análisis de la política económica en torno a la deuda

66
1 Análisis de la política económica en torno a la deuda externa con los Organismos Multilaterales de Desarrollo: una mirada a los casos de Colombia y Ecuador entre 2007 y 2016 Alejandro Sandoval Osorio Directora de proyecto: PhD. María del Pilar Ospina Grajales Pereira, noviembre de 2019 Programa de Negocios Internacionales Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas Universidad Católica de Pereira

Upload: others

Post on 28-Jun-2022

7 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Análisis de la política económica en torno a la deuda

1

Análisis de la política económica en torno a la deuda externa con los Organismos

Multilaterales de Desarrollo: una mirada a los casos de Colombia y Ecuador entre

2007 y 2016

Alejandro Sandoval Osorio

Directora de proyecto:

PhD. María del Pilar Ospina Grajales

Pereira, noviembre de 2019

Programa de Negocios Internacionales

Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas

Universidad Católica de Pereira

Page 2: Análisis de la política económica en torno a la deuda

2

Tabla de contenido

Resumen ........................................................................................................................................ 4

Capítulo I: Problematización .......................................................................................................... 6

Justificación ................................................................................................................................. 16

Objetivo General .......................................................................................................................... 17

Objetivos específicos ............................................................................................................... 17

Capítulo II: Marco teórico ............................................................................................................ 18

Desarrollo económico: una perspectiva desde los Organismos Multilaterales de Desarrollo. ..... 18

Política exterior económica: los alineamientos estatales ............................................................ 21

OMD: Deuda externa y condicionalidad ................................................................................... 22

Capítulo III: Metodología ............................................................................................................. 26

Capítulo IV: Análisis de resultados .............................................................................................. 30

Colombia y Ecuador: dos políticas exteriores alineadas con sus bases políticas ......................... 30

Colombia: la política exterior económica puesta al servicio de la Seguridad Democrática y la

internacionalización del Proceso de Paz y el multilateralismo ............................................... 30

Ecuador: la internacionalización de la Revolución Ciudadana ............................................... 36

Deuda externa pública y resultados de administraciones diferentes ........................................... 42

Colombia entre el crecimiento de la deuda y la confianza de los OMD ................................. 42

El Ecuador entre los impagos, restructuraciones y cambios de acreedores ............................. 47

Capítulo V: Conclusiones............................................................................................................. 54

Referencias .................................................................................................................................. 61

Page 3: Análisis de la política económica en torno a la deuda

3

Agradecimientos

A YHVH por ser fuente de fortaleza.

Quiero agradecer de manera muy especial a mi directora de tesis María del Pilar Ospina por

el constante acompañamiento, la rigurosidad académica y la ampliación del conocimiento.

También a mis profesores de pregrado Bárbara Pincowsca Cardoso, Antonio Jiménez,

Alexandra Suárez, Gloria Stella Salazar y Stefanny Echeverry por ser ejemplo de calidad

académica y sentido humano.

Por sus aportes valiosos quiero agradecer a los profesores Luis Espinosa y Pablo Hidalgo.

Por último, quiero mencionar a mi inspiración interna: Liliana, Ricardo, Idaly, Ligia,

Santiago, Sandra, Hugo, Cordelia, Mauricio, Carlos, Alfonso, Alba, Andrea, Sebastián y

Yuly.

Page 4: Análisis de la política económica en torno a la deuda

4

Resumen

Este proyecto analiza en perspectiva comparada la administración de la deuda externa en

Colombia y Ecuador en el periodo 2007-2016 con mención especial en los Organismos

Multilaterales de Desarrollo (OMD). Primero, se abordan los conceptos clave para entender

la visión de los OMD respecto al desarrollo económico, la condicionalidad de los préstamos

externos y cómo los Estados formulan su política exterior económica. Luego, mediante una

metodología de carácter cualitativa, se analizan las administraciones en dos grandes

escenarios: el primero, la política exterior económica de Colombia y Ecuador en ese

periodo: sus alcances, alineamientos, revisiones y retórica alrededor de su posición en el

mundo y de forma particular con los OMD. El segundo tiene que ver con las decisiones en

torno a la deuda externa pública: los valores adeudados, las decisiones de los pagos y la

relación con los acreedores de la deuda externa pública. Finalmente, en las conclusiones se

analiza si las decisiones diferentes de ambas administraciones y sus retóricas disímiles,

logran cambiar el rumbo de la deuda externa pública en términos estadísticos, pero también

en términos de economía política.

Abstract

This project analyzes in a comparative perspective the administration of the external debt in

Colombia and Ecuador between 2007 and 2016 with special mention in the Multilateral

Development Organizations (MDO). Firstly, it explains the key concepts to understand the

vision of the MDO regarding economic development, conditionality of external loans and

how States formulate their economic foreign policy. Then, through a qualitative

methodology, administrations are analyzed in two large scenes: the first, the colombian and

ecuadorian economic foreign policy in that period: their scope, alignments, revisions and

rhetoric around their position in the world and particularly with the MDO. The second is

about their decisions regarding public external debt: the amounts owed, payment decisions

and the relationship with creditors of public external debt. Finally, in the conclusions, it

analyzes whether the different decisions of both administrations and their dissimilar

rhetoric, can change the course of public external debt in statistical terms, but also in

political economy terms.

Page 5: Análisis de la política económica en torno a la deuda

5

Palabras clave

Deuda externa, Organismos Multilaterales de Desarrollo, Política Exterior Económica,

condicionalidad, alineamientos geopolíticos.

Keywords

External debt, Multilateral Development Organizations, Economic Foreign Policy,

condionality, geopolitical alignments.

Page 6: Análisis de la política económica en torno a la deuda

6

Capítulo I: Problematización

Este problema de investigación se sustenta en la importancia histórica que han

tenido los Organismos Multilaterales de Desarrollo (OMD) desde su origen hasta la

actualidad. Particularmente, la problematización se centra en la relación de estos

organismos con dos países de América Latina, Colombia y Ecuador respectivamente entre

los años 2007 y 2016 en referencia con el tema de la deuda externa. En aras de este

propósito, es preciso realizar un recorrido histórico de estos organismos –para este caso el

Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- y abarcar el problema de

investigación desde los Estados nacionales mencionados en función de sus relaciones

internacionales y manejo de la política económica, contextualizada mediante la gestión de

la política exterior.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) son

instituciones internacionales fundadas, en principio, con el propósito de llevar a cabo el

proceso de recuperación de Europa y más adelante, son las llamadas a gestionar un nuevo

orden económico global. Los objetivos de estas organizaciones son interpretados desde sus

definiciones y origen. Aunque las funciones pueden ser variables, la misión principal de

cada organización continúa siendo, por una parte, asistir en el equilibrio de la balanza de

pagos a los países miembros y evitar las crisis económicas globales, función del FMI y por

otra, el BM tiene como propósito el desarrollo de programas sociales tendientes a la

reducción de la pobreza y la mejora del bienestar económico y social (Enríquez, 2007).

El FMI y el BM nacieron en Bretton Woods, New Hampshire, en Estados Unidos en

1944 como resultado del acuerdo de 44 países en la Conferencia Monetaria y Financiera de

la Organización de las Naciones Unidas, que buscaban prevenir nuevas crisis globales. Su

intención, aunque también era la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial,

buscaba un sistema internacional estable que impidiera los desarrollos cíclicos de las crisis

económicas.

En su concepción original, las instituciones del Sistema Financiero Internacional,

estaban fundadas sobre los supuestos del economista inglés John Maynard Keynes. La

orientación keynesiana del FMI, que subrayaba los fallos del mercado y el papel del Estado

Page 7: Análisis de la política económica en torno a la deuda

7

en la creación de empleo resumía la inspiración teórica del organismo (Stiglitz, 2002).

Como lo señala Enriquez (2007), la estructura de la Teoría Keynesiana se sustentaba en 4

grandes pilares que merecen ser explicados toda vez que eran las ideas institucionales de

ambos Organismos Multilaterales de Desarrollo.

El primer pilar era una gestión global del sistema financiero y monetario

sistematizada. Esta columna integraba de manera estructural las finanzas y los asuntos

monetarios porque proponía no sólo un banco que propiciara liquidez para que los países

encontraran el pleno empleo y el crecimiento, sino también una moneda unificada en la que

se dieran los términos de esos préstamos. El banco entonces financiaría a los países con una

balanza comercial deficitaria porque Keynes era consciente que ese déficit significaba un

superávit en otra parte del mundo.

El segundo era la necesidad de institucionalizar los fondos. La mejor manera de

hacerlo era la creación de organismos internacionales sólidos que, a raíz del Plan Marshall

y otras iniciativas para reconstruir Europa, habían demostrado que los emisarios de esos

fondos debían tener reconocimiento y gestión internacional. Esta propuesta fue canalizada

con la creación tanto del FMI, como del BM.

El tercer pilar era la estabilización de precios de algunos insumos, que años más

tarde se canalizaría a través de la Organización Mundial del Comercio. Al respecto de la

anterior afirmación, es necesario precisar que existen versiones encontradas si se piensa

primero que esta organización surgió de un Acuerdo (General Agreement on Tarffis and

Trade – GATT) casi 6 décadas después de los postulados Keynesianos y segundo, que

dichos postulados ya habían encarnado en la extinta Organización Internacional del

Comercio. Este pilar además contemplaba la creación de una moneda cuyo valor era dado

por 30 de los principales insumos del mundo.

Y el último de los pilares era la asistencia técnica en materia de cooperación. Al

igual que lo que sucedía con el tercer pilar, este también „engendraría‟ un Organismo

Multilateral de Desarrollo (en adelante OMD y que denomina a instituciones

internacionales que de formas diferentes promueve sus concepciones de desarrollo): el

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Su antecesor era precisamente el

Page 8: Análisis de la política económica en torno a la deuda

8

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Económico, que no concentraba

recursos de mayor cuantía.

Estos postulados keynesianos, son claves en el análisis, porque como veremos más

adelante, las funciones de ambos organismos rompieron esquemas con esta alineación y se

enmarcaron en otras teorías e ideologías económicas con estrategias diferentes. Uno de los

aportes más valiosos de la Teoría de Keynes es que en el tiempo de la Guerra Fría, estaría

“diferenciado tanto de la economía de libre mercado como de la planificación centralizada”

y promovería “una planificación macroeconómica orientativa, cuyo fin era alcanzar el nivel

de demanda global efectiva correspondiente al equilibrio con pleno empleo, recurriendo –

de ser necesario– a la inversión pública” (Nemiña y Larralde, 2018).

Según el propio FMI, su principal misión “consiste en asegurar la estabilidad del

sistema monetario internacional; es decir, el sistema de pagos internacionales y tipos de

cambio que permite a los países y a sus ciudadanos efectuar transacciones entre sí” (FMI,

2018) y según el Banco Mundial su función es que “trabaja en todas las principales esferas

del desarrollo: proporciona una gran variedad de productos financieros y asistencia técnica,

y ayuda a los países a enfrentar los desafíos mediante el intercambio de conocimiento”

(BM, s.f.).

Si bien las funciones de ambos organismos son diferentes, se puede decir que sus

propósitos son complementarios si se considera que estas dos instituciones son promotoras

de una concepción particular de desarrollo. Ambas apuntan a lograr el desarrollo sobre todo

en los países pobres o en los países en crisis mediante una amplia promoción de la

globalización económica a través de procesos de liberalización de mercados, privatización

de empresas y demás elementos referentes a las reformas estructurales que promueven.

Lichtensztejn (2012) sostiene que ambos organismos tienen una relación dispar y se

deduce una subordinación del Banco Mundial ante el Fondo Monetario Internacional.

Cuando estas instituciones se fundaron, al FMI le correspondían las cuestiones de

estabilidad financiera y la estabilidad cambiaria, y al BM le correspondían los planes para

lograr el crecimiento económico a mediano y largo plazo con temas afines con desarrollo

como infraestructura y saneamiento básico que contribuyeran a la reducción de la pobreza.

Page 9: Análisis de la política económica en torno a la deuda

9

Luego, el Fondo Monetario Internacional incursionaría en dos tópicos que habían sido

objeto de los propósitos del Banco Mundial: la reducción de la pobreza y los créditos a

largo plazo, lo que desencadenaría una subordinación y un cruce de objetivos en el que el

FMI consiguió mayor apoyo del mundo desarrollado y que no le dejó un margen de

maniobra amplio al BM.

Más allá de la subordinación mencionada, las acciones de ambas instituciones

parecían entremezclarse. El Banco Mundial adoptó la función de realizar ajustes

estructurales, pero sólo lo hacía con la aprobación del FMI, que en teoría sólo se

concentraba en el manejo de las crisis económicas y la estabilidad financiera y cambiaria.

No obstante, como en los análisis del mundo en desarrollo desde los organismos

internacionales la ayuda es uno de los motores del despliegue económico, el FMI se volvió

parte de la agenda permanente de estos países e interlocutor clave en los procesos de

reformas económicas.

El FMI entonces, tenía inicialmente la misión de trabajar las cuestiones

macroeconómicas de los países dentro de los cuales intervenía: deuda externa, inflación,

balanza comercial, política monetaria y presupuesto. Por su parte, el Banco Mundial debía

encargarse de los asuntos estructurales: en qué gastaba el gobierno los recursos públicos, el

mercado laboral y las políticas de comercio. Pero el FMI interpretó entonces que casi todos

los problemas estructurales generarían problemas macroeconómicos y que por ende

terminarían siendo asuntos de su responsabilidad y de esta manera amplió su campo de

acción e ignoró los debates al interior del BM (Stiglitz, 2002).

Después de haber expuesto el origen de ambas instituciones internacionales, es

preciso referir que la intervención de estos organismos en América Latina ha sido

significativa. La relación con cada uno de los Estados sobre los que han tenido influencia,

ha estado notablemente condicionada por la tendencia política de cada gobierno. Por eso, si

bien podemos identificar los alcances de los OMD en América Latina, también es cierto

que cuando se analizan los periodos de gobierno de forma individual, se encuentra que el

contacto con los organismos ha estado supeditado a las afinidades de los gobiernos con

estas instituciones.

Page 10: Análisis de la política económica en torno a la deuda

10

Como en su primera década de existencia el FMI se concentró en préstamos para la

reconstrucción de Europa, aunque algunos países de América Latina acudieron al Fondo

para solicitar ayudas, los préstamos eran calculados en las reservas al 25% del aporte y no

incluían condicionalidad. Para la década de 1950, los países de América Latina se

organizaron a partir del Modelo de Sustitución de Importaciones, que centraba sus

esfuerzos en balanzas comerciales superavitarias, no mediante promoción de exportaciones,

sino mediante un recorte a las compras internacionales, lo que, sin lugar a dudas, terminaría

recortando las exportaciones de otros países. En adición, el FMI encontró que los países

que si se diagnosticaba falencias en términos macroeconómicos, debía entregar unas

condiciones en las que los países encontraran las soluciones. Pese a esto, fue en esta década

que iniciaron los créditos Stand-by que pretendían controlar la inflación y el déficit externo

y que eran empréstitos de más fácil acceso para los países de bajos ingresos con déficits en

la balanza de pagos.

Entonces, por ejemplo cuando los países eran diagnosticados en sus índices

macroeconómicos con excesivos consumo e inversión, déficits monetarios y balanzas de

pagos negativas, se calculaba, por ejemplo, cuál debía ser la emisión monetaria del país en

cuestión (Nemiña y Larralde, 2018).

América Latina se había interesado mucho por los préstamos a largo plazo del BM y

hasta ese momento también veía con buenos ojos los controles que ejercía el FMI por los

controles de capital porque evitaba dispersiones de los fondos y preveía las denominadas

reglas fiscales que posteriormente se incluirían en los paquetes de condicionalidad que

servían como guía macroeconómica para los Estados que utilizaban sus servicios.

Ya para los años 60, el sistema de Bretton Woods empezó a presentar algunas

falencias. No sólo se reflejaban en los modelos proteccionistas de América Latina, sino en

países como Japón y los países de Europa. La sobreproducción de ambos estaba poniendo

en negativo la balanza comercial de Estados Unidos y se puso en jaque el dólar como

moneda de transacción internacional y de reserva para los Estados. Sumado a lo anterior, la

baja internacionalización de los procesos en los países en desarrollo y el débil aliento que

produjo la inyección de capitales que sólo se destinaban al consumo interno, aumentó la

restricción externa.

Page 11: Análisis de la política económica en torno a la deuda

11

La década de los 70 marcó un antes y un después en el Sistema Financiero

Internacional y en los OMD. Tras el deterioro de la confianza en el dólar Estados Unidos se

pronunció.

En 1971, Estados Unidos anunció la suspensión temporal de la convertibilidad del

dólar con el oro. Durante los dos años subsiguientes, los países europeos

mantuvieron la paridad de sus monedas contra el dólar estadunidense, pero en 1973

el gobierno estadunidense determinó una nueva devaluación de su moneda y los

países europeos rompieron con las paridades de sus monedas respecto al dólar, lo

que dio el golpe final al acuerdo de Bretton Woods (James, 1996, p.214).

Además de romperse la paridad cambiaria, en 1973, el embargo de los Países

Exportadores de Petróleo a las ventas de dicho insumo a Estados Unidos, generó un

ambiente internacional complejo. Por un lado, Estados Unidos pretendió luchar contra esa

medida creando un cártel de países consumidores. Sin embargo, los países industrializados

que dependían del insumo para mantener su productividad, empezaron a ver números en

rojo debido a las alzas en los precios. El FMI proyectó el desequilibrio y creó una línea de

crédito llamada oil facility que le permitía a los países industrializados apalancar su

producción. Este servicio financiero fue suspendido en gran medida al cártel anteriormente

mencionado.

El exceso de liquidez de los países industrializados supuso una búsqueda de rentas.

Los dueños de grandes capitales depositaron sus ahorros en bancos occidentales y estos,

también con exceso de liquidez, buscaron nichos de colocación. El dinero finalmente

llegaría desde los bancos en occidente hacia el mundo en desarrollo, lo que posiblemente

deslegitimó y reemplazó la función –por lo menos parcialmente- de los OMD.

Sin embargo, estos organismos tuvieron un importante repunte entre finales de los

70 y principios de los 80. “La crisis que se desencadenó en la región a principios de la

década de 1980 dio comienzo a un complejo período de desequilibrios y ajustes que, en la

mayoría de los casos, llevó a los países a emprender reformas estructurales encaminadas a

configurar economías más estables y más integradas al entorno internacional, capaces de

crecer de modo significativo y sostenido” (CEPAL, 1996, p.7).

Page 12: Análisis de la política económica en torno a la deuda

12

Esas reformas estructurales eran guiadas por los OMD y ya ampliamente en juicio

por varios expertos lo que más preocupaba era una inestabilidad generalizada en el mundo

y la incapacidad del mundo en desarrollo para cumplir con sus obligaciones. Finalmente

México en 1982 declara la cesación de pagos y el desenlace de una crisis que duraría toda

la década. Esta década sería conocida por el mundo –e incluso por organismos como la

Comisión Económica para América Latina- como la década perdida para América Latina.

Los años siguientes fueron especialmente importantes para América Latina y en

general para los países en desarrollo. El FMI, por ejemplo, empezó a ofrecer créditos a

largo plazo –algo que era función inicial del BM-. Según Frenkel y Avenburg (2009) esta

década ese organismo desempeñó tres posiciones paralelas: primero, siguió siendo

proveedor de financiamiento, segundo, promovió y coordinó las negociones entre deudores

y acreedores como bloques, y tercero, exigó el cumplimiento fidedigno de sus condiciones.

En los ochenta, cuando lo países de América Latina iniciaron el llamado

„endeudamiento agresivo‟, se mezcló con baja competitividad, crecimiento lento, crisis

económicas, déficits y sobretodo la preocupación de los impagos de los países en

desarrollo, llevó al fracaso de planes para solventar deudas y conseguir el crecimiento

económico proyectado. Los OMD repuntaron para jugar un papel protagónico en la crisis.

Pero muchas de las coordinaciones en las negociaciones venían aventajadas para los

acreedores. “En este sentido, 79% de los acuerdos del FMI suscritos entre 1983 y 1990

incluyeron algún tipo de condicionalidad favorable a los bancos, cuando en el periodo de

1974-1982 ese porcentaje fue de sólo 20%” (Nemiña y Larralde, 2018, p.289).

La década de los 90 fue una lección de economía para los países en desarrollo. Los

OMD continuaban con sus líneas de crédito abiertas bajo condicionalidades y sus márgenes

de acción difuminados, pero esos antecedentes no los eximían de continuar cerrando tratos

con el mundo en desarrollo. “Con la recurrencia de las crisis, se agudizaron las críticas a la

intervención del FMI, desde el progresismo se le criticaba que aplicara la misma receta para

cualquier país, sin importar sus características particulares, y que sus grandes paquetes de

financiamiento constituyeran en la práctica un rescate para los acreedores externos”

(Nemiña y Larralde, 2018, p.298).

Page 13: Análisis de la política económica en torno a la deuda

13

El cierre del siglo XX y comienzos del XXI estuvo colmado de críticas a los OMD.

Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, escribió en el año 2002: que medio siglo

después de su fundación, el FMI no ha cumplido con la razón por la que fue fundada. No

hizo lo que supuestamente debía hacer: aportar dinero a los países que atravesaran

coyunturas desfavorables para permitirles acercarse nuevamente al pleno empleo (Stiglitz,

2002).

Estas críticas –a diferencia de tiempos pasados- ya tenían todos los insumos para

juzgar –al igual que los OMD para defenderse-. La crisis del Este Asiático, la transición de

Rusia a la economía de mercado, la crisis de la deuda en América Latina, el cierre de

créditos en África y la estrecha relación con el sistema financiero privado generaron fuertes

críticas así como un sinfín de preguntas acerca del posicionamiento de América Latina en

todo este proceso, las respuestas de los gobiernos de turno y las implicaciones para la

estructura económica de los países que asumieron sin reparo las recetas económicas de los

OMD.

Si bien el análisis de la relación OMD-Estados puede ubicarse de manera global,

hay algunos casos que son particularmente llamativos. Como se ha expuesto anteriormente,

la relación de América Latina con los OMD logró unir los momentos más álgidos de la

política con la planeación y la organización económica. Vale entonces la pena preguntarse

si todos los Estados se alinearon con las políticas de los dos grandes y globales OMD: el

BM y el FMI o sí en efecto hubo algunas resistencias a sus propuestas.

Entonces, después de algunos periodos de homogenización en la región producto de

bruscos cambios de gobernabilidad, entrado el siglo XXI, dos Estados vecinos confrontaron

su visión de la política social, de sus prioridades en gobernanza y también de sus

referencias en el sistema internacionales. Colombia y Ecuador además de permitir un

contraste entre la derecha y la izquierda política, dio lugar a una comparación con la

alineación internacional. El balance de la „seguridad democrática‟ y la „revolución

ciudadana‟ puso a la región en una situación que no se limitó a examinar políticas públicas

sino a gestionar de manera distintas sus relaciones exteriores.

Page 14: Análisis de la política económica en torno a la deuda

14

De manera particular, Colombia y Ecuador durante el siglo XX logran entrar en la

amplia clasificación de América Latina si consideramos dos elementos: primero, que

durante el periodo 1975-1980, en el que el excedente de liquidez de los bancos occidentales

fue puesto en países de América Latina, Ecuador aumentó su deuda externa pública 636,7%

y Colombia 169,5%. Y segundo que la deuda de Colombia y Ecuador para el año 2007 era

de 57.003 millones de dólares (Contraloría General de la República, 2007) y 10.544,90

millones de dólares respectivamente (Samaniego, 2017). Colombia y Ecuador tenían

comprometido su PIB 9,71% para el pago la deuda externa (Banco de la República de

Colombia, 2019) y 20,6% (Banco Central del Ecuador, 2015). Según el Banco Central del

Ecuador (2019). En el año 2007 la deuda externa pública del Ecuador representaba el

20,8% y la de Colombia el 7,6% del Producto Interno Bruto. Y según el Banco de la

República de Colombia (2019), para el año de finalización de este análisis (2016) la deuda

del Ecuador había aumentado al 30,4% mientras que la colombiana al 25,1%.

Sin embargo, en el año 2007 Ecuador rompe una línea ideológica y política y es

elegido Rafael Correa como presidente de la República. Este giro hacia la izquierda

contrastó con el modelo político tradicional de Colombia; mientras en Ecuador se gestaba

la denominada „Revolución Ciudadana‟ que se materializaría con la Constitución Política

de 2008, Colombia iniciaba el segundo mandato de Álvaro Uribe Vélez con una política

centrada en el debilitamiento militar de las guerrillas y la seguridad democrática y que en

buena medida permitía la continuidad en el poder de la derecha.

También es válido agregar que el análisis en Ecuador entre los años 2007-2016 sólo

incluye un gobierno, mientras que en Colombia el periodo abarca también el gobierno de

Juan Manuel Santos que, si bien presentó algunas diferencias con el gobierno de Álvaro

Uribe, no resalta en apariencia por significativos cambios en el manejo de la política

pública económica y de manera particular, tampoco en el manejo de la deuda externa.

En dicho contraste entre Colombia y Ecuador entonces, se pretende analizar si en

los modelos políticos antagónicos, el cambio en términos generales de la línea de política

exterior y el discurso político hacia los OMD, se puede evidenciar un cambio en la gestión

de la deuda externa pública con los OMD.

Page 15: Análisis de la política económica en torno a la deuda

15

De este modo, es valioso hacerse la pregunta: ¿Cómo se configura la política económica en

torno a la deuda externa con los Organismos Multilaterales de Desarrollo en Colombia y en

Ecuador entre 2007 y 2016?

Page 16: Análisis de la política económica en torno a la deuda

16

Justificación

La relevancia de este proyecto radica en el análisis comparativo de dos países de

América Latina, Ecuador y Colombia respectivamente, en referencia a los discursos de

gobiernos y las decisiones que se tomaron en materia de política económica y deuda

externa. En esta perspectiva, este trabajo toma relevancia, toda vez que, para países de

América Latina, es imprescindible tratar con cuidado la deuda externa dentro de los ítems

del gasto público, esta administración estatal de los recursos, libera una gran cantidad de

oportunidades para la protección social, infraestructura y demás servicios provistos por los

Estados, pero también puede ser un gran condicionante y captador de recursos

condicionados y producto del relacionamiento con los OMD y sus interferencias en la

planificación de la política económica nacional.

Este estudio toma relevancia porque contrasta dos visiones de los asuntos públicos y

al mismo tiempo analiza cómo la esfera internacional alinea las decisiones de gobierno

hacia intereses de organismos multilaterales, pero también evidencia que los discursos

contrarios a los paradigmas de ciertos organismos, significa una renegociación crediticia

con otros acreedores y otros organismos. Es importante entonces para la administración

pública, para las relaciones y negocios internacionales y para los sectores afines a la

economía porque señala las diferencias de los modelos y encuentra, a través de estudios de

posiciones de política exterior, las decisiones que se toman de inserción en el plano

internacional y cómo el intercambio con los organismos internacionales está sujeto a los

cambios y posicionamientos ideológicos de la política doméstica. Razón por la cual, se

ponen en contraste dos países en un período de tiempo en el que presentan tendencias

antagónicas frente al alineamiento con los OMD, y por tanta es importante indagar como

dichas posturas se traducen en discursos y decisiones sobre la deuda externa.

El ejercicio comparativo es relevante en el contexto de América Latina porque logra

contrastar dos procesos políticos en materia exterior. Si bien en la gobernanza interna los

procesos de ambos Estados resultaron antagónicos e incluso generaron marcadas

diferencias en el marco de organizaciones internacionales, también es cierto que –como

veremos más adelante- la política exterior es precisamente la proyección del proceso de

gobernanza interna en el sistema internacional y lo valioso es comparar en cifras, pero

Page 17: Análisis de la política económica en torno a la deuda

17

también es contenido discursivo si en el escenario internacional se comportaron

sustancialmente diferente como se presume que lo hicieron al interior de cada Estado.

Objetivo General

Analizar la política económica de Colombia y Ecuador en torno a la deuda externa con los

Organismos Multilaterales de Desarrollo entre 2007 y 2016

Objetivos específicos

1. Describir históricamente y en perspectiva comparada la política exterior económica

de Colombia y Ecuador

2. Analizar las decisiones gubernamentales relacionadas con la deuda externa en

ambos países objeto de este estudio

3. Aportar al debate de las relaciones internacionales en el marco del relacionamiento

de los Estados latinoamericanos con los organismos internacionales.

Page 18: Análisis de la política económica en torno a la deuda

18

Capítulo II: Marco teórico

Este marco soporta la estructura conceptual del proyecto al ampliar de manera

teórica la comparación de las políticas económicas de Colombia y Ecuador referente a la

deuda externa entre los años 2007 y 2016. Es preciso hacer un recorrido conceptual de los

ejes macro que logran cubrir este tema para entender cómo la toma de decisiones ejecutivas

amparaba una gran cantidad de factores políticos, económicos e ideológicos.

El sustento teórico abre la posibilidad de discusión entre las conceptualizaciones. Si

algo caracteriza este tipo de temas, es que si bien pueden existir objetivos en común, las

diferencias conceptuales son tan amplias, que se terminan enfilando esfuerzos hacia

propósitos antagónicos. De manera que, si el concepto que se despliega es desarrollo

económico, aunque las diferentes visiones apunten a lograrlo, la diferencia en su

entendimiento es tan abismal y disímil, que puede suceder que los esfuerzos por contrastar

ambos procesos, terminen en la periferia y no en el tema núcleo.

Esto supone entonces un estricto análisis de las ideologías de economía política de

ambos países y también una presentación de las defensas teóricas y académicas, pero

también de las objeciones y resultados contrastados. Es por eso que resulta prioritario

abarcar desde la teoría económica, para empezar a evidenciar qué ideas de los términos

tienen los actores que influyen en este proyecto.

Desarrollo económico: una perspectiva desde los Organismos Multilaterales de

Desarrollo.

La concepción y las visiones de desarrollo y en particular su relación con la

economía, resultan indispensables en el análisis de las proyecciones que tienen autores,

académicos, economistas y los propios OMD. Incluso si nos interesase hacer un recorrido

académico por las definiciones y posturas aportadas por los estudiosos de las ciencias

sociales, es importante contrastar y profundizar acerca de las versiones del desarrollo

económico que tienen los Organismos Multilaterales de Desarrollo.

Primero, es necesario abordar el desarrollo en sí mismo. Jiménez (2014, p.2)

sostiene que “se asimiló que el concepto de desarrollo sólo puede darse plenamente si es a

Page 19: Análisis de la política económica en torno a la deuda

19

partir de una concepción previamente especificada de justicia social” Otro punto, que no es

contrario, pero varía en el núcleo de la definición. Sen (2004, p. 5), en cambio, sostiene que

es desarrollo puede concebirse “como un proceso de expansión de las libertades reales de

las que disfrutan los individuos […] La atención en las libertades humanas con las visiones

más estrictas del desarrollo como su identificación con el crecimiento del producto nacional

bruto”

Esta última definición da camino al concepto desarrollo económico. Si bien

evidencia un papel antagónico en las visiones de desarrollo, relaciona que gran parte de los

esfuerzos del desarrollo, han ido encaminados a crecimientos económicos sostenidos, a

altos niveles de renta y poder adquisitivo.

Es importante señalar entonces que no existe una sola visión del concepto de

desarrollo y tampoco de los métodos para lograr el desarrollo económico. De manera

general se podría partir de una definición global del desarrollo económico que enunciara los

elementos que lo componen y que generalmente son puntos comunes en las definiciones.

“el desarrollo económico, aparte de ser un factor económico, debe tener una elevada

capacidad de transformación de las condiciones determinantes, en lo institucional y lo

material, de la vida económica, social y cultural del país” (Castillo, 2011, p.1). Luego, el

pensamiento del desarrollo implica per se pensarse de forma amplia y estructural.

Una primera visión de este concepto nos la brindan Gillezeau Berrío, y Ávila

Gutiérrez, (2006) cuando plantean que “el desafío fundamental es construir una amplia y

durable estabilidad, no solamente monetaria; sino de desarrollo general”. En perspectiva

contraria, Casas, (2017) brinda la que para él explicaría la visión de desarrollo que visualiza

el Fondo Monetario Internacional al decir que al FMI no le interesa ni el desarrollo

económico, ni el crecimiento de los países porque si fuera así, se enfocaría en la corrección

de los equilibrios internos y no en los externos. Según el autor es en el encuentro de

equilibrios internos donde radica el potencial económico a largo plazo porque allí está la

solidez de la conformación del producto nacional.

Una visión que se centra en otros aspectos referentes al concepto de desarrollo que

mantienen las instituciones del sistema financiero internacional, pero no es contraria a la de

Page 20: Análisis de la política económica en torno a la deuda

20

Casas y es la que nos ofrece Enríquez, (2010) cuando expresa que la evolución del

pensamiento que promueven el FMI y el BM presenta múltiples diferencias y se sujetan a la

dinámica de la estructura de la economía mundial y de manera particular a sus coyunturas

por lo que se permite inferir que las concepciones se ligan a la valorización, revalorización

y acumulación del capital a escala planeta.

Una lógica antagónica a la expuesta por los organismos multilaterales, mostraba

Amarthya Sen según London y Formichella, (2006). Las autoras sostienen que “Sen, (…)

brinda un punto de vista no tradicional sobre el desarrollo, con el propósito de interpretar el

rol que juega la acumulación de capital humano en general y la educación en particular en

el proceso de Desarrollo Económico de una sociedad” (Sen y Formichella, 2006, p.18).

Es importante también puntualizar en el punto que tienen las Naciones Unidas sobre

el desarrollo económico. Este último se convirtió en uno de los tres objetivos –junto con la

paz y la seguridad y los derechos humanos- principales de la ONU y de manera particular el

desarrollo con sostenibilidad. Para esta organización la principal característica que

comparten los países adelantados económicamente es el nivel de renta ligado a la

distribución. Esto aumenta el nivel de prosperidad de su población. (Expertos de las

Naciones Unidas, 1968). Esta visión parece ser contrastada por Llorente (2015) cuando

afirman que la inversión de recursos no genera de forma mecánica desarrollo y que

tampoco la existencia de crecimiento por esos factores garantiza el desarrollo porque no

necesariamente implica reducir la desigualdad ni aumentar la calidad de vida.

Enríquez (2010) hace una crítica al paradigma de desarrollo al señalar que el

entendimiento del desarrollo excluyente de tópicos sociales y medioambientales, lo

relacionó con el crecimiento económico y el bienestar material y en materia internacional

con roles políticos orientados por el liberalismo. Este punto de vista es más reciente y no

dominó el pensamiento de las líneas económicas en el siglo XX. Una postura nueva ha

revelado una concepción que va más allá del progreso económico y sus esfuerzos se han

centrado en el estímulo de sectores sociales, principalmente aquellos marginados de los

planes nacionales. (Borda, 2014).

Page 21: Análisis de la política económica en torno a la deuda

21

Política exterior económica: los alineamientos estatales

En inicio, es importante definir el concepto de política exterior bajo el cual se tendrá

en cuenta la relación de los Estados con los organismos multilaterales de desarrollo.

Calduch (1993) señala que la política exterior debe aislarse de 3 definiciones que, si bien

componen la política exterior de un país, no lo son en sí misma.

La primera cuestión que debe aislarse de la definición exclusiva de política exterior,

es la limitación de su capacidad únicamente al poder ejecutivo y las decisiones

gubernamentales. Si bien hay funciones que encabeza el ejecutivo por regla general –entre

ellas el endeudamiento del Estado-, es cierto que los Estados contemporáneos se han

concebido también con sistemas jurídicos de check and balance y que incluso los órganos

sociales logran relacionarse con la sociedad internacional.

La segunda es una definición que se ciñe únicamente a la acción exterior y desprecia

el control y evaluación de resultados. Hay quienes consideran la política exterior

únicamente como el conjunto de acciones de un Estado con otras entidades en el plano

internacional (Reynolds, 1971). Incluso hay quienes limitan la política exterior a la

diplomacia o la guerra.

Finalmente, existe una tercera confusión y es la de no relacionar el comportamiento

del Estado con su función interna y desconocer una dinámica expansiva que nace en el seno

del Estado y se proyecta en la escena internacional.

Respecto a lo anterior, es necesario mencionar que las relaciones internacionales

han dedicado parte de su esencia a preguntarse por su conceptualización y rara vez se

utilizan las políticas públicas como insumo de política exterior y como lo menciona Borda

(2014), la política exterior es en esencia una política pública. Esta política, debe ser llevada

a escala local, nacional, regional y global en la que se añaden actores internacionales.

De esto podemos inferir que la política exterior es “aquella parte de la política

general formada por el conjunto de decisiones y actuaciones mediante las cuales se definen

los objetivos y se utilizan los medios de un Estado para generar, modificar o suspender sus

relaciones con otros actores de la sociedad internacional” (Calduch, 1973, p.3).

Page 22: Análisis de la política económica en torno a la deuda

22

Si nos referimos a las relaciones que esa política exterior entrelaza con la economía,

no son impropios los apuntes de la relación del comportamiento del Estado en temas

domésticos con enfoque internacional. Existe una diferenciación entre aquellos países que

siguen el mencionado Consenso de Washington y demás doctrinas del neoliberalismo

económico y aquellos que optan por caminos alternativos. Como lo señala Stiglitz (2012) el

fundamentalismo de mercado, también denominado neoliberalismo, es una ideología que va

más allá y según el autor, esta intentó cosechar beneficios particulares. Más allá de las

posturas críticas que puedan existir, resulta cierta la distinción entre el comportamiento de

aquellos Estados que sostienen estrechos lazos con los OMD y los que rompen la línea en

términos políticos. La diferenciación, como se mencionó anteriormente, surge también en la

organización económica del Estado. En el título siguiente, se explicará qué condiciones

imponen los OMD para conceder deuda a los Estados.

La economía entonces ha jugado un papel concluyente en la delineación de la

política exterior de los Estados y opera tanto o más que las relaciones diplomáticas o el

conjunto de acciones producto de la guerra porque el comportamiento sostenido y

generalizado es determinante para la concepción de la política exterior. La relación con los

OMD, sus principales socios comerciales, sus exportaciones o el seguimiento de

lineamientos de política económica internacional son ejemplos de los componentes de lo

determinantes.

OMD: Deuda externa y condicionalidad

Los organismos multilaterales (FMI y BM) han recomendado a los países

acreedores realizar unos ajustes en políticas macroeconómicas. Algunas de ellas eran

“mantener una balanza de pagos positiva, mantener la estabilidad cambiaria,

responsabilidad fiscal, mayor construcción de infraestructura para la producción y

reducción de obstrucciones a exportaciones e importaciones”. Estas recomendaciones, si

bien seguían el llamado Consenso de Washington (Gómez, 2015), se dividían en tres tipos:

cambiaria, fiscal y monetaria. En principio, en el tipo de cambio con el patrón oro, los

organismos multilaterales se enfocaron en encontrar estabilización cambiaria. Pero como lo

señala Lichtensztejn (2012), hubo cambios posteriores mucho más precisos.

Page 23: Análisis de la política económica en torno a la deuda

23

“Las bases de un sistema de relaciones económicas internacionales equilibradas

radicarían, en definitiva, en el equilibrio interno de cada uno de los países asentado en un

control del lado de la demanda agregada y el manejo adecuado de los ajustes cambiarios.

Sobre estas premisas es que concretamente, el FMI se había orientado a tratar los

desequilibrios financieros y de pagos con el exterior. Pero ahora pasó también a incursionar

en la búsqueda de soluciones a los procesos inflacionarios nacionales, cuestión no

contemplada expresamente entre las funciones que se le asignó en Bretton Woods”

(Lichtensztejn, 2012, p.15)

Referente a las otras 2 políticas, se señala que las recomendaciones del FMI se

centraban en la devaluación de la moneda en política cambiaria y en políticas fiscales y

monetarias restrictivas con prioridad a recorte de gasto público y contracción de la base

monetaria para aumentar saldos exportables y recortar importaciones.

Litchtensztejn (2012, p.16) también aporta que “en el campo fiscal, el FMI

cuestionaba el crecimiento desproporcionado de los gastos públicos respecto a sus ingresos,

buscando un menor déficit público”

Gómez (2015), profundiza el concepto y añade que el FMI tenía una actitud más

propensa a ayudar a los países necesitados, pero cambiaría su orientación hacia las

conocidas reformas estructurales, llamadas así porque tenían la intención de modificar la

estructura del Estado de manera tal que sea financieramente sostenible, pero con políticas

específicas que los Estados debían implementar, todo orientado por el dogma, de que el

desarrollo de los Estados debía ser directamente proporcional a su apertura a los mercados

internacionales.

Sobre esta última condicionalidad Stiglitz (2002) hace fuertes críticos y señala que

la condición de los OMD sobre los Estados de abrirse a los mercados internacionales debía

ser paulatina y orientada por las capacidades de cada país y no con una receta única para

todos los acreedores de dichas instituciones. Estos requisitos no han quedado exentos de

críticas. Si bien es cierto que las políticas de los OMD se han caracterizado por utilizar una

misma receta para todos los casos, Perry (2017) precisa que el grado de influencia de estas

Page 24: Análisis de la política económica en torno a la deuda

24

instituciones ha sido menor en los países que han tenido buen acceso a los mercados

internacionales y que han obtenido amplios beneficios en el mercado cambiario.

En adición a las ya criticadas condiciones de los OMD en temas macroeconómicos,

surgió de forma más prolija el que se convertiría en el eje central de la relación OMD-

Estados: el endeudamiento. La deuda externa pública encontró en los ejercicios

multilaterales la forma más rápida de encontrar Estados dispuestos a comprometer sus

recursos, pero además, muchos Estados se sintieron atraídos por la confianza que les

generaba que una institución regional o global, les recomendara cómo manejar la economía

que -a excepción de unos pocos- generalmente estaba en crisis.

Es en este punto cuando se mezclaron condicionalidad y deuda. Los OMD

generaron grandes recomendaciones a los países a los que asistían en las que les sugerían

que altos niveles de liquidez y de gasto corriente evitarían crisis y mantendrían estables los

indicadores macroeconómicos. Sin embargo, cabe resaltar que la condicionalidad de los

préstamos incluía un diseño de gastos y pagos que, en la mayoría de los casos, sólo el

acreedor realizaba.

Los países en crisis o en vía de desarrollo (los dos grupos de clientes por excelencia

de los préstamos de los OMD) solicitaban préstamos de diversos tipos y a diferentes

acreedores y esto permite definir líneas de política exterior: mientras que los países

deudores del Banco Mundial se preocupaban más por la inversión social, los deudores del

Fondo Monetario Internacional se preocupaban más –o tenían más problemas- por la

estabilidad macroeconómica.

Los montos públicos adeudados por los Estados a organismos internacionales o a

otros países configuran incluso una línea de delimitación de la política exterior toda vez que

cumple con los requisitos anteriormente planteados (dependencia de las ramas del poder,

alcances y control de resultados y acciones por fuera de la diplomacia o la guerra). Esta

línea además incorpora elementos teóricos de las relaciones internacionales porque como

sostiene He (2008), existen relaciones directas entre las lógicas neorrealistas y neoliberales

y la institucionalidad. Estas relaciones se ejercen en aras, por ejemplo, de perseguir la

seguridad legitimada por instituciones internacionales mediante la dependencia económica

Page 25: Análisis de la política económica en torno a la deuda

25

de los países en desarrollo y las presiones que ejercen los países desarrollados a través de

dichas instituciones.

Gstöhl (2007) dedica también parte de su estudio y plantea una posición de

institucionalidad diferente: afirma que los países industrializados tienen la necesidad de

confiar en otros actores internacionales –ya sean países en desarrollo u organizaciones

internacionales- para la gestión de problemas globales y logra liderar esas soluciones

mediante la cooperación o el alivio de las deudas externas del mundo en desarrollo.

La deuda externa de los Estados con acreedores internacionales contribuye al

entendimiento del accionar de los Estados o bloques en la escena internacional. El tema,

lejos de ser coyuntural, ha empezado a tomar tal relevancia, que Greaber (2011) sostiene

que los Estados-nación modernos están estructurados sobre el gasto deficitario y que la

deuda se ha convertido en elemento núcleo de la política internacional y doméstica.

Es necesario entonces evaluar algunos de los mecanismos que se han planteado para

sobrellevar la deuda externa en los Estados. Uno de los acuerdos internacionales más

importantes en materia de deuda externa es precisamente el Consenso de Washington que

según Gómez (2015) “pasó de ser una lista de reformas económicas que América Latina

necesitaba implementar para salir de la crisis de deuda en la que había entrado en la década

de los 80, para convertirse en el sistema internacional que hoy nos rige”.

Incluso Enríquez (2010) ha sostenido ampliamente que la función del FMI se

rediseñó hacia los mecanismos de renegociación de las deudas externas y su servicio el

América Latina. En estas renegociaciones se analizaron las condiciones de acreedores y

deudores y las deudas se ajustaron a las exigencias de la banca internacional.

Page 26: Análisis de la política económica en torno a la deuda

26

Capítulo III: Metodología

Este proyecto es un análisis de dos casos contrastando el comportamiento de la

política pública de Ecuador y Colombia referente a la deuda externa. La comparación de

dos países de América Latina se efectúa porque la tradición política, la ubicación

geográfica y la equivalencia de los documentos de política pública, permite diseñar una

comparación notable y definida, desde dos contextos políticos distintos, es decir, es una

análisis comparativo de dos casos diferentes. El análisis es de carácter cualitativo porque

involucra elementos de revisión documental e incluye algunos análisis cuantitativos para el

diseño de conclusiones toda vez que es relevante entender el comportamiento de las cifras

que acompañaron los procesos políticos y establecieron la comparación no sólo en términos

políticos y discursivos, sino también en análisis estadístico desde la deuda externa.

Después de una revisión del abordaje teórico referente a este tema, se establece que

el proyecto se debe sustentar en fuentes primarias mediante entrevistas semiestructuradas a

expertos en materia de endeudamiento externo, macroeconomía y economía política y

fuentes secundarias toda vez que la revisión documental es pilar importante para lograr

conclusiones acertadas.

Existe una herramienta metodológica de análisis mediante el cual podremos

dilucidar el contexto político y de manera particular la posición ejecutiva en términos de

política exterior y el análisis del contenido de los discursos. Es relevante aclarar que el

análisis no se refiere al análisis lingüístico de los discursos, sino propiamente al contenido

del mismo. Este análisis recoge los discursos en medios de comunicación y en comunicados

oficiales, pero también en organismos internacionales y de manera particular en los OMD.

Esta información permitirá poner en contraste dos visiones distintas sobre el Estado y sobre

la gestión y administración de la deuda externa, elementos que a su vez tienen un correlato

particular de acuerdos a las inclinaciones ideológicas y políticas de los gobiernos al frente

del poder ejecutivo.

El análisis evaluará las decisiones ejecutivas y -si existen y conforme a la definición

de política exterior anteriormente trabajada- también decisiones legislativas que pudieran

Page 27: Análisis de la política económica en torno a la deuda

27

respaldar o contrarias el comportamiento gubernamental en la escena internacional en

referencia directa a la deuda externa.

El proyecto tendrá dos categorías de análisis: la primera referida a la política

exterior económica a partir de la política pública. Esta categoría va desde lo general hasta lo

particular, es decir, primero inicia detallando la política exterior de ambos países, su

comportamiento en el contexto geopolítico y las relaciones internacionales que tejieron de

forma multilateral no sólo con los países de la región, sino también con sus socios

comerciales por el mundo y también la forma como se relacionaron con los OMD y a través

de ellos.

La segunda, referida al comportamiento de la deuda externa: acreedores,

mecanismos de pago, tipos de crédito, aumento o decrecimiento de la deuda y también, al

igual que en la categoría anterior, aquellos documentos y gestiones que desde la política

pública y desde las ramas del poder secundaran las decisiones respecto a este tema.

Para el procesamiento de la información, la herramienta de clasificación será Atlas

Ti. Este programa es útil para clasificar la información tanto por categorías de análisis, así

como para ordenar los documentos y la información que se recopilará.

Como se menciona también en el objetivo general, es esa deuda con OMD, aunque,

para ser concluyente en los elementos cuantitativos, es preciso incluir los otros actores

acreedores de Colombia y Ecuador. Los OMD más relevantes para este proyecto, teniendo

en cuenta la situación de ambos países y su posición latinoamericana, serán el Fondo

Monetario Internacional y el Banco Mundial. Estos dos actores no descartan ni eliminan el

análisis de contenido discursivo que se pueda dar en el marco de organismos como

Naciones Unidas o la Organización de Estados Americanos.

La comparación entre ambos países es realizable porque –además del diseño

metodológico- dos factores de fondo lo permiten: la primera tiene que ver con los dos

modelos de gobierno antagónicos. Ambas políticas internas fueron disímiles en el periodo

escogido (2007-2016) y la segunda razón es que este contraste se proyectó en el escenario

internacional, en la toma de decisiones de política exterior y en la relación que tuvieron

Page 28: Análisis de la política económica en torno a la deuda

28

ambos países tanto con los OMD, como con los Estados predominantes en estas

instituciones.

Metodología: Cuadro resumen

Categoría/

Concepto Dimensiones Fuentes de información

Técnicas para la

recolección de

información

Sistematización de

la información y

Análisis

Política

Exterior

Económica

Político – normativa

Discurso Político –

estatal

Discurso mediático

Acuerdos, tratados,

leyes, programas,

políticas pública

producidos en el nivel

doméstico sobre el tema

migratorio con

influencia del nivel

regional.

Fuentes primarias a

través de las visiones de

expertos en materia de

deuda externa, economía

política y

macroeconomía

Textos tales como: leyes,

decretos, circulares,

reglamentos, fuentes

Archivo

administrativo y

oficial

Entrevista semi–

estructurada

Análisis textual y

documental

Análisis de

contenido discursivo

Page 29: Análisis de la política económica en torno a la deuda

29

periodísticas y debates

legislativos producidos

en el nivel doméstico.

Deuda

Externa

Económico-estatal

Derecho

Internacional Público

Geopolítico

Artículos, estadísticas e

investigaciones

anteriores que sirvan a la

reconstrucción histórica

de los procesos de

endeudamiento externo

de los Estados a través

del relacionamiento con

Organismos

Multilaterales de

Desarrollo y otros

actores del Sistema

Internacional

.

Archivo académico y

administrativo

Entrevistas

semiestructuradas

Análisis textual y

documental

Page 30: Análisis de la política económica en torno a la deuda

30

Capítulo IV: Análisis de resultados

Colombia y Ecuador: dos políticas exteriores alineadas con sus bases políticas

Una marcada característica del comportamiento de los Estados nacionales en el

plano del sistema internacional, es la hoja de ruta que se trazan en materia económica. Si

bien el concepto de política exterior anteriormente desarrollado plantea una proyección de

la política interna en el plano internacional, también es cierto que hay decisiones que se

toman después de ser planificadas en la dinámica internacional, pero que también van en

línea con la corriente ideológica. Este tipo de decisiones de carácter económico que se

proyectan en el sistema internacional y que encuentran como variable explicativa las ideas,

son conocidas como política exterior económica. (Pose, 2018).

Existen en América Latina dos países que en la primera parte del siglo XXI

internacionalizaron su modelo de gobierno a través –también– de la búsqueda de alianzas

económicas estratégicas, de la alimentación de un discurso claro en torno a los países más

desarrollados y una relación supremamente transparente con organizaciones internacionales

económicas: Colombia y Ecuador.

Estos discursos perfilaron a estos dos países andinos en el escenario de la

contrastación: mientras que Ecuador escogió a un líder de izquierda en momentos en que

esa ideología ganaba gobiernos en América Latina, Colombia reeligió un presidente de

derecha. Ambos gobiernos antagónicos optaron por políticas exteriores disímiles,

alineamientos opuestos e incluso esas diferencias agravaron el contexto regional en relación

con el conflicto armado colombiano en la frontera ecuatoriana.

De este modo, ambos países son objeto de análisis de este capítulo en las decisiones

que tomaron en materia de relaciones exteriores y cómo se proyectaron en el mundo los

gobiernos de Rafael Correa, Álvaro Uribe y posteriormente Juan Manuel Santos.

Colombia: la política exterior económica puesta al servicio de la Seguridad

Democrática y la internacionalización del Proceso de Paz y el multilateralismo

El caso de Colombia en este análisis se diferencia del de Ecuador en cuestiones de

forma Cuando consideramos que en el periodo 2007-2016 incluye a dos gobiernos con

Page 31: Análisis de la política económica en torno a la deuda

31

acuerdos en el modelo económico, pero opuestos en asuntos políticos. Sin embargo, tanto el

gobierno de Álvaro Uribe, como el de Juan Manuel Santos sostuvieron una característica

común: que la política exterior de sus gobiernos fue dirigida por las banderas centrales de

su política interna. Una reflexión precisa es que ambos tomaron decisiones económicas en

el plano internacional con el fin de alimentar la internacionalización de sus grandes pilares

de gobierno.

Mientras que el gobierno de Álvaro Uribe puso la política exterior colombiana al

servicio de la visibilidad internacional del conflicto armado (Rojas, 2006), Juan Manuel

Santos realizó cambios sistémicos en la política exterior y tuvo dos escenarios fuertes: la

inserción de Colombia en las agendas internacionales y una construcción de liderazgo a

favor del proceso de paz (Sánchez y Campos, 2019), es decir, ya no sólo la visibilización

del conflicto armado sino también su superación en el marco de una amplia cooperación

internacional.

Existía un antecedente supremamente importante para el gobierno de Uribe Vélez y

era el inicio del Plan Colombia en 1999 en el que el gobierno estadounidense firmaría un

acuerdo de cooperación internacional con Colombia para el fortalecimiento militar del

Estado, la guerra contra las guerrillas y la lucha contra las drogas. Este antecedente

marcaba el inicio de la internacionalización militar del país, respondiendo a demandas

específica de los Estados Unidos (Borda, 2012) y también sería la garantía del país

norteamericano de tener un aliado en la región durante 15 años a cambio de un acuerdo de

financiación y apoyo a través de la implementación del Plan Colombia.

Justo después 9/11, Colombia eligió como presidente a Álvaro Uribe, un político de

impacto regional que había construido su campaña de gobierno en rechazo a las guerrillas

que operaban en el territorio, pero que también se sumó a la lógica de la lucha contra el

terrorismo que iniciaba en el mundo después de los ataques del 11 de septiembre. Una

relación clara de conceptos al dejar de reconocer a las guerrillas como actores políticos de

un conflicto armado interno en el marco de la Guerra Fría y clasificarlas desde entonces

como grupos terroristas. Esta distinción es fundamental para comprender una política

centrada en la seguridad y en la confrontación militar de estos grupos.

Page 32: Análisis de la política económica en torno a la deuda

32

Es relevante mencionar lo anterior porque como lo sostiene Ramírez (2011) el

Ministerio de Defensa tuvo un rol protagónico en el lineamiento de política exterior.

Mientras que la Cancillería se vio como un actor con menos dirección y más al servicio de

encontrar apoyo para el protagónico fortalecimiento militar del Estado, la autora sostiene

que Uribe mantenía una gran desconfianza por la diplomacia y se inclinó por el

bilateralismo con Estados Unidos.

El presidente Uribe y el presidente Bush iniciaban sus mandatos presidenciales

compartiendo aspectos fundamentales en la naturaleza de sus relaciones bilaterales. Uribe

había iniciado la lucha contra el terrorismo como bandera de gobierno al igual que Bush

aunque Colombia no terminaba de ser enfático en la lucha contra el terrorismo de forma

global y lo veía únicamente como un problema doméstico. De hecho, al inicio de su

gobierno, el presidente Uribe se reunió con Kofi Annan, Secretario General de las Naciones

Unidas, para hablar del conflicto armado y el terrorismo global, pero los alcances de esa

reunión se mantuvieron en secreto (Sandoval, 2002). Ese esfuerzo se esfumó rápidamente

por las grandes diferencias que surgieron entre los informes de Naciones Unidas y el

discurso que quería seguir considerando el gobierno colombiano. Fue así como Colombia

se desinternacionalizó de Naciones Unidas y también empezó a cerrar puertas parcialmente

al multilateraismo (Borda, 2012).

Sin embargo, si en alguna Organización Internacional estuvo presente Colombia en

el periodo de Álvaro Uribe, fue en la Organización de los Estados Americanos. Sólo 7 días

después del atentado al Club El Nogal en Bogotá en 2003, en el que las FARC habían

atacado uno de los clubes más importantes del país, Colombia ya había conseguido el

compromiso de los 34 Estados miembros para capturar a los responsables (Gómez, 2002).

Uno de los sucesos que permiten evidenciar la alineación que Colombia tuvo con

Estados Unidos en torno a su política exterior económica sucedió en el año 2003, cuando el

Congreso de Washington aprobó 463 millones de dólares para la lucha contra el

narcoterrorismo. (AFP, 2003). Este tipo de decisiones empezaban a perfilar al gobierno

Uribe como un gobierno ciertamente alineado con Estados Unidos por sus intereses

económicos y también con los actores económicos internacionales. Al respecto Rojas

(2006), plantea la naturalidad de que la política exterior sirva a los intereses nacionales,

Page 33: Análisis de la política económica en torno a la deuda

33

pero cuestiona el orden de prioridades en el Gobierno Uribe. De manera crucial, la

aprobación de esos fondos se dio justo después del explícito apoyo de Colombia a Estados

Unidos tras la invasión de Irak. Este primer antecedente marcaría la alineación de forma

fuerte el resto del gobierno.

Al tiempo que Bogotá y Washington estrechaban sus lazos en materia de lucha

contra el narcotráfico y el terrorismo, el resto de América Latina se alineaba en los

gobiernos con corte de izquierda. Esto naturalmente supuso que el gobierno de Uribe

tuviera que acercarse más a Estados Unidos para verse fortalecido y desligarse aún más de

la doctrina Respice Similia y Estados Unidos por su parte, vio la importancia de mantener

un aliado en la región. Por eso Galeano, Badillo y Rodríguez (2019) plantean que “es

posible observar que la estrategia de internacionalización del conflicto, durante los

gobiernos de Uribe, tuvo un éxito notable en cuanto a la capacidad para incluir a Estados

Unidos en la lucha, pero falló a la hora de justificar el apoyo a su labor entre los países de

la región”.

Si bien el Plan Colombia inició por el entendimiento de Bogotá de la dificultad para

ganar la guerra sin la ayuda de Estados Unidos y Estados Unidos de entender el conflicto

armado ya no como el peligro rampante del comunismo en América Latina, sino como la

transformación de algunos actores en el marco de la lucha contra las drogas, en el año 2004

se inicia el llamado Plan Patriota. Dicho plan consistía en recursos dirigidos con franqueza

y transparencia a la lucha contra el terrorismo de las guerrillas. Si algo había tenido

dificultades en el Congreso estadounidense, eran precisamente aquellas causas que sólo

parecían beneficiar a la población colombiana.

Lo anterior era sumamente tensionante para Colombia porque debía mostrar

esfuerzos y voluntad no sólo en los resultados de la lucha contra las drogas, sino también en

el apoyo incondicional a los Estados Unidos y su perspectiva global y regional para

América Latina.

En 2006 el presidente Uribe es reelegido sin el procedimiento electoral de segunda

vuelta. Mientras tanto, en América Latina se consolidaba la izquierda. Los presidentes

Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, Daniel

Page 34: Análisis de la política económica en torno a la deuda

34

Ortega en Nicaragua, L. Ignacio Lula da Silva en Brasil y Néstor Kirchner en Argentina

criticaban la posición de Estados Unidos en el mundo y desdibujaban la función de

Colombia en el plano regional.

En ese mismo año Uribe se había trazado dos grandes objetivos en la cercanía con

Estados Unidos que terminaron por confirmar su posición de alineamiento: la firma del

TLC y la aprobación de la segunda fase del Plan Colombia. En esa lógica durante esos 4

años Colombia debía estar particularmente unida con Estados Unidos e identificarse como

su aliado principal en América Latina. Ambos objetivos que buscaban intereses

económicos, moldearon la política exterior colombiana en el segundo periodo aunque

sufrieron profundas dificultades: mientras que el TLC sólo se aprobaría en 2011, después

de largas negociaciones y cuando Uribe ya había terminado su gobierno, el Plan Colombia

contó con algunos inconvenientes en el Congreso estadounidense de mayoría demócrata. La

segunda administración de Uribe invirtió valiosos recursos de política exterior en la

ejecución de la segunda fase del Plan Colombia que se terminaría aprobando con 1600

millones de dólares menos que la fase anterior (Borda, 2012).

Por otro lado, la relación de Colombia con sus vecinos atravesaba uno de sus peores

momentos. En 2008 el compromiso de la Seguridad Democrática llevó al Estado

colombiano a bombardear en suelo ecuatoriano a uno de los líderes guerrilleros más

importantes de las FARC. El ambiente político adverso en la región y la falta de diálogo de

ambos gobiernos, pusieron la política exterior colombiana con sus vecinos en un tenso

momento aun en el marco de la Cumbre de Las Américas.

El gobierno de Uribe terminó igualmente alineado con Estados Unidos y apoyó la

candidatura de su Ministro de Defensa Juan Manuel Santos que había dirigido toda la

operación de la Seguridad Democrática. Su política exterior empezó a girar hacia un

aperturismo progresivo (Galeano, Badillo y Rodríguez, 2019), alejado de su antecesor,

aspecto que incluyó las distenciones en las relaciones con los vecinos.

Algo característico de ese viraje, fue la inclusión de Colombia en nuevos temas

internacionales: los derechos humanos, el cambio climático, las energías limpias y una

nueva posición de la lucha contra las drogas. Adicionalmente, Colombia no se limitó con la

Page 35: Análisis de la política económica en torno a la deuda

35

ampliación de la participación en temas internacionales, sino que además incluyó nuevos

actores en sus procesos. La normalización de las relaciones con Ecuador y Venezuela, fue

el inicio de una doctrina más cercana con sus vecinos y que abrió ampliamente el camino a

los proyectos del gobierno en perspectiva internacional y la suma de aliados importantes

para la que serías la bandera más importante de este gobierno, el proceso de paz.

En los dos primeros años del gobierno Santos, no sólo las relaciones con sus vecinos

marcaron puntos clave en el direccionamiento de la política exterior económica. En el año

2012 y después de acercamientos, se hacen oficiales dos intenciones del gobierno

colombiano: la de entrar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico

y el inicio del Proceso de Paz con las FARC. El primer tema condicionaría bastante la

política exterior económica y comprometería al gobierno a hacer bastantes modificaciones

a nivel interno para la aceptación de los 23 Comités de la organización y lograr su ingreso.

(Velásquez, 2016).

Respecto al segundo pilar, Colombia tendría la posibilidad de llevar a la agenda

internacional discusiones internas, pero desde otra perspectiva. Si bien el gobierno anterior,

también había abarcado el tema del conflicto, la cooperación militar estadounidense había

sido su objetivo central. Para el gobierno Santos y su nueva estrategia internacional, la

pluralidad de actores era también parte de su objetivo para legitimar el Proceso de Paz, no

desde una visión militarista sino desde la mediación de lo político.

El camino por el que se transitó la vía a la internacionalización del Proceso de Paz,

también incluía tópicos del conflicto que tenían carácter mundial: el narcotráfico, el crimen

transnacional, los delitos en fronteras, entre otros. Estos temas relevantes para el sistema

internacional impulsaron la imagen de un país que iniciaría un proceso de beneficio común.

Para el gobierno Santos el Proceso de Paz debía contar con 2 columnas: la

financiación y la legitimidad. La primera, dirigió en buena medida su política exterior

económica no sólo por la búsqueda de recursos para sustentar el proceso, sino porque lo

hizo en gran parte mediante el multilateralismo.

Page 36: Análisis de la política económica en torno a la deuda

36

El nuevo papel de Colombia en las Organizaciones Internacionales no sólo financió

y legitimó el esfuerzo por acabar con el conflicto armado, sino que también fue de vital

ayuda para solventar las desconfianzas de algunos actores nacionales e internacionales.

Tanto fue así, que por ejemplo la Unión Europea trabajó en el Proceso de Paz en tres

frentes: el diálogo político, la política comercial y la cooperación internacional para el

desarrollo. (El Heraldo, 2018)

El diálogo político se refería a la construcción de un ambiente garantista para las

partes; la política comercial, se enmarcaba en las liberalizaciones del comercio y el

rompimiento de barreras que terminaría por materializarse con la entrada en vigor del TLC

con la Unión Europea en 2014 y finalmente la cooperación internacional para el desarrollo

era toda la transferencia de recursos para financiar el proceso y su implementación.

El 42% de la financiación para el cumplimiento de los acuerdos, proviene de

Estados Unidos y la Unión Europea. Sin embargo, llama la atención que a diferencia del

gobierno anterior, el gobierno Santos si canalizó su política exterior económica a través de

organizaciones internacionales y de manera particular a través de los OMD. Algunos

modos de financiación del postconflicto surgieron del Fondo para el Posconflicto del Banco

Mundial, de la Unión Europea y de Colombia Sostenible, del Banco Interamericano de

Desarrollo (Semana, 2015).

En general, el gobierno Santos visibilizó la participación de los actores

internacionales en su bandera de gobierno y otorgó la posibilidad de ampliar la concepción

de Colombia en el mundo sin perder sus aliados económicos y legitimando el Proceso de

paz. “Santos logró, durante gran parte de su mandato, sin grandes dificultades internas y

con gran éxito externo, escapar del monolitismo de la seguridad y avanzar hacia la

diversificación de la agenda, el multilateralismo y la cooperación internacional (Sánchez y

Monroy, 2012).

Ecuador: la internacionalización de la Revolución Ciudadana

Cuando se hace referencia a la política exterior ecuatoriana reciente, se habla de dos

etapas: la primera, la que sostuvo el Estado en el siglo XX y primeros años del XXI en el

Page 37: Análisis de la política económica en torno a la deuda

37

que es Estado tenía unos grandes compromisos internacionales y sin mayores disensos con

las potencias:

La política exterior del Ecuador siempre se ha caracterizado por el entusiasmo

demostrado para la integración de organismos internacionales. Además de la

Comunidad Andina, el Ecuador es miembro activo de todos los regímenes formales

que operan en Sudamérica. Es miembro fundador de la OEA y de la ONU, es parte

del Grupo de Río. Participa regularmente en las Cumbres Iberoamericanas, en el

sistema de Cumbres Sudamericanas, en varias organizaciones comerciales,

productivas y energéticas regionales, en organismos intergubernamentales

académicos, es miembro de la OMC y está pugnando por ingresar a la APEC desde

hace varios años. El Ecuador, es por otra parte, uno de los Estados que más

compromisos internacionales ha suscrito a lo largo del siglo XX y que más

convenios, tratados y acuerdos ha ratificado en la última década. Prácticamente

ninguno de los cientos de instrumentos internacionales u organismos y regímenes, a

los que pertenece ha sido una iniciativa ecuatoriana (Bonilla, 2008).

La segunda fase está determinada por la administración de Rafael Correa y su

intención de la planificación del desarrollo endógeno y la participación ciudadana. En este

periodo y con la consigna del Plan Nacional del Buen Vivir, Ecuador traza una guía con la

cual se dirigirían la política exterior, las relaciones comerciales justas y la productividad de

sectores rentables (Ordoñez e Hinojosa, 2014).

El presidente Correa sabía que la transformación interna amparada en la dignidad

humana, la protección de la naturaleza y la soberanía alimentaria, debía gestionarse también

en el escenario internacional para secundar la fuerza necesaria. “El bienestar de las

ecuatorianas y los ecuatorianos depende definitivamente de las transformaciones que se

logren en la política interna, pero éstas deben ser respaldadas por una política exterior

efectiva que promueva el desarrollo del país” (Yépez, 2009, p.38).

En el año 2007, el presidente Rafael Correa convoca a una nueva Asamblea

Nacional Constituyente que finaliza con la nueva Constitución de la República del Ecuador

en el año 2008. La Carta Magna empezó a perfilar que el comportamiento en el exterior iba

Page 38: Análisis de la política económica en torno a la deuda

38

a tener un cambio. Los artículos 5 y 16 expresan que las relaciones internacionales estarán

al servicio del pueblo ecuatoriano (Ordoñez e Hinojosa, 2014).

La Constitución y el gobierno de Correa dejaron claro que bajo ningún término el

país renunciaría a su soberanía de manera parcial o total por disputas comerciales o

administrativas. Con ello no se pretendía tener una política exterior hermética y de hecho el

Plan Nacional del Buen Vivir planteaba la promoción de la inversión, pero con garantías

para el Estado. La administración Correa consideraba en cualquier caso que los litigios en

los que el Estado era parte, venían resultando muy costosos para la nación en términos

económicos y de soberanía.

Sin embargo, la administración Correa se planteó el diálogo con países muy

diferentes entre sí. Yépez (2009) plantea por ejemplo las intenciones tempranas del

gobierno de aprovechar los lazos con los países vecinos por la determinación geográfica e

histórica; con Estados Unidos por su importancia hemisférica y su contribución a la

seguridad andina; con la Unión Europea por la mutua preocupación por los derechos

humanos y las justas relaciones económicas y con los países Asiáticos –de forma particular

China y Japón- por las oportunidades aun no aprovechadas en la conexión Pacífico.

La política exterior ecuatoriana en la era Correa fue diversa y trataba puntos de

manera específica: la relación con Perú, las consecuencias del conflicto armado

colombiano, la defensa de los recursos naturales y las relaciones económicas

internacionales (Jaramillo-Jassir y Tibocha, 2008). Sin embargo, la discusión es amplia en

cuanto a las prioridades del ejecutivo en materia exterior. Para Zepeda y Egas (s.f.) fueron

siete los pilares del eje exterior: la defensa de la soberanía; el multilateralismo activo; la

integración latinoamericana; la diversificación de mercados internacionales y la

cooperación Sur-Sur; la protección del medioambiente; la protección de los derechos de los

migrantes ecuatorianos en el exterior y la libre movilidad de las personas y la ciudadanía

universal. De hecho, estos pilares que inicialmente estaban en el Plan de Política Exterior,

luego pasaron a la Constitución en el 2008.

Después de abordar el planteamiento constitucional y del plan de gobierno, es

preciso analizar tres ejes que marcaron la política exterior económica de la revolución

Page 39: Análisis de la política económica en torno a la deuda

39

ciudadana: su visión de la economía política; la relación con los OMD y las relaciones

estatales –y de forma particular con América Latina-.

Rafael Correa utilizó durante su gobierno, una marcada retórica contra los modelos

neoliberales. “Crítico de la economía capitalista y del pensamiento liberal, su política de

gobierno se enmarca en el modelo de la economía de solidaridad” (Jaramillo-Jassir y

Tibocha, 2008). Sus constantes críticas al fundamentalismo de mercado, a la dolarización, a

la flexibilización laboral, a los contratos con multinacionales y a los demás temas de la

política económica, se tradujeron en materia de política exterior en la búsqueda de

relaciones justas para el Ecuador y con el ánimo siempre de reducir la deuda social.

Para Correa, los indicadores macroeconómicos no eran tan valiosos si no se

traducían en calidad de vida para sus habitantes. Cuestionaba la intención de mantener la

inflación baja, la preocupación por mantener el crecimiento económico sostenido o los

superávits en las balanzas, si la desigualdad, la pobreza, el desempleo o la destrucción del

medioambiente continuaban escalando. De hecho, uno de sus objetivos de política exterior

planteaba “apoyar un orden económico mundial equitativo, justo y democrático que

garantice la paz, el desarrollo y la preservación del ambiente” (Ministerio de Relaciones

Exteriores, 2006).

En ese sentido, la administración Correa discrepó con los modelos ortodoxos e

internacionalizó el concepto del Buen Vivir e impulsó en buena medida su visión de la

economía política. Sus decisiones internas no dejaron de ser el rompimiento de paradigmas:

el retiro de la autonomía del Banco Central, la revisión y el reajuste de los contratos

petroleros y, como se expondrá más adelante, la revisión de la deuda externa, fueron

decisiones que determinaron el comportamiento de Ecuador en el exterior.

En cuanto a la relación de Ecuador con los OMD, Correa tuvo dificultades

profundas desde su primer año en el gobierno. En ese año, el Ecuador ordenó la expulsión

de Eduardo Somensatto, representante del Banco Mundial en el Ecuador y anunció que

intentaría reducir las relaciones con el Fondo Monetario Internacional. (El Mundo, 2007).

La retórica de Correa fue crítica con la relación que habían tenido anteriores presidentes

con el FMI y el BM. En un discurso en la Universidad Técnica de Berlín, el presidente

Page 40: Análisis de la política económica en torno a la deuda

40

Correa no sólo resaltó sus resultados en materia de deuda externa, sino que además

cuestionó el funcionamiento de la oficina del FMI en las instalaciones del Banco Central y

fue sumamente enfático en que no aceptaría de nuevo esas injerencias dentro del territorio

ecuatoriano (Correa, 2013).

Correa cuestionó el papel de los OMD en el Ecuador en repetidas ocasiones. Incluso

en un libro de su autoría los catalogó como “burocracia internacional” y en repetidas

ocasiones denominó la época de desembolsos como la “larga y triste noche neoliberal”

(Correa, 2013). Incluso, el presidente Correa en 2010, le recomendó al primer ministro

griego Yorgos Papandreu no pagar la deuda mientras pasaba la crisis y mientras las

necesidades de su pueblo estuvieran saldadas y en el año 2011 se lo reiteró a todos los

países europeos (Martínez, 2012)

Precisamente una de las críticas más profundas al gobierno de Correa y su retórica

referente a la política exterior económica, se refería a lo etéreo que podía llegar a sonar su

discurso cuando hablaba de la deuda social y de reducir los recursos a los préstamos

anteriormente adquiridos por el Ecuador para alimentar su discurso político.

Por último, desde el inicio de su gobierno, Correa planteó la necesidad de sostener

relaciones bilaterales justas y basadas en el respeto por la soberanía. De hecho, en sus

planteamientos siempre estuvo la construcción de una nueva relación con Estados Unidos y

la Unión Europea, pero con condiciones justas. A pesar de estos planteamientos, el Ecuador

bajo la administración Correa no dudó en criticar lo que para el gobierno representaban

injerencias y desafíos a la soberanía: “Una distanciación, al menos discursiva, se genera

también con socios comerciales de importancia, en especial con Estados Unidos. Con la

Constitución del 2008 y el Plan Nacional del Buen Vivir (PNBV), debían primar la

soberanía del Ecuador, la formación de una economía social y solidaria y la protección de

la naturaleza” (Castells, 2016, p. 22).

El gobierno ecuatoriano entendió la posición estadounidense desde dos frentes: una

como un poder hemisférico valioso para la seguridad, pero también con el riesgo de un

poder desmedido y con la preocupación por las soberanías de los países de América Latina.

Correa no tuvo reparos en enfrentar al presidente estadounidense de esa época, George

Page 41: Análisis de la política económica en torno a la deuda

41

Bush. Cuando Bush criticó fuertemente la posición de Ecuador frente al conflicto armado

colombiano y en particular sus problemas fronterizos, Correa le sugirió que si tenía la

intención de enviar tropas, que guardara silencio (El Espectador, 2008).

Sin embargo, la administración Correa se planteó el diálogo con países muy

diferentes entre sí. Yépez (2009) plantea por ejemplo las intenciones tempranas del

gobierno de aprovechar los lazos con los países vecinos por la determinación geográfica e

histórica; con Estados Unidos por su importancia hemisférica y su contribución a la

seguridad andina; con la Unión Europea por la mutua preocupación por los derechos

humanos y las justas relaciones económicas y con los países asiáticos –de forma particular

China y Japón- por las oportunidades aun no aprovechadas en la conexión Pacífico. Esta

lectura sobre política exterior permite interpretar la necesidad de diversificación de las

relaciones internacionales de ese país y el puente clave de alejamiento de la dependencia

económica y política con Estados Unidos.

Una de los impulsos fundamentales en términos de la política exterior que hizo

Correa fue a las organizaciones regionales. El ALBA y UNASUR estuvieron entre ellas y

afianzaron los lazos geopolíticos con la región que tenía gobiernos de izquierda y en ese

contexto, el liderazgo político y el carisma del presidente ecuatoriano, sobresalieron. El

multilateralismo no fue el fuerte del gobierno en organizaciones como Naciones Unidas o

la OEA y en las que tuvo un cierto rol protagónico, no lograron mucho más que ser el

marco de fortalecimiento de afinidades ideológicas entre los países de la región. Yépez

(2006) aduce esta falta de éxito de estas organizaciones al descenso de importancia de

América Latina en el contexto internacional debido a sus estancamientos económicos.

La política exterior económica 2007-2016 se formuló proyectando las decisiones

internas en el sistema internacional. Incluso con la retórica fuerte de Correa dos temas no

pudieron permear de independencia total el gobierno de aquello disímil en el contexto

internacional: por un lado, la dolarización de su economía no sólo les impedía tener política

monetaria, sino que también les generaba la responsabilidad de cuidar sus relaciones

internacionales. Y por otro lado, la posición de Ecuador en el mundo no le permitía tomar

decisiones de fondo con las excepciones que se pudieran considerar en el ámbito regional.

Page 42: Análisis de la política económica en torno a la deuda

42

Deuda externa pública y resultados de administraciones diferentes

Dos temas son bastante relevantes si confrontamos los argumentos de política

exterior económica con los de deuda pública: primero, que no es necesario que la política

exterior económica esté dirigida siempre por temas macroeconómicos. La segunda, que la

deuda externa pública es una preocupación nacional latente y que el manejo de la misma

puede direccionar en buena medida el comportamiento en el exterior y la afinidad con otros

Estados y organizaciones.

Este capítulo pretende analizar no sólo la administración en términos estadísticos,

sino también incluir los acreedores, las relaciones con los Organismos Multilaterales de

Desarrollo y el direccionamiento de estas decisiones. Hasta el periodo analizado, Colombia

y Ecuador habían tenido alineamientos similares en referencia al comportamiento en el

exterior. Cabe analizar si ante retóricas internacionales disímiles, la administración de la

deuda externa tuvo también un cambio.

Colombia entre el crecimiento de la deuda y la confianza de los OMD

La relación de Colombia con los Organismos multilaterales de desarrollo es

histórica. Colombia ha sostenido relaciones amplias con Organismos Multilaterales de

Desarrollo como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco

Interamericano de desarrollo (Hidalgo, 2018).

Como lo menciona Borda (2019), la historia de la política exterior ha sido poco

revisionista y se ha mantenido en su status quo desde el siglo XX. La cercanía de Colombia

con los OMD y Estados Unidos, se enmarca precisamente en la lógica poco revisionista de

los alcances, controles y beneficios de los alineamientos al interior del sistema

internacional. Es por esto que la literatura acerca de la deuda externa se profundiza más en

términos estadísticos que administrativos.

Lejos de pensar las intervenciones de los OMD como condicionalidades

transgresoras de la soberanía, Colombia ha visto los préstamos de estas organizaciones

como soportes que buscan la estabilidad del país y cuyo objetivo principal es “ayudar a los

países miembros a alcanzar un crecimiento económico estable, sostenible económica y

Page 43: Análisis de la política económica en torno a la deuda

43

ambientalmente, y que esté acompañado de políticas encaminadas a reducir la pobreza y a

aumentar la igualdad de oportunidades” (Fernández, 1999, p.8).

De manera particular, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han

desempeñado un papel visiblemente diferente con Colombia. Respecto al Banco Mundial,

Colombia ha recibido recursos provenientes de esta institución desde 1949 y durante la

época de la postguerra, representó la mayor fuente de crédito externo. Con el Fondo

Monetario Internacional, las relaciones se acentúan en la década de 1980 con la firma de los

acuerdos de préstamos en los que el Banco Mundial intervino también (Londoño y Perry,

1985).

Cuando Álvaro Uribe llegó al poder en 2002, la deuda externa pública de Colombia

era de 22.838 millones de dólares que correspondía al 23,3% del PIB. Presentaba un

descenso respecto al año 2001, pero un aumento significativo respecto al año 2000. (Banco

de la República de Colombia, Democracia y Desarrollo, 2019) En el primer año de

gobierno, el presidente Uribe priorizó el gasto militar (acorde a su política de Seguridad

Democrática) y el pago del servicio a la deuda (conforme con sus alineamiento de política

exterior económica) afectando el 45% del presupuesto de ese año (Plataforma Colombiana

de Derechos Humanos, 2003). Al 2007, la deuda externa pública era de 28.819 millones de

dólares, pero representaba el 21,6% del PIB. En este periodo, el gobierno intentó sortear

con cuidado las incertidumbres electorales en Venezuela y Brasil y el contexto

internacional sin repercutir negativamente en el endeudamiento a largo plazo de Colombia

(Rodríguez y Segura, 2013).

En el segundo mandato de Uribe (2006-2010), “la apreciación de la tasa de cambio,

la reducción de las tasas de interés internacionales y las menores necesidades de

financiamiento del gobierno nacional, debido al mayor recaudo tributario registrado en el

2011 [permite que se reduzca] el déficit en unos puntos porcentuales respecto al PIB ”

(Rodríguez y Segura, 2013, p.13).

Las recomendaciones del FMI en ese periodo, de manera paralela con los préstamos

otorgados a Colombia, explicaban que el país debía seguir con detalle las políticas de la

Organización Mundial del Comercio y entrar en la lógica del libre mercado que incluía no

Page 44: Análisis de la política económica en torno a la deuda

44

sólo la eliminación de aranceles a los bienes y servicios extranjeros, sino también el

desmantelamiento paulatino de los subsidios a la producción nacional (Casas, 2017).

Entre los años 2006 y 2010, la administración Uribe aumentó la deuda externa

pública con organismos multilaterales en 4950,4 millones de dólares, mientras que la deuda

bilateral aumentó 113,6 millones de dólares después de haber logrado una reducción hasta

el año 2009. Si bien la apuesta de Colombia en términos de deuda externa no se

concentraba en los préstamos con otros gobiernos, es importante resaltar que debido al bajo

monto que representaba, en el año 2010 con el desembolso de créditos pequeños -

comparados con los créditos de OMD-, se llegó a duplicar la cifra. Sin embargo, los

créditos provenientes de OMD siguieron siendo mucho más relevantes para Colombia. Al

término de la administración Uribe, representaban el 40,1% de la deuda externa pública,

mientras que la deuda bilateral era de sólo el 0,7% (Contraloría General de la Republica,

2011).

La relación de la administración Uribe se mantuvo armónica durante los 8 años de

su gobierno. Incluso ante los cambios macroeconómicos regionales y globales, Colombia

siguió los consejos de los OMD y no sólo solicitó más créditos, sino que además realizó

reformas importantes en la política interna como los requisitos de entrada a la Organización

Mundial del Comercio.

En el año 2010, el presidente Juan Manuel Santos inicia su periodo con una deuda

externa pública de 38.584 millones de dólares que representaba el 13,9% del PIB

(Contraloría General de la República, 2011 y Banco de la República, 2019). El gobierno

Santos no realizó mayores distanciamientos de la administración de la deuda externa en

relación con el gobierno anterior, más cuando se considera que en el año 2009 el FMI crea

un instrumento llamado Línea de Crédito Flexible que tenía como propósito: “(…) mitigar

los efectos de eventos externos extremos en países miembros que se caracterizan por contar

con fundamentales económicos fuertes, un sólido marco institucional de política

económica, la implementación de políticas prudentes y el compromiso de continuar con

estas en el futuro” (Banco de la República, 2018, p.84)

Page 45: Análisis de la política económica en torno a la deuda

45

Este instrumento, utilizado en 2011, era una clara muestra de que la relación de los

OMD con Colombia no desmejoraría. Las crisis que otrora habían golpeado a la región,

ahora eran remplazadas por la confianza en el país. De hecho, En 2010, el FMI anunció que

si las autoridades colombianas requirieran el instrumento, podrían acceder a él sin mayores

inconvenientes. De hecho, en uno de los comunicados del FMI, esta organización destaca

la buena transición económica entre los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos:

“El Gobernador del Banco de la República permaneció en su puesto (como lo estipulaba la

ley del Banco) y el nuevo Ministro de Hacienda lanzaba iniciativas que apoyaban los

esfuerzos de su predecesor dirigidas a reforzar el marco de la política fiscal” (FMI, 2011,

p.29).

Durante la administración Santos, el FMI y el BM se dedicaron a realizar sus

informes de rutina: mientras que el FMI reportaba con mayor detalle los detalles

macroeconómicos (FMI, 2010), el BM empezó a reportar con gran detalle el postconflicto y

se preocupó en gran medida por los temas afines: pobreza, violencia, prosperidad

compartida y los retos sociales del gobierno en transición (BM, 2014).

En los años 2012 y 2013 el Fondo Monetario Internacional exaltó las reformas

fiscales, la reforma a las regalías y en particular la rigurosidad de la regla fiscal. Tanto el

BM como el FMI en su Informe de Estabilidad Financiera, reconocieron el buen panorama

de las entidades financieras e hicieron recomendaciones para evitar la quiebra de las

entidades financieras (Junguito, 2015). Al tiempo de los reconocimientos de los OMD, la

deuda externa pública continuaba incrementándose. En esos años el gobierno aumentó su

deuda 9.729 millones de dólares. De hecho, si bien en el periodo en análisis la deuda

externa nunca paró de aumentar, el año 2013 fue el año en el que más aumentó. Algo

particular de ese aumento fue la disminución de 150 millones de crédito a corto plazo, pero

el gran endeudamiento en el largo plazo.

El 2014 y 2015 fueron años especialmente particulares para la economía

colombiana. Mientras que en 2014 los precios del petróleo superaron los 100 dólares, en

2015 estuvieron por debajo de 30. Este desbalance en los ingresos nacionales dejó al

descubierto no sólo la dependencia del Estado colombiano de los hidrocarburos, sino que

además aumentó el valor de la deuda externa en la moneda local y esa falta de ingresos se

Page 46: Análisis de la política económica en torno a la deuda

46

vio compensada con la formulación de una Reforma Tributaria y la venta de activos

estatales. Con este panorama, el FMI le advirtió a Colombia que sus reservas

internacionales eran insuficientes y le aprobó un crédito en el marco de la Línea de Crédito

Flexible por un valor de 3.870 millones de dólares.

Finalmente, el año 2016 es el año en el que la deuda externa pública de Colombia

supera los 70.000 millones de dólares. Además de la agitación política interna por la

refrendación del Acuerdo de Paz y la desconfianza de los mercados, Colombia crece a un

ritmo más lento a los años anteriores. Por su parte, el FMI en su Informe Anual (2016)

reconoce el trabajo conjunto con el Ministerio de Hacienda para consolidar las bases

tributarias de una economía extractiva. En ese año la deuda de Colombia con los OMD fue

de 17.717 millones de dólares. Este aumento de la participación del endeudamiento externo

con los OMD continúa la línea de solicitar préstamos de fácil acceso y demuestran la

confianza particular hacia Colombia (Contraloría General de la República, 2016).

Fuente: Banco de la República. (2019). Deuda Externa de Colombia .Sección Sector

Externo.

Elaboración: Propia

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

Deuda externa pública Colombia 2007-2016 (en millones de dólares)

Deuda externa públicaColombia 2007-2016 (enmillones de dólares)

Page 47: Análisis de la política económica en torno a la deuda

47

En el gráfico anterior, podemos ver que el comportamiento de la deuda externa pública en

Colombia nunca disminuyó en monto en el periodo en estudio. La deuda externa

colombiana se duplicó en siete años y siempre tuvo tendencias a incrementar. Cabe señalar

que en este periodo el país creció en todos los años, lo que le permitió a su vez respaldar la

deuda externa.

El Ecuador entre los impagos, restructuraciones y cambios de acreedores

Cuando el economista Rafael Correa asumió la presidencia, Ecuador había recibido

286 préstamos de los Organismos Multilaterales de Desarrollo entre los años 1976 y 2006

por 12.500 millones de dólares, lo que representaba el 42% de la deuda externa pública en

ese periodo. Estos préstamos estaban dirigidos a su versión de desarrollo y es por esto que

durante las crisis, el endeudamiento externo podía duplicarse en esos tiempos (CIACP,

2008).

De los préstamos anteriormente mencionados, es importante resaltar que 59

préstamos venían del Banco Mundial por valor de 2.421,1 millones de dólares y 5 por parte

del Fondo Monetario Internacional por valor de 6.084,78 millones de dólares. Dicho esto

también es importante afirmar que, si bien los préstamos de todos los OMD eran superiores

a las deudas bilaterales, si consideramos únicamente el BM y el FMI (organismos con los

que Correa tuvo confrontaciones), el país estaba más endeudado en la suma de deuda

bilateral que con dichos OMD. La deuda bilateral provenía de 114 préstamos que sumaban

4271,7 millones de dólares (CEIDEX, 2007).

En el primer año de gobierno y muy afín con su discurso, Rafael Correa creó la

Comisión Integral para la Auditoría del Crédito Público y basado en su Informe Final,

declara odiosa, ilegítima e inconstitucional la deuda con el FMI y con el BM en el año

2008. (Fonseca, 2014). Esta Comisión se planteó con la idea de revisar con detalle los

préstamos en los que había incurrido el Ecuador, su procedencia, justicia, formas e

intereses. Los resultados de la Comisión empataron con el discurso político de Correa y el

direccionamiento de su política exterior.

El estudio de la deuda externa pública contaba con una Comisión antecesora: la

Comisión Especial de Investigación de la Deuda externa que ya había declarado en el 2007

Page 48: Análisis de la política económica en torno a la deuda

48

al respecto de la deuda con los OMD: “Las multilaterales, al contrario de lo esperado para

contribuir al desarrollo de nuestro país, no han sido rigurosas en la clasificación y

aceptación de los proyectos planteados para su financiamiento, propiciando la ejecución de

programas y proyectos que no se compadecían con las prioridades y requerimientos

nacionales” (CEIDEX, 2007, p.13).

Los estudios de ambas comisiones fueron el insumo en las decisiones del presidente Correa.

Guiado por los principios de integridad, solidaridad y equidad, Correa priorizó la inversión

social por encima del pago a la deuda. En parte, las decisiones de Correa provenían de la

presión social por el destino de los recursos públicos (Acosta, 2012).

Tres puntos pueden ser identificados como las columnas de la administración de la

deuda externa en el gobierno Correa. La primera, en el año 2008, se trató de una estrategia

del gobierno de Rafael Correa, amparado en los dos informes anteriormente mencionados

decidiendo suspender algunos puntos del pago de la deuda. Suspende títulos con

vencimientos en 2012 y 2030 y decide empezar una reestructuración de su deuda externa y

plantea la necesidad de sólo pagar la deuda externa cuando se hayan cubierto las

necesidades del pueblo (Martínez, 2012). Esta reestructuración de la deuda incluía el

impago de algunos créditos con el FMI y el BM, pero no incluía los préstamos con el

Banco Interamericano de desarrollo. Esta mención es importante porque su retórica de

división con las hegemonías económicas, contrastaban con los 7.726 millones de dólares

que prestó del gobierno estadounidense que incluían créditos para el mejoramiento de los

barrios de Quito, universalización de la educación básica y el apoyo a la pesca artesanal,

entre otros (Encalada, 2016).

Esta reestructuración y de manera particular la expulsión del FMI y del BM, generó

un ahorro de 7.000 millones de dólares con intereses incluidos (Maldonado, 2016;

Martínez, 2012). Dicha revisión y el dinero que dejó de salir del Ecuador para el pago de

sus obligaciones en el exterior, permitió la liberación de flujo de caja al gobierno y le

permitió generar nuevas inversiones: “el gobierno del presidente Correa, en el año 2008,

dispuso la suspensión del servicio de una parte de la deuda externa. Esta suspensión de los

pagos o moratoria se enmarcó en una posición programática clara y preconcebida para

Page 49: Análisis de la política económica en torno a la deuda

49

encontrar mejores condiciones para su renegociación, y no por la imposibilidad de servir la

deuda” (Acosta, 2012, p.12).

El gobierno de Correa, puso principal atención en 12 créditos multilaterales muy

cuestionados por el examen de la Comisión Integral del Crédito Público. La Comisión

concluía que los créditos tenían propósitos relacionados, ambiguos y en algunos casos

ocultos. De los créditos en cuestión ocho provenían del Banco Mundial, dos del Banco

Interamericano de Desarrollo, uno del Fondo Latinoamericano de Reservas y uno del

Fondo Monetario Internacional. Cuatro de estos préstamos fueron firmados en un solo día;

otros tres en otro día y en menos de un mes se firman tres más. De ahí que la Comisión

concluya la relación entre los mismos (CIACP, 2007).

El sustento de la declaración de los impagos se sustentó en la doctrina clásica de la

deuda odiosa, la ilegitimidad por la violación por normas imperativas del derecho

internacional o normas ius cogens argumentando que incluso se violaba la soberanía y las

normas internas del Ecuador que protegían al deudor.

La esencia del Informe de la CIACP se puede sintetizar de la siguiente manera:

Una gran parte de las deudas de los países del Sur son consideradas “ilegítimas” y

responden a distintos criterios, por ejemplo: deudas contraídas bajo presiones

directas o indirectas, contraídas por gobiernos dictatoriales o corruptos (deudas

odiosas), negociadas con contratos que implican una pérdida de soberanía debido a

condicionalidades de las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs), deudas que

fueron adquiridas de forma fraudulenta, y otras que perjudican el bien público

(deuda ecológica), las condiciones del contrato son o se tornan inaceptables (usura y

anatocismo) (Intriago, 2015).

La segunda se trató de una estrategia de los mercados financieros que generó

incomodidades entre los acreedores y quintuplicó en ese año el riesgo país (Banco Central

del Ecuador, 2019), y que tenía como propósito el impago de la deuda. Con esta estrategia

los tenedores de deuda ecuatoriana prefirieron venderla y el precio cayó considerablemente.

El gobierno ecuatoriano recompró su deuda a precios muy inferiores. Lograron comprar

Page 50: Análisis de la política económica en torno a la deuda

50

3.200 millones de dólares sólo por 900 millones de dólares, es decir por tan sólo el 29% de

su valor (Martínez 2012).

En el año 2008, el gobierno de Rafael Correa, amparado en los dos informes

anteriormente mencionados decide suspender algunos puntos del pago de la deuda.

Suspende títulos con vencimientos en 2012 y 2030 y decide empezar una reestructuración

de su deuda externa y plantea la necesidad de sólo pagar la deuda externa cuando se hayan

cubierto las necesidades del pueblo (Martínez, 2012).

Las dos decisiones anteriores le acarrearon al gobierno dos críticas: la primera, lo

acusaban de haber engañado a los acreedores y a los mercados. Por una parte, prolongar los

vencimientos de los bonos, era darle una muy mala señal si se considera que es una de las

inversiones más seguras que existen. Y por otra parte el engaño a los mercados para la

recompra de su deuda a un valor más bajo, era sólo una solución a corto plazo, pero con

consecuencias en el riesgo país y la confianza inversionista.

La segunda crítica era no haber podido articular sus decisiones con el resto de

América Latina y no haber tenido tanto éxito en el objetivo de contagiar a otros países de la

región en la decisión de rechazar las condiciones de la deuda. Ese impago y recompra

terminaba siendo el argumento más poderoso contra la condicionalidad de los OMD y las

formas en las que habían conseguido ser acreedores de deuda ecuatoriana.

Por último, la tercera columna de la administración de Correa frente a la deuda

externa se da por un acreedor que empezó a ser una importante fuente de financiación

después del 2008 tras el discurso contra los OMD y las economías hegemónicas: China

(Encalada, 2016). El gobierno de Ecuador no tuvo reparos en poner su mirada en China

para buscar fuertes alternativas de financiamiento.

Como lo expresa Acosta (2012), dado el impago de los bonos, la poca capacidad

para acudir a los mercados financieros tradicionales y el peso de la deuda externa, China

apareció como una opción diferente en el mercado. “Toda la discursiva manejada por el

gobierno de Rafael Correa indicaba que Ecuador debía buscar nuevos socios comerciales y

nuevos prestamistas, mismos que tendrían que manejar una política de no intervención y

estar alejados de las IFIs” (Castells, 2016, p.22). Es por esto que después de los impagos de

Page 51: Análisis de la política económica en torno a la deuda

51

los bonos con vencimiento a 2012 y 2030, Ecuador firma con China un convenio para la

venta de petróleo en el año 2009. Este convenio tenía la intención de vender y pre-vender el

petróleo a China y generar nuevas formas de endeudamiento.

Los créditos con China iniciaron en el 2010. En ese año, Ecuador recibió 2 créditos

por total de 2.682 millones de dólares para proyectos hidroeléctricos: uno por parte

Eximbank por 1682 millones de dólares y otro del Banco de Desarrollo Chino (CDB) por

1000 millones de dólares. En el año 2011, se recibieron 3 créditos destinados al sector

salud: uno por 571.673.000 dólares de Eximbank; otro por CDB por 600 millones de

dólares y el último también por el CDB por 1400 millones de dólares.

En el 2012 Ecuador recibió 3 desembolsos destinados al mejoramiento de

infraestructura: uno por 300 millones de dólares; otro por 300 millones de dólares del CDB

y otro por 1400 millones de dólares del CDB. En el 2013 Ecuador recibe 3 préstamos para

proyectos sociales e hidroeléctricos: el primero por 298.881.000 dólares del CBD; otro de

Eximbank por 321.481.000 y otro por 80 millones de dólares de Eximbank.

En el año 2014 China recibe 2 préstamos para proyectos hidroeléctricos y

carreteras: uno por 311.964.000 dólares de Bank of China Limited y Deutsche Bank Ag,

Sucursal Hong Kong y otro al Import Bank of China de 509.233.000 dólares. En el 2015 se

reciben tres créditos para infraestructura y educación: uno por 1500 millones de dólares del

BDC; otro por 250 millones de dólares de Eximbank y otro por 5300 millones de dólares de

Eximbank. Finalmente en el año 2016 Ecuador recibe un crédito de 970 millones de dólares

del Industrial and Commercial Bank of China (Encalada, 2016 y Castell, 2016).

Tal vez, las críticas más fuertes a la fuente de financiación china se fundamentaron

en los intereses y las condiciones:

Sin embargo, las condiciones de dichos créditos aparecen como onerosas por el lado

de la tasa de interés; se habla de que podrían en algunos casos superar el 9%.

Además, no nos olvidemos que las empresas chinas “han salido de compras” por el

mundo en medio de la crisis. Aprovechando sus cuantiosas reservas monetarias y

financieras, así como utilizando su creciente poder político-financiero, China ha

Page 52: Análisis de la política económica en torno a la deuda

52

empezado a adquirir cada vez más activos en todos los continentes, ampliando

aceleradamente su área de influencia (Acosta, 2012, p. 13).

Aunque Acosta reconoce que es positivo que no existan las condicionalidades

“fondomonetaristas” de la “larga noche neoliberal”, advierte que el gobierno de Correa

cuenta con todo el apoyo del capitalismo global chino y que eso representa una oportunidad

para que las empresas para ejecutar emprendimientos estratégicos que recordaría a ultranza

la época del “endeudamiento agresivo”.

En el año 2014 Ecuador, recurre nuevamente a los OMD. Esta actuación fue blanco

de duras críticas por ir en contravía de lo que él mismo había denominado “burocracia

internacional:

Además del importante flujo de créditos chinos, ya en 2014 (antes de que caiga el

precio del petróleo) el Ecuador retornó al redil del Banco Mundial y del FMI. De

hecho, en julio de ese año el FMI retomó su revisión de la economía ecuatoriana,

acorde al artículo IV del Convenio Consultivo de esa institución. En esa revisión, el

país brindó información al FMI que, al mismo tiempo, resultaría útil para posicionar

una imagen de confianza en el país frente a los mercados internacionales (apuntando

a la obtención de créditos futuros). Semejante retorno contrastó con la expulsión de

ambas instituciones del país, impulsada por el propio Correa entre abril y junio de

2007, y la suspensión de la revisión de la economía ecuatoriana por parte del FMI

en 2008. Incluso Correa, cuando ya había retornado al FMI y al Banco Mundial,

llegó a afirmar, en un arrebato de espíritu soberanista, que “no queremos saber más

de esa burocracia internacional (Acosta y Guijarro, 2012, p.9).

Cabe mencionar que, incluso considerando las constantes diferencias entre los OMD

y Ecuador, en el año 2016, tras el terremoto sufrido el 16 de abril de ese año, el Fondo

Monetario Internacional desembolsó 364 millones de dólares como préstamos en el marco

del Instrumento de Financiamiento Rápido y además recibió el compromiso de apoyo

externo de instituciones como el Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo

(Grigoli, 2016).

Page 53: Análisis de la política económica en torno a la deuda

53

Finalmente, es preciso contrastar lo siguiente: cuando de Correa llegó al poder, la

deuda externa era de 10.632,70 millones de dólares y en 2016, año en el que finaliza su

mandato, la deuda externa se ubica en 25.679,30 millones de dólares. (Rivadeneira y

Buitrón, 2017). Si bien la deuda aumenta 241,5%, los datos en perspectiva indican que la

deuda externa en 2007 era del 21,8% del PIB y en 2016 del 26,3%.

Fuente: Chasi, N. y Encalada, M. (2017). Incidencia de la deuda externa pública en el

crecimiento económico del Ecuador, período 2000-2016. Universidad Católica Santiago de

Guayaquil: Guayaquil, Ecuador.

Elaboración: Propia

Así, como está expuesto en la gráfica anterior, la deuda externa pública ecuatoriana

siempre tuvo una tendencia a la alza y los únicos años en los que se logró reducir el monto,

fue en los años de la reestructuración de la deuda y los impagos al Fondo Monetario

Internacional y al Banco Mundial. En el resto de años siguientes, el cambio de acreedores

mostró un incremento en el endeudamiento.

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

Deuda externa pública Ecuador 2007-2016 (en millones de dólares)

Page 54: Análisis de la política económica en torno a la deuda

54

Capítulo V: Conclusiones

El análisis comparado de las gestiones de las deudas externas en Colombia y

Ecuador en el periodo 2007-2016, ofrecen de antemano dos discursos antagónicos no sólo

en la retórica hacia los Organismos Multilaterales de Desarrollo, sino en la propia

formulación de las políticas exteriores económicas. Ante nortes diferentes y metas trazadas

disímiles en el escenario internacional, es preciso validar que en el campo de la

administración pública –como lo es el manejo de la deuda externa-, ambos países tuvieron

un comportamiento visiblemente diferente con una contundencia discursiva ubicada en

polos contrarios.

En términos de política exterior, el gobierno de Rafael Correa compartió una

marcada característica sólo con el gobierno de Juan Manuel Santos: el afán por el

multilateralismo. Si bien las motivaciones eran supremamente diferentes, ambos Estados se

relacionaron con el sistema global mediante las organizaciones internacionales. Mientras

que Santos necesitaba legitimar el Proceso de Paz y buscar financiación, el gobierno de

Correa le apostó a la integración regional en términos políticos aprovechando el giro a los

gobiernos de izquierda por los que se había inclinado América Latina.

Si lo anterior nos permite dilucidar una clara similitud entre ambos Estados, cuando

los comparamos en su intento por tener un multilateralismo activo, cuando se analiza el

gobierno de Álvaro Uribe, se encuentran grandes diferencias con el de Rafael Correa.

Como la financiación del proyecto de la Seguridad Democrática venía desde Estados

Unidos, Colombia no dudó en volver a su doctrina Respice Polum. Si bien no hay

evidencias que permitan asegurar que Ecuador rompió relaciones con Estados Unidos, si es

cierto que el discurso en contra de la economía neoliberal se materializaba en el país

norteamericano. Una de las razones por las que ese discurso no pudo ser más fuerte, fue

evidentemente por la economía dolarizada del Ecuador.

Es relevante destacar que el elemento central que permite la comparación es la

ruptura en la línea de política exterior del Ecuador. Mientras que en el siglo XX –y en

particular en la década de 1980 con el “endeudamiento agresivo”- Ecuador no se distanció

para nada del alineamiento de América Latina, la llegada al poder de Correa marcó un hito.

Su visión de una economía con sentido humano y estructuralista fue supremamente

Page 55: Análisis de la política económica en torno a la deuda

55

diferente a la línea que Colombia mantuvo. Incluso, aunque en ese periodo Correa contaba

con gobiernos afines a su ideología, su conocimiento como economista concentró las

decisiones de su administración en bases técnicas, pero nunca alejadas de su ideología.

El discurso de Correa fue supremamente enfático. La búsqueda de una economía

que redujera la deuda social era su objetivo. La visión de la economía sin desligarla de la

política y los señalamientos contra los dirigentes anteriores, eran antagónicos con la visión

de economía de mercado de Colombia y el cumplimiento a cabalidad de las

recomendaciones de las organizaciones internacionales del rompimiento de barreras, en

contraste con la gestión política de Correa para quien la relación con estas organizaciones

podía ser lesiva a la economía y a la soberanía.

Los dos gobiernos de Colombia del período estudiado enmarcaron su política

exterior económica en temas afines con el conflicto armado y esto marca una diferencia

frente a Ecuador. Correa, reiteradamente en una línea diferente a la de Uribe y a la de

Santos, si dirigió su comportamiento en el escenario internacional con sustentos

macroeconómicos. Su discurso tuvo un perfil mucho más sólido cuando señalaba los

errores de los gobiernos anteriores: la obsesión por mantener baja la inflación, el

crecimiento económico como único indicador válido y la creciente deuda social. Mientras

que Colombia internacionalizó procesos internos, tales como la lucha contra el narcotráfico

o las negociaciones con las guerrillas, la política exterior ecuatoriana intentó erigirse como

una administración aparentemente independiente y con el pleno propósito de diversificar

las relaciones externas además de consolidar las relaciones regionales dentro del continente.

El liderazgo de ambos países en este periodo no es un aspecto que resalte con

facilidad. Por un lado Ecuador intentó proponer su modelo económico con éxito parcial a

los países cuyos gobiernos eran afines a su ideología. Si bien países como Bolivia

adoptaron su retórica, las ventajas que tenía Ecuador por los precios del petróleo, el

descontento popular por los gobiernos tradicionales y la nueva Constitución, le dieron un

margen de movimiento mayor a Ecuador que a sus aliados. En contraste, el gobierno de

Uribe estuvo tan alineado con Estados Unidos, que le fue difícil incluso sortear con éxito

los escenarios multilaterales regionales con excepción de la OEA al iniciar su gobierno.

Page 56: Análisis de la política económica en torno a la deuda

56

Una característica común de ambos Estados fue el aprovechamiento del ambiente

internacional para impulsar sus políticas internas. Uribe, sin estar plenamente convencido

de la lucha contra el terrorismo global, se benefició del discurso mundial contra el

terrorismo y lo llevó a la lucha del conflicto armado colombiano. Santos, se encadenó al ya

propuesto discurso por Uribe y prometió la continuidad de la lucha contra las guerrillas. Es

particular si consideramos que la internacionalización de su política exterior no estuvo

fundamentada en el fortalecimiento militar del Estado sino en el Proceso de Paz. Ecuador,

aunque tuvo que luchar mucho más por el rompimiento de paradigmas tradicionales en

referencia a la economía y a la política exterior, también se impulsó del momento político

de América Latina.

Los dos países tenían como metas de su política exterior relaciones más diversas

con el mundo. Ecuador planteaba el relacionamiento con países asiáticos, el reconocimiento

Estados Unidos como país importante para la seguridad hemisférica y la integración con

América Latina. De los 3 planteamientos, el tercero logró un proceso elaborado porque se

enmarcó en la dinámica del discurso bolivariano y la reivindicación de las soberanías de

América Latina y el cese de los abusos en contra de los pueblo. Colombia quiso diversificar

sus socios por el mundo. Si algo es especial en el gobierno de Uribe, es que la dinámica

comercial se distanciaba mucho de la política y lograba acercarse a oportunidades en

mercados de países con tendencias disímiles como Brasil o Venezuela. Sin embargo, el

afán por el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y las reglas de la Organización

Mundial del Comercio hicieron que Colombia terminara más cercana a los Estados Unidos

que a los esfuerzos regionales de integración.

El gobierno de Juan Manuel Santos, al igual que el gobierno de Correa, tuvo otro tipo

de acercamientos con la Unión Europea y Asia. El Proceso de Paz estuvo bastante

monitoreado por la Unión Europea, no sólo por su financiación, sino por la asesoría técnica

brindada. Correa, tuvo un acercamiento en términos más blandos como movilidad

académica y presentaciones de la economía de Ecuador en universidades europeas, pero de

una u otra manera fue hábil en generar espacios de visibilización de su proyecto.

El discurso en referencia a los Organismos Multilaterales de Desarrollo, fue otra de las

características más importantes. La amplia literatura y los múltiples discursos del presidente

Page 57: Análisis de la política económica en torno a la deuda

57

Rafael Correa en torno a este tema, confirman que para su administración este asunto fue

un pilar importante. La creación de la Comisión Integral para la Auditoría del Crédito

Público fue la antesala de una minuciosa revisión y un discurso de rechazo al

comportamiento de estos organismos en el Ecuador. Correa no sólo criticaba los montos de

los préstamos y su destino en la inversión pública, sino que rechazaba las condiciones que

solicitaban los OMD antes de desembolsar un crédito. En su concepto, gran parte de la

deuda externa pública era inmoral, ilegítima e ilegal y su retórica siempre indicó que iba en

perjuicio del pueblo ecuatoriano y todo esto desencadenó impagos y la expulsión del país

de estos organismos.

Colombia, en cambio tuvo siempre relaciones estables con los OMD. No sólo porque

Colombia requiriera de ellos, sino también por el peso de Estados Unidos al interior de

estas instituciones. Los informes de estos organismos y la financiación de programas

internos, hablaban de la confianza internacional que tenía Colombia en esos escenarios. A

diferencia del gobierno ecuatoriano, las condiciones y recomendaciones de los OMD, no

eran vistas por Colombia como violaciones a la soberanía, sino como un apoyo técnico

complementario a los créditos.

Si bien en el pasado Ecuador no había tenido una relación constante con estos

organismos, la administración Correa empieza a confirmar aún más la tesis que indicaba

que la relación ecuatoriana con los OMD era coyuntural, mientras que la relación constante

de Colombia era muestra de una estabilidad estructural con sus acreedores de deuda

pública.

Así, las políticas exteriores económicas de ambos países tuvieron objetivos y escenarios

sumamente diferentes: mientras Ecuador internacionalizaba su nuevo modelo económico

basado en la reducción de la deuda social y el bienestar general de la población y se

insertaba en alianzas no tradicionales y la integración latinoamericana, Colombia

internacionalizó dos procesos que distaban bastante de variables macroeconómicas y

permanecía el tácito alineamiento con Estados Unidos y la búsqueda de apoyo para

solucionar –de dos maneras diferentes- su conflicto interno.

Page 58: Análisis de la política económica en torno a la deuda

58

El análisis comparativo de la administración de la deuda externa comparte similitudes

y contrastes entre ambos. En 2007, la deuda externa pública de Colombia representaba el

14% del Producto Interno Bruto, mientras la deuda ecuatoriana representaba el 23,9. En ese

año los países crecieron al 7,52% y 2,19% respectivamente. Al inicio del gobierno de

Rafael Correa y en el segundo año del periodo de reelección de Álvaro Uribe, Ecuador no

sólo tenía un endeudamiento en relación a su PIB más alto sino que además tenía la

responsabilidad de materializar su retórica teniendo en cuenta que el crecimiento

económico de Ecuador era menos de una tercera parte del colombiano.

En ese año, Ecuador ya tenía más deuda bilateral que la deuda del BM y el FMI

sumada. Un caso bastante particular sucedía con el Banco Interamericano de Desarrollo,

con el que Ecuador no se distanció. En cambio, Colombia continuaba creciendo a un ritmo

superior al de la región y contaba nuevamente con la aprobación de su gobierno por parte

de los OMD.

En el 2008, la crisis financiera global golpeó la economía mundial. Estos dos años son

cruciales para este análisis porque por un lado Ecuador inicia su retórica y decisiones de

impago a los OMD sustentado en el informe de la Comisión Integral para la Auditoría del

Crédito Público. En este contexto de crisis y de desconfianza para los mercados, la decisión

del impago de Ecuador eleva su índice de riesgo país en el año 2009 a 5000 puntos y agita

aún más el panorama financiero. Otra interpretación, es que en medio de la desconfianza de

los mercados, los impagos del Ecuador no fueron supremamente notorios, pero que una vez

pasada la crisis, los índices de confianza no mejorarían en el Ecuador. Para el año 2008,

Ecuador creció 6,3%, pero para el 2009 sólo creció 0,5% y su deuda externa pública se

redujo 2696,4 millones de dólares debido a los impagos.

Por otro lado Colombia, alineado económicamente con Estados Unidos inicia una

administración que le permitiera sortear la crisis sin choques internos de consideración.

Colombia creció 2,5% en 2008 y 0,4% en 2009 y su deuda pasaría de representar el 12,1%

del PIB, a representar el 15,8%. Al final de la crisis tanto el gobierno de Ecuador como el

de Colombia terminarían celebrando no haber decrecido.

Page 59: Análisis de la política económica en torno a la deuda

59

Aunque para el año 2010, la deuda externa de Ecuador aumentó, es particular que la

deuda de ese año y los 2 años siguientes se mantuvo igual en participación del PIB aunque

el monto aumentó 2.200 millones de dólares. Esto indica que el endeudamiento del país fue

proporcional con la deuda y de algún modo hubo un retorno de la inversión de la deuda

pública. Mientras tanto, Colombia tuvo los únicos tres años en los que la participación de la

deuda externa pública respecto al PIB disminuyó aunque, al igual que Ecuador el monto

continuaba aumentando.

Los últimos tres años son muy similares en el comportamiento de ambas

administraciones: En Colombia, la deuda externa aumenta 9,4% en la relación al PIB entre

2014 y 2016 y aumenta el monto total aumenta 16%. Ecuador, después del incremento de

los préstamos chinos y una relación más afianzada con ellos, aumenta su deuda 8,4% en

relación con su PIB y el monto total aumenta 23,6%. Esto nos permite concluir que

Colombia en los últimos años del periodo en análisis se endeudó más, pero mucho más

ajustada al ritmo de su crecimiento. Ecuador en cambio, tuvo un endeudamiento muy

superior a lo que estaba creciendo.

Del periodo en análisis, Colombia nunca redujo su deuda externa en valor y sólo

después de la crisis del 2008 logró reducirla en comparación con el PIB. Esto, se debe en

alguna medida al crecimiento acelerado que tienen los países después de una crisis

conocido como “efecto rebote”. Ecuador, en cambio, sólo redujo el valor de su deuda

cuando inició la reestructuración de la deuda. Entonces, si bien es cierto que al año 2017

Ecuador tenía una deuda externa superior a sus posibilidades en comparación con

Colombia, si presentó un ahorro máxime si consideramos los intereses que al 2017 se

adeudarían.

Ecuador no renunció a la deuda externa aunque la geopolítica regional y la

economía global le otorgaron un margen a su retórica y a la reestructuración de su deuda.

Sin embargo, cambiar de acreedor fue la etapa que le siguió a la reestructuración. El

endeudamiento con China no sólo era poco conocido en condiciones, sino que los montos

de préstamos continuaron aumentando a merced de las críticas. Colombia en cambio, tuvo

una actitud menos revisionista y tuvo unos resultados considerablemente similares en

términos estadísticos.

Page 60: Análisis de la política económica en torno a la deuda

60

Sin embargo, para el gobierno de Ecuador, la administración de la deuda externa

pública se da en el marco de la política exterior económica y la economía política. Es por

esto que, aunque el endeudamiento aumentó incluso en proporción con su PIB, Correa

insistió en la importancia de la reducción de la deuda social, en la defensa de la soberanía y

la integración interestatal y a través del multilateralismo como ganancia para el Ecuador.

Por su parte, la visibilización del conflicto armado en el mundo fue la ventaja para

Colombia. Si bien la deuda no se asoció del todo con el conflicto y en su lugar la

cooperación internacional desempeñó un rol central, la alineación con Estados Unidos y la

importancia de éste dentro de los OMD, direccionaron la administración de la política

exterior económica.

La política exterior económica y de forma particular la administración de la deuda

externa pública ecuatoriana resultó mucho más revisionista que la colombiana. No sólo por

la amplia literatura en torno al tema, sino por el debate público en torno a una rama de la

administración pública que en Colombia se dio por sentado y se limitó únicamente a medir

alcances. Incluso, no se puede decir que en el Ecuador se dio la discusión en torno a la

deuda sólo porque fuera el tema más relevante de la administración Correa. Por el

contrario, el manejo de la deuda externa estuvo sumamente articulado a un discurso de

administración interna. Colombia también alineó su administración interna con el

direccionamiento de la política exterior económica y, a pesar de eso, el debate fue mucho

menos revisionista.

Por último, es objeto de análisis la intención geopolítica de los gobiernos de

izquierda de ese periodo de marcar diferencia con Estados Unidos y el acercamiento que

deben tener sus aliados ante panoramas disímiles. Si bien la administración Correa intentó

tener liderazgo en la primera intención mediante medidas técnicas, la dolarización de su

economía y el evidente reconocimiento del peso hemisférico del que goza Estados Unidos

en materia de seguridad, desencadenaron en cambio que países como Colombia, que no

entraron en la dinámica de gobiernos de izquierda, tuvieran que alinearse aún más con el

país norteamericano ante la difícil relación con sus vecinos y por ser históricamente uno de

los aliados más importantes de ese país en América Latina.

Page 61: Análisis de la política económica en torno a la deuda

61

Referencias

1. Acosta, A. (2012). El retorno del Estado. Primeros pasos postneoliberales, mas no

postcapitalistas. Revista La Tendencia: Quito Ecuador

2. Acosta, A. y Guijarro, J. (2012). “La deuda eterna” contrataca. Cómo el correísmo

regresó al pasado. Quito, Ecuador.

3. AFP. (2003). Bush pide al Congreso ayuda para Colombia. El Tiempo, 4 de

febrero. Disponible en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-

963365 (Revisado: 10/10/19)

4. Arroyave Quintero, M. (2012). Colombia en el ámbito multilateral: su papel actual

en las organizaciones internacionales y frente al derecho internacional. Konrad

Adenauer: Bogotá, Colombia

5. Banco Central del Ecuador. (2015). Cuentas nacionales trimestrales del Ecuador

resultados de las variables macroeconómicas, 2015.I. Quito, Ecuador.

6. Banco Central del Ecuador. (2019). Información económica.

7. Banco de la República de Colombia. (2019). Boletín de indicadores económicos.

8. Banco de la República. (2018). Línea de crédito flexible de Colombia con el FMI.

9. Banco de la República. (2019). Deuda Externa de Colombia .Sección Sector

Externo.

10. Banco Mundial. (2014). Hacia la paz sostenible, la erradicación de la pobreza y la

prosperidad compartida. Washington, Estados Unidos.

11. Banco Mundial. (s.f.). ¿Qué hacemos? [online] Available at:

https://www.bancomundial.org/es/what-we-do

12. Bonilla, A. (2008). 25 años de política exterior: Ecuador. Ensayo no publicado,

Flacso en Quito, Ecuador.

13. Borda, S. (2012). Uribe y la internacionalización de la paz y de la guerra en

Colombia durante los Gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe. Búsqueda de

legitimidad política y capacidad militar. Universidad de los Andes: Bogotá

Colombia.

14. Borda, S. (2014). Relaciones Internacionales y Fronteras. Departamento de Ciencia

Política de la Universidad de los Andes: Bogotá, Colombia.

Page 62: Análisis de la política económica en torno a la deuda

62

15. Borda, S. (2019) ¿Por qué somos tan parroquiales? Planeta: Bogotá, Colombia

16. Calduch, R. (1993). Dinámica de la Sociedad Internacional. Madrid, España:

CEURA

17. Casas Herrera. J. (2017). Implicaciones de los acuerdos del Fondo Monetario

Internacional sobre la pobreza en Colombia. Barranquilla, Colombia: Revista

Económicas CUC.

18. Castells, P. (2016). Préstamos, petróleo y la República Popular China en Ecuador:

Una mirada crítica hacia el gobierno de Rafael Correa. Universidad San Francisco

de Quito: Quito Ecuador

19. CEIDEX. (2007). Informe Final de la Investigación de la Deuda Externa

Ecuatoriana. Quito, Ecuador.

20. CEPAL. (1996). América Latina y el Caribe quince años después: De la década

perdida a la transformación económica 1980-1995. Santiago de Chile, Chile:

Fondo de Cultura Económica.

21. Chasi, N. y Encalada, M. (2017). Incidencia de la deuda externa pública en el

crecimiento económico del Ecuador, período 2000-2016. Universidad Católica

Santiago de Guayaquil: Guayaquil, Ecuador

22. CIACP. (2008). Informe Final de la Auditoría Integral de la Deuda Ecuatoriana.

Quito, Ecuador.

23. Contraloría General de la República. (2008). La situación de la deuda pública

colombiana 2007. Bogotá, Colombia

24. Contraloría General de la República. (2016). La Deuda Pública Colombiana 2016.

Bogotá, Colombia

25. Correa, R. (2009). De la Banana Republic a la No República. Debate: Bogotá,

Colombia

26. Correa, R. (2013). [EmbaEcu DEU]. Conferencia magistral del Presidente Rafael

Correa en la Universidad Técnica de Berlín [Archivo de video] Recuperado de:

https://www.youtube.com/watch?v=At0YrE7Epmo&t=1840s

27. El Espectador. (2008). Correa le pide a Bush tropas o guardar silencio. Bogotá,

Colombia. (Revisado: 29/10/19)

Page 63: Análisis de la política económica en torno a la deuda

63

28. El Heraldo. (2018). Unión Europea, aliada del posconflicto colombiano. El

Heraldo. Barranquilla. (Revisado: 29/10/19)

29. El Mundo. (2007). Ecuador ordena la expulsión del representante del Banco

Mundial en el país.

30. Encalada, Y. (2016). La deuda del Ecuador con China y su influencia en el

desarrollo económico: análisis de criterios eficientes de desacoplamiento

económico-financiero internacional. Universidad Católica Santiago de Guayaquil:

Guayaquil, Ecuador.

31. Enríquez Pérez, I. (2010). Evolución del pensamiento sobre el desarrollo en el

Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial Un análisis comparativo en

América Latina. México D.F., México: Revista Trayectorias

32. Enríquez, D. (2007). Batallas en el sistema financiero internacional. Críticas y

réplicas contemporáneas en torno al Fondo Monetario Internacional y al Banco

Mundial. Distrito Federal, México: Boletín Mexicano de Derecho Comparado.

33. Fernández, C. (1999). Preguntas frecuentes sobre los préstamos del Fondo

Monetario Internacional. Reportes del Emisor. Banco de la República: Bogotá,

Colombia

34. Fondo Monetario Interacional. (2010). Weathering the Global Storm: The benefits

of Monetary Policy Reform in the LA5 countries. Washington, Estados Unidos.

35. Fondo Monetario Interacional. (2011). Arrangement under the Flexible Credit Line

and cancellation of current arrangement— press release and staff report.

Washington, Estados Unidos.

36. Fondo Monetario Internacional. (2016). Informe Anual del FMI. Juntos buscando

soluciones. Washington, Estados Unidos.

37. Fondo Monetario Internacional. (2019). El FMI: Datos básicos. [online] Available

at: https://www.imf.org/es/About/Factsheets/IMF-at-a-Glance

38. Fonseca, P. (2014). Deuda Externa. Revista virtual de investigación científica.

39. Frenkel, R. y Avenburg, A. (2009). Los cambiantes roles del Fondo Monetario

Internacional y América Latina. Desarrollo Económico.

Page 64: Análisis de la política económica en torno a la deuda

64

40. Gillezeau Berrios, P. y Gutiérrez Ávila, N. (2006). Hacia un sistema monetario y

financiero internacional desarrollista. Maracaibo, Venezuela: Revista de Ciencias

Sociales

41. Gómez, J. (2015). El FMI, la reducción del Estado y el Consenso de Washington

¿una misma cosa? Bogotá, Colombia: Revista Papel Político.

42. Gómez, S. (2002). Recursos antidrogas, ahora contra la guerrilla. El Tiempo, 20

de julio: Bogotá, Colombia

43. Greaber, D. (2011). En deuda. Una historia alternativa de la economía. Ariel

44. Grigoli, F. (2016). Ecuador Gets $364 Million IMF Loan to Tackle Earthquake

Reconstruction. IMF.

45. Gstöhl, S. (2007). Governance through Government Networks: The G8 and

International Organizations. The Review of International Organizations.

46. He, K. (2008). Institutional Balancing and International Relations Theory:

Economic Interdependence and Balance of Power Strategies in Southeast Asia.

European Journal of International Relations

47. Hidalgo, P. (2018). Incidencia del modelo de desarrollo de Colombia y Ecuador en

la asistencia del BID durante el período 2007-2015.

48. Intriago, J. (2015). El nuevo enfoque de la deuda ecuatoriana y su impacto en los

proyectos sociales, periodo 2007 – 2012. Universidad de Guayaquil: Guayaquil,

Ecuador

49. James, H. (1996). International monetary cooperation since Bretton Woods.

Washington: IMF.

50. Jaramillo-Jassir, M. y Tibocha A. (2008). La revolución democrática de Rafael

Correa. Editorial Universidad del Rosario: Bogotá, Colombia.

51. Jiménez Castilla, M. (2014). Economía del desarrollo humano y

microfinanciación. Sevilla, España: Universidad de Sevilla.

52. Junguito, R. (2015). El Fondo Monetario Internacional y el Banco de la República.

53. Lichtensztejn, S. (2012). El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Sus relaciones con el poder financiero. Veracruz, México: Revista Economía

UNAM

Page 65: Análisis de la política económica en torno a la deuda

65

54. Llorente, J.A. (2015). El rol de los organismos multilaterales en el desarrollo

económico y social de América Latina. Madrid, España: Desarrollando ideas.

55. London, S. & Formichella, M. (2006). El concepto de desarrollo de Sen y su

vinculación con la Educación. Morelia, México: Revista Economía y Sociedad

56. Londoño, J. y Perry, G. (1985). El Banco Mundial, el Fondo Monetario y

Colombia: Análisis crítico de sus relaciones. Coyuntura Económica.

57. Maldonado, L. (2016). Ecuador deuda externa: la evolución del endeudamiento y

privatización de información por parte de los diversos gobiernos de turno

constitucionales. Universidad Técnica de Machala: Machala, Ecuador.

58. Martínez, C. (2012). Ecuador se negó a pagar la deuda y prosperó. Monde

diplomatique: París, Francia.

59. Medina, M. (1973). La teoría de las Relaciones Internacionales. Madrid, España:

Seminarios y Edciones

60. Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador (2006). Plan Nacional de Política

Exterior 2006-2020. Quito, Ecuador.

61. Naciones Unidas. (1966). Qué es el desarrollo económico. Buenos Aires,

Argentina: Siglo Veinte.

62. Nemiña, R. & Larralde, J. (2018). Etapas históricas de la relación entre el Fondo

Monetario Internacional y América Latina. (1944-2015) Buenos Aires, Argentina:

Revista América Latina Historia Económica.

63. Ordóñez, D. e Hinojosa, S. (2014). La política exterior del Ecuador en el marco del

Plan Nacional del Buen Vivir. Revista Reto: Cuenca, Ecuador.

64. Perry, G. & García, E. (2017). La influencia de los organismos multilaterales de

desarrollo sobre las estrategias de desarrollo latinoamericanas. International

Development Policy

65. Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo. (2003).

El embrujo autoritario. Primer año de gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Bogotá,

Colombia.

66. Pose, N. (2018). Ideas y política exterior económica en el mundo en desarrollo. El

caso de la salida de Uruguay de las negociaciones del TiSA. Desafíos: Santiago de

Chile, Chile

Page 66: Análisis de la política económica en torno a la deuda

66

67. Reynolds, P. (1971). Introducción al estudio de las relaciones internacionales.

Madrid, España: Tecnos.

68. Rodríguez, M. y Segura, V. (2013). Impacto de la deuda pública externa

colombiana en la balanza de pagos 2007-2012.

69. Samaniego, E. (2017). La deuda externa y su incidencia en el crecimiento de la

economía ecuatoriana durante el período 2000-2014.Ríobamba, Ecuador: Facultad

de Ciencias Políticas y Administrativas: Universidad Nacional del Chimborazo

70. Sánchez, F. & Monroy, C. (2012). Actores, decisión y construcción de la política

exterior colombiana hacia los Estados Unidos en la era Santos. Colombia: ¿una

potencia en desarrollo? Escenarios y desafíos para su política exterior Bogotá:

Konrad Adenauer

71. Sánchez, F. y Campos, S. (2019). La política exterior de Santos: estrategia y

diplomacia por la paz. Oasis:

72. Sandoval Gómez, Claudia. 2002. Mediación de la ONU, la primera misión. El

Tiempo: Bogotá, Colombia

73. Semana. (2015) ¿De dónde saldrá la plata para el posconflicto? Bogotá, Colombia.

(Revisado: 19/10/19)

74. Stiglitz, J. (2002). El malestar en la globalización. Barcelona, España: Taurus.

75. Stiglitz, J. (2012). El precio de la desigualdad. Barcelona, España: Taurus.

76. Velásquez, D. (2016). OCDE, ingreso e implicaciones para Colombia. Universidad

Javeriana: Bogotá, Colombia.

77. Yépez, G. (2009). La actual política exterior del Ecuador y su relación con la

nueva Constitución. Revista digital AFESE: Quito, Ecuador.

78. Zepeda, B. y Egas, M. (s.f.). La política exterior de la revolución ciudadana:

opinión y actitudes públicas. Revista Mexicana de Política Exterior: México D.F.,

México.