aportes y desafios de la rse en colombia
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Este documento fue escrito por Roberto Gutiérrez y Luis Felipe Avella (ambos de la Universidad de los Andes), y Rodrigo Villar (consultor Inter American Foundation) en 2006.TRANSCRIPT
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
EMPRESARIAL
EN COLOMBIA
VERSIÓN ESPAÑOL - INGLÉS
ROBERTO GUTIÉRREZ / LUIS FELIPE AVELLA / RODRIGO VILLAR
1 Este documento fue escrito por Roberto Gutiérrez y Luis Felipe Avella (ambos de la Universidad de los Andes), y Rodrigo Villar
(consultor Inter American Foundation). La investigación fue financiada por las siguientes organizaciones: Fundación Carvajal,
Fundación Compartir, Fundación Corona, Fundación Ideas para la Paz, Fundación Empresarios por la Educación, Fundación
Restrepo Barco, Fundación Mario Santo Domingo, Fundación Social, Fundación Dividendo por Colombia, Fundación Salda-
rriaga Concha y Fundación Suramericana.
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
EMPRESARIAL EN COLOMBIA1
APORTES Y DESAFIOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
EMPRESARIAL EN COLOMBIA
©2006. Fundación Carvajal
Fundación Compartir
Fundación Corona
Fundación Dividendo por Colombia
Fundación Empresarios por la Educación
Fundación Ideas para la Paz
Fundación Mario Santo Domingo
Fundación Restrepo Barco
Fundación Saldarriaga Concha
Fundación Social
Fundación Suramericana
Se autoriza la reproducción total o parcial de esta obra citando la fuente.
Coordinación Editorial
Jorge Hernán Cárdenas – Carolina Dávila
Fundación Corona
Calle 100 Nº 8A-55 Torre C piso 9
Bogotá - Colombia
www.fundacioncorona.org.co
Traducción de Textos:
Carolyn B. Bancroft
Corrección de Estilo:
Susana Nivia
Diseño editorial
Edisoma Ediciones Especiales Ltda.
ISBN 958-33-8024-5
Primera edición
Impreso en Colombia, Abril de 2006
Printed in Colombia
PREFACIO .........................................................................................................................7
RESUMEN EJECUTIVO .....................................................................................................9
I. APORTES DESTACADOS EN UN MUNDO QUE ESTÁ LEJOS DE SER EJEMPLAR .....11
II. EVOLUCIÓN DE LOS APORTES DEL EMPRESARIADO DURANTE EL SIGLO XX .........15
Programas empresariales adoptados como política pública .................................16
El debate sobre el pago de impuestos ....................................................................18
Otros aportes empresariales particulares del caso colombiano ............................19
III. DIVERSIDAD EN LAS INTERVENCIONES SOCIALES DEL EMPRESARIADO ..............23
Diversidad en las poblaciones atendidas ................................................................24
Diversidad en las necesidades y problemas enfrentados ......................................25
Diversidad e innovación en las formas de intervención social ..............................27
La filantropía estratégica: iniciativas que generan valor social y
valor económico a la vez .........................................................................................30
IV. COLOMBIA DENTRO DEL CONTEXTO LATINOAMERICANO ..................................31
V. DESAFÍOS DE LA RSE EN COLOMBIA .......................................................................35
EPÍLOGO ........................................................................................................................39
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................41
ANEXOS
ANEXO 1. Contexto de abundancia y escasez en Colombia .......................................43
ANEXO 2. Expresiones de RSE en Colombia durante el siglo XX ...............................45
CONTENIDO
7
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
PREFACIO
Esta monografía es una bienvenida adición al creciente
conocimiento colectivo sobre responsabilidad social empresarial (RSE). Será de utili-
dad para gerentes, formuladores de políticas y académicos interesados en entender y
hacer avanzar la RSE no sólo en Colombia sino a lo largo y ancho del hemisferio.
Los lectores encontrarán que este trabajo es de utilidad en varios sentidos. Para captar
el futuro debemos entender el pasado. Colombia tiene una larga y rica historia de
compromiso empresarial con los temas sociales, que este documento capta de mane-
ra sucinta. Una característica destacada y que ha permanecido a lo largo del tiempo
ha sido la capacidad empresarial para innovar. Los experimentos sociales pioneros
por parte de empresas en diferentes áreas problemáticas han llevado a su posterior
adopción como importantes políticas nacionales implantadas en toda Colombia. No
hay duda de que el sector empresarial ha sido un importante arquitecto en ayudar
a construir la estrategia social de Colombia a la par de su rol tradicional en la esfera
económica.
El enfoque del sector empresarial hacia la RSE también ha evolucionado a medida
que ha descubierto nuevas formas de relacionar sus actividades sociales con la ope-
ración de los negocios. Ese camino hacia una responsabilidad corporativa estratégica
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
8
involucra la integración de dimensiones económicas y sociales. Las empresas colom-
bianas, junto con sus homólogos a lo largo y ancho del hemisferio, están comprome-
tidas en un importante proceso de descubrir cómo capturar las sinergias entre crear
valor social y económico. Esto implica un cambio fundamental en la forma de pensar,
la estrategia y las prácticas. El presente informe no sólo revela esta búsqueda en Co-
lombia, sino que proporciona y aplica un marco conceptual para poder analizarla de
forma más sistemática.
Gran parte de la riqueza de este trabajo recae en su documentación de las prácticas
reales de empresas individuales y asociaciones empresariales. Existe una considerable
diversidad de experiencias, pero la naturaleza y focalización de sus acciones están ca-
tegorizadas de manera útil, lo que permite revelar aspectos en común.
Consistente con la orientación emprendedora del sector empresarial, la monografía
finaliza de forma apropiada con un llamado a la acción y con la sugerencia de un
enfoque para hacer un progreso adicional significativo en la agenda inconclusa de la
RSE. Este trabajo servirá como un catalizador para acelerar nuestro importante reco-
rrido hacia la construcción de mejores comunidades, países y sociedades.
James E. Austin
Profesor Snider de Administración
Escuela de Negocios de Harvard
9
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
RESUMEN EJECUTIVO
En medio de un país con grandes desigualdades y azo-
tado por la violencia, ¿cuál es la contribución de los empresarios para construir una so-
ciedad diferente? Para responder esta pregunta examinamos qué hacen las empresas
colombianas con cada uno de sus grupos de interés, desde los cercanos a su operación
hasta aquéllos tan amplios que trascienden a las comunidades aledañas. Encontra-
mos una gran diversidad de iniciativas que responden a distintas necesidades, están
estructuradas de diferentes maneras, y tienen impacto en trabajadores, proveedores,
clientes, competidores, comunidad local y sectores específicos de la sociedad. Dentro
de las innovadoras estructuras organizacionales, diseñadas para aportar a la cons-
trucción de un desarrollo basado en una perspectiva de derechos fundamentales, son
destacadas sus alianzas con organizaciones de la sociedad civil y del sector público.
También exploramos cuál es el nivel de sus contribuciones impositivas: el problema es
más de recolección porque al tener en cuenta los impuestos locales y parafiscales, las
tasas impositivas en Colombia son comparables con las tasas que pagan las empresas
en países como Estados Unidos.
A lo largo del último siglo, el tipo de contribuciones evolucionó de esfuerzos caritati-
vos a inversión social y filantropía estratégica. Nuestros hallazgos señalan un camino
ya recorrido por las grandes empresas y unos primeros pasos de aquellas de menor
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
10
tamaño. Las intervenciones sociales del empresariado colombiano están entre las más
antiguas y diversas encontradas en América Latina. Distintas formas de intervención
social de las empresas colombianas son ejemplares dentro del contexto latinoameri-
cano por la calidad de su gestión y los resultados alcanzados. Estas características de
numerosas organizaciones apoyadas por el empresariado colombiano han permitido
el trabajo con entidades financiadoras internacionales durante varias décadas. Las
relaciones establecidas han logrado, entre otras, hacer visibles estas experiencias en
sus procesos de rendición de cuentas y convertirlas en ejemplos de referencia interna-
cional.
Profundizar el impacto de las iniciativas sociales promovidas por el sector privado re-
quiere de una participación estratégica por parte de los empresarios y de una mayor
conciencia de los resultados alcanzados. Los aportes financieros son una mínima parte
de las contribuciones posibles; el mayor apalancamiento está en poner a disposición
de causas sociales los conocimientos, habilidades y logística empresarial.
11
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
I. APORTES DESTACADOS
EN UN MUNDO QUE ESTÁ LEJOS DE SER EJEMPLAR
Colombia es un país de contrastes. Frente a la exhuberancia de nuestras
iniciativas está la escasez de nuestras seguridades. El conflicto armado se ha intensificado durante la última
década por el influjo de los dineros del narcotráfico. Debido a un problema mundial como el narcotráfico,
en Colombia el conflicto ha tomado renovados bríos y cobrado muchas más vidas. A los colombianos nos
ha tocado una época extraña: vivimos y trabajamos con una intensidad poco común porque no sabemos
si como individuos tendremos un mañana. Ésta es la ventaja que le hemos sacado a nuestra desgracia; una
ventaja que contribuye a explicar los esfuerzos del empresariado colombiano en el campo social.
Los aportes del sector privado para la construcción de la sociedad en Colombia no sólo constan
de sus intervenciones directas, sino que también incluyen formas muy particulares de financiar programas
estatales e inversiones canalizadas a través de las organizaciones sin fines de lucro. Los tres párrafos siguien-
tes dan un panorama de estos tres distintos tipos de aportes.
Primero, el tema de la responsabilidad social es importante para el sector privado colombiano. Las
98 empresas que respondieron a una encuesta sobre el tema, realizada en el 2004 por la Asociación Nacio-
nal de Industriales (ANDI) entre sus 850 afiliadas, consideran necesario asumir responsabilidades frente a la
comunidad. La mitad de estas empresas realiza un balance social y un tercio realiza informe de gestión so-
cial; tres de cada cuatro hacen aportes a fundaciones y su presupuesto para el 2004 fue de US$45.868.679.
El total de aportes de estas empresas (US$256.005.660) –en servicios sociales para sus trabajadores y para
la comunidad, y en presupuesto para las fundaciones– representó 3,34% de sus ventas totales en el 2003.
La autovaloración de sus aportes incluye más rubros que los reportados como donaciones a la Dirección de
Impuestos Nacionales; donaciones que sumaron US$121.533.303 en el 2004. Para tener una perspectiva
comparativa es interesante citar una encuesta realizada por la consultora Management & Excellence (M&E)
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
12
en América Latina y respondida por 258 compañías:
“El 45% de las compañías han estado realizando
iniciativas de responsabilidad social seriamente por
más de siete años, aunque casi la mitad dijo que
gasta menos del 0,5% de los ingresos en dichos
esfuerzos. (Según M&E, el máximo mundial entre
las corporaciones más grandes es el 3%.)” (Latin
Trade 2005).
Segundo, el sector privado creó unos pro-
gramas voluntarios que luego se convirtieron en ley
y logran hoy financiar directamente tanto organiza-
ciones no gubernamentales como entidades estata-
les. Las Cajas de Compensación Familiar, organiza-
ciones sin fines de lucro con origen y financiación
por parte de las empresas, tienen una amplia co-
bertura: 53 Cajas de Compensación Familiar en 531
municipios del país con 183.676 empresas afiliadas
y 3.547.610 trabajadores que junto con sus familias
suman 9.846.031 personas beneficiadas ( 22,2% de
la población colombiana) en el 2003. Durante ese
año, las empresas aportaron a las Cajas de Com-
pensación US$526.130.188, al Instituto Colombia-
no de Bienestar Familiar (ICBF) US$394.597.735
y al Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) US$
263.065.283. Los 1.184 millones de dólares apor-
tados a estas iniciativas sociales por parte de las em-
presas representaron 1,39% del PIB nacional.
Tercero, el sector sin fines de lucro co-
lombiano ocupa un lugar destacado en el contexto
latinoamericano. Además de vincular a un número
de trabajadores equivalente a una tercera parte de
los empleados por el sector público y generar 2,4%
del empleo total, cifras superiores al promedio de
la región, es reconocido internacionalmente por su
diversidad y por su contribución a la vida política,
económica y social (Villar 2001). Durante la última
década, la mayor cantidad de recursos de la ‘nueva
filantropía’ organizada en América Latina ha pro-
venido del mundo empresarial; estudios realizados
en Brasil, Chile, Perú, Colombia, Ecuador y México
revelan que las empresas y los líderes empresariales
son los principales promotores de las nuevas funda-
ciones en la región. En 1997, María Cristina Rojas
identificó 94 fundaciones corporativas en Colombia
con activos cercanos a los US$1.000 millones, mon-
to que equivalía a 1% del PIB y 5% del gasto públi-
co total en ese año. Mientras tanto, en Brasil en el
2000 el gasto corporativo en proyectos sociales de
diversos tipos se estimó en US$2.300 millones por
parte de 462.000 compañías y representa 0,4% del
PIB de ese año (Rojas y Morales 2000).2
El presente documento presenta un pa-
norama de las principales iniciativas sociales del
empresariado colombiano durante las últimas déca-
das y destaca algunos de sus desafíos futuros. Estas
iniciativas, crecientes gracias a los esfuerzos de nu-
merosos individuos y empresas, suelen desconocer-
se cuando sólo se miran las cifras económicas y las
alertas por la descomposición social. En un medio
con múltiples necesidades (ver anexo 1: Contexto
de abundancia y escasez en Colombia), para que
nuestro desarrollo sea sostenible necesitamos ma-
yor cooperación, complementariedad y coherencia
de todos los actores nacionales e internacionales.
En el ámbito nacional, el sector público y el sector
privado necesitan trabajar unidos para enfrentar la
complejidad de nuestro entorno.
El empresariado en Colombia ha partici-
pado y lidera múltiples iniciativas con impacto en
la sociedad. Para poder comprender mejor el am-
plio espectro de estas iniciativas, presentamos una
tipología de los distintos aportes empresariales,
2 En el 2002, el Instituto de Investigación de Economía Aplicada, IPEA, del Brasil encuestó a 9.140 empresas de un universo
de 782 mil y encontró que 59% de las empresas invirtió R$4,7 billones en acciones sociales (esta suma equivalió ese año al
0,4% del PIB nacional).
13
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
desde aquéllos en los cuales la inversión no benefi-
cia directamente a la empresa hasta aquéllos en los
cuales hay una vinculación directa con el negocio.
La cuantificación de estos aportes y una evaluación
de su impacto están más allá del alcance de este
estudio.3 El estudio enmarca la responsabilidad so-
cial de las empresas (RSE) en Colombia, dentro del
contexto latinoamericano y de su evolución desde
el siglo pasado, para proponer alternativas que la
hagan más estratégica.
La gran diversidad y dispersión de las ini-
ciativas sociales del empresariado colombiano ha-
cen de su inventario una tarea por ahora inacabada.
Concentramos nuestra mirada en las iniciativas so-
ciales que han sido promovidas desde el sector pri-
vado; es necesario otro estudio para dar cuenta de
los aportes de la sociedad civil que no tiene relación
con el empresariado. Conseguimos información de
75 organizaciones, 35 empresas y 40 corporaciones,
fundaciones o asociaciones. La información prima-
ria de entrevistas en profundidad ha sido nuestra
principal fuente, complementada en algunos casos
con información disponible en otros trabajos. Otros
aportes no mencionados merecen ser reseñados y
agregados al cúmulo de experiencias aquí descritas.
Por eso estamos desarrollando un portal electróni-
co que permitirá conocer el mapa de las iniciativas
sociales en las cuales participan las empresas en Co-
lombia.4 Mientras tanto, las siguientes páginas dan
cuenta de nuestro esfuerzo inicial.
Este texto tiene una dimensión política
porque sirve para argumentar cómo algunos sec-
tores empresariales participan en la construcción de
un país distinto. Los resultados del estudio hacen
visibles estos aportes; de ahí el reporte de los logros.
Sin embargo, es importante observar lo mucho que
falta para tener una sociedad sana; de ahí la des-
cripción de los desafíos.
3 En la parte final del documento están los lineamientos para la realización de aquellos estudios de un alcance mayor a los tres
meses definidos para realizar la presente investigación. Evaluar los aportes del sector privado para la construcción de la so-
ciedad en Colombia es una tarea en la cual no se cuenta con cifras globales. Unos pocos estudios proveen cifras de sectores
particulares y sus autores rara vez hacen mención de los sesgos de selección en la información recolectada.
4 En este portal electrónico (www.mapearse.net) también encontrará una versión ampliada del presente informe.
15
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
II.
EVOLUCIÓN DE LOS APORTES DEL EMPRESARIADO DURANTE EL SIGLO XX
Es necesaria una perspectiva histórica para comprender la diversi-
dad de los aportes del empresariado colombiano. La experiencia acumulada en sus intervenciones directas
o a través de organizaciones gubernamentales o no gubernamentales, permite hoy la construcción de ela-
boradas propuestas y acuerdos intersectoriales de gran alcance. Las posibilidades actuales son el resultado
de múltiples pasos dados en el pasado.
En Colombia, como en Latinoamérica, la Iglesia Católica ha jugado un papel importante en la
historia de la filantropía desde la Colonia hasta hoy. El predominio de la Iglesia en el ámbito caritativo se
mantuvo, con diversas manifestaciones, a lo largo del siglo XIX y la mayor parte del XX (Sanborn y Porto-
carrero 2003, p. 7).
En el siglo XX, es necesario entender la formulación e implantación de diversas políticas sociales
–por parte de los Estados– en el contexto de los modelos de desarrollo adoptados. Por ejemplo, a través de
los esfuerzos de industrialización por sustitución de importaciones ocurridos entre los años 1930 y 1970, los
gobiernos latinoamericanos privilegiaron el crecimiento del sector industrial y del mercado interno. Esto in-
centivó la creación de organizaciones por parte de las clases medias y trabajadoras urbanas que promovían
ciertas formas de protección social, servicios en educación y salud, y vivienda.
En nuestro país el desarrollo empresarial ha estado concentrado en las ciudades. Entre 1929 y
1945 el PIB creció apenas a una tasa de 3,3% anual, mientras la industria manufacturera lo hizo a un ritmo
anual de 7,4% e incrementó su participación en el PIB total de 8,9% en 1929 a 16,5% en 1945. En 1944,
luego de varios intentos fallidos, cristalizó la fundación de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI). Al
año siguiente, un grupo de comerciantes y empresarios de todas las regiones del país, residentes en Bogotá,
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
16
creó la Federación Nacional de Comerciantes (Fe-
nalco). Luego, en 1951, nació otro de los gremios
importantes, la Asociación Colombiana de Peque-
ñas y Medianas Industrias de los diferentes sectores
productivos (ACOPI), como resultado de la fusión
de entidades afines del orden regional que existían
en ese momento en cuatro de las más importantes
ciudades del país.
En el primer decenio de posguerra (1945-
1955), la producción industrial creció al ritmo más
alto de los últimos 50 años (9,1% anual) y, hasta
1974, siguió creciendo a tasas anuales por encima
del crecimiento global de la economía. Entre las
ciudades que tuvieron importantes desarrollos in-
dustriales en Colombia se destacan: Bogotá (con
cerveza y cemento), Medellín como principal centro
fabril (luego de ser el primer renglón de las importa-
ciones colombianas), Barranquilla (textiles y molinos
de trigo) y Cali (procesamiento del azúcar). En la
mitad del siglo XX, las industrias llegaron a ciudades
como Manizales, Bucaramanga, Pereira, Cartagena
e Ibagué (ANDI 1994).
En el 2004, a pesar del desarrollo indus-
trial, son pocas las grandes empresas en Colombia
y el ingreso promedio anual per cápita (US$1.810)
es inferior al promedio regional (US$2.976) y leja-
no del promedio para los países de la OECD (US$
25.773). Según los cálculos de la Confederación
Colombiana de Cámaras de Comercio, Confecáma-
ras, en el país hay 431.000 microempresas y 47.000
pequeñas y medianas empresas. Las Mipymes ge-
neran 1.700.000 empleos; aportan 38% de la pro-
ducción industrial (48% del empleo industrial); y
realizan entre 56% y 70% de las ventas del sector
servicios y comercio con 70% y 75% de la fuerza
laboral en estos sectores. Su crecimiento tuvo tasas
superiores a 8% durante el 2004 (Mercados PYME,
2004). Aunque los requisitos para la operación de
un negocio –apertura, dificultades para contrata-
ciones y despidos de personal, procedimientos para
registrar y obtener licencias de operación, acceso a
créditos, protecciones a las inversiones, costos lega-
les y costos para el cierre– son menores en Colom-
bia que el promedio regional, los requisitos y costos
son proporcionalmente mayores que los existentes
en los países de la OECD (IFC, 2004).
PROGRAMAS EMPRESARIALES ADOPTADOS COMO POLÍTICA PÚBLICA
Preocupados por las alzas en el costo de
los artículos básicos, que hacían insuficientes los
ingresos familiares de las clases obrera y media, el
presidente y la junta directiva de la ANDI propusie-
ron a la XI Asamblea General en 1954, establecer
un sistema de subsidio familiar mediante la creación
de cajas de compensación autónomas financiadas
con aportes patronales liquidados sobre el valor de
la nómina de la empresa. La idea del salario familiar,
inspirada en la doctrina social católica, estaba enca-
minada a mejorar el bienestar de los trabajadores
y, de paso, a contribuir a la paz del país. El subsidio
se distribuiría de acuerdo con las necesidades fami-
liares de cada quien, sin tener en cuenta el tipo de
empresa o el rendimiento individual. El 24 de mayo
de 1954 se aprobaron los estatutos de la Caja de
Compensación Familiar de Antioquia, Comfama,
suscritos por 45 compañías con más de veinte mil
beneficiarios. La participación de las empresas era
voluntaria y la suma de los aportes patronales era
independiente del número de trabajadores casados
y de los hijos que tuviesen. En agosto de ese año,
Comfama pagó los primeros subsidios: 8 pesos por
cada hijo menor de 14 años o estudiante menor de
20; el primer año representó mejoras en el ingre-
so a los trabajadores de hasta 40% del salario. En
1957 el Estado volvió obligatoria esta innovación.
Aún hoy, muy pocos países en el mundo tienen algo
similar.
Luego ACOPI promovió la constitu-
ción de las Cajas de Compensación Familiar para
17
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
pequeñas y medianas empresas en ciudades como
Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cali e Ibagué. Des-
de su creación, las Cajas y el Sistema de Subsidio
Familiar han mostrado a los empresarios, a los
trabajadores, al Estado y a la sociedad que cons-
tituyen una alternativa para mejorar la vida de los
colombianos (Portafolio 2004, p. 27). Sus servicios
llegan a 22,2% de la población colombiana. Hasta
abril de 2004 fueron otorgados 34.300 subsidios
de vivienda, 60% para beneficiarios que reciben
de 0 a 2 salarios mínimos y el resto para quienes
reciben de 2 a 4 salarios mínimos. La atención in-
tegral a la niñez y la jornada escolar complemen-
taria han beneficiado a 1.600.000 menores con
una inversión de $55.600 millones de pesos (US$
21.140.684), y 101.143 estudiantes desde prees-
colar hasta educación superior han sido apoyados.
Su participación, a través del aseguramiento y la
prestación de servicios de salud, alcanza a ser 14%
del sistema de salud nacional. Por otro lado, las ca-
jas tienen 225 puntos de infraestructura recreativa
como centros vacacionales, museos, auditorios y
parques.
Otro programa inspirado en modelos que
algunas empresas emprendieron fue el programa
de atención preescolar del Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar (ICBF). En la primera mitad del
siglo pasado se atendían, en los predios de cier-
tas fábricas u oficinas de las empresas, a los hijos
pequeños de las madres trabajadoras. El gobierno
de Carlos Lleras Restrepo (1966-70) comprendió el
beneficio de la iniciativa empresarial y la extendió al
resto de empresas con dos modificaciones sustan-
ciales: dejó de ser voluntario y las guarderías no se
ubicarían en los predios de las empresas sino en los
barrios de las poblaciones de ingresos bajos. Este
programa hoy tiene una gama extensa de modali-
dades y aunque no cubre la totalidad de la pobla-
ción esperada sí ha contribuido a disminuir los altos
índices de desnutrición del país y ha permitido la
vinculación laboral de las madres sin el abandono
de sus hijos.
Un tercer programa estatal en cuya pro-
moción participó el sector privado es el de forma-
ción técnica y vocacional del Servicio Nacional de
Aprendizaje (SENA). Este programa también se
financia con un impuesto directo proporcional al
valor de la nómina de la empresa. Estos impuestos
parafiscales son una tasa impuesta con una desti-
nación específica y no están considerados dentro
del presupuesto nacional. Son denominados para-
fiscales porque su finalidad es financiar una activi-
dad específica que afecta directamente a un deter-
minado grupo, su administración está confiada a
un ente diferente a la Administración de Impues-
tos y su monto no es proporcional a la capacidad
contributiva del sujeto gravado. En Colombia estos
impuestos financian al SENA, al ICBF, las Cajas de
Compensación Familiar y los fondos del transpor-
te, cafetero y arrocero. El aporte parafiscal debe
ser cancelado por toda empresa pública o privada,
sin importar su tamaño, número de empleados o
capital. Si la empresa está vinculada a alguna Caja
de Compensación Familiar, debe pagar el aporte a
través de esa Caja y, en ese caso, liquidará el 9%
que se distribuye así: 4% para la Caja de Compen-
sación, 3% para el ICBF y 2% para el SENA. La Caja
de Compensación se encarga de hacer el giro co-
rrespondiente que, en el caso del ICBF, representa
más de 98,5% de sus ingresos totales. La cuantía
de los aportes parafiscales para el año 2003 apare-
ce en la tabla 1.
El ejemplo de ciertas empresas particula-
res ha impulsado al gobierno a legislar para exten-
der –al resto del sector privado– las prácticas más
interesantes, como un subsidio familiar o algún cui-
dado infantil. Esto también aconteció con el pago de
“primas” semestrales para los empleados. Algunas
empresas comenzaron a pagarlas y luego el gobier-
no las incluyó dentro de las prestaciones sociales a
las cuales tienen derecho todos los trabajadores.
En Colombia la diferencia entre ser traba-
jador y no tener un empleo en el sector formal es
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
18
mayor por la protección social a la cual tiene dere-
cho el empleado.5 Aunque en los últimos años se ha
tratado de disminuir esta brecha, la falta de acceso
al seguro de desempleo y a pensiones por parte de
quienes no tienen un empleo en el sector formal
es crítica. En salud, la coexistencia de un régimen
contributivo y un régimen subsidiado aminora las
diferencias. Un punto porcentual del total pagado
a los trabajadores, dinero que constituye un fon-
do de solidaridad, financia al régimen subsidiado.
Mientras tanto, en el régimen contributivo el dinero
recaudado corresponde a 12% del total pagado a
los trabajadores: la empresa aporta 8% y los traba-
jadores 4% de los salarios devengados.
EL DEBATE SOBRE EL PAGO DE IMPUESTOS
El informe presentado en el 2004 por el
Centro de Política Internacional (CIP) ha planteado
un debate alrededor de los impuestos en Colombia:
por un lado están quienes afirman que es despro-
porcionado el monto de los impuestos “regresivos”
en Colombia y por el otro, quienes sostienen que ha
sido enorme el esfuerzo de los contribuyentes en los
últimos años. Lo innegable es el problema de eva-
sión existente. Sucede, entonces, que unos cuan-
tos sobrellevan la mayor carga impositiva, mientras
otros evaden esta responsabilidad. El círculo vicioso
surge cuando el Estado no cuenta con suficientes
recursos y, al no tenerlos, recurre a sobrecargar a
aquellos sobre los que sí tiene control e influencia.
La baja capacidad de recaudo por parte del Estado
no es una característica singular de Colombia den-
tro del contexto latinoamericano.
Según un informe reciente de la ANDI, la
tasa de recolección de impuestos de carácter nacio-
nal ha aumentado considerablemente en los últimos
15 años, al pasar de 9% en 1990 y llegar a15% en
el 2005. Teniendo en cuenta la reforma tributaria
de 1,5 billones de pesos, aún no aprobada en el
2004, Colombia tendría una carga tributaria cerca-
na a 19,3% del PIB, porcentaje similar a la carga
TABLA 1. APORTES PARAFISCALES 2003
Aportes parafiscales 2003 Millones de pesos Millones de dólares
Cajas de Compensación 1.394.245 526
ICBF 1.045.684 395
SENA 697.123 263
Total 3.137.052 1.184
Porcentaje del PIB 1,39%
Fuente: ANDI 2004.
5 El tamaño del sector informal (o sector no regulado) de la economía colombiana varía de acuerdo con la definición adoptada.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE, entre 55% y 60% de la población económicamente
activa pertenece al sector informal.
19
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
pación directa de los empresarios, a la creación de
otras organizaciones emblemáticas en Colombia: por
ejemplo, en el área de la educación superior contribu-
yó a la creación de la Universidad EAFIT de Medellín,
la Universidad de los Andes de Bogotá, la Universidad
Tecnológica de Pereira, el Colegio de Estudios Supe-
riores de Administración (CESA) de Bogotá y el Insti-
tuto Colombiano de Estudios Superiores de Incolda
(ICESI) de Cali. La ANDI y ACOPI participan en las jun-
tas directivas de múltiples instituciones nacionales.
Un fenómeno de características singulares
en Colombia son las Cámaras de Comercio. Las cá-
maras son más de 50 organizaciones que apoyan
al sector empresarial, colaboran con la regulación
de la actividad mercantil y contribuyen a mejorar la
calidad de vida de su ciudad y su región. Algunos
ejemplos de sus diversas intervenciones con impacto
social son los siguientes:
TABLA 2. PAGO DE IMPUESTOS EN COLOMBIA COMO PORCENTAJE DEL PIB
Año Aporte nacional Otros impuestos (municipales, Total
de impuestos departamentales y parafiscales)
1987 8,80 3,28 12,06
1990 9,03 3,36 12,39
1995 10,14 3,68 13,82
1999 10,26 4,4 14,66
2000 11,03 4,27 15,30
2001 13,13 4,3 17,43
2004* 14,27 4,31 18,58
2005** 15,00 4,33 19,33
* Incluye impuesto al patrimonio que se cobró una sola vez.
** Estimado con base en el presupuesto presentado al Congreso.
Fuente: ANDI (con base en información de la Misión de Ingresos, DNP, Contraloría General de la República, DIAN, Confis y Superintendencia del Subsidio).
tributaria en Estados Unidos (20%). La diferencia en
las cifras de la ANDI y las del CIP tienen que ver con
que los industriales incluyen los impuestos munici-
pales, departamentales y parafiscales, los cuales no
llegan a las arcas del gobierno nacional y al parecer
no son tenidos en cuenta por los informes del Ban-
co Mundial. La tabla 2 muestra el aumento en los
impuestos como porcentaje del PIB al sumar los im-
puestos nacionales y otros impuestos (municipales,
departamentales y parafiscales).
OTROS APORTES EMPRESARIALES PARTICULARES DEL CASO COLOMBIANO
El principal gremio empresarial en Colom-
bia –la ANDI– ha contribuido, junto con la partici-
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
20
• Cámara de Comercio de Bogotá: protagonista
en programas y proyectos relacionados con edu-
cación.
• Cámara de Comercio de Medellín: apoyo a mi-
croempresas de familias de bajos recursos.
• Cámara de Comercio de Neiva: apoyo a niños
con labio leporino.
• Cámara de Comercio de Manizales: capacitación
a bachilleres de escasos recursos económicos.
• Cámara de Comercio de Cali: programa “Salvar
al Río Cali”.
La Confederación Colombiana de las Cá-
maras de Comercio (Confecámaras), es una institu-
ción autónoma, constituida en el año 1969, para
fines de ayuda mutua e interés colectivo entre las
cámaras de comercio que funcionan en el país o
fuera de él. Como gremio lidera actividades de RSE
que tienen impacto nacional y convocan al empre-
sariado en general. El trabajo de Confecámaras ha
sido pionero en los temas de la ética en las empre-
sas y de la responsabilidad social en las pequeñas y
medianas empresas.
Desde 1960 hasta hoy se da una crecien-
te presencia de las empresas como actores de diver-
sas intervenciones sociales. Por un lado, numerosas
organizaciones de origen confesional en Colombia
siguen destacándose por el impacto social de sus
intervenciones y cuentan con un importante apoyo
del sector empresarial. Por otro lado, las distintas
iniciativas sociales asumidas directamente por los
empresarios tienen diferentes causas. “Las razones
para tan amplio surgimiento de organizaciones fi-
lantrópicas de origen empresarial a comienzos de la
década de 1960 fueron variadas. Algunos mencio-
nan la corriente de pensamiento empresarial gesta-
da a mediados de la década de 1950, preocupada
por la responsabilidad social empresarial, y la legis-
lación tributaria favorable a la inversión de recursos
en temas filantrópicos. Otros señalan la Guerra Fría
y la revolución cubana como motivadores y, en el
caso colombiano, el fin de un conocido periodo de
violencia política y el comienzo del llamado Frente
Nacional.” (Fundación Corona 2004, p. 18)
Más allá de las razones detrás de su ori-
gen, las iniciativas sociales de las empresas colom-
bianas tienen una fuerza especial: algunas de ellas
con “características únicas en Latinoamérica”, otras
reconocidas y apropiadas por el Estado que les dio
vida propia a través de mecanismos como los im-
puestos parafiscales. En resumen, la responsabilidad
social de la empresa (RSE) en Colombia ha tenido
un desarrollo ascendente desde los primeros años
del siglo XX hasta hoy. Es posible identificar cuatro
etapas en su evolución (ver los hitos particulares lis-
tados en el anexo 2):
1. Primera mitad del siglo XX: en el contexto ca-
tólico colombiano, la Iglesia es el actor social al
cual el empresario aporta para contribuir a la so-
ciedad. Otros actores destacados son los sindica-
tos y los gremios. A comienzos de siglo nacieron
iniciativas innovadoras, como la Fundación Social,
que hoy siguen destacándose dentro de la RSE en
Colombia. Alrededor de mitad de siglo, surgieron
la mayoría de los principales gremios: la Asocia-
ción Nacional de Industriales ANDI en 1944, la
Federación Nacional de Comerciantes Fenalco en
1945, y la Asociación Colombiana de Pequeñas y
Medianas Industrias ACOPI en 1951.
2. Década de 1960: la legislación laboral colombia-
na contribuyó a la protección de los empleados
y la legislación tributaria estimuló la creación de
fundaciones al permitir que las donaciones sean
objeto de deducción de impuestos. Entre 1960
y 1970 surgieron fundaciones de origen empre-
sarial que hoy se mantienen y sobresalen por la
cantidad y calidad de sus intervenciones. A fina-
les de dicha década la responsabilidad social em-
pezó a ser estudiada académicamente al crearse
una maestría en la Universidad del Valle (a la cual
asistieron importantes empresarios colombianos)
21
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
para formar dirigentes con alta calidad técnica y
un énfasis en su formación humanista.
3. Década de 1990: en 1991 catorce organizacio-
nes gremiales en Colombia se agruparon en el
Consejo Gremial Nacional. Desde éste, a través
del denominado “Compromiso de Guaymaral”
de junio de 1993, decidieron reorganizar y forta-
lecer la función social de los gremios en el país.6
A lo largo de la década el sector privado impulsó
la creación de ocho corporaciones en temas es-
tratégicos para el desarrollo como la educación,
la salud, la innovación y el desarrollo productivo,
la paz, el desarrollo comunitario, la justicia y la
transparencia.
4. Inicios del siglo XXI: el esfuerzo por aumentar
el impacto de la filantropía privada en distintos
sectores ha generado diversas iniciativas de tra-
bajo con el sector público y con organizaciones
de la sociedad civil. En recientes investigaciones
comparativas realizadas por la Social Enterpri-
se Knowledge Network (www.sekn.org), una
red de 11 universidades iberoamericanas coor-
dinadas por la Escuela de Negocios de la Uni-
versidad de Harvard, se destacaron las caracte-
rísticas singulares y el impacto social de algunas
alianzas entre empresas y organizaciones sin
fines de lucro colombianas y de las iniciativas
sociales de ambos tipos de organizaciones. Por
otro lado, la experiencia de las corporaciones
mixtas ha servido para la creación de otro tipo
de organizaciones, algunas de ellas con mayor
participación del empresariado. Finalmente, el
Global Compact ha sido suscrito por 54 empre-
sas en Colombia.
6 En el 2004, el Consejo Gremial Nacional estaba integrado por 16 miembros de los distintos sectores de la economía: la
Asociación Nacional de Industriales, ANDI; la Asociación Colombiana de Fabricantes de Autopartes, Acolfa; la Asociación
Colombiana de Medianas y Pequeñas Industrias, ACOPI; la Asociación Colombiana de Industrias Plásticas, Acoplásticos; la
Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex; la Asociación Bancaria y de Instituciones Financieras de Colombia, Aso-
bancaria; la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores, Asocolflores; la Asociación Nacional de Cultivadores de Caña
de Azúcar, Asocaña; la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol; la Asociación Colombiana de Transportadores de
Carga por Carretera, Colfecar; la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio, Confecámaras; la Asociación Ho-
telera de Colombia, Cotelco; la Asociación Colombiana de Aseguradores, Fasecolda; la Federación Nacional de Ganaderos,
Fedegan; la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco y la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC.
23
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
III.
DIVERSIDAD EN LAS INTERVENCIONES SOCIALES DEL EMPRESARIADO
En comparación con los otros lugares que visitamos, el caso de
Colombia sobresale: en la mayoría de países que observamos, estos contextos de conflicto
pueden atraer a empresas con un bajo interés en temas de Responsabilidad Social Empresa-
rial. Estas empresas generalmente no le ponen cuidadosa atención a los derechos humanos,
la participación comunitaria o a establecer relaciones positivas con grupos de interés loca-
les. Esto se debe a que muchas veces no tienen que ocuparse de estos temas; las dinámicas
del conflicto permiten una relación de poder desigual entre la empresa y los demás grupos
de interés. Las empresas básicamente pueden hacer lo que quieran y no se les hace respon-
sables por sus prácticas.... En Colombia, para nuestra sorpresa, la situación parece ser con-
traria. Durante nuestra visita nos enfrentamos a algunas de las prácticas corporativas más
creativas y constructivas que hayamos visto en parte alguna. En lugar de atraer a empre-
sas con bajos estándares de responsabilidad social, parece ser que el contexto colombiano
atrae a algunas empresas con los mejores estándares corporativos! Esto queda demostrado
aun más con los desafíos que algunas empresas colombianas enfrentan en la actualidad,
debido a que no actuaron de manera cuidadosa, transparente e incluyente.
Luc Zandvliet,
Director Proyecto de Compromiso Corporativo
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
24
En el contexto colombiano operan com-
pañías, nacionales y multinacionales, con altos es-
tándares en RSE. Estos estándares son ejemplares
por su innovadora estructura organizacional, por la
calidad de su gestión o por sus resultados. Muchos
empresarios consideran que las iniciativas sociales
de las empresas deben alejarse de los criterios asis-
tenciales y, más bien, contar con proyectos que in-
tegren el crecimiento económico con acciones que
generen valor social y contribuyan a hacer sosteni-
ble en el tiempo la generación de riqueza (Revista
ANDI 2004, p. 12).
Numerosas empresas superan la “fron-
tera de las expectativas sociales” (cumplir con la
ley y las normas básicas de la sociedad) con inno-
vaciones sociales, algunas alejadas de su negocio y
otras integradas a éste. Las intervenciones sociales
del sector privado en Colombia son diversas en tres
dimensiones: a quién atienden, en cuáles temas y
cómo están estructuradas. La primera parte de esta
sección del documento describe la variedad en las
intervenciones en relación con su población obje-
tivo y con los temas abordados; la segunda parte
ofrece una tipología de las distintas formas adopta-
das para alcanzar los fines que persiguen esas inter-
venciones sociales.
DIVERSIDAD EN LAS POBLACIONES ATENDIDAS
En Colombia, las iniciativas sociales de
las empresas están dirigidas a distintos grupos de
interés y son desarrolladas en diferentes regiones
del país. Estas iniciativas atienden a grupos directa-
mente relacionados con la empresa, a comunidades
circundantes y –en ocasiones– a determinadas po-
blaciones en la sociedad. Es posible encontrar varias
experiencias empresariales con cada uno de estos
grupos, pero apenas mencionaremos algunas de
ellas a manera de ilustración.
Como ejemplo de programas cercanos al
giro de los negocios empresariales, la multinacional
colombiana Crepes & Waffles presta a sus emplea-
das, sin interés, las cuotas iniciales para su vivien-
da, ofrece seminarios y charlas para ayudarlas con
ser mejores madres, y financia lavadoras para que
tengan más tiempo para compartir con sus hijos. El
grupo empresarial Bavaria tiene un programa con
cultivadores de fruta que incluye capacitación, apa-
lancamiento financiero, acompañamiento técnico
y aseguramiento de compra con precios estables.
Tres gremios, ACOPI, ANDI y Fenalco, elaboraron
el “Acuerdo unificado sobre buenas prácticas in-
dustriales, comerciales y defensa del consumidor”
para establecer reglas claras de comportamiento
entre, por ejemplo, los proveedores y el comer-
cio de grandes superficies. Homecenter, una cade-
na de almacenes de grandes superficies (venta de
materiales y equipos) que hacen parte de la Orga-
nización Corona, tiene programas para capacitar
a sus clientes en la utilización de herramientas y
artículos ofrecidos, y para capacitar a maestros de
obra en su oferta de servicios a los clientes de los
almacenes.
Muchas empresas trabajan con sus co-munidades vecinas. Algunas se han asociado para crear organizaciones que trabajan por el desarrollo de comunidades geográficas particulares. Por ejem-plo, empresas localizadas en los municipios aleda-ños a Bogotá han creado las Corporaciones Pro Desarrollo del Norte de la Sabana, Prodensa, y del Occidente de la Sabana, Prodeocsa; empresas del sector petrolero crearon –entre otras– la Fundación del Alto Magdalena y la Fundación Oleoductos de Colombia. También la sociedad en general es obje-to del trabajo de algunas organizaciones del sector privado. En su proceso de macroinflujo, la Funda-ción Social promociona y participa en foros de dis-cusión de políticas públicas.
La inversión social llevada a cabo por or-
ganizaciones sin fines de lucro creadas o impulsa-
das por empresas, atiende a la población menos
25
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
favorecida de Colombia. Por ello, las poblaciones
a las cuales dirigen su atención son mucho mayo-
res que aquellas cercanas a las empresas. Aunque
hay programas para grupos de interés cercanos a
las empresas, éstos son una minoría frente a la co-
bertura que tienen las organizaciones sin fines de
lucro. La población objetivo de estas organizaciones
está en casi todos los rincones del país y, a su vez, la
gestión de estas organizaciones es objeto de apoyo
por parte de organizaciones creadas por el sector
privado. Vale la pena mencionar una organización
como Compartamos con Colombia que nace para
elevar la capacidad de operación de organizaciones
sin fines de lucro. Para hacerlo creó una estructura
organizacional que integra los aportes de 19 firmas
consultoras y canaliza las orientaciones de sus con-
sultores profesionales voluntarios. En sus primeros
cuatro años de operación, Compartamos ha reali-
zado 66 proyectos de asesoría para 1,2 millones de
beneficiarios indirectos.
En las iniciativas sociales de las empresas
en distintas regiones de Colombia, es posible ob-
servar diversidad y antigüedad. Un estudio patroci-
nado por el Comité de Responsabilidad y Desarrollo
Social de la Seccional Valle del Cauca de la ANDI,
rastreó las contribuciones al desarrollo social del em-
presariado vallecaucano desde finales del siglo XIX
y describió sus características actuales en el caso de
41 empresas y 10 organizaciones sin fines de lucro
(Laverde 2005). En la región antioqueña, la Unidad
de Conocimiento del grupo Empresarial Antioqueño
(GEA) realiza encuestas de gestión social a más de
tres decenas de empresas del grupo desde el 2001
(Unidad de Conocimiento 2003). En la Costa Caribe,
un estudio cualitativo de las iniciativas sociales de
21 empresas y 3 organizaciones sin fines de lucro
presentó la diversidad de sus características y los
obstáculos que enfrentan (Escobar, Jiménez y Gutié-
rrez 2004). Es común encontrar, en las tres regiones,
iniciativas en educación, desarrollo comunitario y
programas de bienestar para los empleados. El au-
mento en los aportes y el voluntariado corporativo
son otras características comunes. En el Valle del
Cauca y la Costa Caribe las empresas tienen apoyos
especiales para programas de generación de ingre-
sos, mientras en las empresas del GEA el énfasis está
en proyectos de conservación ambiental.
DIVERSIDAD EN LAS NECESIDADES Y PROBLEMAS ENFRENTADOS
La diversidad de las iniciativas del empre-
sariado colombiano también es notoria al conside-
rar los distintos frentes sociales en los cuales hay
programas establecidos. Los ejemplos descritos
a continuación son algunos de los esfuerzos por
transformar los campos de la educación, la salud,
la nutrición, la protección a la infancia, la vivienda,
el desarrollo productivo, la paz, la justicia, la trans-
parencia, el fortalecimiento institucional, el arte y el
medio ambiente.
En educación, una empresa de alimentos
–Meals de Colombia– ha encabezado el aporte en
conocimientos en los temas de gestión de la calidad
para más de un centenar de directivos empresaria-
les. En el 2002, 189 colegios públicos y privados
habían formado grupos de trabajo –en principio pa-
rejas– con directivos de 109 empresas. Un resultado
de esta interacción es que algunos empresarios fue-
ron llamados a conformar juntas asesoras del Minis-
terio de Educación Nacional y de varias Secretarías
de Educación en el ámbito local.
En 1992, cuatro fundaciones –cada una
como brazo social de un grupo económico colom-
biano y ninguna relacionada con el sector salud–,
seis empresas de negocios –todas pertenecientes
al sector salud–, siete hospitales, el Fondo Nacional
para el Desarrollo (Fonade) y el Instituto de Seguros
Sociales (ISS) se comprometieron con un aporte fi-
nanciero inicial a buscar el desarrollo del sector de la
salud. Diez años después de su creación, el Centro
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
26
de Gestión Hospitalaria ha trabajado, en asesoría y
capacitación, con 125 hospitales que tenían, en su
momento, 25% del total de camas hospitalarias en
Colombia; con 10 empresas promotoras de salud
que reunían 35% de los afiliados al sistema de sa-
lud y seguridad social; con 5 Secretarías de Salud en
cuyo territorio vivía 34% de población colombiana;
y con 35 instituciones prestadoras de salud ambu-
latorias.
Varias cadenas de grandes superficies han
apoyado la creación y funcionamiento de los bancos
de alimentos del país. Una de ellas, Almacenes Éxito,
tiene varios programas en nutrición y salud: dona-
ciones por medio de tarjetas, alianzas con comunida-
des, organizaciones de la sociedad civil y el Estado, y
un premio en dinero para la intervención nutricional
e investigación orientadas a mejorar las condiciones
de alimentación y nutrición de madres gestantes, ni-
ños y adolescentes en todo el país. En otro contexto,
un programa de voluntariado desde el 2000 –Alpina
Somos Todos– facilita la donación de tiempo, dinero
y conocimientos de sus empleados a organizaciones
sin fines de lucro escogidas por la empresa. Treinta
organizaciones en temas de nutrición y educación
han sido apoyadas por el programa.
Creada en 1967 por un legado personal,
la Fundación Antonio Restrepo Barco está dedicada
a promover el desarrollo social y los derechos fun-
damentales, en especial, de la niñez y la juventud.
En asocio con el ICBF, Unicef y la FES, el Programa
de Autoevaluación, Fortalecimiento y Estándares de
Calidad trabajó, desde mediados de los años no-
venta, con cerca de 400 organizaciones sin fines de
lucro dedicadas a la protección de la infancia. Desde
1998 la fundación promueve el trabajo de la Red
Nacional de Protección a la Infancia, con 15 redes
regionales y 225 organizaciones miembros, para la
proyección política, la cualificación de los procesos
de atención y formación, y la divulgación de las es-
trategias de acción social en la atención a la infancia
bajo la Convención de los Derechos del Niño.
En el tema de vivienda es interesante el
trabajo de Compartir. Durante casi tres décadas la
empresa y su fundación han desarrollado progra-
mas de vivienda y espacio público utilizando la ca-
pacidad y experiencia empresarial de la primera, y el
conocimiento que la fundación tiene de las comuni-
dades poco privilegiadas.
En el apoyo a la microempresa, la Fun-
dación Carvajal lleva 24 años creando y desarro-
llando modelos de atención microempresarial re-
gional y nacional; con éstos se han beneficiado
cerca de 60,000 empresarios de la pequeña y me-
diana empresa a través de programas de capacita-
ción, adaptación laboral, formación para el trabajo
e indicadores de gestión. Por su lado, la Fundación
Mario Santo Domingo fue reconocida por sus ser-
vicios de desarrollo empresarial y como la entidad
no financiera con mayor colocación de créditos en
el 2004. Entre otras fundaciones de origen empre-
sarial que apoyan la microempresa en Colombia,
la Fundación Corona apoyó –en 1997– la primera
aplicación del Sistema de Evaluación de Impacto
de los Servicios de Apoyo a las Microempresas en
Colombia. Este sistema de evaluaciones y debate
sobre el tema contribuyó a mejorar el marco de
políticas públicas para el sector de las micro y pe-
queñas empresas.
El Informe Nacional de Desarrollo Huma-
no del PNUD sobre Colombia destaca “[el] papel de
los empresarios en la resolución del conflicto arma-
do y la construcción de una paz duradera” (INDH
2003, p. 499). La Fundación Ideas para la Paz sur-
ge, en 1999, por la preocupación de un grupo de
ciudadanos-empresarios con la grave situación del
país y la poca conciencia, escaso conocimiento e in-
formación que la sociedad tiene sobre los temas de
paz. La fundación ha documentado casos regiona-
les de desarrollo y paz, sistematizado la información
sobre el proceso de paz en Colombia, observado
procesos internacionales, y se construye un plan
para el posconflicto.
27
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
En el ámbito nacional, el sector privado
ha participado en experiencias como la de la Corpo-
ración Excelencia en la Justicia; en el local, algunos
empresarios crearon la Corporación Empresarial de
Itagüí en 1988. En alianza con el Tribunal Superior
de Medellín, los jueces de Itagüí, la Alcaldía Munici-
pal y la Fundación FES crearon el Programa de Mo-
dernización y Sistematización de los Juzgados de
Itagüí. Las evaluaciones del programa han mostra-
do tasas significativas de descongestión, aumento
de productividad, y mayor confianza y credibilidad
de la comunidad en el sistema de justicia.
Transparencia por Colombia –integrada
por 30 organizaciones, la mayoría de ellas empre-
sas– se constituyó como capítulo de Transparencia
Internacional en 1998. Su Programa Empresarios
Contra el Soborno incluye, entre otros elementos,
“pactos de integridad” o acuerdos voluntarios de
transparencia en procesos de contratación con
recursos públicos. Su Programa Integral de Ética
– Pymes Íntegras y Transparentes se concentra en
otros sectores empresariales. Una de las empresas
que más ha apoyado a Transparencia, la petrolera
Hocol, ha buscado por distintos medios fortalecer la
capacidad de las organizaciones estatales locales y el
control ciudadano de éstas. En alianza con otras or-
ganizaciones han creado, entre otras, la Escuela para
la Democracia y el Desarrollo Local del Municipio de
Neiva y la Escuela Rural de Participación Comunita-
ria y Ciudadana. En el tema de rendición de cuentas
y seguimiento al Estado, la Fundación Corona ha im-
pulsado proyectos como Bogotá Cómo Vamos que
están siendo adoptados en otras ciudades del país.
Este proyecto hace seguimiento a los cambios en la
calidad de vida de los ciudadanos generados por las
políticas, programas y proyectos desarrollados por el
gobierno de la ciudad respectiva.
Las donaciones para la promoción del
arte por parte de las empresas son combinadas con
otras iniciativas sociales. Por ejemplo, Gas Natural
apoya eventos culturales específicos mientras en su
propia operación –al otorgar créditos para la insta-
lación de sus redes de distribución– busca bajar las
barreras de acceso a su producto dentro de las po-
blaciones menos privilegiadas. Una compañía como
Suramericana de Seguros sostiene una sala de arte
y otorga donaciones a obras sociales para conserva-
ción ambiental, desarrollo comunitario, educación y
salud a través de su fundación. Como una más de
sus inversiones para apoyar la cultura, muchas em-
presas han patrocinado el Festival Iberoamericano
de Teatro de Bogotá durante dos décadas.
Por último, en el tema de medio ambien-
te, empresas como Acesco tienen varios programas
para el uso racional y eficiente del agua, disminuir
o eliminar los desechos industriales, y para reutilizar
las fuentes de calor de los procesos industriales. Ce-
codes, el capítulo colombiano del World Business
Council for Sustainable Development, creado en
1993, está conformado por 25 empresas y 3 gre-
mios que representan más de 4% del PIB con más
de 400.000 empleos directos e indirectos y exporta-
ciones de más de 1.600 millones de dólares al año.
Sus miembros comparten el compromiso con el
medio ambiente y con los principios de crecimiento
económico y desarrollo sostenible.
Los anteriores ejemplos dan cuenta de la
diversidad de los aportes del sector privado en dos
dimensiones: los diversos grupos a los cuales están
dirigidas sus iniciativas sociales y los distintos temas
en los cuales existen trabajos consolidados. También
es diversa la forma en que las empresas estructuran
estas iniciativas.
DIVERSIDAD E INNOVACIÓN EN LAS FORMAS DE INTERVENCIÓN SOCIAL
Las tendencias en las inversiones del em-
presariado colombiano son similares a las observadas
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
28
en otros países. Luego de una filantropía con inicia-
tivas dispersas y relaciones a distancia, hoy predo-
minan las inversiones sociales enfocadas a grupos
externos a las empresas. Esto podría denominarse el
paso de la caridad a la inversión social. Hay quienes
han dado otro paso al integrar lo social y lo econó-
mico. Un pequeño número de empresas sostienen,
como en la teoría promulgan Porter y Kramer (2002),
que la filantropía ha de ser estratégica para el nego-
cio porque en esa medida, al usar las habilidades y
experticia propias de la empresa, se genera el mayor
valor económico y social posible. Antes de concen-
trarnos en la filantropía estratégica de estas empre-
sas, haremos un resumen de las distintas formas de
inversión social de las empresas en Colombia.
La inversión social de las empresas, aun-
que no tiene relación directa con su negocio, puede
generarle beneficios indirectos; entre otros, en ima-
gen externa, y en compromiso y sentido de perte-
nencia de sus empleados. En Colombia hay, por lo
menos, cuatro modelos diferentes de inversión de
las empresas en la sociedad:
1) unas han decidido crear sus propios programas
al interior de la empresa;
2) otras han decidido crear una organización apar-
te (una fundación, una corporación o una aso-
ciación) o apoyar una organización sin fines de
lucro ya existente;
3) algunas más participan en programas sociales
liderados por su gremio; y
4) otras participan en programas del gobierno de
turno.
Es fácil identificar el programa propio de
una empresa, su participación en programas gu-
bernamentales o las intervenciones de un gremio.
Por ejemplo, existe un creciente acercamiento del
sector empresarial a planes de desarrollo de las al-
caldías de las principales ciudades, como es el caso
de Bogotá7, y a programas del gobierno como los
“Programas Regionales de Desarrollo y Paz” (14 ini-
ciativas regionales que tienen presencia en más de
350 municipios de 23 departamentos del país con
los más altos niveles de conflicto).8
Es más difícil identificar algunos de los
aportes empresariales canalizados a través de orga-
nizaciones sin fines de lucro. Son diversas las orga-
nizaciones sin fines de lucro creadas o apoyadas por
el sector privado y sirven a distintos propósitos:
• Canalizar filantropía empresarial (e.g. fundacio-
nes empresariales);
• Usar utilidades con fin social (e.g. fundaciones
con empresas);
• Desarrollar un sector (e.g. corporaciones mixtas
en educación, salud o justicia, entre otras);
• Desarrollar una actividad (e.g. corporaciones
mixtas que promueven el empresariado o la in-
vestigación en un tema específico); y
• Promover un modelo de intervención (e.g. or-
ganizaciones con una causa como combatir la
corrupción o buscar la paz).
Existen varias diferencias entre las organi-
zaciones sin fines de lucro que cumplen con estos
propósitos. Los dos primeros tipos de organizacio-
nes, las fundaciones empresariales y las fundaciones
con empresas, tienen una estrecha relación con una
empresa particular y, además, su rango de acción es
más amplio y menos focalizado. Por el contrario, las
organizaciones de los tres últimos tipos convocan
7 “Empresarios le apuestan a Bogotá” El Tiempo, 10 de junio de 2004, p. 1-2.
8 Según Alexandra Guáqueta, “son programas de largo plazo, desarrollados en varios municipios a la vez, que usualmente traba-
jan en seis áreas temáticas: procesos productivos; manejo ambiental sostenible; fortalecimiento institucional y de organizacio-
nes sociales; vida, justicia y paz; cultura y conocimiento; y educación, salud y vivienda. Dada la envergadura de los programas,
éstos usualmente cuentan con múltiples fuentes de financiación, especialmente de origen internacional.” (2004, p. 11)
29
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
a un grupo de empresas y son identificadas por el
tipo de acción social que realizan y su especializa-
ción aumenta la probabilidad de que sus interven-
ciones tengan mayor impacto.
Existe también una “evolución” en el tipo
de organización creada. Los dos primeros tipos lle-
van décadas; la mayor parte de estas organizacio-
nes surgió durante los años sesenta. Luego, en la
década de 1990 fueron creadas cerca de una do-
cena de corporaciones mixtas. En algunos de estos
casos, un puñado de fundaciones empresariales tra-
bajó con el Departamento Nacional de Planeación
(DNP) para convencer a los empresarios del sector
de la bondad de crear corporaciones mixtas. Con el
tiempo la participación de los empresarios fue limi-
tándose a ciertos espacios como el de la junta direc-
tiva y algunas corporaciones mixtas han comenzado
a tener dificultades económicas. En el 2002 surgió
una organización, la Fundación Empresarios por la
Educación, que aborda de una manera distinta es-
tos dos temas: con un enfoque regional busca la
participación activa de los empresarios en distintos
proyectos locales y tiene una mínima estructura
operativa (tres profesionales coordinan, dos años
después, las actividades en una docena de capítulos
regionales). Participación empresarial permanente y
bajos costos operacionales son las características de
esta nueva propuesta en el campo de la responsabi-
lidad social del empresariado colombiano.
Una de las consecuencias del vuelo pro-
pio que han adquirido las organizaciones sin fines
de lucro apoyadas por el sector privado es la diver-
sificación en sus fuentes de financiación. Si en sus
orígenes estas organizaciones dependían –en bue-
na parte– de los recursos de las empresas, hoy sus
ingresos incluyen importantes montos por venta de
servicios y recursos de cooperación internacional.
La distancia que ha surgido entre las organizacio-
nes sin fines de lucro y las empresas –asociada con
menor identificación de las empresas con los pro-
gramas y menor dependencia de sus recursos finan-
cieros– limita la convocatoria, la participación y el
ALGUNAS INTERVENCIONES DEL SECTOR PRIVADO EN EDUCACIÓN
• Apoyados por 98 empresas, 417 colegios implementan un modelo de gestión de calidad.
• Las mejoras en gestión escolar promovidas por una organización patrocinada por el sector privado
inciden en la educación de 40.000 niños poco privilegiados.
• Doce grupos empresariales regionales en el país conforman “comités asesores de las Secretarías de
Educación” y promueven proyectos en 10 departamentos.
• Cien docentes de 25 colegios en localidades periféricas de Bogotá reciben capacitación en tecnologías
de información y comunicaciones.
• En 29 departamentos del territorio colombiano, 150.000 participantes en el sector rural y urbano,son
atendidos por un exitoso programa de alfabetización.
• Capacitación en cuidado ambiental e hidrocarburos para comunidades en 21 municipios con 200 vere-
das en tres departamentos.
• Quinientos líderes comunitarios obtienen un diplomado en democracia y desarrollo local.
• Un premio a la calidad reconoce la excelencia educativa en Bogotá.
• Los aportes en dinero del sector privado colombiano son un porcentaje mayor, dentro del presupuesto
de inversión del Ministerio de Educación Nacional (97.623 millones para el 2004), que el 1% que contri-
buyen las empresas al gasto público para la educación en Estados Unidos.
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
30
uso de múltiples competencias empresariales en los
variados emprendimientos sociales.
Un apoyo con muchos años de trayecto-
ria es el dado al fortalecimiento de proyectos edu-
cativos y al desarrollo de proyectos productivos.
Son más recientes los proyectos de salud y nutri-
ción, medio ambiente, vivienda, cultura, transpa-
rencia y fortalecimiento institucional, paz y justicia.
Por ejemplo, la Fundación Dividendo por Colom-
bia convoca, a la manera de organizaciones como
United Way, a más de 70 empresas colombianas y
7.500 empleados. Durante el 2003 Dividendo captó
aportes de empresas y empleados y entregó $1.486
millones para mejorar la calidad de la educación de
niños en situación de pobreza. El valor aportado es
definido por cada trabajador y se descuenta men-
sualmente de la nómina. Por lo general, la empresa
da una contrapartida mensual equivalente al total
de las contribuciones de sus empleados.
En medio de este panorama diverso de
inversiones sociales por parte de las empresas, al-
gunas han decidido integrar la estrategia social a
sus negocios. Aunque son limitados los temas vin-
culados con los negocios particulares, las empre-
sas son capaces de profundizar el impacto que allí
generan.
LA FILANTROPÍA ESTRATÉGICA:INICIATIVAS QUE GENERAN VALOR SOCIAL Y VALOR ECONÓMICO A LA VEZ
Hay diversos esfuerzos que promueven la
filantropía estratégica y examinan cómo aumentar
el impacto social a la par de los rendimientos eco-
nómicos. El tema ocupa un lugar en la agenda em-
presarial. Durante el 2004, 54 empresas firmaron el
Global Compact (Pacto Mundial) en Colombia. Ade-
más, más de 170 empresarios se han reunido para
construir agendas comunes en responsabilidad social
para su sector y región. Aunque la inversión social es
reconocida, la filantropía estratégica tiene un lugar
especial en estas construcciones colectivas. El trabajo
ha comprendido al sector de las grandes superficies,
a los establecimientos de crédito y a las empresas de
la región Caribe y la región del Valle del Cauca.
Algunas empresas en Colombia han lo-
grado integrar su estrategia de gestión social con
su estrategia de negocio. En estos casos la empre-
sa logra generar valor social y valor económico con
sus intervenciones sociales. Esto no sólo aumenta
la probabilidad de supervivencia de la intervención,
sino que le provee una experiencia y una logística
difícil de obtener de otra manera. Una iniciativa so-
cial integrada con el negocio tiene características
muy distintas a las inversiones sociales alejadas del
negocio, y tiene un impacto potencial muy alto por
la sinergia posible entre lo económico y lo social
(Gutiérrez y Jones 2004).
La diversidad de las intervenciones en el
panorama de la RSE en Colombia plantea la pre-
gunta por el potencial de escalar sus impactos al
establecer canales de asociación y complementa-
riedad entre las iniciativas. En otras palabras, cómo
aprovechar “tantos pasos en distintos caminos”.
Una hipótesis es que la RSE en Colombia podrá con-
tribuir mucho más al desarrollo del país cuando los
programas que hoy se realizan de manera aislada se
apoyen en la cooperación público–privada (comuni-
dad, empresa, gobierno, ONG, universidad, coope-
ración internacional). Dos programas han estudiado
y resaltan el potencial de las alianzas del sector pri-
vado con el sector público y con el sector social en
Colombia: la Iniciativa en Emprendimientos Sociales
de la Universidad de los Andes y el Programa Nacio-
nal de Alianzas de la Fundación Corona, el Banco
Mundial y ocho universidades regionales.
31
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
IV.
COLOMBIA
DENTRO DEL CONTEXTO LATINOAMERICANO
Durante la última década, la mayor cantidad de recursos de la ‘nueva
filantropía’ organizada en América Latina proviene del mundo empresarial. Encuestas realizadas en Argen-
tina, Brasil, Chile, Perú y Colombia muestran que entre 80% y 95% de las grandes corporaciones practican
algún tipo de filantropía directa, incluyendo donaciones financieras o en especie, programas de voluntaria-
do entre sus empleados y operación directa de programas sociales (Sanborn 2000). Estudios realizados en
Brasil, Chile, Perú, Colombia, Ecuador y México también revelan que las empresas y los líderes empresariales
son los principales promotores de las nuevas fundaciones en la región (Teixidó, Chávarri y Riedemann 2001;
Portocarrero, Sanborn, Llusera y Quea 2000; Turitz y Winder 2003).
En comparación con otros países latinoamericanos, las empresas en Colombia apoyan o desa-
rrollan una amplia gama de intervenciones con impacto social. Colombia se destaca, en el contexto latino-
americano, por la tradición e importancia de las fundaciones empresariales y por la creciente presencia de
acciones empresariales directas. Mientras para la mitad de las empresas en otros países la responsabilidad
social es un tema nuevo o sólo se da entre las multinacionales (Latin Trade 2005), en Colombia el más im-
portante gremio industrial ha venido promoviendo los balances sociales desde la década de 1970 y son las
empresas nacionales las más destacadas por su innovación e impacto.
Las organizaciones sin fines de lucro apoyadas por las empresas han contado también, durante
décadas, con financiación de donantes internacionales. Además del apoyo financiero, las relaciones con
estos donantes han tenido dos características: por un lado, los procesos de rendición de cuentas son un
componente integral de su gestión y, por otro lado, las organizaciones colombianas han abordado el pro-
blema del desarrollo desde una perspectiva integral (más allá de resolver problemas puntuales de educación,
salud, vivienda, nutrición, etc.). Esta sofisticación ha llevado a que en Colombia distintas organizaciones sin
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
32
fines de lucro influyan en la definición de la política
social del Estado en temas como educación, salud,
infancia, protección y desarrollo comunitario.
Es importante señalar que no existe una
definición única sobre lo que es una ‘fundación’ en
América Latina y esto dificulta recoger estadísticas
que puedan ser comparadas. Los marcos legales
de cada país varían en la definición y regulación
de este sector; más aún, anualmente se incorporan
cientos de organizaciones con el nombre de funda-
ción que no se diferencian en la práctica de otras
asociaciones con o sin fines de lucro, o que son de-
pendientes de empresas, Iglesias o grupos políticos
en sus finanzas y en su toma de decisiones. Una
delimitación básica incluye a las fundaciones que
reúnen tres características: i) privadas y sin fines de
lucro; ii) legalmente autónomas; y, iii) dedicadas a
fines sociales a través de la operación de programas
específicos y/o la realización de donaciones a terce-
ros. Una recopilación inicial de los datos existentes
en siete países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia,
Ecuador, Perú y México) registra 318 fundaciones
con estas características, la mayoría creada durante
la década de 1990 a partir de recursos empresariales
y con una orientación laica (Sanborn y Portocarrero
2003, p. 17). En el tabla 3 se incluyen algunos de
los datos revelados por ésta y otras investigaciones.
TABLA 3. CARACTERÍSTICAS COMPARATIVAS DE LA RSE EN LATINOAMÉRICA*
Chile: 42 fundaciones
Acción RSE (www.accionrse.cl) fue creada en mayo del 2000 y es la organización de empresa-
rios conectada oficialmente con el Business for Social Responsibility (BSR). Prohumana (www.
prohumana.cl) está dedicada a la RSE con capacidad para hacer visible el tema, desarrollar
investigación y realizar eventos en alianza con otros actores.
Perú: 60 fundaciones
Perú 2021 (www.peru2021.org) nació en 1994, con participación de 54 empresarios, con el
objetivo de desarrollar una visión compartida sobre el futuro del país. A partir de esa visión
ha impulsado la RSE por diferentes medios: un premio anual, promover el balance social en
las empresas y realizar eventos en diferentes regiones del país.
Argentina: 50 fundaciones
Desde 2002, el Instituto Argentino de Responsabilidad Empresarial (www.iarse.org) pro-
mueve el concepto y la práctica de la responsabilidad social, e impulsa el desarrollo sosteni-
ble de las empresas a través de redes de información y colaboración mutua.
El grupo de Fundaciones de Argentina, GDF (www.gdf.org.ar), formalizado en 2001, pro-
mueve una cultura filantrópica y la responsabilidad social.
Colombia: 111 fundaciones
Son varias las experiencias de trabajo conjunto entre empresas y fundaciones empresariales
(por ejemplo, el Programa Nacional de Microempresas, Empresarios por la Educación), pero no
existe en el país una organización creada por empresarios dedicada a promover la RSE como sí
las hay en países como Brasil, Argentina, Chile y Perú. Existen, sí, iniciativas universitarias que
promueven una mayor complementariedad entre los múltiples actores que trabajan alrededor
33
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
…Continuación Tabla 3
Las manifestaciones de cooperación Sur-
Sur entre los países latinoamericanos permiten visua-
lizar un proceso regional de mayor complementarie-
dad y coherencia alrededor de la RSE; por ejemplo, en
las siguientes dos redes:
• La Red Interamericana de Fundaciones y Ac-
ciones Empresariales para el Desarrollo de
Base de América –RedEAmérica- www.re-
deamerica.org es una red temática de entida-
des del sector privado productivo (fundaciones,
asociaciones de fundaciones y empresas), impul-
sada por la Fundación Inter-Americana, orientada
a la promoción y apoyo del desarrollo de base y
al financiamiento corresponsable. La Red se for-
mó en septiembre de 2002 y dos años después
cuenta con 53 miembros de 12 países, entre los
cuales Colombia ha venido aportando un lideraz-
go visible, tanto en organización como en inves-
tigación.
• Forum Empresa (www.empresa.org) es una
alianza hemisférica de organizaciones empresa-
riales que trabaja desde el 2000 con el impulso
del Business for Social Responsibility, para pro-
mover la RSE en un país o región de las Américas.
de la RSE, y organizaciones creadas desde el sector social que promueven y asesoran en el
tema, como el Centro Colombiano de Responsabilidad Empresarial, CCRE (www.ccre.org.co)
México: 74 fundaciones
El Centro Mexicano para la Filantropía, Cemefi (www.Cemefi.org) fue el primero en su tipo,
creado en 1988 para promover entre individuos, fundaciones y empresas, la cultura filantró-
pica, la participación cívica y la sostenibilidad del sector no lucrativo. Aliarse es otra iniciativa
reciente, del año 2000, coordinada por la Corporación Mexicana de Empresarios (Coparmex)
y que tiene como objetivo promover la RSE.
Uruguay: (sin datos)
A comienzos del 2000 se constituyó DERES (www.deres.org.uy), cuya visión es desarrollar en
el marco de alta gestión gerencial el concepto de RSE y apoyar a las organizaciones empre-
sariales. La iniciativa nació de un grupo de empresas, con el apoyo de la Universidad Católica
del Uruguay, que comenzó a explorar la posibilidad de una iniciativa que hiciera un desarro-
llo orgánico del concepto de RSE en el país.
Brasil: 55 fundaciones
El Instituto ETHOS (www.ethos.org.br) es un centro de referencia para la región. Creado en
1998, tiene hoy en día más de 800 afiliados y una oferta diversa de servicios de apoyo a sus
empresas y de difusión de prácticas de RSE. El grupo de Institutos, Fundaciones y Empresas,
GIFE (www.gife.org.br) nació en 1995. Busca soluciones para la superación de las desigualda-
des sociales y tiene como objetivo estratégico, influir en las políticas públicas.
* Las cifras de esta tabla son un estimado del número de fundaciones privadas y legalmente autónomas existentes en cada
país. En Argentina la estimación utilizó las bases de datos del grupo de Fundaciones y del grupo Tercer Sector para el
2003. El dato de Brasil corresponde a las fundaciones e institutos privados y autónomos asociados al GIFE.
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
34
Uno de sus proyectos, por ejemplo, es liderado
por Acción Empresarial de Chile y contará con la
participación de Fundemas en El Salvador, Perú
2021 y el Instituto ETHOS en Brasil. Durante 36
meses y con US$1,1 millones del BID, la OEA y
CIDA, el proyecto espera sensibilizar a empresas
en RSE, formar consultores en RSE, demostrar
los beneficios de implementarla en grupos piloto
de pequeñas y medianas empresas, desarrollar
redes nacionales y tener un programa de comu-
nicación regional en el tema.
Seis fundaciones empresariales participan
en RedEAmérica y una organización de la sociedad
civil participa en el Forum Empresa por Colombia.
En ninguno de los dos casos hay participación di-
recta de las empresas colombianas. Su participación
es canalizada, en el caso de RedEAmérica, a través
de sus fundaciones.
Como ya se mencionó, algunas de las in-
tervenciones sociales de las empresas colombianas
son ejemplares por su innovadora estructura organi-
zacional, por la calidad de su gestión o por sus resul-
tados. Sin embargo, a pesar de la activa presencia del
sector de las fundaciones en la vida nacional y de la
importancia de las intervenciones directas de varias
empresas, en Colombia son precarios los esfuerzos
por generar una institucionalidad para la coordina-
ción, la promoción, difusión e investigación de la fi-
lantropía corporativa y de la responsabilidad social de
las empresas. En el país no hay organizaciones que
coordinen el trabajo de las fundaciones ni institu-
ciones lideradas por empresarios para la promoción
de la RSE como las existentes en Brasil, Argentina,
Chile, México, Perú y Guatemala. Quizás esta do-
ble condición de tradición del mundo de las funda-
ciones y prácticas destacadas de RSE, y de precaria
institucionalidad para su promoción, investigación y
difusión explique los pocos estudios y publicaciones
de cobertura nacional existentes sobre el tema, y la
igualmente escasa difusión de herramientas y buenas
prácticas que inciten la participación de nuevas em-
presas. Aunque existen iniciativas universitarias que
promueven una mayor complementariedad entre los
múltiples actores que trabajan alrededor de la RSE,
y organizaciones creadas desde el sector social que
promueven y asesoran en el tema, Colombia requie-
re de organizaciones sombrilla –impulsadas por las
empresas– para la promoción de la RSE. Es posible
aprovechar los diversos ejemplos de países en Latino-
américa que, aunque tienen menor tradición en RSE
que Colombia, han avanzado en los últimos años en
la creación de entidades que lideran el aporte social
del sector empresarial. La participación directa de los
empresarios ha hecho una gran diferencia.
35
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
V.
DESAFÍOS
DE LA RSE EN COLOMBIA
Una sociedad con las necesidades y la inequidad existente en Co-
lombia no puede desaprovechar los recursos de sus organizaciones. Una evaluación ideal de los aportes del
empresariado en Colombia incluye la especificación de cuáles son los productos o servicios que la empresa
ofrece (outputs), cuáles son los resultados que sus clientes tienen (outcomes), y cuáles son los impactos
sociales generados. La mayoría de los reportes que encontramos se limitan a cuantificar los productos o ser-
vicios ofrecidos (por ejemplo, tantos talleres de capacitación para tantos microempresarios). Son muy pocos
los reportes de las acciones de los clientes (los microempresarios en el ejemplo dado), cómo modifican sus
prácticas luego de la capacitación y qué impacto social generan estos cambios.
Frente a las dimensiones de escasez de nuestro medio, el principal desafío de la RSE es invertir
de manera estratégica los recursos para generar el mayor valor social y económico posible. Es fundamental
complementar los aportes individuales con las contribuciones colectivas. En la inversión de una empresa, su
gente necesita revisar las dimensiones sociales de su operación empresarial para buscar la mayor sinergia y
hacer el seguimiento adecuado a los impactos generados. En lo colectivo, es necesario encontrar la cohe-
rencia de los esfuerzos individuales y la interacción con el sector público que permita mejorar las condiciones
de vida de la población. Por estas razones es importante plantear una agenda. Nuestra investigación revela
algunos desafíos por afrontar en una agenda que profundice la RSE en Colombia:
1. DISEÑAR UN CONJUNTO DE INSTITUCIONES Y HERRAMIENTAS APROPIADAS PARA LA INVESTIGACIÓN, DIFUSIÓN Y ASESORÍA EN RSE
a. Crear y fortalecer la institucionalidad adecuada para la investigación, promoción, coordinación, asesoría y
difusión de la RSE en Colombia, de manera que pueda acelerarse la curva de aprendizaje de las empresas
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
36
para el desarrollo de programas relevantes en este
campo. Diferentes tipos de instituciones pueden
trabajar de manera complementaria en estas ta-
reas; entre ellas, las asociaciones de fundaciones
empresariales, los centros de promoción de la
RSE, las universidades y los medios de comunica-
ción. El liderazgo de empresarios para impulsar
esta institucionalidad es fundamental para ga-
rantizar su relevancia y acogida en la comunidad
empresarial. Como se mencionó en la sección
anterior, ya existen ejemplos de organizaciones
que promueven de manera efectiva la RSE en
América Latina.
b. Desarrollar un programa conjunto de incentivos:
• Gobierno: apoyo al desarrollo de programas
en RSE, incentivos tributarios, reconocimiento
público (concursos, por ejemplo) y campañas
de formación de consumidores responsables.
• Medios de comunicación: visibilidad sin
costo para las empresas socialmente respon-
sables y campañas de formación de consu-
midores responsables.
• Organizaciones de la sociedad civil: po-
sibilidad de formar alianzas con empresas,
promover el consumo responsable y apoyar
la difusión de la Guía Técnica en RSE cuya
elaboración coordina –desde el 2003– el
Instituto Colombiano de Normas Técnicas y
Certificación (Icontec).
• Universidades: cátedras en RSE que pro-
fundicen en los casos colombianos, para
la formación de estudiantes como actuales
consumidores y futuros profesionales social-
mente responsables.
c. Desarrollar una herramienta dinámica en Inter-
net para centralizar la información de las acti-
vidades de RSE, de tal forma que pueda pre-
sentarse información por parte de las mismas
empresas y pueda existir un seguimiento a sus
iniciativas sociales. Esta herramienta (www.ma-
pearse.net) es de gran utilidad para la definición
de planes sectoriales y temáticos de las empre-
sas, la definición de criterios para los incentivos
y el apoyo a la formación de consumidores res-
ponsables.
2. DEFINIR UNOS PLANES Y PROGRAMAS SECTORIALES Y TEMÁTICOS
PARA EL AVANCE DE LA RSE
Para poder definir un horizonte de RSE en
Colombia es necesario, entre otras, crear líneas de
base. La diversidad de acciones en RSE en Colombia
es sobresaliente, pero el conocimiento y la visibili-
dad de estas experiencias es insuficiente. En este
contexto es baja la probabilidad de articular y ex-
pandir las actuales iniciativas sociales. Además, hay
un desperdicio del potencial de estas experiencias
como catalizadores para otras iniciativas o para la
formación e investigación universitaria en RSE. Es
necesario, entre otras, lo siguiente:
a. Crear una línea de base sectorial; por ejemplo,
sector financiero, sector industrial, comercio de
grandes superficies, medios de comunicación,
hidrocarburos, sector agrícola –palmeros, arro-
ceros–, etc. ¿Qué significa ser socialmente res-
ponsable en determinado sector?
b. Crear una línea de base temática; por ejemplo,
educación, nutrición, proyectos productivos, mi-
crocréditos, salud, vivienda, paz y transparencia.
¿Qué significa ser socialmente responsable en
determinado tema?
Actualmente se vienen realizando unas
tertulias sectoriales y regionales en RSE que son el
punto de encuentro para generar compromisos en-
tre los más importantes empresarios, con participa-
ción de la Primera Dama de la Nación y miembros de
los ministerios públicos, con el acompañamiento de
37
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
la Universidad de los Andes en labores de investiga-
ción y seguimiento. Estos trabajos también pueden
ser un insumo del plan de trabajo conjunto alrede-
dor de una megameta de alto impacto social. Por
ejemplo, alrededor de un tema como la nutrición,
un programa como “Bogotá Sin Hambre” puede
catalizar la energía del comercio de grandes super-
ficies, del Banco de Alimentos de la Arquidiócesis
de Bogotá y de las organizaciones sin fines de lucro.
Un programa en educación tiene una buena proba-
bilidad de éxito ya que los empresarios consideran
importante participar en este tema y ya hay un ca-
mino recorrido que puede aprovecharse.
El conjunto de estudios sectoriales y te-
máticos, cuantitativos y cualitativos, incluyen la do-
cumentación que permita apreciar los avances y el
impacto que genera la RSE en el desarrollo y des-
tacar las prácticas que mayor aprendizaje puedan
generar. En los estudios, el plan de trabajo y los pro-
gramas han de participar las empresas, los gremios,
el gobierno, las organizaciones de la sociedad civil,
las universidades y las organizaciones internacio-
nales de cooperación al desarrollo. La cooperación
público–privada alrededor de programas consen-
suados es la mejor manera para atraer el necesario
apoyo de la cooperación internacional.
39
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
EPÍLOGO
Este estudio arrancó con la pregunta sobre cuál es la contribución del sector privado
a la construcción de una sociedad menos desigual y más pacífica en Colombia. Sin
adecuadas condiciones en su entorno, las empresas no pueden operar con eficiencia.
“No hay empresas sanas en una sociedad enferma.” Las intervenciones sociales de
las empresas, unas veces como estrategias de manejo de riesgos y otras veces para
adquirir ventajas competitivas, ayudan a transformar el medio en el que operan. Esto
Si hubiera un grupo unido por un propósito situado más
allá de colectividades partidistas, de grupos empresariales, de confesiones religiosas, de
orientaciones ideológicas. Un grupo humano y sólo humano, unido en el valor de ser hom-
bres y mujeres como hoy reclama Colombia, sería posible que brillara en la oscura noche, la
centella que nos dejara ver la paz humana. Esa paz frágil y apasionante, pero suprema y an-
gustiosamente anhelada, que podamos tejer entre todos los participantes de una sociedad
construida desde los límites, los intereses, las propuestas y los sentimientos de todos aque-
llos que rechazamos entender a Colombia como patria del dolor y de la desesperanza.
Francisco de Roux, sacerdote jesuita
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
40
ha sucedido en Colombia en diferentes sectores y en distintas regiones. Los prota-
gonistas de estas historias son empresas, organizaciones sin fines de lucro, entidades
gubernamentales y las comunidades.
Los ejemplos son abundantes sólo concentrándonos en lo que hace el sector privado:
empresas que extraen recursos naturales en zonas aisladas, empresas que dirigen sus
productos o servicios a las poblaciones menos privilegiadas o empresas que contribu-
yen con las comunidades con las cuales interactúan y lo hacen a través de programas
en los que participan muchos otros. Sin embargo, es mucho lo que falta por hacer.
Faltan muchas más alianzas intersectoriales; faltan muchos aportes de otras empresas
de gran potencial aunque sean pequeñas; y falta documentar y evaluar el impacto de
lo que está en curso. De todo esto depende avanzar en nuestras transformaciones.
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43
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
• 44.299.301 indígenas, negros, blancos, mulatos,
mestizos y zambos repartidos en el campo y en 22
ciudades con más de 100.000 habitantes, ocho con
más de 500.000 habitantes, en un territorio del ta-
maño de España, Francia y Portugal juntos.
• El Informe Nacional de Desarrollo Humano (2003)
destaca “cinco experiencias de acción colectiva lo-
cal y regional frente a la violencia” que muestran,
entre muchas otras, cómo los actuales “programas
de desarrollo y paz” impulsados por el gobierno
con el apoyo del empresariado nacional y la coope-
ración internacional pueden generar paz.
• El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y
cerca de 400 organizaciones sin fines de lucro tra-
bajan con la perspectiva de los derechos de la in-
fancia.
• Es el cuarto país en el mundo por inversión en
salud como porcentaje del PIB.
• Una parte considerable de los ingresos del Tercer
Sector (15%) son aportes directos de individuos,
empresas privadas y fundaciones empresariales.
Esta cifra es superior al promedio en América La-
tina (10,4%), Estados Unidos (12,8%), Europa Occi-
dental (7,2%) y Japón (2,6%) (Villar et al. 1999).
ANEXOS
ABUNDANCIA ESCASEZ
• La inequidad en nuestra sociedad es impresionan-
te: 40% de la población no tiene acceso a servicios
de salud, 10% de los niños más pobres no va a la es-
cuela primaria, entre 8 y 12 millones de colombia-
nos son indigentes, sólo 20% de los jóvenes logra
un cupo universitario (El Tiempo 2004, pp. 1-8).
• Los municipios afectados anualmente por accio-
nes violentas han pasado del año 1985 al 2002 de
61 a 444 en el caso de las FARC (Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia), de 34 a 156 en el
caso del ELN (Ejército de Liberación Nacional) y
de 74 a 104 en el caso de las autodefensas (INDH
2003, p. 53).
• Ocurrieron 23.096 homicidios en 1998 y 28.780 en
2002 (INDH 2003, p. 105).
• Entre 2000 y 2002 hubo 964.904 personas en si-
tuación de desplazamiento, correspondientes a
207.837 hogares (INDH 2003, p. 122).
• En los año 2000, 2001 y 2002 hubo 3.076, 3.041
y 2.988 secuestros respectivamente (INDH 2003, p.
286).
• En los años 1999, 2000, 2001 y 2002 perdieron la
vida 59, 115, 164 y 114 sindicalistas respectivamen-
te (INDH 2003, p. 128).
ANEXO 1. CONTEXTO DE ABUNDANCIA Y ESCASEZ EN COLOMBIA
SO
CIA
L
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
44
AM
BIE
NT
AL
EC
ON
ÓM
ICO
• En términos biológicos, Colombia es uno de los
países más ricos del planeta. Su alto endemismo
y concentración de especies son inigualados en el
mundo entero y su riqueza biológica es sobrepasa-
da únicamente por Brasil, un país siete veces más
grande. La variedad de ecosistemas en el territorio
colombiano intensifica la riqueza biológica colom-
biana, la cual se calcula en diez por ciento del total
de especies del planeta. (Potes, 1999).
• Desde 1993 Colombia creó el Ministerio del Me-
dio Ambiente y lo ha dotado de sistemas e instru-
mentos para la conservación ambiental.
• Algunas cadenas de grandes superficies en Colom-
bia están apoyando a comunidades de regiones ale-
jadas en la comercialización de sus productos de sus-
titución de cultivos ilícitos, aportando de esta manera
a la reducción de los múltiples impactos ambientales
que involucra su siembra y erradicación química.
• Los resultados de la FAO hablan de 366.600 hec-
táreas/año deforestadas entre 1981 y 1990, una
tasa comparable a la establecida por el Inderena
para los años 1992 a 1996 (correspondiendo a un
ritmo anual de 0,7%) (IUCN 1996).
• Colombia es el principal productor de coca: en
el 2002 contaba con 102.000 hectáreas frente a
46.700 hectáreas y 24.400 hectáreas de Perú y Boli-
via respectivamente (INDH 2003, p. 311).
• A causa de los atentados de grupos guerrilleros,
los derrames de petróleo en Colombia suman cer-
ca de 7,6 veces lo derramado en la peor catástro-
fe mundial con hidrocarburos, cerca de Alaska, en
1989. Sólo en el 2003 hubo 753 atentados contra la
infraestructura petrolera.
• Los escritos coloniales hablan de selvas exube-
rantes en los hoy desiertos de Villa de Leyva, Can-
delaria, Tatacoa y Alto Patía.
ABUNDANCIA ESCASEZ
• Colombia es el segundo país en exportación de
productos agrícolas desde Latinoamérica a USA, y
es el tercero en promoción de exportaciones entre
las 59 economías más desarrolladas del mundo.
• Colombia tiene un récord perfecto de pago de
deudas.
• Fundaciones y cooperativas, impulsadas por em-
presas colombianas, han sido reconocidas interna-
cionalmente por sus programas de generación de
empresas en comunidades pobres en áreas rurales
y urbanas.
• Teniendo en cuenta la reforma tributaria de 1,5 bi-
llones de pesos, aún no aprobada en el 2004, Colom-
bia tendría una carga tributaria cercana al 20% de su
PIB (porcentaje similar a la carga tributaria en USA).
• La CEPAL afirma que Colombia es, después de Ve-
nezuela, el segundo país con mayor tasa de desocu-
pación: 15% de desempleo (El Tiempo 2004, pp. 1-8).
• Según estudios del Banco Mundial y el BID en
1991 el 10% más rico tenía 52 veces más que el
10% más pobre, en el 2000 los más ricos tenían 78
veces más ingresos (El Tiempo 2004, pp. 1-8).
• El DANE calcula la pobreza en 52% de la pobla-
ción (23 millones) y la Contraloría General de la Re-
pública en 64% (28 millones).* Colombia continúa
con el mismo nivel de pobreza de principios de la
década de 1990 (52%) (El Tiempo 2004, pp. 1-8).
• De los cuatro millones de potenciales contribu-
yentes con poder de pago, sólo 800.000 colombia-
nos declaran renta.
* Para el Banco Mundial es indigente o pobre absoluto alguien con ingresos diarios de un dólar o menos, y es pobre la persona que
gana entre un dólar y dos dólares diarios.
APORTES Y DESAFÍOS EN RSE
44
45
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
1900 – 1960 • 1911: la Fundación Social es fundada por el Padre José María Campoamor, sacerdote
jesuita español.
• 1920: empresas como Fabricato se destacan por el control religioso de trabajadoras en
seminternados católicos como lo muestra Luz Gabriela Arango (1991) en su libro “Mu-
jer, religión e industria: Fabricato 1923 -1982”. En otras empresas antioqueñas, no sólo
textileras, así como en el resto del país con desigual intensidad, el empresariado de la
temprana industrialización intentó aplicar métodos paternalistas que se articulaban con
la fe religiosa de los trabajadores. Los casos de Coltejer, de las trilladoras de café o de
Coltabaco –para mencionar sólo ejemplos donde la mano de obra femenina fue tam-
bién predominante en las primeras fases de la industrialización– ilustran la existencia de
tácticas patronales similares a las de Fabricato, aunque con un grado diferente de éxito.
Ahora bien, estas prácticas empresariales y su correlato laboral no fueron exclusivas de
empresas con mayoría de mujeres. Industrias “masculinizadas” desde el principio, como
Bavaria, tuvieron también rasgos paternalistas–clericales en sus comienzos.*
• 1945: la ANDI apoya la construcción del Pabellón Infantil del Hospital San Vicente de Paúl
en Medellín.
• 1949: en el campo de la salud el proyecto más ambicioso de la ANDI fue la creación del
Hospital ANDI, que sería dotado por la Fundación Hospital Pablo Tobón Uribe, fundación
que se haría cargo de la administración del hospital al recibirlo en donación desde 1957.
• 1950: la ANDI impulsa la creación del Instituto Colombiano de Especialización Técnica en
el Exterior (Icetex), que tuvo como uno de sus más fervientes promotores al ex secretario
general de la ANDI, Gabriel Betancur Mejía.
• 1952: consciente de la responsabilidad social del empresario para con la comunidad,
la Asamblea General de la ANDI establece la “Cuota Social ANDI”, de la cual surgirían
fondos de carácter social, primero en Barranquilla y luego en Bogotá, Cali y Medellín
(1959). Estas fundaciones privadas de utilidad común, con patrimonio independiente, se
encargarían de colaborar en distintas iniciativas de interés social.
ANEXO 2. EXPRESIONES DE RSE EN COLOMBIA DURANTE EL SIGLO XX
PERÍODO EXPRESIONES DE RSE
* Para mayor ilustración ver www.banrep.gov.co/blaavirtual/boleti5/bol27/mujeres.htm#en
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
46
PERÍODO EXPRESIONES DE RSE
• 1957: el gobierno crea el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), propuesta que venía
siendo promovida por la ANDI y ACOPI desde principios de la década. Los empresarios
con un número mínimo de 20 empleados y con un capital mínimo determinado en la
época, empezaron a aportar 1% del valor de sus nóminas mensuales. También crea el
gobierno el Sistema de Subsidio Familiar con otro aporte parafiscal que consigna a las
Cajas de Compensación 4% del valor de las nóminas empresariales (ANDI 1994).
1960 – 1970 • La legislación tributaria estimula la creación de fundaciones al permitir que las donacio-
nes sean objeto de deducción de impuestos. Surgen fundaciones de origen empresarial
que hoy se mantienen y sobresalen por la cantidad y calidad de sus intervenciones: la
Fundación Mario Santo Domingo (1960 en Barranquilla), Fundación Codesarrollo (1960
en Medellín), Fundación Carvajal (1961 en Cali), Fundación Santa Helena –hoy Fundación
Corona– (1963 en Medellín), Fundación para la Educación Superior, FES (1964 en Cali),
Fundación Antonio Puerto (1964 en Boyacá).
• A finales de esta década la responsabilidad social empieza a ser estudiada académica-
mente al crearse una maestría en la Universidad del Valle (a la cual asistieron importan-
tes empresarios colombianos) para formar dirigentes con alta calidad técnica y énfasis en
su formación humanista.
1970 – 1980 • 1977: Fabricato y Enka realizan su primer balance social.
• 1977: Incolda y FES patrocinan la realización del estudio “Hacia un nuevo compromiso
del empresariado en Colombia”. Durante los años siguientes estas dos organizaciones
promueven diversos seminarios y estudios sobre el tema.
• 1979: la ANDI desarrolla un modelo de balance social en 1979 (tomado del modelo fran-
cés) con la colaboración de entidades que ya habían desarrollado su modelo propio como
Enka, Fabricato, Comfama y Finsocial (Barrera 1999, p. 52).
1980 – 1990 • 1985: la ANDI, junto a la OIT, elabora el Manual de balance social para Colombia.
1990 – 2000 • 1991: catorce organizaciones gremiales en Colombia se agrupan en el Consejo Gremial
Nacional. Estos mismos gremios, a través del denominado “Compromiso de Guaymaral”
de junio de 1993, deciden reorganizar y fortalecer la acción del Consejo con la misión de
consolidar la función social de los gremios en el país. A partir de la integración gremial,
en agosto de 1993, se reúnen para constituir la Fundación Colombia Empresaria.
• 1991: cuando el Ministro de Hacienda, Rudolf Hommes, propone aumentar el IVA al
16%, Fenalco canaliza la protesta de los comerciantes y el IVA queda en el 12%.
• 1992: constitución del Centro Colombiano de Filantropía (CCF) por parte de la Fundación
Social y la Fundación Inter Americana. Su misión es promover la filantropía en el país a
través de proyectos de desarrollo social en que se comprometieran recursos del sector
empresarial.
47
APORTES Y DESAFÍOS DE LA RSE
PERÍODO EXPRESIONES DE RSE
• 1995: Constanza Jaramillo y Juan Alejandro Ángel encuestaron 131 empresas pertene-
cientes a la ANDI: de éstas, 59% hacían balance social y 87% incluían en éste políticas
más allá de lo exclusivamente relacionado con políticas laborales internas (Toro y Rey
1996, pp. 62-63).
• A lo largo de la década el sector privado impulsa la creación de corporaciones que son
estratégicas para el desarrollo de algunos sectores y temas: Corporación Calidad, Centro
de Gestión Hospitalaria, Corporación Innovar, Corporación Mixta para el Desarrollo de
la Educación, Consorcio para el Desarrollo Comunitario, Transparencia por Colombia,
Corporación Excelencia en la Justicia y la Fundación Ideas para la Paz.
2000 –2004 • 2001: creación de Compartamos con Colombia por parte de una docena de firmas de
consultoría, para contribuir con el fortalecimiento de organizaciones sin fines de lucro.
• 2001: participación de una universidad colombiana en la creación del Social Enterprise
Knowledge Network.
• 2002: participación de seis fundaciones empresariales colombianas en la creación de
RedEAmérica.
• 2002: creación de la Fundación Empresarios por la Educación por parte de 76 empresas y
24 empresarios que aprovechan la experiencia de las corporaciones mixtas apoyadas en
diversos temas.
• 2004: adhesión de 54 empresas al capítulo nacional del Global Compact.
ROBERTO GUTIÉRREZ / LUIS FELIPE AVELLA / RODRIGO VILLAR
1 This document was written by Roberto Gutiérrez and Luis Felipe Avella (both from University of Los Andes), and Rodrigo
Villar (Consultant to the InterAmerican Foundation). Research was financed by the following organizations: Carvajal Foun-
dation, Compartir Foundation, Corona Foundation, Ideas for Peace Foundation, Business People for Education Foundation,
Antonio Restrepo Barco Foundation, Mario Santo Domingo Foundation, Social Foundation, Dividendo for Colombia Founda-
tion, Saldarriaga Concha Foundation and Suramericana Foundation.
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CORPORATE
SOCIAL RESPONSIBILITY
IN COLOMBIA1
PREFACE .........................................................................................................................53
EXECUTIVE SUMMARY .................................................................................................55
I. NOTABLE CONTRIBUTIONS IN A WORLD THAT IS FAR FROM EXEMPLARY .........57
II. EVOLUTION OF BUSINESS INITIATIVES OF THE 20th CENTURY ..............................61
Business Programs Adopted as Public Policy .........................................................62
The Debate About Payment of Taxes .....................................................................64
Other Business Contributions Unique to the Colombian Case ..............................65
III. DIVERSITY OF CORPORATE SOCIAL ENGAGEMENT ...............................................69
Diversity of Target Populations ..............................................................................70
Diversity in Needs and Problems Confronted .......................................................71
Diversity and Innovation in the Structuring of Social Interventions ...................73
Strategic Philanthropy: Initiatives that Generate
Social and Economic Value Simultaneously ............................................................76
IV. COLOMBIA IN THE LATIN AMERICAN CONTEXT ...................................................77
V. CSR CHALLENGES IN COLOMBIA ............................................................................81
EPILOGUE .......................................................................................................................85
BIBLIOGRAPHY .............................................................................................................87
ANNEXES
Annex 1. Abundance and Scarcity in Colombia ................................................................... 89
Annex 2. Manifestations of CSR in Colombia Throughout the 20th Century .............91
CONTENTS
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
53
PREFACE
This monograph is a welcome addition to our growing
collective knowledge on Corporate Social Responsibility. It will be useful to managers,
policymakers, and academics interested in understanding and advancing CSR not only
in Colombia but throughout the hemisphere.
Readers will find this work useful in various ways. To capture the future, we need to
understand the past. Colombia has a long and rich history of business engagement
with social issues that is succinctly captured in the book. A salient and continuing
characteristic has been businesses’ capacity to innovate. Pioneering social experiments
by businesses in various key problem areas have led to their subsequent adoption as
important national policies implemented countrywide. There is no doubt that the
business sector has been an important architect in helping construct Colombia’s social
strategy along with its traditional role in the economic realm.
The business sector’s approach to CSR has also evolved as it discovered new ways to
relate its social activities with its business operations. This journey toward strategic
corporate responsibility involves an integration of economic and social dimensions.
Colombian businesses, along with their counterparts throughout the hemisphere, are
engaged in an important discovery process of how to capture the synergies between
54
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
creating social and business value. This involves a fundamental shift in mindset, strat-
egy, and practices. This monograph not only reveals this search in Colombia but also
provides and applies a conceptual framework for analyzing this more systematically.
Much of the work’s richness lies in its documentation of the actual practices of indi-
vidual businesses and business associations. There is considerable diversity of experi-
ences, but the nature and loci of their actions are usefully categorized to reveal com-
monalities.
Consistent with the action-oriented nature of the business sector, the monograph ap-
propriately ends by a call to action and a suggested approach to making significant
additional progress on the unfinished CSR agenda. This work will serve as a catalyst to
accelerating our important collective journey to building better communities, coun-
tries, and societies.
James E. Austin
Snider Professor of Business Administration
Harvard Business School
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
55
EXECUTIVE SUMMARY
For a country in the midst of violence and experiencing huge
social inequalities, what is the possible contribution of businesses in the construc-
tion of a different society? To respond to this question we examine what Colombian
companies do for each of their interest groups, both those that are close to their
operations and those that transcend nearby communities. We find a variety of initia-
tives that respond to distinct needs, are structured differently, and impact workers,
suppliers, clients, competitors, local communities and specific sectors of civil society.
Among the innovative organizational structures, which are designed to contribute to
development from a perspective of fundamental rights, the private sector’s alliances
with civil society and the public sector stand out. We also explore the level of tax con-
tributions by the private sector: there is a problem, not of tax levels (which are com-
parable to the US when local, para-fiscal and national taxes are taken into account),
but of tax collection.
Throughout the last century, there has been an evolution of the different kinds of
contributions, from charity to social investments and strategic philanthropy. We dis-
covered a path already forged by large enterprises and some first steps taken by small-
er businesses. The social interventions of Colombian enterprises are among the oldest
and most diverse in Latin America. Different kinds of social engagement by Colombian
56
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
businesses are exemplary in the Latin American context for the quality of their man-
agement and for their results. The characteristics of these initiatives has allowed orga-
nizations supported by the private sector to work with international financial institu-
tions for a number of decades and has led, among other things, to transparency and
accountability in their processes and therefore has made them examples among the
international community.
To deepen the impact of social initiatives of the private sector requires the strategic
participation of business leaders as well as greater consciousness of the results. Finan-
cial assistance is a minimal part of potential contributions; the greatest leverage is
achieved when knowledge, competencies and business logistics are made available to
social causes.
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
57
I.
NOTABLE CONTRIBUTIONS IN A WORLD THAT IS FAR FROM EXEMPLARY
Colombia is a country of contrasts. Amid the abundance of initiatives
there is a scarcity of security. The armed conflict has intensified in the last decades due to the influx of
money from drug trade. Given that this is a worldwide problem, in Colombia the conflict has seen renewed
force and has claimed many lives. Colombians have been allotted a strange luck: we live and work with an
uncommon intensity because as individuals we are never quite sure what dawn will bring. This is the advan-
tage that we have chiseled out of our misfortune, an advantage which contributes to the explanation of the
Colombian business sector’s efforts in the social arena.
The contributions of the private sector in the construction of Colombian society are not only seen
in direct interventions, but also include very particular ways of financing state programs and channeling
investments through nonprofit organizations. The following three paragraphs give a panorama of these
three distinct types of support.
First, social responsibility is an important topic for the private sector in Colombia. Each of the
98 companies that responded to a survey on the topic, taken in 2004 by the National Association of
Industrialists among its 850 affiliates, considered it necessary to assume responsibility for communities.
Half of these companies put out a yearly social statement and a third report on their social initiatives;
three out of four contribute to foundations and their budget for 2004 was 45.9 million dollars. The
total contribution of these businesses (256 million dollars) -in social services for their workers and com-
munities, and in donations towards foundations- represented 3.34% of their total sales in 2003. The
self-reported value of their contributions included more line-item donations than their reports to the
National Tax Administration, which totaled 121.5 million dollars in 2004. For a comparative perspective it
is interesting to cite a survey taken in Latin American by Management & Excellence (M&E), for which 258
58
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
companies participated: “45% of companies have
undertaken serious social initiatives for more than
7 years, although almost half reported that they
spend 0.5% of income on such efforts. (According
to M&E, the greatest among corporations world-
wide is 3%).” (Latin Trade 2005).
Second, the private sector created vari-
ous voluntary programs that later became law and
today manage to directly finance both non-govern-
mental organizations and state entities. The Cajas
de Compensación Familiar (Family Compensation
Funds), nonprofit organizations who’s origins and
financing can in part be attributed to companies,
have broad coverage: 53 Family Compensation
Funds in 531 municipalities with 183,676 compa-
nies and 3,547,610 workers affiliated, benefited
–including family members– a total of 9,846,031
people (22.2% of the Colombian population) in
2003. During this year, companies contributed a
total of 526 million dollars to the Cajas de Com-
pensación Familiar (Family Compensation Funds),
395 millon dollars to the ICBF-Instituto Colombia-
no de Bienestar Familiar (Colombian Institute of
Family Well-Being) and 263 millions to the SENA-
Servicio Nacional de Aprendizaje (National Learn-
ing Service). The 1.2 billion dollars contributed
to these social initiatives by businesses represent
1.39% of GDP.
Third, the Colombian nonprofit sector
stands out in Latin America. To begin with, it em-
ploys about one-third of public sector workers and
generates 2.4% of total employment, more than the
average in the region. Furthermore, the nonprofit
sector is internationally recognized for its diversity
and for its contributions to political, economic and
social life (Villar 2001). During the last decade, the
greatest amount of resources from so-called ‘new
philanthropy’ in Latin America has come from the
business world; studies in Brazil, Chile, Peru, Co-
lombia, Ecuador and Mexico reveal that business
leaders are the principal supporters of new founda-
tions in the region. In 1997, María Cristina Rojas
identified 94 corporate foundations in Colombia
with endowments close to US$ 1 billion, equivalent
to 1% of the GDP and 5% of total public spending
in that year. Meanwhile, in Brazil in 2000 the cor-
porate spending in various types of social projects
was estimated at 2.3 billion by 462,000 companies
and represented 0.4% of the GDP that year (Rojas
y Morales 2000).2
This document presents a panorama of
the principal social initiatives of Colombian entre-
preneurs of the recent past and highlights some
future challenges. These initiatives, which are grow-
ing thanks to the efforts of a number of individu-
als and companies, tend to go unrecognized when
looking at the economic data and when consider-
ing the level of social decline. In an environment in
which there are many different needs (see Annex
1: Scarcity and Abundance in Colombia), greater
cooperation, synergy and coherence from national
and international actors will help our development
to be sustainable. At the national level, public and
private sectors need to work together to confront
the complexity of our situation.
In Colombia, the business sector has par-
ticipated and taken leadership in many initiatives
that have had an impact on society. To understand
the breadth of the spectrum of these initiatives, we
present a typology of the different business initia-
tives, from those in which an investment has no
direct benefit for the company to those in which
there is a clear link with the business. The quanti-
fication of these efforts and an evaluation of their
2 In 2002, The Institute for Research in Applied Economics, IEPA, of Brazil surveyed 9,140 businesses among 782,000 and
found that 59% of businesses invested R$ 4.7 billion in social assets (an amount equivalent to 0.4% of GDP).
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
59
impact go beyond the reaches of this study.3 In fact
its purpose is to provide a framework for corporate
social responsibility (CSR) in Colombia, in the con-
text of Latin America and shows its evolution during
the last century, in order to propose alternatives to
make it more strategic.
The diversity and the scope of social en-
gagement of the business sector in Colombia do
not allow for a complete inventory at the moment.
We concentrate on those social initiatives that have
been promoted by the private sector. Another study
is needed to look at the role of civil society that has
no relationship with the private sector. We acquired
information from 75 organizations, 35 businesses
and 40 nonprofits, foundations or associations.
Our primary source of information was in-depth
interviews, complemented in some cases with in-
formation available from other studies. Information
about other initiatives deserves to be highlighted
and added to the experiences described here. For
that purpose we are developing a web site that will
map out the social initiatives in which Colombian
businesses participate.4 Meanwhile, the following
pages tell the story of our initial efforts.
This text has a political dimension because
it argues that some business sectors participate in
the construction of a different country. The results
of the study make this support visible; hence the re-
ported achievements. Nevertheless, it is important
to point out what remains to be done towards the
construction of a healthy society; hence, the de-
scription of challenges.
3 In the final part of this document are the guidelines for carrying out a broader study than the three months defined for the
present research. To evaluate the contributions of the private sector to the construction of Colombian society is a task for
which data does not exist. A few studies provide data for specific sectors and their authors rarely mention the bias in data
collection.
4 A longer version of this report can also be found in www.mapearse.net
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
61
II.
EVOLUTION OF BUSINESS INITIATIVES OF THE 20th CENTURY
A historical perspective is needed to understand the diversity
of approaches of Colombian business engagement. The accumulated experience of their direct interven-
tions, or interventions via governmental or non-governmental organizations, allows for the construction
of elaborate proposals and far reaching cross-sectoral agreements. Current possibilities are the result of
multiple steps taken in the past.
In Colombia, as in the rest of Latin America, the Catholic Church has played an important role
in the history of philanthropy since the Colonial period. The predominance of the church in the world of
charity, with various manifestations, has been maintained throughout the 19th and 20th centuries (Sanborn
and Portocarrero 2003, p. 7).
In the 20th century, it is important to understand the diverse social policies that were formulated
and implemented by the state in the context of development. For example, through the efforts of industri-
alization through import substitution between the 1930s and 1970s, Latin American governments favored
growth of the industrial sector and internal markets. This gave incentives for the middle class and urban
labor sectors to create organizations that promoted certain kinds of social protection, services in health,
education and housing.
In Colombia, business development has been concentrated in urban centers. Between 1929 and 1945
the GDP grew at an annual rate of barely 3.3% while the manufacturing industry grew at an annual rhythm of
7.4% and increased its total contribution to GDP from 8.9% in 1929 to 16.5% in 1945. In 1944, the founding
of the Asociación Nacional de Industriales-ANDI (National Association of Industrialists) crystallized after various
failed attempts. A year later a group of merchants and business men from different parts of the country, but
62
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
residing in Bogota, founded the Federación Nacional
de Comerciantes-FENALCO (National Federation of
Merchants). Later, in 1951, another important associ-
ation is born, the Colombian Association of Small and
Mid- Sized Industries of different productive sectors
(ACOPI), as a result of the fusion of similar regional
entities in the four most important cities.
In the first post-war decade (1945-1955),
industrial production grew at the fastest rate in the
past 50 years (9.1% annually) and, until 1974, con-
tinued to grow at annual rates above the global
growth of the economy. Among the cities that ex-
perienced important industrial development were:
Bogota (beer and cement), Medellín as the principal
city in the textile industry (after textiles occupied
first place in Colombian imports), Barranquilla (tex-
tiles and wheat milling), and Cali (sugar processing).
By mid-20th century, industries arrived to cities like
Manizales, Bucaramanga, Pereira, Cartagena and
Ibagué (ANDI 1994).
In 2004, despite industrial development,
there are few large companies in Colombia and the
average annual income (US$ 1,810) is less than the
regional average (US$ 2,976) and far from the that
of OECD countries (US$ 25,773). According to cal-
culations made by CONFECAMARAS (the Confeder-
ation of Colombian Chambers of Commerce), there
are 431,000 micro enterprises and 47,000 small and
medium sized companies. Micro enterprises gener-
ate 1,700,000 jobs; they contribute 38% of industri-
al production (48% of industrial employment); and
they contribute between 56% and 70% of sales in
the service and retail sectors employing 70% and
75% of the labor force in these sectors. The growth
rate of micro enterprises was above 8% during 2004
(Mercados PYME 2004). While the requirements for
business operations, including startup, difficulties in
hiring and licensing personnel, procedures for ob-
taining operation licenses, access to credit, protec-
tion of investments, and legal costs of closures, are
lower in Colombia than the regional average, the
requirements and costs are proportionally greater
than in the OECD countries (IFC 2004).
BUSINESS PROGRAMS ADOPTED AS PUBLIC POLICY
Worried by the rise in prices of basic goods,
which lowered the real income of working and mid-
dle class families, the President and the Board of Di-
rectors of ANDI proposed, in the XI General Assembly
in 1954, to establish an autonomous system of family
subsidies financed by a payroll tax. The idea of a living
wage, inspired by the Catholic social doctrine, was
intended to improve the well-being of workers and,
in turn, to contribute to a peaceful society. The sub-
sidy would be distributed according to the individual’s
family needs, and not depending on the kind of com-
pany nor the workers output. On May 24, 1954, the
Caja de Compensación Familiar de Antioquia-COM-
FAMA (Family Compensation Fund of Antioquia) was
established by 45 companies employing more than
20 thousand people. Company participation was vol-
untary and the sum of contributions was independent
of the marital status or the number of children of em-
ployees. In August of that year, COMFAMA paid the
first subsidies: 8 pesos for each child under the age
of 14 or for each student under 20; the first year the
real income for some grew up to 40%. In 1957 the
State made this innovation obligatory. Even today,
few countries in the world have anything similar.
Later, ACOPI promoted the constitution of
these Compensation Funds for small and mid-sized
businesses in cities like Bogota, Barranquilla, Mede-
llín, Cali and Ibagué. Since their creation the Funds,
together with the Family Subsidy System, have dem-
onstrated to the business community, employees, the
State, and to society at large a viable alternative to im-
prove the lives of Colombians (Portafolio 2004, p. 27).
Their services reach 22.2% of the population. By April
of 2004, 34,300 housing subsidies were granted, 60%
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
63
to beneficiaries with less than two minimum monthly
salaries and the remainder to those in the bracket of
2-4 minimum monthly salaries. Attention to child-
hood and supplemental school hours has benefited
1.6 million minors with investments of 21.1 million
dollars, and 101,143 students from preschool to uni-
versity level. Their health insurance and services covers
14 % of healthcare nationally. Finally, the Funds run
225 different recreation centers, including vacation
destinations, museums, auditoriums and parks.
Another program inspired by business mod-
els was the pre-school program adopted by the Institu-
to Colombiano de Bienestar Familiar-ICBF (Colombian
Institute for Family Well-Being). During the first half of
the last century, certain companies and factories held
child-care on their properties for the young children
of some of their working mothers. The government
of Carlos Lleras Restrepo (1966-70) understood the
benefits of such an initiative and extended it to oth-
er companies with two substantial modifications: it
ceased to be voluntary and the day cares were moved
from factories to low- income neighborhoods. This
program today covers a wide range of municipalities
and while it does not reach the entire population, it
has contributed to diminishing the levels of malnutri-
tion in the country and has allowed mothers to enter
the labor force without abandoning their children.
A third example of a State program which
the private sector promoted is the technical and vo-
cational training of the Servicio Nacional de Aprendi-
zaje-SENA (National Learning Service). This program
is also financed by a payroll tax on companies. These
are payroll taxes that are imposed for a specific desti-
nation and are not considered as part of the national
budget. They are, rather, denominated as para-fis-
cal because they are designated to finance a spe-
cific activity which effects a particular group, their
administration is carried out by an entity other than
the National Tax Administration and the amount is
not dependant on the income of the company. In
Colombia these taxes finance the SENA, the ICBF
and the Family Compensation Funds, and funds for
transportation, coffee and rice cultivation. The pay-
roll taxes must be paid by all public and private com-
panies, regardless of their size, number of employ-
ees or capital holdings. If the company is affiliated
to one of the Family Compensation Funds, it must
pay directly into that fund the following: 4% to the
Family Compensation Fund, 3% to the ICBF and 2%
to the SENA. The Family Compensation Fund is then
in charge of making the corresponding distribution.
In the case of the ICBF, this represents more than
98.5% of its total income. The quantities of payroll
taxes for the year 2003 appear in Table 1.
TABLE 1. PAYROLL TAXES 2003
Payroll Taxes 2003 Millions of Pesos Millions of Dollars
Compensation Funds 1,394,245 526
ICBF 1,045,684 395
SENA 697,123 263
Total 3,137,052 1,184
Percentage of GDP 1.39%
Source: ANDI 2004.
64
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
The example of particular companies has
given impulse to the government to legislate the
extension of the most interesting practices, like
family subsidies and child care, to the rest of the
private sector. This has also resulted in the payment
of twice-a-year “premiums” for employees. Some
companies began to pay them and, later, the gov-
ernment included them in the package of social
benefits that every worker has a right to receive.
For Colombian workers, there is a great
difference for a laborer between a job in the infor-
mal and formal sectors because of the social protec-
tion that the employee is entitled to in the formal
sector.5 Although in the last few years there have
been some attempts to diminish this gap, the lack
of access to unemployment insurance or pensions
for those who do not hold formal employment is
critical. In health, the co-existence of contributory
and subsidized regimes diminishes this gap. One
percentage point of total wages, which makes up
a solidarity fund, finances the subsidized regime.
Meanwhile, the money collected for the contribu-
tory regime corresponds to 12% of all workers’
salaries: the employer contributes 8% and the em-
ployee 4% of the wage.
THE DEBATE ABOUT PAYMENT OF TAXES
A report presented in 2004 by the Cen-
ter for International Policy (CIP) instigated a debate
about the payment of taxes in Colombia: on the
one hand, there are those who argue that regres-
sive taxes are out of proportion. On the other hand,
some sustain that contributors have made enormous
5 The size of the informal sector (or the unregulated sector as it is also known) in the Colombian economy varies according to
the definition adopted. According to the National Statistics Administration, DANE, between 55 and 60% of the economically
active population participate in the informal sector.
TABLE 2. PAYMENT OF TAXES IN COLOMBIA AS A PERCENTAGE OF GDP
Year National Other Taxes (municipal, Total
Taxes departmental and para-fiscal)
1987 8.80 3.28 12.06
1990 9.03 3.36 12.39
1995 10.14 3.68 13.82
1999 10.26 4.4 14.66
2000 11.03 4.27 15.30
2001 13.13 4.3 17.43
2004* 14.27 4.31 18.58
2005** 15.00 4.33 19.33
* Includes a one-time tax on property** Estimation based on budget presented to Congress
Source: ANDI (based on information from the Income Mission, DNP, General Accounting, DIAN, Confis and Superintendencia del Subsidio)
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
65
efforts in the past few years. What cannot be denied
is that tax evasion exists. The result is that a few carry
the tax burden, while others evade responsibility. The
vicious cycle takes hold when the State doesn’t have
enough resources and, as a consequence, overbur-
dens those who it can control and influence. The
lack of ability on the part of the State to collect taxes
is not unique to Colombia among Latin American
countries.
According to a recent ANDI report, the
rate of collection of national taxes has increased
considerably in the last 15 years, from 9 % in 1990
to 15% in 2005. Taking into account the tax reform
of 2004, Colombia would have a tax rate of close
to 19.3% of the GDP, close to that of the United
States (20%). The difference between the ANDI
data and those of CIP is attributed to the fact that
the industrialists report municipal, departmental
and para-fiscal payments, which do not reach the
accounts of the national government and are not
considered by the World Bank. Table 2 shows taxes
as a percentage of GDP after adding national taxes
to other taxes (municipal, departmental and para-
fiscal).
OTHER BUSINESS CONTRIBUTIONS
UNIQUE TO THE COLOMBIAN CASE
The main trade organization in Colombia,
ANDI, has contributed to the creation of other em-
blematic organizations with the direct participation
of companies. For example, in the area of higher
education it contributed to the creation of EAFIT
University in Medellín, University of Los Andes in
Bogota, Technological University of Pereira, College
of Higher Learning in Administration (CESA) in Bo-
gota and the Colombian Institute of Higher Educa-
tion (ICESI) of Cali. The ANDI and ACOPI participate
in the board of directors of numerous national in-
stitutions.
A phenomenon of singular characteris-
tics in Colombia is the Chambers of Commerce.
They are more than 50 organizations which sup-
port the business sector, collaborate with the regu-
lation of commercial activities, and contribute to
the improvement of the quality of life in each of
the cities and regions in which they operate. Some
examples of their diverse social initiatives are the
following:
• Chamber of Commerce of Bogota: a protagonist
in programs and projects related to education.
• Chamber of Commerce of Medellín: supports
micro-enteprises of low income families.
• Chamber of Commerce of Neiva: supports chil-
dren who suffer cleft lip.
• Chamber of Commerce of Manizales: trains low
income high school students.
• Chamber of Commerce of Cali: “Save the Cali
River” program.
The Colombian Confederation of Cham-
bers of Commerce (CONFECAMARAS) is an au-
tonomous institution, constituted in 1969, with the
mission to support and further collective interests
among chambers of commerce within the country
and abroad. As an association it is a leader in CSR
initiatives that have a national impact and which
convene the business sector in general. CONFE-
CAMARAS has been a pioneer in areas of business
ethics and social responsibility of small and medium
sized businesses.
Since the 1960s there has been an in-
creasing presence of business actors in diverse social
interventions. On the one hand, a number of faith
based organizations in Colombia continue to stand
out for their social impact and depend on impor-
tant support from the business sector. On the other
hand, different social initiatives taken on directly by
businesses sponsor a variety of causes. “The reasons
for the emergence of such a broad range of philan-
thropic organizations with business origins at the
66
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
beginning of the 1960s were varied. Some mention
the business trend that was garnered in the 1950s,
which was concerned with social responsibility, and
the legislation favorable to investments in philan-
thropy. Others cite the Cold War and the Cuban
revolution as motives and, in the case of Colombia,
the end of a period known for its political violence
and the beginning of the National Front.” (Corona
Foundation 2004, p. 18).
Beyond the reasons behind its origins,
the social initiatives of Colombian businesses have
a special force: some of them have “unique char-
acteristics in Latin America”; others are recognized
and appropriated by the State which gave them new
life through tax mechanisms. In summary, corporate
social responsibility in Colombia has continued to
grow since the beginning of the 20th century. It is
possible to identify four stages in its evolution (see
particular examples listed in Annex 2):
1. First half of the century: in the context of
Catholicism in Colombia, the church is the so-
cial actor which the business community has
primarily supported. Other noteworthy actors
include labor unions and trade associations. At
the beginning of the century innovative initia-
tives were born, such as the Social Foundation
which today continues to stand out as an ex-
ample of CSR. Around mid-century, the major-
ity of important trade associations were born:
the National Association of Industrialists (ANDI)
in 1944, the National Federation of Merchants
(FENALCO) in 1945 and the Colombian Associa-
tion of Small and Mid-Sized Industries (ACOPI)
in 1951.
2. Nineteen sixties: Colombian labor legislation
contributed to the protection of employees and
tax legislation stimulated the creation of foun-
dations by allowing donations to be tax deduct-
ible. In the ten years between 1960 and 1970,
an important group of business foundations
emerged and continue to exist today and stand
out for the quantity and quality of their inter-
ventions. By the end of the 60s, social respon-
sibility began to be studied in academia when
the University of Valle (where many important
Colombian business people studied) started a
master’s program for top managers with a high
technical level and a humanist emphasis.
3. Nineteen nineties: in 1991 fourteen trade or-
ganizations in Colombia were grouped together
as the National Trade Council. These trade as-
sociations, through the “Guaymaral Commit-
ment” of June 1993, decided to reorganize and
strengthen the actions of the Council with the
mission of consolidating the actions related to
the social function of the different trade sec-
tors in the country.6 Throughout the decade the
private sector gave impetus to the creation of
eight corporations in strategic areas for the de-
velopment of education, health, innovation and
productive development, peace, community de-
velopment, justice and transparency.
6 In 2004,the Consejo Gremial Nacional (National Trade Council) was made up of 16 members from distinct sectors of the
economy: ANDI (National Association of Industrialists), ACOLFA (Colombian Association of Auto Parts Manufacturing),
ACOPI (Colombian Association of Medium and Small-Sized Industries), ACOPLASTICOS (Colombian Association of Plastics
Industries), ASOBANCARIA (National Association of Banks and Financial Institutions of Colombia), ASOCOLFLORES (Colom-
bian Association of Flower Exporters), ASOCAÑA (National Association of Sugar Cane Growers), CAMACOL (Colombian
Chamber of Construction), COLFECAR (Colombian Association of Truckers), CONFECAMARAS (Colombian Confederation
of Chambers of Commerce), COTELCO (Colombian Hotel Association), FASECOLDA (Colombian Insurance Association), and
SAC (Colombian Agriculture Society).
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
67
4. Current Decade: the efforts to increase the im-
pact of private philanthropy have generated a
diversity of work initiatives between the public
sector and civil society. Recent comparative re-
search by the Social Enterprise Knowledge Net-
work (www.sekn.org), a network of 11 Ibero-
American universities coordinated by Harvard
University, highlighted the unique characteristics
and level of social impact of some alliances be-
tween business and nonprofit organizations. Fur-
thermore, the experience of mixed corporations
has been useful for the creation of other types
of organizations, some of which have greater
participation from the business sector. Finally, 54
companies have joined the Global Compact in
Colombia.
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
69
III.
DIVERSITY OF CORPORATE SOCIAL ENGAGEMENT
One observation about Colombia stood out in comparison
with all the other places that we have observed: in most countries, the context of social
conflict can attract companies with a low interest in issues of corporate social responsi-
bility. Such companies generally do not pay close attention to human rights, community
participation or the establishment of positive relationships with local stakeholders. This is
because they often do not have to care about these issues; the conflict dynamics permit an
unequal power relationship between the company and local stakeholders. Companies can
basically do what they want and are not held accountable for their practices… In Colombia,
to our surprise, the situation seems to be almost the opposite. During our visit we came
across some of the most creative and constructive corporate practices that we have seen
anywhere! Rather than attracting companies that have low social responsibility standards,
it appears that the Colombian context attracts some companies with the best corporate
standards! This is even further demonstrated by the challenges that some companies in
Colombia currently face due to the fact they did not behave in a careful, transparent and
inclusive manner.
Luc Zandvliet
Director Corporate Engagement Project
70
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
In Colombian both national and multina-tional companies operate with high CSR standards. These standards are exemplary for their innovative organizational structure, the quality of their man-agement and/or their results. Many business people believe that social engagement should go beyond mere assistance and should rather promote pro-grams that integrate economic growth with the cre-ation of social value and contribute to sustainable
wealth generation (Revista ANDI 2004, p. 12).
Numerous businesses surpass the “fron-
tier of social expectations” (compliance with the law
and basic social norms) with social innovations, some
of them far beyond the reaches of their business and
others which are closely related. Social interventions
in the Colombian private sector are diverse in three
dimensions: who they attend to, in what areas and
how they are structured. The first part of this sec-
tion describes the variety of interventions in relation
to the target population and the topics; the second
part offers a typology of the distinct ways of achiev-
ing objectives through these social initiatives.
DIVERSITY OF TARGET
POPULATIONS
In Colombia, businesses direct their social
initiatives towards different stakeholders and develop
them in various regions. Initiatives may be directed at
groups with a direct relationship to the company, to
outlying communities and, on occasion, to particu-
lar communities in society at large. There are various
business experiences to be found in each category
but we will only mention a few as illustrations.
Examples of programs closely linked to the
company’s business include those of the Colombian
multinational Crepes & Waffles. This company makes
loans, at no interest, to its female employees, of-
fers childrearing seminars, and finances the pur-
chase of washing machines so that working mothers
may have more time for their children. The business
group Bavaria has a program for fruit farmers which
includes training, financing, technical assistance,
and the assurance of selling their produce at stable
prices. Three business associations ACOPI, ANDI and
FENALCO, have formulated an “agreement to unify
appropriate industrial, commercial and consumer de-
fense practices” in order to establish clear rules of
operation among, for example, suppliers and large-
scale retail outlets. Homecenter, a large retail chain
(of construction materials and equipment) which is
part of the Corona business group, has a program to
train its clients in the use of tools and articles sold in
the store and a training program for skilled builders
to offer their services to the store’s clients.
Many companies work with neighboring
communities. Some have partnered to create or-
ganizations which work with particular geographic
communities. For example, businesses located in
the outlying municipalities of Bogota have created
PRODENSA and PRODEOCSA (Corporations for the
Development of the Northern and Western Bogota
Sabana); businesses in the petroleum industry cre-
ated, among others, the Fundación del Alto Mag-
dalena (Foundation for the High Magdalena Region)
and the Fundación Oleoductos de Colombia (Pipe-
lines Foundation of Colombia). Society at large is
the object of some organizations in the private sec-
tor. For example, the Social Foundation promotes
and participates in discussions about public policy.
Social investment carried out by nonprofits
created or supported by the private sector address
the needs of less-favored populations in Colombia.
These populations are much larger than those with
close ties to the business. While there are programs for those populations closely tied to a given busi-ness, they are actually a small part of what nonprofits do. These organizations target populations all over the country. Furthermore, their management is sup-
ported by the private sector. It is worth mentioning
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
71
Compartamos por Colombia (Share for Colombia),
which was founded to raise the operational capaci-
ties of nonprofits. To achieve this, the organization
integrates the work of 19 consulting firms and coor-
dinates different professional volunteer consultants.
In its first four years of operation, Compartamos has
carried out 66 consulting projects with 1.2 million in-
direct beneficiaries.
One can observe diversity and experi-
ence in the social initiatives carried out in different
regions of the country. A study sponsored by the
Social Development and Responsibility Committee
of the Valle del Cauca Section of ANDI, traced the
social engagement of businesses in the region since
the end of the 19th century and described the cur-
rent characteristics of 41 companies and 10 non-
profits (Laverde 2005). In Antioquia, the Informa-
tion Unit of the grupo Empresarial Antioqueño-GEA
(Antioquian Business Group) carried out a survey of
social management among three dozen member
businesses since 2001 (Unidad de Conocimiento
2003). In the Caribbean Coast, a qualitative study
of social initiatives of 21 businesses and 3 nonprofits
showed the diversity of their characteristics and the
barriers they confront (Escobar, Jiménez and Gutiér-
rez 2005). In the three regions, it is common to find
initiatives in education, community development
and programs for the well-being of employees.
Other common characteristics include an increase
in support and corporate volunteerism throughout
the years. In the Valle del Cauca and the Caribbean
Coast regions, businesses have special support for
income generation programs, while in the GEA busi-
nesses the emphasis is in environmental protection.
DIVERSITY IN NEEDS AND PROBLEMS CONFRONTED
It is also noteworthy to consider the di-
versity of fronts in which social initiatives have been
established. The following examples demonstrate
efforts in the areas of education, health, nutrition,
childhood protection, housing, productive devel-
opment, peace, justice, transparency, institutional
strengthening, arts and the environment.
In education, one company -Meals de
Colombia- has been a leader to support more than
a hundred company directors who volunteered their
knowledge in the topic of quality management. In
2002, 189 public and private schools formed work
groups, initially in pairs, with the directives of 109
businesses. One result of this interaction is that
some business people were called upon to advise
the Ministry of Education and various local Educa-
tion Secretaries.
In 1992, four foundations (each one a so-
cial arm of each of the major economic groups in
Colombia, but none in the health area), six compa-
nies (each in the health sector), seven hospitals, the
National Fund for Development (FONADE) and the
Institute for Social Security (ISS) made a financial
commitment to support the health sector. Since
then, the Centro de Gestión Hospitalaria (Center for
Hospital Management) has worked in training and
consulting with 125 hospitals, which then account-
ed for 25% of all hospital beds in Colombia; with
10 health promotion entities which combine 35%
of the affiliates to the social security and health sys-
tem; with 5 Health Secretaries which cover 34% of
the Colombian population; and with 35 ambulatory
health clinics.
Various chains of big retail outlets have
supported the creation and the functioning of food
banks in the country. One, Éxito Stores, has vari-
ous health and nutrition programs: donations; al-
liances with state, community, and civil society or-
ganizations; and a monetary prize for nutritional
intervention and research towards improving the
nutrition of pregnant women, children and adoles-
cents throughout the country. Another example, a
72
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
voluntary program since 2000 called “Alpina is All
of Us” facilitates the donation in time, money and
knowledge of its employees to nonprofit organiza-
tions chosen by the company. Thirty organizations
in nutrition and education have received support
from this program.
Since 1967, the Antonio Restrepo Barco
Foundation has been dedicated to the promotion
of social development and fundamental rights, es-
pecially children’s rights. In association with ICBF,
UNICEF and FES Foundation, the Program for Self-
Evaluation, Capacity Building and Quality Standards
has worked with nearly 400 nonprofits dedicated to
child protection since the 1990s. In 1998 the Foun-
dation was instrumental in the creation of the Na-
tional Network for the Protection of the Child, with
15 regional networks and 225 member organiza-
tions, to do advocacy, improve training and service,
and disseminate strategies in social action in child
advocacy under the Convention of the Rights of the
Child.
In the area of housing, the work of Com-
partir is interesting. For almost three decades the
company and its foundation have developed pro-
grams in housing and public space applying the
abilities and experience of the former and combin-
ing it with the knowledge of the foundation about
low income communities.
In the area of micro-enterprises, the
Carvajal Foundation has spent a quarter of a centu-
ry creating and developing service models for small
businesses at the regional and national levels, ben-
efiting 60,000 small and mid-sized entrepreneurs
through training, work adaptation and manage-
ment indicators. The Mario Santo Domingo Foun-
dation, meanwhile, was recognized for its service to
entrepreneurial development and as the entity with
the best record of granting credit of any non-finan-
cial agency in 2004. Among other business founda-
tions that promote micro-enterprises in Colombia,
the Corona Foundation supported the first applica-
tion of the Impact Evaluation System of Service Sup-
port to Micro-Enterprises in 1997. This evaluation
system and the debate about the development of
the field contributed to the improvement of public
policies oriented towards the micro and small-en-
terprise sector.
The National Development Report of
UNDP for Colombia signals “the role of the business
sector in armed conflict resolution and the construc-
tion of lasting peace” (INDH 2003, p. 499). The
Ideas for Peace Foundation emerged in 1999 be-
cause of the concern of a group of business people
for the serious situation of the country and the lack
of consciousness, knowledge and information about
peace issues in society. The foundation has docu-
mented regional cases of peace and development,
systematized the information about the peace pro-
cess in Colombia, observed international processes,
and helped construct a post-conflict plan.
At the national level, the private sector has
participated in experiences such as the Corporación
Excelencia en la Justicia (Corporation for Excellence
in Justice). At the local level, a group of business
people created the Business Corporation of Itagüí in
1988. In alliance with the High Courts of Medellín,
the judges of Itagüí, the Muncipal Mayor’s office and
the FES Foundation, they created the Program for
the Modernization and Systematization of Courts in
Itagüí. The evaluations of the programs have demon-
strated significant rates of decongestion, an increase
in productivity, and greater confidence and credibil-
ity among the community in the justice system.
Transparency for Colombia, consisting of
30 organizations, the majority of them businesses,
is a chapter of Transparency International estab-
lished in 1998. Its program Businesses Against Brib-
ery includes elements such as the “Integrity Pact”, a
voluntary agreement to adhere to transparency in
bidding for public resources. Other programs, such
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
73
as the Integral Ethics for the Integrity and Transpar-
ency of Small and Mid-Size Companies, are cen-
tered on other business sectors. Among the busi-
nesses that has most supported Transparency is the
oil company Hocol, which has sought in different
ways to strengthen the capacity of local state orga-
nizations and citizen’s control over them. It created,
in alliance with other organizations, the School
for Democracy and Local Development in the city
of Neiva and the Rural School for Community and
Citizen Participation. In the area of accountability
and oversight, the Corona Foundation has promot-
ed a series of programs for public education and
control of public administrations and in topics like
education (‘Education, commitment of all’) and
health (‘Our record in health’). Besides its support
for grassroot organizations in different parts of Co-
lombia, a project like ‘How are we doing, Bogota’ is
being adapted to other cities. This project oversees
changes in the quality of life of citizens generated
by policies, programs and development projects by
local governments.
Donations from businesses to the arts are
combined with other social initiatives. For example,
Natural Gas supports specific cultural events while,
in its own operation, it seeks to lower the barri-
ers of access to its services among less privileged
populations by giving credit for the installation
of lines. A company like Suramericana Insurance
maintains an art gallery and grants donations for
social events that favor environmental preservation,
community development, health and education
through its foundation. And as one more way to
support the arts, many companies have sponsored
the IberoAmerican Theater Festival for the past two
decades.
Finally, in the area of the environment, a
company like Acesco has various programs for the
rational and efficient use of water, the reduction
or elimination of industrial waste, and for reuse of
heat sources in industrial processes. Cecodes, the
Colombian Chapter of the World Business Coun-
cil for Sustainable Development, created in 1993,
is made up of 25 businesses and 3 trade associa-
tions, representing more than 4% of the GDP with
more than 400,000 direct and indirect jobs and the
export of more than 1.6 billion dollars a year. Its
members share a commitment to the environment
and to principles of economic growth with sustain-
able development.
These examples demonstrate the diver-
sity of the contributions of the private sector in two
dimensions: the diversity of stakeholders to which
these social initiatives are targeted and the different
areas in which there is consolidated work. The man-
ner of structuring these initiatives is also diverse.
DIVERSITY AND INNOVATION IN THE
STRUCTURING OF SOCIAL INTERVENTIONS
Investment trends of Colombian busi-
nesses are similar to those in other countries. After
a philanthropy characterized by disperse initiatives
and distant relationships, the predominant social
investment of today is focused on groups that are
external to the company. This could be denominat-
ed the step from charity to social investment. There
are those who have taken another step towards in-
tegrating the social and economic realms. A small
number of businesses sustain, as the theory of Por-
ter and Kramer (2002) suggests, that philanthropy
must be strategic for the business because in this
way, by using the abilities and expertise of the busi-
ness, the greatest economic and social value can be
generated. Before looking at the strategic philan-
thropy of these businesses, we will summarize the
distinct kinds of social investments by Colombian
businesses.
Social investment by businesses, even
when it does not have a direct relationship with its
74
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
operation, can generate indirect benefits: among
others, in its external image, and in a sense of com-
mitment and belonging of employees. In Colombia
there are at least four different models of business
engagement:
1) Some decide to create their own programs with-
in the business;
2) Others create a separate organization (founda-
tion, corporation or association) or to support a
previously existing nonprofit;
3) Some participate in social programs led by their
trade associations; and
4) Others participate in current government pro-
grams.
It is easy to identify a given business’ pro-
gram, their participation in governmental programs
or their interventions in a trade association. For
example, a merging of the private sector with the
development plans of the mayoral offices in prin-
cipal cities has increased, as in the case of Bogota7
and government programs such as the “Regional
Programs for Development and Peace” (14 regional
initiatives that have a presence in more than 350
cities and 23 departments throughout the country
where the highest levels of conflict exist).8
It is more difficult to identify those busi-
ness efforts that are channeled through nonprofit
organizations. There is a diversity of nonprofits, cre-
ated or supported by the private sector, that serve
different purposes:
• Channel business philanthropy (i.e. business
foundations);
• Use profits for a social purpose (i.e. foundations
that own businesses);
• Develop a sector (i.e. mixed corporations in edu-
cation, health, justice, among others);
• Develop an activity (i.e. mixed corporations that
promote entrepreneurship or research in a spe-
cific area); and,
• Promote an intervention model (i.e. organiza-
tions with a purpose such as to combat corrup-
tion or seek peace).
There are several differences among the
nonprofits that pursue these objectives. The first
two types of organizations, business foundations
and foundations with businesses, share a close re-
lationship with a particular company, and the range
of activities tends to be broader and less focalized.
The other three kinds of organizations are charac-
terized by the type of social action that they carry
out and their specialization increases the potential
impact of their social intervention.
The kinds of organizations that have been
created have evolved too. The first two types are de-
cades old; the majority of these organizations emerged
during the 1960s. Then, in the 90s around a dozen
mixed corporations were created. In some of these
cases, a handful of business foundations worked with
the Department of National Planning (DNP) to con-
vince business people about the benefits of creating
mixed corporations. In time, the participation of these
business people became increasingly limited to certain
forums, such as the board of directors, and several
mixed corporations have encountered economic dif-
ficulties. In 2002 an organization that approached
7 “Empresarios le apuestan a Bogota” El Tiempo, June 10, 2004, p. 1-2.
8 According to Alexandra Guáqueta, “these are long-term programs, developed in several towns at a time, that usually work
in six areas: productive processes; sustainable environmental management; institutional and civil society strengthening; life,
peace and justice; culture and knowledge; and education, health and housing. Due to the scope of these programs, they
have multiple sources of funds, especially international funds.” (2004, p. 11).
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
75
these two issues in a different way emerged: the Fun-
dación Empresarios por la Educación (Foundation of
Business People for Education). With a regional focus
it seeks the active participation of entrepreneurs in
different local projects and it has a minimal opera-
tional structure (within two years, three professionals
coordinate the activities of a dozen regional chapters).
Permanent business participation and low operational
costs are the characteristics of this new proposal in
the field of Colombian social responsibility.
One of the consequences of being inde-
pendent for nonprofits supported by the private
sector is diversification in their sources of finance.
At first these organizations were largely depen-
dent on the resources of businesses, but today their
income includes important sums from the sale of
services and resources from international coopera-
tion. The gap that has emerged between nonprofits
and businesses is associated with a decline in the
identification of businesses with programs and less
of a dependency on their financial resources. This
gap has limited the power to convene participation
and to apply several of the competencies businesses
have in various social endeavors.
Among the areas of support where there
are many years of experience is the strengthening of
educational projects and the development of produc-
tive projects. Projects in health and nutrition, environ-
ment, housing, culture, transparency and institution
building, peace and justice are more recent. For ex-
ample, similar to the United Way model, the founda-
tion Dividend for Colombia convenes more that 70
Colombian businesses and more than 7,500 employ-
ees. During 2003 Dividend acquired the support of
businesses and employees and donated $1.5 billion
to improve the quality of education of poor children.
The value of each donation is defined by each worker
and is discounted monthly from his or her paycheck.
Generally, the company gives a donation equal to the
combined donations of its employees.
SOME INTERVENTIONS OF THE PRIVATE SECTOR FOR EDUCATION
• 417 schools supported by 98 businesses implement a model of quality management.
• Improvements in school management promoted by the private sector effect the education
of 40,000 low income children.
• 12 regional business groups comprise “advisory committees to the secretaries of education”
and promote projects in 10 departments.
• 100 educators in 25 schools in peripheral localities of Bogota receive training in Information
and Communication Technologies.
• 150,000 participants in rural and urban sectors of 29 departments in Colombia are attended
to in a successful literacy program.
• Training in care for the environment and hydrocarbons for communities in 21 cities with 200
outlying rural areas in 3 departments.
• 500 community leaders receive diplomas in democracy and local development.
• A prize for quality and excellence in education is given in Bogota.
• The monetary support from the Colombian private sector accounts for a greater percent-
age, within the investment budget for the Ministry of Education (97 billion in 2004), than
the 1% that businesses contribute to public spending in education in the United States.
76
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
76
Within this diverse panorama of social
investment by businesses, some have decided to
integrate social strategies in their business. While
the social issues that companies are able to link to
their particular business are limited, they are able to
deepen their impact when they do so.
STRATEGIC PHILANTHROPY:INITIATIVES THAT GENERATE
SOCIAL AND ECONOMIC VALUE SIMULTANEOUSLY
There are a variety of efforts which pro-
mote strategic philanthropy and examine how
to increase their social impact while at the same
time generate economic return. This topic occu-
pies a place in the business agenda. During 2004,
fifty-four companies signed the Global Compact
in Colombia. Furthermore, more than 170 busi-
ness people have gathered to formulate common
agendas for social responsibility in their sectors and
regions. While social investment is recognized, stra-
tegic philanthropy occupies a special place in these
collective efforts. The work encompasses the sec-
tor of big retail outlets, credit establishments, and
businesses in the Caribbean and Valle del Cauca
regions.
Some companies in Colombia have man-
aged to integrate their social strategy with their
business strategy. In those cases, the company man-
ages to generate social and economic value with its
social intervention. This not only increases the prob-
ability that interventions continue, but also provides
experiences and logistics which are difficult to du-
plicate in any other way. An integrated social ini-
tiative has many distinct characteristics from those
initiatives that are detached from the business, and
they have a greater potential impact because of the
synergy between the economic and social realms
(Gutiérrez and Jones 2004).
The diversity of interventions in the CSR
panorama in Colombia raises the question of the po-
tential of increasing impacts by establishing channels
of association and synergy among initiatives. In other
words, how can we take advantage of the “many
steps in different directions.” One hypothesis is that
CSR in Colombia could contribute more to the devel-
opment of the country when the programs which are
today carried out in an isolated manner are supported
by public-private cooperation (community, company,
government, NGO, university, international coopera-
tion). Two programs have looked at the potential of
alliances between the private and public sectors with
the social sector in Colombia: The Program on Social
Initiatives of the University of Los Andes and the Na-
tional Alliance Program of the Corona Foundation,
the World Bank and eight regional universities.
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
7777
IV.
COLOMBIA IN THE LATIN AMERICAN CONTEXT
During the last decade, the majority of resources for “new philanthropy” have come from the business sector. A survey in Argentina, Brazil, Chile, Peru and
Colombia shows that between 80% and 95% of large corporations practice some type of direct philan-
thropy, including financial or in-kind donations, volunteer programs among employees and the direct op-
eration of social programs (Sanborn 2000). Studies in Brazil, Chile, Peru, Colombia, Ecuador and Mexico
also reveal that companies and business leaders are the principal promoters of new foundations in the
region (Teixidó, Chávarri and Riedemann 2001; Portocarrero, Sanborn, Llusera and Quea 2000; Turitz and
Winder 2003).
In comparison with other Latin American countries, Colombian companies support or develop a
wide range of social interventions. Colombia stands out in Latin America for the tradition and importance
given to company foundations and for the growing presence of direct company actions. While in other
countries social responsibility is a new topic for about half of all companies or is often only given importance
by multinationals (Latin Trade 2005), in Colombia the biggest industrial association has promoted social
statements and reports since the 1970s and it is the national companies that stand out for their innovation
and impact.
Nonprofit organizations supported by companies have also worked for decades with financing
from international donors. Besides the financial support, the relationship with these donors has been char-
acterized by accountability and an integrated approach to development by the Colombian organizations
(beyond resolving specific problems in education, health, housing, nutrition, etc.). This level of sophistica-
tion has led nonprofits to influence the definition of the State’s social policy in the areas of education,
health, child protection and community development.
78
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
TABLE 3: COMPARATIVE CHARACTERISTICS OF CSR IN LATIN AMERICA*
Chile: 42 foundations
Acción RSE (www.accionrse.cl) was created in May 2000 and is the business organization of-
ficially connected to Business for Social Responsibility (BSR). Prohumana (www.prohumana.
cl) is dedicated to CSR with the ability to make the topic visible, to conduct research, and to
hold events with other actors.
Peru: 60 foundations
Peru 2021 (www.peru2021.org) was created in 1994 by 54 business people with the objective
of developing a shared vision about the country’s future. With this vision it has promoted
CSR through different means: an annual award, by promoting social reporting among busi-
nesses, and by holding different events in various regions in the country.
Argentina: 50 foundations
Since 2002, the Argentinean Institute for Business Responsibility (www.iarse.org) has pro-
moted the concept of socially responsible practices and given impetus to substantial develop-
ment of businesses through information networks and mutual collaboration.
The Foundation Group of Argentina, GDF (www.gdf.org.ar,) formalized in 2001, promotes
the culture of philanthropy and social responsibility.
Colombia: 111 foundations
There are various experiences of joint efforts between foundations and companies (such as
the National Program of Micro-Enterprises, Business People for Education), but there is no
single organization created by the business sector dedicated to the promotion of CSR like
there is in other countries such as Brazil, Argentina, Chile or Peru. There are a number of
university initiatives that promote greater synergy among multiple actors who work in CSR
and organizations originating in the social sector that promote and consult in the topic, such
as the Colombian Center for Business Responsibility, CCRE (www.ccre.org.co).
It is important to point out that there is no
single definition of what constitutes a “foundation”
in Latin America and this makes it difficult to collect
comparative statistics. The legal framework of each
country varies in its definition and regulation of this
sector; furthermore, hundreds of organizations are
incorporated each year with this title and they do
not differ between for- or non-profit organizations
which depend on companies, churches, or political
groups in their financing and decision making. A
basic delineation includes foundations that have
three characteristics: i) private and nonprofit; ii) le-
gally autonomous; and, iii) dedicated to social ends
through specific programs and/or through third
party donations. The compilation of existing data in
seven countries (Argentina, Brazil, Chile, Colombia,
Ecuador, Peru and Mexico) register 318 foundations
that meet these criteria, the majority created dur-
ing the 1990s with company resources and with a
lay orientation (Sanborn and Portocarrero 2003, p.
17). Table 3 includes some data from this and from
other research.
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
79
The manifestations of south-south coop-
eration among Latin American countries show a
regional process of greater synergy and coherence
in CSR. This can be seen in the following two net-
works:
• The Inter-American Network of Foundations and
Business Actions for Basic Development-RedEA-
mérica- www.redeamerica.org is a thematic net-
work of the private sector (foundations, associa-
tions of foundations and companies), with im-
petus from the Inter-American Foundation and
geared to the promotion and support of grass-
roots development and shared responsibility in
financing. The Network was formed in Septem-
ber of 2002 and two years later has 53 members
from 12 countries, among which Colombia has
been a visible leader, both in organization and in
research.
• Forum EMPRESA- www.empresa.org is a
hemispheric alliance of business organizations
which, since 2000 with impetus from Business
for Social Responsibility, works to promote CSR
in countries or regions of the Americas. One if
its projects, for example, is headed by Business
Action of Chile and has the participation of FUN-
DEMAS of El Salvador, Peru 2021 and the Ethos
Institute of Brazil. Over a 36 month period and
with US$ 1.1 million from the IDB, the OAS and
CIDA, the project hopes to sensitize the busi-
ness community to CSR and to form consultants
who demonstrate its benefits in pilot groups of
small and medium size companies, to develop
national networks and to implement a regional
communications network around the topic.
Six business foundations participate in
RedEAmérica and one civil society organization
Mexico: 74 foundations
The Mexican Center for Philanthropy, CEMEFI (www.cemefi.org) was the first of its kind,
created in 1988 to promote a philanthropic culture, civic participation and sustainability of
the nonprofit sector among individuals, foundations and businesses. ALIARSE is another ini-
tiative, created in 2000, coordinated by the Mexican Corporation of Businesses (Coparmex)
which has the objective of promoting CSR.
Uruguay: (no data)
At the beginning of 2000 the DERES (www.deres.org.uy,) was formed with the vision to
develop the concept of CSR at the top management level. The initiative was born from a
group of businesses with the support of the Catholic University of Uruguay, which began to
explore the possibilities of an initiative which could organically develop the concept of CSR
in the country.
Brazil: 55 foundations
The ETHOS Institute (www.ethos.org.br) is a center of reference in the region. Created in
1998, it has more than 800 affiliates today and offers diverse services to support companies
and to share practices in CSR. Institute, Foundations and Business Group, GIFE (www.gife.
org.br) was born in 1995 and seeks solutions to overcoming social inequalities with the stra-
tegic objective of influencing public policy.
* The data in this table are estimations of the number of private and legally autonomous foundations in each country. In Argentina the estimation was made from 2003 data bases from the Foundations Group and the Third Sector Group.The data for Brazil correspond to the private and autonomous foundations and institutions affiliated with GIFE.
80
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
participates in the Forum Empresa for Colombia. In
neither case is there direct participation of Colom-
bian companies. Their participation is channeled, in
the case of RedEAmérica, through its foundations.
As previously mentioned, some social in-
terventions are exemplary for their innovative struc-
ture, for their management quality or for their re-
sults. Nevertheless, in spite of the active presence of
foundations in national life and the importance of
direct interventions of various companies, the efforts
in Colombia to institutionalize coordination, pro-
motion, diffusion and research of corporate philan-
thropy and corporate social responsibility are precari-
ous. There are no organizations in the country that
coordinate the work of foundations or institutions
headed by business leaders for the promotion of CSR
like there are in Brazil, Argentina, Chile, Mexico, Peru
or Guatemala. Perhaps this double condition of
tradition and noteworthy practices in the foundation
world, with precarious institutional promotion and
research, explains the lack of studies and publications
which cover the topic nationally, as well as the lack of
diffusion of tools and good practices which influence
participation by new businesses. While there are uni-
versity initiatives that promote greater complemen-
tarities among different actors working around CSR,
and organizations created from the social sector that
promote and advise in the topic, Colombia needs an
umbrella organization -with impulse from the busi-
ness sector- to promote CSR. It would be possible to
exploit the diverse experiences of other Latin Ameri-
can countries that, while they have less of a tradition
of CSR than Colombia, have advanced in the last few
years in the creation of organizations that take lead-
ership in the social engagement of the business sec-
tor. Direct participation of business people has made
a significant difference.
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
81
V.
CSR CHALLENGES
IN COLOMBIA
In a society with great amount of needs and social inequali-
ties, one cannot afford to ignore the resources available in organizations. An ideal evaluation of the role of
businesses in Colombia includes specification of outputs -which products or services that the business sec-
tor offers-, outcomes -what are the results perceived by clients, and what are the social impacts generated.
The majority of reports that we found are limited to quantifying the products or services offered (such as
how many workshops were offered to a given number of micro entrepreneurs). Few are the reports about
the actions of clients (the micro entrepreneur in the example given), how their practices are modified after
training and what impact these changes generate.
Amidst the dimension of scarcity which we face, the principal challenge of CSR is to strategically
invest resources to generate the greatest social and economic value possible. It is fundamental to comple-
ment individual efforts with collective contributions. When one company invests, the people involved must
revise the social dimension of the business operation in order to look for the greatest synergy and to ad-
equately measure the impacts. Collectively, it’s necessary to look for coherence between particular efforts
and the interaction of the public sector in order to improve the living conditions of the population. For this
reason it is important to make a clear agenda. Our research reveals some challenges that must be faced in
an agenda that seeks to deepen CSR in Colombia:
1. DESIGN A GROUP OF INSTITUTIONS AND APPROPRIATE TOOLS FOR RESEARCH, DISSEMINATION AND CONSULTING IN CSR
a. To create and strengthen institutions of research, promotion, coordination, consulting and dissemi-
nation of CSR in Colombia so that the learning curve is accelerated for companies that develop
82
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
programs relevant in this field. Different types
of institutions including associations of business
foundations, centers that promote CSR, univer-
sities and communications media, could work
complementarily in these areas. Business lead-
ership is fundamental to give impetus for this
institutionalization; it guarantees its relevance
and acceptance in the business community. As
mentioned in the previous section, there are
examples of organizations that effectively pro-
mote CSR in Latin America.
b. To develop a package of incentives which pro-
mote the following:
• Government: support the development of
CSR programs, tax incentives, public recog-
nition (contests, for example) and training
campaigns for responsible consumers.
• Communications Media: free visibility for
socially responsible businesses and forma-
tion of responsible consumers.
• Civil Society Organizations: the possibility
to form alliances with business, promote re-
sponsible consumerism, and support the dif-
fusion of the Technical Guide to CSR brought
together, since 2003, by the Colombian In-
stitute of Technical Norms and Certification
(ICONTEC).
• Universities: programs in CSR which look
closely at Colombian cases, and train stu-
dents as current consumers and future so-
cially responsible professionals.
c. To develop dynamic tools on Internet to cen-
tralize information about CSR activities so that
companies present their own information and
so that there is follow-up in their social initia-
tives. This tool (www.mapearse.net) is very use-
ful to companies to define sector and thematic
plans, for the definition of criteria for incentives
and to support the formation of responsible
consumers.
2. DEFINE PLANS AND SOCIAL PROGRAMS BY SECTOR AND BY THEME TO ADVANCE CSR
In order to define a horizon of CSR in Co-
lombia it is necessary, among other things, to create
base lines. The diversity of CSR actions in Colombia
is noteworthy, but knowledge and visibility of these
experiences is insufficient. For this reason the prob-
ability of articulating and expanding on current so-
cial initiatives is low. Furthermore, there is a waste of
potential of these experiences as catalyzers for other
initiatives or for university research and training. The
following, among other steps, are necessary:
a. To create sector base lines (for example, the fi-
nancial sector, industrial sector, large-scale retail
outlets, communications media, hydrocarbons,
and agricultural sectors such as palm oil, rice,
etc). What does it mean to be socially respon-
sible in a given sector?
b. To create thematic base lines (for example, educa-
tion, nutrition, productive projects, micro credits,
health, housing, peace and transparency). What
does it mean to be socially responsible in a given
theme?
Currently, there is a series of sector and
regional workshops in CSR being held with the par-
ticipation of the First Lady and professionals of public
ministries, with the support of universities in research
and follow-up. These are the points of encounter to
generate commitments among the most prominent
business people. They could also contribute to join
efforts around a mega objective with large-scale so-
cial impact. For example, in the area of nutrition a
program such as Bogota Without Hunger could cata-
lyze the energies of large-scale retail outlets, the food
bank of the Archdiocese of Bogota and nonprofits.
Or, an education program has greater probability of
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
83
success when the business sector considers it impor-
tant to participate and when there is previous experi-
ences that can be built upon.
The body of studies by sector and theme,
both qualitative and quantitative, include docu-
mentation which allows one to appreciate the
advances and impact of CSR in development and
highlights the practices from which lessons can be
taken. The business community, trade associations,
government, civil society organizations, universities
and international development agencies must all
participate in these studies, in work plans and in
programs. Public-private cooperation in consensual
programs is the best way to attract the needed sup-
port of international organizations.
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
85
EPILOGUE
This study began with the question of what is the contribution of the private sector in
the construction of a more equitable and peaceful society in Colombia. Without the
appropriate conditions, companies cannot operate efficiently. “There are no healthy
companies in an ill society.” Social interventions of business, in some cases risk man-
agement strategies and at other times strategies to develop competitive advantages,
help to transform the arena in which they operate. This has occurred in Colombia in
If there were a group united by a proposal that goes
beyond party interests, business groups’ interests, religious orders or ideological orienta-
tions, a group of human beings, only human beings, united by their value of being men
and women, it would be possible for the light to shine through the darkness and to witness
peace. This is what Colombia is calling out for. This fragile and passionate peace, which is
supreme yet has been nervously extinguished, could be woven by all who participate in a
society constructed from the limits, interests, proposals and feelings of all those who reject
the idea of Colombia living in pain and despair.
Francisco de Roux, Jesuit Priest
86
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
various sectors and in different regions. The protagonists of these stories are busi-
nesses, nonprofits, government entities and communities.
There are abundant examples even if we only look at the private sector: businesses
that invest in isolated areas, businesses that direct their products or services to less
favored populations, or companies that believe that they can contribute to the com-
munities they interact with and do so through programs in which many others par-
ticipate. Nevertheless, much remains to be done. There need to be many more cross-
sector alliances; there needs to be greater support from more companies, even small
ones; and there is a need for documentation and impact evaluation of programs in
course. Our transformations depend on the advance of each of these.
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
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ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
89
SO
CIA
L
• An ethnically diverse population of 44,299,301 in-
digenous, blacks, whites, mixed blood (European-
and Afro-indigenous) people occupy the country-
side and 22 cities of more than 100,000 residents,
in a territory the size of Spain, France and Portugal
combined.
• The Human Development Report (2003) high-
lights “five local and regional experiences of collec-
tive action against violence” which demonstrate,
among many other things, that the current “peace
and development programs” of the government
and supported by the business sector and interna-
tional cooperation can generate peace.
• The ICBF and nearly 400 nonprofits work under
the guiding perspective of the rights of the child.
• Colombia is fourth among countries with the
highest level of investment in health as a percent-
age of its GDP.
• A considerable part of the income of the Third
Sector (15%) is direct contributions of individuals,
private businesses and company foundations. This
figure is higher than the average in Latin America
(10,4%), United States (12,8%), Western Europe
(7,2%) and Japan (2,6%)” (Villar et al. 1999).
• The levels of inequality are tremendous: 40% of
the population has no access to health services, 10%
of poor children do not go to primary school, be-
tween 8 and 12 million Colombians are indigent,
only 20% of young people can get into the univer-
sity (El Tiempo 2004, pp. 1-8).
• The number of cities annually affected by violent
acts from different actors has grown from 61 in 1985
to 444 in 2002 in the case of the FARC (Revolution-
ary Armed Forces of Colombia), from 34 to 156 in
the case of the ELN (National Liberation Army), and
from 74 to 104 in the case of paramilitary groups
(INDH 2003, p. 53).
• There were 23,096 homicides in 1998 and 28,780
in 2002 (INDH 2003, p. 105).
• Between 2000 and 2002 there were 964,904 dis-
placed people, corresponding to 207,837 homes
(INDH 2003, p. 122).
• Between 2000 and 2002 there were 3,076; 3,041
and 2,988 kidnappings, respectively (INDH 2003, p.
286).
• Between 1999 and 2002, 59; 115; 164 and 114
trade union leaders per year lost their lives (INDH
2003, p. 128).
ANNEXES
ANNEX 1. ABUNDANCE AND SCARCITY IN COLOMBIA
ABUNDANCE SCARCITY
90
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSRE
CO
NO
MIC
SE
NV
IRO
NM
EN
TA
L
• In biological terms, Colombia is one of the rich-
est countries on the planet. The quantity and con-
centration of endemic species are unequaled and
its biological wealth is surpassed only by Brazil, a
country 7 times the size of Colombia. The variety of
ecosystems is such that 10% of all species on earth is
estimated to live in Colombia (Potes, 1999).
• Since 1993 Colombia created the Ministry of the
Environment which has been issued instruments
and systems for environmental conservation.
• Some large-scale retailers in Colombia are sup-
porting indigenous communities in outlying re-
gions in the commercialization of products which
substitute for illicit crops, thereby supporting
the reduction of multiple environmental impacts
brought on by the cultivation and chemical eradi-
cation of these.
• The results of a FAO study report 366,600 hectares/
per year of deforestation between 1981 and 1990,
a rate comparable to one established by INDERENA
for the years 1992 to 1996 (corresponding to an an-
nual rate of 0.7%) (IUCN 1996).
• Colombia is the primary producer of coca: in 2002
there were 102,000 hectares cultivated, compared to
46,7000 hectares in Peru and 24,400 in Bolivia (INDH
2003, p. 311).
• Because of the attacks of guerilla groups, oil spills
in Colombia add up to close to 7.6 times that of the
worst single oil spill in the world near Alaska in 1989.
In 2003 alone there were 753 attacks against oil in-
frastructure.
• Colonial era writings document exuberant jungles
around Villa de Leyva, Candelaria, Tatacoa and Alto
Patía where there is now desert.
• Colombia is the second most important Latin Amer-
ican country in agricultural exports to the US, and is
the third in exports promotion among 59 of the most
developed economies of the world.
• Colombia has a perfect record in debt repayment.
• Foundations and cooperatives, with impetus from
Colombian businesses, have been internationally rec-
ognized for their programs of business generation in
poor urban and rural communities.
• Including the tax reform of 1.5 billion pesos, yet
to be approved in 2004, Colombia would have a tax
rate close to 20% of its GDP (a percentage similar to
the US).
• CEPAL affirms that Colombia is, after Venezuela,
the country with highest rates of unemployment:
15% (El Tiempo 2004, pp. 1-8).
• According to World Bank and IDB studies, in 1991
10% of the wealthiest earned 52 times more than
the poorest 10% of the population; in 2000, the
wealthiest earned 78 times more income (El Tiempo
2004, pp. 1-8).
• DANE calculates that 52% of the population live
in poverty (23 million) and the Contraloría General
de la República estimates it to be 64% (28 million).*
Colombia continues to have the same levels of pov-
erty as it did in the beginning of the 1990s (52%) (El
Tiempo 2004, pp. 1-8).
• Out of four million potential contributors, only
800,000 declare taxes.
ABUNDANCE SCARCITY
* For The World Bank people who live on less than USD$1 a day are considered as indigent or as living in extreme poverty. Someone
considered as poor earns between USD$1 or USD$2 per day.
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
91
1900 – 1960 • 1911: The Social Foundation is founded by a Spanish Jesuit Priest, Father José María
Campoamor.
• 1920s: Companies such as Fabricato stand out for the religious control held over female
employees in semi-interned Catholic housing, as documented by Luz Gabriela Arango
(1991) in her book, Mujer, religión e industria: Fabricato. 1923-1982. In other companies
in the region of Antioquia, not just textile, as well as in the rest of the country where in-
tense inequalities existed, entrepreneurs in early industry imposed paternalistic methods
linked to religious faith on their workers. The cases of Coltejer [textile], coffee husking or
Coltabaco [tobacco], to name just a few examples in which female employment was pre-
dominant in the first phases of industrialization, illustrate the existence of tactics similar
to those of Fabricato, albeit with slight variations. These business practices and labor
responses were not exclusive to companies that employed primarily women. Industries
that were “masculine” from the beginning, like Bavaria, also had paternalistic-clerical
features.*
• 1945: ANDI supports the construction of the Children’s Unit of the San Vicente de Paúl
hospital in Medellín.
• 1949: in the field of health, the most ambitious project of ANDI was the creation of the
ANDI Hospital first supplied by the Hospital Pablo Tobón Uribe Foundation, an organiza-
tion which took charge of the administration when it received the hospital by donation
in 1957.
• 1950: ANDI creates the ICETEX (Colombian Institute for Technical Specialization Abroad),
with one of its most fervent promoters being the ex-Secretary General of ANDI, Gabriel
Betancur Mejía.
ANNEX 2. MANIFESTATIONS OF CSR IN COLOMBIA THROUGHOUT THE 20TH CENTURY
MANIFESTATIONS OF CSRPERIOD
* For more illustration visit: www.banrep.gov.co/blaavirtual/boleti5/bol27/mujeres.htm#en
92
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
• 1952: conscious of corporate social responsibility, the General Assembly of the ANDI es-
tablishes the “ANDI Social Quota”, first in Barranquilla and later in Bogota, Cali and
Medellín (1959). These private funds, with common utility and independent patrimony,
collaborated in a variety of social initiatives.
• 1957: the government creates the SENA (National Learning Service ), a proposal that had
been promoted by ANDI and ACOPI since the beginning of the decade. Businesses with
less than 20 employees and a determined minimum level of capital began to give 1%
of the value of their monthly payroll. The government also created the System of Fam-
ily Subsidy with a para-fiscal contribution of 4% of the payroll assigned to the Cajas de
Compensacion Familiar (ANDI 1994).
1960 – 1970 • Tax legislation stimulates the creation of foundations by permitting donations to be tax
deductible. The business foundations that emerged exist today and stand out for the
quantity and quality of their interventions: namely, the Mario Santo Domingo Founda-
tion (1960 in Barranquilla), Codesarrollo Foundation (1960 in Medellín), Carvajal Founda-
tion (1961 in Cali), Santa Helena Foundation -today known as the Corona Foundation-
(1963 in Medellín), Higher Education Foundation -FES- (1964 in Cali), Antonio Puerto
Foundation (1964 in Boyacá).
• At the end of the 1960s social responsibility begins to be studied by the academic com-
munity when the University of Valle (where many important Colombian business people
studied) starts a master’s program for top managers with a high technical level and a
humanist emphasis.
1970 – 1980 • 1977: Fabricato and Enka carry out their first social reports.
• 1977: Incolda and FES sponsor a study “Towards a New Commitment of Colombian Busi-
ness People”. Over the next years these two organizations promote a variety of seminars
and studies in the field.
• 1979: ANDI develops a model of social reports in 1979 (taken from a French model) with
the collaboration of entities that have previously developed their own models, such as
Enka, Fabricato, Comfama and Finsocial (Barrera 1999, p. 52).
1980 – 1990 • 1985: ANDI, together with the ILO, elaborates the Guidelines for Social Reports in
Colombia.
1990 – 2000 • 1991: fourteen trade organizations in Colombia are grouped together as the National
Trade Council. These same trades, through the “Guaymaral Commitment” of June 1993,
decide to reorganize and strengthen the actions of the Council with the mission of con-
solidating their social function in different trade sectors of the country. In August, 1993,
they gather to constitute the Business Foundation of Colombia.
• 1991: when Economic Minister Rudolf Hommes proposes to increase sales tax to 16%,
FENALCO channels the protests of merchants and the tax remains at 12%.
PERIOD MANIFESTATIONS OF CSR
ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR
93
• 1992: founding of the Colombian Center for Philanthropy by the Social Foundation and
the Inter-American Foundation. Its mission is to promote philanthropy in the country
through social development projects with resources from the business sector.
• 1995: Constanza Jaramillo and Juan Alejandro Ángel survey 131 businesses belonging to
ANDI: of these 59% have a social report and 87% include policies that go beyond exclu-
sively internal labor policies. (Toro and Rey 1996, pp. 62-63).
• Throughout the decade the private sector gives impetus to the creation of corporations
that are strategic to the development of certain sectors and themes: Corporación Cali-
dad, Centro de Gestión Hospitalaria, Corporación Innovar, Corporación Mixta para el
Desarrollo de la Educación, Consorcio para el Desarrollo Comunitario, Transparencia por
Colombia, Corporación Excelencia en la Justicia and Fundación Ideas para la Paz.
2000 –2004 • 2001: creation of Compartamos con Colombia by more than a dozen consultant firms
which seeks to strengthen nonprofit organizations.
• 2001: participation of a Colombian university in the Social Enterprise Knowledge Net-
work.
• 2002: participation of six business foundations in the creation of RedEAmérica.
• 2002: creation of Fundación Empresarios por la Educación by 76 businesses that build on
the experience of mixed corporations in a variety of areas.
• 2004: fifty-four companies join the national chapter of the UN Global Compact.
PERIOD MANIFESTATIONS OF CSR
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ACHIEVEMENTS AND CHALLENGES OF CSR