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Profesor: Marianne Stein

Alumna: Francisca Wilson s.

20/10/2012

Análisis comparativo entre Velázquez y Rembrandt

El arte barroco, Europa e Hispanoamérica.

Dos caras de la Europa Barroca

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En una Europa donde el factor que los unía, la religión, se convierte en uno de

división, las certezas se vuelven cada vez más escazas. El proceso de la

Contrarreforma logra fortalecer la iglesia católica, con España y su monarquía como

garantes, y dominar la parte sur de Europa y América. Mientras tanto, en la parte norte

las iglesias protestantes mantienen su hegemonía. Esta división empieza a manifestarse

con mayor énfasis en sus sociedades. Mientras que la sociedad española se mantiene

fiel a las tradiciones, con una monarquía y un estado poderoso, los países del norte, en

especial los Países Bajos, celebran la independencia del Imperio español,

convirtiéndose en una sociedad capitalista y burguesa. Estas diferencias se manifiestan

claramente en su arte. A raíz de estos conflictos nace un movimiento que inunda las

artes, la arquitectura y la literatura del siglo XVII. Es el arte barroco, que tiene distintas

características comunes a toda Europa, como son la búsqueda de la teatralidad, el

dinamismo y la ruptura con lo clásico, con lo académico. Estas características se

asocian con los tiempos de crisis existentes, con la falta de certezas. Pero la teatralidad

y el dinamismo se expresa diferente en el arte español y holandés, y muy distinto a lo

que ocurre en la Roma papal y la Francia cortesana. Sin embargo, a pesar de las

diferencias religiosas y políticas, también existen bastantes similitudes entre los artistas

españoles y los holandeses. Los máximos exponentes en la pintura de estas dos

Europas son en España Diego Velázquez y en los Países Bajos, Rembrandt. ¿Cómo

fueron sus vidas y cómo éstas influenciaron su arte? y ¿Cuáles son sus diferencias y

similitudes?

Mientras que comúnmente en el arte se explora el tema de la belleza y se ha

buscado reproducirlo a lo largo de la historia, durante este periodo esta inquietud se

expresa a través el movimiento, lo exuberante, la teatralidad y el dinamismo, hasta

llegar a un punto donde todo empieza a parecer un tanto forzado y excesivo. Por ende,

aparece una inquietud entre los artistas, los cuales se preguntan ¿Qué es lo bello?

¿Podemos encontrar la belleza en otros lados, en lo que aparentemente no lo es? Es

así que el tema de las apariencias, lo que parece ser versus lo verdadero, el espejo que

es un reflejo de la realidad aparente, es uno de los tópicos de reflexión principales del

periodo barroco. Es por eso que la anti-belleza empieza a adquirir notoriedad. Lo anti

bello es lo trivial, lo común, por lo que se vuelven temas los que antes no lo eran, como

es el caso de los bodegones o los paisajes.

3

Unos años

antes de la era de

Velázquez y Rembrandt

aparece en la escena

artística italiana el hijo

de un albañil llamado

Michelangelo

Caravaggio, quién da

un giro absoluto en la

pintura tradicional

italiana, .al incorporar

rostros del pueblo en su

obra. Imagen 1. Carravagio. La Incredulidad de Santo Tomás, 1600.

Postdam Sanssouci, Galería de Pintura

Se enfoca en lo común, en lo verdadero, en lo cotidiano. A su obra se le

denomina “naturalismo”. Al introducir personajes reales en sus obras, plebeyos,

comunes y corrientes y utilizar los contrastes entre la luz y la oscuridad, se produce una

ruptura con lo que se venía haciendo hasta ese instante. La luz la utiliza con un sentido,

para enfatizar elementos del cuadro, mientras lo secundario se mantiene en las

tinieblas.

“El cuadro, en efecto, no se ilumina de manera uniforme, sino en manchas:

detalles descritos con una luz cruda se alternan con zonas de sombra densa. Es una

pintura dramática, violenta, que congenia con una época de grandes contrastes como la

barroca”1

La herencia de Caravaggio fue recogida principalmente por España y los Países

Bajos, donde el estudio de la luz en los objetos fue tomado por maestros de la pintura

tales como Diego Velázquez en España y Rembrandt en Holanda. Artistas

contemporáneos, pero que son el reflejo de las divisiones y quiebres de la Europa del

siglo XVII. Mientras el sur se mantiene católico, con el estado español en torno a

poderosa figura de un rey absoluto como Felipe IV, bastión del catolicismo y

conquistador de América, los Países Bajos, en el Norte, luego de una larga guerra de

independencia de este Imperio, se alzan como una nación poderosa basada en una

1 CONTI, Flavio. Como reconocer el arte Barroco, p 41.

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sociedad protestantes, principalmente calvinista, de la mano del comercio y la

burguesía.

Diego Velázquez (1599-1660), estudió por siete años en la academia del pintor

Francisco Pacheco2 en Sevilla, casándose con su hija Juana. En el año 1622 abandona

la ciudad con rumbo a Madrid, donde se convertiría, a los cortos 24 años, en el

retratista de la corte del rey Felipe IV.

Es un pintor naturalista, que observa la realidad y la plasma tal como es, en

forma objetiva y realista. El trazo que emplea es muy preciso en los lugares que le

interesa resaltar, como por ejemplo, los rostros de los personajes. Es utilizado muy

sutilmente, con una pincelada rápida, larga y con diferentes matices de los colores,

permitiendo que la imaginación del espectador termine la imagen, en otras partes del

cuadro, como por ejemplo, los ropajes. Esta característica trasciende a los pintores de

las generaciones futuras. Los efectos luminosos se logran a través de los continuos

cambios cromáticos de la pintura, un gradual cambio de intensidad, que da como

resultado la apariencia de totalidad. La luz es utilizada para hacer tangible un espacio u

objeto.

Velázquez se caracterizaba por pintar muy rápido, ni siquiera dibujaba las figuras

en la tela antes de empezar. Construye el cuadro con unas pocas pinceladas.

“Por tales efectos, los fundadores del impresionismo en el París del siglo XIX

admirarían a Velázquez por encima de todos los pintores del pasado.”3

De personalidad tímida, retraída, la vida del pintor fue siempre muy austera y

tranquila. “Velázquez vivirá siempre adscrito a Palacio, de uno de cuyos aposentos le

sacarán para enterrarlo.”4 Al provenir de una familia noble, su relación con la pintura es

diferente al de otros pintores. Tal vez pensaba que el vivir de la pintura era poco digno.

O tal vez el hecho de que fuese un pródigo de la pintura hacía que se aburriera un poco

de ella, que le resultara muy fácil. Sea como fuere, él se relaciona con su obra con la

mirada de un artista que no vive del oficio, si no que puede, desde una posición más

elevada, dedicarse a ella por el gusto. Por el gusto de la exploración artística.

2 Francisco Pacheco (1564-1644): Pintor manierista español, formador de la denominada Academia de Pacheco, un círculo de artistas, poetas y teólogos que representó un importante papel en la vida cultural de la ciudad de Sevilla. Participó activamente en la Inquisición española, como veedor de pinturas sagradas, cuidando que ninguna obra de arte considerada hereje entrara a la ciudad. Autor de uno de los más importantes tratados de pintura del siglo XVII El arte de la pintura. Fue el maestro de Diego Velázquez y también su suegro. 3 GOMBRICH, Ernst. Historia del Arte, p324. 4 ORTEGA Y GASSET, José. Obras completas tomo VIII- Velázquez, p.460

5

Además es importante resaltar que

pasó gran parte de su vida rodeado de las

obras más hermosas que existían en la

época, que se encontraban en Palacio.

Esto, en vez de influir en la obra de

Velázquez, logró que fuera única, ya que

nunca se dedicó a imitarla, sino más bien a

aprenderla, para crear algo nuevo.

Por consejo de Rubens5 , a quién

conoce en la corte de Felipe IV, parte a

Italia a estudiar a los grandes maestros. De

esta época en Roma, famoso es el óleo

Inocencio X, de 1650, donde capta la

psicología del personaje retratado,

enfocándose en el rostro y las manos,

mientras que la ropa es lograda con un

trazo ligero y poco preciso, que cobra

mayor importancia cuando es visto desde

la distancia.

Imagen 2. Velázquez. Retrato de Felipe IV, 1631.

National Gallery Londres

Las Hilanderas es uno de los más claros ejemplos de la importancia de la obra

de Velázquez, principalmente porque la obra se desarrolla en muchos más planos que

los aparentes y tiene múltiples lecturas. En primer plano, unas hilanderas, mujeres

comunes y trabajadoras, están produciendo los hilos para los tapices que se exhiben en

el fondo. Mientras tanto, en la parte trasera del cuadro, unas mujeres de clase alta

observan el tapiz que representa la fábula de Aracne6, de la Metamorfosis de Ovidio.

De este modo, todas las escenas del cuadro son un reflejo y un contraste de la otra y

aunque aparentemente todas transcurren en forma independiente, se relacionan a

través de pequeños detalles. La presencia de la una no se justifica sin la otra. Las

5 Peter Paul Rubens (1577-1640): político y pintor barroco de la escuela flamenca. Famoso por la teatralidad, luminosidad y dinamismo de sus obras. Entre las más conocidas están Las tres gracias y El desembarco de María de Medici. 6 Fábula de Aracne: La mortal Aracne reta a Atenea en un concurso de tejido, el cuál gana. La Diosa convierte a la tejedora Aracne en una araña, por su osadía.

6

damas elegantes son el contraste a las trabajadoras, las cuáles son fundamentales para

la existencia del tapiz de Aracne que observan las damas. Tapiz que relata la historia de

las tejedoras y así todo la escena es un gran “tejido” de historias entrelazadas.

Imagen 3. Velázquez. Las Hilanderas. 1657.

Museo del Prado, Madrid.

Los temas a tratar por los pintores españoles en general fueron las escenas

religiosas, los retratos de la corte, los bodegones, y en menor cantidad, las escenas

mitológicas. Estas últimas se consideraban obscenas, la Iglesia no las aceptaba del

todo. En general en España los artistas se especializan en un tipo de obra, sin embargo,

Velázquez fue la excepción. Incluso se atrevió a retratar a personas con enanismo,

pertenecientes a la corte del rey. Este es un ejemplo claro de la búsqueda de la belleza

en lo anti-bello, que tanto marcará la pintura del siglo XVII.

Si se estudia la obra de Velázquez, se puede observar que casi no pintó cuadros

con motivos religiosos, lo que es curioso perteneciendo a la corte más católica de

Europa. En cambio, sí representó muchas escenas mitológicas, la más conocida Los

Borrachos o el triunfo de Baco, pero como contexto para insertar en ellas personajes

comunes de la vida real. Si eso es lo que lo apasionaba, la representación del mundo

común, es claro que en una sociedad católica como la española fuese considerado

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herejía representar a Jesús y sus apóstoles como hombres comunes del pueblo.

Demasiado internalizado en la psicología española están las imágenes religiosas

idealizadas de la Edad Media. Por lo tanto, Velázquez se rehúsa a pintar escenas

religiosas, porque no le permiten explorar lo cotidiano.

Otro rasgo importante de la obra de Velázquez es la instantaneidad. Sus obras

son el reflejo de un instante, de un momento efímero. A diferencia de otros artistas

barrocos, él pinta el movimiento “detenido”. Retrata el momento preciso donde algo

acontece.

Esta característica es

lo que ha hecho el cuadro Las

Meninas tan distinto a otros

de su época. El artista captura

el instante mismo en que

retrata a los reyes e ingresa a

la habitación la infanta.

Convierte al espectador en un

integrante más de este

efímero momento, del cual

tiene la noción de que no es

eterno, pero sin embargo, fue

invitado a vivirlo con los

protagonistas de la pintura.

También se observa el tema

de lo aparente, el reflejo del

espejo.

Imagen 4. Velázquez, Las meninas. 1656

Museo del Prado, Madrid.

Los reyes están en el lugar del espectador de la obra, como el pueblo,

observando su vida cotidiana, mostrándolos cercanos a los ciudadanos comunes.

Fue un fiel servidor del rey, aceptando sus encargos uno tras otro. Todo esto

acaba con la concesión del hábito de Santiago.7, unos años antes de su muerte.

7 Hábito de Santiago: orden religiosa y militar, que en 1493 es incorporada por los Reyes Católicos a la corona española.

8

Por otra parte, la larga lucha de los Países Bajos por la independencia de la

potencia católica española y por la libertad religiosa, había infundido en el país grandes

aires de grandeza y energía. Se convierte así en una nación próspera en crecimiento,

ligada a la economía y las clases burguesas en contraposición con la monarquía

absoluta española. “El puerto comercial de Ámsterdam, en constante movimiento, es

comparado a un frondoso bosque por la selva de mástiles de los barcos; en los talleres

y en los mercados se pueden encontrar mercancías de todo el mundo, con una

opulencia y una variedad que no tienen parangón en Europa”8 Es una nación orgullosa

de su independencia y naciente prosperidad, cuyo espíritu era fomentado por su religión

calvinista, cuya teoría de la predestinación se adaptaba perfectamente a los nuevos y

prósperos mercaderes que eran “favorecidos” por la gracia divina. Por estos motivos, la

pintura de este país orienta sus esfuerzos a temas más cotidianos, ligados a la

burguesía, los retratos, los paisajes y los bodegones, así como a las representaciones

religiosas, con un carácter más mundano. Se concentran en el gozo de la vida diaria, en

los objetos preciados, en los paisajes que los rodean. Son cuadros que van colgados en

la casa de un burgués y no en un palacio, por lo que las dimensiones son reducidas.

Rembrandt Harmenszoon van Rijn (1606-

1669) a diferencia de Velázquez, es hijo de un

molinero, de una familia modesta, por ende, fue un

pintor que vivió de su obra. Esto lo hizo vivir periodos

de gran fama, donde alcanzó gran riqueza y otros de

ruina y pobreza, ya en sus últimos años. Famoso por

sus retratos, en un comienzo de sus familiares y

amigos y luego, de los grandes hombres de su

ciudad, el artista usa la luz para resaltar el rostro,

mientras la sombra invade casi toda la tela,

confundiendo los límites entre los volúmenes y los

fondos.

Imagen 5: Rembrandt. Autorretrato. 1652

Museo de Historia del Arte, Viena

Estos son su gran especialidad, logrando una humanidad en ellos pocas veces

antes vista. Incluso realizó múltiples autorretratos a lo largo de su vida. “No era un bello

8 ZUFFI, Stefano. Rembrandt, el más importante hereje de la pintura. p 38.

9

rostro, y Rembrandt no trató nunca, ciertamente, de disimular su fealdad; se contempló

con absoluta sinceridad en un espejo, y a este misma sinceridad se debe el que

dejemos de preocuparnos en seguida de la belleza o del aspecto exterior”. 9

Muchos comerciantes

enriquecidos quisieron retratarse en

sus cargos y una de sus obras

maestras es el retrato de Jan Six, de

1654, donde se conjuga la

humanidad de la persona con la

dignidad de su estatus social. ”En los

retratos de Rembrandt nos sentimos

frente a verdaderos seres humanos,

sentimos su calor, su necesidad de

comprensión y también su soledad y

su sufrimiento. Esos ojos fijos y

penetrantes que tan bien conocemos

por los autorretratos de Rembrandt,

debían de saber mirar dentro del corazón humano”10

Imagen 6. Rembrandt. Jan Six, un patricio de Ámsterdam. 1654

Colección Six, Ámsterdam

Notable es la manera en que la capa es pintada, con unas pinceladas

notoriamente más sueltas que en sus primeros años, sintetizando en pocas y largas

pinceladas el volumen que compone el elemento.

Estos retratos le acarrean gran fama en Ámsterdam, a donde se traslada el año

1632. Hendrick van Ulylenburch, un reconocido comerciante de arte de la ciudad, actúa

como mediador entre el artista y sus clientes.

Los retratos de Rembrandt pronto se hacen famosos, en especial por su

realismo, por la manera en que captaba la esencia de los personajes a través del juego

de las luces y sombras y porque en su mayoría, los retratados parecen haber sido

interrumpidos por la presencia del espectador, lo que les aportaba un mayor realismo a

la escena.

9 GOMBRICH, Ernst. Historia del Arte, p.331. 10 Idem, p.332

10

“El reconocido joven artista logró lo que en ese entonces era un ideal en la

floreciente ciudad cosmopolita: que el espectador sintiera la presencia del retratado al

contemplar retrato”11

En la Holanda calvinista, la arrogancia se consideraba de mal gusto, por lo que

los retratos ejerciendo un cargo o en grupos de un mismo gremio fueron una solución

para mantener la deseada austeridad. Ejemplo de este tipo de retratos es la conocida

La lección de anatomía. En esta obra es retratado el cirujano Nicolaes Tulp, realizando

la clase, rodeado de siete respetables miembros de la sociedad holandesa. Rembrandt

logra a través de sus miradas y expresiones faciales, que se perciba un ambiente de

concentración en la lección. Además una de las figuras mira directamente al espectador,

como invitándolo a participar de la clase. Incluso la cara del cadáver es la de un

conocido criminal muerto de la ciudad.

Imagen 7.Rembrandt. La Lección de anatomía del Dr. Turp. 1632

Mauritshuis, La Haya

Sin embrago, La ronda nocturna es sin duda una de sus obras más reconocidas.

Hecha para la sociedad de tiradores Cloveniers, logra efectos que serán los que

caracterizarán su pintura en los años siguientes. Por ejemplo, el cuidado en la

representación de los metales, así como también en la iluminación de los rostros en el

tumulto, resaltándose como focos en la multitud, cuyos cuerpos pierden los límites y

11 BOCKEMÜHL, Michael. Rembrandt, p 39

11

contornos mezclándose con el

fondo del cuadro. También es

importante como cada rostro es

retratado con precisión y realismo.

Es una obra llena de dinamismo,

donde cada personaje está

realizando alguna acción en forma

simultánea.

Imagen 8.Rembrandt. La ronda nocturna.1642

Rijsmuseum, Armsterdam

Un tema importante en las obras

de Rembrandt es la religión. Pinta

muchas escenas de la biblia, desde una

perspectiva realista, sin idealizaciones.

Esto se condice con su religión

protestante, la cual permite la lectura de

la biblia en forma individual, sin

necesidad de la intervención del clero,

convirtiendo la religiosidad en un asunto

más individual, personal y tangible.

Imagen 9. Rembrandt. Jesucristo predicando. 1652

Aguafuerte

Por esto es muy probable que Rembrandt haya pasado muchas horas

estudiando las sagradas escrituras. Las representaciones religiosas de Rembrandt

alcanzan un realismo que no se da en la pintura católica. Un ejemplo claro de este el

grabado Jesucristo predicando, donde los que rodean a Jesús son efectivamente

hombres con harapos, sufriendo, con vestimentas judías. La importancia de la obra se

alcanza a través de la honestidad, del rescate de lo aparentemente ordinario, lo común.

Gran experimentador con su obra a través de 44 años de pinturas y grabados,

antes de pintar la obra definitiva, realizaba muchos dibujos y bosquejos experimentales.

Pero es en los grabados es donde su capacidad de exploración se hace más evidente,

por la cantidad de temas, y elaboradas composiciones que realiza.

12

Con respecto al aspecto técnico de sus obras, con los años va desarrollando

unas pinceladas sueltas, anchas y separadas, que van formando los volúmenes por la

superposición de matices de colores oscuros y claros, que van dando movimiento a las

telas y configurando las facciones de los rostros.

También la luz es usada con una intencionalidad, para resaltar el elemento más

importante del relato, a través de un rayo de luz, mientras el entorno se mantiene en las

tinieblas. El fondo pierde importancia en un afán de resaltar la acción, la figura, cuyo

rostro es lo que más se enfatiza a través de la iluminación. Así se resalta la expresión

dramática de los personajes, transformándose la luz en un protagonista más de la

acción. A través de este uso de la luz, Rembrandt enfatiza la transitoriedad de ésta, y

como su presencia resalta la instantaneidad del momento retratado.

Las semejanzas entre ambos artistas son muchas, así como también las

diferencias. Ambos representan distintas maneras de vivir una época llena de

incertidumbres y cambios, de una Europa dividida en católicos y protestantes,

capitalismo y monarquía, nobleza y burguesía.

Mientras Velázquez era un noble, Rembrandt era de la clase trabajadora, un

hombre que vivió de su arte con mucho esfuerzo. Velázquez vivió una vida acomodada

en Palacio, codeándose con los políticos y pensadores más importantes de su época, a

pesar de su timidez. No vivió la vida típica de un artista, fue un privilegiado por

encontrarse siempre rodeado por las mejores obras de su tiempo. Por esto algunos

teóricos postulan que la relación con su obra es más distante. No se dedicaba con el

ahínco que se esperaría de un artista de su talla a la pintura, no utilizaba gran parte de

su tiempo a esto, a la creación de bosquejos o dibujos. Pero esto en vez de ser un

problema, le permitió dedicarse a la exploración artística. Sus obras no fueron tanto en

número, pero sí fueron avanzando en calidad a lo largo de su vida, logrando con las

hilanderas su obra culmine, por la manera en que se trata la luz, el instante, las historias

paralelas y los contrastes.

Por su parte Rembrandt tuvo una muy fructífera carrera artística, pintando

muchas obras y más de 80 autorretratos, bocetos y grabados. El vivía de su arte, y a

través de él logró ascender socialmente. Tenía un taller con alumnos y trabajó en

sociedad con otros artistas. Esto se refleja en su obra, que es más cercana, más

burguesa.

Otra de las diferencias radicales entre ambos artistas es que mientras los

contornos de las figuras en Rembrandt no son claros y se confunden con el fondo, en

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los de Velázquez se mantienen mucho más nítidos y definidos a lo largo de su obra.

Esto guarda relación con la sociedad de los países a los cuáles los artistas pertenecen.

Mientras que España es un Imperio, basado en una monarquía llena de tradiciones, que

ha sobrevivido a la crisis de la Reforma y la Contrarreforma, saliendo fortalecida del

proceso, Holanda es un país naciente, con una religión relativamente nueva, con un

nuevo orden social. La seguridad del artista español es el reflejo de un Imperio

tradicional, la relatividad de los contornos de las figuras de Rembrandt, de una forma

más moderna, menos rígida de ver el mundo.

El uso del color es fundamental en ambos artistas, pero mientras Rembrandt se

mantiene en tonos tierra, más oscuros, con toques de luz, Velázquez tiene una paleta

mucho más rica, con tonos rojos, azules, dorados. Es también un reflejo de los

ambientes que rodean a ambos artistas. En el palacio real español, las telas y ropajes

son lujosos, mientras en la Holanda calvinista, la austeridad es considerada una virtud.

Además en la obra de Rembrandt se observan muchas escenas bíblicas,

mientras que en Velázquez son escazas. Al contrario de lo que se podría esperar,

viniendo Velázquez de un país tan católico, la religiosidad no fue muy abordada por él,

ya sea por el agotamiento del tema en España o por la imposibilidad de retratar escenas

bíblicas con un carácter realista. En cambio en Rembrandt, muchísimas de sus obras

más exitosas pertenecen a escenas religiosas, representadas por seres comunes y

corrientes.

La importancia que estos autores dan al retrato es una de las similitudes más

importantes que poseen. El retratista fue considerado por muchos años como un artista

secundario, y Velázquez y Rembrandt enfocan su arte precisamente en las cualidades

del retrato. Se enfocan en cada elemento como si fuera algo de real importancia y valor

en el cuadro y pintan incluso los objetos como individuos.”Velázquez abandona la

Belleza formalista hasta entonces procurada en la pintura y va derecho al objeto, según

se nos presenta en su cotidianeidad, a la vez humilde y trágica” 12 Convierten lo

cotidiano en una permanente sorpresa.

Utilizan la luz con una intención. Descubren que es un elemento que acentúa la

instantaneidad de una escena. La luz está siempre en constante cambio. Se vuelve un

agente en sí mismo, que participa como un personaje más en la escena. En el caso de

Rembrandt, iluminando los rostros, resaltándolos del fondo que es muy oscuro. En el

caso de Velázquez, para resaltar el efecto que tiene en los objetos o personajes. Por

12 ORTEGA Y GASSET, José. Obras completas tomo VIII- Velázquez, p. 476

14

ejemplo, en la rueca de las hilanderas, donde logra a través de cómo la luz afecta este

objeto, pintar el movimiento.

Otra característica en común es la búsqueda de la instantaneidad en sus obras.

Plasmar un instante, donde el espectador intuye que la acción está sucediendo ahora,

consecuencia de una acción que viene y seguirá transcurriendo. Esto se vuelve un

tópico novedoso, que es una búsqueda constante en la pintura del siglo XVII. En el caso

de estos dos artistas, las obras son más sosegadas, menos teatrales que las del

barroco italiano o francés, pero sin embargo logran igual, en forma más calmada y por

ende, más meritorio, plasmar el dramatismo y dinamismo característico de le época.

En este punto podemos rescatar el cuadro las meninas, donde el espectador es un

protagonista más de la obra, un partícipe de la acción. En el caso de Rembrandt, la

ronda nocturna, cada uno de los personajes está preparando sus armas, o a punto de

dar una orden, por lo tanto, el espectador de la obra presiente esa tensión que antecede

un gran acontecimiento y se siente partícipe de la acción.

Una característica importante de ambos artistas y que además en los dos se

hace más evidente en sus últimos años de vida es la síntesis de las pinceladas. Esto

definirá la pintura en los siglos siguientes. Es decir, cómo el artista, con pocos

movimientos, hace aparecer los personajes y objetos en la tela, produce los relieves de

los ropajes y telas. La pincelada es honesta, no trata de ocultarse. Esto se relaciona con

otra característica común entre ambos artistas, que es la búsqueda de lo bello en lo no

aparente. Del rescate de lo cotidiano, de la honestidad detrás de las temáticas, así

como también del trazo con que la obra nace. ¿Por qué no puede ser bello también?

¿Por qué ocultarlo, difuminarlo?

Por último, la síntesis que van alcanzando ambos artistas en sus obras a lo largo

de sus vidas es fundamental. Sus pinturas nos parecen realistas porque vemos los

objetos que nos rodean cada día representados en forma naturalista. Pero si

observamos de cerca, notamos que lo que realmente lograban retratar a través de ésta

síntesis de pinceladas que van desarrollando, es representar la esencia de lo retratado,

ya sea del objeto o la persona.

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Bibliografía

BOCKEMÜHL, Michael. Rembrandt, Editorial Taschen, Colonia 2000

CONTI, Flavio. Como reconocer el arte Barroco. Editorial EDUNSA SA, Barcelona 1993.

GOMBRICH, Ernst. Historia del arte. Editorial Alianza SA, Madrid, 15a Edición 1992.

ORTEGA Y GASSET, José. Obras completas tomo VIII- Velázquez. Editorial Alianza,

Madrid 1994.

VARIOS AUTORES. El Barroco, Arquitectura-Escultura-Pintura. Könemann, Colonia,

1999.

ZUFFI, Stefano. Rembrandt. El más importante hereje de la pintura. Editorial Electa

España SA Madrid, 1999.

Índice de imágenes

Imagen 1: http://www.ibiblio.org/wm/paint/auth/caravaggio/:

Imagen 2: http://www.biografiasyvidas.com/monografia/velazquez/cuadros9.htm

Imagen 3 http://www.poesi.as/clr760030foto.htm

Imagen 4: http://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/galeria-on-

line/zoom/1/obra/la-familia-de-felipe-iv-o-las-meninas/oimg/0/

Imagen 5: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Rembrandt_Harmensz._van_Rijn_127b.jpg

Imagen 6: http://avorticistking.wordpress.com/2010/04/06/notes-on-rembrandts-jan-six/

Imagen 7: http://benartre.blogspot.com/2011/05/leccion-de-anatomia-de-rembrandt.html

Imagen 8: http://lacomunidad.elpais.com/eldandy/2008/4/7/el-enigma-la-ronda-noche-

rembrandt

Imagen 9: http://expositions.bnf.fr/rembrandt/esp/grand/043_1.htm