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1 ANCHONGA, Angaraes (Huancavelica) Información histórica Anchonga es uno de los 12 distritos de la provincia de Angaraes. Según el Censo de 2007 tiene una población de 7,487 habitantes, 82% de los cuales son rurales. Desde el punto de vista histórico esta localidad ha evolucionado desde el siglo XIX: en 1876 era un simple pueblo, con 335 habitantes. Desde entonces creció y en 1945 alcanzó la categoría de distrito. Según el Censo de 1961 contaba con 4,044 habitantes, que crecieron hasta 6,786 en 1981. A partir de entonces se dio un intenso proceso migratorio, motivado tanto por las escasas posibilidades económicas, como por efecto del terrorismo que afectó la zona. Pues en 1993 Anchonga redujo su población a 5,573 habitantes. En la década de 2000 ha vuelto a crecer la población. Informe de visita realizada en 2013 Cuando visitamos el distrito en 2013, se accedía por una carretera afirmada desde Lircay, en un viaje que dura aproximadamente 20 minutos. Según nos dijeron en el pueblo, 5 años atrás demoraban 40 minutos debido a la mala calidad de la carretera. Hace 10 años no había vehículos motorizados que llegaban al distrito, salvo algunos camiones ocasionales, por lo que la mayoría de los pobladores iban a pie hasta Lircay, en un viaje que les tomaba entre 3 a 4 horas. La mejora en cuanto a la vialidad es pues considerable. Pero no todos las localidades de Anchonga (comunidades y centros poblados rurales) tienen acceso por carretera. Según el último directorio de Comunidades Campesinas (2009), en Anchonga hay siete comunidades: Anchonga, Buenos Aires de Parco Chacapunco, Chontacancha, Rantay, San José de Parco Pariacclla, San Pablo de Occo y Tuco. Sin embargo, hemos verificado la existencia de una octava comunidad: Parco Alto, vecina a San Pablo de Occo. La primera comunidad que se ha formado en el distrito es la de Rantay, siendo la más poblada Pariacclla (140 familias). Algunas de estas comunidades tienen más población que la capital del distrito, por ejemplo Occo, Parco Chacapunco y Tuco, que tienen mejores terrenos agrícolas. Algunas de estas comunidades son también Centro Poblado, con su respectiva Municipalidad de Centro Poblado (MCP), que cuenta con alcalde y regidores. En 2013, había 5 MCP que, como veremos más adelante aumentaron en los años siguientes. Actividades económicas, La agricultura y la pequeña ganadería son las principales actividades productivas, a pesar que hay pocos terrenos agrícolas disponibles, pues la zona muy accidentada, los terrenos son muy inclinados, lo cual limita la producción de la zona; por tal motivo la cosecha es mayormente destinada a autoconsumo. Los principales cultivos son la cebada, papa amarilla, trigo, maíz; también se dedican a la crianza de animales menores como cuyes, gallinas, y conejos; la mayoría destinados al autoconsumo, excepto por el cuy que es más comerciado en Paucará. Algunos cuentan con ganado vacuno y ovino, en pequeña escala. En la capital del distrito no hay feria semanal debido a que no hay espacio y el terreno es muy accidentado; por tal motivo la principal feria se realiza en Parco Chacapunco, comunidad que tiene mejores tierras y mayor cercanía a Acobamba.

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ANCHONGA, Angaraes (Huancavelica)

Información histórica

Anchonga es uno de los 12 distritos de la provincia de Angaraes. Según el Censo de 2007 tiene

una población de 7,487 habitantes, 82% de los cuales son rurales. Desde el punto de vista

histórico esta localidad ha evolucionado desde el siglo XIX: en 1876 era un simple pueblo, con

335 habitantes. Desde entonces creció y en 1945 alcanzó la categoría de distrito. Según el

Censo de 1961 contaba con 4,044 habitantes, que crecieron hasta 6,786 en 1981. A partir de

entonces se dio un intenso proceso migratorio, motivado tanto por las escasas posibilidades

económicas, como por efecto del terrorismo que afectó la zona. Pues en 1993 Anchonga

redujo su población a 5,573 habitantes. En la década de 2000 ha vuelto a crecer la población.

Informe de visita realizada en 2013

Cuando visitamos el distrito en 2013, se accedía por una carretera afirmada desde Lircay, en

un viaje que dura aproximadamente 20 minutos. Según nos dijeron en el pueblo, 5 años atrás

demoraban 40 minutos debido a la mala calidad de la carretera. Hace 10 años no había

vehículos motorizados que llegaban al distrito, salvo algunos camiones ocasionales, por lo que

la mayoría de los pobladores iban a pie hasta Lircay, en un viaje que les tomaba entre 3 a 4

horas. La mejora en cuanto a la vialidad es pues considerable. Pero no todos las localidades de

Anchonga (comunidades y centros poblados rurales) tienen acceso por carretera.

Según el último directorio de Comunidades Campesinas (2009), en Anchonga hay siete

comunidades: Anchonga, Buenos Aires de Parco Chacapunco, Chontacancha, Rantay, San José

de Parco Pariacclla, San Pablo de Occo y Tuco. Sin embargo, hemos verificado la existencia de

una octava comunidad: Parco Alto, vecina a San Pablo de Occo. La primera comunidad que se

ha formado en el distrito es la de Rantay, siendo la más poblada Pariacclla (140 familias).

Algunas de estas comunidades tienen más población que la capital del distrito, por ejemplo

Occo, Parco Chacapunco y Tuco, que tienen mejores terrenos agrícolas. Algunas de estas

comunidades son también Centro Poblado, con su respectiva Municipalidad de Centro Poblado

(MCP), que cuenta con alcalde y regidores. En 2013, había 5 MCP que, como veremos más

adelante aumentaron en los años siguientes.

Actividades económicas,

La agricultura y la pequeña ganadería son las principales actividades productivas, a pesar que

hay pocos terrenos agrícolas disponibles, pues la zona muy accidentada, los terrenos son muy

inclinados, lo cual limita la producción de la zona; por tal motivo la cosecha es mayormente

destinada a autoconsumo. Los principales cultivos son la cebada, papa amarilla, trigo, maíz;

también se dedican a la crianza de animales menores como cuyes, gallinas, y conejos; la

mayoría destinados al autoconsumo, excepto por el cuy que es más comerciado en Paucará.

Algunos cuentan con ganado vacuno y ovino, en pequeña escala.

En la capital del distrito no hay feria semanal debido a que no hay espacio y el terreno es muy

accidentado; por tal motivo la principal feria se realiza en Parco Chacapunco, comunidad que

tiene mejores tierras y mayor cercanía a Acobamba.

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El jornal agrícola está entre 25 y 30 soles; además se tiene que dar almuerzo y coca. Hace 5

años el jornal era de 15 soles y 10 años atrás era de 10 soles. Algunos afirman que el

incremento del precio del jornal se debe a que se toma como referencia el monto de los

salarios pagados en las obras públicas, que se han incrementado en los últimos años.

Anchonga tuvo grandes pérdidas en los dos últimos años debido a la helada (años 2012 y

2013, durante los cuales la cosecha fue escasa).

La capital del distrito no tiene colegio de secundaria; cuenta con una posta de salud con un

enfermero, una obstetriz y un técnico. En la década de 1900 FONCODES ha construido

sistemas de agua potable. Las autoridades afirman que sus prioridades para combatir la

pobreza son: un mejor sistema de riego, mejor centro de salud y un médico; en educación ellos

buscan mejores escuelas y maestros capacitados. Según el enfermero de la posta de salud, una

de las principales amenazas del distrito es la contaminación del agua, porque no hay un control

respecto a los desechos que se tiran al rio Lircay. Los principales problemas de salud son las

enfermedades diarreicas y las respiratorias. El Centro de salud reporta sus actividades a Lircay.

La comunidad y Centro Poblado de Tuco

Tuco es una comunidad y Centro poblado de Anchonga, se encuentra a 20 minutos de camino

en auto desde la capital del distrito. Sus pobladores y en especial los jóvenes tienen mayores

conexiones comerciales y laborales con las ferias sabatinas del vecino distrito de Ccochaccasa.

Además de la agricultura y la ganadería, la población de Tuco puede acceder al empleo en

actividades mineras, pues no muy lejos está el campamento de la mina Julcani, en el distrito de

Ccochaccasa. Por otro lado, los jóvenes prefieren salir a trabajar a la mina, y otros a seguir

estudios superiores a ciudades como Huancayo o Lima.

La comunidad no cuenta con un sistema de riego que permita aumentar la producción agraria.

Hay dependencia de las lluvias. La mayor parte de la cosecha es destinada a autoconsumo, y

una pequeña parte destinada a venta se envía a la feria de los sábados en Ccochaccasa.

La carretera que une Tuco con Ccochaccasa fue construida por faena comunal durante cinco

años (1985 – 1990), Ccochaccasa es su principal fuente de abastecimiento de vivieres y

alimentos, otra manera es mediante camiones que proveen eventualmente de víveres al

pueblo.

Las parcelas son pequeñas, a tal punto que no se miden por hectáreas, sino por “yugadas”, o

sea la cantidad de tierra que puede ser arada por una yuga de toros en un día, o sea

aproximadamente un cuarto de hectárea. El precio de una yugada es de alrededor de 200 y

300 soles. Hace 5 años era de 100 soles y hace 10 años solo 30 soles.

El centro poblado de Tuco no cuenta con calles cementadas, pero tienen una plaza que parece

haber sido construida recientemente. Una casa en el pueblo cuesta 5,000 soles; hace 5 años

era 800 soles y hace 10 años 400. Existe un Puesto de salud, sin médico. Los dirigentes locales

muestran preocupación por la contaminación del riachuelo que atraviesa el pueblo, por lo que

busca la construcción de un relleno sanitario para evitar enfermedades contagiosas. Agua y

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saneamiento básico - FONCODES hace 10 años. Al igual que en la capital del distrito, en este

centro poblado la electricidad llegó hace 8 años.

En 2005 Anchonga fue declarado “el distrito más pobre del Perú” y el cambio en los

enfoques de los programas de ayuda.

A inicios de la década del 200 se hicieron diversos estudios a nivel nacional, para encontrar las

zonas más pobres, donde intervenir con programas sociales y de ayuda productiva. El estudio

hecho por el MEF en 2005 arrojó que Anchonga era el más pobre del país. Esa declaración hizo

que proliferaran programas de ayuda gubernamentales y no gubernamentales en el distrito. En

realidad los programas de apoyo y de lucha contra la pobreza se venían dando desde antes, sin

embargo hasta esos años predominaba un enfoque comunal en esos programas, es decir, se

daban los apoyos a comunidades en su conjunto o a grupos de campesinos. Ese tipo de

programas pronto demostraron ser poco eficaces; sobre todo se evidenció que muchas

iniciativas productivas comunales eran desatendidas, pues los campesinos querían recibir

directamente la ayuda, para cada familia por separado. Esa experiencia se demostró en los

numerosos programas de fondos rotatorios (de semillas, de animales), que nunca eran

repuestos. Incluso hay casos de granjas comunales y criaderos de truchas y hasta pequeños

establos, que al cabo de un corto tiempo colapsaban o iban a parar en beneficio de solo una

familia. Este aspecto tiene que ver con el prejuicio que existía entre los pobladores del

desarrollo, que pensaban que los campesinos eran colectivistas, cuando en realidad quieren

manejar directamente los recursos productivos. Eso ya se había puesto de manifiesto con la

reforma agraria de la década de 1970, que creó en la zona cooperativas que fueron

abandonadas por los campesinos, pues cada un quería su propia parcela. En esos años se puso

de manifiesto eso de que “lo que es de todos es de nadie”.

Esta nueva situación se puso de manifiesto cuando se inauguró el programa “Haku Wiñay” en

Anchonga, Un programa cofinanciado entre FNCODES y el municipio distrital, destinado a

introducir innovaciones técnicas y productivas en familias de campesinos, e incluso mejoras en

la vivienda. En la reunión de presentación de ese programa, que se llevó a cabo en noviembre

2014, a la que pudimos asistir, los campesinos asistentes declaraban a viva voz que por fin

había un programa que les daba ayuda a cada familia por separado. Decían: “antes nos han

dado ayuda en comunidad, y no ha funcionado; ahora queremos ayuda para cada uno por

separado.

En realidad, el nuevo enfoque en los programas de desarrollo, que da ayuda a las familias por

separado, se impuso debido al fracaso de numerosos programas comunitarios anteriores. Los

promotores del desarrollo, tenían prejuicios ideológicos, creían que los comuneros eran

colectivistas. En realidad no es así. Esto es algo que nosotros hemos aprendido en nuestro

trabajo de campo. Los campesinos pobres de Anchonga, al igual que cualquier otro pequeño

productor, del campo o la ciudad, quiere tener control directo de los recursos productivos que

maneja. Eso no lo hace “egoísta”, sino obedece a un elemento esencial de todo productor, que

se esfuerza en lo que es suyo; no da esfuerzo en una iniciativa colectiva, cuyos beneficios no

llevan a mejorar las condiciones de vida del productor. Esto es lo que se resume en la frase: “lo

que es de todos es de nadie”, cosa que los campesinos han aprendido y repiten con claridad.

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Además de los proyectos de apoyo a la pequeña producción, en el distrito operan programas

de asistencia gubernamental, como Juntos, Pensión 65, Cuna Más, Club de madres, Beca 18 y

Vaso de leche.

Información recogida en la visita realiza en diciembre de 2016

Hemos vuelto a Anchonga, por tercera vez, en noviembre de 2016. Durante esta visita hemos

podido visitar algunas casas beneficiadas por el programa “Haku Wiñay”, y hemos conversado

con los beneficiarios de este programa, así como con funcionarios municipales.

El gerente municipal nos informó que uno de los mayores problemas que se mantienen en el

distrito es la desnutrición infantil: “el problema es que a los padres no les interesa, les

hablamos, pero no hay participación. No hay interés porque no es un proyecto, no es una

obra... Están acostumbrados a un proyecto que tiene financiamiento, es decir que les pueda

dar cosas a los padres. Por eso, la desnutrición infantil es difícil de combatir. … El Ministerio de

Salud está enviando unas “chispitas” con complementos nutricionales, pero son poco

consumidas. Según los padres de familia no le gustan a los niños. Además, hubo una

temporada donde llegaban con mal sabor y por eso peor ya no querían consumir. Ese es

nuestro problema, tratamos de convencerlos pero casi no se ha avanzado”.

“Tenemos dificultades para hacer que la población cumpla con las indicaciones de los

trabajadores de la posta de Salud: Por ejemplo, el lavado de manos casi nadie lo practica…

Con el tema del agua también hemos intentado trabajar, pero con pocos resultados. Hay veces

que los cloradores no son utilizados, algunos han echado demasiado cloro y han muerto sus

gallinas. Otros no echan. A través de un proyecto con FONCODES y la dirección de Vivienda de

Huancavelica se han priorizado 6 localidades para el mejoramiento y capacitaciones en los

sistemas y usos de agua, con reservorios y sistemas de cloración.

“El presupuesto anual de la Municipalidad es de 2 millones 600 mil; para inversión solamente

son 700 mil por año, con lo que se puede hacer poco. En el municipio trabajan 23 personas.

Hay un programa Sello Municipal, programa del gobierno que se dedica a ver lo relativo al

padrón nominal, SISFO, Pensión 65, y otro programa que obliga a niños de 3 a 5 años a estar

matriculados. Sin embargo no es fácil aplicar esos registros, pues hay sitios muy distantes….

También tenemos una sub sede del Instituto Tecnológico de Julcamarca; el municipio debe

pagar a los 5 docentes; los alumnos son del distrito y colindantes. Ahora la población quiere

que se cree un instituto propio y aumentar más carreras. Para ello deberíamos construir un

local, porque ahora es alquilado. Pero no tenemos fondos para construir una sede de instituto

Tecnológico”. El alcalde declara: “parece mentira que aun sigamos postrados en nivel de

desnutrición y nivel de extrema pobreza. Poco a poco estamos combatiendo, pero requerimos

de más ayuda”.

El problema de la sequía de 2016 y las dificultades de construcción de proyectos de riego:

Al momento de la visita (inicios del mes de diciembre 2016), había una intensa sequía, pues no

había comenzado las lluvias. Se temía la existencia de heladas. La falta de lluvias no permite el

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cultivo de maíz y papa, “probablemente el próximo año no va a haber cosecha, porque todo es

secano”.

Hemos tenido un proyecto de irrigación que terminó paralizado. Era una inversión de 4

millones financiado por FONIPREL y la región. El problema surgió cuando arrancaron con el

tendido de tuberías y cuando empezaron a hacer la represa; encontraron filtraciones, y esto

fue por un mal estudio. La obra se paralizó, y ahora estamos en litigio judicial con la empresa

constructora. Además, el terreno donde se hace la represa no es del distrito, sino de Yauli y

por lo tanto los comuneros de ahí quieren que anualmente se les pague como un canon. Otro

problema es que en la zona más arriba de la represa se está haciendo otra represa y se llevan

el agua, entonces ya no tiene sentido culminar el proyecto, por lo que nos queda un mínimo

del agua.

El proyecto de riego tiene un presupuesto de 7 millones, FONIPREL dio 2 millones 300 mil, y la

región 2millones 800mil; la municipalidad debería dar 1 millón 500 mil, pero no le alcanzaba

pues tenía que juntar el presupuesto de 2 años para pagar eso. Y sin prevenir todo eso se licitó

la obra, cuando la municipalidad no podía. Ahora la situación está en el Poder Judicial porque

el contratista ha reclamado. Tenemos otro proyecto de riego en Tablapampa y ya hemos

presentado el perfil al MINAGRI con un costo de 18 millones, serviría para todo el distrito con

una represa. Con eso esperamos dar una solución al problema del riego de la población

La mayoría de los centros poblados tienen caminos de acceso, aunque algunos necesitan

ampliación, pero nos están pidiendo carreteras a las zonas de producción. Hay comunidades

alejadas que están pidiendo caminos para sacar sus productos porque ahora sacan sus

productos a caballo o a pie. Más o menos una cuarta parte de las comunidades no tienen

camino y sacan su producción a caballo.

En los últimos años además de Haku Wiñay, han ha habido también proyectos de ONGs, que

proveen de tecnología a los productores. “Pero esos programas llegan solo a un 20% de la

población. Estos programas tienen mejores resultados donde hay agua, por ejemplo, en

Chontacancha, gracias a la buena provisión de agua con canal de riego”.

“En tema de saneamiento tenemos dos proyectos del Ministerio de Vivienda que benefician a

seis localidades donde les estamos haciendo su saneamiento”.

Una novedad que hemos encontrado en la visita hecha en diciembre de 2016 es que el número

de Municipalidades de Centro poblado ha aumentado, de 5 en 2013, han pasado a ser 12: “en

la gestión municipal eran 5, luego se crearon 7 nuevos desde la gestión provincial. Y ahora los

7 nuevos piden local, quieren implementación, pero el presupuesto no alcanza. …. tenemos

que dar por ley a los centros poblados su transferencia, y el presupuesto no ha aumentado”

¿Cómo se maneja esa superposición de instituciones? (comunidad y centro poblado).

“Efectivamente, en el mismo lugar hay dos instituciones, dos cabezas, ahí está el alcalde y el

presidente de la comunidad… Es curioso, el alcalde por su lado pidiendo su local comunal, su

centro cívico; y la comunidad por su lado también pide que se le construya su local comunal y

digo: "total que hacemos? para ti o para ti?" ¿por qué piden para los dos? y dicen: "no, señor,

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yo ya tengo mi perfil para mi directiva comunal…. Pero si estamos construyendo su centro

cívico para ustedes, ahí una oficina para alcalde y otra para presidente" "no, nosotros

queremos independiente", es bien bravo acá la comunidad...”

Al final de la entrevista nos dirigimos a visitar una familia beneficiaria del programa Haku

Wiñay, a tres cuadras del local del local municipal. Además de contar con la casa arreglada y la

cocina mejorada, hay un criadero de cuyes. La crianza está a cargo de una pareja de personas

mayores, sus hijos trabajan fuera del pueblo.

Nota: ya de regreso a Lima, en enero de 2017, nos enteramos de la enorme cantidad de lluvias

que han caído sobre toda la región Huancavelica. Y no pudimos más que pensar en el contraste

entre sequía y lluvias torrenciales. Y pensar que en los años 21011-2012 ha habido también

sequía… es así como se manifiestan las dificultades para la agricultura en pueblos como

Anchonga.

Reunión en la Plaza de Anchonga con Yachachics que llevarán a cabo el programa Haku Wiñay.

Al fondo el Palacio Municipal. (Noviembre 2014)

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Camión cisterna de la Municipalidad de Anchonga, Diciembre 2016.

Al fondo la Iglesia de Anchonga.

Cocina mejorada por el programa Haku Wiñay.

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Organizador de alimentos en casa mejorada por Haku Wiñay.

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Galpón de crianzas de cuyes en Anchonga Haku Wiñay.