que

representa para el adolescente la posibilidad de in(estir nue(os objetos, de proponer nue(as metas

a su deseo, de ele!ir nue(os ideales.*i (ol(emos a lo que entra en jue!o del lado de la psicosis... Personalmente pienso que la

aparición de una sintomatolo!ía psicótica es siempre la forma manifiesta que toma una

potencialidad psicótica, existente muc&o antes de la adolescencia.%sta potencialidad, tal como lo recordé antes, es la consecuencia de esa !rieta que se

constitu#ó entre los dos componentes del #o" la conjunción del identificarse # del identificado.

'a irrupción de un momento psicótico sella el encuentro del #o con un suceso psíquico quele de(ela una cat$strofe identificatoria que #a tu(o lu!ar. 5$s precisamente diría que" el pasaje de

la potencialidad psicótica a una psicosis manifiesta ocurre en el momento en que el adolescente

descubre que, en su recorrido identificatorio pasado, nunca &abía encontrado las condiciones quele &ubiesen ase!urado el car$cter autónomo, inalienable de una parte de sus referencias


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identificatorias en el re!istro de los simbólico # que le &ubiesen !arantiado su parte de libertad enla elección de sus objetos, de sus metas # de sus deseos.

#jemplo clínico"

6o es la &istoria de un caso, sino una reflexión acerca de las condiciones en las cuales

apareció al final de la adolescencia un primer episodio delirante en este sujeto.

7or!e, treinta a0os. 6ada, ni en su discurso, ni en sus síntomas, su!iere la presencia de

defensas psicóticas.%n el transcurso de la se!unda entre(ista &io una bre(e alusión a lo que el llamó su crisis

de adolescencia. %n ma#o del 89, repentinamente &abía (acilado" entre prose!uir su preparación

para pasar un concurse de in!reso a la uni(ersidad # dejar caer el pro#ecto para ir a trabajar a unaf$brica.... :ambia de ciudad # durante ; o < meses (i(e lejos de su familia encontrando al!unas

c&an!as. )!re!ó" todo esto termino por deprimirme... (ol(í a mis pa!os # fui a (er a un médico

que me recompuso...preparé mi concurse, lo obtu(e # retomé mis estudios.3al como &e referido antes me &abía presentado ese episodio de una crisis de

adolescencia, totalmente tri(ial, a la cual no le adjudicaba nin!una importancia... *e trata sin

duda de un episodio psicótico. %l an$lisis permitir$ dilucidar las condiciones que lo

desenadenaron.Para comprender mejor lo que se dio lue!o de la primera situación desencadenante, &a#

que saber que el padre de =eor!es es judío, mientras que su madre es católica practicante. =eor!e

siempre i!noró, &asta los > a0os que su padre era judío. 6unca supo porqué selo &abían ocultado.%l episodio de(elar$ toda la complejidad # la ambi!@edad de su relación con el padre,

como la a!udea del conflicto que confronta a la pareja parental. Auel(o al ma#o del 89 # a los >8

a0os de =eor!es.

Ba# que recordar en este punto, que si bien es cierto que el recorrido identificatorio debe

estar siempre abierto, que el funcionamiento del #o exi!e que esta instancia reconoca # acepte uncontinuo mo(imiento de modificaciónC por el contrario, el ordenamiento de las referencias

simbólicas finalia o debería finaliar lue!o de la declinación de la (ida infantil" la época de la

adolescencia consa!r$ndose a la consolidación de ese ordenamiento que la precede.

%n esta tarea de consolidación jue!a un papel esencial, el campo social" las referencias #los soportes que éste propone. )#udan al sujeto a ir m$s all$ de su dependencia de las elecciones

emblem$ticas pri(ile!iadas por los padres, sin tener que entrar en conflicto abierto # a (eces

insuperable con ellos.:uando conocemos la &istoria de =eor!es, (emos que justo en el momento en que m$s

&ubiese necesitado apo#arse en esos puntos de sostén ofrecidos por el campo social, éste lo

enfrena a un cuestionamiento de sus certeas # sus (alores, entrando en contradicción con lasconciencias familiares # sobre todo incompatibles con la situación de no conflicto que esperaba

preser(ar junto con las instancias parentales.

%l padre (i(e el ma#o del 89 como una re(olución de los (alores inaceptable # que

culminar$ en su ruina definiti(a...&aciendo tu#a esta luc&a, te &acer cómplice de mi futura ruina,de la cual no podr$ salir... 6o me que da m$s que encarar el suicidio. )cusación que bruscamente

revela una dimensión de la relación padre-&ijo que =eor!es &abía lo!rado dejar (elada # &ace

pedaos esa ima!en de buen &ijo que &abía tratado de preser(ar.


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) esta primera (acilación de sus referencias (a a a!re!arse otra" desde los >; a0os =eor!esse &io ami!o de un jo(en que represento para él una especie de &ermano ma#o. %ste jo(en era un

fer(iente militante político. :uando =eor!es le manifestó su reticencia para se!uir las acti(idades

políticas, el ami!o le ad(ierte que si abandona las reuniones, si traiciona al !rupo, no lo (ol(er$ a(er jam$s # no lo reconocer$ m$s como uno de ellos.

*e!unda amenaa # se!unda acusación leída en la mirada de al!uien que &asta ese

momento le ase!uraba la (aloriación de un identificado en el cual podía reconocerse.

Pero las cosas no terminan ac$" una escena que lo enfrenta con su madre tendr$ un efecto

de tal tensión que culminar$ en el desencadenamiento del episodio delirante. Dna tarde en que lamadre le quiere impedir a =eor!es asistir a una de sus reuniones políticas, a las cuales ella se

oponía con an!ustia, (a a estallar una escena particularmente (iolenta.

3odo esto, no ol(idemos, sucedió en el lapso de un mes, aproximadamente. Ba# una cierta

repetición de las acusaciones # tenemos el derec&o a pensar que la acusación materna condensa# re(ela francamente las amenaas implícitamente presentes en aquella que fueron pronunciadas

por el padre # por el ami!o. %l resultado de todo esto sería la brusca caída de =eor!es en el delirio.

%fecti(amente, después de esta escena, saldr$ a pesar de todo, sin poder asistir a su reunión.Auel(e a su casa, se acuesta # se despierta en la mitad de la noc&e, delirando.

%n esa escena con la madre ésta lo a!arra de los &ombros, lo sacude # le !rita" est$s loco

como tu tío, sos parecido a él, &ice todo para que seas diferente, pero no sir(ió para nada.)cusación tanto m$s traumatiante considerando que para =eor!es el término locura est$ li!ado a

la ima!en de su &ermano ma#or que es epiléptico.

%n el lapso de un poco m$s de un mes, =eor!es recibe el impacto de una serie deidentificados inasumibles, de los cuales el /ltimo +# en relación a éste &ablaré de de(elamiento lo

enfrenta a lo que él no sabía que era la fi!ura de la muerte # del &orror" la des&umaniación # la

locura de un ni0o...:at$strofe de las referencias identificatorias que culminar$ en el delirio.)l cabo de pocas &oras, se le impone a =eor!es la certea delirante de que él tiene una

misión secreta que es el /nico que puede sal(ar al mundo... *e le(anta al alba, camina por París

durante dos o tres días, se (a bruscamente de la ciudad # (a a trabajar a una f$brica del interior...

Ebser(emos que enfrentado a la fra!mentación de los identificados, el #o sólo puede

sobre(i(ir teniendo que ne!ar esa desposesión identificatoria, ese estallar de los soportesnarcisistas, pro#ect$ndose en la representación de un #o que #a &ubiese realiado su pro#ecto.

Pero un pro#ecto marcado con las armas de delirio.

'a dilucidación de las condiciones que desencadenaron el episodio delirante fue facilitada,

como &e dic&o, por la aparición de dos episodios idénticos en el transcurso del an$lisis.%l trabajo de elaboración realiado por =eor!es lue!o del primero de estos episodios, es lo

que me permitió, b$sicamente, la lectura de la crisis de sus >8 a0os que propuse anteriormente.

%l medio ambiente psíquico, tanto como el propio espacio psíquico en el cual ad(ino el#o de =eor!es, lo enfrentaron a lo lar!o de su proceso identificatorio con conflictos # con escollos

demasiado próximos. 2ejaron secuelas que trató como zonas siniestradas en las cuales se pro&ibe

el acercamiento rode$ndolas de sólidas barreras # de carteles de se0aliación.%ntre los factores &arto complejos responsables de estos siniestros, dos tu(ieron un papel

esencial"

> Primero la epilepsia de su &ermano con el cual compartió la &abitación desde su

nacimiento &asta los seis a0os. 'a aparición de sus crisis lo atemoriaba; 'ue!o, a partir de los tres a0os, la actitud eni!m$tica # traum$tica de su tío

paterno, aquel que la madre, en la escena, trata de loco. %se tío era sacerdote # todo el mundo lo

llamaba Padre. 'e exi!ían a =eor!es llamarlo padrino. )lmoraba en casa de ellos todos losdomin!os # al final de cada comida quedaba totalmente borrac&o...la extra0ea de sus discursos al


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final de las comidas le resultaba patente a =eor!es. %ste tío en el momento de irse, le tomaba elmentón con su mano, # mir$ndolo fijo a los ojos # con un tono solemne pronunciaba" nunca debe

ol(idar, &ijo mío, de quién eres el &ijo.

*iendo ni0o esta escena, la del tío, le pro(ocaba un estado cu#a descripción &ace pensar en

al!o parecido al aniquilamiento.

¿Quién era ese &ombre que lo llamaba &ijo mío # al cual debía llamar padrino...3rató de

pedir explicaciones a sus padres pero no tu(o éxito.%ste tío morir$ cuando =eor!es tiene >; o >< a0os, quien con !ran asombro constata que

no se &ablar$ m$s de él en la familia. 3ratar$ de enterarse de qué # cómo murió" nadie leresponder$.

'os dos episodios delirantes sobre(enidos en el transcurso de su an$lisis se desencadenaron

en el momento en que el proceso analítico &abía conducido a =eor!es a interro!arse acerca del

sentido oculto de esa escena con su tío # acerca de la extra0ea de la actitud tanto materna como paterna" silenciosos testi!os # cómplices.

%nfrentado desde el comieno de su recorrido identificatorio" con un &ermano que le

de(ol(ía la ima!en de un &ijo loco, inasumible # amenaadora con una actitud materna incapade aportarle la se!uridad necesaria" con un padre poco presente, =eor!es lo!ró no obstante reparar

# tratar de remediar esas primeras fisuras que marcaron su campo identificatorio.

Pedaos de su ruta !uardaron &uellas que &icieron de éstos onas siniestradas encima de

las cuales #a no se puede construir.

) pesar de todo, pudo limitar los estra!os !racias a sus amistades, sus éxitos escolares, su

ape!o a un profesor que tu(o un rol mu# importante en su (ida. )sí pudo retomar, a lostropeones, su recorrido identificatorio # aferr$ndose a sus soportes externos para baliar los

aspectos no peli!rosos de su espacio identificatorio, para se0aliar las (ías que deben ser e(itadas

# aquellas que pueden reconocerse sin ma#ores ries!os.

*i cuando se trata de psicosis, si!o aceptando comprometerme # comprometer al sujeto, es

porque creo que esas onas siniestradas no lo son definiti(amente, en todo accidentado. Pienso queuna relación analíticas, puede en ciertos casos, despejar el terreno par que allí se pueda reconstruir

# a(eces construir esa parte del edificio identificatorio que se &abía instalado o que debía &aberse

instalado.

1esumen" para que un pro#ecto identificatorio sea in(estido el #o debe realiar un

trabajo de &istoriación del tiempo pasado.2urante la adolescencia se reformula la pre!unta acerca de la posición identificatoria del

#o. Dna crisis de adolescencia puede transformarse en una crisis psicótica, cuando al!una

experiencia de(ela al #o una cat$strofe identificatoria que #a tu(o lu!ar" de(elamiento otelescopa!e.

aulagnier. como una zona siniestrada

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