Viajeal corazón

de losarrecifescoralinos

© Andrey Kuzmin / www.123rf.com

Colonia de pólipos © IRD – Germain Boussarie

Pólipo de coral. © IRD – Germain Boussarie

¿Animal, vegetal, mineral?Los corales que construyen arrecifes son

organismos fascinantes que combinan los tres reinos de la naturaleza, el animal,

el vegetal y el mineral. El pólipo coralino es un animal que vive en asociación o

simbiosis con un vegetal: unas algas microscópicas denominadas zooxantelas.

Estas cubren hasta el 90% de las

necesidades energéticas del coral gracias a la fotosíntesis, que produce los

azúcares y el oxígeno indispensables para su crecimiento. Los pólipos se

alimentan también del plancton que atrapan con sus tentáculos, suelen vivir

en colonias y fabrican un esqueleto calcáreo mineral que forma los arrecifes.

A su vez, el coral a porta a las algas elementos nutritivos y CO2,

necesario para la fotosíntesis.

02.

Distribución de los arrecifes coralinos tropicales en el mundo.© A. Hospitalier

Habitantes tropicalesLa inmensa mayoría de los arrecifes coralinos se encuentra en las aguas cálidas y poco profundas de la zona intertropical. Su construcción requiere aguas claras a temperaturas superiores a 20°C y una elevada exposición a la radiación solar.Los arrecifes coralinos, rebosantes de vida, son obra de los corales, pero también de las algas, en concreto de las algas rojas calcáreas. Estas desempeñan una función esencial en la cimentación del arrecife, consolidando su estructura frente al ataque de las olas.Francia posee casi el 5% de los arrecifes del planeta, con ejemplos en los tres océanos tropicales: Nueva Caledonia, la Polinesia francesa, Wallis y Futuna, Reunión, las islas Dispersas, Guadalupe, Martinica... La barrera de coral de Nueva Caledonia se extiende a lo largo de 1.500 km, lo que la convierte en la barrera continua más larga del mundo.

03.

Arrecifes coralinos profundos en el Atlántico Norte (oeste de Irlanda). © Ifremer

Hasta el fondo de los océanos… Los corales no se encuentran solo en las cálidas aguas tropicales, también los hay en regiones templadas. Los corales de aguas profundas, denominados también de «aguas frías», se desarrollan a bajas temperaturas, entre 2°C y 14°C, normalmente sin luz y a profundidades de entre 30 y 2.000 m. No establecen relaciones simbióticas con algas y son muy pocos los que construyen arrecifes.

Viven varios miles de años y crean oasis de vida que albergan una abundante biodiversidad. Según un reciente estudio, la acidificación de los océanos debida al calentamiento climático podría impedir el desarrollo de estos organismos por debajo de los 1.500 m de profundidad.

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Colonia de corales de aguas frías y su fauna asociada en el cañón de Lampaul (golfo de Vizcaya). © Ifremer

Capa tras capa, las sucesivas generaciones de corales edifican estructuras de varias decenas

de metros de espesor. Hay distintos tipos de arrecifes coralinos, como los arrecifes en franja,

que se forman junto a la costa, o los arrecifes de barrera, más alejados y separados de tierra firme

por una laguna. El atolón es una isla totalmente coralina construida a menudo sobre un volcán

que se ha ido hundiendo poco a poco en el mar.

En la superficie, el arrecife forma un anillo que rodea la laguna central. La cumbre del antiguo

volcán, totalmente cubierta por el arrecife y las aguas oceánicas, se encuentra en el centro de la

laguna a decenas de metros de profundidad.

Atolón de Marakei, Kiribati, en el océano Pacífico.© NASA

Cuando el mar sube o la tierra se hunde, los corales se desarrollan para mantenerse cerca de la superficie y obtener la luz que necesitan para la fotosíntesis, lo que provoca el crecimiento del arrecife. © IRD - Serge Andréfouet

Constructores de arrecifes05.

Erizo de mar y almeja gigante, Polinesia. © IRD - Eric Folcher

Los peces coralinos son el grupo de vertebrados con mayor índice de diversidad. La zona Indonesia-Filipinas agrupa 3.000 especies, diez veces más que los arrecifes de coral del Atlántico o del este del Pacífico.© Gilles Di Raimondo, Lengguru 2014

Lugares rebosantes de vida

Estos medios son el hábitat de multitud de formas de vida pertenecientes a diversos grupos biológicos: algas, gorgonáceos, erizos y estrellas de mar, crustáceos, moluscos, peces de arrecife, tiburones, serpientes marinas….

Los corales actúan como auténticos arquitectos y construyen edificios complejos y multiformes. En los mares tropicales encontramos más de 1.000 especies de corales ramificados, tabulares, macizos, foliáceos, incrustantes o solitarios. Los arrecifes coralinos constituyen auténticos oasis de vida en medio de los océanos. Aunque solo cubren el 0,2% de la superficie del mar, albergan más del 25% de la biodiversidad marina mundial, es decir, cerca de 60.000 especies descritas.

06.

Habla la comunidad científica:

“Para hacer realidad la gestión de los arrecifes y las lagunas, hay que tener en cuenta las especies y los espacios, además de toda la diversidad de saberes, prácticas y usos. Solo el encuentro entre la investigación y los retos de conservación permitirá mantener en buen estado, a largo plazo, este patrimonio universal.”

© Gilles Di Raimondo, Lengguru 2017

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Los pólipos expulsan pequeñas esferas rosas llenas de células sexuales masculinas y femeninas. © Sebastien Faninoz

Desove masivo de los corales. Cada pólipo expulsa una bola formada por células masculinas y femeninas. El desove se inicia por factores como la temperatura, la luminosidad o la lluvia. © Alain Goyeau

Reproducción en masa

Las larvas resultantes de la fecundación se desplazan libremente hasta fijarse a un soporte, en el que se transforman

en pólipos y empiezan a fabricar un esqueleto calcáreo. Los corales jóvenes dedican toda su energía al crecimiento

y la supervivencia. Desde las primeras semanas, se multiplican para crear nuevos pólipos que, en pocos años, forman una

colonia coralina compuesta por miles de individuos.

El 75% de los corales son hermafroditas: el pólipo expulsa células sexuales masculinas y femeninas. En algunos

arrecifes, todas las colonias de una zona desovan al mismo tiempo, una vez al año, lo que favorece el encuentro entre las

células reproductoras y la fecundación.

08.

09.

Los corales, que marcan el punto de transición entre el mar y la tierra, son testigos privilegiados de los cambios medioambientales a lo largo del tiempo. El análisis químico de arrecifes antiguos y actuales permite a la comunidad investigadora entender las variaciones del nivel del mar, los movimientos verticales de las islas, la temperatura y la salinidad del agua. Estos datos permiten recrear entornos de hasta 100.000 años atrás.

Gracias a estos análisis, sabemos que el nivel del mar estaba 6 metros más alto hace 125.000 años y 120 metros más bajo hace 20.000 años, durante el último máximo glacial.

Los corales macizos producen bandas de crecimiento semejantes a las de los árboles: una clara en temporada seca y una oscura en épocas húmedas. Contando las bandas se sabe la edad de la colonia. © Lucien Montaggioni

Perforación en un coral macizo, atolón de Palaos, océano Pacífico. El testigo extraído, de un metro, registra 60 años de información. © CSM - Stéphanie Reynaud

Testigos del pasado

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Los arrecifes de coral forman una barrera natural que protege las costas y las islas poco elevadas, por lo general amenazadas por el mar. El oleaje rompe en los arrecifes, reduciendo la erosión de la costa y protegiendo a la población y las infraestructuras. Sin embargo, las olas generadas por fenómenos como tsunamis, ciclones y tempestades, cada vez más intensos, pueden destruir las colonias de coral hasta una profundidad de 20 metros. La reconstrucción del arrecife y la recuperación de su biodiversidad pueden tardar una década.

Arrecife de barrera en Nueva Caledonia. Esta línea de defensa protege la costa de las embestidas del mar. Entre ambas, las aguas tranquilas de la laguna.© Martial Dosdane

Protectores de las costas

Arrecife destruido tras el paso de una tempes-tad en la Martinica. © IRD - Dorian Guillemain

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En los países desfavorecidos, a veces se emplean para la pesca redes de malla muy fina. La población se ve obligada a recurrir a estas prácticas no sostenibles que destruyen la biodiversidad, incluso ilegalmente, para garantizar su subsistencia debido a la acusada reducción de los recursos. © IRD – Marc Léopold

Las holoturias o pepinos de mar se pescan a mano y se exportan a Asia, donde su consumo está muy extendido. Su sobreexplotación en la zona tropical se ha traducido en un marcado descenso de las poblaciones de esta especie desde la década de 1990. © Jurgen Freund

Pesca artesanalLos arrecifes de coral, que se cuentan entre los ecosistemas con mayor diversidad del planeta, ofrecen un medio de vida directo o indirecto a 500 millones de personas, entre ellos, 40 millones de pescadores. La pesca cobra mayor importancia en las islas pequeñas, en las que el potencial agrícola es muy limitado. La pesca que se practica en los arrecifes de coral es esencialmente artesanal.

Aunque la mayoría de las especies se dedican tradicionalmente al autoconsumo y al comercio local, otras se exportan por su alto valor económico: moluscos para la obtención de nácar, pepinos de mar deshidratados y ciertos pescados y crustáceos por sus cualidades gastronómicas.

Habla la comunidad pesquera: ”Hemos constatado una acusada reducción de los recursos: peces, pulpos, moluscos... porque hemos destruido las planicies y los corales.”

© Matthieu Juncker

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La revalorización de los arrecifes de coral mediante el ecoturismo constituye un auténtico reto de protección y desarrollo sostenible para los departamentos y regiones francesas de ultramar y los países del Sur. © IRD - Jean-Yves Meunier

El turismo de masas, que genera problemas como el aumento de los residuos, daña el entorno, como ha sucedido en el Caribe, cuyos arrecifes de coral se cuentan entre los más degradados del planeta. © Jean-Christophe Gay

Los dos rostros del turismo

Cada año, más de un millón de turistas disfruta de su tiempo libre en los arrecifes coralinos de las zonas tropicales.El turismo de masas crea numerosos empleos, aunque poco cualificados, y sus beneficios apenas repercuten en la economía local. Esta actividad genera una gran cantidad de residuos y únicamente valora el entorno de los arrecifes para el buceo. El ecoturismo requiere estructuras de alojamiento más pequeñas que ofrezcan salidas laborales a los agricultores y pescadores de la zona y valora el ecosistema coralino a través de guías locales.

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© IRD – Catherine Sabinot

En Oceanía, el océano es un mundo habitado por los ancestros y los espíritus. Para los pueblos canacos de Nueva Caledonia, el espíritu de los difuntos viaja desde las crestas montañosas pasando por los ríos y los valles. Este «camino de los muertos» finaliza en el mar tras franquear la barrera de coral. © Martial Dosdane

Carácter espiritualPara los pueblos insulares, los arrecifes de coral conforman un mundo

cargado de historias y cultura, el lugar de mil y una prácticas de pesca y un marco de socialización. Las «reglas de convivencia» entre las especies

marinas y el ser humano se aprenden desde la más tierna infancia mediante juegos, cuentos o acompañando a los mayores al arrecife o a la laguna. El conocimiento y el dominio de los arrecifes, las lenguas de

arena, los islotes, las corrientes marinas y los vientos son indispensables para convertirse en adultos de pleno derecho. Estos saberes, transmitidos

de generación en generación, se adquieren mediante la práctica y una meticulosa observación del entorno.

14.

Habla la población insular:

“Los corales son importantes porque son lo que forma la laguna.

Es el hogar de los peces, es donde nacen y donde viven.”

© Matthieu Juncker

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En Nueva Caledonia, los lixiviados de minas abandonadas arrastran níquel hasta los arrecifes de coral, reduciendo su crecimiento un 37%. Las minas modernas plantean menos problemas gracias a la gestión de las aguas de escorrentía y la revegetación, que fija el suelo. © IRD – Anne-Soline Lepetit

El pez escorpión (Pterois volitans) ha invadido el Caribe tras la suelta accidental de solo cinco ejemplares en 1992. Ante la ausencia de depredadores, se está multiplicando y diezmando la población de peces de arrecife. © IRD – Régis Hocdé

Problemas

Aunque el impacto global de la pesca en los arrecifes es bajo, a escala local existe riesgo de sobre

explotación y destrucción por la pesca industrial, con redes de malla fina o con explosivos.

Hoy, el 20% de los arrecifes de coral ha desaparecido y el 25% está en peligro. Las actividades humanas son las principales causantes de esta degradación:

introducción de especies invasoras, contaminación, pesca... La alta densidad de población de la costa,

agravada por el turismo, produce un aumento de los vertidos de aguas usadas y de la contaminación de

las lagunas.La lluvia arrastra los residuos mineros, de fertilizantes y pesticidas que contiene el suelo hasta el

mar, limitando el crecimiento de los corales.

16.

Depredadores y enfermedadesLos principales depredadores de los pólipos coralinos en los océanos

Índico y Pacífico son las estrellas de mar del género Acanthaster. Algunos años, estas estrellas de mar espinosas (de hasta 70 cm,

3 kg y 20 brazos) proliferan y devastan los arrecifes, dejando tras de sí el esqueleto blanco calcáreo de los corales. También deben hacer

frente a una treintena de enfermedades, algunas mortales, comola de la «banda blanca». En la actualidad, todos los arrecifes de coral del

mundo están amenazados por el aumento de las presiones humanas y medioambientales, que incrementan su vulnerabilidad frente a

depredadores y enfermedades.

Para limitar los daños se organizan campañas puntuales de retirada o erradicación, inyectando una solución de vinagre y zumo de limón a las estrellas de mar.© Bastien Preuss-Squale

La enfermedad de la banda blanca es una infección provocada por bacterias u hongos. Afecta y mata a gran número de corales ramificados en la región Indo-Pacífico. © IRD – Aline Tribollet

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Blanqueamiento durante el verano de 2016 en Nueva Caledonia. Pudo deberse a un aumento de entre 1°C y 2°C en las temperaturas máximas medias de la superficie durante varias semanas seguidas y al elevado índice de radiación ultravioleta. © IRD - Jean-Michel Boré

18.

El aumento persistente de la temperatura de las aguas superficiales provoca el blanqueamiento masivo de los corales. Las algas

microscópicas abandonan los tejidos de los pólipos, dejandoal descubierto su esqueleto calcáreo blanco. Sin su principal

aporte energético, los corales mueren en pocas semanas si no se restaura la relación simbiótica, por ejemplo, por una bajada de la

temperatura. Desde hace 150 años, hay más CO2 en la atmósfera, lo que provoca el cambio climático. Los océanos, absorben también

el 25% de este gas que aumenta la acidez del agua, alterando la formación del esqueleto coralino y funciones biológicas

como la reproducción.

Los investigadores del IRD estudian estos episodios de blanqueamiento, que ya han originado la pérdida de al menos el 20% de los arrecifes del mundo y que, probablemente, serán más frecuentes y graves en el futuro. © IRD - Francesca Benzoni

Frente al calentamiento climático

Los corales macizos del género Porites resistirán mejor el aumento de las temperaturas y la acidificación de los océanos que los corales ramificados del género Acropora. © IRD - Serge Andrefouet

Investigación sobre el comportamiento de los corales en el entorno de las islas de Entrecasteaux, en Papúa Nueva Guinea. Una emisión de CO2 volcánico acidifica las aguas de forma natural, alcanzando los índices de acidez previstos para 2100.© IRD – Jean-Michel Boré

Supercorales A pesar del futuro incierto de los arrecifes de coral, algunos parecen capaces de soportar mejor que otros el cambio climático, como los del género Porites. Los investigadores también han descubierto corales que se desarrollan en zonas con una mayor acidez natural de las aguas.Las especies «ganadoras» podrían beneficiarse de la situación. Con el calentamiento climático, a medida que aumente la temperatura y se intensifique la acidificación de las aguas, estas especies coralinas más resistentes podrían imponerse progresivamente en la composición de los arrecifes del planeta.

19.

Las áreas marinas protegidas cubren poco más del 5% de la superficie de los océanos, pero han crecido notablemente desde la década de 2010. Estas áreas permiten regular las actividades más dañinas y, en la mayoría de los casos, son herramientas eficaces para la protección de la biodiversidad, como la de los corales, que se recuperan mejor de los episodios de blanqueamiento masivo.

Existen dos formas principales de gestionar las áreas marinas protegidas. Se puede prohibir toda actividad humana o implicara los usuarios y a la población en la gestión de estos espacios. En este último caso, el saber local suele resultar muy útil para incrementar la eficacia de las medidas de protección.

En Nueva Caledonia, los espacios comunitarios protegidos creados por la población permiten conservar la biodiversidad y disponer de recursos para la pesca de subsistencia y las ceremonias tradicionales. © Matthieu Juncker

En Nueva Caledonia, cuatro años después de la creación de las áreas marinas protegidas de Gran Numea, el número de especies de peces de arrecife aptas para el consumo, como el pez loro, ha aumentado un 67%. En los enclaves sin protección, el número de especies no ha evolucionado.© Kendall Clements - Auckland University

Un alto nivel de protección 20.

Habla la población insular:

”Nosotros, los humanos, protegemos a los delfines, las ballenas y las tortugas, que, a su vez,

protegen el mar para que tengamos peces.”

© IRD – Éric Bahuet

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22.

Viaje al corazón de los arrecifes coralinos

Exposición realizada con:

Dirección científica

Claude Payri, IRD, UMR ENTROPIE

Comité cienífico:

Mehdi Adjeroud, IRD, UMR ENTROPIE

Serge Andréfouet, IRD, UMR ENTROPIE

Gilbert David, IRD, UMR ESPACE-DEV

Pascal Dumas, IRD, UMR ENTROPIE

Fanny Houlbreque, IRD, UMR ENTROPIE

Marc Léopold, IRD, UMR ENTROPIE

Lénaick Menot, IFREMER, Laboratoire Environnements Profonds

Lucien Montaggioni, IRD, UMR CEREGE

Estienne Rodary, IRD, UMR GRED

Riccardo Rodolfo-Metalpa, IRD, UMR ENTROPIE

Catherine Sabinot, IRD, UMR ESPACE-DEV

Exposición realizada por la misión Cultura Científica y

Tecnológica del IRD:

Benjamin Poupin bajo la dirección de Marie-Lise Sabrié

Creación gráfica y diseño de página Agnès Hospitalier

Fotografías IRD :

Banque d’images Indigo, www.indigo.ird.fr

Agradecimientos:

Investigadores del Comité científico

Fotógrafos investigadores

ADCK- Centre Culturel Tjibaou • Photothèque de la NASA •

Jean-Michel Boré (IRD) • Germain Boussarie (IRD) Kendall

Clements (Prof. at Auckland University) • Gilles Di Raimondo

(Fotógrafo) Martial Dosdane (Province Sud de Nouvelle-Calédonie)

• Cristelle Duos (IRD) • Sébastien Faninoz (Muséum national

d’Histoire naturelle) • Jean-Christophe Gay (Université Nice

Sophia Antipolis) • Alain Goyeau (Fotógrafo) Matthieu Juncker

(Fotógrafo) • Marion Le Foll (IFREMER) • Djamilla Merabet (IRD)

• Marie-Ève Migueres (IRD) • Bastien Preuss (SQUALE) •

Daina Rechner (IRD) • Stéphanie Reynaud (Centre scientifique

de Monaco) • Brigitte Surugue (IRD) • Aline Tribolet (IRD) •

Mina Vilayleck (IRD)

Fotografías (carteles 12, 15 y 20) de Matthieu Juncker extraídas

de la exposición «Pescar para existir. Los arrecifes y el ser humano»

ADCK-Centro Cultural Tjibaou.

Las fotografías de Matthieu Juncker se recogen en la obra Des

récifs et des hommes, histoires de pêcheurs de Nouvelle-

Calédonie [Los arrecifes y el ser humano: historias

de pescadores de Nueva Caledonia], editorial

Madrépores, 2018.

Los organismos y laboratorios socios

ENTROPIE : Écologie Marine Tropicale

des Océans Pacifique et Indien

umr-entropie.ird.nc

CEREGE : Centre Européen de Recherche et

d’Enseignement des Géosciences de l’Environnement

https://www.cerege.fr

ESPACE-DEV :

L’espace pour le développement

www.espace-dev.fr

GRED : Gouvernance, Risque, Environnement,

Développement

http://www.gred.ird.fr

Laboratoire Environnements Profonds

www.ifremer.fr/deep/

Centre Culturel Tjibaou

www.adck.nc

Esta exposición está disponible. Para reservarla, favor de contactar a: exposition@ird.fr

Para consultar esta exposición en Internet: http://es.ird.fr/expo-arrecifes-coralinos

Junio 2018