atando cabos. "tierras ignotas" relato iv

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7/30/2019 Atando cabos. "Tierras Ignotas" relato IV http://slidepdf.com/reader/full/atando-cabos-tierras-ignotas-relato-iv 1/4 [email protected] Página 1 Un par de suaves golpes en la puerta de su habitación indico a Maix que alguien esperaba al otro lado del umbral. Se levanto instantáneamente deseoso de recibir nuevos encargos que le sacaran del hastío del último mes. Cuando abrió la puerta de par en par se encontró con uno de los novicios del templo que le informo que aquella noche había sido requerido por Lord Mormegil para acompañarle en la cena, tras lo cual volvió a dejarle solo en aquel habitáculo, del que “su alteza”, ya estaba hasta las mismísimas narices. La noticia lo había dejado un tanto perplejo, ya que no veía al atareado santón prácticamente desde que lo hubieran nombrado como uno de los 5 lores de la guerra del Zigurath. Y no era al único. Con el que mas coincidía era con el lanoi que se encontraba supervisando la construcción de las murallas, incapaz al igual que el, de seguir con la monotonía de relax que se había instaurado en sus vidas una vez derrotada Yihask. Lo mejor, pensó, seria hacer algo de ejercicio mientras esperaba a que llegara la hora de cenar, estaba seguro que si se quedaba entre aquellas 4 paredes se volvería loco, acuciado por la intriga, esperando a que llegase la hora de acudir a la cita, así que recogió el hacha de su difunto padre y se encamino a los patios de la fortaleza anexa a la escalonada pirámide donde se encontraban todos aquellos que no pertenecían a la curia venturita. Había muchos reclutas entre aquellas 4 paredes que necesitaban los consejos de un buen profesional que les enseñase a combatir como lo hacia Karhas; con un par de buenas barbas trenzadas. Un quejumbroso suspiro salio de los adentros del enano cuando dos de los sirvientes que le solían atender vaciaron la enorme tinaja de agua caliente en el barreño de metal en el que se encontraba sumergido hasta la altura del pecho. El poderoso rey enano exigió entonces que se le dejase solo para realizar una de las operaciones mas arriesgadas a las que tenia que someterse cada vez que se veía forzado a adoptar ciertas trazas de humanidad. Se tapo ambas fosas nasales con los dedos de la mano izquierda y dejo que el cuerpo se corriera de golpe hacia el fondo el receptáculo de metal sumergiéndose por completo bajo las aguas con aroma de naranja. Mantuvo la respiración durante unos segundos hasta que la agobiante sensación de no oír, ni ver nada pudo con su autodisciplina, e impulsándose sobre sus pies volvió a emerger de las candidas aguas donde al impulso de aquel gigante enano se zarandeaban entre las espumosas aguas, una miríada de pétalos de lavanda. Habiendo terminado ya con la delicada operación se incorporo en la pequeña bañera y salio de esta no sin antes escurrirse las barbas agarrándolas con ambas manos. Sobre la cama aguardaban la seda y los lustrosos paños con los que el templo los había honrado. Le parecían un poco ridículos, pero no podía obviar la impresión que estos causaban en la población y en él mismo cuando tuvo la oportunidad de verse en un espejo. La verdad sea dicha, Maix sentía que la civilización lo comenzaba a atravesar como un pequeño escalofrío y el contacto femenino y personal de la seda hacía que no en pocas ocasiones se le hubiera aparecido en sueños la cara sonriente de Hilena, tan distinta de aquel gesto osco con el que lo había despedido hacia dos meses de la montaña que pretendía unir, con su matrimonio, al reino de las Colinas de Hierro. El bárbaro enano venido a monarca se dirigió hacia el salón de recepciones de la caserna oeste rematando todo aquel lujo de telas blancas almidonadas y bordados, con la coraza laureada por la corona de Tamibian brillando con destellos de fría plata bajo las teas del pasillo, mientras era precedido por los dos (hasta cierto punto amilanados y hondamente impresionados) criados que le atendían. Ambos pajes se detuvieron ante una puerta doble de madera sin remaches ni relieves de ningún tipo. Uno de ellos golpeo reverencialmente la puerta mientras que el otro se apartaba para dejar paso al

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[email protected] Página 1

Un par de suaves golpes en la puerta de su habitación indico a Maix que alguien esperaba al

otro lado del umbral. Se levanto instantáneamente deseoso de recibir nuevos encargos que

le sacaran del hastío del último mes. Cuando abrió la puerta de par en par se encontró con

uno de los novicios del templo que le informo que aquella noche había sido requerido porLord Mormegil para acompañarle en la cena, tras lo cual volvió a dejarle solo en aquel

habitáculo, del que “su alteza”, ya estaba hasta las mismísimas narices. La noticia lo habíadejado un tanto perplejo, ya que no veía al atareado santón prácticamente desde que lo

hubieran nombrado como uno de los 5 lores de la guerra del Zigurath. Y no era al único.

Con el que mas coincidía era con el lanoi que se encontraba supervisando la construcción

de las murallas, incapaz al igual que el, de seguir con la monotonía de relax que se había

instaurado en sus vidas una vez derrotada Yihask. Lo mejor, pensó, seria hacer algo deejercicio mientras esperaba a que llegara la hora de cenar, estaba seguro que si se quedaba

entre aquellas 4 paredes se volvería loco, acuciado por la intriga, esperando a que llegase la

hora de acudir a la cita, así que recogió el hacha de su difunto padre y se encamino a los

patios de la fortaleza anexa a la escalonada pirámide donde se encontraban todos aquellosque no pertenecían a la curia venturita. Había muchos reclutas entre aquellas 4 paredes que

necesitaban los consejos de un buen profesional que les enseñase a combatir como lo hacia

Karhas; con un par de buenas barbas trenzadas.

Un quejumbroso suspiro salio de los adentros del enano cuando dos de los sirvientes que lesolían atender vaciaron la enorme tinaja de agua caliente en el barreño de metal en el que se

encontraba sumergido hasta la altura del pecho. El poderoso rey enano exigió entonces quese le dejase solo para realizar una de las operaciones mas arriesgadas a las que tenia que

someterse cada vez que se veía forzado a adoptar ciertas trazas de humanidad. Se tapo

ambas fosas nasales con los dedos de la mano izquierda y dejo que el cuerpo se corriera de

golpe hacia el fondo el receptáculo de metal sumergiéndose por completo bajo las aguas

con aroma de naranja. Mantuvo la respiración durante unos segundos hasta que la agobiantesensación de no oír, ni ver nada pudo con su autodisciplina, e impulsándose sobre sus pies

volvió a emerger de las candidas aguas donde al impulso de aquel gigante enano sezarandeaban entre las espumosas aguas, una miríada de pétalos de lavanda. Habiendo

terminado ya con la delicada operación se incorporo en la pequeña bañera y salio de esta no

sin antes escurrirse las barbas agarrándolas con ambas manos. Sobre la cama aguardaban la

seda y los lustrosos paños con los que el templo los había honrado. Le parecían un poco

ridículos, pero no podía obviar la impresión que estos causaban en la población y en él

mismo cuando tuvo la oportunidad de verse en un espejo. La verdad sea dicha, Maix sentía

que la civilización lo comenzaba a atravesar como un pequeño escalofrío y el contacto

femenino y personal de la seda hacía que no en pocas ocasiones se le hubiera aparecido en

sueños la cara sonriente de Hilena, tan distinta de aquel gesto osco con el que lo habíadespedido hacia dos meses de la montaña que pretendía unir, con su matrimonio, al reino

de las Colinas de Hierro. El bárbaro enano venido a monarca se dirigió hacia el salón de

recepciones de la caserna oeste rematando todo aquel lujo de telas blancas almidonadas y

bordados, con la coraza laureada por la corona de Tamibian brillando con destellos de fría

plata bajo las teas del pasillo, mientras era precedido por los dos (hasta cierto punto

amilanados y hondamente impresionados) criados que le atendían. Ambos pajes se

detuvieron ante una puerta doble de madera sin remaches ni relieves de ningún tipo. Uno deellos golpeo reverencialmente la puerta mientras que el otro se apartaba para dejar paso al

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monarca. El primero empujo la puerta y anuncio al  Rex enano mientras este cruzaba por

debajo del arco de medio punto que enmarcaba la puerta, emocionado al comprobar como

sus camaradas le sonreían abiertamente reunidos en torno a la armoniosa figura del monje

venturita.-Bienhallados los corazones que no buscan palio bajo la oscuridad! Ya era hora de que

celebrásemos una cena en la intimidad de nuestras vivencias. Me teníais preocupado… Dealgunos he llegado a pensar que erais fruto de mi imaginación y que jamás combatisteis el

mal junto a mi- El enano, recorrió la distancia que lo separaba de la chimenea que estaba

 junto a la mesa y agarró con sus redondos dedos una de las sillas dándole la espalda al

fuego y colocándose a la siniestra del Lord y frente al soldado lanoi al tiempo que palmeaba

sonoramente la espalda del antiguo diacono- Vaya! Os veo más gordito Lord Mormeguil.Deberíais de salir más a menudo y ayudarnos en las tareas de reconstrucción a Barahir y a

mí, creo que nuestro amigo del este realiza una labor encomiable cerca del impresionante

Portón Real- El joven Lord entrecruzo una risueña mirada con los presentes y no tuvo otro

remedio que dar la replica al enérgico enano que extendía su tazón hacia la olla queportaban los dos criados con una revitalizante sopa de pescado.

- Lo se Maix, al igual que se de tus magistrales clases de esgrima que ya han llevado a la

enfermería a tres de nuestros reclutas incluyendo su instructor- Las sonrisas poblaron de

nuevo la mesa donde comenzaban a amontonarse las viandas que traían en sus manos lapareja de muchachos, sobradamente intimidados ante la presencia de aquellos 4 aguerridos

heroes de leyenda.- Bueno, bueno- comenzó a decir algo incomodo a la par que la cuidada y perfumada barba

temblaba bajo la cuadrada mandíbula inferior enana- no me negareis, que no hace falta

saber bien a que se enfrenta uno si no aprende a defenderse bien. Son agricultores y

artesanos que han de convertirse en guerreros Mormigail. Les viene bien algún hueso roto.

Por cierto, hablando de labriegos guerreros. Es que no vamos a esperar a Drad?- No, se lo acabo de explicar al resto- El venturita extendió la palma de la mano

ceremonialmente hacia Barahir y Gwydeon- Nuestro valiente y amado compañero kaladitaha decidido ofrecer su vida a Karhas en pago de la deuda que supuso su renacimiento

ingresando como novicio en el templo. Pasara un tiempo alejado del mundo exterior hasta

que se le comuniquen todos los misterios y pueda ingresar en la orden de los paladines para

extender la fe de nuestro belicoso señor siguiendo el libre arbitrio de su corazón. Tal es la

voluntad y la razón de la existencia de nuestros ungidos caballeros protectores, obrar a

voluntad- El enano asintió algo contrariado, arrugando el gesto y desplazando la mirada al

techo de la estancia durante unos segundos y volviéndolos a posar sobre el elfo de la cola

de caballo.

- Y que a sido de vos, Gwydeon, a ti tampoco te he visto en todo este tiempo.- Tengo buenas noticias- El habilidoso explorador desplazó por momentos la oblicua

mirada de sus ojos, para observar como Mormigail les urgía con gestos a comenzar con la

variada cena que tenían delante y que comenzaba a enfriarse- Ah, si. Comenzare con una

patita de conejo si sois tan amable de acercármela, Lord. Como os decía, Mormigail me

comunico ayer que había llegado un mensajero de la torre de Dan-In-Thari informándonos

de que un tal Eldar la reclamaba para si y para su pueblo- La noticia despertó una onda

exclamación de sorpresa del enano y el lanoi- No se como el joven príncipe lo haconseguido, pero al parecer a limpiado de chusma la zona y ahora pide que se le restituyan

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los derechos que sobre la torre tiene de largo su familia, los Amalkilmar, para constituir un

pequeño feudo elfo al sur de Seffeld.

- Bravo por el muchacho- Barahir aplaudía emocionado la buena nueva- Ya era hora de que

alguien comenzase a poner de nuevo orden en toda esta tierra. Os lo dije, Mormegil, hayque comenzar a armar las falanges y purificar toda la podredumbre que el manto oscuro y

corrupto de Yihask a plantado en cada rincón del oeste desde Pretoria hasta Kaladia- elconsumido soldado no perdió la oportunidad de arrancar un cacho de cochinillo de la

bandeja que lo separaba de Maix, el cual estaba sajando horriblemente lo que quedaba del

conejo- Tenemos que habilitar cuanto antes una red que comunique los diferentes reinos

para poder avanzar sobre los bosques que nos separan de las murallas circundantes de

Puerta de Seffeld, Estibalia y Pretoria.-Así se habla, humano!- El enano los sorprendió a todos dando un airado golpe en la mesa

que hizo que conejo y bandeja fuesen a parar al suelo- Dioses! Menos mal que esta con

nosotros Barahir sino, creo a veces, se me olvidaría de verdad quien soy. Clerigo, lord, o

sea lo que sea que seáis Mormegil, yo he de volver a mi reino a enderezar las cosas y haenseñar a esos masca piedras de las colinas quien es el que manda- La chispeante mirada de

Maix tuvo su respuesta en la de aquel delgado humano del que tanto se diferenciaba

físicamente, pero que tanto se le asemejaba espiritualmente; era mejor dar, que ponerse a

pensar y correr el riesgo de que te den.- Lo se- El rey de Montaña Seffeld miro de soslayo al individuo que tenia al lado. Era la

segunda vez que decía lo mismo. Es que acaso el monje se había convertido en vidente ensu ausencia?- Veréis…Tal vez ahora os divierta llamarme lord, pero mas vale que

aprovechéis esta noche para reíros de mi todo lo que podáis. Con la presente son ya dos

semanas que me asalta un mismo sueño. He decidido presentar cuanto antes la renuncia de

mis obligaciones para volver a la “colina de las alimañas” en busca de los restos del difunto

mago Arandil- La bandeja con los restos de conejo volvió a estrellarse contra el suelo,cuando Maix se jiro repentinamente a causa de la sorprendente revelación. El de venturia

evito mirar al enano y continuó el relato de cara a los dos fibrosos “juncos” que teníaenfrente, mientras que uno de los mozos se encargaba de recoger y llevarse la mellada

bandeja y su desnudo contenido- Tranquilo Gwydeon, no desatenderé la confianza que

vuestro príncipe ha depositado en mi al enviarnos la misiva desde tan apartado lugar y

mañana mismo reuniré a varios de mis homólogos para discutir el tema. Sinceramente no

creo que tengan reparos en que tu pueblo viva allí- El elfo, con el semblante serio asintió,

agradeciendo aquellas palabras- En tanto que a vuestra palabrería, mis estimados colegas,

quiero que sepáis que tengo la intención de ordenarme paladín para poder acompañaros

hacia el norte, de camino a la montaña y luego continuar hasta Puerta de Seffeld- El onírico

comensal agarro con fuerza al mano derecha del enano y dirigió su mirada al lanoi- Que osparece, Barahir. Tal vez así tengáis la oportunidad de mostrar vuestra pericia en la

reconstrucción de las defensas exteriores- Un pequeño tomatito silvestre desapareció entre

los dientes de aquel que atravesó a la reencarnación de Yihask con la espada de Nock 

trayendo la esperanza al mundo.

- Demasiadas emociones para una sola noche teniendo en cuenta que no estamos

acampados a la intemperie en medio de un oscuro bosque. No se que pensara Maix de todo

esto, pero a mi me parece que no habéis meditado lo suficiente sobre el asunto. Apenashemos conseguido levantar parte de las murallas de la ciudad- Barahir había tenido la

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brillante idea de acometer solamente la reconstrucción de la parte sur de la ciudad,

aprovechando el río como defensa natural y dando prioridad a las obras de la muralla que

rodeaban el Zigurat y el puerto que se estaba levantando con los bloques de piedra de las

ruinas del pabellón galbadita- y aun quedan muchas cosas por hacer, sobretodo de cara arecuperar parte de la capacidad militar de toda la región. Os recuerdo que Galbadia apenas

a perdido tropas en el trauma que nos a acontecido vivir en estos aciagos días y que tanpronto las noticias de la muerte de la diosa oscura atraviesen el mar, sus galeras volverán a

presentarse en la costa y esta vez no tendremos la ayuda de Nock para prevalecer sobre el

águila imperial del senado isleño- Habiendo recibido la opinión del otrora soldado

galbadita, la mirada del devoto a Karhas se poso en los ojos que sobre las tupidas barbas

que había a su izquierda, le miraban con cierto aire de extrañeza.- Esta misma tarde he tenido la oportunidad de hablar con el capitán de nuestra

embarcación y me ha comunicado que viene temporal del norte, por lo que no convendría

zarpar antes de 3 días.

- Lo se- Mormegil pudo percibir el enfado manifiesto del compañero enano- Ah! Lo sientoRey, pero desde las alturas del Zigurat se ven y se oyen cosas que no os podríais imaginar y

era mi responsabilidad encargarme de que en todo momento estuvierais como en vuestros

respectivos hogares. He preparado unas cuantas monturas y varios pertrechos de viaje para

que mañana mismo podamos inaugurar nuestra nueva singladura, comenzando por explorarel camino hacia Portipar. Hace tiempo que no recibimos ninguna noticia de la segunda

ciudad del reino y eso preocupa de sobremanera al consejo que suple la carencia del AbateSupremo Tantalo. He pensado que la nave podría partir en cuanto amainasen los días de

temporal y recogernos en el puerto de Portipar al norte para de allí reconocer la costa hasta

Skankel. Que os parece?