anÁlisis de la realidad socio-polÍtica.€¦ · la mirada para manejarnos en las mediaciones....

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1 ANÁLISIS DE LA REALIDAD SOCIO-POLÍTICA. Profesor: José Luis Segovia Introducción. Según Ortega y Gasset, de toda persona que enseña algo hay que preguntarse tres cosas: Cuál es su “suelo” (desde dónde habla), cuál es su “subsuelo” (las claves y raíces de su discurso) y contra quien habla (los enemigos de su discurso). El objetivo de nuestra asignatura es revisar de una forma lúdica nuestra forma de interpretación y de comprensión de la realidad. Todos tenemos una ideología. Toda ideología es una forma de interpretar la realidad y en sí misma no es mala. El problema sobreviene cuando se absolutiza la ideología sin contrastarla ni interactuar con los demás y con sus ideologías. Hay que tener en cuenta que la realidad es siempre compleja. Otro objetivo del curso es ayudarnos a hacer una lectura creyente de la realidad descubriendo el paso de Dios a través de los acontecimientos económicos, políticos, socialesDios nos está diciendo algo a través de los acontecimientos porque está encarnado. No olvidemos que la tradición cristiana surge cuando Moisés descubre a un Dios que “escucha el clamor de su pueblo”. Nos encontramos en un momento axial y ambivalente: por un lado la globalización nos ofrece una oportunidad de fraternidad universal, pero por otro lado trae consigo los riesgos del conflicto, un ambiente pre-belicista. Como Benedicto XVI decía, el hecho de estar más cercanos no siempre es garantía de ser más hermanos. Partimos de la base de la bondad del ser humano por naturaleza, si bien siempre es susceptible de mejora. Este valor de la “perfectibilidad” es esencial; supone la cualidad que tiene todo ser humano de reconocer su mal y cambiarlo, de caer en la cuenta de que somos mejorables. No se trata únicamente de un cambio de corazón o de una conversión personal, sino también de un cambio estructural. La conversión del corazón es una condición necesaria, pero sin una conversión de las estructuras, ni todos los corazones conversos del mundo podrían mejorar la realidad. Los tres grandes negocios de la economía sumergida del mundo son el tráfico de droga, el de armas y el de personas. Estas estructuras requieren no sólo un cambio individual, sino también un cambio de la estructuras del mal que de alguna manera las amparan. La lectura creyente de la realidad supone el uso de las ciencias humanas, como la sociología, la economía, la políticaSe trata de instrumentos o mediaciones para descubrir los desafíos a los que nos enfrentamos y resolverlos. No se trata de hacer una lectura sociológica, política o económica de la realidad, sino una lectura CREYENTE que use las ciencias humanas como mediaciones. Dios no está callado ni eclipsado, somos nosotros los que estamos sordos y ciegos para descubrirle hablando a través

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ANÁLISISDELAREALIDADSOCIO-POLÍTICA.Profesor: José Luis Segovia

Introducción. Según Ortega y Gasset, de toda persona que enseña algo hay que preguntarse tres cosas: Cuál es su “suelo” (desde dónde habla), cuál es su “subsuelo” (las claves y raíces de su discurso) y contra quien habla (los enemigos de su discurso).

El objetivo de nuestra asignatura es revisar de una forma lúdica nuestra forma de interpretación y de comprensión de la realidad. Todos tenemos una ideología. Toda ideología es una forma de interpretar la realidad y en sí misma no es mala. El problema sobreviene cuando se absolutiza la ideología sin contrastarla ni interactuar con los demás y con sus ideologías. Hay que tener en cuenta que la realidad es siempre compleja. Otro objetivo del curso es ayudarnos a hacer una lectura creyente de la realidad descubriendo el paso de Dios a través de los acontecimientos económicos, políticos, sociales… Dios nos está diciendo algo a través de los acontecimientos porque está encarnado. No olvidemos que la tradición cristiana surge cuando Moisés descubre a un Dios que “escucha el clamor de su pueblo”.

Nos encontramos en un momento axial y ambivalente: por un lado la globalización nos ofrece una oportunidad de fraternidad universal, pero por otro lado trae consigo los riesgos del conflicto, un ambiente pre-belicista. Como Benedicto XVI decía, el hecho de estar más cercanos no siempre es garantía de ser más hermanos. Partimos de la base de la bondad del ser humano por naturaleza, si bien siempre es susceptible de mejora. Este valor de la “perfectibilidad” es esencial; supone la cualidad que tiene todo ser humano de reconocer su mal y cambiarlo, de caer en la cuenta de que somos mejorables. No se trata únicamente de un cambio de corazón o de una conversión personal, sino también de un cambio estructural. La conversión del corazón es una condición necesaria, pero sin una conversión de las estructuras, ni todos los corazones conversos del mundo podrían mejorar la realidad. Los tres grandes negocios de la economía sumergida del mundo son el tráfico de droga, el de armas y el de personas. Estas estructuras requieren no sólo un cambio individual, sino también un cambio de la estructuras del mal que de alguna manera las amparan.

La lectura creyente de la realidad supone el uso de las ciencias

humanas, como la sociología, la economía, la política… Se trata de instrumentos o mediaciones para descubrir los desafíos a los que nos enfrentamos y resolverlos. No se trata de hacer una lectura sociológica, política o económica de la realidad, sino una lectura CREYENTE que use las ciencias humanas como mediaciones. Dios no está callado ni eclipsado, somos nosotros los que estamos sordos y ciegos para descubrirle hablando a través

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de los acontecimientos. Al igual que la cruz, existe una horizontalidad y una verticalidad de la fe. Más que una dialéctica, se trata de una dialógica.

Cuando como criaturas creadas por Dios y portadores de su impronta de

bien desconectamos de su sueño, del sueño del reino, aparece el desajuste, la desarmonía, el desequilibrio interior que a veces se somatiza. La mera necesidad de vivir siempre nos lleva de forma natural al bien y a la justicia, no es algo artificial, lo llevamos en lo más hondo de nuestro ser. Es importante no desconectar del sueño de Dios para no fracasar. No respetar este sueño y caudal de vida en el que estamos nos mete siempre en problemas. La realidad siempre nos lleva a Dios. El reino de Dios no es una conquista, es PARTICIPACIÓN. No se accede a través del activismo, sino de la pasividad que supone acoger la santidad de Dios en nosotros. Es Dios quien nos hace santos, no nosotros. Estar en la dinámica de Dios nos plenifica; no hacerlo produce disfunciones y desequilibrios.

La lectura de la realidad no puede ser instrumental; hay que tener en

cuenta la revelación, la doctrina y la enseñanza que genera. Hay formas de leer la realidad, pero con san Pablo hemos de mirarlo todo y quedarnos con lo mejor. Por ejemplo, la lectura marxista de la realidad tuvo cosas buenas y de alguna forma despierta a la Iglesia para que redescrubra su doctrina social. A veces el aliciente que nos hace despertar viene de fuera de la Iglesia. Un ejemplo de ello lo tenemos en el problema de la pederastia. Son los agentes externos los que ayudan a descubrir la suciedad que habíamos acomodado bajo las alfombras sin acabar de resolver el problema. Esta denuncia profética externa a la Iglesia también viene de Dios. A veces no somos capaces de afrontar un problema hasta que la sociedad nos lo pone delante.

No se trata de delegar en la sociedad ni en las ciencias sociales,

simplemente de estar atentos a los que nos aportan. Es el Espíritu santo el que guía y acompaña a la Iglesia, pero el Espíritu santo también actúa fuera de la Iglesia. Sin acoger al Espíritu santo que actúa donde quiere y como quiere nos quedaremos con una visión muy reducida de la realidad, distorsionaremos de forma miope nuestra comprensión de lo que ocurre. Tenemos tendencia al idealismo abstracto; para aterrizar en este mundo es necesaria la ayuda de otras visiones ajenas a la nuestra dónde también actúa Dios encarnado. Hemos de familiarizarnos con las mediaciones políticas, económicas, sociales o culturales para intentar concretar lo que Dios nos dice. En la doctrina de la Iglesia existen tres niveles:

1. principios generales. 2. Contingentes 3. Directrices para la acción.

Las directrices pueden ser diferentes según el contexto en que se

tomen, e incluso pueden ser erradas. En ese caso hay que pedir perdón y cambiarlas. Pedir perdón no resta credibilidad, al contrario, nos hace más creíbles.

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PROGRAMA. 1. Aproximación a una lectura creyente de la realidad purificando la imagen

de Dios. ¿Cuáles son los prejuicios acerca de Dios? Dios es siempre misterio, es siempre más de lo que podamos imaginar de El a través de nuestras teologías, vivencias… sin embargo todos tenemos una teología y una vivencia y la suma de todo ello forja el ideario colectivo sobre Dios que marca una cultura determinada. Muchas veces, el rechazo a Dios no es tanto un rechazo real a Dios cuanto a la imagen de un determinado ideario colectivo (una idea falseada de Dios). Existe dos grandes ideologías o comprensiones de la realidad: la marxista y la funcionalista (que es un compendio de otras muchas comprensiones). Estudiaremos las claves necesarias para hacer nuestra propia lectura de la realidad.

2. Grandes mediaciones que articulan la realidad. Básicamente hablaremos de las cuatro patas de la realidad: la economía, la política, la cultura y la salud.

3. Grandes construcciones sociopolíticas desde occidente:

a. Feudalismo b. Liberalismo c. estado del bienestar d. neoliberalismo e. incertidumbre actual o momento axial en el que nos encontramos, un

momento apasionante donde la realidad parece que se acelera por la globalización y la pluralidad de diferentes modelos que coexisten a la vez.

4. Globalización como signo de los tiempos.

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1.LECTURACREYENTEDELAREALIDAD.

Recordemos el objetivo de nuestra asignatura: Lo que la Gaudim et spes llama “los signos de los tiempos”: ver con la pupila de Dios lo que pasa. Educar la mirada para manejarnos en las mediaciones. Partimos siempre de la realidad. El aprendizaje es inductivo. Desde la realidad no para saber más sino para conocer mejor a Dios. Presupuestos ineludibles para analizar la realidad.

1. Tomar en cuenta que el mundo, la historia, la realidad son “lugares teológicos”. No siempre se tiene en cuenta en la teología. Gracias a la exégesis bíblica esto se recupera en el Vat II. Sin lo contextual podemos elucubrar para terminar hablando más de nosotros mismos que de Dios. Somos seguidores de una religión encarnada. El principio de la realidad es básico. La motivación última es para tener más y mejor experiencia de Dios, no tener más conocimiento. Se trata de desentrañar al Dios de la relación. Esta es la intervención del gran olvidado, el E.S. Según Jeremías “conocer a Dios es practicar la justicia”.

2. Una lectura de la realidad amable y crítica. Sin empatía para con lo real no estaremos viendo lo que hay de bueno en el mundo….Como dice el Génesis: “y vio Dios que era bueno”. Todo es perfectible. El ser humano es bueno por naturaleza porque está hecho a imagen de Dios. La mirada de fe no es mirada de madrastra sino de madre. Pero esta amabilidad (descubrir más que problemas, oportunidades) no es ñoñería ni ingenuidad sino que es crítica que escudriña y sabe discernir. Es una mirada capaz de admirarse y de criticar al mismo tiempo. Hay que tener cuidado con no asfixiar al otro, incluso con mucha buena voluntad. Compartir la compasión y la indignación.

3. El otro, cuanto más otro sea más me remite al totalmente Otro. Sin

diferencia no hay acceso al Dios trinitario. La diferencia no es un problema, ni siquiera un desafío, es un componente de la realidad querido por Dios. El desafío es conseguir un mundo menos desigual y que al mismo tiempo nos respetemos en las diferencias. No es lo mismo desigualdad que diferencia. Existe un déficit pneumatológico en la reflexión teológica que nos ha llevado a desconfiar de la diferencia intentando uniformizar el pensamiento, convirtiendo “una” teología con “la” teología. El E.S es la fuente de la diversidad y los carismas. La unidad, la diversidad o pluralismo y la lucha por la igualdad son tres vectores armónicos. Los dos límites de la diversidad son el respeto a los derechos humanos (el ser humano es un fin en si mismo como decía Kant, o se puede instrumentalizar) y la democracia, el principio de participación. El fin es la participación, el instrumento institucionalizado es la democracia. La democracia no es un fin en si mismo, sino un medio que puede variar según las circunstancia y los países. Hay que exportar y socializar el principio de participación, que nadie sea mudo en aquello que le afecta. Cómo hacerlo es otra cosa.

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4. Los creyentes necesitamos ubicarnos en el mismo punto del nacimiento de la Iglesia: a los pies de la cruz. Se trata de hacer una mirada que esté impostada por el crucificado y los crucificados, es decir, por la opción preferencial por los pobres. Una mirada que obvie a los pobres no es ni científicamente aceptable. El ser humano hoy es pobre; no podemos desviar la mirada de esa realidad y colocarnos a los pies de todas las cruces, acercándonos a la realidad desde los crucificados, con los ojos fijos en el Señor para no hacer una construcción ideológica.

Las cuatro dimensiones anteriores requieren también de una forma

diferente de racionalidad: No sólo científico-positivista, sino también la estética, religiosa emocional… la racionalidad compasiva (La racionalidad cordial, de Adela Cortina. La inteligencia emocional de Koleman). Introducir la emoción en nuestra lectura de la realidad. Los sentimientos morales que nos sacaron de las cavernas fueron la compasión y la indignación. Son dos componentes educables. Educar en la fe supone educar en la compasión y en la indignación.

El pecado nos hace inhumanos. Lo que nos hace humanos es no pecar. Por eso Jesús es plenamente hombre, porque no hace daño a nadie.

1.1.CAMPOSDEACCIÓNPASTORAL.

Dimensionesdelasociedadqueafrontalapastoralensulecturacrítica.

1.Económica

Debajo de los problemas internacionales está el interés económico. En nuestra tradición cristiana hay un cierto desdén hacia lo económico. El dinero parece algo “sucio” y sin embargo es algo con lo que hay que contar. Se dice que la pobreza surge cuando no se tienen los recursos necesarios para vivir de forma integral. Sin embargo, las cosas no son lo que parece y por eso siempre hemos de ir más allá de lo aparente; esta es la base del pensamiento crítico. El mal es peligroso cuando se viste de bien. Es importante tener una menta abierta para no catalogar ni etiquetar a primera vista. El concepto de pobreza es también relativo porque no es igual ganar un dólar en Madrid que en Mozambique. Tiene que ver no sólo con la cantidad de dinero o medios que se poseen, sino también con el espacio donde se está. Los sistemas desigualitarios generan sistemas económicos “alternativos”, como el robo o la economía sumergida.

Ejemplo: Película de Ken Loach: “lloviendo piedras”. Por un día los pobres a

veces quieren sentirse igual a los demás. No hay que quedarse en la apariencia de las cosas sino ir al fondo de la realidad.

Pobre es el que no tiene lo necesario para vivir con dignidad en el contexto

en donde vive. El contexto genera ansiedad o relax… lo que genera delincuencia es la desigualdad, la iniquidad, que es la injusticia evitable. El contraste injusto y el ideal impuesto es lo que genera otros mecanismos adaptativos de los pobres, como la delincuencia o economía sumergida. Las

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necesidades son las mismas para todos; otras cosas son los satisfactores. El ocio (una necesidad) no se satisface de la misma forma en la ciudad que en un pueblo. La necesidad de ocio en un pueblo puede ser algo gratuito y al alcance de todos por las relaciones humanas existentes, pero en una ciudad suele costar dinero.

Pastoralmente, la forma tradicional de afrontar la pobreza ha sido la limosna.

En algunos países se ha institucionalizado como “estado del bienestar”, no dejando a los ciudadanos este elemento de solidaridad, sino generando el mismo estado unos medios que compense las desigualdades sociales. Las prestaciones tratan de suplir lo que quedaría al arbitrio de la caridad privada.

Nadie es pobre. Las personas están empobrecidas. Las causas que llevan a

la pobreza son reversibles si cambiamos las condiciones. Cáritas presenta sus informes en fundación foessa. Está disponible en internet.

2.Política

Hay que evitar identificar la política con el funcionamiento institucional de la democracia. Política es la capacidad que los ciudadanos tienen de ser protagonistas de su propio destino. Tiene que ver con el bien común o la justicia social. También en la Iglesia causaba cierto desapego eclesial. La fe tiene una dimensión política, pero al principio la Iglesia invitaba a la no intervención en dicho campo. Cuando alguien está fuera de ese campo de influencia y no tiene peso político, se dice que está “excluido”. Se va perfilando también esta palabra, no sólo la de “pobre”. Ahora se habla en la Iglesia no sólo de pobres, sino también de excluidos y marginados, que tiene que ver con el siguiente ámbito. En este sentido la semántica también evoluciona. La dimensión política ha ampliado el significado de pobreza, extendiendo el campo a la marginación y a la exclusión social. La política habla del reconocimiento de toda persona y de los derechos humanos.

Se puede ser pobre pero estar integrado y tener reconocimiento social.

Es lo que pasaba con los “tontos del pueblo”. Puede haber pobreza sin exclusión. La pobreza por sí misma no es lo peor porque, si está reconocida estará integrada y es metafísicamente imposible que alguien integrado socialmente se muera de hambre o de tristeza porque es pobre. El tonto del pueblo se moriría de hambre y de soledad en una gran ciudad mientras que en su pueblo sería uno más del entramado social. Lo económico es importante, pero no podemos absolutizarlo. El componente político también es muy importante. Además de la limosna o el derecho a la comunión de bienes, también tiene que luchar por el reconocimiento y los derechos humanos de las personas. La Iglesia debe de ser para los pobres un hogar habitable, reconociéndoles como personas y luchando por sus derechos.

3.Cultural

Cultura es el conjunto de narraciones, símbolos, mitos, pautas, modos de relación… del grupo socialmente dominante y normativo. En todas las

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sociedades multiculturales hay un grupo dominante que marca la normativa. Cuando alguien no participa del grupo normativo, se dice que esa persona es “marginada”. Este concepto no se confunde con los demás. Por ejemplo, no todos los gitanos están marginados, pero la cultura gitana sí. El concepto marginación hace referencia a la dimensión cultural. La Iglesia no ha sabido integrar el mundo gitano; los hemos perdido. El desafío es la incorporación plena de todas las personas que se encuentren marginados. Esto plantea una adecuada gestión de la diversidad, que es el gran reto del siglo XXI. Ciertamente va a costar mucho porque venimos del “reinado de las certezas” y entrar en la incertidumbre nos pone muy nerviosos. Hay cosas que tenemos que aprender con los demás porque no aparecen tal cual en las escrituras. Estamos en un mundo de identidades complejas. En este desafío se dan tres grandes modelos para afrontar la diversidad:

a) Asimilación: El que hemos seguido en buena parte del planeta. El pez grande se come al chico. La cultura dominante absorbe a las culturas minoritarias. Este modelo es el que se ejerció en Francia con sus antiguas colonias, sobretodo con Argelia. La tercera generación de hijos de argelinos (casi siempre es la tercera generación) han generado conflictos. La primera generación llega y se adapta a todo, casi quiere ser invisible porque suele ser ilegal. La segunda generación crece en tierra de nadie con problemas de identidad. La tercera se siente plenamente autóctona pero tiene conciencia de ser mirado y tratado de otra manera sintiéndose dentro de un gueto. Ello provoca la protesta y a veces la violencia. Este modelo no se ve hoy día como el más adecuado al partir de un presupuesto antropológico equivocado. No hay culturas superiores a otras. Pretender que todos seamos exactamente iguales es igual de equívoco. Decimos que somos iguales en dignidad pero ello no implica al mismo tiempo que no haya diferencias. La igualdad de todas las culturas no es incompatible con el respeto de unos por otros. El asimilacionismo trata de absorber una cultura porque en el fondo considera la dominante no como igual en dignidad, sino como superior. No es el modelo éticamente correcto. El principio de igualdad reclama la reciprocidad. Se trata de un respeto mutuo.

b) Multicultural: Tiene dos acepciones. Una descriptiva y otra

propositiva. El sentido descriptivo es neutro, pero el sentido propositivo hace bandera de la diferencia manteniendo los propios rasgos identitarios al margen del contexto. Se trata de un sistema de compartimentos estancos. Este modelo se ha dado mucho en Canadá y en Australia, que lo tenía hasta en la constitución, dónde hay un código penal para aborígenes y otro para el resto de ciudadanos. La idea es que a nadie se le puede juzgar desde los criterios de otra cultura. El multiculturalismo acentúa no lo que iguala sino lo que diferencia. No hay encuentro ni intercambio. Cualquier cambio cultural se entiende como una traición a la propia cultura. Es una visión estática y cerrada de la cultura que acaba siendo opresiva sobre los sujetos, como los amis en los EEUU.

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c) Intercultural: Modelo que asume que los seres humanos somos fundamentalmente iguales y que también somos básicamente diferentes. Las diferencias nos enriquecen y nos permiten ajustarnos. El desafío es buscar la igualdad, luchar contra la desigualdad y apostar por el respeto ante las diferencias. El sujeto autónomo y libre es el centro, no la cultura. No hay una cultura que impone a la persona. Este es el modelo de la doctrina social de la Iglesia. Evita absolutizar diferencias y favorece el encuentro y la transformación paulativa de las culturas, que no son realidades estáticas.

La marginación se combate mejor desde la interculturalidad. Es verdad

que introduce conflictos, pero los conflictos no son malos. La maldad está en la violencia, no en el conflicto.

Hay dos líneas rojas:

a) Uno es el principio de participación. Todo el mundo tiene derecho a participar en la toma de decisiones. No somos borregos. Que luego sea democracia u otro formato es negociable, pero el principio de participación es esencial. El fin es la participación, la democracia es un instrumento. No sacralizar ni la democracia ni la ley aunque se merezcan un respeto.

b) La otra línea roja son los derechos humanos, al menos los de la declaración de 1948.

4.Sanitaria.

Es algo que ha ido cobrando más importancia en los países desarrollados por el culto al cuerpo y en los más empobrecidos por el freno que supone a su desarrollo. La OMS la define como el estado de bienestar bio-psico-social, equivalente de la felicidad o salvación histórica. Si no hay buena salud decimos que hay “enfermedad”. La salud mental está muy olvidada porque tiene que ver con la resistencia a integrar gran parte de la marginación. La mayoría de sin techo son enfermos mentales. El 65% de los reclusos de España tienen patologías graves.

La respuesta, la praxis, tiene que tener en cuenta las anteriores

dimensiones para ser equilibrada. Encontrarse con el otro no diluye nuestra identidad. Eso puede ser un gran complejo de inferioridad. El otro nos complemente y nos enriquece. Hay que dejarle espacio al Espíritu santo. Esto no es relativismo. No se trata de diluirse en la identidad del otro, sino enriquecerme con la identidad del otro. El punto de equilibro está entre la identidad y la misión. Ser parcial en cualquiera de los dos polos desequilibra. Este equilibrio nos tiene en tensión, pero la tensión y la incertidumbre forman parte de nuestro mundo. La realidad es tan rápida que es imposible tener las respuestas para todo. Hay que aprender a vivir en un mundo de contornos difusos. Hemos de buscar codo con codo, unidos de la mano con todos los que buscan.

Sistematizar las deformaciones que tiene la lectura creyente de la realidad desde la experiencia que tenemos de Dios (no de Dios mismo) y desde las

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ideologías es inevitable. Nuestra experiencia de Dios está tamizada por la propia biología y psicología.

1.2LASDEFORMACIONESDELAIMAGENDEDIOS.

Dios es siempre más, es lo único absoluto y es por esencia misterio. De ahí partimos. Parte de las cosas que decimos de Dios, dicen más de nosotros mismos que de Dios. Quizá la experiencia humana más cercana es la estética; curiosamente una experiencia donde lo bello nos deja sin palabras. Es una experiencia de “dejarte atrapar, querer y experimentar”. Lo cristiano, todo lo más, es una colaboración discreta, una participación del sueño de Dios. Pongamos un filtro para ver cuales son los prejuicios que inevitablemente introducimos en nuestra experiencia de Dios, que por otro lado son necesarios y es natural que los tengamos. La tematización de Dios siempre está mediada por los contextos donde vivimos; simplemente hemos de ser conscientes de ello.

Usamos un lenguaje existente (no lo creamos) para hablar de Dios. Puede ser un lenguaje médico (salud, salvación) o cualquier otro. El rasgo del Dios del que tenemos conciencia es el poder (todopoderoso). Esta imagen de Dios supone un dios interventor en todo lo humano que según sus designios castiga o premia de una forma que parece arbitraria. Ante esto, la respuesta de Dios es la solidaridad de la cruz, haciéndose pecado para estar a nuestro lado incluso en la experiencia del asesinato y el abandono total. La fe no es un parachoques para protegernos del dolor; lo que nos identifica como Iglesia es la experiencia del sufrimiento compartido. No podemos blindarnos contra el dolor del otro convirtiendo nuestra fe en fórmulas ideológicas y prefabricadas.

Hemos elegido el lenguaje del poder para hablar del Dios, un lenguaje que es neurotizante y distante. Dios es supremo juez, gobernante, Señor de los ejércitos… ¿De quien habla este lenguaje; de Dios o de nosotros? ¿Tematiza lo mundano atribuyéndole a Dios categorías humanas, lo cual por otro lado es normal? Si Dios tiene poder, las mediaciones religiosas también deben tener poder, un poder divino. Pedro pensaba desde esa clave del poder y Jesús le rectifica: “tú piensas como los hombres, no como Dios”. Su posición es la de la vulnerabilidad y la coherencia y eso es también un misterio para el que no tenemos respuesta. ¿Por qué Jesús actúa de esa manera? Lo racional sería la postura de Pedro, pero parece que Dios se mueve en otra dinámica.

Para quien experimenta la pobreza la imagen del poder no es la que más ayuda precisamente. Se trata de comunicar la verdad y lo que hay que cuidar es el medio porque el medio también es el mensaje. Incluso en la liturgia hay que repensar en lenguaje en clave pastoral porque en ocasiones puede ser contraproducente. Hay que hablar de Dios desde la gratuidad. Las experiencias con más sentido son consideradas las más inútiles por el mundo. El espacio de la espiritualidad y el espacio del ocio. Sin cuidar la especialidad y el ocio no desarrollamos sensibilidad ni para lo humano ni para lo cristiano. Junto con “todopoderoso” habría que decir “todocariñoso” o “todoamoroso”. “todomisericordioso”. Incluso los ministerios hay que colocarlos desde el amor y

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no desde el poder. Hay que ser muy críticos con el elemento “poder”. Esto es lo que nos puede aportar la teología pastoral. El poder termina por desplazar a la persona por el personaje que ocupa un rol. Evangelizan las personas, no los personajes. La Iglesia no evangeliza, evangelizan las personas que somos Iglesias. Sin Jesucristo muerto y resucitado no tendríamos palabras que decir para ciertas situaciones. Tampoco sin el Espíritu seríamos capaces de experimentar a un Dios que se nos escapa de nuestras descripciones. Nuestro lenguaje puede viciar nuestra experiencia de Dios, lo cual no supone rechazarlo, simplemente ser conscientes de ello.

Como decía Ortega, la realidad es poliédrica. Nadie tiene toda la capacidad de aprender sin los filtros. Nuestros filtros de la experiencia de Dios (prejuicios religiosos). Hablamos de diferentes imágenes de Dios, pasando a Dios por nuestros propios filtros. Vamos a acercarnos a los prejuicios ideológicos, sabiendo que la realidad es siempre superior a la idea. Ineludiblemente tenemos ideas que juegan un papel importante en la distorsión de la realidad, aunque esto sea algo inevitable; no podemos prescindir de ellos, nos configuran ideológicamente en nuestra biografía y nuestra bibliografía (lo que leemos, vemos, disfrutamos…etc).

Tomaremos dos modelos ideológicos completamente distintos para comprobar como de todo podemos aprender: el marxismo y el funcionalismo; ambos tienen su lado bueno y malo. Lo que hay que evitar es pensar que no tenemos ninguna ideología ni pre-concepción o bien asumirlas pero llevándolas al extremo convirtiéndonos así en sectarios. Hay que aclarar por último que hablamos de “ideología” no en el sentido marxista (forma que tiene el poder de perpetuarse). Para nosotros la ideología es simplemente una pre-concepción del mundo.

A.Elmodelomarxista

Parte de un punto de vista: la observación, lo cual es un punto de partida muy interesante, sin caer en la idolatría del empirismo. Constata una realidad de opresión e injusticia manifiesta. Existe un problema: se pueden hacer buenos diagnósticos con tratamientos contraproducentes. El marxismo falla en el supuesto antropológico (sujeto-masa) lo cual le lleva a instrumentalizar a las personas poniendo el ideal por encima de los derechos individuales. Con todo, el marxismo aporta reflexiones interesantes:

Ø Distingue entre lo que es la persuasión y lo que es la manipulación. La persuasión se dirige al intelecto y la manipulación se dirige a la emoción.

Ø Apuesta por el método dialéctico que se fundamente en las tres leyes de la dialéctica:

a. Trueque de la cantidad por la calidad: Llevado a un nivel crítico la cantidad provoca un cambio de calidad. P.e, Un solo voto puede condicionar que gobierne uno u otro.

b. La ley de penetración de contrarios: Las cosas no son blancas o negras, sino que son muchas veces grises. Bien y mal se

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encuentran imbricados y requiere una labor continua de discernimiento.

c. Negación de la negación: Avanzamos por tesis, antítesis y síntesis. Esto es más discutible que las dos anteriores. Es una visión más dialéctica de la historia. Es difícil incorporar esta regla en nuestra tradición cristiana porque tenemos un sentido religioso muy anti hegeliano. Es más fácil en la tradición eclesial pensar que se progresa por absorción. Con todo, ¿Se avanza absorbiendo lo anterior? A veces no, hay que expulsar errores; el error no tiene derecho. Lo dialéctico puedo tener razón a veces, otras no. A veces funciona, a veces no. Un problema mayor presenta la dialéctica materialista en el reduccionismo materialista. El marxismo considera el materialismo como una especie de “religión” que lo explica absolutamente todo. De hecho, el arte, la ética, la religión y el derecho serían expresiones de las estructuras de producción. En esto se equivoca. La genialidad creativa no siempre correlaciona con el poder económico. Muchos artistas han sido pobres. Se puede ser digno hasta en un campo de refugiados. Las normas morales transcienden los contextos socioeconómicos. Para nosotros, la ética se impone en todos los ámbitos. Es cierto que lo religioso puede haber sido contrarevolucionario, pero en otros momentos la espiritualidad religiosa ha sido un gran motor de la historia. Lo mismo ocurre con el derecho. No sólo se puede usar el derecho para oprimir, sino también para avanzar en la humanidad. Marx se queda anclado en los instrumentos de producción y se olvida de que el arte puede tener también un componente de transformación y liberación, así como la ética, la religión o el derecho. Esta crítica no afecta a todo el marxismo, sino simplemente a los que miran de forma desenfocada.

Ø La primacía de la praxis es también algo positivo en el marxismo.

Esto afecta a la metodología de la pastoral. Algunos elementos pueden poner nerviosos a los que parten de la doctrina. Para el marxismo el conocimiento tiene razón de ser en la medida en que transforma la realidad… Sin embargo el saber no ocupa lugar y la razón tiene valor por sí misma. Para el marxismo el estado ideal es una conquista, para nosotros es una colaboración. En muchas cosas podríamos estar de acuerdo, pero en esto hay disonancia y tal vez por eso se explica la rigidez y falta del sentido del humor de los planteamientos marxistas más radicales.

En el fondo el materialismo presupone que toda la realidad se explica

desde lo material y que no existen ideas universalmente válidas… ni lo justo, ni lo bueno, ni lo bello. Pero no todo es materia. De una idea puede salir una revolución. Sin dinero se pueden hacer muchas cosas. La creatividad no está sometida a las reglas de la economía. Sin ideas, utopías, proyectos y valores no hay cambio posible, si bien el materialismo nos corrige frente a la tentación de idealizarlo todo sin tener en cuenta la historia y lo contingente.

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Ø La praxis verifica la teoría: del primado de la praxis, reivindicado por

el marxismo se deriva que la realidad necesita ser entendida para ser transformada. No existiría así un cristianismo en abstracto sino el cristianismo realmente vivido.

Ø El principio de circularidad entre teoría y práctica. Es la praxis la que

hace reelaborar la teoría.

Ø Principio de crítica: la desconfianza hacia las percepciones espontaneas; se trata de someter a crisis la percepción de las cosas, desconfiar de las apariencias. Esto también se puede incorporar sin problema a la teología pastoral aunque sea algo incómodo y generador de conflictos, necesarios por otra parte.

Ø El último de los principios sería que los fenómenos sociales han de

ser analizados y criticados en su forma más evolucionada para que las conclusiones sean determinantes. P.e. Para analizar el capitalismo no podemos hacerlo con el del siglo XIX, sino con el neoliberalismo del siglo XXI. Para analizar un fenómeno hay que irse siempre a la forma más reciente y desarrollada porque permite conocer los orígenes al ser el desarrollo final de su evolución. Es una visión hegeliana. Cuanto más reciente sea lo que se asuma más se entiende la realidad.

B.Elmodelofuncionalista.

En el fondo no deja de ser otro método materialista. Remite al organismo, a las funciones. Un organismo sano siempre tiende al equilibrio. Esto lo asume el capitalismo explicando lo ideal como la llegada a un punto de equilibrio a lo que todo naturalmente tiende. Una diferencia: el método marxista parte de una realidad de conflicto intrínseco en la realidad. El funcionalismo parte del equilibrio y tiende al equilibrio cuando hay conflicto. Ambos son materialistas, pero el marxista es dinámico y el funcionalismo es más fixista. Para el materialismo no estar en equilibrio es una disfunción, no el punto desde el que se inicia una revolución. Si somos más conflictivos-militantes tenderemos al marxismo, y si preferimos la estabilidad, la seguridad nos inclinaremos al funcionalismo.

La sociedad sería como un micro organismo. Cuando se produce una disfunción hay que dejar que por inercia se produzca el equilibrio. El capitalismo pretende que sea la “mano negra” (concepto de Adam Smith) la que devuelva las aguas a su cauce. Pero Adam Smith presuponía en su época que había valores y una moral. Eso no ocurre hoy. También presuponía que había transparencia absoluta sin distorsiones. Eso tampoco ocurre hoy donde la opacidad tremenda. En realidad, el funcionalismo más clásico no ha existido nunca. En las fases más avanzadas, el capitalismo ha dualizado más las sociedad y acelerado las diferencias económicas y sociales. ¿Dónde está el equilibrio en esta realidad? Según el funcionalismo

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el crecimiento genera necesariamente desarrollo. No es cierto. La evidencia es que ha provocado acumulación de riqueza, algún efecto derrame en algunos, pero nada para otros.

Pero también del funcionalismo hay cosas que tenemos que aprender. Se distingue entre la eu-función y la dis-función. La eu-función se corresponde más con la democracia, mientras el totalitarismo genera falta de desarrollo y transparencia (esto tiene su parte de verdad).

Otra reflexión a tener en cuenta es que mientras que el marxismo funciona bien como “telescopio” (a nivel macro), pero mal como “microscopio” (a nivel micro), el funcionalismo es un mal telescopio (no analiza bien lo general) mientras que es un buen microscopio (sí que desarrolla herramientas buenas para lo micro, por ejemplo la diferencia entre funciones latentes y patentes). El funcionalismo analiza bien la diferencia entre los roles y el status: hay gente que tiene el rol pero no cumple bien su función. Esto tiene su causa en que el funcionalismo ha trabajado mucho la psicología de las motivaciones personales. El marxismo original desprecia más a la persona, al funcionalismo le preocupa conocerla bien para adecuarla a sus productos. Sin embargo, el funcionalismo desprecia la historia, no tiene visión amplia. El marxismo usa el conflicto. El funcionalismo trata de evitar el conflicto y busca el equilibrio. El marxismo tiene una visión amplia y una mala gestión concreta y el funcionalismo tiene una mala visión general pero una gran habilidad para gestionar lo concreto. Esta sería en síntesis las diferencias.

Bibliografía: Luis González Carvajal. Los signos de los tiempos. El reino de Dios…

1.3LOSDATOS.

Hemos hecho una “cata” de dos modos para comprender la realidad (marxismo y funcionalismo). En cuanto al análisis de la realidad, la objetividad y la parcialidad no son incompatibles, lo peligroso es no tomar conciencia de que tenemos condicionada la mirada por la propia biografía y el propio lugar desde el que miramos. Toda mirada tiene preferencia. No podemos convertir en criterio principal ni categoría única la forma de ver el mundo desde nuestro propio prejuicio. El prejuicio habla más de uno mismo que de la realidad. Lo importante es dejar que hable la realidad y eso se hace tratando de minimizar todos nuestros prejuicios, ya que es imposible eliminarlos, pues sin ellos tampoco comprenderíamos la realidad. Ideologización es la absolutización del prejuicio. Tenemos tendencia a retroalimentar los propios prejuicios. El servicio a la verdad es ser flexible y abrirse a otras informaciones y opiniones.

Como creyentes, el elemento que nos caracteriza en este proceso es la mística, no el activismo. Nuestra esencia no es el activismo, aunque tengamos inmersiones en la actividad. Nuestro signo distintivo y elemento diferenciador es la mística.

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Para hacer un análisis de la realidad adecuado podemos echar mano del siguiente cuadro que nos aporta la sociología: DESCUBRIR ……... DATOS…………… INFORMAR EXPLICAR…………HECHOS………… FORMAR COMPRENDER….. PROCESOS……… ENTENDER DINÁMICAMENTE TRANSFORMAR… ESTRATEGIAS….. ACTUAR

El dato es el primer elemento para la elaboración de un plan pastoral. Tener en cuenta la realidad actual del entorno. Si la captación del dato no es buena, lo demás se pervierte. Pero el dato por sí solo no es suficiente, hay que homogeneizar los criterios para poder comparar, porque si cambian los criterios es imposible cotejar los datos. El dato por si solo es frío. Es necesario pasar a los hechos. Los hechos son la interconexión de los datos. Un dato solo no dice nada, pero la interrelación de muchos datos sí. Los datos no explican la realidad, simplemente aportan una descripción. Los hechos sí nos explican algo. Los datos informan, los hechos forman.

Hay que dar otro paso más. Necesitamos de los procesos y esto es un avance más reciente. El dato es como una fotografía fija mientras que el proceso es una película en movimiento que descubre muchos elementos que están por debajo. (pe. La pobreza es un proceso de inadaptación social. Una inadecuación entre los objetivos y los medios para alcanzarlos, que no son los mismos en todos sitios. No es lo mismo ser pobre en un ámbito rural que urbano aunque todo se va homogeneizando. Las metas se van homogeneizando pero los medios no y eso es una fuente de conflictos permanente). Los procesos nos permiten comprender dinámicamente la realidad. pe. Un delincuente no se conoce desde el contexto de la cárcel sino desde toda su vida. La realidad procesual da sentido a los datos y los hechos.

Por último, nuestra lectura creyente de la realidad nos hace descubrir el lugar de Dios. La lectura creyente no es por tanto sólo un proceso sociológico. El objetivo es la experiencia de Dios, conjugando la militancia social con la mística, que es nuestro elemento identitario. Dicho esto, la vocación del análisis de la realidad es la transformación, y esto genera estrategias diferentes, soluciones distintas. Conviene no identificar el reino de Dios con nuestra estrategia, porque entones absolutizamos nuestra idea y la convertimos en ideología. Las estrategias pueden ser diferentes, lo que no puede ser diferente es el objetivo. Se trata de evitar reducir el Reino de Dios con lo que nosotros hacemos. A eso lo llamaba J.B Metz la “reserva escatológica”. Hay que tener una sana relativización. La reserva escatológica es un elemento tensional que nos orienta al objetivo mientras que evita que nos constituyamos en conquistadores o protagonistas de la consecución del mismo.

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1.4.ELPROCESODEINADAPTACIÓNSOCIAL.

Proceso: porque la realidad de la pobreza y la exclusión es el final de dinamismos complejos. Nadie es pobre, sino que está empobrecido o marginado. La realidad es dinámica, no es una foto fija.

Inadaptación: porque tiene que ver que la consecuencia entre los objetivos

a lograr y los medios para lograrlos. Las metas, las formas de jugar universalizadas…

Social: Porque es un factor clave que influye además de los factores

biológicos y psicológicos. La desigualdad es un factor criminológico de primer orden; más que la pobreza. En un aldea pobre la tasa de criminalidad suele ser muy baja o casi nula.

Hay tres factores a tener en cuenta en el proceso de inadaptación social: Biología, psicología y sociedad. Los factores biológicos, psicológicos y sociales influyen en los procesos de integración o bien de inadaptación social. La pobreza no es una cuestión biológica ni psicológica, es sobretodo una cuestión social. Es evidente que la biología y la psicología ayudan o dificultan la integración, pero el ámbito clave es la cuestión social. (oportunidades que tengo, red de apoyo, voluntad recia…) Hay escuelas: biologicistas y psicologicistas, pero lo que más influye es la red relacional, los valores, las convicciones… es decir, lo social entendido en sentido amplio, no sólo sociológico, sino también relacional.

Una persona está socialmente integrada cuando ha conseguido tener un proceso de adaptación social, sin que adaptarse signifique compartir absolutamente todos los valores en una sociedad. ¿Cuáles son las instancias que nos socializan? ¿Cuáles son los aportes fundamentales de estos actores? Fundamentalmente (y siendo tal vez demasiado reduccionistas) hay tres: la familia, la escuela y el trabajo.

1. La familia aporta dos cosas esenciales: seguridades y límites. Seguridad es tener un lugar en el mundo, venir al mundo y ser reconocido, tener la certeza de que somos queridos. También está la seguridad de que mañana podré comer o tener un techo. Cuando no hay seguridad se están erosionando las bases de la vida humana. Los límites también son muy importantes; la familia tiene que ser también la escuela del “NO” para educar en la resistencia a la frustración, aprender a diferir las satisfacciones o encajar las frustraciones. Probablemente no estamos sabiendo decir que “no” y estemos formando déspotas. La ecuación básica de cualquier pedagogía es: “No debes” tiene que equivaler a “no puedes”: El valor moral (no debes) se aplica porque alguien con autoridad lo impone (no puedes). Sin esa autoridad moral la transgresión queda sin consecuencias y la sensación de poder puede llegar a ser adictiva. Toda conciencia moral en sus inicios siempre es heterónoma, siempre depende de otros hasta que por madurez se llega a la autonomía. Cuando se llega a la autonomía se puede dejar atrás la heteronomía pero no antes. Las visiones de la realidad no son neutrales.

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Si no educas a tu hijo lo va a educar la sociedad. Somos heterónomos para llegar a autónomos. En ese momento la ecuación desaparece porque habrá una conciencia formada y forjada desde la heteronomía hasta la autonomía. Lamentablemente la familia no está cumpliendo esta función, no sólo en las clases bajas, sino también en las clases altas.

Es importante que se den estas dos funciones a la vez (seguridades y límites) para equilibrar la educación. Para que se acepten los límites, tienes también que ofrecer seguridades. Sin esas seguridades, las personas inadaptadas no aceptarán los límites, que serán percibidos como una agresión. Lo primero para ayudar a un inadaptado es quererle. Ante una persona excluida hay que empezar por las seguridades sabiendo que los límites van a ser ignorados o transgredidos durante algún tiempo. Si ganamos a alguien por las seguridades, podemos pasarnos por el lado del rigor, pero si no tenemos a alguien “enganchado” a las seguridades, hemos de aceptar cierta flexibilidad en los límites.

2. Tras la familia, la segunda instancia es la escuela, a donde el niño debe de ir con sus seguridades y con la experiencia de sus límites inculcadas por la familia. El lugar de la socialización es el patio de los juegos porque en los juegos se experimentan las seguridades y los límites. El juego refleja una forma de situarnos en la vida. Los juegos tienen que ser realizados entre los niños pero también con los adultos. Si los padres no han jugado con los niños se delega en la escuela lo que no ha sido capaz de otorgar en familia. Así la escuela se encuentra con un exceso de demanda. Lo que más aporta la escuela es la autoestima, lo cual es muy importante en el proceso de adaptación social. Si se llega a la escuela sin seguridades ni límites y se encuentran a unos profesores desbordados, se acaba haciendo lo contrario que habría que hacer. La escuela puede convertirse en un lugar de exclusión en lugar de un lugar de inclusión. El buen maestro debe ser el que enseña al que no quiere aprender, pues enseñar al que quiere no tiene mérito. La autoestima baja significa una carencia de reconocimiento que se suple con llamadas de atención en forma de precariedad o de prepotencia. Elevar la autoestima es fundamental en la educación.

La escuela debe inculcar que todas las personas son valiosas. Remar a favor del viento potenciando las cualidades. Sin seguridades ni límites no se puede pedir a los maestros que hagan de padres y madres. Una mala educación añade a las inseguridades y tiranía una autoestima baja. Para los niños marginados la escuela se puede convertir en un reforzamiento de sus aspectos negativos cuando lo que hace falta es dar las herramientas para construir la personalidad positiva. Personas de referencia que han sabido ocupar su papel (padres, madres, profesores…), han de ayudar a consolidar los cimientos para reconstruir la personalidad. Estas personas son los puntos de referencia de los niños o jóvenes marginados. Hay frases o acciones que pueden marcar para toda la vida. Jesús decía que hasta se puede matar insultando

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porque se puede matar la fe. La lengua mata o acoge y potencia. El espacio alternativo a la escuela es la calle, donde el joven se encuentra con los iguales, con los amigos y los colegas. Sin una integración adecuada en la familia y en la escuela existe una gran porosidad para acoger lo peor de este ámbito.

3. La tercera instancia socializadora es el trabajo, que es lo que nos da autonomía. Una persona fracasada en su integración familiar y escolar, ¿Qué posibilidades tiene de aspirar a ciertos trabajos? Si falla lo primero será difícil que se pueda soportar un ritmo de trabajo. Tras muchos años privado de libertad, no es fácil reintegrarse al mundo laboral. Por ello es tan importante los procesos de acompañamiento. Pero el trabajo por sí solo no es suficiente. El trabajo es un facilitador de la autonomía. La precarización del trabajo está siendo tan intensa que no sólo hay que hablar de exclusión, sino de inseguridad social. De los cuatro factores productivos (tierra, trabajo, capital y conocimiento) el que más transformaciones ha sufrido ha sido el trabajo, profundamente maltratado. Queda atrás el trabajo creativo, para toda la vida, que desarrolle las capacidades personales…etc. El trabajo ha perdido su cualidad de integrador social con lo que se resiente la autonomía personal. Hoy día se retrasa la edad de emancipación y de paternidad. Esto es enormemente complejo para las personas que no han tenido seguridad ni conocido los límites y que además padecen de una autoestima baja.

Se ha provocado una dualidad del mercado laboral. Por una parte

está el trabajo cualificado y por otra parte el no cualificado (algunos lo llaman dramáticamente “prescindible”: es el de aquél no cualificado, que no maneja idiomas, que no es versátil y que no maneja las nuevas tecnologías). Los trabajadores prescindibles se van incrementando mucho e integrando bolsas de pobreza. Existe por tanto una dualización: los prescindibles (sin versatilidad, sin idiomas, sin acceso a las nuevas tecnologías y sin cualificación profesional) y los imprescindibles (cualificados, con idioma, con dominio de las nuevas tecnologías y con una flexible versatilidad para adaptarse a cualquier trabajo que le requieran).

Hay muchas personas que están en una situación de exclusión. ¿Cómo revertir esto? Comenzando por el principio, por dar seguridad, ofrecer límites y subir la autoestima. Las seguridades se generan únicamente desde los vínculos. Sólo cuando alguien se siente sujeto de la responsabilidad de otro empieza a esponjarse. Crear vínculos es el primer paso para ofrecer seguridad a las personas excluidas. Saberse importante para alguien. Pero existe un problema añadido: Mientras que hace 20 años el vínculo era fácil de encontrar (había una lealtad personal, sobretodo a la figura de la madre), el perfil de inadaptado es el de una persona sin vínculo alguno, con lo que la capacidad de empatía que había con el “yonki” duro, hoy día se ha perdido y se presenta un perfil más patológico. Hoy día crear vínculos es un proceso muy largo porque las personas marginadas no suelen haber tenido experiencia de ningún vínculo afectivo profundo. Sólo se puede sentir amor cuando se ha sentido amado. El

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deterioro de la familia es tal que hay un punto psicopatía inducida (disociación entre la inteligencia y el corazón) en algunas personas marginadas.

Mejor que reinserción (en la mayoría de los casos no ha habido una primera inserción) sería mejor hablar de integración social. La palabra clave es “yo creo en ti”, “tu puedes cambiar”, “yo estoy contigo”… Actualmente las personas marginadas no tienen perchas donde colgar esas expresiones de apoyo. Estamos en la cultura del inmediatismo, del cortoplacismo, de la ausencia de fidelidad y constancia. Hemos instrumentalizado pero no hemos generado vínculos. Frente al P.I.S hay que trabajar por el P.A.S (Proceso de adaptación social): ofrecer seguridades, establecer límites y potenciar la autoestima. Jesús actúa de una forma creativa y renovadora, modifica los roles y las relaciones sociales. Así tendríamos que actuar nosotros.

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2.Representacióndedistintosmodelosdeorganizaciónsocialquehemospasado. FEUDALISMO

Poder concentrado

Población Pobres LIBERAL Pocos ricos pero más ricos

Burgueses, profesionales

clase obrera Bolsas de pobreza masiva más reducida Palabras clave: Autonomía (XVIII) Progreso (XIX) Iglesia antimodernista. Primera reacción: León XIII. Primer reajuste: con la modernidad. Segundo gran reajuste: (Rerum novarum) con Intelectuales y obreros. La Iglesia se situaba entre una crítica: tanto al marxismo por la antropología materialista como al liberalismo. hasta “centesimus annus”.

Concentración política, económica, social,religiosa. Se facilitaba la corrupción. Sistemaineficiente. Caridad con el pobre (pueblo yórdenes mendicantes). La Iglesia sostenía estemodelo con el clero alto. Muy criticada por elmarxismoyelliberalismo.

Bebe del pensamiento ilustrado, logra la autonomíapersonal. Parte de la libertad y el mercado que vatomando auge, incluso intercontinental. Másproductiva. Al final ya hay barco, ferrocarril,máquinas…Sedispara la riqueza. La concentraciónde poderes (menos el económico) es superada: seintroduce la separación de poderes: legislativo,ejecutivoy judicialy los límitesalpoder.Apareceelprincipiodelalegalidadcomolímite.Cierta proporcionalidad. Universalización de lostransportes, concentraciones urbanas eindustrialización.Comienzanaaparecerlosderechoshumanos de primera generación: libertad religiosa,de conciencia… libertades políticas (democraciaincipiente: personas pudientes y varones). Poco apocoseamplía.Seintroduceelindividualismo.Surgela división del trabajo que suple a un trabajo másartesanal y creativo. Idea del efecto cascada: dearriba caerá lariquezahaciaabajo.Treszarpazosalmodelo: Comunismo, nazismo y fascismo que sonantiliberales porque dicen que no tenía justiciasocial. Aciertan en el diagnóstico pero no en lasoluciónal cargarse losgrandes logros:democracia,legalidad, derecho humanos (derechos de primerageneración).Enel fondoesunavueltaa la sociedadfeudal. La Iglesia se aferra al modelo de sociedadfeudal (contra la libertad de conciencia…etc). Surgeasí el anticlericalismo. Secularización. Seincrementan las desigualdades. Los totalitarismosalvaguardan los derechos de segunda generación(vivienda, salud, educación… pero a costa de los deprimera.

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ESTADO DEL BIENESTAR Ricos que siguen siendo ricos

Inmensa clase media La inmensa mayoría.

Pobres

Exclusión, pero más reducida Estado del bienestar

Desarrollado en Europa sobre los 60 y en España sobre los años 80. Sobretodo aparece en el norte de Europa. El índice de desigualdad es más reducido, si bien los países con menor desigualdad han sido paradójicamente los países más generadores de desigualdad fuera. Establece un sistema de “ascensores sociales”, con permeabilidad y movilidad social bastante significativa con respeto a los demás sistemas. Se posibilita que alguien excluido sea integrado. Es una especie de red de seguridad para los caídos (prestaciones no contributivas). Establece una puerta ancha para que los excluidos puedan entrar y elimina barreras sin exigir unos estándares. Desaparece la cultura “meritocrática” y aparece la cultura de la dignidad

personal, donde los derechos no se merecen, simplemente se tienen. Recupera la idea de igualdad (marxismo y modelos colectivistas que la entendían como igualitarismo) y la idea de libertad (en un sentido menos individualista que el capitalismo) y las integra a través de la idea de la justicia social. Frente al contrato social donde la ley es lo máximo y el objetivo es la eficiencia, el modelo de bienestar se asienta en un pacto de solidaridad cuya base es la ética. Esta es la superioridad moral del modelo: el compartir de unos con otros. Los ricos con los pobres, los trabajadores con los parados, los sanos con los enfermos…

Grupo de ricos

Media alta

Clase media emergente

Media baja

Precariedad.

Bolsa de pobreza y exclusión social.

Respuesta más localizada geográficamente tras lasegundaguerramundial.Pretendelareconciliacióncon el modelo liberal sintetizándolo con elcolectivismo. Incorpora los derechos de primerageneración y de segunda. Tiene un déficit porqueparte de unos cimientos con un mundo muyirregular.Sehaexpoliadoaotroscontinentesparacrear el bienestar en unos pocos países. Lasdesigualdades se tienden a realizar fuera de laspropiasfronteras.Es un modelo más ético que el liberal (legalidad)porque se asienta en la solidaridad. El liberalpresentalaley,eldelbienestarhaceunpactosocialsolidario:losricostienenquecompartirpartedesuriqueza con los pobres. El interés general es másimportante que el particular. Los trabajadoresdebencotizarparasersolidarios.Lasolidaridadseinstitucionaliza. Es cierto que es un modelomanejadodeformaelitista.

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Problema: es una solidaridad y un bien en el interior de los países, pero no ocurre los mismo fuera. Es un modelo brindado ante las necesidades del sur… Un sistema autárquico. Consigue una redistribución inédita en la renta pero a consta de cerrarse a los problemas del mundo e incluso provocándolos en el exterior para enriquecerse. No hemos educado lo suficiente en estos principios. No hemos insistido los suficiente en el bien común de la colectividad. En este sentido la Iglesia debe de ser más clara y aportar su doctrina social. Neoliberalismo

Aparece en Norteamérica y supone un freno en seco al sistema del estado del bienestar y de alguna manera es una vuelta al feudalismo. Se vuelve a la concentración de poderes incluyendo el cuarto poder (mass media). También lo puede preparar el mismo estado del bienestar cuando infravalora al estado y desprecia a los cuerpos intermedios, incluyendo las Iglesias (para eso están los técnicos). Se aceptaba y se usaba el

voluntariado, pero todo se tecnificaba. El estado del bienestar miraba con cierto desdén a las Iglesias y a las ONGs. Por ejemplo, se eliminó a las asociaciones vecinales porque representaban un sector crítico (mediante políticas de subvenciones y el ofrecimiento de puestos en la administración a sus dirigentes). Así se desvertebra el tejido social. Es la tentación del estado del bienestar que prepara el neoliberalismo: el uso instrumental del tejido social, lo cual es una patología del mismo estado del bienestar que sirve como aperitivo del neoliberalismo.

El Neoliberalismo echa en cara al modelo del bienestar que es un modelo caro y que des-responsabiliza a los ciudadanos de sus obligaciones en cuanto se delega todo al estado. Esto objetivamente puede ser verdad. Se propició así una falta de responsabilidad ante lo público. Fomentando lo de todos que al final viene a no ser de nadie. La acometida económica e ideológica (sobretodo la escuela de Chicago y limitadas agencias creadores de opinión) contra el estado de bienestar ha sido muy fuerte. Es un marketing de ideas. Provoca la crisis del estado del bienestar y la propuesta del neoliberalismo que comienza en los años 80: estado mínimo (exclusivamente defensa nacional y la seguridad interior para la paz del libre intercambio) y libertad económica máxima. Lo demás es responsabilidad de ciudadanos responsables que no deleguen en nada ni en nadie para gestionar su vida. Se empieza a poner obstáculos a los “montacargas” gubernamentales que facilitan la transición de unos estratos a otros. Se suprime o se privatiza la renta asistencial introduciendo la cultura de la meritocracia frente a las cultura de los derechos. Se hace con un discurso moral seductor (hablar de deberes y no de derechos que conducen a la irresponsabilidad). El salto que hace el neoliberalismo es suprimir las puertas anchas y su sustitución por una puerta estrecha con escalones para promover la competitividad, para ejercitar a las personas. Para el neoliberalismo sin competitividad no hay desarrollo; la cultura

Super ricos

Clase media insegura

_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Bolsas de pobreza

creciente

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de los derechos atrofia las posibilidades personales. Aparece el “mantra” del emprendimiento: Hay que ser emprendedores. Es importante reseñar que ni “competitividad” ni “emprendimiento” son valores éticos como la solidaridad, el perdón, la justicia…etc. Se sacraliza la propiedad poniendo al bien común en función del bien individual. Estado mínimo, desregulación y protagonismo individual.

El punto de inflexión de este sistema es el 11S como símbolo. Se quiebra el neoliberalismo porque en el plano económico se apela al estado para sostener un sistema que no quería la intervención del estado. Así, tiene que ser el estado quien salve a los defensores del libremercado radical. Surgen preguntas: ¿Hasta qué punto los agravios económicos no inciden en el nacimiento de terrorismo internacional? En el momento presente tenemos un estado del bienestar en desmontaje, un sistema neoliberal en plena construcción y una gran incertidumbre delante. Los sectores más radicales se enfrentan incluso dentro de sus propios partidos. ¿Hacia donde vamos? La doctrina social de la Iglesia puede apuntar caminos en esta disyuntiva. ¿Cómo hay que articular otro modelo social? La enseñanza social de la Iglesia no es una tercera vía, pero sí puede dar ideales para orientar. En caso de necesidad todas las cosas son comunes (Santo Tomás). El mantra neoliberalista: a) Sacralización de la propiedad privada b) Reducción al máximo del estado c) Liberalización del mercado.

Pero hay cuatro mercados: 1. El mercado de mercancías. Supone el intercambio de bienes de consumo, pero el intercambio actual ha derivado en un mecanismo econométrico, matemático; hay realidades que están fuera de la posibilidad de intercambio: ancianos, enfermos… Cuidado con la sacralización de la justicia conmutativa (yo te doy tu me devuelves) porque hay que completarla con la justicia distributiva. A la síntesis entre ambas se ha llamado en la Iglesia justicia social, y está vinculada a la idea de igualdad. Generalmente no hay situación de igualdad en las relaciones mercantiles. No hay punto de equilibrio en el mercado como pretende el neoliberalismo. NO es verdad por vía de hecho; y por vía de lo deseable tampoco, porque el mercado no protege los intereses de los más vulnerables. El neoliberalismo se quiebra a partir del 11S. La ayuda del estado es reclamada incluso por las empresas más neoliberales. Es evidente que el estado no puede ocupar todo el espacio, pero tampoco lo tenemos que replegar convirtiéndolo en mero protector de la propiedad privada y los intereses geopolíticos de las naciones poderosas. 2. El mercado laboral (de servicios). Los más neoliberales, que son los que menos barreras quieren para el intercambio, son los que más barreras buscan poner a los flujos humanos migratorios. El mercado laboral también busca oportunidades, pero los neoliberales ponen unas normas muy estrictas de contra-contratación en el ámbito laboral. Este modelo liberal es selectivo: usa la

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libertad cuando le interesa y la restringe cuando no. No hay libertad para el tránsito de personas. El neoliberalismo es falaz y tramposo. Donde más cumple la libertad es en el siguiente mercado. 3. El mercado financiero. Esa libertad la tiene bien montada; no consiguen quitar los paraísos fiscales porque no les interesa. El tráfico de armas sigue siendo el primero y actualmente el tráfico de personas está superando al tráfico de armas. Ojalá hubiese trasparencia… pero no la hay. Tiene una fuerza tan brutal que se ha comido al resto de los mercados. La economía (disciplina que trata de la administración de la casa y de la satisfacción de las necesidades de sus habitantes) la hemos sustituido por la crematística, el lucro, no la prestación de servicio, sino la sacralización del lucro. Es evidente que una empresa debe ser rentable, pero una cosa es que sea sostenible y tenga beneficios y otra es caer en la “guerra de indecencia” que hemos caído. La economía se ha separado radicalmente de la ética y ha terminado de ser inhumana. La economía tiene que estar colgada de la política y la política tiene que estar colgada del tratado de los fines (la ética). El bien común es el objetivo. El bien común no es econometría (la suma de los bienes dividido por los miembros), sino que el bien común es economía comenzando por los más desfavorecidos. La política es quien articula y posibilita esos fines éticos. Sólo finalmente está la economía, que es una ciencia instrumental. Lo que ha ocurrido en los últimos años es que hemos desplazado la ética y la política y hemos convertido a la economía en un fin en si mismo que ha fagocitado la mano que le deba de comer. Es más, no la economía, sino una parte de ella: la econometría. El resultado lo estamos viendo y cada más una mayor parte de la sociedad no estamos sufriendo. 4. El mercado del conocimiento que hace referencia a I + D + I. Todo lo que le añade valor a algo por ser simbólico (p.e el cocodrilo de lacoste). Este mercado hasta hace poco no era considerado como tal, pero es probablemente el que genera más desigualdad porque está más concentrado que las mercancías, que el trabajo e incluso que el capital: muy poquitos países tienen el monopolio de las patentes y marcas. Cuatro países prácticamente tienen la exclusiva del conocimiento. En algunos ámbitos son cuasi monopolios (Apple y Windows, Boeing y Airbus…). No permite la rentabilidad social de los inventos: Por ejemplo, mientras que un coche viejo se rentabilizaba incluso donándolo, los ordenadores rotos o viejos no sirven para nada. La ropa se puede reciclar, la tecnología no es reciclable salvo que se desguace. Las cosas se quedan obsoletas en poco tiempo. El I+D+I no tiene rentabilidad social (aeronáutica, informática, energética, comunicaciones…) El desarrollo de los países tiene que ver con la introducción de las tecnologías y las comunicaciones que están en manos de muy poquitos.

¿Cómo se puede conjugar todo esto en el futuro para conformar una sociedad más justa, igualitaria.. más cerca del reino de Dios? Los apuntes de la doctrina social de la Iglesia son una gran pista. Tal vez esta trágica situación abra sin embargo nuevos horizontes. Estamos pasando de un momento de bloqueo ante el evangelio a un momento de mayor porosidad en la sociedad… hemos de caer en la cuenta del valor que tiene el evangelio como brújula e interpretación de la realidad para dar sentido a este mundo desorientado. La

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Iglesia podría ser vista como “madrastra”, pero la doctrina social borra esa imagen mostrando el rostro propositivo de la Iglesia. Es posible que esté empezando a verse el anhelo de otra cosa y a lo mejor también en la Iglesia estamos empezando a ser otra cosa… Benedicto XVI en Caritas in veritate aporta una visión completa de la relación estado - mercado - sociedad civil, y Francisco añade la centralidad de los pobres en Evangelium Gaudium. Sumados estos cuatro elementos nos dotan de un arsenal propositivo muy grande

Benedicto XVI apuesta por pasar del estado del bienestar a las sociedad del bienestar. El estado seguiría garantizado lo esencial, la protección de los más débiles, pero no debiera ser quien configure la realidad social porque ésta es mucho más rica que el estado y todo quedaría reducido a “estatocracia”. Se trataría de quedarse con lo mejor del estado del bienestar recuperando la sociedad civil que se había perdido por el camino. Esto conecta con el surgimiento de la conciencia ciudadana civil (15M, primavera árabe…) re-politizando la vida colectiva. Se trata de una nueva articulación de los tres actores: estado-mercado-sociedad civil evitando los maximalismos. No estatalicemos la vida social pero no suprimamos el estado; no desdeñemos el mercado pero no los sacralicemos… estado sí, como garante de derecho, distribuidor de renta y protector de los vulnerables pero no como fiscalizador de la vida de los ciudadanos. Mercado sí como espacio de satisfacción de necesidades pero no a como sacralización del lucro, de los beneficios a toda costa, del cortoplacismo. Es la sociedad civil, lo que tradicionalmente se ha llamado “los cuerpos intermedios” (familia, colectivos, iglesias…) los agentes de esta transformación. Antes fueron las asociaciones de vecinos, los clubs, ahora aparecen ante la nueva realidad con nuevas estructuras: plataformas, colectivos, redes… pero en resumen se trata de formas legítimas de revitalizar la sociedad civil de forma creativa.

Junto a ello, el papa Francisco incorpora los pobres, la justicia social. Sumando los tres aportes de Benedicto y el de Francisco, ya tenemos nuestro propio discurso, no sólo de protesta, sino también de propuesta. Es nuestro propio relato de lo que ocurre y el camino que ofrecemos. Estamos en un momento muy interesante donde la sociedad civil está empezando a coger vigor.

3.Globalizaciónomundializaciónyglobalismo(acepcióneconomicista).

La dimensión economicista ha fagocitado a las demás dimensiones. Es un fenómeno nuevo e inédito en la historia de la humanidad. Al menos no se vive con la misma intensidad los acontecimientos de esta época como los vividos en otras (Pe. El desarrollo industrial de 1870-1900). Las guerras generan un proceso de contracción del comercio internacional. Hoy es paradójico que haya una cierta vuelta al medievo (enroque en dos posicionamientos antagónicos: occidente democrático frente al islam). Cuando

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hay un posicionamiento único fuerte, se produce una contracción; situaciones de crisis generan repliegue de la globalización en algunas zonas mientras que en otras se producen éxodos masivos. Paradojas de la globalización: Aldea cada vez más interrelacionada e interdependiente y a la vez más fragmentada. Cualquier pequeño movimiento puede generar un gran movimiento en otra parte del mundo (el efecto mariposa). Nunca hemos estado tan cerca los seres humanos de dar soluciones globales a problemas que afectan a toda la especie humana, pero nunca hemos estado al borde de hacernos tanto daño los unos a los otros. Es un mundo repleto de esperanzas y de amenazas. Habría que tomar conciencia del principio de la universalización que propuso Kant: para que las cosas sean buenas tienen que ser universalizables. Veamos algunas notas originales de la globalización: Ð Es universal: afecta a todo el planeta. En otros momentos hubieron ciertos

avances, pero generalmente fueron localizados (al norte). La globalización afecta a todo el planeta, si bien es cierto que con modulaciones e intensidades diferentes. La globalización no afecta lo mismo en todos sitios, pero ciertamente la interdependencia planetaria es general.

Ð Es inédita. Es un elemento novedoso, un signo de los tiempos. Jamás se ha dado en la historia. Es un destello que también está parasitado de “anti signo”. Tiene una dimensión de gracia y otra de desgracia, pues también hay globalización de la indiferencia, no sólo de la solidaridad. La globalización nos puede hacer más cercanos pero no más hermanos. Existe el riesgo real de que nos deshumanice.

Ð Multi-veloz: tiene muchas velocidades y no es uniforme en todas las

religiones. Se pierden tradiciones y surge el miedo a la pérdida de elementos identitarios (pe. El respeto a los mayores).

Ð Irreversible: no hay marcha atrás, lo cual hace pensar. El sentido y la

orientación de este movimiento es vital porque si no se elige bien puede ser catastrófico. La globalización se ha colgado del modelo neoliberal y esto la hace peligrosa.

De las múltiples dimensiones que tiene, la dimensión económica ha sufrido

en los últimos 15 años una transformación profundísima. Dos ejemplos. El capitalismo hasta los noventa del siglo pasado y desde ahí hasta el 2015 en que estamos. No hemos articulado todavía mecanismos de supervisión y evaluación. Vamos como en un caballo desbocado… la realidad económica va disparada muy por delante de nosotros, faltándonos elementos objetivos para monitorizar adecuadamente la realidad.

El capitalismo clásico del siglo XX: Parte de un capital inicial y con una persona emprendedora que arriesgaba ese capital con expectativa de ganancias mediante creación de puestos de trabajo con la respectiva cotización a la seguridad social, el pago de impuestos y una producción que si había éxito, provocaba crecimiento y bienestar: creación de más puestos de trabajo, más riqueza…ganancia…etc. El ahorro estaba localizado en la región

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donde se emprendía. Es un modelo idealizado que no hay que sacralizar, pero que es viable si no se pervertía y se acomodaba dentro de un comportamiento ético.

El capitalismo del siglo XXI: el capital se invierte no en productos bienes, sino en acciones que busca un beneficio más rápido y fácil sin tener que pasar por lo costoso de poner en funcionamiento una empresa y esperar años antes de los beneficios. Pero el beneficio económico especulativo NO produce puestos de trabajo, ni redistribución de la riqueza; no paga impuestos para revertir en la sociedad (muchos dinero se guarda en paraísos fiscales); se multiplica el capital pero sin crear puestos de trabajo, sin mejorar la calidad de vida de la gente de la región, deslocalizando el capital para evitar impuestos (paraísos fiscales)… y todo ello a golpe de ordenador, sin naves industriales, ni máquinas, ni trabajadores… todo inmaterial. No hay economía real sino virtual; incluso el empresario puede ser virtual. Se multiplica la riqueza, pero el dinero está en el mundo de las transacciones financieras. El 90% del dinero del mundo es dinero virtual, es decir, inmaterial. El capitalismo del siglo XXI se ha transformado completamente convirtiéndose en una fábrica especulativa donde es imposible saber dónde está el dinero. Es el cambio más brutal en la historia del capitalismo desde sus orígenes. Capitalismo crematístico frente al económico.

La economía siempre ha sido la ciencia de redistribuir recursos escasos para lograr la solución de los problemas comunes. La crematística es pura avaricia. La economía real genera problemas y tensiones pero genera riqueza compartida, mientras que la economía virtual elude los problemas de relaciones sociales a costa de empobrecer a la mayoría para que una minoría se haga cada vez más rica. El empresario abandona progresivamente la economía real sustituyéndola por la economía virtual e impersonal. Esta mutación es tan profunda que no hay mecanismos suficientes para monitorizarla… ni siquiera en la doctrina social de la Iglesia.

Este sistema queda seriamente “tocado” con las crisis de 2007 (aunque los inicios son anteriores) que nos introduce en el nivel macro, con inestabilidad política y conflictos estratégicos, porque este modelo no era sostenible. Se abren muchos interrogantes y una incertidumbre a cerca de la orientación que debe adquirir la economía. Hoy día, al menos, nadie defiende la liberalización absoluta de los mercados como se defendía antes. Se ha visto que esto ha sido una desgracia. Necesitamos reguladores; otra cosa es hasta qué punto se debe regular, pero la regulación es absolutamente necesaria para superar el fracaso del sistema económico virtual. El modelo del futuro tiene que ser distinto por necesidad, pero ha de ser un modelo totalmente diferente a los anteriores, que eran modelos cerrados, tanto los socialistas como los capitalistas o neoliberales. El modelo que hay que construir no parte de un presupuesto cerrado preconcebido ni de una teoría abstracta. No hay un cuadro perfectamente definido hacia el que caminar (ideologías preconcebidas). Se construye por “teselas”, como piezas de un puzle que hay que ir rellenando hasta acabarlo. Aunque no tengamos el cuadro doctrinalmente cerrado (son tantas la variables que es imposible), sí tenemos, al menos, la orientación.

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Vamos a ver ahora qué elementos han facilitado esta trasmisión del método capitalista. Para algunos esto empieza a producirse a principio del siglos XX. Pío XI ya escribió la Quadragessimo anno (1931), dos años después de la crisis del 29. Entonces se temía que fuera el fin del capitalismo. Los sistemas económicos (capitalismo, comunismo) tienen carácter totalizante. Los periodos críticos de recesión se han solido solucionar con guerras porque las guerras aceleran la productividad. ¿Estamos en guerra ahora? En términos clásicos no, pero el papa dice que esta es la situación. La quadragesima anno ya empieza a hablar del imperialismo internacional del dinero, y prevé los riesgos que tiene una economía dejada a su libre arbitrio. Pero no será hasta final de los 80 cuando aparezca el neoliberalismo, que explota en el siglo XXI. El primer batacazo es el 2001 y la crisis financiera del 2007. Veamos algunos elementos que han sido los facilitadores de esta transición de modelo:

1. la caída del muro de Berín en 1989. La caída del comunismo dejó al capitalismo sin modelo alternativo. “There is no alternative” (TINA). Esta es la instauración del pensamiento único y la homogeneización el pretendido paraíso en la tierra que si no está todavía, al menos estamos aspiramos a lograrlo. El horizonte o la meta universal pretendía ser la misma para todos aunque hubieran diferentes modelos de desarrollo. Desaparecen las ideologías o al menos se pretende que desaparezcan, y aparece la postmodernidad. Incluso valores como la solidaridad se convierten en “solidaridad indolora”. Algunos la llaman la sociedad líquida o gaseosa. Predomina lo débil, lo contingente, desaparece el reino de los fines y surge la cultura de lo instrumental, la sacralización de los protocolos, de los procedimientos. Esto coincide con la dogmatización de la economía, que deja de ser un instrumento para convertirse en fin en si misma. La ética nos habla de los fines, su desaparición convierte los instrumentos en fines. Esto acelera el individualismo desconectado del resto de la sociedad. Caen las ideologías y las utopías (aunque fueran distopías), pero caen. (El invento de las web www. y la no intervención de las potencias internacionales cuando el conflicto en Tiananmen).

2. La multiplicación de entidades supraestatales no sometidas a control. Desde los años 80 se han multiplicado las transnacionales que operan en distintos países y que no están sometidas a control público y democrático. Los poderes públicos pueden hacer poco, los consumidores no pueden hacer prácticamente nada. Esto es peligrosísimo. P.e. en el tema de la seguridad. Un policía malo tiene unos deberes y unos obligaciones normativizadas. Pero un agente de seguridad privada no está bajo esa normatividad. La trampa se hace mucho más fácilmente en el ámbito de lo privado que de lo público, que representa al bien común. Hay un descuido en lo que se puede hacer entre privados. Incluso no sometidas a control público en cuestiones de cohecho o soborno entre particulares. Esto se ha legislado ahora. P.e la externalización de servicios libraba al estado de responsabilidad. Hay

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más protección cuando se trata de lo público que cuando se trata de lo privado.

3. La pérdida de poder de los estados, sobretodo en el campo de la

economía (el estado mínimo). El estado liberal trata de adelgazarse pero sin incrementar simultáneamente las fuerzas de las organizaciones públicas interestatales (por ejemplo la ONU. FMI…)

4. Translocalización del trabajo y del capital (los factores productivos). Se

provoca una fractura en los territorios sobre la mano de obra, las materias primas, el transporte, los clientes, la economía… El capital y el trabajo se translocalizan de tal manera que no ayudan a ningún territorio.

5. El influjo de la industria cultural, en concreto a la industria de los video

juegos que crean pensamiento único y universal, alentado con la industria del cine, los medios de comunicación… En cualquier parte del planeta son conocidos ciertos personajes que se hacen globales. Así se unifica el pensamiento introduciendo dos anti-valores: una cultura machista y de competitividad, no de cooperación. La violencia se presenta como un facilitador de consecución de objetivos.

Resumiendo la globalización económica: liberalización, privatización,

desregulación, deslocalización. Esto ha generado nuevos ricos con fondos de inversión pero sin industria ni producción como las nuevas formas de riqueza. Se ha producido una fractura en el mundo del trabajo. Las sociedades desarrolladas se caracterizan por el maltrato y la precarización del sector primario (ganadería y agricultura) y del trabajo. Nota: Los tres sectores de la economía o sectores productivos. Sector primario, que comprende aquellas actividades relacionadas directamente con los recursos naturales sin que éstos se transformen, dedicadas solamente al desarrollo de los mismos. Incluye la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería, etc. 2. Sector secundario o industrial, que abarca todas las actividades que transforman físicamente las materias primas o bienes en otros más aptos para el consumo. Estas actividades fabriles son muy diversas: energía, textil, metal, maquinaria, química, electrónica, automóvil, y un largo etcétera. La clasificación tradicional incluye la construcción, pero debido a la gran importancia de esta industria y a sus particularidades, con frecuencia se la considera de manera independiente. 3. Sector terciario o de servicios, que engloba al resto de actividades no incluidas en las categorías anteriores, caracterizadas por proporcionar la prestación de servicios, y no bienes tangibles: comercio, enseñanza, sanidad, transporte, comunicaciones, turismo, banca, etc.

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Según Castel hay trabajadores autoprogramables (idiomas, tecnologías, versátiles) y los trabajadores prescindibles. (no idiomas, sin acceso a las tecnologías de la comunicación y sin poder trabajar en ámbitos diversos, es decir, sin ser versátiles). Esto ha llevado a la dualización del sistema laboral. La pérdida de significatividad de los movimientos sindicales, que surgieron para defender los derechos de los trabajadores han acabado defendiendo los propios derechos de sus afiliados y de su misma organización cuando tendrían que internacionalizarse y defender a los no trabajadores de todo el mundo.

Donde se dan las mayores contradicciones es en el mercado emergente más fuerte que es el mercado del conocimiento y la información: cultura, patentes y marcas. La brecha más fuerte es la brecha digital, por eso hay que facilitar el acceso a todo el mundo. Quien controla el mercado de la tecnología tiene una fuerza impresionante. En cuanto a la globalización política hay una paradoja: el debilitamiento de los estados (los estados nación nace en el siglo XVIII) y la multiplicación de localismos y nacionalismos. Para muchos autores estamos en la “glocalización”, que integraría el cosmopolitismo y la reivindicación de las señas identitarias locales. Es una ecuación sobre cómo integrar lo macro y lo micro. El mundo es global pero de atomización compleja.

Dentro de lo político está también la externalización de las decisiones. El margen de maniobra es limitado, muy limitado porque hay decisiones que ya no son competencia de los gobiernos. El concepto de soberanía se ha debilitado. La descentralización y desconcentración del poder. Integrar esto es otro gran desafío. La falta de democracia interna en los organismos internacionales. Aparecen nuevos desafíos globales como el hambre, la ecología… o lo solucionamos juntos o no podemos solucionar el problema. Es la primera vez que hay conciencia de globalidad para que el mundo sea sostenible porque el sufrimiento de uno perjudica al final a todos.

Un nuevo actor son los movimientos sociales. Hasta los años 90 el tercer

sector era el sector de las ONGs que se encargaban de problemas parciales y concretos, con el cambio de siglo entran en crisis, se estanca y se esclerotiza porque falta financiación y se dedicaban al mantenimiento de ellas mismas (institucionalización) y la inquietud deriva en nuevos movimientos sociales en la ciudadanía democrática. Las ONGs, afrontan el secuestro de los carismas, perder la frescura del carisma, la inmediatez, por culpa de la burocratización…

4.Crisiseconómicofinanciera.Ideología,causasydesarrollo.

Presupuestos que explican la crisis económico-financiera 2007-2008.

Se había dado por sentado como dogma de fe que el crecimiento económico era ilimitado… renta per cápita, producto interior bruto… iba en constante aumento. Como esa idea era fija, se pensaban que las crisis eran coyunturales y pasajeras porque el sistema estaba ya muy asentado (el fin de la historia, de Fukuyama). No podían negar las crisis, pero eran consideradas contracciones muy temporales y coyunturales que no afectaban al modelo.

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La economía era siempre expansiva… etc etc. Ningún economista de los premio Nobel fue capaz de prever la crisis. Esto provocó la disminución del precio del dinero, es decir, los tipos de interés bajaban. En España no había límite de tiempo hipotecario como en otros países. Si tengo dinero es fácil prestar incluso arriesgando. Pero si tengo poco dinero el funcionamiento de la economía se afina.

El punto de origen fue en los EEUU y en la política de la reserva federal que bajó mucho los tipos de interés. Esto provocó que muchas personas que no tenían acceso a la vivienda la tuvieran, especialmente los afroamericanos y los latinos. La banca comenzó a conceder crédito a estos colectivos. Se prestó dinero a personas con poca capacidad económica para comprar viviendas, sabiendo que tal vez esas personas no pudieran devolver los préstamos. La expectativa era que el precio de la vivienda siguiera creciendo. Aquí está la perversión. Se conseguía más si los pobres no podían devolver el dinero que si lo devolvían porque el tipo de interés era bajo. En caso de no devolver el dinero, los bancos contaban con recuperar la vivienda con mayor valor de cuando fue comprada con el préstamo del banco.

Que ocurrió. Que el precio de la vivienda empezó a bajar. Se depreció el valor de la vivienda y esto vino de la mano de la imposibilidad de los sectores pobres de hacer frente a la deuda de la vivienda. Los bancos se encontraron sin la recuperación de los préstamos y con casas con menos valor del que tenían, con lo cual se descapitalizaron, tanto los bancos como los pobres.

Pero esto sólo no provocó la crisis. Los bancos también jugaban en el mercado especulativo. Hay uno que se llama de renta variable. Y dentro de estos hay uno de alto riesgo. Los bancos juegan con las acciones en renta variable y en el paquete de acciones (que no se llaman acciones sino que es por simplificarlo) venían paquetes con la venta de casas que habían hecho (el típico pagaré firmado)…. Estos paquetitos empiezan a circular entre bancos que se lo compran y venden… Estas operaciones venían avaladas por otra gran perversidad, la segunda: las agencias de calificación de riesgo, que son como los notarios del sistema financiero que evaluaban los patrimonios en función de la credibilidad y solvencia. Las agencias de calificación de riesgo eran cómplices de las entidades financieras.

En el momento en el que se abre el paquetito se descubre el fraude y se constata que la economía virtual había eclipsado a la economía real. La economía se contrae y se instaura la desconfianza en todo el sistema. Se deja de prestar dinero también entre los bancos. El dinero se paraliza, se ahorra en lugar de invertir, el paro aumenta… Otra perversión más: se hacen paquetes crediticios muchos más complejos… y de nuevo las agencias vuelven a certificar como máxima calidad paquetes que eran basura… esto aumenta el escepticismo que sumado a la corrupción política y demás problemas, hunde totalmente el sistema…

Aparece el RESCATE. Si el 11S fue la primera puñalada al neoliberalismo, la segunda viene con los rescates con fondos públicos de las entidades financieras para que pudieran sobrevivir y resistir la tormenta. Es

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dinero de todos rescata a los ladrones, usureros y mentirosos. La banca comercial puede ser moral, pero otra cosa es la banca de inversión. A partir de los años 80 las reglas de Basilea que tenía regulada la banca, decide liberalizar y dejar un gran margen de maniobra a la banca de inversión y mantener los controles a la banca comercial. Como el motor del crecimiento era la banca de inversión (que se creía ilimitado), se decidió desregularizarla y dejarla a su albedrío. Una de las ideas tras la crisis fue recuperar las normas de Basilea… pero todo ha quedado en nada.

Surgen inquietantes preguntas: ¿Es libre el poder político? ¿Está en el

fondo controlado por el poder económico? El sistema financiero tiene secuestrado al poder político. La política ha sido fagocitada por la economía. Hay que recuperar el valor de la ética. Se hace necesaria una democratización de las instancias internacionales y la creación de instancias reguladoras internacionales reconocidas por todos y que tengan capacidad coercitivas. Estos son los retos. Sociedad civil (cuerpos intermedios en la jerga de la doctrina social de la Iglesia). Mercado, estado y sociedad civil de forma equilibrada. Estos son los tres actores según Benedicto XVI (mercado, estado y sociedad civil en armonía y sin desequilibrios) y esto enfocado a los pobres (Francisco) con visión planetaria.