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ANUARIOde la sociedad protectora de la balesquida

Número 2 Oviedo 2017

Miguel Ángel Lombardía (Sama de Langreo, 1946), Floreado, 2003

ANUARIO

de la sociedad protectora de la balesquida

Número 2 año lxxxvii Oviedo • 2017

La revista no asume ni se responsabiliza de las opinionesmanifestadas por sus colaboradores.

Coordinación editorialJavier González Santos y Alberto Carlos Polledo Arias

Edita:sociedad protectora de la balesquidaPlaza de la Constitución. Ofi cina de Turismo, 2.ª planta33009 Oviedo. Teléfono 984 281 135. Fax 984 281 [email protected]. www.martesdecampo.com

Horario de oficinaLunes a viernes de 10,00 a 13,00 horas

Ilustraciones de la cubierta y portadaMiguel Ángel Lombardía (Sama de Langreo, 1946), Floreado, 2003; óleo y técnica mixta sobre cartón, 370 × 258 mm (cubierta y portada), y Aurelio Suárez (Gijón, 1910-2003), Mundo onírico, 1983; gouache, tinta y lápiz (boceto núm. 3507); com-posición serigrafi ada en 2009 (impresión, 335 × 474 mm; papel, 490 × 690 mm), muestra 28 de 60 (contracubierta y colofón).

Composición y maquetaciónKrk Ediciones. C/ Álvarez Lorenzana, 27, 33007 Oviedowww.krkediciones.com

ImpresiónGrafi nsa. Oviedo

issn 2445-2300 • d. l. as-970-2016

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Índice

SalutaciónJosé Antonio Alonso Menéndez . . . . . . . . . . . . 5

Pregón de las fiestas de 2016Oviedo y los libros: una íntima relación a lo largo de doce siglos

Ramón Rodríguez Álvarez . . . . . . . . . . . . . . 9

La Balesquida: historia y tradicionesLa herencia de Diego de Menes, párroco de San Tirso, y los pleitos a los que

la cofradía de La Balesquida tuvo que recurrir en los años 1597 y 1598 para poder disfrutarlaMaría Josefa Sanz Fuentes . . . . . . . . . . . . . . 27

Índices de los álbumes de fi estas de La Balesquida (1912-2015)Javier González Santos . . . . . . . . . . . . . . . 35 Índice cronológico de publicaciones y álbumes de fi estas . . . . 39 Índice de autores, ilustradores, artistas, fotógrafos, asuntos y dedicatarios 85

Estudios sobre AsturiasEl arquitecto Juan de Celis y el palacio del marqués de Camposagrado en

Mieres. Un capítulo esclarecido de la arquitectura barroca regionalCelso García de Tuñón Aza . . . . . . . . . . . . . . 103

Ofi cios de antaño: aguadores, serenos y arrieros de Cangas del NarceaMaría del Carmen López Villaverde . . . . . . . . . . . 127

¿Un retorno a la pintura? Las primeras bienales de arte Ciudad de OviedoCelsa Díaz Alonso . . . . . . . . . . . . . . . . . 147

sociedad protectora de la balesquida4

Estudios ovetensesSanta María de Naranco: de pabellón profano a palacio sagrado. Hipótesis

de interpretación en función del análisis simbólico y arquitectónicoFrancisco José Borge Cordovilla . . . . . . . . . . . . 159

El Oviedo que el rey Carlos I no visitó en 1517Javier Rodríguez Muñoz . . . . . . . . . . . . . . . 183

Acerca del encañado de la Granda de AnilloManuel Gutiérrez Claverol . . . . . . . . . . . . . . 223

El escritor Rafael Zamora, marqués de Valero de Urría, en Oviedo y entre metáforasAntonio Masip Hidalgo . . . . . . . . . . . . . . . 259

El Conde de la Vega de Sella, D. Juan Uría y Cayetanín midiendo huesosEmilio Marcos Vallaure . . . . . . . . . . . . . . . 277

Parroquias del concejo de Oviedo: PintoriaAntonio Cuervas-Mons García-Braga . . . . . . . . . . 293

SemblanzasUna excursión con Juan Ignacio Ruiz de la Peña (1941-2016).

Tras las huellas de la historia, en un día cualquiera de 2012Miguel Ángel de Blas Cortina . . . . . . . . . . . . . 313

Nuestra galeríaLombardía y Aurelio Suárez, generosas aportaciones

Luis Feás Costilla . . . . . . . . . . . . . . . . . 331

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Parroquias del concejo de Oviedo: Pintoria

antonio cuervas-mons garcía-braga

A Ramón Álvarez García, vecino de El Cogollo,in memóriam

Pintoria (Santa María) forma parte de una de las treinta parroquias que integran el concejo de Oviedo. Se sitúa geográfi camente en la parte suroc-cidental del mismo. Limita con el río Nalón y las parroquias de Godos y Sograndio (noreste–este), Caces (sureste) y el resto de sus coordenadas, con Trubia. Su extensión es de dos con noventa y tres kilómetros cuadrados.

Para desplazarse a Pintoria desde Oviedo hay tres diferentes vías de co-municación: tomar la autovía a Soto de Ribera (A-66); a continuación hay que desplazarse a Caces (As-322) y desde esta población hasta la propia Pin-toria, por una bonita pista asfaltada al lado del río Nalón (desde la rotonda de la Ronda Sur de Oviedo hasta La Barrosa, la distancia es de 22,6 km). Otra forma es por la autovía A-63 a Trubia, la más cómoda y rápida; o bien, por la antigua carretera nacional N-634.

Buena parte del caserío de Pintoria, muy bien conservado y armonioso urbanísticamente, se observa con algunas de sus casas adosadas. Se desarrolla sobre un bonito y fértil valle próximo al curso del río Nalón (88 metros de altitud). Destaca en el paisaje sus praderías, huertos y árboles frutales como el manzano y el cerezo, con frutos de gran calidad. Las fi ncas suelen estar cerradas con piedras en forma de mampostería en las que se obser-van numerosos fósiles predominando los bivalvos. También destacan en el

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Panorámica de Pintoria desde El Pando (Pintoria, Oviedo).

paisaje bien a lo largo de los caminos o entre fi ncas diferentes especies de árboles autóctonos como el roble (Quercus robur), el laurel (Laurus nobilis), el avellano (Corylus avellana) y el fresno (Fraxinus excelsior). La altitud en la que se encuentra Pintoria es de unos 135 metros sobre el nivel del mar. Al sur, el paisaje se hace más montañoso, predominando el castaño (Castanea sativa) y nuevamente el roble. Las alturas o cotas más reseñables son el pico Perlín (309 metros) y El Curito (301 metros) que se extienden a lo largo del Monte Nalón. Más al sur destaca el Pico Barguero que con sus 476 metros de altitud es la máxima altura de esta zona. Enfrente, sobre la población de Godos sobresale el Cerro Gostayo con 333 metros de altura.

En cuanto a la red hidrográfi ca, aparte del ya antedicho Nalón, principal curso fl uvial de Asturias, hay que nombrar el arroyo de El Reguerón o Las Regueras que nace en las estribaciones del monte Barguero, desembocando en el lugar de El Molín en el mismo río Nalón. Se utiliza a su vez, dicho arroyo para hacer «frontera» con la parroquia de Caces.

Según el Nomenclátor de Población de Asturias, la parroquia de Pintora está comprendida solamente por las poblaciones de Pando-Picayo con categoría

parroquias del concejo de oviedo: pintoria 295

de casería y la propia Pintoria como lugar. Pero, a su vez, Pintoria queda de-fi nida por diferentes barrios o sectores que, por información oral de varios vecinos, son conocidos con los nombres siguientes: El Cogollo, El Molín, El Olvido, El Pando, El Panizo, El Picayo, El Pueblo, El Reguero, La Barrosa, La Cagarriona, La Canal, La Cuesta, La Iglesia, La Llana, La Vallina, Los Ca-rriles, Hotelillo, Llamera, Morán y Piedrallasa.

Según se llega, bien desde Trubia o desde Caces, se ubica el barrio de Pie-drallasa, al lado mismo de la carretera y del río Nalón. Se compone de dos partes, una de ellas formada por tres casas adosadas, dos de ellas deshabitadas. A unos metros resalta una vivienda de tres alturas, con un pequeño jardín delantero, pintada de color morado chillón en su mayor parte, excepto, la planta baja de la fachada que se observa en mampostería a la vista. Destaca de la casa, sin embargo, como elementos arquitectónicos un balcón volado forjado en hierro y cerrado en cristal en su fachada oeste y en la fachada principal dos galerías (una por cada planta) trabajadas en madera. Por la par-te posterior de las viviendas discurre una vía del antiguo FEVE.

Hay que resaltar que este lugar es interesante para la observación de dife-rentes aves marinas que avanzan en su curso por el río Nalón; entre ellas se pueden nombrar: el ánade real o pato azulón (Anas platyhynchos), la garceta (Egretta garzeta), la garza real (Ardea cinérea), el cormorán común (Phalacroco-rax carbo) y el martín pescador (Alcedo atthis).

Nada más pasar Piedrallasa en una fuerte pendiente del camino hay una única casa recién reparada, a este lugar se conoce como La Cuesta.

Ya a la entrada del núcleo de población, al lado de la carretera, se llega al barrio de La Iglesia con su iglesia (y valga la redundancia) parroquial dedi-cada a Santa María. Rodeada de pradería, destaca exteriormente su esbelta espadaña construida en sillería que apoya sobre plinto, de dos huecos y una sola campana, traída, parece ser, de la capilla de Santa Tecla. Sobresale un amplio atrio que discurre desde las sacristías y cerrado con antepecho, y so-bre éste se ven columnas de orden toscano, en las cuales descansa el tejaroz. Sobre la fachada principal se abre un óculo y se adorna con dos copones a cada lado. La puerta de entrada es adintelada. Salvo las esquinas, que muestra la sillería vista y la misma espadaña, el resto del conjunto se presenta enca-lada de blanco. Interiormente, la iglesia se compone de una única nave con presbiterio, dos capillas y coro de madera desde el que por una trampilla se


accede a la espadaña ya nombrada. El suelo es de losa y la cubierta, separada por dos arcos fajones es de bóveda en rincón de claustro. Toda la iglesia está encalada de blanco y bien conservada.

Según comenta una vecina, durante la última Guerra Civil, la iglesia que-dó prácticamente en ruinas; pero, hacia 1955, siendo párroco don Faustino Camblor, se fue reparando por suscripción popular observándose como la vemos hoy en día. Así, el retablo mayor y sus imágenes son contemporáneas y sin ningún valor artístico. Se puede ver un Sagrado Corazón, una Ascensión, un curioso San José con sus herramientas de carpintero y un San Antonio. Otras imágenes que hay son, un Crucifi cado y sobre peanas, una Virgen de Co-vadonga y una Virgen de Carmen; esta última imagen fue traída de una antigua capilla del barrio del Nalón en Trubia, dedicada a la Virgen del Carmen, todo ello desaparecido al construirse la Química del Nalón.

Al lado de la iglesia en el lugar conocido como Tras el Cueto, un potente muro cierra en una amplia fi nca un caserón que lleva por nombre Santu-llano. En la actualidad su estado es de ruina, con la cubierta desplomada; de sus tres alturas originales solamente se conserva la fachada en dos plantas. Destaca en su fachada posterior, aunque en muy mal estado de conserva-ción, un balcón forjado en hierro que en su día estuvo acristalado. Desde este lugar las vistas son muy bonitas. Próximo al caserón se ubica un edifi cio auxiliar mejor conservado, donde habitaban los antiguos guardeses. Llama la atención su balcón esquinado, volado en parte y protegido con balaustre; sobre varios pilares descansa el alero del edifi cio.

Lindando con el barrio de El Pueblo, le sigue a unos metros el también barrio de La Barrosa, con Centro Social Municipal. Se trata de un edifi cio bien conservado, de dos alturas y planta rectangular; anteriormente había sido la antigua Escuela Pública. Al lado se ve una explanada cementada, lugar donde se celebraban las fi estas patronales de Santa Tecla. Como patrimonio etnográfi co La Barrosa cuenta con una panera y tres hórreos.

Si se sitúa uno delante del Centro Social, se ve un caserío conocido como Lavarejo. Dentro de un patio o corrala y enfrente de la vivienda hay una bo-nita, única y bien conservada panera de Pintoria. Se asciende por una escale-ra o subidoria protegida por un pretil metálico. Sobre el descanso se elevaron tres nuevos escalones. Sobresale de la fachada principal, el corredor que se cierra con tabla pintada o tornaaguas y, en cambio, el resto de las fachadas se


remata con balaustre. La planta inferior está tapiada con pared con doble puerta metálica. En las limatesas se observan doble líneas de teja que culmi-nan en dos moños u obispos de piedra. Su propietaria comenta que se trata de una «panera republicana» ya que fue construida entre los años 1934 y 1936.

A lado de la carretera y enfrente del caserío de Lavarejo hay un hórreo que forma parte del caserío conocido como Aquiles. Su propietario co-menta, que fue construido por su tatarabuelo, llamado Iribarre, natural de Navarra. Vino a Asturias para trabajar en la Fábrica de Armas de Trubia, además fue un buen cantero, participando en la construcción de la iglesia parroquial. Sobre 1960 se cerró la planta baja con ladrillo macizo para darle un uso posterior de garaje; y aún, en 2009 se seguía madurando maíz en su interior. Comenta igualmente que en Pintoria hubo diecinueve hórreos y todos ellos (excepto el de Casa Marinita) tienen al menos ochenta y cinco años de antigüedad. Este bonito e interesante hórreo de Aquiles, con amplia subidoria, se utiliza la planta baja del mismo como almacén. Desde el des-canso se accede por la talamera a su interior. Carece, por tanto, de corredor. Desde las esquinas de los trabes arrancan varios tentemozos.

Al lado en una pequeña plazoleta y delante de la vivienda (Casa Mari-nita) adosada a otras se encuentra un hórreo muy bien conservado ya que sustituye a otro anterior que sufrió un incendio. Se encuentra protegido perimetralmente por una malla metálica.

En la misma plaza, a la izquierda del hórreo anterior, hay un caserío co-nocido como Casa Aurorina, con una corrala o huerto cerrado en parte con boj. En un extremo se ve un hórreo, bien conservado, con gruesos pilpayos de piedra y corredor. Sus propietarios me comentan que primeramente fue panera compartida, pero con el paso de los años se fue arruinando hasta prácticamente su derrumbe. Sin embargo, hacia 1980 lo reconstruye-ron aprovechando los antiguos materiales, dando como resultado, el actual hórreo como hoy se ve. En la actualidad lo utilizan para guardar patatas y diversas frutas.

Situándose nuevamente en el Centro Social, a la izquierda, al lado de una bonita casa con la mampostería a la vista y corredor, arranca un camino asfaltado, que de forma circular nos llevará a varios barrios de Pintoria. A unos metros se contemplan dos casas adosadas, bien conservadas, lugar co-nocido como El Reguero, en las proximidades se ve una fuente de un solo


Hórreo de Casa Aurorina. La Barrosa (Pintoria, Oviedo).

caño, con lavadero y abrevadero, llamada la fuente de La Pertegada y cuya agua se considera de muy buena calidad. Parte está remozada en cemento y prácticamente en desuso, pero bien conservada.

A la derecha se desvía un camino también asfaltado que nos llevará al prado de Colás de Cachano y a un caserío llamado de Los de Mieres. Más arriba y una vez fi nalizado dicho camino se llega a El Olvido, que según los vecinos es un término nuevo en Pintoria, ya que los que pasan allí sus días de asueto, dicen que están tan lejos de Pintoria que «están olvidados». Se trata, El Olvido, de tres «fi nes de semana», con sus huertos, lugar agradable para descansar y contemplar buenas vistas de la cuenca del Nalón. Desde este paraje asciende entre praderías y manzanos una pequeña senda que lleva directamente a la capilla de Santa Tecla, en La Llana.

Volviendo nuevamente al camino principal, entre árboles y praderías, se llega a Morán, conformado únicamente por un caserío con varios morado-res jóvenes, que lo hacen muy activo en cuanto a producción agropecuaria. Delante de la vivienda se ubica un hórreo con corredor del que cuelgan varias ristras de cebollas de algunas de sus colondras. Los pegollos descansan


Hórreo. Morán (Pintoria, Oviedo).

sobre murete; este espacio se cerró en ladrillo (encalándose en blanco) y gran ventanal, dándole uso de cocina.

A unos pocos metros de Morán, separado por un prado se localiza el barrio de El Cogollo, constituido solamente por dos caseríos bien conser-vados. En uno de ellos, conocido precisamente como el nombre del barrio, se observa un hórreo. Comenta su propietario (al que dedico este artículo) que fue construido con restos de otros hórreos arruinados. Solamente en dos de sus fachadas se ven sendos corredores que fueron añadidos en 1971; la planta baja se cerró con ladrillo. Está bien conservado.

Unos metros más allá, sobre una ladera se ubica un caserío con un hó-rreo; a este lugar se le conoce como Los Carriles. En realidad, este barrio de Pintoria está formado por un único caserío situado sobre una pequeña loma que hace de balcón sobre el río Nalón. Dicho caserío guarda como patrimonio etnográfi co un hórreo, cuyos pegollos de piedra apoyan sobre las paredes de diferente altura debido a la pendiente del terreno, para apro-vecharlo como cuadra. Este caserío tiene nuevos vecinos desde hace unos veinticinco años, desplazados desde Lugones.


Colondra entallada (fi nales del siglo xvi-ii) del hórreo de la Casa de Segundo de Lla-mera. Llamera (Pintoria, Oviedo).

Descendiendo por la pista hasta llegar a las proximidades de la vía del antiguo tren Vasco-Asturiano, se encuentra una casa que lleva por nombre Hotelillo, apelativo de procedencia popular, construida a principios del si-glo xx. Tomó este nombre la casa por sus pequeñas dimensiones, en la cual hubo bar y pensión para los trabajadores en la construcción de las vías del ferrocarril anteriormente nombradas.

Ya en la vega del río Nalón, se llega al barrio conocido como El Molín, que lógicamente toma este nombre porque hubo un molino, parece ser que con vivienda, en la actualidad desaparecido; al igual, que una gran planta-ción de kiwis, hoy reconvertida en pradería.

Volviendo lo desandado desde el Molín y el Hotelillo se llega a Llame-ra, conjunto de dos caseríos. Uno de ellos, conocido antiguamente como Segundo de Llamera. En la actualidad, desde 1996 dicho caserío está habi-tado por nuevos propietarios, venidos de Oviedo. Delante de la vivienda y sobre un patio cerrado y cementado se asienta un hórreo con corredor del que destacan varias colondras con motivos decorativos tallados. Uno de ellos es un disco solar representado mediante hojas de castaño. Otros, muy interesantes se componen de formas geométricas: cuadrados insertado por


Casona de Fernández-Ladreda. El Pueblo (Pintoria, Oviedo).

fi guras simétricas, en su parte superior un triángulo rematado con una cruz, adquiriendo, por tanto, una connotación religiosa.

Solamente a unos metros de Llamera se ubica el barrio de El Pueblo, barrio principal de Pintoria y muy probablemente origen del mismo. El Pueblo se conforma de varias viviendas concentradas, algunas de ellas ado-sadas. De este barrio se pueden destacar la casona de Fernández-Ladreda y un hórreo situado en solitario en un espacio abierto a modo de plaza.

La casona de planta rectangular y dos alturas, se presenta sobria y sen-cilla. Construida en su mayor parte en mampostería a la vista y exenta de ornamentación, excepto el uso de sillares en las esquinas, molduras a listel indicando la distribución de cada planta perimetralmente; puertas y vanos con jambas y dinteles. Sobresalen varios balcones de forja de hierro. Tuvo sobre la fachada principal un escudo, hoy desaparecido. Durante la última Guerra Civil, fue cuartel republicano. Sin excesivas pretensiones, se está ante una magnífi ca casona, ejemplo de arquitectura rural asturiana.

El hórreo se ubica en un espacio abierto muy próximo a la casona de Fernández-Ladreda. Forma parte del caserío de Amado de la Condesa que


Hórreo de Casa Amado de la Condesa. El Pueblo (Pintoria, Oviedo).

se encuentra a unos metros de distancia, en el lugar conocido como de Sobrecasa. Sobre el hórreo, su propietario comenta que tiene muchos años «sobre quinientos», que lo reparó en el año 2006 y que sigue dándole uso; en él guarda para su curación la carne de la matanza y productos de la huerta. El hórreo sigue el modelo típico de la zona: planta cuadrada, con cinco pegollos que apoyan sobre pilpayos; trabes donde se apoya el balaustre del corredor y la subidoria de piedra con una tenobia de un escalón. Se cierra con una portilla de barrotes para acceder al corredor.

Si se jira a la izquierda se llega nuevamente al barrio de La Barrosa. A la derecha del Centro Social nombrado anteriormente, se observa una pe-queña pista cementada (que no le vendría mal una reparación) de forma ascendente, muy atractiva para caminar, acompañada en todo su recorrido por diversos árboles de buen porte. En una curva hay un abrevadero con frontal de mampostería, cubeta de ladrillo y cemento en el suelo que aún se utiliza. Se conoce como La Suviña; en época de estiaje se queda sin agua.

Al poco, se llega a un caserío muy bien conservado y utilizado como vi-vienda secundaria; anteriormente a la reparación tuvo una bonita balcona-


da. Enfrente, se conserva un hórreo cuyo propietario desconoce su fecha de construcción. Al estar situado en la falda del monte y socavarlo, los pegollos descansan sobre paredes de piedra, dándole a dicho hórreo altura y esbeltez. La planta baja se usó como cuadra, posteriormente (como es habitual), el espacio entre pegollos se cerró con ladrillo macizo. Destaca del hórreo en dos de sus fachadas el corredor, uno de ellos cerrado con balaustre y los tente-mozos. Su conservación es buena, aunque le faltan varias tejas de la cubierta. A este lugar y al caserío se los conoce como La Canal.

Siguiendo el camino y al lado del mismo, llama la atención, un pozo trabajado en la propia roca con agua permanente. Dicho pozo se llama El Fontán y se utilizaba para conservar y enfriar la leche.

El camino fi naliza en La Llana. Se compone de dos caseríos, ambos des-habitados, pero uno de ellos bien conservado y de uso vacacional. Dicha casa con fi nca y frutales, donde abundan los manzanos, está protegido con muro a media altura y verja. De este lugar se puede destacar tres notorie-dades: la primera, al estar La Llana en un lugar alto (unos ciento noven-ta metros de altitud) las vistas sobre el conjunto de Pintoria y alrededores son excepcionales, con la cuenca del río Nalón como arteria principal; la segunda, su hórreo muy bien conservado del cual llama la atención sus seis pegollos, dos de ellos de refuerzo para soportar el peso, pero, al ser la planta cuadrada se trata de un hórreo y no de una panera. Sus cuatro fachadas tie-nen corredor y sobre la subidoria destaca una tenobia de un escalón.

Al fondo de la fi nca, sobresale la capilla dedicada a Santa Tecla, con su espadaña de dos huecos que guarda una única pequeña campana; la otra, parece ser que fue trasladada a la iglesia parroquial de Santa María. Tiene una inscripción que dice: «jhs maria y jose año de 1817». Anexa a la ca-becera se observa la antigua sacristía, semiderruida. Interiormente un gran arco de medio punto con imposta separa la nave del presbiterio. El suelo es de losa y la armadura de la cubierta de madera, usando par y tirante como refuerzo. Según una vecina de Pintoria, el retablo fue traído de la capilla del Carmen, del barrio Nalón de Trubia. Hay varias imágenes traídas por vecinos (el Sagrado Corazón, la Virgen del Camino, San José) pero destaca una imagen de Santa Tecla, barroca, acompañada por un león y cogiendo una palma en su mano derecha. Santa Tecla es patrona de los enfermos de neoplasia de huesos.


Capilla de Santa Tecla. La Llana (Pintoria, Oviedo).

Situándonos nuevamente en La Barrosa, se toma la carretera que ascien-de suavemente hacia El Pando, Picayo y Perlín (Trubia); pero antes, en una curva a la izquierda y tomando un camino, se encuentra el lugar conocido como La Cagarriona, donde hubo hasta hace bien poco un caserío (hoy, en ruinas) cubierto de monte bajo; sí hay, sin embargo, en las proximidades una pequeña cabaña. Hacia el oeste resalta un caserío, conocido como El Chi-cago (deshabitado), pero ya en territorio de la parroquia de Trubia. Desde este lugar, a doscientos treinta metros de altitud, hay unas buenas vistas de Pintoria, con el barrio de La Iglesia en primer término.

En la confl uencia con la carretera que va a Perlín y El Picayo, a una alti-tud de unos doscientos cuarenta y cinco metros, se ubica el lugar conocido como El Pando. Es un conjunto de dos caseríos deshabitados: uno de ellos con cierto aire indiano, modesto, donde destaca una bonita y elegante pal-mera; y el otro, su estado es de ruina, conservándose solamente sus gruesas paredes principales. Al lado se ven los restos de lo que fue un hórreo del cual sólo se puede contemplar los pegollos con sus muelas y trabes. Una vecina de Perlín, me comenta que se derrumbó en 2013.


Pintoria y el barrio de La Iglesia (a la izquierda) vistos desde La Cagarriona (Pintoria, Oviedo).

Ya encaminándose hacia El Picayo, nos topamos con un caserío con hórreo; es El Cueto y, seguidamente, otro pueblo concentrado (son dos viviendas): Los Hurones, con una magnífi ca panera con más de ciento cin-cuenta años de antigüedad (por información de su propietario); pero ambas poblaciones pertenecen a Perlín, parroquia de Trubia. Desde este lugar se observan buenas vistas del valle y casas de Perlín.

Y por fi n, después de unas fuertes rampas, se llega al El Picayo, población situada en la falda del pico Barguero. Estructurada en dos viviendas, bien conservadas y sin población permanente, aunque dos vecinos se encargan de mantenerlo vivo. La distancia desde La Barrosa hasta El Picayo es de un kilómetro setecientos metros.

El Picayo es un verdadero balcón panorámico: al estar asentado a unos trescientos cincuenta metros de altitud las vistas son impresionantes, con Oviedo y el monte Naranco como protagonistas y, al fondo, como un telón de una película, Peña Mayor.

En la entrada del pueblo, a la derecha, arranca un camino muy bonito, del cual destacan entre el paisaje varios castaños (entre otros árboles) que se


Lugar de El Picayo (Pintoria, Oviedo).

dirige a Las Vallinas y La Muezca (Perlín) con terminación en Siones. En el lugar de Las Vallinas se emplaza un caserío que forma parte de la parroquia de Pintoria. Se trata de dos edifi caciones en un estado lamentable de con-servación: uno de ellos es una cuadra y el segundo, una vivienda con balcón orientado al este. Por los alrededores, lo que fueron ricas praderías se ve en la actualidad un paisaje cubierto de maleza. Es la soledad personifi cada. Para llegar a Las Vallinas hay que desviarse del camino principal a la izquierda.

Volviendo al camino principal y en las proximidades a media ladera y delante de unos prados se ve otro caserío también deshabitado, con un in-teresante hórreo. Se trata de La Muezca, ya perteneciente a la parroquia de Trubia (Perlín). Cerca destaca un bonito bosquete de abedules. La distancia entre El Picayo y Siones es de algo menos de un kilómetro.

Solamente queda por decir que el lector se sienta motivado para acercar-se y conocer todos estos bonitos e interesantes paisajes y a sus hospitalarios vecinos.

Este segundo número delAnuario de la Sociedad Protectora de La Balesquida,

con el que solemniza los seculares festejos patronales yel popular Martes de Campo en Oviedo

(primer martes después del domingo de Pentecostés),se acabó de imprimir el viernes, 28 de abril.

oveto, a. d. mmxvii_______

Ut igitur et monere et moneri proprium est veræ amicitiæ«Es propio de la verdadera amistad dar y recibir consejos»

(Cicerón, De amicitia, xxv, 91)

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