astronautas mostrando libros originales del autor. julio

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Escritura PÚBLICA esfera cultural Escritura PÚBLICA 57 56 su obra y la de Verne, a la que no tenía gran aprecio: “Algu- nos de mis amigos me han dicho que su trabajo se pare- ce mucho al mío, pero creo que se equivocan. (…) En mis novelas siempre he trata- do de apoyar mis pretendidas invenciones sobre una base de hechos reales y utilizar, para su puesta en escena, métodos y materiales que no sobrepasen los límites del sa- ber hacer y de los conoci- mientos técnicos contempo- ráneos. Por otra parte, las creaciones del señor Wells pertenecen a una edad y gra- do de conocimiento científico bastante lejano del presente, para no decir que completa- mente más allá de los límites de lo posible”. Lo curioso es que siendo H.G. Wells un es- critor posterior a Verne, son las obras del francés las que –independientemente de la calidad literaria de ambos autores– parecen más actua- les y en algunos casos aún futuristas. Tampoco Zola mostró aprecio a la obra de Verne, incluso llegando a la beligerancia. El visionario Verne –del que se afirma que estuvo in- fluenciado por las nacientes teorías de Darwin, Mendel, Pasteur, Hertz, Koch, Maxwell, Planck y Humboldt, entre otros científicos y pensadores de su tiempo– se hubiera sentido desconcertado al co- nocer algunos de los recono- cimientos que recibiría. Entre los homenajes que se le hi- cieron al cumplirse el cente- nario de su muerte hay que destacar que se puso su nombre al primer vehículo de transferencia automatizado. La nave Julio Verne, o Vehícu- lo Automatizado de Transfe- rencia 001, fue diseñada por la Agencia Espacial Europea y se lanzó al espacio en marzo de 2008 con combustible, agua, oxigeno y carga seca. Esta primera misión fue so- metida a tres semanas de prueba y posteriormente se mantuvo en funcionamiento hasta septiembre cuando la nave se quemó al volver a entrar en la atmósfera terres- tre. Es conocida la fotografía de la NASA en la que apare- cen tres astronautas mos- trando dentro de la nave dos libros originales del autor francés, De la tierra a la luna y Alrededor de la luna, así co- mo dos manuscritos origina- les, de puño y letra de Verne. El crítico literario marxista Jean Chesneaux vio la impor- tancia social de su obra, habi- tualmente olvidada. En su li- bro Una lectura política de Jules Verne presenta una ta- bla cronológica comparativa entre la vida política del siglo XIX y su reflejo directo en las novelas de Verne, y los exé- getas de su obra, como Mi- chel Butor o Michel Foucault coinciden en resaltar la auda- cia con la que Verne revitalizó V ERNE nos dejó hace poco más de un siglo. Su última hora le llegó en Amiens en la primavera de 1905. Obras como La vuelta al mundo en 80 días, Viaje al centro de la Tierra, 20.000 le- guas de viaje submarino, De la tierra a la luna o Un capitán de quince años, se encuen- tran entre los títulos más edi- tados en España en la última década y, algo que Verne no llegó a profetizar, han sido traducidos al catalán, al vas- co y al gallego. Al igual que Asimov, quien sin ser el inventor de la palabra robot fue el principal impulsor de la robótica como concepto y creador de sus tres leyes fundamentales, Ju- lio Verne fue el primero en utilizar, o al menos en divul- gar entre el gran público, conceptos como el viaje a la luna (ya lo hizo Cyrano de Bergerac, pero de un modo poético más que científico), el uso de la energía nuclear, los viajes submarinos, los heli- cópteros, el aire acondiciona- do, los misiles dirigidos o el rayo láser. La primera adaptación ci- nematográfica de Un viaje a la luna fue llevada a cabo por el cineasta francés Georges Méliès, en una película que hoy resulta dulcemente inge- nua, pero que en su tiempo sorprendió e hizo soñar a nuestros mayores. Hay que recordar que De la tierra a la luna fue publicada en 1865, por lo que se adelantó algo más de un siglo al primer momento en el que el hom- bre pisó este satélite. Para quienes no se hayan entregado aún a la lectura de Verne y quieran ponerse al día de sus anticipaciones, en- contrarán las primeras armas de destrucción masiva en li- bros como Frente a la bande- ra o Los quinientos millones de la Begún; el helicóptero en Robur el conquistador y los grandes trasatlánticos en Una ciudad flotante. Menospreciado A pesar de su prestigio y difu- sión, Verne no siempre fue bien visto por otros escrito- res, e incluso en la actualidad se considera su obra una lec- tura juvenil. H. G. Wells, autor de novelas de gran prestigio como La máquina del tiempo o El hombre invisible, nunca encontró satisfactoria la com- paración que se hacía entre JULIO VERNE, UN VISIONARIO QUE SE ADELANTÓ A SU TIEMPO Miguel Á. de Rus El escritor francés Julio Verne fue capaz en el siglo XIX de contarles a nuestros tatarabuelos cómo iba a ser el tiempo en el que íbamos a vivir nosotros. Su obra ha adquirido tal vigencia que en los últimos cinco años, sólo en España, se han hecho 189 ediciones distintas de sus títulos. Para la inmensa mayoría de sus contemporáneos, esto hubiera sido un sueño, pero el gran soñador de la literatura europea fue quien lo consiguió. Curiosos homenajes E NTRE los homenajes los hay más románticos que prácticos, como el llevado a cabo en julio de 2009, cuando se hizo al mar, tras cuatro años de intenso trabajo, el Saint-Michel II, réplica de uno de los tres barcos de Jules Verne. Con una eslora de trece metros, el escritor supervisó la construcción del barco original, adaptándola a sus necesidades, principalmente con la incorporación de una habitación para escribir. Además, Lionel Dupuy publicó su libro Jules Verne espérantiste, obra en la que el autor señala detalles tratados en Voyage d’études, la última de las historias escritas por Verne. El texto es una edición bilingüe en francés y esperanto. Verne fue el primero en incorporar en sus historias conceptos como el viaje a la luna, la energía nuclear, los submarinos o los helicópteros En Intenet hay paginas dedicadas a este autor de reconocimiento mundial. Fotografía de la NASA con tres astronautas mostrando libros originales del autor.

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Page 1: astronautas mostrando libros originales del autor. JULIO

EscrituraPÚBLICA

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EscrituraPÚBLICA5756

su obra y la de Verne, a la queno tenía gran aprecio: “Algu-nos de mis amigos me handicho que su trabajo se pare-ce mucho al mío, pero creoque se equivocan. (…) Enmis novelas siempre he trata-do de apoyar mis pretendidasinvenciones sobre una basede hechos reales y utilizar,para su puesta en escena,métodos y materiales que nosobrepasen los límites del sa-ber hacer y de los conoci-mientos técnicos contempo-ráneos. Por otra parte, lascreaciones del señor Wellspertenecen a una edad y gra-do de conocimiento científicobastante lejano del presente,para no decir que completa-mente más allá de los límitesde lo posible”. Lo curioso esque siendo H.G. Wells un es-critor posterior a Verne, sonlas obras del francés las que–independientemente de lacalidad literaria de ambosautores– parecen más actua-les y en algunos casos aúnfuturistas. Tampoco Zolamostró aprecio a la obra de

Verne, incluso llegando a labeligerancia.

El visionario Verne –delque se afirma que estuvo in-fluenciado por las nacientesteorías de Darwin, Mendel,Pasteur, Hertz, Koch, Maxwell,Planck y Humboldt, entreotros científicos y pensadoresde su tiempo– se hubierasentido desconcertado al co-nocer algunos de los recono-

cimientos que recibiría. Entrelos homenajes que se le hi-cieron al cumplirse el cente-nario de su muerte hay quedestacar que se puso sunombre al primer vehículo detransferencia automatizado.La nave Julio Verne, o Vehícu-lo Automatizado de Transfe-rencia 001, fue diseñada porla Agencia Espacial Europea yse lanzó al espacio en marzo

de 2008 con combustible,agua, oxigeno y carga seca.Esta primera misión fue so-metida a tres semanas deprueba y posteriormente semantuvo en funcionamientohasta septiembre cuando lanave se quemó al volver aentrar en la atmósfera terres-tre. Es conocida la fotografíade la NASA en la que apare-cen tres astronautas mos-trando dentro de la nave doslibros originales del autorfrancés, De la tierra a la lunay Alrededor de la luna, así co-mo dos manuscritos origina-les, de puño y letra de Verne.

El crítico literario marxistaJean Chesneaux vio la impor-tancia social de su obra, habi-tualmente olvidada. En su li-bro Una lectura política deJules Verne presenta una ta-bla cronológica comparativaentre la vida política del sigloXIX y su reflejo directo en lasnovelas de Verne, y los exé-getas de su obra, como Mi-chel Butor o Michel Foucaultcoinciden en resaltar la auda-cia con la que Verne revitalizó

VERNE nos dejó hacepoco más de un siglo.Su última hora le llegó

en Amiens en la primavera de1905. Obras como La vueltaal mundo en 80 días, Viaje alcentro de la Tierra, 20.000 le-guas de viaje submarino, Dela tierra a la luna o Un capitánde quince años, se encuen-tran entre los títulos más edi-tados en España en la últimadécada y, algo que Verne nollegó a profetizar, han sidotraducidos al catalán, al vas-co y al gallego.

Al igual que Asimov,quien sin ser el inventor de lapalabra robot fue el principalimpulsor de la robótica comoconcepto y creador de sustres leyes fundamentales, Ju-lio Verne fue el primero enutilizar, o al menos en divul-gar entre el gran público,conceptos como el viaje a laluna (ya lo hizo Cyrano deBergerac, pero de un modopoético más que científico), eluso de la energía nuclear, losviajes submarinos, los heli-cópteros, el aire acondiciona-do, los misiles dirigidos o elrayo láser.

La primera adaptación ci-nematográfica de Un viaje ala luna fue llevada a cabo por

el cineasta francés GeorgesMéliès, en una película quehoy resulta dulcemente inge-nua, pero que en su tiemposorprendió e hizo soñar anuestros mayores. Hay querecordar que De la tierra a laluna fue publicada en 1865,por lo que se adelantó algomás de un siglo al primermomento en el que el hom-bre pisó este satélite.

Para quienes no se hayanentregado aún a la lectura deVerne y quieran ponerse aldía de sus anticipaciones, en-contrarán las primeras armasde destrucción masiva en li-bros como Frente a la bande-ra o Los quinientos millonesde la Begún; el helicóptero enRobur el conquistador y losgrandes trasatlánticos en Unaciudad flotante.

MenospreciadoA pesar de su prestigio y difu-sión, Verne no siempre fuebien visto por otros escrito-res, e incluso en la actualidadse considera su obra una lec-tura juvenil. H. G. Wells, autorde novelas de gran prestigiocomo La máquina del tiempoo El hombre invisible, nuncaencontró satisfactoria la com-paración que se hacía entre

JULIO VERNE, UN VISIONARIO QUE SEADELANTÓ A SU TIEMPO

Miguel Á. de Rus

El escritor francés Julio Verne fue capaz en el siglo XIX de contarles a nuestros tatarabuelos cómo iba a ser eltiempo en el que íbamos a vivir nosotros. Su obra ha adquirido tal vigencia que en los últimos cinco años, sólo enEspaña, se han hecho 189 ediciones distintas de sus títulos. Para la inmensa mayoría de sus contemporáneos, estohubiera sido un sueño, pero el gran soñador de la literatura europea fue quien lo consiguió.

Curiosos homenajes

ENTRE los homenajes los hay más románticosque prácticos, como el llevado a cabo en julio

de 2009, cuando se hizo al mar, tras cuatro añosde intenso trabajo, el Saint-Michel II, réplica deuno de los tres barcos de Jules Verne. Con unaeslora de trece metros, el escritor supervisó laconstrucción del barco original, adaptándola a susnecesidades, principalmente con la incorporaciónde una habitación para escribir.

Además, Lionel Dupuy publicó su libro JulesVerne espérantiste, obra en la que el autor señaladetalles tratados en Voyage d’études, la última delas historias escritas por Verne. El texto es unaedición bilingüe en francés y esperanto.

Verne fue el primero en incorporar en sus historias conceptos como el viaje a laluna, la energía nuclear, los submarinos o los helicópteros

En Intenet hay paginasdedicadas a este autorde reconocimientomundial.

Fotografía de laNASA con tresastronautasmostrando librosoriginales delautor.

Page 2: astronautas mostrando libros originales del autor. JULIO

ESTADOS Unidos ha pro-porcionado a numero-sos creadores europeos

la paz, la libertad, los medios yla comprensión que sus paísesde origen no podían ofrecer.También ha ofrecido al mundouna serie de talentos extraordi-narios: Duke Ellington, JohnFord, Howard Hawks, John Ca-ge, Raymond Chandler, brillaninequívocamente asociados alsiglo XX: americanos de puracepa. ¿Qué tiene nuestro artis-ta de especial?

La abuela de Rauschen-beg era cherokee y se casócon un médico alemán. Tenerun 25 por ciento de sangrecherokee es ser muy ameri-cano. Y se nota.

Se nota en la energía y lasensibilidad, se nota en la for-ma de mirar y comprender; enel respeto por los semejantes,los objetos, los materiales; senota, en fin, en esa inocenciaprimigenia que le permiteacercarse sin prejuicios acuanto le rodea y utilizar, natu-ralmente, todas las técnicasque la modernidad proporcio-na. Rauschenberg fue hasta sumuerte, en 2008, un infatigableinvestigador y un incansabletrabajador. Su obra y su vidacorren paralelas para configu-rar una figura esencial de lasegunda mitad del siglo XX.

Para entender a este fas-cinante creador, citaremos al

músico John Cage, con quiencomparte la idea de “actuaren el desnivel entre la vida yel arte”. La actuación fue po-sitiva en palabras de la críti-ca: “Lo que Rauschenbergnos ofrece es la vida en esta-do puro” (Whittet). Superadala “representación” llega elmomento de la “presenta-ción”. Para ello, no hay mate-rial, técnica o ámbito despre-ciable: óleo, tela, metal;collage, fotografía, grabado;pintura, escultura... La prime-ra serie maestra de Raus-chenberg se llama, precisa-mente Combine. La última(de 1986 a 1995) es la deno-

minada Gluts (“excedentes” oalgo así), parte de la cual sepuede contemplar hasta el 12de septiembre en Bilbao.

En 1985, durante un viajea su Texas natal, Rauschen-berg pudo comprobar los es-tragos de la crisis del petró-leo. Su penetrante mirada sefijó en los deshechos del de-sastre: estaciones de gasoli-na abandonadas, anuncios,precios, rótulos...

De vuelta a su estudio enCaptiva (California) comenzóa recopilar restos de un in-menso vertedero. Al principio,Rauschenberg “rescata” losobjetos metálicos según la

estela de Marcel Duchamp,descontextualizando los obje-tos. Más tarde, Rauschenbergempieza a “trabajar” conellos. De la monocromía delmetal pasamos a un verdade-ro alarde de formas y colores.El resultado salta a la vista...y al corazón. Es difícil imagi-nar tanta belleza, tanta inten-sidad, tanta armonía, tantoclasicismo y vanguardia almismo tiempo.

Pero los gluts no sólo sonun prodigio de belleza nacidade la basura. Aunque Raus-chenberg los bautizó comosouvenirs sin nostalgia, losobjetos (carteles, señales, fre-gaderos, rejillas, tubos de es-cape, ventiladores, bicicletas,sillas metálicas...) transmitenuna evidente sensación deinexorable paso del tiempo.En una de las piezas, Sounddevil glut, un viejo cuadro deproducción reza expresionescomo last month this week.¿Cuándo? De la misma ma-nera, podemos contemplar loslibros de números giratorioscon el precio del combustible,números ahora petrificados,tiempo detenido. Sin nostalgiapero con lucidez.

Hay cientos de webs enlas que consultar y admirar lavida y milagros de este hom-bre que representa el genui-no sabor/saber americano.Merece la pena probarlo. ■

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EscrituraPÚBLICA

viejos mitos narrativos. El cu-bano Guillermo Cabrera In-fante consideró La vuelta almundo una obra maestra. Nomenos sorprendentes fueronlas palabras del astronautasoviético Yuri A. Gagarin,quien afirmó: “Fue Jules Ver-ne quien me decidió a la as-tronáutica”. Y la Unión Sovié-tica dedicó su particularhomenaje al maestro de laanticipación, al dar el nombrede Verne a una de las monta-ñas de la faz oculta de la Lu-na. ¿Hubieran llegado a ima-ginar algo así sus críticos?

Verne y el séptimo arteLa industria del cine tambiénha mostrado sus preferenciaspor Verne; tras Un viaje a laluna, en 1951 se llevó a esce-na La isla misteriosa, dirigidapor Spencer Gordon Benet yprotagonizada por RichardCrane. En 1956, Miguel Stro-goff, la historia del correo delZar, fue llevada a la gran pan-talla. Dirigió la película Carmi-lle Gallote. También en 1956llega otra obra cumbre en lasadaptaciones de las obras deJulio Verne: La vuelta al mun-do en ochenta días. Fue unade las adaptaciones de máséxito, con un reparto com-puesto por David Niven en elpapel de Phileas Fogg y Can-tinflas como su sirviente; jun-to a ellos aparecieron ShirleyMacLaine, Charles Boyer yRobert Newton.

En 1959 se estrena Viajeal centro de la Tierra. Dirigidapor Henry Levin; con JamesMason, Arlene Dahl, DianeBaker, Peter Jonson y ThayerDavid en el reparto. Dueñodel mundo con dirección deWilliam Witney fue protagoni-

zada por Vincent Price. Quizápara el público de medianaedad la película más recorda-da sea La luz del fin del mun-do, de 1971, que tuvo tres in-térpretes de primera línea:

Kira Douglas, Yul Brinner yFernando Rey.

Y sin duda, para los másjóvenes hay tres películas quese han convertido en referen-cia sobre Verne y su obra:

20.000 leguas de viaje sub-marino, dirigida en 1997 porRod Ardí y con un reparto en elque destacan Michael Caine,Bryan Brown y Mía Sara; Lavuelta al mundo en 80 días,de la factoría Disney, dirigidapor Franck Coraci e interpre-tada sorprendentemente por

Jackie Chan, y Laisla misteriosa, de2005, con intér-pretes como KyleMacLachlan, Pa-trick Stewart y Ga-brielle Anwar. Alhacer esta selec-ción de películascomo representa-tivas se puede co-meter la injusticiade dejar fuera al-gunas obras valio-sas, pero en todo

caso, es sólo una muestra decómo el cine ha bebido deVerne, y se han dejado fueradel listado más intentos falli-dos que obras maestras, por-que llevar al cine a Verne noes sólo cuestión de buenasintenciones. ■

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JaVieR díez

La exposición GLUTS de Robert Rauschenberg, en el Guggenheim, justifica el desplazamiento a Bilbao.

RAUSCHENBERG: EL GENUINO SABORAMERICANO EN EL GUGGENHEIM

la última serie maestra de este autor se puede ver hasta el 12 deseptiembre en Bilbao

El trono del Nilo.

Curiosos homenajes

UNO de los detalles vitales sobre la obra de Verne ha llegado de la mano delos estudiosos en los últimos tiempos de su obra: destacan que, si bien era

creyente, la Iglesia y la religión no tienen un papel significativo en sus obras.Incluso las ideologías políticas al uso no toman cuerpo. Verne sólo muestracreencias basadas en la técnica, la ciencia y en la idea de que el hombre, pormedio del estudio y el esfuerzo, debe llegar a “dominar” la naturaleza. Es unpositivista radical, un materialista adelantado a su tiempo. Sus ideas suponenuna anticipación del socialismo o del comunismo cuando hace decir a uno desus personajes: “¡Los resultados obtenidos por un hombre de Ciencia no lepertenecen en exclusividad! ¡Forman parte del patrimonio de todos!” Otra delas virtudes de los sabios de Verne es la fraternidad, heredada de la revoluciónfrancesa. Por tantas cosas, independientemente de gustos literarios, Vernesigue estando al frente de la vanguardia.

entre los homenajes que se le hicieron al cumplirse el centenario de su muerte hayque destacar que se puso su nombre al primer vehículo de transferencia automatizado