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Correo del Maestro Núm. 124,septiembre 2006
Animales mexicanos del desierto en peligro de extinción*
Alejandra Alvarado Zink**
Annelies Alvarado Zink
Zona desértica de México. Jen Green, Un cacto saguaro, Correo del Maestro- La Vasija, México, 2005.
El 2006 ha sido llamado Año Internacional de los Desiertos y la Desertificación por la Asamblea
General de las Naciones Unidas. El objetivo de esta medida es dar a conocer la biodiversidad
que existe en esas zonas y ayudar a protegerlas de la explotación humana, pues los desiertos
son regiones de baja productividad y poseen una compleja ecología.
Como una forma de aportar a este esfuerzo de divulgación y conservación, en el presente
artículo daremos a conocer a los maestros y alumnos de educación básica una parte
representativa de la biodiversidad que habita en los desiertos mexicanos, ya que,
lamentablemente, muchas especies se pueden perder para siempre si no tomamos conciencia y
ayudamos desde nuestros hogares a protegerlas y conservarlas.
Figura 1. Zonas desérticas en la República Mexicana.
Los desiertos mexicanos
En México las zonas desérticas son las más extensas. Llegan a ocupar más de 52% del
territorio nacional y abarcan los estados de Baja California, Coahuila, Zacatecas,
Aguascalientes, la mayor parte de Sonora, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Tamaulipas,
algunas partes de los estados de Sinaloa, Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán, Guerreo,
Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Hidalgo y Morelos (ver fig. 1).
A pesar de las condiciones climáticas extremosas que presentan los desiertos, éstos dan
albergue a diversas especies que han logrado adaptarse y sobrevivir en ese medio desde hace
miles de años, y constituyen el lugar más importante de evolución de los cactos.1
La intervención del hombre
La biodiversidad en las zonas desérticas, no sólo de México sino de todo el mundo, se ha visto
afectada y se encuentra en peligro por diversas actividades humanas. Entre las principales
amenazas podemos encontrar las actuales prácticas de agricultura y el creciente
sobrepastoreo, que modifican el ecosistema natural y que requieren de grandes cantidades de
agua para su mantenimiento.
Esto ha dado como resultado la degradación de 20% de los ecosistemas de tierras áridas,
con consecuencias lamentables como la desertificación y sequía, y, por consiguiente, la
disminución de cerca de 2311 especies, y la pérdida de millones de dólares en producción
agrícola en todo el mundo, así como el incremento de algunos problemas sociales, económicos
y políticos.
Prácticas sustentables
Para poder proteger, conservar y usar adecuadamente mediante prácticas sustentables a las
especies de fauna en nuestro país, se han creado leyes como la Norma Oficial, mejor conocida
como NOM 059 SEMARNAT 2001. En esta Norma Oficial podemos encontrar la categoría de riesgo
o estatus en la que se encuentran varias de las especies mexicanas.
A continuación les ofrecemos información particular sobre algunas de las especies de
animales del desierto mexicano que se encuentran en alguna de las categorías de riesgo, de
acuerdo con la Norma Oficial.2
Algunas especies de animales del desierto que se encuentran dentro de la Norma Oficial (NOM 059 SEMARNAT 2001)
ESPECIES DE AVES ESPECIES DE MAMÍFEROS ESPECIES DE REPTILES
Tecolotito colicorto Micrathene whitneyi
Berrendo
Antilocapra americana
Lagartijo mesquite
Sceloporus
grammicus
Codorniz cotuí norteña
Colinus virginianus
Murciélago magueyero
chico
Leptonycteris curasoae
Camaleón cornudo
Phrynosoma
orbiculare
Clarín jilguero
Myadestes occidentalis
Perrito mexicano de las
praderas
Cynomys mexicanus
Monstruo de Gila
Heloderma
suspectum
Aves
El tecolotito colicorto
Caminando por el desierto, cerca de un enorme cacto
saguaro, se escucha un agudo y rápido “chiuc, chiuc, chiuc”.
Al alzar la vista siguiendo el largo tallo del cacto, se
distingue un hoyo por el cual se asoma la redonda cabeza
de un tecolotito colicorto. Su rostro llama la atención debido
a su colorido pico ocre y a sus grandes ojos amarillos.
Esta ave de presa nocturna, conocida con el nombre
científico de Micrathene whitneyi, habita en los desiertos
donde crecen los cactos saguaros, los cuales se distribuyen
Tecolotito colicorto (Micrathene whitneyi).
Foto: Greg Lasley
además de refugio y un lugar donde vivir, el tecolotito colicorto encuentra insectos, pequeñas
lagartijas y roedores que le sirven de alimento.
El tecolotito colicorto es uno de los tecolotes más pequeños del mundo, como del tamaño de
un gorrión. Llega a alcanzar hasta 15 cm de longitud y un peso de 40 gramos; por ello se le
conoce también como “tecolote enano”.
Al igual que todas las aves, los tecolotitos son ovíparos, es decir que nacen de un huevo que
pone la madre. En el caso particular de los colicortos, las hembras llegan a poner de dos a cinco
huevos, que incuban hasta por 24 días. El nido lo construyen dentro de un saguaro, pues ahí
encuentran las condiciones adecuadas para proteger a su prole del extremoso clima del
desierto.
De acuerdo con la Norma Oficial, la Micrathene whitneyi es una especie que se encuentra en
peligro de extinción, principalmente por la modificación de su hábitat, y también debido a que se
le persigue y captura por motivos culturales (mitos y supersticiones) o para su venta como
mascotas o animales de ornato.
El jilguero
También conocido como “clarín jilguero” o “pájaro de los nueve cantos”, es una de las aves
canoras que más sorprenden por su trino. Es un ave de hábitos solitarios que prefiere vivir en
las zonas semiáridas montañosas, así como también en las zonas de bosques de pino y encino,
donde encuentra su alimento. Su dieta es omnívora, es decir, se alimenta tanto de plantas
(bayas y frutos) como de animales (algunos insectos, gusanos y caracoles). En México se le
puede encontrar desde el sur de los estados de Sonora, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas,
hasta las montañas del sur, aunque también se le ha visto en las islas Tres Marías.
Jilguero (Myadestes occidentalis).
Foto: Marco Antonio Gurrola.
Los observadores y amantes de las aves lo llaman Myadestes occidentalis, y reconocen
fácilmente a esta delgada ave de unos 20 cm de longitud por el color gris plomo que presenta en
casi todo su cuerpo, excepto en la espalda y las alas, las cuales son de color café y café rojizo,
respectivamente.
La hembra suele poner de dos a cuatro huevos, para lo cual construye, a nivel del suelo,
cerca de la base de un árbol, un nido de lodo en forma de taza.
Debido a la modificación y destrucción de su hábitat, esta especie se encuentra catalogada
como amenazada.
La codorniz cotuí norteña
Esta codorniz, también conocida como Colinus virginianus, emite varios tipos de silbido, entre
los que destaca su claro “cotuí, cotuí, cotuí”.
Es un ave parecida a una pequeña gallina; llega a medir hasta unos 26 cm de longitud. La
coloración de su plumaje es muy variable (negro, café, canela o blanco), sin embargo es posible
distinguir a los machos de las hembras, ya que los primeros presentan una corona de plumas
que se oscurece con la edad.
En México se les puede encontrar en diversos estados,
como Sonora, Nayarit y Jalisco, así como desde la parte
inferior del río Bravo en el NE de México, hasta el sur de
Tabasco y Chiapas, a lo largo de la llanura costera del Golfo
de México.
Su dieta varía durante el año. Es un animal omnívoro
pero se alimenta principalmente de plantas, como brotes
tiernos, frutos y semillas, sin embrago, durante su periodo de
reproducción, que comienza en la época de lluvias,
complementa su dieta con algunos insectos.
Construye su nido al ras del suelo en pequeñas
depresiones donde deposita entre 10 y 20 huevos que son
cuidados por ambos padres.
Se encuentra catalogada como especie amenazada debido a la destrucción de su hábitat y a
la cacería ilegal, ya que esta ave es codiciada por su carne y sus huevos, que son comestibles.
Mamíferos
El berrendo
El berrendo, cuyo nombre científico es Antilocapra
americana, es también conocido como antílope americano,
aunque desde el punto de vista de la biología no es un
verdadero antílope, sino el único representante viviente de
un grupo de ungulados que se originó en América, conocido
como antilocápridos.
Es el animal más veloz en el continente americano y el
segundo animal más veloz del mundo. Llega a pesar entre
30 y 60 kg. Es muy parecido al venado cola blanca pero, a
diferencia de éste, ambos sexos presentan cuernos, aunque
en los machos son más grandes. Alcanza una altura de un
metro y llega a medir hasta 140 cm de longitud, sin tomar en
cuenta su cola, que puede ser de hasta 10 cm de largo. Su
pelaje en el dorso es de color pardo rojizo con costados blancos, y tiene también dos bandas
blancas en el cuello.
Es un mamífero herbívoro que se alimenta de cactos, pastos y hierbas del desierto. Su
periodo de reproducción va de julio a septiembre. Generalmente tiene una sola cría que nace
después de unos 245 días. Actualmente, en México sólo se encuentran pequeñas poblaciones
en algunos estados como Baja California Norte y Sur, Sonora y Chihuahua.
El berrendo se encuentra en peligro de extinción debido a la modificación o destrucción de
su hábitat por diversas actividades humanas, como la ganadería, la agricultura y la urbanización.
Las poblaciones de esta especie se han visto también seriamente afectadas por la cacería
furtiva.
Berrendo (Antilocapra americana).
B. Hoare, Atlas de biomas, Correo del Maestro, México, 2005.
Codorniz cotuí norteña (Colinus virginianus).
Enciclopedia de los animales, volumen 6, Editorial Anesa, Noguer, Rizzoli y Larousse, Argentina, 1972.
Murciélago magueyero chico
Esta especie de murciélago, conocido también como Leptonycteris curasoae, es de tamaño
mediano y llega a pesar entre 21 y 23 gramos. Sus orejas son muy pequeñas y tiene una
diminuta cola. Es de color café canela. Su rostro se distingue por un largo y aguzado hocico que
remata en una peculiar nariz, la cual, por su forma triangular, recibe el nombre de “hoja” nasal.
Su lengua es muy larga y en la punta se cubre de una aparente vellosidad, que en realidad son
papilas modificadas que le permiten alimentarse de las flores.
Se le encuentra en casi todo México, excepto en los estados de Baja California y Yucatán, y
habita en cuevas, túneles, minas y construcciones, formando colonias. Las hembras forman
colonias reproductivas que dan a luz a finales de mayo y junio.
Murciélago magueyero chico (Leptonycteris curasoae).Foto: Archivo Universum.
Debido a sus hábitos alimenticios, los murciélagos magueyeros son importantes polinizadores
de las zonas áridas y tropicales de México, donde se alimentan de polen, néctar, frutos y
principalmente de cactos como el saguaro y el órgano. También llegan a complementar su dieta
con algunos insectos. Es una especie que se considera amenazada debido a que existen pocas
colonias reproductivas. Lamentablemente, se conoce poco
acerca del contexto de sus poblaciones.
Perrito de la pradera
No se trata de un verdadero perro, sino de una ardilla
terrestre de hábitos diurnos que sólo puede encontrarse en
el noreste de México. Para ser más específicos, tan sólo en
una pequeña área entre los estados de Coahuila, Nuevo
León, Zacatecas y San Luis Potosí. En esta zona semiárida
del país se extiende una amplia pradera rodeada de matorral
xerófito donde los perritos viven en colonias, y excavan
túneles y madrigueras en la tierra que se conectan unos con
otros.
El perrito de la pradera, cuyo nombre científico es
Cynomys mexicanus, se caracteriza por el peculiar sonido que
produce, muy parecido al ladrido de un verdadero cachorro
doméstico. Es fácil reconocerlo, ya que se trata de un
animalillo regordete que alcanza hasta 1.2 kg. Se mantiene en
ese peso debido a su dieta omnívora, que incluye pastos,
semillas, hojas, tallos y raíces, y durante el verano la
Perrito de la pradera (Cynomys mexicanus).
Ben Hoare, Atlas de biomas, Pastizales templados, Correo del Maestro-Ediciones La Vasija, México, 2005
complementa con chapulines y otros insectos.
Su pelaje es corto, de color miel en el dorso y blanquecino en el vientre. Sentado, alcanza una
altura de unos 42 cm de longitud. En esa posición, los perritos de las praderas frecuentemente se
están aseando u observando si no hay algún peligro para sus crías y la colonia.
Las hembras llegan a tener de dos a diez crías que nacen en los meses de abril y mayo. Al
nacer, éstas tienen los ojos cerrados y no presentan pelo.
Esta especie se encuentra actualmente en peligro de extinción debido a que su hábitat está
siendo modificado drásticamente por el hombre para realizar actividades agrícolas y ganaderas.
Reptiles
El lagartijo mesquite
El lagartijo mesquite, conocido entre los biólogos
como Sceloporus grammicus, es una lagartija
pequeña que mide entre 5.5 y 6.5 cm de
longitud. En proporción, es ligeramente robusto,
y llega a pesar cerca de 5 gramos.
Su cuerpo está cubierto por escamas. Las del
dorso son de una coloración que va de gris claro
a oscuro, y presenta, además, figuras onduladas
de color negro a lo largo de todo el cuerpo. Su
vientre es gris oscuro, pero los machos se
distinguen por dos manchas azul turquesa, gracias a las cuales logran atraer a las hembras en la
época reproductiva, al comienzo del otoño. Las hembras llegan a tener hasta cinco crías, que
nacen en la primavera.
Se trata de animales principalmente insectívoros. Su dieta consiste en escarabajos, arañas
y chinches, pero ocasionalmente también llegan a consumir algunas plantas.
Se distribuyen en diferentes estados de la República, como Baja California Norte y Sur,
Sonora, Sinaloa, Colima, Nayarit; también en el centro del país y en toda la región sureste,
desde Chiapas hasta Quintana Roo.
Entre los factores que han contribuido a que esta especie sea catalogada como amenazada,
se encuentra la modificación y destrucción de su hábitat, así como su captura y venta ilegal
como mascota.
El camaleón cornudo
Es una lagartija que tiene el cuerpo redondeado, la cola corta y el hocico chato. Por su parecido
con los sapos adquirió su nombre científico: Phrynosoma orbiculare, donde ‘phrynosoma'
significa ‘cuerpo de sapo'. Presenta, asimismo, una hilera de escamas puntiagudas a lo largo
del cuerpo y un par de protuberancias –a modo de cuernos– en la cabeza, detrás de los ojos,
que no son sino escamas espinosas modificadas. Llega a medir hasta 10 cm de longitud y 5 cm
de ancho.
A este animal se le puede encontrar en los estados de Chihuahua, Durango, Nuevo León, y
Lagartijo mesquite (Sceloporus grammicus). Foto: Archivo Universum.
hacia el sureste hasta Morelos, Puebla y Veracruz. Se alimenta principalmente de hormigas,
pero complementa su dieta con termitas, escarabajos y saltamontes.
Camaleón cornudo (Phrynosoma orbiculare).
Foto: Archivo Universum.
Una característica interesante de los camaleones cornudos es que pueden lanzar sangre de
sus ojos cuando son atacados por algunos de sus depredadores, como coyotes y zorros, y con
ello consiguen liberarse.
Al igual que todos los reptiles, son ovíparos, y llegan a poner entre 14 y 37 huevos, mismos
que incuban por un periodo de unos 45 a 55 días.
Se trata de una especie amenazada debido a la modificación de su hábitat y por ser
frecuentemente capturada para ser vendida como mascota.
El monstruo de Gila
El monstruo de Gila es una de las dos lagartijas venenosas que existen en el mundo y que
sólo habitan en Norteamérica. En México, el monstruo de Gila, mejor conocido entre los
amantes de los reptiles como Heloderma suspectum, vive en el desierto de Sonora, pero sólo
se encuentra en los estados de Sonora y en el noreste de Sinaloa.
Es una lagartija grande y corpulenta que llega a medir entre 22 y 35 cm de longitud, y
alcanza un peso de hasta 4.5 kg debido a su dieta carnívora. Entre los animales que consume
se encuentran algunos insectos, serpientes, pequeñas lagartijas y ratas, así como también
algunas aves y huevos tanto de aves como de
otros reptiles.
Esta lagartija llama la atención por su
cubierta corporal formada por cientos de
pequeñas “chaquiras” de llamativos colores
que presentan un patrón de color anaranjado,
amarillo intenso o rosa con negro, y varias
bandas en su gruesa y larga cola.
No se sabe mucho acerca de su reproducción
en estado silvestre, pero en cautiverio las
hembras llegan a poner entre 2 y 5 huevos de
unos 7 cm de longitud, que incuba por unos 45 días.
Monstruo de Gila (Heloderma suspectum). Foto: Archivo Universum.
De acuerdo con la Norma Oficial, esta especie se encuentra amenazada debido a la
contaminación de las zonas mineras; a que su hábitat se está viendo contaminado por las
zonas de cultivo aledañas en las que se utilizan fertilizantes y plaguicidas, y también a la
pérdida de hábitat por urbanización.
Actividad sugerida
A partir de la información que hemos brindado, sugerimos a los profesores que realicen el
siguiente ejercicio con sus alumnos para reafirmar los conocimientos en torno a estos
animales que se encuentran en situación vulnerable. De manera individual, los alumnos
elaborarán un par de fichas informativas sobre las especies animales del desierto que se
encuentran en peligro de extinción. Para ello, el maestro solicitará a sus alumnos que elijan la
especie que más les haya interesado para una de las fichas; la otra especie será determinada
por el maestro, para que pueda contar con un archivo completo de todas las especies
abordadas en el artículo. A continuación damos un ejemplo:
NOMBRE(S) COMÚN(ES): Codorniz cotuí norteña
NOMBRE CIENTÍFICO: Colinus virginianus
¿QUIÉN ES?
Es un ave parecida a una pequeña gallina.
¿DÓNDE VIVE?
En México se les puede encontrar en diversos
estados, como Sonora,
Nayarit y Jalisco,
asimismo, desde la
parte inferior del río
Bravo en el NE de México hasta el sur de Tabasco
y Chiapas a lo largo de la llanura costera del
Golfo de México.
¿CUÁNTO MIDE?
Mide hasta 26 cm de longitud.
REPRODUCCIÓN
Construye su nido en pequeñas
depresiones a ras del suelo, donde deposita
entre 10 y 20 huevos que son cuidados por la
madre y el padre.
¿CUÁNTO PESA?
De 140 a 170 gramos.
ESTADO DE CONSERVACIÓN
Especie amenazada.
¿QUÉ COME?
Se alimenta principalmente de plantas
como brotes tiernos, frutos y semillas. En
época de lluvias complementa su dieta con
insectos.
¿SABÍAS QUE?
La coloración de su plumaje es muy variable
(negro, café, canela o blanco), sin embargo es
posible distinguir a los machos de las hembras
ya que éstos presentan una corona de plumas
que se oscurece con la edad.
*Este artículo es el segundo de la serie Animales mexicanos en peligro de extinción.
Recomendamos la lectura de la primera entrega de la serie en: Correo del Maestro, año
11, núm. 123, agosto de 2006, pp. 9-15.
**Agradecemos a la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM (DGDC) el
apoyo brindado en la búsqueda de material gráfico que complementa este artículo.
1 Para quienes deseen ampliar la información sobre los desiertos de México y del mundo
recomendamos consultar el Atlas de biomas. Desiertos y semidesiertos, de Michael Allaby,
Robert Anderson e Ina Crofton, publicado por Correo del Maestro y La Vasija (México, 2005).
2 De acuerdo con la NOM-059-ECOL-1994 (Diario Oficial de la Federación, 16 de mayo de 1994),
las especies en riesgo pueden ser: 1. Raras (reducida a hábitats específicos); 2. Amenazadas
(vulnerables); 3. En peligro de extinción (su área de distribución ha sido disminuida
drásticamente por diversos factores), y 4. Sujetas a protección especial (especies vedadas). Ver
A. Alvarado et al., “Animales en peligro de extinción”, Correo del Maestro, año 11, núm. 123,
agosto de 2006, p. 12.
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