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La Biblia presenta a los profetas como modelos de vida a seguir, modelos de justicia, están bien preparados con conocimiento y sabiduría y, lo más importante, tienen una relación cercana con Dios. El Todopoderoso levanta a un profeta para que hable en su nombre con el fin de entregar su mensaje preciso o su enseñanza selecta. El espíritu del Señor descansa sobre un profeta o una profetisa para cumplir la tarea dada por Dios. Se cree que Daniel tuvo visiones que fueron inspi- radas divinamente, y por ello él es considerado un sabio. Un profeta estudia el futuro y señala las oportunidades para la justicia en el camino de la vida. Un sabio mira al pasado y mues- tra cómo los hombres pueden dar paso a la presencia sanadora de Dios y al poder amoroso en las elecciones que hace y en los caminos que sigue. El profeta nos fortalece con el don de la espe- ranza. El sabio nos fortalece con el don del significado. Daniel hizo ambas cosas. El era guiado por la inspiración divina y recibió el poder para entrar en acción, para hablar sabiduría y para exhortar. El libro de Daniel incluye visiones y revelaciones de eventos que van a suceder a futuro, que no estaban destinados a la gente de su tiempo, sino que eran para las generaciones futuras. Los escritos de Daniel trajeron aliento a sus compañeros cauti- vos y estableció ejemplos positi- vos de cómo vivir la vida abun- dante de un creyente entre los incrédulos. El rey Nabucodonosor tuvo un sueño, que perturbó su espíritu. Hizo llamar a magos, astrólogos, y encantadores, para que le expli- casen dicho sueño, el cual les dijo que había olvidado, y pretendía Nro. 232 190519 Pr. Rafael Vargas S. Santa Cruz, 19 de mayo de 2019 sueno RESUMEN DE PRÉDICA

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La Biblia presenta a los profetas como modelos de vida a seguir, modelos de justicia, están bien preparados con conocimiento y sabiduría y, lo más importante, tienen una relación cercana con Dios.

El Todopoderoso levanta a un profeta para que hable en su nombre con el fin de entregar su mensaje preciso o su enseñanza selecta. El espíritu del Señor descansa sobre un profeta o una profetisa para cumplir la tarea dada por Dios. Se cree que Daniel tuvo visiones que fueron inspi-radas divinamente, y por ello él es considerado un sabio.

Un profeta estudia el futuro y señala las oportunidades para la justicia en el camino de la vida. Un sabio mira al pasado y mues-tra cómo los hombres pueden dar paso a la presencia sanadora de Dios y al poder amoroso en las elecciones que hace y en los caminos que sigue. El profeta nos

fortalece con el don de la espe-ranza. El sabio nos fortalece con el don del significado. Daniel hizo ambas cosas.

El era guiado por la inspiración divina y recibió el poder para entrar en acción, para hablar sabiduría y para exhortar. El libro de Daniel incluye visiones y revelaciones de eventos que van a suceder a futuro, que no estaban destinados a la gente de su tiempo, sino que eran para las generaciones futuras.

Los escritos de Daniel trajeron aliento a sus compañeros cauti-vos y estableció ejemplos positi-vos de cómo vivir la vida abun-dante de un creyente entre los incrédulos.

El rey Nabucodonosor tuvo un sueño, que perturbó su espíritu. Hizo llamar a magos, astrólogos, y encantadores, para que le expli-casen dicho sueño, el cual les dijo que había olvidado, y pretendía

que le dijeran cual fue su sueño y la interpretación de este, caso contrario serían asesinados. Dn. 2:1-5. Ante el insólito pedido del rey, sus magos, astrólogos, encantadores y caldeos alegaron la imposibilidad de satisfacerlo. Dn. 2:10-12. Por esto el rey con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia. Esa sentencia, también alcanzaba a Daniel y a sus tres amigos. Enton-ces, Daniel solicitó hablar con el rey, a quién pidió que le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación del sueño. Luego hizo saber lo que había pasado a sus compañeros, y juntos pidieron a Dios que les revelara este miste-rio. El secreto fue revelado a Daniel y él bendijo a Dios.

Es alentador saber que el Señor envió un sueño atormentador a

un rey pagano para que los dones sobrenaturales de Daniel pudie-ran ser revelados, estableciéndo-lo como la voz de Dios en una sociedad sin Dios. No hay nada que pueda igualar al poder soberano y el propósito del Todopoderoso.

La revelación que Dios le diera a Daniel mostró un panorama geopolítico desde los días de Daniel hasta la eternidad. El sueño del rey era una profecía simbólica que representa el futuro del mundo. El sueño del rey Nabucodonosor define el tema del libro de Daniel: La susti-tución de los tiempos de los gentiles como gobernantes de la tierra por un reino universal y eterno, el que va a ser establecido en la tierra por Dios y durará para siempre.

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Pr. Rafael Vargas S.Santa Cruz, 19 de mayo de 2019

Volvamos a la escena. El rey estaba sentado en su trono, y Daniel expone la revelación divina que recibió de parte de Dios: El imperio Babilónico sería seguido de cuatro imperios, cada uno de los cuales sería destruido por “una roca cortada de una montaña sin usar las manos, mostrando así su origen sobre-natural”. Entonces Dios estable-cería un reino que perdurará por siempre.

Daniel describe el sueño del rey con exactitud, una estatua de hombre compuesta de cuatro metales. Y cada uno de esos metales simboliza los 4 imperios gentiles que secuencialmente gobernarían sobre el pueblo de Dios y posteriormente se estable-cería otro reino. Dn. 2:27-36.

La cabeza de oro representa al imperio Babilónico. El pecho y los brazos de plata representan al imperio Medo-Persa, que siguió al Babilónico. El vientre y los muslos de bronce representa al imperio Griego, que vino luego del Medo-Persa. Las piernas de hierro representan al imperio Romano posterior al griego. Y los pies de hierro y barro cocido presagiaban el fin del imperio romano y la sucesión de imperios gentiles hasta el fin de los tiem-pos.

Cuando Daniel describe la última porción del sueño del rey, él habla de una piedra que destruye la estatua de metal. Dn. 2:45. La piedra que describe Daniel repre-senta el Reino de Dios, el cual aparecerá repentinamente, anu- lando y destruyendo todo tipo de

poderes terrenales, sin importar su fortaleza. El Señor prometió desmontar a los gentiles del dominio sobre su pueblo, quienes se habían entronado desde los tiempos de Nabucodonosor cuando destruyeron y quemaron Jerusalén.

¿Pueden imaginar lo que sintió el rey cuando Daniel se paró delan-te de él y le dijo cada detalle de su atormentador sueño? El rey de inmediato reconoció a este joven que acababa de darle una inter-pretación tan precisa de esa imagen que lo estuvo atormen-tando; el rey también entendió que Jehová es Todopoderoso e inigualable y recompensó a Daniel por su servicio y junto a sus tres amigos fueron promovi-dos. Dn. 2:46-49.

Daniel describe la futura existen-cia de imperios de naciones genti-

les; Jesús, también habla en este sentido. Lc 21:24 “Y caerán a filo de espada, y serán llevados cauti-vos a todas las naciones; y Jerusa-lén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”.

¿A qué se refería Jesús al decir “hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”? Es el perio-do de la historia cuando naciones gentiles dominarían el mundo. Su control terminaría con el resurgimiento de Jerusalén. Esta profecía se cumplió cuando Jeru-salén fue reunificada bajo bande-ra de Israel luego de la “guerra de los seis días” en 1967.

Una vez que el tiempo de los gentiles termine, se levantará el reino mesiánico, surgirá y abar-cará todo el mundo y su reino no tendrá fin. Is. 9:6-7.

suenoRESUMEN DE PRÉDICA

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La Biblia presenta a los profetas como modelos de vida a seguir, modelos de justicia, están bien preparados con conocimiento y sabiduría y, lo más importante, tienen una relación cercana con Dios.

El Todopoderoso levanta a un profeta para que hable en su nombre con el fin de entregar su mensaje preciso o su enseñanza selecta. El espíritu del Señor descansa sobre un profeta o una profetisa para cumplir la tarea dada por Dios. Se cree que Daniel tuvo visiones que fueron inspi-radas divinamente, y por ello él es considerado un sabio.

Un profeta estudia el futuro y señala las oportunidades para la justicia en el camino de la vida. Un sabio mira al pasado y mues-tra cómo los hombres pueden dar paso a la presencia sanadora de Dios y al poder amoroso en las elecciones que hace y en los caminos que sigue. El profeta nos

fortalece con el don de la espe-ranza. El sabio nos fortalece con el don del significado. Daniel hizo ambas cosas.

El era guiado por la inspiración divina y recibió el poder para entrar en acción, para hablar sabiduría y para exhortar. El libro de Daniel incluye visiones y revelaciones de eventos que van a suceder a futuro, que no estaban destinados a la gente de su tiempo, sino que eran para las generaciones futuras.

Los escritos de Daniel trajeron aliento a sus compañeros cauti-vos y estableció ejemplos positi-vos de cómo vivir la vida abun-dante de un creyente entre los incrédulos.

El rey Nabucodonosor tuvo un sueño, que perturbó su espíritu. Hizo llamar a magos, astrólogos, y encantadores, para que le expli-casen dicho sueño, el cual les dijo que había olvidado, y pretendía

que le dijeran cual fue su sueño y la interpretación de este, caso contrario serían asesinados. Dn. 2:1-5. Ante el insólito pedido del rey, sus magos, astrólogos, encantadores y caldeos alegaron la imposibilidad de satisfacerlo. Dn. 2:10-12. Por esto el rey con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia. Esa sentencia, también alcanzaba a Daniel y a sus tres amigos. Enton-ces, Daniel solicitó hablar con el rey, a quién pidió que le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación del sueño. Luego hizo saber lo que había pasado a sus compañeros, y juntos pidieron a Dios que les revelara este miste-rio. El secreto fue revelado a Daniel y él bendijo a Dios.

Es alentador saber que el Señor envió un sueño atormentador a

un rey pagano para que los dones sobrenaturales de Daniel pudie-ran ser revelados, estableciéndo-lo como la voz de Dios en una sociedad sin Dios. No hay nada que pueda igualar al poder soberano y el propósito del Todopoderoso.

La revelación que Dios le diera a Daniel mostró un panorama geopolítico desde los días de Daniel hasta la eternidad. El sueño del rey era una profecía simbólica que representa el futuro del mundo. El sueño del rey Nabucodonosor define el tema del libro de Daniel: La susti-tución de los tiempos de los gentiles como gobernantes de la tierra por un reino universal y eterno, el que va a ser establecido en la tierra por Dios y durará para siempre.

¿Qué me llamó la atención de esta prédica?¿Qué palabra me dió Dios hoy?¿Cómo puedo poner en práctica lo aprendido?

Mis

notas

Volvamos a la escena. El rey estaba sentado en su trono, y Daniel expone la revelación divina que recibió de parte de Dios: El imperio Babilónico sería seguido de cuatro imperios, cada uno de los cuales sería destruido por “una roca cortada de una montaña sin usar las manos, mostrando así su origen sobre-natural”. Entonces Dios estable-cería un reino que perdurará por siempre.

Daniel describe el sueño del rey con exactitud, una estatua de hombre compuesta de cuatro metales. Y cada uno de esos metales simboliza los 4 imperios gentiles que secuencialmente gobernarían sobre el pueblo de Dios y posteriormente se estable-cería otro reino. Dn. 2:27-36.

La cabeza de oro representa al imperio Babilónico. El pecho y los brazos de plata representan al imperio Medo-Persa, que siguió al Babilónico. El vientre y los muslos de bronce representa al imperio Griego, que vino luego del Medo-Persa. Las piernas de hierro representan al imperio Romano posterior al griego. Y los pies de hierro y barro cocido presagiaban el fin del imperio romano y la sucesión de imperios gentiles hasta el fin de los tiem-pos.

Cuando Daniel describe la última porción del sueño del rey, él habla de una piedra que destruye la estatua de metal. Dn. 2:45. La piedra que describe Daniel repre-senta el Reino de Dios, el cual aparecerá repentinamente, anu- lando y destruyendo todo tipo de

poderes terrenales, sin importar su fortaleza. El Señor prometió desmontar a los gentiles del dominio sobre su pueblo, quienes se habían entronado desde los tiempos de Nabucodonosor cuando destruyeron y quemaron Jerusalén.

¿Pueden imaginar lo que sintió el rey cuando Daniel se paró delan-te de él y le dijo cada detalle de su atormentador sueño? El rey de inmediato reconoció a este joven que acababa de darle una inter-pretación tan precisa de esa imagen que lo estuvo atormen-tando; el rey también entendió que Jehová es Todopoderoso e inigualable y recompensó a Daniel por su servicio y junto a sus tres amigos fueron promovi-dos. Dn. 2:46-49.

Daniel describe la futura existen-cia de imperios de naciones genti-

les; Jesús, también habla en este sentido. Lc 21:24 “Y caerán a filo de espada, y serán llevados cauti-vos a todas las naciones; y Jerusa-lén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”.

¿A qué se refería Jesús al decir “hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”? Es el perio-do de la historia cuando naciones gentiles dominarían el mundo. Su control terminaría con el resurgimiento de Jerusalén. Esta profecía se cumplió cuando Jeru-salén fue reunificada bajo bande-ra de Israel luego de la “guerra de los seis días” en 1967.

Una vez que el tiempo de los gentiles termine, se levantará el reino mesiánico, surgirá y abar-cará todo el mundo y su reino no tendrá fin. Is. 9:6-7.

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La Biblia presenta a los profetas como modelos de vida a seguir, modelos de justicia, están bien preparados con conocimiento y sabiduría y, lo más importante, tienen una relación cercana con Dios.

El Todopoderoso levanta a un profeta para que hable en su nombre con el fin de entregar su mensaje preciso o su enseñanza selecta. El espíritu del Señor descansa sobre un profeta o una profetisa para cumplir la tarea dada por Dios. Se cree que Daniel tuvo visiones que fueron inspi-radas divinamente, y por ello él es considerado un sabio.

Un profeta estudia el futuro y señala las oportunidades para la justicia en el camino de la vida. Un sabio mira al pasado y mues-tra cómo los hombres pueden dar paso a la presencia sanadora de Dios y al poder amoroso en las elecciones que hace y en los caminos que sigue. El profeta nos

fortalece con el don de la espe-ranza. El sabio nos fortalece con el don del significado. Daniel hizo ambas cosas.

El era guiado por la inspiración divina y recibió el poder para entrar en acción, para hablar sabiduría y para exhortar. El libro de Daniel incluye visiones y revelaciones de eventos que van a suceder a futuro, que no estaban destinados a la gente de su tiempo, sino que eran para las generaciones futuras.

Los escritos de Daniel trajeron aliento a sus compañeros cauti-vos y estableció ejemplos positi-vos de cómo vivir la vida abun-dante de un creyente entre los incrédulos.

El rey Nabucodonosor tuvo un sueño, que perturbó su espíritu. Hizo llamar a magos, astrólogos, y encantadores, para que le expli-casen dicho sueño, el cual les dijo que había olvidado, y pretendía

que le dijeran cual fue su sueño y la interpretación de este, caso contrario serían asesinados. Dn. 2:1-5. Ante el insólito pedido del rey, sus magos, astrólogos, encantadores y caldeos alegaron la imposibilidad de satisfacerlo. Dn. 2:10-12. Por esto el rey con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia. Esa sentencia, también alcanzaba a Daniel y a sus tres amigos. Enton-ces, Daniel solicitó hablar con el rey, a quién pidió que le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación del sueño. Luego hizo saber lo que había pasado a sus compañeros, y juntos pidieron a Dios que les revelara este miste-rio. El secreto fue revelado a Daniel y él bendijo a Dios.

Es alentador saber que el Señor envió un sueño atormentador a

un rey pagano para que los dones sobrenaturales de Daniel pudie-ran ser revelados, estableciéndo-lo como la voz de Dios en una sociedad sin Dios. No hay nada que pueda igualar al poder soberano y el propósito del Todopoderoso.

La revelación que Dios le diera a Daniel mostró un panorama geopolítico desde los días de Daniel hasta la eternidad. El sueño del rey era una profecía simbólica que representa el futuro del mundo. El sueño del rey Nabucodonosor define el tema del libro de Daniel: La susti-tución de los tiempos de los gentiles como gobernantes de la tierra por un reino universal y eterno, el que va a ser establecido en la tierra por Dios y durará para siempre.

Volvamos a la escena. El rey estaba sentado en su trono, y Daniel expone la revelación divina que recibió de parte de Dios: El imperio Babilónico sería seguido de cuatro imperios, cada uno de los cuales sería destruido por “una roca cortada de una montaña sin usar las manos, mostrando así su origen sobre-natural”. Entonces Dios estable-cería un reino que perdurará por siempre.

Daniel describe el sueño del rey con exactitud, una estatua de hombre compuesta de cuatro metales. Y cada uno de esos metales simboliza los 4 imperios gentiles que secuencialmente gobernarían sobre el pueblo de Dios y posteriormente se estable-cería otro reino. Dn. 2:27-36.

La cabeza de oro representa al imperio Babilónico. El pecho y los brazos de plata representan al imperio Medo-Persa, que siguió al Babilónico. El vientre y los muslos de bronce representa al imperio Griego, que vino luego del Medo-Persa. Las piernas de hierro representan al imperio Romano posterior al griego. Y los pies de hierro y barro cocido presagiaban el fin del imperio romano y la sucesión de imperios gentiles hasta el fin de los tiem-pos.

Cuando Daniel describe la última porción del sueño del rey, él habla de una piedra que destruye la estatua de metal. Dn. 2:45. La piedra que describe Daniel repre-senta el Reino de Dios, el cual aparecerá repentinamente, anu- lando y destruyendo todo tipo de

poderes terrenales, sin importar su fortaleza. El Señor prometió desmontar a los gentiles del dominio sobre su pueblo, quienes se habían entronado desde los tiempos de Nabucodonosor cuando destruyeron y quemaron Jerusalén.

¿Pueden imaginar lo que sintió el rey cuando Daniel se paró delan-te de él y le dijo cada detalle de su atormentador sueño? El rey de inmediato reconoció a este joven que acababa de darle una inter-pretación tan precisa de esa imagen que lo estuvo atormen-tando; el rey también entendió que Jehová es Todopoderoso e inigualable y recompensó a Daniel por su servicio y junto a sus tres amigos fueron promovi-dos. Dn. 2:46-49.

Daniel describe la futura existen-cia de imperios de naciones genti-

les; Jesús, también habla en este sentido. Lc 21:24 “Y caerán a filo de espada, y serán llevados cauti-vos a todas las naciones; y Jerusa-lén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”.

¿A qué se refería Jesús al decir “hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”? Es el perio-do de la historia cuando naciones gentiles dominarían el mundo. Su control terminaría con el resurgimiento de Jerusalén. Esta profecía se cumplió cuando Jeru-salén fue reunificada bajo bande-ra de Israel luego de la “guerra de los seis días” en 1967.

Una vez que el tiempo de los gentiles termine, se levantará el reino mesiánico, surgirá y abar-cará todo el mundo y su reino no tendrá fin. Is. 9:6-7.

Page 4: “Y caerán a filo suenotfe.bo/wp-content/uploads/2019/05/232_RevelacionTravesSuenio.pdf · seguido de cuatro imperios, cada uno de los cuales sería destruido por “una roca cortada

La Biblia presenta a los profetas como modelos de vida a seguir, modelos de justicia, están bien preparados con conocimiento y sabiduría y, lo más importante, tienen una relación cercana con Dios.

El Todopoderoso levanta a un profeta para que hable en su nombre con el fin de entregar su mensaje preciso o su enseñanza selecta. El espíritu del Señor descansa sobre un profeta o una profetisa para cumplir la tarea dada por Dios. Se cree que Daniel tuvo visiones que fueron inspi-radas divinamente, y por ello él es considerado un sabio.

Un profeta estudia el futuro y señala las oportunidades para la justicia en el camino de la vida. Un sabio mira al pasado y mues-tra cómo los hombres pueden dar paso a la presencia sanadora de Dios y al poder amoroso en las elecciones que hace y en los caminos que sigue. El profeta nos

fortalece con el don de la espe-ranza. El sabio nos fortalece con el don del significado. Daniel hizo ambas cosas.

El era guiado por la inspiración divina y recibió el poder para entrar en acción, para hablar sabiduría y para exhortar. El libro de Daniel incluye visiones y revelaciones de eventos que van a suceder a futuro, que no estaban destinados a la gente de su tiempo, sino que eran para las generaciones futuras.

Los escritos de Daniel trajeron aliento a sus compañeros cauti-vos y estableció ejemplos positi-vos de cómo vivir la vida abun-dante de un creyente entre los incrédulos.

El rey Nabucodonosor tuvo un sueño, que perturbó su espíritu. Hizo llamar a magos, astrólogos, y encantadores, para que le expli-casen dicho sueño, el cual les dijo que había olvidado, y pretendía

que le dijeran cual fue su sueño y la interpretación de este, caso contrario serían asesinados. Dn. 2:1-5. Ante el insólito pedido del rey, sus magos, astrólogos, encantadores y caldeos alegaron la imposibilidad de satisfacerlo. Dn. 2:10-12. Por esto el rey con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia. Esa sentencia, también alcanzaba a Daniel y a sus tres amigos. Enton-ces, Daniel solicitó hablar con el rey, a quién pidió que le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación del sueño. Luego hizo saber lo que había pasado a sus compañeros, y juntos pidieron a Dios que les revelara este miste-rio. El secreto fue revelado a Daniel y él bendijo a Dios.

Es alentador saber que el Señor envió un sueño atormentador a

un rey pagano para que los dones sobrenaturales de Daniel pudie-ran ser revelados, estableciéndo-lo como la voz de Dios en una sociedad sin Dios. No hay nada que pueda igualar al poder soberano y el propósito del Todopoderoso.

La revelación que Dios le diera a Daniel mostró un panorama geopolítico desde los días de Daniel hasta la eternidad. El sueño del rey era una profecía simbólica que representa el futuro del mundo. El sueño del rey Nabucodonosor define el tema del libro de Daniel: La susti-tución de los tiempos de los gentiles como gobernantes de la tierra por un reino universal y eterno, el que va a ser establecido en la tierra por Dios y durará para siempre.

Volvamos a la escena. El rey estaba sentado en su trono, y Daniel expone la revelación divina que recibió de parte de Dios: El imperio Babilónico sería seguido de cuatro imperios, cada uno de los cuales sería destruido por “una roca cortada de una montaña sin usar las manos, mostrando así su origen sobre-natural”. Entonces Dios estable-cería un reino que perdurará por siempre.

Daniel describe el sueño del rey con exactitud, una estatua de hombre compuesta de cuatro metales. Y cada uno de esos metales simboliza los 4 imperios gentiles que secuencialmente gobernarían sobre el pueblo de Dios y posteriormente se estable-cería otro reino. Dn. 2:27-36.

La cabeza de oro representa al imperio Babilónico. El pecho y los brazos de plata representan al imperio Medo-Persa, que siguió al Babilónico. El vientre y los muslos de bronce representa al imperio Griego, que vino luego del Medo-Persa. Las piernas de hierro representan al imperio Romano posterior al griego. Y los pies de hierro y barro cocido presagiaban el fin del imperio romano y la sucesión de imperios gentiles hasta el fin de los tiem-pos.

Cuando Daniel describe la última porción del sueño del rey, él habla de una piedra que destruye la estatua de metal. Dn. 2:45. La piedra que describe Daniel repre-senta el Reino de Dios, el cual aparecerá repentinamente, anu- lando y destruyendo todo tipo de

poderes terrenales, sin importar su fortaleza. El Señor prometió desmontar a los gentiles del dominio sobre su pueblo, quienes se habían entronado desde los tiempos de Nabucodonosor cuando destruyeron y quemaron Jerusalén.

¿Pueden imaginar lo que sintió el rey cuando Daniel se paró delan-te de él y le dijo cada detalle de su atormentador sueño? El rey de inmediato reconoció a este joven que acababa de darle una inter-pretación tan precisa de esa imagen que lo estuvo atormen-tando; el rey también entendió que Jehová es Todopoderoso e inigualable y recompensó a Daniel por su servicio y junto a sus tres amigos fueron promovi-dos. Dn. 2:46-49.

Daniel describe la futura existen-cia de imperios de naciones genti-

les; Jesús, también habla en este sentido. Lc 21:24 “Y caerán a filo de espada, y serán llevados cauti-vos a todas las naciones; y Jerusa-lén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”.

¿A qué se refería Jesús al decir “hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”? Es el perio-do de la historia cuando naciones gentiles dominarían el mundo. Su control terminaría con el resurgimiento de Jerusalén. Esta profecía se cumplió cuando Jeru-salén fue reunificada bajo bande-ra de Israel luego de la “guerra de los seis días” en 1967.

Una vez que el tiempo de los gentiles termine, se levantará el reino mesiánico, surgirá y abar-cará todo el mundo y su reino no tendrá fin. Is. 9:6-7.