arte y literatura

VANDALISMO ARTISTICO

Desde tiempos inmemoriales, dixersas obrasde arte han sufrido atropellos vandálicos, cometi-dos en nombre de la fe religiosa, del interés político,cultural, económico o militar. De eso han sidovíctimas diferentes culturas, cuyos más betlosejemplares adornan los museos del mundo, en vezde estar en su tierra de origen. Maravillosas obrasde arte precolombino fueron exportadas ya que nosupimos apreciarlas y resguardarlas a tiempo.También se ha dado una enorme destrucción deevidencias arquelógicas y muchas estructurasarquitectónicas han sido arrasadas, mutiladas omodificadas inconvenientemente, como fue el casode muchos templos precolombinos, a los que seles destruía para construir, con los mismos mate-riales, una iglesia superpuesta.

Tampoco se han salvado las iglesias de losatropellos cometidos al patrimonio artístico deCosta Rica, mediante actos a veces involuntariospero lamentables, como es el hecho de pintar decafé rojizo una iglesia de estilo gótico, sustituirviejas imágenes talladas a mano con figuras deyeso, generalmente de mal gusto, o permitir quelos responsables de ellas las vendieran, repintarmurales o eliminarlos del todo para que prevalecie-ra el gusto o la moda del momento y destruir unaiglesia completa para modernizarla.

Pero más imperdonable aún, es el hecho deque todavía estemos sufriendo de ese mal. Lasjerarquías religiosas deberían intervenir, conside-rando que en ese campo es poco lo que las auto-ridades culturales pueden hacer, orientando a loscuras párrocos y a los encargados de las diferen-tes iglesias y capillas, para que tomen conscienciadel legado cultural y artístico que algunos tienenentre manos.

Buscando información sobre dos esculturaselaboradas por José Valerio, el escultor herediano

María Enriqueta Guardia Y. *

nacido a mediados del siglo XIX, que dedicó todasu vida a crear bellísimas imágenes religiosas,visitamos la parroquia de San Joaquín de Flores.Ahí encontramos una linda iglesia construida afinales del siglo pasado, rodeada de una verjaitaliana que es orgullo de su población, que lacuida con esmero y dedicación, pero ... las doslindas tallas de José Valerio y otras han sidorestauradas, si es que se le puede llamar así a eseacto de adulteración artística cometido con ellas.

Es indescriptible la grave alteración que sehizo con esas obras. La bella policromía original sesustituyó por unos colores verdosos en la piel delNazareno. Las venas que muestra la talla sepintarrajearon de rojo intenso y la sangre quecorría por la frente son dos churretes de este color.Las cejas, la barba y otras partes de la imagenfueron pintadas con plantilla y pintura aerosol,convirtiéndose en parches negros que afean laobra. Tampoco se salvó de este atropello, la otraimagen, una Virgen Dolorosa, confeccionada al-rededor de 1894 por el mismo autor.

Estas dos obras fueron elaboradas en cedro,madera preferida de este escultor y en la formatradicional para imágenes de este tipo, llamadasde candelabro que consisten en cabeza, manos,antebrazos y a veces pies tallados, a la vez que elresto del cuerpo es una armazón de sostén, ya quese les suele poner ropaje en diferentes ocasiones.

Estas tallas se policromaban y en eso elseñor Valerio era un maestro, considerado un"consumado conocedor de todos los secretos desu oficio"(Catálogo Museo de Arte Costarricense,1979,3); además el colorido debe ser un comple-mento de la obra y no el principal elemento en latalla.

"La restauración de obras de arte está cam-biando tan rápidamente como la medicina" (Mayer:

Profesora Asociada en la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica.Imparte los cursos de Apreciación de las Artes Plásticas, Taller de Artes Plásticas y Arte del Siglo Xx.

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estudios

1991, 495). La corriente más moderna en larestauración es la que establece que se deberestaurar en el verdadero sentido de la palabra yno rehacer lo que se creía que era la versiónoriginal. El restaurador no puede ni debe jamásinventar lo que se ha perdido, ya que su función noes la de un creador. "Los restauradores tratan deevitar hacer algo que no se pueda deshacer pos-teriormente, o sea que tratan de que la pintura oescultura pueda recobrar su statu quaposteriormente."(Mayer: 1979, 495) A esta técnicase le llama restauración reversible.

Esa es la corriente teórica que precisamentese utilizó en la gran empresa de restauración quese emprendió en la Capilla Sixtina del Vaticano yque ha dado como resultado, entre otras cosas,quenos maravillemos con el magnífico color que utilizóMiguel Angel en aquellas obras. Al ser limpiadas afondo se les eliminó la suciedad acumulada porvarios siglos y que en restauraciones anteriores nose había logrado, sino que sólo se había atacadoel problema de las filtraciones, rellenando grietasy repintado algunas partes e, inclusive, en unmomento dado se le pusieron ''taparrabos'' (Brown:1980, Video) a algunas figuras desnudas queperturbaban el pudor de los. religiosos de aquellaépoca.

En nuestro criterio, los pasos a seguir en unarestauración son los siguientes:

1- Atacar los daños que han sido provocadospor factores tales como los cambios de tem-peratura, la humedad, el exceso de luz, los in-sectos, la contaminación ambiental o el maluso que se le ha dado a la obra en cuestión,para evitar que la obra continúe deterio-rándose o se desintegre.

2- Hacer una limpieza integral con las sustan-cias apropiadas, para que no vayan a dañarposteriormente la pintura o la base de la obra.

3- Reemplazar los fragmentos que se hayandesprendido de la escultura y rellenar loshuecos o fisuras que se hayan formado enella.

4- "Tratar de salvar todo vestigio de pintura origi-nal; ya que sólo se debe repintar donde éstahaya desaparecido , como es el caso de loshuecos, quemaduras, etc." (Mayer: 1991, 496)

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5- Repintar, o como se le llama actualmente "in-painting", está estrictamente limitado sólo alas partes faltantes como dijimos, y no sedebería avanzar hacia la parte de pinturaoriginal. Además, se debe hacer de tal ma-nera, que estas reparaciones ni se noten si sehace un exámen muy detallado de la obra.Uno de los métodos usados para lograrlo, esla aplicación de pinceladas diferentes a lasutilizadas por el artista. Otro consiste en lautilización de un color casi igual y sólo uno odos grados más claro u oscuro que el original,o hacer manchas de color muy parecidas alresto de la pintura. El restaurador debe hacerun exámen detallado de la obra y tratar de quela pintura que se utilice sea lo más parecida ala original y que esta nueva pintura no vaya adañar aquella empleada por el artista.

Como se nota en las fotografías de las escul-turas de José Valerio, el restaurador adulteró laobra del artista y no tuvo el menor empacho enreemplazar totalmente la pintura. No respetó, en lomás mínimo, la obra original como debe hacerse-y creó antojadizamente un adefecio a gusto ycriterio propio. Abrigamos la esperanza de que alpseudorestaurador no se le haya ocurrido lijar lapintura original, ya que si ésta se conserva aún, laobra de este excelente imaginero todavía podríarecuperarse. Si no, la magia de su policromíaestaría perdida para siempre.

Los encargados de custodiar este patrimoniocultural, en el afán de mantener las imágenes ensu mejor forma, confían en los supuestos expertosy a menudo cometen un grave error. Lo que seinicia inspirado en una buena intención, sueleterminar en un daño irreversible e irreparable.

Creo que es indebido y repudiable que unapersona cometa el atrevimiento de chapucear eltrabajo de un artista y que, además, cobre unestipendio por estropearlo. Si no se ha tenido unbuen entrenamiento, un profundo conocimiento, yuna excelente experiencia, no debería atreverse aaceptar una labor de tanta responsabilidad y en-vergadura. El daño que se le hizo al patrimoniocultural de la comunidad de San Joaquín de Floresasí lo demuestra y es lamentable. Tenía unasimágenes antiguas muy bellas y ahora tiene unasobras que siguen siendo buenas como talla, perocon una pintura mal aplicada y fea. Tenían unasimágenes valiosísimas, ahora sólo quedan unas

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obras depreciadas. En ese caso, es mejor que lashubieran donado o vendido, para que el patrimonioartístico del país no sufriera y se respetara la obravital de un gran artista.

Estos lamentables hechos de daño y de adul-teración artística no han sido, obviamente, el pro-ducto del fanatismo, ni de un afán de destrucción,sino de actos irreflexivos, pero de consecuenciassemejantes a las sufridas por otras culturas.

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