ANALÓGI-CAMENTEDIGITAL

Digital se aprende de los que menos saben de digital.

De aquellos que crean con las manos, de esos que aman construir, hacer silenciosamente mientras el resto habla.

CARPINTERÍA

Nos enseña a elegir la mejor madera con la que trabajar, el primer - y puede que más importante - paso de todo el proceso.

A saber qué herramientas utilizar para cada trabajo.

Prestar mucha atención en la terminación de cada pieza.

Darle la misma importancia a las cosas que no se ven que a las que se ven.

ORFEBRERÍA

Nos enseña la importancia de tener la visión puesta en los detalles, pero con la mente atenta al resultado final.

Paciencia para ir creando minuciosamente.

A buscar la belleza en cada parte del trabajo.

ARTESANÍA

Del latín “artis manus” que significa: arte con las manos.

Nos enseña, por sobre todo, a moldear nuestros sueños.

A perder el miedo a ensuciarnos las manos.

Sentir más que calcular.

Ver potencial donde otros sólo ven un pedazo de barro.

ALBAÑILERÍA

Nos enseña a reconocer la importancia de un buen cimiento.

Sudar por el trabajo.

Trabajar en equipo.

Saber que nuestra parte del trabajo pertenece a un todo mucho más grande.

¿Cómo aplicar estos aprendizajes a nuestro día a día?

Todo comienza con una idea, un sueño que deseemos hacer realidad.

Y a veces esa idea está escondida en lugares a los que no prestamos importancia.

Por eso es importante que aprendamos a ver el potencial de las cosas.

Entender que todo proyecto por más pequeño que sea tiene el potencial de convertirse en algo que genere una conexión con la gente.

En algo que trascienda su propio formato.

Para llevar a cabo nuestras ideas es muy importante que siempre tratemos de buscar la excelencia en los procesos, aprender a no escatimar recursos a la hora de crear.

Estar siempre en la búsqueda del mejor talento, asociarnos con los mejores partners o proveedores, conociendo el fuerte de cada uno. De esta manera, podremos hacer la unión ideal entre talento y proyecto.

Entender la importancia de cada rol dentro de un proyecto, sea digital o no.

Y que si una parte del proyecto es mediocre, es muy probable que todo el proyecto termine siendo mediocre.

Saber que detrás de un proyecto digital hay muchas partes que no se ven a simple vista pero son igual de importantes que lo que sí se ve.

Poner mucho énfasis al acabado de los proyectos digitales, pensarlo como una experiencia, cada detalle trabajado es una oportunidad más de generar una conexión con la gente.

Aprovechar el fuerte de cada herramienta, y saber cuándo si y cuándo no utilizar cada una.

Pasar del papel a un proyecto funcionando lleva su tiempo,y puede llegar a ser un proceso doloroso de idas y vueltas,de probar, equivocarse y volver a probar.

Por eso es primordial tener la paciencia suficiente para ir construyendo cada parte del proceso con la misma atención en los detalles.

Y por sobre todo es importante perderle el miedo a ensuciarnos las manos.

No le tengamos miedo al esfuerzo que todo buen proyecto requiere.

Al esfuerzo extra que requiere descubrir la belleza en cada detalle.

A buscar ayuda para resolver lo que no sabemos.

A reconocer a aquellos que sumaron al proyecto, a aquellos que nos enseñaron algo que no sabíamos.

A sentir orgullo en un trabajo bien hecho pero siempre con la humildad de saber que con cada nuevo proyecto todo comienza de vuelta.

Ricardo OvelarDirector de Integraciónrovelar@nasta.com.py