arti mapas corporales09 11 2010 [2003]

40
1 APORTES METODOLOGICOS PARA EL ESTUDIO DE LOS LENGUAJES DEL CUERPO Y EL GENERO: MAPAS CORPORALES 1 . Jimena Silva 2 , Paulina Salinas 3 Resumen En este artículo, se presentan los mapas corporales como una estrategia metodológica para la producción de conocimientos sobre el valor simbólico del cuerpo y sus discursos de género, bajo la modalidad autobiográfica. Se expone un caso, centrado en las tensiones de poder entre hijas y madres, para comprender como se encarnan en los cuerpos las normativas del orden social y los discursos de poder. Los mapas corporales, facilitan la expresión de transgresiones o disidencias a las ideologías de género vigentes, plasmando en ellos procesos de emancipación de los sujetos. Palabras claves: Cuerpo, género, poder, discurso. Bodily Maps, Methodological Strategy About The Study Body Symbolic Value And Its Discourses. Abstract I hereby present a methodological strategy to produce insight into the symbolic value of the body and its inferences, through an autobiographical approach. I present a case centered on the 1 Este trabajo forma parte de la Tesis “Relaciones de poder entre mujeres chilenas de dos generaciones. Alianzas, transgresiones, disidencias, oposiciones entre madres e hijas”. Beca Conicyt 2006-2009. Aprobada en 2009 por el Programa de Doctorado en Antropología Sociocultural Universidad Católica del Norte, Antofagasta/Universidad de Tarapacá, Arica. 2 Psicóloga, Doctora en Antropología. Docente investigadora de la Escuela de Psicología, Universidad Católica del Norte, Antofagasta, Chile. [email protected] 3 Doctora en Ciencias Sociales, asesora metodológica, Escuela de Periodismo, Universidad Católica del Norte. [email protected]

Upload: jimeluz

Post on 14-Jun-2015

401 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

  • 1. 1APORTES METODOLOGICOS PARA EL ESTUDIO DE LOS LENGUAJESDEL CUERPO Y EL GENERO: MAPAS CORPORALES1.Jimena Silva2 , Paulina Salinas3ResumenEn este artculo, se presentan los mapas corporales como una estrategia metodolgica para laproduccin de conocimientos sobre el valor simblico del cuerpo y sus discursos de gnero,bajo la modalidad autobiogrfica. Se expone un caso, centrado en las tensiones de poder entrehijas y madres, para comprender como se encarnan en los cuerpos las normativas del ordensocial y los discursos de poder. Los mapas corporales, facilitan la expresin de transgresiones odisidencias a las ideologas de gnero vigentes, plasmando en ellos procesos de emancipacinde los sujetos.Palabras claves: Cuerpo, gnero, poder, discurso.Bodily Maps, Methodological Strategy About The Study Body Symbolic Value And ItsDiscourses.AbstractI hereby present a methodological strategy to produce insight into the symbolic value of thebody and its inferences, through an autobiographical approach. I present a case centered on thepower tensions between young and older women, to understand how the discourses flowingbetween daughters and mothers are incarnated in their bodies. The maps facilitate theexpression of transgressions to or dissidences from current ideological gender models , andyoung womens search for emancipation.Key words: Body, gender, power, discourses.1Este trabajo forma parte de la Tesis Relaciones de poder entre mujeres chilenas de dos generaciones. Alianzas,transgresiones, disidencias, oposiciones entre madres e hijas. Beca Conicyt 2006-2009. Aprobada en 2009 por elPrograma de Doctorado en Antropologa Sociocultural Universidad Catlica del Norte, Antofagasta/Universidad deTarapac, Arica.2Psicloga, Doctora en Antropologa. Docente investigadora de la Escuela de Psicologa, Universidad Catlica delNorte, Antofagasta, Chile. [email protected] en Ciencias Sociales, asesora metodolgica, Escuela de Periodismo, Universidad Catlica del [email protected]

2. 2I.Introduccin: Mtodo biogrfico y su aplicacin en el estudio del cuerpoLa revitalizacin del mtodo biogrfico en estos ltimos treinta aos, forma parte de lanecesidad de las ciencias sociales, de visibilizar a los actores. Pujadas (2002[1992]) sostieneque el uso de fuentes orales y narrativas biogrficas entre los sectores populares o subalternoscon fines de reconstruccin histrica permiten, especialmente, abrir las exclusiones de lossujetos postergados.Desde esta perspectiva, con las posibilidades de abordaje que posee este mtodo, lo utilizamoscomofundamento en la organizacin de la estrategia investigativa, como herramientafacilitadora a las biografas de las participantes. Para ello, proponemos emplear la trayectoriavital, porque posibilita acceder a eventos individuales, familiares y a contextos histricos enlos que se desarrollan conexiones con el tiempo y con el espacio (Elder, 1994; Sautu, 2004;Barbieri, 2008).Este enfoque se encuentra vinculado a los estudios longitudinales, en el sentido de laimportancia que tiene el proceso cronolgico en el curso vital. A su vez, poseen laparticularidad de contribuir a diversificar la fase narrativa, concibindolas no slo como unadescripcin de sucesos, sino una seleccin y evaluacin de la realidad (Lomsky-Feder 1995;Saut, 2004). Es til aclarar estos aspectos, por la frecuente simplificacin que encierra lasdistinciones entre una u otra corriente epistemolgica: cuantitativa o cualitativa, que no siempreson claramente explicitadas por los (as) investigadores, un ejemplo de aquellos son los trabajosanglosajones, desde donde proviene parte importante de las enseanzas de este mtodo: niHareven & Masaoka , (1988), ni Elder (1994), ni el mismo Bertaux (1984) en Europa hacen unacontinua profesin de fe metodolgica cuando explican sus procedimientos o cuando analizansus resultados nos seala Saut, (2004:25).La diversidad de autores que han trabajado con este mtodo, ya sea en estudios de cursos devida, relatos, historias de vida o autobiografas, se evidencian las mltiples opciones que tienenlos (as) investigadores(as) para amalgamar posiciones epistemolgicas y/o tericas, procurandoresguardar con rigor la coherencia con los objetivos propuestos y las tcnicas seleccionadas.Desde esta perspectiva, nos adscribimos a las propuestas que promueven la combinacin deenfoques, para lograr la profundizacin esperada (Bertaux y Kholi, 1984; Bertaux, 1999;Salinas, 2001, Saut 2004; Silva, 2008, Salinas y Crdenas, 2009). Adems, a travs deldiscurso que este mtodo recupera, accedemos a prcticas familiares, polticas e histricas entiempos y contextos socioculturales diversos, que exigen amplitud en su tratamiento. En 3. 3coherencia conlo propuesto por Mantilla (2008) respecto a que la posicin comoinvestigadores en el campo, las relaciones que establecemos con los informantes, la influenciade nuestras identidades genricas en el acceso a la informacin y la problemtica de la distanciay cercana con el universo estudiado, condicionan la construccin de los resultados de lainvestigacin.En los ltimos 15 aos, hemos aplicado este mtodo en contextos tanto urbanos como rurales,aprendiendo sobre sus ventajas y dificultades4. Precisamente es su versatilidad se encuentra lamotivacin para innovar, creando junto a las protagonistas, los mapas corporales recogiendo,con especial atencin, el valor simblico que encierra el cuerpo en la experiencia biogrfica.Los trabajos bajo estas estrategias metodolgicas imponen la transformacin no slo deaquellos cuyas vidas se articulan a travs del dilogo, sino tambin de aquellos que registran yleen los testimonios (Guerra y Shewes, 1999:2).Particularmente, en Amrica Latina5, este enfoque ha tenido gran aceptacin y validez en lasinvestigaciones sociales, en que se privilegian narraciones, relatos de vida y autobiografas, porejemplo los estudios de Oscar Lewis (1961, 1976) en Mxico que abrieron una forma deproducir conocimiento sobre comunidades campesinas. El trabajo de Miguel Barnet (1986) enCuba, con relatos de vida de familias afrocubana, que fue publicado por primera vez en 1966 6.Luego hacia finales de la dcada de los 80s, se producen giros en su aplicacin, especialmenteen la recuperacin de la memoria, en pases que han sufrido violencia poltica, migracionesmasivas, exilios, desintegraciones familiares entre otros fenmenos sociales (Sharim, 1999;Jelin et al., 1999; Magrassi, et al.,1980).La forma de aplicar las tcnicas en este trabajo, concuerda con lo planteado por Bertaux (1999)quin expresa que no debemos pretender acceder a las experiencias biogrficas en su totalidad,ni a verdades absolutas, sino a segmentos, a recorridos parciales de los sujetos vinculados conla preocupacin sustantiva de su construccin subjetiva, en espacios y tiempos especficos. Ascon las participantes del estudio, se accedi a distintas partes y formas de lenguajes generadosbajo el mtodo biogrfico, como se observa en el esquema N 1.4 Jimena Silva ha aplicado variaciones del mtodo con poblacin originaria quechua parlante (1993), mujeresfamiliares de detenidos desaparecidos (2000), jvenes trabajadores no escolarizados (1991), mujeres encarceladas(1992), trabajadoras sexuales (1993, 1998, 2008) entre otras aplicaciones que se pueden encontrar en artculos, libros,tesis de grado y post grado, en Bibliotecas de Universidad Mayor de San Simn, Cochabamba, Bolivia, Universidadde Chile, Universidad Catlica del Norte, Antofagasta, Universidad de Tarapac Arica. Paulina Salinas, ha realizadoestudios Biogrficos con personajes de la zona norte y en estudios acadmicos en Antofagasta (1999; 2008).5En 1976 Lewis public los relatos de una familia que dar origen a los Hijos de Snchez, esta fue seleccionadaentre setenta y una del mismo paraje. Se la eligi puesto que el investigador consider que era representativa de lasituacin de pobreza que vivan millones de personas en Mxico, su forma de trabajar y exponer la historia, marcuna forma de situarse como investigador/a en el terreno y de usar el mtodo, lo que ha levantado desde entoncescrticas y adscripciones. Otro texto que sobresale, por su aporte en cuanto a de sistematizacin de las formas clsicasde aplicacin del mtodo en A. Latina es La Historia de vida de Guillermo Magrassi y Manuel Roca en 1980.6Un clsico latinoamericano, Biografa de un Cimarrn que en 1986 contaba ya treinta y seis ediciones. 4. 4 Esquema N 1El uso de lenguajes: escritura, dibujo y oralidad sobre el cuerpoA travs del lenguaje, el ser alcanza sentido y significacin. Se adquiere existencia, al sernombrado y ubicado en un espacio en el orden normativo, como primeras marcas quedisciplinan el cuerpo, como el nombre y el sexo. A partir de estos actos se elaboran mensajes,gestos, actitudes y smbolos, como vas por donde circulan cdigos culturales socializadores.Estos lenguajes, se incorporan en las pautas de educacin formal e informal, otorgando por unaparte valoracin a la obediencia y docilidad de los sujetos frente a estos roles asignados, y porotra sancin fsica o simblica, cuando hay rechazo o distanciamiento a estas normas.Adems, en este proceso de disciplinamiento, el cuerpo construye subjetividad, produce formasespeciales de vincularse con el mundo, con los otros y genera conocimiento (Butler, 2005).Para Foucault, el cuerpo se encuentra sumergido en un campo poltico en donde establecerelaciones de poder, las relaciones de poder operan sobre l una presa inmediata; lo cercan, lomarcan, lo doman, lo someten a suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unasceremonias y exigen de l (1992: 32). El cuerpo se ha visto enmarcado bajo numerososdispositivos de control que se imponen en la vida social con la finalidad de enmascarardeterminados comportamiento, en los distintos espacios en los que los sujetos se desenvuelven:en la casa, en la escuela, en las iglesias, en los trabajos, en las empresas, en los hospitales, en lascrceles, entre otros. 5. 5As el cuerpo se constituye en protagonista de agencias hacia la liberacin en tanto posee unarepresentacin individual y colectiva. Es una construccin simblica socio-cultural donde seencarnan las diferencias y desigualdades de gnero, ests son permanentemente recreadas y/osostenidas, puesto que las construccin conllevan siempre cambios o transformaciones (Butler,2005). En consecuencia, problematizar la corporeidad implica, tambin, comprender vivencias,deseos, malestares y tensiones.Particularmente, en este trabajo, el anlisis se ha focalizado en abordar las posiciones de poderque las hijas identifican en relacin a sus madres, con especial atencin, en aquellos aspectosque se asocian a los sistemas ideolgicos de gnero.En este nudo de complejidades, el lenguaje con que se nombran los cuerpos y sus acciones,ocupa un lugar central como campo de prcticas colectivas en el cual las identidades sexuales,de clase y de gnero se constituyen (Facio, 1994; Muraro, 1994; Butler; 2001; Montecino,2007).A travs de distintas formas de expresin (escritas, orales o dibujadas), se han revelado lasinteracciones entre mujeres como sujetos histricos, generando procesos de autorepresentacin,que tienen un alto valor simblico. Tanto Muraro (1994) como Butler (2001) teorizan sobreestos aspectos y le otorgan sentido al sujeto desde la agencia, como un ser abierto, inacabado,mltiple, y cambiante. Respecto, al orden simblico, lo conciben como una estructura profunday modificable que modelan la realidad humana, lo que induce a afirmar que, estos procesosfacilitaran la elaboracin de un nuevo orden que nos permita reconstruirnos con otrasexperiencias.En sntesis, el lenguaje en sus distintas representaciones se amalgama en la constitucinsubjetiva del cuerpo, quedando visible como un dispositivo primordial en la construccin de lossignificados, que son vividos en las relaciones de poder, por ejemplo en el caso de las mujeres.Kristeva (1981), afirma que, ante todo, el lenguaje visto desde el exterior, reviste un carctermaterial: es una cadena de sonidos articulados, pero tambin es una red de marcas escritas, y unjuego de gestos. A su vez, el lenguaje nos pone frente a una materialidad del pensamiento, encualquiera de sus manifestaciones, produce y expresa ideas: es su nica forma de ser, es surealidad y su realizacin. El lenguaje, es tambin, el elemento mismo de la comunicacin social.No hay sociedad sin lenguaje, ste se produce para ser comunicado en el intercambio social.II.Estado del arte 6. 6Como ya se expuso, es importante sealar, que las posibilidades deaplicacinde estametodologa son amplias, ya sea desde el campo de la clnica psicolgica individual. 7 Girardi yPool (2006) lo han aplicado y perfeccionado para labores periciales en caso de abuso sexual ennios/as. As tambin en la articulacin arte- biografa, para el trabajo de recuperacin dememorias patrimoniales, se destaca la neoyorkina Carissa Rodrguez (2010), artista, galerista yescritora. Ella ha preparado una serie de esculturas/escritorios/muebles construidos a base demadera con melaninas impresas con nombres y trozos de imgenes de diversos artistas,convirtindolas en piezas autobiogrficas. En esa misma lnea, El mexicano Jorge Satorre(2010) ha focalizado el trabajo de sus ltimos aos, en una revisin histrica in situ que trasladaa su experiencia personal, plasmndola en dibujo utilizado como documento narrativo yherramienta de recuperacin de la memoria. Su manera de aproximacin, con estos lugareshistricos est ligada al land art y al documental cientfico.8 Desde la antropologa9 seencuentran mltiples aplicaciones, (Lahitte, 1970; Grau, 2002; Garavaglia, 2004 ) tanto encomunidades como en grupos urbanos, tomando en cuenta que las relaciones humanas se hacenposibles a travs del contacto de los cuerpos y sus valores simblicos. Por ejemplo, en laexperiencia de investigacin con nios/as en Colombia, Pinilla (2006: 143) explica que losdibujos se proponen como una aplicacin por parte del investigador, para propiciar laconstruccin de imgenes a partir del uso de herramientas materiales bsicas como: lpices,papel, colores y elementos conceptuales (), para representar, evocar e interpretar una realidaddeterminada a partir de la construccin de la imagen, dejando entrever,la posicinsociocultural de quin construye la imagen como miembro de una comunidad determinada.Habiendo situado los lineamientos tericos desde donde se sostiene la propuesta metodolgica,se exponen los pasos para su aplicacin.7El test de Rorschach es el instrumento objetivo para el psicodiagnstico, ms poderoso y popular que se conoce, esconsiderado a nivel forense como el ms fiable, vlido y efectivo a nivel internacional, basado en la interpretacin dedibujos y manchas de tinta. En los diagnstico basados en dibujos de figuras humanas, familias, escenas y figurasgeomtricas, los autores ms conocidos son Machover (1957); Portuondo (1979); Kopptiz (1982); Burns y Kauffman(1995); Peterson y Harding (1997); Hammer (1999). En 2005, un grupo de mujeres con VIH-positivo en India,Kenya, y Tailandia usaron la tcnica de mapas corporales para compartir mtodos nuevos y creativos de permanecersanas, tratar la enfermedad, y mantener viva la esperanza. Ver en http://imaginingourselves.imow.org/pb/Story.aspx?id=95&lang=3&g=0.En Chile, se conocen algunas experiencias clnicas y en terapias alternativas, por ejemplo el trabajo teraputico paralas disfunciones sexuales, realizado por el psiquiatra Luis Tapia, junto las psiclogas, Mara Elisa Molina y GianellaPoulsen de la Universidad Catlica. Ver en http://psicologia.udd.cl/utp/2010/07/27/taller-dibujo-consensuales-y-mapas-corporales-en-el-tratamiento-de-parejas-con-dificultades-sexuales/entre otros.8 En 2010 el Centro Cultural Montehermoso Kulturunea de Vitoria-Gasteiz present en sus salas las exposicionesproducto de la convocatoria Arte e Investigacin 2009. Artistas becados de distintos puntos del mundo fueronLeonor Antunes, Erika Arzt & Juan Linares, Nadia Barkate & Marion Cruza, Niamh OMalley, Paloma Polo, CarissaRodrguez, Jorge Satorre y Azucena Vieites. La mayora propone para la recuperacin de memoria y biografas en susinstalaciones, dibujos y aplicaciones plsticas.9En antropologa el uso de las imgenes fotogrficas data de la segunda mitad del siglo XIX, T.Wright (1992) en suensayo sobre el conocimiento visual que ofrecen las imgenes, otorga gran valor a experiencias antiguas que danfundamento a la fotografa. Es decir, las forma de ver y registrar pre-fotogrficas, (Galasi, 1981) identificadas en lascrnicas ilustradas de los grandes viajes, las que han sido consideradas como producciones de conocimientos,separados del arte, un ejemplo destacado es el trabajo de Guaman Poma de Ayala (1615). 7. 7III. Procedimiento metodolgicoPuesto que, uno de los objetivos del estudio fue analizar las relaciones de poder de las hijasrespecto a su madre, a travs de la construccin de los mapas corporales, se desarroll elsiguiente procedimiento metodolgico:1) Escrituras autobiogrficas: en base a una primera produccin de lneas de vida, se trabaj conla escritura de autobiografas y sus autointerpretaciones. Proceso con el que se logr un nivel deprofundidad que facilit la comprensin, desde un enfoque micro social, relacionado con lasrelaciones de gnero, de las construcciones de las protagonistas. Esta fase se alcanz en unperiodo de cinco meses, ciclo en el que se recuperaron y ordenaron las experiencias msrelevantes, que otorgaban sustento a los relatos. En este procedimiento, cada participante eligilos episodios de su vida libremente, poda rehacer o borrar los segmentos seleccionados,dependiendo de las posibilidades que tena para encarar las distintas etapas de su biografa.2) Relatar lo escrito: luego, cada narracin di cuenta de entradas horizontales, verticales,sinuosas o circulares a experiencias vividas y representadas una y otra vez en la memoria,formando parte de las prcticas humanas (Ferraroti, 1981; De Villers, 1999). Esta parte delprocedimiento es un proceso de mayor espontaneidad, implica un esfuerzo por dar sentido alpasado, al presente y a los contenidos asociados al proyecto vital o a lo que implica sureformulacin o relanzamiento.Es relevante que durante toda la fase, las jvenes, en el caso de esta aplicacin, interiorizaronuna postura, ya sea de autoreconocimiento como de autointerpretacin, en la escritura de sustrayectorias vitales, en la construccin de sus mapas corporalesy en la eleccin de lossegmentos, con los que fueron narrando el proceso de reconocer sus cuerpos. Es decir, lasprotagonistas se empoderan de su historia, adoptando una actitud reflexiva que evocalamemoria.El rol de los/as que acompaan en esta fase, como monitores o guas, es de zu hren, es decirescucha activa, facilitando la manifestacin de la experiencias vitales. Todo el proceso gatillque la memoria se transformara en accin. Como lo dice Valds, (1988:64): En la constitucinde esta conciencia reflexiva se produce el esfuerzo del significado. Una estrategia privilegiadaque revela significados, se logra con las representaciones grficas de los mapas, como se ver acontinuacin.3) Mapas corporales: como tercera etapa, se elaboran los mapas, estos se caracterizan por: a)poseer un valor narrativo seleccionado por su creadora, ya que han sido elaborados por sujetoscapaces de procesar y comunicar el valor simblico que le otorgan a cada segmento biogrfico,que se proyecta en el mapa, b) un valor proyectivo, porque registran la vida emocional, a travs 8. 8de los guiones socializadores de cada participante y c) un valor expresivo que se registra en ladimensin grfica plasmada en lneas, texturas, colores, aplicaciones, posturas u omisiones,entre otras.Para su produccin material se trabaja por etapas orientando el inicio con una consigna, como:plasma tus experiencias corporales de mayor significacin positivas y negativas- rescatadasen tu autobiografa, identificando malestares y satisfacciones. Luego, a) se prepara el papelbond o craft del tamao real del cuerpo de la persona, se deja libre la creatividad en cuanto aluso de colores y materiales para las aplicaciones o texturas, b) se organizan en pareja recostadasen el suelo y se dibuja el contorno del cuerpo en la posicin elegida, c) luego se consignan loselementos simblicos de la experiencia con el cuerpo, por ejemplo caractersticas de laautoimagen, rasgos, y aspectos distintivos. Igualmente, en otro nivel de representacin, seregistran en los mismos mapas, distintos discursos (soy gorda), creencias (mi nariz es grande) ypautas de comportamiento (soy enojona), que expresan inscripciones culturales encarnadas, 4)finalmente, esta fase culmina con el conglomerado de las diferentes expresiones en el mapa,para iniciar, de esta manera, el cierre del proceso. Esta ltima etapa, es un trabajointersubjetivo, donde las participantes generan nuevas oportunidades de reconstruirse y hacer unrelanzamiento de su proyecto vital. Dialogan bajo una modalidad grupal sobre sus hallazgos,discuten, se interpelan, se destacan o borronean, se pintan o remarcan, distintas dimensionesque se hacen conscientes en el proceso de verbalizacin, desencadenndose laauto-interpretacin. Como Canales (2002) advierte, la conversacin se constituye en un recurso dedesarrollo y facilita la deconstruccin de ataduras, miedos, inseguridades, entre algunos de losobstculos que se deben saltar en estos procesos. En todas las formas en que el sentido comnse desestabiliza o se graba a la fuerza, la nica modalidad de regenerarlo o reinterpretarlo, esconversndolo. Poniendo entre dichos el entendimiento comn (Canales, 2002: 7)En sntesis, los mapas destacan las experiencias socializadoras: discursos y prcticas sobreeducacin, esttica corporal, sexualidad-seduccin y violencias que se ubican en la base de laconstruccin de autoimagen e imagen social. Entre los relatos de estas jvenes, se descubrierondiversas metforas que revelan conexiones dialgicas entre mundo interior y exterior. Enpalabras de Foucault el cuerpo es considerado un espacio de investimiento del poder y esentendido como lugar de dominacin, control y escenario para el ejercicio de la opresin. Elautor dir que el poder se ha introducido en el cuerpo, se encuentra expuesto en el cuerpomismo (1992: 104).Adems, es significativo considerar los mapas corporales dibujados, como construccionesemergentes de la experiencia personal, y como parte de una lectura mltiple de discursosanclados. As tambin, como representacin iconogrfica, nos proporcionan informacin acerca 9. 9de la comunidad cultural donde fueron producidos, por lo tanto, al igual que con las narrativasorales solo toman significado y pueden ser comprendidas en el escenario donde se producen(Rosaldo, 1989).Cabe destacar, que el procedimiento de reinterpretacin del material producido, se realiz bajolos lineamientos del anlisis crtico de discursos, que incorpora las problemticassocioculturales, como las desigualdades de gnero, clase, edad, entre otras y sus tensiones depoder, generando procesos de reflexin y emancipacin en quienes participan (Van Dijk, 1993;Alonso, 1998, Salinas, 2007) En la seleccin de microtextos, (De Villers, 1999; Lindon, 1999;Van Dijk, 2002; Silva, 2008; Silva 2009) exige decisiones personales, utilizando trayectos quecirculan desde la oralidad hacia la escritura o viceversa, conjugando todos los elementos deldibujo: forma, color y textura. (Ver Esquema N 2).Unidad de anlisis: las protagonistasLa seleccin de las participantes respondi a los siguientes criterios de inclusin: a) capacidadde las participantes de profundizar en la recuperacin de eventos y disposicin al trabajoautobiogrfico, b) continuidad y sistematicidad para participar en todas las sesiones y d) lafirma de un consentimiento informado para el uso de autobiografa, mapa corporal y relatos enel proceso investigativo.Con estos aspectos se seleccionaron 22 mujeres pertenecientes a dos generaciones, estudiantesuniversitarias entre 22 y 30 aos, todas se encuentran ejerciendo su rol de hijas. Y una segundageneracin, entre 50 y 64 aos, las cuales han sido madres en su totalidad.Ambos grupos, pertenecen a un nivel socioeconmico medio y residen en Antofagasta. El grupode mujeres jvenes, en su mayora son las primeras estudiantes universitarias en sus familias.En cambio, en el grupo de mayores participaron profesionales, tcnicas, dueas de casa y otrascon distintos oficios.Todas las participantes fueron contactadas individualmente en talleres y grupos de trabajo enmbitos universitarios. A cada una de ellas, se le solicit la firma de un consentimientoinformado para el uso y publicacin de los resultados, el que tambin garantiz el resguardo desus identidades asignndoles un seudnimo.Para este artculo, se ha seleccionado el caso de una joven de 23 aos a modo de ejemplificar,las aplicaciones, modos de sistematizacin y validacin de esta metodologa (mapascorporales).Criterios de validacin 10. 10En la realizacin del estudio se aplicaron los siguientes criterios de validacin: a) triangulacinde tcnicas, estableciendo semejanzas, diferencias, contradicciones u otros, entre los relatosautobiogrfcos y los mapas corporales, b) exhaustividad, lo que se realiz a travs del relato,transcripcin y registro de cada una de las etapas del proceso investigativo, en la elaboracinde lneas de vida; produccin de autobiografas; dilogos grupales sobre eventos significativosy en el proceso de cierre con exposicin de mapas corporales, y c) saturacin, directamenterelacionado con el criterio anterior, se logr en un proceso de comparacin constante (Strauss yCorbin, 2002), retroalimentando los distintos episodios biogrfico. Este criterio adems, sealcanz, a nivel individual, al interior de cada relato, cuando hubo redundancia en cada uno delos tpicos analizados se cerr el proceso. Esquema N 2. Sntesis del proceso de seleccin, anlisis y re interpretacin. 2 MOMENTOS PROCESO DE SELECCIN Y ANLISIS AMALGAMA ENTRE LO CRONOLGICO Y ARTICULACIN y REINTERPRETACIN LO TEMTICO6TRATAMIENTO DE LA PRODUCCINREI INTERPRETACIN DE DISCURSOS6 ETAPAS 1 REORDENAMIENTO DE LOS PRODUCTOS DE VALOR SIMBOLICO (seleccin y montaje de microtextos , fragmentos lneas de vida, relatos y dibujos de mapas, colores, formas, texturas)52 ORGANIZACIN DE SERIES TEMPORALES, ACONTRAPUNTO EN TRESPARTIR DE UNIDADES DEVOCES: PROTAGONISTAS, VIDA INVESTIGADORA Y TEORIAS43 ELABORACIN DE GRILLASSISTEMATIZACION DE DE ANLISIS ARTICULANDO HALLAZGOS EN GRILLAS CON INTERROGANTES Y OBJETIVOS INICIALESSilva, J. (2009) 11. 11IV.Resultados: sntesis de la vida de cameliaCamelia en la hija mayor de una pareja separada de los sectores medios de la sociedad. Naci enla zona sur de Chile, y ha pasado parte de su vida juvenil en la zona norte. La madre trabaja, esuna mujer joven atractiva y preocupada de su cuidado personal, de estilo ms bien formal, encontraste con el padrastro, ms grueso y de estilo informal. Camelia como hija creci con elpadrastro, una hermana y un hermano a los que ella siente, haber cuidado en lo cotidiano. Sedeclara catlica, en su infancia y primera juventud estuvo vinculada fuertemente a actividadesde pastorales tanto de colegio como en la Universidad. Le da mucha importancia a la funcincuidadora que debe ejercer una madre en el mbito privado. Valora ampliamente su libertad, losplaceres emanados de la vivencia corporal y sexual, es expresiva, de trato suave y alegre en larelacin con pares y otros adultos/as. Durante la investigacin tena 23 aos y estaba en la partefinal de su formacin acadmica, la que desarroll en el periodo planificado sin mayorestropiezos, perodo en el que mantuvo una relacin de pareja. Su aspecto se caracteriza porposeer un cuerpo fornido y armnico, potencia un estilo alternativo-artesanal de telas livianas ydelicadas, pelo castao largo y liso, similar en textura al de su madre, lo usa suelto y platinado.En el esquema N 3 se encuentra una sntesis de informacin sobre Camelia.Esquema N3Aplicacin de la propuesta: el cuerpo de Camelia y sus discursosCon Camelia, (ver fragmento mapa N 1 y fragmento autobiografa grilla N 2 en grillas)encontramos la expresin de la vitalidad seductora, en la interpretacin que realiza sobre laautoimagen de su esttica corporal. Construye una idea infantilizada de ninfa etrea y a la vez 12. 12trae consigo la evocacin del deseo y el peligro. Omite los ojos, como huyendo en sus fantasas,el mundo que le rodea se le presenta algo hostil. Sin embargo su cuerpo resulta muy presente yprotagonista: pubis, pechos y cabello cubierto de pequeas flores en relieve, las lneas decontornos de trazo sutil, sin relleno de colores, sombreadas de celestre muy tenue. Luego laexpresin de ingenuidad-sabia y provocadora de la ninfula, se densifica con un relato quepuede ser interpretado en la lnea del atractivo escolar de Lolita 10. La forma de narrar, provocaconectarla con las hadas de los cuentos de Nabokov, adorables e irresistibles, como mariposascrueles. Las lneas que siguen el trazo de su vivencia con el color y textura de pelo, la sonrisa, lamirada, los gestos, el detalle con que se describe su experiencia con el sonido, hasta larepresentacin de la piel que recubre la oreja, deja en el relato el carcter apasionado de suvivencia corporal y a su vez la potencia que adquiere su autoimagen de sensualidad. Cualquierestmulo es susceptible de llamar a las puertas de ese deseo latente al asociar desde un nivelintrapsquico una similitud con nuestro canon de atraccin.Mi pelo es largo, castao, liso, suave, tiene brillo y vida, a m me gusta el viento y megusta cmo se mueve mi pelo, tiene como sensacin de libertad s que mi pelo es algomuy caracterstico de mi vida, yo soy mi pelo, simple, suave, lindo. () Esimpresionante la cantidad de placer auditivo que canalizan las orejas, es un buen canalpara llegar al alma, como los ojos y las manos. La msica y letras, las palabras, lossusurros, penetran de manera romntica, espiritual, sexual y sensual () Los lbulos soncarnosos, acariciables, besables. Mata pasiones la lengua en la oreja. [Las orejas]Sontambin accesorios, me encantan los aros grandes, son sensuales, como de diosasegipcias (Camelia, 23 aos, fragmento relato mapa corporal).Mapa completo CameliaLa representacin que elabora, sobre el or, el rgano y el adorno de la oreja, asociado alplacer, resulta interesante, ya que el discurso depoder sobre el acceso o restriccin en torno a lasexualidad, se recoge o se obstruye por losimblico del lenguaje. El lenguaje tambinpodramos aqu referirlo al producir palabras, dejaror y acoger dilogos susurrantes que alimenten eldeseo. As tambin la metfora que elabora sobrela lengua en la oreja, matando las pasiones sellama a lo real del rgano, pero tambin enciendela pasin con el calor del aliento. Se puede ligartanto con el advertir, invitar, como con el silenciar.Si estas pasiones se vinculan con la prctica de lasexualidad, se las llevara al plano de la10 Referido a la novela de Vladimir Nabokov, Lolita publicada por primera vez en 1955 13. 13materialidad concreta. Estas expresiones remiten inevitablemente a Baudrillard, quien afirmaque la prctica del sexo es la forma abolida y desencantada de la seduccin; del mismo modoque lo real es la forma abolida y desencantada del mundo donde lo real pocas veces hainteresado a nadie. Lo real suele ser el lugar del desencanto (1994: 27). Quiz por esto resultainteresante, lo que evoca el relato de Camelia, la importancia de la seduccin, de la fascinacindel erotismo, de la sensualidad oculta en la palabra que se susurra al odo. Provocar no slo larazn y el entendimiento como el deseo. Provocar el deseo por el deseo. Provocar el deseo porun objeto del deseo: un cuerpo amado, la idea del placer. Simplemente la palabra oda, En surelato,ms que nada se encuentra, lo que Baudrillard define como estrategia dedesplazamiento (se-ducere: llevar aparte, desviar de su va), de desviacin de la verdad del sexo:jugar no es gozar. Ah hay una especie de soberana de la seduccin, que es una pasin y unjuego del orden del signo, y es quien gana a largo plazo porque es un orden reversible eindeterminado"(1994:28).Mi boca, para los alimentos, hablas, besas, muerdes, juegas, acaricias. Es roja, como eldeseo, es sensual los labios mos son generosos, suaves, me gusta tocarlos y morderlos,me gusta besar y me gusta mucho. Los besos largos, tiernos, hmedos, los adoro!. Misonrisa es otra cosa que adoro de m, es muy caracterstica de m.() Caricias suaves esmuy relajante y con un poco de mayos intensidad y humedad es muy excitante. El cuelloy hombros son muy estticos as que los escotes y cuello descubiertos, me gusta mostrar(Camelia, 23 aos, fragmento relato sobre mapa corporal).Desde otro lugar de su realidad, Camelia, a los 23 aos, se relaciona con una madre joven,establecen una pugna por el ejercicio de cuotas de poder en el campo de la seduccin y elatractivo fsico. El principal conflicto, queda explcito en el plano del control de la vidacotidiana. Camelia interpreta que su madre no asume el rol tradicional. En su adhesin a losdiscursos institucionales hegemnicos, Camelia elabora una velada crtica a la madre por lafacilidad con que reconstruye su vida de pareja. Si bien admira el resurgimiento de ella comomujer, este mismo desata celos por el sentimiento de exclusin en la hija, y el abandono de lafuncin de cuidadora, en el plano del mundo privado y domstico. Se adhiere a la sancincultural propia de un contexto de control normativo que se encuentra en el ncleo de estarelacin madre-hija. La sociedad acepta fcilmente que posterior a una separacin la mujerdesvastada se refugie en la crianza de sus hijos y el hombre reorganice su vida familiar enmenos tiempo. Camelia no menciona la responsabilidad del padrastro, o del padre biolgico, enesta fase.En el imaginario de esta hija, la madre suele anteponer sus necesidades como mujer por sobre sufuncin de cuidadora abnegada de los hijos, ideada por la tradicin mariana del ser mujer, y 14. 14adecuadas a la imagen social que posee mayor adhesin, sobre el rol de las mujeres en lasociedad chilena.Cuando mis paps (padrastro) se separaron (2006, 19 aos), mi mam no tard ni dossemanas en encontrar pareja. Yo estaba feliz por ella, se mereca ser feliz, adems lecambi el genio, estaba simptica, hasta se vea ms linda, ms joven () pero me seguasintiendo desplazada ()La actitud poco maternal de mi madre, es lo que tendra quecambiar. Si ella hiciera lo que tiene que hacer en vez de hacerse la loca y desentenderse,yo no sera lo amargada que soy en mi casa. () Lo que me molesta es que a veces secrea mam cuando tiene que ser siempre, porque cuando quiere imponerse no es creble,ni mis hermanos la respetan. ()Me es difcil y me contradigo en la forma de pensar ysentir como debe ser una mujer, creo que por la relacin que llevo con mi mam. Hecriticado la forma de ser madre de mi madre, por eso, cuando me proyecto en cmo voy aser madre, digo que es una cosa que debo priorizar (Camelia, 23 aos, fragmentoautobiografa).En otro punto neurlgico, con la madre es la desconfianza y a su vez los afectos que se jueganen torno al hombre (padrastro) que hace de visagra entre ellas en el relato. Esta situacin setorna compleja si se articula con el despliegue de su sensualidad juvenil: la conciencia de lavoluptuosidad de su cuerpo y los beneficios que trae como fuente de placer. En ese escenario, esdonde surge el discurso materno que la pone frente a un real; un alerta sobre los riesgos a losque se expone, fluctuando entre la sospecha sobre los hombres que se filtra en las palabras ycierta tensin por la sexualidad emergente en la hija. Como hija y como mujer, Cameliareacciona exacerbada, rechazando con violencia a la madre, atribuyendo su actitud a unareaccin de celos o envidia. En la representacin de la hija esta advertencia es significada comouna acusacin inmerecida, interpretada por ella como producto del morbo materno. Lo queparece estar en disputa es una competencia por la cercana del objeto de deseo de ambasmujeres. Pero tambin el temor por la emergencia de la sexualidad juvenil.Mi pap (ex pareja de la madre, padre de crianza desde los 5 aos) viva en una pensin,era una pieza y dorm con l (2004, 17 aos). Mi mam me llam todo el viajepreguntndome cmo estaba. Y despus me pregunt cmo habamos dormido, yo loencontr extrasimo. Me dijo que tena que tener cuidado, porque yo estaba ms grandey mi pap era hombre. Eso me hizo explotar!, hacindome sentir que su mente de verdadera sucia y retorcida para pensar eso. La detest con repudio. No s si era su desconfianzapor los hombres, por lo que le pas (violacin) o eran los celos de que a m me gustabaestar con mi pap. (Camelia, 23 aos, fragmento autobiografa)Camelia relata escenas de violencia en la relacin con su madre. Siente en su mirada decuidadora, una amenazada a su intimidad en un escenario donde se filtran, una serie decontradiscursos que han distorsionado el tejido de la relacin: por ejemplo, se le otorgaresponsabilidades de adulta como reemplazo de la madre en el cuidado y administracin delhogar y los hijos- y se le restringe las prcticas sexuales como a una nia que debe resguardar su 15. 15reputacin y prestigio sexual en el adentro de la casa materna. En la interpelacin que dirigehacia su madre como defensa entra en el mismo circuito discursivo denigrador de la sexualidadfemenina. En la lucha por la autonoma y ambas reproducen en el lenguaje el discursonormativo sobre la sexualidad femenina ella se defiende de no ser maraca11, siguiendo uncontinum con la forma discursiva de la madre y utiliza agresiones verbales contra ella, que esprecisamente lo que tensiona su relacin, no llegando a romper la cadena de poder intragneroen la que ambas se encuentran enlazadas.Mi mam me ofenda con palabras vulgares. Cuando yo me quedaba a dormir en la casade mi pareja (2008, 18 aos). Dicindome que el poto es mo y que yo puedo hacer lo quequiera con l, pero tengo que llegar a m casa. Que si quiero culiar con l que lo haga, mevista y me venga a la casa. () Me parece inslito, y por cierto me duele mucho, no soycualquier maraca de por ah, soy su hija y merezco respeto (Camelia, 23 aos, fragmentoautobiografa).La esttica como valor simblico en la culturaComo en muchos de los relatos, el sentimiento de inadecuacin, dolor, se hace presente, en laforma en que las jvenes del estudio experimentan su cuerpo, tanto el cuerpo visto a nivelsimblico, como el que aparece como corporalidad externa a nivel de la belleza y la esttica.Soy una gorda asumida y adems tengo otros kilos de cualidades y cosas mstrascendentales, nunca he tenido mucho rollos con el cuerpo a m me gusta en general,me gusta andar en pelotas en mi casa, me gusta quedarme en pelotas despus delsexo(Camelia, 23 aos, fragmento relato sobre mapa corporal). Estos sentimientos que al verbalizar el peso corporal, parecieran exorcizar un malestar, ytransformarlo en una cualidad asumida, se pueden articulan con la discursiva sociocultural,sobre la esttica del cuerpo de mujer, y que articulan la construccin de la autoimagen de labelleza, con los estereotipos difundidos por los medios de comunicacin, y su circulacin en elmercado de la moda. stos profundamente arraigados en la sociedad chilena, forman parte de lasocializacin de gnero y se filtran en algunos casos, dolorosamente hacia la vivencia de lasexualidad. Son pocas las que como Camelia, asumen en el discurso, su esttica corporal consoltura, disfrutando plenamente del placer que emana de su cuerpo, alejada de las inhibicionesprovenientes de las convenciones culturales, dirigidas al recato del cuerpo femenino. En estesentido, su autointerpretacin, en este plano, rompe con el orden normativo e gnero, quereclama por una recuperacin del recato para la juventud. V.CONCLUSIN11 En el lenguaje juvenil chileno, maraca es sinnimo de prostituta. 16. 16A travs del mtodo biogrfico se despliegan autobiografas, relatos y mapas corporales y esposible trabajar con los cuerpos, desde sus distintas interpretaciones, como ha quedadoejemplificado en el caso de Camelia.Los mapas facilitan acceder al cuerpo, a su produccin y protagonismo y al valor simblico quetienen, de manera de dar cuenta, -dependiendo de las bsquedas del /la investigador/a- cmo lacorporalidad, poco a poco se ha ido convirtiendo en las distintas sociedades, en objetoconsumo, asignndole valor econmico, social y cultural.En estos procesos somos interpelados como sujetos y los mapas corporales, resultansignificativos, como expresiones de la cultura, ya que el cuerpo observado, no es experimentadode la misma forma que el cuerpo vivenciado(Esteban, 2004). En estesentido, ofreceestrategias de comprensin biogrficas y del tipo de protagonismo que adquiere en cada sujetoanclado, a un conjunto de normativas de la sociedad actual (Butler, 2001).Adems, los mapas corporales como metodologa, abren una opcin de renovar dilogostransdisciplinarios entre antropologa, sociologa, psicologa y psicoanlisis. Esto implica queal escuchar el lenguaje del cuerpo, encontramos una va riqusima de interpretacin, al articularlas pautas socioculturales inscritas en la subjetividad.En sntesis, a travs de la produccin de esta metodologa, se logra producir conocimiento degran valor simblico, que habitualmente no emergera de otra manera, contribuyendo adesmantelar las distinciones artificiales que suele hacerse entre los procesos intrapsquicos y lacorporalidad; muchas veces al servicio de una comprensin sesgada del sujeto, donde seenfatizan las diferencias que como investigadores muchas veces hacemos y que sonseparaciones aparentes.Desde esta perspectiva, nos parece claro que el lenguaje del cuerpo puede efectivamente hablara travs de distintas expresiones, y los mapas corporales se muestran como herramientas paraactuar como potenciales va de emancipacin al orden social establecido. 17. 17Referencias bibliogrficasAlonso, L.E. (1998) La mirada cualitativa en sociologa, Madrid, Fundamentos.Barbieri, M. (2008) Representaciones de lo femenino en los noventa: de madres e hijas,abuelas, tas y hermanas. Buenos Aires, Antropofagia.Barthes Roland, (1985) El grano de la voz. Segunda edicin, Mxico, Editorial Siglo XXI.Baudrillard, J. (1994). De la seduccin. Madrid, Ctedra.Barnet, M. (1986) Biografa de un cimarrn (Introduccin del autor), 1ra ed., La HabanaInstituto de Etnologa y Folklore.Bertaux, D. y Kohli, M. (1984). The life history approach: A continental view. Annual Reviewof Sociology, Vol. 10, pp.215-237.Bertaux, D. (1999) El enfoque biogrfico. Su validez metodolgica, sus potencialidades.Proposiciones, 29, pp.52-74.Butler, J. ( 2001). Mecanismos psquicos del poder. Teoras sobre la sujecin. Madrid, Ctedra.dem. ( 2005). Cuerpos que importan. Sobre los lmites materiales y discursivos del sexo.Buenos Aires, Paids.Canales M. (2002) Conversaciones para el entendimiento, Escuela de Sociologa, Universidadde Chile. Montehermoso kulturunea.De Villers, G. (1999). La historia de Vida como mtodo Clnico, Revista Proposiciones, Sur,Ediciones, N 29, pp. 103-114.Elder, G. H. Jr.(1994). Time, Human Agency and Social Change. Perspectives on Life Course,en Social Psychology Quarterly 57/14-15. 18. 18Esteban, M. (2004). Antropologa del cuerpo: gnero, itinerarios corporales y cambio.Barcelona, Ediciones Bellaterra.Facio, A. (1994). Cuando el gnero suena, cambios trae. Introduccin al anlisis de gnero:categoras analticas bsicas. Managua: Programa Interdisciplinario de Estudios de Gnero,Universidad Centroamericana.Ferrarotti, F. (1981). Storia e storie di vita. Roma: Laterza.Foucault, M. (1992). Vigilar y castigar. Mxico, Siglo XXI; Foucault M. Microfsica del poder.Madrid, La Piqueta.Garavaglia, M. (2004) Sobre el uso de las imgenes grficas en la investigacin antropolgica.Un acercamiento a una antropologa visual. En www.naya.org.ar/congreso. [consulta28.10.2010]Girardi, K. y Pool, A. (2006). Indicadores grficos asociados a agresiones sexuales infantilesen la Prueba Persona Bajo la Lluvia. Un estudio descriptivo-comparativo. Cuadernos dePsicologa Jurdica, 3, 41-57.Guerra, D.; Skewes, J. (1999). La historia de vida como contradiscurso. Pliegues y replieguesde una mujer, Santiago de Chile, Ediciones Sur, pp Proposiciones 29, pp.178-188.Grau Rebollo, J. (2002) Antropologa audiovisual. Barcelona, Ediciones Bellaterra.Hareven T. & Masaoka, K (1988) Turning Points and Transitions: Perceptions of the lifecourse en Journal of Family History , Vol.13, No.3 , 271-289.Jeln, E.; Llovet, J. y Silvina, R. (1999). Un estilo de trabajo: la investigacin microsocial.Proposiciones, 29, pp.130-146.Kristeva, J. (1981). Le langage, cet inconnu, Pars, Editions du Seuil. 19. 19Lahitte Hctor B. (1970) Arte y Arqueologa : el anlisis documental sobre piezas de la culturasantamariana. Monografas Nro.5, Bs. As., Argentina, Museo Etnogrfico Municipal "DamasioArce" e Instituto de Investigaciones Antropolgicas, Olavarra.Lewis, O. (1961) Antropologa de la pobreza, cinco familias, Mxico, F.C.E.dem. (1976) Tepoztln, un pueblo de Mxico, Mxico, Mortiz.Lindn, A. (1999). Narrativas autobiogrficas, Memoria y Mitos; una aproximacin a laaccin social. Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina y el Caribe. Ciencias Sociales yHumanidades, Vol II N 6, El Colegio de Mxico, Toluca., Mxico, pp. 295-310.Lomsky-Feder, E. (1995). The Meaning of War through Veterans Eyes. A PhenomenologicalAnalysis of the Life Stories, International Sociology, N 10, pp.463-482.Mantilla, J. (2008). Hacia la construccin de una etnografa en un hospital psiquitrico(Con)textos, Revista dantropologia i investigaci social, Nmero 2. Desembre, pp. 93-102.ISSN: 2013-0864 http://www.con-textos.net, [consulta 28.07.2010]Magrassi, G. y M. Rocca et al. (1980) La historia de vida. Buenos Aires: Centro Editorde Amrica Latina.Montecino, Sonia. 2007. Madres y Huachos. Alegoras del mestizaje chileno. (4a ed.).Santiago, Chile: Sudamericana.Muraro, L. (1994) El Orden Simblico de la Madre. Madrid, Horas y Horas.Pinilla, M. ( 2006). Las representaciones grficas de nios como metodologa de investigacinen uncontextoruralde violencia armadaenColombia.http://www.antropologiavisual.cl/pinilla.htm#Layer2 [consulta 13. 10.2010]Pool, A. Diagnstico Estructural a Travs de la Prueba Persona Bajo la Lluvia en Nios y Niasde 9 a 11 Aos de Edad, Vctimas de Agresiones Sexuales Crnicas. Psykhe [online]. 2007,vol.16, n.2 [citado 2010-10-14], pp. 117-128 . Disponible en: . ISSN0718-2228.doi: 10.4067/S0718-22282007000200010.[consulta 13.10.2010]Pujadas, J. (2002[1992]), El mtodo biogrfico: el uso de las historias de vida en cienciassociales. Cuadernos metodolgicos 5. Madrid, Centro de Investigaciones Sociolgicas. 20. 20Rodrguez C. (2010) Produccin artstica y teora feminista del arte: Nuevos debates, III.Barcelona, Centro cultural.Rosaldo, R. (1989) Cultura y Verdad. Nueva propuesta de anlisis social. Mxico, Grijalbo.Satorre J. (2010) Produccin artstica y teora feminista del arte: Nuevos debates, III.Barcelona, Centro cultural.Salinas, P. (2001) Lucy Casali. La vida de una Mujer en el Norte, Antofagasta, ediciones SantosOssa.dem. (2007) Anlisis Crtico del Discurso: Un dispositivo terico-metodolgico de carcterinterdisciplinario y comunicacional. Tercer Milenio. Revista de Comunicaciones, Periodismo yCiencias Sociales de la Universidad Catlica del Norte. Vol. 12, N13, pp.28-41.Salinas, P. y Crdenas, M. (2009) Mtodos de Investigacin Social, Quito. Intiyan edicionesCiespal.Saut, R. (ed.) (2004). El Mtodo Biogrfico. La reconstruccin de la sociedad a partir deltestimonio de los actores sociales, Buenos Aires, Editorial Lumiere.Sharim, D. (1999). Dimensin subjetiva del gnero. Una aproximacin desde los relatos devida. Proposiciones, 29, pp. 82-88.Silva, J. (2008) Aplicaciones del mtodo biogrfico: de memorias u olvidos. En Salinas P.,Crdenas M. (eds.) 2008. Mtodos de Investigacin Social. Antofagasta, Chile, EdicionesUniversidad Catlica del Norte.Idem. (2009) Relaciones de poder entre mujeres chilenas de dos generaciones. Alianzas,transgresiones, disidencias, oposiciones entre madres e hijas .Tesis doctoral en AntropologaSociocultural. Facultad de Ciencias, Sociales y Jurdicas, Universidad Catlica del Norte/Universidad de TarapacStrauss, A.y Corbin, J. (2002) Bases de la investigacin cualitativa. Tcnicas y procedimientospara desarrollar la teora fundamentada. Facultad de enfermera de la Universidad de Antioqua,Colombia, Contus ediciones. 21. 21Valds, T. (1988) Venid benditas de mi padre, las pobladoras, sus rutinas y sus sueos. Chile,Flacso.Van Dijk, T. (1993), Principles of Critical Discourse Analysis, Discourse and Society, 4(2),249-283. Universidad de Aalborg, Dinamarcadem. (2002) Conocimiento, elaboracin del discurso y educacin. Traduccin: Olga CeciliaMartnez Sols. En Escribana (Universidad de Manizales, Colombia), 8, enero-junio de 2002,pp. 5-22. 22. Fragmento Grilla N2 reinterpretacin autobiografa Camelia: Eje: Mujeres-Hijas. Sentidos y significaciones que las mujeres-hijas otorgan a lasrelaciones con sus madres. Nudos problemticos : implicancias de los discursos y prcticas de gnero del contexto socializador, en la construccin del sersujetos autnomos o restrictivos.Categoras PersonasNarracin22 ReinterpretacinEtapa en laInvolucradastrayectoria biogrfica NudosFragmento grilla N1 cuerpo: CameliaProblemticosDiscurso autointerpretativo del mapa ConflictosMapa corporalLnea del curso de la vidao convocanteso consecuenciasCabeza: El cerebro, Valor simblicole da mucha importancia, pero es feo,Primera7.- es raro () se Madre, padre, hija. Mi madre tena 19 aos, () cuando la violaron, yo La violacin posee un lugar en la cultura desdebaboso, gelatinoso, arrugado articuladojuventud del cuerpo y responsable Experiencias queviolencia y Elde todo esto de somos ().tena como 13 aos cuando me cont lo de lael inicio de las sociedades. Las mujeres y losmo es ms grande porque soy cabezona, y est lleno de madre. con prcticas yabuso sexual de la pensamientoviolacin, sin muchos detalles, ms que nada para quenios/as, cuerpos que se simbolizanflotantes, estticos, caticos, saltarines, alegres, depresivos, artsticos, discursos sobre la me cuidara de andar sola () y me cont que ella vulnerables y susceptibles a ser penetrados: aaltruistas, malditos, y todo vuela y da vueltas, me gusta pensar y saber que sexualidad (educacinquera llegar virgen al matrimonio, no por moral, ()travs de la seduccin, fuerza, culpa,soy ms inteligente, de alguna o otra forma, muchos de los que me rodean sexual, mandatos,ms bien por un deseo personal. Despus de laamenazas provenientes de otros, en su mayoraadmiran eso de m. restricciones, violacin ya no tena mucho sentido cuidarse as masculinos que representan autoridad,Pelo: Vitalidad seductora. La seduccin como ncleo de la esttica, ubicado relaciones de gnero que comenz a tener relaciones con mi pap, despusdominio, admiracin.en las representaciones de lapor el marcadas belleza.de cuatro aos de pololeo. Adems estaba sola en otraOjos: Mis ojillos poder) poco rasgados, chinitos, me gustan porque cuandoson unciudad, tena ms libertades.me ro, se achinan, cuando tengo sueo, o se me pasan las copas tambin.Son muy caractersticos de mi familia, adems la gente dice que en conjuntoCamelia, Cura. Mujeres jvenes afectivamente carentes, encon el resto de mis rasgos me dan un aire polinsico, como belleza extica yExperiencia de inicio enMe enamor del cura que estaba a cargo: l de 28 procesos afectivo sexuales plenos de energa,eso me gustajuegos sexuales con unaos y yo de 17observadas como presas disponibles a serOrejas: Lo que oye, llega al mundo a travs de las palabras-asociadas delhombre simbolizado como () Me fue a dejar a mi pieza, insisti. () Entr,captadas por una sexualidad masculinaplacer sexual. Las orejas, son raras, son un pedazo de cartlago arrugado, esinaccesible. Abuso de poder nos sentamos en la cama, () nos recostamos y me simbolizada como desbordada, sin ms topeimpresionante la cantidad de placer auditivo que canalizan las orejas, es unde un varn que representahizo cario en el pelo, en la guata, en la espalda, se que sus cuerpos juveniles.buen canal para llegar al alma, como los ojos y las manos. La msica yuna institucin de alta carga fij que andaba sin sostn. () Me dijo () que es Actos de abuso de poder donde ambosletras, las palabras, los susurros, penetran de manera romntica, espiritual,de poder simblico yun degenerado, y saba que sus pensamientos no ibantraspasan lo lmites de lo prohibido.sexual y sensual.jerarqua.a ser precisamente tiernos. () Que si fuera por l me Las carencias y los vacos de autoestimaBoca: Oralidad-erotizada. Que tambin debe reprimir-silenciar. Deseo delamera los pechos. () Que me pusiera el vestidodebilitan la vida afectiva, confundiendo lascontrol.que a l le gustaba. () En un ltimo abraz me pide emociones y vulnerabilizando lasLa boca es tambin estpida, sobre todo si padece de verborrea crnica. Porsi puede ver por ltima vez mis pechos y le digo que posibilidades de autocuidado y proteccin.la boca muere el pez y la Camelia (ella) es experta en cagarla; hablar de mssi, los descubre con cuidado y torpeza, los mira yy meter la pata. Pero esta boquita nunca es capaz de ser hiriente. S, deacariciacagarla sin querer queriendo.Voz: El tono y ritmo representacin propia de elementos de contacto.ActualidadRepresentacin del amor El tena 23 y yo 19. Comenc a descubrir mi cuerpo.Se remarca el discurso sobre la inocenciaValorizacin de aspectos positivos que le permiten individualizarse y lograrAdulta - Jovenromntico como ideal para s() Yo lo quera y quera tener relaciones. ()como un valor que otorga prestigio en laautonoma. Quiebres afectivos.en el inicio sexual.Tenamos condones, () esa fue mi primerapresentacin de su ser frente al que escucha oCuello-hombros: Espacios territoriales, erogenizados, por las caricias yexperiencia sexual penetrativa. Me doli, pero fue al que ve.representacin de la carga cotidiana. Se expresa la tensin.muy cuidadoso y tierno. () Primero nos besamosPechos: Flores-erticas, escotes, expresin-exhibicin tetas al aire.mucho y nos acariciamos. Nunca haba visto niExperiencia gratificante en el inicio de laOposicin irreverente de lo que puedan desear/mostrar; lo que provoca eltocado un pene y tena mucha curiosidad y ganassexualidad y en la exploracin corporaldeseo, atraccin. Las quiero tanto a mis pechugas, son lindas, redondas,tambin. reforzada por el autocuidado y la afectividadsuaves, las quiero tal cual son, con estras, y ndulos raros () Me gustan inscritas en el guin sexual elaborado concuando acarician mi escote, es ms sensual que ir directo a los pezones elementos del discurso materno.Cuerpo: Voluptuoso-provocador de la atraccin libre de expresin. Peso,Prctica de juegos sexualescomo problema en el discurso materno, ms no en el de ella. Yo estoyA fin de ao (2007, 3 universidad), me dedique aExpresiones de la seduccin y el erotismoconsciente de mi sobrepeso y mis rollos, soy una gordadescubrir su ademsorientados a asumida ypuro poncear. Me dej querer. () Con un chico como juegos en los cuales se sita concapacidad ertica.tengo otros kilos de cualidades y cosas ms trascendentales,empezamos un juego. l deca cosas y yo escuchaba, mayores cuotas de poder: para iniciarlo o paraVagina: Por favor bsame! a quin no le puede gustar su vagina?, Y le () de mi escote, mi boca y otras casas, que me hacafinalizarlo.hara una oda, desde que la descubr nos hicimos amigas, es un poco la ingenua. () Y empezamos a pinchar, solo besos yintrovertida, an no me cuenta todos sus secretos. A veces me confunde, cuando yo quera. () Seguimos hasta que me aburr.Infancia y de forma Relacin Hija- es linda. El conocer como base delreacciones 8.- inesperada, pero Prevalencia de discursosMi mam me acompa al doctor y le sugiri que meInteraccin establecida de manera horizontaljuventudy el placer.disfrute Madresobre el autocuidado delrecomendar los anticonceptivos, cuando pololeabaque favorece el dilogo abierto sobre lacuerpo, desde la socializacinPies planos: En contacto activo con el piso que me sostiene. Como signo (1 de universidad). () Siempre tuvo un discursosexualidad de otras mujeres. Actitudes quede mi familia paterna.materna.muy liberal en cuanto al sexo y el cuerpo. Lefacilitan el autocuidado y la prevencin.conversaba de mis amigas que ya haban tenidorelaciones y le deca que yo nunca todava. Ella deca Dilogo que ubica a madre e hija en unmuy relajada que era bueno, pero todo a su tiempo ymomento de armona contrapuesto a la tensincon amor. Siempre dej espacio para el placer, peroy la violencia discursiva relatada en otrosdentro de una pareja. Hablbamos de sida,episodios de su trayectoria vital.enfermedades, mtodos anticonceptivos.InfanciaDistanciamiento en la La relacin con mi madre era normal, como cualquierIdealizacin de las jerarquas asociadas arelacin hija-madre enmam con una hijita, cercana, cariosa, preocupada.ideologas tradicionales de gnero: madreperiodo de la salida de laJugaba, nos cantaba cuando nos bamos a acostar, abnegada y sacrificada por los hijos. Resultadomadre al espacio pblicoayudaba a hacer las tareas. No haca grandes de discursos socializadores que magnifican ellaboral y de sus conflictos distinciones entre sus hijos/as. () Nunca fue una modelo mariano (abuela materna)matrimoniales.mala mam, negligente ni nada por el estilo, peroempez a tener problemas con mi pap, junto con losInterpelacin de la hija a la madre porqueproblemas econmicos. Comenz a ensimismarse y ocupe un su lugar en el espacio privado,() el tiempo para los hijos se fue disminuyendo de apriorizando el cuidado de los hijos/as.poco.Recriminacin que cae sobre la madre por() Segn mi mam, mi discurso sobre ella es ubicarse en el mundo pblico y rehacer su vidamachista, que le echo la culpa a ella porque entr a de pareja.trabajar, dej a sus hijos botados por realizarse ellacomo mujer. () puede que en cierta manera yo seamachista, () pero son mis necesidades de hija.ActualidadRelaciones de convivencia (Mi mam) se comporta a la defensiva, agresiva,Hijidad construida en una relacin de lucha demadre-hija marcada pordaina, con una mente sucia. Con eso me refiero apoderes, donde los lmites y las distincionesacusaciones mutuas. que perdi un poco la inocencia. Me duele por quemadre-hija son difusas. Interaccionesella no es as, es muy dulce cuando quiere, sensible,sostenidas en base a descalificaciones mutuascariosa. Mi relacin con ella es tan ambivalente. y una bsqueda de proteger su individuacin.()Yo se que soy hiriente y sarcstica, ella odia elsarcasmo, pero si no lo uso cmo me defiendo. Nuncaempiezo, mi ira es siempre reactiva. () Mi relacincon ella es tan daina.9.- Valores y Oscilacin entre valoresSiempre () he querido tener muchos hijos, () Representacin idealizada de la maternidad,creencias sobre lasimblicos tradicional sobredeseo frreamente tener hijos y dedicarme a la crianza donde intenta suplir los vacos de sumaternidad. cuerpo-maternidad. Dilogode esos seres, () entregarles todo el amor delexperiencia como hija en su proyeccin dediscursivo entre valormundo, que sientan que me tienen, a pesar de todo lo madre.