atlas cultural de la argentina

236
de la argentina dirección nacional de industrias culturales

Upload: ministerio-de-cultura-de-la-nacion-argentina

Post on 22-Mar-2016

238 views

Category:

Documents


16 download

DESCRIPTION

Siete años atrás, el Estado nacional, a través de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, ponía en funciones un área de trabajo específicamente destinada a generar estadísticas culturales de todo nuestro territorio. Por entonces, la carencia histórica de este tipo de mediciones no hacía sino abonar la idea sesgada que define la cultura como sinónimo de las bellas artes, la música, las letras. El así creado Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA) se dio a la tarea tan impostergable como necesaria de recabar, construir y sistematizar las cifras e indicadores que permiten, sin más, conocer y tomar debida nota de la realidad cultural del país.

TRANSCRIPT

  • de la argentina

    direccin nacionalde industrias culturales

  • Presidenta de la nacin Cristina Fernndez de Kirchner

    VicePresidente de la nacin Amado Boudou

    secretario de cultura de la nacin Jorge Coscia

    subsecretaria de Gestin cultural Marcela Cardillo

    subsecretario de Polticas socioculturales Franco Vitali

    Jefe de Gabinete Fabin Blanco

    director nacionalde industrias culturales Rodolfo Hamawi

    coordinadora del sistema de informacin cultural de la arGentina Natalia Calcagno

    a u to r i d a d e s n a c i o n a l e s

  • de la argentina

  • pgina 10

    centrocrd ob a

    entre r os

    s a nta fe

    pgina 36

    noroestec ata m a rc a

    juju y

    l a r ioja

    s a lta

    s a nt iago del e s tero

    tucum n

    pgina 66

    norestech aco

    corriente s

    formos a

    misione s

    atlas cultural

    pginas 6PrloGos

    pginas 9introduccin

  • pgina 94

    cuYomend oz a

    s a n jua n

    s a n luis

    pgina 118

    PataGonia chubu t

    l a pa mpa

    neuqun

    ro negro

    s a nta cruz

    t ierr a del f uego

    pgina 148

    Buenos airesciuda d au tnom a de buenos a ire s

    prov incia de buenos a ire s

    pgina 176

    arGentina

    co n t e n i d o s

    pgina 232equiPo de trabaJoedicin

  • 6atlas cultural

    Siete aos atrs, el Estado nacional, a travs de la Secretara de Cultura de la Presidencia de la Nacin, pona en funciones un rea de trabajo espe-cficamente destinada a generar estadsticas culturales de todo nuestro territorio. Por entonces, la carencia histrica de este tipo de mediciones no haca sino abonar la idea sesgada que define la cultura como sinnimo de las bellas artes, la msica, las letras. El as creado Sistema de Informacin Cultural de la Argentina (sinca) se dio a la tarea tan impostergable como necesaria de recabar, construir y sistematizar las cifras e indicadores que permiten, sin ms, conocer y tomar debida nota de la realidad cultural del pas.

    Aquella accin de Gobierno era, claro est, una apuesta poltica que vena a expresar, apoyar y consolidar el papel que la cultura, como sector social y actividad industrial, deba ocupar en la esfera econmica, pero tambin en la dimensin simblica de una Argentina que cambiaba para crecer con desarrollo autnomo, integracin territorial e inclusin de todos.

    Ao tras ao, el sinca fue mostrando, y demostrando, cmo ganaba peso e importancia la cultura argentina en el ejercicio global de la economa, cuyo ritmo de crecimiento, incluso, superaba con amplitud. Con orgullo, y tambin con informacin fidedigna, ahora podemos afirmar que el pbi cultural registra niveles nunca antes alcanzados: representa el 3,8% del pbi general. En 2012, el Estado destin a la cultura el 0,52% del presupuesto total, la cifra ms alta registrada desde 2002. El rubro de mayor incremento en el gasto total en cultura es el de programas culturales, que prctica-mente se cuadruplic en once aos. Escenario indito, el comercio exterior de bienes culturales mostr en 2012 una balanza casi equilibrada. Al mirar la industria grfica y editorial, se observa que hoy hay supervit de ejem-plares y que poltica de sustitucin de importaciones mediante ocho de cada diez libros editados en el pas se imprimen aqu.

    Poco de todo esto podra haber sucedido sin la intervencin responsable de un Estado facilitador de la cultura. Desde el comienzo de su labor, uno de los proyectos troncales del sinca fue componer un Mapa Cultural del pas que pudiera reflejar la diversidad constitutiva de nuestra cultura, los matices, las particularidades y las diferencias, pero que tambin lograse hacer foco en las asimetras, las disparidades y las carencias para repararlas. Cuntas salas de teatro funcionan en Paran? Cuntos cines cerraron en Resistencia? Cun-tas bibliotecas pblicas abren sus puertas cada da en Trelew?

    Diagnosticar para gestionar. Era necesario saber para hacer; para trans-formar, haba que empezar a implementar polticas sobre la base del cono-cimiento certero. Ya en la construccin de este Mapa que siempre estuvo en lnea, constantemente actualizado y disponible para su libre consulta, la decisin fue trabajar codo a codo y de manera participativa con referen-tes provinciales, con quienes se entabl un dilogo tan horizontal como fructfero y duradero. Seminarios, encuentros, capacitaciones recurrentes organizados desde la Secretara de Cultura nacional solidificaron estos la-zos de comunicacin y cooperacin interestatal e interinstitucional que vuelven legtimo el Sistema.

    De este modo, el mapa de la Argentina fue delimitando seis regiones cul-turales, seis recortes que permitieron comenzar a analizar las caractersti-cas del sector en clave territorial. La poltica cultural deba ser federal o no deba ser, tal el desafo de entonces. Un Estado presente, decidido a tender la mano a todo el territorio, deba garantizar la igualdad de oportunidades a nuestras provincias, y promover y apoyar la actividad cultural en cada regin del pas, con el fin ltimo de reducir las iniquidades que socavan la

    unidad y la integracin, y ahogan el poder emancipador de nuestra rica y diversa produccin cultural. Porque el talento y la creatividad del pueblo, en cada rincn donde habitan, crecen con fuerza renovada si, desde to-dos los niveles de la gestin estatal, se los cultiva de forma articulada, con constancia y pluralismo.

    En esta apuesta por federalizar la cultura como medida democratizadora, tendiente a ampliar las capacidades y los recursos existentes, fueron clave las dos ediciones del Mercado de Industrias Culturales Argentinas (mica) y los seis premica (encuentros regionales), experiencias promovidas por el Esta-do, que potenciaron la generacin de conocimiento y la interaccin entre las provincias, y constituyeron vidrieras donde mostrar la produccin cultural, las identidades locales y las manifestaciones artsticas de cada lugar.

    En definitiva, un relevamiento cultural como el que aqu se presenta es indispensable para la toma de decisiones: permite evaluar el alcance de cada actividad, y comparar y definir qu poltica pblica resulta adecuada a las distintas coyunturas locales. Porque lo sabemos los argentinos las respuestas prefabricadas que no atienden las particularidades regionales nunca dan frutos ni resuelven los problemas.

    La publicacin que el lector tiene en sus manos es el resultado de una tarea de recopilacin y sistematizacin de informacin que demand aos de esfuerzo compartido.

    Porque la poltica cultural bien entendida, esa que solo puede motorizar un Estado inteligente y activo, generador de sinergias, nunca es instantnea, pero sus aportes no tienen fecha de vencimiento. Este Atlas, entonces, ha de sumarse al patrimonio inmaterial de los cuarenta millones de argentinos.

    JorGe coscia Secretario de Cultura de la Presidencia de la Nacin

  • 7P r lo G o s

    En 1492 se produjo uno de los momentos clave de la historia universal: comenzaba el avance y expansionismo europeo sobre el continente americano. En 1507 se conoci un mapa planisfrico generado por el alemn Martin Waldseemller, quien por primera vez llam Amrica a las tierras transatlnticas a las que haban arribado los europeos. Sin embargo, aquel nuevo mundo exista desde haca siglos.

    Este hecho prueba que la cartografa es, como otros saberes y discipli-nas, una fuente de representacin, pero tambin de dominio sobre los objetos bajo estudio. En nuestro humilde caso, el Atlas Cultural de la Ar-gentina se propone analizar los diferentes sectores culturales a lo largo y ancho del pas con el objetivo de visibilizar la enorme heterogeneidad y potencial de la cultura argentina.

    La concentracin econmica en el Gran Buenos Aires, producto de his-tricas desigualdades en nuestro pas, tiene su correlato en la produc-cin cultural, restringiendo los canales de circulacin, estandarizando los contenidos e imponiendo un canon excluyente y centralista. El Atlas revela, adems, que en algunos de los grandes centros urbanos del pas como Rosario, Crdoba, Salta, Mendoza o Neuqun-Cipolletti se replica, a escala regional, una similar centralidad socioeconmica y cultural en sus respectivas reas de influencia.

    El Atlas nos permite descubrir ciertos pliegues que dotan de espesura el anlisis de las diferentes aristas del problema de la concentracin. Por ejemplo, al constatar que la cantidad de horas de produccin propia de los canales de aire del interior supera a la de los canales metropolitanos, lo que implica una gran potencia productiva que se dispersa en una mul-tiplicidad de actores en un mercado de pocos y aejos jugadores.

    Los altos ndices de concentracin econmica y geogrfica de la indus-tria cultural argentina, que se nuclea en un puado de empresas nacio-nales y transnacionales, no se comprueban en otras actividades como el turismo cultural, las fiestas populares, las bibliotecas, la preservacin patrimonial y las actividades comunitarias, que poseen una capilaridad a nivel territorial que alcanza inclusive las zonas donde se manifiestan los bolsones de necesidades bsicas insatisfechas.

    Aqu el Atlas echa luz sobre otra tensin muchas veces subestimada. En el Gran Buenos Aires, el aglomerado urbano ms grande del pas, la presencia de bolsones de pobreza no slo se mide en cuanto a ingresos, sino tambin en cuanto a acceso a bienes y servicios culturales. El dficit de espacios e industrias culturales como factores de inclusin y desarro-llo se combina all con una baja incidencia de la cultura comunitaria. De este modo, en los cordones pobres y densamente poblados que rodean la Ciudad de Buenos Aires, el acceso a la cultura no encuentra canales suficientes a travs del mercado ni tampoco al amparo de las identidades tradicionales y la organizacin comunitaria, presentes de manera palpa-ble en las pequeas localidades del interior del pas.

    Sobre esta compleja realidad, se sobreimprime adems el despliegue cada vez ms activo del Estado nacional para reducir la brecha que se juega entre el centro y la periferia, entre la industria y la cultura comuni-taria, entre lo extranjero y lo nacional, entre las pymes y el mainstream. La sancin de la ley de Servicios de Comunicacin Audiovisual, la Televi-sin Digital Abierta, los concursos del incaa, el desarrollo nacional del mica y los premica regionales, entre muchas otras acciones, apuestan a federalizar las producciones culturales.

    Este Atlas, por lo tanto, rastrilla el heterogneo relieve cultural nacional y ofrece, con la asistencia de las estadsticas y la cartografa, valiosos in-dicadores no solo para la divulgacin, sino para la toma de decisiones en los mbitos de las polticas pblicas, as como para el sector privado y para la vida comunitaria. De este modo, constituye un aporte y un llamado de atencin acerca de la importancia de las mediciones en la gestin cultural.

    El Atlas Cultural de la Argentina abona la conviccin de que no puede haber polticas pblicas sin planificacin, y de que tampoco puede haber planificacin sin informacin. Ambas son fundamentales para el desarro-llo de las industrias culturales de nuestro pas, que conforman un sector importante del entramado social y productivo. Vital, si nos proponemos pensar y poner en prctica una cultura que cumpla un rol decisivo en un pas con un proyecto nacional de desarrollo industrial.

    Anhelamos y trabajamos da tras da por un mapa de la cultura argen-tina ms real y ms igualitario, donde la democratizacin del acceso a los bienes culturales vaya de la mano con la desmonopolizacin de su produccin, en pos de la pluralidad. Hoy, que tenemos a la mano mapas satelitales disponibles en cualquier dispositivo electrnico, y que hasta el sitio ms lejano se nos muestra precisamente tabulado y referenciado, la pregunta es sabemos qu queremos y dnde buscarlo?

    Este trabajo producido por el equipo del Sistema de Informacin Cul-tural de la Argentina sinca, conformado por miembros de la Secretara de Cultura de la Nacin y un enlace por cada una de las provincias del pas, es una extraordinaria hoja de ruta para desandar ese camino con un rumbo claro, objetivos precisos e informacin bien fundada.

    rodolfo hamawi Director Nacional de Industrias Culturales

  • UNA CONSTRUCCIN SISTEMTICA DE INFORMACIN CULTURAL

  • introduccin

    9

    Estos nmeros revelan la incidencia de la cultura en la economa nacional luego de una dcada de crecimiento sostenido y con perspectivas de hacer-lo an ms en el futuro, particularmente en las reas audiovisual y digital.

    Las actividades culturales, por otra parte, tienen una doble condicin: a su valor econmico es necesario aadirle su importante valor simblico, en tan-to los productos culturales son portadores de identidad, valores y sentido.

    Sin embargo, a diferencia de otras reas de la administracin pblica en las cuales exista una mayor tradicin en la generacin de indicadores, has-ta la creacin del sinca no era posible disponer de informacin estadstica sistemtica y confiable sobre el sector cultural a nivel nacional. Esta caren-cia no slo dificultaba estimar la evolucin y el alcance de las actividades culturales, sino que adems impeda trazar polticas pblicas adecuadas a las necesidades de cada actividad y cada regin, y disponer de herramientas para la toma de decisiones tanto a nivel pblico como privado o comunitario.

    La generacin continua de estadsticas culturales, la produccin de un mapa cultural del pas en constante actualizacin, el relevamiento de di-ferentes aspectos de la gestin pblica en cultura, la construccin de un centro de documentacin sobre economa cultural y la elaboracin de pu-blicaciones propias de manera peridica, son los cinco proyectos de releva-miento, medicin, procesamiento y difusin de informacin sobre los cua-les ha girado la actividad del sinca a lo largo de sus siete aos de existencia.

    La labor de construccin sistemtica de informacin cultural se nutre de fuentes primarias, es decir, relevamientos propios realizados por el sinca como la Encuesta Nacional de la Lectura, la Encuesta Nacional de Consumos Culturales y la elaboracin de la Cuenta Satlite de Cultura. Esta ltima, realizada en convenio con el indec, comprende la medicin de las actividades culturales en el marco de las cuentas nacionales, es decir, su contribucin al pbi, como se mencion inicialmente.

    Pero, adems, el Sistema de Informacin cuenta con una densa red de organismos pblicos, cmaras empresariales y organizaciones del tercer sector que colaboran brindando datos. La construccin de informacin cultural de manera participativa y colaborativa, no slo legitima, sino que robustece las mediciones y relevamientos realizados.

    En este sentido, cobra especial significacin el aporte de los enlaces pro-vinciales del sinca. Ellos son personas especialmente designadas por cada organismo cultural de las provincias y la Ciudad Autnoma. Su tarea, en-tre muchas otras, es validar, jerarquizar, aportar y reflexionar acerca de la construccin de informacin y los fenmenos culturales que ocurren en sus propios territorios. En este sentido, han cooperado activamente en el contenido y diseo del libro que aqu se presenta.

    Por otro lado, en el ao 2011 la Direccin Nacional de Industrias Culturales llev a cabo el primer Mercado de Industrias Culturales Argentinas (mica) en la Ciudad de Buenos Aires. Al ao siguiente, con el objetivo de federalizar esta iniciativa, se realizaron los premica regionales en el noa, nea, Centro, Cuyo, Patagonia y Buenos Aires, segn la divisin regional del pas que esta-blece el Consejo Federal de Cultura. En consonancia, el sinca edit Relieve Cultural. Cartografa y estadsticas culturales de la Argentina, en seis fasc-culos organizados por regiones culturales que tambin sirvieron de sustento para la elaboracin del Atlas Cultural de la Argentina.

    Esta publicacin se propone analizar, a travs de mapas, grficos e indica-dores, los diferentes sectores culturales a lo largo y ancho de la Argentina. Entre otros aspectos, se evidencia que as como se produce una hper-con-centracin de las industrias culturales en el Gran Buenos Aires, en el resto del pas existe una gran diversidad cultural de enorme potencial, tanto ar-tstico como econmico, aunque a veces invisibilizado y no siempre puesto en valor por el mercado.

    Como se ver en las siguientes pginas, las provincias y regiones poseen fortalezas y riquezas diversas en varios sectores de las industrias culturales, as como en el turismo cultural, el resguardo del patrimonio y la cultura popular y comunitaria, tambin generadores de un importante valor sim-blico y econmico.

    Este Atlas Cultural, suerte de sntesis y compendio de la labor del sinca, recoge adems la experiencia de los dos mica y los premica realizados hasta el momento, con el horizonte de federalizar la presencia del Estado nacional, poner en valor, articular y expandir la potencia creativa que vive en cada regin del territorio argentino.

    UNA CONSTRUCCIN SISTEMTICA DE INFORMACIN CULTURALEl valor agregado de las actividades culturales aporta nada menos que el 3,8% del pbi, y genera, entre empleos directos e indirectos, ms de 469 mil puestos de trabajo que equivalen al 2,9% del empleo total. En suma, el peso econmico de la cultura supera en veinte veces a la pesca, tres veces a la minera y es una vez y media superior a la energa.

  • Constitucin, Universidad y Bandera. El sueo

    inmigratorio. Pueblos originarios, jesuitas, guerras

    civiles y federalismo. Gauchos y agricultores. Paisaje

    serrano y llanuras frtiles. Cabrera, Artigas y Urquiza.

    Rock, cuarteto y chamam. A veces contradictorios

    o complementarios, estos elementos se conjugan

    en la regin conformada por las provincias de Crdoba,

    Santa Fe y Entre Ros.

    centrocrdoba

    entre r os

    santa fe

    Vista satelitalProvincias de Crdoba, Santa Fe y Entre Ros.

  • 12

    atlas cultural

    Aunque de muy temprana fundacin colonial, la regin Centro se institu-cionaliz como tal hace relativamente pocos aos. Las tres provincias que la componen comparten aspectos histricos, econmicos, sociales y culturales que las identifican, si bien muchos de estos rasgos tambin se encuentran presentes en la provincia de Buenos Aires. A diferencia de otras regiones del pas, existen menos rastros de los primeros pobladores entre los que se en-cuentran charras, guaranes, timbes, comechingones y otros pueblos que resistieron en mayor o menor medida la conquista espaola.

    Las tres provincias que aqu se relevan limitan con Buenos Aires y se configu-raron, durante las luchas internas y el proceso de organizacin nacional como las ms frreas rivales al centralismo porteo. Junto a Corrientes, Misiones y la Banda Oriental, formaron parte de la Liga de los Pueblos Libres coman-dada por Artigas hacia 1815. Unos aos ms tarde, los caudillos federales de Santa Fe y Entre Ros, Estanislao Lpez y Francisco Ramrez, pusieron fin a las tentativas de organizacin unitaria de las Provincias Unidas tras la batalla de Cepeda. Una vez sancionada la Constitucin Nacional de 1853 en Santa Fe, se estableci en la ciudad de Paran el primer gobierno federal presidido por Urquiza. El centro de gravedad del poder poltico volva a moverse hacia el litoral y, aunque por poco tiempo, se vera opacada la supremaca del puerto.

    Esa capacidad histrica de las provincias de Crdoba, Santa Fe y Entre Ros de contar con altos niveles de autonoma se ha traducido, con el tiempo, en una fortaleza que les permite posibilidades de desarrollo diferenciadas tanto de Buenos Aires como de las otras regiones del pas. En conjunto, las tres provincias aportan el 35% de las exportaciones de productos primarios y ms de la mitad de las correspondientes a manufacturas de origen agro-pecuario (moa). Entre Ros se erige como la provincia cuyas exportaciones crecieron ms aceleradamente durante el perodo 2003 - 2011. Por su par-te, Crdoba y Santa Fe cumplieron, y siguen cumpliendo actualmente, un papel importante respecto del crecimiento industrial argentino.

    Las diferentes olas inmigratorias provenientes de Europa, ms que los pue-blos originarios y la conquista espaola, han moldeado el ser regional de esta trada y lo definieron para siempre. Gracias a dichas migraciones es que

    se forj, en la provincia de Entre Ros, un arquetipo tan caracterstico como pintoresco: el gaucho judo, reflejado en la literatura nacional por Alberto Ger-chunoff, que huye de la pobreza y las persecuciones de Europa para ser aco-gido por las tierras frtiles de la pampa hmeda, con promesa de prosperidad.

    Cuna de la cultura popular, Santa Fe, Entre Ros y Crdoba han dado al pas artistas de renombre, cuyas actuaciones han trascendido a lo largo y a lo an-cho del pas. All se realizan, ao tras ao, gran parte de los festivales artsti-cos y celebraciones populares ms significativas de la Argentina. Asimismo, la regin Centro resulta fundamental en cuanto a los aportes histricos, pro-fesionales y tcnicos de sus universidades, entre las que se destacan las de Rosario, el Litoral, Entre Ros y Crdoba, epicentro de la Reforma Universita-ria de 1918, que en 2012 cumpli cuatro siglos de historia.

    Con una poblacin de 7.739.407 habitantes y una superficie total de 377.109 km2, la regin Centro se posiciona hoy decididamente como una de las locomotoras del crecimiento econmico del pas. Indicadores de de-sarrollo socioeconmico muy elevados y, en la mayora de los casos, supe-radores del promedio nacional, revelan que esta regin contina siendo un territorio estratgico para la toma de decisiones a nivel nacional. En este sentido cabe tambin destacar que la participacin de la regin en el Pro-ducto Bruto Interno (pbi) es la segunda ms importante del pas: 393.084 millones de pesos, alrededor de 50.000 pesos por habitante, ms de un 18% del total nacional, ubicndose slo detrs de la regin Buenos Aires. Por otro lado, en lo que se refiere a distribucin de la riqueza generada, las provincias de la regin presentan nmeros comparativamente alentadores. El coeficiente de Gini (ndice que mide la distribucin del ingreso, siendo cero perfecta distribucin) de la regin es de 0,388, ubicndose por debajo del promedio nacional de 0,411. Con respecto al nivel de pobreza, se en-cuentra a la vanguardia del pas con tan slo un 6,5% de los hogares con necesidades bsicas insatisfechas. Sin embargo, hay un notorio contraste en las tres provincias aludidas entre un norte menos desarrollado y menos poblado, y un sur que muestra un bienestar generalizado de la poblacin que alberga (ver mapas n 1 y 2).

    La firma del tratado de integracin nacional que dio origen a la misma data del ao 1998.

    Complejos exportadores provinciales, Informe anual 2011. Ministerio de Economa y Finanzas Pblicas.

    Censo Nacional de Poblacin, Hogares y Viviendas 2010, indec.

    Elaboracin propia para el ao 2011 en base a Informes Sintticos de Caracterizacin Socio-Productiva, dinrep, mecon y Cuentas Nacionales, indec. http://www2.mecon.gov.ar/hacienda/dinrep/Informes/InformesSinteticos.php

    Encuesta Anual de Hogares Urbanos, tercer trimestre de 2010, indec.

    1

    2

    3

    4

    5

    introduccinINDIOS Y JESUITAS, CAUDILLOS E INMIGRANTES

    regin centroMAPA POLTICO

  • 0 100 200 km

    n

    LOCALIDADES

    Lmite regional

    Lmite provincial

    Lmite departamental

    Capital provincial

    Cabecera departamental

    crdoba

    santa fe

    entre ros

    13

    regin centroMAPA POLTICO

  • 14

    atlas cultural

    La distribucin de las industrias culturales no obedece a una di-nmica especfica sino ms bien al comportamiento econmico y poblacional general de la pampa hmeda. En efecto, su estructura agraria, menos concentrada que en otras zonas del pas, gener his-tricamente diversos centros de acumulacin econmica, configu-rando un sistema urbano policn-trico que caracteriza a la regin. A todo ello se agreg el impacto de la inmigracin a travs de colonias agrcolas, dando lugar a pequeas o medianas propiedades que no se distinguan demasiado del tipo de estructura agraria minifundista prevaleciente en Europa.

    Crdoba es la provincia cuya pri-maca urbana es mayor, donde el 42% de la poblacin, 1.330.023 per-sonas, viven en la ciudad capital, la segunda urbe del pas. Adems, la provincia cuenta con otros aglome-rados de envergadura como el Gran Ro Cuarto y Villa Mara - Villa Nueva. La provincia de Santa Fe posee dos grandes aglomerados urbanos. Su capital, Santa Fe, con ms de medio

    milln de habitantes, Rosario, que se erige como la tercera ciudad de la Argentina con 1.198.528 habitantes. Entre Ros tiene una estructura terri-torial ms diversificada, repartiendo su poblacin y actividades econ-micas entre sus dos orillas: Paran, Concordia, Gualeguaych y Con-cepcin del Uruguay se encuentran en la pirmide de un sistema urbano menos concentrado que en el caso de las otras dos provincias.

    Si bien en el Centro se verifica una dispersin geogrfica de las industrias, actividades y espacios culturales, la contracara de este fe-nmeno es la concentracin en los volmenes de consumo y produc-cin econmica cultural en las prin-cipales ciudades, as como tambin en las empresas ms grandes.

    A diferencia de lo que ocurre en otras regiones, en el Centro el mer-cado del cable se encuentra alta-mente concentrado. La empresa Cablevisin/Multicanal presta ser-vicio a ms del 90% del mercado, mientras que el 10% restante se distribuye entre Supercanal, que posee una cantidad mnima de

    industrias culturalesANDO SIN DOCUMENTOEn la regin Centro, las industrias culturales presentan una caracterstica peculiar. Desde el punto de vista de la distribucin territorial, los espacios y actividades culturales se encuentran localizados en una densa red de ciudades grandes, medianas y pequeas.

    Tv paga en Argentina, Latin American Multichannel Advertising Council, mayo 2013.

    Segn el relevamiento que realiza la Autoridad de Servicios de Comunicacin Audiovisual (afsca), la regin pampeana est conformada por las provincias de la regin Centro sumando a las provincias de La Pampa y Buenos Aires (sin el Gran Buenos Aires). Si bien esta regionalizacin difiere de la que se utiliza en el presente trabajo, la cual a su vez proviene de la forma en que se organiza el Consejo Federal de Cultura, cremos adecuado mostrar esta valiosa informacin que revela el funcionamiento de la tv, siendo que la regin Centro es una porcin significativa de la regin pampeana.

    Informe contenidos de la televisin abierta Argentina, 1 trimestre de 2012, afsca.

    6

    7

    8

  • 15

    crdoba | entre r os | santa fe centro

    abonados (0,17%) y un puado de pequeas empresas locales. Sien-do una de las regiones ms pobla-das y econmicamente prsperas, la empresa prestadora de cable del Grupo Clarn ha absorbido el grue-so de ese importante mercado que consta de 1.820.452 abonados de tv paga (ver grficos n 1 y 2).

    Tambin en el mbito de la tv, pero en relacin con los canales de televi-sin abierta, es importante destacar algunos rasgos que reproducen el carcter centralista de la televisin argentina, con fuerte epicentro en Buenos Aires. Cuando en la dcada del sesenta se instalaron ms de 20 canales de televisin en todo el pas, la produccin de contenidos que-d en manos de tres grandes pro-ductoras metropolitanas de capital norteamericano: Proartel/Canal 13, Teleinterior/Canal 11 y Telecenter/Canal 9. De ese modo, se estableci una relacin entre los canales de la ciudad de Buenos Aires, las produc-toras de contenidos y los canales del interior que se mantuvo con pocos cambios durante cincuenta aos, que implicaba de hecho la forma-cin de cadenas, rompiendo desde el origen toda lgica federal y anti-monoplica.

    En efecto, desde su inicio los ca-nales de televisin de las principa-les ciudades argentinas tuvieron un alto nivel de retransmisin de contenidos de los canales de cabe-cera, ubicados en Capital Federal. En la actualidad, los canales de la regin pampeana an mantie-nen un nivel de retransmisin de contenidos metropolitanos que alcanza el 62%. Ahora bien, es in-teresante sealar que si se observa la suma de horas de programacin propia de todos los canales de la regin pampeana, se obtiene un resultado de 5.634 horas, un agre-gado ms alto que la suma de ho-ras de los canales del Gran Buenos Aires (gba).

    De modo similar a lo observado con el cable, la mayora de los ca-nales abiertos de la regin Centro han sido concesionados principal-mente a los grandes grupos del negocio de la comunicacin como Telef y Clarn. El primer grupo di-rige directamente o tiene afiliados cuatro canales, dos en la provincia de Crdoba (uno en la ciudad capi-tal y otro en Ro Cuarto) y dos ms en la provincia de Santa Fe, uno en Rosario y otro en la capital. Bajo la esfera del grupo Clarn se encuen-

    tra un canal en la ciudad de Crdo-ba, uno en Paran que retransmite hacia toda la provincia de Entre Ros y otro en Rosario. La Universi-dad Nacional de Crdoba tambin posee su propio canal de aire ge-nerando la mayor parte de sus con-tenidos de forma independiente. Un fenmeno similar ocurre con el canal 11 de Paran que genera sus contenidos localmente.

    La gran cantidad de canales de la regin conforma un gran volumen de produccin de contenidos te-levisivos, potencialidad artstica y tcnica desperdigada en diferentes lugares y actores no conectados entre s y subordinada a la lgica co-mercial de las seales de cabecera. Recin con la nueva Ley de Ser-vicios de Comunicacin Audiovi-sual, sancionada en 2009, se es-tablecieron mayores exigencias en cuanto en la produccin de conte-nidos locales.

    Cabe destacar que los canales de las ciudades de Santa Fe y Paran, debido a su cercana geogrfica, comparten audiencias y, en mu-chos casos, los contenidos genera-dos apuntan a una agenda social, econmica y cultural comn a am-bas localidades.

  • 16

    atlas cultural

    Elaboracin propia en base a datos de Televisin Digital Abierta, Ministerio de Planificacin Federal, Inversin Pblica y Servicios, 2013.

    Instituto Verificador de Circulaciones, 2013.

    9

    10

    En cuanto a la cobertura de la Tele-visin Digital Abierta (tda), la misma es notoriamente amplia. Casi cuatro millones de personas se encuentran bajo el rea de cobertura de las 11 antenas instaladas en distintos cen-tros urbanos de las tres provincias (ver mapa n 11). Dicho nmero representa un 52% por ciento de la poblacin total de la regin Centro, siendo sta una de las coberturas ms completas del pas. Estas cifras convierten a la tda en una potencial competidora de la televisin de pago que, como ya dijimos, presenta una estructura concentrada.

    Por otra parte, y con una implan-tacin ms dispersa a nivel territo-rial, la radio ha sido y es, por opo-sicin a la televisin, el medio de comunicacin de ms fcil acceso

    y mejor distribuido a lo largo y a lo ancho del pas (ver mapa n 4). En esta regin dicha caracterstica se potencia por la inherente homo-geneidad territorial que presenta la pampa hmeda.

    Respecto a los diarios que se im-primen en Crdoba, Santa Fe y Entre Ros es posible realizar ciertas re-flexiones. La regin Centro presenta una tirada promedio de diarios muy elevada comparativamente con otras regiones del pas. Alcanza las 138.249 ediciones de tirada diaria promedio, erigindose como la segunda en el ranking despus del tndem que componen Buenos Ai-res y Capital Federal.

    Los diarios ms ledos son la Voz del Interior de la ciudad de Crdo-ba, La Capital de Rosario, el diario La

    Opinin y el Castellanos, ambos pe-ridicos de la ciudad de Rafaela y el diario uno de Paran y de Santa Fe. Por otra parte, es en esta regin don-de ms se lee el diario Clarn fuera de Buenos Aires (ver grfico n 3).

    De manera similar a lo que ocurre en el sector de la televisin, dos gru-pos multimedia concentran en este caso el negocio de la prensa escrita. El grupo Clarn, nuevamente, es el propietario del diario ms ledo, La Voz del Interior, pero tambin tiene llegada su diario insignia de alcance nacional, Clarn. El grupo Vila Man-

    zano, edita los diarios La Capital de Rosario y uno de Paran, as como el uno de Santa Fe. La ciudad de Rafaela abarca una gran rea de in-fluencia, a travs de sus dos diarios, que suman en conjunto el 22% de los lectores de toda la regin Centro.

    Ms all de los diarios de mayor tirada, se puede notar la existencia de varias ediciones por fuera de las grandes ciudades. En el caso de Entre Ros, se observa un equilibrio entre las dos orillas, destacndose la existencia de tres peridicos im-presos en la ciudad de Concordia.

  • 17

    crdoba | entre r os | santa fe centro

    Elaboracin propia en base a datos del Censo Nacional de Poblacin Hogares y Viviendas, 2001, indec y Encuesta de proveedores del servicio de acceso a Internet, cuarto trimestre de 2012, indec.

    11

    En Santa Fe, ms all de los dia-rios ya mencionados, se destaca la concentracin de peridicos en la llamada cuenca lechera, zona de pequeos y medianos producto-res agropecuarios e industriales, mientras que en la provincia de

    Crdoba, las principales localida-des tienen todas su peridico lo-cal: Ro Cuarto, Villa Mara, Carlos Paz, por mencionar slo algunos casos (ver mapa n 4).

    Tambin se observa una gran pro-liferacin de portales informativos

    Web, particularmente en Entre Ros (44) y en Santa Fe (25). Justamente en las provincias cuya estructu-ra territorial es ms homognea, surgen sitios informativos cuya agenda generalmente refleja el quehacer local. Considerndo-los como competencia y/o com-plementos de la prensa en papel (muchos diarios impresos tambin tienen su portal Web) su aparicin acompa el ritmo de expansin de las conexiones de Internet en

    la regin. En tal sentido, cabe des-tacar que, a pesar de tener un piso alto de conectividad ya en 2001, comparativamente con otras reas del territorio nacional, la regin Centro experiment en once aos un crecimiento de ms de 11 veces (1120%) de sus abonados a Internet (ver mapa n 10). Actualmente la regin tiene 1.768.413 conexiones, lo que significa 219 conexiones cada mil habitantes, un valor cer-cano al promedio nacional.

    monumento a la bandera Ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe.

  • 18

    atlas cultural

    Estadsticas de isbn, Cmara Argentina del Libro, 2013.12

    El anlisis del sector del libro re-vela un movimiento editorial alto: si bien lejos de la regin Buenos Aires, es la segunda regin del pas con mayor nivel de edicin y produccin en cuanto a ttulos y tirada. En efecto, la regin Centro alcanz un total de 2.634 ttulos y 1.728.159 ejemplares para el ao 2012, superando ampliamente a la regin que le sigue, el noa. Se destacan los centros editoriales de Crdoba y Rosario, seguido por el tndem Santa Fe - Paran. Esta ltima gran urbe interprovincial se destaca tambin por la concentra-cin de bibliotecas especializadas, ligadas al quehacer universitario que reporta la variada oferta edu-cativa del tercer nivel que existe en ambas capitales (ver mapa n 5).

    La presencia en la regin de varias universidades nacionales, provin-ciales y privadas, impulsa la produc-

    cin editorial y el consumo de libros en las ciudades donde se ubican y en las zonas aledaas. Por ejemplo, la editorial de la Universidad Nacio-nal del Litoral, en Santa Fe, edit durante 2012 un total de 119 ttulos, lo que significa alrededor del 15% del total de la provincia.

    La produccin editorial compara-da entre provincias arroja un volu-men de edicin de ttulos y ejem-plares liderada claramente por la provincia de Crdoba con 1607 ttulos y 1.096.522 ejemplares, el 61 y 63% respectivamente del total regional. Luego le siguen Santa Fe y Entre Ros, en ese orden. En tr-minos per cpita, Santa Fe se acer-ca a Crdoba y se mantiene alejada de estas dos la provincia de Entre Ros (ver grfico n 4).

    La provincia de Entre Ros a tra-vs de su editorial estatal y sus polticas de estmulo realiza una

    eficaz labor de promocin de es-critores entrerrianos que sin em-bargo no le permite alcanzar el ni-vel de produccin comercial e in-dustrial de las grandes metrpolis regionales, Crdoba y Rosario. Por otro lado, se observa que el con-sumo y promocin del libro y la lectura se da en todos los rincones de la regin. La implantacin geo-grfica de libreras exhibe un pa-trn disperso en muchas localida-des desde la costa del ro Uruguay hasta la Traslasierra cordobesa.

    Se observa un dficit en las zo-nas menos desarrolladas y pobla-das: la zona norte de cada provin-cia y el noroeste cordobs.

    Las ferias del libro tambin tie-nen una ubicacin dispersa, par-ticularmente estn muy disemi-

    nadas en la provincia de Crdoba. Llama la atencin un agrupamien-to en el valle de Punilla, posible-mente ligada la realizacin de es-tos eventos feriales al potencial de atraccin turstica de la zona.

    Las 233 salas teatrales y los 87 cines, espacios de difusin cul-tural por excelencia, tienen una extensa cobertura en todas las provincias de la regin. A dife-rencia de lo que sucede en otras zonas del pas, su implantacin geogrfica es sustancialmente amplia y homognea. Por fuera de las grandes capitales y ciudades principales, se observa una mayor aglomeracin de estos espacios en la zona ncleo y en la cuenca lechera, es decir, en el rea in-terprovincial que abarca el cen-

  • 19

    crdoba | entre r os | santa fe centro

    Elaboracin propia en base a datos de Nuevas Estadsticas, deisica, 2013.13

    tro-sur de Santa Fe y el centro-su-reste de la provincia de Crdoba. Aun as, se observa gran cantidad de salas de cine y de teatro en zo-nas ms desfavorecidas y menos pobladas como son el norte san-tafesino, Traslasierra y norte de Crdoba y el interior entrerriano (ver mapa n 6).

    En la provincia de Crdoba se evidencia una particular distribu-cin de salas de cine sobre un eje que recorre la provincia de norte a sur pasando por la capital provin-cial. En este caso, la infraestructu-ra cultural existente est asociada tambin al movimiento turstico de los valles de Calamuchita y Punilla, centros de atraccin tu-rstica a nivel nacional e interna-cional. En este sentido, la ciudad

    de Carlos Paz se destaca por su emblemtica produccin teatral de ndole comercial durante los meses de verano.

    En la provincia de Entre Ros, la ciudad de Coln, con la apertura de una plaza de teatro de revistas durante la temporada de verano 2012, ha potenciando significati-vamente su oferta cultural, con-virtindose en un nuevo desti-no turstico a nivel nacional que brinda este tipo de espectculos. De esta manera, la ampliacin de la oferta cultural en esta ciudad, sumada a las posibilidades que ofrece la ciudad de Gualeguaych a partir del Carnaval del pas, la atraccin que significa el patrimo-nio histrico en la ciudad de Con-cepcin del Uruguay y el Palacio

    San Jos, desde dnde Urquiza di-rigiera los destinos de la provincia y del pas, potencia el eje del ro Uruguay como destino turstico cultural a nivel nacional. En Santa Fe se observa gran cantidad de sa-las teatrales que marca la impor-tancia que la actividad tiene en la provincia, promovida tambin por un importante sector de teatreros independientes.

    La cantidad de espectadores de cine en la regin brinda la po-sibilidad de analizar un aspecto del consumo cultural en cada una de las provincias. Durante el ao 2012 la provincia de Crdoba li-der el ranking de espectadores totales con 3.941.165, le sigui Santa Fe con 3.559.828 y por lti-mo la provincia de Entre Ros con 132.315. Ello resulta en un nivel de espectadores por habitante si-milar en Crdoba y Santa Fe, pero

    bastante inferior al promedio de la regin en el caso de Entre Ros (ver grfico n 5).

    En esta provincia, particular-mente en su capital y ciudad ms poblada, Paran, la inexistencia de complejos de cine multipantallas explicara el bajo nivel de asisten-cia. La cercana de la ciudad de Paran con la ciudad de Santa Fe, que s posee infraestructura de ese tipo, produce un movimiento de atraccin peridico de espectado-res paranaenses. Cabe destacar al respecto que la cercana de ambas ciudades promueve otros procesos de integracin cultural, generando circuitos compartidos en msica, teatro y diseo independiente. Por su parte, Crdoba, como ya se apunt, recibe tambin gran cantidad de espectadores de otras jurisdicciones debido al intenso movimiento turstico estival.

  • 20

    atlas cultural

    Por su masividad, estas expresio-nes estn claramente vinculadas al desarrollo de las industrias cultura-les y no podran separarse de este fenmeno ya que, por el contrario, le dan fundamento. La masifica-cin de algunos gneros musicales locales produce una conexin in-teresante entre el mainstream cul-tural y las tradiciones folclricas y populares, profundamente arraiga-das en la poblacin. En este senti-do, el cuarteto cordobs, la cumbia santafesina y el chamam y la cha-marrita de Entre Ros son ejemplos destacados de cmo contenidos fuertemente locales alcanzan el primer plano nacional.

    Esta diversidad y heterogeneidad musical tambin se expresa en la gran cantidad de fiestas, festivales y celebraciones populares que tienen lugar en la regin. Muchas de ellas son muy difundidas y concurridas, y reflejan principalmente el aspecto artstico musical, tal como ocurre en los clebres casos del festival de folclore de Cosqun, el de doma y folclore de Jess Mara, de la pro-vincia de Crdoba, en la Fiesta Na-cional Encuentro de Colectividades en la ciudad de Rosario, Santa Fe, y en el renombrado Carnaval del Pas que se organiza en la ciudad entre-rriana de Gualeguaych.

    Crdoba, Santa Fe y Entre Ros componen la regin con mayor cantidad de eventos de este tipo, con 832 fiestas y festivales. El mapa n 7 nos permite observar una co-bertura geogrfica ms amplia y homognea que la que se verifica-

    siendo mayoritarios los pertene-cientes al culto catlico. Este nme-ro refleja la gran cantidad de fiestas patronales, que si bien no tienen el impacto y concurrencia de los festi-vales masivos, son parte del entra-mado cultural de cada localidad.

    ba, por ejemplo, en cuanto a distri-bucin de industrias culturales.

    El anlisis segn el tipo de fiesta, festival o celebracin tambin apor-ta otra mirada sobre esta clase de eventos. El grfico n 6 revela que la mayora de ellos son religiosos,

    La desagregacin de las fiestas y festivales segn su tipo revela que en Crdoba la proporcin de fes-tividades religiosas sube abrup-tamente (54%) mientras que en Santa Fe son mayora pero con un nmero ms cercano al de even-

    cultura popular y comunitariaDE ABAJO HACIA ARRIBALa cultura popular y comunitaria reviste un carcter sumamente diverso y heterogneo: chamam, candombe, tango, folclore, cumbia, cuarteto y el rock, son algunos de los gneros cuyos artistas locales han llegado a ocupar el tope de los rcords de ventas a nivel nacional.

  • 21

    crdoba | entre r os | santa fe centro

    tos relacionados con la produc-cin: 45% y 28% respectivamente. Por su parte, Entre Ros se distin-gue por tener mayora de fiestas de tipo artstico, y luego de n-dole productiva, cvico-histricas y folclricas en partes similares, relegando al penltimo lugar las de carcter religioso. No es menor sealar que un aspecto medular en la constitucin de la identidad cordobesa ha sido la importan-cia, desde la poca colonial, del aporte cultural de la tradicin en general y de la Iglesia Catlica en particular, amplificada por la in-fluencia de la orden jesutica en la provincia.

    La provincia de Santa Fe tambin fue uno de los territorios coloni-zados y poblados por los primeros espaoles. Su capital, Santa Fe de la Vera Cruz, fue fundada por Juan de Garay en 1573. Por su parte, de-bido a su carcter insular, la pro-vincia de Entre Ros permaneci fuera de la influencia de la Corona casi hasta fines del siglo Xviii.

    Igualmente, las tres provincias cuentan con variedad e importancia de fiestas productivas, folclricas y cvicas o histricas. Las fiestas rela-cionadas con la produccin destacan las fortalezas de diferentes sectores econmicos de cada provincia: en Santa Fe se realizan las fiestas nacio-

    nales de la Leche y de la Soja; en Cr-doba las fiestas nacionales del Trigo y del Man y en Entre Ros las fiestas nacionales del Arroz y de la Citricul-tura, por citar algunos ejemplos.

    Los habitantes de la regin Centro muestran una valoracin positiva de la variedad de orgenes y diferen-cias, caracterizada como una zona amplia de colectividades, un espejo en donde se refleja un anhelo re-ceptor e integrador de la Argentina. Muchas fiestas dan cuenta de este aporte migratorio, por ejemplo, La Fiesta Nacional de la Colonizacin en Entre Ros, la Fiesta de la Bagna Cauda en Santa Fe y el Oktoberfest en Crdoba.

    Otro aspecto que demuestra la fortaleza de la cultura popular de la regin es el grado de organizacin comunitaria que se observa. Ml-tiples organizaciones que llevan a cabo proyectos culturales se ex-tienden por toda la regin, an en zonas postergadas como el norte santafesino y cordobs, generando proyectos de inclusin y desarrollo cultural all donde ms se nece-sitan. Las bibliotecas populares, centros culturales por excelencia, tambin exhiben una localizacin dispersa, an en mayor medida que en el caso de las organizaciones culturales (ver mapa n 8).

    54 festiVal nacional de folclore Ciudad de Cosqun, provincia de Crdoba.

  • 22

    atlas cultural

    La regin Centro se sita entre las que aprecian ms positivamen-te su pasado y herencia cultural contempornea, en contraste con lo que sucede en otras regiones, como por ejemplo, en el noa, donde los sitios patrimoniales re-lacionados con los pueblos origi-narios son muchos ms que en la regin que nos ocupa (ver gr-fico n 7). Se puede suponer que este hecho se debe al menor peso que tiene la presencia de los pue-blos originarios en esta regin.

    La clasificacin de sus monumen-tos y lugares histricos a nivel re-gional arroja una mayora de sitios religiosos, ms especficamente vinculados a la Iglesia Catlica, que alcanzan un 36% del total, lo cual coincide con lo que se observaba respecto a fiestas, festivales y cele-braciones (ver grfico n 7).

    Sin embargo, muy cerca le siguen los monumentos y lugares ligados a la formacin del Estado argenti-no (32%), un nivel alto cercano al de Cuyo y slo superado por la Pa-tagonia. Hacia el interior de la re-gin se obtienen diferencias signi-ficativas: mientras en las provincias de Entre Ros y Santa Fe son mayo-ra los sitios patrimoniales relacio-nados con la conformacin del Es-tado, 50% y 36% respectivamente, en Crdoba los sitios relacionados con la religin catlica ocupan la mayor proporcin, llegando a al-canzar el 46%. Se puede decir que los cordobeses le otorgan a la reli-gin catlica y a la conquista espa-ola una impronta fundacional y le

    que ms decididamente se opu-sieron al centralismo porteo, for-mando parte muy activa de la Liga de los Pueblos Libres liderada por Jos Gervasio Artigas.

    El anlisis de la cartografa desta-ca intensos puntos de concentra-cin de sitios histricos y museos en las capitales provinciales y en la ciudad de Rosario, revelando la centralidad de estas ciudades en el proceso de independencia e insti-tucionalizacin de los respectivos Estados (ver mapa n 9).

    En Entre Ros se destaca tambin la costa del ro Uruguay, particular-mente las ciudades de Concepcin (originalmente Arroyo de la China) y el Palacio San Jos, desde donde durante varios aos Urquiza deci-diera los destinos de la provincia y la Confederacin Argentina.

    En el caso de Crdoba, se ob-servan focos de valorizacin y resguardo del patrimonio mucho ms dispersos a lo largo y ancho del territorio. Esto ocurre porque dichos puntos, relacionados con el apogeo colonial, expresan elemen-tos de una ruralidad ligada al poder jesutico y poltico del perodo. Un elemento que llama la atencin es la gran cantidad de sitios declara-dos como monumentos o lugares histricos que, formando un ca-mino continuo desde la ciudad de Crdoba hacia el norte, jalonan lo que antiguamente constitua el camino real hacia el Alto Per (ver mapa n 9), revelando la importan-cia estratgica que tena la provin-cia en la geopoltica virreinal.

    atribuyen a ese momento histrico la conformacin de ciertos rasgos de identidad que se proyectan has-ta la actualidad; en cambio, entre-rrianos y, en menor medida, santa-fesinos vinculan los orgenes de su identidad principalmente con las luchas por la independencia, el fe-deralismo y los procesos inmigra-torios europeos iniciados durante el siglo XiX.

    En este contexto cultural dife-renciado cobra significacin la preservacin del conjunto patri-monial de sitios jesuticos en Cr-doba, muchos de ellos declarados por la unesco Patrimonio de la Humanidad. Tanto en Santa Fe como en Entre Ros la cuestin de la autonoma provincial, la lucha contra la hegemona de Buenos Aires y el federalismo son impor-tantes en cuanto a su valorizacin patrimonial. En Santa Fe se le adi-ciona fuertemente la cuestin de la independencia en la ciudad de Rosario est ubicado el emblem-tico Monumento a la Bandera y la sancin de la Constitucin Na-cional, mientras en Entre Ros tie-nen fuerte presencia los lugares histricos vinculados a las figuras de Francisco Ramrez y Justo Jos de Urquiza y al gobierno de la Confederacin Argentina. Esto no significa que Crdoba no tenga si-tios relacionados con la formacin del Estado, ya que aqu tambin ocupan una proporcin importan-te (19%). En este sentido, se debe recordar que las tres provincias fueron, a lo largo de la historia, las

    patrimonioLIGA DE LOS PUEBLOS LIBRESLa cuestin patrimonial reviste una gran importancia desde el punto de vista histrico en la regin Centro. Tan es as que ms de dos tercios de sus museos resguardan objetos y testimonios relacionados con aspectos histricos.

  • 23

    crdoba | entre r os | santa fe centro

    Palacio san JosProvincia de Entre Ros.

  • 24

    atlas cultural

    En el grfico n 9 se puede observar que el gasto pblico cul-tural per cpita, segn provincia, en ningn caso supera los $50 por habitante, cifra que se ubica bastante por debajo del promedio nacional. Sin embargo, en el mis-mo grfico el gasto en trminos absolutos refleja otra realidad ya que el gasto pblico en cultura en las tres provincias es elevado en comparacin con la mayora de las provincias del pas. Enton-ces, el bajo gasto per cpita se debe no tanto al hecho de que los gobiernos provinciales ejecutan poco dinero sino ms bien a que se trata de provincias altamente pobladas (casi un 20% de la po-blacin total del pas reside en la regin Centro).

    Al analizar el presupuesto ejecu-tado segn rea (grfico n 10) puede observarse que Crdoba concentra la gran mayora de su gasto pblico cultural (cerca del 95%) en gastos de personal, de-dicando una parte nfima al resto de los sectores. En cambio, tanto Entre Ros como Santa Fe dedican alrededor de un 50% del presu-puesto cultural a gastos de perso-nal. Mientras en la administracin de Santa Fe el gasto en contratos ocupa un lugar preponderante, el de Entre Ros se reparte casi en partes iguales entre servicios no personales, bienes de uso y con-tratos, dando como resultado un presupuesto ms equilibrado en-tre los diferentes sectores tenidos en cuenta.

    gestin pblica culturalFEDERALISMOY DIFERENCIACINLa gestin pblica cultural reflejada en los nmeros de presupuesto y empleo de la regin Centro exhibe caractersticas especficas que la asemejan al resto del pas y otras que la diferencian de las dems regiones.

    El elevado gasto en personal por parte de la provincia de Crdoba, como se mencion anteriormen-te, puede explicarse al analizar el grfico n 11. All se observa que la provincia mediterrnea es la que ms empleo pblico cul-

    tural genera en la regin (ms de 1000 trabajadores) y, en trminos absolutos, crea la mayor cantidad de empleo formal, lo que segura-mente eleva el gasto total en ese rubro. Por su parte, Entre Ros y Santa Fe emplean una cantidad

    inferior de personas en el rea cultural. Alrededor de 300 y 800 trabajadores, respectivamente.

    Ahora bien cmo evolucion durante la ltima dcada el presu-puesto cultural en cada provincia de la regin Centro? Responder

  • 25

    crdoba | entre r os | santa fe centro

    esta pregunta obliga a mirar con detenimiento los grficos n 12, 13 y 14. En ellos puede observarse una caracterstica comn a otras regiones del pas: existen tambin en la regin Centro muchos alti-bajos a lo largo del perodo tenido

    en cuenta, lo que revela una esca-sa planificacin de largo plazo. En la provincia de Crdoba (grfico n 12) hay tambin pronuncia-dos cambios, observndose una tendencia hacia la suba entre los aos 2006 y 2009 para luego es-

    tabilizarse en aproximadamente 0,7% del presupuesto a partir del ao 2010.

    En Entre Ros el porcentaje del presupuesto total dedicado a cul-tura fue muy oscilante, en espe-cial entre los aos 2001 y 2006,

    estabilizndose entre ese ao y el 2009, y con una leve tendencia hacia la baja durante los ltimos tres aos (grfico n 13). En el trienio que va de 2010 a 2012 la cada ms pronunciada ocurri durante el ltimo ao. Se explica: fue a fines de 2011 que se cre el Ministerio de Cultura y Comunica-cin, donde el organismo de cultu-ra pas del rango de subsecretara a secretara y dentro del nuevo ministerio se crearon, adems, una Secretara de Industrias Culturales y una Subsecretara de Polticas Culturales. La dispersin del presu-puesto en varios organismos antes centralizados implic una merma en la imputacin de recursos al rea especfica de cultura.

    El presupuesto cultural de Santa Fe (grfico n 14) permite una lectura alternativa. All pueden distinguirse claramente dos eta-pas. Una, entre el 2001 y el 2007, durante la cual el presupuesto de-dicado a cultura era relativamente bajo promediando el 0,25% y otra, a partir de 2008, en la que se observa un aumento creciente del presupuesto, hasta estabilizarse en niveles cercanos al 0,45%.

  • 26

    atlas cultural

    PRESUPUESTO CULTURAL COMO PORCENTAJE DEL PRESUPUESTO TOTAL DE LA PROVINCIA

  • 27

    crdoba | entre r os | santa fe centro

    museo emilio caraffaProvincia de Crdoba.

  • 28

    atlas cultural

    Tanto Crdoba como Santa Fe y Entre Ros se configuraron his-tricamente como las provincias capaces de exhibir el mayor grado de autonoma respecto del polo de atraccin tradicionalmente ejer-cido por la regin Buenos Aires. Esa capacidad autonmica se ha traducido en una fortaleza identi-taria que les ha permitido elaborar esquemas de desarrollo propios y diferenciados.

    Las industrias culturales, por su parte, presentan un panorama de implantacin y alcanzan un desa-rrollo de una importancia superior a la mayora de las regiones del pas, mientras que sus aglomerados urbanos conforman polos estrat-gicos de fuerte impacto nacional, capaces en muchos casos de riva-lizar con la ciudad de Buenos Aires.

    Si bien las industrias y espacios culturales se distribuyen a lo lar-go y ancho de las diferentes lo-calidades de la regin, en forma ms equilibrada en Entre Ros, provincia que goza de un desa-rrollo interno de carcter ms disperso territorialmente, hasta la altamente desequilibrada de Crdoba, que reproduce interna-mente la agobiante aglomeracin del Gran Buenos Aires; la principal problemtica est originada en la elevada concentracin econmica de los mercados del cable, de la industria televisiva y los peridi-cos impresos.

    Por otra parte, la masificacin de la msica de fuerte arraigo local (el cuarteto en Crdoba, la cum-

    bia y el chamam en santafesina y nuevamente el chamam y la chamarrita de Entre Ros) produce una conexin interesante entre las tradiciones folclricas y populares y el mainstream cultural, alcanzan-do el primer plano nacional.

    En comparacin con otras regio-nes, que divergen en la existencia de industrias culturales o de fuertes contenidos patrimoniales, la regin Centro presenta una amalgama he-terognea de ambas matrices.

    Asimismo posee una gran varie-dad y cantidad de fiestas y fes-tivales de distinto origen, tanto religioso como productivo y fol-clrico, destacndose los resulta-dos del sincretismo de diferentes culturas que fueron aportando los pueblos originarios, la coloni-zacin espaola, los esclavos de procedencia africana y las sucesi-vas oleadas migratorias, principal-mente europeas.

    Mientras Crdoba se destaca por su patrimonialismo colonial y religioso, Santa Fe y Entre Ros presentan una gran proporcin de sitios patrimoniales relacionados con el federalismo y las luchas por la independencia.

    En suma, es notable la partici-pacin de la regin en todos los aspectos de la cultura argentina, as como resulta necesario des-tacar su carcter estratgico para la conformacin de modelos de desarrollo cultural autnomos, de fuerte proyeccin nacional.

    conclusinFORTALEZA, DIVERSIDAD Y AUTONOMA

    Vista satelitalProvincias de Crdoba y Santa Fe.

  • fuente: censo indec, 2010

    n

    0 100 200 km

    CANTIDAD DE POBLACIN

    0 - 10.00010.001 - 50.000

    50.001 - 100.000

    100.001 - 500.000

    500.001 - 1.500.000

    Lmite provincial

    Lmite departamental

    crdoba

    santa fe

    entre ros

    mapa n 1POBLACIN POR LOCALIDADao 2010

    regin centroMAPAS

    29

    crdoba | entre r os | santa fe c e n t r o

  • fuente: censo indec, 2010

    n

    mapa n 2HOGARES CON NECESIDADES BSICAS INSATISFECHASao 2010

    0 100 200 km

    % HOGARES CON NBI

    1 - 7

    8 - 13

    14 - 21

    22 - 33

    34 - 68

    Lmite provincial

    Lmite departamental

    crdoba

    santa fe

    entre ros

    30

    atlas cultural

  • fuente: censo indec, 2010

    n

    mapa n 3HOGARESINDGENASao 2010

    0 100 200 km

    % HOGARES INDGENAS

    0 - 3

    4 - 7

    8 - 15

    16 - 29

    30 - 58

    Lmite provincial

    Lmite departamental

    crdoba

    santa fe

    entre ros

    31

    crdoba | entre r os | santa fe centro

  • n0 100 200 km

    mapa n 4MEDIOS DE COMUNICACINao 2013

    n

    0 100 200 km

    mapa n 5SECTOR LIBROao 2013

    fuente: sinca, 2013

    n

    0 100 200 km

    mapa n 6ESPACIOS DE EXHIBICIN CULTURALao 2013

    Salas de cine

    Espacios teatrales

    Ferias

    Editoriales

    Libreras

    Bibliotecas especializadas

    Canales de tv

    Peridicos impresos

    Peridicos digitales

    Radios

    reconquista

    reconquista

    reconquista

    cruz del eje

    cruz del eje

    cruz del eje

    chajari

    concordia

    concordia

    concordia

    coln

    coln

    gualeguaych

    gualeguaych

    gualeguaych

    gualeguay

    rosario

    rosario

    rosario

    marcos jurez

    venado tuerto

    venado tuerto

    venado tuerto

    ro cuarto

    ro cuarto

    ro cuarto

    ro tercero

    ro tercero

    villa mara

    villa mara

    villa mara

    mina clavero

    san francisco

    san francisco

    san francisco

    paran

    paran

    paran

    sunchalesla paz

    la paz

    vera

    monteros

    villaguay

    villa dolores

    castellanos

    concepcin del uruguay

    crdoba

    crdoba

    crdoba

    santa fe

    santa fe

    santa fe

    32

    atlas cultural

  • n0 100 200 km

    mapa n 7FIESTAS Y CELEBRACIONES POPULARES ao 2013

    n

    0 100 200 km

    mapa n 8TERCER SECTORao 2013

    fuente: sinca, 2013

    n

    0 100 200 km

    mapa n 9PATRIMONIO Y MUSEOSao 2013

    Fiestas

    Bibliotecas populares

    Asociaciones civiles culturales

    Patrimoniode la humanidad

    Museos

    Monumentos y lugares histricos

    reconquista

    reconquista

    cruz del eje

    cruz del eje

    villa tulumba

    ceres

    ceres

    san cristbal

    nogoy

    villa paranasito

    rufinovillahuidobro

    vicua mackenna

    bell ville

    gobernador crespo

    tostado

    tostado

    la criolla

    fronterabalnearia

    tartagal

    cura brochero

    laboulaye

    miramarrafaela

    chajari

    chajari

    concordia

    concordia

    concordia

    coln

    gualeguaych

    gualeguaych

    gualeguayrosario

    rosario

    rosario

    venado tuerto

    ro cuarto

    ro cuarto

    ro cuarto

    villa mara

    san francisco

    paran

    paran

    la paz

    la paz

    concepcin del uruguay

    villa dolores villaguay

    crdoba

    crdoba

    crdoba

    santa fe

    santa fe

    santa fe

    33

    crdoba | entre r os | santa fe centro

  • fuente: censo indec, 2001 y encuesta de proveedores del servicio de acceso a internet, cuarto trimestre de 2012, indec

    n

    mapa n 10POBLACIN CON ABONO A INTERNET - AO 2012Y CRECIMIENTO DE LAS CONEXIONES 2001 - 2012

    01 100 200 km

    % POBLACIN CON INTERNET

    0 - 7

    8 - 18

    19 - 40

    41 - 76

    77 - 100

    Lmite provincial

    Lmite departamental

    CANTIDAD DE CONEXIONESCADA 1.000 HABITANTES

    Conexiones 2001

    Conexiones 2012

    240

    10

    crdoba

    santa fe

    entre ros

    34

    atlas cultural

  • 01 100 200 km

    n

    mapa n 11COBERTURA DE LAS ANTENAS DE LA TELEVISIN DIGITAL ABIERTAY CANTIDAD DE POBLACINao 2013

    fuente: censo indec, 2010 - televisin digital abierta, 2013

    CANTIDAD DE POBLACIN

    0 - 10.00010.001 - 50.000

    50.001 - 100.000

    100.001 - 500.000

    500.001 - 1.500.000

    Cobertura tda

    Lmite provincial

    Lmite departamental

    crdoba

    santa fe

    entre ros

    35

    crdoba | entre r os | santa fe centro

  • Yungas, puna, quebradas, valles frtiles.

    Kollas, diaguitas-calchaques, inmigrantes europeos

    y afro-descendientes. La majestuosidad de sus

    paisajes, los pueblos originarios, el folclore.

    En el noa podemos encontrar prstamos idiomticos del quechua dentro del uso de la lengua espaola.

    Palabras como pachamama (tierra madre), coca,

    supay (demonio), chango (muchacho), guaso

    (burdo) conviven con un castellano marcado por

    inconfundibles tonadas locales. Chacareras, vidalas,

    zambas, coplas, carnavalitos, rock. La colonia,

    las luchas por la independencia, los procesos de

    industrializacin gestados a fines del siglo XiX y la modernidad urbana.

    noroestecatamarca

    ju juy

    la r io ja

    salta

    sant iago del estero

    tucumn

    Vista satelital Provincias de Catamarca,Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y Tucumn.

  • 38

    atlas cultural

    La mixtura de la cultura andina, amaznica y colonial marc inicialmen-te la fisonoma de la regin. Surgi as una cultura altamente sincrtica, cimentada en una nueva sntesis identitaria que se expresa a travs de lo criollo, exponente bsico de la nacionalidad argentina. El folclore, la len-gua, las artesanas, la ropa, la comida, y hasta los rituales y prcticas re-ligiosas, se expresan a partir de un sincretismo cultural que se produjo a travs de 500 aos de historia.

    A mediados del siglo Xv, es decir, cien aos antes de la llegada de los espaoles, la mayor parte del territorio de la actual regin del noa fue ane-xada al Tawantinsuyu, el imperio Inca. Numerosas culturas indgenas pos-teriormente subsumidas les preexistieron. La cultura diaguito-calchaqu y la omaguaca son algunas de las ms representativas junto a la wich y la guaran. Se trataba de pueblos de agricultores sedentarios, con avanzados conocimientos en el manejo del agua y criadores de llamas. En la parte oriental de las actuales provincias de Salta, Tucumn y una gran parte del territorio de Santiago del Estero, las etnias se mantuvieron independientes de los incas (vilelas, lules y wichis, entre otras). Numerosas comunidades descendientes de todas estas culturas permanecen y luchan diariamente para defender su modo de vida y patrimonio cultural.

    Durante el siglo Xvi, los espaoles avanzaron sobre el norte del actual terri-torio argentino y fundaron la mayora de las actuales capitales provinciales, comenzando por Santiago del Estero, denominada Madre de Ciudades. Los conquistadores chocaron con los pueblos locales, inicindose las llamadas Guerras Calchaques, una de las ms denodadas resistencias a la ocupacin espaola. En un primer momento, la regin qued integrada al Virreinato del Per hasta que en el ao 1776, el noa pas a formar parte del recientemente fundado Virreinato del Ro de la Plata. En el inicio del siglo XiX, la regin se sum activamente a las guerras de la independencia: el regimiento de Patricios santiagueos de Juan F. Borges fue el primer cuerpo armado del interior del pas que se sum al Ejrcito del Norte en agosto de 1810. Numerosas gestas y momentos decisivos de la patria ocurrieron aqu: el xodo jujeo, la histrica batalla de Tucumn, la batalla de Salta y la declaracin de Independencia, son algunos de los hitos de la historia regional y nacional. Asimismo, muchos de los ms aguerridos caudillos del federalismo surgieron de esta regin: Facundo Quiroga, el Chacho Pealoza, Juan F. Ibarra, por citar slo algunos.

    Las mismas ciudades fundacionales, cuyo origen se remonta a las prime-ras corrientes colonizadoras espaolas, consolidaron un sistema urbano que

    an mantiene un alto grado de centralidad demogrfica, econmica, poltica y cultural. Posteriormente, con el auge del modelo agroexportador pampea-no, las producciones regionales contribuyeron al fortalecimiento del merca-do interno nacional. Se constituyeron cadenas agroindustriales como la de la caa de azcar, el olivo, el tabaco o la industria forestal que impulsaron el crecimiento demogrfico y las migraciones. La industria forestal, basada en la tala masiva de los bosques nativos del quebracho santiagueo, devino en graves daos ambientales y sociales.

    Un flujo no masivo pero constante de inmigracin proveniente del viejo mundo (italianos, espaoles, libaneses, sirios y franceses) se mezcl con la poblacin autctona, producto de un primer encuentro entre espao-les llegados durante la colonia, indgenas y negros trados como esclavos. De hecho, en el siglo Xviii la poblacin negra del noa corresponda a casi el 50% del total. La industria fue creciendo a medida que se expandan las economas regionales, proveyndolas de insumos y agregando valor a la produccin local. Ya en el siglo XX la siderurgia lleg de la mano del Estado nacional en Altos Hornos Zapla en Jujuy.

    Ms ac, la apertura y la desregulacin econmicas de fines del siglo XX produjeron una reestructuracin de las economas regionales tradicionales dando paso a una mayor diversificacin productiva. Nuevos cultivos se han orientado a la exportacin generando una mayor rentabilidad. Tal es el caso de la soja, la vid o el limn que, en este ltimo caso, ha posicionado a la Ar-gentina como uno de los principales productores y exportadores mundiales.

    Nuevos sectores que generan valor y empleo surgen con fuerza, como el caso del turismo. La revalorizacin del patrimonio material e inmaterial de la mano del turismo se ha convertido tambin en una fuente destacada de ingreso y en una cantera inagotable que reafirma la rica identidad cultural de las provincias del noroeste.

    El noa posee una superficie territorial de 559.864 km2 y la poblacin actual es de 4.911.412 habitantes, mayormente concentrados en las capitales pro-vinciales (ver mapa n 1). Representa el 7% del pbi del pas, lo que significa alrededor de 30.000 pesos anuales por habitante. La regin en su conjunto tiene un 16% de hogares pobres, uno de los valores ms altos del pas. Zonas como el norte santiagueo, la puna, los llanos riojanos y el chaco salteo presentan un gran dficit social (mapa n 2), producto de un largo proceso histrico de ausencia del Estado, cuya mirada sobre esos territorios, era for-mulada en trminos de vaco no slo demogrfico sino tambin cultural.

    Censo Nacional de Poblacin, Hogares y Viviendas 2010, indec.

    Elaboracin propia para el ao 2012 en base a Informes Sintticos de Caracterizacin Socio-Productiva, dinrep, mecon y Cuentas Nacionales, indec. http://www2.mecon.gov.ar/hacienda/dinrep/Informes/InformesSinteticos.php

    Censo Nacional de Poblacin, Hogares y Viviendas 2010, indec.

    1

    2

    3

    introduccinDESDE EL NORTETRAIGO EN EL ALMA

    regin noroesteMAPA POLTICO

  • n0 100 200 km

    LOCALIDADES

    Lmite regional

    Lmite provincial

    Lmite departamental

    Capital provincial

    Cabecera departamental

    JuJuy

    salta

    tucumn

    santiaGodel estero

    catamarca

    la rioJa

    39

    regin noroesteMAPA POLTICO

  • 40

    atlas cultural

    industrias culturalesENTRE A MI PAGO SIN GOLPEARLa regin del Noroeste presenta una estructura territorial concentrada en las cabeceras poltico-administrativas de cada provincia. Las actividades y principales eventos culturales reflejan y aun potencian dicha tendencia a la concentracin geogrfica. Por ejemplo, las seis capitales provinciales acumulan el 100% de los canales de tv abierta y de las editoriales de libros, el 86% de las salas de cine y el 77% de los diarios impresos y las libreras.

    Una mirada simultnea de los ma-pas n 4, 5 y 6 permite distinguir una continuidad de puntos desta-cados, formados mayormente por estas capitales que, en el sentido norte-sur, determinan una forma de organizacin territorial cuya inercia data de tiempos coloniales.

    Segn el mapa n 4, en el noa los medios masivos de comunicacin tienden a agruparse en torno a las capitales provinciales. Canales de tv abierta y diarios impresos y digitales principalmente, se localizan en ellas. Las radios, al igual que en el resto del pas, son el medio de comunicacin ms presente en las localidades me-dianas y pequeas. Las radios son medios que, en general, comunican e interpelan a los ciudadanos a nivel local siendo destacable su rol en las pequeas y medianas comunidades del interior de las provincias, mien-tras que los peridicos y los canales de tv tienen un rea de influencia provincial y/o regional.

    A pesar de la centralidad comuni-cativa que revisten las grandes ciu-dades, en el caso de los peridicos impresos, la gran metrpoli regio-nal que es San Miguel de Tucumn, y su principal diario, La Gaceta, han ido perdiendo lectores en una larga tendencia histrica que arranca en la dcada de 1970. Por el contrario, otros diarios cuyas sedes se en-cuentran en las otras capitales pro-vinciales, han visto o bien mantener su tirada, como en el caso de Salta (El Tribuno de Salta) y Santiago del Estero (El Liberal), o bien, aumen-tarla, tal es el caso de La Rioja (El

    principio, podra potenciar la iden-tidad local y la democratizacin de la palabra a modo de mmesis de lo que ocurre con las radios, cuya es-cala econmica ha posibilitado el surgimiento de pequeos actores comunicacionales, como son las ra-dios comunitarias. A medida que se masifique el acceso y uso de nuevas tecnologas e Internet, estos me-dios seguramente cobrarn mayor protagonismo en la regin.

    La expansin de las conexiones de Internet en el noa ha eviden-ciado un crecimiento geomtrico slo superado por su crecimiento en el nea: ms de 17 veces duran-te el perodo 2001-2012, tomando como promedio el crecimiento de las seis provincias que componen el noa. La expansin de la cobertura geogrfica ha sido tambin notable (mapa n 10).

    Retomando la situacin de los grandes medios en el noa, segn datos de la afsca, es la regin del pas cuyos canales de tv abierta tienen el mayor nivel de retransmi-sin de contenidos. Slo un 19% de los contenidos son de produccin

    Independiente) y Jujuy (El Tribuno de Jujuy). Nuevos diarios han sur-gido con gran difusin en algunas provincias como el Ancasti de Cata-marca o el Nuevo Diario, de Santia-go, que super en cantidad de lec-tores al histrico medio El Liberal (grfico n 1). La prdida de lecto-res de peridicos del principal diario tucumano que es, a su vez, el princi-pal diario regional segn su nivel de tirada, podra interpretarse tambin como la erosin de la hegemona comunicativa por parte de este cen-tro respecto de las dems capitales. Segn el Instituto Verificador de Circulaciones, La Gaceta de Tucu-mn declin significativamente su nivel de tirada promedio durante las ltimas dcadas, pasando de 83.561 ejemplares en el ao 1970 a 53.064 ejemplares durante el ao 2012. Asimismo, la difusin de nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin ha posibilitado his-tricamente la aparicin de nuevos competidores y/o sustitutos com-plementarios de la prensa en papel. La radio primero, la televisin luego y ms recientemente la aparicin de Internet. En este sentido, el surgi-miento de un significativo nmero de peridicos digitales (21) si bien no constituye una amenaza directa al formato papel, s conlleva, sin lu-gar a dudas, una mudanza de prc-ticas culturales en cuanto a hbitos de lectura. En el noa, un 19% de la poblacin que lee diarios lo hace a travs de Internet, aunque no de manera exclusiva. El surgimiento de portales informativos Web, en

    local. Esto seguramente se debe a que la concesin de dos impor-tantes canales ubicados en las ciu-dades ms pobladas, San Miguel de Tucumn y Salta, pertenecen al multimedio Telef que retransmite mayormente contenidos desde su seal de cabecera. La provincia de Catamarca carece de canal de tv propio, pero recibe a travs de dos repetidoras, una de las cuales est en manos del Estado catamarque-o, la seal del canal de Santiago del Estero, curioso fenmeno de integracin interprovincial.

    El mercado del cable no exhibe los niveles de concentracin eco-nmica que se presentan en otras regiones del pas. A excepcin de la provincia de Salta, donde la em-presa Cablevisin acapara prcti-camente el 100% de los abonados, las dems provincias exhiben una situacin de mercado muy com-petitiva (grfico n 2). El caso opuesto a Salta es la provincia de Jujuy, cuyo mercado de cable se distribuye entre cableoperadores distintos de las grandes empresas nacionales.

    Encuesta Nacional de Hbitos de Lectura, sinca, 2011.

    Instituto Verificador de Circulaciones, 2012.

    Encuesta Nacional de Hbitos de Lectura, sinca, 2011.

    Elaboracin propia en base a datos del Censo Nacional de Poblacin Hogares y Viviendas, 2001, indec y Encuesta de proveedores del servicio de acceso a Internet, cuarto trimestre de 2012, indec.

    Informe contenidos de la televisin abierta argentina, 1 trimestre de 2012, afsca.

    Problemas de competencia en el sector de distribucin de programas de televisin en la Argentina, Comisin Nacional de Defensa de la Competencia, 2007.

    4

    5

    6

    7

    8

    9

  • 41

    catamarca | ju juy | la r io ja | salta | sant iago del estero | tucumn noroeste

    Producciones audioVisuales Provincia de Jujuy.

  • 42

    atlas cultural

    Por su parte, la empresa Superca-nal concentra cerca de la mitad de los abonados de La Rioja y de San-tiago del Estero.

    La penetracin de la tv paga en la regin registra uno de los niveles ms bajos del pas: apenas un 60% de los hogares cuenta con este tipo de servicio. Sin embargo, la dispa-ridad intrarregional es muy eleva-da: mientras que en Santiago se observa una penetracin del 44%, en Catamarca llega al 86%, uno de los valores ms altos si tomamos el conjunto de provincias argentinas (grfico n 3). En este escenario cobra sentido el despliegue de la Televisin Digital Abierta en la re-gin, alcanzando un amplio nivel de cobertura: 2.553.351 habitantes, 52% de la poblacin regional. Ac-tualmente estn operativas ocho

    antenas, seis de las cuales estn emplazadas en las grandes ciudades del noroeste: Gran San Fernando del Valle de Catamarca, Gran Jujuy, La Rioja, Gran Salta, Santiago del Este-ro-La Banda y Gran San Miguel de Tucumn (mapa n 11).

    Los espacios de exhibicin arts-tica (mapa n 6) se distribuyen en forma similar a los medios de comu-nicacin. Tucumn acumula nume-rosas salas teatrales (30), lo que se corresponde con una densidad de poblacin ms alta que en otras pro-vincias. Si bien todas las provincias poseen salas y complejos cinema-togrficos, ubicados principalmente en las capitales y ciudades ms po-bladas, la asistencia al cine resulta dispar. El nivel de asistencia a salas (grfico n 4), medido segn can-tidad de espectadores cada mil habi-

    tantes, es ms alto en la provincia de Salta, seguido de cerca por La Rioja, luego Catamarca y Tucumn, ms bajo en Jujuy y menor en Santiago. La asistencia al cine en la regin es menor que el promedio nacional, que exhibe una cifra de 1066 espec-tadores cada mil habitantes mien-tras que el promedio en el noa es de 698 espectadores.

    El sector del libro reviste igual carcter capitalino y concentrado (mapa n 5). Algunas ferias del libro se realizan en localidades pequeas: en Cafayate, Salta, evento ligado a su potencial turstico, en las locali-dades catamarqueas de Alijilan y Recreo y en Chamical, en La Rioja, las cuales se suman a las ms con-curridas ferias del libro organizadas en las capitales provinciales. Las ciu-dades de Salta y de San Miguel de Tucumn se destacan como centros libreros y principalmente editoria-les, contando tambin con una gran cantidad de bibliotecas especializa-das. Las provincias de Salta y Tucu-mn, cuyas editoriales se ubican en

    las capitales provinciales, absorben el 56% de los ttulos y el 84% de los ejemplares del ao 2012. Adems de posicionarse como los princi-pales centros editoriales, ambas provincias tambin exhiben una cantidad elevada de produccin de libros en relacin a su poblacin, triplicando los volmenes de las otras cuatro provincias que con-forman la regin (grfico n 5). La gravitacin regional que tienen las universidades nacionales de Salta y Tucumn seguramente est relacionada con la fortaleza de este sector. Si bien las otras ciudades capitales, La Rioja, San Fernando del Valle de Catamarca, San Salva-dor de Jujuy y Santiago del Estero, producen slo el 16% de los ejem-plares, conjuntamente acumulan casi la mitad de los ttulos editados de la regin. Se podra sostener la siguiente hiptesis: el acento pro-ductivo y comercial es ms fuerte en las grandes ciudades, y en las intermedias la actividad editorial favorecera la bibliodiversidad local.

    Tv paga en Argentina, Latin American Multichannel Advertising Council, mayo 2013.

    Elaboracin propia en base a datos de Nuevas Estadsticas, deisica, 2013.

    Estadsticas de isbn, Cmara Argentina del Libro, 2013.

    10

    11

    12

  • 43

    catamarca | ju juy | la r io ja | salta | sant iago del estero | tucumn noroeste

    pgina siguientecermicas Ciudad de Cafayate, provincia de Salta.

  • 44

    atlas cultural

  • 45

    catamarca | ju juy | la r io ja | salta | sant iago del estero | tucumn noroeste

  • 46

    atlas cultural

    cultura popular y comunitariaA ORILLITAS DEL CANALLas asociaciones civiles de la cultura mayormente actan en las grandes ciudades, pero existen puntos excntricos donde tienen fuerte presencia. La quebrada y el altiplano jujeo, el chaco salteo, las sierras de Catamarca y La Rioja as como tambin en varias localidades del este santiagueo, se observan puntos de alta concentracin de este tipo de organizaciones. Son zonas de alta vulnerabilidad social que, a la vez, poseen una diversidad destacada de pueblos originarios y comunidades campesinas, factores clave para la conformacin de asociaciones sociales y culturales.

    En el noa se destacan organiza-ciones de la sociedad civil de diver-sa ndole e inspiracin: religiosas, sociales, culturales, deportivas, am-bientales, etc. Muchas de ellas estn comprometidas con las luchas cam-pesinas e indgenas. El Movimiento de Campesinos de Santiago del Es-tero (mocase), es un ejemplo desta-cado de organizacin y compromiso social con las luchas campesinas, asociacin que tambin realiza nu-merosas actividades culturales.

    Por otro lado, las bibliotecas popu-lares se ubican en varias localidades pequeas de la regin, no slo en las de mayor tamao, y tienen una amplia cobertura territorial. Se des-tacan, por fuera de las principales ciudades, agrupamientos particula-res en la regin andina de Catamar-ca, La Rioja y en el este Santiagueo (mapa n 8).

    Manifestaciones de la cultura po-pular tienen lugar cotidianamente en todos los pueblos de la regin. Las fiestas, festivales y celebracio-nes populares remiten a la diversi-dad indgena, gauchesca, criolla, elementos de una ruralidad que se expresa en una geografa cultural muy dispersa, como se muestra en el mapa n 7. Son localizaciones alejadas de los grandes centros de poder econmico y poltico que ma-nifiestan un largo proceso de mesti-zaje e hibridacin cultural.

    Si algo caracteriza al noa es la can-tidad y diversidad de fiestas folcl-ricas y religiosas que se realizan: 771 fiestas y celebraciones populares, una enorme cantidad que representa

  • 47

    catamarca | ju juy | la r io ja | salta | sant iago del estero | tucumn noroeste

    Salta la fiesta del Cristo de Sumalao o la de los Alfreces de Molinos. Las fiestas y celebraciones de inspira-cin religiosa se encuentran parti-cularmente difundidas en las pro-vincias de Salta (65%), Jujuy (54%) y Santiago (44%), mientras que en Ca-tamarca y Tucumn son mayora las de origen productivo y en la Rioja, las de origen cvico/histrico.

    En Tucumn se destaca un alto porcentaje de fiestas gastronmicas (19%), como la concurrida Fiesta Na-cional de la Empanada que se realiza en la localidad de Famaill.

    Otras fiestas destacadas del noa son la Serenata a Cafayate, en Salta; la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, en Catamarca; la Fiesta Na-cional del Bombo y la Fiesta Nacional de la Chacarera en Santiago; el Enero Tilcareo en Jujuy; la Fiesta Nacional de la Pachamama que se hace en Amaicha del Valle; la Fiesta Nacional de la Feria, en Simoca; el Septiembre Musical en Tucumn y la Fiesta de la Chaya y la Festividad del Tinkunaco en la provincia de La Rioja.

    El canto y las danzas tpicas son un componente insoslayable en este tipo de eventos, as como tambin la produccin artesanal. Muchas de ellas cobran sentido principalmente debido a las artesanas. Tal es el caso

    un 27% del total nacional y equivale a 16 eventos cada 100 mil habitan-tes, uno de los valores ms altos de todas las regiones del pas. En ellas conviven elementos catlicos y pa-ganos. En algunos casos, se ha dado un proceso cultural por el cual los pueblos originarios oprimidos man-tuvieron e impusieron prcticas cul-turales significativas. Tal es el caso de la Pachamama, la ms popular de las creencias religiosas del noa. Cuando llegaron los espaoles, la Pachamama ya era una leyenda en el folclore local; sin embargo, hoy en da gran parte de la poblacin parti-cipa de este rito que rinde culto a la Madre Tierra.

    El sincretismo cultural se expresa en muchas de las fiestas registradas, de las cuales casi la mitad tienen ins-piracin religiosa (grfico n 6). Tal es el caso de la Semana Santa en Til-cara donde se mezclan entre coplas y danzas, las tradiciones cristiana y andina. En Sumamao, Santiago del Estero, la popular Fiesta de San Este-ban pone de manifiesto la persisten-cia de lo indio, los nombres y gestos de la colonia y el ritmo de los negros. En Casabindo, localidad ubicada en la puna jujea, se celebra la fiesta del Toreo de la Vincha, ejemplo paradig-mtico de sincretismo cultural, y en

    de la Fiesta Nacional del Artesano en Ojo de Agua, Santiago del Este-ro y su homnima en la ciudad de La Rioja. Numerosos encuentros de artesanos se realizan en localidades de la Quebrada, la Puna y los Valles Calchaques.

    En todos los casos, lo que predomi-na en la cultura popular del noroeste es el concepto de experiencia sobre el concepto de espectculo: son fiestas de participar, de ser parte de la misma, no slo un espectculo que se muestra, donde el espectador es ajeno al espacio y el espritu festi-vo que atraviesa esas celebraciones, tanto desde los carnavales a las fies-tas religiosas.

    La variedad de produccin primaria del noa se refleja en la gran canti-dad de fiestas de origen productivo, como por ejemplo, el Festival Nacio-nal del Limn, que se realiza todos los fines de ao en la localidad de Taf Viejo; la Fiesta Nacional del Ca-nasto, en Las Termas de Ro Hondo; el Festival del Agricultor, en Bandera y el Festival del Queso Copeo, en Monte Quemado. La Fiesta Nacio-nal del Vino Torronts en Cafayate, Salta; el Festival Regional y Provincial de la Vendimia, en Tinogasta, Cata-marca; la Fiesta Nacional del Viador en la Rioja, evidencian la destacada

    produccin vitivincola en las zonas andinas. En Tucumn se festeja, ob-viamente, la Fiesta Nacional de la Caa de Azcar. En esta provincia y en Santiago se realizan fiestas pro-vinciales de la soja. En sectores de la puna y la precordillera se celebran fiestas relacionadas con la minera: la Fiesta de la Cal y la Fiesta de la Sal en Jujuy o el Festival de la Rodocrosita en Catamarca. La provincia de Salta tiene tres celebraciones sobre el ta-baco. En Santiago se celebra la Fiesta Provincial del Algodn, produccin histrica de la provincia. En la Rioja se lleva a cabo la Fiesta Nacional de la Olivicultura. En Palpal, Jujuy, don-de Somisa fue instalada hace varias dcadas se realiza todos los aos La Fiesta del Acero y el Folclore.

    La regin transit recientemente celebraciones especiales a prop-sito de los diferentes bicentenarios vinculados al proceso de la Inde-pendencia. El 23 de agosto de 2012 se conmemor el del xodo jujeo y el 24 de septiembre el de la bata-lla de Tucumn. Asimismo, el 20 de febrero del 2013 tuvieron lugar los festejos por el Bicentenario de la batalla de Salta, y ya se preparan las celebraciones del 9 de julio de 2016 por el Bicentenario de la Indepen-dencia Argentina.

    fiesta nacional del bombo Ciudad de Fras, provincia de Santiago del Estero.

  • 48

    atlas cultural

    patrimonioPIEDRA Y CAMINOEl patrimonio material tiene un lugar muy destacado en la regin. En las capitales provinciales, los sitios de inters patrimonial y los museos preservan la rica historia de la vida colonial y de los principales acontecimientos independentistas del pas.

    Como se observa en el mapa n 9, sobresalen, adems de las capitales, otros puntos de alta concentracin patrimonial asociados al pasado indgena y colonial, principalmen-te en la quebrada de Humahuaca, itinerario declarado Paisaje Cultural de la Humanidad por la unesco, y en la llamada Ruta de los Valles Cal-chaques, as como tambin en los valles precordilleranos de La Rioja y Catamarca, refugio de antiqusimas iglesias. En Santiago del Estero son importantes las reservas natura-les del Parque Nacional Copo y la Reserva Natural Tara Inti, Termas de Ro Hondo, como asimismo el particular paisaje de las salinas. En la provincia de La Rioja se localiza el Parque Nacional de Talampaya con un alto contenido arqueolgi-co que, junto con el parque de Is-chigualasto en San Juan, han sido declarados Patrimonio Natural de la Humanidad. En esta misma pro-vincia, La Rioja, ms precisamente en la localidad de Chilecito, se en-cuentra el cable carril La Mejica-na, una majestuosa obra de inge-niera construida en 1904, poca del esplendor minero local, propuesta por el gobierno provincial ante la unesco para ser declarada como Patrimonio de la Humanidad.

    Muchos de los pueblos que inte-gran estos itinerarios han crecido econmicamente empujados por el dinamismo del turismo cultural, en algunos casos de forma vertiginosa, poniendo en riesgo la preservacin de hitos patrimoniales y modos de vida autctonos.

    El peso de la religin se refleja, tambin, en muchas otras activi-dades culturales. Ms de un tercio de los 175 monumentos y lugares histricos nacionales y provin-ciales de la regin resguardan si-tios caracterizados por su valor religioso, catlico para ser ms precisos (grfico n 7). Este ele-vado nmero se relaciona con la gravitacin que la Iglesia Catlica ha tenido desde la temprana colo-nizacin espaola en estas tierras, donde un elemento no menor es la imaginera y la pintura de origen cuzqueo y altoperuano. Tambin es elevada la magnitud de sitios relacionados con los pueblos ori-ginarios. En la zona andina de Ca-tamarca, a lo largo de la llamada Ruta del Adobe, se observan varios focos de alto valor patrimonial re-lacionados con antiqusimas igle-sias construidas con dicho mate-rial. En la Rioja podemos encontrar el Circuito de las Capillas, donde se encuentran exponentes clsicos de la arquitectura colonial, la ma-yora de ellas construidas durante los siglos Xvii y Xviii.

    Numerosos rastros de la resis-tencia indgena pueden encon-trarse, por ejempl