aprendamos de los escritos de nichiren...

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N o 6872 Lunes 31 de enero de 2011 Serie de disertaciones del Presidente de la SGI APRENDAMOS DE LOS ESCRITOS DE NICHIREN DAISHONIN: LAS ENSEÑANZAS PARA LOGRAR LA VICTORIA [20] La prueba del “Sutra del loto” Las oraciones de un devoto del Sutra del loto para superar la enfermedad ¿Cómo refleja el espejo del Sutra del loto a aquellos que, en el mundo corrupto de la última era, creen en las enseñanzas del Sutra del loto tal como este las revela? El buda Shakyamuni nos ha dejado palabras de su boca de oro según las cuales estas personas ya han hecho ofrendas a cien mil millones de budas en sus existencias pasadas. [...] [C]uando las personas comunes que viven en la última era creen, aunque sea en una o dos palabras del Sutra del loto, están abrazando la enseñanza a la cual han dado crédito los budas de las diez direcciones. Me pregunto qué karma habremos creado en el pasado para haber renacido como personas así, y siento que me embarga la dicha. Las palabras de Shakyamuni que antes he mencionado indican que los beneficios resultantes de hacer ofrendas a cien mil millones de budas son tan grandes que, aunque uno haya creído en otra enseñanza distinta del Sutra del loto y aunque a causa de esta acción contra la Ley uno haya tenido que nacer en un hogar pobre y hu- milde, así y todo le será posible creer en el sutra en esta existencia. Un comentario de [la escuela] T’ien-t’ai señala: “Es como la persona que cae al suelo, pero se incorpora apoyándose sobre esa misma tierra [en la cual cayó]”. Alguien que cae al suelo se recupera y vuelve a ponerse de pie sobre esa misma tierra. Los que actúan contra el Sutra del loto caerán al suelo de los tres malos caminos o de los reinos humano y celestial, pero finalmente, con ayuda del Sutra del loto serán capaces de manifestar la Budeidad. Ya que usted, Ueno Shichiro Jiro, es un hombre común que ha nacido en la última era en una familia de guerreros, con todo derecho merecería ser

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No 6872

Lunes 31 de enero de 2011

Serie de disertaciones del Presidente de la SGI

APRENDAMOS DE LOS ESCRITOS DE NICHIREN DAISHONIN:

LAS ENSEÑANZAS PARA LOGRAR LA VICTORIA

[20] La prueba del “Sutra del loto”

Las oraciones de un devoto del Sutra del loto para superar la enfermedad

¿Cómo refleja el espejo del Sutra del loto a aquellos que, en el mundo

corrupto de la última era, creen en las enseñanzas del Sutra del loto tal

como este las revela? El buda Shakyamuni nos ha dejado palabras de su

boca de oro según las cuales estas personas ya han hecho ofrendas a cien

mil millones de budas en sus existencias pasadas. [...]

[C]uando las personas comunes que viven en la última era creen, aunque

sea en una o dos palabras del Sutra del loto, están abrazando la enseñanza a

la cual han dado crédito los budas de las diez direcciones. Me pregunto qué

karma habremos creado en el pasado para haber renacido como personas

así, y siento que me embarga la dicha. Las palabras de Shakyamuni que

antes he mencionado indican que los beneficios resultantes de hacer

ofrendas a cien mil millones de budas son tan grandes que, aunque uno haya

creído en otra enseñanza distinta del Sutra del loto y aunque a causa de esta

acción contra la Ley uno haya tenido que nacer en un hogar pobre y hu-

milde, así y todo le será posible creer en el sutra en esta existencia. Un

comentario de [la escuela] T’ien-t’ai señala: “Es como la persona que cae al

suelo, pero se incorpora apoyándose sobre esa misma tierra [en la cual

cayó]”. Alguien que cae al suelo se recupera y vuelve a ponerse de pie sobre

esa misma tierra. Los que actúan contra el Sutra del loto caerán al suelo de

los tres malos caminos o de los reinos humano y celestial, pero finalmente,

con ayuda del Sutra del loto serán capaces de manifestar la Budeidad.

Ya que usted, Ueno Shichiro Jiro, es un hombre común que ha nacido en

la última era en una familia de guerreros, con todo derecho merecería ser

2

considerado una mala persona, y sin embargo, su corazón es el de un buen

hombre. Y lo digo por una razón: desde el gobernante hasta el pueblo llano,

todos se niegan a creer en mis enseñanzas. Hacen daño a los pocos que las

abrazan, imponiéndoles pesados tributos, confiscándoles sus tierras y fin-

cas, y, en algunos casos, hasta causándoles la muerte. Por tal motivo, creer

en mis enseñanzas es algo realmente difícil. Pese a todo, su madre y su

difunto padre tuvieron el valor de abrazarlas. Hoy, usted ha heredado y

asumido las responsabilidades de su padre y, sin que otros lo instaran a

hacerlo, también ha adoptado esta práctica con sinceridad y fervor. Muchas

personas, nobles y plebeyas, lo amenazaron o le hicieron llegar adverten-

cias, pero usted nunca aceptó renunciar a la fe. Ahora que, al parecer, está a

punto de lograr la Budeidad, probablemente los demonios celestiales y las

fuerzas malignas se estén valiendo de esta enfermedad para intimidarlo. La

vida en este mundo es limitada. ¡Jamás, ni siquiera un instante, se deje

vencer por el miedo! [...]

En lo que respecta a ustedes, malditos demonios, ¿qué se proponen al

permitir que este hombre [Nanjo Tokimitsu] sufra? ¿Tragarse una espada

de punta, abrazar un incendio devorador o convertirse en archienemigos de

los budas de las diez direcciones en el pasado, presente y futuro? ¡Qué te-

rrible sería esto para ustedes! Mejor, ¿no deberían curar de inmediato la

dolencia de este hombre, brindarle toda su protección y, de esa forma,

salvarse del sufrimiento espantoso que suelen padecer los demonios? Si

dejaran de hacerlo, ¿no saben que la cabeza se les partirá en siete pedazos

en esta existencia y que, en su próxima vida, caerán en el gran infierno del

sufrimiento incesante? Piénsenlo profundamente. Piénsenlo... Si ignoran

mis palabras, tengan la plena seguridad de que luego se arrepentirán.1

Disertación

La buena salud y la longevidad son el deseo de todas las personas. Desde que

asumí la presidencia de la Soka Gakkai (en 1960), vine orando incesantemente cada día

por la seguridad, la larga vida y el bienestar de todos nuestros miembros. Durante cinco

décadas, oré con fervor para que todos los budas y bodhisattvas, y todas las deidades

celestiales —o fuerzas positivas del universo— rigurosamente protegieran y velaran

por mis discípulos sin falta.

El daimoku de Nam-myoho-renge-kyo es el gran remedio benéfico para poder

gozar de buena salud y larga vida; es el ritmo primordial del universo y la fuente de la

inmensa fuerza vital de los budas. Por lo tanto, mi deseo más sincero es que todos los

que poseen este maravilloso remedio de la Ley Mística construyan vidas profunda-

1 Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, págs. 1153-1154.

3

mente plenas y satisfactorias, existencias de profunda misión, y que esas vidas se pro-

longuen al máximo. La fe en la Ley Mística es lo que lo torna posible.2

En esta entrega, con mis sinceras oraciones por la felicidad y la seguridad de

todos nuestros miembros, quisiera analizar el escrito La prueba del “Sutra del loto”,

una carta en la cual Nichiren Daishonin vuelca todo su ser alentando a un amado dis-

cípulo que luchaba contra una enfermedad letal.

Esta carta data del 28 de febrero de 1282. El propio Daishonin venía padeciendo

de mala salud desde el año anterior. Le habían llegado noticias sobre la grave enfer-

medad que padecía Nanjo Tokimitsu,3quien había luchado con bravura tras el liderazgo

de Nikko Shonin contra la persecución religiosa en la prefectura de Suruga (actual parte

central de la prefectura de Shizuoka). En ese momento, Tokimitsu tenía poco más de

veinte años.

Tres días antes de escribir esta carta, el Daishonin había dictado una nota trans-

mitiendo sus oraciones por la rápida recuperación del joven creyente, que había sido

transcrita y despachada por Nichiro, uno de los discípulos principales. Pero, al parecer,

no conseguía sosegar su preocupación por este amado seguidor. De modo que acabó

tomando él mismo el pincel para escribir una carta personal de aliento sincero. En ella,

enseña a Tokimitsu la esencia de la fe para superar la enfermedad, busca inculcar en su

joven corazón el espíritu de lucha, de no ser vencido por el demonio de la enfermedad.

Esto ilustra el increíble desvelo y el infinito amor compasivo del Daishonin.

Una característica inusual de este escrito es que el Daishonin pone su firma en el

principio, y no al final. Al comienzo, hallamos las palabras “Nichiren, el devoto del

Sutra del loto”.4 Es la única carta que hoy se conserve donde aparece este rasgo.

Un devoto del Sutra del loto es alguien que trabaja para establecer la suprema

enseñanza con la motivación de que todos los seres humanos logren la iluminación en

esta época de oscuridad conocida como Último Día, y quien se dedica con desprendi-

miento a propagar dicha enseñanza enfocado en el eterno futuro y en el kosen-rufu

mundial. En La prueba del “Sutra del loto”, el Daishonin brinda aliento estricto pero

imbuido de amor compasivo como devoto del sutra a un joven seguidor que continuará

tras sus huellas la propagación de la Ley Mística. Exhorta a Tokimitsu a batallar y a

triunfar resueltamente sobre el demonio de la enfermedad para que todos puedan ver su

victorioso estado de Budeidad.

Además, el Daishonin directamente les habla a los llamados “demonios”, es de-

cir, a las funciones destructivas de la vida. Los reprende severamente por infligir su-

frimiento al discípulo de un devoto del Sutra del loto; les advierte que con esa actitud se

2 Un pasaje del capítulo “Duración de la vida” (16o) del Sutra del loto dice: “Te pedimos que nos cures y nos permitas seguir viviendo”. The Lotus Sutra and Its Opening and Closing Sutras (El Sutra del loto, y los sutras de inicio y de cierre), cap. 16, pág. 269; The Lotus Sutra (Sutra del loto), cap. 16, pág. 228. La frase aparece en la parábola del médico excelente, que imparte el “buen remedio” (metáfora del Sutra del loto a sus hijos, que han “bebido veneno” (es decir, que han sucumbido a ideas ilusorias sobre la vida) y le im-ploran que los ayude a sanar. Este pasaje establece el principio de prolongar la vida mediante la fe en la Ley Mística.

3 Nanjo Tokimitsu (1259-1332): Firme seguidor del Daishonin y administrador de la aldea Ueno, en el distrito Fuji, provincia de Suruga (parte de la actual prefectura de Shizuoka).

4 END, pág. 1153.

4

están arriesgando a ponerse como enemigos nada menos que a todos los budas de las

diez direcciones y de las tres existencias. Sus palabras transmiten potente y vibrante-

mente su espíritu monumental y su convicción como devoto que ha triunfado sobre

enormes obstáculos, en su afán de propagar ampliamente la Ley Mística en el Último

Día de la Ley.

Al final del escrito, encontramos las palabras: “Entregado por Hoki-bo”.5 Esto

indica que la carta fue enviada primero a Hoki-bo, también conocido como Nikko

Shonin. Nos imaginamos al discípulo de confianza del Daishonin yendo a ver al joven

Tokimitsu enfermo, portando esa sincera carta de aliento y leyéndosela al pie de la

cama. Es seguro que el ardiente rugido de león del Daishonin contenido en cada trazo

debe de haber impregnado la vida del joven practicante e inculcado en él la determi-

nación de no ser vencido por las funciones destructivas que estaban amenazándola. De

hecho, Tokimitsu superó la gravísima dolencia y logró prolongar su vida más de cin-

cuenta años.

Cuando el discípulo lucha con la misma postura que su maestro, no hay obstáculo

ni función demoníaca que no se pueda superar, y no hay enfermedad que no pueda

convertirse positivamente, de acuerdo con el principio de “transformar el veneno en

remedio”.6 La prueba del “Sutra del loto” es un escrito sobre la victoria del maestro y el

discípulo, un texto que recalca la clave para la buena salud y la longevidad.

***

¿Cómo refleja el espejo del Sutra del loto a aquellos que, en el mundo

corrupto de la última era, creen en las enseñanzas del Sutra del loto tal

como este las revela? El buda Shakyamuni nos ha dejado palabras de su

boca de oro según las cuales estas personas ya han hecho ofrendas a cien

mil millones de budas en sus existencias pasadas.7

[C]uando las personas comunes que viven en la última era creen aunque

sea en una o dos palabras del Sutra del loto, están abrazando la enseñanza a

5 END, pág. 1154.

6Transformar el veneno en remedio: Principio según el cual los deseos mundanos y el sufrimiento pueden convertirse en beneficios y en iluminación, a través del poder de la Ley. Esta frase se encuentra en un pasaje del Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría, que menciona a “un gran médico capaz de convertir el veneno en remedio”. En este pasaje, Nagarjuna compara el Sutra del loto con un “gran mé-dico”, porque el sutra abre la posibilidad de que las personas de los dos vehículos —los que escuchan la voz y los que toman conciencia de la causa— logren la Budeidad, cuando anteriormente, en otras ense-ñanzas, a estas personas este beneficio se les negaba, argumentando que habían quemado las semillas de la Budeidad. El gran maestro T’ien-t’ai dice en Profundo significado del “Sutra del loto”: “El hecho de que en el Sutra del loto las personas de los dos vehículos hayan recibido la profecía de su iluminación significa que [el sutra] convierte el veneno en medicina”. Esta frase suele citarse para indicar que cualquier pro-blema o sufrimiento puede ser transformado, con el tiempo, en una causa de inmensa felicidad y plenitud en la vida.

7 Esto se menciona en el capítulo “Maestro de la Ley” (10o) del Sutra del loto. El pasaje dice: “Todas ellas ya habrán hecho ofrendas a cien mil millones de budas y, en el lugar de los budas, habrán cumplido su gran juramento, pero nacerán en este mundo humano por el sentimiento compasivo que les inspiran los seres”. The Lotus Sutra and Its Opening and Closing Sutras, cap. 10, pág. 200; Sutra del loto, cap. 10, pág. 161.

5

la cual han dado crédito los budas de las diez direcciones. Me pregunto qué

karma habremos creado en el pasado para haber renacido como personas

así, y siento que me embarga la dicha. Las palabras de Shakyamuni que

antes he mencionado indican que los beneficios resultantes de hacer

ofrendas a cien mil millones de budas son tan grandes que, aunque uno

haya creído en otra enseñanza distinta del Sutra del loto y aunque a causa

de esta acción contra la Ley uno haya tenido que nacer en un hogar pobre y

humilde, así y todo le será posible creer en el sutra en esta existencia. Un

comentario de [la escuela] T’ien-t’ai señala: “Es como la persona que cae al

suelo, pero se incorpora apoyándose sobre esa misma tierra [en la cual

cayó]”.8 Alguien que cae al suelo se recupera y vuelve a ponerse de pie

sobre esa misma tierra. Los que actúan contra el Sutra del loto caerán al

suelo de los tres malos caminos o de los reinos humano y celestial, pero

finalmente, con ayuda del Sutra del loto serán capaces de manifestar la

Budeidad.9

Tener una profunda relación con el Sutra del loto

En la primera mitad de este escrito, el Daishonin explica que los que creen en el

Sutra del loto en el Último Día de la Ley poseen una relación kármica extremadamente

profunda con el budismo, que se remonta a las existencias anteriores. Primero, recalca

que son personas que han hecho ofrendas a “cien mil millones de budas” en el pasado.

Y afirma que es una verdad que no solamente da testimonio el buda Shakyamuni, sino

también el buda Muchos Tesoros y todos los budas de las diez direcciones.10

Podemos practicar el Sutra del loto —la enseñanza de la verdad suprema— en el

Último Día porque nuestra vida está dotada de inmensa buena fortuna y beneficios, más

allá de todo lo imaginable. Es una verdad que testimonian en forma unánime, Shak-

yamuni, Muchos Tesoros, y los budas de las diez direcciones.

Esto insta al Daishonin a observar: “Me pregunto qué karma habremos creado en

el pasado para haber renacido como personas así, y siento que me embarga la dicha”.11

Es gracias a nuestra inmensa buena fortuna y a nuestra extraordinaria relación kármica

que podemos practicar el Sutra del loto en el Último Día, una época profundamente

signada por la confusión y el sufrimiento. El Daishonin enseña que si practicamos el

Sutra del loto con esta convicción, sin falta podremos superar cualquier adversidad y

lograr un estado de absoluta felicidad; es decir, la Budeidad.

¿Por qué, entonces, tienen que nacer en esta época malvada y sobrellevar sufri-

mientos y adversidades aquellos cuya vida está dotada de inmensa buena fortuna y de

beneficios, obtenidos a raíz de haber hecho ofrendas a incontables budas? Esto, explica

el Daishonin, es por sus actos contra el Sutra del loto en existencias pasadas. Sin em-

8 Cita de Comentario sobre “Palabras y frases del ‘Sutra del loto’”, de Miao-lo.

9 END, pág. 1153.

10 Véase ib.

11 Ib.

6

bargo, pese a eso, dice el Daishonin, su inmensa buena fortuna y los beneficios acu-

mulados gracias a sus ofrendas a incontables budas les hacen posible nacer en este

mundo como personas que creen en el Sutra del loto —por el principio de la relación

inversa— con el potencial de lograr la iluminación mediante este sutra en esta exis-

tencia.

Esto se ve en un pasaje del Comentario sobre “Palabras y frases del ‘Sutra del

loto’”, de Miao-lo. “Es como la persona que cae al suelo, pero se incorpora apoyándose

sobre esa misma tierra [en la cual cayó]”12.13 Este pasaje obra como metáfora de aque-

llos que, por sus actos contra la Ley caen en los malos caminos, pero sin embargo

forman una relación con la enseñanza correcta que, en definitiva, les permite encontrar

en dichas doctrinas el camino hacia la iluminación.

Los que caen al suelo se levantan usando ese mismo suelo como apoyo para in-

corporarse. De la misma manera, los que actúan contra el Sutra del loto terminan ob-

teniendo la iluminación mediante el Sutra del loto. La Ley Mística abraza aun a aque-

llos que forman con ella una relación inversa, y les permiten a las personas lograr la

Budeidad. Así es el poder insondable de la “relación de tambor ponzoñoso”14 que des-

cribe el Budismo.

Ver la enfermedad como una oportunidad de profundizar nuestra fe

Los que practican la Ley Mística tienen el poder de superar cualquier adversidad.

El daimoku del Sutra del loto —Nam-myoho-renge-kyo— tiene el poder benéfico de

disminuir la retribución kármica y de transformar el veneno en remedio.

Aquí, examinemos algunas de las orientaciones y palabras de aliento que el

Daishonin envió a otros seguidores que luchaban contra la enfermedad.

En La curación de las enfermedades kármicas, texto dirigido al sacerdote laico

Ota, escribe que hasta las enfermedades originadas en el karma, que son las más difí-

ciles de curar, pueden tratarse mediante la buena medicina del Sutra del loto,

Myoho-renge-kyo.15 Y cita un pasaje del gran maestro T’ien-t’ai, contenida en Gran

concentración e introspección, donde éste explica: “Aunque uno haya cometido graves

faltas, [...] podrá atenuar su retribución en esta vida. Así, pues, cuando un mal karma

12

La cita completa señala: “Es como la persona que cae al suelo, pero se incorpora empujándose sobre esa misma tierra [en la cual cayó]. De la misma forma, aunque uno actúe contra la enseñanza correcta, podrá, con el tiempo, ser salvado de los malos caminos”. END, pags. 662-663.

13 END, pág. 1153.

14 Relación de tambor ponzoñoso: Relación inversa, o aquella que se forma a través del rechazo. Vínculo que una persona entabla con el Sutra del loto a través de oponerse a él o de denigrarlo. El que se opone al Sutra del loto cuando este es predicado crea, de todas maneras, una relación inversa con dicha enseñanza que con el tiempo le permitirá lograr la Budeidad. Un “tambor ponzoñoso” es un tambor mítico que está impreg-nado de veneno; alusión a una declaración del Sutra del nirvana que dice que cuando se bate este tambor, mueren todos lo que oyen el sonido, aunque no hayan tenido voluntad de hacerlo. Del mismo modo, cuando se predica la enseñanza correcta, reciben las semillas de la Budeidad tanto los que la adoptan como los que la rechazan, aun los detractores, con el tiempo, llegan a manifestar la Budeidad. En esta analogía, la “muerte” que resulta de escuchar la enseñanza correcta es la de las ilusiones o deseos mundanos. Esta metáfora se usa para ejemplificar el beneficio de crear incluso una relación inversa con el budismo.

15 Véase END, pág. 662.

7

está a punto de ser erradicado, se manifiesta una enfermedad”.16 Esto expresa el prin-

cipio conocido como “disminución de la retribución kármica”.17

El Daishonin explica que Ota, con toda seguridad, estaba experimentando esa

enfermedad para evitar un sufrimiento peor que aparecería después, como retribución

por sus pasados actos contra la Ley. Le asegura que, sin falta, se curará y podrá pro-

longar su vida.18 El Daishonin llega a decirle que, si no hubiera señales de recuperación,

Ota debería exclamar: “¡El Buda, gran ojo del mundo, es un mentiroso de pies a cabeza,

y el Sutra del loto, el sutra prodigioso del vehículo único, es una escritura llena de

embustes y de floreos! [De no ser así] El Honrado por el Mundo [el buda Shakyamuni]

debería darme las debidas pruebas, si es que le importa su buen nombre”.19 En estas

palabras de aliento, el Daishonin expresa su fervoroso deseo de que Ota recobre la sa-

lud.

En otro escrito, el Daishonin asegura a la monja laica Toki (esposa de Toki Jo-

nin), quien sufría una prolongada enfermedad, que como el budismo tiene el poder de

transformar incluso el karma inmutable,20 le sería posible prolongar su vida. Le explica:

“La reflexión y el arrepentimiento sinceros pueden erradicar incluso este último tipo de

karma”;21 y “Su enfermedad, estoy seguro, no se debe al karma, pero aunque así fuera,

confíe en que el Sutra del loto tiene el poder de curarla”.22

El hecho de estar gravemente enfermo no quiere decir necesariamente que uno

deba morir. El Daishonin le escribe a la monja laica Myoshin, esposa del enfermo sa-

cerdote laico Takahashi: “La muerte de una persona no está [necesariamente] deter-

minada por la enfermedad”.23 Y prosigue diciendo: “Y ya que el Sutra Vimalakirti y el

Sutra del nirvana enseñan que las personas enfermas sin falta lograrán la Budeidad, ¿no

podría ser la dolencia de su esposo un designio del Buda? Las enfermedades hacen

surgir en nosotros la determinación de entrar en el Camino”.24 Si, como resultado de

caer enferma, una persona profundiza su determinación en la fe, para ella se abre el

camino de la Budeidad, sin falta. La enfermedad, entonces, se convierte en “designio

del Buda”.

Indudablemente, el Daishonin quería transmitir a Tokimitsu esta poderosa con-

vicción. En La prueba del “Sutra del loto”, escribe en el mismo tenor: “Finalmente,

16

END, pág. 661. 17

Disminuir la retribución kármica: Este término, que literalmente significa “transformar lo pesado y reci-birlo en forma atenuada”, aparece en el Sutra del nirvana. “Pesado” se refiere al karma negativo acumu-lado en el transcurso de incontables existencias pasadas. Como un beneficio derivado de proteger la en-señanza budista correcta, podemos experimentar una retribución kármica relativamente atenuada, pu-diendo así expiar en el transcurso de una vida un karma muy pesado cuyos efectos, normalmente, no sólo afectarían esta, sino muchas futuras existencias.

18 Véase ib., págs. 664-665.

19 Ib., pág. 665.

20 Karma inmutable: También llamado “karma fijo”. Es lo contrario del karma variable. Está formado por las causas que forman .un resultado fijo o establecido, tanto positivo como negativo Puede interpretarse que el karma inmutable es, también, aquel cuyos efectos están destinados a manifestarse en un momento espe-cífico. Se creía que la duración de la vida estaba prefijada como retribución kármica.

21 END, pág. 999

22 Ib., pág. 688.

23 Ib., pág. 981.

24 Ib.

8

con ayuda del Sutra del loto serán capaces de manifestar la Budeidad”.25 El Daishonin

exhorta a Nanjo Tokimitsu a tener la absoluta convicción de que obtendrá el estado de

vida de la Budeidad.

***

Ya que usted, Ueno Shichiro Jiro [Nanjo Tokimitsu], es un hombre

común que ha nacido en la última era en una familia de guerreros, con todo

derecho merecería ser considerado una mala persona,26 y sin embargo, su

corazón es el de un buen hombre. Y lo digo por una razón: desde el go-

bernante hasta el pueblo llano, todos se niegan a creer en mis enseñanzas.

Hacen daño a los pocos que las abrazan, imponiéndoles pesados tributos,

confiscándoles sus tierras y fincas, y, en algunos casos, hasta causándoles

la muerte. Por tal motivo, creer en mis enseñanzas es algo realmente difícil.

Pese a todo, su madre y su difunto padre tuvieron el valor de abrazarlas.

Hoy, usted ha heredado y asumido las responsabilidades de su padre y, sin

que otros lo instaran a hacerlo, también ha adoptado esta práctica con sin-

ceridad y fervor. Muchas personas, nobles y plebeyas, lo amenazaron o le

hicieron llegar advertencias, pero usted nunca aceptó renunciar a la fe.

Ahora que, al parecer, está a punto de lograr la Budeidad, probablemente

los demonios celestiales [el Rey Demonio del Sexto Cielo]27 y las fuerzas

malignas28 se estén valiendo de esta enfermedad para intimidarlo. La vida

en este mundo es limitada. ¡Jamás, ni siquiera un instante, se deje vencer

por el miedo!29

Con la determinación de enfrentar los tres obstáculos y los cuatro demonios

Aquí, el Daishonin amplía el alcance de su análisis sobre la enfermedad para

abarcar diversas adversidades y sufrimientos de la vida. Recalca que uno puede esta-

blecer una existencia de victoria inamovible cuando confronta y vence intrépidamente

tales desafíos. Además, explica que las dificultades o pruebas que surgen en nuestra

25

END, pág. 1153. 26

El Daishonin afirma esto porque la actividad laboral de un guerrero implica matar. 27

Demonios celestiales: Alusión a la función llamada “Rey Demonio del Sexto Cielo”. Soberano de las funciones demoníacas, que habita en el sexto cielo del mundo del deseo, el más alto de todos. También se lo llama “El Que Goza Manipulando a Su Voluntad el Producto de las Cosas Conjuradas por Otros”, el rey que utiliza a su placer el fruto del esfuerzo ajeno. Asistido por incontables funciones subsidiarias, obstruye la práctica budista y disfruta consumiendo la vitalidad de otros seres. Este Rey Demonio personifica la tendencia negativa a imponer la propia voluntad sobre los demás a cualquier costo.

28 La palabra con que, en japonés, se dice “demonios malignos”, en el pasaje original, es gedo, que literal-mente significa “fuera del Camino”; suele usarse para denotar a los no budistas y personas de creencias heréticas. Aquí, el término significa algo o alguien que ocasiona desastres. De ahí la expresión “fuerzas malignas”.

29 END, págs. 1153-1154.

9

vida cuando estamos perseverando con sinceridad en la práctica budista son funciones

de los tres obstáculos y los cuatro demonios30 que buscan impedirnos lograr la Budei-

dad.

En primer lugar, el Daishonin afirma lo difícil que es mantener una fe constante

en la época oscura del Último Día de la Ley. Específicamente, se refiere a las con-

tiendas que estaba afrontando la familia de Tokimitsu, y elogia profundamente a los

padres del joven por su poderosa fe. Alaba a Tokimitsu, heredero de su padre, por su

compromiso inamovible con la fe en momentos de enorme adversidad.

Las circunstancias de Tokimitsu distaban de ser tranquilas o fáciles. En la pro-

vincia de Suruga, donde tuvo lugar la persecución de Atsuhara,31 este joven había lu-

chado incondicionalmente por proteger a sus compañeros de fe, y se había dedicado con

devoción admirable a la práctica del budismo. Tiene que haber parecido que las fuerzas

negativas intensificaban su esfuerzo para que Tokimitsu, una figura clave entre los

seguidores del Daishonin en la región, abandonase la fe. El Daishonin escribe: “Muchas

personas, nobles y plebeyas, lo amenazaron o le hicieron llegar advertencias, pero usted

nunca aceptó renunciar a la fe”.32

Lo que hace a Nanjo Tokimitsu tan admirable es que, pese a todos los obstáculos

que enfrentó, siguió esforzándose enérgica y valientemente en bien de la Ley, sin

abandonar nunca la fe. El Daishonin elogia su fe sincera, y señala que Tokimitsu fue

atacado por la enfermedad justamente porque estaba cerca de lograr la Budeidad. En

otras palabras, declara que las funciones negativas buscaban intimidar a Tokimitsu a

través de esa dolencia para impedirle seguir avanzando; era una verdadera prueba en la

cual estaba en juego la fe de este joven creyente.

Permítanme aclarar aquí que enfermarse no es señal de derrota ni de debilidad en

la fe. Nadie puede escapar de los cuatro sufrimientos universales: el nacimiento, la

vejez, la enfermedad y la muerte. Si, cuando enfermamos, hacemos surgir una poderosa

fe para combatir el demonio de la enfermedad, esa dolencia puede ser una oportunidad

para que construyamos una vida imbuida de eternidad, felicidad, verdadera identidad y

pureza; las cuatro nobles virtudes de los budas. Puede ser una oportunidad para forta-

lecer nuestra fe más aún y triunfar sobre las funciones destructivas. Y cuando nos ar-

30

Tres obstáculos y cuatro demonios: Diversas obstrucciones e impedimentos que se interponen en la práctica budista de los creyentes. Los tres obstáculos son: 1) el obstáculo de los deseos mundanos; 2) el obstáculo del karma; y 3) el obstáculo de la retribución. Los cuatro demonios son: 1) el impedimento de los cinco componentes; 2) el impedimento de los deseos mundanos; 3) el impedimento de la muerte; y 4) el impedimento del Rey Demonio.

31 Persecución de Atsuhara: Sucesión de amenazas y actos de violencia perpetrados contra los seguidores del Daishonin en la aldea de Atsuhara, distrito Fuji de la provincia de Suruga, que comenzaron en 1275 y persistieron hasta 1283, aproximadamente. En 1279, veinte campesinos fueron injustamente arrestados y enviados a Kamakura, donde los interrogó cruelmente Hei no Saemon, jefe interino del Departamento de Asuntos Policiales y Militares. Este los presionó para que renunciaran a la fe, aunque ni uno solo de ellos claudicó en sus convicciones. Sin embargo, ni uno sólo de ellos claudicó. Al poco tiempo, Hei no Saemon mandó ejecutar a tres de ellos. Nanjo Tokimitsu usó su influencia para proteger a otros creyentes durante este período, y llegó hasta el punto de ocultar a algunos en su propia vivienda. El Daishonin lo elogió por su coraje y su esfuerzo infatigable llamándolo “Ueno el Sabio”, aunque en ese momento, Nanjo tenía apenas veinte años.

32 END, pág. 1154.

10

mamos de una fe invencible y poderosa, capaz de resistir cualquier embiste de los tres

obstáculos y los cuatro demonios, nada nos impedirá lograr el estado de Budeidad.

Los tres obstáculos y los cuatro demonios aparecen con fuerza ante un creyente

cuando esa persona común está cerca de lograr la Budeidad. El Daishonin escribe que,

enfrentados a la adversidad, “los sabios se regocijan, mientras que los necios se echan

atrás”.33 ¿Tenemos la fe de los sabios, con el corazón rebosante de intrépido espíritu de

lucha, o la fe de los necios, cuya mente se agita entre la duda y la angustia?

En el caso de las personas enfermas, es vital tener la postura de luchar cada ins-

tante hasta el final contra el “demonio de la enfermedad”. ¿Estamos resueltos a triunfar

sobre este demonio de la enfermedad o vamos a dejar que nos venza? Cuando nos

vemos ante un sufrimiento doloroso o ante una dolencia, nos hallamos ante una en-

crucijada que puede conducirnos a un gran crecimiento espiritual y a un profundo

desarrollo interior.

El fundador y primer presidente de la Soka Gakkai, Tsunesaburo Makiguchi dijo

una vez:

Vivir la existencia basados en la Ley Mística es convertir el veneno

en remedio. Mientras nos desenvolvamos dentro de la sociedad humana,

habrá incontables circunstancias adversas, accidentes, calamidades natu-

rales o reveses económicos. Estos acontecimientos aciagos y dolorosos

podrían llamarse ‘venenos’ o ‘retribución kármica negativa’. Sin embargo,

sea cual fuere la situación en que nos encontremos, si basamos nuestra fe en

la Ley Mística y nos esforzamos en la práctica budista sin dudar del poder

del Gohonzon, podemos sin falta convertir el veneno en remedio y trans-

formar una desgracia en algo positivo.

Por ejemplo, si uno se enferma y se la pasa lamentándose o preocu-

pándose de que ese mal se debe a una retribución kármica, así no resolverá

nada. Lo importante es perseverar en la fe con la poderosa convicción y la

determinación de transformar esa dolencia en forma positiva, de convertir

el veneno en remedio y de lograr una gran buena fortuna, además del be-

neficio de restablecer la salud. Cuando hagan así, no sólo superarán la en-

fermedad sino que, tras la recuperación completa, incluso estarán más sa-

nos que antes. Así es el poder de la Ley Mística, que nos permite convertir

el veneno en medicina.34

Es crucial tener la absoluta convicción de que es posible transformar un veneno

en un remedio, por crítica que sea la intensidad de los obstáculos. Esta convicción in-

quebrantable es la clave para superar no sólo la enfermedad, sino toda clase de difi-

cultades en la vida, y para abrir el camino infalible hacia el logro de la Budeidad. En el

Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin lo aclara con estas

33

END, pág. 668. 34

MAKIGUCHI, Tsunesaburo: Makiguchi Tsunesaburo Shingenshu (Citas escogidas de Tsunesaburo Ma-kiguchi), edit. por Takehisa Tsuji, Tokio: Daisanbummei-sha, 1979, págs. 196-197.

11

palabras: “La palabra ‘fe’ es la filosa espada con la cual uno enfrenta y supera la os-

curidad o ignorancia primordial”.35

En La prueba del “Sutra del loto”, la postura que asume Nichiren Daishonin

frente a la enfermedad es muy clara. Dice: “La vida en este mundo es limitada. ¡Jamás,

ni siquiera un instante, se deje vencer por el miedo!”.36 Esta es su orientación esencial

hacia Tokimitsu.

Hacer que esta vida limitada en este mundo sea victoriosa

La vida en este mundo es limitada. A todos, algún día, habrá de llegarnos la

muerte. Como escribe el Daishonin: “Nadie puede escapar de la muerte”.37 Por eso urge

a Tokimitsu a dedicar la vida sin retaceos al Sutra del loto.38

No hay nada que temer cuando uno ha tomado la decisión de dedicar su limitado

tiempo de vida en este mundo a propagar ampliamente la Ley Mística y a establecer la

enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra. No hay nada que temer cuando uno

está resuelto a izar el estandarte de la victoria y de la gloria supremas, y lograr una fe-

licidad que perdure a través de las tres existencias.

En una carta dirigida a la monja laica Toki, el Daishonin escribe: “Cuídese y no

agobie su alma con aflicciones”.39 Como somos seres humanos, una enfermedad pro-

longada o crónica puede minar nuestra fuerza física o espiritual, haciendo que, sin

darnos cuenta, nuestra visión se llene de impotencia, de dudas o de lamentaciones.

Pero, sea cual fuere aquello que nos aqueje, debemos vivir con la decisión de no

entregarnos a la duda o al dolor. Especialmente, en lo que concierne a la fe, hagamos

surgir el poderoso espíritu de combatir el demonio de la enfermedad y de no ser ven-

cidos por ninguna dolencia. La clave para esto es entonar Nam-myoho-renge-kyo, el

daimoku de la Ley Mística, sobre el cual declara el Daishonin: “Sólo el navío de

Myoho-renge-kyo nos permite cruzar el mar de las aflicciones del nacimiento y la

muerte”.40 El poder benéfico de entonar Nam-myoho-renge-kyo, aunque sea una sola

vez, es ilimitado e incalculable. Todo lo que cuenta es que sigamos avanzando en

nuestro fuero interno cada día, aunque sea de a palmos o de a centímetros. Todo lo que

cuenta es que demos un paso adelante en nuestra vida y que sigamos “fortaleciendo

nuestra fe día tras día y mes tras mes”,41 como nos insta a hacer el Daishonin. Aunque

las cosas no avancen del modo que quisiéramos, debemos recordar que hay muchos

compañeros de fe que también están orando por nuestra recuperación. No hay mayor

fuerza ni aliento que este.

35

The Record of the Orally Transmitted Teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), traducido por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 1996, págs. 119-120.

36 END, pág. 1154.

37 Ib., pág. 1048.

38 El Daishonin escribe: “Ya que en ambos casos moriremos igual, uno debería estar dispuesto a ofrecer la vida al Sutra del loto”. Véase ib.

39 END, pág. 688.

40 Ib., pág. 34.

41 Véase ib., págs. 1042-1043.

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Cuando luchamos constantemente contra el demonio de la enfermedad basados

en la fe, nuestra dolencia se convierte en una oportunidad para transformar nuestro

karma mediante el poder benéfico de la Ley Mística de convertir el veneno en medicina.

Como declara el Daishonin con convicción: “Cuando pensamos que, sin falta, llega-

remos a ser budas, ya no hay nada más que lamentar”.42 Está describiendo un estado de

absoluta tranquilidad, de absoluta paz espiritual.

El noble valor de la vida como seres humanos

Practicamos el budismo del Daishonin para poder vivir nuestra existencia al

máximo. El beneficio de prolongar la vida un solo día más, con fe en la Ley Mística, es

insondable. Si vivimos aunque sea un día más, podemos propagar las enseñanzas del

budismo en esa medida. Esto proporciona a nuestra vida enormes beneficios y una

ilimitada buena fortuna. Los que luchan contra el demonio de la enfermedad basados en

la fe pueden, mediante su ejemplo, enseñar a otros el noble valor de la vida como seres

humanos. Como practicantes del budismo de Nichiren Daishonin, sean cuales fueren

nuestras circunstancias, podemos hacer surgir sabiduría y misericordia mediante la fe y

hacer que brille nuestra vida y la de los demás. Esa es la forma en que vivimos los

miembros de la SGI.

Por eso es tan importante usar nuestra sabiduría para mantenernos sanos y en

buen estado físico. La fe implica tener sabiduría para prevenir enfermedades y para

combatir correctamente las que llegaran a manifestarse, de tal forma que podamos

seguir creando valor en nuestra vida. Por ejemplo, cuando hemos superado una dolen-

cia grave o estamos en las primeras etapas de la recuperación, es importante no extra-

limitarnos en el esfuerzo. Esto también constituye una sabiduría vital para recuperar la

salud. Cuando estemos enfermos no debemos impacientarnos ni actuar con descuido. Si

hay que descansar, escuchemos al cuerpo y no nos excedamos en el esfuerzo. Cuando

hayamos recuperado plenamente la salud, podremos dedicarnos a las actividades de la

Soka Gakkai con toda la energía que queramos.

Cuando el Daishonin supo que su discípulo Sairembo quería recluirse en las

montañas a causa de su mala salud, le respondió diciéndole que se concentre en recu-

perarse, y luego, con la salud restablecida, que vuelva a trabajar infatigablemente por la

propagación de la Ley Mística.43

No es posible vencer al demonio de la enfermedad con una determinación débil.

Si olvidamos el espíritu de luchar por el kosen-rufu con la misma postura que nuestro

maestro en la fe, “las funciones demoníacas sacarán ventaja”.44

42

END, pág. 689. 43

El Daishonin escribe a Sairembo: “Usted me habla de su deseo de retirarse a las montañas. [...] Pero si por un tiempo se recluyera en un albergue en los valles montañosos, cuando su enfermedad se cure y las condiciones vuelvan a ser favorables, debe hacer a un lado todo pensamiento enfocado en su bienestar personal y dedicarse a la propagación de las enseñanzas”. The Writings of Nichiren Daishonin (WND), vol. 2, pág. 460.

44 END, pág. 1043.

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Superar la enfermedad mediante la fe es una práctica establecida firmemente en

la Soka Gakkai, a través de la lucha real de infinidad de miembros que han logrado estas

victorias. Hay un sinfín de individuos heroicos que han mostrado el poder benéfico de

la fe para transformar el veneno en remedio, inspirando con su postura positiva a sus

seres cercanos y negándose a ser vencidos por el demonio de la enfermedad.

Las experiencias de lucha contra la enfermedad mediante la fe, donde las per-

sonas representan jubilosas sagas triunfales gracias al daimoku sincero de los familiares

y compañeros, son en sí mismas un testimonio del poder que brinda el budismo de

Nichiren Daishonin.

***

En lo que respecta a ustedes, malditos demonios, ¿qué se proponen al

permitir que este hombre [Nanjo Tokimitsu] sufra? ¿Tragarse una espada

de punta, abrazar un incendio devorador o convertirse en archienemigos de

los budas de las diez direcciones en el pasado, presente y futuro? ¡Qué te-

rrible sería esto para ustedes! Antes bien, ¿no deberían curar de inmediato

la dolencia de este hombre, brindarle toda su protección y, de esa forma,

salvarse del sufrimiento espantoso que suelen padecer los demonios? Si

dejaran de hacerlo, ¿no saben que la cabeza se les partirá en siete pedazos45

en esta existencia y que, en su próxima vida, caerán en el gran infierno del

sufrimiento incesante? Piénsenlo profundamente. Piénsenlo... Si ignoran

mis palabras, tengan la plena seguridad de que luego se arrepentirán.46

Un estado monumental, de absoluta convicción

“¡Y en lo que respecta a ustedes, malditos demonios...!”, clama el Daishonin en

este pasaje, que constituye una airada refutación a las funciones destructivas ensañadas

con ese joven discípulo y dispuestas a cobrar su vida.

Como antes mencioné, también constituye una refutación que hace el Daishonin

como devoto del Sutra del loto, posición desde la cual busca denunciar el error y es-

clarecer la verdad. Advierte que causar sufrimiento a Tokimitsu, que es un discípulo del

devoto del Sutra del loto, es ponerse en contra de todos los budas de las diez direcciones

y de las tres existencias.

En esta frase, “demonios” alude a las funciones destructivas que buscan debi-

litar a las personas y drenar su fuerza vital. Desde la perspectiva de la cosmología tra-

45

Cabeza partida en siete pedazos: Es la retribución negativa que recae sobre los que denigran al devoto del Sutra del loto. En el capítulo “Dharani” del sutra, las diez demonios señalan, cuando juran proteger a los que practiquen dicha enseñanza: A aquellos que no respondan a nuestros conjuros y molesten y perturben a los que predican la Ley, la cabeza se les partirá en siete pedazos, como las ramas del árbol de arjaka”. The Lotus Sutra and Its Opening and Closing Sutras, cap. 26, pág. 351.

46 END, pág. 1154.

14

dicional budista, hay demonios malignos que perturban y molestan a los practicantes

del budismo, y demonios benevolentes que protegen el budismo y velan por él. En este

pasaje, el Daishonin exige a las funciones demoníacas que curen de inmediato la en-

fermedad de Tokimitsu y que, en lugar de hacerle daño, actúen como funciones pro-

tectoras.

Les pregunta: “Antes bien, ¿no deberían curar de inmediato la dolencia de este

hombre, brindarle toda su protección y, de esa forma, salvarse del sufrimiento espan-

toso que suelen padecer los demonios?”,47 Los demonios son seres que han caído en el

estado de las entidades hambrientas, una condición de vida de enorme sufrimiento. Sólo

el Sutra del loto puede liberarlos de esa aflicción. Exhorta a los demonios malignos que

estaban atormentando a Tokimitsu que escapen de ese estado tan bajo protegiendo al

practicante del Sutra del loto. De otro modo, sostiene, “la cabeza se les partirá en siete

pedazos en esta existencia y, [...] en su próxima vida, caerán en el gran infierno del

sufrimiento incesante”.48 De esa forma, el Daishonin amonesta a los demonios. Sin

duda, quería mostrarle a Tokimitsu su convicción indómita como devoto del Sutra del

loto.

En vista de esto, nosotros también fortalezcamos nuestra oración como devotos

del Sutra del loto, dispuestos a desafiar de frente al demonio de la enfermedad en

cuanto éste asome la cabeza. Avancemos con la firme determinación de convertir las

funciones negativas en influencias positivas, que nos apoyen y nos ayuden a cumplir

una vida de enorme misión.

Por eso es importante hacer daimoku: el daimoku es como el rugido de un león. El

Daishonin escribe:

Nam-myoho-renge-kyo es como el rugido de un león. Por lo tanto,

¿qué enfermedad puede ser un obstáculo? Está escrito que aquellos que

abrazan el daimoku del Sutra del loto serán protegidos por la Madre de las

Demonios49 y las diez demonios”50.51

Cuando estemos enfermos, debemos hacer surgir el corazón de un león rey desde

nuestro interior y enfrentar sin miedo la función de esta dolencia. Es fundamental

desplegar esta clase de bravura en la fe.

El Daishonin también desafió su propia enfermedad con la postura de un rey león.

Cuando escribió La prueba del “Sutra del loto”, Nichiren Daishonin estaba mal de

salud desde hacía bastante tiempo. En otra carta escrita el año anterior (1281) dice: “Mi

47

END, pág. 1154. 48

Ib. 49

Madre de las Demonios: Demonio hembra que, según se afirma, habría sido hija de una demonia yaksha en Rajagriha. Se le atribuye alimentar a sus crías con las crías de otros seres. En el capítulo “Dharani” (26o) del Sutra del loto, jura proteger a los devotos del sutra.

50 Diez demonios: Son diez deidades protectoras que aparecen en el Sutra del loto como las “hijas de los demonios rakshasas” o como “las diez hijas de los rakshasas”. En el capítulo “Dharani” (26o) del Sutra del loto, juran proteger a los devotos del sutra y dicen que infligirán castigo a todos aquellos que molesten a sus practicantes.

51 END, pág. 433.

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cuerpo está debilitado y mi espíritu sufre a causa de debates diarios, persecuciones

mensuales y dos exilios. Por eso, durante los últimos siete u ocho años, cada año he

padecido distintas dolencias de la edad, aunque ninguna de ellas derivó en una crisis”.52

Pero sean cuales fueren sus circunstancias, el Daishonin continuó brindando

aliento a sus seguidores y llevando a cabo su lucha incansable por propagar la ense-

ñanza correcta. En esta carta, La prueba del “Sutra del loto”, vemos un claro ejemplo

de ello; pese a estar debilitado por su propia enfermedad, escribe en beneficio de un

joven creyente a quien quería encomendarle el futuro.

En otra carta escrita hacia el final de su vida para expresar agradecimiento por la

visita de un discípulo y por las ofrendas sinceras que éste había enviado y que le habían

hecho bien a su salud, el Daishonin escribe exultante y dice que se siente con tanta

fuerza que podría montar un león o atrapar a un tigre.53

Para alentar a sus seguidores, el Daishonin relataba detalladamente su victoria en

la lucha contra el ataque de los tres obstáculos y los cuatro demonios. Así, dejaba un

inspirador ejemplo de vida invencible frente a los sufrimientos innatos del nacimiento,

la vejez, la enfermedad y la muerte.

La mismísima alegría de vivir

El señor Makiguchi declaró: “La buena salud es el principal requisito de la feli-

cidad. Y para gozar de buena salud, debemos dar prioridad a las actividades de la Soka

Gakkai”. Buena salud significa tener espíritu de desafío. No hay mejor forma de man-

tenernos sanos y en forma, enseñó el presidente Makiguchi, que participar activamente

en el movimiento de la Soka Gakkai en bien del kosen-rufu.

Al mismo tiempo, el señor Makiguchi siempre abrazó cálidamente a los que lu-

chaban contra la enfermedad. En 1942, durante la segunda guerra mundial, el fundador

de la Soka Gakkai viajó hasta la prefectura de Ibaraki, a la aldea de Shimotsuma, para

poder alentar a una familia de miembros que tenían enfermo a su pequeño hijo de siete

años. Fue un año antes de que lo encarcelaran las autoridades militares japonesas por

sus convicciones pacifistas.

Mi maestro Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai, dio el siguiente

aliento:

A raíz de abrazar la fe en el Gohonzon, aun aquellos que están afli-

gidos o angustiados por la enfermedad o por problemas de salud pueden

lograr una absoluta paz interior. Y cuando establecen este núcleo de segu-

ridad y de calma espiritual, la vida misma se convierte en un motivo de

alegría.

52

WND, vol. 2, pág. 949. 53

El Daishonin escribe: “Su visita [...] me reconfortó muchísimo. La enfermedad que me había hecho perder tanto peso parece haber sanado, y me siento tan bien que podría ir a una cacería de tigres. Y gracias a su obsequio de wakame —algas comestibles—creo que hasta podría montar un león”. Véase WND, vol. 2, pág. 991.

16

No obstante, como somos personas comunes y vivimos en los nueve

estados, es normal que de tanto en tanto nos veamos en situaciones com-

plejas. Sin embargo, lo que uno observa es que va cambiando la naturaleza

de sus problemas... Por ejemplo, si antes uno vivía inmerso en sus propias

dificultades, comienza a prestar atención a los problemas y desdichas de los

semejantes. ¿No creen que establecer una vida así, de absoluta alegría, es lo

que significa llegar a ser budas?

También decía:

Por fuera, tal vez parezcamos el ‘bodhisattva Pobreza’ o el ‘bodhi-

sattva Enfermedad’, pero ese es un simple papel que estamos representando

en la obra teatral de la vida. ¡La verdad, y de buena fe, es que somos Bod-

hisattvas de la Tierra! Ya que la vida es una saga grandiosa, debemos dis-

frutar al máximo de esos papeles que estamos representando, con la con-

ciencia de que ellos nos permitirán demostrar la superioridad de la Ley

Mística. [...]

La filosa espada que nos libera de una vida de sujeción al sufrimiento

[como en el caso de la enfermedad o los problemas económicos] es la Ley

Mística. Liberar a las personas de todo el mundo de esos grilletes es la

misión y el espíritu de la Soka Gakkai.

¿En qué consiste, entonces, la verdadera salud? No es la mera ausencia de en-

fermedad. El punto concreto es que estamos sosteniendo vibrantemente nuestro desafío

por crear valor basado en la fe. Los que convierten el karma de la enfermedad en mi-

sión, y continuamente trabajan enfocados en su propia transformación, ya han triunfado

sobre el demonio de la enfermedad. La verdadera salud, física y espiritual, se encuentra

en medio de la lucha. Así es la enseñanza del budismo de Nichiren Daishonin.

En otra carta dirigida al sacerdote laico Ota, quien estaba enfermo, el Daishonin

escribe: “Por un lado, me entristece saber que está sufriendo; pero, por el otro, también

es motivo de alegría”.54 Lo dice porque, vista desde la perspectiva del budismo, la en-

fermedad sirve como medio para profundizar la fe, y a la vez indica que estamos en el

camino hacia el logro de la Budeidad. En tal sentido, puede decirse que la enfermedad

es relativa.

El hecho de que la lucha contra la enfermedad pueda enriquecer y profundizar la

vida de un ser humano es algo que han reconocido muchos pensadores. El filósofo suizo

Carl Hilty (1833-1909), por ejemplo, escribió: “Cada enfermedad deja su marca, como

las inundaciones de nuestros ríos. El que toma y sobrelleva la enfermedad correcta-

mente se convierte en alguien más fuerte, más profundo y más grande; adquiere sabi-

duría y convicciones que hasta ese momento no se le habían ocurrido”.55

54

END, pág. 661. 55

HILTY, Carl: Neue Briefe (Nuevas cartas), Leipzig: J.C. Hinrichs’sche Buchhandlung, 1906, pág. 49.

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En nuestro caso, basamos nuestra vida en la Ley Mística. Y cuando lo hacemos,

no hay sufrimiento que no podamos convertir en felicidad. Los que luchan contra la

enfermedad están escalando la noble montaña de la Budeidad. Cuando lleguen a la

cumbre, podrán gozar de una vista inmensa y magnífica. Todos sus sufrimientos y

adversidades actuales se convertirán en un preciado tesoro con el propósito de construir

una felicidad eterna.

En esta carta, el Daishonin enseña al joven Tokimitsu este gran poder benéfico

del budismo.

La persona que jamás es vencida, que jamás se rinde, que jamás retrocede, pase lo

que pase, es una triunfadora en la vida y es una verdadera campeona de la salud y de la

longevidad. Mi esposa y yo seguiremos orando con alma y vida para que todos nuestros

miembros gocen de una vida larga, plena y saludable. Pues al vivir de este modo,

nuestros miembros mostrarán de manera brillante y concreta el poder de la fe en el

budismo de Nichiren Daishonin, y harán crecer el reconocimiento y el apoyo a nuestro

movimiento en todo el mundo, para que este sea un faro que guíe a la humanidad hacia

un siglo de la vida.

Oro fervorosamente

por nuestra victoria resonante

y para que todos nuestros miembros

gocen de buena salud

y construyan una vida larga y plena.

(Traducción del artículo publicado en la edición de abril de 2010 del Daibya-

kurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai.)