anecdotas cristianas

24
El “monito” Nadie recuerda con certeza de dónde vino, ni mucho menos el momento exacto en que el “monito” comenzó a ser parte de la vida de nuestra hija, y por lo tanto de nuestra familia. El “monito” es nada más ni nada menos que un pequeño peluche que tampoco se sabe a ciencia cierta qué clase de bicho es. Puede ser un leoncito, un osito, un ratoncito… ni ella lo sabe. Por cierto: tampoco es justamente el más bonito de los más de cincuenta peluches que hoy, a pesar de sus 17 años de edad, aún conserva desde su niñez. Lo que sí sabemos con certeza, es que el “monito” apareció un día en casa entre sus cosas, después de una prolongada internación hospitalaria durante los primeros años de su vida. Fue un período de intenso dolor, incertidumbre, oscuridad y sufrimiento. Tal vez alguna voluntaria, doctor, enfermera o compañerita de habitación, se lo dio en uno de esos momentos más tristes y dolorosos de su vida. Tal vez alguien lo depositó tiernamente junto a su cabecita y ahí estaba haciéndole compañía cuando salió del estado de coma o despertó de alguna de las varias intervenciones quirúrgicas que tuvo que afrontar para salvar su vida. La verdad, no lo sabemos y ella tampoco lo recuerda, pero damos las Gracias a Dios por esa bella actitud que alguien tuvo con nuestra hijita. Como ni ella misma sabe qué es, le puso “Monito” y así quedó. Hoy, tal vez el más feo de sus peluches, aún continúa ocupando

Upload: cesar-alejandro-salazar-sagastume

Post on 20-Jul-2016

97 views

Category:

Documents


22 download

TRANSCRIPT

Page 1: ANECDOTAS CRISTIANAS

El “monito”

Nadie recuerda con certeza de dónde vino, ni mucho menos el momento exacto en que el “monito” comenzó a ser parte de la vida de nuestra hija, y por lo tanto de nuestra familia. El “monito” es nada más ni nada menos que un pequeño peluche que tampoco se sabe a ciencia cierta qué clase de bicho es. Puede ser un leoncito, un osito, un ratoncito… ni ella lo sabe. Por cierto: tampoco es justamente el más bonito de los más de cincuenta peluches que hoy, a pesar de sus 17 años de edad, aún conserva desde su niñez.

Lo que sí sabemos con certeza, es que el “monito” apareció un día en casa entre sus cosas, después de una prolongada internación hospitalaria durante los primeros años de su vida. Fue un período de intenso dolor, incertidumbre, oscuridad y sufrimiento. Tal vez alguna voluntaria, doctor, enfermera o compañerita de habitación, se lo dio en uno de esos momentos más tristes y dolorosos de su vida. Tal vez alguien lo depositó tiernamente junto a su cabecita y ahí estaba haciéndole compañía cuando salió del estado de coma o despertó de alguna de las varias intervenciones quirúrgicas que tuvo que afrontar para salvar su vida. La verdad, no lo sabemos y ella tampoco lo recuerda, pero damos las Gracias a Dios por esa bella actitud que alguien tuvo con nuestra hijita.

Como ni ella misma sabe qué es, le puso “Monito” y así quedó. Hoy, tal vez el más feo de sus peluches, aún continúa ocupando un sitio muy especial en su corazón. Y nosotros, como padres, hemos conservado en todo momento una respetuosa actitud con su sentir. A ella no le importó lo que era ni su apariencia. Lo amó intensa e incondicionalmente, le puso un nombre, en sus fantasías de niña lo trajo a la vida y con sus afectos lo hizo parte de la suya. Lo amó y aún hoy lo sigue amando, más que a ningún otro, por cierto.

Esta relación afectiva con ese peluche insignificante a los ojos del mundo, pero tan valioso para ella, me enseñó algo acerca de mi Señor y su relación conmigo.

Yo mismo fui como ese juguete, feo e insignificante; sin valor a causa de la multitud de mis pecados. No obstante ello, y a pesar de mí, el Señor me amó con un amor incondicional, me trajo a la vida; me puso un nuevo nombre en la Gloria, me preparó un lugar donde vivir junto a su corazón y ¡por toda una Eternidad! Y no puedo olvidar que mi Amado Padre también pasó

Page 2: ANECDOTAS CRISTIANAS

por circunstancias tristes y dolorosas para traerme junto a sí: el cruento sacrificio de Su Hijo en la cruz del Calvario.

Hoy, me gozo en gran manera y no puedo evitar las lágrimas al momento de escribir esto.

Amigo(a): no importa cómo eres ni lo que eres. No importa qué hiciste o lo que fuiste. Si hay algo que el Señor no puede hacer, es DEJAR DE AMARTE.

“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”.

(1 Juan 4:10 RV60)

Page 3: ANECDOTAS CRISTIANAS

La Carreta vacía

Caminaban el padre con su pequeño hijo por un camino de campo. A lo lejos se podía percibir el ruido de una carreta que venía hacia ellos.

-¿Escuchas eso? preguntó el padre.

-Sí, pá… ¿Qué es?

-Una carreta, hijo. Y viene vacía.

-Pero… ¿Cómo sabes que viene vacía, desde tan lejos? Preguntó intrigado el niño.

-Porque hace mucho ruido, hijo. Más ruido hace cuanto más vacía está.

Así somos los seres humanos, muchas veces. Buscamos la gloria propia, brillar, destacar, que el mundo admire nuestras obras. Llamamos la atención, buscamos la manera de sobresalir, de “hacer ruido” para que nos vean, sin darnos cuenta de que cuanto más “ruido” hacemos es porque tanto más vacío se siente nuestro pobre corazón.

Es importante que hoy mismo llenes esa carreta que es tu vida. Una carreta no se puede llenar a sí misma. Esa tarea la realiza el obrero. Por ello, es necesario que pongas la carreta de tu vida en las manos de Nuestro Señor, para que El la llene con la plenitud de su Gloria y la conduzca por camino seguro.

Una carreta llena de Cristo es como una vida llena de Cristo. No puede hacer otra cosa que traer bendición y más bendición. Sin ruidos, sin estridencias.

Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.

Filipenses 2:3-4 RV60

Page 4: ANECDOTAS CRISTIANAS

Un round más

Te voy a contar algo de mi pasado. Cuando tenía 17 años me dedicaba a boxear, me decían el “Toro Esparza” por mi dura pegada. Mi entrenador decía que iba a llegar lejos porque era diligente en mis entrenamientos y le obedecía. A mí me apasionaba lo que hacía. Por primera vez en mi vida había encontrado una pasión que me impulsara. Pero, una semana antes de la eliminatoria estatal desobedecí a mi entrenador por primera vez y me fui de vacaciones con mis amigos, y ya te imaginarás. Todo lo que tenía de condición se fue al caño.

Cuando tuve la pelea todo era diferente a como lo había imaginado. El contrincante era un duro peleador, y ambos no cesábamos de tirar golpes. Sin reservas ambos entregamos todo en cada round, no fue la típica pelea dónde los boxeadores administran su fortaleza. Era todo o nada en cada round.

Con cada golpe que tiraba se me escapaba el aire y el contrincante por más que le pegaba no retrocedía. Al llegar al último round, sentado en el banquillo le dije a mi entrenador ¡Ya no puedo! y él decía ¡Un round más, dame un round más, él también está cansado ya lo tienes! Tuve miedo y mi cuerpo no respondía, y le pedí a un compañero que tirara la toalla y el referee suspendió el combate. Cuando mi contrincante se quitó la careta protectora del rostro, lo pude ver. Su rostro estaba todo moretoneado por los golpes que le había dado, y no pude evitar pensar que habría pasado si hubiera salido a pelear un round más.

Esa fue mi última pelea, no pude superar lo que pasó aquella tarde y jamás he vuelto a ponerme unos guantes.

Es por eso que hoy que he encontrado mi gran pasión en Jesucristo día a día trato de ir más allá. Cada vez que las situaciones se ponen difíciles y quiero tirar la toalla de nuevo, me digo a mi mismo ¡un round más Richy! Cada vez que tengo miedo y estoy falto de fortaleza me digo a mi mismo ¡un round más Richy! Tal vez este sea el golpe con el que derribes a tu contrincante.

El Señor Jesús es hoy mi inspiración para dar un round más porque al igual que nosotros él ha sentido el deseo de tirar la toalla y no hacer la voluntad del Padre, cuando estaba su alma herida en el huerto de Getsemaní:

“Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.”

Page 5: ANECDOTAS CRISTIANAS

Mateo 26: 38-39

Su Padre le pidió que le concediera un round más para salvar la humanidad, y a pesar del temor, angustia y dolor que él sentía, él salió a pelear un round más en la pelea del campeonato dónde derrotó a la muerte para darnos vida eterna.

Querido hermano, ¿Qué podrá ser aquel round más que nos pida Dios, que sea más de lo que Él ya ha hecho?

Qué sabes tú que ese será el round en el que clamando una vez más, recibirás sanidad. Qué sabes tú si este día es el round en dónde al desprenderte del pecado serás inundado de ríos de agua viva.

Vamos hermano, no desistas, entrégale día a día un round más a Dios al desprenderte del pecado, al ser obediente a Dios, a orar a pesar de querer hacerlo, al obedecer a los Pastores, Consejeros, Médicos, o Terapeutas , al hacer la voluntad de Dios a pesar de no comprenderla , al trabajar diligentemente en tu trabajo, al servir a una persona más….porque si tu le dieras un round más a Dios en todo lo que haces, tendrás una vida de campeonato.

Page 6: ANECDOTAS CRISTIANAS

Sencillez & Austeridad

Cada domingo al pastor le gustaba leer durante el segmento de alabanza y adoración, una porción de las escrituras.

Pero no lo hacía él, sino que de ello se ocupaba un hermano que era locutor profesional.

La claridad e impostación de su voz, las pausas, la variedad de tonos y el énfasis que este hermano ponía en cada lectura, hacía que la Palabra del Señor sonara como un bellísimo poema.

Una mañana, el locutor no estuvo presente para leer las Escrituras. El pastor preguntó entonces, a la congregación si alguien quería hacerlo en su lugar. Muy a su pesar, un anciano, ya entrado en años el hombre, subió con dificultad al púlpito y acto seguido leyó el Salmo 23.

Su voz cascada, su lectura lenta y sencilla, distaba mucho del profesionalismo y belleza expresiva del joven locutor. Sin embargo al término de su lectura, las lágrimas asomaban en los ojos de todos los presentes en medio de un gran silencio. El Espíritu del Señor los había conmovido en lo profundo de sus corazones.

Esa mañana el Salmo 23 sonó como lo que verdaderamente es: poesía del Espíritu LEIDA POR SU PROPIO AUTOR.

Toda ornamentación humana y superflua agradable sólo a los sentidos, había cedido su lugar a la formidable fuerza expresiva del Espíritu de Dios.

¡Cuán bello es el Señor! ¡Cuán dulce es su Espíritu!

Esa es nuestra meta, deseo y oración: con sencillez, austeridad y humildad de corazón, servir con excelencia; que su dulce Espíritu nos conmueva y sólo el nombre del Señor sea exaltado por sobre todas las cosas.

Page 7: ANECDOTAS CRISTIANAS

“Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tú vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días”.

(Salmos 23:1-6 RV60)

Page 8: ANECDOTAS CRISTIANAS

El Cepillo de Dientes

Esa mañana me levanté como todos los días para ir al trabajo. Me dí una ducha y me afeité con rigurosa regularidad. Finalmente, me cepillé los dientes… hasta aquí llegó la “rigurosa regularidad”.

Algo no estaba bien con mi cepillo de dientes. La pasta era la misma, el cepillo era nuevo –sólo tenía unos pocos días de uso– todo estaba en su lugar … sin embargo, no podía darme cuenta de qué era lo que estaba pasando.

Definitivamente algo no andaba bien y era con mi cepillo. Soy tan regular y metódico en todos mis asuntos, que cuando algo no está yendo por las vías de la normalidad, la más mínima diferencia en una posición o situación difícilmente se me pasa desapercibida.

Insisto: esa mañana algo no estaba bien y era con mi cepillo de dientes. Lo comenté con mi esposa y con mi hija, pero no obtuve respuesta. “Luna Llena” -el mestizo fox terrier de dientes blancos como porcelana- tampoco aportó mayores detalles. O tal vez sí intentó decirme algo, pero no le entendí.

Pasaron unos días y ya me había olvidado de la “anomalía”. El sábado siguiente, el programa de TV de un famoso médico veterinario me llevó de vuelta en el tiempo… hasta mi cepillo de dientes de esa mañana.

El doctor recomendaba en ese programa, cepillar periódicamente los dientes de las mascotas. Nuestra querida niña, que había mirado atentamente y sin perder detalle el programa, afirmó categóricamente que el veterinario tenía razón y que a las mascotas hay que cuidarlas. (¡¿…?!)

Mezcla de intuición y mal pensamiento fue invadiendo mi mente. Con voz y compostura de “esto no me puede pasar a mí” pregunté a mi hija si le cepillaba los dientes al pichicho.

-¡Por supuesto! Contestó entusiasmada. ¡Nada más ni nada menos que unfamoso veterinario de la televisión le daba la razón!

Rápida y mentalmente visualicé los posibles escenarios del “tratamiento dental” de la mascotita. No había –al menos a su alcance– otros cepillos dentales, más que los que se encontraban en el baño.

Page 9: ANECDOTAS CRISTIANAS

Reuní fuerzas de donde no tenía y con una vaga esperanza de que hubiera sido un cepillo viejo… o la egoísta ilusión de que lo hubiera hecho con el de ella… ¡o el de mi esposa! me armé de valor y finalmente me atreví a preguntarle a nuestro “dulce angelito”:

-¿Con qué cepillo lo hiciste?

-¡Con el tuyo, pá…! contestó con absoluta naturalidad.

Respuesta lapidaria. Un súbito sudor frío recorrió mi cuerpo. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, la venita se me empezó a inflar y mis ojos rojos y saltones parecía que iban a salirse de sus órbitas. A pesar de ello, comencé a reír e increíblemente terminamos todos riendo a carcajadas.

Se los dije: ¡esa mañana algo no andaba bien con mi cepillo de dientes!

No lo volvió a hacer. No, al menos con cepillos de uso regular. Hoy, a pesar del tiempo transcurrido aun recordamos con risas aquella travesura.

Chicos: no hagan esto en sus casas.

Aún cuando en aquel momento “lo que entró” representó cierto riesgo para mi salud, el incidente me recordó esta enseñanza de Nuestro Señor: No es “lo que entra” sino “lo que sale” del hombre, lo que realmente hace daño.

Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre.

Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

(Marcos 7:15 y 7:21-23 RV60)

Page 10: ANECDOTAS CRISTIANAS

Subiendo Gradas

“Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí”

Éxodo 33:15

Hace unos días andábamos con mi esposa Yamita y mi hijo Uziel en un almacén, mientras mi esposa se probaba algunas cosas Uzielito se fue a sentar en una grada de unas escaleras anchas que llevan hacia el siguiente piso.

A Uziel le encanta sentarse en esas gradas, siempre que llegamos allí lo primero que hace es ir y buscar esas gradas, pero a él no solo le gusta sentarse, sino que hace que yo me siente a su lado, me llama diciendo: “Papá, Papi…” mientras toca la escalera como diciéndome: “Ven siéntate a la par mía”, el no descansa hasta que por fin llego y me siento a su lado en la misma escalera.

Mientras estoy sentado a su lado veo la satisfacción en sus ojos y su carita dibuja una sonrisa, como satisfecho y contento que este junto a él sentado en la grada que a él le encanta.

De pronto decido pararme para ver algo que me llamo la atención, el también se pone de pie y mientras me llama y me dice: “Papá, Papi…” y puesto en pie me señala que quiere subir las escaleras. Obviamente todavía nos las puede subir solo, en los próximos días cumplirá dos años.

Yo le digo: “No hijo, no subas allí”, mientras él hace el intento de querer subir la primera grada, el comprende que yo no estoy de acuerdo y hace una carita como dándome a entender que quiere subir la grada pero yo no quiero que la suba.

Me llama nuevamente e insiste: “Papi, Papá…” y me extiende su mano, el quiere que suba las gradas con él, no se atreve a subirlas solo porque sabe que se puede caer y golpear, sumado a eso sabe que le dije que no lo podía hacer, pero al extenderme su mano me está diciendo que conmigo si la puede subir.

Mi corazón siente que Dios quería mostrarme algo, me acerco a él, le tomo de la mano y comienza a subir cada grada con una sonrisa única y con una seguridad total de que nada pasara.

Page 11: ANECDOTAS CRISTIANAS

En ese momento Dios me ministra y me hace entender que así mismo debo ser yo con El, no subir ninguna grada, si El no me toma de la mano.

Al llegar al segundo piso Uziel está feliz, corre de un lado a otro mientras levanta sus manos y dice: “¡Siiii!”, como una muestra de victoria y que pudo hacerlo junto a mí, sin duda el está muy feliz de haberlo logrado. Mi mente está muy pensativa mientras lo miro y me veo reflejado.

Y es que fuera hermoso que nosotros no quisiéramos subir ninguna grada si no es Dios quien nos toma de la mano. ¿Cuántas gradas en la vida hemos querido subir aun cuando nuestro Padre Celestial nos ha dicho: “No lo hagas”?

¿Cuántas veces nos hemos precipitado a caídas dolorosas por no entender que sin El no debemos intentar subirlas? Y es que Dios quiere que reconozcamos nuestra dependencia a Él, que lo veamos como aquel Dios que sin El no nos movemos, como lo dijo Moisés, si tú no vas conmigo, no iré.

Dejemos de subir gradas en nuestras propias capacidades, no lo sigamos intentando, mejor digámosle a Dios: “Papá, Papi…” y extendamos nuestra mano, para que El la tome y juntos podamos subir toda clase de grada por alta y difícil que sea.

Cuando eso pase, estaremos seguros que cada paso que demos, cada escalón que subamos será perfecto, porque a nuestro lado va nuestro Padre que nos cuida y nos protege, al llegar al siguiente piso podremos levantar nuestra manos en alto y decir: “¡Siiiii!” porque lo hemos logrado con su ayuda.

Deja que Dios te tome de la mano y no trates de subir las gradas sin Él.

Page 12: ANECDOTAS CRISTIANAS

¿Termómetro o Termostato?

Todo camino del hombre es recto en su propia opinión;Pero Jehová pesa los corazones.

Proverbios 21:2

El otro día meditaba acerca de la función del termómetro y termostato. El primero nos sirve para medir la temperatura de un lugar y se ajusta al ambiente. Pero el funcionamiento que tiene el termostato es mucho más sorprendente porque se encarga de moderar la temperatura del lugar regulándola para que sea agradable y soportable. ¿Qué clase de hijos de Dios somos?, ¿Termostatos o termómetros?, me refiero a tus actitudes y comportamiento al llegar a un lugar. ¿Eres de los que se ajusta al ambiente sea bueno o malo, ó eres esa clase de hijos que cuando llegan a algún sitio, cambias por completo el ambiente?

¿Te has fijado al llegar a cualquier lugar que los hijos de Dios brillan por completo? Es muy evidente cuando una persona tiene relación con Dios. Dice su palabra que somos hijos de luz, y que no podemos escondernos. Es importante dar a conocer y contagiar de lo que hemos sido llenados. Mantén tu vida en integridad, demuestra lo que eres realmente, sin esconder nada. Sé esa persona que cuando llegues a cualquier parte, los demás tengan que mirarte porque resplandeces de tal forma que no puedes pasar desapercibida. Que al llegar a algún sitio en el cual se esté practicando el pecado, los demás se sientan incómodos porque llegaste y eso cambie sus actitudes.

En nuestra propia opinión, nos es fácil decir, pues yo soy una buena persona, jamás le hago daño a nadie, me preocupo por los demás, soy responsable y comprometido con todo lo que tengo que hacer, pero sólo Dios puede medir y pesar nuestro corazón.

¡Hoy te invito a que cambies el ambiente que te rodea!

¡Dios ha depositado demasiada gloria y luz sobre tu vida!

¡No puedes pasar desapercibido!

Page 13: ANECDOTAS CRISTIANAS

Mi Odontólogo

Viví una fuerte experiencia durante el mes anterior, llevaba algún tiempo sin visitar un consultorio odontológico pero un “antojo” lo cambio todo, un inofensivo dulce fue necesario para se diera ruptura a una de mis descuidadas muelitas, no obstante y al no haber dolor inmediato dejé que pasara el tiempo pues realmente me da pánico el sonido de la fresa odontológica, en verdad es escalofriante, sin embargo sufrí un intenso dolor y no pude resistirme.

Al llegar al consultorio muy atentamente me recibió mi Odontólogo quien luego de ver mi boca y después de uno que otro regaño me dio una inesperada noticia, Debes iniciar tratamiento de conducto y es ¡urgente!

Vaya sorpresa, como todo era ¡Urgente! se dio lugar y empezó a trabajar; primero empezó a hablarme de una manera muy gentil logrando tranquilizarme para hacer sonar la fresa, pues no me imaginaba lo que seguiría, al rato me dijo con mucha tranquilidad, Lady lo siento pero tengo que tomarte una medida…. Ay dolor —- ¿Cómo que lo siento?, no había terminado de decírmelo cuando empecé a sentir fuertes punzadas en mi muelita y el dolor era intensamente fuerte, por tratar de suavizar las cosas me preguntaba ¿te duele? y yo con lagrimas en los ojos medio respondía ¡si!, y él agregaba un ok, ya va una medida, nos quedan tres,…….. ¡Ah! ¿Cómo que nos quedan tres medidas? ¡Ay no! Y ¿cómo gritaba? y ¿cómo huía? y ¿cómo iba a pensar siquiera en pararme de la camilla con una muela perforada y unas agujas decorándola? preferí resistir.

Terminó de encontrar las dolorosas medidas y me dijo: “Tienes que volver la próxima semana”, le contesté “¿y me dolerá igual que hoy?”, me dijo: “Tienes que hacerte una radiografía y miramos, pero tienes que volver, es mejor aguantarte ahora a que el dolor sea más fuerte después o que pierdas una muela que años más tarde te hará falta, además debemos tratar otras muelitas antes de que te causen dolor”.

Por fin terminé el dichoso “Tratamiento de Conducto” e inicié control para las otras muelitas a fin de evitarme dolores futuros.

Ahora toda esta experiencia la llevé a la vida del cristiano.

Page 14: ANECDOTAS CRISTIANAS

El descuido que provocó que mi muela empezara a debilitarse lo podría comparar con la contaminación del mundo, con la cual aprendemos a vivir; de nosotros está evitarla limpiándonos continuamente en santidad ó dejar que todo pase hasta que el pecado en este caso la caries, nos carcoma. Hebreos 12:14 dice: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.

El dulce lo comparo con cualquier evento que pueda llegar a mi vida de forma intempestiva, si espiritualmente estoy fortalecida, seguro podré superarlo, pero si pasa todo lo contrario podré desfallecer, (Perdería la muela que más tarde me hará falta). Salmos 28: 8 dice: “Jehová es la fortaleza de su pueblo, Y el refugio salvador de su ungido”.

Jesús “Mi Odontólogo”, aquel que me recibe con una sonrisa en su rostro, el mismo que me examina, el que me dice que deben haber cambios y empieza a obrar, el mismo que me calma cuando el cambio genera sufrimiento, el que me anima a continuar y a no descuidarme, él mismo que me moldea, me prueba, el mismo que ama y tiene que corregirme. En Romanos 8:28 dice: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

La radiografía sería como el estudio que debo hacerme para saber, en verdad estoy bien espiritualmente.

Si te tomaras una radiografía en el Consultorio de Jesucristo, ¿Cuál crees que sea el resultado?

Por último y por experiencia te digo…. los tratamientos de Conducto duelen impresionantemente, es mejor prevenir que curar como suele decirse.

Page 15: ANECDOTAS CRISTIANAS

No le hagas cosquillas al Tigre

En lo personal ocasionalmente asisto a reuniones de trabajo en donde hay cosas que antes me seducían y controlaban a su antojo. Y si te soy sincero, han perdido ese peso de atracción hacia mí, y puedo tranquilamente cumplir con el compromiso laboral disfrutando de una buena comida y un ameno dialogo conmigo mismo, ilustrando como sería bien aprovechado ese tiempo de no estar ahí. -Ya vámonos a leer o a escribir, - Aguanta poquito, ya casi se van los jefes-

Y al tener estos diálogos internos, no puedo evitar incomodarme por lo grotesco que es la diversión para el mundo, las palabras que escucho pronunciar por personas del sexo femenino me confirman que indudablemente en sus vidas hay falta de delicadeza, y las palabras que escucho pronunciar por personas del sexo masculino me hacen valorar que ya he sido redimido y al espíritu santo he recibido. El Señor es bueno, y tarde que temprano me permite retirarme e irme a hacer lo que me conviene.

Esa libertad y fortaleza que me da hoy el espíritu santo de resistir a la tentación e incomodarme cuando estoy cerca de lo que no me conviene, no la obtuve de la noche a la mañana. Al principio de mi conversión mi consejero me dijo lo siguiente “Sí le haces cosquillas al tigre, te puede rasguñar, así que si no quieres volver a tu prisión, ciérrale la jaula al tigre” Y así le hice, le comencé a cerrar la jaula al tigre.

Mis antiguos camaradas de borracheras me llamaban para invitarme cada semana a la fiesta del año, a la mejor noche de rumba, a conocer a las chicas más cariñosas, a probar la nueva cerveza de litro, a probar la nueva droga, y todo ello hacía temblar a mi alma; más sin embargo decidía cerrarle la jaula al tigre y honrar al que me había salvado. Por mi seguridad y la de mi salvación opté por no contestar más las llamadas de los que querían compartir conmigo su esclavitud.

Poco a poco el espíritu de Dios comenzó a crecer en mí y conforme me alejaba del tigre; aumentaba mi vida.

Hoy en día mis verdaderos amigos me invitan a la mejor fiesta de la semana (Los domingos en el templo), a la mejor noche de rumba (El espíritu santo ministrando en el grupo de jóvenes), a conocer a las chicas temerosas (Cariñosas solo con su Señor) , a beber de ríos de agua vida

Page 16: ANECDOTAS CRISTIANAS

(Indudablemente más que un litro) y día a día probar de la droga más adictiva (Jesucristo, qué nunca habrá suficiente dosis) y todo esto no solo a mi alma sino a mi espíritu hacen vibrar.

Sí tienes poco de convertido, aléjate de todo lo que te vuelva cautivo. Si tienes poco de convertido no le hagas cosquillas al tigre, que te puede rasguñar, Y TAL VEZ NO VUELVAS A CONTARLO.

Si tienes poco en el camino de Cristiano, júntate con el hermano; qué es lo que conviene.

Si tienes poco en libertad, ¿Por qué arriesgarte a volver a tu cautividad?

Yo te invito a realmente valorar tu libertad, ya sea que eres recién convertido o con años ya de hermano; a que le cierres la jaula al tigre que te solía arañar.

¿O qué acaso no te ha rasguñado lo suficiente?

Page 17: ANECDOTAS CRISTIANAS

Regalos Sorprendentes

El día de hoy pretendo sorprender a mi mejor amiga. Ella espera mi visita, pero lo que no sabe es que he preparado una comida y un postre especial para ella y su esposo. Quiero que este detalle la haga sentir feliz al saber que se le quiere y se le recuerda por lo que ella es. Además quiero que reciba todo ese cariño y apoyo que está necesitando en momentos donde ha tenido que pasar por duras dificultades.

Mientras preparaba cada una de las cosas que voy a llevarle, pensaba en que así es Dios con cada uno de nosotros. Siempre busca la manera de agasajarnos y sorprendernos. Imagínense, creó un Universo hermoso, una naturaleza preciosa, un cielo infinito y grandioso con el deseo de que cada vez que lo observáramos detenidamente, recordáramos que él nos amaba y había pensando en nosotros. Diseñó el Sol para que con su calor pudiéramos abrigarnos en momentos de frío, para que con el claro de la luna y las estrellas supiéramos que no tiene porque asustarnos la noche por más oscura y tenebrosa que parezca. Creó cosas intangibles (invisibles) para que entendiéramos que aunque no se pueden ver, se pueden sentir y disfrutar con el corazón a manos llenas. Son de hecho cosas que podemos disfrutar tan intensamente que no hay palabras perfectas o correctas para describirlas por más que tratemos. El aire por ejemplo, para cuando lleguen esos momentos en que pensamos que hay cosas imposibles que no podremos realizar; o cuando dudemos de su existencia o presencia, podamos recibir una brisa suave y pura que acaricie nuestras vidas y nos diga: “no me ves pero aquí estoy, siénteme”.

¡Qué maravilla disfrutar del amor, el gozo, la paz, la alegría! Cosas que no se ven de forma tangible, pero que se sienten tan inmensamente y que tan plenamente llenan el alma y nuestra existencia porque se reflejan en las acciones que manifestamos y de quienes nos rodean. El amor no se ve, pero se refleja en un beso, una caricia o un abrazo. El gozo o la alegría no la vemos, pero se proyectan en una sonrisa o en un brinco. La paz y el perdón no tienen forma material, sin embargo la experimentamos en buenas acciones, en la tranquilidad de nuestras conciencias. Y no me puede faltar entre muchas cosas que mencionar, la fe. El motor poderoso que nos impulsa a creer en nuestros sueños y a luchar por ellos. La fe que es la certeza de las cosas que no vemos pero que esperamos que lleguen. No podemos verla ni medirla con una taza, sin embargo, podemos identificar en la lucha que cada ser humano lleva, quiénes han tenido más y quiénes menos. La fe, esa semillita invisible que nos dice que hay un Dios que nos redime y nos perdona. Que tanta belleza en el mundo no puede ser ni casualidad ni accidente. Que no fuimos diseñados para ser veleros sin rumbo determinado, sino que nuestra nave tiene un puerto seguro donde desembarcar.

Page 18: ANECDOTAS CRISTIANAS

Hoy te invito a que hagas una pausa en tu vida y sorprendas a esos seres queridos que hacen de tu vida algo maravilloso. Tal vez ni siquiera tiene que se muy querido o no los conozcas muchos, pero propón en tu corazón hacer algo bueno y bello por alguien que te rodea. Total que es tu prójimo y Dios dice que tenemos que amarlos como a nosotros mismos. Quién sabe si tengas que ayudar a alguien que obró de mala manera contigo, pero Dios quiere que tengas misericordia y que aprendas a perdonar. Tú puedes ser faro en medio de la oscuridad para alguien que necesita recordar que con Dios todo es posible y que la tormenta pasará.

Pero sobre todo, no te olvides preparar algo especial para Dios, piensa en algo que lo pueda sorprender, hacer sonreír y que le recuerde a él que tu también le amas tanto como el te ama a ti. Lánzate a la aventura, verás lo bien que se sentirá tu corazón.

Por cierto, llevo algo más para mi amiga, algo que se que no espera, pero que le hará bien recibir… Pero no te diré qué es, si no, dejaría de ser misterioso el asunto. Je, Je…