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~Ania y Kin~
Cuento de ANIA:UN REFUGIO ESPECIAL
Autor: ©Joaquín Leguía Orezzoli
Edición: ©Asociación para la Niñez y su Ambiente (ANIA)Jr. Dos de Mayo N° 237, BarrancoLima, PerúTeléfono: (511) 628-7948www.aniaorg.pe
Colaboradores:Ilustración: Juan Carlos Semino ZamoraDiagramación: Edgar Quintanilla MejiaEdición: Anyela Gómez Velarde
Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2015-12832ISBN N° 978-612-47001-1-8Código de barras N° 9-786124-700118Registro de proyecto editorial N° 11501041501020
Primera edición: noviembre, 2015Tiraje: 1000 ejemplares
Impreso en:GRÁFICA FILADELFIA E.I.R.LTDAJr. Dávalos Lissón N° 141 Int. 207, Lima Lima, PerúNoviembre, 2015
La Asociación para la Niñez y su Ambiente (ANIA), es una organización sin fines de lucro fundada en Perú en 1995, con la misión de impulsar iniciativas que empoderan a las niñas, niños y jóvenes como agentes de cambio para el desarrollo sostenible desde su hogar, institución educativa y/o comunidad.
Esta historia es parte de la metodología TiNi de ANIA y deriva de la obra original “El Gran Tesoro de la Naturaleza (EGTN)” escrita por Joaquín Leguía Orezzoli y cuyos derechos son de propiedad de El Comercio.
La reproducción total o parcial de esta publicación se autoriza con permiso previo del autor y solo para fines educativos.
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Hace muchos años, en un bosque, vivía Meshi, el único árbol que produce semillas y flores de todas las plantas del mundo.
Con el tiempo, la ciudad fue creciendo y el bosque desapareciendo. Por suerte Tawa, un viejo chamán y amigo de Meshi, salvó un pedacito de aquel
mágico lugar donde viven juntos.
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Hoy, ese bosquecito, rodeado de edificios, es considerado por las autoridades como un refugio temporal para la vida silvestre, un lugar donde los
animales rescatados pueden ser cuidados hasta que regresen a su hábitat.
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Los fines de semana, los nietos de Tawa, Ania y Kin, los visitan.
Un día jugaban a las escondidas cuando su abuelo dijo:–¡Ania, Kin! Meshi tiene una nueva misión para ustedes.
Kin salió de la caja de arena y Ania de unos arbustos donde estaba escondida.–¡Ahí estaban! –exclamaron Huinsi, Bea y Lucina que no los podían encontrar.
–Ni Lata Data pudo con su super cerebro de metal –agregó Curhui.
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Ania y Kin corrieron donde Meshi a ver quién llegaba primero.–¡Empate! –gritó Ararú.
Meshi, con cariño les dijo –Mis pequeños, van a explorar el bosquecito que me rodea y descubrirán seres de dos y más patitas.
Conozcan cómo llegaron aquí y qué podemos hacer por ellos.
Felices Ania y Kin empezaron la búsqueda...
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Luego de un rato sin encontrar nada, Kin dijo: –Esos animalitos son muy buenos escondiéndose.
–¡Tengo una idea! –exclamó Ania– Juguemos a las escondidas con ellos y así los encontraremos.
–¡En eso somos expertos! –agregó Kin.
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Apoyados en un árbol contaron... –Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho,
nueve… nueve y medio y diez ¡Ahí vamos!
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Horas después, cansados pero felices, Ania y Kin estaban junto a Meshi, tomando agüita de coco.
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–¡Los encontramos! –exclamó Ania emocionada. –¡Cuéntennos! –respondió Meshi.
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Ania empezó... –Subimos a un árbol de shihuahuaco y encontramos a unos monitos jugando.
Sus nombres son Maquisapa, Chorito, y Pichico. Nos contaron que vivían en distintas partes de la selva pero les ocurrió lo mismo.
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Un día jugaban con sus familias y escucharon unos disparos, cayeron asustados del árbol y unos hombres los metieron en sacos. Durante días viajaron en una
jaula sin agua ni comida.
Cuando estaban a punto de ser vendidos en el mercado dos hormiguitas les dijeron “Hay un bosquecito en la ciudad donde encontrarán refugio”
Las hormiguitas lograron abrir la puerta y una mariposa los guió hasta aquí.
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Kin continuó.... –Luego subimos a otro árbol y escuchamos a un pihuicho que le decía a una lora… “Shhhh deja de hablar que nos encuentraaaan”
Nuestra risa hizo que se dieran cuenta que habían sido descubiertos.
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Nos contaron que los atraparon en sus nidos antes que aprendan a volar, los metieron en tubos y botellas y los transportaron en un bus sin luz, agua ni comida
...Tuvieron suerte de sobrevivir.
El pihuicho y la lora terminaron enjaulados como mascotas. Por suerte, una noche, vieron la sombra de un ave que les dijo “Hay un bosquecito en la ciudad donde
encontrarán refugio y estarán protegidos” A la mañana siguiente, la jaula estaba abierta y vacía.
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–Mi turno –dijo Ania– Luego de tanto buscar teníamos hambre, así que fuimos a un árbol de zapote a comer su rica fruta. Ahí encontramos una osita de anteojos que ya nos había ganado.
Nos contó que el bosque seco, su hogar, está siendo cortado y casi no tienen donde vivir. A ella la capturaron y la metieron en una jaula para mostrarla en un
circo. Le cortaron las garras y los dientes para que no pudiera defenderse.
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Cuando el circo llegó a la ciudad, abriéndose paso entre la gente, un abuelito le dijo con cariño que avisaría al Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre –SERFOR–
y a la policía ecológica para que la liberen.
Al día siguiente, fue rescatada y traída a este lugar.
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–¡Ahora yo! –exclamó Kin– Pasamos por la poza y escuchamos “glup, glup”… era Glup, el pececito.
Nos acercamos y descubrimos a dos tortugas discutiendo. La taricaya le decía a la motelo que se esconda con ella en el agua, mientras que la motelo insistía que no tenía salvavidas. Después de varios minutos se dieron cuenta que las habíamos encontrado.
“Son ggglentas decidiendo” nos repetía Glup.
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–La taricaya –que es acuática aclaró Lata Data– fue capturada en una red.
La motelo –que es terrestre, aclaró Lata Data– fue capturada de la misma forma. Tiempo después,
fueron regaladas a un colegio en la ciudad.
Los niños que sabían que tenían que reportarlas avisaron a SERFOR. Como en el colegio no tenían un lugar adecuado las trajeron aquí para que las cuidemos
¡Hurra a las niñas y niños!
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–Wak Wak, turno de Tawa– anunció Ararú.Tawa sonrió y contó –Hace unos días me invitaron a un lugar donde hacen experimentos. Grande fue mi sorpresa cuando vi un gatito y un perrito enjaulados y asustados. Leí el cartel de la jaula y decía “para pruebas”
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Por suerte estaba con Bea que apagó la luz. En ese momento puse mis
lentes en función “visión nocturna”.
Y agregué en la etiqueta “no aptos”. Cuando el encargado encendió la luz dijo extrañado “¡Qué raro, pensé que eran aptos para pruebas!”
Por eso aproveché y pregunté “¿Como no lo son, me los puedo llevar?” Y así es como fueron liberados y ahora forman parte de una familia que los cuida.
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–Wak, wak ¡Turno de Meshi! –anunció Ararú. Rodeada por todos Meshi dijo –Parte de nuestra misión es ayudar a que los animales estén bien ya que ellos son muy importantes para el mundo. Dispersan semillas, polinizan plantas, controlan plagas, nos inspiran, nos dan alegría, amor y mucho más.
Algunos animales como los monos, el oso de anteojos, y el otorongo viven en áreas naturales importantes que tenemos que cuidar. Otros, como las tortolitas,
el búho, el halcón y las ardillas viven libres en las ciudades pero necesitan árboles, parques y nuestro respeto para que estén bien.
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También están los animales que siempre nos acompañan y que hay que cuidar como las mariposas, abejas, picaflores, mariquitas y por supuesto los perritos y gatitos que
nos dan cariño, compañía y nos cuidan.
–¡Hurra a la Madre Tierra! –dijeron todos a una sola voz.
Ania y Kin, abrazaron a Meshi y dijeron:–¡Queremos ayudar a que los animales estén bien! Nosotros con las niñas y los niños
los ayudaremos.Y así entre todos crearon el decálogo…
–Bip, Bip son once así que es un ONCE-HÁGALO.–Jajaja –rieron todos– ¡Hurra Lata Data!
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Animales silvestres
• NO COMPRES animales silvestres.• Ayuda a cuidar las Áreas Naturales donde ellos
viven.• Asegúrate de consumir productos que respeten
la naturaleza.• Crea una TiNi para que los picaflores, mariposas,
aves y otros animales tengan un lugar donde comer, beber, descansar y vivir.
• Avisa a las autoridades encargadas cuando veas animales silvestre en peligro.
• Ayuda a los centros de rescate y refugios.
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Animales domésticos
• ADOPTA, no compres animales domésticos, hay muchos que necesitan un hogar.
• Dales comida, abrigo, un espacio libre y abundante cariño.
• Dile a tus papás que lleven a tu perro o gato al veterinario para que los operen y no tengan más hijitos. Muchas veces estos hijitos terminan abandonados en la calle.
• Vacuna a tus mascotas.• Ayuda a los centros de rescate y albergues.
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El tráfico de fauna silvestre, es el tercer comercio ilegal que mueve más dinero en el mundo después del tráfico de drogas y de armas. Se estima que del total de animales vivos que son secuestrados más del 80%
mueren durante la captura, transporte y comercialización posterior. Los animales son vendidos en mercados, tiendas de mascotas, para coleccionistas, zoológicos, circos, y para fines
científicos (investigación y producción de medicamentos), entre otros.
Casi la mitad de las especies silvestres capturadas y comercializadas en el mundo provienen de los bosques de Sudamérica. En el Perú las especies más traficadas son las aves como los pihuichos, loros, guacamayos. Los reptiles como las boas, iguanas, lagartos y tortugas. Los mamíferos como el mono
machín, mono choro, maquisapa o mono araña, monos aulladores, frailecillos, pichicos y monos leoncitos. También los osos de anteojos, coatíes, zorros, vicuñas. Los animales se transportan en medias, tubos, cajas, entre ropa en maletas o escondidas en alguna parte del cuerpo del traficante o en diversos
vehículos.
Los animales silvestres cumplen funciones muy importantes que solo ellos pueden hacer. Mantienen sano y en equilibrio los ecosistemas que habitan, tanto terrestres como acuáticos y eso hace que nosotros los
humanos estemos mejor.
Para ayudar a terminar con el tráfico ilegal de animales silvestres encuentra más información en:www.serfor.gob.pe/ o www.wcsperu.org/
¡ESTE CUENTO NO ES CUENTO!
Oso de Anteojos“Cholita”
Pihuichos Loros
Maquisapa Pichico Mono choro
Tortuga
*Las imágenes fueron obtenidas de internet
“Drako” “Mishu”
“Bosu”
Dedicado a Cholita la osa de anteojos, Drako y Bosu los perritos y Mishu el gatito quienes nos inspiraron a crear este cuento.
La producción y publicación de este cuento es posible gracias a:
Este producto ha compensado su huella de carbono con bonos CCERO:
Impreso en papel con certificación FSC y PEFC (Chambril)
Acompaña a Ania y Kin en esta nueva aventura y descubrelo importante que eres para el mundo.
No hay mejor refugio para la vida animal que una niña o niño que crece conociendo, valorando y cuidando la naturaleza.