arregi, blanca - el modo de proceder ignaciano en el uso de los bienes económicos ii

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  • 8/17/2019 ARREGI, Blanca - El Modo de Proceder Ignaciano en El Uso de Los Bienes Económicos II

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    EL MODO DE PROCEDER IGNACIANO EN EL USO DE LOS BIENES ECONÓMICOS (II)Escrito por Blanca Arregui2ª ParteDecidir sore el uso del dinero “Dejarás los frutos delante del Señor tu Dios, te postrarás en su presencia y celebrarás unafiesta con el levita y el emigrante ue vive en medio de ti, por todos los bienes ue elSeñor tu Dios te !a dado a ti y a tu familia" #Dt 2$, %%&'

    Este te(to nos resit)a como creyentes ante lo econ*mico' +os invita, en primer lugar, aponer nuestros bienes delante del Señor con una actitud de respeto, de reverencia, deofrenda y donaci*n' De ese modo, s*lo desde esa actitud de generosidad, y teniendopresentes a los servidores de la glesia #levita& as- como al necesitado #emigrante&, esposible ue brote en nosotros una oraci*n de agradecimiento y alaban.a a Dios por losbienes ue nos !a dado, a nosotros y a los nuestros'En la /lian.a, 0a!v1 pide “Durante seis años sembrarás tu tierra y recogerás tu cosec!a'Pero el s1ptimo la dejarás descansar, sin cultivarla, para ue encuentren all- comida lospobres de tu pueblo, y lo ue ueden lo coman las bestias del campo" #E( 23, %45%%&' Esteesuema deber-a estar siempre presente cuando tengamos ue tomar cualuier decisi*necon*mica lo ue tenemos, sea una mayor o menor cantidad de bienes, nos !a sido dado

    por Dios para ue lo !agamos fructificar y para ue beneficie a los pobres' +i s*lo loprimero, buscar la má(ima rentabilidad, ni s*lo lo segundo, no cuidarlo y !acer ue nogenere riue.a por creer ue eso es antievang1lico'En ambos te(tos se descubre ue generosidad y trabajo son dos valores muy relacionadoscon el dinero, tanto en el momento de generarlo como en el momento de !acer uso delmismo'6uando no tomamos las decisiones adecuadas, por falta de criterios o por falta deformaci*n ue nos impide valorar econ*micamente la realidad, puede darse una tendenciaen la vida religiosa a la acumulaci*n patrimonial, por temor a pasar penuria en el futuro, endetrimento de la atenci*n a los pobres y olvidando las palabras de San Pablo “+o seáisavariciosos en vuestra vida7 contentaos con lo ue ten1is, porue Dios mismo !a dic!o +ote desamparar1 ni te abandonar1" #8eb %3, 9&': bien, por el contrario, se dará un e(cesivo derroc!e o un descontrol de lo ue se gasta yen u1 se gasta en el presente, con falta de previsi*n !acia un futuro no muy lejano' Porejemplo, por el envejecimiento de la vida religiosa en Europa, pueden llegar pronto a pasarnecesidad y dolor los !ermanos más d1biles de cada nstituto, ue se convertirán as- en losnuevos pobres a los ue atender desde otras instituciones' +o se cumplir-a entonces lo ueescrib-a San Pablo a los tesalonicenses “8emos trabajado con esfuer.o y fatiga, d-a ynoc!e, para no ser gravosos a ninguno de vosotros" #2 ;es 3, os recursosmateriales !an de servir a la misi*n apost*lica, igual ue lo !acen los personales';omar decisiones siempre es dif-cil' >os cristianos, y especialmente los ignacianos,contamos con el discernimiento espiritual ue “resalta con particular claridad la centralidadde Dios en cuanto fin )ltimo de la b)sueda de todos, as- como la responsabilidad yaportaci*n de cada uno en el camino de todos !acia la verdad"' Escuc!ar lo ue el Esp-rituilumina reuiere una serie de actitudes y tambi1n, entrenamiento y práctica' 6omo base

    imprescindible, e(ige oraci*n juntamente con refle(i*n personal y, en su caso, comunitaria'Si no !ay orante, no !ay sujeto capa. de discernir ?Ej %39@'

    http://feadulta.com/es/buscadoravanzado/itemlist/user/651-blancaarregui.htmlhttp://feadulta.com/es/buscadoravanzado/itemlist/user/651-blancaarregui.html

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    ;ambi1n presupone la determinaci*n de buscar la voluntad divina, siendo conscientes deue la l*gica evang1lica trastoca la l*gica !umana' En ocasiones, descubriremos ue loue, racionalmente parece claro, puede no ser voluntad divina, es decir, puede no ser loue contribuye a una mayor uni*n con Dios' Por ejemplo, nuestra l*gica !umana puedellevarnos a asegurar nuestras obras acumulando bienes inmuebles, mientras ue la l*gicaevang1lica puede conducirnos a desprendernos de esos bienes para atender necesidadesurgentes' : viceversa, pues no !ay respuesta )nica para todas las situaciones, sino

    elecciones discernidas y confirmadas por Dios en la oraci*n'El problema con los bienes no es ue encierren maldad en s- mismos, sino ue no somoscapaces de decidir cuántos retener y cuántos dar' San Pablo advierte de la necesidad desuperar la ignorancia y la obstinaci*n ue nos alejan de la vida de Dios #Ef A, %as prioridades del nstituto o la /sociaci*n de fieles marcadas por los Gundadores y susdocumentos constituyentes, por los )ltimos 6ap-tulos o /sambleas, en los escritos yep-stolas del obierno eneral, etc', ue nos ayudan a encarnar el carisma recibido'El discernimiento bien !ec!o nunca puede llevar a la fractura del grupo ue delibera yelige, sino a una mayor uni*n del mismo, porue las diferencias se diluyen, las posturasopuestas se acercan y lo diverso se complementa'+o podr-amos cerrar este apartado sin tratar de aplicar algunas de las reglas de gnacioue pueden ayudar al discernimiento del uso del dinero' /u1llas ue ofrece para elministerio de distribuir limosnas son perfectamente trasladables al mundo actual' Destacolas más conocidas pensar ue !ar-a un desconocido ue actuara buscando la gloria deDios ?Ej 33@, u1 me !abr-a gustado !acer al volver la vista atrás en el momento de lamuerte ?Ej 3A4@ o valorar si actuamos movidos por afectos desordenados ?Ej 3A2@' Dejopara el final las dos fundamentales e(aminar “ue auel amor ue me mueve y me !acedar la limosna, descienda de arriba, del amor de Dios nuestro Señor7 de forma ue sientaprimero en m- ue el amor más o menos ue tengo a las tales personas, es por Dios, y ueen la causa porue más las amo relu.ca Dios" ?Ej 33

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     +uestro modelo en el discernimiento siempre es Ces)s pobre' En eso se fundamenta elvoto de pobre.a ue !acen los religiosos'El "o#o de $ore%aPara recibir lu., y en cuanto a San gnacio y a la 6ompañ-a de Ces)s se refiere, tomo enprimer lugar un documento de la 6ongregaci*n eneral 3A, en el ue los jesuitas serecuerdan a s- mismos ue “para San gnacio la pobre.a material del jesuita era unagracia 1l ped-a amarla como madre, la llamaba joya y amada de Dios' 0 la gracia siempre

    produce alegr-a y pa.' ;ambi1n nosotros deber-amos sentir ese mismo aprecio y desearlacomo gracia' Sin embargo, no ocurre as- !asta a!ora para muc!os de nosotros, pues lavivimos con inco!erencia y, a menudo, como imposici*n' Decidámonos con gran ánimo yliberalidad, más allá de nuestros miedos, a acercarnos a 6risto, ue !ace nuevas todas lascosas, para solicitarle, personal y comunitariamente, la gracia de nuestra pobre.a y elsaber vivirla como regalo" ?6 3A d', %

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    pobres, a los necesitados, y ue contribuye, asistencial pero sobre todo estructuralmente, auna sociedad más justa'6omo tambi1n tiene sentido para 1l, y no es contradictorio, emprender una acci*n oiniciativa ue sentimos como llamada, ue !emos discernido y confirmado en oraci*n,aunue no dispongamos al inicio de todos los medios materiales aparentementenecesarios' Porue para gnacio es sumamente importante ue caigamos en la cuenta uenuestro )nico tesoro es Dios y ue asentar nuestra seguridad en el dinero es una

    alternativa necia a la confian.a en el Padre amoroso, providente y siempre fiel' +osotrosdebemos poseer los bienes y no ser pose-dos por ellos'Ouisiera insistir en ue el problema con los bienes materiales no es ue sean malos, sinoue, por su mayor visibilidad frente a los espirituales, los convertimos en -dolos, noscegamos y no somos capaces de decidir c*mo usarlos' gnacio nos ofrece bastantesconsejos prácticos, como la conveniencia de reconocer cuáles son los bienes ue solemosestar más tentados a acumular o a despilfarrar' Pero junto a las diversas reglas yrecomendaciones, lo ue nos enseña es ue el uso de los bienes es objeto dediscernimiento, como el resto de aspectos ue conforman nuestra vida, contemplando lavida de 6risto'6oncluyo con la l-nea de fuer.a del cristianismo enfati.ada por el carisma ignaciano eldeseo, nunca culminado, de alcan.ar la plena identificaci*n con Cesucristo pobre y !umildee(presado con ve!emencia por gnacio en la ;ercera anera de 8umildad ?Ej %$J@ y pedidocon triple insistencia a ar-a mediadora, al 8ijo y al Padre para ue nos sea concedidocomo gracia' Blanca ArreguiManresa

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