argentinidad y negriitud identidades secretas

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 ESTLTDIoS. Revistr de Inv€stigecioD$ L¡t4mri6 y Cultüales. Año 10. N" 19. Ceear, ene-ju1 2002, PP 145-159 ARGENTINIDAD Y NEGRITUD: IDENTIDADES SECRETAS ALEJANDRo Sot-olrr¡¡¡sxr Califomia State University. Los Angeles l-os discursos hegemónicos y homogeneizadorcs de la "identidad nacional argentina" amplifican la distancia entre las condicio¡es de existeÍcia objetivas y las imaginarias en fu¡ción de los intereses de los grupos de poder M¡ás allá de este enc¡brimiento simbólico de lo que sería la "a¡gentinidad"' hay una identidad nacional de la cual todas esas "represent¿ciones" son sólo una pafe. Desde esta perspectiva, las genuinas y fundamentales id€ntidades de la aÍioargentinidad ha¡ sido segregadas: se ha¡r vuel¡o secretas a desanollo histórico a¡gentino. Palabr¡s clave: argentinidad, afmargentinidad, identidad nacional aryentina. ARGENTINE AND NEGRITTJDE: SECRET IDENTITIES Hegemonic discourses on "Argentine national id€nti¡y" magÍify the dista¡ce b€twe€n üe objective and the imaginary conditions of existe¡ce according to the needs and b€neñts of üe blocks of power Behind this symbolic covering up of what would be üe "A¡ge¡tini¡y" therc is a nation¿l identity from which all tlEs€ distored rcpresentations arc mer€ly a sriall pa¡t. From this persPective the genui¡e and crucial identi¡ies of Afm-a¡gentinity have been segr€gaEd: üey have becone sec¡et th¡oug¡out the alienaled Argentine history- Key wo¡ds: A¡gentrnity, Afto-argentinity, A¡gentine national identity. El p€lig¡o afe.ta tanto a la iradición como a quienes la reciben. l-a misma amenaza pende sobre aúbos: la de llegar a ser instrumento de las clases dominantes. [. . .l ni siquiem los rDuenos estanín a salvo del enemiSo si ést€ gana. Y este enemigo no ha cesado de ser victorioso. w. Benjamin L¿ patria es el lugar donde ¡espi¡an los ausentes, cr¿frti de las pa¡edes de Fuert€ Apache (Buenos Aircs) 1) Advertencias pertinentes "Negritud" no se refiere en este artículo a una corriente estética, a una cosmovisión o a un movimiento político. En principio señala la presencia y los aportes de la población de origen africano, con mayor o menor grado de mixtura étnica. en los procesos "culturales" (en los rniás amplios sentidos posibles de esta

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Identidad y presencia afrodescendiente en Argentina

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  • ESTLTDIoS. Revistr de InvstigecioD$ Lt4mri6 y Cultales. Ao 10. N" 19. Ceear, ene-ju1 2002, PP 145-159

    ARGENTINIDAD Y NEGRITUD: IDENTIDADES SECRETAS

    ALEJANDRo Sot-olrrsxrCalifomia State University. Los Angeles

    l-os discursos hegemnicos y homogeneizadorcs de la "identidad nacional argentina" amplifican ladistancia entre las condicioes de existecia objetivas y las imaginarias en fucin de los intereses de losgrupos de poder Ms all de este encbrimiento simblico de lo que sera la "agentinidad"' hay unaidentidad nacional de la cual todas esas "representciones" son slo una pafe. Desde esta perspectiva, lasgenuinas y fundamentales idntidades de la aioargentinidad ha sido segregadas: se har vuelo secretas atravs del alienado desanollo histrico agentino.

    Palabrs clave: argentinidad, afmargentinidad, identidad nacional aryentina.

    ARGENTINE AND NEGRITTJDE: SECRET IDENTITIES

    Hegemonic discourses on "Argentine national idntiy" magify the distace btwen e objective and theimaginary conditions of existece according to the needs and bnets of e blocks of power Behind thissymbolic covering up of what would be e "Agetiniy" therc is a nationl identity from which all tlEsdistored rcpresentations arc merly a sriall pat. From this persPective the genuie and crucial identiiesof Afm-agentinity have been segrgaEd: ey have becone secet thougout the alienaled Argentinehistory-

    Key wods: Agentrnity, Afto-argentinity, Agentine national identity.

    El pligo afe.ta tanto a la iradicin como a quienes lareciben. l-a misma amenaza pende sobre abos: la dellegar a ser instrumento de las clases dominantes. [. . .l nisiquiem los rDuenos estann a salvo del enemiSo si stgana. Y este enemigo no ha cesado de ser victorioso.

    w. Benjamin

    L patria es el lugar donde espian los ausentes,crfrti de las paedes de Fuert Apache (Buenos Aircs)

    1) Advertencias pertinentes

    "Negritud" no se refiere en este artculo a una corriente esttica, a unacosmovisin o a un movimiento poltico. En principio seala la presencia y losaportes de la poblacin de origen africano, con mayor o menor grado de mixturatnica. en los procesos "culturales" (en los rnis amplios sentidos posibles de esta

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  • palabra) que tuvieron desarrollo en Io que actualmente llamamos territorio argentino(la "Banda Oriental" no puede ignorarse durante ciertos momentos de esta historia).De ningn modo se presupone en estas reflexiones el ms mnimo nivel de creenciaen alguna forma de "esencialidad" predeterminada en funcin de nociones como la de"raza", o de caactersticas fsicas tales como el color de la piel, la contextua sea odiversos rasgos fisonmicos. El concepto de "raza" es un concepto "racista'.

    Variados e interesantes cuestionamientos a diferentes concepciones de la nocinde "negritud" pueden leerse en "Saludo y despedida a la negritud" de Ren Depreste(1977 y 1986), Against Race de Paul Gilroy (2000) y el clsico Black Skins, WhiteMosks deFrantzFanon (1967). Un abordaje, aun esquemtico a este tema, daa lugara numerosas pginas y excede, por lo tanto, los objetivos del presente trabajo.

    Retomando el ttulo de este artculo resulta oportuno destacar que la unin de lasnociones de "Negritud" y "Argentinidad", irnica y marcadamente, configura unoxmoron que pareciera referi a una entidad imposible'; y pone de relieve, por elmismo motivo, el cacter contradictorio propio (y en cierto grado absurdo) delproyecto hegemnico de la nacionalidad argentina: "set el pas ms europeo deAmrica Latina". La dramtica crisis actual del pas pone de manifiesto la enormcdistancia entre las condiciones de existencia imaginarias y las objetivas de eslcproyecto. Estas ltimas lo acercan, en el ao 2002, a niveles de pobreza yconfliltividad comparables a las que sufren otras naciones latinoamericanas e inclusoafricanas (proposicin que hubiera sido considerada absurda a finales del ao 2001).

    Hasta el momento en que los discursos hegemnicos y homogeneizadorcs de la"identidad nacional argentina" fueron formulables y crebles, la distancia ene lascondiciones de existencia objetivas e imaginarias de la poblacin tenda (y antiende) a amplificarse en funcin de los intereses ms inmediatos de los gmpos depoder predominantes. Esta relacin, directariente proporcional a las especficasconveniencias simblicas y materiales de dichos gmpos de poder, y por definicincontradictoria con el mundo de la expedencia, conduca a una notable distorsin (eincluso inversin) de la coherencia referencial. De este modo un ro en el que jamsse encontr plata, que o conduce a Potos sino hacia las selvas misioneras y cuyocolor es definidamente marrn, se denornin Ro de la Plata; la efectiva y totalabolicin de la esclavitud que recin tuvo luga en l86l suele situarseautomticamente en 1813; el exterminio genocida y sistemtico de la poblacin

    I No slo en tanto los argentinos en general crcen que la poblacin del pas es .luamenre" blalca sinoen cuanto que el latinismo culterao deivado de "agentud" con el que se denomina a la nacinimplica blacua. Paa enEar en detalles acerca de la denominaci del pas puede consultarse Elnobrc de Ia Areeutina de .rgel Rosenblat. En esre libro no se fomuian las proposiciones queexpond a continuacin acerca del Dobre "Agen!ina", pem ledo en Fofundidad no las contradicey puede incluso llegr a postuiase que las sosliene.

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  • aborigen adquiri el pintoresco nombre de'Campaa al Desierto" (1879),; los golpesde estado antipopulares se denominaron "reyoluciones libertadoras" y el secuestro,tortura y asesinato de opositores polticos (o de meros "sospechosos,'),"desapariciones".

    La incontrolable crisis econmica que se desencaden a partir del inicio del ao2002 clausur po completo y definitivamente la ilusin de una Argentinasupuestamente incorporada al "primer mundo"

    -promocionada por el camaval

    menemista- y explicit, de manera ya irefutable, la grieta absoluta entre el discursohegemnico y la experiencia popular, o entre las condiciooes de existenciaimaginarias y objetivas de la nacin.

    La negacin de los ap,ortes de la "negritud" en la configuracin de la "identidadnacional" y el sistemtico menoscabo del rol inmenso que incluso su mera distorsinha jugado en la constitucin del imaginario argentino es slo un eslabn ms en lacadena de inversiones referenciales que venimos observando. Mi propuesta afirmaque el rol de la "afroargentinidad" es absolutamente decisivo en la configuracin dela "argentinidad", ya sea tanto en su versin hegemnica imaginaria como en su msconcreta (material) manifestacin emprica.

    El presente informe intnta condensar en unas pocas pginas los rcsultados deuna investigacin que acare ms de dos aos de lecturas, reflexiones, discusiones,entrevistas, relecturas de "clsicos" de la literatura argentina, reinterpretaciones deprcticas y producciones de su cultura popular, bsquedas de textos "primarios" quenunca antes haban sido reproducidos y cuyo hallazgo haba ltegado a piuecer, enalgunos momentos, un hecho de improbable realizacin.

    S que muchas de las afirmaciones que propond a continuacin corren el riesgode parecer extremadas y carentes del fundamento necesario, al menos en el contextode estas breves anotaciones'. Sin embargo, es un riesgo que merece se afrontado:ante la contundencia innegable y asombrosa de las ccindiciones sociales de laArgentina en este comienzo del siglo xXI, las refutaciones simplistas (de las cuales herecibido no pocas, justamente por pafe de compatriotas al comienzo de misinvestigaciones), o basadas en doxas ya establecidas y reptoducidas sincuestionanientos, no dejan de vislumbrarse como cmplices del lamentable estado decosas al que los argentinos hemos llegado.

    El nmero de vctims no suele aparecr en los librcs de histoia. Daliid Ut^s en Inios, ejAl:ito )'funlea (1982\ prcFn.ne una cifta de cincuent mil asesinados en un pas que no llegaba a los dosmillones de habitates. Detrera tambin considese dento de esros abusos la emigcin forzada yla apropiacin ilegtima de los renitorios de los aborgenes sobrevivientes.Admito, reconozco y advieno que carczco del espacio suficiente paa siquiem adenEane en unadelimitacin de lo que llarDa "Aenrina":

    lre otms cosas los apones insoslayables de los pueblosamerindios en la configuacin de lo "argentino" (vase al respecto Gn, de Ia tierra. Ministrio de

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  • En el presente contexto la curiosidad empieza, entonces, a ser un requerimientoms bien del orden de lo tico que de Io gnoseolgico y los argentinos nos vemosobligados a mirar muy crticamente hacia el pasado para poder acordamos del futurocon un mnimo de coherencia y lealtad hacia nosofos mismos.

    2) Historia dernogrfica nnima

    Es un hecho comnmente aceptado, aunque poco recordado y difundido, quedurante el siglo xx la poblacin afroargentina conformaba un enorme segmento de lapoblacin de la Repblica Aentina- De acuerdo con los censos y registros de la pocaeste altsimo porcentaje haba oscilado en la ciudad de Buenos res, dependiendo delmomento en cuestin y de la interpretacin de los documentos, entre el 20 y mrs dl30Vo de la poblacin total hasta bastante avanzado el siglo. Este hecho, si bien pocomencionado, se considera como una verdad histrica irrefutable al menos hasta elaol87l, ao en el que la epidemia de fiebre amarilla haba dado, segn la versinoficial, el golpe de gracia final a ese sector de la poblacin. Sector que, por diversasr.vones, se hallaba encauzado en una pendiente de decadencia y rctroceso que, ohabra sido permanente o se habra iniciado y/o acentuado despus de la cada de JuanManuel de Rosas en 1852. Entre las razones del decrecimiento demog4fico se suei.menciona su panicipacin activsima en las primeras lneas de fuego durante lasguerras de la independencia, pero sobre todo en el genocidio denominado Guerra delParaguay o de La Triple Alianza (185-1870)i bajas tasas de natalidad y muy altas demofalidad, debidas a las malas condiciones de vida de este sector ubicado entre lascapas sociales mis desfayorecidas; el cese del trifco esclavista, los procesos demestizaje "hacia ariba" o "blanqueadores" (explcitamente pensados y expresadosdesde el maco perceptivo racista) y el motivo ms decisivo e inevenible: elcrecimiento inconmensuable de la inmigncin europea entre 18'10 y 19204.

    Normalmente, quienes estudian la hisioria de la cultura atgentina sealan losefectos que semejante "invasin" produjo en las elites y los grupos poblacionalesoriginarios "blancos". Considero no menos relevante interrogarse acerca de lasalteraciones que dicho proceso inmigatorio producia en la experiencia de losgrupos poblacionales afroargentinos: aquellos que rivalizaran con los nuevoscontingentes por la ocupacin de espacios sociolaborales y, en definitiva, aquellos

    Cultua y Educacin: 1993), los anlcdentes coloniales y el rrco esclasla, los diveryentesproyectos emancipadores, la comunidad cuhural e histrica de la regin rioptalense, la confedercinaniguista de "los pueblos librcf', los proyectos altemarivos.

    4 Transcito a ccmtinuacin, de la historia aryentina de David Rock. un cuadro estadstico que ilustra eloleaje de "hombres blancos" srr-europeos que aibao a Buenos Aires slo entre 1871 y 1880, unaciudad que hasta l8zt0 apenas haba rondado los 65.mO habitantes:

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  • que estaban destinados a "desaparecer" como grupo de referencia social aconsecuencia del desanollo del proceso inmigratorio en s mismos.

    Sin embago, plantease la posibilidad de este tipo de cuestionamientos requiereencarar la historia demogfica argentina oponindose a la "invisibilidad de lanegritud", sistemticamente instalada y naturalizada para la miada argentina, ypercibir el "genocidio discursivo" al que dicha poblacin ha sido sometida. Comobreve ejemplo de este procedimiento ideolgico (rodra hacerse un muestreorepresentativo prcticamente interminable) cito unas alucinadas palabras de DorningoF. Sarmiento en el Fcndo:

    La adhesin de los negros dio al poder de Rosas una base indestructible.Felizmente, las continuas guerras han exterminado ya la parte masculina deesta poblacin, que encontraba su paia y su manera de gobemar en el amoa quien serYa (19?1: 294).

    Semejate ahrmacin, proferida en '1845, no slo falsea notablemente lareferencia de la experiencia social ms evidente e inmediata a su contemporaneidad(y, al menos, a la de las siguientes tres dcadas) sino que se subordina totalmente alimbito de los deseos personales de su emisor: en el caso especfico de Sarmiento strata del delineado de un proyecto de pas. Semejante licencia potica resultainadmisible para el ecuento de la historia demogri4fica que venamos realizando.

    Vale destacar, entonces, que este relato de los hechos, que una autoridad nacionalcomo Sarmiento impugna desvergonzadamente, resulta, ya de por s, denho de laimagen contempornea del pasado nacional atgentino, un notable ejercicio dememoria activa que contradice y amenaza a la autopercepcin "blalco-europeizante"de la argentinidad. Sin embargo, aun este recuento y registro de la presenciaafroargentina constituye una versin ya frltrada y notablemente diluida.

    Ao ............ N' de lnmi$antes1871 _.__...._....._..... 20 9331472 .................... 31.1371873 .................... 7 6.332187 4 .................... 6A.2271875 .................... 42.0361876 .................... 30.951877 .................... 36.3251878 .................... 42.958I 8?9 .................... 55.1551880.................... 41.51 (David Rock, 1987:142).

    5 Vase el lisis de Ludrner sobre el Mln Fierm en su clsico El nem Eauchesco. Itn trataasobre lo pata (1988), y el estudio de Calos Aftamirao y Beatiz Sarlo acerca del caftpo intelectualdel "Centenario" en rrayos Artenti\os (1983).

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  • Aunque todo lo mencionado hasta aqu acerca de los porcentajes de poblacin nodeja de tener su gado de validez (y se fundamenta en documentacin existnte), hayciertos elementos que problematizan su objetividad y la relativizan como un relatoutilitario a los intereses, en este caso simblicos, de grupos de poder hegemnicos.Sin tomar todava en cuenta la participacin esencial de los afroargentinos en elentramado de acciones militares, polticas y culturales que cornenzaran a configurallo que denominaremos la "argentinidad", y refirindonos slo al mero dato elementaldel ndice poblacional, al menos cuatro diarios de viajeros proponen porcentajes depoblacin afroagentina mucho mayores a los establecidos por los censos oficiales. Ellibro de George Reid Andrews Los afroargentinos de Buenos Aires (1989, versinoriginal en ingls de 1980) realiza un estudio profundo y minucioso de la evolucindemogrfica de la comunidad y cuestiona abiertamente la veracidad de los regishosoficiales. Si bien el decaimiento y la desaparicin final de los afroalgentinos comogrupo de referencia social (o al menos como un sector con peso y presencia visibles)es un hecho indiscutible, este dececimiento poblacional no fue tan temprano ni tanveloz como se lo ha rgistrado, ni se ajusta con exactitud a las lgicas con las que selo ha pretendido explica. Andrews demuestra (o al menos formula de un modo muyconvincente) que "la declinacin demogrfica de la poblacin negra y mulata deBuenos Aires fue acelerada artificialmente mediante el uso engaoso de lasestadsticas oficiales" (1989: 113).

    Entre los innumerables elementos que cuestionan la versin oficial puedesealarse que hay peodos de crecimiento tanto Porcentual como absoluto de lapoblacin afroargentina y que, si bien es cierto que el estallido del crecimientoinmigratorio europeo puede establecerse en 1870, se trata de un proceso gradual quese ir acentuando y que no puede producir como efecto la invisibilidad inmediata deuna presencia afroargentina ms que centenaria y an existente. De hecho, a finalesde esa dcada se registra un florecimiento de la prensa afroargentina de Buenos Ailescuyos rganos de mayor duracin fueron fundados entre 1876 y 1880, y unfonalecimiento de sus sociedades de auda mutua.

    Podra llegar a proponerse una suerte de "renacimiento" cultural afroagentinoque tuvo su desarrollo durante las ltimas dcadas del siglo xIx cuandosupuestamente (y no slo para las declaraciones malintencionadas del "genocidiodiscursivo" sino incluso para los registros "imparciales" de la "historia oficial) los"negros" haban dejado de existir o se haban "extinguido". Publicaciones peridicascomo Los Negros (semanal, 1869), ln lgutldad (semanal, 1873-1874), La Juventud.(publicado cada diez das, 187-1878) o Ia Broma (quincenal, 1878-1883) nosmuesan una intensa actidad intelectual letrada por parte de la colectividadafroargentina que se identifica a s misma en un ejercicio explcito de reivindicacintnica. En este sentido dejo de lado, por el momento, los apofes afroafgentinos al arte

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  • payadoril, su caudalosa e imprescindible contribucin en la conformacin del tago,tanto en su dimensin musical y coreogffica como en la potica, y los aportes a lams tpica cocina criolla.

    El sealado estallido de la prensa afroagentina refleja una reafirmacin identitariagupal frente al avance de la inmigracin italiana sobe los espacios de la culturapopular, pero manifiesta tarnbin la maduracin intelectual letrada de la colectividadafroargentina y la divenificacin de sus espacios y confrontaciones intemas. Un estudiomediaamente cuidadoso de esta temtica ocupara no menos de unas cincuentapginas. De todos modos me parecen de imprescindible mencin los lbros Primerosversos (1865) y Horas de medtacin (1869) de Horacio Mendizbal, Recuerdos yEsperanzas (18?0) de Miguel Luis Nogrem, Benemritos de mi estrpe (1899) deJorge Miguel Ford, los poemas de Mateo Elejalde y el inolvidable y cuestionador"Canto al frica ' de Casildo Thompson que indudablemente (al igual que muchos delos textos mencionados) debera ser incluido dentro del canon liteariolatinoamericano. Salvo por el estudio de Marvin Lewis, Afro-Argentne Dscourse.Another Dmension of the Black diaspora (1996), estos textos pernanecen en sumayora ignorados (incluso el mismo I-ewis pareciera no haber tenido acceso al librode Miguel Luis Noguera). De ms est decir que los integrantes de la ctedra deLiteratura Argentina I (siglo xx) de la Universidad de Buenos Aires desconocen porcompleto incluso al mismo Horacio Mendizbal (nico autor afroargentinoescuetamente mencionado por Ricardo Rojas en su historia) corno me consta porconversaciones personales realizadas durante el ao 2000. Sinceramente no creo quela situacin haya variado mucho (al menos en este imbito especfrco) en el lapsodesde entonces tianscurrido.

    6 Uno de los rxs bllos testimonios de la versificcin payadorcsca afroagentina se encuentra en laclebre payada filosfic a &l Martn Fierro de los Hemdez, clmax potico de la segunda parta dellibrc. Este texto.ha sido [nuciosarente estudiado por Jorge Luis Borges en "El escritor argeDtiDo yla tadicin" donde implcitamente sugiere que la payada entre El Moreno y Matn Fierro refleja opudiea haber sido toma del rcpetorio payadoril annimo. Remontindonos al pasado no 'tscrito enel airc" de esta tradicin potica. uno de los primeros cultores del que se tenga registro histrico esJoaqun l,enzina ("Asina"), quien mercci el ttulo de "el payado de Afigas". Hijo de esclavosaFicaos fue berado po el ifatigable "potector de los pueblos libres" y fue pafe desde un primermomento de esa gesta paritica bprtaria. Del estudio de su obra recopilada por Hammerly Dupuy yHamerly Peveini (1951), se desprende que desempe, en otras teas, lo que podra denominasecomo ministrio de propaganda y cultum de la liga atiguista. Despus del ftacaso milita del pcer,10 acompal hasta el frnal en los lagos aos de su exilio paraguayo. P otra parte, el payador Insafamado, escrito inmerecidamen ignorado, fue el afroagentino Gabino Ezeiza. Sus textos so det interesant lectura como de difcil halazgo, salvo escasas recopilaciones pstumas comoRecuerdos del payador (1946). Debemos remitirnos a sus publicaciones origir,a]'es (Nuevos cancionesinditat ll997l, Lo Batalln de Mapo ll9l0l, Gloas Racales 11916l).

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  • Los apofes afroatgentinos a la cultura popular y a la historia militar del pas hantenido mayor reconocrmiento y pueden mencionase muchos libros (algunos clsicoscomo Cos4s de negros de Vicente Rossi u9261 o Morenqda de Jos Luis Lanuza[948]) cuyo objetivo es rescatar y enfatiza la relevante presencia de la afro-agentinidad 9n nuestra historia mita y cultural con especial insistencia en laevolucin que va del cadomb al tango. Los estudios de Rodrguez Molas (l.amsica y la danza de los negros en el Buenos Aires de los siglos w t y xN 95'11),Ortiz Oderigo (Aspectos de la Cultura Africana en el Ro de la Plato 19741), OscarNatale (Buenos Ares, Negros y Tango ll984l), Dina Picotti (la presencia africana ennuestra identidad. fl998l) y el ya citado de Reid Andews forman parte del materialindispensable para empezar a pensf esta Foblemtica.

    3) Principio constructivo del imaginario nacional argentino

    Este es un artculo, como venimos viendo, acerca de la identidad argentina y suprofunda conexin con la afroargentinidad. El presupuesto bisico es que, ms all delos relatos, encubrimientos y rodeos acerca de lo que sera la "agentinidad", hay dehecho una identidad nacional de la cual todos esos discursos son slo una parte.Desde esta perspectiva ras idendades genuinas (muy especialmente las de la"negitud") han sido segregadas, se han vuelto secretas a uavs del alienadodesarrollo histrico de nuestro pas.

    Una de las experiencias que me indujeron a investiga profundamente y aelaborar las presentes concepciones acelca de la problemtica afroargentina (que enrigor debera denominase lisa y llanamente "argentina ') fue una relectura distanciadlde la literatura cannica argentina del siglo xx centrndome sistemticamente en lasrepresentaciones de la comunidad "negta" o de individuos pertenecientes a ella. Deeste modo los ms grandes clsicos del siglo xlx, los que podran considerarse las"ficciones fundacionales" de la argentinidad ----como El m(.tadero de EstebanEchevetfa, Amalia de Jos Mrmol y el Mann Fierro de Jos Hernndez- se merevelaron como textos surcados o, mejor an, invadidos por afroargentinos. No setataba solamente del numeroso porcentaje poblacional del que estos textos dabancuenta, adems del trasfondo material all representado. Una cuestin esencial, o queapuntaba ms claramente a la configuracin identitaia en s misma, se haca presente:"negras" y "negrcs" cumplan, con mayor o menor centralidad, roles determinantesen el desarrollo de las naraciones. Los grandes relatos fundacionales de lanacionalidad gentina ("blanca") se delineaban recortndose contra, o encontrapunto con, masas o individualidades "negfas".

    Este rasgo, coincidente en los tres clisicos citados, poda verse repetido aunquea veces con menor insistencia, tal vez no con menor intensidad, en otfos textos del

    t52

  • siglo xx. Lo que resultaba ms sorprendente no era la irrespetuosidad, el odio, eldescuido caente de intenciones o incluso el excepcional y vago aire reivindicativocon que los autores incorporaban a estos personajes, sino la inevitable

    -"objetiva"-visibilidad que estos personajes posean ms all de la ceguera hacia la negritud o dela ambigua negatividad implcita que de alguna manera los textos parccan transmitirLo que me llamaba la atencin, en definitiva, no eran tanto las representacionesliterarias ("blancas") de la afroargentinidad en s mismas, absolutamente ineludiblessi consideramos la base poblacional de las primeras siete dcadas del siglo xx, sinoel carcter conflictivo, o al menos espinoso, de su visualizacin: esa misteriosadificultad para percibir la indudable relevancia que estos personajes posean almomento de establecer lecturas del imaginaio de la identidad nacional argentina.

    La primera respuesta que me pareci sensata era que el problema se encontrabamucho ms en el lector (y en las lecturas ya hechas de esos libtos) que en los textosen s mismos, Esta pista inicial me llev a cuestionarme si no exisfa, ms all de loespecficamente literario, algn conjunto de operativas simblicas propias de lacultura argentina (cultura en el sentido rns amplio posible) que coherentemente seaplicaban a domesticar o formatear la perceptividad de lo afroargentino de manera talde minirnizar su peso (decisivo en el transcurso de nuestra historia), y a producir unaceguefa sistemtica (o distonin) de la "negritud" en el rea de nuestros parimetrosidentitarios. Sin lugar a dudas el obscurecimiento de la presencia y los aponesafroalgentinos era un hecho imposible de negar: la desproporcin entre la cambiantebase poblacional afroargentina y sus representaciones evidenciaba una claa represinde este componente en la configuracin del imaginario nacional agentino.

    Este es el eje a partir del cual se organiz mi investigacin: la represin y lasrepresentaciones de la afroargentinidad en la configuracin del imaginario nacional.Puede notase de entrada que si bien los referentes y significados reprimidos yepresentados pueden globalmente cataloga$e como "negritud agentina", losemisores de estos signifrcantes que reprimen y represenan quedan sin determinase,flotando en la ambigedd. Este hecho es coherente con la postura antiesencialista de.estas reflexiones: mi estudio se ocupa tanto de las producciones simbcas hechaspor afroargentinos como de las realizadas pror la "blanquedad atgentina"T. Cabesealaf que hay cruces y mezclas y que no puede ptoponerse una coincidenciaabsoluta entre negritud y africaismo y entre blanquedad y europeismo; HoracioMendizbal, poeta romntico afroargentino (como ya he comentado, increblementedesconocido dentro del campo acadmico argentino), posee una potica ms bieneuopeista. Por otra parte, la crtica comnmente tiende a prejuzga a la poesa

    ? Utilizo delibradamente la palabra "blanquedad" en vez de blancua para manifest el proceso dconsuccin conhario y n paalelo al de la 'hegritud".

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  • afrofederal como escrita por sujetos "blancos" (posicin con la que, en lneasgenerales, disiento, aunque evidentemente se registran algunos textos en los que la"voz negra" es impostada por emisores "blancos").

    Este antiesencialismo no pesupone de ninguna maneta una suefe de negacinposmodema de las identidades: permanentemente pennanece, claro, que hubo ungnpo opresor (euroargentino) identificado con un concreto sistema ideolgico-cultural (eurocenirismo capitalista) y diversos gnrpos oprimidos. En este sentido, sibien indudablemente la reconstruccin de la cultua afroargentina es necesaria paraacercase al problema, el objetivo cenal no es esta reconstnccin, sino la delpoceso global que la hace necesaia: en gran medida la historia de la "negritudargentina" no es sino la historia de la "blanquedad argentina'que no queremos ver entanto tal o que se nos autorrepresenta "eyidentemente" como mera "argentinidad".

    Ren Depestre, refirindose a las poblaciones latinoamericanas sostenalcidamente que:

    En la caza etnocentrista de africanismos, antroplogos y etnlogos hanmartenido la herencia europea fuera del alcance de sus inventarios [...] Noexiste una etnologa de las "capas blancas" de nuestras poblaciones (1977:339).

    Esta inyersin de la perspectiva est en la base de mi propuesta: no se trata dereivindicar y demostrar las contribuciones de races africanas en la configuracin de lopopular argentino, o de destacar los aportes de individuos afroargentinos a la "altacultura" del pas', sino de analizar la manera como esos materiales son obtumdos oreconfigurados en la construccin del imaginario nacional argentino. Sea.una especiede etnologa al revs en la que para poner en cuestin al discurso hegernnico yrevela sus mecanismos oprativos se hace necesario asumir la perspectivasubaltemizada, Entonces, las prioridades de este estudio son dos mutuamenteimplicadas: tnr un lado es4 el restablecimiento de la(s) identidad(es) secreta(s)afroargentina(s); por el otro, esta reconstruccin . . la condicin de posibilidad parapoder leer, a travs de sus muy diversas represc, .aciones, su reverso: la verdaderaidetidad y funcionamiento de las clases dominntes de la nacin.

    Considero entonces que la obstinada obhracin del componente poblacionalafroargentino es uno ms de los correlatos, efectos y procedimientos del principio

    8 Varios afroagentinos conipletaron estudios musicales becados en Eurcpa (se regisa incluso unestudiante de bellas afes en ess condicioDs) o, como el mencionado Mendibal, produjeron poesadentso de los cdigos de la "alta cultur" occidental, lo cual en s mismo no tiene nada de so?rndeneslvo el nolable silencio en que quedao sumergidas sus existencias.

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  • consuctivo que ha regido la configuracin hegemnica del imaginario de laidentidad nacional. Dicho principio constructivo puede sintetizarse como unaoperativa de "blanqueamiento" simblico (civilizacin, euopeizacin, occidentali-zacin) de un espacio supuestamente .desrtico" y ..anacninico,' y de algunos de suselementos ttadicionales y/o populares que entonces pueden pasar a integrarse, ya"desbarbarizados" (blanqueados), en la fluencia ..histrica,' del mundo onto_lgicamente superior de la civilizacin occidental en tanto aportes materialmentesudamericanos pero formalmente europeos. Este procedimiento implica laenunciacin de significantes que no slo no concuerdan con sus referentes sino queintencional e interesadamente tienden a su negacin o d.istorsin con la finalidad deincorporarlos reconvetidos dentro del imaginario.

    Por supuesto que no existe un nico imaginario nacional ni siquiera dentro delrnismo campo hegemnico. Se tata siempre, tanto paa el campo hegennico comopara el campo subalternizado, de un espacio de disputa permanente pero tambin denegociacin, acuerdo y transformaciones. En momentos de enfrentamientosirreconciliables ente ambos sectores el proyecto hegernnico termina imponindosemediante el uso de una violencia que en ocasiones ha alcanzado en la Argentina unadescontrolada (aunque planificada) dimensin genocida.

    Centrindome ahora en la imposicin violenta de un proye{to de pas, realizar unanlisis del significado del nombre "Agentina" en tanto l misma denominacine,mediante su evidente caga atributiva de identidad imaginaria, constituye de por suna macada negacin de la "negritud". puede sealarse a la ciudad de Buenos Airescomo el lugar de formulacin de un proyecto de argentinidad que lograr someter alos teritorios interiores en su dinimica de represin de lo autctono y exaltacin delo europeo. Eyidentemente no se.tata de una operativa apenas simbca, sino de unproceso cuyas consecuencias polticas y econrnicas subordinarn a las ,,provinciasUnidas del Sur" a los intereses de la expansin capitalista occidental. En funcin deeste proyecto de nacin el nombre del pas resulta marcadamente significativo para laconfiguracin de su imaginario: basta solamente contrastaxlo con los nombres de suspases limtrofes para nota su peculiaridad, El nico que no se denomina medianteuna palabra no aborigen es Bolivia, cuyo nombre si bien no comunica de maneraexplcita una diferenciacin respecto de lo europeo, al menos sigue aludiendo a unaconstelacin semntica inderendentista.

    "Argentina', palabra hoy ligada inevitablemente a las imgenes de la llanurapampeana y de lo gauchesco, es en su origen un latinismo culterano derivado de lapalabra latina "argentum", la cual se refera a la plata en tanto metal precioso y, pror

    9 Como seal en la nota I , el libro de ngel Rosenblat puede ser de utilidal para una indagaci acercade la denominacin del pas.

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  • aadidura, a los objetos producidos con ese material; por ltimo (ste es el orden quepropone el diccionario Vox l-atno-Espaal) tambin aluda a las monedas de plata yal dinero en general. En el Ro de la Plata, o al menos en Buenos Aires, "plata" es laexpresin ms frecuente pra expesar dinero, papel moneda o, ms en abstracto,riqueza material. La palabra "dinero" responde a un registro dialectal de mayorformalidad en un uso coloquial, su aparicin puede resultar afectada o marcada. Delmismo modo la asociacin que aparece inmediatamente ante el significante "plata ' noes el metal sino el papel moneda circulante: de un modo no explcito, pero tampocodemasiado velado, la nacin y el dinero aparecen vinculados y tienden a identificaseen el nombre del pas. Curiosamente, y en consonancia con el procedimientosimblico que vengo proponiendo, en el territorio agentino jams se extrajo bajoexplotacin sistemtica un gramo del metal precioso al que alude su nombre. Encambio, su carga significativa se asocia a las nociones de moneda y expansincapitalista (muy irnicamente, podra agregarse, en el final del ao 2001). Al mismotiempo, mediante la palaba latina "argentum", se expresa un homenaje a la "altacultura europea" concebida como la evolucin de la tradicin grecolatina. Laresonancia sensorial y simblica de la plata metlica implica adems, muyespecialmente, la imagen de blancura, configurando en definiva una afirmacin delo blanco europeo y una negacin o "lavado" de la negritud (africana e inclusiveamerindia). En 1880, cuando acababa de ser exterminada la poblacin aborigen sefunda la ciudad capital de la provincia de Buenos Aires. Como una coincidencia querefuerza esta perspectiva cabe sealarse que fue bauzada con el nombre de "LaPlata".

    4) La Argentna otra

    Hubo, ha quizs habr, una Argentina de "presencias reales", de unacorporalidad concreta e irrepetible que perrnanece detts de los discursoshegemnicos y su sustitucin de memorias. Acceder a las voces nunca odas, .percibirlas en su particular corporeidad no slo es re-contextualizar las emisiones deldiscurso hegemnico, o incluso ampliar y alterar su significado, encontrando losposicionamientos desde donde sus textos, funcionales a los intereses de las clasesdominantes, revelan sus dimensiones ms inaceptables. De un modo an msrelevante, esta operativa significa simultineamente una tansformacin del pasado. Ysi nuestro pasado se corporiza de manra transparente como "otro", forosamente es"otro" el entendimiento que debemos hacer de nueso presente y otras respuestasaltmativas se nos formulan como posibles ante el horizonte de la construccin denuesho futuo-

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  • The Black Atlantic (1993) y Against Race. Imagning Politics Beyond the ColorLne (20O0) de Paul Gilroy son dos libros que pueden ayudarme a sintetizar estasreflexiones. En el primero se resquebrajan los lmites de las "comunidadesimaginadas" nacionales para visualizar la conhguracin de hadiciones identitariasvinculadas a la comunidad "racial", pero no en un sentido racista o esencialista sinoen virtud del padecimiento de una seie de experiencias culturales y socio-econmicasequiparables, comunes a determinados sujetos grupales. Desde este punto de vista, lanocin de "negritud a.rgentina" cuestiona la versin oficial de la imagen e historia delpas para inter?retar las instituciones polticas oficiales como espacios de legitimidadrelativa que surgen de posiciones enfrentadas y se imponen mediante la obtencin delmonopolio de la violencia. En este sentido, la centralizacin de Buenos Aires,entendida como proyecto europesta, entr en conflicto con proyectos regionalistasautctonos como el de Artigas o el de Ricardo Lpez Jordi4n (cada uno con unarepresentacin literaia relacionada con la afroargentinidad en mayor o menor gfado:Arcina y eI Martn Fierro, como ya hemos visto).

    Considero que el cuestionamiento de las "Historias" nacionales resulta, a estasalturas, imprescindible y tal vez inevitable. Sin embargo, ms all de los nexoscomunitarios merunente "imaginados" hay un caudal de experiencias comunes dediscriminacin, dominacin y explotacin que difcilmente se integran a lasmemorias discursivas hegemnicas y que forman un .ncleo de necesariaconsideracin, ms all de su difcil acceso, en el momento de desentraar lasidentidades nacionales o, al menos, locales.

    ste es el ncleo existencial de "presencias reales" siempre inadmisibles para lasversiones hegemnicls: sus voces no pocas veces son silenciadas a balazos. Los datosms inmediatos de la experiencia social contempornea nos indican que todavaestamos muy lejos del fin de la historia, de la "justicia infinita" y de poder celebrarposmodema y alegremente el auge y riunfo de las posnacionalidades. Por el contarioy muy claramente en el caso argentino, paece evidente la necesidad de volver a abrir,a reinterpretar, a desoculta el inicio de la "nacionalidad".

    Para cerrar este texto Ie cedo la palabra a una de las tantas voces escondidas trasel muro silenciador de los discursos hegemnicos:

    S! Porque esa libertad de que gozan los que hoy nos escamecen no se ladeben a ellos mismos sino a los sacrificios heroicos y abnegados de esa razaindomable [...] Qu triste premio se ha dado a esa raza! Hasta dnde llegael orgullo humano! Ingratos! Vosotros, blancos, aistcratas de cajn quetanto blasonis de libres e independientes decid a quin debis vuestraslibertades y vuestra independencia? A vosotros mismos? No! (l,Q Broma,Buenos Aires,20 de noviembre de 1879).

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