arq. territorio y sociedad

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ARQUITECTURA, TERRITORIO, SOCIEDAD Y EL NIÑO UNA PERSPECTIVA DIALOGICA INTRODUCCION A lo largo de nuestra presente civilización fue surgiendo un fuerte clamor día tras día: los niños son las primeras víctimas del stress, polución y de la guerra (ver diagrama 1). En consecuencia, nuestro ambiente debería ser construido y reconstruido en relación a una niñez participativa que mida la calidad humana de nuestro mundo moderno. (Hart,R.1997-Muntañola J. 1998) Es, paradójicamente, un desconocido antropólogo ruso fallecido en 1975, M. Bakhtine, el actual “best-seller” en todas las universidades norteamericanas, la clave teórica para entender todas estas cuestiones. El desarrolló, allá por 1919, una teoría dialógica y arquitectónica de la cultura humana moderna. (Ver por ejemplo Bakhtine, M.1995) Esa monumental tarea sentó las bases de la concepción de espacio y arquitectura social y dialógica. He trabajado durante 25 años en esta teoría sobre el desarrollo de los niños y sus restricciones ambientales y la describiré muy brevemente. NIÑEZ, AMBIENTE Y ARQUITECTURA DIALOGICA En 1988 llevé a cabo una extraordinaria experiencia en 100m escuelas de la ciudad de Barcelona (Muntañola-Rodriguez 1992). En ese proyecto de investigación 100 escuelas participaron en la construcción con cubos de madera de una enorme maqueta de la “mejor ciudad” en grupos de 10 niños. La clasificación de los resultados presentó dos tipos de escuelas a) 90 escuelas “monológicas”, con ciudades hechas de bloques homogéneos ( por varones) y “casitas pequeñas” homogéneas ( hechas por niñas) con espacios vacíos sin sentido entre medio. b) 10 escuelas “dialógicas” con ciudades ricas en arquitectura, con espacios sociales significantes y compleja arquitectura en todas las escalas. El segundo grupo de escuelas eran ambas, públicas y privadas, religiosas o laicas y sin embargo, compartían una característica común: eran realmente interactivas, realizaban teatro, música, actividades “intergenéricas”, fiestas y eventos sociales entre diversas edades. La “mejor ciudad” refleja refleja muy cuidadosamente el significado social del espacio. Y este significado social es histórico, tiempo-espacial, interactivo e ideológico. (Muntañola, J.1996).

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Relación entre arquitectura, territorio y sociedad

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  • ARQUITECTURA, TERRITORIO, SOCIEDAD Y EL NIO UNA PERSPECTIVA DIALOGICA INTRODUCCION

    A lo largo de nuestra presente civilizacin fue surgiendo un fuerte clamor da tras da: los nios son las primeras vctimas del stress, polucin y de la guerra (ver diagrama 1). En consecuencia, nuestro ambiente debera ser construido y reconstruido en relacin a una niez participativa que mida la calidad humana de nuestro mundo moderno. (Hart,R.1997-Muntaola J. 1998) Es, paradjicamente, un desconocido antroplogo ruso fallecido en 1975, M. Bakhtine, el actual best-seller en todas las universidades norteamericanas, la clave terica para entender todas estas cuestiones. El desarroll, all por 1919, una teora dialgica y arquitectnica de la cultura humana moderna. (Ver por ejemplo Bakhtine, M.1995) Esa monumental tarea sent las bases de la concepcin de espacio y arquitectura social y dialgica. He trabajado durante 25 aos en esta teora sobre el desarrollo de los nios y sus restricciones ambientales y la describir muy brevemente. NIEZ, AMBIENTE Y ARQUITECTURA DIALOGICA En 1988 llev a cabo una extraordinaria experiencia en 100m escuelas de la ciudad de Barcelona (Muntaola-Rodriguez 1992). En ese proyecto de investigacin 100 escuelas participaron en la construccin con cubos de madera de una enorme maqueta de la mejor ciudad en grupos de 10 nios. La clasificacin de los resultados present dos tipos de escuelas a) 90 escuelas monolgicas, con ciudades hechas de bloques homogneos

    ( por varones) y casitas pequeas homogneas ( hechas por nias) con espacios vacos sin sentido entre medio. b) 10 escuelas dialgicas con ciudades ricas en arquitectura, con

    espacios sociales significantes y compleja arquitectura en todas las escalas. El segundo grupo de escuelas eran ambas, pblicas y privadas, religiosas o laicas y sin embargo, compartan una caracterstica comn: eran realmente interactivas, realizaban teatro, msica, actividades intergenricas, fiestas y eventos sociales entre diversas edades. La mejor ciudad refleja refleja muy cuidadosamente el significado social del espacio. Y este significado social es histrico, tiempo-espacial, interactivo e ideolgico. (Muntaola, J.1996).

  • SUPERVIVENCIA DE LA NIEZ: ARQUITECTURA, AMBIENTE Y SOCIEDAD. Ahora puedo volver a consideraciones ms generales. Si mis suposiciones, y las ideas de Bakhtine son correctas, arte, ciencia o poltica son productos dialgicos e intersubjetivos, no invenciones individuales. Sin embargo, todas las interacciones intersubjetivasse basan en diferencias individuales y sociales y los acuerdos o convenciones estticas, polticas o terminolgicas estn hechas de esas diferencias. Hay algunas diferencias terminolgicas entre mi propia definicin sobre las dimensiones arquitectnicas del espacio y los argumentos de Bakhtine, pero el meollo filosfico en ambos casos es el mismo, es decir, la estructura intersubjetiva e intertextual de la cultura humana en general y del espacio humano en particular. Bakhtine utiliza el concepto general de arquitectnico no en relacin a la arquitectura que sera un ejemplo entre muchos otras muchas dimensiones de la vida humana, sino relacionado a la complejidad general entre arte, ciencia y vida. Yo he hecho lo opuesto: de arquitectura en sentido restringido, he desarrollado una arquitectnica de la vida humana en general. Ambos caminos se cruzan necesariamente. Si retornamos a la arquitectura de los nios, entenderemos porqu. Un argumento sobresaliente en relacin con esto, es la conexin bsica entre la interaccin intersubjetiva espacial y la dimensin intertextual de comunicacin. La Arquitectura es un excelente paradigma de esta relacin terica clave. Bakhtine proclamaba una y otra vez que esta relacin estaba perdida, ambos en el anlisis estructural de Saussure y en la aproximacin fenomenolgica de Kant y sus seguidores. (Todorov, S.1984). La aproximacin gentica de Jean Piaget y Sigfried Giedion (Muntaola J.1975) y sobre todo, la aproximacin hermenutica de Paul Ricoeur (Ricoeur, P.1985) recuperan la dimensin dialgica de la cultura humana, y, como ya he mencionado, intento hacer lo propio con la arquitectura. As, la concepcin de sitios para vivir de los nios muestra la articulacin entre el espacio y tiempo csmico, ambientes natural y tcnico de los nios e interacciones intersubjetivas histricas de la sociedad significante para esos mismos nios. Ambos, arquitectura y la arquitectura mental del nio estn basadas en estas articulaciones entre arte, ciencia y vida, usando los mismos trminos acuados por Bakhtine (frecuentemente uso arte, ciencia y tica y Bakhtine tambin, en algunos casos). No resulta sorprendente, que la introduccin del nio al planeamiento (como proponen Hart o Tonnucci (Hart, R.1997- Tonnucci1998) causen a la ciudad una profunda transformacin de polticas , a causa de la actual desintegracin de cultura y culturas. La nocin de supervivencia adquiere entonces un fuerte significado segn el diagrama I. No es solamente que la crisis ecolgica pueda destruir el futuro de nuestras ciudades y nuestros nio, sino adems la

  • sociolgica (guerra, intolerancia, violencia) y la psicolgica (stress, intimidacin, destruccin, y censura) de nuestra mente y cuerpo. La supervivencia de la arquitectura no es un concepto vaco, sino por el contrario, implica tambin la supervivencia de la niez. Adems, no estoy hablando acerca de la supervivencia de la cultura a travs de la preservacin de viejas arquitecturas. Segn Bakhtine, Rapoport, y otros antroplogos estoy tratando con la supervivencia de la arquitectnica como articulacin dialgica entre tiempo y espacio, viejo y nuevo, global y local, social y fsico, psicolgico y social, fsico y psicolgico, etc. Arte, ciencia y vida conjuntamente deberan trabajar para una arquitectura sustentable para la niez. La dimensin clave de tal sustentabilidad ya ha sido definida en varios estudios de investigacin (Muntaola-Rodrguez 1998) . Sin embargo, con frecuencia, los polticos se rehusan a poner la economa al servicio de la sustentabilidad, en lugar de empujar a la niez a servir desarrollos monolgicos, ubicados en los lmites de supervivencia y fuera de toda sustentabilidad razonable. Las oportunidades para sobrevivir en culturas monolgicas son dbiles, por el contrario, las culturas y los ambientes dialgicos complejos ofrecen hoy da mejores oportunidades para la niez. Ese es el desafo que deberemos enfrentar en el ao 2000.