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4 Situación de la Tuberculosis en Santander, 2005-2008 Artículo Situación de la tuberculosis en Santander, 2005-2008 Claudia Milena Hormiga Sánchez, Ft. MSc.* Débora Villa Villa, Bact. Esp.** Introducción La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa que acompaña a la humanidad desde tiempos inmemorables. Si bien su impacto poblacional mundial había disminuido notoriamente en el siglo anterior, esta enfermedad presentó un resurgimiento a partir de 1985 y actualmente se le considera la primera causa infecciosa de mortalidad en el mundo 1 , situación que se asocia con la epidemia del VIH/ SIDA y el debilitamiento de los programas de control 2 . Consecuentemente, la TB es un problema de salud pública cuyo control enfrenta los retos que imponen la resistencia a los medicamentos antituberculosos y la infección por el VIH. De acuerdo con el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el control de la TB publicado en el año 2009, se estima que en el 2007 se notificaron 9,27 millones de casos nuevos, número superior al de años anteriores (9,24 en 2006, 8,3 en 2000 y 6,6 en 1990). En contraste, la tasa de incidencia en el 2007 (139 por 100.000 personas) mantuvo la ligera tendencia a la disminución observada desde 2004, año en el que alcanzó su valor máximo (142 por 100.000 personas). Este contraste entre la disminución de la incidencia con el aumento del número absoluto de casos se debe al aumento en la población mundial. Se calcula que el 15% del total de casos incidentes en el año 2007 cursaba con la infección por VIH 3 . Colombia, junto con otros países suramericanos como Venezuela, Brasil y Argentina presenta una incidencia entre 25 y 49 casos por 100.000 personas; otros países como Perú, Ecuador y Bolivia se encuentran en el rango con tasas de incidencia entre 100 y 299 casos por 100.000 personas 3 . El estimado mundial de la prevalencia para el 2007 fue de 13,7 millones de casos (206 casos por 100.000 personas), ligeramente inferior a la del 2006 (13,9 millones). Del total de casos prevalentes se considera que el 5% corresponde a infectados con VIH. La disminución en la prevalencia contrasta con el aumento que presentó la incidencia en los años noventa, lo cual se explica principalmente por la disminución promedio del tiempo de la enfermedad debido al aumento de casos intervenidos mediante el Tratamiento Acortado Estrictamente Supervisado (TAES), más conocido por sus siglas en inglés DOTS (Directly Observed Treatment), y la menor duración entre los casos VIH positivos. En cuanto a la mortalidad, se estima que 1,32 millones de personas VIH negativos (19,7 por 100.000 personas) y otras 456.000 muertes se registraron entre personas infectadas con el virus 3 . En Colombia, la tasa de mortalidad por TB fue de 2,4 por 100.000 habitantes en el año 2005 y el número de muertos por esta causa representó el 7,16% de las ocurridas por enfermedades infecciosas (n=14.202) y el 0,54% del total de muertes (n= 189.022) 4 . Las metas en torno al control de la TB en el mundo están enmarcadas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los cuales establecen como logros importantes en la lucha contra esta enfermedad la disminución de la incidencia a partir del año 2015, la reducción del 50% de la prevalencia y la tasa de mortalidad en 2015 en comparación con las tasas existentes en 1990, la detección y tratamiento en programas DOTS de al menos el 70% de los casos bacilíferos incidentes y el éxito mínimo en el 85% de estos casos 5 . Los datos del reciente informe de la OMS revelan que la tasa de incidencia ha disminuido desde 2004, y sugieren que la meta sobre la prevalencia y la mortalidad se logrará solo en tres de las seis regiones de la OMS, la tasa de detección de casos en el 2007 fue del 63% y la tasa de éxitos terapéuticos fue del 85% en el 2006 3 . Para el logro de las metas establecidas, la OMS recomienda seguir la estrategia «Alto a la Tuberculosis», cuyos objetivos son conseguir el acceso universal al diagnóstico y a tratamientos de calidad, reducir el sufrimiento humano y la carga socioeconómica asociada a esa enfermedad, proteger a las poblaciones vulnerables contra la TB, la TB/ VIH y la TB multirresistente, apoyar el desarrollo de nuevas tecnologías y hacer posible su pronto uso. Para el logro de estos objetivos, la estrategia cuenta con seis componentes principales enfocados en expandir y mejorar el DOTS; enfrentar la coinfección TB/VIH, la TB multirresistente y * Epidemióloga del Observatorio de Salud Pública de Santander **Coordinadora del Programa de Lepra y Tuberculosis de la Secretaría de Salud de Santander

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Situación de la Tuberculosis en Santander, 2005-2008

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o Situación de la tuberculosis en Santander, 2005-2008Claudia Milena Hormiga Sánchez, Ft. MSc.*Débora Villa Villa, Bact. Esp.**

Introducción

La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa que acompaña a la humanidad desde tiempos inmemorables. Si bien su impacto poblacional mundial había disminuido notoriamente en el siglo anterior, esta enfermedad presentó un resurgimiento a partir de 1985 y actualmente se le considera la primera causa infecciosa de mortalidad en el mundo1, situación que se asocia con la epidemia del VIH/SIDA y el debilitamiento de los programas de control2. Consecuentemente, la TB es un problema de salud pública cuyo control enfrenta los retos que imponen la resistencia a los medicamentos antituberculosos y la infección por el VIH.

De acuerdo con el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el control de la TB publicado en el año 2009, se estima que en el 2007 se notificaron 9,27 millones de casos nuevos, número superior al de años anteriores (9,24 en 2006, 8,3 en 2000 y 6,6 en 1990). En contraste, la tasa de incidencia en el 2007 (139 por 100.000 personas) mantuvo la ligera tendencia a la disminución observada desde 2004, año en el que alcanzó su valor máximo (142 por 100.000 personas). Este contraste entre la disminución de la incidencia con el aumento del número absoluto de casos se debe al aumento en la población mundial.

Se calcula que el 15% del total de casos incidentes en el año 2007 cursaba con la infección por VIH3. Colombia, junto con otros países suramericanos como Venezuela, Brasil y Argentina presenta una incidencia entre 25 y 49 casos por 100.000 personas; otros países como Perú, Ecuador y Bolivia se encuentran en el rango con tasas de incidencia entre 100 y 299 casos por 100.000 personas3.

El estimado mundial de la prevalencia para el 2007 fue de 13,7 millones de casos (206 casos por 100.000 personas), ligeramente inferior a la del 2006 (13,9 millones). Del total de casos prevalentes se considera que el 5% corresponde a infectados con VIH. La disminución en la prevalencia contrasta con el aumento que presentó la incidencia en los años noventa, lo cual se explica principalmente por la disminución promedio del tiempo de la enfermedad debido al aumento de casos intervenidos mediante el Tratamiento Acortado Estrictamente Supervisado (TAES), más conocido

por sus siglas en inglés DOTS (Directly Observed Treatment), y la menor duración entre los casos VIH positivos.

En cuanto a la mortalidad, se estima que 1,32 millones de personas VIH negativos (19,7 por 100.000 personas) y otras 456.000 muertes se registraron entre personas infectadas con el virus3. En Colombia, la tasa de mortalidad por TB fue de 2,4 por 100.000 habitantes en el año 2005 y el número de muertos por esta causa representó el 7,16% de las ocurridas por enfermedades infecciosas (n=14.202) y el 0,54% del total de muertes (n= 189.022)4.

Las metas en torno al control de la TB en el mundo están enmarcadas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los cuales establecen como logros importantes en la lucha contra esta enfermedad la disminución de la incidencia a partir del año 2015, la reducción del 50% de la prevalencia y la tasa de mortalidad en 2015 en comparación con las tasas existentes en 1990, la detección y tratamiento en programas DOTS de al menos el 70% de los casos bacilíferos incidentes y el éxito mínimo en el 85% de estos casos5. Los datos del reciente informe de la OMS revelan que la tasa de incidencia ha disminuido desde 2004, y sugieren que la meta sobre la prevalencia y la mortalidad se logrará solo en tres de las seis regiones de la OMS, la tasa de detección de casos en el 2007 fue del 63% y la tasa de éxitos terapéuticos fue del 85% en el 20063.

Para el logro de las metas establecidas, la OMS recomienda seguir la estrategia «Alto a la Tuberculosis», cuyos objetivos son conseguir el acceso universal al diagnóstico y a tratamientos de calidad, reducir el sufrimiento humano y la carga socioeconómica asociada a esa enfermedad, proteger a las poblaciones vulnerables contra la TB, la TB/VIH y la TB multirresistente, apoyar el desarrollo de nuevas tecnologías y hacer posible su pronto uso. Para el logro de estos objetivos, la estrategia cuenta con seis componentes principales enfocados en expandir y mejorar el DOTS; enfrentar la coinfección TB/VIH, la TB multirresistente y

* Epidemióloga del Observatorio de Salud Pública de Santander** Coordinadora del Programa de Lepra y Tuberculosis de la Secretaría de Salud de Santander

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otros problemas; fortalecer los sistemas de información; involucrar a todo el personal de salud; empoderar a los afectados y a las comunidades, y finalmente, promover la realización de investigaciones6.

En consonancia con estos lineamientos, en el año 2008, se inició la conformación de una mesa de trabajo interinstitucional en torno al control de la TB en Santander, la cual ha generado recomendaciones y lineamientos valiosos para el control de la TB en el territorio departamental7.

El objetivo del presente estudio es describir y contextualizar la situación de la TB en el departamento en el período 2005-2008.

Metodología

Se realizó un estudio descriptivo de los casos de tuberculosis registrados en el programa departamental de control de la enfermedad durante el período 2005-2008, el cual facilitó las bases de datos de cada año de estudio. Se realizó un análisis univariado y bivariado según la escala de medición de las características de persona, tiempo y lugar, empleando para tal fin el paquete estadístico STATA versión 10. Se calcularon tasas de incidencia por rangos etarios, sexo y unidad geográfica municipal, provincial y departamental, con base en la población proyectada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) para los años de estudio.

De manera complementaria al análisis de incidencia por TB, se calcularon las tasas de mortalidad durante el período 1998-2007, incluyendo como caso todos los registros con causa básica correspondiente a los códigos CIE-10: A15 - A19 y B90. Asimismo, se presentan los resultados de un análisis de re-ingreso en el programa de TB durante el período 2005 - 2008, en el cual se tuvieron en cuenta las variables nombre, edad, identificación, municipio de residencia y fechas de ingreso y egreso, con el fin de identificar los registros correspondientes al mismo caso.

Resultados

Durante el período 2005-2008 se registraron 2.151 casos de tuberculosis residentes en Santander en el programa departamental de control de la enfermedad, con una tasa mediana de incidencia de 27,5 casos por 100.000 habitantes, siendo ligeramente más baja en los últimos dos años de estudio.

El tipo de TB predominante fue la pulmonar, que representó entre el 82% y 85% del total de los casos en cada año. La TB meníngea representó entre el 16,5% (en el 2008) y el 22,4% (en el 2006) de los casos clasificados como extrapulmonares, y alrededor del 4% del total de casos en 2005 y 2006 y el 3% en el 2008.

Características de los casos*

La ocurrencia de la enfermedad varió de manera consistente según el sexo y la edad durante el período de estudio. En los casos registrados en el programa de tuberculosis hubo predominio del sexo masculino (entre 60,4% y 70,0% en cada año), el cual aumentó en los años 2007 y 2008, con una tasa mediana de incidencia de 35,5 por 100.000 hab. en los hombres y de 19,8 en las mujeres. Así mismo, la presentación de la enfermedad aumentó progresivamente con la edad, pasando de una tasa de incidencia mediana de 3,0 por 100.000 hab. en los menores de 15 años a una tasa mediana de 63,9 por 100.000 hab. en las personas de 65 años y más. Los menores de 15 años representaron entre el 2% y el 4% del total de casos de cada año. El promedio de edad de los casos de sexo femenino (entre 40 y 41 años) fue inferior en todos los años de estudio al de los hombres (44 años en los cuatro años de estudio), encontrándose diferencias estadísticamente significativas en el año 2005 (p=0,02; t de student).

Las tasas de incidencia de los dos tipos de TB tendieron a disminuir en las mujeres mientras que en los hombres tuvieron ligeras fluctuaciones, con tendencia al aumento, especialmente de la TB extrapulmonar. Las tasas medianas de incidencia de TB pulmonar fueron de 16,7 por 100.000 mujeres y de 29,4 por 100.000 hombres, y las de TB extrapulmonar de 2,9 por 100.000 mujeres y de 6,2 por 100.000 hombres. Las figuras 1 y 2 muestran el comportamiento de la enfermedad según la edad, el sexo y el tipo de TB.

* En el presente artículo no se incluye información sobre la condición de egreso de los casos, debido a la no disponibilidad de datos de buena calidad en esta variable en los años de estudio.

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Figura 1. Incidencia de tuberculosis por edad, según año de registro, Santander, 2005-2008.

*Registros sin dato de edad: 1 en el año 2006 y 6 en el año 2007.Fuente de datos: Programa departamental de control de Tuberculosis. Fuente de cálculos: Observatorio de Salud Pública de Santander.

Figura 2. Incidencia de tuberculosis por año de registro según tipo, Santander, 2005-2008.

Extra P – M: TB extrapulmonar en mujeres; Pulmonar – M: TB pulmonar en mujeres; Extra P – H: TB extrapulmonar en hombres; Pulmonar – H: TB pulmonar en hombres.* Registros sin dato de tipo de TB: 3 en 2005, 2 en 2007 y 5 en el año 2008.Fuente de datos: Programa departamental de control de Tuberculosis. Fuente de cálculos: Observatorio de Salud Pública de Santander.

Los pacientes que ingresaron al programa tuvieron principalmente la condición de nuevo; sin embargo, ésta disminuyó especialmente en el año 2008, en el cual hubo un mayor porcentaje de ingresos por abandono y recaídas (ver figura 3). Los ingresos se realizaron a lo largo de todo el año, pero característicamente más de la mitad de los casos (53% en total) se registraron en los dos primeros trimestres de cada año.

Durante los cuatro años de estudio, los pacientes registrados en el programa departamental de TB pertenecieron en mayor frecuencia al régimen contributivo (37,9%), seguido del régimen subsidiado (34,4%). La población sin aseguramiento en salud representó el mayor porcentaje en el año 2005 (38,2% del total de casos en el año) y disminuyó progresivamente hasta representar menos del 20% de los

casos en al año 2008; de manera contraria, el porcentaje de casos pertenecientes al régimen subsidiado aumentó año a año, pasando de 28% en el 2005 a 44% en el 2008.

Figura 3. Condición de ingreso de los pacientes al programa de tuberculosis por año de registro. Santander 2005-2008.

* Registros sin dato de condición de ingreso: 8 en el año 2007.Fuente de datos: Programa departamental de control de Tuberculosis. Fuente de cálculos: Observatorio de Salud Pública de Santander.

El tiempo de duración de síntomas de TB antes de la instauración del tratamiento (variable disponible para los años 2005, 2006 y 2008) tuvo una mediana de 2 meses; la cuarta parte de los pacientes en cada año presentó síntomas por un tiempo de cuatro o más meses, alcanzando los 48 meses en algunos pacientes durante los años 2006 y 2008. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas por sexo, condición de aseguramiento en salud o trimestre de ingreso en esta variable.

La cobertura de vacunación con BCG en los pacientes del programa no alcanzó el 70% en los pacientes con reporte de esta variable en cada año de estudio (33%, 34% y 14% de los registros sin dato en los años 2005, 2006 y 2008, respectivamente).

La coinfección con VIH en los casos de TB no fue objetivamente evaluable debido a la ausencia del dato en muchos registros (más del 80% de registros sin dato en 2005 a 2007 y 43% en 2008); sin embargo, asumiendo que todos los registros sin dato son negativos a la infección, el porcentaje de positividad oscilaría entre 7,6% en 2005 y 12,1% en 2008 y las tasas de incidencia de TB/VIH por 100.000 habitantes oscilarían entre 1,74 en el año 2005 y 3,27 en el año 2008.

Configuración de los casos

El porcentaje de positividad en la baciloscopia (BK) de los pacientes de TB pulmonar fue de 83,4% en el período

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oTabla 2. Fármacos administrados en la primera fase a los pacientes registrados en el programa de tuberculosis. Santander, 2005-2008

Fuente de datos: Programa Departamental de Control de Tuberculosis Fuente de cálculos: Observatorio de Salud Pública de Santander

Municipio y provincia de residencia de los casos

Alrededor del 40% de los casos de cada año eran residentes de Bucaramanga y más del 80% eran habitantes del área metropolitana de Bucaramanga y el municipio de Barrancabermeja; consecuentemente, la mayoría de los casos de cada año y las tasas de incidencia más altas correspondieron a las provincias de Soto y Mares. La tabla 3 presenta la distribución de los casos y las tasas de incidencia en los años de estudio, según la provincia de residencia.

Las tasas de incidencia municipales más altas oscilaron alrededor de 50 casos por 100.000 habitantes en todos los años de estudio, sin embargo, en los años 2006 y 2007 se presentaron tasas cercanas a 90 por 100.000 hab. en los municipios de Onzaga y Guapotá. Varios municipios del departamento presentaron tasas superiores a la departamental solamente en uno de los años de estudio, como es el caso de Cabrera que tuvo la tasa más alta en el 2005 (52,0 por 100.000 hab.), pero en el resto de años no reportó casos, o Encino que tuvo casos solamente en el año 2006 con una tasa de incidencia de 37,2 por

de estudio, para una tasa mediana de incidencia por BK positiva de 19,1 por 100.000 habitantes.

De los criterios diagnósticos complementarios para configurar los casos de TB pulmonar sin BK positiva, el más empleado fue el clínico en los años 2005 y 2006 (78,5% y 64,8% de los casos de TB pulmonar sin BK positiva), seguido de los rayos X (49,5% y 62,0%), mientras que el cultivo fue el más empleado durante el año 2008 (55,6%). Los pacientes de TB extrapulmonar fueron principalmente diagnosticados mediante criterio clínico en 2005 y 2006 (62,0% y 58,2%), seguido del histopatológico (48,1% y 52,0%), y por criterio histopatológico en el 2008 (51,6%).

En total, la confirmación por criterio bacteriológico o histopatológico de los casos aumentó durante el período de estudio, pasando de 81,1% en el 2005 a 91,8% en el 2008. Asimismo, el porcentaje de casos con una configuración definitiva inadecuada según los lineamientos nacionales (únicamente criterio clínico o rayos X o reacción de tuberculina positiva o ausencia de criterios diagnósticos) fue superior en los años 2005 y 2006 (más del 5% de los casos de TB total), el cual fue superior en los casos de TB extrapulmonar (ver tabla 1).

El esquema de tratamiento de la primera fase proporcionado a los pacientes durante el 2005 y 2006 fue similar, con predilección por los medicamentos estreptomicina (S), Rifampicina (R), Isoniacida (H) y pirazinamida (Z). En el año 2008, la estreptomicina no fue un fármaco de elección mientras que el Etambutol (E) fue empleado en el 90% de los casos y aumentó la proporción de casos a los que se les proporcionó Etionamida (ET) (ver tabla 2).

Tabla 1. Configuración final de los casos de tuberculosis por año de registro, según criterio de clasificación, Santander, 2005-2008+

TBE: Tuberculosis extrapulmonar; TB: Tuberculosis pulmonar; BH: Incluye criterios bacteriológicos o hispatológicos; *Incluye: criterio clínico y radiológico; †Incluye: criterio clínico y epidemiológicoFuente de datos: Programa Departamental de Control de Tuberculosis Fuente de cálculos: Observatorio de Salud Pública de SantanderCasos sin clasificación de tipo de TB: 3 en 2005, 5 en 2008+Los datos correspondientes al año 2007 no fueron disponibles para el análisis

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100.000 hab. Otros municipios con tasas especialmente altas en un solo año de estudio fueron Cerrito, Charta, Concepción, Los Santos, Piedecuesta y Tona en el año 2005; Carcasí, Coromoro, Encino, Landázuri y Onzaga en el 2006; Molagavita y Villanueva en el 2007; y El Carmen, Jesús María, Macaravita y Suratá en el 2008. En la figura 4 se presentan los promedios de las tasas de incidencia municipales en el período de estudio.

Re-ingreso en el Programa de Tuberculosis de Santander

Durante el período de estudio, 101 pacientes ingresaron más de una vez al Programa de Control de Tuberculosis del departamento; la mayoría ingresó dos veces (87,2%), diez en tres oportunidades y tres en cuatro ocasiones. El número de casos que reingresaron aumentó progresivamente durante los años 2005 y 2007.

La mayoría de los casos reincidió por primera vez al año siguiente de ingreso al programa, con una mediana de 312 días (10,4 meses) entre el primer y el segundo ingreso, de 256 días (8,5 meses) entre el segundo y el tercero, y de 353 días (11,8 meses) entre el tercer y cuarto ingreso. En la tabla 4 se muestra el flujo de los pacientes con reingreso durante el tiempo de estudio.

De los 101 pacientes, 74 (73,3%) eran hombres, el promedio de edad en el primer ingreso en el período fue de 40,7 +/- 15,8 años, ligeramente superior en los hombres (41,5 contra 38,6 en las mujeres); hubo un caso con reingreso menor de 15 años. Los casos que reingresaron correspondieron mayormente a la población sin aseguramiento en salud y al régimen contributivo (32% cada uno), y tuvieron residencia principalmente en los municipios de Bucaramanga (37,6%),

Barrancabermeja (15,8%), Floridablanca (10,9%) y Girón (6,9%).

La condición del paciente en el primer ingreso durante el período de estudio fue nuevo en el 84,2% de los casos, los restantes correspondieron a recaídas (n=5), remisiones y abandono (4 de cada uno) y fracasos (n=2); es decir, 15 de los pacientes detectados por primera vez en el período

Fuente de datos: Programa departamental de control de Tuberculosis Fuente de cálculos: Observatorio de Salud Pública de Santander*Tasa por 100.000 hab. calculadas con proyecciones de población DANECasos sin registro de municipio de residencia: 1 en cada año de estudio

Observatorio de SaludPública de Santander

Figura 4. Incidencia de tuberculosis según el municipio de residencia de los casos. Santander, 2005 – 2008.

Tabla 3. Casos e incidencia de tuberculosis según la provincia de residencia. Santander, 2005-2008.

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provinciales (40% y 16%, respectivamente). Sin embargo, la distribución de la mortalidad por TB según el municipio de residencia varió en los dos lustros, correspondiendo las tasas más altas durante el período 1998-2002 a los municipios de Valle de San José, Hato, Sabana de Torres, Puerto Parra y Rionegro, con tasas superiores a 6 por 100.000 habitantes; las cuales disminuyeron en el período 2003-2007, siendo de 0 en tres de estos municipios. En el segundo lustro, en cambio, fueron los municipios de California, Cabrera, Vetas, Barichara y la Paz los que presentaron las tasas más altas (superiores a 7 por 100.000 habitantes), cuatro de los cuales no habían presentado muertes en el primer lustro. En el año 2007, 12 municipios presentaron muertes por TB. En la figura 5 se muestran los promedios de las tasas municipales en los períodos 1998-2002 y 2003-2007.

de estudio correspondían a casos que reingresaron. En el primer reingreso durante el período de estudio, la condición de ingreso más frecuente fue de abandonos (n=32), aunque con un número similar (n= 31) se registraron los casos como nuevos, lo cual evidencia una mala clasificación de la condición de ingreso que conlleva repercusiones negativas en el manejo clínico del paciente. Estas dos condiciones constituyeron las de mayor frecuencia, seguidas de recaídas (n= 22) y fracasos (n=15). Durante la segunda recaída a un paciente se le asignó la condición de nuevo; el resto de reingresos por segunda y tercera vez se reconocen como abandonos y recaídas. La curación y la terminación del tratamiento como condición de egreso se consignaron en 16 y 7 de los casos en la primera vez de ingreso, respectivamente (dato presente en la mitad de los casos) y en 6 y 4 de los casos en el segundo ingreso (dato presente en 20% de los casos). Los restantes casos tuvieron como condición de egreso principalmente abandonos y fracasos.

Mortalidad por tuberculosis en Santander, 1998-2007

Durante los años 1998 a 2007 la mortalidad por tuberculosis en el departamento ha oscilado entre 2,2 por 100.000 habitantes en el año 2006 y 3,9 en el 2001, año en que se presentó un pico en la mortalidad por este evento, y a partir del cual se ha presentado una tendencia a la disminución; el promedio de las tasas durante este período de 10 años fue de 2,9 muertes por 100.000 hab. siendo de 3,3 por 100.000 hab. en el primer lustro y de 2,6 por 100.000 hab. en el segundo.

En consonancia con la residencia de los casos incidentes durante 2005 a 2008, la mayoría de defunciones (84,9%) en el período de estudio correspondió a habitantes de Bucaramanga y su área metropolitana y al municipio de Barrancabermeja, principalmente a estas dos capitales

Tabla 4. Pacientes con reingreso en el programa de control de tuberculosis. Santander, 2005 - 2008.

*Primera vez que ingresa durante el período de estudio.

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Discusión

La incidencia de tuberculosis en el departamento fue estable en el período de estudio y su distribución según el tipo (pulmonar - extrapulmonar) muestra un comportamiento congruente con el panorama nacional (incidencia nacional de 25 por 100.000 habitantes), aunque el porcentaje de casos de TB meníngea en todos los años de estudio fue más alto que el reportado para Colombia en el 20052. Es importante enfatizar que el riesgo de desarrollar la enfermedad varió en función del sexo —con un franco predominio masculino— así como en función de la edad, siendo las tasas más altas a medida que se avanza en edad. Tanto el porcentaje de casos de menores de 14 años como las tasas de incidencia en este grupo etario fueron inferiores a las reportadas en el país en el año 2005 (6,5% del total de casos, incidencia de 4 por 100.000 hab.)2. Esta situación evidencia debilidad en la búsqueda y diagnóstico de TB en la población infantil del departamento.

Se tiene claramente establecido que el riesgo de desarrollar la TB tiene una relación muy fuerte con la edad, y aunque estudios sobre TB con seguimientos de largo tiempo han sido muy escasos, se consideraba que las personas que se infectaban en la niñez tenían mayor riesgo de desarrollar

la enfermedad que los adultos, debido a la mayor disponibilidad de tiempo para hacerlo. Sin embargo, en un estudio reciente en el que se documentó la evolución del riesgo de desarrollar la enfermedad, el período de incubación y el intervalo serial de la TB durante todo el siglo anterior en Inglaterra y Gales, se demostró que el riesgo de desarrollar la enfermedad disminuyó dramáticamente en el trascurso del siglo anterior y que el mayor riesgo de desarrollar la enfermedad (todas las formas de TB y de manera específica la pulmonar) lo tienen las personas que se infectan en la juventud (20 años), mientras que los niños tienen el menor riesgo8. Los niños infectados, sin embargo, tienen mayor probabilidad de desarrollar las formas no pulmonares de la TB.

Según la condición de ingreso de los pacientes, el porcentaje de fracasos y recaídas estuvo entre 4 y 8% en los años de estudio, lo cual demuestra fallas en el tratamiento, situación que se agrava con la creciente presencia de abandonos en los ingresos. El análisis de reingresos también mostró que éstos aumentaron año a año entre 2005 y 2007, y es probable que se evidencie la misma situación en un análisis posterior que evalúe los ingresos del 2008. Al respecto, cabe mencionar que la multidrogorresistencia es el producto de tratamientos incompletos, por lo que en el escenario

Figura 5. Mortalidad por tuberculosis según el municipio de residencia de los casos. Santander, 1998-2002 y 2003–2007.

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Observatorio de SaludPública de Santander

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Revista del Observatorio de Salud Pública de Santander - Año 4, Número 3, agosto - noviembre de 2009

Art

ícul

ode la salud pública, llega a ser preferible la ausencia de tratamiento que la realización de tratamientos incompletos que generen cepas resistentes9.

El análisis del tiempo de duración de los síntomas reveló que la mitad de los casos de cada año fueron reportados al programa de control tardíamente, luego de más de dos meses, e incluso, la cuarta parte de los pacientes de cada año inició tratamiento luego de cuatro meses de presencia de sintomatología. Este hallazgo evidencia debilidades en la detección temprana de los casos, a pesar de las estrategias y metas establecidas en torno a la captación de los sintomáticos respiratorios, lo cual favorece enormemente el mantenimiento de la transmisión de la enfermedad, como es ampliamente reconocido.

Respecto a la coinfección TB/VIH, si bien el porcentaje de subregistro fue muy alto entre los casos, el porcentaje en el 2008 fue de mínimo el 12% (asumiendo la negatividad de los casos sin dato, por lo que es posible que el porcentaje de positividad sea más alto), cercano al estimado mundial del 15%3 y alcanzando una tasa de 3,27 en el año 2008, la cual es 60% superior de la que tenía la OMS estimada para América en el 2007 (2 por 100.000 hab.)2. Estos hallazgos evidencian que en el departamento es fundamental fortalecer el control de estas dos enfermedades en conjunto, con estrategias como la realización de la prueba diagnóstica de VIH a todos los pacientes con TB y viceversa. Al respecto, es importante tener en cuenta que, según los datos más recientes de la OMS, el riesgo de desarrollar la TB en casos VIH positivos es entre 26 y 37 veces más alto en países con baja prevalencia de VIH3.

En cuanto a los criterios diagnósticos empleados en la configuración definitiva de los casos, durante el período de estudio aumentó el número de casos confirmados por criterios bacteriológicos o histológicos; sin embargo, aún en el año 2008 se registraron casos con confirmación inadecuada, especialmente de TB extrapulmonar, lo cual constituye una falla no sólo en la vigilancia del evento sino en el abordaje diagnóstico de los pacientes que repercute de manera negativa en el seguimiento de su evolución clínica. La incidencia de TB pulmonar por BK positiva en el período de estudio fue ligeramente más alta que la reportada para el país en el 2005 (17 por 100.000 hab.).

El comportamiento del esquema terapéutico en los años de estudio evidencia una mayor aplicación de medicamentos para disminuir la resistencia a los medicamentos bactericidas, como el Etambutol, y de alternativas terapéuticas cuando se sospecha resistencia a los bactericidas de primera línea, como la Etionamida1, y una menor administración de la Estreptomicina, tal como ha sido el lineamiento nacional,

lo cual refleja una mayor complejidad en el abordaje terapéutico de los pacientes en los últimos años.

Finalmente, se destaca que la mayoría de los casos de TB provinieron de los municipios del área metropolitana y Barrancabermeja. Estos son los municipios con mayor tamaño poblacional en el departamento, de los cuales Bucaramanga y Barrancabermeja estuvieron entre los tres municipios con tasas más altas en el período de estudio. La variación en la incidencia de los otros municipios fue muy alta, presentando algunos una tasa alta en sólo uno o dos de los años de estudio en contraste con tasas muy bajas o ausencia de casos en los otros años, lo cual sugiere no sólo cambios en el desarrollo del evento, sino también en la búsqueda y notificación de los casos año a año.

Recomendaciones

Consecuentemente con los hallazgos obtenidos, se realizan las siguientes recomendaciones:

• Fortalecer la búsqueda y el diagnóstico de sintomáticos respiratorios.

• Fortalecer la búsqueda de casos de tuberculosis en la población pediátrica.

• Realizar estudio de la ocurrencia (según reporte) de la enfermedad, especialmente en los municipios con comportamiento variable durante el período de estudio y establecer las posibles causas de dicha variación.

Estas recomendaciones se unen a las realizadas por el grupo de trabajo en torno al control de la tuberculosis en el departamento7.

Referencias

1. Ministerio de la Protección Social. Guía de atención de la Tuberculosis Pulmonar y Extrapulmonar. Disponible en: http://www.minproteccionsocial.gov.co/vbecontent/NewsDetail.asp?ID=16159&IDCompany=

2. Ministerio de la Protección Social, Instituto Nacional de Salud. Protocolo de Vigilancia de la Tuberculosis. Disponible en: www.ins.gov.co

3. WHO. WHO Report 2009. Global Tuberculosis Control. Epidemilogy, Strategy, Financing. Switzerland, 2009.

4. Ministerio de la Protección Social, Organización Panamericana de la Salud. Situación de Salud en Colombia. Indicadores Básicos 2007. Disponible en: minproteccionsocial.gov.co

5. Organización Mundial de la Salud- Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). 6. Organización Mundial de la Salud. Estrategia Alto a la Tuberculosis. OMS,

2006. 7. Villa D, Hormiga CM. Mesa de trabajo sobre la tuberculosis. Informe

Epidemiológico de Santander, octubre – diciembre de 2009. Disponible en: www.observatorio.saludsantander.gov.co

8. Vynnycky E, Fine P. Lifetime Risks, Incubation period, and serial interval of Tuberculosis. American Journal of Epidemiology. 2000;152(3):247-63

9. Montoro E. La resistencia a múltiples fármacos: una amenaza para el control de la tuberculosis. Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health. 2004; 16(1): 68- 73