análisis los caminos del clio

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En este texto se propone conocer la forma en cómo se mostraba la historia en la edad contemporánea. En una primera parte, se quiere enfatizar que la educación es un objeto de estudio. La historia se ha venido mostrando en tres paradigmas; Historiografía positiva, Historiografía del materialismo histórico (otra forma de como se mostraba la historia) y El historicismo. Al primer paradigma, le preocupa la “posibilidad de encontrar el futuro que se centra en el fondo del optimismo de los hombres y sus triunfos sobre la naturaleza”. Ranke afirma que en esta historiografía se trata de “sólo mostrar lo que realmente aconteció” para “entender la realidad e interactuar en y con ella. Otra preocupación del historiador positivista es mostrar que los hechos en relación con la regularidad de la capacidad anticipatoria de la ciencia histórica están basados en leyes generales, que expliquen la particularidad y le dé sentido a lo que el historiador está mostrando. La historia se construyó gracias a la ciencia y sus instrumentos y es por ello que la ciencia se ha hecho rigurosa, sistemática y objetiva. Clío es el representante de la historiografía positivista, él describió a los grandes hombres, los reinos y sus reyes. El segundo paradigma, Historiografía del materialismo histórico (otra forma de como se mostraba la historia) expone que Carlos Marx es el representante del materialismo y por ello a este modelo de historiografía también se le conoce como Marxismo, Marx crea una propuesta teórica que se asienta en la contradicción, la dialéctica y la lucha de clases, ya que se encuentra con la miseria y la explotación pero también con el socialismo que lo ve como una sociedad futura en la que los obreros serán los responsables de reconstruir el mundo. Este tipo de historia que crea trata de “no sólo de describir sino de hacer”. Marx, propone rebasar la historia basada en hechos no se basa en una evolución natural, sino de una serie de rupturas, quiere construir una historia de una realidad violenta. La teoría marxista llega a ser una escuela en donde se sugiere el capitalismo como única vía de la historia. Un tercer paradigma, El historicismo, expone que nace como reacción ante el positivismo para el historicismo, en el que el historiador es la clave de la construcción histórica y no los hechos. El historiador apela los hechos, los construye,

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En este texto se propone conocer la forma en cómo se mostraba la historia en la edad contemporánea.

En una primera parte, se quiere enfatizar que la educación es un objeto de estudio. La historia se ha venido mostrando en tres paradigmas; Historiografía positiva, Historiografía del materialismo histórico (otra forma de como se mostraba la historia) y El historicismo.

Al primer paradigma, le preocupa la “posibilidad de encontrar el futuro que se centra en el fondo del optimismo de los  hombres y sus triunfos sobre la naturaleza”. Ranke afirma que en esta historiografía se trata de “sólo mostrar lo que realmente aconteció” para “entender la realidad e interactuar en y con ella.

Otra preocupación del historiador positivista es mostrar que los hechos en relación con la regularidad de la capacidad anticipatoria de la ciencia histórica están basados en leyes generales, que expliquen la particularidad y le dé sentido a lo que el historiador está mostrando. La historia se construyó gracias a la ciencia y sus instrumentos y es por ello que la ciencia se ha hecho rigurosa, sistemática y objetiva. Clío es el representante de la historiografía positivista, él describió a los grandes hombres, los reinos y sus reyes.

El segundo paradigma, Historiografía del materialismo histórico (otra forma de como se mostraba la historia) expone que Carlos Marx es el representante del materialismo y por ello a este modelo de historiografía también se le conoce como Marxismo, Marx crea una propuesta teórica que se asienta en la contradicción, la dialéctica y la lucha de clases, ya que se encuentra con la miseria y la explotación pero también con el socialismo que lo ve como una sociedad futura en la que los obreros serán los responsables de reconstruir el mundo. Este tipo de historia que crea trata de “no sólo de describir sino de hacer”. Marx, propone rebasar la historia basada en hechos no se basa en una evolución natural, sino de una serie de rupturas, quiere construir una historia de una realidad violenta. La teoría marxista llega a ser una escuela en donde se sugiere el capitalismo como única vía de la historia.

Un tercer paradigma, El historicismo, expone que nace como reacción ante el positivismo para el historicismo, en el que el historiador es la clave de la construcción histórica y no los hechos. El historiador apela los hechos, los construye, decide sobre ellos en la medida que los selecciona, los ordena y sobre todo los interpreta.

El filósofo Car también define que la historia es “un proceso continuo de interacción entre el historiador y sus hechos, un dialogo sin fin entre el presente y el pasado.”

Los historicistas argumentan que “sólo desde una lectura inteligente del pasado deja de ser algo muerto y se transforma en proceso vivo y por lo tanto, histórico”. La escuela historicista posibilita la realización de lecturas del pasado en donde los valores, la cultura y el lenguaje, las mentalidades, los hombres y las fuerzas sociales, la vida y la muerte tienen un lugar, son reconocidos, forman parte de la historia y del quehacer del historiador.

La escuela de los Annales y la nueva historia:

Así como ya se ha conocido los tres modelos de como se mostraba la historia en la edad contemporánea, ahora se va a conocer como se muestra la nueva historia.

La escuela de los Annales nace en 1929 y se retoma como proyecto a los años inmediatos de la primera guerra mundial, vinculado hacia la revista “Annales de la historia económica y social”. Marc Bloch y Lucien Febvre son los fundadores de la escuela.

Las fuentes a las que estos dos fundadores aconsejan recurrir no son sólo documentos escritos, sino también a la iconografía, los rituales y los mitos orales, servirán también para acceder al conocimiento histórico.

La revista Annales, cambia de nombre al de “Annales: economía, sociedad, civilización” cambia porque todo cambia alrededor de él, ya que ha acabado la segunda guerra mundial, su campo problemático se desplaza del estudio de la crisis a la investigación sobre el crecimiento económico y se concentra en el periodo moderno.

A partir de 1969 Annales sufre un cambio notable y pasa a la tercera generación, el primer cambio es de aunque los historiadores a los que pertenece esta generación promueven el abandono de los grandes espacios económicos y el reflejo de lo social a lo simbólico y lo cultural. La revista se decide por explorar el funcionamiento de la familia, de la escuela, el lugar y la imagen del niño, de la mujer, las prácticas de la sexualidad.

A cambio de recuperar la vida cotidiana con sus valores, sus tradiciones, sus revueltas y sus héroes anónimos. Temas como la sexualidad, la educación, los hábitos íntimos y los ritos colectivos son reconstruidos por la mirada del historiador, que no busca la racionalidad, sino la resistencia.

La historia serial propone construir a partir de sus objetos de estudio, series analíticas que se construyen en sus propias lógicas. Tienen la capacidad del descubrimiento, la curiosidad cifrada en lo oculto, tiene criterios internos y perversiones. Y estas son las que orientan las nuevas miradas de Clío.

El quehacer del historiador es descubrir los finos hilos conductores, los núcleos esclarecedores, que llevan de lo económico a lo social de ahí a lo político a lo cultural.

La historia social que propone Annales no ocupa un lugar en la historia serial. La historia social utiliza el análisis económico que proporciona una serie de datos, ilumina una serie de mecanismos y los reorganiza en función de los distintos actores que componen la sociedad. La historia social toma la posición por parte del historiador a favor de un paradigma teórico que le permita superar el empirismo e interpretar la realidad a la cual se aproxima.

Los desarrollos de la historiografía de la educación en México: un inventario prospectivo.

Se detectó su existencia desde finales del siglo XIX, fue negada por la academia, pero logró instituirse en la academia y como formación profesional a partir de los años cuarenta y se empezaron a fundar institutos como los Centros de Investigaciones Históricas-UNAM, la Escuela Nacional de Antropología e Historia, el colegio de México y otros y se fundaron espacios específicos para el debate entre profesionales de la historia.