análisis libros profetas mayores fino

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Análisis del Libro del Profeta Oseas. Autor: Oseas, hijo de Beeri. Un contemporaneo de Isaías y Miqueas. Su mensaje fue dirijido al reino del norte. Mensaje Espiritual: La apostasía equivale a adulterio espiritual. Dios, el esposo, 2:20 : "Te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová. " Israel, la esposa infiel, 2:2 : ¡Contended con vuestra madre, contended, porque ella no es mi mujer ni yo su marido! Que aparte de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus pechos, Porción Seleccionada: El arrepentimiento y sus bendiciones, capítulo 14. El profeta y su medio Oseas hijo de Beeri ejerció su actividad profética aproximadamente entre los años 750 y 730 a.C., durante los reinados «de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel» (Os 1.1). Inició su ministerio público poco después de Amós, aunque lo desempeñó durante bastante más tiempo que él (cf. Os 1.1; Am 1.1) y predicando en el mismo escenario: Israel (cf. Am 7.12), de donde Oseas procedía. El largo y próspero gobierno de Jeroboam II (783–743) aún no había finalizado cuando este profeta comenzó a actuar. En su discurso hace frecuentes alusiones a la situación política del reino del norte. Tales alusiones, a veces difíciles de interpretar, son en otros momentos un claro anuncio del desastre al que se dirigía el país, del inevitable final que había de llegarle con la caída de

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PROFETAS MAYORES

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Anlisis del Libro del Profeta Oseas.Autor: Oseas, hijo de Beeri. Un contemporaneo de Isaas y Miqueas. Su mensaje fue dirijido al reino del norte.Mensaje Espiritual: La apostasa equivale a adulterio espiritual.Dios, el esposo, 2:20 :"Te desposar conmigo en fidelidad, y conocers a Jehov."Israel, la esposa infiel, 2:2 :Contended con vuestra madre, contended, porque ella no es mi mujer ni yo su marido!Que aparte de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus pechos,Porcin Seleccionada: El arrepentimiento y sus bendiciones, captulo 14.El profeta y su medio

Oseas hijo de Beeri ejerci su actividad proftica aproximadamente entre los aos 750 y 730 a.C., durante los reinados de Uzas, Jotam, Acaz y Ezequas, reyes de Jud, y en das de Jeroboam hijo de Jos, rey de Israel (Os 1.1). Inici su ministerio pblico poco despus de Ams, aunque lo desempe durante bastante ms tiempo que l (cf. Os 1.1; Am 1.1) y predicando en el mismo escenario: Israel (cf. Am 7.12), de donde Oseas proceda.El largo y prspero gobierno de Jeroboam II (783743) an no haba finalizado cuando este profeta comenz a actuar. En su discurso hace frecuentes alusiones a la situacin poltica del reino del norte. Tales alusiones, a veces difciles de interpretar, son en otros momentos un claro anuncio del desastre al que se diriga el pas, del inevitable final que haba de llegarle con la cada de Samaria, arrasada en el 721 a.C. por el furor del ejrcito asirio (2 R 17.16). Respecto a si el propio profeta fue o no testigo presencial de aquellos trgicos acontecimientos que determinaron el final de la independencia poltica de Israel, nada dice el libro.El libro y su mensaje

El libro de Oseas (=Os) est compuesto de dos secciones. La primera (caps. 13) se caracteriza por su unidad temtica. La segunda, de contenido ms heterogneo, abarca el resto del libro (caps. 414).La literatura de Oseas es apasionada, llena de vehemencia. En ella, ms que en la de ningn otro profeta, se revelan intensos y mezclados sentimientos de amor y de ira, de esperanza y desilusin. La indiferencia de Israel y su rebelda frente a las manifestaciones de la paciencia y la misericordia de Dios se resuelven en un lenguaje sumario, conciso, construido con frases tan cortas y rpidas que a veces resulta oscuro y de traduccin difcil e insegura.El comienzo del mensaje de Oseas es de un extraordinario vigor dramtico. Desde la consideracin de su propia vida conyugal y de las circunstancias que la rodean, el profeta denuncia la infidelidad de Israel hacia Jehov, quien a pesar de todo sigue tenindolo por su pueblo escogido. Quizs el rasgo ms notable del discurso sea su expresin de las relaciones entre Dios e Israel como una relacin de amor y frustracin entre marido y mujer. Y ese es tambin el ncleo de la predicacin proftica: Israel ha sido infiel a Dios, pero Dios no ha dejado de amar a Israel.Del cap. 4 en adelante, el profeta pasa revista a la perversin en que se halla sumida la sociedad israelita. Todo en ella est deteriorado o trastocado: el culto, el sacerdocio, la justicia, la moral y la poltica, e Israel sufrir las consecuencias de su desvo. Con todo, an queda lugar para la esperanza, evocada en el cap. 11 con acento emocionado: Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor (v. 4), por ms que Mi pueblo est aferrado a la rebelin contra m (v. 7). Luego, en el cap. 14, habiendo suplicado: Vuelve, Israel, a Jehov, tu Dios (v. 1), el profeta anuncia: Yo los sanar de su rebelin, los amar de pura gracia (v. 4). Nadie antes haba proclamado con tan pattica intensidad que es mayor la profundidad del amor divino que los abismos del pecado; que sobre el enojo causado por la ofensa, prevalecen en Dios la compasin y el perdn.La lucha de Oseas contra la idolatra se desarrolla en un marco bien definido. Los israelitas haban sucumbido a la tentacin de ofrecer culto a dioses extraos, especialmente a dioses de la fertilidad propios de otras gentes pobladoras de Canan (8.414). Eran rituales politestas en splica de ayuda y proteccin para los ganados y las cosechas; ceremonias idoltricas que Oseas denuncia y combate.Tambin caracterizan a este libro el respeto y aun la veneracin con que se refiere al ministerio proftico, cuyos orgenes se remontan a Moiss, pues por medio de l Dios hizo subir a Israel de Egipto (12.13). En Moiss y en el ministerio proftico ve Oseas el principal instrumento del que Dios se sirve para hacerse oir de Israel (cf. 6.5; 9.8; 12.10, 13).En cuanto a temas de orden poltico, Oseas afirma que Israel no debe buscar salvacin en alianzas con Egipto o Asiria (12.1; 14.3; cf. Is 30.15), sino solamente en Dios.La profeca de Oseas es, en resumen, un ataque frontal contra los pecados cometidos por el pueblo, que ha pecado siendo infiel a Jehov y ha adorado los dolos de dioses ajenos. Israel se ha hecho as merecedor de castigo; sin embargo, el Seor no le ha cerrado su corazn, porque sigue amndolo y cuidando de l (2.1920). Otra vez el Seor lo llevar al desierto (2.14) y le dar por morada tiendas de campaa (12.9), y all le dir: T eres mi pueblo, e Israel le responder: Dios mo (2.23).Esquema del contenido:1. Primera parte (1.13.5)a. Ttulo (1.1)b. Vida conyugal del profeta (1.23.5)2. Segunda parte (4.114.9)a. Infidelidad y castigo de Israel (4.113.16)b. Conversin de Israel y promesas de salvacin (14.18)c. Advertencia final (14.9)Anlisis del Libro del Profeta Joel.Autor: Joel, un profeta de Jud. Muy poco se conoce acerca del l.Nombre: Significa "Jehov es Dios".Fecha: Indeterminada.Estilo: Elevado, el libro est escrito enrgica y elegantemente.Pensamiento Clave: El arrepentimiento nacional y sus bendiciones.Porciones Seleccionadas:El arrepentimiento de todo corazn, 2:12 - 17. Promesas del derramamiento del Espritu en los ltimos das, 2:28 - 32. El profeta

El comienzo del libro de Joel (=Jl) aporta el nico dato conocido acerca de la personalidad del profeta: Joel hijo de Petuel (1.1). Fuera de esto, no existe noticia alguna que permita saber cundo ni dnde vivi Joel, ni cul fue su lugar de origen o su edad y actividad.Semejante falta de informacin biogrfica ha dado pie a diversas conjeturas relativas a la poca en que el profeta ejerci su ministerio y, por tanto, relativas a las gentes a quienes dirigi su mensaje o a las naciones a las que hizo referencia.Tan solo algunos velados indicios puestos al descubierto por el anlisis literario del texto, permiten suponer que Joel predic en fechas posteriores al exilio en Babilonia, quizs alrededor del ao 400 a.C. Se puede pensar que el desastre del ao 586 a.C., con la destruccin de Jerusaln y la cautividad babilnica de sus habitantes (2 R 25.126), est presente en la mente de Joel cuando anuncia el castigo divino contra las naciones que esparcieron a Israel, repartieron la tierra de Jud, enviaron al destierro a los habitantes de Jerusaln y hasta los vendieron como esclavos a los griegos (3.26). En apoyo de esta hiptesis puede observarse tambin que, segn Joel, la autoridad en Jerusaln est en manos de los ancianos y de los sacerdotes. Ya no la asume el rey ni descansa en los funcionarios de la monarqua, institucin que este libro no menciona.A diferencia de los profetas anteriores al exilio, Joel se une en su mensaje al dolor de los sacerdotes, porque del Templo ha desaparecido la ofrenda y la libacin (1.9), es decir, porque se ha interrumpido la actividad cltica junto con todo lo que ella implica (1.9, 13, 14, 16; 2.1415). En este libro parecen resonar las palabras de algunos de aquellos profetas preexlicos: Cf. 1.15 con Is 13.6; 2.32; Abd 17; 3.16; Am 1.2; 3.18; Am 9.13.El libro y su mensaje

El mensaje de este profeta est enteramente enfocado en una misma direccin: Viene el da de Jehov,... da de tinieblas y de oscuridad,... grande y espantoso (2.1, 2, 31). Pero sobre el teln de fondo del juicio de Dios, Joel describe lo dramtico del momento presente: una terrible plaga de langostas ha cado sobre el pas como un ejrcito bien entrenado, y ni una brizna de vegetacin ha quedado despus que ellas pasaran en oleadas devorndolo todo (1.4, 67). Pero ah no acaban las cosas, sino que al ataque de las langostas le sigue una gravsima sequa, que deja sin agua ni alimentos a personas y a bestias. La situacin llega a ser extremadamente crtica, de modo que incluso el culto en el Templo se resiente, pues por la escasez de cereales y de vino se hace necesario restringir las ofrendas y las libaciones (1.9, 13, 16).En esas circunstancias, Joel invita a los sacerdotes a que convoquen al pueblo de Jud para que se rena en el Templo, en asamblea (1.14; 2.1516), a fin de ayunar y condolerse delante de Jehov y, sobre todo, de demostrar un sincero arrepentimiento (2.13).Pese a la inmediatez de los acontecimientos narrados, el profeta no pierde de vista el objeto ltimo y principal de su anuncio: las presentes penalidades son el preludio del momento en que Dios, Seor y Juez universal, habr de juzgar a todos los pueblos y naciones de la tierra (1.15; 2.12; 3.14). Ese instante ltimo y terrible ser el da ante el cual se pondrn plidos todos los semblantes (2.6). Aunque tambin ser un da de gracia y de salvacin, porque todo aquel que invoque el nombre de Jehov ser salvo (2.32).As, a cuantos presten atencin a este mensaje se les anuncia las maravillas de Jehov, sus grandes obras en favor de ellos y su voluntad misericordiosa y perdonadora (2.21, 1827; 3.1824). De un modo muy especial hay que recordar aqu la promesa divina comunicada por Joel: Derramar mi espritu (2.2832). Y el Israel de Dios, el Israel de todos los tiempos, recibir la plenitud del don del Espritu, como siglos ms tarde habra de suceder en Jerusaln el da de Pentecosts (Hch 2.1621).Esquema del contenido:1. Devastacin de la langosta; el "da de Jehov" (1.12.2a)2. Nuevo anuncio del "da de Jehov" (2.2b-11)3. La misericordia de Jehov (2.1227)4. Derramamiento del Espritu de Dios (2.2832)5. Juicio de Jehov sobre las naciones (3.115)6. Liberacin de Jud (3.1621)Anlisis del Libro del Profeta Ams.Autor: Su nombre significa "Carga" o "Cargador"; era un ciudadano de Tecoa, en la tribu de Jud.Fecha: Profetiz durante los reinados de Joroboam II en Israel, y Uzas en Jud.Estilo: Simple pero pintoresco.El profeta y su medio

Ams fue uno de los grandes profetas del siglo VIII a.C., aunque l prefera verse a s mismo como un hombre sencillo, dedicado a sus trabajos campesinos, como uno de los pastores de Tecoa (1.1). As lo manifiesta en su controversia con el sacerdote Amasas, que lo acusa de traicionar al rey de Israel: No soy profeta ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero y recojo higos silvestres (7.14).Lleg, sin embargo, un da en el que tuvo lugar la transformacin de Ams en el mensajero enviado por Dios a profetizar en el reino del norte. Como l mismo dice: Jehov me tom de detrs del ganado, y me dijo: "Ve y profetiza a mi pueblo Israel" (7.15).A unos 10 km. al sur de Beln, cerca del Mar Muerto y como colgada entre las montaas de Jud, se encontraba la pequea ciudad de Tecoa. Ams resida en ella, aunque por alguna razn que ignoramos desarroll en el reino del norte su actividad proftica. Debi de hacerlo alrededor del ao 750 a.C., dos aos antes del terremoto (cf. Zac 14.5), durante el reinado de Jeroboam II (783743 a.C.).Era aquella una poca de prosperidad para el reino. Bajo el cetro de Jeroboam, el comercio con otros pases enriqueci al estado; Israel recobr el esplendor de los das de David, y por la fuerza de las armas (6.13) logr recuperar territorios que haba perdido al oriente del Jordn (2 R 14.25).Ciertamente, los xitos militares y el incremento de la riqueza despertaron en el pueblo grandes entusiasmos; pero al propio tiempo fueron causa de que creciera la desigualdad entre los diversos estratos sociales. Los ricos aumentaron sus riquezas, en tanto que los pobres se hundan cada vez ms en la miseria. El pueblo humilde sufra la opresin de los poderosos, una opresin agravada por la corrupcin de los jueces y de los tribunales de justicia (2.67; 5.712). Incluso la vida religiosa se haba corrompido. El culto se contagi de las prcticas paganas de otras gentes (5.26), y las ceremonias religiosas, externamente esplndidas, perdieron su autenticidad y su piedad sincera (5.2123).El libro y su mensaje

Comienza el libro de Ams (=Am) con el anuncio del castigo que van a sufrir las naciones y ciudades vecinas a Israel a causa de la crueldad de su conducta en la guerra. Damasco, Bet-edn, Gaza, Asdod y otros lugares son mencionados en una serie de orculos que preceden al de la condenacin a que tambin Jud e Israel se han hecho acreedoras (1.32.16); pues no por ser ellas el pueblo escogido, dejar Dios impunes los pecados que cometieron. Muy al contrario, precisamente a causa de su eleccin es mayor el compromiso contrado por Israel y mayor su responsabilidad ante los ojos de Dios. En consecuencia, ms severa ser la sancin que merezca su conducta (3.12).El mensaje central de Ams representa as una dura crtica contra la sociedad israelita de la poca. Fustiga el profeta la injusticia social reinante, el enriquecimiento de muchos a costa de los dbiles, explotados sin compasin (3.10; 5.11; 8.46); el soborno y la prevaricacin de jueces y tribunales (5.12); la opresin, la violencia y hasta la esclavitud a que los ms pobres son sometidos (2.6; 8.6). El profeta proclama que el Seor no permanecer indiferente ante tales pecados, sino que castigar a quienes los cometen (2.1316; 4.23; 5.1820; 8.3); por eso urge a todo Israel: Preprate para venir al encuentro de tu Dios! (4.12).La ltima parte del libro (7.19.10) contiene una serie de visiones que profetizan la imposibilidad de escapar al juicio de Dios, al castigo inminente que ha de sobrevenir a pesar de las insistentes splicas de Ams (7.2, 5). Pero si bien tales juicio y castigo son ineludibles, tambin es cierto que Dios no quiere destruir a Israel, sino reconstruirlo y restaurarlo, para que siga siendo, ya en libertad, el pueblo de su eleccin (9.1115).Esquema del contenido:1. Juicios contra las naciones vecinas (1.12.5)2. Juicio contra Israel (2.616)3. Denuncias y amenazas (3.16.14)4. Visiones de castigo (7.19.10)5. Restauracin futura de Israel (9.1115)

Anlisis del Libro del Profeta Abdas.Autor: Nada se sabe acerca de l.La profeca se centra en torno a una disputa antigua entre Edom e Israel. Los edomitas eran descendientes de Esa y le tenan mala voluntad a Israel porque Jacob haba estafado a su predecesor de sus derechos de primogenitura. (Gn 25:21 - 34; 27:41).Pensamiento Clave: El versculo 10:10 Por haber maltratado a tu hermano Jacob te cubrir vergenza y sers exterminado para siempre.Los edomitas rehusaron dar paso a Israel por su pas (Nm 20:14 - 21); ellos tambin se regocijaron por la toma de Jerusaln (Sal 137:7).Leccin Espiritual: El especial cuidado providencial de Dios de los judos y la certeza del castigo para aquellos que los persigan.El profeta

Aun cuando la investigacin histrica no ha logrado aportar datos fehacientes acerca de la persona y las actividades del profeta Abdas, s que da como probable que este libro, el ms breve del AT, fuera redactado en Jud; e incluso se apunta al s. V a.C. como posible poca de su composicin.El libro y su mensaje

La profeca de Abdas (=Abd) es una apasionada diatriba contra Edom, un anuncio del juicio y del castigo que haban de caer sobre aquel pueblo a causa de la violencia con que se volvi contra su hermano Jacob (v.1), contra la nacin israelita. Porque Edom, que primeramente se haba unido con otros pueblos a Israel en alianza blica contra Babilonia, despus, traicionando el acuerdo, cuando el ejrcito de Nabucodonosor siti a Jerusaln se pas al bando de los vencedores, para entrar a saquear la ciudad y repartir con ellos tierras y botn (v. 1114).Estos hechos reavivaron la enemistad que ya de antiguo enfrentaba a los descendientes de Esa con los de Jacob, o sea, a Edom con Israel (Gn 25.30; 32.28; cf. 25.23); enemistad que se manifiesta especialmente en algunos textos pertenecientes a los perodos exlico y postexlico (cf. Sal 137.7; Is 34; Lam 4.21; Ez 25.1214; 35).En la primera seccin del escrito (114), el pensamiento de Abdas corre parejo con el de ciertos versculos del captulo 49 de Jeremas: cf. Abd 1b-4 y Jer 49.1416; Abd 5 y Jer 49.9; Abd 6 y Jer 49.10a. Luego, en la segunda parte (v. 1518), el texto se orienta en sentido escatolgico. El profeta contempla entonces la proximidad del da de Jehov, el da del juicio que ha de llegar a todas las naciones, el da en que el Seor les dar el pago que hayan merecido sus malas acciones (v. 1516). Israel, en cambio, ser restaurado; los que antes fueron cautivos y oprimidos, poseern la tierra y formarn parte del reino de Jehov (v. 1921).Esquema del contenido:1. Humillacin de Edom (114)2. El da de Jehov y el juicio de las naciones (1518)3. La exaltacin de Israel (1921)Anlisis del Libro del Profeta Jons.Autor: Jons, natural de Galilea.Lecciones Espirituales:El peligro de escapar del deber. La tentacin hacia el patriotismo egosta y el fanatismo religioso. El empleo divino de hombres imperfectos como canales de la verdad. Lo vasto de la misericordia de Dios. El profeta y el mensaje

La mencin de Amitai, el padre de Jons (1.1), es la nica noticia que el libro de Jons (=Jon) facilita para la identificacin personal del profeta. Es la misma informacin que se halla en 2 R 14.2325, donde se aade que Jons vivi en tiempos de Jeroboam II, rey de Israel (783743 a.C.). Sin embargo, de un modo diferente al habitual de prestar a la figura del profeta una atencin meramente circunstancial (cf., p.e., Is 6.5; Jer 7.115; 26.119; Os 1.23.5; Am 7.1017), el libro de Jons, escrito probablemente mucho ms tarde, consiste de principio a fin en una especie de relato biogrfico. Se trata de la peripecia protagonizada por el propio profeta, un hombre que, en contra de sus deseos, es enviado por Dios a cumplir fuera de Israel, en Nnive, la lejana capital del imperio asirio, el arduo cometido de anunciar a sus habitantes que en el trmino de cuarenta das la ciudad sera destruida (3.4).La narracin propone a Nnive como paradigma del pecado. A los ojos de Dios, la maldad ha crecido all (1.2) hasta el punto de que su inminente castigo ya ha sido decretado. La gravedad del asunto convierte en sumamente delicada la misin del profeta. Este, consciente del problema, busca en la huida la manera de zafarse de su responsabilidad, y en vez de emprender hacia oriente el camino que conduca por tierra a la capital de Asiria, se embarca en una nave rumbo a Tarsis, hacia occidente, para escapar de la presencia de Jehov (1.3).Desde la perspectiva de su negativa a cumplir el mandato divino, Jons puede ser comparado a otros profetas del AT que igualmente se resistieron a aceptar la misin que Dios les encomendaba. Moiss, Elas, Jeremas y otros, apelando a posibles razones de incompetencia, debilidad o temor, trataron, lo mismo que Jons, de evitar la responsabilidad que Dios cargaba sobre sus hombros.Pero probablemente fue Jons el profeta que con mayor tenacidad mantuvo su resistencia. Y cuando se vio forzado a ir a Nnive y comunicar el mensaje de que era portador, lo hizo con enojo, llegando al extremo de lamentar amargamente la salvacin de la ciudad a la cual haba l anunciado la inminencia del desastre. Le doli que los ninivitas se convirtieran de su mala conducta, y que Dios se volviera atrs del mal que haba anunciado hacerles, y no lo hizo (3.10). Porque Jons, que no haba tenido miedo de confesar su nacionalidad y su fe (1.9), e incluso que no haba dudado en ofrecer su vida para que otros se salvaran (1.1112), tema en cambio la prdida de su prestigio de profeta, tema quedar mal ante los ojos de los dems. Y prefera la muerte a seguir viviendo tras lo que l consideraba el fracaso de su misin (4.13).Por otra parte, en la figura de Jons se descubre al israelita estrecho de miras, para quien la salvacin es un privilegio otorgado por Dios en forma exclusiva al pueblo judo. Pero precisamente el desarrollo del relato conduce a la conclusin opuesta de que Dios no hace diferencias entre un ser humano y otro. Esta es la actitud que el profeta no entiende en Jehov, en su Dios, al que l oraba desde el vientre del pez (2.1). Sin embargo, en esa su incapacidad de comprender el valor universal del amor de Dios radica la extraordinaria fuerza dramtica del libro. Todos, se trate de judos o de gentiles, son objeto por igual de la misericordia de Dios; y todo pecador que se arrepiente y cambia de conducta tiene la puerta abierta a su perdn (1.16; 3.10; 4.1011.- Cf. Jer 18.8; Ez 18.23, 3132).Este libro tiene un notable valor simblico, recogido por el NT en las palabras de Jess acerca de la seal de Jons. Al pedirle algunos escribas y fariseos que hiciera una seal milagrosa, Jess, relacionando su propia muerte con la historia del profeta, les responde que ya no habr otra seal que la de Jons (Mt 12.40).Esquema del contenido:1. Jons huye de Jehov (1.116)2. Oracin de Jons (1.172.10)3. Nnive se arrepiente (3.110)4. El enojo de Jons (4.111)Anlisis del Libro del Profeta MiqueasAutor: Miqueas, natural de Moreset, Jud.Fecha: Profetiz durante los reinados de Jotam, Acaz y Ezequas, fue contemporneo de Isaas.Nombre: Su nombre significa "el que es como Jehov". Perteneci a Jud, pero habl tanto a Jud como a Israel.Pasajes Notables:La definicin de la verdadera religin, 6:8 "Hombre, l te ha declarado lo que es bueno, lo que pide Jehov de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios."El anuncio del lugar de nacimiento de Cristo, 5:2"Pero t, Beln Efrata, tan pequea entre las familias de Jud, de ti ha de salir el que ser Seor en Israel; sus orgenes se remontan al inicio de los tiempos, a los das de la eternidad."Dios se olvida de los pecados del creyente, 7: 18 - 1918 Qu Dios hay como t, que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en la misericordia.19 l volver a tener misericordia de nosotros; sepultar nuestras iniquidades y echar a lo profundo del mar todos nuestros pecados.El profeta y su medio

El encabezamiento del libro (1.1) dice que Miqueas, natural de Moreset (o Moreset-gat, cf. 1.14), lugar situado a unos 40 km. al sudoeste de Jerusaln, vivi en los das de Jotam, Acaz y Ezequas, reyes de Jud. Fue, por tanto, uno de los profetas del siglo VIII a.C., contemporneo de Isaas (Is 1.1), Oseas (Os 1.1) y Ams (Am 1.1).Miqueas, lo mismo que Isaas, ejerci su actividad en Jud; pero dirigi tambin sus proclamas a Israel, el reino del norte. Y su talante, lo mismo que el de Ams -uno de los pastores de Tecoa (Am 1.1)-, est marcado con el signo de la existencia campesina. En este profeta se descubre un inters inmediato por problemas caractersticos de la sociedad agrcola. En medio de ella, sin duda, se haba desarrollado su personalidad, puesto que las labores del campo eran las propias de la Sefela, regin a la que Moreset perteneca, la zona de monte bajo que se extiende entre las montaas de Jud y las llanuras de la costa del mar Mediterrneo. Una tierra buena, de suaves y frtiles colinas, donde Miqueas vivi desde nio las amarguras del campesino humilde y sometido a la prepotencia de quienes codician campos..., oprimen al hombre y a su familia, al hombre y a su heredad (2.2).El libro y su mensaje

El libro de Miqueas (=Miq) consta de tres partes. La primera est formada por los cap. 13, y en ella predominan los temas de ndole social, con el mismo trasfondo crtico propio del profetismo de aquella poca. En la voz de Miqueas se perciben tonos extremadamente duros cuando reprende a Samaria y a Jerusaln, es decir, a Israel y a Jud. Porque en ambas se fomenta la maldad de los gobernantes y los poderosos (3.13), la injusticia de los jueces (3.910) y la corrupcin de los sacerdotes y los profetas (3.57, 11); de modo que por causa de todos ellos, Sin ser un campo arado, Jerusaln se convertir en montones de ruinas y el monte de la Casa se cubrir de bosque (3.12). Este terrible anuncio de la destruccin de Jerusaln y del Templo impresion tan profundamente a los habitantes de la ciudad santa, que un siglo despus lo recogi ntegramente Jeremas en su profeca (Jer 26.18).Los cap. 45 componen la segunda seccin del libro. Todava se escucha en ella el eco de las anteriores amenazas, pero en el pensamiento de Miqueas predomina ya la esperanza de un tiempo ltimo (4.1) en el que Jud e Israel andarn en el nombre de Jehov, nuestro Dios, eternamente y para siempre (4.5). Entonces habr salvacin, Jerusaln ser restaurada y acudirn a ella las naciones, diciendo: Venid, subamos al monte de Jehov, a la casa del Dios de Jacob. All conocern los caminos del Seor y recibirn la instruccin de su palabra (4.12). De Beln, el pequeo pueblo donde naci el rey David, saldr otro rey, que ser Seor en Israel y que tambin ser nuestra paz (5.2, 5). Entonces se acabarn las guerras, y las armas se transformarn en instrumentos de paz y de trabajo; entonces convertirn sus espadas en azadones y sus lanzas en hoces. Ninguna nacin alzar la espada contra otra nacin (4.3).El texto de Miqueas, en su tercera seccin (cap. 67), se dirige particularmente a Israel. Hay un intenso acento de amargura cuando el profeta reprocha la infidelidad con que el pueblo responde a la bondad de Dios: Pueblo mo, qu te he hecho o en qu te he molestado? (6.3); porque en Israel triunfa la maldad (6.107.6), y es tanta la corrupcin moral, que la amistad se desvanece, la justicia se compra y se vende, la desconfianza separa incluso a los cnyuges y la recproca falta de respeto destruye la convivencia familiar (7.16). Pero, no obstante, en la profeca prevalece la esperanza sobre todos estos males, la seguridad de que todava el Seor tendr misericordia de los suyos, del pequeo remanente de su heredad que haya quedado limpio de pecados e infidelidades tras la prueba purificadora que el Seor traer sobre Israel (7.18; cf. 2.12; 4.67; 5.78). Miqueas, al fin del libro, expresa su confianza en que el Seor, el cual se deleita en la misericordia (7.18), cuidar a Israel tambin en el futuro, lo pastorear como ya hizo en el tiempo pasado, cuando lo sac de Egipto y le mostr sus maravillas (7.1420).Esquema del contenido:1. El juicio de Dios sobre Israel y sobre Jud (1.13.12)2. El reinado universal de Jehov (4.15.15)3. La corrupcin de Israel y la misericordia de Dios (6.17.20)Anlisis del Libro del Profeta Nahm.Autor: Muy poco se sabe acerca de l, su nombre significa "compasivo", o "lleno de consolacin".Fecha: Antes de la cada de Niniv.Tema Principal: La destruccin de Niniv.Propsito del libro: Pronunciar venganza divina sobre la sanguinaria ciudad y consolar a Jud con promesas de liberacin futura.El profeta y su medio

Lo que hasta el da de hoy se conoce en relacin con la vida de Nahm es exclusivamente lo que el propio libro aporta: que naci en Elcos (1.1). Pero incluso este dato es poco significativo, ya que no se ha logrado identificar la poblacin as llamada ni existe acuerdo respecto a su emplazamiento. Unos piensan que Elcos perteneca a Jud y estaba situada en la regin de la Sefela, cerca de Moreset-gat; otros, en cambio, suponen que estaba en Galilea, y ms concretamente en el lugar donde despus se alz la ciudad de Capernam.La actividad de Nahm parece corresponder al perodo entre el 663 y el 612 a.C., y es probable que el libro fuera compuesto poco antes del 612 a.C., ao en que los aliados medo-caldeos atacaron y destruyeron la ciudad de Nnive.Desde su aparicin en el panorama general de la historia, los asirios se haban manifestado como un pueblo belicoso y como los ms feroces dominadores de las naciones conquistadas, a las cuales sometieron a toda suerte de violencias y deportaciones (cf. 2 R 17.36). Por eso, los pueblos del Medio Oriente, entre ellos el reino de Jud, que durante un largo siglo haban sufrido el yugo de la opresin asiria (cf. 2 R 18.1337), celebraron con inmensa alegra la destruccin de Nnive.El libro y su mensaje

La cada de aquella gran capital, centro vital del poder imperial de Asiria, constituye el objeto nico de la profeca de Nahm. Alrededor del tan anhelado acontecimiento gira su mensaje, que es un vibrante poema lleno de pasin.De las tres partes en que puede dividirse el libro de Nahm (=Nah), la primera (1.210) se presenta en forma alfabtica: hasta el v. 8, la letra inicial de cada verso sigue el orden del alefato hebreo. El texto canta aqu la gloria de Jehov, el Dios celoso y vengador, cuyo poder supera a cualquier poder humano y aun a las ms violentas manifestaciones de la naturaleza (1.3b-6). Jehov, el Dios de Israel, proteger a los suyos y los librar de sus enemigos los asirios (1.810); l, que es el Seor de la historia y tiene en sus manos el destino de las naciones, consumir a sus adversarios (1.8) y har que cambie la suerte de Jud y de Israel.Los siguientes versculos (1.1115) son un pasaje de transicin en el que se entremezclan las promesas de paz y restauracin dirigidas al pueblo elegido, con la amenaza de los males terribles que han de caer sobre Nnive.Por ltimo, en la tercera seccin del libro (2.13.19), el profeta describe con acentos patticos el asalto a la ciudad odiada, la cual ha de arrastrar en su derrota el hundimiento definitivo del imperio asirio. Ahora el ritmo potico del lenguaje de Nahm, el dramatismo de sus metforas y la sonoridad de sus palabras evocan el rodar de los carros de guerra, el galopar de los caballos y el furioso fragor de la batalla. Y hasta parece escucharse, como brotando de ese fondo de desastre y de muerte, el clamor victorioso del pueblo de Dios.Esquema del contenido:1. La ira vengadora de Dios (1.114)2. Anuncio de la cada de Nnive (1.152.12)3. Destruccin total de Nnive (2.133.19)Anlisis del Libro del Profeta Habacuc.Autor: Algunos han deducido que era un cantante del templo; pero estas solo son conjeturas.Fecha: Indeterminado, evidentemente, el profeta vivi en el perodo babilnico (caldeo). Muchos eruditos fijan el tiempo de la profeca durante el reinado de Joacim.Tema Principal: Los misterios de la providencia.Texto Clave: 1:3" Por qu me haces ver iniquidad y haces que vea tanta maldad? Ante m solo hay destruccin y violencia; pleito y contienda se levantan."El profeta y su medio

De este personaje bblico solamente sabemos que fue profeta y que se llamaba Habacuc (1.1; 3.1). Su libro, octavo entre los doce denominados "profetas menores", no incluye el menor dato personal, ni en parte alguna del Antiguo o del Nuevo Testamento se vuelve a mencionar su nombre.Partiendo de la referencia que en 1.6 se hace a los caldeos, nacin cruel y presurosa, algunos han deducido que Habacuc profetiz en tiempos cercanos a la destruccin de Nnive (612 a.C.); pero, a falta de cualquier documento que permita fijar la fecha con exactitud, hay tambin quienes piensan que la actividad del profeta debe fijarse entre el ao 605 a.C., principio del reinado de Nabucodonosor en Babilonia (cf. Jer 25.1), y el 587 a.C., ao de la cada de Jerusaln (cf. 2 R 24.1012). Las dificultades para la identificacin de la fecha de su actividad proftica se acrecientan a causa del simbolismo que ms tarde adquiri la imagen de Babilonia, nombre que lleg a ser ejemplo cumbre de opresin, maldad y violencia (cf. Ap 18).El libro y su mensaje

A partir del ttulo del libro de Habacuc (=Hab), en 1.1, la profeca consta de tres secciones bien diferenciadas.La primera de ellas (1.22.4) es una especie de dilogo entre Dios y el profeta. Habacuc clama a causa de la violencia y la injusticia practicadas ante sus propios ojos por las gentes de su nacin (1.24); y el Seor le responde afirmando que la maldad ser castigada y que los caldeos sern el brazo ejecutor del castigo (1.511). Pero con esta respuesta crece la confusin del profeta, que no comprende cmo Dios puede valerse de los crueles caldeos para invadir y arrasar el pas: Por qu... callas cuando destruye el impo al que es ms justo que l? (1.13).En la segunda parte (2.520), Dios invita al profeta a poner en l toda su confianza. Vendr un da en que tambin los caldeos sern abatidos. Su propia soberbia los consumir cuando llegue el momento del triunfo de la justicia, cuando el malvado recibir el pago merecido, en tanto que el justo por su fe vivir (2.4; cf. Ro 1.17; Gal 3.11; Heb 10.38).El captulo 3 constituye la tercera seccin del libro. Es una oracin en forma de salmo, compuesta para cantar la gloria de Jehov y para expresar con un vibrante lenguaje potico la seguridad del profeta en la proteccin que le dispensar el Dios de su salvacin, el Seor que es su fortaleza (3.1819).Esquema del contenido:1. Habacuc se queja de injusticia (1.14)2. Los caldeos castigarn a Jud (1.511)3. Protesta de Habacuc (1.1217)4. Jehov responde a Habacuc (2.15)5. Ayes contra los injustos (2.620)6. Oracin de Habacuc (3.119)Anlisis del Libro del Profeta Sofonas.Autor: Fue evidentemente un descendiente directo del rey Ezequas.Fecha: Profetiz durante el reinado de Josas, rey de Jud; se cree que pronunci su profeca cerca de los comienzos del reinado de Josas, antes del avivamiento religioso que se extendi sobre el reino en ese perodo. La tradicin dice que Sofonas estaba asociado con Hulda la profetisa y con Jeremas en la iniciacin de la reforma del reino.Tema Principal: Los escrutadores juicios de Dios.Texto Clave: 1:12" Acontecer en aquel tiempo que yo escudriar a Jerusaln con linterna y castigar a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazn:"Jehov ni har bien ni har mal"."El profeta y su medio

El ttulo de este escrito (1.1) incorpora los nombres de los ascendientes de Sofonas hasta su tatarabuelo Ezequas, en el que algunos creen ver al rey de Jud a quien se refiere 2 R 18.120.21 (cf. 2 Cr 29.132.33; Is 36.139.8). Y ciertamente el nombre es el mismo, y el tiempo en que vivi el antepasado del profeta parece corresponder tambin al del gobierno de aquel monarca (721693 a.C.); sin embargo, tales coincidencias no bastan para llegar a la conclusin de que se trata de la misma persona.El dato biogrfico transmitido por el libro de Sofonas es que el profeta desarroll su actividad durante el reinado de Josas sobre Jud (640609 a.C.). Fue en aquella poca cuando se recuperaron las antiguas tradiciones del pueblo y cuando se puso freno al grave deterioro que la religiosidad juda haba sufrido durante los reinados de Manass y de Amn (2 R 2125); y fue tambin entonces cuando, habindose descubierto en el 622 a.C. el libro de la Ley, Josas emprendi la reforma del culto de Jerusaln (2 R 22.323.25; 2 Cr 34.835.19).Probablemente, a Sofonas le toc jugar un importante papel en el proceso del rearme moral y espiritual de Jud; pero dado que su proclama encaja ms bien en una poca de depravacin y en una sociedad dominada por el paganismo, y adems, dado que no contiene la menor alusin a las reformas de Josas, es fcil suponer que la actividad del profeta corresponde a un tiempo algo anterior a la puesta en marcha de la obra realizada por el rey, quizs a los aos 630 a 625 a.C.El libro y su mensaje

El mensaje proftico de Sofonas (=Sf) comienza con el anuncio de un desastre de dimensiones universales. Jehov afirma que, a causa de los pecados de Jud, va a destruir todas las cosas de sobre la faz de la tierra, lo mismo a seres humanos que a bestias. Solo se salvarn quiz los humildes de la tierra y los que de veras buscan actuar con justicia (1.22.3). En una segunda seccin (2.43.8), el orculo del profeta se proyecta ms directamente sobre los enemigos de Jud. El juicio de Dios alcanzar a las naciones paganas, desde los filisteos habitantes de las costas mediterrneas hasta los asirios de la Mesopotamia. En tercer lugar (3.920), la voz de Sofonas proclama un mensaje de esperanza dirigido al pequeo resto, al resto de Israel (v. 13), al pueblo humilde y pobre (v.12) que habr sobrevivido a la catstrofe. A este le anuncia el profeta pureza de labios para invocar el nombre de Jehov (v. 9), y liberacin definitiva de toda cautividad (v. 19).El tema central del mensaje de Sofonas es el anunciado da grande de Jehov (1.7, 10,14), tema que ya haba despertado el inters de otros profetas (cf. Am 5.1820). Sofonas lo describe con sombras pinceladas: Da de ira aquel da, da de angustia y de aprieto, da de alboroto y de asolamiento, da de tiniebla (1.15). En l habr clamor, castigo y saqueo, y en l gritarn los valientes (1.813). Pero tambin ese da terrible pondr fin al dominio de la maldad sobre la tierra y a la indiferencia de quienes piensan que Dios permanece ajeno al drama de la existencia humana (1.12).Esquema del contenido:1. El da de la ira de Jehov (1.118)2. Juicios contra las naciones vecinas (2.115)3. El pecado de Jerusaln y su redencin (3.120)Anlisis del Libro del Profeta Hageo.Autor: El "Profeta del templo" se estima que naci durante los setenta aos de esclavitud en Babilonia y que regres a Jerusaln con Zorobabel.Tema Principal: Fuertes represiones por descuidar la construccin del templo, unidas a alentadoras exhortaciones y promesas para los que para los que se comprometieran en la obra.Texto Clave: 2:4"Pues ahora, Zorobabel, anmate, dice Jehov; anmate t tambin, sumo sacerdote Josu hijo de Josadac; cobrad nimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehov, y trabajad, porque yo estoy con vosotros, dice Jehov de los ejrcitos."El profeta y su medio

El profeta Hageo manifiesta, en el libro que lleva su nombre (=Hag), un especial inters por la precisin de los datos histricos que aporta. Repetidamente incluye en el libro fechas y noticias (1.1, 15; 2.1, 10, 20) que permiten sealar con exactitud el tiempo en que comenz a ejercer su actividad: el ao 520 a.C., segundo del rey Daro, que gobern entre el 521 y el 485 a.C.Ciro, el monarca fundador del imperio persa, promulg el ao 538 a.C. su clebre edicto (2 Cr 36.2223; Esd 1.14) que puso fin a la cautividad juda en Babilonia (2 R 25.122). Poco despus, en el 537, los judos que haban regresado a Jerusaln iniciaron con entusiasmo la reconstruccin del Templo (Esd 1.111). Sin embargo, los fervores iniciales pronto se apagaron; en su lugar cundi entre la gente un profundo desaliento causado en parte por lo precario de los medios de que disponan (1.6) y en parte por la intranquilidad de tener que hacer frente da a da a la actitud hostil de los samaritanos (Esd 4.124). Aquellas circunstancias afectaron a las obras de restauracin del Templo, hasta el punto de provocar su paralizacin total (Esd 4.24) mientras que, en contraste, comenzaban a aparecer en la propia Jerusaln hermosas mansiones para uso privado de adinerados miembros de la comunidad (1.4).La situacin as creada, unida a la falta de estabilidad poltica que reinaba en el imperio persa desde el ao 522 a.C., iluminan el fondo del mensaje que Hageo haba de comunicar al pueblo y a las autoridades ms relevantes de Jerusaln: a Zorobabel, gobernador de Jud, y a Josu, sumo sacerdote (cf. Esd 5.12; 6.14).El libro y su mensaje

La profeca de Hageo consiste bsicamente en una exhortacin a reanudar sin demora la reconstruccin del Templo, el cual no poda permanecer ms tiempo en estado de ruina, sino que deba ser restaurado para gloria de Dios (1.8). La orden procede de Dios, y no puede ser ignorada sin que de ello se deriven graves perjuicios para todos: la sequa, la prdida de cosechas y la pobreza, que sern los signos del enojo divino (1.911). En cambio, Dios bendecir y traer una pronta y definitiva salvacin a su pueblo, si con el esfuerzo comn el Templo es reconstruido (1.8; 2.69; 2.2023).La reaccin positiva de Zorobabel y Josu a los requerimientos conjuntos de Hageo y Zacaras (cf. Esd 6.14) despert el adormecido entusiasmo popular (1.1214). Las obras se pusieron de nuevo en marcha, sin prdida de tiempo, y no mucho ms tarde fue posible celebrar con grandes manifestaciones de alegra la dedicacin del recin restaurado santuario (Esd 6.1518).Esquema del contenido:1. Exhortacin a reconstruir el Templo (1.115)2. La gloria del nuevo templo (2.19)3. Reprensin de la infidelidad del pueblo (2.1019)4. Promesa de Jehov a Zorobabel (2.2023)Anlisis del Libro del Profeta Zacaras.Autor: El hijo de Berequas, poco se sabe de este profeta, fue contemporneo de Hageo, y se uni a l en el animar a los judos a reconstruir el templo de Jerusaln.Fecha: Dos meses despus de la profeca de Hageo.Estilo: Altamente figurativo.Textos Claves: 1:3"Diles, pues: As ha dicho Jehov de los ejrcitos: Volveos a m, dice Jehov de los ejrcitos, y yo me volver a vosotros, dice Jehov de los ejrcitos."4:6Entonces sigui dicindome: Esta es palabra de Jehov para Zorobabel, y dice:"No con ejrcito, ni con fuerza,sino con mi Espritu,ha dicho Jehov de los ejrcitos.El profeta y su medio

El encabezamiento de este libro refiere el principio de la actividad proftica de Zacaras hijo de Berequas hijo de Iddo al octavo mes del ao segundo de Daro (1.1). Este monarca persa rein entre el 522 y el 486 a.C., y como probablemente Zacaras profetiz durante algo ms de dos aos, puede establecerse con bastante exactitud el tiempo de su ministerio entre los aos 520 y 518 a.C.De comparar la fecha indicada por este profeta con la registrada en el ttulo del libro de Hageo (Hag 1.1), resulta que ambos fueron contemporneos; Zacaras dio comienzo a su ministerio tan solo un par de meses ms tarde, conforme a una cronologa que viene determinada por los datos establecidos en los siguientes textos: 1.1, 7; 7.1.El libro y su mensaje

El libro de Zacaras (=Zac) est compuesto de dos partes bien diferenciadas. La primera comprende los caps. 18; y la segunda, los seis restantes: caps. 914.Los primeros versculos del escrito (1.26) son un llamamiento dirigido a los repatriados de la cautividad babilnica, a quienes el profeta exhorta al arrepentimiento y a la conversin: Volveos a m, dice Jehov de los ejrcitos, y yo me volver a vosotros (v. 3). La exhortacin va seguida de una serie de complicadas visiones, llenas de smbolos, a veces de difcil interpretacin; en ellas, bajo la apariencia de un ngel, el Seor se presenta al profeta, dialoga con l y responde a sus preguntas. Desde un punto de vista literario, estas visiones se asemejan a las de Ams y Jeremas (Am 7.19.4; Jer 1.1114).Los textos que forman la primera parte del libro son bsicamente comprensibles, a pesar de las dificultades a que da lugar la proliferacin de figuras simblicas. De manera destacada se encuentran presentes aqu temas como el del amor y la misericordia de Dios para con Jerusaln (1.14, 16), la humillacin de las naciones (cuernos) que causaron la dispersin de Jud (1.21), la eliminacin del pecado en el pueblo de Dios (5.34,8) y la esperanza mesinica (4.114). Atencin especial del profeta Zacaras merece la reconstruccin del Templo (1.16; 4.810; 6.15); l, junto con Hageo, anima al pueblo a reanudar las obras interrumpidas (cf. Esd 6.14), cuya conclusin ha de redundar en beneficio del esplendor de Jerusaln, la ciudad escogida por Jehov para morar en ella (2.1012; 8.3).Otro tema que preocupa a Zacaras es la sinceridad en la prctica del ayuno (7.214), una prctica cuyo sentido pleno de gozo, alegra y solemne festividad (8.19) se alcanzar cuando Jerusaln haya sido restaurada.La segunda parte del libro apunta hacia una situacin histrica distinta. Determinadas diferencias de enfoque del mensaje proftico, unidas a algunos indicios de carcter cultural (p.e., el uso del nombre de Grecia en 9.13) corresponden mejor con otra poca que la vivida por Zacaras. Los investigadores opinan que los caps. 914 estn dirigidos a una poca posterior, probablemente en los aos de la expansin del helenismo bajo el gobierno de Alejandro Magno (segunda mitad del siglo IV a.C.).Sin texto alguno de transicin, excepto por la especie de ttulo con que se inicia esta seccin (cf. Mal 1.1), la profeca contempla en esta parte del libro el triunfo final del Seor sobre las naciones enemigas (12.9; 14.1215), a las cuales l mismo habr reunido previamente para combatir contra Jerusaln (14.2). Este ser el castigo de la ciudad para purificacin del pecado y de la inmundicia de su infidelidad (13.13). Pero luego Jerusaln ser liberada, y los habitantes de Jerusaln otra vez vivirn en su propia ciudad (12.6). Zacaras proclama al Seor como defensor de su pueblo y de Jerusaln (9.8,1516; 12.8), anuncia la reunin de todos los que estaban esparcidos en diversos lugares (10.610), la anexin a Israel de los pueblos paganos (9.7; 14.1617) y el reinado definitivo de Dios (14.9, 16). Muy significativa es la profeca mesinica sobre la llegada a Jerusaln de un rey justo y salvador, pero humilde, cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna (9.9). Los evangelistas Mateo y Juan manifiestan expresamente que el anuncio de Zacaras se cumple con la entrada de Jess en Jerusaln (Mt 21.45; Jn 12.1415).Esquema del contenido:1. Llamamiento a volver a Jehov (1.16)2. Visiones simblicas (1.76.8)3. Coronacin simblica de Josu (6.915)4. Instruccin sobre el ayuno. Anuncio de la salvacin mesinica (7.18.23)5. Castigo de las naciones vecinas (9.18)6. El futuro rey de Sin (9.917)7. Jehov redimir a su pueblo (10.111.3)8. Los dos pastores (11.417)9. La liberacin de Jerusaln (12.113.9)10. Victoria final de Jerusaln (14.121)Anlisis del Libro del Profeta Malaquas.Autor: Nada se conoce de la vida del profeta excepto lo que se encuentra en el libro. Fue posiblemente contemporneo de Nehemas; las condiciones descritas en la profeca corresponden a esa poca.Estilo: Enrgico y fuera de lo comn.Tema: Es una descripcin grfica del perodo final de la historia del Antiguo Testamento que muestra la necesidad de grandes reformas para preparar el camino de la venida del Mesas.Texto Clave: 3:8"Robar el hombre a Dios? Pues vosotros me habis robado. Y an preguntis: "En qu te hemos robado?". En vuestros diezmos y ofrendas.El profeta y su medio

Malaquas, el nombre que encabeza este breve escrito, es un derivado del trmino hebreo malaj, que significa mi mensajero. Y dado que un profeta es propiamente un mensajero de Dios, Malaquas puede interpretarse no solo como nombre de persona, sino tambin como ttulo de aquel a quien Dios encomienda un ministerio proftico.La aparicin de este texto debi de tener lugar despus que, a partir del ao 516 a.C., se reanudaran regularmente las ceremonias del culto (1.62.9) en el templo de Jerusaln, una vez concluida su reconstruccin (cf. 3.10). Es probable que Malaquas ejerciera sus funciones a finales del siglo VI o a comienzos del V a.C., durante un perodo intermedio entre la actividad de Hageo y Zacaras (segunda mitad del siglo VI a.C.) y la de Esdras y Nehemas, cerca de un siglo despus. Tambin puede pensarse que la predicacin de Malaquas abri el camino a las reformas realizadas por Nehemas (cf. Neh 13.2527).El libro y su mensaje

Con el libro de Malaquas (=Mal), ltimo de los doce que forman el grupo de los llamados Profetas menores, concluye el bloque de la literatura proftica de la Biblia y se pone punto final a la ltima pgina del AT.El texto de Malaquas se caracteriza por el tono polmico con que aborda los diferentes temas. La propia armazn literaria del mensaje es una especie de discusin retrica, de dilogo con sus destinatarios, a cuyas preguntas y objeciones responde el profeta. La frmula discursiva es la siguiente:(a) Jehov establece un principio general o condena una prctica reprobable habitual en el pueblo;(b) los interpelados responden planteando sus dudas y haciendo preguntas, introducidas a veces de manera irnica por el profeta;(c) Jehov interviene de nuevo, confirma y ampla lo que antes haba dicho, aade ms reproches y anuncia el castigo de los culpables.Objetivo inmediato de la reprobacin proftica de Malaquas son los sacerdotes que con su negligencia permiten que el pecado se instale en el propio Templo (2.11), y que son los responsables de que se cometan abusos en la celebracin de los sacrificios (1.62.9); pero tambin censura duramente a los malvados, los injustos, los impos, los que repudian a su esposa para unirse a una extranjera (2.1016) y los que dejan de pagar sus diezmos defraudando as al Seor. El juicio condenatorio de Malaquas se extiende a todos los que no tienen temor de Dios (3.5).Por otra parte, el mensaje del profeta revela el estado de nimo en que se hallaban muchos israelitas al cabo de varias dcadas de la repatriacin de los exiliados en Babilonia. Las muchas dificultades econmicas a que tenan que hacer frente, las problemticas relaciones con los pueblos de su entorno y el retraso en el cumplimiento de las promesas que haban escuchado por boca de Hageo y Zacaras, dieron paso entre ellos al desencanto y a las dudas sobre el amor y la justicia de Dios (cf. 2.17). Por eso, Malaquas afirma con pasin que Dios ama a su pueblo (1.2) y que no dejar de cumplir las promesas que le hizo. El da de Jehov viene ardiente como un horno, pero a los que temen el nombre del Seor les nacer el sol de justicia, y en sus alas traer salvacin (4.1, 2).Esquema del contenido:1. El amor de Jehov por Jacob (1.15)2. Jehov reprende a los sacerdotes (1.62.9)3. Condena del repudio de la propia esposa y del matrimonio con extranjeras (2.1016)4. El da del juicio se acerca (2.173.5)5. El pago de los diezmos (3.612)6. El justo y el malo (3.1318)7. El advenimiento del da de Jehov (4.16)