La motivación que me llevó a construir este barco no fue otra que la de hacerlo sobre un

modelo lo más relacionado con la vida cotidiana que militar o de otra índole. Un pesquero me pareció lo más idóneo y con mayor capaci-dad para añadir todo tipo de detalles como salitre, óxido y hasta desgaste de cubier-ta. Concretamente, éste es un barco de cerco, también conocido como pesquero de bajura (dedicado básicamen-te a la pesca de sardina, bo-querón y en ocasiones atún). Desde principios del siglo XX éste tipo de embarcaciones han sufrido una constante evolución en su diseño para poder ir adaptándose a aque-llas necesidades derivadas de la pesca de cerco, tales como modernos sistemas de nave-gación, detección de bancos de peces por medio de so-nar y localizadores GPS. Es su color y la combinación de estos lo que les hace de una zona u otra. Aunque bien es cierto que la pintura se emplea básicamente para la protección del casco, los co-lores dados y la combinación de los mismos delatan la pro-cedencia del pecio. En espe-cial, este tipo de pesqueros han faenado siempre desde los puertos del País Vasco hasta las costas de Asturias en puertos como el de Luan-co y Candás.

Para acometer esta empre-sa me mentalicé que tal vez no encontraría todas aquellas piezas que sí contiene el mo-delo reducido del kit original como por ejemplo botellas de butano o lancha salvavi-das. Para ello tuve que utili-zar todo tipo de material de reciclaje que fui encontrando a mi alrededor.

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Pesquero de bajuraJuana Rosa

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Como hemos visto y leído en otras ocasiones, forzados en parte por la necesidad, muchos modelistas se las ingenian recurriendo a los kits comerciales modificándolos para adaptarlos a sus necesidades y de esta forma poder construir un modelo RC con ciertas garantías como es el caso del pesquero que os presentamos construido por D. Enrique Albaladejo, modelista consumado perteneciente al Club de Murcia que ha realizado un magnífico trabajo basándose en el Marina y como buen marinero le ha puesto el nombre de una mujer.

Fotos y textos: Enrique Albaladejo Martínez

MONTAJE DEL CASCOEl Juana Rosa está basado en el modelo Marina de Ar-tesanía Latina a escala 1/35 y con una eslora de 69 cm. Sabiendo de antemano que, por grande que se constru-yan, siempre acaban pare-ciendo pequeños una vez botados, amplié los planos a escala 1/20 dotándole así de una eslora de 120 cm. Una medida suficientemente váli-da para poder apreciar tanto sus detalles como el efecto que ejerce su proa sobre el agua. En el montaje de las cuadernas sobre la falsa qui-lla encontré algo de dificultad ya que empleé tablero marino (calabó) de 8mm de espesor, pues apenas se sostenían para un buen encolado. Más tarde descubrí que mereció la pena el esfuerzo ya que de 10mm hubiera sido excesivo y des-proporcionado; la roda habría quedado demasiado gruesa. En cuanto a las tracas utilicé listones de ramín de 2x7mm. La razón no es otra que por su flexibilidad ya que el ramín lo encuentro muy dúctil para su torsión y lo suficientemente fi-broso para aguantar tensiones propias de una excesiva tor-sión como la de la popa que es especialmente curvada. La cubierta tiene un espesor de 3mm y está fabricada en con-trachapado que finalmente forré en chapas de sapelly de 0’6x6mm para dar un cierto realismo de listonado. Para la estanqueidad del casco en sí tanto por su lado externo co-

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mo interno apliqué una capa de antimoho y antihumedad, tras la cual añadí otra de tapa poros y tres capas de pintura para finalmente acabar con otra protectora capa de bar-niz mate para exteriores. Por el contrario, en su interior, lo sellé con varias capas de cola muy utilizada en la colocación de parquet que, para mi gus-to, le da consistencia y estan-queidad. El plano de monta-je presentaba dos quillas de balance a cada lado para las cuales empleé dos listones de madera de balsa 10x12mm. muy utilizados en el mundo del aeromodelismo llamados bordes de ataque. Debido a su simétrica en la curvatura con-seguí una gran estabilidad en los giros muy cerrados donde se reduce considerablemente el escoramiento.

Gracias al gran vaciado de sus cuadernas y a que no contiene ninguna ciega, el casco de éste barco es muy amplio en su interior, por lo que no me encontré con nin-gún tipo de problema para ir acomodando todo el equipo

de motorización y radio. In-cluso si lo deseamos, como es mi caso, podemos dotarlo de un módulo de sonido que simule el motor diesel en su avance y, además, el pack de baterías de 6 v. que alimen-te toda la iluminación tanto interna (puente de mando)

como externa (cubierta) y de posición para una nave-gación nocturna.

PUENTE DE MANDOAl igual que la cubierta, todo el puente ha sido construido con contrachapado de 3mm. Consiguiendo de éste modo

que toda la estructura quede bastante resistente y compac-ta sin que por ello aumen-te en demasía el peso en la parte más alta del barco. El motivo no fue otro que mi temor durante la construc-ción a que no se corrigiera una posible tendencia al

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escorado o balanceo durante la navegación. Una vez que el interior del puente se iba a poder ver en su totalidad opté por decorarlo al máxi-mo de detalles tales como,

silla, estante, calendario, re-lojes, timón, tazas de café, armarios, etc. Todo ello con la idea de dotarlo de un to-que de vida cotidiana. Aún con esta cantidad de detalles

seguí notando que quedaba incompleto y quise enrique-cer ese toque de humanidad optando por incluir un pa-trón de barco asido al timón y acompañado de su fiel pe-

rro. Para este tipo de escala, como ya es sabido, hay muy poca tripulación con la que dotar los navíos por lo que, tras buscar incansablemente, acabé por vestir con un chu-basquero confeccionado por mí un soldado Gi-Joe que daba perfectamente la medi-da. En cuanto al perro, per-tenece a la gama de canes que Artesanía Latina tiene para las casas de muñecas. El resto de detalles, como ya dije con anterioridad, son elementos cotidianos que fui adaptando hasta conseguir lo que buscaba. En el caso de las redes empleé gasa hi-drófila común de las que hay en todo botiquín de primeros auxilios. Tras tintarla en va-rios tonos las uní entre sí pa-ra dar la sensación de gran tamaño. La pastinaca (o po-lea) pertenece a una buena imitación de un llavero. Y así, como en el resto, hasta conseguir dar el aspecto que

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yo creo tiene un pesquero de esta índole.

MOTORIZACIÓN Y LASTRADOTan solo la experiencia nos da las pistas del tipo de motor adecuado para cada barco. En mi caso, fui acon-sejado para poner un motor eléctrico Robbe 600 con su correspondiente reductora 3:1. Como árbol de hélice empleé el de Robbe 1443 de métrica 4mm. y 26cm de lon-gitud de largo con su corres-pondiente juego de cardan Raboesch. Lo cierto es que todo esto no solo es suficien-te para propulsarlo sino que, además, se le ha de recortar un poco el avance ya que el

máximo de su velocidad es un poco desproporcionado para lo que es en realidad un pesquero. Decidí conser-var este motor pues me daba una gran seguridad al saber que iría más que sobrado en su desarrollo. Ciertamente en todo esto cobra una gran importancia la influencia que ejercería en él la cantidad de lastre empleado, sobre todo para que el barco se hundie-ra hasta su correcta línea de flotación. Concretamente, a los tres kilos del barco en vacío, tuve que añadir doce más en lingotes de plomo de 6x3 cm encasillados en su bodega y entre cuaderna y cuaderna. En la actualidad su peso total es de quince ki-

los aproximadamente, peso este que requiere cierta fuer-za para transportarlo hasta el lugar de botadura.

Para alimentar el motor he empleado una batería de 12 voltios y 7 Ah., no solo por su gran fuerza y capacidad de rendimiento, sino también porque su peso ayuda a las-trar y equilibrar los posibles escoramientos y balanceos laterales. Hasta el momento la prueba de mayor duración ha sido mantenerlo navegan-do durante tres horas y me-dia sin que por ello notase mermado su rendimiento. En cuanto al tipo de variador me limité a uno totalmente convencional y de coste re-ducido pero no por ello de

escaso rendimiento. Se trata de un variador electrónico para coche de la marca Ja-mara. El timón, movido por un más que suficiente ser-vo futaba 3003, se trata de una pala muy ancha de 9x6 cm, totalmente construida fielmente a la medida de su escala lo que le dota de una gran maniobrabilidad. La hélice es de latón de 50mm de diámetro de la marca Raboesch que, a diferencia de la 60mm aconsejada, no-té un mejor resultado en la propulsión.

ESTUDIO DE CAMPO Llevado por la curiosidad que motiva a todo modelis-ta, lo he botado en diferentes tipos de corrientes y oleajes con el fin de comprobar su comportamiento ante, por ejemplo, un oleaje algo fuerte en proporción para su tama-ño. El resultado fue bastante satisfactorio ya que su pro-minente y alta proa consigue abrirse paso con gran soltura sin que por ello se inunde la cubierta; consiguiendo en su avance abrir una gran ola que va creciendo conforme se aleja y que le adorna con un palpable realismo.

Finalmente tenemos que felicitar a D. Enrique por las magníficas fotos del pesque-ro navegando en el mar que es donde se lucen mejor las maquetas y esperamos ver otros modelos que tiene, to-dos con la misma tónica de realismo y buen hacer.

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