antonio mayorga gonzález profesor de educación secundaria · en todas las estaciones del año4....

ANTONIO MAYORGA GONZÁLEZ

Isla de Arriarán — 343

El camino dE málaga a VélEz

Antonio Mayorga GonzálezProfesor de Educación Secundaria

RESUMEN

La costa oriental malagueña, aunque siempre bien comunicada por mar, ha tenido difíciles comunicaciones terrestres. Aquí se señalan tres intentos de facilitar estas comunicaciones terrestres en tres momentos históricos: periodo romano, siglo XVIII y segunda mitad del siglo XIX.

Palabras clave: Calzada, Camino de herradura, Camino de rueda, Carretera de segundo orden, Catedral de Málaga, Viajeros.

THE WAY FROM MALAGA TO VÉLEZ

ABSTRACT

The eastern coast of Malaga, although always well communicated by sea, has had difficult terrestrial communications. Here are designated three attempts to facilitate these communications in three historical di-fferent moments: Roman period, 18th century and the second half of the 19th century.

Keywords: Roadway, Mule track, Road wheel, Second-order road, Malaga Cathedral, Travelers.

Isla de Arriarán, XLII-XLIII, pp. 343-369


El camino de Málaga a Vélez

Las características del medio físico, con grandes trechos de acanti-lados, obstaculizaron seriamente las vías de comunicación en la costa oriental de Málaga, aunque éstas siempre lograron imponerse a las dificultades del terreno. Aquí se presentan tres caminos realizados en esta costa en tres épocas históricas: una calzada romana, un camino de rueda en el siglo XVIII y la carretera de 2º orden de Málaga a Almería.

El camino de Vélez en época antigua.

La costa oriental malagueña desde la antigüedad tuvo buenas comunicaciones marítimas con otros lugares del Mediterráneo, hecho atestiguado principalmente por los asentamientos fenicios en ella descubiertos, como Toscanos, necrópolis del Jardín, Morro de Mezqui-tilla, Trayamar, Lagos, entre otros muchos, pero las comunicaciones terrestres fueron difíciles, debido a los acantilados o montañas que se adentran en el mar, aquí llamados cantales. No obstante ya en época romana esta zona estuvo comunicada mediante una calzada, que se extendía por el litoral andaluz desde Cartago Nova, donde la Vía Augusta abandonaba la costa mediterránea y se dirigía a Gadis por el interior de Andalucía. Así consta en el Itinerario Antonino, documento que presenta la costa oriental malagueña como parte de la ruta nº 5, denominada Item a Castulone Malacam, enlace entre el interior de Andalucía y la costa mediterránea, por donde se trans-portaban productos, especialmente mineros, al puerto de Malaca, pasando por Caviclum y Menova1. Esta última ciudad, citada en el mencionado Itinerario Antonino, aún no localizada pero situada, según múltiples indicios, en la desembocadura del río Vélez, puede ser la Mainobora mencionada por Hecateo en el siglo VI a. C., la Maenoba de Mela, la Maenuba cum fluvio de Plinio o la Mainoba

1 ANTONINO, Itinerario, Ruta 5, Item a Castulone Malacam.



de Ptolomeo: una ciudad, ubicada en las cercanías de Vélez-Málaga, que perduró más de ocho siglos2.

Dicha calzada romana, sometida a un constante uso y a las devastaciones meteorológicas, sin las necesarias reparaciones, se deteriora progresivamente, después de la caída de Roma, hasta con-vertirse en un camino de herradura, intensificándose nuevamente las comunicaciones marítimas. Los viajeros medievales, casi todos ellos musulmanes, que en sus relatos mencionan Vélez o su comarca,

2 MELA, Chorographia, II, 83; PLINIO, III, 8; PTOLOMEO, II, 4; ANTONINO, op. cit., Ruta 5, Item a Castulone Malacam.

1. Supervivencias de unas termas, junto a la antigua vía romana, en la costa orien-tal malagueña.



desde Al-Idrisí del siglo XII, que compuso la Tabula Rogeriana, hasta Abad al Basit del siglo XV, pasando por Ibn Battuta, Ibn Al-Jathib y otros, raras veces mencionan las características del camino, a lo sumo dicen que viajaban en cabalgaduras, pero sí hacen grandes elogios de los productos de esta tierra, como son sus frutas, almendras y sobre todo sus afamados higos. Igualmente es ignorada esta calzada en los Repertorios de caminos, editados ya en época cristiana, desde el siglo XV hasta la segunda mitad del siglo XVIII, indicando este hecho que nada quedaba de la antigua vía romana y que ya era un simple camino de herradura, pues no aparece en el Repertorio de los caminos de España de Juan Villuga de 1546, ni en el Repertorio de caminos de Alonso de Meneses de 1576, figurando en estos reperto-rios solamente el camino de Granada a Málaga que pasa por Loja y Antequera. Tampoco aparece en la Guía de caminos de Pedro Pontón de 1705 ni en el Itinerario de las carreras de postas de dentro y fuera del Reyno de Pedro Rodríguez Campomanes de 1761.

2. Torre de Chilches, una de las torres almenaras que configuran el paisaje en el Camino de Vélez.



El camino de ruedas del siglo XVIII.

La Málaga del siglo XVIII está en un momento de expansión eco-nómica, con la exportación de los productos agrícolas de su entorno, a través de su puerto, aprobándose en Enero de 1776 el Reglamento para el Real Montepío de socorro a los cosecheros de vino, aguar-diente, pasa, higos, almendra y aceite del Obispado de Málaga, para así evitar el abuso en los préstamos que los agricultores solicitaban, y emprendiéndose la realización de notables obras de ampliación en su muelle, concluidas éstas, según el viajero Towsend, en 17853. También fue de gran importancia para la Málaga de esta época el derecho de libre comercio, concedido a su puerto en Febrero de 1778, igual que a otros siete puertos españoles, que intensificó la actividad

3 ALVAR EZQUERRA M., “Málaga en los viajeros del siglo XVIII”, Jábega nº 47, pp. 10 y 12, Málaga, 1984.

3. Torre Moya, otro prototipo de torre costera.



marítima comercial y como consecuencia de esta actividad se creó, por Real Cédula, aplicada desde Enero de 1785, el Consulado del Mar, para gestionar los intercambios y solucionar los conflictos comercia-les, igual que para controlar las compañías marítimas extranjeras establecidas en nuestra ciudad. Pero las comunicaciones marítimas no se corresponden, en esta época, con las pésimas comunicaciones terrestres del entorno. Los caminos que llegan a Málaga se hacen totalmente intransitables con suma frecuencia y Málaga, acorde con su desarrollo económico, necesita caminos aptos para la circulación rodada durante todo el año.

4. Torre del Jaral.



La solución se va a iniciar con la construcción de los caminos Málaga-Antequera y Málaga-Vélez, en el reinado de Carlos III, con el apoyo e influencia en la Corte de la familia Gálvez. Desde 1780 a 1788 se construye un camino desde Málaga hasta Antequera, con suelo pavimentado y puentes, adecuado a la circulación rodada, utilizable en todas las estaciones del año4. El informe de Diego de Córdoba y Domingo Belestá, publicado en 1789, dice que el camino de Málaga hasta Antequera “quedó en uso para todo tipo de carruage” en mayo de 1788, habiéndose iniciado su ejecución en 17805.

4 MAYORGA GONZÁLEZ, A., “Caminos de Antequera a Málaga”, Isla de Arriarán nº XL-XLI, pp.360-362, Málaga, 2013-2014.

5 CÓRDOVA, D. Y BELLESTÁ, D., Relación de las obras que se han executado en los caminos que desde la ciudad de Málaga se han abierto hasta las de Antequera y Vélez, Madrid, 1789, pag. 41.

5. Castillo del Marqués.



El proyecto y realización del camino de rueda desde Málaga a Vélez, objeto primordial de este estudio, coincidente en el tiempo con la realización del citado camino Málaga-Antequera, se inicia por R. O. de 12 de Marzo de 1784, cuando el Conde de Floridablan-ca manifiesta la promesa hecha a D. Miguel de Gálvez, Ministro del Consejo de Guerra, de hacer un camino carretero a Vélez, con ramal de comunicación a la fábrica de Naipes de Macharaviaya, habilitándose también el camino de herradura que por el arroyo de Benagalbón llega a la citada fábrica de Naipes y que ahorra la mitad de la distancia. Este camino de Vélez se divide en dos partes, pues su recorrido afecta a dos Cabildos, fijándose la separación en el arroyo de Iberos, punto del que partiría el camino de rueda a Macharaviaya. La primera parte del camino está a cargo de la Junta de Málaga, ya constituida para gestionar el camino que se está construyendo desde Málaga hasta Antequera, y la segunda parte corresponde a la Junta de Vélez, que se forma en ese momento con el Corregidor, con el Comandante Militar y con el Regidor de la ciudad, siendo D. Diego de Córdova, Presidente de la Junta de Málaga, el encargado de suministrar los caudales, presidiarios, pólvora y demás necesarios para ambos tramos. En principio el camino debe prolongarse desde Vélez por las Rozas a Alhama y Loja “hasta el término por aquella parte del Obispado de Málaga, para cumplir en todas sus partes lo resuelto por S. M, en su Real Orden de 3 de Junio de 1782, por la qual se sirvió incorporar al Monte-pio de cosecheros el quartillo de real de vellón que anteriormente gozaba el Cabildo Eclesiástico para la fábrica de su Catedral”, cuartillo de vellón que, como más adelante se concretará, va a tener mucha relación con la no conclusión de la segunda torre de la catedral de Málaga6.

El director del camino, D. Fernando López Mercader, que aporta su propio plano, inicia las obras en Agosto de 1784 pero muere en

6 DE CÓRDOBA, D. Y BELLESTÁ, D., op. cit., pag. 55.



Mayo de 1785, sucediéndole en el cargo D. Domingo Belestá, que rea-liza el proyecto hasta su terminación, a finales de Diciembre de 1787.

Las mayores dificultades para la construcción de este camino, según el ya citado informe de Diego de Córdova y Domingo Belestá, las ofrecen los llamados cantales o montañas que llegan hasta el mar, siendo los principales el de la Cruz de la legua, el de la Victoria y el de Baja Mar, resultando más fácil y menos costoso los trechos de playa arenosa que se suceden en el recorrido.

En el primer cantal, situado en la Cruz de la legua, la montaña es rebajada, desde su inicio hasta su cara opuesta, que da al arroyo de Totalán, donde se construyen muros y espigones de protección y se facilita el desvío de las aguas, habiéndose realizado antes un puente sobre el arroyo del Judío y un desagüe subterráneo de mam-postería. A continuación, después de un trozo de playa firme, viene el segundo cantal, llamado de la Victoria, que será convenientemente rebajado hasta conseguir hacer la subida y la bajada del terreno suficientemente suave para la circulación rodada. Luego hay un trecho de terreno llano y seguidamente una montaña llamada Baja Mar, donde, además de hacer el necesario rebaje para allanar el camino sobre ella, se construye una alcantarilla, se abre un puerto y se edifica un puente en el barranco del Turco o arroyo del Jaral, siendo necesario abrir otro puerto para descender suavemente hasta la playa, donde se encuentran terrenos llanos, unos firmes y otros inundables, haciéndose sobre estos últimos un relleno, para elevar el camino, hasta llegar al río Vélez. Finalmente se llega a la ciudad de Vélez, después de varios desmontes de barrancos y de la construcción de una alcantarilla con ojo de nueve pies de diámetro.

También queda construido, todo cortado en la montaña y con cua-tro varas de ancho, el ya mencionado camino de herradura, incluido en el mismo proyecto del camino de Vélez, que partiendo del arroyo de Benagalbón va a Macharaviaya, donde está instalada la fábrica de Naipes, pero no se menciona en el citado informe de Diego de Córdova



y Domingo Belestá la realización del proyectado camino de rueda que, desde arroyo Iberos, llegaría igualmente hasta Macharaviaya.

Para la vigilancia y conservación de los anteriores caminos se establecen ocho peones camineros, una vez que concluyen las obras a finales de Diciembre de 1787, habiendo necesitado más de tres años de trabajo y habiéndose empleado para su realización, además de los correspondientes oficiales de albañilería y barreneros, tres Briga-das de Presidiarios, sumando los gastos totales de todo lo realizado 536.439 reales con 9 maravedís, más 36.018 reales con 4 maravedís, satisfechos por la ciudad de Vélez para las obras del tercer cantal7.

7 DE CÓRDOVA, D. Y BELLESTÁ, D., op. cit., Estado General de Gastos en Apéndice.

6. Puente del Arroyo del Judío y supervivencias del antiguo camino a la salida del puente.



El camino de Vélez y la torre inacabada de la catedral de Málaga.

Es frecuente relacionar la paralización de las obras de la cate-dral de Málaga, que dejó inacabada una de sus torres, tanto con el donativo entregado por el Cabildo catedralicio de Málaga a la cau-sa de la emancipación de los actuales Estados Unidos en su lucha contra Gran Bretaña, como con la realización del camino de Vélez. Muy brevemente éstos son los acontecimientos.

Desde Junio de 1779 a Noviembre de 1783, España entra en gue-rra declarada contra Gran Bretaña, ayudando a los rebeldes de las trece Colonias de América del Norte en su lucha por la independencia, aunque ya desde 1776, mediante Luís de Unzaga y Bernardo Gálvez, gobernadores de Luisiana, había prestado una ayuda discreta a los rebeldes de estas Colonias. Esta guerra por la emancipación de las

7. Puente del Jaral en el viejo Camino de Vélez.



trece colonias se prolonga desde la Declaración de Independencia, el día 4 de Julio de 1776, hasta el Tratado de Versalles de 1783 y es aprovechada por Francia y por España para resarcirse de las pér-didas territoriales que habían sufrido estos países, en beneficio de Gran Bretaña, impuestas en la Paz de París, después de la guerra de los Siete Años.

Los gastos ocasionados por la citada guerra obligan al Rey Carlos III de España a solicitar ayuda económica a las distintas institucio-nes de su Reino y entre ellas a las instituciones eclesiásticas, cuya aportación económica aparece frecuentemente documentada. Así respecto a Málaga, nos consta por carta, fechada en el Pardo el día 23 de Marzo de 1780, que el Rey agradece al Cabildo de la catedral de Málaga los 200.000 reales prestados sin interés, a la causa de la guerra, para que cuando ésta termine sean reintegrados al mencio-nado Cabildo, y que igualmente en dicha carta agradece al Obispo de Málaga otros 200.000 reales, donados por éste de sus propias rentas, para la misma causa, sumando la aportación del Cabildo y la del Prelado de Málaga un total de 400.000 reales de vellón8.

Sin duda con este desembolso aumenta la penuria económica del Cabildo catedralicio y se hace necesario la paralización de las obras de la catedral, dando el Obispo su consentimiento a esta paralización, mediante oficio, el día 14 de Septiembre de 1780, con carácter temporal hasta la terminación de la guerra contra Gran Bretaña, según las Actas Capitulares de dicho Cabildo, “suspender por ahora la contribución en cuestión, desde el principio de la guerra y hasta que se concluya”, quedando suspendidas “la contribución de mesadas y creces de va-cantes a la obra material de esta santa iglesia, desde el día en que se publicó la guerra en esta ciudad, que fue el 30 de Junio de 1779”9.

8 (A)rchivo (C)atedral de (M)álaga, Leg.13, 52.9 LLORDÉN, A., Historia de la Construcción de la Catedral de Málaga, pag. 75,

según ACM, Actas Capitulares 53, fols. 538-541, Málaga, 1988.



Esta paralización de las obras, en principio temporal, se convier-te en definitiva, cuando el 12 de Agosto de 1782 fue retirado por la Corona al Cabildo catedralicio el ingreso del impuesto del cuartillo de real en arroba de algunos productos exportados por los puertos del Obispado, que se destinaba a las obras de la catedral, y que en adelante sería entregado al Montepío de Cosecheros, creado en 1776, para engrosar sus propios fondos y para la conclusión de los caminos de Antequera y Vélez. Aunque la retirada de este impuesto, siempre rechazada por el Obispado, ya estaba decretada por R. O. de 3 de Junio de 1782, no se hizo efectiva hasta el día 12 de Agosto, fecha en que una comisión creada para este fin pudo completar su liqui-dación10. Como ampliación recordar que este impuesto había sido asignado a las obras de la catedral, como medio real de vellón, por el Rey Fernando VI en 1754 y reducido a un cuartillo de real en 1757.

10 CAMPOS ROJAS, M. V., “El por qué de la inconclusa Catedral”, Jábega nº 16, Apéndices 5, 6 y 11, pp. 27-28, Málaga, 1976.

8. Torre inacabada de la Catedral de Málaga



Consecuentemente, tanto el donativo económico, por parte del Cabildo catedralicio, para ayudar a la causa de la independencia de los actuales Estados Unidos, que llevó a la mencionada paralización temporal de las obras catedralicias, como la retirada definitiva, por parte de la Corona, del cuartillo de real, que era el ingreso indispen-sable para continuar dichas obras, dejaron la catedral de Málaga, desprovista de una de sus torres.

Finalmente, mencionar como acontecimiento reciente respecto a la torre de la Catedral, que el día 9 de Mayo de 1997 la institución estadounidense National Society Sons of the American Revolution colocó, en una puerta de la catedral de Málaga, una placa conme-morativa, agradeciendo a Málaga esta donación, pero al escribir su texto, sin duda tomando los datos de algún documento del siglo XVIII,

9. Las dos torres de la Catedral de Málaga en la actualidad.



transcribieron el nombre Miguel de Múzquiz, que era Secretario de Estado de Hacienda del Rey Carlos III, como Miguel Murguiro, y pusieron este nombre, mero error de transcripción, como Obispo de Málaga, ignorando que el Prelado de Málaga en 1780, fecha en que se hizo la donación, era José Molina Larios y Navarro. Este error en el texto de la mencionada placa conmemorativa queda clarificado, por el autor de este artículo, en Cartas al Director del Diario La Opinión de Málaga de 28 de Junio de 2015.

10. Placa conmemorativa de la donación para la Independencia de Estados Unidos, donde existe un error al mencionar el nombre del Obispo de Málaga en

aquella fecha.



El antiguo camino de Vélez y la carretera de segundo orden de Málaga a Almería.

Esta carretera sustituye al camino de rueda del siglo XVIII, una vez que la intensidad del tráfico, en la segunda mitad del siglo XIX, sobrepasa la capacidad del mismo, pero su proyecto y realización, en la provincia de Málaga, que es la que aquí se va a estudiar, se hacen con mucha lentitud, según los documentos examinados. En relación al antiguo camino de Vélez es necesario resaltar el aprovechamiento que hace de él la nueva carretera de segundo orden, en la mayor parte de su recorrido y en los lugares especialmente difíciles que ya estaban allanados, como atestiguan la Memoria descriptiva del proyecto y los mapas topográficos que le acompañan, hasta el punto que los tres cantales, que fueron los tres escollos principales para la construcción del viejo camino, dejan ahora de ser problemas en la construcción de la nueva carretera, al aprovechar ésta el complicado desmonte antes realizado11. La mencionada Memoria descriptiva del proyecto de esta carretera de segundo orden de Málaga a Almería por Vélez-Malaga y Motril, Sección primera, entre Málaga y el Tajo del Jaral, dividida esta Sección en tres Trozos, pues el proyecto de toda la carretera va dividido en tres Secciones y cada una de éstas a su vez dividida en varios Trozos, firmada por el Ingeniero del proyecto en Málaga el día 15 de Junio de 1867, manifiesta que el espacio geográfico correspondiente a esta primera Sección es el más importante por su población, economía y consecuentemente por su tráfico comercial, pero el proyecto para su realización ha sido el úl-timo en iniciarse, pues la segunda Sección, aunque en ese momento

11 (A)rchivo (H)istórico (P)rovincial de Málaga, Carreteras, Memoria descriptiva del proyecto de carretera de segundo orden de Málaga a Almería por Vélez-Málaga y Motril, Sección primera, entre Málaga y Tajo del Jaral, por el Ingeniero Luís de Rute, fecha 15 de Junio de 1867.



están paralizadas las obras, se había empezado a realizar en 1864, igual que el proyecto de la tercera Sección que en esa fecha ya estaba estudiado. Como causas del retraso de la iniciación de este proyecto, señala la Memoria que, al existir en esta zona un camino, apto para diligencias, aunque deficiente y mal conservado, que hacía posible la circulación rodada entre ambas ciudades, sin duda aludiendo al camino de Málaga a Vélez, antes mencionado, construido durante el reinado de Carlos III, entre Agosto de 1784 y finales de Diciembre de 1787, se intentaron otras soluciones, antes que construir una ca-rretera. Primeramente se propuso el establecimiento de una línea de tranvías entre las citadas ciudades y en segundo lugar un proyecto de ferrocarril de Málaga a Granada, pasando por Vélez-Málaga, pero al no llevarse a cabo ninguno de los dos anteriores proyectos se recurre a la sustitución del camino ya existente por una nueva carretera, redactándose en 1861 el primer proyecto de su trazado, entre Má-laga y Vélez, que en 1862 sería devuelto a la autoridad competente para ser reformado, y que sería sustituido por el proyecto de 1867, que tendría en cuenta algunos de sus planteamientos para resolver determinados problemas.

Según la citada Memoria descriptiva y los planos topográficos que acompañan al proyecto, esta carretera arranca en el paseo de la Farola de Málaga, siguiendo desde aquí el antiguo camino de ruedas, y la primera dificultad que se plantea es el paso de la rambla de la Caleta, pues aunque por razones económicas se ha determinado que la mayoría de los puentes sean sustituidos por badenes, al ser la Caleta un paseo de la ciudad, con mucho tráfico de carruajes, el autor del proyecto decide la construcción de un puente sobre esta rambla. Desde aquí sigue la carretera coincidiendo con el camino antiguo y llega al Tajo de San Telmo, donde dicho camino pasa tan cerca de la playa que es inundado frecuentemente por las olas, planteándose la necesidad de construir un túnel para evitarlo, aunque finalmente se decide seguir el antiguo recorrido, pero elevando considerablemente



la rasante. Pasado el arroyo de Jaboneros se aprovecha la travesía del Palo, muy bien acondicionada por la administración, separándose después ambos caminos, desde el kilómetro 5 , rambla de Gálica, al kilómetro 10, rambla de Totalán, ya que el antiguo camino queda alejado de la línea de costa, salvando pronunciadas pendientes, hasta de 17 metros de altura en el arroyo del Judío, y la nueva carretera la hacen próxima a la orilla del mar, para evitar desmontes del te-rreno, aunque no siempre pueden evitarlo, pues más adelante, ya en el segundo Trozo de esta primera Sección, tienen que afrontar otros desmontes y abrirse paso entre los escarpes, casi verticales, del Peñón del Cuervo y de la Torre de las Palomas, hasta llegar a la rambla de Totalán, lugar en el que se vuelven a unir los dos caminos. Las obras de fábrica del Trozo primero de esta primera Sección han sido 1 puente, 5 alcantarillas y 13 tajeas, además de badenes y muros.

En el segundo Trozo de la misma Sección, para atravesar la rambla de Totalán, se construye un badén de 100 metros de lon-gitud, continuando unidos ambos caminos por la Cala del Moral y por la subida y bajada del segundo Cantal, llamado de la Victoria, hasta el pueblo de Rincón de la Victoria, donde otra vez se separan hasta Torre de Benagalbón en el kilómetro 15, quedando el camino antiguo más alejado de la playa que la carretera de segundo orden. Las obras de fábrica realizadas en este segundo Trozo han sido 2 badenes grandes en las ramblas de Totalán y Granadillas, 7 badenes pequeños, 11 tajeas y 3 alcantarillas.

En el Trozo tercero de esta primera Sección los dos caminos vuelven a separarse en Torre de Benagalbón hasta Torre de Chilches en el kilómetro 18, y se unen, pasada torre Moya, en el kilómetro 21, hasta el Tajo del Jaral, lugar dificultoso, que al haber sido recien-temente acondicionado, es aprovechado por ambos caminos hasta las playas de Vargas, donde termina el Trozo tercero de la primera Sección. Las fábricas de este Trozo han sido 5 tajeas, 8 alcantarillas y 7 badenes, siendo los badenes más importantes los de las ramblas



de Benagalbón, Santillán y Macharaviaya, además de la reafirma-ción de trechos del camino antiguo que han sido reutilizados por la nueva carretera12.

La realización de este proyecto sufrirá décadas de retraso y suce-sivas reformas, como la de 1879 por el ingeniero Ricardo Aguilera, el proyecto de ensanche de 1882 de José Bores y los proyectos de 1888 y 1893 para la construcción de un puente metálico sobre la rambla en-causada de Jaboneros. Es ilustrativo un documento que determina la anchura de la vía, “el ancho de la carretera desde la salida de Málaga hasta el perfil ciento treinta y dos será de diez metros, distribuidos en la forma siguiente: siete metros para el firme y metro y medio para cada uno de los paseos. En el resto de la carretera el ancho será de siete metros, de los cuales cinco pertenecerán al firme y uno a cada paseo”13. En fecha 20 de Abril de 1892, aparece un proyecto de reparación de la Sección primera, entre Málaga y el Tajo del Jaral, debido a los fuertes temporales de los pasados meses de Diciembre y Enero, que alude a trabajos de explanación por depósitos de tierra acumulados sobre todo en los badenes, reposición de obras de fábrica en arroyo Gálica, afirmación de suelos y construcción de muros y otras obras14. Después en Agosto de 1898 se afirma que esta carretera está “construida casi en su totalidad desde hace varios años”, aun-que por dificultades ocurridas por el aprovechamiento de canteras, para las obras del puerto de Málaga, en los cerros de San Telmo y Almellones y la expropiación de una finca en la margen derecha del

12 A.H.P. de Málaga, Carretera de segundo orden de Málaga a Almería, Sección primera, plano topográfico general aprobado el 25 de Octubre de 1874 por el Director general Perales.

13 A.H.P. de Málaga, Carretera de segundo orden de Málaga a Almería, Sección primera, Documento nº 3 del pliego de condiciones facultativas, firmado por el Ingeniero Luís de Rute el día 22 de Junio de 1868.

14 A.H.P. de Málaga, Carretera de segundo orden de Málaga a Almería, Sección primera, Proyecto de reparación fechado en 20 de Abril de 1892.



arroyo de Benagalbón, las obras no se habían terminado totalmen-te. Subsanadas dichas dificultades se hace replanteo previo, para concluir el arreglo de los tres citados tramos, indicando, entre otras cosas, la necesidad de trabajos de explanación, la construcción de una alcantarilla en el arroyo de San Telmo y la afirmación de suelos, enviándose el correspondiente presupuesto para ser aprobado por la superioridad15. Aprobado este presupuesto, según el Boletín Oficial de la Provincia de Málaga, la Dirección General de Obras Públicas convoca, para el día 7 de Septiembre de 1899, “la adjudicación en pública subasta de las obras que faltan construir” en la Sección primera de dicha carretera16. En el BOP de 23 de Julio de 1902 se satisface el importe de expropiación de las fincas ocupadas por esta carretera, en su Sección primera, Trozo primero, cuyo primer lejano proyecto se había iniciado en 1861.

Según muestran el plano general y la Memoria descriptiva de la Sección segunda de esta carretera, el antiguo camino de Vélez se dirige hacia esta ciudad, desde el inicio de la playa de Vargas, mien-tras la carretera de segundo orden sigue hacia Torre del Mar, donde termina el Trozo primero de la citada Sección segunda, atravesando este Trozo un terreno llano, sembrado de caña de azúcar, con acequias para el riego que inundan dicho terreno, hecho que obliga a elevar la rasante, teniendo además que construir una importante obra de fábrica, como es el puente metálico sobre el río Vélez17.

15 A.H.P. de Málaga, Carretera de segundo orden de Málaga a Almería, Sección primera, Presupuesto de reparación, tomado de la Memoria firmada por Ramón Díaz Petersen el 12 de Agosto de 1898.

16 Boletín Oficial de la Provincia de Málaga del día 18 de Agosto de 1899.17 A.H.P. de Málaga, Carretera de segundo orden de Málaga a Almería, Sección

segunda, entre Tajo del Jaral y Nerja, Memoria descriptiva de Antonio Molina, fechada el día 20 de Junio de 1862.



Referencias de algunos viajeros sobre este camino.

Prescindiendo de la escasa información sobre Vélez-Málaga de los viajeros medievales, a los que ligeramente hemos aludido, aquí vamos a recordar las menciones de otros viajeros posteriores que recorrieron este camino, principalmente a fines del siglo XVIII y durante el siglo XIX.

Bertaut François visitó España en 1659-1660, acompañando al general Grammont, para pedir la mano de María Teresa de Austria, hija de Felipe IV y esposa desde 1660 de Luís XIV de Francia. En

11. Puente metálico sobre el río Vélez en la carretera de 2º orden Málaga - Alme-ría.



Andalucía, viajando por Jaén, Granada y Alhama y atravesando la Sierra de Tejeda, llega a Vélez-Málaga, donde alaba la clemencia del clima, siguiendo hacia Málaga “parte sobre la arena de la orilla parte por montañas horribles en donde había gran cantidad de atalayas”. En esta ciudad describe el malecón del puerto en construcción, el castillo, los vinos de Pedro Ximénez y los destrozos causados por el ataque que dicha ciudad había sufrido tres años antes. Posterior-mente se dirige a Gibraltar, por Cártama, Coín y Marbella18.

Towsend Joseph estudió medicina en Cambridge y recibió órde-nes religiosas. En su viaje por España, en los años 1786 y 1787, se interesa mucho por la economía, especialmente por la agricultura, por los temas sociales y por las costumbres. Llega a Málaga en Abril de 1787, un año después de la conclusión de la ampliación del muelle y de la inauguración de la Alameda, en época de Semana Santa, interesándose por la vida urbana malagueña. Se dirige a Vélez por un camino que “durante cerca de tres leguas pasa por un hondo, encerrado a la izquierda por montañas, pero abierto a la derecha hacia el mar”19. Éste es el camino, construido en el reinado de Carlos III, aún no concluido, pero que se terminará unos meses más tarde, en Diciembre de 1787.

Humbolt Wilhelm von en su Diario nos relata un viaje, que parte de Osuna, pasa por Antequera y por el puerto de Boca del Asno y llega a Málaga en Febrero de 1800, donde, entre otras co-sas, describe una fiesta flamenca. Hace una excursión a caballo a Vélez-Malaga, admirando la belleza del paisaje, el amanecer sobre el mar, los cítricos e ingenios de caña de azúcar. Sin duda el camino de rueda recientemente terminado estaba en buenas condiciones, aunque el viajero, al ir a caballo, pudo utilizar los atajos del viejo camino de herradura, paralelo al de rueda pero por algunos lugares

18 MAJADA NEILA, J., 500 Libros de viaje sobre Málaga, Málaga, 2001, pp. 39 y 40.19 ALVAR EZQUERRA, M., op. cit., pag. 10.



más alejados de la costa. Posteriormente marcha hacia Granada por Antequera, Archidona y Loja20.

William Jacob en su libro, publicado en Londres en 1811, Travel in the Shouth of Spain, in letter written AD 1809 and 1810, describe las costas de nuestra provincia, en enero de 1810, desde Estepona hasta Vélez-Málaga, con un camino excelente en las cercanías de Marbella, terrible en la proximidades de Benalmádena y bueno, adornado su entorno con limpias casas, entre Málaga y Vélez. En esta zona presta mucha atención a la agricultura y al arado que se utiliza, al cultivo de las cañas de azúcar, visitando una plantación de éstas en Torre del Mar, a los olivares y viñedos y a las distintas especies de vino, haciendo constar la existencia de más de 7.000 lagares en los alrededores de Málaga y manifestando al llegar a Vélez el estado de desolación que encuentra en esta ciudad, debido a la fiebre de 1804. Posteriormente visita el Torcal y marcha hacia Ronda por Álora y Casarabonela21.

Scott Charles Rochfort, es un capitán británico destinado en Gibraltar entre 1822 y 1830, época en la que describe casi toda An-dalucía, recorriéndola a caballo. Respecto a la actual provincia de Málaga presta su mayor atención a Ronda y su Serranía, pero tam-bién describe el valle del Guadalhorce en su camino a Málaga-capital, donde visita a Juan León, moldeador de figuras de terracota, y asiste a una exhibición de fandangos en la finca del Retiro. Marcha hacia Vélez, admirando la fertilidad que proporciona su río y describiendo diferentes aspectos de este pueblo, mencionando también la venta de Alcaucín en su ruta hasta Granada22.

20 MAJADA NEILA, J., 500 Libros de viaje sobre Málaga, Málaga, 2001, pag. 71.21 CANALES, A., “La Málaga de Willian Jacob”, Jábega nº 52, pp. 70-72, Málaga,

1986.22 MAJADA NEILA, J., 500 Libros de viaje sobre Málaga, Málaga, 2001, pag. 95.



Semple Robert, nacido en Boston en 1776, nos visita en 1809, en-trando por Alhama y describiendo su camino hacia Vélez “casi siempre pedregoso, estaba ahora resbaladizo a causa de las lluvias. Las vistas sin embargo eran románticas y variadas”. “Una vez pasada Viñuela, íbamos encontrando tierras de regadío, y la carretera, junto al pequeño río Vélez, nos conducía entre preciosos jardines de naranjos y limoneros”. Casi nada dice sobre Vélez pero sí compara su posada con los caravasa-res orientales y con los alojamientos ingleses. Describe el paso del río Vélez, hacia Málaga, por un “lecho guijarroso, bordeado de enhiestos álamos blancos”, sin especificar si viajaban sobre cabalgadura o en carruaje, pero sí llamaron su atención los pescadores que arrastraban sus redes, las cañas de azúcar y las muchas torres vigías. En Málaga describe Gibralfaro, la Alameda, la Aduana sin acabar, un teatro y los vinos malagueños, marchando posteriormente hacia Gibraltar23.

Richard Ford, nacido en Londres, se instala en Sevilla en 1831, recorriendo a caballo gran parte de España. Su Manual para viajeros por España es la guía de viajes más completa y leída de su época. Des-cribe los caminos de nuestra actual provincia, pues la visitó en 1831 y en 1833, distinguiendo varias rutas, como Ronda-Granada que también incluye la ruta Antequera-Málaga, Ronda-Málaga, Gibraltar-Málaga, prestando especial interés a esta última ciudad. La Ruta XXIII va de Málaga a Granada por Alhama y se puede hacer por un camino entre montes, cubiertos de viñas, con torres atalayas en su entorno, hasta la ciudad de Vélez-Málaga, sobre la que sólo da unas pinceladas respecto a las torres de sus parroquias, su historia y su delicioso clima, pero in-dicando que es un lugar con aceite, vino, palmeras y cañas de azúcar, éstas, según Ford, traídas de Sicilia por los cartagineses, aunque su cultivo y aprovechamiento es debido a los moros. El resto del camino hasta Granada, “camino silvestre y duro”, tiene que hacerse a caballo24.

23 MAJADA NEILA, J., Viajeros románticos en Málaga, Salamanca, 1986, pag. 23.24 MAJADA NEILA, J., Ibid, pag. 81.



Gautier Theophile, 1811 a 1872, viaja a España en 1840 y sus relatos los recoge en el libro Voyage en Espagne. Hace un viaje de Granada a Málaga por Alhama, realizado en mula, para ver torear al torero Montes, en la inauguración de la plaza de toros de Málaga, acompañado del arriero Lanza, honrado y amigo de bandoleros, por “caminos execrables, pero en extremo pintorescos, por donde sólo las mulas son capaces de andar”. Queda impresionado en Vélez-Málaga por la alegría de su gente, con sus risas, aplausos, fandangos, cachuchas, jaleos, guitarras y castañuelas. En Málaga se aloja en la posada de los Tres Reyes y, además de relatar detalladamente la corrida del torero Montes, nos describe el baile de la poética y encantadora Malagueña. Después marcha hacia Córdoba en galera de cuatro ruedas25.

Clark William George es un inglés que viajó de Granada a Mála-ga por Venta de Zafarraya en Agosto de 1849, pernoctando en Venta Nueva, cerca de Viñuela. Al aproximarse a Vélez-Málaga descubre un paisaje distinto al de la montaña, con cañas de azúcar, uvas puestas a secar, abundante agua, higueras y algarrobos. Breves anotaciones sobre Vélez y menciones a las chozas que, camino de Málaga, ofrecían a los viajeros sandías, agua y aguardiente. En Málaga resalta su ca-rácter industrial y la gente que se burla de los señoritos que visten a la europea. Desde aquí marcha hacia Gibraltar por Torremolinos, Fuengirola y Marbella26.

Davillier Jean Charles, 1823 a 1883, viajero francés que nos deja su testimonio en el libro Viaje por España, ilustrado por el grabador Doré, llega a Málaga en 1862 y en sus escritos se recrea en la belle-za de la mujer malagueña y en el ritmo del baile por malagueñas, además de dejarnos detallada información sobre el arte de manejar la navaja y sobre la vida de charranes y barateros. Procedente de

25 MAJADA NEILA, J., Ibid, pag. 10126 MAJADA NEILA, J., 500 Libros de viaje sobre Málaga, Málaga, 2001, pag. 167.



Almuñécar visita Vélez y desde aquí hasta Málaga hace el camino en diligencia. Posteriormente en un viaje a Ronda, haciendo un extraño recorrido, pasa por Vélez-Málaga, Alhama y Antequera, describiendo el camino de Alhama como “uno de los más hermosos de España”, pero lo tiene que hacer en mula y con temor a encontrarse bandoleros, que mantienen su recuerdo sobre el terreno, observando las cruces llamadas milagros, que indican el lugar donde hubo asesinatos27.

También recorre este camino en 1885 el rey Alfonso XII, con motivo del terremoto, acaecido el día 25 de Diciembre de 1884, que causa muerte y ruina en los pueblos cercanos a Sierra Tejeda, tanto en la provincia de Málaga como en la de Granada, a los que el Rey quiso visitar para conocer directamente la magnitud de la catástrofe y prestar auxilio a las víctimas. El Rey, después de su visita a Granada y a pueblos de su provincia, afectados por el seísmo, llega a Málaga el día 16 de Enero de 1885, habiendo pasado antes por Archidona y Antequera. Al día siguiente el Monarca y sus acompañantes marchan hacia Torre del Mar y Vélez-Málaga, donde contemplan la destrucción de parte de la ciudad y la desolación de sus habitantes hacinados en barracas. Pasa Vélez y paran en la venta de Rubite y al no ser posible seguir viajando en carruaje lo hacen a caballo, sufriendo caídas varios miembros de la comitiva, que tienen que regresar. Cuando llegan a Periana encuentran el pueblo destruido, gente viviendo a la intem-perie y un improvisado hospital con muchos heridos graves. El Rey habla con los heridos y entrega donativos a éstos, al cura y al alcalde, recordándose que a la hora del almuerzo Alfonso XII, viendo tantas personas hambrientas, ordena que la comida se reparta entre aquellos necesitados, quedando sin comer tanto el Rey como sus acompañantes. El regreso sucede sin accidentes, recibiendo por el camino muchas peticiones de ayuda, por parte de quienes lo habían perdido todo.

27 MAJADA NEILA, J., Viajeros románticos en Málaga, Salamanca, 1986, pag. 151.



Finalmente las comunicaciones terrestres, desde Málaga a Vé-lez, quedaron ampliadas con la inauguración, en Enero de 1908, del ferrocarril de vía estrecha Málaga-Torre del Mar, que aprovechó el trazado del llamado ferrocarril de Almellones, existente desde 1885 para el transporte de piedras. La prolongación del mencionado fe-rrocarril, desde Torre del Mar a Vélez- Venta de Zafarraya, se hizo en 1922. El 12 de Mayo de 1960 se clausuró el tramo de Vélez a Ventas de Zafarraya y el 22 de Abril de 1968 dejó de circular el tren de Málaga a Vélez-Málaga.

12. Puente sobre el río Vélez, utilizado por el desaparecido ferrocarril de vía estre-cha.

antonio mayorga gonzález profesor de educación secundaria · en todas las estaciones del año4....

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