“una historia de dioses y guerreros” · 2018-08-30 · “una historia de dioses y guerreros”...
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“UNA HISTORIA DE DIOSES Y GUERREROS”
En un lugar muy lejos de aquí
llamado Hereby, se congregaban los
guerreros más fuertes de la región y
los dioses más poderosos que nunca
antes hayan existido. ¿La razón?
Festejaban una gran victoria de una
batalla contra un pueblo enemigo,
batalla que había dejado
innumerables pérdidas humanas y
materiales.
Era entonces como en aquel gran
salón, dioses y guerreros reían a
carcajadas mientras comentaban entre
ellos anécdotas de la batalla; otros
bailaban incansablemente y cantaban
himnos que resaltaban el coraje y el
orgullo de la victoria. Exquisitos
manjares y bebidas abundan en el
lugar, entre ellas “Hidromiel”, que
era una bebida alcohólica fermentada
a base de miel y agua y que algunos
hombres llamaban “la bebida de los
dioses”.
Contaban los habitantes de Hereby,
que esta bebida tenía ciertas
propiedades que sólo podía ser
tomada por guerreros en ciertos
momentos y por los dioses mayores,
pero nunca por los niños, ni por los
más jóvenes. ¿Por qué? Por su
particular característica que era la de
ser una sustancia peligrosa, causante
de peleas, de cambios en los estados
de ánimo, de enfermedades, de daños
en el cerebro y de muchas
consecuencias negativas más.
Una noche estaban reunidos varios
hijos de los dioses, entre ellos los hijos
de Odín (dios de la sabiduría y de
todas las cosas), el hijo del dios
llamado Thor (dios del trueno) y el
hijo de Freya (dios de la lluvia),
quienes decidieron hacerle una broma
a un niño llamado Isahn, hijo de unos
campesinos de un pueblo cercano a
Hereby. Estaban planeando darle un
poco de hidromiel para comprobar si
era cierto todo lo que decían los
adultos y de paso reírse a cuestas de
su ingenuidad.
Al día siguiente, los pequeños dioses
se encaminaron a buscar a Isahn, el
niño campesino. Al llegar a la aldea,
todos los campesinos les hacían
reverencias y les ofrecían sus mejores
alimentos hasta que entre la multitud
vieron al que iba ser protagonista de
su pilatuna, Isahn.
-Hola Isahn, dijo uno de ellos. Isahn
tímidamente los saludó dirigiendo su
mirada hacia el piso y escondiendo
sus manos en los bolsillos de su
pantalón.
-Vinimos a buscarte porque nos han
dicho que eres muy bueno y ágil con
los dardos, y queremos que hagas
parte de nuestro grupo guerrero. ¿Te
animas? Isahn lo pensó un poco antes
de responder, pues le parecía bastante
extraño que aquellos hijos de los
dioses lo buscarán precisamente a él
para jugar; pero sus pensamientos
fueron interrumpidos por su madre
quien le murmuró al oído: ve Isahn,
diles que sí, no le darás un no por
respuesta a los hijos de los dioses,
sería una grosería. Entonces Isahn dio
un paso hacia ellos y mirándolos
temerosamente, asintió; a lo que
inmediatamente él y sus nuevos
amigos se dirigieron hacia el interior
del bosque.
- Isahn, mira lo que tomé de las cosas
de mi padre, es una bebida que te va a
hacer muy fuerte, se llama Hidromiel
y lo beben los grandes guerreros antes
de ir a una batalla. Esto va a ayudarte
a que seas igual de fuerte a nosotros -
dijo Valí, hijo del dios Odín.
-Pero mis padres me han dicho que
los niños no podemos tomar esa
bebida, que está prohibido -
mencionó Isahn.
A lo que Valí respondió:
-No seas tonto, eso es mentira.
Además, sabe rico, yo ya lo probé.
Isahn estiró su brazo para tomar el
recipiente donde se encontraba tal
bebida, pero dudó y dijo:
-No, pero si tomo, los dioses me
castigarán y mis padres me regañarán
por haber hecho algo indebido;
además, eso sólo lo pueden tomar los
dioses y los guerreros. Preferiría
tomar otra cosa que no me meta en
problemas.
Todos los demás niños se rieron y
dijeron:
-Ah, no sabíamos que eras tan
cobarde; de haberlo sabido, no te
hubiéramos llamado para que hicieras
parte de nuestro grupo. Además,
¿cómo pretendes ser un guerrero
cuando seas grande si no tienes la
valentía de tomarte un pequeño sorbo
de Hidromiel?
Isahn se sintió el niño más ridículo y
cobarde del mundo, y pensó:
-No soy ningún cobarde. Les
demostraré que sí puedo beberlo, y de
paso, me ganaré el respeto de todos
los demás niño de la aldea. Estoy
harto de seguir siendo el mismo niño
tímido y solitario del que todos se
burlan.
Isahn miró por un rato el recipiente,
suspiró y… bebió; pero en el último
sorbo no pudo evitar su cara de
desagrado y ante el sabor del licor,
escupió diciendo: ¡guácala, esto sabe
horrible! A lo que los demás niños se
rieron a carcajadas.
Mientras todos se burlaban del
momento y los demás niños de la
aldea llegaban al bosque por los gritos
y las risas que escuchaban, Isahn
comenzó a sentirse mareado y que la
sangre se le subía a la cabeza. Los
niños de la aldea al ver esto corrieron
rápido a la casa de sus padres para
contarles lo que estaba pasando, pues
veían como Isahn se tropezaba con las
piedras, se caía y hablaba con gran
dificultad.
¡Listo Isahn, ya eres un hombre
fuerte! Ahora sí demuéstranos que
tan ágil eres con los dardos, mencionó
Vali. Pero lo que ellos no sabían era
que Isahn se sentía débil, no veía con
claridad el tablero y lanzaba los
dardos sin poder demostrar lo hábil
que siempre era.
-¿Qué te pasa Isahn? Apunta donde
tiene que ser. ¡Qué torpe eres! - dijo
Silk, hijo de Thor.
Isahn se enfureció terriblemente y
empujó a Silk:
-¿No te das cuenta que veo borroso y
ni siquiera logro concentrarme? ¡Y no
soy ningún torpe!
Los niños de la aldea, que aún
permanecían viendo dicho
espectáculo, estaban asombrados
porque Isahn parecía otra persona.
Aunque se reía, era evidente que no
lograba controlarse; además, estaba
muy irritado, intolerante, incluso
imprudente, pues en un momento
comenzó a gritar desaforadamente, a
cantar y a correr como un loco por el
bosque diciéndole a los hijos de los
dioses lo que se hablaba de ellos y de
sus padres en la ladea; lo envidiosos
que eran, y todas las situaciones en
las que aprovechaban de los pobres.
Al llegar los padres de Isahn, se
dieron cuenta que su hijo había
violado la norma y que, además, al
estar bajo los efectos del hidromiel,
había dicho y hecho cosas que
usualmente no haría. La
preocupación y vergüenza de sus
padres y amigos cercanos fue
inmensa, ahora tenían que afrontar
los problemas que se les venía encima
con los dioses, pero, especialmente,
sabían que lo que su hijo había hecho
era algo que definitivamente estaba
mal.
Al día siguiente, Isahn se sentía
enfermo y no se acordaba de lo que
había pasado el día anterior;
únicamente que había bebido algo
que era desconocido para él. Sólo
hasta cuando sus padres le contaron
lo que había sucedido, sintió tal
vergüenza que se echó a llorar, les
pidió perdón por haber intentado
demostrar su fuerza y su valentía
tomando algo que sabía que no debía
beber solo por ganarse la aceptación y
el respeto de los otros niños. Sabía
ahora que el Hidromiel era una
sustancia que los niños no debían
tomar, entre otras razones, por su
poder de transformarlos en personas
que realmente no son.
Isahn, junto con los hijos de los dioses
fueron castigados fuertemente por
ello y ahora tienen que lidiar con la
vergüenza de haber sido los
principales responsables de la partida
de los padres de Isahn de la ciudad
por ofender a los dioses de Hereby.
Pero incluso, los hijos de los dioses
fueron castigados por haber robado e
inducido a otro niño a tomar dicho
licor y a exponerlo a riesgos
innecesarios.
Ahora, Isahn sabe que el hidromiel no
le ayuda a hacerse fuerte ante los
demás, ni a ser el más popular de la
aldea o a pasarla bien con sus amigos
¡APRENDIÓ LA LECCIÓN!