armas robadas de cuartel militar en manos de narcos

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Como si nada, de un fuerte militar desapa- recieron 500 armas. Ahora aparecen en los reductos narcos. LUI S Á NGEL SA S elPeriódico C uando el 24 de abri l un grupo de narcotraf ican- tes asesinó a cinco poli- cías en Amatitlán, las autorida- des compararon el armamento de los narcos con el arsenal de un batallón del Ejército. En esa frase se escondía, como suele suceder con el lenguaje figurativo, una gran verdad: el grupo que asesinó a los policías utilizó municiones, f usiles e incluso granadas roba- das del almacén de arma s del Ejército de Guatemala. EL ROBO Los rumores de un robo grande en la bodega de material de gue- rra del Ejército de Guatemala en la base militar Mariscal Zavala eran f uertes. Por eso en febrero de 2008 los jefes de ese depar- tamento emprendieron una ins- pección. Esta se extenddurante cinco meses y concluyó en julio. Los resultados revelaron indi- cios de robo, no se estableció la fecha pero la sospecha era que sucedió entre julio 2007 y enero de 2008. La desaparición se notificó al jefe del Estado Mayor de la Defensa en ese entonces, pero la denuncia quedó sobre su escri- torio. Y diez meses después, en octubre de 2008, a raíz de esa inspección, empezó un proceso formal de auditoría que concluyó a f inales de diciembre. El 3 de enero de 2009 le fueron presentados los resultados al jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Juan José Ruiz Morales: faltaban más de 500 armas entre pistolas, fusiles, ametralladoras y lanzagranadas. Además de más de un millar de granadas de dife- rentes tipos y miles de miles de municiones. Él notificó al Ministro de la Defensa, Abraham Valenzuela, y según Valenzuela, de inmedia- to lo denunció ante el Tribunal Militar y pasó además la noticia al Presidente Álvaro Colom. ¿Cómo sa l ieron l as armas del a l macén de municiones? El lugar es tan custodiado que parece un búnker: más de una decena de soldados hacen guar- dia día a día; para llegar o salir de él deben atravesarse dos ins- pecciones r igurosas, sin contar los controles de ingreso a la pro- pia base mi litar en el Mariscal Zavala. ¿Cómo pudieron robarse 500 armas y más de mil granadas de ese lugar? “Yo también me lo pregunto”, respondió el ministro Valenzuela, “por eso ya se est á investigando para castigar a los responsables”. El Ministro, abordado hace dos días durante la ceremonia de bienvenida al presidente Luiz Inácio Lula, no reveló detalles ni el número de armas robadas. Tampoco cuándo trasladó el hecho al Tribunal Militar. La custodia directa del arma- mento corresponde, en primera instancia, a los g uardalmace- nes, quienes se encuentran bajo el mando del Jefe de Servicio de Material de Guerra (SMG). El of icial que solicitó la auditoría formal que reveló el robo, coronel Carlos Toledo, según el ministro Valenzuela, se encuentra ahora en estado de disponibilidad. En la jerga militar eso significa que está de alta, pero alejado de su puesto mientras la investigación di lucida los hechos. Al mismo tiempo el Ministro descartó que el coronel Toledo sea el respon- sable y aclaró que esa separación corresponde a una medida que “facilita la averiguación” . Un hecho relevante en est a denuncia fue el sig uiente: que el día que concluyó la auditoría, uno de los of iciales que constató la desaparición escribió un acta a la cual tuvo acceso elPeriódi- co. En ella responsabilizó a dos militares de cualquier incidente que sufra él o su familia: el mayor Jairo Sierra y el capitán Pablo de León Franco quedaron inscritos en ese oficio bajo esa adverten- cia. ARMAS PARA LOS NARCOS Encontrar a los responsables de armamento perdido en el Ejército de Guatemala impl ica ese tipo de hechos: amenazas y miedo. Y encontrar la s arma s perdidas en este territorio parece dif ícil. Pero no lo es. Aquí un día determinado se desata una bala- cera entre narcos y policías, y de paso se descubre un arsenal en una bodega al sur de esta capital. Hasta el detective más perdido encuentra pistas. Y las pistas se revelaron a sí mismas en el allanamiento efec- tuado después del asesinato de los policías en Amatitlán. Mientras los pol icías contabi l izaban el arsenal en la bodega de narcos mexicanos, descubrieron que las cajas donde guardaban sus municiones tenían estas insig- nias: IMG (Industria Militar Guatemalteca). Ademá s s e leía en ella s brica de municiones del Ejército”. Había cartuchos 5.56 para Galil y M16, precisamente el tipo de fusiles que robaron en la bodega militar. También había lanzagranadas y municiones para este tipo de artefactos: granadas 40 mm, ambos equipos forman parte del arsenal desaparecido. Como también forman parte de las armas perdidas, las granadas de mano M26A2. Una fuente vinculada a l a investigación de las armas des- a parecidas con f irmó que el número de lote de las granadas 40 mm halladas en Amatitlán ( cuya nomenclatura empieza con este registro EC-84D610) pertenece justamente al lote que desapare- ció. Y además, 157 granadas de las 500 que se decomisaron en Playa Grande, Quiché, el 28 de marzo, corresponden a la misma serie. Valenzuela no quiso conf ir- mar este dato. SOLDADOS EN BÚSQUEDA Los operativos antinarcóticos real izados por la Pol icía desde f inales de 2008 hasta hoy cuen- t an con invitados especiales. Agentes del Ejército se han pre- sentado en Cobán, Petén, Izabal, Huehuetenango y la capital para tomar nota de qué se incauta a f in de establecer si en las armas decomisadas ha ll an su arma- mento robado. A Amatitlán el resultado posi- tivo. En las fotos de prensa del operativo se ven kaibiles e inclu- so agentes de Inteligencia Militar alrededor del operativo. Pero apenas son alegrones de burro. Lo que hallaron en las dos últimas operaciones apenas es un porcentaje de todo lo perdido. La Policía aseguró en ese en- tonces que el grupo de Amatitlán era una célula de un cartel mexi- cano instalado en el país, vincu- lado, como suele suceder ahora, a Los Zetas. En el allanamiento de aquella bodega, de hecho, se conf iscó un vehículo con placas mexicanas. Sus dueños resguar- daban dentro de ese local parte del tesoro perdido del Ejército de Guatemala. EL PERIÓDICO Guatemala, miércoles 3 de junio de 2009 NACIONALES 3 ¿ADIVINE QUIÉN provee las armas de los narcos que operan en el país? 1. Ellos fabrican sus propias pistolas. 2. Importan sus fusiles. 3. El Ejército guatemalteco. La respuesta es la más irónica: los narcos están armados por la milicia guatemalteca. ¿ QUI É N ARMA A “LOS ZETAS” EN GUATEMALA? ARCHIVO/ELPERIÓDICO ARMAS RECUPERADAS miembros del Ejército trasladan el armamento hallado en autos de narcos.

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Nota en elPeriódico de armas robadas en un cuartel militar guatemalteco halladas en manos de narcos mexicanos.

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Page 1: Armas Robadas de Cuartel Militar en Manos de Narcos

Como si nada, de un fuerte militar desapa-recieron 500 armas. Ahora aparecen en los reductos narcos.

LUIS ÁNGEL SASelPeriódico

Cuando el 24 de abril ungrupo de narcotrafican-tes asesinó a cinco poli-

cías en Amatitlán, las autorida-des compararon el armamentode los narcos con el arsenal de unbatallón del Ejército. En esa frasese escondía, como suele sucedercon el lenguaje figurativo, una gran verdad: el grupo que asesinóa los policías utilizó municiones,fusiles e incluso granadas roba-das del almacén de armas delEjército de Guatemala.

EL ROBO

Los rumores de un robo grandeen la bodega de material de gue-rra del Ejército de Guatemala enla base militar Mariscal Zavala eran fuertes. Por eso en febrerode 2008 los jefes de ese depar-tamento emprendieron una ins-pección. Esta se extendió durantecinco meses y concluyó en julio.Los resultados revelaron indi-cios de robo, no se estableció la fecha pero la sospecha era quesucedió entre julio 2007 y enerode 2008.

La desaparición se notificóal jefe del Estado Mayor de la Defensa en ese entonces, pero la denuncia quedó sobre su escri-torio. Y diez meses después, enoctubre de 2008, a raíz de esa inspección, empezó un procesoformal de auditoría que concluyóa finales de diciembre.

El 3 de enero de 2009 le fueronpresentados los resultados al jefedel Estado Mayor de la Defensa, elgeneral Juan José Ruiz Morales:faltaban más de 500 armas entrepistolas, fusiles, ametralladoras y lanzagranadas. Además de más

de un millar de granadas de dife-rentes tipos y miles de miles demuniciones.

Él notificó al Ministro de la Defensa, Abraham Valenzuela,y según Valenzuela, de inmedia-to lo denunció ante el TribunalMilitar y pasó además la noticia al Presidente Álvaro Colom.

¿Cómo salieron las armasdel almacén de municiones?El lugar es tan custodiado queparece un búnker: más de una decena de soldados hacen guar-dia día a día; para llegar o salirde él deben atravesarse dos ins-pecciones rigurosas, sin contarlos controles de ingreso a la pro-pia base militar en el MariscalZavala. ¿Cómo pudieron robarse500 armas y más de mil granadasde ese lugar? “Yo también me lopregunto”, respondió el ministroValenzuela, “por eso ya se está investigando para castigar a losresponsables”.

El Ministro, abordado hacedos días durante la ceremonia

de bienvenida al presidente Luiz Inácio Lula, no reveló detalles ni el número de armas robadas. Tampoco cuándo trasladó el hecho al Tribunal Militar.

La custodia directa del arma-mento corresponde, en primera instancia, a los guardalmace-nes, quienes se encuentran bajo el mando del Jefe de Servicio de Material de Guerra (SMG). El oficial que solicitó la auditoría formal que reveló el robo, coronel Carlos Toledo, según el ministro Valenzuela, se encuentra ahora en estado de disponibilidad. En la jerga militar eso significa que está de alta, pero alejado de su puesto mientras la investigación dilucida los hechos. Al mismo tiempo el Ministro descartó que el coronel Toledo sea el respon-sable y aclaró que esa separación corresponde a una medida que “facilita la averiguación”.

Un hecho relevante en esta denuncia fue el siguiente: que el día que concluyó la auditoría,

uno de los oficiales que constatóla desaparición escribió un acta a la cual tuvo acceso elPeriódi-co. En ella responsabilizó a dosmilitares de cualquier incidenteque sufra él o su familia: el mayorJairo Sierra y el capitán Pablo deLeón Franco quedaron inscritosen ese oficio bajo esa adverten-cia.

ARMAS PARA LOS NARCOS

Encontrar a los responsablesde armamento perdido en elEjército de Guatemala implica ese tipo de hechos: amenazas y miedo. Y encontrar las armasperdidas en este territorio parecedifícil. Pero no lo es. Aquí un día determinado se desata una bala-cera entre narcos y policías, y depaso se descubre un arsenal enuna bodega al sur de esta capital.Hasta el detective más perdidoencuentra pistas.

Y las pistas se revelaron a símismas en el allanamiento efec-tuado después del asesinato de los

policías en Amatitlán. Mientras los policías contabilizaban el arsenal en la bodega de narcos mexicanos, descubrieron que las cajas donde guardaban sus municiones tenían estas insig-nias: IMG (Industria Militar Guatemalteca).

Además se leía en ellas “Fábrica de municiones del Ejército”. Había cartuchos 5.56 para Galil y M16, precisamente el tipo de fusiles que robaron en la bodega militar. También había lanzagranadas y municiones para este tipo de artefactos: granadas 40 mm, ambos equipos forman parte del arsenal desaparecido. Como también forman parte de las armas perdidas, las granadas de mano M26A2.

Una fuente vinculada a la investigación de las armas des-aparecidas confirmó que el número de lote de las granadas 40 mm halladas en Amatitlán (cuya nomenclatura empieza con este registro EC-84D610) pertenece justamente al lote que desapare-ció. Y además, 157 granadas de las 500 que se decomisaron en Playa Grande, Quiché, el 28 de marzo, corresponden a la misma serie.

Valenzuela no quiso confir-mar este dato.

SOLDADOS EN BÚSQUEDA

Los operativos antinarcóticos realizados por la Policía desde finales de 2008 hasta hoy cuen-tan con invitados especiales. Agentes del Ejército se han pre-sentado en Cobán, Petén, Izabal, Huehuetenango y la capital para tomar nota de qué se incauta a fin de establecer si en las armas decomisadas hallan su arma-mento robado.

A Amatitlán el resultado posi-tivo. En las fotos de prensa del operativo se ven kaibiles e inclu-so agentes de Inteligencia Militar alrededor del operativo.

Pero apenas son alegrones de burro. Lo que hallaron en las dos últimas operaciones apenas es un porcentaje de todo lo perdido.

La Policía aseguró en ese en-tonces que el grupo de Amatitlán era una célula de un cartel mexi-cano instalado en el país, vincu-lado, como suele suceder ahora, a Los Zetas. En el allanamientode aquella bodega, de hecho, se confiscó un vehículo con placas mexicanas. Sus dueños resguar-daban dentro de ese local parte del tesoro perdido del Ejército de Guatemala.

EL PERIÓDICO Guatemala, miércoles 3 de junio de 2009 NACIONALES 3

¿ADIVINE QUIÉN provee las armas de los narcos que operan en el país? 1. Ellosfabrican sus propias pistolas. 2. Importan sus fusiles. 3.El Ejército guatemalteco. Larespuesta es la más irónica: los narcos están armados por la milicia guatemalteca.

¿QUIÉN ARMA A “LOS ZETAS”EN GUATEMALA?

ARCHIVO/ELPE RIÓ DI CO

ARMAS RECUPERADAS miembros del Ejército trasladan el armamento hallado en autos de narcos.